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La estafa piramidal que engaña a mujeres disfrazándose de feminismo

América del Sur/ Colombia/ 23.04.2019/ Fuente: www.eltiempo.com.

El tema no es nuevo. Aunque hoy se llamen ‘mandalas de la prosperidad’, ‘fractales’, ‘telares de la abundancia’, ‘de sueños o de la prosperidad’, esos sistemas piramidales no son más que una estafa común desde hace años, pero que en las últimas semanas ha tenido componente adicional que la vuelve más truculenta: captar solo mujeres y usar al feminismo como bandera para el fraude.

Desde hace días por grupos cerrados de Facebook y por chats de Whatsapp circulan invitaciones para hacer parte de una “economía solidaria, sagrada o colaborativa”. En los comentarios de esas publicaciones hay denuncias y alertas sobre el robo; respuestas que apelan a la solidaridad de las mujeres, a la espiritualidad o a la vibra femenina para justificar las ganancias, y también mensajes con gráficos que explican con lujo de detalles cómo funciona el esquema.

En cuestión de semanas se ha pasado del rumor de una pirámide secreta y cerrada para que “las mujeres cumplan sus sueños” a invitaciones abiertas en casas y centros comunales en varios barrios de Bogotá sin la advertencia de que las posibilidades de “cobrar” esos jugosos pagos es, además de finita, ilegal. 

Los casos se han incrementado tanto, que a pesar de que la Superintendencia Financiera ya tenía en el radar el tema de los telares desde 2016, el martes debió sacar una sacar un comunicado (ver archivo) para volver a advertir sobre lo que ellos mismos han llamado un engaño.

El dinero no crece en los árboles, no se multiplica sin que exista una actividad financiera real y lícita que genere ingresos. En este caso, se captan ilegalmente los recursos de 8 o más personas, quienes a su vez vinculan a otros aportantes de dinero que se obligan a la misma acción, al punto que si no se logra completar la estructura, no se contará con el dinero para que se cumpla con lo prometido”, alerta la entidad.

El gancho con el que se intenta vender este nuevo sistema usa al feminismo y disfraza los aportes económicos como parte de la sororidad o solidaridad entre mujeres, lo que evidencia que los cerebros detrás de la estafa estudian y estructuran bien el discurso para el público que quieren convencer.

“Lo que intentan hacer los organizadores de estas estafas para lograr que eso dure la mayor cantidad de tiempo es vender un cuento, porque estos esquemas se han vuelto más sofisticados al utilizar conceptos psicológicos. En el caso de las mujeres hay una cohesión o un pegamento social que las une: unos miedos, unas motivaciones, unas ambiciones y unos intereses que las pueden unir”, expone  Martín Jaramillo, economista del Spring Hill College de Estados Unidos.

Las primeras reuniones suelen ser presenciales o a través de un sistema de videollamada llamado Zoom donde están chicas de diversas partes del mundo.

El dinero no crece en los árboles, no se multiplica sin que exista una actividad financiera real y lícita que genere ingresos

“Todo empieza como una charla sobre el patriarcado, la forma en la que rige la economía y cómo las mujeres quedamos por fuera del sistema. De ahí en adelante te explican el esquema con una historia de una antropóloga que vio cómo funcionaban unas supuestas castas femeninas en África y cómo ese modelo se podía aplicar en Occidente. La explicación siempre está apelando a la sororidad, la ayuda entre mujeres, el merecimiento del dinero y la revolución feminista que apunta a cumplir los sueños, a ser la elegida. “¿Cuál es tu sueño? ¿Qué deseas conseguir?, esas son las preguntas constantes”, explica Adriana*, una mujer que estuvo en una de las reuniones en Bogotá.

El origen de esta estafa no es claro. En algunos informes aparecen alusiones al libro ‘El millonésimo circulo’ escrito en 2004 por Jean Shinoda Bolen, doctora en medicina, psiquiatra y escritora estadounidense, que se vende en Amazon como una “guía esencial para los círculos de mujeres”. 

“’El millonésimo círculo’ o ‘El centésimo mono’ se basa en una hipótesis muy sencilla y cuyo mecanismo es posible aprehender de forma intuitiva e inmediata: cuando un número crítico de personas cambia su modo de pensar y de comportarse, la cultura lo hace y comienza una nueva era. Este libro propone la posibilidad de que los círculos de mujeres puedan acelerar el cambio de la humanidad a una era post-patriarcal”, dice la reseña en la misma plataforma.

Si bien la autora ha escrito otros libros en los que apela al feminismo, no ha sido impulsora y hasta ahora no ha estado involucrado en estructuras piramidales.

El otro fundamento de esta estafa también proviene de un libro escrito en 2006, pero mucho más popularizado debido a la película que lleva el mismo nombre: Comer, Rezar y Amar.

“En una de las reuniones se habló de que el modelo del grupo era muy parecido a una escena de ese libro en la que la protagonista pide a sus amigos que, en vez de darle regalos para su cumpleaños, hicieran una donación para ayudar a comprarle una casa a Tutti, una niña de Bali, cuya madre perdió su dinero para conseguir la custodia de su hija tras separarse de su esposo. Al final consigue 18 mil dólares por la donación y cumple su sueño. Ese esquema era lo que nos vendían”, explica Mariana, otra de las participantes.

Cualquiera de las dos teorías ha funcionado para movilizar a más participantes, llamadas también “tejedoras”, a quienes se les pide reiteradamente ser selectivas al momento de compartir la información. Una de las imágenes que circulan en los grupos así lo demuestra.

Telares de la abundancia con estafas piramidales

Con esta imagen ilustran las invitaciones a formar parte de los telares.

Foto:

Archivo particular

Los invitados a participar deben cumplir con un estricto control de confidencialidad, no hablar del tema con personas ajenas al esquema, garantizando así además el anonimato, otra de las características de este tipo de engaños.

“Es muy constante que estén pidiendo escoger bien a las personas a las que llevas. Se habla de confianza extrema, de alejar a gente enemiga de los sueños de las mujeres o de personas que no creen en la abundancia”, afirma Adriana, quien reconoce que en las reuniones también se llega a hacer énfasis sobre no hablar de estos temas con hombres cercanos como esposos, novios, amigos o padres.

¿Cómo funciona?

El esquema funciona como un multinivel. Se ingresa con un aporte económico de 1.440 dólares o 4.500.000 pesos colombianos, pero la cifra no es dada al azar. De acuerdo con la teoría del mandala o telar, los números suman nueve en honor a los meses de gestación. 

Con este dinero, denominado el “regalo”, la participante podrá recibir hasta ocho veces su valor, siempre y cuando “invite” a más personas que también hagan su “regalo” para ir conformando los diferentes círculos de la estructura que está denominada con los elementos de la naturaleza: agua, tierra, aire y fuego.
Cada telar está conformado por 15 personas: En el nivel del fuego hay 8 mujeres, 4 en aire, 2 en tierra y 1 en agua.

Fuego: Las ‘mujeres fuego’ son las que están en la base de la pirámide. Ellas entregan el dinero, y, a veces, una carta con propósitos. Al entregar el dinero a la ‘mujer agua’, que es la cima de la estructura, esas ‘mujeres fuego’ se convierten en ‘mujeres aire’.

Aire: El objetivo en este punto es difundir la información y captar a dos mujeres más que compartan los ideales de esa estructura. Cuando las cuatro ‘mujeres aire’ consigan sus dos amigas y ellas se comprometan con el esquema, las ochos nuevas se convertirán en fuego y las ‘mujeres aire’, serán ‘mujeres tierra’.

Tierra: El compromiso de este punto es organizar la “ceremonia”, como denominan la entrega del dinero a la mujer que ocupa la posición de agua. En ese evento se cuenta a nuevas mujeres sobre la existencia del telar para volver a comenzar con nuevas estructuras.

Agua: En esta posición la mujer recibe su “regalo” de las otras 14 personas que componen la célula. Es decir obtiene 36 millones de pesos. De ese dinero, saca 4.500.000 para darle a la mujer agua a la que le dio por primera vez el dinero y que se ha convertido en su hermana mayor.

Hermana Mayor: Es un nivel arriba de la mujer agua. Como ella ya recibió el dinero acompaña a su célula para que todos terminen el ciclo con éxito. Hace las veces de asesora.

Agua Mayor: Esta figura no existe en todos los telares, pero su tarea consiste en hacer capacitaciones masivas e incluso internacionales para seguir captando más participantes. La mayoría de estas captaciones se hacen a través de Zoom. Cada nivel debería, en teoría, durar una semana. 

El principal impedimento para dar con las cabezas responsables o detectar la captación ilegal de dinero es que la plata que se mueve dentro de la red se entrega personalmente y por ende no hay movimientos financieros que se puedan rastrear o que puedan ser detectados como fraudulentos.

¿Por qué matemáticamente no funciona?

Ningún activo en el mundo puede hacer eso con un nivel de riesgo relativamente aceptable. Ni los grandes inversionistas pueden aspirar a ese tipo de retorno, inclusive siendo las mejores. Esto es algo completamente insostenible y eso debe prender una alarma”, explica Jaramillo.

El economista asegura que la vida en años de una pirámide se puede contar con los dedos de una mano.

“Eventualmente va a colapsar porque la confianza se empieza a deteriorar cuando las personas se dan cuenta de que no hay nada sostenible, cuando ya se vuelve cada vez más difícil conseguir más gente”.

Una evidencia de la eminente caída de este sistema en Colombia es que en las últimas semanas las redes sociales se han llenado de invitaciones para unirse, algo que rompe la regla de la confidencialidad.

Según la Superintendencia Financiera, estos esquemas carecen de legitimidad y no cuentan con respaldo por parte del Estado Colombiano.

“Tanto quien administra como quien promueve y facilita el crecimiento de la estructura puede ser responsable del delito de captación masiva y habitual de dinero”, explica en su circular. Este práctica es un delito consignado en el Código Penal colombiano puede dar penas de entre 10 y 20 años de cárcel y una multa de hasta 50 mil salarios mínimos legales mensuales vigentes.

“Si para dichos fines el agente hace uso de los medios de comunicación social u otros de divulgación colectiva, la pena se aumentará hasta en una cuarta parte”, dice el Código Penal.

Estos telares ya habían estado en Colombia y la Superfinanciera había dado alerta de ellos en 2016 y 2017. Sobre estas estructuras hay denuncias en países como Argentina, España, Perú, Chile, México y Venezuela, entre otros.

En Colombia, el caso más recordado es el de DMG, la captadora ilegal de dinero más grande que ha tenido el país, que dejó en 2009 más de 240 mil víctimas a las que todavía se les adeuda más de 1 billón de pesos.

Si usted es víctima de un caso así o tiene información y quiere denunciar, aquí está la ruta para poder hacerlo.

CINDY A. MORALES* y LAURA ROBLES
Creadoras del podcast Degeneradas
*Subeditora de ELTIEMPO.COM
En Twitter: @cinmoraleja
En Twitter: @LauRobles

Este jueves 14 de febrero, usted puede unirse a la conversación en nuestras redes sociales con la etiqueta #LaEstafaDeLaAbundanciaEs.

Fuente de la noticia: https://www.eltiempo.com/podcast/degeneradas/telares-de-la-abundancia-la-estafa-que-engana-a-las-mujeres-326470?cid=SOC_PRP_POS-MAR_ETW_WHATSAPP

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América Latina. Socialismo y feminismo en el horizonte estratégico de las luchas populares

Redacción: Kaosenlared

En las luchas de resistencia nos encontramos, y nos vamos reconociendo. No solo en los dolores y en las rabias. También en las esperanzas. Nos miramos primero con desconfianza, mientras las energías de nuestras batallas van permitiendo descubrirnos en la posibilidad de un horizonte que nos anime a marchar juntas. Mujeres trabajadores, campesinas, amas de […]

En las luchas de resistencia nos encontramos, y nos vamos reconociendo. No solo en los dolores y en las rabias. También en las esperanzas.

Nos miramos primero con desconfianza, mientras las energías de nuestras batallas van permitiendo descubrirnos en la posibilidad de un horizonte que nos anime a marchar juntas.

Mujeres trabajadores, campesinas, amas de casa. Mujeres indígenas, mestizas, negras. Mujeres sin trabajo, sin tierra, sin educación. Mujeres sin derecho a decidir sobre nuestros cuerpos. Mujeres migrantes estigmatizadas por la xenofobia. Mujeres condenadas por la lesbofobia y por las muchas discriminaciones que se ejercen hacia quienes se apartan de los modelos de familia impuestos. Mujeres pobres, mujeres maltratadas. Mujeres olvidadas, negadas, prostituidas, traficadas, asesinadas… por ser mujeres.

Mujeres del pueblo que cotidianamente somos parte y víctimas de la producción y reproducción del capitalismo, del racismo y del patriarcado, en un continente marcado por la historia colonial.

Nuestro horizonte estratégico en América Latina es –necesitamos que sea– una acción cotidiana que apunte a cuestionar y a terminar con todas las opresiones. No con una primera y otra después. Desaprender la dominación en sus distintas maneras de expresarse (ya sabemos que un cambio en la estructura económico-social no determina un cambio mecánico en las maneras de relacionarnos, aunque puede favorecerlo… Y también aprendimos que no hay socialismo sin un profundo trastocamiento de las conciencias, de las subjetividades, de las maneras de sentir y desear, de vivir cada día).

Socialismo y feminismo son, en esta perspectiva, proyectos que integran en un mismo sueño la posibilidad de que nuestras vidas pasen a ser plenamente decididas por nosotras mismas, terminando con la enajenación, que es producto de más de 500 años de imposición de un sistema que estableció a sangre y fuego el dominio del capital y de la cultura patriarcal –propios de la mal llamada “civilización”–.

La propiedad privada de la tierra, de los medios de producción, de las riquezas generadas por el trabajo, se estableció en América Latina como parte de los mecanismos de saqueo, de devastación de la naturaleza. Si los invasores se pudieron establecer en estas tierras, negando y aplastando a las culturas pre-existentes, fue a costa de una enorme violencia, de crueles genocidios, de la esclavización y el sometimiento a servidumbre de miles de hombres y mujeres.

Genocidio e impunidad son las cartas de presentación de la “civilización” occidental en Nuestra América, que hoy continúan con las políticas imperialistas de militarización del continente, de establecimiento de bases militares en nuestros territorios, con la criminalización de la pobreza y la judicialización de la protesta social.

En pleno siglo 21 volvemos a tener en el continente golpes de Estado y dictaduras, como la hondureña, que busca ser “legitimada” por gobiernos que se dicen “democráticos”, en el marco del Sistema de Integración de Centro América (SICA) o en la OEA. Sufrimos también desgobiernos como los de Colombia, elegidos en procesos fraudulentos, financiados por los fondos norteamericanos y europeos. Sigue habiendo intervenciones militares, como en Haití, que profundizan las políticas de pobreza y de represión, e incluso articulan respuestas militares frente a las catástrofes naturales. El colonialismo no sacó la bota de América Latina, que continúa aplastándonos en el imperialismo y en los mecanismos renovados de saqueo y de violencia.

Hace más de 500 años la extracción de las riquezas en el continente, mediante el trabajo esclavo, fue una de las fuentes decisivas para sostener y enriquecer al capitalismo naciente en Europa, y una clave fundante de los procesos coloniales. Su legitimación implicó una operación cultural de “naturalización” de estos mecanismos brutales, que requerían la inferiorización de las mujeres y su domesticación. Se estableció así una íntima conexión entre el patriarcado, como sistema de opresión de la mujer, y el capitalismo, como sistema de explotación de los trabajadores y trabajadoras por el capital.

La cultura patriarcal contribuye a mantener a la gran mayoría de las mujeres en una situación de desvalorización social, de marginación económica, de “invisibilidad”, de negación de su lugar en la historia, de mercantilización de sus cuerpos. Esto está ligado tanto a la necesidad de mantener bajo control la propiedad, como a la de vigilar la sexualidad de las mujeres, y así la “herencia” patrimonial. La forma de organización familiar compatible con ambos objetivos es la familia monogámica, cuyo “par complementario” es la prostitución.

La familia monogámica está organizada sobre la base de la opresión patriarcal de todas las mujeres, que impone sobre unas –las mujeres destinadas a esposas– control y vigilancia sexual, a la vez que destina a las otras a la prostitución pública.

Los cuerpos de las mujeres, en esta historia, han sido y siguen siendo parte del botín colonial. Apropiados salvajemente, avasallados, violados, torturados, secuestrados, no solo en los marcos de las invasiones, de las guerras, de las dictaduras, sino incluso como parte la “normalidad” del sistema en el que los femicidios, la trata de mujeres, la sobre-explotación de las mujeres, la división sexual del trabajo, son parte del cotidiano que sufrimos.

Situaciones constitutivas de las súper ganancias de los poderosos, y del “plus” que es plusvalía –explotación del capital al trabajo–, y también es plus de opresión en el hogar, donde las mujeres gastamos nuestras energías y nuestro tiempo “al servicio de…”, siempre para otros, en nombre… “del amor”.

La dominación de las mujeres no ha sido, ni es solamente producto de la subordinación a los hombres colonizadores, sino también a los hombres colonizados.

La cultura de los violentos vencedores se volvió dominación, pero también sentido común entre los vencidos y vencidas.

Cuando denunciamos la marca colonial de esta dominación, tenemos en cuenta que la “civilización” occidental, que sojuzgó –y continúa sojuzgando– a las mujeres, tiene como antecedente histórico directo el feminicidio –a través de la caza de brujas– a lo largo de varios siglos en Europa, ordenada por la “Santa Inquisición”. Cuando en la actualidad los sectores hegemónicos de las Iglesias reaniman el fundamentalismo como doctrina de guerra contra las mujeres, están actuando en continuidad con aquellos antecedentes.

El proceso de acumulación primitiva del capital se produjo a partir de la expropiación violenta de los campesinos en Europa, de la conquista y el saqueo del Tercer Mundo, y de la ruptura de la propiedad –el quiebre de la relación directa entre el ser humano y la tierra–.

En este proceso se desposeyó a la masa campesina de la tierra y de su relación histórica con ella, y simultáneamente se separó a las mujeres de la esfera productiva, convirtiéndolas en amas de casa –cuyo aporte al trabajo doméstico es negado– o en obreras sobreexplotadas.

La división sexual del trabajo fue la primera forma de la división social del trabajo.

Federico Engels analizó que el tránsito del matrimonio por grupos hacia la organización de la familia monogámica implicó, por parte de las mujeres, la pérdida del valor social de su trabajo: productoras de bienes de uso, las mujeres quedaron recluidas en el espacio doméstico.

En los últimos años, como consecuencia de la profundización de la crisis capitalista y de su impacto en el Tercer Mundo, se acentuó la “feminización de la pobreza”, que ha tenido como contrapartida, la “feminización de la resistencia”.

El concepto de “feminización de la pobreza” se refiere no solo a las diferencias objetivas existentes entre hombres y mujeres en lo que se relaciona con el acceso al trabajo, el salario, a los derechos laborales, sino también a las distintas maneras en que hombres y mujeres experimentan la pobreza.

En las mujeres esos efectos se agravan, tanto por el rol social que se nos asigna en el plano de la vida privada, como por la amplia gama de discriminaciones y estereotipos a los que estamos sujetas. En el contexto del ajuste neoliberal, las mujeres funcionamos como fuerza laboral secundaria y marginal, utilizada por el sector empresario para bajar los costos de producción.

El retiro del Estado de los servicios sociales de salud, transporte, educación, etc., ha significado un incremento del trabajo doméstico y de los trabajos “flexibilizados”, sin cobertura social, a través de los cuales las mujeres tratamos de compensar estas carencias. Las dobles y triples jornadas, la extensión e intensificación del trabajo femenino, sigue siendo la base para la acumulación y ganancia capitalista.

La inserción de las mujeres en el mercado de trabajo, sin superar la división sexual del trabajo, ha llevado a ubicar a las mujeres en las áreas de peor calidad de empleo, manteniendo brechas de ingresos, con tasas de desempleo que son el doble de las masculinas, y sin protección social. Hay una avalancha de mujeres jóvenes en el mercado laboral. Las economías volcadas a la exportación reprimarizada –como lo son la mayoría de las economías latinoamericanas–, incluyen cada vez más la “exportación” de seres humanos. Es el fenómeno de las migraciones masivas, que en el caso de las mujeres vienen marcadas por la migración para el servicio doméstico, la trata de personas y la explotación sexual.

La situación actual aumenta la vulnerabilidad de las mujeres campesinas e indígenas, expulsadas a diario de las tierras por las políticas de concentración y destrucción, llevadas a cabo por las transnacionales, en convivencia de los gobiernos nacionales y locales. Frente a esto crecen las organizaciones campesinas, y el lugar en ellas de las mujeres que defienden la soberanía de los bienes naturales como la tierra, el agua, los territorios, la soberanía alimentaria, revalorizando la agricultura campesina, y denunciando las destrucción de las tierras, de vida de los pobladores y pobladoras por el uso del monocultivo, y por los daños que causan las transnacionales en nuestros países.

Estas iniciativas son parte de una cultura socialista y feminista, que va creciendo en la práctica social concreta, apuntando a recrear los vínculos solidarios entre hombres y mujeres, y de estos y estas con la naturaleza.

El encuentro del socialismo y del feminismo es fundamental a la hora de pensar, en nuestro continente, la interacción de las diferentes opresiones: clase, raza, género, y para poder proyectar tanto las alianzas necesarias, como una teoría de la transformación social que permita constituir un sujeto colectivo que abra caminos emancipatorios, y que conjugue a un mismo tiempo la lucha por todas las libertades.

Socialismo y feminismo son parte del horizonte estratégico de las luchas de las mujeres, pero podrían y sería interesante que se volvieran parte también de los objetivos de todas las organizaciones emancipatorias, volviéndose una meta también de los hombres, de las diversidades sexuales, es decir, de todos y todas las que pretenden crear una nueva sociedad, un nuevo mundo en el que quepan todos los mundos, todas las sensibilidades, todas las subjetividades históricamente oprimidas.

La experiencia anticolonial en América Latina, los cinco siglos de resistencia indígena, negra, feminista, popular, se vuelve así un camino para inventar nuevas relaciones entre los seres humanos, y de los seres humanos con la naturaleza, superando las visiones occidentales de dominación y explotación, en todas las dimensiones vitales.

Hablamos de un feminismo popular, insumiso, socialista, que cuestiona a las concepciones patriarcales de ciertas izquierdas, y también a las perspectivas domesticadoras de un feminismo burgués, funcional a las políticas de explotación capitalista.

Hablamos también de un socialismo construido desde abajo… que cuestiona las concepciones que en nombre del socialismo sostuvieron y reprodujeron opresiones.

Un socialismo que, al decir de Mariátegui, no será calco ni copia, sino creación heroica de los pueblos.

Feminismo y socialismo de los pueblos, como parte del desafío de unir en un mismo cuerpo colectivo las rebeldías frente a la explotación capitalista, a la violencia imperialista que mata/ invade/ destruye en nombre de la absurda racionalidad occidental; para desafiar la opresión patriarcal, el racismo, la xenofobia, el neocolonialismo transnacionalizado.

Es imprescindible asumir todas las dimensiones de esta batalla cultural, como un gesto cotidiano de descolonización, como una creación que se reconoce en cada cicatriz, en la que nuestros cuerpos se vuelvan los territorios complejos de los que partimos para el amor y para la rebeldía, y en los que la revolución no quede inscrita como un sueño eterno, sino como una vivencia permanente y cotidiana, como una revolución en las revoluciones conocidas y en las revoluciones que seguimos inventando, con voluntad, trabajo, imaginación, y el deseo liberado de cambiar al mundo.

Fuente: https://kaosenlared.net/america-latina-socialismo-y-feminismo-en-el-horizonte-estrategico-de-las-luchas-populares/

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Ministro de Educación y Cultura: La Guerra Fría sigue viva para gobierno ultraderechista de Brasil

Redacción: Cuba Debate

El nuevo ministro de Educación y Cultura de Brasil, Abraham Weintraub, declaró como prioridad combatir el “marxismo cultural” en las universidades, para poner en marcha  a una cartera paralizada por su antecesor.

El riesgo de otro fracaso persiste, porque se mantiene la orientación. Ambos son de la misma secta que aún considera el comunismo una amenaza al país y que la Guerra Fría prosigue especialmente en el ámbito cultural.

Además Weintraub, un economista del sector financiero y profesor universitario de ciencias contables, asumió el ministerio sin ninguna experiencia en gestión en el ámbito educativo, al igual que su predecesor, Ricardo Vélez, un colombiano que adquirió la nacionalidad brasileña en 1997, doctor en filosofía y exprofesor de varias universidades.

Vélez se caracterizó por contramarchas en las medidas anunciadas durante los 97 días en el cargo, como en el nombramiento de sus colaboradores.

Por lo menos 15 de sus asesores fueron despedidos apenas días después de su designación, por decisión de la presidencia o presiones de grupos influentes en el gobierno. “Faltó gestión”, sentenció el presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro, al justificar la sustitución del ministro.

La última polémica de su corta gestión derivó del anuncio de que sustituiría los millones de libros didácticos que el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) distribuye cada año a los estudiantes, para borrar la definición de dictadura atribuida al gobierno militar de Brasil entre 1964 y 1985.

Un “estalinismo de derecha”, en el sentido de falsear la historia, se alza en las filas del poder político actual.

No hubo golpe de Estado militar en 1964 y tampoco dictadura, sostienen no solo el ya exministro, sino el mismo presidente y numerosos miembros de su gobierno, donde hay decenas de militares retirados y algunos aún activos.

“El dogmatismo religioso” está por detrás de la “agenda irracional” que adoptan algunos sectores de ese gobierno, según Sonia Correa, una de las coordinadoras del Observatorio de Sexualidad y Política, cuyos estudios sobre el ascenso político del conservadurismo eclesiástico articulado en el mundo ayudan a comprender el triunfo de Bolsonaro en las elecciones de octubre de 2018.

“Dios por encima de todos” fue la consigna electoral de Bolsonaro, que la mantiene en la presidencia, que asumió el 1 de enero.

La adhesión “por la fe, la creencia dogmática” resalta en un grupo de cuatro ministerios, los de Educación, Relaciones Exteriores, Medio Ambiente y Mujer, Familia y Derechos Humanos, que son los que concentran las polémicas en el comienzo de la nueva administración.

Pero “el núcleo duro, cada día más hegemónico en el gobierno, lo componen militares moderados”, así tengan “puntos en común” con el llamado grupo “ideológico”, al defender “un orden social y político jerárquico, desigual, neopatriarcal y androcéntrico”, definió Correa a IPS.

En su análisis, el gobierno de Bolsonaro va “por caminos imprevisibles”.

Sus disputas internas e visiones irreales lo entorpecen, pero “no generan solo despelotes”, sino que va imponiendo medidas, como recortes presupuestarios o cierre de órganos culturales, ambientales, sanitarios y de derechos humanos, que afectan a mucha gente y a la democracia en el país,
lamentó.

De todas formas, las creencias que orientan y desorientan a los miembros del equipo de Bolsonaro se hacen más visibles ahora, porque el ejercicio del gobierno desnudó sus consecuencias, y además sus ideas y proyectos fueron escasamente discutidas en la campaña electoral, en una estrategia que ayudó a su ascenso al poder.

La religiosidad y el alineamiento con el gobierno estadounidense del republicano Donald Trump, por ejemplo, condujeron a Bolsonaro a prometer, durante la campaña electoral, que trasladaría de Tel Aviv a Jerusalén la embajada brasileña en Israel.

Pero tuvo desechar hacer efectiva la medida por las presiones del poderoso sector agrícola, que teme perder exportaciones de carne a los países árabes, uno de sus principales mercados.

Los grandes agricultores constituyeron, tal como las iglesias evangélicas, los militares y movimientos anticorrupción, un factor decisivo para el triunfo de Bolsonaro.

Pero sus intereses se han visto sacrificados por las opciones ideológicas del gobierno, que podrían, por ejemplo, echar a perder el mercado chino, mayor importador de productos agrícolas y minerales de Brasil.

Bolsonaro amenazó con provocar esa hecatombe, al visitar Taiwán antes de las elecciones y luego hacer declaraciones despectivas sobre las inversiones chinas que, según él, estarían “comprando a Brasil” en lugar de á “comprar de Brasil”.

Para amortiguar la molestia en Bejing, empresarios y militares han tomado una serie de acciones. Entre las medidas diplomáticas destaca el plan del vicepresidente Hamilton Mour úo, un general retirado del Ejército, de visitar China en este semestre, mientras intenta neutralizar otros actos
ofensivos del presidente.

Los generales, que controlan ocho de los actuales 22 ministerios, además de otros cargos de alto nivel, descartan una intervención militar en Venezuela,  a una posibilidad inicialmente admitida por el ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araujo.

Venezuela pasó entonces a ser un asunto de Mourúo y aparentemente los militares pusieron bajo su “tutela” en cuestiones geopolíticas al canciller, alineado fervorosamente con Trump.

Varios de los generales ahora ministros quedaron escarmentados de la participación del país en conflictos en Haiti y la República Democrática del Congo, donde comandaron fuerzas pacificadoras de la Organización de las Naciones Unidas.

Pero los militares, aunque pragmáticos y menos torpes que los ministros “ideológicos”, son también un factor de inestabilidad. Sus disputas de poder con el grupo guiado por el “gurú” Olavo de Carvalho, profesor informal de filosofía, contribuyó a la defenestración de Vélez en el ministerio.

Mourúo, ecuménico en sus diálogos internacionales y con actores internos abominados por los bolsonaristas, como el de los sindicalistas, se convirtió en el blanco de la ira de Carvalho y sus seguidores.

Entre los dardos en su contra está el que está jugando a sustituir a Bolsonaro, lo que podría suceder si se produjese un juicio político en su contra, como ya sucedió en 2006 con Michel Temer, entonces vicepresidente de la destituida presidenta Dilma Rousseff.

Los ministros generales, graduados como oficiales en los primeros años de los 70, tal como Bolsonaro, tampoco reconocen que existió una dictadura militar.

El golpe de 1964, argumentan, fue necesario para evitar una dictadura comunista y preservó la democracia, pero obvian en su relato el veto a las elecciones, la proscripción, prisión, tortura, asesinato y exilio de centenares de opositores en los 21 años siguientes.

Bolsonaro y sus seguidores “ideológicos” consideran que el marxismo cultural, basado en el italiano Antonio Gramsci, venció la “batalla de las ideas” e impuso su versión del régimen militar de 1964-1985, como dictadura. La tarea de la derecha, ahora que controla el poder, sería de “corregir” la historia.

El fin de la Unión Soviética en 1991 no debilitó el comunismo, que “se reinventó”, asegura Weintraub, nuevo ministro de Educación, que vislumbra comunistas en todas partes, al igual que sus correligionarios .

Son dueños de bancos, de empresas monopolistas y de medios de comunicación, dijo en la Cumbre Conservadora de las Américas en Foz de Iguau, ciudad de la fontera suroccidental de Brasil, el 8 de diciembre de 2018.

Algunas creencias pueden dejar en ridículo o inducir a errores. Bolsonaro y su canciller afirman que el nazismo en Alemania fue un movimiento de izquierda, ya que llevaba el nombre de Partido Nacional Socialista Obrero Alemán.

El canciller condena el “globalismo” y sostiene que la globalización, el cambio climático, las organizaciones internacionales y el feminismo son una conspiración marxista contra la nación y el Occidente cristiano.

Fuente: http://www.cubadebate.cu/especiales/2019/04/11/ministro-de-educacion-y-cultura-la-guerra-fria-sigue-viva-para-gobierno-ultraderechista-de-brasil/#.XLBrbolKjMw

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Escuela bulímica

Por: Anna Torralbo

Es tiempo de eslóganes, ideales y discursos en un momento en que no hay tiempo ni predisposición para parar y pensar. Por tanto, es tiempo de engullir tanto y lo más rápido que se pueda.

El segundo trimestre suele ser el punto álgido del curso escolar, quizás se pueda decir que es uno de los momentos más estresantes y frenéticos del año: por lo general suele ser largo y es también el momento en que los problemas de aula o de los alumnos se agudizan o acaban por estallar (el cansancio y el día a día hacen salir a flote lo que en el primer trimestre todavía se podía tapar). Los profesores están cansados y cargados de trabajo: informes, reuniones, fiestas, proyectos, excursiones, certámenes literarios, puertas abiertas, vacunas, revisiones dentales, concursos de dibujo….

El segundo trimestre suele ser el momento en el que, como profesor, entras en crisis con el sistema educativo y te preguntas si tienen sentido o siguen algún tipo de lógica (o incluso ética), el alud de actividades que llegamos a hacer. ¿Estamos siendo coherentes con lo que hacemos, o simplemente engrosamos y engrosamos el saco sin ton ni son para dar cabida a los discursos que tocan sin antes revisar su coherencia?

La escuela está en un momento en que podríamos decir que padece de un trastorno bulímico, en parte debido y promovido por las administraciones locales; en gran parte a causa de su incapacidad para discernir, reflexionarse y pensarse. La escuela está, más que nunca, yendo hacia todas partes y hacia ninguna: pura contradicción.

Pongámonos en contexto

Venimos de celebrar la Navidad, y, en menor o mayor medida, todas las escuelas lo han celebrado realizando actividades fuera de lo habitual. En muchas de ellas, la cantidad de actividades es frenética y muy variada: se escriben y memorizan poemas, se cantan canciones, se ven películas de temática navideña, se hacen pesebres, se representa el nacimiento de Jesús, se decora la escuela y las clases, se recolecta comida, se visita algún centro de colectivos desfavorecidos (residencias, por ejemplo), etc. Todo ello en un lapso de tiempo muy corto, un atracón de actividades en toda regla. Del día X al Y, todo gira alrededor de esta temática, sin importar si el significado tras de todo ello rechina, es incongruente o se confronta con otras celebraciones o ideas que también se trabajan en la escuela. Pongamos ejemplos. ¿Cómo se entiende que en la misma escuela se haga una representación del nacimiento de Jesús y se hable a la vez de feminismo, homosexualidad o igualdad? El mensaje que hay detrás de esta historia religiosa, la tipología de personajes y sus roles, no dejan de ser más que anacrónicos y perpetuadores de ideas tan nefastas como: jerarquías sociales, roles de género marcados y estigmatizados como pueda ser la idea del personaje bueno y el malo (como si eso fuera así de claro y sencillo). Una Virgen María que pone su cuerpo al servicio del hombre poderoso, y un marido, faltaría más, que la cuidará y velará por ellos.

Así bien, ¿cómo es posible que este tipo de mensajes estén presentes en las escuelas de hoy, donde, a la vez, se incentivan y se realizan talleres y actividades que promulgan el feminismo o los derechos de las mujeres? Sí, es paradójico, pero esto sucede, y no es más que el reflejo de algo que, por supuesto, está presente en la sociedad misma: repetimos, decimos y hacemos lo que se nos dice que toca decir y hacer, ¿cómo si no se entienden todas estas incoherencias?

Ni feminismo ni religión, pues si cabe el feminismo, por qué no se habla de teorías post-gender, o teorías Queer, por poner un ejemplo. Por una sola razón, el sistema no los ha legitimizado, son ideologías marginales (como lo era en su día el feminismo).

Pero sigamos con el tema navideño y sus incongruencias, que son muchas. ¿Qué demonios son esas canciones que se cantan en Navidad? ¿Qué significan? El humo en las chimeneas, el brillo en los ojos de la gente, la nieve que cae del cielo… ¿Estamos ciegos o nadie más ve que todo esto es una mentira, una ficción? Nos escandalizamos porque los niños pasan horas jugando a juegos de realidad virtual y no están en contacto con la vida real, ¿a qué vida real nos referimos?, ¿a todas estas tradiciones y festividades que se acumulan una detrás de otras en el calendario? Allí donde yo vivo y enseño, no hay chimeneas humeantes y mucho menos nieve. En otoño tampoco hay viejecitas entrañables con chales vendiendo castañas, son los gitanos los que lo hacen, pero a pesar de hablar de la igualdad y de los derechos humanos, nuestras canciones navideñas siguen sin nombrar a este colectivo incómodo, como tampoco nombran otras realidades incómodas. ¿Por qué seguimos perpetuando todas estas tradiciones que nos hablan e intentan conectarnos con cosas que no son reales? Quizás nos de miedo vivir sin más, sin el paraguas de mentiras y ficciones que nos empuja a ver lo que no existe. Quizás nos de miedo que llegue el día en que nos levantemos y no haya una fecha en el calendario que nos ordene qué debo decir –“¡Felices fiestas!”–, qué debo hacer –corre a comprar, decora tu casa, canta canciones…– o cómo me debo sentir –todos estamos felices en Navidad–.

Pero la cosa continua, porque estamos en el segundo trimestre y el curso sigue adelante acumulando festividades y actividades, talleres y conmemoraciones. El Día de la Paz (cada vez más celebrado en nuestras escuelas) o el Carnaval, cada uno de ellos un nido de contradicciones que no se nombran en alto, pero que incomodan a más de un profesor/a. Empecemos con el Día de la paz, un día en que muchos alumnos verbalizan o manifiestan deseos de paz (o mejor dicho eslóganes de paz): “No es no”, “Que no se mate”, “Que no haya guerras” “Que los pobres tengan comida” y un largo etcétera. Los niños repiten como zombis frases estereotipadas y panfletarias cuyo significado o implicaciones no entienden ni conocen. Frases vacías y superficiales que se repiten porque toca. Pero el calendario apremia, hay que seguir con el currículo y no hay tiempo para pensar qué significan todas esas palabras. Así que todo esto no es más que un vómito repentino que queda ahí y se olvida mientras se “avanza”, como quedan ahí todas esas frases arrojas en los exámenes para seguir caminando hacia “adelante”, tal la abeja a la que se le ha extirpado el vientre pero sigue succionando miel. Y en Carnaval más de lo mismo: tiempo de desenfreno y libertinaje; pero usted, pequeño alumno, siga las consignas que se le indican: disfrácese aunque no lo quiera, baile para el público, desfile ante público: expóngase.

Trabajamos en escuelas bulímicas que engullen sin respirar: talleres de consumo responsable en los que se enseña a los alumnos a comprar ofertas de móviles iPhone. Conferencias “feministas” donde se expone la desigualdad de la mujer, ahora toca la mujer, ¿y qué ocurre con el cojo, el ciego o el manco? Escuelas verdes que despilfarran plástico en Carnaval…

Es tiempo de eslóganes, ideales y discursos en un momento en que no hay tiempo ni predisposición para parar y pensar. Por tanto, es tiempo de engullir tanto y lo más rápido que se pueda, para así estar listo para cuando llegue lo siguiente que haya que tragarse. Yo, personalmente, me decanto por una escuela mínima, es decir, por una escuela liberada de todas estas cargas y discursos sociales; una escuela ligera y pausada que no se dedique a producir y funcionar con la lógica de la productividad propia del capitalismo liberal. Abogo por una escuela que no engorde a sus alumnos como engordan a los cerdos en las granjas de producción masiva.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/04/11/escuela-bulimica/

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Un “cuadernillo” de feminismo para adultos

Redacción: El País

‘Juegos Reunidos Feministas’ es un libro de actividades tan pedagógicas como macarras para aprender y desaprender sobre el patriarcado y la igualdad

«Aviso. Vamos a emplear el femenino genérico mucho, así que acostúmbrate si eres un tío. Si eres de la RAE, tómate un tranquimazín y llama a la línea de la esperanza que habilitaremos en breve para ti. Queremos ayudarte: se puede salir del infierno en que te encuentras». Así, dentro de un recuadro azul sobre el anaranjado de una melena afro, comienza Juegos Reunidos Feministas (Planeta, 2019), un libro que su autora llama «cuadernillo». En parte lo es, cumple con la función pedagógica asociada a esos libritos de actividades que inundan los veranos de los escolares desde hace más de medio siglo, pero a lo macarra.

Una de las ilustraciones del interior del libro.
Una de las ilustraciones del interior del libro. ANA GALVAÑ
Dice la autora que es una propuesta sencilla con contenido complejo contra «esa masa que cree que el feminismo es lo que no es y además cree que sabe mucho sobre eso». Escalona sintetiza la definición, aunque sabe que es «reduccionista»: «El feminismo es el movimiento que defiende la igualdad social, política y económica entre mujeres y hombres». Y punto, no hay más. O al menos no debería haberlo.

«Incomprensiblemente», todavía hay quienes argumentan que el objetivo de las feministas es colocarse «por encima de los hombres», o repiten aquello de «ni machista ni feminista». «Y no, obviamente no es eso. Tampoco es que peleando por ser iguales caigamos en la misma mierda en la que están ellos metidos», apunta la editora, convencida de que, a quien no le gusta la palabra es porque la asocia a señoras quemando sujetadores hace unas cuantas décadas. «El feminismo es diverso y poliédrico y con líneas de pensamiento que engloban muchas filosofías».

Una de las páginas de 'Juegos Reunidos Feministas'.
Una de las páginas de ‘Juegos Reunidos Feministas’.
Si fuese por ella, haría un envío del libro a ciertos señores: «Con un afán social y de progreso». Ella no habla de coches porque no sabe, y opina que quien no tiene ni idea sobre feminismo debería hacer lo mismo «y no repetir como un eco argumentos estúpidos que han leído en redes sociales o han escuchado por ahí». «Que revisen sus creencias, que es algo muy feminista», explica.

A lo largo de los últimos años el movimiento ha experimentado un crecimiento exponencial que no solo ha arrastrado a mujeres y hombres, sino que ha conseguido que muchas y muchos de ellos reflexionaran sobre sus propios comportamientos: «Todas estamos criadas en el patriarcado, tenemos actitudes machistas, como también racistas, homófobas… Cuestionarse a una misma desde el feminismo también implica esas otras revisiones».

Como también cuenta en el libro, los derechos no son un pastel en el que si tú coges los demás tienen menos: «Es todo lo contrario. Se refuerzan unos y otros». En ese refuerzo, el feminismo es parte imprescindible, «y un aprendizaje, un camino constante de deteccion de prejuicios, actitudes y maneras de comportarse que pueden estar infiltradas en tu día a día». El libro de Escalona y Galvañ sirve para barrer algunas.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/02/21/mujeres/1550746986_860101.html

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Libro: Hacia una pedagogía feminista: géneros y educación popular (PDF)

Argentina/ Autor: Claudia Korol (compiladora) / Fuente: Biblioteca EFD

La propuesta de este libro es aportar a la creación de una pedagogía que ayude a generar procesos de reflexión y nuevas prácticas, como momentos de interiorización-exteriorización no sólo de la experiencia inmediata y directa, sino también de procesos generales y particulares que atraviesan el aquí y ahora de las batallas contra la cultura patriarcal.

En el desarrollo de estas páginas se encontrarán artículos que intentan compartir algunos de los momentos vividos en el trabajo que realiza el Área de géneros de Pañuelos en rebeldía en estos últimos años, a través de talleres, encuentros y vivencias. Los diferentes escritos intentan reafirmar uno de los objetivos de la educación popular: la relectura de la realidad, de nuestras prácticas, del saber popular y de los contenidos de la cultura, haciendo posible una apropiación crítica de los mismos.

Links para la descarga:

(1):

Hacia-una-pedagogía-feminista-Géneros-y-educación-popular

(2):

https://drive.google.com/file/d/1ri-ZVerZQxD4XzVNvgsbLyROQejZUNoq/view

Fuente de la Reseña:

http://biblioteca.efd.uy/document/239

Fuente de la Imagen:

http://cgtense.pangea.org/spip.php?article5146

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 24 de marzo de 2019: hora tras hora (24×24)

24 de marzo de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 24 de marzo de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – Puerto Rico: Viva la lucha contra las escuelas chárter

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304295

01:00:00 – 10 Técnicas educativas para TRIUNFAR con tus alumnos

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304249

02:00:00 – Qué dicen los últimos informes sobre la educación en Argentina

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304402

03:00:00 – La educación, el capitalismo y la 4T

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303129

04:00:00 – UNICEF y la OEI firman un acuerdo para fortalecer los sistemas educativos de América Latina y el Caribe

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304409

05:00:00 – WhatsApp nos conecta. Cómo usar Whatsapp en Educación (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304252

06:00:00 – Libro: El Fin de la Educación Pública (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304506

07:00:00 – El sistema de enseñanza en Cuba: un modelo alternativo para la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303507

08:00:00 – Libro: Hacia una pedagogía feminista: géneros y educación popular (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304513

09:00:00 – Jóvenes impulsan masivas protestas internacionales por el cambio climático (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304517

10:00:00 – Libro: “Cambio Educativo y Políticas Públicas en México” de Juan Carlos Miranda Arroyo (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304510

11:00:00 – “¿Quién está cambiando el mundo?” La pregunta que responderán los mejores docentes del mundo en Dubái

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304438

12:00:00 – México: Buscan 54 mil terminar la Prepa por internet con la SEP

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304406

13:00:00 – Estados Unidos: La lucha por la Universidad Hampshire: cómo la calamidad financiera de una escuela expone una crisis en la educación superior

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304520

14:00:00 – «Me llamo Gennet», el periplo de la primera sordociega en ir a la universidad

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304427

15:00:00 – Tres hábitos de nuestro alumnado causados por el modelo educativo que lastran el aprendizaje ¿Cómo luchar contra ellos?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304495

16:00:00 – España: El movimiento ‘Fridays for future’ seguirá convocando protestas todos los viernes en España contra el cambio climático

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304412

17:00:00 – Radio: Encuentros pedagógicos- Sábado 16 de marzo del 2019 (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304503

18:00:00 – Lecciones educativas de Japón

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304435

19:00:00 – La propuesta educativa de MORENA

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304289

20:00:00 – China: Zhejiang implementará clases a distancia para disminuir el desequilibrio pedagógico urbano-rural

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304431

21:00:00 – Amanda Labarca, pionera de la educación en Chile (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304499

22:00:00 – España: Expertos del mundo universitario proponen un decálogo para ‘resetear’ la educación superior

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304286

23:00:00 – Experta en educación global dice que medir el conocimiento con exámenes estanca el proceso innovador

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304292

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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