Page 2 of 14
1 2 3 4 14

Manejo de información y pensamiento crítico en crisis de salud pública

Por: Sofía García-Bullé

Un acercamiento crítico a las fuentes de información es instrumental para mitigar la propagación de epidemias.

El 20 de abril del 2009, los medios mexicanos anunciaron lo que hoy recordamos como la pandemia de influenza AH1N1. Tras la noticia, diversos gobiernos en América y el resto del mundo comenzaron a aplicar protocolos de emergencia para controlar el brote. Para el 23 de abril, tan solo tres días después, el gobierno de Felipe Calderón ya había ordenado la suspensión de clases en todo el territorio nacional y la cancelación de actividades en sitios públicos. Además de esto, se procuró la difusión de información sanitaria y se orquestaron campañas de vacunación.

La medida de cerrar las escuelas causó polémica a nivel nacional, pero también se argumentó que esta clausura temporal podría reducir los casos de contagio, además aliviar la carga para el sector de servicios médicos y sanitarios. Al 30 de abril ya se habían reportado 257 casos que afectaron a 11 países diferentes.

El resto del mundo respondió acorde. El 27 de abril del mismo año la Unión Europea aconsejó suspender todos los viajes no esenciales a Estados Unidos y México. Dos días después, el pánico global alcanzó su cúspide cuando el gobierno egipcio ordenó la matanza de todos los cerdos en el país por temor a contagio. La cepa específica de esta pandemia se transmitía de humano a humano, pero el conocimiento de que versiones previas del virus eran híbridos de enfermedades porcinas fue suficiente para disparar esa reacción. En julio del 2010, cuando la pandemia empezó a ceder, había cobrado la vida de 18,000 personas.

Diez años después de este suceso, en diciembre del 2019, surgió en China el primer caso de Coronavirus, que recientemente ha alcanzado el estatus de epidemia. Los gobiernos a nivel mundial ya empezaron a tomar medidas para contener el brote pero, ¿qué pueden hacer las instituciones educativas para apoyar estos protocolos y asegurarse de que el virus no se propague a través de las escuelas?

La información puede salvar vidas

La higiene es clave para mitigar el impacto de enfermedades con alcance global, pero no solamente la que se refiere a las medidas sanitarias, también es necesaria una higiene de comunicaciones y contenidos. En artículos anteriores hemos hablado de la importancia de ser críticos con las comunicaciones que recibimos y a su vez compartimos. Esto es aún más indispensable cuando estamos tratando de combatir una epidemia o pandemia.

Un estudio realizado por Yotam Ophir, profesor de Ciencias de la Comunicación en el Centro de Política Pública de Annenberg de la Universidad de Pensilvania, ejemplifica la gravedad del problema. Ophir utilizó una base de datos con más de 5000 artículos de los mayores periódicos estadounidenses que cubrieron los tres brotes epidémicos más grandes de la década pasada: Ébola, Zika y AH1N1 (gripe porcina). Su análisis identificó tres temas principales: Información científica centrada en los riesgos para la salud y datos médicos; historias de índole social que abarcaban el impacto en el mercado, la política y la cultura; los últimos contenidos trataban más de prevención a través del hermetismo, con la idea de evitar la entrada de enfermedades a Estados Unidos.

Ophir encontró que los contenidos no formaban parte de un esfuerzo conjunto para brindar información práctica y útil sobre cómo prevenir el contagio y hacer frente a la pandemia, más bien trataban temas aislados y la influencia que esta podía tener sobre los contenidos. Caso similar al que pasaría con las Olimpiadas en Río de Janeiro o la Copa del Mundo en Sudáfrica, ante esta crisis de salud.

Una oferta informativa desorganizada que prioriza temas sociales por encima de datos duros e indicaciones prácticas, tiene mayor posibilidad de generar respuestas viscerales ante el miedo que produce la incertidumbre en tiempos de crisis. ¿Cómo pueden maestros y personal educativo evitar este problema en los estudiantes y sus familias? Enseñando sobre diversificación de fuentes y pensamiento crítico.

¿Cómo encontrar esta información? 

En tiempos de crisis de salud, necesitamos ser especialmente selectivos con nuestras fuentes. Saber distinguir entre aquellas cuyo objetivo es construir un panorama social, servir a una agenda política o económica y la que brindan información útil para evitar la propagación de una epidemia. La principal fuente que maneja estos datos es la Organización Mundial de la Salud (OMS), también la Red Jama (inglés) publica artículos a profundidad que explican claramente el proceso con el que se desarrollan enfermedades como el Coronavirus y otros problemas médicos. En una tercera instancia, es necesario estar atento de las indicaciones y medidas de prevención aplicadas por los gobiernos correspondientes, especialmente si se trata de lineamientos con base en las indicaciones de la OMS.

La primera señal de que el Coronavirus podría convertirse en una epidemia internacional se reportó en Japón el pasado 16 de enero del 2020. El Ministerio de Salud Trabajo y Bienestar del país, presentó ante la OMS el caso confirmado de una persona que había viajado desde China, siendo el segundo caso fuera de China, tras el reporte de otra persona en Tailandia. La OMS predijo la propagación de la enfermedad debido al gran volumen de viajes internacionales entre países donde se ha presentado el virus. A la fecha, Corea del Sur ha confirmado su primer caso, al igual que Taiwán, Estados Unidos registró ya su segundo caso; China, el país donde se originó el brote, recientemente reportó 830 casos confirmados y 25 fatalidades.

Es importante señalar que Coronavirus es un término que se refiere a una familia de virus completa, las enfermedades que lo causan pueden ir desde el resfriado común hasta el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS). Al brote que inició recientemente se le está llamando nuevo Coronavirus 2019-nCoV o neumonía de Wuhan. Sus síntomas corresponden a los de una infección severa de las vías respiratorias altas: fiebre, dolor de garganta y fatiga intensos, además de tos seca y en una buena parte de los casos dificultad para respirar. El Coronavirus puede generar casos de mayor gravedad en personas con un sistema inmune débil, niños de corta edad, pacientes de edad avanzada, mujeres embarazadas y personas con una condición respiratoria previa.

Expertos del programa de Sanidad Animal del Instituto de Investigación y Tecnología de Barcelona, reportaron que esta cepa es menos agresiva que otros coronavirus como el SARS y el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS). Sin embargo, sigue siendo necesario no escatimar en precauciones.

Las instrucciones para prevenir el contagio de este nuevo coronavirus son las mismas que con cualquier otra infección de las vías respiratorias, como lo indica la OMS: “buena higiene de manos y respiratoria, el manejo higiénico de los alimentos y, siempre que sea posible, evitar el contacto estrecho con cualquier persona que muestre signos de afección respiratoria, como tos o estornudos”. Si la enfermedad siguiera propagándose, podría también recomendarse evitar salidas no esenciales a espacios públicos, por lo que es necesario estar atento tanto de los comunicados de la OMS como los de los gobiernos correspondientes.

———

Nota para el lector: Los datos incluidos en este texto están actualizados al día enero 24 del 2020. Por la naturaleza del avance de las epidemias, estos datos pueden cambiar en un periodo reducido de tiempo.  Para datos más certeros en días posteriores, se recomienda consultar las fuentes mencionadas en este artículo.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/fuentes-epidemia-coronavirus

Imagen: Darko Stojanovic en Pixabay

Comparte este contenido:

Aumentan denuncias de abuso y acoso sexuales en escuelas de Paraguay

América del sur/Paraguay/21 Noviembre 2019/Prensa Latina

Las denuncias de abuso y acoso sexuales, y de violencia escolar, en las instituciones educativas paraguayas, aumentaron a 764 casos reportados este 2019, informó hoy el Ministerio Educación y Ciencias (MEC).
Fuentes de esa institución señalaron que con respecto a años anteriores, la cantidad de denuncias por esos casos creció más del doble en las escuelas.

De acuerdo a datos del MEC, en 2016 se registraron 29 casos de acoso escolar, mientras que este año subieron a 62.

Tres cursos lectivos atrás, daban por registro 13 denuncias de acoso sexual en las escuelas y en este 2019 ya son 39, argumentaron sus especialistas.

De una decena de abusos sexuales a estudiantes asentados en actas acusatorias en el presente curso lectivo elevó la cifra a 77 casos denunciados.

Para la especialista de la Dirección General de Promoción de la Niñez del MEC, la sicóloga Digna Gauto, hoy las personas son más conscientes y visualizan mejor esos hechos.

‘Ya no es normal una situación de manoseo o un beso a una chica como antes que no se tomaba como un abuso sexual. La cultura de denuncia es la que va en aumento’, señaló.

Argumentó que las cifras se disparan incluso más si se cotejan datos del Ministerio Público o del Ministerio de Salud.

Alertaron desde el MEC que otro número que alarma está relacionado con las drogas en las instituciones educativas o en el ámbito escolar.

Un par de años atrás ?dijeron las fuentes-, se tenía un promedio anual de 15 denuncias entre microtráfico, consumo y tenencia de drogas.

En lo que va del 2019, se tienen 33 casos en el MEC y otros 47 que fueron avisados por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).

‘Lo que ocurre es similar a otros tipos de casos con esa entidad, a veces se denuncia en esas instancias y luego se comunica al MEC central’, comenta la directora de Niñez de Educación, Sonia Escauriza.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=322607&SEO=aumentan-denuncias-de-abuso-y-acoso-sexuales-en-escuelas-de-paraguay
Comparte este contenido:

Los lobos en el gallinero educativo

Por: Luis Hernández Navarro

El fantasma de Carlos Jonguitud Barrios vaga libremente por las instituciones educativas de San Luis Potosí. Joel Ramírez Díaz, quien fue secretario particular del cacique sindical del magisterio entre 1972 y 1989, es el actual titular de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (Sege).

No es que el ingeniero Ramírez tenga una idea muy clara sobre las cuestiones pedagógicas. Su única experiencia previa en la enseñanza pública fue su chamba como secretario del gobernador Jonguitud Barrios. Eso sí, antes de estar al frente del ramo fue dirigente del PRI y diputado.

Como líder del otrora invencible partidazo, el ingeniero Ramírez anunció: Vamos a asumir el compromiso de los priístas de todos los tiempos, a seguir transformando positivamente la vida de los mexicanos, transitando de la revolución política a la evolución social.

De su mentor heredó la proclividad a la mano dura. Como si fueran terribles criminales, no dudó en aventarles patrullas y fuerza metropolitana a 50 maestros de inglés a los que cesó.

Su relación con el SNTE es magnífica. Apenas hace unos días le reconoció a las secciones 26 y 52 de la gremial un compromiso renovado, moderno y con gran cercanía a la base.

El suyo dista de ser un caso único. A mil 250 kilómetros de distancia, en Baja California Sur (BCS), despacha Héctor Jiménez Márquez, una figura con vocación partidaria similar a la del potosino, pero bajo las siglas del PAN.

Como si tuviera el don de la ubicuidad, en 2018, no obstante ser titular de la Se­cretaría de Educación en la entidad, fue parte de la comisión encargada de organizar la renovación del comité nacional blanquiazul. Se justificó aduciendo que era “un nombramiento honorario […] no es un tema que interfiera, porque no te genera jornadas o un horario de trabajo”.

Tampoco vio problema en que su hijo, Ángel Jiménez, percibiera el pago simultáneo de dos plazas: una en la ciudad de La Paz, y otra en Loreto. La Contraloría del estado concluyó que no había nepotismo en el caso, pero cesó a Alba Priego, la responsable de la contratación de Ángel.

El profesor Jiménez lleva años haciendo política en las filas del PAN. Fue su dirigente estatal, diputado local y delegado de la Sedesol. Su relación con el sindicalismo oficial es tan buena, que el encargado de tomarle protesta y entregarle su nombramiento como secretario de Educación fue el líder del SNTE en BCS, Mateo Casillas.

Luis Arturo Cornejo Alatorre es el secretario de Educación de Morelos, entidad gobernada por Morena y el PES. Él es un político de la vieja guardia. Más que sobre educación, de lo que sabe es de grilla. Saltimbanqui consumado, fue, entre otras muchas cosas, subsecretario de organización nacional del PRI, secretario de elecciones del partido Convergencia y subsecretario de Gobierno del panista Rafael Moreno Valle en Puebla.

Fue director de administración del Instituto Nacional de Solidaridad, el espacio de capacitación de los cuadros salinistas. Allí manejó millones de pesos de programas que no tenían control presupuestal ni rendición de cuentas. Del salinismo saltó al zedillismo.

En los primeros cuatro años de esa administración fungió como subdirector del área técnica del Capfce, donde administró un presupuesto millonario para construir escuelas en todo el país. Curiosamente él es abogado. A diferencia de los delegados de esa área era el único que no tenía título de ingeniero. Las cuentas que entregó fueron pésimas. Él, todos los gerentes que coordinaba y varios desligados fueron inhabilitados y multados.

En el mismo cuadro de honor ocupa un lugar destacado Alberto Frutis Solís, el perredista que despacha en la Secretaría de Educación del Estado de Michoacán (SEE). Aspirante a la alcaldía de Morelia y a la dirección estatal del sol azteca, cuenta con triple plaza: una como titular de la SEE, y otras dos magisteriales (en total: 101 mil 416 pesos). La secretaría a su cargo hizo algunos malabares verbales para justificarlas.

En la Cámara de Diputados, Xóchitl Leyva lo denunció por presupuestar en 80 pesos la cajita (del tamaño de una pizza mediana) donde se reparten los útiles escolares, cuando en realidad cuestan 12 pesos.

Desde que él está al frente de la institución, las universidades patito han crecido exponencialmente, utilizando incluso infraestructura de escuelas públicas. La colección de autos de lujo en los que se mueve es de antología (https://bit.ly/2q1z6OS). Y, como si le faltaran condecoraciones, ha sido acusado de utilizar su puesto para pedir favores a cambio de empleo (https://bit.ly/319tAGZ).

El SNTE no controla la educación en los estados como en el pasado. Pero no está manco. Basta ver a Jaime Torres Merlo, el titular en Colima. Fue secretario general de la sección 6 del gremio. De allí saltó a las instituciones educativas, con apoyo del cacicazgo local. Fue director de Educación Básica, secretario técnico de la Secretaría de Educación, estuvo en la dirección de Planeación Educativa, hasta que se sacó el premio mayor: fue designado titular del ramo.

Además del sueldo de 59 mil 627 pesos mensuales que percibe al frente de la secretaría, cobra 14 mil pesos como director de primaria y otros 10 mil 965 como maestro de grupo.

En Educación: la rectoría del Estado (https://bit.ly/2MBiQf8) documenté la forma en que grupos empresariales y de ultraderecha capturaron, en muchas entidades, las secretarías de Educación locales. Como puede verse en este recuento, los partidos políticos en los estados no cantan mal las rancheras.

En prácticamente todo el país, los lobos manejan los gallineros educativos. ¿De verdad alguien cree que con ellos se puede echar a caminar una Nueva Escuela Mexicana (sea ésta lo que sea)?

Comparte este contenido:

Una educación para rehacer nuestro mundo

Por: Juan Alberto Sánchez Marín

Carta Maior, el prestigioso portal de izquierda brasileño, me invitó a compartir una reflexión sobre interrogantes relacionados con la educación en América Latina . Se trata del proyecto Sua voz na conjuntura que en su primera edición trató sobre la defensa de la educación pú blica. Atendí el llamado y compartí algunas ideas generales sobre el tema pensando en las dif í ciles circunstancias que afronta Brasil en la actualidad y con el respeto que me inspira la patria natal de Paulo Freire , sin duda, el más relevante pedagogo contemporáneo. De esa fuente proviene este texto.
En la transformación de la educación ganarán también, y aún más quizás, quienes ahora la obstaculizan con vehemencia. 

¿Qué sociedad se desea construir para enfrentar los graves desequilibrios locales y globales del siglo XXI? 

La sociedad deseable no es la imposible de la utopias renacentistas, pero está lejos de serlo la tangible de nuestra época, menos aún cualquiera de sus múltiples ficciones. La necesaria, a mi parecer, es aquella capaz de diferenciar los hechos de su simulacro, la interacción de la dependencia, el proceso de lo contingente, el auxilio del saqueo o la justicia de los caprichosos marcos legales. Mejor dicho, como en una prueba de escuela, la que esté capacitada para distinguir lo verdadero de lo falso, aunque le cueste el saldo en el banco o la vida. La sociedad a la altura de sus miembros marginados y desamparados, antes que solazada en la bajeza de las élites.

Hace falta una sociedad en condiciones de interpretar el mundo alrededor, en sus cualidades y sentidos, gritos y silencios, nexos e implicaciones, desde una perspectiva ética e integral, preparada para verse en el espejo de sus acciones, con la entereza suficiente para reconocerse en las armonías, pero también en su profunda inestabilidad.

Una sociedad que yace distante, y que a la vez está a la mano, porque la nación del futuro no es otra que la constituida y construida ahora mismo, día a día, con fortuna y errores, satisfacciones y desagrados. Lo mal hecho en este momento se pagará caro mañana, mas lo dejado de hacer costará el doble.

Hace dos o tres mil años, o varios siglos hacia acá, los pueblos se daban el lujo de proyectarse al porvenir en sus sagas y descendencias, y confines y territorios. Los mitos fundacionales eran perceptibles. El futuro, casi medible; los hados lo volvían destino y en no pocas oportunidades lo hacían cierto. O eso se figuraban los antepasados.

Cuando no era así, el mundo se llenaba de señales, códigos subrepticios, representaciones poéticas, claves alegóricas, milagros. Hoy en día, en cambio, lo venidero es débil y volátil, y las predicciones no cruzan el cierre de una bolsa o los trinos perturbadores de algún infeliz con ascendencia.

Cómo desciframos la sociedad que no cesa de hacerse y deshacerse ante nuestros ojos, de cuál modo aprehendemos cada una de sus entidades y relaciones. Cuestión esencial. Los ciudadanos que saben interpretarse en posibilidades, responsabilidades y derechos; en sus estructuras y nexos, intereses e interesados; autenticidades e invenciones, certidumbres y manipulaciones, son los cimientos de esa sociedad imprescindible. En otras palabras, los que saben dónde están, lo que hacen y para qué (mejor aún, para quién).

Una capacidad interpretativa que, entre otras cosas, es criterio, expresión y comunicación, participación, organización. Factores, desde luego, demasiado riesgosos para el establecimiento. De ahí que a la educación se la mantenga bajo el estricto control del poder con mecanismos nunca cuestionados y nombres instituidos, que estimamos favorables e, inclusive, liberadores.

Pareciera que no se advierte el grande daño que sus exclusivos límites conllevan: caudal de conocimientos (indigestión mental), conjunto de reglas y comportamiento (sumisión), urbanidad y buenas maneras (capitulación), experiencia acumulada (manías), desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos (¡una verdadera broma!).

Nada tan alejado del concepto de educación como las cuatro significaciones que le asienta el diccionario de la RAE como una cachetada en los carrillos. Anacrónicas, utilitarias, definen con turbadora exactitud lo que no es ni debe ser. Un compendio de rudimentos que, justamente, altera cualquiera de los sentidos que sí debe tener: franca y emancipadora, indomable y punzante, conmovedora y sugerente, particular y colectiva, bidireccional y transversal. Sobran los calificativos.

Y el poder no es un gobierno, a lo sumo, ejecutor; por lo general, no más que mandadero. La fuerza que mueve los hilos está detrás de las fachadas democráticas de sainete, a buen recaudo dentro de los bastiones económicos y financieros del progreso. Pero se trasluce nítido en modas pedagógicas que se cumplen porque son la directriz, metodologías gastadas encajonadas en palabras relucientes, e innovaciones que resguardan las orientaciones.

La educación funge como el abastecedor de siervos debidamente adoctrinados del sistema. Un planteamiento que no por viejo pierde su aire de fehaciente. Las ciudades inteligentes (Smart cities) continúan educando al Emilio (Rousseau, 1762) de hace dos siglos y medio, que apenas si accedía a la modernidad. De ese Emilio del cual procede un axioma eludido por el mundo en que vivimos: “Se debe adaptar al hombre la educación del hombre y no a lo que no es él”. Menos aún, digo yo, a lo que unos cuantos ambiciosos necesitan que él sea. En todo caso, fatal ese olvido de poquito parentesco con la amnesia.

La educación no es más que otro instrumento de dominio, al igual que las farsas y los señuelos sistémicos que nos hacen pensar que somos algo: la alcahuetería política, canjeando porvenires por zanahorias; la simulación mediática, persuadiéndonos de la realidad que no habitamos; los terrores sociales de las agendas gubernamentales, abriéndole paso a las legislaciones coactivas y otras represiones, o las potentes redes y los sistemas de información, gracias a los cuales las máquinas se conectan y los teclistas de teléfono o computadora que somos nos enfrentamos y disociamos.

La sociedad que hay que construir tiene que estar enterada, cuando menos, de la clase de mundo que habita. Saber bien la dimensión de las fragilidades locales y globales que la menoscaban a diario y entorpecen su genuino desarrollo; tener claros los vínculos envilecidos que priman en la interacción del presente, y filtrar los engaños que la desbordan.

-¿Qué tipo de proyecto de desarrollo –y de Estado- es necesario para alcanzarla? 

Este sosiego insoportable, esta calma fastidiosa, son posibles por la ignorancia en la que las sociedades se hayan sumidas. Resulta inconcebible la tranquilidad cuando se comprende lo que ocurre a lo largo y ancho del planeta y se discierne la razón de los horrores acometidos en su nombre. La inconsciencia social, junto a la apatía, son tan oportunas para las oligarquías como la paz de los sepulcros que ellas mismas imponen.

El individuo se entera de algo y no sabe qué pasa. Una multitud cree saber lo que acontece y despliega su odio cerril contra el inocente y lo distinto, lejos de las verdaderas causas del desbarajuste. La manipulación hace lo suyo, por supuesto, pero menos en la acción episódica o a modo de operación particular, y sí más como algo intrínseco metido adentro al pisar la escuela inicial o atender el primer sonsonete mediático.

No llegamos a ser los pobres de espíritu a los que se refiere el Sermón de la Montaña de Jesús de Nazaret (Mt 5, 1;7). No reconocemos siquiera las tremendas flaquezas propias, ni tenemos la bienaventuranza ni será nuestro el reino de los cielos. La pobreza espiritual de nuestras sociedades no se constituye por la percepción de los límites, sino que se alza del oscurantismo dominante. Y la educación cercena más quizás que las demás piezas mohosas de la castración.

El que estudia hasta el empacho más desdeña y desecha; el docto termina siendo otro pobre cretino. Abunda la ignorancia consentida, claro está, la barbarie por conveniencia, que se busca y cultiva porque con ella se cree lograr cierta aquiescencia moral o conseguir alguna clase de amnistía ética. Nada más errátil. Proliferan, de otra parte, los ignorantes infiltrados, resbaladizos, traidores; quienes convencen al iletrado (deslustrado) de su erudición y tino. O sociedades enteras, que sabiendo cuánto mienten sus dirigentes y cuán criminales son, siempre están dispuestas a avalarlos con el voto.

Por ejemplo, en Colombia, país en el cual la derecha y la ultraderecha eligen y reeligen a un líder como Alvaro Uribe Vélez o a su escogido, con plena consciencia de las ataduras delincuenciales de su estructura política. O en España, a cuya población José María Aznar le mintió de frente con sus fidedignos informes de que Sadam Hussein contaba con armas de destrucción masiva. Nunca hallaron tales armas en Iraq. “No sólo no las había, sino que siempre se supo que no las había. (…) Pese a todo, a los votantes del PP no les pareció motivo suficiente para cambiar su elección” ( Fernández Liria, 2007). No les importaron entonces ni habrían de importarles después los dos millones cuatrocientos mil muertos (Davies, 2010), y que un país hubiera sido destruido por completo.

En el mismo Brasil, digamos, casi cincuenta y ocho millones de personas votaron por Jair Bolsonaro en la segunda vuelta, quien en la campaña dejó patente el talante homófobo, misógino y racista. Algo añadió clarísimo: “Hay que expurgar a Paulo Freire”. Y esa afluencia de pueblo que votó por Bolsonaro no votó contra Freire (o Lula da Silva o Dilma Rousseff), sino contra la educación popular que la tuvo en cuenta. Es decir, la emprendió en contra de sí misma. Los electores lo sabían y lo votaron, y el excapitán retribuye del modo que la genética le manda: con la militarización escolar.

O en los propios Estados Unidos, cuyos políticos se ufanan tanto del sistema que todavía creen que inventaron y al que sólo le prendieron las arandelas que los ingleses no alcanzaron a incluirle, y que no deja de ser una más de las tóxicas democracias occidentales, donde 65 853 516 de personas votaron por la señora Clinton a sabiendas de las crueldades de que fue capaz y 62 984 825 votaron por el señor Trump teniendo claridad acerca de las que no tardaría en perpetrar. Donde, además, otra vez y gracias a esas tretas anexas, la cifra inferior de votantes resultó superior a la más elevada. Y he ahí a Trump gobernando.

En todos estos casos, así como en muchos otros, una ignorancia comprometida y egoísta que tampoco exculpa a una sociedad, o a una parte considerable de ella.

Unos desequilibrios que son factibles y no dejan de crecer porque quienes forjan las estructuras políticas, económicas y sociales lo han hecho a su manera y conveniencia a lo largo de los años. O de los siglos, porque se trata de una práctica que viene de la remota antigüedad.

Pero en los sustentos de la opresión están, también, las potencialidades para la liberación. Habremos de hallarlas en los mecanismos de la participación, ahora establecidos para todo lo contrario; en la educación, la gran utilitaria del sistema, y, desde los albores del siglo XIX, la guarda principal y cínica del statu quo; en los medios dominantes, actualmente, con la irremplazable función de acomodar los acontecimientos a la narrativa dispuesta. Y así.

Los entornos de autonomía son incómodos para el poder, que advierte en ellos los escenarios más desafiantes. Por eso, los planes de las instituciones educativas permanecen bajo rigurosa inspección. Por lo mismo, son promulgadas leyes que socavan la educación pública.

Los presupuestos de las instituciones educativas públicas son reducidos; a las universidades se las conduce a la ruina para facilitar su privatización o, lo que es igual, se involucra a la empresa privada en la adecuación de los currículos, es decir, se efectúa una modernización educativa que lleva de cabeza a los tiempos de la Revolución Industrial, cuando el sistema educativo le manufacturaba obreros a la fábrica.

No se conquistará una sociedad distinta mediante esquemas supeditados a finalidades particulares, de clase social o sectoriales. Mucho menos, partiendo de la actual situación de carencia de soberanía, ausencia de fines comunes y perspectivas humanas (humanitarias y humanistas).

La naturaleza del plan educativo corresponde a un cálculo económico y político. El currículo no es la concreción de determinada cultura ni el sitio excepcional donde confluyen nociones epistemológicas con saberes ancestrales, el barniz sociológico con los vuelos de la praxis, la conjetura antropológica con las fisonomías específicas del educador y el educando. No puede suceder de otro modo toda vez que la intencionalidad del sistema educativo, corrompida en el fondo, no luce diferente en la forma.

El estado que apunte a encarar los desequilibrios, no queda otra, deberá comenzar por confrontar su armazón y el propio carácter. El primer paso no es saber quienes son los ciudadanos, lo que sin duda es útil para la coacción y las cargas impositivas, sino allanar el camino para que los propios ciudadanos se conozcan a sí mismos: que sepan dónde habitan y de dónde vienen, por qué están como están, para qué son buenos. Fértiles sembradíos de la educación.

Y donde comienza la entereza de un pueblo. Sólo los ciudadanos que tienen idea de dónde están parados le otorgan la cualidad de digna a una sociedad. La conversión que se plantee en términos distintos, o la propuesta bajo los estados hostiles que imperan hoy en día, ha de ser fraudulenta y han de ser endebles, si no aleves, los objetivos.

-¿Qué es lo que se espera de la Universidad en esta travesía? 

Ya es hora de que las universidades en nuestras sociedades no sean los centros de moldeo de sujetos fragmentados y portadores del virus del conocimiento por segmentos. Mientras la universidad siga siendo un centro de la instrucción, ese eufemismo que abarca la exhumación lenta y pertinaz de la sabiduría, será difícil la conquista de condiciones de vida distintas. Y la concreción de otro mundo difícilmente será posible.

El impacto de una renovación educativa trascendente se tomará su tiempo, seguramente, y puede ser un proceso de años. Pero la modificación de un currículo y de un pénsum, los primeros pasos, sería algo breve, inmediato, si existiera la voluntad política para hacerlo. Algo elemental que no hay ni habrá en sociedades regidas por las lógicas perversas y utilitarias del capital.

En la universidad, la escuela, el colegio, yacen los soportes de la transformación auténtica. El centro educativo tendrá que ser un centro de cuestionamientos; en esa articulación, la universidad no puede ser otra cosa que el generador mayor de pensamiento crítico, que no es solamente el desmonte o la digestión de una realidad, sino, ante todo, la puerta abierta para la proposición y la construcción sociales.

La potencia y vigencia de datos, retentivas e hipótesis jamás está en las letras muertas que los consignan o formulan, sino en la capacidad que tengamos para desglosar sus sentidos y verlos moverse a través de la ventana. La sociedad requiere de seres suspicaces, esquivos frente a lo que oyen y ven, y recelosos a profundidad del conocimiento enlatado, de las estupendas ideas empacadas al vacío y de los artificios de manual para triunfar. No hay tales.

La duda es una herramienta útil para ser arte y parte de la realidad que tenemos por nuestra, en unas ocasiones, escurridiza, en otras, efectista. En esos reparos angustiantes puede radicar el secreto para que no seamos simples recitadores de sus bocadillos teatrales. En la universidad se construyen los interrogantes, y, cuanto antes, se desarman las geniales respuestas alcanzadas.

-¿Cómo deben actuar los intelectuales y las fuerzas democráticas en la construcción de este reordenamiento? 

El papel de los intelectuales y de las fuerzas democráticas, en ese reordenamiento, tiene mucho que ver con proyectar los énfasis debidos y fomentar la reflexión en torno al único asidero efectivo que tiene lo trascendental en la tierra: lo cotidiano. Cada quien desde su perspectiva, ámbitos y competencias.

Ahí yacen las claves, las metafóricas, las alegóricas o las simbólicas, las que se quieran y a la vista, como La carta robada (Allan Poe, 1844), en “un tarjetero de cartón con filigrana de baratija, colgado por una cinta azul sucia de una anilla…” El quid para entender mejor lo que somos y lograr el inequívoco compromiso con lo que hacemos.

La actitud del intelectual no es conformidad porque sí ni discrepancia porque no. Más bien le corresponde la disputa sin tregua contra las iniquidades; resistencia contra las injusticias y rabia con la sinrazón del día a día.

De su expresión deberían despuntar las alarmas, los desasosiegos, la desesperanza y la esperanza en una sola frase. La conmoción de los intelectuales debería ser el lastre a cuestas de las sociedades, y, en especial, de la academia. Pero escasas veces es así.

Muchos intelectuales, escritores, pensadores, cuentan con gran capacidad de convocatoria, y sus reflexiones podrían avivar aquel impulso sin el cual es inviable cualquier transformación auténtica: la motivación. Y en este mundo de inseguridades, exclusión, fascismo, racismo, supremacías y todos los desajustes concebibles, las transformaciones sociales son cada vez más ineludibles y urgentes, comenzando por la cultural.

Pareciera que la integración es propugnada y alabada en innumerables textos por escritores recluidos e incomunicados. No es tan tarde como para no darnos cuenta que se están yendo las horas y los años.

La pugna por la transformación de la educación, sea como sea, como determinante para el futuro que le espera al ser humano, no dejará de ser una batalla de aquella categoría definida con acierto por Flaubert (1911): “Siempre sangrienta” y siempre con dos vencedores, “el que ganó y el que perdió”. Porque en esa consecución ganarán también, y aún más quizás, quienes ahora la obstaculizan con vehemencia.

Bibliografía

Davies, Nicolas J.S . (2010). Blood on our Hands: the American Invasion and Destruction of Iraq . 440 págs. Nimble Books LLC .

Fernández Liria, Carlos; Fernández Liria, Pedro y Zahonero, Luis Alegre. (2007). Educación para la Ciudadanía. Apple Books.

Flaubert, Gustave. (1911). “Diccionario de los lugares comunes”. (2019). Titivillus . Apple Books.

Poe, Edgar Allan. (1844). Cuentos completos. (2016). Penguin Clásicos. Apple Books.

Rousseau, Jean-Jacques. (1762). Emilio o De la educación. (2017). Edu Robsy: Menorca.

AA. VV. (2012). Sagrada Biblia. “Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos” (Mt 5, 3). Biblioteca Autores Cristianos : Madrid.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=261037

Comparte este contenido:

Paula FAinsod: “La educación sexual les va a permitir tener herramientas para decidir”

Por: Violeta Rivas y César Jiménez.

 

La experta argentina explica que la Educación Integral de la Sexualidad gira más allá de la genitalidad, así como la importancia de esta enseñanza desde el nivel inicial educativo a los derechos permitidos y cómo deben ser respetados.

En marco del congreso sobre “Educación Integral de la Sexualidad: un derecho humano”, la directora del diplomado Educación Sexual Integral de la Universidad de Buenos Aires en Argentina, Paula Fainsod, visitó el país para dar una ponencia sobre la Educación Integral en Sexualidad (EIS) y compartir la experiencia en cómo esto se ha implementado en otros países.

Hace énfasis en la importancia de la información, pero en especial de la formación que se debe dar a las niñas y adolescentes para que puedan evitar cualquier tipo de violaciones en sus derechos.

¿Qué es la Educación Integral en Sexualidad?
Es una propuesta pedagógica que se plasma en distintos países con políticas públicas vinculadas al campo educativo y propone generar un espacio en los centros educativos desde el nivel inicial hasta en los lugares de formación docente donde se puedan trabajar distintos contenidos que propician, fundamentalmente, la toma de decisiones autónomas en relación a la sexualidad.

Lo que propone la educación sexual es, a través de distintos contenidos, la revisión de lo que se vienen desarrollando en las escuelas.

Propicia una mirada de la sexualidad que no remite sólo a lo biológico, sino que dar cuenta que la sexualidad tiene una dimensión psicológica, social, cultural vinculada a las emociones, derechos y que todo eso debe ser abordado en las instituciones educativas para poder generar una sexualidad más plena, responsable y libre de violencia.

¿Cuáles son los contenidos que se están abordando hasta el momento?
La EIS propone una serie de contenidos específicos para cada uno de los niveles educativos. Por ejemplo en mi país (Argentina) se plantean cinco ejes de trabajo que tienen que ver con el cuidado del propio cuerpo, cuidado de la salud, respeto a las diversidades, el poder pensar con una perspectiva de equidad de género.
Por ejemplo, a nivel inicial se trabaja que cada niño y niña pueda conocer su corporalidad, a qué refiere la intimidad, cómo poder construir desde la educación sexual una subjetividad en los niños en la que ellos puedan poner límites ante situaciones que no quieren que les sucedan.

De alguna manera lo que se trabaja desde los niveles iniciales hasta la educación superior va generando distintos contenidos que refieren a como poder pensar en las diferentes dimensiones de la sexualidad que abarca una pluralidad de contenidos muy significativas.

En nivel primario es cuando se enseña historia y qué nos enseñan: ¿Hay mujeres en esa historia? ¿Qué mujeres científicas nos muestran? ¿Qué mirada en torno a las ciencias enseñan?
Todas esas preguntas que desde la EIS habilitan a pensar los estereotipos de género, los mandatos que están presentes en nuestra sociedad y que luego conllevan situaciones de desigualdad y violencia entre los géneros.

¿Cómo se van estableciendo estos contenidos? ¿Quién y cómo los definen?

En Argentina hay una ley nacional de EIS… fue sancionada en el 2006 y en uno de sus artículos establece que se deben definir lineamientos curriculares, que fueron definidos por un consejo federal de la educación con representantes de los ministros de las distintas provincias, organizaciones de la sociedad civil, investigadores y de distintas instituciones.

Tengo entendido que acá, en El Salvador, hay un desarrollo vinculado a la EIS y es importante que estos instrumentos se pongan en acción… Son los elementos que permiten a los docentes generar estrategias en sus aulas para generar desde las escuelas espacios donde los niños y las niñas sientan la posibilidad de expresar lo que les pasa, lo que sienten, sus problemáticas.

Eso genera un clima de confianza para los niños y a partir de ahí se despliega la posibilidad que tiene la escuela no solamente de trabajar contenidos vinculados al EIS, sino que junto a otras instituciones puedan desplegar estrategias para la protección integral de los derechos de los niños y adolescentes.

¿Cómo hacer llegar todo este tipo de contenidos a las niñas embarazadas que interrumpen su educación?
Cuando pensamos en los embarazos y maternidades adolescentes nos preocupa cuando esa situación se vincula a una cuestión no planificada y conlleva a diferentes dificultades en sus vida.

Es importante pensar que la educación sexual les va permitir a ellas tener herramientas para tomar mayores decisiones, pero esto no depende de que tengan mucha información sino que se construyan relaciones más igualitarias donde un varón no abuse de esas niñas.

Es fundamental que las niñas y adolescentes puedan contar con un espacio donde puedan acceder a esa información, y no solo eso, también a una educación que les permita pensar en su propia sexualidad y corporalidad, pero los embarazos y las maternidades adolescentes y en niñas frecuentemente se vinculan a situaciones de violencia.

También el sistema educativo debería de contar con espacios que las empoderen para tomar decisiones autónomas y decir que no.

Además educar a los niños para poder tener información y formación que ponga en tensión el mandato de violencia y agresividad en los varones y eso la EIS lo potencia.

Es muy importante desde la EIS pensar en la integralidad de la sexualidad, pero también en la necesidad de una política integral que entienda que el trabajo debe ser en la escuela con las niñas, los niños, las adolescentes; en la capacitación de los docentes; en el trabajo con las familias; en el trabajo con otras instituciones de distintos sectores para garantizar derechos; en el trabajo con las organizaciones sociales de la sociedad civil que tienen muchos recorridos y también pueden aportar a repensar estas cuestiones. Todo eso hace también a una mirada integral de una política en EIS.

Los niños están viendo parejas del mismo sexo. ¿Cómo le explico eso a ellos?

La UNFPA (El Fondo de Población de las Naciones Unidas) es un organismo internacional que participó del congreso y comentaba que la educación sexual no se puede pensar sin una perspectiva de género, esto implica el respeto a las distintas experiencias vinculadas a la sexualidad.

Esto no quiere decir que la escuela promueva la diversidad sexual, de ninguna manera. Lo que hace es generar un espacio donde se pueda construir una mirada respetuosa de las decisiones de cada quien y que sean tomadas autónomamente.

Lo que la educación sexual propone es que hay distintas formas de vivir la sexualidad… Lo importante es que podamos construir una sociedad que respete la diversidad en esas elecciones.

Yo tengo hijos y para ellos quiero determinadas cosas y tengo el derecho de quererlas en el marco de la familia. Igualmente mis hijos son sujetos de derechos y pueden decidir algo que yo no quiera para ellos, pero tengo que respetarlos como sujetos de derechos.

Los niños y las niñas no son de nadie, son sujetos de derechos y nosotros debemos responsabilizarnos como adultos en acompañarlos para que tengan una vida lo más plena, libre y saludable posible, pero respetando su autonomía.

Una cosa es lo que sucede en las familias, y las escuelas tienen otra función que es que los niños y las niñas puedan encontrarse con las miradas de quienes están ahí, abriéndose a nuevas miradas para poder pensar y reafirmar sus elecciones.

Si yo estoy viviendo una situación de discriminación por mi elección sexual, bueno, puedo saber que tengo derechos y que sea respetada mi elección.

La escuela abre, a diferencia de la familia, la posibilidad de encontrarse con distintas formas de pensar como en ciencias sociales, matemáticas y en las distintas áreas que trabaja la escuela, que es lo que potencia. Abrir nuevos mundos.

Fuente de la entrevista: https://www.elsalvador.com/eldiariodehoy/paula-fainsod-la-educacion-sexual-les-va-a-permitir-tener-herramientas-para-decidir/644350/2019/

Comparte este contenido:

Entrevista a Stefania Giannini: “No todos han entendido que la convivencia nace en los pupitres”

Entrevista/Autora: Patricia Peiró/Fuente: El país

Stefania Giannini, directora general adjunta de Educación de la Unesco, asegura que cuando se ataca a las escuelas en los conflictos, en realidad se está agrediendo a la indentidad de un pueblo

Stefania Giannini (Lucca, Italia, 1960) es la número uno del sector de la Educación en las Naciones Unidas. En 2018 fue nombrada directora general adjunta de esta área de la Unesco y antes ocupó el cargo de ministra de Instrucción en su país. Giannini, lingüista de formación, se convirtió en 2004 en la segunda rectora mujer de Italia, en la Universidad de Perugia. Acaba de visitar España para participar en la tercera Conferencia Internacional de Escuelas Seguras, un encuentro para abordar la problemática de los ataques a instituciones académicas en situaciones de conflicto y emergencia.

Pregunta. ¿Se ataca más en los conflictos actuales a los colegios y universidades que antes?

Respuesta. Los datos muestran un incremento, ahora mismo hay agresiones en al menos 18 países a instituciones educativas. La idea de dañar una escuela, biblioteca o universidad es un signo de agresión directa a la identidad y a una civilización. Este fenómeno se ha reforzado en los últimos años.

¿Por qué ahora?

Parafraseando al Papa Francisco parece que ahora vivimos una guerra por etapas. Ya no hay grandes conflictos mundiales en los que todo se destruye por bombardeos masivos. El tipo de enfrentamientos que hay ahora son puntuales, a veces ligados a grupos terroristas informales. Esto da lugar a situaciones imprevisibles.

En esta conferencia se ha hablado de que muchas veces los colegios se convierten en búnkeres o cuarteles por parte de milicias ¿Da la sensación de que ya no existen reglas en los conflictos?

La guerra ya de por sí es una ausencia de reglas, es un ataque a la vida. Pero sí, está claro que organizaciones como Daesh o Boko Haram obviamente no respetan ningún estatuto, por así decirlo.

¿Qué marcó el antes y el después a la hora de fijarnos en la protección de los centros educativos en los conflictos?

No sé si hubo un hecho en concreto que pusiera este tema en la agenda, pero creo que el primer avance se produjo precisamente cuando se realizó el primer recuento de escuelas atacadas y qué tipo de agresiones sufrían, algo que hizo la Unesco en 2007. Otro hito importante se dio cuando en 2015 el reto de conseguir una educación de calidad se incluyó en la hoja de ruta de la ONU.

¿Qué se puede hacer para proteger las escuelas y universidades?

Para empezar, la comunidad internacional pone a la educación como uno de los elementos fundamentales en la agenda. La educación inclusiva y de calidad es parte de la agenda 2030 (hoja de ruta de desarrollo marcada por la ONU en 2015) y el ataque a las escuelas es un obstáculo tangible. La recogida de datos, la monitorización y la denuncia son otras de las acciones. Un ejemplo práctico es el programa que hemos puesto en marcha en el norte de Nigeria (donde más actúa Boko Haram) en el que ya participan más de 50.000 chicas. Hemos dado dispositivos digitales para que las alumnas que no pueden desplazarse a la escuela, sean capaces de completar su educación en casa. Los motivos por los que dejan su educación son los matrimonios y embarazos precoces. Creo que esta puede ser una buena solución no solo en situación de conflicto sino también durante las emergencias.

¿Hay un esfuerzo real por parte de todos los países para proteger la educación?

No de todos y no todos del mismo modo. Cuando la situación no es democrática y no tiene determinados valores de base no es tan fácil actuar. En estos lugares se hace más difícil la recolección de información. Pero lo cierto es que cuántos más datos tenemos, más presión externa se puede ejercer a estos Gobiernos.

En su intervención ha hablado de la reconstrucción de Mosul en la que está participando la Unesco como un símbolo.

Mosul llegó a tal grado de destrucción que se acabó con el sentimiento de comunidad. Más allá de la acción humanitaria, que es la inmediata, cuando la población regresa a sus casas no existen las condiciones para que vuelva a haber un ritmo de vida normal. Por eso digo que volver a la escuela es el primer signo de la vida que continúa. En un paso más para reconstruir el sistema, tanto la parte psicológica como la propia actividad diaria.

Y para aquellos niños que no pueden volver a sus aulas porque están destruidas o no es seguro. ¿Se está haciendo un esfuerzo para su integración en el sistema europeo?

Se intenta, pero no todos han entendido que la convivencia nace en los pupitres. Hemos visto que los terroristas jóvenes que han atentado en Europa tienen pasaporte local. Han sido educados en nuestras escuelas así que claramente algo no ha funcionado en el proceso integrador. No quiero decir que la educación es la solución, eso es muy simplista, pero por ejemplo cuestiones que parecen tan prácticas como enseñar la lengua a los niños que llegan es fundamental.

¿El panorama político actual favorece esta convivencia?

Como ciudadana europea e italiana y ahora como representante de la Unesco solo puedo tener la esperanza de que se entienda que, más allá de las ideologías, la integración favorece a la comunidad

Imagen tomada de: https://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2019/05/28/planeta_futuro/1559070864_975742_1559071325_noticia_normal.jpg

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/05/28/planeta_futuro/1559070864_975742.html

Comparte este contenido:

Convocan a profesionales a ejercer la docencia en zonas rurales del país

América del Sur/ Perú/ 11.06.2019/ Fuente: peru21.pe.

Si eres profesional y uno de tus grandes sueños es enseñar y aportar con la educación de nuestro país esta es la oportunidad que estabas buscando.

La organización Enseña Perú ha lanzado la convocatoria para el reclutamiento de profesionales egresados de diversas carreras de institutos o universidades de todas las regiones para que, a través de su experiencia en aulas, contribuyan a eliminar la inequidad y la baja calidad educativa del país.

A través de esta experiencia los profesionales que sean seleccionados ejercen la docencia y ayudan a que los estudiantes de diferentes partes del país puedan empoderarse y mejorar su desempeño académico.

A  la fecha este programa, que lleva más de 10 años vigente, cuenta con 326 egresados que han sido incluidos en las planas docentes de diferentes instituciones educativas. Esta cantidad se espera incrementar y por ello es que se han ampliado las regiones en las que se realizará la evaluación.

Vale mencionar que esta es una oportunidad laboral que es remunerada y se desarrolla por dos años. Así que si estás interesado revisa las redes sociales de organización, pues el equipo de selección realizará viajes en las próximas semanas para hacer las entrevistas presenciales

Fuente de la noticia: https://peru21.pe/peru/convocan-profesionales-ejercer-docencia-zonas-rurales-pais-483029

Comparte este contenido:
Page 2 of 14
1 2 3 4 14