Europa/España/12.06.18/Por Josep Lluís Segú/ Fuente: www.educaweb.com.
La Comisión Europea recomienda que cada persona adulta de entre 25 y 64 años participe en al menos una actividad formativa formal o no formal una vez al mes. (European Commission, 2010). A pesar de esta y las múltiples recomendaciones de los organismos internacionales (OCDE y Comisión Europea) sobre la importancia del aprendizaje a lo largo de la vida para mantener e incrementar las expectativas laborales, la proporción de población adulta que realiza algún tipo de formación en España está entre las más bajas de Europa y por debajo de la media europea.
Intentemos analizar las causas de por qué los adultos se forman poco en España. La primera causa a analizar podría ser una falta de oferta formativa adecuada a las necesidades de la población. Cuando analizamos la oferta disponible, parece evidente que difícilmente esta será la causa de las bajas tasas de formación entre los adultos. España dispone de una de las ofertas de formación profesional y de formación continua más completas de los países desarrollados. Múltiples instituciones educativas públicas y privadas ofrecen formación en una gran variedad de temáticas y con multitud de tipos (cursos y seminarios, ciclos de formación profesional, grados universitarios, postgrados y extensión universitaria, etc); modalidades (presencial, semi-presencial y online), duración y precio. Parece difícil no encontrar la oferta formativa que pueda cubrir las necesidades de la gran mayoría de las personas adultas.
Desde el punto de vista de la demanda encontramos otras causas posibles. Para analizarlas las dividiremos en motivacionales, económicas y otras relacionadas con posibles frenos o miedos a la formación.
Las causas motivacionales pueden ser las más intrínsecas: la población todavía no tiene una consciencia clara de la necesidad de formarse a lo largo de la vida para mantener la ocupación o aspirar a mejorarla. Según datos de Eurostat, el 9,4 % de la población adulta española (8,6 % de los varones y 10,2% de las mujeres) realizaron algún tipo de formación continua en el 2016. En los países más desarrollados del norte de Europa los porcentajes más elevados, conseguidos por la población femenina, llegan hasta el 36,7% en Suecia, 32,7% en Dinamarca, el 21,2% en Francia y el 19,6% en Holanda, por citar algunos países. La media de los países EU-28 está en el 11,7%.
Esta falta de formación continua de la población adulta española determina que esté peor adaptada a los cambios en las condiciones económicas y laborales y que se puedan recolocar peor tras los momentos de crisis y pérdida de ocupación. La formación continua también es causa de inequidad entre e intra estados. Los ciudadanos de los estados con rentas más altas se forman más que los ciudadanos de países con menos riqueza. Dentro de los estados, las personas con más formación inicial y mejores condiciones sociales y económicas se forman más a lo largo de su vida adulta que las personas con condiciones sociales o laborales menos favorecidas.
Otro tipo de frenos a la formación se relacionan con las condiciones económicas: el compromiso económico y de tiempo que exige el seguimiento de un programa de formación. Los frenos económicos vienen condicionados por el coste de los programas formativos y por la falta de recursos económicos que padecen muchos ciudadanos adultos interesados en la formación. Para dar acceso a la formación al mayor número posible de personas interesadas se plantean diferentes tipos de medidas relacionadas con el precio/duración de los programas, la posibilidad de acceder a becas y las diferentes opciones de financiación. Cada vez son más las instituciones educativas que son creativas a la hora de facilitar el acceso a los estudiantes. Algunas estrategias que pueden servir de guía para otras instituciones son:
1.- Facilitar la entrada. Muchas personas adultas que han perdido el ritmo de estudio son reticentes a comprometerse con programas largos porque dudan de su capacidad de seguir con la exigencia de los programas. Ofrecer itinerarios que permiten una reincorporación gradual al hábito de estudio y trabajo permite a los nuevos estudiantes readquirir de manera paulatina estos hábitos y tener experiencias satisfactorias de formación. A continuación, el itinerario se va adaptando a la capacidad y disponibilidad de cada alumno de manera que cada cual encuentra su ritmo de trabajo idóneo. Desde un punto de vista económico, el compromiso también se adquiere de manera escalonada.
2.- Facilitar información sobre todas las opciones de becas públicas y privadas que diferentes instituciones donan para facilitar la formación. Muchas páginas en internet ofrecen información detallada sobre las diferentes opciones y enlaces para acceder a las fuentes, condiciones para meritarlas y formularios de solicitud de información, etc.
3.- Facilitar financiación. Muchas personas interesadas en mantener su formación a lo largo de la vida no pueden acceder a becas y ayudas, pero sí pueden beneficiarse de opciones de financiación adecuadas. Muchas instituciones educativas llegan a acuerdos con entidades de crédito para facilitar soluciones a los alumnos. Más recientemente la aparición de empresas que ofrecen servicios de financiación por internet ha abierto nuevas posibilidades. Estas empresas que operan online suelen ser muy rápidas en sus procesos de decisión y, con frecuencia, ofrecen mejores condiciones que las entidades bancarias. Dentro de este grupo destacan las fintech denominadas especializadas en «crowd lending» o iniciativas de crédito entre particulares. La financiación de programas educativos es especialmente adecuada para actividades de crédito entre particulares por el importe de los créditos solicitados (habitualmente entre 2 y 10 mil euros) y por la duración de los programas que suelen durar entre 1 y 2 años. Iniciativas como Zänk merecen especial consideración tanto entre los estudiantes demandantes de crédito como entre posibles personas interesadas en financiar a estudiantes.
4.- Superar barreras y miedos a la formación. Muchas personas interesadas en la formación acaban no matriculándose en ningún programa, aunque disponen de recursos económicos para hacerlo, por el miedo de no poderlo terminar con éxito. El miedo a quedarse sin trabajo o a un cambio sustantivo en las condiciones laborales impide a muchas personas iniciar un nuevo programa formativo. Para vencer estos miedos, cada vez más instituciones ofrecen diferentes opciones de garantía de devolución del importe o de flexibilidad en los plazos de la formación. Las garantías relacionadas con la enfermedad del alumno o del financiador de la formación y frente a los cambios en las condiciones laborales (tanto la pérdida del trabajo como el cambio sustantivo de las condiciones por ascenso, cambio de empresa o traslado de puesto de trabajo) son las más extendidas. También se están empezando a ofrecer los periodos de prueba sin coste o las opciones de renuncia al programa con recuperación total o parcial de los importes abonados. Todas estas garantías están destinadas a facilitar que las personas con interés por formarse puedan hacerlo a lo largo de la vida.
Conclusión:
La formación a lo largo de la vida es una necesidad para mantener y mejorar el capital humano de los países. Cabría esperar que las administraciones, siguiendo las recomendaciones de las organizaciones multilaterales, desarrollaran políticas eficaces de fomento a la formación de las personas adultas. Desde las instituciones educativas y el mundo emprendedor surgen oportunidades para desarrollar productos específicos orientados a vencer los frenos a la formación que tienen los adultos. Esperemos que cada cual haga su trabajo y entre todos consigamos mejorar en este aspecto tan necesario para el conjunto de la sociedad.
Educaweb, entre otras muchas instituciones, está comprometida con la promoción de la formación a lo largo de la vida de las personas. Es por ello que ofrece recursos e información gratuita sobre ayudas y subvenciones para estudiar, así como sobre cursos gratuitos.
Fuente del artículo: https://www.educaweb.com/noticia/2018/02/28/adultos-25-64-anos-se-forman-poco-espana-16339/