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20 cortometrajes para trabajar la inteligencia emocional

Por: Educación 3.0. 

Hemos recopilado 20 cortometrajes idóneos para visionar en las aulas de Educación Infantil y Educación Primaria. Con ellos, los estudiantes podrán tomar conciencia de sus emociones y aprenderán a regularlas de forma efectiva.

Las habilidades prácticas que reúne la inteligencia emocional se dividen en cinco áreas: la autoconciencia, la autorregulación, la motivación, la empatía y las destrezas sociales.Hemos recopilado la siguiente selección de cortometrajes sobre inteligencia emocional para Infantil y Primaria, con los que los estudiantes reforzarán sus habilidades, tomarán conciencia de los sentimientos y las necesidades de los demás…

Así se llama la protagonista de este cortometraje, una niña que pese a su discapacidad (es sorda) quiere convertirse en bailarina. A pesar de que no puede escuchar la música, Tamara la siente sin que ello suponga un impedimento para luchar por su sueño y alcanzarlo. Este ejemplo de superación personal ayuda a trabajar la empatía, y también a mostrar que pese a la diversidad la igual de oportunidades también existen.

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2Ciudad colorida

No todas las personas tienen la capacidad de sentir y expresar sus sentimientos de igual manera. Esta pieza nos lo demuestra contando la historia de un joven feliz que gracias a su actitud y gestos logra colorear el sentimiento gris y de tristeza que encuentra a su alrededor. Un día conocerá a una joven y nuestro protagonista sentirá sensaciones que nunca antes había tenido.

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¿Cuántas veces no hemos oído la expresión ‘qué serías capaz de hacer por amor’? Octapodi responde a esta pregunta con un cortometraje de tintes humorísticos y una música muy pegadiza que hará esbozar alguna que otra sonrisa. Es la historia de dos pulpos enamorados que son separados cuando la hembra es adquirida para un restaurante de mariscos. El pulpo macho para lo imposible para recuperar a su amada.

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Promover la generosidad, la bondad o la empatía es el propósito de este cortometraje que quiere hacer del mundo un lugar mejor, porque las pequeñas acciones muchas veces marcan la diferencia.

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En formato videocuento, esta propuesta muestra como las caricias, los abrazos y, por supuesto los besos, son necesario para el desarrollo de una buena base emocional. Lo podéis completar con una experiencia como la que nos propone la docente Elena en su blog Diario de una maestra: aula de Elena.

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6La Flor Más Grande del Mundo

Este cuento escrito y narrado por José Saramago trata sobre un niño que crece en un mundo quebrado por el individualismo, la desesperanza y la falta de ideas, donde prevalece el egoísmo, la falta de solidaridad o de amor a la vida. El niño realiza un viaje a su interior en busca de los valores esenciales que le ayudarán a darle sentido a su vida y su infancia se convertirá en el lugar para reencontrarse con lo mejor de sí mismo.

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Beatriz Montero narra este cuento de Trace Moroney, de la editorial SM, que explica a los niños que el enfado es un sentimiento normal, siempre y cuando no se haga daño a nadie. El mejor momento para escucharlo es cuando los niños se enfadan ya que aprenderán a controlarlo y a tener una autoestima sana. Este vídeo fue emitido en el programa infantil ‘La merienda’, Tenerife, en 2013.

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Trata de enseñar a los niños a identificar las emociones básicas como son la alegría, la tristeza, el enfado o el miedo para que después las acepten y puedan expresarlas y canalizarlas de manera positiva y saludable. El cuento, de Carmen Parets, está escrito en un lenguaje sencillo, recomendado para niños a partir de 3 años. Además, cuenta con una amplia recopilación de recursos y actividades gratuitas complementarias que se pueden encontrar en su página de Facebook.

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Anna Llenas cuenta la historia del Monstruo de los Colores, quien se hace un lío con las emociones y le toca resolver el enredo. Es un gran apoyo para explicarle a los más pequeños las emociones, ya que después de escucharlo se pueden desarrollar un montón de actividades donde ellos mismos pueden expresar sus sentimientos.

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10Cerebro dividido (Brain divided)

Este cortometraje de animación muestra cómo funcionan los dos hemisferios del cerebro masculino cuando se enfrenta a una cita romántica con una mujer. Por un lado, está el correcto y coherente y, por otro, el sensible y sexual. Se trata de un film humorístico realizado por Josiah Haworth, Joon Shik Song y Joon Soo Song que muestra esa batalla entre la cabeza y el corazón.

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En el océano existe un hermoso pez que se llama Arcoiris por sus precisos escamas de colores y al que todos admiran por su gran belleza. Pero en realidad este hermoso pez está solo, su egoísmo hace que ninguno de sus compañeros quiera jugar con él. Un cuento de Marcus Pfister que enseña lo importante que es compartir.

 

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Es una emotiva, divertida y tierna animación sobre la amistad. Sus autores, Ludovic Gavillet, Lucas Hudson, Colin Jean-Saunier y Dérya Kocaurlu, son cuatro estudiantes de una reconocida escuela de Arte y Diseño de Lyon (Francia) que han sabido llegar al corazón de pequeños y mayores. Los protagonistas son dos amigos totalmente diferentes que valoran la amistad por encima de todo, sabiendo reconocer los errores y aprendiendo de ellos.

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13Miedo

El cuento de Graciela Beatriz Cabal cuenta cómo un niño vive diferentes situaciones de miedo: a la oscuridad, al ruido, a las personas bajitas, a las altas, etcétera, hasta que adopta un perros y se come todos sus miedos. Un historia de fortaleza para superar una difícil situación.

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Este corto enseña a trabajar en equipo. Un ciervo, un conejo, un oso y un mapache transmiten el mensaje de que en este mundo hay espacio para todos si colaboramos y ponemos de nuestra parte. Todo ocurre a la hora de cruzar un estrecho puente; el oso y el ciervo se enfrentan mientras que el conejo y el mapache se ayudan para salvar los obstáculos… Y lo consiguen.

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Carmen Parets es la autora de este cuento sobre la amistad de dos amigos, Héctor y Violeta. Enseña a los más pequeños el valor de la amistad verdadera a través de una bufanda que les une, a veces parece que les separa, otras les llena de amor y en ocasiones es como si les ahogara. Una metáfora sobre el valor de la amistad verdadera.

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Cortometraje de animación de los estudios Pixar que se estrenó en 2000. La trama se desarrolla en un cable telefónico, donde 15 pájaros pequeños comienzan a burlarse de un pájaro de mayor tamaño.

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Esta propuesta, con tintes románticos y un toque de humor, cuenta la historia de un cerdito al que le apasiona comer huevos. Pero un día se enamora de una gallina y tendrá que elegir, ¿el huevo o la gallina?

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18Empathise

Apenas tiene una duración de dos minutos, pero resulta de especial interés para trabajar la empatía con los más pequeños y también concienciarles sobre el cuidado de los animales.

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Es un cortometraje de la Doctora en Trabajo Social Brené Brown, que ha dedicado parte de su trayectoria profesional a estudiar el coraje, la vulnerabilidad o la vergüenza como algunas de las dificultades que impiden que las personas conecten y se comuniquen entre sí.

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La protagonista de esta historia es Lena, una niña de corta edad que un día visita el zoo en compañía de su madre. Pero el zoo no es el lugar que ella había pensado que sería porque los animales no reciben el trato que deberían. Lena se siente mal y decide que tiene que cambiar las cosas.

Como complemento a este material, os proponemos que echéis un vistazo a la entrada ¿Cómo trabajar la inteligencia emocional en Infantil? : en ella encontraréis mini-cuentos, actividades…; y a 70 cortometrajes para educar en valores, con las que el alumno reflexionará sobre la amistad, el trabajo en equipo, el respeto a las personas… Ambas os resultarán de interés.

Fuente de la reseña: https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/cortometrajes-inteligencia-emocional/20196.html

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Cómo en Uruguay enseñan la inteligencia emocional a miles de niños “para los trabajos del futuro”

Por: BBC MUNDO.

Hay una habilidad tan fundamental para la vida que también debe aprenderse en la escuela: comprender y manejar las emociones

¿Cómo debe preparar un país a sus niños para el futuro?

No basta con enseñarles lengua, matemáticas o robótica. Hay otra habilidad tan fundamental para la vida que también debe aprenderse en la escuela: comprender y manejar las emociones.

Ésa es la premisa de una colaboración pionera entre España y América Latina que está impartiendo a miles de niños en Uruguay herramientas de inteligencia emocional.

Para los trabajos del futuro se requieren habilidades de toma de decisiones, de negociación, de superar obstáculos, de manejar crisis y de reinvertarse a uno mismo, porque las organizaciones que existen hoy no van a existir en 10 años”, señaló a BBC Mundo Ilan Bajarlia, fundador de la Asociación Civil Emocionarte, una “sociedad de personas voluntarias influyentes en diferentes ámbitos interesadas en mejorar la educación”.

“Te puede haber ido muy bien en la universidad. Pero de qué te sirve si luego fracasás en un trabajo y no tenés la capacidad de seguir adelante porque te frustrás o tenés problemas de autoestima”, agregó Bajarlia.

10.000 alumnos

Bajarlia fue quien llevó a Uruguay inicialmente el programa “Educación Responsable” de la Fundación Botín de España.

El programa, que comenzó hace más de una década, ya ha extendido sus herramientas de inteligencia emocional a cerca de 300 colegios españoles.

El impacto del programa español fue evaluado por la Universidad de Cantabria desde 2006 a 2011, y se encontró que mejora la asertividad y el manejo del estrés, disminuye tanto la ansiedad como los comportamientos violentos y mejora el rendimiento académico.

Expertos de la Fundación Botín han venido formando docentes en Uruguay desde hace cuatro años.

Y hace dos años comenzó a participar en los talleres el Plan Ceibal, el plan estatal que convirtió a Uruguay hace más de una década en el primer país del mundo en dar una laptop a cada alumno en las escuelas públicas, y desde entonces ha sido líder en innovación educativa.

En total, la Fundación Botín ha formado unos 1.000 docentes uruguayos y el año pasado comenzó a realizar sus primeros talleres en Chile.

El programa de educación emocional está alcanzando este año a unos 10.000 alumnos de Uruguay en 40 escuelas y liceos tanto privados como públicos (16 a través del Plan Ceibal y el resto a través de Emocionarte).

Qué es inteligencia emocional

“La inteligencia emocional abarca toda una serie de habilidades que tiene que ver con la capacidad para motivarse a sí mismo, identificar las emociones, comprenderlas y manejarlas de una manera positiva“, explicó a BBC Mundo Adriana Yépez, una de las expertas de la Fundación Botín que ha venido formando docentes.

“Tiene que ver con una comunicación positiva con mayor empatía, con cómo conectar con los otros con escucha activa, con tener un nivel de autoafirmación y poder decir lo que pienso de una manera respetuosa”.

“En la escucha activa escuchamos con todo nuestro ser, dejando de lado los pensamientos y centrándonos en la persona y en lo que está compartiendo con nosotros. Esto se tiene que reflejar en nuestra mirada y en nuestro lenguaje no verbal y verbal”.Yépez señala que parte del aprendizaje es reconocer que no hay emociones buenas y malas.Los niños aprenden a identificar lo que sienten, y si sienten miedo, por ejemplo, antes de hacer una presentación en clase, trabajan pensamientos positivos y ejercicios de respiración para tranquilizarse.

“También buscamos que aprendan a reconocer esas emociones en sus compañeros, y puedan decir, este amigo está triste, me puedo acercar acercar a él y preguntarle qué le pasa”.

Cómo se enseña en la práctica

En los talleres a docentes, Yépez enseña diferentes recursos vinculados con las artes.

Cada recurso tiene tres etapas que marcan pasos diferentes en el proceso de aprendizaje.

En uno de los recursos, por ejemplo, se pide a los niños que lleven una prenda que sea significativa y expliquen en clase lo que significa para ellos.

Uno llevó un trapito, tenía miedo en las noches y dormía con ese trapito, otro llevó la camiseta de un primo que había fallecido, y otro la camiseta de su equipo favorito“, relató Yépez.

El segundo paso es conocer la exposición de un artista que trabaja con textiles.

Y por último, los niños, en su rol de artistas, trabajan en equipo.

“Finalizan el recurso con una obra creativa, por ejemplo, haciendo un telar que une todos sus trozos de tela”.

Empatía

Yépez pone a disposición de los docentes cientos de actividades específicas en el sitio fundacionbotin.org, para trabajar la empatía.

Los niños más pequeños, por ejemplo, ven un video llamado “lo mío es tuyo”, en el que dos niños abren sus bandejas para merendar, pero un niño no tiene nada, mientras que otro tiene un sándwich.

“Cuando ven el video sirve para un diálogo muy bueno, si a ellos les hubiera pasado, ¿habrían compartido?”, señaló Yépez.

En el caso de los adolescentes, los alumnos asisten a trozos de películas o anuncios publicitarios en los que se ve a un chico que quiere integrarse, pero le dejan de lado.

“El video les sirve para conectar con situaciones similares que han vivido, y en la clase se genera un espacio de confianza para dialogar”.

Por qué se sumó el Plan Ceibal

La dimensión afectiva es clave en el aprendizaje, señaló a BBC Mundo Martín Rebour, gerente de formación del Plan Ceibal.

“Si aprender matemática me genera ansiedad, o tengo miedo a equivocarme porque una vez me equivoqué y un docente me señaló o mis padres se rieron, eso afectará mi aprendizaje”.

Rebour afirmó que diferentes investigaciones en Uruguay apuntan a un problema de “baja tolerancia a la frustración“.

“Por ejemplo, me enfrento a un material que no entiendo y ya me frustré y no persevero, en lugar de preguntar al docente o a un compañero o buscar otro material”.

“O un niño se molesta con un compañero, y en lugar de decirle, ‘mirá, me molestaste’, va y le pega”.

El Plan Ceibal integra una iniciativa de colaboración internacional llamada Red Global de Aprendizajes, que pone énfasis no solo en la integración de nuevas tecnologías y herramientas de aprendizaje, sino en cómo los niños aprenden.

“Trabajamos en seis competencias: pensamiento crítico, comunicación, trabajo colaborativo, creatividad, ciudadanía y carácter”, explicó Rebour.

Y en el carácter entran las habilidades de inteligencia emocional que tienen que ver con la autoregulación y la tenacidad.

Ciudadanos integrales

La idea en esencia, según Martín Rebour, es escalar en el futuro la enseñanza emocional a todos los colegios públicos en Uruguay.

“Lo que queremos son ciudadanos integrales”, explicó el gerente de formación del Plan Ceibal.

“Queremos ciudadanos que puedan dar respuesta a los desafíos de su propia vida y de la sociedad, pensar con otros y pensarse a si mismos de una manera crítica, que sean creativos y que puedan comprometerse en cuestiones vinculadas a la ciudadanía, como el cambio climático”.

Para Ilan Bajarlia, es esencial que los niños aprendan a comprender sus emociones, a resolver las cosas conversando, a mejorar su autoestima y a relacionarse con empatía.

“Imagínate a largo plazo una sociedad que siente en todos los niños desde chiquitos esas bases de inteligencia emocional”, señaló Bajarlia.

“Son los niños que van a construir el futuro”.

Fuente de la reseña: https://laopinion.com/2019/03/21/como-en-uruguay-ensenan-la-inteligencia-emocional-a-miles-de-ninos-para-los-trabajos-del-futuro/

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Cómo en Uruguay enseñan la inteligencia emocional a miles de niños «para los trabajos del futuro»

Redacción:  Alejandra Martins/BBC Mundo

¿Cómo debe preparar un país a sus niños para el futuro?

No basta con enseñarles lengua, matemáticas o robótica. Hay otra habilidad tan fundamental para la vida que también debe aprenderse en la escuela: comprender y manejar las emociones.

Ésa es la premisa de una colaboración pionera entre España y América Latina que está impartiendo a miles de niños en Uruguay herramientas de inteligencia emocional.

«Para los trabajos del futuro se requieren habilidades de toma de decisiones, de negociación, de superar obstáculos, de manejar crisis y de reinvertarse a uno mismo, porque las organizaciones que existen hoy no van a existir en 10 años», señaló a BBC Mundo Ilan Bajarlia, fundador de la Asociación Civil Emocionarte, una «sociedad de personas voluntarias influyentes en diferentes ámbitos interesadas en mejorar la educación».

«Te puede haber ido muy bien en la universidad. Pero de qué te sirve si luego fracasás en un trabajo y no tenés la capacidad de seguir adelante porque te frustrás o tenés problemas de autoestima», agregó Bajarlia.

10.000 alumnos

Bajarlia fue quien llevó a Uruguay inicialmente el programa «Educación Responsable» de la Fundación Botín de España.

El programa, que comenzó hace más de una década, ya ha extendido sus herramientas de inteligencia emocional a cerca de 300 colegios españoles.

El impacto del programa español fue evaluado por la Universidad de Cantabria desde 2006 a 2011, y se encontró que mejora la asertividad y el manejo del estrés, disminuye tanto la ansiedad como los comportamientos violentos y mejora el rendimiento académico.

Niños en un programa de educación emocional de la Fundación BotínDerechos de autor de la imagenFUNDACION BOTIN
Image captionEl programa «Educación Responsable» de la Fundación Botín de España ya se ha extendido a más de 300 colegios españoles.

Expertos de la Fundación Botín han venido formando docentes en Uruguay desde hace cuatro años.

Y hace dos años comenzó a participar en los talleres el Plan Ceibal, el plan estatal que convirtió a Uruguay hace más de una década en el primer país del mundo en dar una laptop a cada alumno en las escuelas públicas, y desde entonces ha sido líder en innovación educativa.

Taller de inteligencia emocionalDerechos de autor de la imagenFUNDACION BOTIN
Image captionAdriana Yépez, experta de la Fundación Botín, realizó recientemente un nuevo taller en Montevideo para formar docentes en herramientas de inteligencia emocional.

En total, la Fundación Botín ha formado unos 1.000 docentes uruguayos y el año pasado comenzó a realizar sus primeros talleres en Chile.

El programa de educación emocional está alcanzando este año a unos 10.000 alumnos de Uruguay en 40 escuelas y liceos tanto privados como públicos (16 a través del Plan Ceibal y el resto a través de Emocionarte).

Qué es inteligencia emocional

«La inteligencia emocional abarca toda una serie de habilidades que tiene que ver con la capacidad para motivarse a sí mismo, identificar las emociones, comprenderlas y manejarlas de una manera positiva«, explicó a BBC Mundo Adriana Yépez, una de las expertas de la Fundación Botín que ha venido formando docentes.

«Tiene que ver con una comunicación positiva con mayor empatía, con cómo conectar con los otros con escucha activa, con tener un nivel de autoafirmación y poder decir lo que pienso de una manera respetuosa».

Niños con dibujos que representan emocionesDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionParte del aprendizaje para comprender y manejar las emociones es reconocer que no hay emociones buenas y malas.

«En la escucha activa escuchamos con todo nuestro ser, dejando de lado los pensamientos y centrándonos en la persona y en lo que está compartiendo con nosotros. Esto se tiene que reflejar en nuestra mirada y en nuestro lenguaje no verbal y verbal».

Yépez señala que parte del aprendizaje es reconocer que no hay emociones buenas y malas.

Los niños aprenden a identificar lo que sienten, y si sienten miedo, por ejemplo, antes de hacer una presentación en clase, trabajan pensamientos positivos y ejercicios de respiración para tranquilizarse.

«También buscamos que aprendan a reconocer esas emociones en sus compañeros, y puedan decir, este amigo está triste, me puedo acercar acercar a él y preguntarle qué le pasa».

Ilan BajarliaDerechos de autor de la imagenASOCIACION CIVIL EMOCIONARTE
Image captionPara Ilan Bajarlia, los trabajos del futuro requieren habilidades de negociación, de manejar crisis y de reinvertarse a uno mismo.

Cómo se enseña en la práctica

En los talleres a docentes, Yépez enseña diferentes recursos vinculados con las artes.

Cada recurso tiene tres etapas que marcan pasos diferentes en el proceso de aprendizaje.

En uno de los recursos, por ejemplo, se pide a los niños que lleven una prenda que sea significativa y expliquen en clase lo que significa para ellos.

Niños pintandoDerechos de autor de la imagenFUNDACION BOTIN
Image captionLa Fundación Botín enseña inteligencia emocional a través de diferentes recursos vinculados con las artes.
Niños en un coro que forma parte del program de la Fundación BotínDerechos de autor de la imagenFUNDACION BOTIN
Image captionEn uno de los recursos, el «coro de las emociones», nadie está excluido y todas las emociones son bienvenidas.

«Uno llevó un trapito, tenía miedo en las noches y dormía con ese trapito, otro llevó la camiseta de un primo que había fallecido, y otro la camiseta de su equipo favorito«, relató Yépez.

El segundo paso es conocer la exposición de un artista que trabaja con textiles.

Y por último, los niños, en su rol de artistas, trabajan en equipo.

«Finalizan el recurso con una obra creativa, por ejemplo, haciendo un telar que une todos sus trozos de tela».

Empatía

Yépez pone a disposición de los docentes cientos de actividades específicas en el sitio fundacionbotin.org, para trabajar la empatía.

Los niños más pequeños, por ejemplo, ven un video llamado «lo mío es tuyo», en el que dos niños abren sus bandejas para merendar, pero un niño no tiene nada, mientras que otro tiene un sándwich.

Una adolescente escuchando a un compañeroDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image caption«En la escucha activa escuchamos con todo nuestro ser, dejando de lado los pensamientos y centrándonos en la persona», explicó Yépez.

«Cuando ven el video sirve para un diálogo muy bueno, si a ellos les hubiera pasado, ¿habrían compartido?», señaló Yépez.

En el caso de los adolescentes, los alumnos asisten a trozos de películas o anuncios publicitarios en los que se ve a un chico que quiere integrarse, pero le dejan de lado.

Una adolescente es dejada de lado por tres compañerasDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionUn video donde se deja a alguien de lado sirve para que los adolescentes debatan situaciones similares en su vida.

«El video les sirve para conectar con situaciones similares que han vivido, y en la clase se genera un espacio de confianza para dialogar».

Por qué se sumó el Plan Ceibal

La dimensión afectiva es clave en el aprendizaje, señaló a BBC Mundo Martín Rebour, gerente de formación del Plan Ceibal.

«Si aprender matemática me genera ansiedad, o tengo miedo a equivocarme porque una vez me equivoqué y un docente me señaló o mis padres se rieron, eso afectará mi aprendizaje».

Rebour afirmó que diferentes investigaciones en Uruguay apuntan a un problema de «baja tolerancia a la frustración«.

«Por ejemplo, me enfrento a un material que no entiendo y ya me frustré y no persevero, en lugar de preguntar al docente o a un compañero o buscar otro material».

Niño con el rostro hundido en un libro en señal de frustraciónDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionRebour afirmó que diferentes investigaciones en Uruguay apuntan a un problema de «baja tolerancia a la frustración».

«O un niño se molesta con un compañero, y en lugar de decirle, ‘mirá, me molestaste’, va y le pega».

El Plan Ceibal integra una iniciativa de colaboración internacional llamada Red Global de Aprendizajes, que pone énfasis no solo en la integración de nuevas tecnologías y herramientas de aprendizaje, sino en cómo los niños aprenden.

«Trabajamos en seis competencias: pensamiento crítico, comunicación, trabajo colaborativo, creatividad, ciudadanía y carácter», explicó Rebour.

Y en el carácter entran las habilidades de inteligencia emocional que tienen que ver con la autoregulación y la tenacidad.

Ciudadanos integrales

La idea en esencia, según Martín Rebour, es escalar en el futuro la enseñanza emocional a todos los colegios públicos en Uruguay.

«Lo que queremos son ciudadanos integrales», explicó el gerente de formación del Plan Ceibal.

Niños en clase de robóticaDerechos de autor de la imagenPLAN CEIBAL MATILDE CAMPODONICO
Image captionSaber manejar las emociones además de aprender robótica: la idea en esencia es escalar en el futuro la enseñanza emocional a todos los colegios públicos en Uruguay.

«Queremos ciudadanos que puedan dar respuesta a los desafíos de su propia vida y de la sociedad, pensar con otros y pensarse a si mismos de una manera crítica, que sean creativos y que puedan comprometerse en cuestiones vinculadas a la ciudadanía, como el cambio climático».

Para Ilan Bajarlia, es esencial que los niños aprendan a comprender sus emociones, a resolver las cosas conversando, a mejorar su autoestima y a relacionarse con empatía.

«Imagínate a largo plazo una sociedad que siente en todos los niños desde chiquitos esas bases de inteligencia emocional», señaló Bajarlia.

«Son los niños que van a construir el futuro».

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-47570355

 

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De la educación emocional: El neuroneoliberalismo capitalista fascista

Por: Miguel Andrés Brenner

No se puede tener éxito solo dependiendo de nuestras facultades intelectuales, sino que el manejo correcto de nuestras emociones son la piedra angular del éxito”

Daniel Goleman

Las conexiones existentes entre el sistema órbitofronal y el sistema límbico son tan cuantiosas que algunos neurocientíficos han bautizado este sistema con el nombre de ‘córtex límbico’, la parte pensante del cerebro emocional”

Daniel Goleman

SUMARIO

  • En el inicio presentamos una problemática, la referida a la educación emocional.
  • ¿Qué es la educación emocional?
  • Elementos de la Inteligencia Emocional.
  • Definición de Inteligencia Emocional.
  • ¿Cómo se educa emocionalmente?
  • Perspectiva crítica: prolegómenos.
  • Las emociones no se enseñan: mirada crítica.
  • ¿No habrá que hacer otra lectura? El neuroneoliberalismo capitalista fascista.
  • Conclusiones.

A modo de inicio

La casi totalidad de los docentes ignora el significado de lo que dentro del neoliberalismo capitalista se denomina “educación emocional”, más allá del significado que cada uno, por su propia cuenta y de manera equívoca, le otorgue a ese término. Por otro lado, ningún país, al menos hasta la fecha, hace de la misma una práctica efectiva a nivel del sistema escuela, independientemente de las experiencias acotadas y coyunturales que existen. Entonces, la pregunta de inicio es la siguiente: “¿por qué abordamos el tratamiento de la educación emocional si no se encuentra generalizada, si hay un desconocimiento global de la misma?” Atinamos la siguiente respuesta: “porque en los documentos del establishment, entre otros los del G-20 del 2018, se le presta crucial importancia, sin la que no sería posible educación alguna”. O sea, es ella la que da sentido a la escuela pensada desde los criterios del poder hegemónico, considerando que el mismo se asienta en un capitalismo de base financiera – especulativa y parasitaria-, globalizado y neoliberal, colonizador y depredador. Ése es su espíritu.

En nuestro país, Argentina, varias jurisdicciones han sido tomadas como punta de lanza en tal sentido, valga a saber:

  • La Provincia de Entre Ríos. Ley de Educación Emocional nº 754180/2016
  • La Provincia del Neuquén. Ley de Educación Emocional nº 11.267/2017
  • La Provincia de Misiones. Ley de Educación Emocional VI nº 209/2018
  • La Provincia de Corrientes. Ley de Educación Emocional nº 6398/2018
  • Otros: a) La Provincia de San Juan no tiene ley especial, pero se encuentra en el marco de la Ley Provincial de Educación. b) En la Provincia del Chubut se encuentra como proyecto de ley. c) La Provincia de Mendoza se encuentra en gestión para la elaboración de un proyecto de ley. d) En la Provincia de Buenos Aires aún no hay proyecto, pero funciona dentro del Programa Red de Escuelas de Aprendizaje que afecta a 2000 escuelas.
  • A nivel nacional existe la intención de formular un proyecto de ley, auspiciado por Lucas Malaisi, presidente de la Fundación Educación Emocional Argentina.1

Pero, ¿en qué consiste la educación emocional?

¿Qué es la educación emocional?

Daniel Goleman (1998: 210), en su libro La práctica de la inteligencia emocional afirma que, a la hora de tener éxito en la vida, la inteligencia cognitiva tiene un impacto de entre un 10 y un 20% y la inteligencia emocional entre un 80 y un 90%2. ¿Y cuáles son las emociones? En 1972, el psicólogo Paul Ekman 3 , a quien Goleman cita varias veces, sugiere que existen seis emociones básicas que son universales a lo largo de las culturas humanas : miedo , asco , enfado , sorpresa, felicidad, tristeza. Mientras Goleman, Daniel (1996: 242) en su obra “Inteligencia emocional” establece una clasificación algo diferente: ira, tristeza, miedo, alegría, amor, sorpresa, aversión y vergüenza. 4

¿Y qué es una emoción?: Una emoción es una reacción subjetiva que experimentamos ante algún estímulo, interno o externo, que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia.5 

La definición dentro del encuadre de la Inteligencia Emocional, en vez de estímulo interno o externo, dice “ante un ambiente”, porque insiste más que nada en las “demandas del ambiente”. Es que, en realidad, lo que más importa son las demandas del ambiente a las que el individuo debe adaptarse, cuestión que veremos a lo largo de nuestra indagación.

Para comprender qué significa la educación emocional, ante todo, resulta relevante conocer cuáles son los elementos de la inteligencia emocional.

Elementos de la Inteligencia Emocional

El teórico más importante de la Inteligencia Emocional, el psicólogo estadounidense Daniel Goleman (1996: 238-239), señala que los principales componentes que integran la Inteligencia Emocional son los siguientes6:

  • 1. Autoconocimiento emocional (o autoconciencia emocional). Se refiere al conocimiento de nuestras propias emociones y sentimientos7 y cómo nos influyen. Es importante reconocer la manera en que nuestro estado anímico afecta a nuestro comportamiento, cuáles son nuestras capacidades y cuáles son nuestros puntos débiles. Mucha gente se sorprende de lo poco que se conocen a ellos mismos. Por ejemplo, puede incidir negativamente cuando no se toman decisiones al padecer de un estado psicológico poco equilibrado. O bien, tanto si nos encontramos demasiado alegres y excitados, como si estamos tristes y melancólicos, las decisiones que tomemos estarán mediadas por la poca racionalidad.
  • 2. Autocontrol emocional (o autorregulación). El autocontrol emocional nos permite reflexionar y dominar nuestros sentimientos o emociones, para no dejarnos llevar por ellos ciegamente. Consiste en saber detectar las dinámicas emocionales, saber cuáles son efímeras y cuáles son duraderas. Si fuéramos esclavos de la emoción del momento estaríamos continuamente actuando de forma irresponsable o impulsiva, y luego nos arrepentiríamos.
  • 3. Automotivación. Enfocar las emociones hacia objetivos y metas nos permite mantener la motivación y establecer nuestra atención en las metas en vez de en los obstáculos. En este factor es imprescindible cierto grado de optimismo e iniciativa, de modo que tenemos que valorar el ser proactivos y actuar con tesón y de forma positiva ante los imprevistos.
  • 4. Reconocimiento de emociones en los demás (o empatía). Las relaciones interpersonales se fundamentan en la correcta interpretación de las señales que los demás expresan de forma inconsciente, y que a menudo emiten de forma no verbal. La detección de estas emociones ajenas y sus sentimientos que pueden expresar mediante signos no estrictamente lingüísticos (un gesto, una reacción fisiológica, un tic) nos puede ayudar a establecer vínculos más estrechos y duraderos con las personas con que nos relacionamos. Las personas empáticas son las que, en general, tienen mayores habilidades y competencias relacionadas con la Inteligencia Emocional.
  • 5. Relaciones interpersonales (o habilidades sociales). Una buena relación con los demás es una fuente imprescindible para nuestra felicidad personal e incluso, en muchos casos, para un buen desempeño laboral . Y esto pasa por saber tratar y comunicarse con aquellas personas que nos resultan simpáticas o cercanas, pero también con personas que no nos sugieran muy buenas vibraciones. Es una de las claves de la Inteligencia Emocional. En definitiva, la Inteligencia Emocional nos ayuda a pensar en las causas que han desencadenado que otros se comporten de un modo que nos hace sentirnos de un modo determinado, en vez de empezar pensando en cómo nos sentimos y a partir de ahí decidir cómo reaccionaremos ante lo que otros digan o hagan.

Definición de la Inteligencia Emocional

En términos genéricos podemos afirmar que…

  • La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos y la habilidad para manejarlos. Algunos ejemplos pueden ser saber escuchar a los demás, ser agradable en las relaciones, no derrumbarse ante la presión, irritarse con facilidad o tener buen humor, etc.
  • De ahí que el Nuevo Modelo adopte una nueva asignatura: la educación socioemocional basado en el coaching8: programa de los años noventa para implementar personas emprendedoras, resistentes al fracaso pero que se sienten plenas “socioemocionalmente”, y que están en la mejor de las disposiciones para salir día a día con buen rostro hacia su lugar de trabajo y aguantar todo tipo de insultos, represiones y días de explotación monótona.9

¿Cómo se educa emocionalmente?

Importa la aclaración siguiente: cuando dentro de este encuadre se dice “educación”, no se alude a la “enseñanza”, sino al “entrenamiento”. La educación emocional no se enseña, se entrena. Por otro lado, hay algo que excede a un tratamiento académico, en razón de que difícilmente puedan comprenderse lo que las “técnicas” son si no se las vivencia. Dado ello, ya que no siempre es posible la vivencia señalada, valga la recomendación, al menos, de percibirlas/apreciarlas en ejemplos que se visibilizan mediante videos, por ejemplo, los de youtube, alguno de los cuales son:

Veamos algunas técnicas.

  1. Autoestima y autoconocimiento
    • Las diferentes caras del yo: El primer paso es conocerse a uno mismo para después aceptarse tal y como somos. Por eso esta actividad se centra en ayudar a los más pequeños a reflexionar sobre cómo son en diferentes ámbitos: en la familia, la escuela, la relación con los demás, etc.
    • El ovillo: Todo un empujón de autoestima, ya que consiste en que los demás nos digan las cosas buenas que ven en nosotros. Muy adecuada cuando nuestros estudiantes no saben valorarse o tienen una baja autoestima.
    • Los tres saltos: Una técnica para recapacitar sobre lo poco que nos valoramos habitualmente a nosotros mismos y cómo frecuentemente podemos conseguir mucho más de lo que nos pensábamos en un primer momento.
  1. Control de las emociones negativas
    • Técnica de la tortuga: Una interesante opción para que los más pequeños aprendan a manejar su ira, que les ayuda a controlar el enfado en el momento en que crean que están a punto de tener un comportamiento negativo impulsivo.
    • Técnica del semáforo: Otra genial manera de aprender a gestionar las emociones negativas es esta técnica, que se basa en asociar los colores del semáforo con las emociones y la conducta.
  1. Empatía
    • El explorador de las emociones: Una actividad para ayudar a los pequeños a desarrollar la empatía y reconocer las emociones ajenas, planteado como un juego de pistas. ¡Lo pasarán en grande mientras aprenden!
    • El valor de la tolerancia: Este juego pretende que los estudiantes tomen conciencia de sus propios juicios y aprendan a respetar los de los demás, basado en debatir en torno a distintas situaciones discriminatorias o conflictivas.
  1. Asertividad
    • Disco rayado: Con esta técnica aprenderás a comunicar tus deseos y sentimientos de una forma tranquila, pero sin dejar que tus necesidades se sometan a las de otras personas, siempre desde la autoconfianza y el respeto al otro.
    • Tortuga, dragón y persona: Para enseñar a los más pequeños a comunicarse de forma asertiva, sin dañar a los demás, trabajando así la capacidad de perder el miedo a expresarse sin ser agresivos.
  1. Frustración
    • “No lo sé”: Técnica que pretende evitar el sentimiento de frustración o el miedo al ridículo que podemos sentir al no saber la respuesta a una pregunta, fomentando la curiosidad por el aprendizaje de cosas nuevas.10

Variados ejemplos más para el entrenamiento (apreciar la función de entrenar)

  • Plumas

En parejas se sientan en frente uno del otro. La persona que va a recibir el masaje cierra los ojos y la otra toma la pluma. Pasamos con la pluma por las distintas partes de su cara, haciendo formas y movimientos. También se pueden tomamos las manos y acariciarlas con la pluma. Después hay que cambiar los papeles.

  • Pelotas anti estrés

Pelotas blanditas para apretar fuerte cuando se está nervioso o enfadado, estrujándolas y dándoles diferentes formas.

  • Bote de la calma

Al mirarme piensa que tus pensamientos son como la brillantina. Si me agitas, la brillantina está revuelta. Si me calmo, la brillantina está tranquila en el fondo. Hay que mover la botella de la calma y concentrarse en cómo se mueve la brillantina y cómo pasa de un estado de nerviosismo y exaltación a la calma y tranquilidad.

  • Vela

Se enciende una vela y el estudiante simplemente observar su llama, enfoca su atención y libera la mente de cualquier otro pensamiento. Cuando la llama esté interiorizada en su cabeza que cierre los ojos y la visualice, que recuerda su color, su forma, cómo bailaba la llama. Si se ‘pierde’ que vuelva a abrir los ojos y se centre de nuevo en la llama.

  • Diamantes

Se coloca una bolsita de diamantes encima de la tripa y se observa cómo sube y baja cuando respiramos (si no se mueve es que no se está respirando bien). Luego, hay que sacar todos los diamantes de la bolsita y volver a meternos de uno en uno despacio, contándolos, observando sus colores, palpando su forma… ¿Falta alguno?

  • Soplador de pompas

Hay que respirar e intentar hacer pompas con calma. Mirar cómo vuela la pompa y seguirla.

  • Gusano

Este gusano tiene ganas de salir, pero solo puede andar pasito a pasito y en línea recta. Hay que ayudarle soplando y mirar cuánto es capaz de recorrer.

  • Cubo de las emociones

¿Cómo te sientes? ¿Estás triste, nervioso, alegre…? Hay que tirar el dado, identificar qué emoción es, recordar una situación que te hizo sentir así y compartirla.

  • Ruleta posturas de yoga

Girar la ruleta y practicar sus diferentes posturas.

  • Comecocos emocional.

Un juego de papiroflexia para jugar a trabajar las emociones y a expresarlas de manera muy divertida. 11

Como aparece en variados textos12, siempre hay que tener en cuenta las siguientes pautas:

¿Cómo se pueden controlar las emociones?

  1. Intentar no pensar en lo que te preocupa. …
  2. Relajarte y respirar hondo… …
  3. Liberar la tensión por otras vías. …
  4. Presionarte para tener pensamientos positivos. …
  5. Intenta recordar tus virtudes y éxitos. …
  6. Distrae tu atención hacia un asunto concreto. …
  7. Piensa en tu futuro más inmediato.

Perspectiva crítica: prolegómenos

Cuando Esteban Bullrich (2016) fue Ministro de Educación y Deportes de la Nación Argentina afirmó la importancia de “ …crear argentinos que sean capaces de vivir en la incertidumbre y disfrutarla.” 13 A tal efecto, aunque Bullrich en este caso no lo aclara explícitamente, se requiere de la educación emocional. Paradójicamente, el capital a efectos de la inversión requiere de certidumbre económica, jurídica, social y política.14 Es decir, la educación emocional apunta al individuo, mientras que el “fundamento” del mismo sería “el capital” bajo connotaciones de “certeza”. Dicho capital sería como una especie de “absoluto”, que ni ameritaría encontrarse bajo la crítica de la “muerte del Absoluto”. Esta apreciación implica una crítica a todas las filosofías contemporáneas que signan, sin más, nuestra época como de incertidumbre, pues en última instancia son ideológicas, como “falsa conciencia”, desde la que se producen discursos sugestivos, persuasivos, en tanto, a la vez, ocultan las relaciones de opresión del capitalismo vigente.

En el plano mundial, el G-20 se reunió en la Provincia de Mendoza, septiembre de 2018, para trabajar el capítulo específico de educación. A su vez, hacia fines de noviembre, en la Ciudad de Buenos Aires, aconteció el cierre de todas las diversas reuniones/áreas/capítulos dentro de ese marco. Entre otros, rescatamos tres párrafos:

“…muchos estados nacionales aún están aprendiendo a implementar las reformas y las medidas compensatorias necesarias para crear entornos escolares adaptables, donde los niños puedan aprender, construir y, sobre todo, aplicar habilidades cognitivas básicas y elevadas, así como habilidades socioemocionales15, para resolver problemas complejos en entornos desconocidos.”16

“…es relevante que los Estados miembros lleguen a un acuerdo sobre qué marco usarán para definir, realizar un seguimiento y evaluar las habilidades, en especial, las que se encuentran en el dominio socioemocional17. Por ejemplo, entre otros asuntos, los gobiernos deben determinar si se enfocarán en los métodos de evaluación biométricos18, psicométricos y experimentales de las habilidades socioemocionales19, la frecuencia con que se recopilarán estos datos, así como sus mecanismos de validez y fiabilidad.”20

Fomentar la inclusión de habilidades no cognitivas, tales como las habilidades socioemocionales21 a lo largo del currículo.”22

Obviamente, los “entornos desconocidos” no debieran serlo para el capital, en particular el financiero. Pero, dejemos para más abajo las críticas prioritarias a esta concepción.

Las emociones no se enseñan: mirada crítica

Las cualidades más significativas de la educación emocional tienen que ver con lo siguiente:

  • “Las emociones no se enseñan.” Predomina, aquí, el adiestramiento, tan criticado por el filósofo de la educación de origen norteamericano John Dewey. Dewey, John (1967: 39)23 explicita lo siguiente: “Cuando las cosas tienen un sentido para nosotros… sabemos lo que hacemos; cuando no lo tienen, actuamos de un modo ciego, inconsciente, ininteligente.” “…en la respuesta simplemente ciega, la dirección es también ciega. Podrá haber adiestramiento, pero no educación.” Valga la argumentación por cuanto al decir que las emociones no se enseñan, es porque se entrenan.
  • “Las emociones se entrenan, en principio hay que controlarlas para manejar las propias pulsiones.”24 Predomina, aquí, una visión psicologista de toda la realidad, donde el “individuo” sería la base de todo constructo25 social, político y económico.
  • “Conocer y manejar las propias emociones a fin de lograr el éxito en los propios objetivos y a su vez, conociendo las propias emociones poder manipular las emociones ajenas en función de la adaptabilidad meritocrática dentro del perfil emprendedurista. La manipulación puede suceder en espacios familiares, escolares, laborales, amorosos.” Predomina, aquí, la negación de la responsabilidad por el otro26, sin responsabilidad ético/ política/ social, en tanto se manipula a los otros para conseguir fines personales que, en última instancia, acreditarían el mérito individual.

Las emociones no deben considerarse como meramente individuales, se encuentran dentro de entramados ideológicos e intersubjetivos. Las emociones se encuentran cargadas se significados, de sentidos sociohistóricos. La pura emoción no existe, hay una organización ideológica que le da sentido.

Importan la competencia moral, profesional y la emocional en el modelo del buen gestor. El buen gestor de una empresa o una institución es el buen gestor de su propio yo. El imperativo es controlar y controlarse. Pero, un interrogante crucial es el que nos inquieta: ¿quién controla, por qué, a favor de quién y para qué?

El concepto de “inteligencia emocional”, ha venido en ayuda del capitalismo emocional: “aquello que uno siente” es la base misma desde la que uno conoce. Mediante la afirmación de que existen diversos tipos de inteligencias, y no sólo diversas estrategias para analizar un problema, en realidad lo que se ha logrado no es democratizar la inteligencia, sino crear una nueva estratificación social. Hoy los tests en psicología laboral pretenden medir “científicamente” las capacidades emocionales de los candidatos a acceder a determinados tipos de trabajos y se multiplican los “talleres de habilidades emocionales”, que sirven para dar trabajo a miles de psicólogos y para producir ideología destinada a cientos de miles de maestros y profesores en todo el mundo. Que sirven para culpabilizarles si no dan los resultados estandarizados que de ellos se esperan. Así la racionalización del mundo conquista el que (por el momento) era el último bastión de la subjetividad y las emociones han sido “normalizadas”; ya son aptas para ponerlas a trabajar en cualquier aspecto de la vida. Las emociones serían una mercancía más, así, al decir de Illouz, Eva (2007:138-139) “…la salud emocional se convierte en una nueva mercancía que se hace circular y se recicla en lugares económicos y sociales que adoptan la forma de un campo.”27 . Los problemas emocionales se gestionan según una lógica económica, de inversión, una pérdida o ganancia (ajeno al ideal romántico: gratuidad y pasión). Sin embargo, desde Daniel Goleman, tanto la inteligencia como la acción social tendrían una base emocional, y de ahí el requerimiento de su educación, la educación emocional.

Y en cuanto a la normalización de las emociones, valga el párrafo citado más arriba, producido en el marco del G – 20, Buenos Aires 2018: “…los gobiernos deben determinar si se enfocarán en los métodos de evaluación biométricos, psicométricos y experimentales de las habilidades socioemocionales, la frecuencia con que se recopilarán estos datos, así como sus mecanismos de validez y fiabilidad.”

La consideración neoliberal de las problemáticas sociales se desplazan al ámbito de las emociones. En el neoliberalismo la cuestión de la vulnerabilidad afectiva se resuelve en la “gestión de los afectos”. En tanto “el Mercado” predomine en la constitución de la subjetividad, se debilitan la cohesión social y las solidaridades. Ante ello, para el aprendizaje, el Estado descentraliza su responsabilidad en las emociones de los individuos.

Y en cuanto al adiestramiento, consideremos que en el discurso educativo hablamos con metáforas, en este caso la del “entrenamiento”. Entrenar, definición de la RAE.: como transitivo, ‘preparar [a personas o animales] en una práctica, especialmente deportiva’. Se entrena mediante la repetición mecánica. El entrenamiento de tipo físico, por ejemplo, es casi mecánico ya que consiste en llevar a cabo series de ejercicios previamente establecidas para desarrollar ciertas habilidades o aumentar la musculatura. Como lo habíamos anticipado, s egún John Dewey (1967) en “Educación y Democracia”, la diferencia entre adiestrar y educar es que en el adiestramiento no se comprende el sentido de la acción, mientras que sí se comprende en la educación. Dicho sentido, en última instancia, para el pensador norteamericano, involucra al fin de la educación, que es la plena participación de los ciudadanos en la democracia. Y, desde la perspectiva de Paulo Freire, dicho sentido quiere decir una comprensión crítico/creativa/liberadora, que se muestra en una opción significativo-práctica: “l a educación para qué, la educación en favor de quiénes, la educación contra qué”, pues “a las clases sociales dominantes no les gusta la práctica de una opción orientada hacia la liberación de las clases dominadas.” 28 O, dicho de otra manera, en el último libro que publicó algunos meses antes de morir en 1997, dedicado a los profesores de la escuela secundaria, “Pedagogía de la Autonomía”: “Nadie puede estar en el mundo, con el mundo y con los otros de manera neutral. No puedo estar en el mundo, con las manos enguantadas, solamente comprobando. En mí la adaptación es sólo el camino para la inserción, que implica decisión, elección, intervención en la realidad.” Y de ahí la negación del estudiar sin compromiso. Es por ello la relevancia de preguntas que inspiren la praxis educativa: “¿En favor de qué estudio? ¿En favor de quién? ¿Contra qué estudio? ¿Contra quién estudio?” (Freire, P.: 2004, 24-25)29

Lo que importa, como se reitera en tantos discursos del neoliberalismo pedagógico, son las “habilidades” y no tanto los contenidos, bajo el argumento que los contenidos en un mundo cambiante dejan de ser útiles al poco tiempo. El problema radica en que el “solo ejercitar es ciego”, mientras que su finalidad, dentro del neuroneoliberalismo capitalista fascista, se impone desde los intereses mercantiles que establecen los contenidos a partir de plataformas digitales que se comercializan. Parafraseando libremente una expresión kantiana, podemos decir que “el solo ejercitar es ciego, y los meros contenidos son vacíos”. Pero, lo más grave es que se disocian las emociones de la ética, por lo que desaparece el perfil ético político de la educación.

¿No habrá que hacer otra lectura? El neuroneoliberalismo capitalista fascista

El fascismo.

Este tópico amerita un conjunto de aclaraciones. En primer lugar, el apelativo fascismo en el contexto de la educación emocional.

El fascismo puede definirse de muchas maneras, todas ellas parciales. Según la época y el lugar, ha consistido en el secuestro del Estado por parte de intereses privados, o en el encuadramiento de la sociedad dentro de un esquema cuartelario, o en la creación de mecanismos más o menos brutales para eliminar el disenso frente al poder (es conocida la expresión: el mejor enemigo es el enemigo muerto). A veces estas características se combinan. En general, el fascismo requiere de un líder carismático, pero no siempre. Es una reacción agresiva de la mayoría contra las minorías, que no se basa en ideas, sino en sentimientos que hay que azuzar al máximo. El miedo, la raza, la patria, la bandera, la religión, la frustración, el pasado, que pueden suscitar violentas emociones colectivas. El fascismo que viene cuenta con la capacidad de destruir la democracia en nombre de la democracia.30

Thomas Hobbes, en el siglo XVIII, hace hincapié en el “miedo”, tan vigente en regímenes totalitarios o pseudodemocráticos. Sostiene que, ante el miedo, el individuo cede toda su voluntad al Leviatán a cambio de seguridad. Cada individuo, por miedo, se somete al Leviatán. Mirado desde el fascismo, este último requiere del “miedo”, y de ahí las políticas del miedo que, en última instancia son “miedo al otro”. En este aspecto, aún puede hablarse de “necropolítica”. Achille Mbembe (2011: 14-15) 31 acuña este término para aludir a la “economía de la muerte”. “S e alude en Necropolitica a la cosificación del ser humano propia del capitalismo, que explora las formas mediante las cuales las fuerzas económicas e ideol6gicas del mundo moderno mercantilizan y reifican el cuerpo: se estudia de que manera éste se convierte en una mercancía más, susceptible de ser desechada, contribuyendo a aniquilar la integridad moral de las poblaciones. Las personas ya no se conciben como seres irreemplazables, inimitables e indivisibles, sino que son reducidas a un conjunto de fuerzas de producci6n fácilmente sustituibles.” Es la política basada en la idea de que para el poder unas vidas tienen valor y otras no. No es tanto matar a los que no sirven al poder sino dejarles morir, crear políticas en las que se van muriendo. Según Mbembe (2011: 75) “…en nuestro mundo contemporáneo, las armas se despliegan con el objetivo de una destrucción máxima de las personas y de la creación de mundos de muerte, formas únicas y nuevas de existencia social en las que numerosas poblaciones se ven sometidas a condiciones de existencia que les confieren el estatus de muertos-vivientes.”32

La concepción implicada en la educación emocional es la del miedo al otro. La salud se considera como el estado de bienestar del individuo33. Y de ahí que sea necesaria ese tipo de educación, bajo la forma de entrenamiento. Y, como sostiene su conveniencia, Lucas Malaisi34, vale la pena “cuando el chico está sano, antes que enferme”, como si hubiera una especie de salud primigenia, antes del contacto del individuo con el medio social, con el otro.

De esa manera podrían llegarse, supuestamente, a manejar los “entornos desconocidos”. En el fondo, aparece el miedo al futuro, y dicho miedo donde el “otro” sería la fuente de la enfermedad social. Es que la posibilidad de un mundo mejor o utopía se troca en la posibilidad de un mundo peor o distopía, y ésta es la que habría que aprender a evitar. Esos entornos desconocidos se relacionan a la incertidumbre que sería provocada por los cambios tecnológicos ante los cuales, si el individuo no se encuentra preparado, la vida sería plena de no disfrute, de infelicidad, de inadecuación, de conflictos. Ya no una incertidumbre provocada por la inhumanidad del presente capitalismo, sino por los vertiginosos cambios tecnológicos ante los que el individuo se encontraría sin poder adaptarse a los mismos por mérito propio.

No por nada, Hannah Arendt (1988: 382) afirma: “… el miedo y la impotencia de la que surge el miedo son principios antipolíticos y lanzan a los hombres a una situación contraria a la acción política, así la soledad y la deducción lógico-ideológica de lo peor que procede de ella representa una situación antisocial y alberga un principio destructivo para toda la vida humana en común.”35

Y mencionando al totalitarismo, no es un dato menor el significado de la propaganda política según Joseph Goebbels, quien estableció sus once principios, todos ellos sustentados en la afectividad del receptor con la finalidad de movilizar su mente y cuerpo. La educación en el fascismo partía de la adhesión de la voluntad/afecto al régimen36, al Führer. No es aquí el Mercado quien digita el sentido de las emociones, sino un régimen político. Lo que más importa es la adhesión de los afectos, base constitutiva de las creencias acerca de la realidad.37

El fascismo neoliberal capitalista.

El temor o miedo es a la incertidumbre en la vida cotidiana, con un sin sentido o distopía. La pregunta “¿acaso soy yo el guarda de mi hermano?”38no se troca en su opuesto, sino en ausencia de la misma pregunta y, en última instancia, “culpabilizar al otro como chivo expiatorio, que en realidad es tan víctima como yo”. Tal víctima es ocasionada a partir del capital financiero, que circula imaginariamente -ficticiamente, fantasiosamente-, y cuya fantasía es más real que la realidad misma. El “capital ficticio”39“la circulación imaginaria del capital”, donde “el más dinero” surge del mismo dinero -movimiento que niega la plusvalía, pues parasitariamente corroe la producción de bienes materiales-. El capital ficticio, especulativo/parasitario, es posible a partir de la orientación otorgada a las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. Precisamente, desde ese capitalismo financiero debe comprenderse la base de despegue de la presente incertidumbre.

En dicho plexo aparece un nuevo tipo de alienación, alienación hiperbólica: el valor intimidad convertido en valor de cambio o mercancía, la carne humana (sarx, σάρξ –basar en hebreo-) convertida en “ajena a sí misma”. Los “big data” y la inteligencia artificial confluyen en la institución de un nuevo panóptico, ya no el de Jeremy Bentham explicitado por Michel Foucault, sino el “panóptico digital”, según el decir de Byung-Chul Han40. La intimidad se presenta como redituable al capital en dos sentidos: las tasas de ganancias y el control de la “carne, cerebro y nervios” (sentido semita de la expresión). Quiere decir que la intimidad ingresa subrepticiamente según determinados algoritmos en las redes del mercado a partir de la solicitud de una demanda cuyo requerimiento es la de una información que reditúe en la orientación y manipulación de los gustos, de los miedos, de las frustraciones y de las expectativas en función de la toma de decisiones, sea en materia de marketing comercial o político, sea en materia de espionaje ideológico41. Así, la supuesta soberanía del ciudadano en sus decisiones políticas queda imposibilitada desde el inicio. Nos encontramos en el período de la denominada “pos verdad”42. La plataforma sofística de la antigüedad griega era la razón humana, bajo la pretensión de verdad y persuasión, aunque ocultando la falsedad lógica. La plataforma de la “pos verdad” son las emociones, donde ya no hay intención de verdad y donde acontece por odio el quiebre de toda posibilidad de diálogo -fenómeno llamado “grieta”43 en los medios de comunicación-. En tales condiciones, donde acontece la manipulación de la información y la comprensión con base emocional, difícilmente el conocimiento del mundo en la vida cotidiana posibilite un diálogo liberador de las condiciones materiales y simbólicas de la opresión neoliberal capitalista44. Y es por ello que hacemos mención al fascismo neoliberal capitalista, para quien la educación emocional resulta muy funcional. Es que el miedo a la incertidumbre ante las condiciones de vida precarias y la disolución de la cohesión social, además, entre otros, la profusa existencia del “panóptico digital”, tienden a oscurecer las razones de la precarización y de la exclusión. Así, Henry Giroux (2018), en su texto “El fascismo neoliberal y el ocaso de lo social”, afirma que es característica distintiva del fascismo neoliberal la disolución de las esferas públicas y la reducción de todos los problemas sociales a fallas personales 45 .

Parafraseando libremente a Karl Clausewitz, podemos afirmar que el neoliberalismo de las democracias de “baja intensidad” es la continuación del totalitarismo por otros medios. Y en tal sentido, vale la desconfianza en la razón como base para una democracia liberal, razón tal que es reemplazada por las emociones. El mismo Wilhelm Reich en su libro “Psicología de masas del fascismo” nos aclara que e l movimiento nazi tiene un fuerte componente emocional “que no se sostiene con argumentos racionales” 46 .

El neuroneoliberalismo capitalista fascista.

¿Qué es eso de “neuro”?

En la consideración del fascismo neuroneoliberal47, aludimos a lo que Goleman denomina “Cerebro Emocional”48: “Aún está lejano el día que se pronuncie la última palabra sobre la neurología exacta de la emoción.”49 Una especie de racismo involucra toda su obra, en el que subyace el imperio del colonialismo cultural y un fascismo cultural, por cuanto todo hombre tendría un solo cerebro, “el cerebro universal”, más allá de su color de piel, de su clase social, de su estilo cultural, de su posicionamiento político, de sus condiciones de existencia en la vida cotidiana, de sus sufrimientos, angustias, pasiones, goces, alegrías en la miseria o en la riqueza material. Además, valga señalar, según el mismo Goleman, que la base de la inteligencia emocional se encuentra en ese cerebro, al que nosotros denominamos “cerebro universal”: “Una observación más detenida de la anatomía cerebral demuestra la función reguladora de los lóbulos prefrontales. Gran parte de los datos disponibles apuntan a cierta zona del córtex prefrontal como el asiento en el que confluyen todos – o la mayor parte- de los circuitos corticales implicados en la respuesta emocional.” “La neurona que conecta la amígdala con el córtex prefrontal llega a una región denominada córtex órbitofrontal, una zona decisiva para la valoración de las posibles respuestas emocionales y su posterior corrección.”50

Por ende, la base de la inteligencia emocional se encontraría, según Goleman, en ese “cerebro universal” que él denomina “cerebro emocional”. Hay aquí un reduccionismo de toda realidad humana a lo neuronal.

CONCLUSIONES

A modo de cierre, y también de apertura, señalamos muy brevemente los siguientes tópicos:

  • Las condiciones subjetivas en nuestro presente histórico tendrían una base emocional, sea en el problema de la inseguridad física, en de la inseguridad laboral, como en el de la inseguridad educativa.
  • Inseguridad física. En un contexto de inseguridad física se impulsa el concepto del excluido como causa principal del problema, propiciando un clima emocional adverso al mismo, como si fuera el constructor de las condiciones económico políticas que, paradójicamente, lo excluyen.
  • Inseguridad laboral. En un contexto de inseguridad laboral, de precariedad y de altas tasas de paro propias de la etapa neoliberal, se impulsa el concepto de emprendedor y de gestor de las propias emociones, el del sujeto creativo que debiera individualizar un problema colectivo y afrontarlo como “un reto”, en un marco emocional.51 Así, lo que importa es no cambiar el contexto económico político, sino variar la reacción emocional del individuo para amoldarse a esa realidad laboral que es producida para cada sujeto. Se desactivan, entonces, las críticas en sentido práxico, se desactiva la responsabilidad por el otro en un sentido liberador, se desactivan los sentimientos de solidaridad. La precarización laboral (eufemísticamente denominada “modernización” o “flexibilización”) requeriría de reformas neoliberales, donde el mismo trabajador es quien tendría que negociar individualmente con su empleador las condiciones de su trabajo, debilitando o anulando la acción sindical. No es casual que el economista argentino José Luis Espert sostenga que “hay que flexibilizar las condiciones laborales, eliminando paritarias y convenios colectivos por ser fascistas…”52. Lo que, por ende, habría que eliminar son las “corporaciones”53, con lo que el trabajador se encontraría abandonado ante todas las corporaciones neoliberales que, para Espert, no serían corporaciones. Y de ahí la necesidad de ser emprendedor y gestor, lo que podría lograrse solamente desde una educación emocional.
  • Inseguridad educativa. Dentro de un macro contexto de inseguridad física e inseguridad laboral que inciden en el sistema escuela, aparece la inseguridad educativa en lo que hace al bajo rendimiento escolar según los requerimientos del Mercado. Es por ello que la solución a la problemática recién mencionada sería la educación emocional. Andere, Eduardo (2017: 71) advierte que el crecimiento socioemocional de los estudiantes es algo que se priorizará en los sistemas educativos del mundo durante la segunda década del presente siglo. Y es que, para la educación afectiva, “la emoción funciona como pegamento para la memoria que detona el conocimiento”. 54

A partir del presente discurso puede comprenderse el por qué del título del trabajo

“DE LA EDUCACIÓN EMOCIONAL: EL NEURONEOLIBERALISMO CAPITALISTA FASCISTA”, y así poder encontrar, reflexionar desde la praxis y hacia la misma, criterios verdaderamente humanos para una educación integral donde las emociones se impliquen dentro de un espíritu liberador. Sin embargo, la contrapartida sería, desde el posicionamiento criticado, gestionar las propias emociones individuales para resolver problemas complejos en entornos desconocidos.

Notas:

1 ¿Será la educación emocional en un currículum incorporada transversalmente o como disciplina? Por otro lado, la ley aprobada en la Provincia de Misiones, Argentina, no involucra solamente a los alumnos. Art.5= 1.- Educación Emocional para el Manejo de las Emociones en los Educadores. 2.- Educación Emocional en la Relaciones Intrapersonales e Interpersonales. 3.- Educación Emocional en los educandos. 4.- Escuela para Padres de Educación Emocional. 5.- Educación Emocional en la comunidad.

2 http://www.navarra.es/NR/rdonlyres/4A47FD8B-892C-4416-8E60- 4852DFEF384D/162698/6InteligenciaEmocional.pdf (consulta: 8/02/2019) Además, en otro texto, Goleman, Daniel (1998: 210). “La práctica de la inteligencia emocional.” Barcelona, Editorial Kairós. “Mi propio análisis sobre miles de trabajos ha puesto en evidencia que dos terceras partes de las habilidades distintivas del desempeño laboral «estrella» descansan en las competencias emocionales (mientras el tercio restante se basa en habilidades cognitivas o técnicas), algo que, en el caso de los líderes más sobresalientes, llega a cifrarse entre el 80 y el 100%.” También formula la cuestión en su libro “Inteligencia emocional” que citamos más abajo.

3 Ekman, Paul y Oster, Harrieh (1979). “Expresiones faciales de la emoción.” Fuente: Annual Review of Psychology, 30, 527-554.https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/65835.pdf   (consulta: 9/12/2018)

4 Goleman, Daniel (1996). “Inteligencia emocional.” Barcelona, Editorial Kairós.

5 https://www.psicoactiva.com/blog/que-son-las-emociones/ (consulta: 10/12/2018) Ekman es citado por Goleman en varias oportunidades.

6 Goleman, D. (1996). Ib.

7 Las emociones se producen por espontáneamente y son el gozo, el placer, el miedo, la sorpresa, el disgusto, la ira y la tristeza; en cambio los sentimientos son respuestas desarrolladas cultural y ambientalmente a las circunstancias, por ejemplo, la preocupación, la frustración, el cinismo, la indiferencia y el optimismo. Guevara Niebla, Gilberto (2018) Las emociones en el aprendizaje. http://www.cronica.com.mx/notas/2018/1091151.html

8 El Coaching es un proceso en el que se ayuda a las personas y a los equipos a mejorar sus posibilidades y facilitarles el modo de funcionar de forma más eficaz, tanto en el ámbito personal como en el profesional. Implica ayudar a superar barreras y limitaciones personales. Es un método que consiste en acompañar, instruir o entrenar a una persona o a un grupo de ellas, con el objetivo de conseguir cumplir metas o desarrollar habilidades específicas. Un proceso de coaching es un conjunto de sesiones, en donde un coach realiza una serie de entrevistas a un coachee o cliente. 1. Ayuda a definir los objetivos. 2. Más creatividad. 3. Mayor flexibilidad y adaptabilidad al cambio. 4. Mejora de las relaciones. 5. Empoderamiento. 6. Reduce el estrés y ayuda a gestionar el tiempo.

9 Valga aclarar que el discurso de quienes se especializan en la Inteligencia Emocional y su educación es muy simple, llano.

10 http://blog.tiching.com/10-geniales-tecnicas-grupales-para-la-educacion-emocional/ (consulta: 8/11/2018)

11 https://www.educaciontrespuntocero.com/experiencias/tecnicas-para-trabajar-las-emociones/87340.html (consulta: 8/11/2018)

12 https://www.slideshare.net/arielAguilarLaValle/manejo-de-las-emociones-ariel

https://www.pnliafi.com.ar/reacciones-emocionales/

13 Expresión formulada en el marco del panel «La Construcción del Capital Humano para el Futuro», en el Foro de Inversiones y Negocios, más conocido como Mini Davos, que tuvo lugar en el Centro Cultural Kirchner en septiembre de 2016.

14 Alfaro, Dante (2018). “Conocimiento y educación.” Buenos Aires. Inédito

15 En negrita, nuestro.

16 Costin, Claudia y Jales Coutinho, Allan Michel (2018: 60). “Reduciendo la Brecha entre la Educación y la Fuerza de Trabajo: estrategias para satisfacer necesidades cambiantes y mitigar futuras desigualdades.” Documento de trabajo para el G-20.

http://www.fundacionsantillana.com/2018/09/18/puentes-al-futuro-de-la-educacion-recomendaciones-de-politica-para-la-era-digital/ (consulta: 12 octubre 2018)

17 En negrita, nuestro.

18 Cuantificar supone dos momentos. Primero convenir y después medir. En primer lugar, hay una convención política y sociológica en la que intervienen no sólo criterios técnicos, sino contextos que explican qué y cómo se mide. Esta instancia implica generar acuerdos intersubjetivos entre actores, nacionales e internacionales, públicos y privados. El segundo momento es de corte más técnico, de la medición propiamente dicha. En el camino de las cifras se suele dejar de lado u olvidar aquel principio convencional que instituye a los datos estadísticos. Las estadísticas aparecen como objetos cerrados en sí mismos, sin registro de la cadena de decisiones, como algo listo para usar. Por eso se habla de fetichismo estadístico y de reificación, como representaciones fieles de la realidad, una concepción objetiva relacionada con el término medición. Producir estadísticas implica sacrificar las singularidades. Daniel, Claudia. “Estadísticas: de fuentes objetos de investigación”. http://observatorio.unipe.edu.ar/wp-content/uploads/2018/09/Registro-panel-en-Unipe-13.09.18.pdf

19 En negrita, nuestro.

20 Costin, Claudia y Jales Coutinho, Allan Michel. Ibid. (2018: 68-70)

21 En negrita, nuestro.

22 Declaración final. Reunión ministerial de Educación del G20, 5 de septiembre de 2018, Mendoza, Argentina. https://redclade.org/wp-content/uploads/declaracion_de_ministros_de_educacion_g20.pdf (consulta: 19 de noviembre de 2018)

23 Dewey, John (1967). “Democracia y educación.” Buenos Aires, Editorial Losada.

24 Goleman, Daniel (1996: 220). “Inteligencia emocional.” Barcelona, Editorial Kairós. “Dominar el mundo emocional es especialmente difícil porque estas habilidades deben ejercitarse en aquellos momentos en que las personas se encuentran en peores condiciones para asimilar información y aprender hábitos de respuesta nuevos, es decir, cuando tienen problemas.”

25 Si bien utilizamos el término “constructo”, lo hacemos en virtud de su uso habitual. En realidad, merece una fuerte crítica. Es una metáfora que proviene de las técnicas constructivas, donde entran en juego la estática y la resistencia de materiales, sin contradicciones posibles que pueden hacer derrumbar el edificio o construcción. Ameritaría mejor el término “relaciones materiales y simbólicas en el ejercicio del poder”, pues favorece una interpretación dialéctica, con las contradicciones implicadas.

26 Entendemos “responsabilidad por el otro” en el sentido otorgado por el filósofo Immanuel Lèvinas.

27 Illouz, Eva (2007). “Intimidades congeladas. Las emociones en el capitalismo.” Madrid, Katz Editores.

28 Entrevista a Paulo Freire el 29 de mayo de 1978, publicada bajo el título “La educación es siempre un quehacer político.”https://elpais.com/diario/1978/05/20/sociedad/264463223_850215.html (consulta: 10/02/2019)

29 Freire, Paulo (2004). “Pedagogía de la autonomía: saberes necesarios para la práctica educativa.” San Pablo, Brasil, Editorial Paz y Tierra.http://cidac.filo.uba.ar/sites/cidac.filo.uba.ar/files/revistas/adjuntos/UNIDAD%207%20-%20Freire%20Paulo%20-%20Pedagog%C3%ADa%20de%20la%20autonom%C3%ADa.pdf (consulta: 10/02/2019)

30 González, Enric (2018). “El Fascismo que viene.” https://elpais.com/elpais/2018/11/30/opinion/1543593007_278724.html  (consulta: 10/12/ 2018)

31 Mbembe, Achille (2011). “Necropolítica”. España, Editorial Melusina.

32 La diferencia entre biopolítica y necropolítica es que mientras la primera quiere decir administra la vida y construir estilos de vida, la segunda quiere decir administrar la muerte y destruir hábitats y pueblos.

33 https://encontraremocional.com/tag/educacion-emocional/ (consulta: 9/02/2019); http://fundacioneducacionemocional.org/por-que-una-ley-de-educacion-emocional/ (consulta: 9/02/2019)

34 https://www.youtube.com/watch?v=Hi90lpnSh78&t=9s&app=desktop#searching (consulta: 9/02/2019)

35 Arendt, Hannah (1998). “Los orígenes del totalitarismo.” Madrid, Editorial Taurus.

36 Según Roberto Paxton, en su obra “La anatomía del fascismo”, los discursos ideológicos y los imaginarios de los regímenes fascistas buscaban el apoyo de las emociones colectivas exaltando la unidad biológica de la sangre, la estirpe, el pueblo o la raza.http://www.publicacions.ub.edu/bibliotecaDigital/cinema/filmhistoria/2006/REVISTAS/Ensayo_Elmitofascista_1.htm

37 Interesan, al respecto, los once principios, pero como botón de muestra, citamos el quinto y el décimo: 5º) “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”; 10º) Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas. https://culturizando.com/los-11-principios-de-la-propaganda-nazi/ (consulta: 30/11/2018)

38 Todas las personas son el Mesías (…). el mesianismo no es, por tanto, la certeza de la llegada de un hombre que detiene la historia. es mi poder de soportar el sufrimiento de todos. es el instante en el que reconozco ese poder y mi responsabilidad universal. (levinas 1976, p. 139 /143) “Difícil libertad”.

39 Marx, C. El Capital. Tomo III, sección V. Capítulo XXV. http://www.archivochile.com/Marxismo/Marx%20y%20Engels/kmarx0012.pdf (consulta: 22-02-2018)

40 Han, Byung Chul (2013). La sociedad de la transparencia. Editorial Atamansha. https://editorialatamansha.files.wordpress.com/2015/12/la-sociedad-de-la-transparencia.pdf (consulta: 23-02-2018)

41 Todo lo que hacemos en cualquier plataforma digital deja un registro: las compras con tarjetas de crédito, nuestras publicaciones en redes sociales, nuestros hábitos de navegación tanto por medio de los buscadores como de las diferentes redes sociales.

42 Siempre hubieron falsedades circulando en los medios de comunicación. La particularidad del actual fenómeno de la pos verdad es que surge a partir de las redes sociales, donde lo que importa es la imposición de informaciones breves, rápidas, fugaces y viralizadas (según la metáfora del virus que se propaga al modo de una epidemia).

43 La grieta tiene que ver con el odio, la burla, la ridiculización del otro, el asco o la repulsión, el desprecio que se asocia al ultraje y la calumnia. Ello incide en la xenofobia, el racismo, el odio de clase, etc. Tiene que ver con la imposibilidad de todo tipo de reconocimiento, por ende, del mismo diálogo.

44 Breve relato de una anécdota. Una escuela dentro del Distrito de Almirante Brown, Provincia de Buenos Aires, República Argentina. Edificio compartido entre una escuela primaria y una escuela secundaria. El director de la escuela secundaria comenta que dentro del Programa Red de Escuelas de Aprendizaje en la escuela primaria (que comparte el mismo edificio con la escuela secundaria) se está realizando una capacitación para los maestros en educación emocional. Le sugiero poder comunicarme con algún/a docente de la misma a fin de preguntarle acerca de su experiencia. Como ese director conoce mi posición crítica, me responde: “Ni se te ocurra, los docentes están todos contentos, lo viven como un juego placentero, y hasta corrés el riesgo de que no te respondan o te respondan de mala manera.”

45 http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/288298 (consulta: 2/12/2018)

46 https://ssociologos.com/2014/10/30/la-psicologia-de-masas-del-fascismo-como-llego-hitler-al-poder/ (consulta: 10/12/2018)

47 Neuroneoliberalismo se propone a partir del término “neuroliberalismo” acuñado por Biagini, Hugo y Fernández Peychaux, Diego (2015). “El neuroliberalismo y la ética del más fuerte.” Buenos Aires, Editorial Octubre. Se considera el individualismo como pasaporte al bienestar común. Se asocia la libertad a una moral semejante al código de los gladiadores: el mérito propio.

48 Goleman dedica específicamente al tema señalado varias páginas, desde la 249 a la 251 y de la 259 a la 262, con un tratamiento estrictamente neurológico, al modo de: “Las conexiones existentes en el sistema órbitofrontal y el sistema límbico son tan cuantiosas que algunos neurocientíficos han bautizado este sistema de ‘córtex límbico’, la parte pensante del cerebro emocional.” “Pero no solo existe una conexión estructural entre la amígdala y el córtex prefrontal sino que, como suele ocurrir, puede hablarse también de un auténtico puente bioquímico, puesto que la sección ventromedial del córtex prefrontal y la amígdala presentan una elevada concentración de receptores químicos sensibles a la acción de la serotonina.”

49 Goleman, Daniel (1996: 260). “Inteligencia emocional.” Ib.

50 Goleman, D. (1996: 261) Ib.

51 Juan Vázquez Rojo. Qué es el neoliberalismo. 17 marzo 2018. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=239130

52 http://www.telam.com.ar/notas/201511/126212-balotaje-cambiemos-ypf-de-vido.html

53 Para Espert son fascistas.

54 Andere, M. Eduardo (2017). “Director de escuela en el siglo XXI. ¿Jardinero, pulpo o capitán?” México: Siglo XXI.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=252519

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Entrevista a Marc Brackett: “Hay que dar al mundo permiso para sentir”

Entrevista/28 Febrero 2019/Autor: Pablo Guimón/Fuente: El país

El hombre que probablemente mejor conoce los sentimientos padeció bullying de niño. Esa fue la semilla de su interés en este ámbito de la psicología. El director y fundador del Centro de Inteligencia Emocional de la Universidad de Yale asesora a colegios y empresas de todo el mundo para introducir ese concepto en sus rutinas

Una pregunta banal para romper el hielo podría dar lugar en esta oficina a un intercambio más largo de lo que el pudor aconseja. Mejor recurrir a la prodigiosa gama de adjetivos distribuidos por las paredes, en torno a originales altares de los sentimientos, que amenizan la espera del voyeur y le ofrecen una inesperada ventana al estado de ánimo de las personas que de cuando en cuando, entre afectuosas sonrisas, suben y bajan las escaleras de madera.

Estamos en la Universidad de Yale. Aquí nació, en un artículo científico de 1990, el concepto de inteligencia emocional. Esa virtud de cuya carencia se acusa tan a menudo a parejas sentimentales, padres, jefes y profesores. Trece años más tarde abría este Centro para la Inteligencia Emocional de Yale, fundado y dirigido por Marc Brackett, doctor en Psicología de 49 años.

La misión del centro, explica Brackett, es “usar el poder de las emociones para crear un mundo más sano, más equitativo, más innovador y más compasivo”. Por un lado, se investiga sobre las emociones y, por otro, se desarrollan “maneras novedosas de enseñar inteligencia emocional a gentes de todas las edades, de preescolares a presidentes de compañías”. Han “infundido la inteligencia emocional en el ADN” de 2.500 colegios por todo Estados Unidos, hasta la fecha, y también de Italia, Reino Unido, China, Australia, México o España, donde han trabajado en 25 centros. El medidor emocional, una de las herramientas del método, ha sido integrado en el curso de inteligencia emocional Hechos de emociones dentro del proyecto BBVA Aprendemos Juntos.

Según el medidor de estados de ánimo (Mood Meter), un gran cuadrado dividido en otros cuatro con diferentes colores, en el que los empleados colocan fichas con sus fotos y etiquetas con sus sentimientos, Brackett se encuentra “motivado”. Su nombre está en el cuadrado amarillo, que indica niveles altos tanto de energía (+4) como de afabilidad (+3). La pregunta, pues, es de rigor.

¿Cómo está? Ahora mismo tengo como 20 sentimientos diferentes. Mi pareja está en el hospital y me siento un poco nervioso por eso. Pero parece que todo está yendo bien. Me siento contento por estar haciendo esta entrevista. También un poco ansioso porque estoy terminando mi libro. Podría darle todas las piezas y decirle con todo detalle cómo me siento, estoy entrenado. Pero mucha gente no ha tenido ese entrenamiento. Si les pregunta, le dirán: “Bien”. Nada más. Pero hay miles de palabras para describir nuestros sentimientos. No necesariamente los tenemos que expresar, a veces es suficiente con saberlos nosotros. Pero mucha gente no tiene las herramientas para ello. No abunda la educación en lenguaje emocional. Y eso es lo que hacemos nosotros: asegurarnos de que la gente tenga las habilidades y las palabras para conocer sus emociones.

Cuando uno pregunta a alguien qué tal está, no siempre espera una respuesta larga. Tiene que haber un equilibrio. Es algo que debatimos mucho aquí. ¿Cuánto tiempo debes pasar hablando de sentimientos? Si te sientes triste, deprimido, ¿se trata de una depresión clínica? ¿Tienes que ir a ver a un psicólogo o a un psiquiatra? ¿O es que te sientes frustrado por un proyecto y necesitas ayuda para acometerlo? Hay que crear normas para las conversaciones sobre emoción. La pregunta es: ¿estás ayudando a la persona y a la organización, o interfiriendo negativamente en el desarrollo del trabajo?

¿Qué es la inteligencia emocional? Lo definimos como una serie de habilidades que nos ayudan a razonar con nuestros sentimientos y sobre nuestros sentimientos. Utilizamos el acrónimo RULER, en inglés, para describir esas habilidades. Se trata de reconocer emociones en otra gente o en uno mismo (recognizing); comprender las causas (understanding) y etiquetar esas emociones (labeling); tener un lenguaje para expresar y describir emociones (expressing), y, por último, regular esos sentimientos (regulating).

Mostrar emociones se ha entendido, tradicionalmente y en determinados ámbitos, como un signo de debilidad. Tener sentimientos no era visto como algo bueno. Nuestro centro tiene una perspectiva muy diferente: creemos que las emociones te hacen más listo. Son información, son datos, condicionan la forma en que piensas. Cuando sabes qué hacer con tus sentimientos, pueden pasar cosas buenas. Sabemos por nuestras investigaciones que la gente que suprime sus sentimientos no es tan sana como la gente que los expresa. Las emociones tienen que ir a algún lado. Así que, si no salen, van a tu corazón, a tu sistema inmunológico, a tu estómago… Sabemos que cuando controlas y suprimes tus sentimientos, eso interfiere con la cognición. Nuestro sistema emocional y el cognitivo están tan conectados que, si trato de no sentir, de suprimir mis sentimientos, será difícil para mí, por ejemplo, ser un buen estudiante.

Hay estudios neurológicos que revelan que en las emociones intervienen partes del cerebro responsables de funciones fisiológicas. Que las emociones son, literalmente, viscerales. Desde la perspectiva de nuestro centro, las emociones se producen por cambios en el ambiente. Puede ser un pensamiento que he tenido, pensar en mi madre, o alguien que ha entrado en mi oficina gritando. Entonces mi cerebro empieza a extraer significado de esa experiencia. ¿Es una amenaza? ¿Cómo reacciona el latido de mi corazón? ¿Tiendo a irritarme o a darle un abrazo? Mi memoria también interviene, con otras experiencias que se parecen a esta. Hay muchos factores en juego. Pero al nivel más simple, una emoción es una respuesta corta, mayormente automática, a un estímulo que causa cambios en nuestro pensamiento, fisiología y comportamiento.

Se habla de lo emocional como opuesto a lo racional, lo salvaje frente a lo civilizado. La investigación demuestra que cómo te sientes afecta a la manera en que evalúas las cosas. Sucede fuera de la conciencia. Si eres un profesor y tienes que corregir un trabajo, tu estado de ánimo guiará la manera en que lo evalúas. En nuestros experimentos manipulamos los estados de ánimo de los profesores y les damos a corregir los mismos trabajos. Por ejemplo, les decimos que pasen cinco minutos escribiendo y recordando un día realmente horrible, o uno muy bueno, y entonces reciben una redacción y la valoran. Lo que vemos es que hay 2 puntos sobre 10 de diferencia en la evaluación. Luego les preguntamos si creen que cómo se sentían pudo haber influido, y casi el 90% dicen que no. Cuando les enseñamos las diferencias, no se lo pueden creer. Es decir, que cómo nos sentimos influye en nuestra manera de pensar y condiciona nuestros juicios, pero no somos conscientes de ello. Ser emocionalmente inteligente es comprender que antes de empezar a evaluar ese trabajo necesitas una pausa, reflexionar sobre dónde estás. Solo la identificación del sentimiento te ayuda a ponerlo en perspectiva.

Una vez identificada la emoción, ¿cómo reaccionar ante ella? Lo primero es reconocerla, comprenderla y etiquetarla. Después, expresarla y regularla. Hay que saber cómo se comunican los sentimientos en una organización para tener el resultado deseado. Si me siento cabreado y le digo a mi jefe que se vaya a la mierda, no funcionará muy bien. Quizá sí en Hollywood, pero aquí en Yale probablemente no. Tienes que saber cómo tu respuesta va a hacer sentir a la otra persona. Si va a hacer que quiera ayudarte o librarse de ti.

Las redes sociales, la mensajería instantánea…, hay hasta un lenguaje nuevo, el de los emoticonos, para expresar estados de ánimo. ¿La nueva comunicación no sobreexpone precisamente las emociones? Hay investigaciones que dicen que las madres de recién nacidos solo comparten fotos de sus bebés cuando están sonriendo, y cuando las ven otras madres piensan que el suyo está llorando todo el día, y eso las hace sentirse peor. Solo publicitamos nuestro mejor ser y cuando el receptor no se siente así, eso le hace sentirse mal. Luego están los grupos privados de adolescentes, por ejemplo, en los que comparten sus peores experiencias. No sienten que puedan hacerlo en el mundo real. Si solo las comparten con otros adolescentes que están en la misma situación, no obtendrán el apoyo que necesitan. Mi pregunta es: ¿por qué hemos creado una sociedad en la que los adolescentes tienen que crear subgrupos para expresar su ansiedad, su tristeza?

Los estudios que han realizado ustedes con estudiantes estadounidenses no son excesivamente alentadores en términos de salud emocional. En 2016 estudiamos a 22.000 alumnos de secundaria y vimos que las tres principales palabras a las que recurrían cuando les pedíamos que expresaran sus sentimientos en clase eran “cansado”, “estresado” y “aburrido”. El 77% de las palabras que decían podrían categorizarse en esas tres. Para mí, como científico emocional, la pregunta es: ¿cómo afectan esos sentimientos a la atención en clase? No puedo imaginar que seas la persona más dispuesta a aprender cuando estás cansado, estresado y aburrido. ¿Qué tipo de decisiones estarás tomando y cómo afectará eso a tus elecciones, por ejemplo, en drogas y alcohol? ¿Qué tipo de relaciones construirás cuando estás cansado, estresado y aburrido? ¿Y qué hay de la creatividad? Es difícil ser innovador cuando estás cansado, estresado y aburrido todo el tiempo. La depresión es la segunda causa de muerte de los adolescentes. El 20% de los estudiantes de secundaria podrían ser diagnosticados con depresión, eso es muy significativo. Lo que sabemos es que los adolescentes con las habilidades emocionales menos desarrolladas, los que no son buenos leyendo a la gente y no entienden sus propias emociones, tienden a tener más depresión, ansiedad y comportamientos agresivos.

¿Cómo contribuye la inteligencia emocional en el desempeño profesional? Las emociones en el lugar de trabajo funcionan como en el colegio. La gente tiene habilidades cognitivas para hacer el trabajo, pero les faltan habilidades emocionales. Saber, por ejemplo, cómo dirigir una reunión de trabajo, cómo inspirar a un equipo, cómo hacer una presentación buena, cómo manejar un conflicto. Desde nuestra perspectiva, las habilidades de inteligencia emocional son de una importancia crítica para el éxito en el puesto de trabajo, y también para la búsqueda de empleo. Las relaciones humanas son cruciales en el trabajo.

¿Cómo sería un lugar de trabajo emocionalmente efectivo? Lo primero es saber cómo se siente la gente. Si no sé que la gente aquí se siente poco respetada, poco valorada o desconectada, pierdo muchísima información. Así que lo primero es preguntar a la gente cómo se siente. Debes dejarles expresar sus sentimientos y no tomártelo de manera personal. Seguro que yo he hecho cosas en el pasado que han provocado a la gente sentirse incómoda. Necesito saberlo, porque lo último que quiero es que alguien que trabaja en mi equipo tenga sentimientos negativos sobre mí. Eso va a sabotear la organización. Una vez sabemos cómo se siente la gente, es importante preguntar cómo quiere sentirse. ¿Qué hace cada día una persona para sentirse más conectada? ¿Cuál es la última vez que le dijiste a alguien que le aprecias, la última vez que ofreciste ayuda? Es importante ayudar a la gente a desarrollar las habilidades de inteligencia emocional, a manejar sus emociones de manera más efectiva. Hay muchas maneras de mejorar emocionalmente un lugar de trabajo, pero todas tienen que ver con interesarse por cómo se siente el individuo, averiguar cómo se quiere sentir el grupo y apoyar a cada persona a desarrollar las habilidades que necesita para gestionar sus sentimientos. Hemos demostrado en nuestras investigaciones que las habilidades emocionales del supervisor tienen un correlato con cómo se siente la gente en el trabajo. Se siente más inspirada cuando trabaja en una organización donde hay un líder con inteligencia emocional. Piénselo: si trabaja para un supervisor con poca inteligencia emocional, ¿va a dirigirse a él cuando tenga un problema?

¿Cómo debe ser la relación del profesor con el alumno? ¿Debe ser su amigo? Hay que tratar a los niños como personas. Eso es lo importante para nosotros. Los niños tienen derechos, debe hablárseles con respeto. Deben ser tratados con dignidad. Son pequeñas personas, y las palabras y las formas de comunicación afectan a su desarrollo.

¿Y la de un jefe con su subordinado? Es lo mismo. Si la gente no me ve como alguien accesible, no sentirá que estamos en el mismo equipo. Aquí, por ejemplo, todo el mundo sabe que soy el jefe. Hace falta claridad. La gente tiene que saber que yo tomaré ciertas decisiones porque soy el jefe. Es importante la transparencia en el liderazgo. Hay quien cree que el hecho de que la gente sepa cómo te sientes te hace más débil. Para mí, ayuda a construir relaciones y, si creo que es bueno que estemos conectados, inspirados y apoyados, es mi responsabilidad como jefe ser parte de eso. Eso determinará cómo hablo a la gente, cómo me implico cuando hay conflictos. Tiene que ver con cómo asignamos las tareas. Si la gente pide mayor equilibrio, debes respetar sus vidas personales y no escribirles mensajes por la noche en fin de semana. Si trabajas en Wall Street, aceptas el hecho de que trabajarás los fines de semana. En la academia, por ejemplo, es diferente. Pero debe haber claridad.

Su propio interés por la inteligencia emocional surgió a raíz de una experiencia de bullying. Así es. Fui un niño muy ansioso y tuve problemas de bullying. Aún hoy me resulta espeluznante que nadie supiera leer mi expresión facial, mi lenguaje corporal, mi tono de voz. Nadie dijo: “Este niño necesita ayuda”. La gente lo ignoraba o se apartaba. O pensaban que tenía que superarlo yo solo, que debía ser un tipo duro. Pero sigo sin ser un tipo duro. Yo no era buen estudiante, pero de alguna manera sabía que era listo. Así que estaba encerrado en esta extraña dinámica por la que no podía hacerlo bien académicamente, pero sabía que tenía algo de poder ahí arriba. Solo más adelante me di cuenta de que todo era por mis sentimientos. La ansiedad, el estrés, la preocupación interferían en mi concentración. Resulté bendecido por el hecho de que tenía un tío que fue mi héroe. Tuvimos conversaciones muy especiales. Mi próximo libro está dedicado a él porque fue el adulto que me dio permiso para sentir.

¿Cómo eran sus padres? Mi madre y mi padre eran cariñosos… la mayoría del tiempo. Pero tenían sus cosas. No eran muy habilidosos en la gestión de sentimientos. Mi madre era tan ansiosa que yo decidía no decirle nada porque se pondría nerviosa. Mi padre solo me decía que tenía que ser duro. Y yo sabía que no iba a ser duro, así que tampoco podía hablar con mi padre. Ahí estaba yo, atrapado en mis emociones. Un niño pequeño aterrado por el bullying, fracasando académicamente. ¿Y adivina qué? La vida era una mierda. Era difícil hacer amigos. Era difícil concentrarse. Entonces empiezas a no saber cómo regularte afectivamente y de repente entras en una espiral.

¿A qué señales deberían estar atentos los padres?Se trata de construir relaciones. Conocerse, tener conversaciones. Pasar tiempo de calidad. Preguntar qué tal. Y cuando el niño responde que bien, decirle: “Venga, qué ha pasado hoy, cuéntame”. Y cuando te lo cuenta, preguntarle cómo se siente por eso. ¿Por qué estás ansioso, por qué tienes miedo? Mi padre, que era un tipo duro, no habría tenido miedo al bullying porque se habría enfrentado. Por eso, que me dijera que lo superara no me ayudaba porque yo no era como él. Es crítico comprender que no se trata del adulto, sino del niño. Se trata de estar conectado y eliminar todo el juicio que rodea a la emoción.

¿Cómo se elimina ese juicio sobre los sentimientos? Hay que dar al mundo permiso para sentir. La buena paternidad es tan importante porque, si la afrontas a través de tus lentes y tus experiencias, entonces careces de empatía. Porque no se trata de ti. Nunca nada se trata de ti cuando eres padre, se trata de tu hijo, de sus experiencias. Si constantemente quieres que tus hijos sean como tú, lo que sucede es que no permites que sean ellos mismos. Si mi hijo me dice que tiene miedo, quiere decir que tiene miedo. No tengo derecho a decirle que no tiene que tener miedo, que debe superarlo, que debe ser duro. Estoy eliminando el derecho de mi hijo a ser un ser humano. No creo que los padres lo hagan conscientemente. Queremos estar rodeados de gente como nosotros, así que tratamos a la gente como si lo fuera. Y cuando los hijos no son como nosotros, es difícil. Ese era parte del problema con mi padre, que no podía enfrentarse al hecho de que yo no era un tipo duro como él. Y como no tenía habilidades, solo castigaba y gritaba.

Imagen tomada de: https://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2019/02/21/eps/1550759747_675256_1550853524_noticia_normal_recorte1.jpg

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/02/21/eps/1550759747_675256.html

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Mar Romera: “Nadie defiende 12 horas de trabajo, pero sí se las exigimos a los niños”

Redacción: El País/20-02-2019

Esta maestra, licenciada en pedagogía y psicopedagogía y experta en inteligencia emocional hace hincapié en la necesidad de transformar la educación con los niños y no para los niños

Mar Romera es una de las grandes y más autorizadas voces españolas por el cambio educativo. Maestra, licenciada en pedagogía y psicopedagogía y experta en inteligencia emocional, preside la Asociación Pedagógica Francesco Tonucci, cargo que ya explica por sí solo gran parte de su discurso. En La escuela que quiero (Destino), Romera hace hincapié en la necesidad de transformar la educación con los niños y no para los niños. El matiz es importante, porque su apuesta pone al niño en el centro, lo convierte en protagonista. Por ahí, precisamente, empieza la escuela que quiere.

Pregunta. Me ha sorprendido mucho la analogía que haces en el primer capítulo del libro entre educación y dos campos tan dispares como el fútbol o la alta cocina. ¿Qué debe aprender la educación de ellos?

Respuesta. Primero a estar de moda y segundo a considerarse importante. Al final, cuando yo me planteé este paralelismo fue porque vi que cuando hablamos de fútbol da igual los malos resultados que tenga nuestro equipo que siempre tendremos ilusión y esperanza.

P. Lo que es seguro que debe aprender del fútbol es a conseguir una presencia tan brutal en los medios. ¿Qué debe hacer la educación, la escuela, para acaparar esa atención mediática?

R. Entender que cuando hablamos de infancia no estamos hablando de futuro, sino de presente. Ese es el problema por el que la educación no tiene una trascendencia. Cuando hablamos de educación y de infancia nunca esperamos que las medidas y soluciones sean mañana, siempre hablamos de proyectos o programas a medio y largo plazo. Este problema lo arrastran nuestros políticos y todo cambiaría mucho si empezásemos a ver a los niños y niñas como ciudadanos del presente y no del futuro. 

P. “Quizá podría decir en gran medida y desde la metáfora que Hogwarts (la escuela de Harry Potter), es la escuela que quiero”, escribes. Con Hogwarts la atención de los medios estaría garantizada. ¿Qué tiene la escuela creada por la imaginación de J.K. Rowling?

R. Te hago una pregunta si has leído los libros o has visto alguna de las pelis: ¿Quiénes son los protagonistas?

P. Los niños, claro.

R. Vale, pues esa es la escuela que quiero. Solo eso: un espacio donde los protagonistas sean los niños.

P. Y hoy están lejos de serlo.

R. Cuando hablamos de currículos o de pactos por la educación, los protagonistas nunca son los niños. Hablamos de evaluación, de las pruebas externas, de PISA. ¿Pero queremos hablar de los niños? No vamos a arreglar nada si no les damos el protagonismo a ellos.

P. Hay quien a ese dar protagonismo a los niños lo llama sobreprotección o consentimiento.

R. No estoy hablando de permisividad, de sobreprotección, de capricho. Absolutamente lo contrario. Es que no tenemos en cuenta a los niños porque los vemos como ciudadanos del futuro que no son rentables hoy. Así que como hoy ellos no tienen tarjeta de crédito y no pagan, no me interesan. Como tampoco votan, no me interesan. Todo sería totalmente diferente si el protagonista del sistema fuese el niño. El niño tiene derecho a participar en los aspectos que la afectan, a existir como persona, no como proyecto de persona.

P. “La escuela que quiero es una escuela CON la infancia y no PARA la infancia”, escribes precisamente.

R. En esta sociedad rápida, de consumo y neoliberal en la que jugamos, todas las estructuras que han entendido que la infancia puede ser un gran sector de consumo se han puesto a diseñar para ellos. Te voy a poner un ejemplo, las estanterías con chuches que suele haber en las cajas de los supermercados: ¿las hemos colocado ahí CON los niños o PARA los niños? Yo creo que está bastante claro. Pues ahora llevemos este ejemplo tan de simple a la escuela. Cuándo hablamos del modelo de evaluación, de las asignaturas, de horarios, de pruebas externas, ¿lo hacemos PARA la infancia o CON la infancia? Siempre lo hacemos para ellos como elemento último de la cadena de consumo, pero nunca los tenemos en cuenta.

P. Los horarios que has mencionado son un gran ejemplo de ello.

R. Exacto. Hablamos de la conciliación de la vida familiar y en función de esta solicitamos a los centros educativos que abran más horas, que podamos dejar a un peque a las 7:00 de la mañana y recogerlo a las 19:00 de la tarde. ¿Esto es CON la infancia o PARA la infancia?

P. Desde luego no creo que sea una idea de ellos.

R. Evidentemente. No los tenemos en cuenta. Si yo quiero conciliar la vida familiar, reduzcamos el horario de trabajo de la familia, mejoremos las condiciones laborales, ampliemos la baja de maternidad… Lo que queramos, pero lo que sí es realmente injusto es que un niño entre en el colegio a las 7:00 de la mañana y salga a las 19:00 de la tarde. Ningún ser humano defiende doce horas de trabajo, pero sí se las imponemos a los niños. “Es que juegan”, me dirán algunos. No, no juegan. En el cole no se juega, se ejecutan instrucciones que a veces son lúdicas. Pero no juegan, compiten. Jugar es hacerlo solo o con otros iguales, pero no de forma dirigida.

P. En el libro comparas la educación de tu padre con la tuya, la de tus hijas y la de tu sobrina. Y en esencia pocas cosas han cambiado. Pero sí hay algo diferente: los niños apenas pasan tiempo en la calle. Como comentabas, no juegan. Hay una viñeta en la página 198 muy ilustrativa. “¡Qué suerte tenéis los jóvenes de hoy: ¡todo el mundo es vuestro, es fácil viajar, conocer, saber…!”, le dice el padre al hijo mirando por el balcón. “Yo me conformaría con bajar a la calle”, contesta el pequeño.

R. Es que en vez de llevar a los niños al bosque, a un lugar donde puedan jugar al escondite, donde tengan desniveles para subir y bajar, árboles para escalar y mundo por descubrir, los acabamos llevando a un centro comercial y los metemos en un parque de bolas como si fuesen hámsters. ¡Y claro que los niños se adaptan! ¡Se adaptan a todo! Pero estamos rompiendo su proceso de crecimiento, de creatividad, de construcción, de indagación… Y lo mismo pasa con los parques vallados, con construcciones preestructuradas de columpios que parecen para “bobos”. De verdad que me recuerdan mucho a las jaulas de los hámsters.

P. No potenciamos el juego ni nosotros, ni la escuela.

R. En el cole no se potencia el juego porque nosotros no hacemos otra cosa que exigirle que aumente los idiomas, que introduzca tecnología, robótica, gamificación, informática, ajedrez… ¿Cuándo van a jugar los niños?

P. Entre las cosas que la escuela que quieres debería potenciar está el juego, pero también otras como la autonomía. Siempre me da esa sensación de que en España acostumbramos a llenarnos la boca hablando de autonomía pero no se lo ponemos nada fácil a los niños para ser autónomos…

R. Se lo ponemos imposible. Además, a cualquier tropezón que da un niño en el patio y se hace una rozadura nos falta llamar al Tribunal Superior de Justicia. No te dejo solo, no te suelto, no te dejo hacer… No les dejamos respirar, caerse, equivocarse.

P. Hablas también de la necesidad de aprender a elegir, del trabajo en equipo, del respeto y los valores. ¿Estamos aún lejos de afianzar esos pilares fundamentales de la escuela que quiere Mar Romera?

R. No puedo generalizar. Hay escuelas y profesorado alucinantes, con movimientos espectaculares, que se atreven a mirar de frente a la estructura normativa para tunearla desde los ojos del niño. Y hay coles que son la antítesis. Y sobre todo tengo que decir que lo que hay es un sector del profesorado que de forma individual, casi como francotiradores, están haciendo un trabajo maravilloso.

P. Justo quería acabar la entrevista hablando del profesorado. No dudas en afirmar que todo lo anterior es importante, “pero las personas, el profesorado, es lo imprescindible, lo diferente, lo genial. Si esto está bien, todo lo demás será mejorable, pero la escuela estará bien”. Y añades, como docente que eres, “el alumnado no aprende lo que le enseñamos, nos aprende a nosotros”. ¿Cómo es el profesor de la escuela que quieres?

R. Pues para empezar ese profesor debería tener una formación inicial importante que le haga plantearse si de verdad esta es su profesión o no. El docente del siglo XXI tiene que ser un docente culto, una persona que lee mucho, que domina los medios de comunicación, que va al cine, que escucha música, que va al teatro, que viaja, que prueba todo tipo de comidas… Alguien con una mente abierta y permeable, porque eso es lo que el alumnado tiene que aprender. Y por otra parte tiene que ser alguien que conozca la historia de la pedagogía, de la educación, de los avances científicos en la materia. Hay que formarse mucho psicopedagógicamente, no dejar de estudiar y de prepararse nunca, ya que esta profesión requiere de una transformación y de una evolución personal continua. De la misma manera tiene que ser alguien que crezca en habilidades intrapersonales como el autocontrol, el autoconocimiento, la autodisciplina, la autoevaluación, la reflexión… Todo esto es una parte fundamental en un ser humano que está expuesto a que lo aprendan otros niños para los que va a ser su referente. Y lo mismo con las habilidades de comunicación como la capacidad de escucha, de mediación, de resolución de conflictos, de resiliencia… todo aquello que le lleva a ser un agente transformador del núcleo social en el que trabaja. La escuela del siglo XXI, y el profesor del siglo XXI, no es la que enseña, sino la que aprende, la que escucha, la que respeta y la que permite que los niños y niñas sean agentes de cambio en el futuro.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/02/15/mamas_papas/1550227101_096010.html

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Corazón y razón en la educación actual

España / 17 de febrero de 2019 / Autor: Salvador Rodríguez Ojaos / Fuente: El Blog de Salvaroj

«Es muy importante entender que la inteligencia emocional no es lo opuesto a la inteligencia, no es el triunfo del corazón sobre la cabeza, es la intersección de ambas.» David Caruso

En la sociedad actual y, por tanto, también en la educación, la razón parece haber perdido parte de la importancia que tenía. ¡Qué terrible error! ¿Cómo podemos vivir y aprender sin discurrir sobre todas las cosas?
Pero en el mundo actual tampoco parece que la emoción esté mucho mejor considerada. Todo se hace en función del interés, de los réditos materiales que se puedan conseguir con nuestras acciones. Y eso también sucede en la educación del siglo XXI, muy encaminada en formar personas que en el futuro sean buenos profesionales.
La razón y la emoción, el cerebro y el corazón, deben formar parte por igual de la educación. Es un error optar por lo uno o por lo otro. Los contenidos son importantes y el nivel de exigencia para su adquisición debe ser alto. Pero estos contenidos deben aprenderse de modo significativo, deben entenderse y saber utilizar en distintos contextos. Los contenidos no tienen sentido si se pretende que se memoricen de manera provisional y se olviden tras un examen. Además, parece probado que el aprendizaje es más significativo cuando emociona.
La gestión y el control de las emociones también dota a las personas de una mayor capacidad para adaptarse a situaciones cambiantes… y eso en el mundo actual es un gran valor para tener éxito. Reconocer nuestras emociones es tan importante como identificar las de los demás. La resiliencia es una capacidad que nos ayuda a ser más inteligentes en todos los sentidos.
La razón es básica para entender el mundo, la emoción es fundamental para gestionarlo. Por eso no podemos ofrecer a nuestros alumnos y alumnas una educación sin uno de estos elementos. No tiene ningún sentido perder ni un minuto de nuestro tiempo en discutir si la educación debe dejar de lado los contenidos o si la emoción no debe formar parte de la formación en nuestras escuelas. Cerebro y corazón deben formar parte de cualquier proceso de enseñanza/aprendizaje.
Dicen que la manera más rápida y efectiva de cambiar la mente de una persona es conectando con ella a través del corazón. Por eso, por mucho que a ciertas personas les cueste entenderlo, la mejor manera de que nuestros alumnos y alumnas aprendan es emocionándoles. Tú como docentes debes encontrar cuál es la mejor manera de hacerlo, porque hay múltiples formas de conseguirlo… conoces a tus estudiantes y sé capaz de encontrar aquello que les motiva.
Fuente del Artículo:
http://www.salvarojeducacion.com/2019/02/corazon-y-razon-en-la-educacion-actual.html
ove/mahv
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