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Entrevista a José Antonio Marina: «Google quiere ser la gran educadora; quiere ser el tercer hemisferio cerebral de todas las personas»

Entrevista/31 Octubre 2019/Autor: Daniel Sánchez Caballero/El diario la educación

El último libro de Marina trata de explicar la historia de la inteligencia, desde la invención de la ciudad y la vida en común hastsa el papel que juegan las grandes empresas en el desarrollo de nuevas formas de pensar y enseñar.

Entrevistar a José Antonio Marina es un problema para el periodista. Cada respuesta que da este filósofo, profesor y escritor -entre otras cosas- da pie a varias preguntas más, en un bucle sin fin hasta que se acaba el tiempo y la mitad de las preguntas que se traían pensadas en origen se quedan en el tintero. Marina está promocionando su último libro, Historia Visual de la Inteligencia (Conecta), en el que reflexiona junto al arquitecto e ilustrador Marcus Carús en el doble formato escritura-dibujo (“la palabra analiza, el dibujo concentra”) sobre la inteligencia humana, su evolución a lo largo de la historia y su funcionamiento. Utilizando la figura de Usbek, un extraterrestre que trata de comprender a la humanidad en una visita a la Tierra, el filósofo alerta en este libro sobre la teórica pero inminente llegada del cuarto gran hito en la evolución de la inteligencia humana, la que nos convertirá en posthumanos, y los peligros que encierra.

Para fijar el marco en el que nos vamos a mover: ¿cómo defines la inteligencia?

La función principal de la inteligencia es dirigir bien la conducta. Y para eso necesita manejar la información, necesita aprender con rapidez, gestionar las emociones. Y necesita -y esto ya es específico del ser humano- ser capaz de dirigir todo esto hacia metas. En los animales todo eso está dirigido hacia metas ya determinadas por el impulso o los institutos, y la inteligencia humana lo que hace es crear metas tan diferentes. Cuando analizas la inteligencia a lo largo de la historia tienes que pensar por qué se le han ocurrido cosas tan raras a lo largo de la historia. Cosas que han ido tirando del ser humano para que invente cosas nuevas. Por eso es muy expansivo, no tenemos unos sistemas de comportamiento muy predeterminados. Somos bastante libres en el sentido de que podemos elegir las metas, y entonces se pone todo el mecanismo de la inteligencia en funcionamiento: busca la información, la gestiona, se equivoca y corrige… Todo ese complejo mecanismo es en lo que consiste la inteligencia.

¿Hasta qué punto se pueden elegir las metas? ¿Crees en la libre voluntad del ser humano?

Ese es el problema. Todos creemos que podemos elegir y, sin embargo, de donde nos han venido los problemas ha sido de la neurología. Toda la teoría de la inteligencia que yo manejo comienza en la neurología y termina en la ética como forma de organizar la conducta por valores. Los neurólogos, desde hace ya bastante tiempo a raíz de los trabajo de Benjamin Libet, descubrieron una cosa muy desasosegante: que alrededor de 200 milisegundos antes de que yo decida hacer una cosa se han activado ya las zonas premotoras del cerebro. El cerebro ya lo había decidido. Parece que nosotros estamos asistiendo a algo que el cerebro ha decidido por su cuenta. Por eso los neurólogos dicen que nosotros no somos libres, porque el cerebro actúa por su cuenta. Esto es irrebatible. Se han repetido y ampliado las experiencias hasta los 8-9 segundos, que para el cerebro es mucho tiempo, y parece que ya lo había decidido. Por eso en mis discusiones con los neurólogos, en particular con Joaquín Fuster, digo que eso es verdad, pero el ser humano puede conseguir un margen de libertad grande porque puede diseñar su propio cerebro. Es como si pudieras marcar los dados. Luego los dados deciden la jugada, pero los has marcado primero. De esa manera, el cerebro va a tomar las decisiones por su cuenta, pero a partir del diseño que le he dado yo. Eso es lo que a lo largo de la historia ha intentado hacer la educación, diseñar el mecanismo que me va a dirigir. Si no lo diseñas, el cerebro va a ir por su cuenta, utilizando todas sus redes, y la neurológicamente más potente pasa a la acción. Nosotros hemos establecido sistemas de salvaguardia, hemos potenciado lo que yo llamo la aduana antes del paso a la acción. Es decir, lo que nos va viniendo son deseos, impulsos, y lo que hacemos es pararnos. Lo comparamos con los criterios de evaluación que poseo y entonces hay tres opciones: o dejo pasar a los deseos, o los anulo o pido al cerebro otra solución.

Aunque no es un concepto nuevo en tu pensamiento, en el libro hablas del “bucle prodigioso” entre inteligencia y cultura. ¿Qué es?

El asunto educativo es una evolución de la inteligencia humana interesantísima. Una parte es biología (el cerebro ha evolucionado en tamaño, en conexiones, hemos desarrollado muchísimo los lóbulos frontales, que son el director de orquesta y donde está la aduana), pero también hemos hecho lo que he llamado en otros libros “el bucle prodigioso”, por el que la inteligencia crea cultura y la cultura crea inteligencia. Se crea entonces una especie de bucle expansivo, porque la cultura permite pensar en más cosas. Un ejemplo: hay idiomas primitivos que solo tienen palabras para distinguir “uno” y “muchos”, o “uno”, “dos”, “tres”, “cuatro” y “cinco”. Si solo puedes definir hasta cinco, el pensamiento matemático que puedes tener es pobrísimo. Cuando la cultura empieza a crear anotación algebraica, no lo hace por una cuestión para matemáticos, sino para dotarnos de herramientas para pensar en más cosas. Cuando se inventa la anotación musical se pueden componer cosas que sin anotación musical no se pueden pensar. Con la anotación gregoriana solo Beethoven no habría podido pensar en conjuntos orquestales porque no tenía herramientas mentales. Ahí se produce una especie de sinergia expansiva entre lo que crea la inteligencia y después recibe. Ahora estamos en un momento especialmente notable, porque lo que recibimos son gigantescas cantidades de información y gigantescos sistemas de inteligencia artifical (IA). Estamos dando un salto cualitativo muy imprevisible. El expresidente de Facebook, después de contar las cosas fantásticas que están haciendo, dijo: “Solo Dios sabe lo que esto está produciendo en el cerebro humano”. Porque nosotros no lo sabemos. Te quedas un poco sobrecogido.

En el libro mencionas algunos “hitos” en la historia de la inteligencia. ¿Hablamos de episodios concretos, de grandes cambios…?

Seguramente pueda haber más, pero yo creo que ha habido tres grandes giros en la marcha de la historia de la humanidad. Una vez consolidados como especie, es decir, cuando ya teníamos el cerebro que tenemos ahora (las variaciones fueron de hace unos 200.000 años), hemos creado el lenguaje, ha aparecido el Sapiens. Somos humanos. ¿Qué hacemos? Empezar a crear cultura. En esa evolución hay tres grandes giros que determinan todo lo demás. Uno es cuando nuestros antepasados dejan de vivir en hordas nómadas dedicadas a la recolección. Se estabilizan, se hacen sedentarios y crean ciudades. No es un cambio externo, influye en el modo de configurarse la inteligencia. Empieza a pensar en otras cosas, a hacerlo con otras personas. En las ciudades se estimula mucho la invención, la competición. Aparece algo importantísimo con la agricultura: empieza a haber excedentes. Hasta entonces se consumía lo del día. Cuando empiezas a tener más bienes de los que puedes consumir empieza la riqueza y la propiedad. Eso desencadena una serie de fenómenos que duran hasta ahora. Hace falta organizar la propiedad, la gente se une para defenderse. Se separan las clases, se crea el protegido y el que protege. Fuera de la ciudad están los nómadas que la quieren asaltar, hay que organizar un ejército, servicios comunes. El cerebro de nuestros antepasados no podía interaccionar con más de 100-120 personas. Cuando aparecen las ciudades tiene que crear incluso otro tipo de sentimientos para poder relacionarse con gente que no es de su familia. Y tiene que crear normas de conducta, someter los impulsos a normas establecidas para resolver conflictos. Creo que es el primer gran giro de la inteligencia. Una de las cosas que sucede es que aparece la escritura, que no es solo una herramienta para comunicarse, también para pensar. Gracias a la escritura yo puedo pensar en cosas que antes no podía. Imagina las matemáticas. Sin la escritura algebraica a partir de un punto no podemos pensar. No podemos hacer una multiplicación un poco complicada sin poder escribirla. Aparecen muchos sistemas políticos. Luego aparece otro invento casi tan importante como la escritura, el dinero. El dinero es un invento absolutamente fascinante. Supone reducir todo intercambio a un intercambio con una herramienta simbólica que no significa nada, pero a la vez puede significar todo. Es un mundo que ya entra en las ficciones.

El segundo gran eje axial es que entre el 750 y el 350 antes de nuestra era la inteligencia, que ya se había acostumbrado a tratar sociedades más extensas y se somete a normas y crea figuras de poder, parece que se vuelve hacia sí misma. Son unos siglos muy reflexivos, en los que las ficciones intentan plantear problemas nuevos, y aparecen las grandes religiones. En ese periodo aparece Buda, Confucio, los profetas de Israel… Y tienen una particularidad: en ese momento Dios se convierte en bueno. Hasta ese momento era el poder absoluto. Entonces se hace el poder bueno y los seres humanos empiezan a relacionarse de distinta manera respecto del futuro, de la muerte y del poder. Al mismo tiempo, el poderoso se aprovecha de las religiones, de manera que hay un juego muy interesante que a partir de los profetas de Israel se prolonga en la misma tradición, con Jesús de Nazaret y Mahoma, el considerado último profeta. Aparece también Sócrates como una forma de reflexión sobre uno mismo. Es un periodo sorprendente en la historia de la inteligencia, que se hace metacognitiva y el hombre empieza a reflexionar sobre sí mismo en relación con todo y los dioses.

El tercer gran cambio que me interesa destacar es cómo todo este sistema (vivir en la ciudad y los sistemas religiosos) nos está proporcionando una idea de sumisión, de obediencia a la norma y al poderoso (Dios). Aparece una cultura de la obediencia. Por ejemplo, en la filosofía escolástica la virtud principal del ser humano es la obediencia a la norma o a la verdad o a Dios. A partir del Renacimiento aparece una valoración de la inteligencia, pero ya individual. Tengo que fiarme de la inteligencia, pero de la mía, de mi capacidad de razonamiento, de alcanzar la verdad. Empiezan a pasar cosas: el individualismo del Renacimiento, la apelación a la propia conciencia del Protestantismo y el descubrimiento de la ciencia como algo más allá de la religión, como el propio desarrollo de la razón. Entonces empieza la idea de la inteligencia que se rebela, que va a definir su propia independencia. Y empieza a pensar en otro tipo de derechos. Ya no son concedidos por Dios, son inventados por la inteligencia. Aparece la Ilustración y las grandes revoluciones políticas. En esas estamos. Ahora, viendo si hay un cuarto giro, que sería el tecnológico. La idea del libro es que estamos justo en este momento y antes de meternos en otro giro vamos a comprender bien lo que nos han traído hasta aquí.

“Antes de meternos en el giro”, dices. Pensaba que los giros pasaban por sí mismos, más que meternos como una cuestión voluntaria. ¿O nunca habíamos sido conscientes y ahora sí y esa es la diferencia?

Esa es la cuestión. Ahora somos conscientes de lo que está pasando y los cambios que está habiendo. Tenemos más capacidad de reflexionar sobre las herramientas que tenemos. Se habla —con una cierta euforia un poco tonta, me parece— de que primero era en el año 2050 y ahora se ha adelantado a 2040 cuando aparecerá una nueva especie humana, eso que se llama “la singularidad”. Explicádmelo un poco. Cada vez recibo más libros sobre transhumanismo y la era posthumana. ¿Esto exactamente de qué va? Es el momento en que se apliquen a la especie humana los recursos tecnológicos que ya tenemos o los previsibles: la mejora genética, potenciadores cerebrales, sinergias entre la IA y la tecnología. Elon Musk, el dueño de Tesla, ha fundado una empresa para estudiar los microimplantes neuronales electrónicos en el cerebro directamente. ¿En serio? Y tanto. También están convencidos de que van a crear una súperinteligencia. Se leen estas cosas que parecen anecdóticas: Google va muy avanzado en la creación de la computadora cuántica. O sea, una empresa privada —la misma que maneja un porcentaje altísimo de toda la información que existe, de la que todos nuestros alumnos dicen: “¿Para que voy a aprender esto, si está en Google?”, por la que estamos desatendiendo las capacidades del individuo y vamos a empezar a confiar cada vez más en ella— te dice que puede hacer en un segundo lo que los computadores más avanzados que tenemos ahora tardarían 10.000 años. Pues no sé qué vamos a hacer con esto. Se está creando un manejo de la información en el que los únicos que van a poder comprender la información que maneja un ordenador son otros ordenadores, con lo cual todo se va a conversar entre ordenadores. Eso te deja un poco raro, porque se empieza a tratar un tema, que es: ¿Necesitamos comprender las cosas o basta con que las entienda el ordenador?

Espero que la pregunta no sea para mí.

Hay un psico-filósofo informático, Daniel Dennet, que tiene un libro llamado De las bacterias a Bach que plantea qué pasa si de repente decidimos que ya no necesitamos nada porque basta con que lo entiendan los ordenadores. ¿Eso nos afecta? Él se asusta y cree que nos afecta y mucho, porque está bien que nos baste con usar algo como el móvil, aunque no comprenda la mecánica. Si ya pasamos a las instituciones humanas, el asunto es más complicado si no las entiendo y me limito a usarlas. ¿Y de las personas? ¿Qué pasa si no importa comprenderlas y solo necesito usarlas? Todo se complica. Yo ahora escribo muchísimo que necesitamos comprender. Este libro está en eso. Necesitamos comprender qué está pasando, qué usamos, hacia dónde vamos. Si no, se va a producir una dinámica muy autónoma que es que la técnica produce técnica. Y la técnica que produce dinero produce técnica que produce más dinero. ¿Qué pasa con esto? En las grandes universidades americanas hay departamentos enteros dedicados a averiguar cómo inducir creencias a través de procedimientos informáticos… Esto me lleva al Cambridge Analytics y a la influencia aceptada de que me cambien las reglas sin que me dé cuenta porque no me importa mucho. Si me dan comodidad, ¿para qué quiero comprender esto? Miremos, por ejemplo, el mundo educativo. Lo que está pasando sin que nos demos cuenta es muy grave. Los sistemas estatales de educación se están quedando atrás. Ni saben por dónde van, ni invierten en investigación en educación, mientras las grandes compañías informáticas se están gastando miles de millones en ver cómo se forma la gente. Han descubierto que va a ser el próximo negocio del trillón de dólares y se quieren quedar con él. Google quiere ser la gran educadora. Lo dicen con una frase que suena ingenua, pero que ellos se toman en serio: quiere ser el tercer hemisferio cerebral de todas las personas. ¿En serio? En serio. Que no podamos funcionar sin Google. Bill Gates (Microsoft) también está metido. Me da la impresión de que en el mundo educativo más formal nos vamos a ver desbordados pronto. Y tienen el afán de quedarse con el negocio, no hay teorías conspirativas. Quieren enseñar matemáticas, pero quieren que las aprendas con sus herramientas.

Última pregunta, que se me acaba el tiempo que tengo. Al final del libro planteas una conversación (no daremos más datos para no revelar demasiado) que pinta un panorama, a mi juicio acertado pero muy duro, de la situación actual de las sociedades, hablando de la desigualdad y el individualismo, aunque con un giro esperanzador al final.

Usbek [el extraterrestre que hace las funciones de hilo conductor en el libro] habla de una sociedad hacia la que previsiblemente vamos, que tiene sus cosas buenas: viviremos más tiempo, más cómodamente, pero estamos tan convencidos de que la tecnología y el conocimiento son tan importantes, que hemos olvidado otra línea de acción que la inteligencia, digamos pretecnológica, tuvo, que es que mientras había una línea que era la razón-la ciencia-la tecnología-la economía-la razón, etc. había otra que era el comportamiento-la convivencia-las emociones-los derechos-las nuevas éticas-el concepto de dignidad. Pero se han ido separando, y nos hemos puesto a pensar que la tecnología era la que nos resolvía los problemas, y hemos olvidado lo otro. Hay que cuidarlo, porque estamos aún a tiempo de no cometer esa equivocación. Sigo muy de cerca lo que está pasando en China, porque puede ser un adelanto de lo que está por venir. Todo el mundo la considera una gran potencia económica. También es una gran potencia tecnológica y, además, quiere ser una potencia cultural, demostrar que su modo de vida es mucho más beneficioso para el ciudadano que el modo de vida occidental. Y lo dicen: “Al modo de vida occidental se le sacó la idea de que el valor principal era la libertad. Nosotros -lo han explicado en los dos últimos congresos del Partido Comunista- no pensamos que el principal valor sea la libertad, como somos confucianos (ya no dicen marxistas), para nosotros el valor principal es la armonía”. Y para conseguir la armonía no necesitamos libertad, necesitamos premiar las conductas buenas y castigar las malas. ¿Cómo lo vamos a hacer? Ya han aplicado esto a 100 millones de personas: cada uno tendrá su historial propio, que incluirá las multas que tiene o las cosas buenas que haga. Y cuando vayas a pedir algo mirarán ese historial. Tienes muchos puntos a favor, te costará todo menos. Podrás ir a las mejores universidades o viajar al extranjero por ser buen ciudadano. Con otros no interesará ni que vayan a la universidad porque son un desastre. Eso nos va a tentar con mucha facilidad.

Fuente e imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/10/31/google-quiere-ser-la-gran-educadora-quiere-ser-el-tercer-hemisferio-cerebral-de-todas-las-personas/

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10 libros para acercar la Filosofía a todos los públicos

Por: Marta Moreno.

Iniciamos una recopilación de obras que tienen como protagonista a la filosofía y cuyo objetivo es acercar a cualquier persona la esencia de esta disciplina y dejar clara su conexión con el desarrollo personal a través de un lenguaje cercano y sencillo.

Aunque la Filosofía es una de las materias que más conexión guarda con la esencia del ser humano, si no se explica de forma amena y didáctica, en ocasiones puede resultar difícil de comprender. Para facilitar esta tarea, hay libros para acercar esta materia a todos los públicos dada la sencillez con la que tratan el pensamiento de los diferentes filósofos de todas la épocas. Con el fin de que cualquier persona entienda el verdadero significado de la Filosofía, hemos recopilado algunos títulos que explican de manera sencilla muchas de las cuestiones relacionadas con ella.

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1De Batman a Platón

Educar a niños sanos y emocionalmente felices es una de las mayores preocupaciones de cualquier padre. Pero, ¿cómo conseguirlo? Por medio de una formación que les haga capaces de enfrentarse a las dificultades que se van a encontrar por el camino. El autor aporta las pautas de actuación basadas en el sentido común y en el pensamiento de algunos de los grandes filósofos de la historia para que, gracias a ellas, los niños aprendan a entender y a tomar decisiones por sí mismos en el día a día de manera autónoma.
Autor: José Carlos Ruiz. Editorial: Almuzara

 

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2Viaje a la sabiduría

Vivir la vida de manera intensa y plena requiere una actitud decidida para afrontar con éxito los grandes retos de la existencia, los cuales muchas veces se evitan por comodidad o rutina. En sus más de 75 capítulos, este pensador y doctor en Filosofía invita al lector a viajar de forma filosófica para reflexionar sobre los asuntos más importantes de la vida. Lo hace a través de una serie de textos breves dedicados a algunos de los pensadores más importantes de la historia.
Autor: Antonio Fornés. Editorial: Diéresis

 

Así es la vida

3Así es la vida

En este libro se recopilan algunas de las soluciones que Tomi Ungerer, autor e ilustrador francés, ofreció como respuestas a las preguntas más inocentes que le fueron elaborando los niños a lo largo de los años. Cada una de ellas es un destello filosófico de pura inteligencia para todas las edades, pero lo son especialmente para los adultos que tienen mucho que aprender del niño que fueron un día. Tanto la formulación de la pregunta como la forma que da al autor a cada una de las respuestas pueden servir en clase para acercar esta materia a los estudiantes.
Autor: Tomi Ungerer. Editorial: Blackie Books

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4Filosofía explicada en once frases

Profesor de Filosofía de la Universidad de Buenos Aires (Argentina), Darío Sztajnszrajber es conocido por impartir charlas al aire libre y conferencias en las que acerca el mundo de la filosofía a todos los públicos de una manera diferente, algo que también realiza en sus clases. En su última obra lo hace a través de una historia novelesca: después del asesinato de un joven en el metro de Buenos Aires, intentará descubrir las causas basándose, para ello, en las reflexiones de once pensadores clásicos.
Autor: Darío Sztajnszrajber. Editorial: Ariel

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5El niño filósofo

Una guía para docentes y familias en la que el autor, profesor de Filosofía en la Escuela Sadako de Barcelona, reflexiona sobre la importancia de esta asignatura en Educación Infantil. En su opinión, su estudio ayuda a formar ciudadanos más libres y críticos. El libro se estructura en dos partes: la primera, una extensa reflexión sobre por qué la filosofía debería ser materia obligatoria en todas las etapas educativas, y la segunda, en la que se recoge la opinión de 14 filósofos sobre cuestiones relacionadas con el desarrollo infantil.
Autor: Jordi Nomen. Editorial: Arpa

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Fiosofía para bípedos sin plumas

6Filosofía para bípedos sin plumas

Una visión irreverente y humorística de las teorías de los principales filósofos que ayudarán al lector a reflexionar sobre el origen del universo y los límites del conocimiento. Lejos de ser teórica, esta obra está escrita en un lenguaje muy ameno e incluye diferentes dibujos, fotografías e ilustraciones desenfadadas que completan las explicaciones. Está escrito por Daniel Rosende, profesor de Filosofía y autor de ‘Unboxing Philosophy’, un canal de YouTube de filosofía académica que muestra temas relacionados con esta materia en formato digital.
Autor: Daniel Rosende. Editorial: Martínez Roca

 

Lecciones preliminares de filosofía

7Lecciones preliminares de filosofía

Después de impartir un curso en la universidad argentina de Tucumán en 1937, el filósofo español Manuel García Morente dejó algunas reflexiones muy interesantes. En ellas, explica la historia de la filosofía del ser y del conocer, desde los pensadores presocráticos hasta Husserl o Heidegger. Muchas de ellas están recogidas en esta obra y, a través de su lectura, será posible entender el porqué y el cómo la humanidad ha llegado a ser lo que es en la actualidad.
Autor: Manuel García Morente. EditorialEdiciones Encuentro

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Viaje al centro de la filosofía

8Viaje al centro de la filosofía

Diluir las diferencias entre las cuestiones teóricas de la filosofía y las futilidades que se desvían de ellas es una de las premisas de esta obra, escrita por el asesor filosófico de la conocida serie televisiva ‘Merlí’. Hace especial hincapié en que esta materia surge de las posturas singulares de los pensadores ante la realidad y sus aventuras por el mundo de la reflexión y expone diferentes anécdotas personales sobre los autores clásicos con el fin de que el lector aprenda a razonar.
Autor: Nemrod Carrasco. Editorial: Paidós

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9El arte de pensar

Según su autor, el arte de pensar se reduce a conocer las circunstancias que nos rodean y saber interpretar adecuadamente cada contexto. Si tenemos clara esta premisa, la decisiones en torno al proyecto de vida que queramos plantearnos, tendrán mucha más probabilidad de éxito. Para poder alcanzarlo, alude al pensamiento de los grandes filósofos ya que, para él, su legado es uno de las armas más potentes para estimular el pensamiento crítico de cualquier persona.
Autor: José Carlos Ruiz. Editorial: Almuzara

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10El niño filósofo y el arte

Segunda parte de ‘El niño filósofo, este ensayo  traza los puentes entre la filosofía y el arte con un objetivo claro: promover el desarrollo del pensamiento creativo y la sensibilidad estética en la infancia. Está dividido en dos partes diferenciadas: una teórica y otra en la que propone actividades para realizar con los niños basadas en recursos musicales, plásticos, literarios y fotográficos.
Autor: Jordi Nomen. Editorial: Arpa

Fuente de la reseña: https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/libros-acercar-filosofa-todos-los-publicos/107723.html

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Eduard Punset sobre la inteligencia y el aprendizaje

Redacción: National Geographic

«El viaje más emocionante» es el título de este editorial de la revista especial «National Geographic Cerebro y Emociones» publicado en 2010 y en el que el famoso divulgador nos explicó por qué la ciencia se ha inmiscuido de un tiempo a esta parte en campos tan trascendentales como la salud mental, la educación o la vida empresarial de las personas.

De unos años a esta parte hemos empezado a reflexionar -y, en cierto modo, a inventar- la inteligencia emocional, la inteligencia social y el aprendizaje social y emocional. Se trata de tres conceptos que están ya siendo aplicados en campos tan trascendentales como la salud mental de las personas, los sistemas educativos y la vida corporativa.
Las 15 frases más inspiradoras de Eduard Punset

En primer lugar, por el hecho insólito de que la esperanza de vida se haya casi triplicado en los últimos 200 años. Los recién nacidos en este nuevo siglo dispondrán, en promedio, de 40 años de vida redundante en términos biológicos. Una vez cumplidos los cometidos evolutivos como el de perpetuar la especie, nos siguen quedando a los humanos varias décadas para plantearnos misiones, objetivos y procesos que hace sólo unos años no nos hubiéramos podido ni siquiera imaginar. Por primera vez en la historia, la gente puede sustituir la vieja e inconclusa pregunta de si hay vida después de la muerte por la constatación de que hay vida antes de la muerte, que merece la pena vivirla.

Por primera vez en la historia podemos cambiar la pregunta de si hay vida después de la muerte por la constatación de que hay vida antes de la muerte y que merece la pena vivirla

El Segundo factor responsable de este cambio radica en la revolución tecnológica, que está permitiendo medir por primera vez los procesos internos como el estrés, la actividad cerebral y hasta la propia capacidad de aprender e imaginar. Las técnicas, basadas la mayoría de ellas en las resonancias magnéticas funcionales, han permitido a los científicos diferenciar los papeles desempeñados por el entorno y por la genética, y calibrar el impacto mental del aprendizaje o, simplemente, del paso del tiempo en el entramado neuronal. Esta entrada en tromba de la ciencia en la gestión de las emociones representará un alivio insospechado para la gente. A eso me refiero cuando hablo de la irrupción de la ciencia en la cultura popular.

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¿A qué edad alcanzamos el punto máximo de inteligencia?

Por BBC Mundo

En 1905, Albert Einstein tuvo su llamado «año milagroso»: escribió cinco influyentes investigaciones científicas que incluyen, por ejemplo, la ecuación más famosa de la historia de la ciencia (E=mc2).

Tenía solo 26 años.

«Mi supervisor de doctorado, un hombre brillante e inspirador, solía decirme en broma que la plenitud de su carrera había pasado y que estaba en mí lograr el descubrimiento que le diera el premio Nobel a nuestro equipo», cuenta la astrofísica Sabrina Stierwalt en su podcast «Everyday Einstein».

La comparación que hacía el docente entre el «año milagroso» de Einstein y su joven estudiante no solo servía como motivación.

También caía dentro de un patrón socialmente aceptado de que las habilidades cognitivas alcanzan su punto máximo a los 18 años para luego comenzar su inexorable caída.

Esta idea se ve reforzada con el hecho de que, a medida que van pasando los años, el cerebro se va deteriorando y, junto con él, las habilidades de crear, razonar y memorizar información.

Pero ¿eso quiere decir que los adultos jóvenes están en el punto máximo de inteligencia? ¿Qué hay del valor de la experiencia acumulada con los años?

Capacidades por edad

«En cualquier edad estás mejorando en algunas cosas, estás empeorando en otras cosas y estás en una meseta en otras más», dice Joshua Hartshorne, autor principal del mayor estudio sobre capacidad cognitiva en relación a la edad, en declaraciones al portal MIT News.

El trabajo de Hartshorne, publicado en 2015 por la revista Psychological Science, evaluó a más de 48.500 individuos mediante una serie de pruebas online y luego cruzó la información con experimentos realizados en persona en grupos pequeños.

Gráfico de edad de rendimiento máximo según tareas cognitivas.

Según el estudio, «algunas habilidades alcanzan su punto máximo y comienzan a decaer tras la secundaria; algunas habilidades se estancaron en la adultez temprana, comenzando a disminuir en los años 30; otros no alcanzan su punto máximo hasta los 40 o más tarde».

Por ejemplo, la habilidad de procesar información rápido tiene su punto más alto a los 18 y 19 años.

A los 25 años, en cambio, se alcanza el máximo en memoria a corto plazo, la cual se mantiene por una década antes de comenzar a decaer.

Y la habilidad de comprender las emociones ajenas no logra su plenitud hasta los 40 o 50 años.

De hecho, esta investigación conjunta de la Universidad de Harvard y MIT descubrió que algunas llegan a su esplendor en la tercera edad.

Señora mayor leyendo.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEntre los 65 y 75 años se alcanza el punto máximo de adquisición de vocabulario, según un estudio de la Universidad de Harvard y MIT.

A diferencia de lo que indicaban estudios previos, en pruebas de vocabulario (dar la definición a palabras) los que mejor desempeño tuvieron fueron aquellos que estaban entre los 65 y 75 años.

«Estábamos mapeando cuándo estas habilidades cognitivas tenían su punto máximo y vimos que no había un solo pico para todas la habilidades. Estaban por todas partes», agrega Hartshorne a MIT News.

Fluida versus cristalizada

Stierwalt explica en su podcast que estos descubrimientos se deben a que nuestra inteligencia es multifacética.

Por un lado, dice, «tenemos inteligencia fluida, que es nuestra capacidad de pensar rápidamente, resolver nuevos problemas e identificar patrones«.

Esta es la que, en general, tiene su punto máximo en la juventud.

Pero, continúa, «también tenemos lo que los psicólogos denominan inteligencia cristalizada, que refleja nuestro conocimiento aprendido y nuestra capacidad para relacionarnos con nuestro entorno«.

Aquí es donde la experiencia de los años es lo que más pesa.

Estudiantes en un salón.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLas pruebas estandarizadas de coeficiente intelectual suelen medir la llamada «inteligencia fluida».

Las pruebas de coeficiente intelectual suelen medir el primer tipo de inteligencia y por eso a lo largo de la historia, distintos estudios han demostrado que los jóvenes obtienen mejores resultados que los adultos.

Sin embargo, según afirma el psicólogo Phillip L. Ackerman en un estudio publicado en el Journal of Gerontology en 2016, «muchas tareas intelectualmente exigentes del mundo real no pueden realizarse sin un vasto repertorio de conocimientos declarativos y habilidades procedimentales».

En otras palabras, dice, nadie le pediría al novato con el coeficiente intelectual más alto que realice una operación cardiovascular por delante de un experto de mediana edad.

Tampoco se esperaría que un estudiante universitario de primer año logre una tesis doctoral con el nivel que lo haría otro con mayor trayectoria académica y experiencia empírica, agrega.

Por eso, Ackerman insiste en que no hay que confundir conocimiento con inteligencia.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-47523412

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La culta inteligencia y el analfabeta

Por: Rose Mary Hernández Román

No saber  leer y escribir es cuestión de oportunidades de vida, de esas posibilidades a las que no todos pueden llegar en un momento determinado para asistir a una escuela y así formarse en intelecto para el futuro. Vivir de  manera desprovista económicamente hacen la existencia  un sueño, cargado de ilusiones y que visiona la manera para dejar de ser analfabeta.  El analfabetismo tiene muchas presentaciones, el más dañino es el emocional, ese que vemos cuando al cerebro le falta corazón.

Son muchas las personas que ante ciertas circunstancias estrechas y, a pesar de ser hábiles en el dominio de múltiples competencias, disponen de un sinfín de títulos académicos,  hacen la misma gestión emocional, a tal punto que, se convierte en una cultura en grupos con tendencias  a romper con las conexiones sociales que deben predominar desde la inteligencia.

Los sabios han plasmado sus ideas para que en tiempo de luchas otrxs las asuman con o sin conciencia. El analfabeta desescolarizado en su lucha es quien hace real el sueño de los pensadores, influenciados por enfoques ideológicos, sociológicos, filosóficos e históricos de quienes planean la vida en control y dominio. Esto refleja una  característica propia de las sociedades sumisas, chocantes con la verdad que afecta los intereses de otros.

No es erróneo suponer que los analfabetos funcionales  son casi siempre los desocupados y excluidos de las grandes corrientes de economía y de tecnología moderna. Pero hay un analfabetismo que preocupa aún mucho más a la sociedad moderna, que se reproduce en profesionales que se muestran por desconocimiento y apatía en el aislamiento cultural y cívico. Un sentimiento muy propio de nuestra época, que dibuja frustración en cuanto a temas de orden educativo, económico, político, sociales…

Mi sueño es que   que  líderes de una Universidad muestren su culta inteligencia,  no sean analfabeta en ninguna dimensión y los exhortos a que deberían ser también los más evolucionados conscientemente; esto con el fin de que todos sus intereses y su energía estén canalizados en servir en todo su elemento a la  profesión que representan.  Lo más importante en este momento es regresar a nosotros mismos y adquirir un nuevo nivel de responsabilidad cívica en la comunidad donde nos desenvolvemos.

Vivan los profesores universitarios, viva la universidad. Vivan sus líderes y lideresas. Viva la Educación.

 

 

 

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Nuño Domínguez: “Si existiera otra inteligencia en la galaxia ya nos habría dominado”

Redacción:  El País/Entrevista

El científico busca en los agujeros negros la gran teoría unificadora de la física

A la teoría de la relatividad le falta una pieza crucial: explicar cómo actúa la fuerza de la gravedad en el mundo de las partículas elementales, las piezas más pequeñas e indivisibles de la materia. En ese universo diminuto las normas de la física con las que estamos más familiarizados se desbaratan y entran en vigor las de la mecánica cuántica. Quienquiera que conecte ambos mundos tendrá la codiciada teoría de todo, explica Gerard ‘t Hooft (Países Bajos, 1946), físico teórico y ganador del Nobel de Física en 1999. “Ahora lo importante es hacer las preguntas adecuadas y en esto es en lo que más puedo contribuir”, explica durante una reciente visita a Madrid para impartir la conferencia Cómo los agujeros negros nos pueden ayudar a encontrar una teoría del todo en la Fundación Ramón Areces.

Respuesta. No, el universo es ciertamente complejo. Todo comenzó con un punto extremadamente pequeño que se expandió muy rápido, formó estrellas, planetas, lunas, gas, nébulas, galaxias… Algunos de estos planetas tienen vida, y la vida es en sí una de las cosas más complejas que podemos concebir. Debería ser posible describir toda esta complejidad extrema con ecuaciones de extrema sencillez, la mayoría de los físicos teóricos lo pensamos. Pero ni siquiera sabemos cómo empezar a formularlas, ni hablar de resolverlas. El modelo estándar de la física de partículas, que es por ahora lo mejor que tenemos, contiene muchas cosas que no entendemos. Comprendemos el idioma, pero hay palabras que no conocemos ni sabemos de dónde vienen. Si tuviéramos una buena teoría de la gravedad cuántica tal vez lo supiéramos.

Creo en el progreso a través de la diversidad

P. ¿En qué consiste su propuesta?

R. La teoría de gravedad dr Einsteinpredice que si hay suficiente materia concentrada en un volumen pequeño, ese objeto se atraerá tanto a sí mismo que se convertirá en un agujero negro. Los físicos comienzan ahora a obtener por primera vez señales directas de las fuerzas de gravedad que causan dos agujeros negros al chocar. En estos casos se trata de agujeros negros muy grandes, pero en principio existen también agujeros muy pequeños con efectos al nivel de las partículas elementales, los agujeros negros cuánticos. Si existen, es interesante saber cómo se comportan, y yo estoy convencido de que mi teoría, mis respuestas a estas preguntas son correctas.

P. ¿Menciona la vida en otros planetas, cree que los humanos la encontraremos?

R. Lo dudo muchísimo. Las condiciones para la vida son tan difíciles de encontrar que me sorprendería mucho si se dieran en muchos planetas. Por supuesto hay planetas en los que sucede y eventualmente los descubriremos, pero pueden pasar cientos de miles o millones de años. No creo que se encuentre pronto.

P. ¿Cree que contactaremos con otras inteligencias?

R. Si hubiera muchas inteligencias en nuestra galaxia deberíamos haber sabido de ellas ya. De hecho si existieran estaríamos totalmente controlados, seríamos como animales en un zoo. Esto no ha pasado, lo sabríamos si hubiera sucedido. Una vaca en un prado sabe que existen humanos que de una forma u otra la dominan. Los humanos somos como vacas, pero en nuestro prado no hay más que naturaleza y otras vacas, ninguna inteligencia superior a nosotros.

P. ¿Qué tipo de experimentos serían necesarios para demostrar que su teoría es correcta?

R. Tenemos que pensar en el mayor número de experimentos diferentes posible. Intentar cosas arriesgadas, locas. La historia nos muestra que siempre ha habido alguien dispuesto a hacer un experimento aparentemente absurdo y consigue grandes resultados. Creo en el progreso a través de la diversidad.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/11/08/ciencia/1541689166_432513.html

 

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