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Política, ideología y educación en Colombia

Por: Carlos David Martínez Ramírez

“Debemos exigir claridad en los planteamientos de las instituciones y el fortalecimiento del pensamiento crítico para que las nuevas generaciones sean agentes de cambio”

Mediante la educación se transmiten ideologías y posturas políticas. Esta es una realidad de la cual se habla muy poco en Colombia, excepto cuando algún grupo con poder siente que existe un riesgo de que esa transmisión pueda afectar sus intereses. Ejemplos recientes son el proyecto de ley con el que se intentó limitar la libertad de cátedra y cuando se acusó al Ministerio de Educación Nacional de querer transmitir una supuesta ideología de género.

Al igual que en el periodismo, quienes se desempeñan en el campo educativo no deberían jugar a ser neutros sino aclarar sus ideologías y plantear posturas que permitan contradicciones y discusiones críticas. De esta manera, vale aclarar que el hecho de que se transmitan ideologías y posturas políticas en la educación, no es equivalente a plantear que se pretenda siempre el adoctrinamiento de los estudiantes en función a las creencias del docente.

Napoleón fue uno de los primeros en hablar de un cuerpo docente como la punta de lanza para adoctrinar a la población mediante los procesos educativos. Incluso en la Francia contemporánea también se han hecho acusaciones relacionadas con la intención de transmisión de una ideología de género (allá la denominan teoría de género).

En el caso de la historia reciente colombiana, en la década de 1980 se reguló ampliamente los lineamientos curriculares que debían seguir las instituciones educativas; después, el Movimiento Pedagógico reaccionó exigiendo, entre otras cosas, libertad de cátedra; esta situación, unida con las políticas neoliberales en  la década de 1990, confluyó para que entre 1991 y 1994 se estableciera una normatividad que apostaba por la descentralización en la educación. De esta manera, resulta casi imposible pensar en el siglo XXI que el gobierno central pueda exigir una transmisión ideológica mediante las escuelas. Quien conoce esta historia no se come ese cuento de la ideología de género.

Un ejemplo muy claro de transmisión ideológica mediante la educación en Colombia lo podemos encontrar en el siglo XIX, cuando los liberales radicales buscaron promover mediante la educación convencional las bondades del federalismo en los Estados Unidos de Colombia (como se denominó el país en 1863). Paradójicamente se pretendía una educación descentralizada (con la lógica federalista), pero con la centralización en la ideología que se buscaba promover: que el federalismo era la mejor opción para el país.

En el caso de algunas élites ricas o la aristocracia, como se prefiera, en diferentes países se prefiere optar por la educación en casa, usualmente con excelentes profesores, los “mejores” de cada disciplina o haciendo énfasis en los campos que a la familia más le conviene de acuerdo a sus intereses económicos y/o políticos. Otrora una práctica común era el tour, un viaje mediante el cual los jóvenes conocían otras regiones, por lo general países más avanzados que el propio y aprendían las mejores prácticas administrativas o de gobierno, las cuales replicarían al volver a su país de origen en las empresas o los negocios familiares.

En el caso de Colombia recientemente se han adelantado investigaciones sobre la educación sin escuela. Algunos critican que los padres no deben reemplazar la labor de la escuela, otros critican que estos enfoques pueden buscar que la educación convencional pierda poder. Lo cierto es que el Estado debe garantizar diferentes opciones educativas para todas las familias, sin importar si sus decisiones se basan en criterios políticos o de otro tipo.

Pretender que la educación sea neutra políticamente es una muestra de desconocimiento e incluso de ignorancia con relación al funcionamiento de las lógicas políticas. Si exigimos una educación neutra estamos promoviendo una educación mediocre. Lo que debemos exigir es claridad en los planteamientos de las instituciones y el fortalecimiento del pensamiento crítico para que las nuevas generaciones sean verdaderos agentes de cambio.

Fuente: https://www.las2orillas.co/politica-ideologia-y-educacion-en-colombia/

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Indonesia: Transforming Indonesia’s education system, one classroom at a time

Ideas of teaching: Former Education and Culture Ministry undersecretary Fasli Jalal discusses the use of local languange in educating children with teachers (left to right): Nurdiana of Bima, West Nusa Tenggara Susana; Santi of East Sumba, East Nusa Tenggara; Johnny Tjia from Yayasan Sulinama, and Petrus Lambe from the Suluh Insan Lestari (SIL). (INOVASI/-)

There is a quiet revolution going on in Indonesia’s education system and it is happening across the nation, in classrooms, in schools, on remote islands, in jungle river communities and in big cities. The revolution has the potential to dramatically improve Indonesia’s human resource capabilities, which is a major priority for the economy. Since Indonesia gained independence in Aug. 17, 1945, education has focused on a one-size-fits-all approach. The aim was to ensure that every Indonesian citizen could speak the national language, that every citizen understood the national ideology of Pancasila and that every citizen could meet the standard requirements of literacy and numeracy. Now there is a new agenda for education. The 21st Century demands not just uniformity, but creativity, problem solving and creativity, problem solving and critical thinking.

Fuente de la información: https://www.thejakartapost.com/life/2019/06/17/transforming-indonesias-education-system-one-classroom-at-a-time.html

 

 

 

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Valeska Céspedes: «La escuela no es (sólo) la sala de clases»

 

La escuela tradicional, masiva, industrializada, reproductora, está exhausta. Algo que está exhausto es algo que está “vacío de fuerzas”. La función pedagógica de esta escuela y el sistema educativo que lo sostiene está muy debilitada y sobrevive, con tedio y desesperanza, porque sus funciones son otras: disciplina, control social, reproducción, selección, creación de mercados educacionales, etc. Pero siempre la escuela ha estado exhausta y siempre ha generado insatisfacciones e insatisfechos. Desde el principio de los tiempos alguien pensaba que tenía algo que decir y se reunía a hablar con otros fuera de la doxa y extramuros. O al revés: unos cuantos inquietos buscaba alguien que consideraban que tenían algo que decirles. La escuela no siempre ha sido como es ahora y, por lo tanto, no tiene porqué seguir siendo como es: “la eternidad y pretendida universalidad de la escuela” es una ilusión.

ValeskaEn Limache, Región de Valparaíso, tierra fecunda pero amenazada por la falta de agua como muchas otras tantas regiones chilenas y el mundo, conversamos con Valeska Céspedes, profesora y Directora de la Escuela Libre y Ecológica Kimün, que nace en el interior, físico, ideológico y valórico de la experiencia comunitaria de “Bello Barrio”.

Bello Barrio es una comunidad originada desde un comité de vivienda en Altos de San Roque producto de una toma de terreno. Este grupo, muy diverso internamente, se organiza y decide desarrollar un proyecto habitacional de forma autónoma, sin el Estado. El grupo se planteó ser una comunidad abierta y tener una relación activa con el entorno, en este caso, el barrio de La Paloma de Limache.

La entrevista se ha hecho en dos tiempos, con un año y medio de diferencia. Le hemos entregado la primera parte y le pedimos a Valeska que reflexione sobre lo que ha pasado en este período y agregue sus comentarios.

Cuéntanos acerca de la experiencia de la escuela… 

Venimos de la experiencia de la Educación Popular, y Kimün es un proyecto de Escuela Ecológica y Comunitaria, con un enfoque pedagógico centrado en la Educación Social y el Aprender Haciendo. Tiene como propósito co-construir el aprendizaje desde el juego, la investigación y la acción, con metodologías participativas: trabajo grupal, talleres, proyectos y tutorías. Promovemos valores como la inclusión, el respeto y el cooperativismo, re-significando el mundo y el entorno local. Kimün, actualmente, es una experiencia que depende del Centro Cultural y Educacional Kimün, en donde participan vecinos y vecinas del sector La Paloma, territorio en el que está inserta la Escuela. Actualmente, recibimos aportes voluntarios de vecinos del sector y de las familias de niños, niñas y jóvenes que participan en Kimün; por lo que se requiere buscar otros financiamientos para desarrollar en su totalidad el proyecto. Estamos levantando redes de cooperantes para construir nuestra nueva escuela en un espacio que nos cede la comunidad Bello Barrio.

¿Cómo se relaciona la escuela con Bello Barrio?

Bello Barrio nace de una toma ilegal de terreno donde un grupo de pobladores se organiza, educa y resuelve el problema de la casa propia de manera colectiva. El Comité de Vivienda se organizó y reflexionó acerca de las posibilidades de un proyecto habitacional distinto y hubo una fuerte experiencia de educación popular acerca de cómo quería vivir. Hoy es esta organización, comunitaria y sin fines de lucro, la que permite desarrollar el sueño de una escuela en otro espacio, ahora en la comuna de Limache. Aquí este grupo de pobladores decide compartirlo con otros vecinos y vecinas del sector, para construir un espacio educativo.

¿Y con Limache?

Esta escuela le pertenece al territorio de Limache. No recibimos apoyo del Estado y tampoco somos una escuela particular; dependemos jurídicamente del Centro Cultural Educacional Kimün, formado por un grupo de vecinas y vecinos del sector La Paloma. Buscamos que los niños, niñas, jóvenes, vecinos, padres y educadores construyan y resignifiquen sus saberes desde la práctica educativa; desde la organización, el teatro, la lectura, lo audiovisual, la alfabetización consciente, la pedagogía del territorio, el juego, el arte, la cultura, los oficios, el trabajo grupal, caminatas y diversas estrategias que permiten hacer este sueño realidad. 

¿Qué significa Kimün?

Kimün es una palabra en mapudungun que tiene que ver con la sabiduría que proviene de la tierra, Pero que también proviene de la experiencia humana en general. Queremos lograr que los niños y niñas puedan descubrirla, interpretarla y recrearla. Porque hay tradiciones y experiencias que se han abandonado y tenemos que recuperarlas.

¿Cómo definirías este proyecto? 

Somos una escuela que centra su proceso de aprendizaje en el ser y el hacer. Respondemos a las necesidades de los niños, niñas y jóvenes, con ejes centrados en el respeto al medio ambiente, desarrollo sustentable y en las artes. Buscamos entender la escuela desde el territorio, la co-construcción de identidad, en donde no existe la discriminación, ni está en la organización el concepto de cobro por servicios. Esto se financia con el aporte consiente de los apoderados. Porque los proyectos que hoy en día existen, como Waldorf o algunas escuelas libres, son de alto costo y, por lo tanto, generan selección de los niños y niñas. Este es un proyecto nuevo y estamos reflexionando cada día sobre nuestra práctica, estamos preguntado a los niños, niñas, educadores y vecinos sobre el sentido de la práctica educativa. ¿Cómo vamos? Revisamos nuestro material, analizando nuestra forma de trabajar cotidianamente.

¿Cuál es el tipo de escuela que tienen en mente?

Estamos promoviendo como comunidad otro tipo de relaciones y uno de los principios compartido es que la escuela no puede ser sólo el aula, tiene que ser al aire libre, tienen que ser las plantas, los árboles, los animales, las personas, las familias, los vecinos, las otras escuelas, los conflictos sociales y ambientales; es decir, abrirnos al territorio. Apostamos por la educación de adultos y niños, niñas y jóvenes porque entendemos que es nuestra bio-política y la mejor forma de desarrollar educación para el desarrollo sustentable con seres humanos sujetos de derechos y transformadores de su devenir histórico.

¿Y en relación al espacio físico de la escuela?

Tenía que ser un espacio donde los niños y niñas pudieran construir su aprendizaje de manera significativa, pero esto no es algo que se nos ocurrió a nosotros. Comenzamos a leer un libro de una joven historiadora, Leonora Reyes, titulado “La escuela en nuestras manos”, que relataba experiencias educativas de la Asociación General de Profesores y de la Federación Obrera de Chile a principio del siglo veinte. Desde hace mucho tiempo hay intenciones de generar algo distinto y los primeros que incursionaron en esto fueron el artesanado y las mutuales para poder construir una educación distinta a partir de la auto-educación. Y eso tiene pleno sentido con el Chile de hoy. Ellos también pensaban que la escuela tenía que estar en el espacio de la naturaleza, en el espacio libre y no en un aula. Hoy estamos en un proceso de construcción de la nueva escuela pensada desde esa mirada, eso gracias a la comunidad de Bello Barrio quién nos cede un espacio propio para avanzar en este proyecto educativo.Escuela2

¿Cuál es la visión y la relación que tienen con el sistema institucional de enseñanza formal?

Si bien creemos que es importante que los niños y niñas validen sus conocimientos ante la institucionalidad, el modelo que tenemos en Chile de aprendizaje es un modelo que no permite en su totalidad el desarrollo humano de los educandos. Nuestra intención es ser facilitadoras/es del desarrollo de niños y niñas conscientes de su entorno físico, social y con relaciones humanas de calidad centradas en nuestros principios éticos. Hay muchas experiencias educativas y hoy por hoy la gente se está atreviendo a salir del sistema formal que es lo que nosotros no queremos para nuestros niños: reproducción de los conocimientos, chicos que no tienen la posibilidad de tener un espíritu crítico o de generar una opinión, que no pueden construir colectivamente, con problemas emocionales, ansiedad, estrés, que no conocen el trabajo en equipo, que no conocen su entorno o los lugares donde viven. Porque la escuela tradicional es muy competitiva y, por lo tanto, la frustración de los chicos es muy alta y preocupante. Los padres y madres que se han acercado a esta experiencia están buscado inclusión y respeto hacia sus ritmos de aprendizajes: que sus hijos puedan motivarse con la idea de aprender, y que no sea una imposición, construir con otros y no competir, trabajar en equipo, aprender jugando, haciendo, experimentando, reflexionando y problematizando; por lo tanto, les hace sentido el proyecto que nosotros estábamos pensando.

Y en concreto, ¿cuál es la relación que tienen con el currículo formal?

Nosotros trabajamos a través de proyectos. Cada día tenemos talleres estratégicos donde trabajamos contenidos del currículo propio que hemos definido como equipo pedagógico y el currículum que proviene del Estado. Son los niños y las niñas, junto a los educadores, quienes deciden cuales son los temas y objetivos que desean aprender, por lo que el trabajo grupal es fundamental para los aprendizajes. Nosotros entendemos de todas formas que algunos padres quieren certificar a sus hijos de manera anual o cada cuatro años mediante los exámenes libres. Los padres inscriben a los niños en el Ministerio y nosotros los preparamos. Con eso evitamos someterlos a un proceso de evaluación con notas que para ellos es fuerte y promueve la competencia y frustraciones también.Escuela3

¿Eso significa, no obstante, que el sistema formal les da la estructura a ustedes?

No necesariamente. Porque estos son los aprendizajes mínimos esperados por el Estado. Y cuando los padres vienen acá nos preguntan si los niños van a estar preparados para rendir el examen. Claro que van a estar preparados. Pero para nosotros lo importante es que los niños no sólo están aprendiendo los contenidos esperados por el Estado -o incluso por los padres- sino mucho más, y eso lo pueden hacer haciendo cine, una obra de teatro, bailando, cantando, jugando, caminando, observando el territorio, reconstruyendo el saber popular y la historia y prácticas de las comunidades.

¿Hay una transformación, una traducción del currículo?

Hay una transformación, hay una bajada de los contenidos del proyecto, de los aprendizajes esperados a lo cotidiano, a lo real para que puedan desarrollar la lógica y el pensamiento crítico. En el sistema formal los niños tienen una producción individual y los aprendizajes son a través de un libro escolar que no tiene relación con lo que viven cotidianamente. Este es, por ejemplo, un libro de lenguaje de primero básico, y para enseñar las vocales, la a, por ejemplo, trabajan mostrando dibujos como la araña. Nosotros no necesitamos el libro, porque la araña está acá. En la medida que ellos vayan re-significando el mundo, la historia de las comunidades o su propia historia personal, o construyendo o reconstruyendo su vocabulario, ellos también van aprendiendo a escribir; para eso contamos con un taller estratégico de Alfabetización Consciente.

¿Y desde el punto de vista metodológico? 

Nuestro proyecto incluye talleres que se desarrollan de forma diaria. Son actividades pensadas por los niños y desde los niños. Piensan, por ejemplo, un ciclo de cine y van haciendo todo el proceso hasta llegar a los afiches: buscan la película, diseñan invitaciones, invitan a sus vecinos y generan toda la infraestructura. En la pedagogía freiriana el aprendizaje se hace de manera colectiva. Se realiza en la relación con el espacio, con la vida, con lo cotidiano. El conocer el mundo no puede ser sólo desde un libro o sólo desde una sala de clases, sino que los niños tienen que reconocerse en el espacio, reconocerse entre ellos, tienen que generar una identidad, tienen que compartir, tienen que co-construir el conocimiento.

¿Me puedes dar un ejemplo didáctico concreto?

Por ejemplo, todos los días desarrollamos una lectura comprensiva continua. Podemos leer todo el texto, o una parte, pero lo importante es que podamos ir jugando con él.  Si no entendemos una palabra vamos a buscar su significado. Es una lectura colectiva. La comprensión del texto se da en la medida que ellos van participando dentro de la lectura. Es, por eso, una lectura activa. Por lo tanto, no nos interesa tanto que ellos aprendan a escribir, sino que aprendan a pensar. Y a medida que realizan esto van reconociendo y aprendiendo algunas palabras y letras.

Y la relación con los padres, ¿cómo se da?

Nuestro proyecto incluye mucha participación de los padres y madres. Están acá conversando, apoyando. Por ejemplo, una de las madres viene hoy a hacer la lectura del cuento.  Y ellos también están reconociendo cuáles son los ritmos de los niños. Es decir, puede que estemos desarrollando una lectura y a uno no le interese la lectura, pero puede estar desarrollando otro tipo de actividad que también lo va a motivar y ayudar a desarrollar el lenguaje. Nosotros entendemos que los niños tienen sus propios ritmos, y de eso el sistema formal no se hace cargo. Puede haber niños que aprendan a leer este año y otros lo hagan el próximo. Por eso es importante la comunicación con los padres. Cada cierto tiempo tenemos una reunión con ellos donde planteamos las actividades del proyecto y ellos exponen sus tiempos y sus formas de colaboración.

Escuela4Los padres quieren las dos cosas a la vez: la educación alternativa, pero también, asegurarse de que el niño va a avanzar en el sistema formal. ¿Es así? 

Cuando los niños llegan acá los padres saben que tiene dos alternativas: hacer los exámenes anuales o cada cuatro años. El currículo del Estado repite casi los mismos conocimientos hasta Cuarto Básico, va profundizando en algunos temas anuales, pero en la misma lógica. En matemáticas, por ejemplo, van apareciendo nuevas operaciones, se van generando algunas dificultades. Pero eso no significa que tengamos que tratar con cada niño una cosa distinta. Trabajamos en forma colectiva porque entendemos que los niños más pequeños van a ir aprendiendo de los grandes. Tenemos niños de tres años que están trabajando con temas de niños de primero o, incluso, de segundo o tercero básico. Por lo tanto, cuando estén en los niveles correspondientes, van a poder responder adecuadamente. Actualmente los padres entienden que los niños y niñas deben avanzar en el desarrollo de habilidades sociales y humanas, antes que en el currículo del Estado centrado en la acumulación de conocimientos.

¿Cómo es la apertura hacia el exterior de la comunidad?

Cuando llegamos acá nuestra primera tarea fue vincularnos con nuestros vecinos y logramos realizar un trabajo muy fuerte con ellos participando de todas las actividades comunitarias que se realizan en el barrio. Hemos intervenido pasajes con cine para los niños en un trabajo cooperativo con los adultos. Por lo tanto, somos reconocidos por nuestros vecinos como personas activas en la comunidad en lo social y en lo educativo. Tenemos un buen diálogo con las instituciones de la comunidad. Sostenemos un principio de mutuo respeto porque somos ahijados en este lugar. La gente acá son comuneros, son originarios de acá y, por lo tanto, la mayoría tiene vínculos familiares. Somos vecinos nuevos, pero tenemos una muy buena acogida y un signo de eso es la participación en nuestros talleres de gente del entorno. Por ejemplo, una persona que es cocinera participa en un taller de cocina con nosotros. Todo el trabajo de la escuela está vinculado con el territorio: el aprendizaje se realiza en las calles, en los espacios públicos, con la gente del barrio. Por lo tanto, la escuela no está encerrada dentro de una comunidad, le pertenece a todo aquellos que quieran vincularse con este espacio. Nosotros creemos que es posible hacer una pedagogía del territorio.

Abunda, por favor, en este concepto…

Significa que podemos aprender del espacio territorial. Que podemos darnos cuenta de unas relaciones sociales de producción y de una cultura que se están gestando día a día y que no están siendo consideradas ni por la academia ni por las escuelas. Los niños y niñas acá hacen mucho trabajo de investigación, de campo. Ahora estamos reconociendo este espacio y después empezarán las salidas fuera de la comunidad: recorrer las calles, reconocer a los vecinos, reconocer las actividades productivas que desarrollan, los quehaceres del mundo juvenil, o de las mujeres de este lugar. Reconocer cómo el modelo económico impacta en los habitantes de esta localidad. Porque los textos están pensando siempre en lo regional, en lo nacional, en lo global, pero se pierde lo local, la identidad cercana. Nuestra apuesta es que junto con los niños podamos ir construyendo desde la mirada de ellos esta identidad que reconoce las tradiciones de este lugar, de lo que significa vivir en lo rural y en lo urbano y como se van gestando los vínculos.

¿Cómo se organiza el día?

En las mañanas tenemos una ceremonia de inicio donde reconocemos los puntos cardinales, saludamos al sol que nace de la cordillera y se esconde en el mar. Las mañanas son más ceremoniales donde cada niño presenta un objeto que quiere mostrar a los demás. Luego viene la lectura que es sagrada. Un cuento, una fábula, o una noticia. Se lee, se reflexiona, se trabaja y después viene el juego libre que también es muy importante, porque ahí ellos generan los vínculos, se relacionan, se encuentran, inventan, crean. Luego viene la experiencia central del día donde se desarrollan actividades bien concretas. Trabajan, hacen cosas, fabrican. Hoy prepararon aguas de hierbas, ensaladas con las cosas que hay en la huerta, desmalezaron. En el currículum los niños tienen que ver el tema de las raíces. Los chicos aquí las están viendo directamente.

¿Cuáles son para ti los peligros más grandes para este proyecto?

Quizás no responder a las expectativas que tengan los padres que es que sus hijos sean felices. Los padres quieren que sus hijos puedan socializar, aprender a estar con otros, que sientan gusto por estudiar, por leer…Que vengan a la escuela y que lo pasen bien. Los apoderados que tenemos son jóvenes, tienen menos respeto de la institucionalidad y tienen menos miedo que otras generaciones a que sus hijos no estén en el sistema formal. Son padres que están muy cerca de sus hijos. Otra amenaza es que no lleguemos a niños de escuelas públicas vulnerados. Hay una cultura muy machista que no permite que niños de estos sectores se acerque a un proyecto de este tipo. Las madres son más receptivas que los padres a propuestas como esta. Pero pensamos que este es un proceso que estamos iniciando y que cada año llegaremos a más niños.

Fuente: https://diariolaquinta.cl/2018/11/20/entrevista-la-escuela-no-es-solo-la-sala-de-clases-por-adolfo-estrella/

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Chile: Piñera deja caer la educación pública

Chile / 9 de junio de 2019 / Autor: Bianca Di Santi / Fuente: Página 12

Los profesores protestan contra la desidia en el sistema público y el cambio al plan de estudios de secundaria que deja como optativas Historia, Educación física y Artes.
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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 9 de junio de 2019: hora tras hora (24×24)

9 de junio de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 9 de junio de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – Chile: Piñera deja caer la educación pública

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01:00:00 – ¿Un escape room con Gustavo Adolfo Bécquer? ¡Sí! ¡Es posible!

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02:00:00 – México: Pollera o pantalón para ir a la escuela

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03:00:00 – La autoridad docente no es horizontal

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04:00:00 – Honduras: fracasan proyectos privatizadores de la Educación y la salud

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05:00:00 – Cartas a quien pretende enseñar (Paulo Freire) / Infografía

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06:00:00 – CEPAL: Educación técnico-profesional y autonomía económica de las mujeres jóvenes en América Latina y el Caribe (PDF)

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07:00:00 – Tres tiempos de la educación mexicana (II)

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08:00:00 – Libro: Panorama de la investigación-intervención educativa dentro del contexto instituciónal actual (PDF)

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09:00:00 – 13 herramientas de gamificación para tus alumnos #infografia #infographic #education

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10:00:00 – Revista «Para Juanito». Revista de Educación Popular y Pedagogías Críticas. No. 18. Junio 2019 (PDF)

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11:00:00 – ¿Son los cursos en línea una solución real para una costosa educación tradicional? Un meta-análisis dice que no

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12:00:00 – Ecuador: La calidad educativa prima en el Acuerdo Nacional por la Educación

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13:00:00 – Adriana Puiggrós: “El deterioro del derecho a la educación se ve físicamente, pues tampoco se garantiza la salud”

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14:00:00 – La gestión del aula: es necesario cambiar de enfoque

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15:00:00 – Educación: la silenciosa revolución de YouTube en la sala de clases

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16:00:00 – 15M en Brasil: un tsunami en la educación

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17:00:00 – EduGame Day: descubriendo la herramienta educativa del futuro

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18:00:00 – Plantar 10 árboles: el requisito de grado de los estudiantes en Filipinas

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19:00:00 – Plagio e incumplimiento de requisitos en candidatos para integrar Organismo para la Mejora Continua de la Educación

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20:00:00 – Brasil: preocupación por el recorte del 42% en ciencia y tecnología

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21:00:00 – La pedagogía Freinet celebra su 50 aniversario en Bañuelos

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22:00:00 – Chile: Profesores de todo el país continúan las marchas y el paro indefinido

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23:00:00 – Colombia: Explicación Pedagógica Acuerdos Fecode – MEN 1 – Reforma Constitucional al SGP

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En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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Entrevista a Federico Aguilera Klink sobre la Universidad «La desaparición de esta universidad que transmite obediencia, adoctrinamiento y sumisión es un motivo de esperanza»

Por: Salvador López Arnal

Federico Aguilera Klink es catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de La Laguna y Premio Nacional de Economía y Medio Ambiente Lucas Mallada, 2004. Esta conversación está relacionada con su artículo: « La universidad: entre la irrelevancia, la mediocridad y la cretinización de alto nivel», publicado en el portal digital Rebelión.

*

SLA: La última parte. Otra de tus afirmaciones críticas: «la mayoría de las carreras universitarias siguen siendo excesivamente largas y sin apenas contenido relevante, sin enseñar a relacionar, duplicándose y triplicándose “temas sin contenido y sin profundidad” y evitándose las cuestiones clave y las preguntas relevantes que son las que permiten comprender en qué sociedad vivimos, qué implicaciones tiene nuestra manera de “pensar” y de vivir y qué perspectivas tenemos como especie para vivir de manera razonable en este planeta». ¿Nos das algún ejemplo de lo que apuntas? Por ejemplo, en la facultad de Filosofía de la Complutense, ¿se evitan esas cuestiones clave de las que hablas?

FAK: Empiezo por el final, así es que te contesto que no sé lo que hacen en filosofía en la Complutense. Conozco mejor lo que se hace en las facultades de Económicas y me reafirmo en lo que digo. La prueba es que son los propios estudiantes los que se quejan de que se les repiten contenidos similares en varias asignaturas sin darles una idea clara de los temas, no hay nada más que preguntarles a ellos e incluso sin preguntarles, mi experiencia en cursos en diferentes universidades es que son los propios estudiantes de diferentes grados e ingenierías los que empiezan a contar en público sus decepcionantes experiencias por toda España.

Pero además es que cuando uno abre alguna cuestión conceptual la respuesta de los estudiantes es habitualmente (porque así lo han aprendido) repetir trivialidades y lugares comunes bajo la apariencia de que saben algo de economía. Siguen instalados (les han instalado) en el esquema de lo privado es bueno, lo público es malo; el mercado es bueno, la “intervención” es mala; los empresarios son emprendedores, lo público-funcionarios son burócratas, etc. Es decir, han aprendido a repetir una serie de conjuros, como decía Joan Robinson, que son puro adoctrinamiento ideológico y no saben hacerse preguntas ni ver si los conceptos que creen utilizar (utilizan más bien puras etiquetas vacías) les sirven para pensar con claridad. Yo siempre les digo que lean a Adam Smith para aclarar todas estas cuestiones pues cualquier otro economista desde Galbraith en adelante les asusta si no les repite las mismas majaderías.

Una prueba de lo anterior es que mientras contesto esta entrevista, (27 de Septiembre) el electrónico CTXT publica como una novedad, para que veas dónde estamos, una entrevista a la economista Mariana Mazzucato catedrática del University College en Londres [24] en la que vuelve a tratar de aclarar la confusión conceptual e ideológica creada sobre el mercado, lo público, el Estado,…etc, insistiendo en que los éxitos empresariales innovadores en EEUU están todos relacionados con las ayudas y la inversión públicas, algo que saben perfectamente los grandes empresarios pero que, al mismo tiempo, defienden el discurso (la apariencia) del mercado libre y de la necesidad de una empresa privada competitiva y eficiente frente a la ineficiencia de lo público. En el fondo no dice nada nuevo que no dijera (de otra manera) Adam Smith, y más recientemente Galbraith, Stiglitz o Dean Baker entre otros pero, como decía Georgescu Roegen en 1975, «tenemos que enfatizar lo obvio porque ha sido ignorado durante mucho tiempo». El problema es que ahí seguimos con esa tarea casi imposible porque el peso abrumador del adoctrinamiento y del lavado de cerebro en las facultades de economía y en otras muchas es impresionante y consigue que sigamos instalados en «el prohibido ver lo evidente» de El Roto a pesar de la realidad que vivimos. Ese es el éxito de la ideología y de la propaganda de los medios de comunicación apoyada por el bombardeo pseudointelectual de las grandes corporaciones. No hay nada más que escuchar o leer cómo plantean estos días los medios de comunicación el intento italiano de cuestionar esta Unión Europea en manos de los bancos que tanto daño y tanta pobreza ha generado. Pues nada, el discurso oficial se basa en la inmensa mentira de que Grecia ha salido ya de la crisis y que Italia no nos puede llevar a otra. Es vomitivo.  

SLA: Lo es. Me alegra que cites también a El Roto. Paco Fernández Buey, como sabes, lo consideraba uno de nuestros grandes filósofos-humoristas.

FAK: Efectivamente, para mí también lo es. También hay mucho que aprender de este otro filósofo que es Miguel Brieva.

Por otro lado, fíjate lo que decía Adam Smith en La riqueza de las naciones (1776):

Cualquier propuesta de una nueva ley o regulación comercial que venga de esta categoría de personas (los empresarios) debe siempre ser considerada con la máxima precaución, y nunca debe ser adoptada sino después de una investigación prolongada y cuidadosa, desarrollada no sólo con la atención más escrupulosa, sino también con el máximo recelo. Porque provendrá de una clase de hombres cuyos intereses nunca coinciden exactamente con los de la sociedad, que tienen generalmente un interés en engañar e incluso oprimir a la comunidad, y que de hecho la han engañado y oprimido en numerosas oportunidades.

Y lo que afirma Stiglitz, que fue asesor económico de Clinton y que sabe cómo funcionan los empresarios, en su libro Los felices 90. La semilla de la destrucción (2003). Enuncia los tres principios “empresariales” que él fue viendo que seguían los líderes de las grandes empresas con los que tenía que lidiar. Son estos: 1. La gente de negocios generalmente se opone a las subvenciones… para todos menos para sí mismos. 2. Todo el mundo está a favor de la competencia… en todos los sectores de la economía menos en el suyo propio. 3. Todo el mundo está a favor de la franqueza y la transparencia… en todos los sectores de la economía, menos en el suyo propio. La conclusión a la que llega Stiglitz es que «la mayor parte de las empresas veían las subvenciones como algo totalmente garantizado».

De la banca que no paga impuestos ni te cuento. El Financial Times tiene un artículo espléndido de hace unos años donde reconoce que la banca, causante de este latrocinio, sigue mandando con ayudas públicas y sin asumir sus responsabilidades.[25]  

SLA: Estos ejemplos que citas en el artículo «Pregunté a un médico cuánto tiempo tardaría en enseñarme a ser médico. “Seis semanas”, respondió (…) Después de todo, no tardamos en olvidar al menos la mitad de lo que aprendemos en la universidad (…) Pregunté a un ingeniero cuánto tiempo tardaría en enseñarme a ser ingeniero. “Tres meses”, respondió. No a ser un verdadero ingeniero, sino a comprender su lenguaje y sus problemas, a aprender lo esencial de su forma de pensar». (Zeldin, Conversación, 1999), ¿no son un poco exagerados? ¿Mes y medio para aprender a ser médico?

FAK: Se trata, como indica Zeldin, de aprender lo esencial de la forma de pensar. Claro que lo que plantea Zeldin parece exagerado, pero a mí me parece que no lo es. Una cosa es la base técnico-científica de una carrera, si la tiene, y otra su práctica, cómo abordar problemas concretos, qué conceptos son relevantes, qué aspectos a tener en cuenta, aprender esa actitud es a lo que se refiere Zeldin. Obviamente es la clave. Mis estudiantes se incomodaban conmigo cuando les paraba y les decía: «defíneme cuál es el problema ¿Qué conceptos te pueden ayudar o no a plantearlo adecuadamente y a entenderlo mejor?» Y se quedaban desconcertados porque no estamos acostumbrados a reflexionar, sino que aprendemos a obedecer y a repetir, entre otras cosas porque si no obedeces corres el peligro de no aprobar. La mayoría de los universitarios ni siquiera aprenden a plantearse preguntas relevantes. Es lo que afirma más arriba Galbraith. Y Chomsky, por ejemplo, tiene en youtube una excelente entrevista sobre qué es la educación en la que defiende que el objetivo de la educación consiste en hacer mejores personas que sepan pensar por su cuenta y que lo importante no es el programa que se “cubre” sino lo que se “descubre” por parte del estudiante. Nada que ver con las prácticas habituales.  

SLA: Hablas también en tu escrito de las cátedras empresariales. Sé que has hablado de ello antes de pasada, pero te pregunto más en concreto: ¿qué es una cátedra empresarial? ¿Cuáles son sus efectos más perniciosos si los hubiera?

FAK: Me refiero a las cátedras que son financiadas por bancos, empresas e incluso organismos públicos. Evidentemente no me opongo a la colaboración entre la universidad y estos sectores pero mi impresión es que están financiando líneas concretas de investigación y exigiendo una reorientación ideológica de esas líneas en la defensa machacona, fraudulenta y genérica de que lo privado y el mercado es lo más eficiente, es decir, en la defensa de un lenguaje y de un esquema que no existe tal y como ellos lo plantean sino que oculta un saqueo feroz de lo público y un secuestro de la democracia, eso sí, en nombre del mercado, la eficiencia, la competencia, etc. Hay muy buenos economistas que trabajan sobre estos temas, pero apenas se leen en la universidad. Un buen ejemplo es Galbraith padre cuyo diagnóstico lúcido escrito en 1972, y que yo cito con frecuencia, sigue siendo ignorado porque seguimos básicamente igual. Fíjate lo que afirmaba: «Cuando la corporación moderna adquiere poder sobre los mercados, poder sobre la comunidad y poder sobre las creencias pasa a ser un instrumento político, diferente en forma y en grado, pero no en esencia, del Estado mismo. Sostener algo contrario es más que evadirse de la realidad. Es disfrazar esta realidad. Las víctimas de este encubrimiento son los estudiantes a los que formamos en el error. Los beneficiarios son las instituciones cuyo poder disfrazamos de esta manera. No puede haber duda: la economía, tal como se la enseña, se convierte, por más inconscientemente que sea, en una parte de la maquinaria mediante la cual se impide al ciudadano o al estudiante ver de qué manera está siendo gobernado o habrá de estarlo» [26]. En un trabajo mío (La economía patriarcal como estructura psíquica) disponible en la web [27], que es el texto de una charla que di en homenaje al psiquiatra chileno Claudio Naranjo en Madrid en 2013, planteo todas estas cuestiones.

Insisto, si queremos que algo cambie, las grandes corporaciones tienen que pagar impuestos y salir de la universidad, claro que también hay mucho profesorado deseoso de ser catedrático ‘al servicio’ de estas cátedras así es que algo serio pasa también en la universidad. De hecho, mi impresión es que hay mucho profesorado que “investiga” (si es que se puede llamar investigación a su trabajo) y elabora informes “a la carta” para los partidos, no se trata de investigaciones libres e independientes sino, es una suposición, de encargos que cuando uno los lee se ve con claridad que están hechos a la carta. El campo de excusas del encargo a la carta es muy amplio, puertos, aeropuertos, autovías, trasvases, embalses, leyes variadas, dirección de masters, regiones ultraperiféricas, costes de insularidad, cohesión social, pensiones…, en fin, un “nicho” como dicen algunos, que da para mucho. Y esos encargos se esgrimen como documentos “científicos”, solamente porque están elaborados por profesores universitarios (ese sería el argumento de autoridad), pero yo creo que nadie se los toma en serio, ni siquiera los que los encargan, que se cuidan mucho de que no se incluyan reflexiones inconvenientes. En realidad, la indeseable presencia como la más que perniciosa influencia de políticos indeseables en la universidad con profesores que aceptan esta situación es muy habitual.  

SLA: Una pregunta fuera de la línea central. Citas mucho a Manuel Azaña en tu artículo. ¿Por qué? ¿Admiración, respeto histórico, coincidencia con sus reflexiones? ¿No hablaba el presidente republicano fallecido en el exilio de una universidad muy distinta a la nuestra?

FAK: Cito a Azaña porque me sorprendió hace mucho tiempo su claridad para reflexionar sobre la universidad (1911) y sobre la España de principios del siglo XX en relación con la enseñanza y la democracia. Para mí Azaña, en esos ámbitos en los que más le he leído, tiene una actualidad total. Igual que cito a Adam Smith y recomiendo su lectura pues sus reflexiones lúcidas son muy actuales. Todo lo que ayude a reflexionar con claridad sobre el contexto en el que vivimos me parece relevante. Por supuesto que incluyo autores que no comparto porque su lectura también ayuda a reflexionar y obtener claridad conceptual, que es lo que siempre he tratado de hacer con los estudiantes. Adoctrinar nunca ha sido mi trabajo.  

SLA: Tu reflexión final: «Desde luego, después de lo que está aflorando a raíz del caso Cifuentes (y de los muchos casos similares que puede quizás haber en otras universidades), hay que reconocer lo poco que hemos avanzado». ¿No es una conclusión demasiado pesimista? El caso Cifuentes u otros casos similares, ¿no están muy centrados en una o en dos universidades?

FAK: Claro que es pesimista, cuando diagnósticos como los de Tomás Moro (1516), Adam Smith, Azaña, etc., siguen siendo relevantes y actuales es que algo serio pasa. Cuando Joan Robinson, Galbraith, Leontief, Chomsky, Hedges, Parenti y tantos profesores de distintas universidades y periodistas serios siguen insistiendo en el tema es porque el problema es muy grave y porque predomina un contexto de apariencias y de no criticar a la universidad. Insisto de nuevo, hay que preguntarle a los estudiantes de manera no intimidatoria. No se trata solo de dos universidades sino de prácticas habituales y de la presencia directa e indirecta de la peor política y de los peores políticos y docentes en las universidades.  

SLA: No te he preguntado por «el caso Casado» o por la tesis doctoral del presidente Sánchez. ¿Quieres hacer algún comentario?

FAK: Parece, por lo que voy leyendo, que son dos ejemplos más de comportamiento de universidades a la carta. Igual que Stiglitz habla del «Capitalismo de amiguetes», podríamos hablar de las universidades de amiguetes que, lo mismo te facilitan un Grado, que un master, una tesis doctoral o alguna asignatura. De todas maneras, hace años que funcionan “centros” que, previo pago, te hacen un trabajo de fin de grado, de master, tesis doctorales y, por supuesto, trabajos para asignaturas.  

SLA: Llega la pregunta de siempre: de acuerdo, es así, tal como describes y comentas críticamente. Pero, ¿qué hacer entonces? ¿No hay solución? ¿Solo un cambio general podría permitir una universidad con otras características muy distintas? ¿Cómo podemos intervenir?

FAK: Cualquier respuesta se va a banalizar. Volvemos al inicio de la entrevista y a lo que sugería David Peat. La desaparición de esta universidad que, en su mayoría, transmite obediencia, adoctrinamiento y sumisión es un motivo de esperanza pues el papel que cumple es el de contribuir a la cretinización. Esto permite que la propia universidad siga con sus juegos, sus peleas internas y su ficción de espacio de pensamiento independiente (no es un espacio de pensamiento libre, sino un espacio libre de (en el sentido de sin) pensamiento, que las corporaciones y partidos políticos controlan-compran cada vez más a esta universidad financiando estudios que enseñen a mirar para otro lado y, al mismo tiempo, con un porcentaje muy pequeño de actividad realmente libre e independiente. Y esta universidad, o lo que sea, es muy funcional a un sistema empresarial, ideológico y político llamado capitalismo que nos lleva al abismo a todos, con un sufrimiento muy elevado, y con unos cuantos millones de privilegiados entre los que nos encontramos al vivir del saqueo que nuestros gobiernos y corporaciones imponen al planeta y a la mayoría de las personas.

SLA: ¿Quieres añadir algo más?

FAK: Sí, este dibujo, cuyo autor desconozco y que me parece muy relevante.

SLA: No creo que haya forma mejor de finalizar nuestra conversación. Mil gracias por tu tiempo y por tus interesantes reflexiones.

 

Notas:

24) S.J. Dubner, «Mariana Mazzucato: «¿Es Silicon Valley producto del libre mercado o de la mano activa y visible del Estado?”», ctxt, 26 de septiembre de 2018, disponible en: https://ctxt.es/es/20180926/Politica/21886/Stephen-J-Dubner-economia-entrevista-Mariana-Mazzucato-EEUU-libre-mercado.htm

25) F. Aguilera Klink, «No cambiaran nuestro modelo de convivencia», Rebelión, 24 de noviembre de 2015, disponible en:http://rebelion.org/noticia.php?id=206002

26) Galbraith J. K (1972), “El poder y el economista útil”, p.189. En Anales de un liberal impenitente Vol. 1, 178-198, Gedisa. Barcelona. 1982.

27) Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/282077216_Economia_patriarcal_como_estructura_psiquicaalgunas_implicaciones

 Primera parte de esta entrevista: “La universidad actual enseña a obedecer y elimina la curiosidad»http://www.rebelion.org/noticia.php?id=255901.

Segunda parte: «El planteamiento humanista respeta al estudiante como persona y cuenta con él. No se puede enseñar con apuntes ni catecismos, eso es adoctrinar» http://www.rebelion.org/noticia.php?id=256189 .

Tercera parte: «En oposición a la línea obediente hay pequeños núcleos de investigadores que cuestionan el pensamiento reduccionista» http://www.rebelion.org/noticia.php?id=256466

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=256767

 

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Terrorismo pedagógico y esperanza en la era de la política fascista

Por: Henry Giroux

Los tiempos oscuros que atormentan a la era actual son personificados por los bárbaros que se hacen eco de la política de un pasado fascista y han llegado a gobernar los Estados Unidos, Hungría, Turquía, Polonia, Brasil, Filipinas y otros lugares. [1] Los diseñadores de una nueva generación de fascismo dominan cada vez más las principales formaciones políticas y otras instituciones políticas y económicas dominantes en todo el mundo. Su reinado de pesadilla de miseria, violencia y disposición está legitimado, en parte, en su control de un número diverso de aparatos culturales que producen una vasta maquinaria de consentimiento fabricado. Esta formación educativa reaccionaria incluye los principales medios de difusión, las plataformas digitales, Internet y la cultura impresa, todos los cuales participan en un espectáculo continuo de violencia, la estetización de la política, la legitimación de opiniones sobre hechos y el abrazo de una cultura de ignorancia. . Bajo el reinado de esta arquitectura normalizada de la ideología neoliberal, la educación crítica ahora se considera con desdén, las palabras se reducen a datos,

Las instituciones democráticas, como los medios de comunicación independientes, las escuelas, el sistema legal, ciertas instituciones financieras y la educación superior están bajo asedio en todo el mundo. Algunos de los ejemplos más recientes de esto se pueden encontrar en los Estados Unidos con el resurgimiento de los vigilantes y los grupos de milicianos de derecha a lo largo de la frontera sur y la intrusión de prácticas educativas basadas en la tecnología en las escuelas que producen planes de estudio que algunos padres afirman que convierten a los niños en zombis. . El ataque continuo de Trump a la educación superior ofrece otro ejemplo muy visible: su solicitud de presupuesto para 2020 propuesta aprobaría una asombrosa reducción de $ 7.1 mil millones en el Departamento de Educación como parte de una política para desmantelar el propio departamento.

Al mismo tiempo, la promesa de democracia está retrocediendo a medida que los fascistas actuales trabajan para subvertir el lenguaje, los valores, el coraje, la visión y la conciencia crítica. La educación se ha convertido cada vez más en una herramienta de dominación a medida que los empresarios del odio despliegan aparatos pedagógicos de derecha para atacar a trabajadores, jóvenes negros, refugiados, inmigrantes y otros que consideran desechables. En medio de un momento en que un orden social más antiguo se está desmoronando y uno nuevo está luchando por definirse, surge un momento de confusión, peligro y momentos de gran inquietud. Estamos una vez más en un momento histórico en el que las estructuras de liberación y autoritarismo están compitiendo por el futuro.

Hemos llegado a un momento en el que dos mundos se enfrentan entre sí y la historia del presente se encuentra en un punto en el que «las posibilidades se realizan o se rechazan, pero nunca desaparecen por completo». [2]   Dos mundos chocan: Primero Como han observado varios estudiosos, existe el duro y desmoronado mundo de la globalización neoliberal y sus pasiones movilizadoras que alimentan diferentes líneas del fascismo en todo el mundo, incluido Estados Unidos. El poder ahora está enamorado de la acumulación de ganancias y capital y es cada vez más adicto a una política de nacionalismo blanco y limpieza racial. [3]En segundo lugar, está el mundo de los movimientos contrarios, que está creciendo especialmente entre los jóvenes, con su búsqueda de una nueva política que pueda repensar, reclamar e inventar una nueva comprensión del socialismo democrático, no contaminada por el capitalismo. [4]

Es difícil imaginar un momento más urgente para hacer de la educación un lugar central para la política. Si vamos a desarrollar una política capaz de despertar nuestra sensibilidad crítica, imaginativa e histórica, es crucial para los educadores y otros desarrollar un lenguaje de crítica y posibilidad. Tal lenguaje es necesario para permitir que las condiciones forjen una resistencia internacional colectiva entre educadores, jóvenes, artistas y otros trabajadores culturales en defensa de los bienes públicos. Tal movimiento es importante para resistir y superar las pesadas pesadillas fascistas que han caído sobre Estados Unidos, Brasil y varios otros países de Europa plagados por el surgimiento de los partidos neonazis. En una época de aislamiento social, desbordamiento de información, una cultura de inmediatez, exceso de consumo y violencia espectacularizada,

La lección pedagógica aquí es que el fascismo comienza con palabras de odio, la demonización de otros considerados desechables, y avanza hacia un ataque de ideas, la quema de libros, la desaparición de intelectuales y el surgimiento del estado carcelario y los horrores de las cárceles de detención. y campamentos. Como una forma de política cultural, la pedagogía crítica ofrece la promesa de un espacio protegido dentro del cual pensar contra el grano de la opinión recibida. Este es un espacio para cuestionar y desafiar, para imaginar el mundo desde diferentes puntos de vista y perspectivas, para reflexionar sobre nosotros mismos en relación con los demás y, al hacerlo, para comprender lo que significa «asumir un sentido de responsabilidad política y social». [5]

La educación, tanto en sus formas simbólicas como institucionales, tiene un papel central que desempeñar en la lucha contra el resurgimiento de las culturas fascistas, las narraciones históricas míticas y las ideologías emergentes de la supremacía blanca y el nacionalismo blanco. Más aún, en un momento en que los fascistas de todo el mundo difunden imágenes tóxicas racistas y ultranacionalistas del pasado, es esencial reclamar la pedagogía crítica como una forma de conciencia histórica y testimonio moral. Esto es especialmente cierto en un momento en que la amnesia histórica y social se ha convertido en un pasatiempo nacional, particularmente en los Estados Unidos, igualada solo por la masculinización de la esfera pública y la creciente normalización de una política fascista que se nutre de la ignorancia, el miedo, el odio. la limpieza social, la supresión de la disidencia y la supremacía blanca.[6]

La política cultural en los últimos 20 años se ha vuelto tóxica a medida que las elites dominantes obtienen cada vez más el control de los aparatos culturales dominantes, convirtiéndolos en máquinas de desimaginación pedagógicas que sirven a las fuerzas de la tranquilidad ética al producir y legitimar infinitas imágenes degradantes y humillantes de los pobres, inmigrantes, musulmanes, y otros consideraron el exceso, las vidas desperdiciadas condenadas a la exclusión terminal. La máquina del sueño capitalista está de vuelta con enormes ganancias para los ultra ricos, los administradores de fondos de cobertura y los principales actores en las industrias de servicios financieros. En estos nuevos paisajes de riqueza, fraude y atomización social, un capitalismo brutal y fanático promueve un espíritu de ganadora, una cultura de crueldad y nacionalismo blanco, que socava agresivamente el estado de bienestar al tiempo que empuja a millones a las penurias y las desgracias. Las geografías de la decadencia moral y política se han convertido en el estándar organizador de los mundos de sueño de consumo, privatización, vigilancia y desregulación. Dentro de este paisaje cada vez más fascista, las esferas públicas son reemplazadas por zonas de abandono social y prosperan con las energías de los muertos vivientes y los avatares de la crueldad y la miseria.

El escritor Pankaj Mishra tiene razón al argumentar que el neoliberalismo ha creado una sociedad en la que la compasión ahora se ve con desdén y la empatía en una sociedad impulsada por el mercado se convierte en sinónimo de una patología. El escribe:

El enigma de nuestra época es cómo [la compasión como] fundamento esencial de la vida cívica desapareció de nuestra conversación pública, invisiblemente reemplazada por la presunta racionalidad del interés propio individual, los mecanismos del mercado y las instituciones democráticas. Puede ser difícil recordar esto hoy, en medio de las continuas explosiones de ira y venganza en la vida pública, pero la imaginación compasiva era indispensable para los movimientos políticos que surgieron en el siglo XIX para abordar el sufrimiento masivo causado por los cambios sociales y económicos radicales. A medida que se intensificaron las experiencias de dislocación y explotación, una variedad de socialistas, demócratas y reformistas defendieron el sentimiento y la solidaridad, incitando el desprecio de, entre otros, a Friedrich Nietzsche, quien afirmó que la demanda de justicia social ocultaba la envidia y el resentimiento de los débiles contra sus superiores naturalmente aristocráticos. Sin embargo, nuestras propias sociedades profundamente desiguales y amargamente polarizadas han validado completamente el temor de Rousseau de que las personas divididas por disparidades extremas dejaran de sentir compasión por los demás … Uno de los resultados de la integración de una sombría ética de supervivencia es que «la mayoría de las personas, a medida que crecen ahora», escribieron el psicoanalista Adam Phillips y la historiadora Barbara Taylor.Sobre la bondad , «cree secretamente que la bondad es una virtud de los perdedores». [7]

La educación en las últimas tres décadas ha disminuido rápidamente en sus capacidades para educar a los jóvenes y otros para que sean agentes críticos y comprometidos socialmente. Bajo los regímenes neoliberales que ahora coquetean con la supremacía blanca, los apóstoles del autoritarismo han considerado que las posibilidades utópicas anteriormente asociadas con la educación pública son demasiado peligrosas para no ser controladas. Las escuelas públicas, que podrían tener un potencial tan radical para promover la igualdad social y apoyar la democracia, están sujetas a las fuerzas tóxicas de la privatización y los planes de estudio estandarizados sin sentido, mientras que los maestros están sujetos a condiciones laborales intolerables. La educación superior ahora imita una cultura empresarial dirigida por un ejército directivo de burócratas, borrachos de los valores del mercado, que se parecen a los sumos sacerdotes de una racionalidad instrumental mortal. Las visiones dominantes de la democracia están en el exilio en todos los niveles de la educación. La lucha, sin embargo, está lejos de terminar. La buena noticia es que hay una creciente ola de huelgas de maestros, funcionarios públicos y trabajadores, tanto en los Estados Unidos como en el extranjero, que se resisten a la maquinaria cruel de explotación, racismo, austeridad y disponibilidad desatada por el neoliberalismo en los últimos cuarenta años. .

El pensamiento crítico y las imaginaciones de un mundo mejor representan una amenaza directa para la racionalidad neoliberal en la cual el futuro siempre debe replicar el presente en un círculo sin fin en el que el capital y las identidades que legitima se fusionan entre sí en lo que podría llamarse una zona muerta De la imaginación y las pedagogías de la represión. Este impulso distópico prospera al producir innumerables formas de desigualdad y violencia, que abarcan tanto lo simbólico como lo estructural, como parte de un intento más amplio de definir la educación en términos puramente instrumentales, privatizados y antiintectuales. Lo que está claro es que los modos de educación neoliberal intentan moldear a los estudiantes en los mantras impulsados ​​por el mercado del interés propio, la dura competencia, el individualismo sin control y el espíritu del consumismo. Ahora se les dice a los jóvenes que inviertan en sus carreras, Empaque sus currículums, y logre el éxito a cualquier costo. Es precisamente este reemplazo de la esperanza educada con un agresivo proyecto neoliberal distal y políticas culturales lo que ahora caracteriza el asalto actual a la educación pública y superior en varias partes del mundo. Bajo el neoliberalismo, el mantra de la privatización, la desregulación y la destrucción del bien público se complementa con una fusión tóxica de la desigualdad, la codicia y una obsesión con las ganancias.

Es crucial que los educadores recuerden que el lenguaje no es simplemente un instrumento de miedo, violencia e intimidación, sino que también es un vehículo para la crítica, el coraje cívico, la resistencia y la agencia comprometida e informada. Vivimos en un momento en que el lenguaje de la democracia ha sido saqueado, despojado de sus promesas y esperanzas. Si se quiere derrotar al fascismo, es necesario hacer de la educación un principio organizador de la política y, en parte, esto se puede hacer con un lenguaje que exponga y desenrede las falsedades, los sistemas de opresión y las relaciones corruptas de poder, al mismo tiempo que deja claro que Un futuro alternativo es posible. Hannah Arendt tenía razón al argumentar que el lenguaje es crucial para resaltar los «elementos cristalizados» a menudo ocultos que hacen que el fascismo sea probable. [8]El lenguaje puede ser una herramienta poderosa en la búsqueda de la verdad y la condena de falsedades e injusticias. Además, es a través del lenguaje que se puede recordar la historia del fascismo y las lecciones de las condiciones que crearon la plaga del genocidio pueden proporcionar el reconocimiento de que el fascismo no reside únicamente en el pasado y que sus huellas están siempre latentes, incluso en el Las democracias más fuertes. Paul Gilroy sostiene correctamente que es crucial en el momento histórico actual volver a comprometerse con el fascismo para restablecerlo en su lugar adecuado para enfrentar los tiempos oscuros, que amenazan con impulsar a las democracias de todo el mundo a gobiernos que imitan la política fascista de Estados Unidos. el pasado.

Me acerco al concepto de fascismo con temor, no solo porque enlaza tantos fenómenos históricos y locales diferentes. Ha sido engullido por la forma en que ha funcionado como un término de abuso general y corrompido por la forma en que se ha utilizado para expresar una sensación de maldad que es frustrantemente abstracta pero que sigue siendo rehén de la moderna fascinación contemporánea con la obscenidad, la criminalidad, la agresión, y el horror. Re «comprometerme con la idea del fascismo genérico es, espero, trabajar para redimir el término de su trivialización y restaurarlo en un lugar adecuado en las discusiones sobre los límites morales y políticos de lo que es aceptable … Creo que seguir adelante Una definición genérica de fascismo no solo es posible y deseable sino imperativa … Es esencial, ya que la memoria viva del período fascista se desvanece, para poder identificar estos nuevos grupos y su influencia en las vidas volátiles de las políticas postindustriales. El solo hecho de mantener una discusión sobre el fascismo como un proyecto heurístico en curso tiene un valor adicional en un escenario posterior a la guerra fría en el que Occidente ha desaparecido y donde una Europa renacida debe enfrentar su pasado.[9]

La visión de Gilroy proporciona una razón más para que los educadores hagan que la política sea más pedagógica y la pedagógica más política. Lo último es crucial para reconocer que la pedagogía es siempre una lucha por la agencia, las identidades, el deseo y los valores, al mismo tiempo que reconoce que tiene un papel crucial que desempeñar para abordar importantes cuestiones sociales y defender la educación pública y superior como esferas públicas democráticas. Hacer lo político pedagógico en este caso sugiere producir modos de conocimiento y prácticas sociales que no solo afirmen el trabajo cultural de oposición y las prácticas pedagógicas, sino que también ofrezcan oportunidades para movilizar instancias de indignación colectiva junto con acción de masas directa, contra un despiadado capitalismo de casino y un emergente fascista. política. Dicha movilización debe oponerse a las inequidades materiales evidentes y la creciente creencia cínica de que democracia y capitalismo son sinónimos. Como mínimo, la pedagogía crítica propone que la educación es una forma de intervención política en el mundo y que es capaz de crear las posibilidades de transformación individual y social.

La ignorancia ahora gobierna América. No es la ignorancia simple, aunque algo inocente, que proviene de una falta de conocimiento, sino una ignorancia maliciosa forjada en la arrogancia de negarse a pensar mucho sobre un tema, a comprometerse con el lenguaje en la búsqueda de la justicia. Como es bien sabido, la ignorancia del presidente Trump se exhibe diariamente. No solo es un mentiroso en serie, sino que su ignorancia también sirve como una herramienta de poder para evitar que el poder rinda cuentas. Además, también funciona como una forma de reescribir la relación entre las demandas de los ciudadanos críticos y las demandas de responsabilidad social y cívica. Bajo tales circunstancias, el pensamiento se vuelve peligroso y se convierte en objeto de asco organizado por cualquier vestigio de la verdad. Sin embargo, aquí hay más en juego que la producción de una forma tóxica de analfabetismo y la reducción de los horizontes políticos. Lo que estamos presenciando es un cierre de lo político junto con expresiones explícitas de crueldad y «crueldad ampliamente sancionada».[10]    Además, las mismas condiciones que permiten a las personas tomar decisiones informadas están bajo asedio a medida que las escuelas se financian, los medios se vuelven más corporativizados, los periodistas opositores son asesinados y la televisión de realidad se convierte en el modelo para el entretenimiento masivo. Bajo tales circunstancias, hay un ataque a gran escala contra el razonamiento reflexivo, la empatía, la resistencia colectiva y la imaginación compasiva. En cierto modo, la dictadura de la ignorancia se asemeja a lo que el escritor John Berger llama «eticidio»: y Joshua Sperling define como «El embotamiento de los sentidos; el ahuecamiento del lenguaje; el borrado de la conexión con el pasado, los muertos, el lugar, la tierra, el suelo; posiblemente también el borrado de ciertas emociones, ya sea lástima, compasión, consuelo, luto o esperanza ”. [11]

Dada la crisis actual de la política, la agencia, la historia y la memoria, los educadores necesitan un nuevo lenguaje político y pedagógico para abordar los contextos y problemas cambiantes que enfrenta un mundo en el que el capital se basa en una convergencia sin precedentes de recursos: financieros, culturales, políticos, económicos. Científicos, militares y tecnológicos: para ejercer potentes y diversas formas de control directo e indirecto. Si los educadores y otros quieren contrarrestar la mayor capacidad del capitalismo global para separar la esfera tradicional de la política del ahora alcance transnacional del poder, es crucial desarrollar enfoques educativos que rechacen un colapso de la distinción entre libertades de mercado y libertades civiles, una economía de mercado. y una sociedad de mercado, y capitalismo y democracia. La resistencia no comienza con la reforma del capitalismo sino con su abolición.[12]

Después de décadas de la pesadilla neoliberal tanto en Estados Unidos como en el extranjero, las pasiones movilizadoras del fascismo se desataron a diferencia de todo lo que hemos visto desde la década de 1930. La élite gobernante y los gerentes del capitalismo extremo han usado las crisis de desigualdad económica e inmigración y sus «arreglos manifiestamente brutales y de explotación» para sembrar divisiones sociales y resucitar el discurso de la limpieza racial y la supremacía blanca. [13]   Al hacerlo, han aprovechado el creciente sufrimiento y ansiedad colectivos de millones de personas para redirigir su enojo y desesperación a través de una cultura de miedo y discurso de deshumanización; también han convertido las ideas críticas en cenizas al diseminar una mezcla tóxica de categorías racializadas, ignorancia y un espíritu militarizado del nacionalismo blanco.

En este caso, el neoliberalismo y el fascismo se unen y avanzan en un proyecto y movimiento cómodo y mutuamente compatible que conecta los valores explotadores y las políticas de austeridad crueles del capitalismo de casino » [14] con los ideales fascistas. Estos ideales incluyen: la veneración de la guerra, el antiintelectualismo; deshumanización; una celebración populista del ultranacionalismo y la pureza racial; [15]la supresión de la libertad y la disidencia; una cultura de la mentira; una política de la jerarquía, la espectacularización de la emoción sobre la razón, la armonización del lenguaje; Un discurso de decadencia y violencia estatal en formas heterogéneas. El fascismo nunca está enteramente enterrado en el pasado y las condiciones que producen sus suposiciones centrales nos acompañan una vez más, iniciando un período de barbarie moderna que parece estar llegando a los extremos homicidas, especialmente en los Estados Unidos. [dieciséis]

La profunda gramática de la violencia ahora da forma a todos los aspectos de la producción cultural y se vuelve visceral en su generación actual de terrorismo doméstico, tiroteos en masa, el encarcelamiento en masa de personas de color y la guerra contra los inmigrantes indocumentados. No solo se ha vuelto más gratuito, aleatorio y, en algunos casos, trivializado a través de la monotonía de la repetición, también sirve como la doctrina oficial de la administración de Trump en la configuración de sus políticas domésticas y de seguridad. La violencia de Trump se ha vuelto tanto promiscua en su alcance como envalentonada en su inclinación a los grupos extremistas de derecha. La mezcla de nacionalismo blanco y la expansión de las políticas que benefician a los ricos, las grandes corporaciones y la elite financiera están cada vez más legitimadas y normalizadas en una nueva forma de pedagogía pública que equivale a una legitimación de lo que he llamado fascismo neoliberal.[17]

En tales circunstancias, la pedagogía crítica se convierte en una práctica política y moral en la lucha por revivir la alfabetización cívica, la cultura cívica y la noción de ciudadanía compartida. La política pierde sus posibilidades emancipadoras si no puede proporcionar las condiciones educativas necesarias para que los estudiantes y otras personas puedan pensar en contra del grano y realizarse como ciudadanos informados, críticos y comprometidos. No hay una política radical sin una pedagogía capaz de despertar la conciencia, desafiar el sentido común y crear modos de análisis en los que las personas descubran un momento de reconocimiento que les permita repensar las condiciones que dan forma a sus vidas.

Como una cuestión de responsabilidad política y social, los educadores deben hacer más que crear las condiciones para el pensamiento crítico y alimentar un sentido de esperanza para sus estudiantes. También deben asumir responsablemente el papel de los educadores cívicos en contextos sociales más amplios y estar dispuestos a compartir sus ideas con otros educadores y el público en general haciendo uso de las nuevas tecnologías de los medios y los modos tradicionales de comunicación. Comunicarse a una variedad de audiencias públicas sugiere usar oportunidades para escribir, charlas públicas y entrevistas en los medios de comunicación ofrecidas por la radio, Internet, revistas alternativas y enseñar a jóvenes y adultos en escuelas alternativas, por nombrar solo algunas. Aprovechando su papel como intelectuales públicos, los educadores pueden abordar el desafío de combinar la erudición y el compromiso utilizando un vocabulario que no es ni aburrido ni obtuso, mientras buscan hablar con una audiencia más amplia. Más importante aún, a medida que los maestros se organizan para afirmar la importancia de su papel y el de la educación en una democracia, pueden forjar nuevas alianzas y conexiones para desarrollar movimientos sociales que incluyan y se expandan más allá del trabajo con sindicatos y formaciones políticas tradicionales.

La educación funciona como un sitio crucial de poder en el mundo moderno. Si los maestros están realmente preocupados por salvaguardar la educación, tendrán que tomar en serio cómo funciona la pedagogía a nivel local y global. La pedagogía crítica tiene un papel importante que desempeñar tanto para comprender como para desafiar la forma en que se despliegan, afirman y se resisten el poder, el conocimiento y los valores dentro y fuera de los discursos tradicionales y las esferas culturales. En un contexto local, la pedagogía crítica se convierte en una herramienta teórica importante para comprender las condiciones institucionales que imponen restricciones a la producción de conocimiento, aprendizaje, trabajo académico, relaciones sociales y democracia en sí. La pedagogía crítica también proporciona un discurso para comprometer y desafiar la construcción de jerarquías sociales, identidades, e ideologías a medida que atraviesan las fronteras locales y nacionales. Además, la pedagogía como forma de producción y crítica ofrece un discurso de posibilidad, una forma de brindar a los estudiantes la oportunidad de vincular la comprensión con el compromiso y la transformación social para buscar la mayor justicia posible.

This suggests that one of the most serious challenges facing teachers, artists, journalists, writers, and other cultural workers is the task of developing a discourse of both critique and possibility.  This means developing discourses and pedagogical practices that connect a critical reading the word with reading the world, and doing so in ways that enhance the creative capacities of young people and provide the conditions for them to become critical agents. In taking up this project, educators and others should attempt to create the conditions that give students the opportunity to become critical and engaged citizens who have the knowledge and courage to struggle in order to make desolation and cynicism unconvincing and hope practical. Hope in this instance is educational, removed from the fantasy of an idealism that is unaware of the constraints facing the dream of a radical democratic society. Educated hope is not a call to overlook the difficult conditions that shape both schools and the larger social order nor is it a blueprint removed from specific contexts and struggles. On the contrary, it is the precondition for providing those languages and values that point the way to imagining a future that does not replicate the nightmares of the present.

La esperanza educada proporciona la base para dignificar el trabajo de los maestros; ofrece un conocimiento crítico vinculado al cambio social democrático, afirma responsabilidades compartidas y alienta a los profesores y estudiantes a reconocer la ambivalencia y la incertidumbre como dimensiones fundamentales del aprendizaje. Tal esperanza ofrece la posibilidad de pensar más allá de lo dado. Por difícil que parezca esta tarea para los educadores, si no para un público más amplio, es una lucha que vale la pena librar.

En una época de capitalismo venenoso y una política fascista emergente, educadores, estudiantes y otros ciudadanos preocupados enfrentan el desafío de proporcionar un lenguaje que abarque a un utopismo militante, mientras que están constantemente atentos a aquellas fuerzas que buscan convertir esa esperanza en un nuevo eslogan o Castigar y despedir a quienes se atreven a mirar más allá del horizonte de lo dado. El fascismo engendra cinismo y es enemigo de una esperanza militante y social. La esperanza debe ser atenuada por la compleja realidad de los tiempos y vista como un proyecto y condición para proporcionar un sentido de agencia colectiva, oposición, imaginación política y participación comprometida. Sin esperanza, incluso en los tiempos más terribles, no hay posibilidad de resistencia, disensión y lucha. La agencia es la condición de la lucha, y la esperanza es la condición de la agencia.

La esperanza es el requisito afectivo e intelectual para la lucha individual y social. La esperanza, no la desesperación, es la condición previa que fomenta la crítica por parte de los intelectuales dentro y fuera de la academia que utilizan los recursos de la teoría para abordar problemas sociales apremiantes. La esperanza también está en la raíz del coraje cívico que traduce la crítica en la práctica política. La esperanza, como el deseo de un futuro que ofrezca más que el presente, se vuelve más aguda cuando la vida de uno ya no puede darse por sentado. Solo al mantener tanto la crítica como la esperanza en tales contextos, la resistencia hará concreta la posibilidad de transformar la política en un espacio ético y un acto público. Y un futuro mejor que el que ahora esperamos desplegar requerirá nada menos que enfrentar el flujo de la experiencia cotidiana y el peso del sufrimiento social con la fuerza de la resistencia individual y colectiva y el proyecto interminable de transformación social democrática. Al mismo tiempo, para que la resistencia asuma los desafíos planteados por el surgimiento de una política fascista, tendrá que desarrollar un despertar del deseo. Esta forma de deseo educado está arraigada en el sueño de una conciencia y una imaginación colectivas alimentadas por la lucha por nuevas formas de comunidad que afirman el valor de lo social, la igualdad económica, el contrato social, los valores democráticos y las relaciones sociales. Para que la resistencia pueda enfrentar los desafíos planteados por el surgimiento de una política fascista, tendrá que desarrollar un despertar del deseo. Esta forma de deseo educado está arraigada en el sueño de una conciencia y una imaginación colectivas alimentadas por la lucha por nuevas formas de comunidad que afirman el valor de lo social, la igualdad económica, el contrato social, los valores democráticos y las relaciones sociales. Para que la resistencia pueda enfrentar los desafíos planteados por el surgimiento de una política fascista, tendrá que desarrollar un despertar del deseo. Esta forma de deseo educado está arraigada en el sueño de una conciencia y una imaginación colectivas alimentadas por la lucha por nuevas formas de comunidad que afirman el valor de lo social, la igualdad económica, el contrato social, los valores democráticos y las relaciones sociales.

La lucha actual contra un fascismo naciente en todo el mundo no es solo una lucha por las estructuras económicas o las alturas dominantes del poder corporativo. También es una lucha por las visiones, las ideas, la conciencia y el poder para cambiar la cultura misma. También es como Hannah Arendt señala una lucha contra «un temor generalizado de juzgar». [18]Sin la capacidad de juzgar, es imposible recuperar palabras que tengan un significado, imaginar mundos alternativos y un futuro que no imite los tiempos oscuros en que vivimos, y crear un lenguaje que cambie nuestra forma de pensar sobre nosotros mismos y nuestra relación con los demás. . Cualquier lucha por un orden socialista democrático radical no tendrá lugar si «las lecciones de nuestro pasado oscuro [no se pueden] aprender y transformar en resoluciones constructivas» y soluciones para luchar y crear una sociedad postcapitalista. [19]

Al final, no hay democracia sin ciudadanos informados y no hay justicia sin un lenguaje crítico de injusticia. La democracia comienza a fracasar y la vida política se empobrece en ausencia de esas esferas públicas vitales, como la educación pública y superior, en la que los valores cívicos, la erudición pública y el compromiso social permiten una comprensión más imaginativa de un futuro que toma en serio las demandas de la justicia. , equidad y coraje cívico. La democracia debe ser una forma de pensar acerca de la educación, una que prospere al conectar la pedagogía con la práctica de la libertad, el aprendizaje a la ética y la agencia a los imperativos de la responsabilidad social y el bien público. [20] El capitalismo neoliberal despoja a la esperanza de sus posibilidades utópicas y se nutre de la idea de que vivimos en una era de esperanza cerrada, y que cualquier intento de pensar lo contrario resultará en una pesadilla. Sin embargo, el hecho es que sin esperanza no hay agencia y sin agentes colectivos, no hay esperanza de resistencia. En la era del fascismo naciente, no es suficiente conectar la educación con la defensa de la razón, el juicio informado y la agencia crítica; también debe estar alineado con el poder y el potencial de la resistencia colectiva. Vivimos en tiempos peligrosos. En consecuencia, existe una necesidad urgente de que más individuos, instituciones y movimientos sociales se unan en la creencia de que los regímenes actuales de tiranía pueden ser resistidos,

Notas

[1] Quiero agradecer a la Dra. Rania Filippakou por sus perspicaces comentarios editoriales.

[2] Peter Thompson, «La Escuela de Frankfurt, Parte 5: Walter Benjamin, El fascismo y el futuro», The Guardian (21 de abril de 2013). En línea: https://www.theguardian.com/commentisfree/belief/2013/apr/22/frankfurt-school-walter-benjamin-fascism-future

[3] Ver, especialmente, Stuart Hall, Capítulo 1: «La revolución neoliberal», La crisis neoliberal , ed. Editado por Jonathan Rutherford y Sally Davison, [Londres: Lawrence Wishart 2012]. En línea: http://wh.agh.edu.pl/other/materialy/678_2015_04_21_22_04_51_The_Neoliberal_Crisis_Book.pdf ; David Harvey: Una breve historia del neoliberalismo (Nueva York: Oxford University Press, 2005); Sheldon S. Wolin, Democracy Incorporated: Democracia administrada y el espectro del totalitarismo invertido , (Princeton University Press, 2008). Wendy Brown, “ Deshaciendo las demostraciones: Revolución sigilosa del neoliberalismo , (Nueva York: Zone Books, 2015). Virginia Eubanks, automatizando la desigualdad  (St. Martin’s Press, 2017); George Monbiot, Out of the Wreckage (Verso Press, 2017 ); Henry A. Giroux, American Nightmare: Enfrentando el desafío del fascismo ( City Lights 2018).

[4] Charles Derber, Bienvenido a la Revolución: Universalización de la resistencia por la justicia social y la democracia en tiempos peligrosos(Nueva York: Routledge, 2017). Heinrich Geiselberger, ed, The Great Regression (Londres: Polity, 2017).

[5] Jon Nixon, «Hannah Arendt: Thinking Versus Evil», Times Higher Education , (26 de febrero de 2015). En línea en: https://www.timeshighereducation.co.uk/features/hannah-arendt-thinking-versus-evil/2018664.article?page=0%2C0

[6] Ver, por ejemplo, Jane Mayer, «The Making of the Fox News White House», The New Yorker (4 de marzo de 2019). En línea: https://www.newyorker.com/magazine/2019/03/11/the-making-of-the-fox-news-white-house

[7] Pankaj Mishra, «Una postura de Gandhi contra la cultura de la crueldad», The New York Review of Books, [22 de mayo de 2018]. En línea: http://www.nybooks.com/daily/2018/05/22/the-culture-of-cruelty/

[8]  Hannah Arendt, Orígenes del totalitarismo (Nueva York: Harcourt Trade Publishers, Nueva edición, 2001).

[9] Paul Gilroy, » Contra la raza: imaginando la cultura política más allá de la línea de color «, Capítulo 4 -Hitler in Khakis: Íconos, propaganda y política estética ‘(Cambridge: The Belknap Press de Harvard University Press, 2000), pp. 144-145, 146

[10] Pankaj Mishra, «Una postura de Gandhi contra la cultura de la crueldad», The New York Review of Books, [22 de mayo de 2018]. En línea: http://www.nybooks.com/daily/2018/05/22/the-culture-of-cruelty/

[11] Joshua Sperling citó en Lisa Appignanesi, “Las formas de ser de Berger”, The New York Review of Books (9 de mayo de 2019). En línea: https://www.nybooks.com/articles/2019/05/09/john-berger-ways-of-being/?utm_medium=email&utm_campaign=NYR%20Tintoretto%20Berger%20Mueller&utm_content=NYR%20Tintoretto%20Berger%%20Merer + CID_22999ee4b377a478a5ed6d4ef5021162 & utm_source = Newsletter & utm_term = John% 20Bergers% 20Ways% 20of% 20Being

[12] Citado en Roger Griffin, «Preparando el renacimiento de la nación: la política y la estética del desempeño en el contexto de los estudios fascistas», en Gunter Berghaus, ed. Fascismo y teatro: estudios comparativos sobre la estética y la política del performance en Europa, 1925-1945. (Providencia: Gerghahn Books, 1996). En línea: https://www.libraryofsocialscience.com/ideologies/resources/griffin-staging-the-nations/

[13] Paul Gilroy, Against Race  (Cambridge: Harvard University Press, 2000), 139.

[14] Paul Gilroy, Against Race  (Cambridge: Harvard University Press, 2000), 139.

[15] Paul Gilroy, Against Race  (Cambridge: Harvard University Press, 2000), 139.

[16] Chiara Bottici en Cihan Aksan y Jon Bailes, editores. «One Question Fascism (Part One),» ¿Vuelve el fascismo? »  State of Nature Blog,  [3 de diciembre de 2017]. En línea: http://stateofnatureblog.com/one-question-fascism-part-one/

[17] Henry A. Giroux, «La pesadilla del fascismo neoliberal», Truthout (10 de junio de 2018). En línea: https://truthout.org/articles/henry-a-giroux-the-nightmare-of-neoliberal-fascism/

[18] Hannah Arendt, «Responsabilidad personal bajo la dictadura», en Jerome Kohn, ed., Responsibility and Judgment, [NY: Schocken Books, 2003]. En línea: https://grattoncourses.files.wordpress.com/2016/08/responsibility-under-a-dictatorship-arendt.pdf

[19] Nicola Bertoldi, “¿Estamos viviendo una nueva ‘era de Weimar’ ?: resoluciones constructivas para nuestro futuro”, OpenDemocracy  (3 de enero de 2018). En línea: https://us1.campaign-archive.com/?e=d77f123300&u=9c663f765f28cdb71116aa9ac&id=367a142d39

[20] Henry A. Giroux, El terror de lo imprevisto  (Los Angeles: Los Angeles Review of Books, 2019).

 

Fuente: https://www.counterpunch.org/2019/05/10/pedagogical-terrorism-and-hope-in-the-age-of-fascist-politics/

 

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