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Los desafíos de Sudáfrica 25 años tras el fin del apartheid

Sudafrica/30 junio 2016/ Autor: Carolina Valdehíta/Fuente: El Mundo

  • Aunque la desigualdad ha disminuido, el poder económico continúa en manos de los blancos.
  • Colectivos de derechos humanos siguen pidiendo ayudas para frenar esas diferencias sociales.

Es posible que Sudáfrica sea el país africano cuya historia haya marcado mayores diferencias sociales, para luego arreglarlo, y después volver a situarlo en el día a día. A comienzos de la década de los 90 cada vez se hizo más notoria la necesidad de cambiar a un régimen que huyera del racismo y la misoginia, y en el que cada persona contase un voto. Tras varias desavenencias en el seno del partido conservador, el presidente Frederik W. De Klerk fue instaurando paulatinamente la democracia y dando poder a la mayoría negra, legalizando primero el Congreso Nacional Africano (CNA) y liberando a Nelsón Mandela de la cárcel, donde había permanecido tres décadas. A finales de abril de 1994 se celebraron las primeras elecciones democráticas y el 10 de mayo Mandela se convertía en el primer presidente negro con una mayoría aplastante de votos.

Existe en Sudáfrica un antes y un después de la era ‘Madiba’, donde la tarea por disminuir la igualdad trabajó en diferentes aspectos de la sociedad. La película «Invitus» (Clint Eastwood, 2009) retrata un episodio histórico que quizá fue uno de los momentos clave para el desarrollo de la identidad sudafricana donde el color de la piel pasaba aun segundo plano. El rugby acercó a ex colonos y colonizados y les abrigó bajo el lema que sustenta al estado más meridional de África: «Sudáfrica, unidad en la diversidad». Unidad porque con la caída del apartheid, hace hoy veinticinco años, todos se volvieron iguales a los ojos de la constitución. Diversidad porque esa unión no desvinculaba a cada persona de sus creencias históricas y herencia cultural. Cada tribu se mantenía con su esencia, como parte boyante de ese todo. Sin embargo, a pesar de lo emblemático de esos veinticinco años del fin de la xenofobia por decreto, hay cinco desafíos clave que el país debe abarcar.

Superar el caos político

El mayor problema con el que Sudáfrica batalla a día de hoy es su propio presidente: Jacob Zuma, líder del Congreso Nacional Africano (CNA), partido liderado antaño por Mandela. La corrupción, muy extendida en África, ha acaparado portadas de prensa desde comienzos de este año. Si bien siempre han sido conocidas, y de alguna manera toleradas, las cuestionables prácticas de Zuma respecto a favoritismos y corrupción, es ahora cuando la oposición y los tribunales están haciendo más ruido por sacar a la luz casos que se remontan a 2009, antes de ser presidente. Carismático y cercano al pueblo, Zuma llegó al poder como una versión azucarada de Mandela, sin su fuerza ni valores. Con las elecciones locales a la vuelta de la esquina, Zuma tiene difícil recuperar la confianza de su partido y de su electorado. Por otro lado, el lamentable espectáculo que han dado los diputados en el Parlamento durante este año, que en más de una ocasión casi terminan haciendo de la sala un club de la lucha, resta la seriedad que dicha cámara necesita.

Hacer frente a la crisis económica

Veinticinco años es poco para industrializar un país y atajar las diferencies económicas que comprendan al Estado dentro del selecto grupo de los llamaos «estados del bienestar» propios del mundo occidental. Sin embargo, con empeño, Sudáfrica es el Estado africano que más cerca está de conseguirlo. Siendo el segundo motor económico del África Subsahariana, sólo superado por Nigeria gracias a sus reservas de crudo, Sudáfrica aumentó su PIB tras el ‘boom’ del Mundial de 2010. Seis años bastaron para dar una excusa al extranjero para llegar hasta el país como turismo o bien para invertir. Los últimos datos de su PIB son de 2014 y son de 263.493 miles de millones de euros, situando al país en el puesto 38 del ránking mundial. Sólo ahora comienzan a sentirse los primeros brotes de la recesión que se explican por la falta de una política económica coherente durante varios años. A finales de 2015, el Ministro de Finanzas empezó a elaborar la hoja de ruta antes de que fuera tarde. Con un paro superior al 25%, la pobreza generalizada (más de un cuarto de la población vive con menos de 1,25 dólares al día) y la caída del precio del rand, la estrategia a seguir es la de gastar menos con el fin de ahorrar más.

Aminorar las desigualdades sociales

Si bien es verdad que la cohesión social existe en Sudáfrica, las desigualdades sociales son palpables en el día a día. No hay más que ver los extensos suburbios que circundan grandes ciudades como Johannesburgo o Ciudad del Cabo. Mientras que en las extensas urbes se pueden encontrar rascacielos, casas coloniales y edificios funcionales, miles de personas continúan viviendo en casas hechas con plásticos, hojalatas, hierros y demás chatarras en unas condiciones de hacinamiento e insalubridad alarmantes. La caridad sigue siendo el medio de ayuda a todos los necesitados, así como los subsidios estatales. Pero ojo, también este paternalismo del Estado juega una doble lectura y, aunque el porcentaje no sea elevado, hay quiénes se aprovechan del letargo y las ayudas económicas para continuar con la dependencia. En las calles de las grandes ciudades se pueden ver a muchos vagabundos con semblante destructivo, fruto no sólo de la pobreza sino también de las consecuencias de la droga.

Adalid como referente de los derechos humanos

Mucho tienen que aprender el resto de países del África negra en cuanto al respeto de los derechos humanos, de la mujer y de las minorías perseguidas por motivos de raza, religión o condición sexual. Si bien Sudáfrica presume de ser una de las civilizaciones más abiertas: la homosexualidad no está perseguida, el matrimonio igualitario está contemplado por la ley, el papel laboral de la mujer está aceptado y las minorías son más respetadas. En ese sentido, el país debería aunar sus esfuerzos por convertirse en un ejemplo a seguir por los países colindantes. El respeto a los seres humanos, el derecho a la manifestación y a la huelga son otros de los estandartes de los que puede presumir Sudáfrica, pese a tener una policía corrupta. Human Rights Watch ratificó en su memoria de 2015 dicho abuso de poder policial «persisten serias preocupaciones acerca de la conducta y la capacidad de los Servicios de Policía de Sudáfrica, tanto en términos de la utilización de la fuerza en general, así como para hacer frente a los disturbios de manera que se respeten los derechos».

Bajar la tasa de criminalidad

Otra de las asignaturas clave de Sudáfrica es el la lucha contra la criminalidad. El país está entre los 10 estados más peligrosos del mundo donde las posibilidades de sufrir una agresión sexual, atraco a mano armada o robo en la vivienda son mayores que en otros países africanos donde no persiste ningún conflicto armado. Con un índice de población de 52,98 millones de personas según los últimos datos de 2013, un paro superior al 25% y miles de armas circulando en el territorio, la seguridad es requisito indispensable. Según el último informe de la policía se producen 50 homicidios al día. «A veces tanto el ladrón como el policía están compinchados, y eso hace que muchos turistas sean robados y no puedan hacer nada para que la justicia les ayude en el momento que se produce el robo», comentaba un taxista de Ciudad del Cabo. «Por la mañana se puede andar sin problema por casi cualquier parte, por la noche hay que extremar las precauciones», advertía. Y no sólo hay que estar en guardia ante la criminalidad con violencia, sino también hay que estar atentos ante una posible copia de datos de las tarjetas de crédito o suplantación de la identidad bancaria.

Fuente: http://www.elmundo.es/internacional/2016/06/30/5773f4d2e5fdea117e8b4659.html

 

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Cuando los niños tienen fobia a la escuela

Autora: Sandra Toribio Caballero/Fuente: blogs.elconfidencial

A pesar de que la “fobia escolar” no aparece catalogada dentro de los manuales de criterios diagnósticos de psicología o psiquiatría, parece servirnos, como término, para entender unos síntomas determinados que en ocasiones sufren niños y niñas.

Definición

Al tratarse de una fobia, estamos hablando de un temor que es excesivo o irracional y que se desencadena por la presencia o anticipación de un objeto o situación determinados. Normalmente, estas situaciones intentan evitarse para no sufrir la ansiedad o angustia que conllevan.

En el caso de la fobia escolar, la situación que dispara la ansiedad sería la escuela y lo relacionado con ella, según indica la Asociación Española de Pediatría. En muchas ocasiones suele aparecer la ansiedad con el hecho de pensar que hay que volver al colegio: los domingos suelen ser un día malo, ante la perspectiva de la semana que hay por delante, y los viernes suelen ser un día bueno, porque llega el fin de semana.

Los síntomas con los que la fobia escolar puede manifestarse varían en función de cada niño o niña: nauseas o vómitos, dolores de tripa o de cabeza, malestar general, irritabilidad o tristeza y bajo estado de ánimo, están entre los más frecuentes.

¿Por qué ocurre?

Lo primero es empezar por descartar que existan otros problemas de fondo, por ejemplo, que haya problemas en el colegio con otros niños y/o niñas, con los profesores, etc. En el caso de que los padres (después de haberle preguntado a su hijo o hija acerca de esto y de haber ido a hablar con el colegio si lo estiman oportuno), entiendan que no hay motivo “objetivo” de preocupación, es momento de tratar de pensar la situación desde otro punto de vista.

Si faltan a clase por miedo, es probable que la situación vaya en aumento

Que no haya “causas justificadas” que expliquen la situación no significa que no haya un problema. Es posible que, por las características de personalidad del niño o la niña, en un momento determinado, les empiece a costar más, hasta el punto de ser un problema, ir al colegio: por ejemplo, si son muy tímidos, vergonzosos o tienen mucho miedo al ridículo. A veces, la fobia social puede convertirse en la parte más visible de dificultades en las relaciones sociales ya existentes.

Muchos padres se preguntan por qué de repente aparece la fobia, cuando nunca antes les había pasado algo así a sus hijos. Cada caso es único, y habría que analizar a fondo qué factores pueden haber ocurrido, pero en muchas ocasiones suele haber uno o varios que lo desencadenen: por ejemplo, la llegada al grupo de clase de un niño o niña que resulte especialmente molesto, un cambio del que había sido el profesor o la profesora hasta ese momento, un cambio de colegio o domicilio…

Hay que hablar con el niño o la niña y tratar de entender cómo se sienten

Es posible que el malestar del niño o la niña afecte a la familia y que puedan aparecer enfados con los padres, al culparles de tener que ir al colegio. Los padres son las personas más cercanas, de más confianza y seguridad y los niños y niñas saben que les van a seguir queriendo y estando ahí para ellos pase lo que pase; quizás por eso se “permitan” descargar todo su malestar, enfado o rabia contra ellos.

Qué pueden hacer los padres…

Lo normal es que, si hablamos de fobia social, el niño o la niña lo pasen realmente mal antes de ir al colegio y lloren, pataleen, se enfaden… y que los padres, incómodos ante el sufrimiento de sus hijos, piensen: “Casi mejor que no vaya…”. Pero es importante que, en la medida de lo posible, no falten al colegio. Eso, con mucha probabilidad, haría que el miedo o el pánico hacia la situación escolar fuera en aumento. Bien es cierto que, si de forma excepcional, los padres consideran que algún día es mejor que no vayan, no puedan hacerlo, entendiéndolo siempre como algo puntual.

Hablar con el niño o la niña, tratar de entender cómo se sienten, pensar si nosotros mismos como padres vivimos de pequeños alguna situación parecida, quizás no necesariamente con el colegio, pero quizás sí que tuvimos algo parecido a una fobia… Todo esto nos ayudará a conectar con el sentimiento de pánico “de niño a niño” (el niño o niña que fuimos y nuestro hijo/a), más que de “papá o mamá adultos a niño”. Quizás eso ayude a que en vez de enfadarnos (que es también una reacción que puede aparecer por parte de los padres), podamos empatizar más con ellos.

A veces son los hermanos y hermanas mayores quienes alertan a los padres de que algo no marcha bien

Es importante que los padres y madres ayuden a sus hijos a poner en palabras la situación para que puedan entender y conectar los síntomas físicos (los dolores de tripa, de cabeza, etc.) con su malestar emocional (no querer ir al colegio): “Entendemos que te pone muy nervioso pensar que mañana hay cole, y seguramente el que te duela tanto la tripa ahora tiene que ver con eso”. Que puedan reconocer sus emociones es importante, pero sin dudar de que confían en que lo mejor es que siga yendo a la escuela.

También que puedan hablar con el colegio para tratar de entender si hay situaciones que están cambiando, como decíamos, es fundamental: ¿Cómo están en clase? ¿Juegan solos en los recreos? ¿Juegan con niños más pequeños? ¿Se van a jugar con el grupo de la hermana o hermano –mayores o más pequeños– que también estén en el cole? A veces son los hermanos y hermanas mayores quienes alertan a los padres de que algo no marcha bien con el hermano o hermana pequeña.

Por último, si los padres consideran que la situación comienza a ser demasiado grave o preocupante o que se alarga en el tiempo, es importante que puedan consultar con un especialista, para que el niño o la niña pueda contar con un espacio propio en el que trabajar sobre su malestar, y en el que los padres y madres puedan expresar y trabajar, también, sobre sus angustias en relación con esto.

Fuente texto: http://blogs.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/relacion-padres-e-hijos/2013-01-10/cuando-los-ninos-tienen-fobia-a-la-escuela_588331/

Fuente imagen: http://www.guiainfantil.com/uploads/educacion/fobiaG.jpg

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La violencia sexual en India es igual que antes de la violación de 2012 que agitó el país

India/30 junio 2016/Autor: Laura Olías/Fuente: El Diario

La india Vandinika Shukla, de 22 años, fue una de los 16 «jóvenes líderes» que asistieron a los Días Europeos de Desarrollo 2016 por sus proyectos para reducir la pobreza y desigualdad.

«El problema más importante en India es una cultura del patriarcado muy fuerte, especialmente en los ambientes rurales, que afecta a todos los aspectos de la vida».

Dos experiencias condujeron a Vandinika Shukla (22 años) desde Delhi hasta una sala repleta de asistentes en los Días Europeos de Desarrollo de este año en Bruselas. «Cuando iba a la universidad, estuve dos semanas en una aldea remota de bajos recursos. Me ayudó a comprender realmente la desigualdad. A entender cómo es preocuparse por si tendrás comida al final del día». La segunda fue participar en la primera cumbre Women 20 (W20), cobijada por el G20, con el objetivo de luchar por los derechos de las mujeres. Ese encuentro le dejó una forma distinta de mirar: cada vez que diseña sus proyectos sobre educación y desarrollo se detiene a pensar «cómo afectarán a las mujeres y niñas».

Vandinika ha sido una de las 16 «jóvenes líderes» que la Comisión Europea seleccionó para el debate sobre desarrollo de los EDD2016, celebrados en la capital belga la semana pasada. Más de 300 solicitantes se presentaron para ser la voz de su generación en este encuentro que abordó la estrategia europea contra la pobreza y la desigualdad. Un proyecto para hacer más inclusivas las escuelas en India y su inquietud le valieron a la joven india el billete hasta Bruselas.

 «Lo que hacemos es empoderar a los niños para que sean ellos los que luchen y pidan que sus escuelas sean más inclusivas. Ellos elaboran proyectos para que sus propios centros, para ayudar al gobierno en esta meta», cuenta en una conversación con eldiario.es, tras participar en paneles con representantes de las instituciones europeas. Vandinika explica que en India la educación pública está garantizada por ley, pero la calidad y la igualdad de oportunidades para acceder a los centros de nivel son una asignatura pendiente. La joven ha llevado su proyecto a más de «20 colegios, con unos 300 niños», con los que emplea la misma receta que le abrió a ella los ojos: la experiencia.

La joven divide a los niños por colores, unos de rosa y otros de azul. «Les decimos que los del color rosa pueden sentarse en sillas; los de color azul deben permanecer de pie. En la comida, los de rosa tienen más comida y los de azul, menos. Después de un rato, los niños te preguntan. ‘¿Por qué estás haciendo eso? ¿Hemos hecho algo mal?’ Nosotros les decimos que no, que simplemente los de color rosa tienen más comida y ya está. Que es así», cuenta.

Así transmite el sinsentido que mina el futuro a cientos de miles de personas en el país asiático, habitado por 1.311 millones de habitantes en 2015. «Cuando les preguntamos al final cómo se han sentido, todos describen el sentimiento de ser discriminado, no tener acceso a algo muy básico sin ningún motivo». Con el impulso de la experiencia propia, los alumnos elaboran estrategias para «que sus escuelas sean inclusivas con los niños más desfavorecidos».

Vandinika cree que la escuela abre un ventanal de posibilidades a los niños, les enseña a qué pueden aspirar en un futuro. En su caso fue así. «En mi colegio nos decían que podíamos hacer todo, cualquier cosa. Era muy abierto en muchos sentidos, la igualdad de género era un principio, por ejemplo».

Salvo con la excepción de algunas personas más conservadoras, «sobre todo con determinados lazos religiosos», Vandinika nunca se sintió amenazada ni especialmente criticada por sus compañeros por reivindicar la igualdad de derechos de las mujeres. Lo dice viviendo en una sociedad «profundamente patriarcal, con una desigualdad mantenida como norma social durante mucho tiempo», en la que es consciente de que ser mujer, por desgracia, un peligro. Un riesgo real y diario.

Cuatro violaciones a la hora

La violencia sexual es un ejemplo de ello. Según las cifras oficiales del Gobierno indio, 36.735 mujeres fueron violadas en 2014. Cuatro cada hora. Las cifras son muy inferiores a la magnitud del problema, según las organizaciones de mujeres. Las víctimas no siempre denuncian los hechos y, además, India no considera violación las agresiones sexuales dentro del matrimonio.

Vandinika recuerda la agresión sexual colectiva a una chica en un autobús en diciembre de 2012. La brutalidad del ataque y asesinato –la chica murió tras varios días en coma–, conmocionó al país. «Hubo muchísimas protestas, la juventud fue más consciente del problema, también la policía». El gobierno endureció las penas para violadores reincidentes y ciertas normas, pero no todas: la violación conyugal sigue sin estar penada, por ejemplo.

«Lo sorprendente es que cada día hay un caso nuevo de abuso sexual. No sé si es porque antes no se denunciaba y ahora sí, o si está aumentando las agresiones sexuales a mujeres, no lo sé. Pero lo cierto es que el problema todavía existe y con la misma magnitud que en 2012», apunta la joven de su propia experiencia. Los datos oficiales sí registran un aumento de las denuncias: eran 18.233 en 2009; 24.923, en 2013; 36.735, en 2014.

La idea general de violación es la de una chica sola, en la calle, en la oscuridad. Cuando ves a una niña de 3 años abusada, ¿es que acaso andaba sola por la calle?

Ese peligro marca la rutina de las chicas. «Hay aplicaciones del móvil para dar a un botón cuando te sientas en peligro y que pueden indicar en qué lugar te encuentras», explica Vandinika. La joven, que trabaja con ONU Mujeres, destaca que a menudo se difunde una idea de agresión sexual que no es la más frecuente. «La de una chica sola, en la calle, en la oscuridad. Cuando ves a una niña de tres años abusada, ¿es que acaso andaba sola por la calle?», critica.

El foco a menudo señala al comportamiento de la víctima y no al agresor. Las estadísticas oficiales sí aportan un dato sobre ellos: el 86% de las agresiones registradas en 2014 fueron ejecutadas por hombres cercanos a la mujer (familiares, vecinos, compañeros de trabajo y amigos).

Vandinika cree que las nuevas generaciones deben invertir estas estadísticas. En su opinión, gran parte depende de la educación y de la movilización social. «Si no se lucha desde dentro de la sociedad, para combatir esas normas sociales, estamos en riesgo de quedarnos atrasados en el desarrollo», advierte. Ella se aplica la lección y, dentro sus posibilidades, trabaja para cambiar las cosas. «En 2014, durante las elecciones generales en India, creamos una campaña en las redes sociales para ver qué políticas sobre mujeres tenían los partidos y también si después cumplían con sus promesas. Qué decían y que hacían luego».

«Conseguimos hasta 400.000 personas interactuando con nosotras cada semana, desde diferentes lugares del país, involucradas en política. Eso puede ayudar a las personas a pedir responsabilidad a sus líderes y, además, presiona a los políticos porque sienten que están siendo observados», añade.

Vandinika pide a Europa que mire a India «más allá de los tópicos de la pobreza, las diferentes religiones, los colores… India es todo eso, pero también mucho más. Hay mucha gente joven muy cualificada». Ellos son los que pueden impulsar el desarrollo desde dentro, dice. «La India de la semana pasada no es la India que tendremos mañana», entona como si pronunciara un proverbio.

Fuente noticia: http://www.eldiario.es/desalambre/violencia-sexual-mujeres-violacion-India_0_530198019.html

Fuente imagen: http://www.lapatilla.com/site/wp-content/uploads/2013/12/india.jpg

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¿Cómo educar las emociones? La inteligencia emocional en la infancia y la adolescencia

Por: Observatorio FAROS Sant Joan de Déu. Observatorio de Salud, Infancia y Adoslescencia

 

En el presente cuaderno se ofrece un concepto actual de las emociones, y quiere ser una exposición de cómo se ha pasado de la inteligencia emocional a la educación emocional y de las aplicaciones que de ello se derivan en la educación formal y en la familia, situando siempre al niño y al adolescente como nuestro punto central de interés.

En varios capítulos se presenta la situación de la educación emocional en el mundo, y más concretamente en los Estados Unidos, en el Reino Unido y en España, que se pueden considerar los países donde se está difundiendo de forma más visible.

El informe termina con un decálogo de los aspectos más relevantes que aparecen en toda la obra, a modo de resumen, y unas referencias bibliográficas con la intención de orientar la formación posterior de las personas interesadas. Esperamos que todo ello contribuya a educar las emociones y poner inteligencia emocional en la infancia y la adolescencia para garantizarles un mejor estado de salud y bienestar a largo plazo.

Para leer, descargar aqui:

http://www.caib.es/sacmicrofront/archivopub.do?ctrl=MCRST151ZI120742&id=120742

 

 

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Ecuador: Dos millones de estudiantes salen hoy de vacaciones

Ecuador/30 junio 2016/ Fuente: El Comercio

Oficialmente, el año lec­tivo 2015- 2016 termi­na hoy, 30 de junio, para los alumnos del régimen Sierra-Amazonía. Los niños y jóvenes que pasaron las materias sin complicaciones disfrutarán de las vacaciones hasta el 5 de septiembre. Los demás deben prepararse para supletorios y exámenes de gracia.
En total, son 1 991 395 estudiantes de planteles públicos y privados. La mayoría cursa la Educación General Básica: 1 421 123 chicos, según el Ministerio del ramo. En Quito, hay 651 732 muchachos que dejan las aulas.
En las últimas semanas de este mes, en los establecimientos se han desarrollado exposiciones y programas de cierre, con la presencia de padres de familia. En la Unidad Educativa Rudolf Steiner, con ayuda de los profesores, los chicos simularon un noticiero de televisión. Hubo entrevistas y reportes en directo.
La exposición, realizada el sábado, fue el proyecto final del Programa de Escuela Primaria, que es parte del diploma de Bachillerato Internacional.
María Gordillo, directora de Estudios de Inicial y Primaria, comentó que la intención fue que los niños conocieran la problemática actual y debatiesen las soluciones. Hoy habrá una ceremonia especial para dar por finalizado el año, como en otros planteles.
Ayer, en la Unidad Jesús de Nazareth, en el sur de Quito, culminaron las clases para los niños de primaria e inicial. María Isabel V., estudiante de segundo de Básica, hizo una tarjeta para su profesora. “Le digo que la quiero y que la voy a extrañar mucho mientras esté en la playa. Me voy de viaje”.
La niña recordó que aprendió a sumar y a restar, este año, gracias a la profesora Cecilia Alomoto, quien coordinó actividades de distracción. Los alumnos de tercero hicieron un muñeco con lana, al que llevarán a las vacaciones y así tener un recuerdo mientras estén fuera de las aulas.
Pero no todo es alegría en esta etapa del año. Algunos padres perdieron sus empleos. Y han tenido problemas para pagar las pensiones mensuales.
Mario F. se quedó sin su trabajo en una agencia de viajes y adeuda los tres últimos meses en la escuela de su hijo, en San Juan de Cumbayá. Llegó a un acuerdo para que no le suban intereses. Buscará extinguir las obligaciones en tres meses.
La rectora del Jesús de Nazareth, Jackeline Estrella, confirmó que este año hubo un aumento, en relación con otros períodos, de padres que tienen complicaciones económicas y no pueden cumplir con el pago. No precisó el número de casos. Ellos ofrecen ayudas financieras, becas por problemas económicos o acuerdos para cancelar en cuotas.
Este apoyo también brindan las autoridades del Colegio Menor San Francisco, en Cumbayá, en caso de que un padre o una madre atraviese una situación económica difícil.
Otros padres que perdieron sus empleos, como José V., cambiarán a sus hijos del sistema particular al fiscal.

El ministro de Educación, Augusto Espinosa, apuntó que por esta causa ningún colegio puede negar la entrega de documentos (registros de notas) a padres que tengan una deuda y que quieren un cambio de institución. Recordó que hay un contrato entre las partes para honrar el pago, sin afectar al alumno.

Fuente: http://www.elcomercio.com/actualidad/estudiantes-vacaciones-educacion-anolectivo.html

 

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Protestan estudiantes egipcios por filtración de exámenes

Egipto/30 junio 2016/ Fuente: Prensa Latina

Cientos de estudiantes se manifestaron hoy frente al ministerio de Educación de Egipto, en El Cairo, en contra de la posposición y cancelación de los exámenes finales de educación Secundaria (Thanaweya Amma) en todo el país, tras la filtración de éstos en las redes sociales.

Entre otros reclamos, los jóvenes demandaron la renuncia del Ministro, El Hilali El Sherbini, mientras culparon a los funcionarios de esa entidad por la diseminación de las pruebas escolares en páginas de Facebook.

Durante la manifestación, los estudiantes rechazaron la decisión de El Sherbini de aplazar los restantes exámenes hasta julio, para evitar posibles nuevos fraudes.

Numerosos alumnos egipcios protestaron además, según medios de prensa, en las ciudades de Alejandría, Mansoura, Ismailia y Sharqia.

La víspera, el Fiscal General de Egipto refirió el caso de la masiva filtración de exámenes escolares en el país a los fiscales encargados de asuntos de seguridad nacional.

De acuerdo con medios locales, la decisión se tomó al considerar que el fraude generalizado en varias asignaturas -a través de las redes sociales- afecta los «interesas nacionales» egipcios.

La decisión del Fiscal General se tomó poco después que el ministerio de Educación anulara las pruebas escolares finales de nivel de secundaria (Thanaweya Amma en árabe) de la asignatura de matemáticas aplicadas, filtrado antes que los estudiantes se sometieran a él en la mañana de hoy.

El pasado 23 de junio, pesar de los esfuerzos de las autoridades escolares nacionales, se publicaron con antelación los exámenes de las materias de Economía, Inglés y Francés.

El 2016 constituye el cuarto año consecutivo en que ocurre semejante incidente, que obliga a rehacer los exámenes en todo Egipto.

Varios administradores de páginas de ese sitio fueron arrestados y funcionarios del ministerio de Educación, presuntamente involucrados en la filtración de las pruebas que este año deben superar más de 500 mil estudiantes egipcios.

Fuente noticia: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=5013951&Itemid=1

Fuente imagen: http://i2.wp.com/www.republica.com.uy/wp-content/uploads/2016/06/protesta-2.jpg?resize=620%2C400

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El Maestro nuevo y la formación de ciudadanos

Ese día la escuela tenía maestro nuevo quien había sido trasladado de un liceo ubicado en la frontera entre Colombia y Venezuela a una pequeña escuela granja anclada en una montaña de los andes tachirenses. La escuela era una institución pública, con internado para los niños con carencias familiares severas y comedor escolar permanente.

El Director, al inicio de la jornada diaria reunió brevemente a los docentes y presentó al colega que se incorporaba a trabajar como docente y en los proyectos productivos de la escuela. Todos y todas le dieron la bienvenida y se incorporaron a sus labores cotidianas del aula.

Más tarde el Director pasaría por cada uno de los salones presentando ante los niños y niñas al maestro que llegaba. Al entrar a cada salón los estudiantes se levantaban al unísono y decían: –Buenos días señor Director. El Director y el maestro respondían el saludo e indicaban que se podían volver a sentar. Uno que otros cuaderno, lápiz o sacapuntas se caía cuando apresurados los pequeños volvían a sentarse en los pupitres.

Al mediodía, todos, internos y externos, maestros y estudiantes, se reunían en el comedor escolar.  Unas largas mesas eran flanqueadas por banquetas de madera que compartían para sentarse. Era costumbre que uno de los docentes les diera algún breve mensaje de 3 a 5 minutos antes de iniciar la comida. El Director le había pedido al maestro recién llegado que asumiera esa tarea. Los niños estaban comenzando a entrar y el novel maestro tomó una silla, comenzando a bajar los carteles del comedor que decían: “te damos gracias señor por esta comida”,  “señor bendice esta comida que nos das”, “padre nuestra gracias por el pan que nos das”. El Director le comentó a sus colegas: –el maestro nuevo va a cambiar los carteles que ya están viejos por unos nuevos. Al retornar a la mesa el Director le dijo: –Yo ya había pensado en mandar a hacerlos de nuevo, pero qué bueno que usted lo va a hacer. El maestro miró al Director y no contesto nada. La charla del maestro fue sobre los derechos ciudadanos y la alimentación como un derecho constitucional que tenían los niños de la escuela. Les invitó a aprender a conocer sus deberes y derechos como parte de su tarea ciudadana. Al retomar a la mesa que compartía con los demás docentes el silencio fue sepulcral. Luego, una de las maestras procedió a dirigir la oración del Padre Nuestro.

Pasaron tres días sin variaciones; al cuarto día los carteles nuevos con el mismo contenido volvieron a aparecer.  El maestro nuevo los volvió a bajar, esta vez antes de iniciarse las labores del comedor. Esa tarde, el Director pasó una circular convocando a un Consejo de Docentes para el próximo viernes. El punto sexto (6) de la agenda eran los carteles del comedor.

Todos llegaron puntuales al Consejo Docente. Se habló de la organización de los próximos juegos rurales, del fortalecimiento de los proyectos productivos, de las prácticas docentes que realizarían los estudiantes del Pedagógico, entre otros temas. Al llegar al sexto punto el Director comentó que los carteles del comedor habían sido quitados por el maestro nuevo pero que este aún no los había sustituido; más aún la maestra de tercer grado los había vuelto a colocar reelaborados y el maestro los había vuelto a bajar. El Director señaló que se imaginaba que pronto los repondría el maestro. El maestro intervino expresando que “la escuela era una institución pública y no privada, por ende laica. Además la Constitución Nacional y la Ley Orgánica de Educación señalaban que nuestra educación era laica. Entonces –continuó-  cualquier acto de inclinar por una determinada fe no es legal. Apuntó: he hecho una pequeña investigación y de mis estudiantes el 80% son de distintas religiones cristianas pero el restante 20% o son de otras creencias religiosas o no son creyentes. Cerró su intervención interrogando a los asistentes al Consejo Docente: ¿la mayoría tiene el derecho de imponer un ritual religioso a una minoría que no lo comparte? ¿Debemos decirle a nuestros estudiantes de la escuela que la comida cae del cielo y no enseñarles que es una conquista social con rango constitucional? ¿No es una de nuestras tareas la construcción de ciudadanía?  El debate se prolongó por casi una hora. Solo otra maestra se solidarizo con el maestro recién llegado y dos de los docentes no opinaron. El Director comisionó a una de las docentes para que repusiera los carteles.  De vez en cuando estos desaparecían y eran rápidamente vueltos a colocar. Los oficios religiosos, primeras comuniones y charlas de religión a los representantes siempre contaban con un ausente.  Dieciocho años después, cuando el maestro se marchaba de la escuela escuchó a lo lejos la letanía de la oración del Padre Nuestro rezada por los estudiantes bajo la conducción de un docente.

¿Qué piensas tú de este incidente? ¿Consideras que nuestra escuela es laica o confesional?  ¿Crees que es correcta nuestra definición constitucional de la escuela laica? ¿Es compatible la educación para la tolerancia y la hegemonía de una religión? ¿te atreverías a plantear que en una iglesia te permitieran dar clases semanales de evolución del mono en hombre? ¿Para ti la escuela es un espacio teológico o científico? Cada vez que ves un atentado por razones de intolerancia religiosa, ¿Que piensas al respecto sobre tu contribución desde el aula? ¿Tú colocarías los carteles, los bajarías o no tomarías partido?

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