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Argentina: Para la Federación Nacional Docente, “Macri le declaró la guerra a la educación pública”

Argentina / 25 de enero de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: La Verdad

Francisco Torres, Secretario Gremial de la Federación Nacional Docente, afiliada a la CTA autónoma, representando a la provincia de Buenos Aires, expresó la posición de la central sindical ante el decreto de Mauricio Macri que busca “licuar” el poder de la Ctera en la mesa paritaria nacional al modificar su número de representantes y elimina la discusión salarial, con un esquema de topes a los aumentos, dejando inclusive afuera a los docentes privados enrolados en SADOP.

Cuestionó, además, “la cuestión de forma y de contenido” de la decisión del Presidente y denunció que “la intención de fondo es ir hacia un sistemático plan de desjerarquización docente y a un intento de privatizar la educación”.

En ese marco, Torres dijo en una entrevista con “Amanece que no es poco” por LT 20 Radio Junín que “fue muy crítico de los DNU desde la oposición y ahora los saca mientras estaba de vacaciones, lo que puede llegar a considerarse hasta ilegal, con medidas que tienen mucho que ver sobre la vida de los trabajadores de la educación y de los ciudadanos en general para evitar el debate que debería darse en el congreso”.

Luego, señaló que “52/2018 que elimina de un plumazo la paritaria salarial a nivel nacional, pero la deja habilitada para otras cuestiones con los gremios como condiciones de trabajo, régimen laboral y la formación docente. El punto está en que elimina y decreta que a partir de ahora no es necesario debatir el salario mínimo nacional docente porque se va a establecer automáticamente que va a ser un 20% más que el salario mínimo vital y móvil y eso es una vergüenza nacional”.

En ese sentido, el dirigente gremial detalló que “una maestra de grado va a cobrar a partir de marzo va a cobrar 11.400 pesos y a partir de junio 12.000 pesos de salario inicial, lo que significa que (Mauricio) Macri está condenando a los docentes a vivir en la pobreza. Lo hace para evitar tener que debatir de cara a la sociedad y a los docentes esta situación, lo mismo con el incentivo docente (el 10 o 12% del salario de un maestro de grado) que el año pasado no lo aumentó o el fondo compensador docente”.

Asimismo, consideró que “hace este tipo de cosas aún cuando mucho de los docentes lo han votado por una expectativa de cambio, que por los hechos está siendo un cambio para peor, porque ha atentado contra la clase trabajadora en beneficio de las grandes corporaciones y grupos económicos”.

Fuente de la Noticia:

http://www.laverdadonline.com/noticias/locales/para-la-federacion-nacional-docente-macri-le-declaro-la-guerra-a-a-la-educacion-publica

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México. Los Límites de la Reforma Educativa 2012-2016. Adiós a los Modelos en Educación

México / 30 de diciembre de 2017 / Autor: Malandro / Fuente: Kaos en la Red

La aplicación de la Reforma Educativa 2012 con su secuela 2016, tras el Pacto por México, claramente nos indica hasta donde se avanzó en materia educativa en México y las consecuencias de la privatización del petróleo en el País, cada uno de los elementos que constituyen la reforma

Introducción

La aplicación de la Reforma Educativa 2012 con su secuela 2016, tras el Pacto por México, claramente nos indica hasta donde se avanzó en materia educativa en México y las consecuencias de la privatización del petróleo en el País, cada uno de los elementos que constituyen la reforma, desde la Ley de Educación, la Ley de Servicio Profesional Docente y la Formación del Instituto Nacional de Evaluación Educativa obedece a una óptica dictada por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Ha quedado claro que el fundamento psicopedagógico de la Reforma Educativa agrede la Libertad Metodológica y de Cátedra de los docentes de Educación Básica, Media Superior y Superior, a partir de asumir un sólo modelo como guía de la practica profesional como lo es el Modelo por competencias.

Al presentarse el Modelo Educativo 2016, para aplicarse el 2018 el entonces Secretario de Educación Aurelio Nuño reconoció que la Reforma Educativa no contaba con un modelo y que el que presentaban era “Humanistas”, pero al buscar en el “Plan 2016”, no se encuentra ninguna definición de lo que el Gobierno Federal entiende por Humanismo.

El Conflicto

Lo que ha quedado claro es que estábamos frente a una Reforma Laboral y que los grupos de interés como Mexicanos Primero se encontraban a la cabeza de esta propuesta, la Reforma fue la gran piedra con la que se topo el sistema, Ayotxinapa, con la desaparición de los Estudiantes Normalistas es el gran muro de 43 sueños truncados por un estado Represor y Asesino que a sangre y fuego busca imponer “Reformas” imperiales en México, así también se presento Noxistlán en Oaxaca, una masacre contra maestros y pobladores, un colofón ante una realidad que por si misma condena una reforma laboral que despoja de Educación al Pueblo de México.

La elección 2018 se ha convertido en una arista de la Reforma Educativa 2018, a pesar de que el Nuevo Secretario de Educación insiste en que “se Profundizara la Reforma Educativa”, lo real es que el Sistema Político y Educativo en el país esta bajo un fuerte desgaste, colocado así por Emilio Chaufett y su intención de contener a la CNTE, quien pusiera en jaque al Gobierno de Felipe Calderon con la APPO en Oaxaca.

Lejos de lograr que los grupos de interés se apoderen del sistema educativo a través de una quiebra controlada que ponga en subasta a través de contratos Publico-Privados a la Educación como ha sucedido con el Sistema de Salud, con catastróficas consecuencias, el gobierno de Enrique Peña Nieto y sus predecesores Neoliberales, han encontrado fuerte resistencia a la aplicación de medidas Chilenas en México, fruto en gran medida del Movimiento Magisterial-Popular en el País.

La Propuesta Psicopedagógica Necesaria

Lo que sigue pospuesto desde la Reforma de 1982 a la fecha es una propuesta congruente de Proyecto de Educación frente a los Modelos Neoliberales del Constructivismo y Competencias, que han evidenciado su fracaso tanto en el terreno como en las pruebas educativas internacionales, sin que por ello existe la menor preocupación en las autoridades Educativas.

La sobre burocratización de la educación, la búsqueda de indicadores y no de resultados es lo que tiene en el fracaso al Sistema Educativo, sobre cargado de formularios y de formatos de Gestión “Estratégica” pero carente de materia gris para transformar la realidad en las Aulas, basta observar el “modelo” de Planeación Didáctica Argumentada ordenada por Secuencias Didácticas para darnos cuenta que la Situación de Aprendizaje y toda la conceptualización termina dejando de lado -nuevamente- el Desarrollo Cognitivo de los alumnos para refugiarse en las “inteligencias Múltiples”, sin más sentido que repetir los discursos de “moda” dentro de la Psicología Cognitiva.

La escuela Critica, más allá de la Pedagogía Critica y de sus conceptualización alrededor de la liberación de los pueblos, requiere de una renovación constante al igual que el resto de los soportes conceptuales de los paradigmas teóricos en la Educación, pero el contexto de los Modelos Educativos frena al pensamiento y da paso a concepciones preestablecidas de la Realidad, un entorno que no es propicio para el desarrollo de la imaginación, lo que definitivamente esta cacelando el papel de la Educación como una herramienta cultural de evolución humana.

Es imperativo renunciar a los Modelos en educación e insistir en los proyectos, ya no es posible asumir un discurso preestablecido de la Realidad, ahí no esta la Verdad como búsqueda Epistemológica del conocimiento, tanto el Constructivismo como las competencias son entornos eclécticos para armar, pero no para desarrollar y mucho menos para transformar.

Un País no es un Modelo para Armar

México no es un modelo para armar, del que nos van a venir a decir de fuera cual es su “complejidad” repitiendo la parafernalia de Edgar Morin (2000), en todo caso la complejidad es histórica y territorialmente situada, no se puede trasladar de una cultura a otra, tal y como lo demostró Jerome Bruner (1976) en sus estudios sobre el Desarrollo Cognitivo, no es posible negar el papel de las Comunidades en el Desarrollo Cultural, el papel de los entornos sociales y la acción de la Geografía en los espacios de interacción en donde la Cultura y la Educación se influyen mutuamente.

Una propuesta de Educación desde abajo, desde los docentes deberá partir de una conceptualización del quehacer de la educación, y su labor al frente de las aulas, con una retroalimentación de la Teoría sobre la práctica, es decir una praxis que reconoce el papel central del profesor en la Cultura Escolar y su transformación como profesional de la Educación.

Esta demostrado el Fracaso de 36 años de Educación Neoliberal en México, es claro que la Pedagogía Critica debe ser superada, y que los elementos de transformación de la educación van más allá de los discursos de la posmodernidad y la introducción de elementos que poco o nada tiene que ver con las comunidades, el desarrollo de la Cultura, la Educación y el Pensamiento van de la mano, un aspecto demostrado ya por Lev. S Vygotsky (1939) en sus estudios sobre el Desarrollo Cognitivo.

México es una sociedad Multicultural, reconocer esta realidad es un paso fundamental para asumir una propuesta interparadigmática que de cuenta de las condiciones multidimensionales en las que se desarrolla el proceso de enseñanza y aprendizaje, y no continuar con un discurso burocrático, escaso de todo sentido, basado en el positivismo más chato, como lo es el Modelo por Competencias y sus Indicadores.

Referencias:

Bruner Jerome (1976) Desarrollo Cognitivo y Educación, Paidos, España

SEP (2016) Modelo Educativo 2016.
https://www.gob.mx/modeloeducativo2016

Fuente del Artículo:

http://kaosenlared.net/mexico-los-limites-la-reforma-educativa-2012-2016-adios-los-modelos-educacion/

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Tendencias de las políticas educativas en Centroamérica

Centroamérica / 17 de diciembre de 2017 / Autor: Luis Armando González / Fuente: Radio La Primerisima

Imitando a las universidades privadas y a las escuelas de administración de las empresas estadounidenses en particular, los burócratas y los políticos de Gran Bretaña y de la Europa continental han adoptado una jerga empresarial que recuerda a la neolengua orwelliana para la gestión universitaria modelaba según el patrón de una corporación empresarial; y los más triste de todo, con ello respaldan la lógica de los resultados y logros rápidos”

Zygmunt Baumann y Leonidas Donskis, Ceguera moral. La pérdida de sensibilidad en la modernidad líquida.

No cabe duda que los conceptos científicos, particularmente los muy extensos, sí ayudan a cambiar las ideas extracientíficas”.

Thomas Kunh, La tensión esencial.

Introducción

Se ofrecen aquí algunas hipótesis y orientaciones metodológicas generales en torno a las tendencias de las políticas educativas en Centroamérica. La indagación acerca de las tendencias de las políticas educativas en la región exige el examen, como punto de partida, del contexto económico en el cual se gestaron las políticas educativas vigentes en la actualidad, lo mismo que el estudio del paradigma economicista del cual se nutrieron los gestores de aquéllas.

La hipotesis general que se propone en estas páginas es que lo específico de las reformas y políticas educativas de los años ochenta y noventa es su carácter fuertememente economicista, no sólo por su finalidad –hacer de la educación un soporte del modelo económico terciarizado que despuntaba en el marco de la globalización neoliberal—, sino por su filosofía educativa –una filosofía educativa inspirada en conceptos, hábitos y valores de cuño economicista neoliberal— y por sus consecuencias –dar pie a una privatización y mercantilización de la educación que debilitó extraordinariamente la educación pública.

Se trata, obviamente, de un planteamiento polémico. Pero en ningún ámbito como en el educativo es necesaria la polémica y el debate, especialmente cuando las fallas saltan a la vista. Hemos dado demasiadas cosas por supuestas en educación; por ejemplo, que hay conceptos, creencias y valores que deben aceptarse sin hacerse cuestión de ellos. Nada más contrario a la educación que la aceptación acrítica de lo dado. El acomodamiento a las modas educativas se ha convertido en cómplice de burocracias que, trabajando en función de un capitalismo rentista1, han convertido en dogmas educativos “respetables” lo que no son si no nociones tomadas de un economicismo, muy cuestionable desde criterios científicos y éticos, que se han integrado en un “constructivismo” igualmente débil en sus fundamentos filosóficos2.

Comenzamos, pues, con un planteamiento acerca de la necesidad de reflexionar sobre las tendencias de las políticas educativas en Centroamérica, para luego hacer una valoración sobre la relación entre reformas económicas neoliberales, economicismo neoclásico y educación. Cerramos en el documento con discusión acerca de las tendencias que se pueden identificar, en estos momentos, en las políticas educativas en la región.

  1. La necesidad de reflexionar sobre tendencias de las políticas educativas en Centroamérica

 

En el momento actual, el examen de las tendencias de las políticas educativas en Centroamérica se impone como una necesidad imperiosa. Los modelos educativos implementados después de la salida de las crisis y conflictos de los años ochenta han revelado, a estas alturas, severas deficiencias no tanto en cobertura, sino en la calidad de la educación3en todos sus niveles. Es evidente, en algunos países, la debilidad de la educación en los ámbitos científicos y técnicos, pero también en sus fundamentos filosóficos, éticos y humanistas. Lo mismo que es evidente el deterioro de la profesión docente, comenzando con una formación inicial docente poco sólida, hasta llegar a procesos de formación continua sumamente laxos y fuertememente orientados hacia un didactismo al que le es ajena la reflexión crítica sobre los dinámicas sustantivas de la realidad natural y social.

En algunos países, esas deficiencias han sido analizadas (o lo están siendo) de forma sistemática, y se han impulsado (o se están impulsando) cambios en orden a corregir sus fallas más significativas, por ejemplo en la formación docente4, en los contenidos y metodologías curriculares, y en el acceso a las tecnologías de la información y comunicación.

En otras naciones, reconociendo algunas falencias en los modelos educativos vigentes, los diagnósticos no son todo lo sistemáticos y realistas que debieran, y en consecuencia se introducen mejoras, según criterios de ensayo y error, que no tocan lo medular de aquéllos. En estas últimas naciones, hace falta una reflexión crítica sobre el conjunto de los procesos educativos y la lógica que los gobierna; hace falta una valoración –y no sólo un análisis— de los cambios educativos5, y las políticas a que los mismos dieron lugar, fraguados en los años ochenta y noventa, a la luz de su impacto no sólo en la calidad de la educación, sino también en la dinámica cultural y social.

Como quiera que sea, lo que no se puede negar es que las reformas educativas (y las políticas educativas) realizadas y ejecutadas en la era del postconflicto regional están siendo puestas en cuestión desde diferentes flancos y con distinta profundidad en cada una de las naciones centroamericanas.

Hay un importante debate educativo, ahogado muchas veces por otros debates –por ejemplo, el suscitado por la violencia y la inseguridad—, del cual se están generando diagnósticos, planteamientos críticos y propuestas de acción que, cabe esperar –no sin una gran dosis de optimismo—, den lugar a una reforma educativa (y las políticas educativas pertinentes) de nuevo calado, que permita superar lo que es para muchos una crisis educativa de enormes proporciones en países como El Salvador, Guatemala y Honduras.

2. Transformación económica y reforma educativa

Así las cosas, preguntarse por las tendencias de las políticas educativas en la región centroamericana supone, ante todo, reflexionar sobre las características de los modelos educativos que se diseñaron e implementaron al calor de la gran transformación económica inciada, con variantes nacionales, a finales de los años ochenta y principios de los noventa6, y que, consolidada como un modelo de acumulación centrado en la apertura comercial, la liberalización de los mercados financieros y el turismo –con una extraordinaria dependencia de las remesas y las maquilas en el caso salvadoreño7—, subordinó a sus necesidades el quehacer educativo, impregnándolo de una lógica privatizadora y mercantil.

La tesis de la mercantilización de la educación –que no sólo se escucha en Centroamérica8—es incomprensible sin hacerse cargo, por un lado, de la redefinición de los modelos económicos tradicionales –centrados en la agricultura y la industria— a partir de las exigencias de la terciarización de los aparatos económicos impulsada en el marco, y según los criterios y reglas, del neoliberalismo9. Y, por otro, de la ofensiva economicista de los años ochenta y noventa que permeó no sólo el quehacer económico y político, sino el conjunto de las prácticas, hábitos y creencias populares.

2.1. El economicismo de las reformas y las políticas educativas

El paradigma neoliberal10, con sus nociones del éxito fácil, consumismo, privatización, individualismo, acumulación, rendimiento, emprendedurismo, competencia…, y toda la gama de conceptos, palabras, creencias y estilos de comportamiento que son propias de ese paradigma se introdujeron con fuerza inusitada en la vida social y cultural (no sólo económica y política), impactando con particular eficacia el quehacer educativo en prácticamente todos sus componentes y niveles.

La tesis de la ofensiva de la economía neoclásica de los años ochenta sobre las ciencias sociales, planteada por Adam Przeworski11, se debe extender al pensamiento y a las prácticas educativas: la educación cayó en las redes de un economicismo de cuño neoliberal –del que por cierto aún no sale— no sólo por la lógica de rentabilidad que la terminó por caracterizar, sino por la “contaminación” de la filosofía de la educación (fines de la educación, contenidos curriculares, metodologías y didácticas de enseñanza, conceptos y valores educativos) de nociones, objetivos, propósitos y aspiraciones provenientes de la concepción económica que se erigió en dominante a lo largo de las décadas de los años ochenta y noventa.

Quizá el concepto de mayor influencia educativa desde los años noventa sea el de “competencia”, cuya carga economicista es indiscutible, como también es indiscutible el modo cómo intelectuales de las más diversa procedencia, incluidos figuras de izquierda, le han rendido un culto que ha resultado, en algunos contextos, verdaderamente vergonzoso. Una de las deudas pendientes del pensamiento crítico latinoamericano es el examen riguroso de la visión educativa sustentada en el “enfoque por competencias”, sus supuestos filosóficos y sus repercusiones en la educación.

Es un enfoque que no sólo se ha naturalizado, sino que se ha convertido en criterio de validación del ejercicio docente en todos los niveles del sistema educativo. Asimismo, el “enfoque por compencias” se ha convertido en un mecanismo para excluir del sistema a quienes o no lo conocen o se resisten al mismo por considerarlo insuficiente para apuntalar un proceso educativo sólido en lo congnoscitivo y éticamemente comprometido con la solución de los problemas sociales, económicos y culturales más graves.

En virtud de las exigencias planteadas por la transformación de los aparatos económicos y por el predominio creciente del paradigma neoliberal en el pensamiento social, político y cultural, en los años ochenta y noventa, se impulsaron reformas educativas encaminadas a articular de mejor manera el quehacer educativo con el modelo económico emergente.

El estudio a fondo de cada experiencia nacional seguramente arrojará modulaciones a la afirmación anotada; pero cabe sospechar que, en términos generales, se la pueda seguir sosteniendo como criterio de interpretación de la lógica de fondo de las políticas educativas emanadas de las reformas realizadas –a veces de forma abierta, como en el caso de El Salvador en los años 1996-1997, y a veces sin anunciarlas como tales— en el contexto, por un lado, de la transformación económica de los años ochenta y noventa, y, por otro, de la hegemonía del paradigma económico neoliberal.

2.2. La lógica neoliberal en la educación: la experiencia salvadoreña

En general, en los años noventa, la lógica neoliberal se impuso no sólo en el ámbito de la economía, sino también en el conjunto de la vida social y cultural. ¿En qué consiste esa lógica?

a) En la sujeción de las prácticas sociales a las reglas del mercado, con la subsiguiente mercantilización de la vida social. O sea, en virtud de esa sujeción, todo queda convertido en una mercancía que puede ser comprada o vendida.

b) En la privatización de todo, es decir, la conversión de bienes y prácticas sociales en propiedades individual o corporativa. La consecuencia de ello es que, por un lado, todo debe tener dueño y, por otro, los bienes públicos tienden a desparecer, siendo sometidos a una proceso de privatización.

El caso de El Salvador es extremo en el predominio de este espíritu privatizador en la vida social: desde el fin de la guerra civil (1992) ha sido indetenible la práctica de convertir en espacios privados espacios públicos (como calles, avenidas, pasajes, parques y zonas verdes) que, de la noche a la mañana, aparecen con verjas y portones por decisión de grupos de vecinos que habitan en las inmediaciones de los mismos12.

c) El debilitamiento del Estado, al cual se le van restando no sólo capacidades económicas, sino responsabilidades sociales, que precisamente se descargan en cada individuo del cual depende su propio bienestar y su propia seguridad13. En virtud de la lógica neoliberal, cada individuo es dueño de su destino, mismo que depende de lo que le haya tocado en suerte en esa rueda de la fortuna que es el mercado. Es problema de cada cual resolver las dificultades y trampas que la vida le depare, aunque estas sean generadas por un ordenamiento económico excluyente y empobrecedor.

d) La desaparición del ciudadano y el surgimiento del consumidor. El primero tiene derechos y deberes; el segundo capacidad o incapacidad de comprar o de vender algo. Si no tiene capacidad de compra, queda fuera del mercado y de los bienes que el mercado ofrece. Si tiene capacidad de compra, tiene “derechos de consumidor”: puede consumir las mercancías que se le ofrezcan y puede reclamar si las mismas no tienen la calidad debida o fallan en algún aspecto.

e) Consumismo extremo: el neoliberalismo alienta una cultura de consumir para llevar una vida fácil, ligera, cómoda, light,  sin más límite que la capacidad de compra al crédito o al contado. Si se paga un precio por un bien o un servicio, la idea es que el “cliente” gane en disfrute y en comodidad. Es un consumismo que, alentado por una cultura de marcas, atenta contra la ciudadanía, tal como lo hizo notar Naomi Klein en su libro No logo. El poder de las marcas14.

¿Cómo operó esta lógica en El Salvador, en el plano educativo?

En el caso de El Salvador, en los años noventa se realizó una proceso de reforma educativa inserto en el esquema neoliberal. Los gestores de esta reforma buscaron poner al sistema educativo en función de un modelo económico terciarizado y maquilero, y lo hicieron imbuidos, consciente o inconscientemente, del paradigma económico neoclásico. Para realizarla, había que formular una filosofía educativa que marcara el horizonte de la reforma que se estaba impulsando.

Esta nueva filosofía educativa –que se empapó del economicisimo predominante—, se caracterizó  por lo siguiente:

  1. El cambio del docente formador (del profesor) al docente facilitador, lo cual se hizo a partir de una “crítica” aparentemente sólida a las debilidades del docente tradicional. Junto con un rechazo a la educación bancaria y memorística (no se dudó en recurrir a Paulo Freire para sostener esta crítica), se desvirtuó el rigor, esfuerzo y disciplina intrínsecos a cualquier proceso de conocimiento (científico, literario o filosófico), cayendo en un facilismo poco propicio para el cultivo de las destrezas intelectuales superiores. La arremetida contra la “memorización” lo fue en contra de uno de los fundamentos de la identidad individual y colectiva: la capacidad de recordar. También se puso en jaque esa conquista humana sin la cual no hay educación: la palabra dicha y la palabra escuchada, la palabra escrita y la palabra leída (en una pizarra o en un libro). El diálogo socrático, pilar esencial de cualquier proceso educativo, fue ahogado por el practicismo didáctico y el uso de recursos tecnológicos en los cuales al profesor sólo le correspondía ocupar el lugar de “facilitador”15.
  2. La potenciación de la didáctica en detrimento de los contenidos cognoscitivos y críticos, bajo el supuesto de que había que orientar la educación hacia la práctica, o como se dice en la jerga didactista prevaleciente hacia el “saber hacer”, el “saber aprender” y el “aprender a aprender”. Se cayó en un “didactismo” de graves consecuencias para la educación, pues en virtud del mismo se dejaron de lado contenidos científicos, literarios y filosóficos sustantivos, lo mismo que se ahogó la reflexión crítica sobre la realidad y el compromiso con un conocimiento orientado a su transformación.

 

  1. El énfasis en hacer de la educación un proceso “suave”, “amigable”, light, en el que todos pueden construir el conocimiento en igualdad, pues nadie sabe más –y el facilitador menos que nadie—. Esta visión de la educación se nutrió de (y a su vez reforzó) la cultura de la globalización16 que se impuso con contudencia a lo largo de los años noventa y primeros años del 2000. Este trasiego de conceptos, valores, creencias, aspiraciones y hábitos desde la cultura globalizada hacia la educación, y viceversa, es algo a lo que no se le ha dado la debida atención, pero que reclama un examen detallado.

 

 

  1. Los estudiantes y sus padres, madres o tutores vistos como clientes, como consumidores individuales de bienes educativos, que les servirían para su éxito individual. Obviamente, ello dependiendo de su capacidad de pago, pues cada cual recibe la educación que pueda comprar.

 

  1. La implantación, como creencia compartida socialmente, de la que la educación que se paga (privada) es mejor que la gratuita (pública), y que entre más costosa es la mensualidad de mayor calidad y prestigio es la educación recibida. No sólo se introdujo una tajante separación entre la educación pública y privada, sin igualdad posible entre ambas en prestigio y reconocimiento social, sino una jerarquía entre las instituciones privadas, de la más cara a la más barata, y una competencia entre ellas por asegurarse las clientelas estudiantiles que hicieran rentable el negocio educativo.

 

 

  1. El deterioro de la educación pública que, de ser el principal foco de la educación en el pasado, se convirtió en el espacio para quienes no podían tener un lugar en el mercado educativo, es decir, para quienes no podían comprar los servicios ofrecidos por las empresas educativas privadas. Se dio por descontado que quienes no pudieran acceder a estas últimas no podrían presumir jamás de la educación recibida en las instituciones públicas, pues haber estudiado en ellas no sólo revelaba su situación de precariedad socio-económica (o sea, su condición de “perdedores”), sino la imposibilidad de salir de ella por no haber accedido a los conocimientos y habilidades –y también las relaciones y prestigio que dan las instituciones caras— que se requieren para triunfar en el mercado.

 

El deterioro de la infraestructura escolar pública, el descuido de la formación profesional docente, el ahogo presupuestario y la presión gremial en torno a demandas económicas, reforzaron en el imaginario social la idea de la inferioridad de la educación pública respecto de la privada, reforzando las ansias de las familias por buscar a toda costa alejarse de la posibilidad de enviar a sus hijos e hijas a escuelas públicas. Son los sectores medios los que más eco han hecho de esta visión, creyendo con los ojos cerrados que el éxito en la vida de sus hijos e hijas está en función de la inversión realizada en las colegiaturas escolares.

 

Se cayó en un círculo vicioso, del cual no sólo ha salido perdiendo la educación pública, sino la educación en general: el mito de que la educación privada es de calidad, y la pública no, ha impedido caer en la cuenta de que la primera, pese a las cuotas altas y a los lujos y comodidades en sus edificios, no ha escapado al empobrecimiento científico, filosófico y ético de la educación.

 

Antes bien, la educación privada ha sido una de sus generadoras, pues el facilismo, la falta de rigor académico y la implantación de valores consumistas, competitivos y poco críticos, han emanado de quienes la han auspiciado. Y lo que es peor, la visión educativa privada y privatizadora contagió el quehacer de la escuela pública, que no sólo fue vista y entendida como un instrumento que debe estar al servicio del mercado, sino que asumió, además de sus conceptos, palabras, creencias y hábitos, sus propósitos: en primer lugar, forjar consumidores y clientes de las empresas establecidas; y, en segundo lugar, crear una mano de obra lista para integrarse a las empresas que así lo demandaran en el marco de la transformación económica de los años noventa (maquilas, call center, comercio, servicios financieros).

2.3. Educación y economía: la particularidad del cambio educativo de los años ochenta y noventa

La subordinación de los sistemas educativos a las exigencias de los aparatos económicos no es un invento de los promotores de las reformas económicas neoliberales17. El modelo agroexportador dio pie a un quehacer educativo que le era funcional, y lo mismo sucedió con el modelo agroindustrial18. Desde las materias y las carrerras técnicas profesionales, pasando por los contenidos curriculares, hasta el calendario escolar y académico, no se entienden sin hacer referencia a los modelos económicos vigentes o emergentes en cada época histórica particular.

Sin embargo, lo singular de las reformas educativas y las políticas educativas de los años ochenta y noventa es su filosofía y orientación marcadamente economicista, lo cual las distingue de otros procesos de cambio educativo en los que los propósitos económicos coexistían e incluso se subordinaban a propósitos políticos e incluso culturales y religiosos.

Se trata, en las reformas y políticas educativas de los años ochenta y noventa, de un proceso de cambio educactivo no sólo orientado casi exclusivamente por objetivos económicos, sino embuido de un paradigma economicista que, como se dijo arriba, ha contaminado el quehacer educativo de una manera extraordinaria. Hablamos, pues, de reformas y políticas educativas de carácter economicista en sus objetivos, en su conceptualización y en su ejecución. Esa es la gran novedad del cambio educativo de los años noventa, respecto de otras reformas y transformaciones edicativas del pasado.

Es decir, en el pasado de la educación en Centroamérica, si bien es cierto que ella tenía un eje que la subordinaba a los aparatos económicos prevalecientes o emergentes, también tenía anclajes en exigencias políticas y culturales emanadas de los grupos de poder, especialmente en la línea asegurar la sumisión a la autoridad y el mantenimiento del orden establecido, que muy probablemente tenían la primacía respecto de las exigencias económicas.

Parte del éxito del economicismo y el mercantilismo predominantes es hacernos creer que han existido en todos los tiempos y lugares, con lo cual logran imponerse como algo “natural”.

El análisis histórico nos enseña que, si bien nuestro tiempo es fuertemente economicista y mercantilista, en otras épocas fueron otros los paradigmas (creencias, nociones, valores y aspiraciones) que prevalecieron. Se trató de paradigmas políticos y culturales en los que la nación, la patria, el orden, la autoridad y las jerarquías sociales eran lo esencial, y la educación bebió de ellos y se puso en función de sus objetivos.

Hasta las transformaciones economicas de los años ochenta y noventa, y la hegemonía creciente del economicismo y el mercantilismo en la cultura colectiva –incompresibles sin la globalización neoliberal y su cultura—, fueron otras las matrices conceptuales (no economicistas, no mercantilistas y no privatizadoras) y otros los objetivos (no principalmente o exclusivamente económicos) que sustentaron las reformas y las políticas educativas19.

De tal suerte que sin entender los fines (casi) exclusivamente económicos y el predominio del paradigma neoliberal en las reformas y políticas económicas de los años ochenta y noventa no se las pueda explicar a cabalidad en su singularidad y novedad. Tampoco se podrán entender los efectos negativos que ello ha tenido no sólo en la calidad de la educación, sino en la integración social y cultural. Al convertir a la educación en instrumento expreso de un modelo económico emergente, el economicismo y el mercantilismo vulneraron su anclaje social, cultural y político, erosionando sus capacidades como mecanismo de integración.

3. Reflexión final: el estudio de las tendencias de las políticas educativas

En síntesis, es ineludible el examen a fondo de la dinámica económica prevaleciente o emergente en una época determinada para entender las políticas educativas, lo mismo que los procesos de reforma educativa.

Y ello porque, en general, los sistemas educativos se han configurado históricamente a partir de un anclaje con los modelos económicos prevalecientes, lo cual es particularmente evidente en el contexto de la emergencia y consolidación de los modelos económicos de carácter neoliberal y globalizado.

Así, en el caso de las tendencias de las políticas educativas en Centroamérica es de rigor analizar, como punto de partida, el contexto económico de las reformas educativas de las que emanaron las políticas educativas vigentes en la actualidad. Y, a partir de este análisis, se debe hacer el esfuerzo por vislumbrar las dinámicas futuras de la educación en la región centroamericana.

También es ineludible el examen de los paradigmas predominantes (económicos, políticos, culturales) pues las matrices conceptuales –la filosofía educativa— de las reformas y las políticas educativas se nutren de ellos, lo mismo que sus fines y objetivos fundamentales. Así, es imposible entender a cabalidad las políticas educativas operantes en el presente sin hacerse cargo del predominio del paradigma neoliberal y del modo cómo este contaminó la filosofía de la educación que sostiene las políticas educativas vigentes.

¿Cuáles són, pues, las dinámicas de las políticas educativas de cara al futuro en Centroamérica? O sea, ¿cuáles son las tendencias de las políticas educativas en la región?

Para responder a esa pregunta se debe reconocer, ante todo, la existencia de un incipiente replanteamiento de los modelos económicos establecidos, los cuales han comenzado a revelar algunas de sus fisuras más profundas. Tanto del lado de determinados grupos empresariales como del lado de determinados actores políticos (de distinta filiación ideológica) se hace patente la preocupación por los límites de unos modelos económicos estancados productivamente, dado su anclaje en los servicios financieros, el comercio, el turismo, las maquilas y las remesas.

La crisis financiera de 2007-200820 sacó a relucir, de manera dramática, la inviabilidad de unas economías que descansan en la intensificación del consumo de servicios financieros, sin atender a la inversión productiva y a la innovación científica y tecnológica.

Hay grupos empresariales que han comenzado a presionar a los gobiernos para apuntalar un giro educativo que posicione, como algo central del quehacer educativo, a la ciencia y a la tecnología. Aquí, de nueva cuenta, lo que predomina es la visión economicista de la educación, tanto por los objetivos que se buscan con ella como por las matrices conceptuales que deben orientarla. En el caso de El Salvador, el modelo económico terciarizado está en crisis y las formas emergentes de actividad económica que vislumbran algunos de los grupos de poder exigen un replanteamiento de la educación, en función de una nueva agenda económica21.

Desde la derecha política vinculada a los grupos empresariales emergentes se suele respaldar esta demanda de una reforma educativa que se traduzca en una potenciación, desde la educación, del giro económico que aquéllos están promoviendo. En algunas instituciones educativas privadas, creadas expresamente para articularse con el aparato económico predominante, ya se realizan las adecuaciones pertinentes para dar respuesta a estas nuevas demandas empresariales.

Por su parte, la educación pública no sólo está sometida a la tensión que le provocan esa demandas, a las que de alguna manera intenta dar respuesta, sino que también está sometida a otras tensiones surgidas de objetivos que, desde una visión política de izquierda o de centro izquierda, se le imponen ahí donde las derechas políticas no gobiernan (o temporalmente dejaron de hacerlo).

Es decir, los gobiernos progresistas de la región, sin romper totalmente con el marco de políticas educativas fraguadas en los años ochenta y noventa –y sin renunciar a responder, desde los sistemas educativos, a las demandas de los grupos empresariales emergentes— han intentado generar enfoques, marcos conceptuales, objetivos y políticas educativas de un carácter distinto al de los vigentes, pero sin romper totalmente con ellos.

Entre los aspectos novedosos de estos enfoques, marcos conceptuales, objetivos y políticas destacan la apuesta por la inclusividad educativa; la visión de que la educación debe estar en función de la humanización y dignificación de niños, niñas, jóvenes, hombres y mujeres, y no en función de un modelo económico o de la reproducción de relaciones sociales y políticas de desigualdad; la idea de que el conocimiento científico (y sus implicaciones tecnológica) es esencial en el proceso educativo, pero que este es incompleto sin los saberes humanísticos y sin una ética de compromiso por parte de alumnos, profesores y padres de familia; la exigencia de apuntalar, desde la educación, los derechos humanos, la democracia y la participación ciudadana; la preocupación por articular al sistema educativo con las dinámicas de integración social y cultural22; y por último, el cultivo de un saber comprometido con la solución de los graves problemas de la realidad nacional. Como se ve, se trata de una visión de la educación no sólo distinta, sino contraria a la fraguada al calor de las reformas económicas neoliberales y del predominio del paradigma economicista.

Lo que sucede es que se trata de una visión de la educación que no ha sido traducida en un conjunto de reformas que las conviertan en un cuerpo de políticas educativas que le cambien el rostro a los sistemas educativos establecidos. Éstos, en lo fundamental, siguen operando según el marco de políticas fraguadas en las reformas educativas de los años ochenta y noventa.

De lo anterior, se pueden identificar tres grandes tendencias en las políticas educativas en Centroamérica: a) la primera es la de la continuidad de las políticas diseñadas en los años ochenta y noventa; b) la segunda, la del diseño e implementación de nuevas políticas educativas, coherentes con la filosofía y objetivos de las vigentes, pero orientadas a potenciar las áreas científico-técnicas, a tono con la emergencia de dinámicas empresariales vinculadas a la producción y no a los servicios; y c) una tercera, que apunta a un conjunto de acciones animadas por una nueva visión de la educación –no economicista, sino humanista, crítica y con sólidos fundamentos científicos, filosóficos y éticos— que pueden dar lugar una reforma educativa de envergadura, con el subsiguiente cuerpo de políticas educativas que le de viabilidad. Esta última tendencia está fuertemente condicionada por la contituidad de las gestiones de gobiernos progresistas que son las que han promovido cambios educativos desde una nueva visión de la educación.

Estas tres tendencias, al estar presentes en los sistemas educativos en estos momentos, tesionan a los ministerios de educación de la región. Por supuesto que el carácter de cada una de ellas es distinto en cada nación, lo cual depende de, al menos, estos factores: a) la manera como se concretó la reforma económica neoliberal y se instauró el modelo económico nacido de ella en cada país; b) la irradiación del paradigma economicista en el quehacer educativo; c) la forma cómo desde las reformas y las políticas educativas se encararon las dos dinámicas anteriores; d) las tradiciones institucionales y educativas propias de cada nación; e) la naturaleza de los gobiernos que administraron las reformas económicas y las reformas educativas de los años ochenta y noventa (y las políticas educativas surgidas de estas últimas); f) los movimientos docentes y su resistencia –o su no resistencia— a las reformas educativas de carácter neoliberal; y g) la naturaleza de los gobiernos que en el presente tienen que hacer frente, por un lado, al deterioro de los aparatos económicos terciarizados, por otro, a las deficiencias educativas (calidad de la educación, debilidades en la formación docente inicial y en servicio, deterioro de la infraestructura) y, por últlimo, a la erosión de la convivencia social no sólo por razones de inseguridad y violencia, sino por desigualdades socio-económicas de larga data.

Sin duda alguna, el estudio de cada uno de los casos nacionales enriquecerá, con evidencia firme, lo que aquí se ha esbozado de forma sumamente genérica. Como resultado de ello, seguramente contaremos con elementos de juicio más fundamentados para defender y proponer una reforma educativa de envergura (de la cual emanen las políticas educativas correspondientes), en la cual los sistemas educativos de la región –anclados en el cultivo de un conocimiento científico y filosófico, crítico y emancipador—, se pongan en función de la dignidad, bienestar y felicidad de sus ciudadanos.

San Salvador, 13 de octubre de 2017

Texto de la ponencia para el “Primer Congreso latinoamericano y del Caribe sobre metodologías para el análisis de reformas y políticas educativas”, realizado en Xalapa, Veracruz (México), del miércoles 29 de noviembre al sábado 2 de Diciembre del 2017.

1 L. A. González, “Capitalismo rentista”. En https://www.alainet.org/es/articulo/186841

2 L. A. González, “Educador: ¿facilitador o problemarizador?” En Educación, conocimiento y emancipación. San Salvador, EDIPRO, 2014.

3 L. A. González, “Una reflexión sobre la calidad de la educación”. http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/columnistas/una-reflexion-sobre-la-calidad-de-la-educacion

4 Por ejemplo, en El Salvador desde 2009, con el gobierno de Mauricio Funes, se inició un trabajo de largo aliento en la potenciación de la formación docente, efuerzo que ha continuado a partir de 2014, con el triunfo electoral de Salvador Sánchez Cerén. No se ha resuelto en este país el gran desafío de contar con una institución formadora de docentes de carácter público, pese que el tema ha estado presente desde 2011, cuando se ensayó la creación de la Escuela Superior de Maestros, proyecto que por diversas razones no prosperó. Una nueva iniciativa, en la misma dirección, es la creación del Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD) que, cabe esperar, prospere en la dirección deseada.

5 Fueran calificados esos cambios o no como “reformas educativas”.

6 Cfr., E. Ganuza, R. Paes de Barrios, L. Taylor, R. Vos (Eds.), Liberalización, desigualdad y pobreza: América Latina y el Caribe en los 90. Buenos Aires, Eudeba, PNUD, CEPAL, 2001; L. A. González, “Exclusión versus inclusión: democratizaciòn y reforma económica cen Centroamérica”. En Sociedad y política. Reflexiones desde El Salvador.San Salvador, UDB, 2015, pp. 210-227.

7 Cfr., L. A. González, “El círculo vicioso de las remesas”. ECA, No. 684, 2005, pp. 997-999.

8 Cfr., Cfr., L. A. González, “El problema del mercantilismo de la educaciób superior”. http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/opinion/tribuna/el-problema-del-mercantilismo-en-la-educacion-superior

9 Cfr., N. Klein, La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre. Buenos Aires, Paidós, 2007.

10 Cfr., L.A. González, “Globalización y neoliberalismo”. ECA, 1999,pp. 53-67.

11 Cfr., Adam Przeworski, “Marxismo y elección racional”. https://es.scribd.com/document/206479827/Marxismo-y-eleccio-n-racional-Przeworski-docx

12 Cfr., L. A. González, “Defensa de los espacios públicos”. https://www.alainet.org/es/articulo/185223

13 Cfr., L. A. González “Responsabilidades del Estado ante la sociedad”. http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/opinion/columnistas/responsabilidades-del-estado-ante-la-sociedad

14 Barcelona, Paidós, 2001.

15 Cfr., L. A. González, “Educador ¿faciltador o problematizador?”.http://abacoenred.mayfirst.org/wp-content/uploads/2015/10/educador_-_facilitador_o_problematizador.pdf

16 Cfr., L. A. González, “Implicaciones culturales de la globalización”. ECA, No. 703-704, 2007, pp. 377-396.

17 L. A. González, “Educación y modelo económico”. http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/columnistas/educacion-y-modelo-economico

19 Incluso en als reformas impulsadas al calor de los proceso de industrialización por sustitución de importaciones, de los años 50 y 60, del siglo XX, los objetivos económicos, con todo y ser esenciales, no fueron los únicos, pues estuvieron acompañados de propósitos políticos y culturales (por ejemplo, a los objetivos de la modernización autoriraria de los gobiernos militares salvadoreños de la época).

20 L. A. González, “Crisis financiera muncial: su impacto social y político en Centroamérica”. En Sociedad y política…, pp. 228-257.

21 L. A. González, “Educación y modelo económico”. http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/columnistas/educacion-y-modelo-economico

22 L.A. González, “Cultura, educación e integración social en El Salvador”. San Salvador, CENICSH, Cuaderno de Trabajo, No. 1, junio de 2009.

Fuente del Artículo:

http://www.radiolaprimerisima.com/articulos/7406

Fuente de la Imagen:

https://es.slideshare.net/icefi/segunda-sesin-gasto-pblico

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Educación neoliberal y de izquierdas

España / 3 de diciembre de 2017 / Autor: Óscar de la Osa Martínez / Fuente: Economía Digital La Cerca

La escuela pública tiene como tarea formar a los futuros ciudadanos y trabajadores conforme a las “necesidades del momento”. Actualmente, este es un planteamiento defendido por la izquierda, por la derecha, por los sindicatos, y por la patronal. En la actualidad la escuela pública ha dejado de lado algunos temas importantes como es la verdadera educación, dar valores y enseñar a aprender para depender de temas de temas capitalistas.

La izquierda ha catalogado la presente educación como “escuela de la ignorancia” porque cree que se debe sustituir la igualdad formal por la ideología de igualdad de oportunidades. Sin embargo, otros autores creen que no se puede sustituir la escuela de contenidos por metodologías, estrategias y dinámicas variadas, como bien están implantando los políticos neoliberales en España y el resto de Europa a base de reformas como pueden ser la LOGSE, la LOMCE, el plan Bolonia o el programa Erasmus. Si se hace esto, se pierde el significado de la teoría de lo que es razonar, se pierde la posibilidad de aprender autónomamente, porque desde la nada, nada se aprende según algunos autores, opinión que comparto plenamente. Sin embargo, considero que la educación también se tiene que renovar para, en un futuro, transmitir mejores valores a nuestros ciudadanos a nivel de educación básica, y a nivel de educación superior prepararlos para afrontar empleos de garantías y ayudarlos a adaptarse lo antes posible al mercado laboral. Estas reformas tendrían como objetivo mejorar la educación primaria, secundaria y superior, pero no como se han llevado a cabo hasta ahora.

El plan Bolonia podría ser, en mi opinión, un ejemplo de privatización de la educación superior en el caso español, pues buscaba volver a una estructura de estudios 3+2. Esto se propuso en casi todos los países de Europa, aunque en España se rechazó por el 4+1. La Licenciatura, que suponía un precio aproximado de matrícula de 600 euros, se duplicó con la llegada de los títulos de grado (1500 euros). Además, mientras que el 5° curso de los estudios superiores (Licenciatura) rondaba los 600 euros, con la puesta en marcha de los másteres el precio de la matrícula se disparó, situándose entre los 3500 y 4500 euros. En periodos de crisis está claro que hay que hacer recortes, pero la educación es clave para el progreso de los ciudadanos y creo que no se deberían haber aumentado tan drásticamente estas tasas. En realidad, el plan Bolonia en si no es el problema por que anteriormente ya teníamos un 3+2 que funcionaba correctamente con precios públicos (diplomatura+ licenciatura). Más aún, un máster en Alemania, por ejemplo, te puede costar en torno a 200 euros el semestre, en Francia 180 euros, y en países como , Bulgaria, Republica Checa, Bélgica, Suecia, Noruega y Austria son inferiores a los 400 euros. A pesar de estas grandes diferencias entre España y países del entorno más cercano, tan solo los estudiantes en el año 2000 salieron a la calle a protestar contra esta reforma. Si no van a cambiar los precios públicos de la enseñanza superior, lo que tenemos que hacer es luchar por el 4+1, pero la izquierda ya ve este plan como una enorme derrota, en el caso de pasar al 3+2, pues tendríamos dos años a precio de máster, el cual no se puede permitir cualquier ciudadano español. En otros países, como es el caso de Francia, Alemania y Francia, se ha conseguido la educación pública superior a bajos precios, a costa de la subida de impuestos, pero en el caso español, el gobierno del partido popular es contrario a esta medida y mucho menos a afectar al carácter progresivo de los impuestos.

Creo que para el correcto progreso de los ciudadanos debe haber una educación pública de garantías, en especial en el ámbito de primaria y de secundaria, con especial importancia en la universidad, la cual debe de ser con precios bajos y no como se pretende hacer con el plan Bolonia en España, es decir, con unos precios en torno a los principales países de Europa, y esto lo deberíamos pagar con una subida de impuestos, ya que todo nuestro país se va a beneficiar de una buena educación. En general, salimos todos indirectamente beneficiados bien sea a través de nosotros mismos, nuestros hijos o algún amigo. Estaría de acuerdo en cierta medida con la afirmación de de que el mundo progresa a través de gente que se la juega, ya que creo que las personas que esperan a que les pasen cosas sin ir a por ellas difícilmente las conseguirán.

Fuente del Artículo:

http://economiadigital.lacerca.com/noticias/economia_digital/educacion-neoliberal-izquierdas-395352-1.html

 

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La educación universitaria a precio asequible está en riesgo en Puerto Rico luego del huracán

Centro América/Puerto Rico/02 Diciembre 2017/Fuente: Global voices

Muchos después de los huracanes Irma y María devastaron Puerto Rico en septiembre de 2017, la única institución pública de educación superior en el archipiélago soportaba una tormenta propia: austeridad. Y ahora, algunos están haciendo sonar la alarma de estos desastres naturales han dado a las autoridades una excusa para impulsar medidas más draconianas en la Universidad de Puerto Rico.

Puerto Rico es un territorio estadounidense que actualmente enfrenta el peso de una deuda de US$74,000 millones, y US$49,000 millones en pensiones, que son producto de una recesión de décadas, emisiones y comercialización ilegales de bonos y un paraíso fiscal demasiado publicitado. El marco jurídico que hizo posibles estas prácticas y estableció que Puerto es una excepción al código tributario estadounidense fue promulgado por el Congreso estadounidense. Esto ha hecho que muchos afirmen que la deuda de Puerto Rico es inherentemente colonial.

Para enfrentar la crisis financiera de Puerto Rico, los legisladores estadounidenses aprobaron la legislación llamada PROMESA, que, entre otras cosas, creó una junta supervisora no elegida y un proceso para reestructurar la deuda. El presidente Barack Obama firmó la ley en junio de 2016, y así la Junta de Supervisión Fiscal se impuso en Puerto Rico –casi sin escuchar la opinión de los puertorriqueños que, a pesar de ser ciudadanos estadounidenses, no tienen representación electoral en el Congreso de Estados Unidos y no pueden votar en las elecciones presidenciales.

La acción de la Junta de Supervisión Fiscal se ha caracterizado por la austeridad, y la Universidad de Puerto Rico (UPR) figura entre las instituciones públicas señaladas para fuertes recortes presupuestales, eliminación y consolidación de campus y programas académicos, aumento de las cuotas y reducción de nóminas — recomendaciones que la administración de la UPR y el gobierno local tienen intenciones de seguir. Con rumores en torno a la privatización de la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico (PREPA), surgió el temor de la UPR podría ir en esa misma dirección.

Sin embargo, una parte considerable del cuerpo estudiantil y profesorado de la UPR se resistían a estas medidas; una huelga estudiantil que duró dos meses este año es un ejemplo de esta lucha.

El huracán ‘allanó el camino para que terminaran implementando sus planes’

Fue entonces que los huracanes Irma y María azotaron el archipiélago con una fuerza tremenda, y los 11 campus de la UPR sufrieron daños considerables. Luego del huracán María, la UPR evaluó más de $118 millones de pérdidas en todo el sistema; UPR-Humacao se registró como el campus más afectado por la devastación, pues estuvo más cerca a la zona por el cual el ojo del huracán entró a Puerto Rico. Entre los huracanes Irma y María, todos los campuses quedaron cerrados casi un mes y hasta cinco semanas en algunos casos.

Antes de que la UPR decidiera reabrir sus campus, varias universidades en Estados Unidos, como la Universidad Tulane y Brown University, y también universidades privadas en Puerto Rico, iniciaron programas de ayuda por el huracán, y ofrecieron a los estudiantes la oportunidad de continuar su semestre académico y estudios. Cuando la UPR reabrió finalmente, los campus seguían llenos de hongos, con cortes de electricidad, servicio de agua no potable, bibliotecas y centros de investigación cerrados y aulas y espacio públicos afectados.

Esta combinación de fuerzas podría representar un problema para la UPR: podría perder una parte significativa de su cuerpo estudiantil, y podría poner a la UPR en mayor riesgo de caer víctima de los la periodista canadienese Naomi Klein llama la doctrina del shock: una “táctica brutal de usar la desorientación pública luego de un shock colectivo […] para impulsar medidas radicales a favor de las corporaciones”. Profesores como Maritza Stanchich de UPR-Río Piedras, expresó en Facebook:

OJO, mientras tal vez para algunos esto es bien intencionado, iniciativas de ofrecer a los estudiantes en zonas afectadas por el huracán colegiaturas como si fueran locales en estados como Florida también podría incentivar agitaciones futuras al estilo de doctrina del shock en UPR. Después de todo, Tulane no estaba en el mismo bote, por así decirlo, antes de Katrina. Entiendo el impulso positivo de estas iniciativas estudiantiles, pero creo que sería ingenuo pensar que no se podía utilizar de manera nefasto para la UPR. [Nota del editor: esta es una publicación de Facebook del 29 de septiembre, y desde entonces ha tenido muchos intercambios.

La UPR se encontró en una situación desfavorable. Podría decidir no continuar con el semestre porque la recuperación adecuada tomaría tiempo, y ver que una parte de su cuerpo estudiantil se va a universidades en Estados Unidos y a universidades privadas en la misma isla. O podría decidir reabrir (como ocurrió), pero ver que una parte de sus estudiantes se van de todas maneras, por el hecho de que la universidad no ha sido rehabilitatada adecuadamente.

Pero en opinión de muchos estudiantes y personal, los huracanes solamente exacerbaron la situación La UPR ya tenía problemas por años de administraciones corruptas e ineptas y la crisis de la deuda, como señala Verónica del Mar, estudiante de UPR-Río Piedras:

Este semestre no estoy matriculada en la universidad. Así que no me toca regresar el lunes. Pero las leo, los escucho y me siento angustiada, triste, nerviosa, pero sobretodo me siento encabroná, porque si estuviese matriculá me tocaría elegir entre trabajar o estudiar. Entre comer o coger guagua. Probablemente estaría planificando con alguna corilla cuál será el refugio con agua y el mejor espacio pa descansar y poder ir a “estudiar”. Pienso en las posibilidades y me encabrono más. El Gobierno y la administración universitaria tienen excusas demás pa continuar privatizando la UPR y el acceso a la educación. El paso del huracán María les abrió el camino pa terminar de implementar sus planes. Cerrar recintos, aumentar costos de estudio, disminuir ayudas económicas, dejar perder edificios y residencias para estudiantes, en fin, que la UPR sea pa quienes puedan pagarla.

‘Se aprovechan del momento trágico’

Recientemente, la junta directiva de la UPR dio instrucciones de que todos los decanos debían revisar todos los programas académicos con la intención de reducir sustancialmente la cantidad de créditos requeridos, y presentar alternativas curriculares para ofrecer programas de estudio de dos años (grado de asociado).

En UPR-Mayagüez, donde el rector fue rápido en implementar la resolución de la junta, al profesor Jorge Schmidt y a muchos otros miembros de la facultad les preocupó que la decisión prioriza beneficio sobre excelencia acadámica, y debilitaría el rol de la UPR como principal centro académico y de investigación:

Se aprovechan del momento trágico que vive el país para neutralizar la posible oposición a sus medidas anti-académicas que pretenden convertir a la UPR en un centro de adiestramiento para empleos técnicos.

La UPR es la única institución pública de educación superior en Puerto Rico. Un total del 46.1% de la población vive por debajo de la línea de pobreza (y la cifras aumentarán luego del huracán María), y la accesibilidad económica ya es un problema para muchos que estudian o quieren asistir a la Universidad de Puerto Rico. Si la UPR se privatiza, un considerable sector de la población encontraría que ya no tiene acceso a una educación que pueden pagar en el archipiélago.

Fuente: https://es.globalvoices.org/2017/11/28/la-educacion-universitaria-a-precio-asequible-esta-en-riesgo-en-puerto-rico-luego-del-huracan/

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México, país con mayor tendencia a privatizar educación superior en todo el mundo: Didriksson

México / 26 de noviembre de 2017 / Autor: Martín Catalán Lerma / Fuente: La Jornada Zacatecas

 

 

  • Necesario, proyecto estratégico y estructural para resolver crisis de varias universidades
  • Opina que la decisión del Gobierno Federal de no apoyarlas refleja que “estamos en la situación más dramática que hemos vivido”
  • Respecto a la huelga de hambre anunciada por Rector de la UAZ, sugiere que “no haga una solución personal, ni siquiera de grupo”
  • Plantea que sobre la base del acuerdo que ya han tomado en la Anuies, convocar a las universidades a definir una alternativa programática, una solución financiera

México es el país con mayor tendencia a la privatización de la educación superior en todo el mundo, por lo que se requiere un proyecto estratégico y estructural para resolver la crisis financiera en que se encuentran varias universidades, opinó Axel Didriksson Takayanagui, investigador del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“México es el país que tiene el grado de privatización y mercantilización de la educación superior más alto del mundo, con 46 por ciento. Ningún país lo tiene, ni en Asia, ni Latinoamérica, ni África e incluso ni Estados Unidos que es un país muy privatizador”, informó.

Además, el tema de la desigualdad en México es muy grave, pues los jóvenes que integran el grupo de edad con ingresos más altos tienen 70 veces más oportunidades de estudiar el nivel superior en relación a jóvenes de la misma edad pero con condiciones económicas desfavorables.

“Ese es un dato increíble. Es decir, tenemos una condición crítica, estructural, de las peores del mundo, y además no hay una definición de política de Estado hacia la educación superior considerándola como el valor agregado más importante del desarrollo económico, social y cultural”, indicó.

Señaló que tampoco hay una propuesta de Sistema Nacional de Investigación e Innovación, lo que significa que no hay articulación de los conocimientos que se generan con la industria, la sociedad, las comunidades o con los sectores productivos, y además hay recortes presupuestales cuando es evidente que hay millones de pesos que se van a ganancias personales, a la burocracia, la impunidad y la corrupción, y no a la atención de problemas educativos.

Por otra parte, Didriksson Takayanagui señaló que la respuesta desfavorable del Gobierno Federal a las demandas de las universidades que se encuentran en crisis financiera, entre ellas la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), dijo, fue inverosímil y “en ningún país he visto que la respuesta de un gobierno sea tan obtusa, ciega y ajena a lo que significa la universidad en una sociedad del conocimiento”.

Puntualizó que la crisis en que se encuentran algunas universidades del país no es reciente, sino que se ha acumulado por mucho tiempo, por lo que la decisión del Gobierno Federal de no apoyarlas refleja que “estamos en la situación más dramática que hemos vivido”.

Respecto a la propuesta de Enrique Grouer, Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de crear un fondo para contingencias de las universidades públicas, dijo que es una solución inmediata, pero además se requiere desarrollar una alternativa programática y estratégica de largo plazo orientada al cambio organizacional.

“No podemos dar una solución real a una situación crítica utilizando las mismas bases y las mismas variables que hemos utilizado para estar en crisis. Como decía Albert Einstein, no puedes tener una solución diferente si utilizas las mismas coordenadas y variables. Entonces si queremos que la UAZ sea una universidad sustentable, digna, con proyecto académico de futuro y que tenga un enorme impacto en la sociedad; necesitamos transformarla, no puede seguir igual”.

Didriksson Takayanagui, también coordinador de la Cátedra Unesco Universidad e Integración Regional, manifestó que la sociedad del futuro depende de que haya universidades transformadas, que tengan reconocimiento social, que tengan impacto por su trabajo académico y producción del conocimiento, lo que implica no solamente una solución parcial o inmediata, sino un proyecto alternativo de universidad.

Para tal efecto, dijo que en las próximas semanas y meses debe convocarse a las universidades que se encuentran en condición de crisis, con la presencia de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), la UNAM, la UAM y el IPN, para desarrollar un modelo alternativo de universidad.

En relación a la idea del Rector de la UAZ, Antonio Guzmán Fernández, se realizar una huelga de hambre, para exigir recursos extraordinarios, sugirió “que no haga una solución personal, ni siquiera de grupo, y que sobre la base del acuerdo que ya han tomado en la Anuies, se pueda convocar a las universidades a definir una alternativa programática, una solución administrativa-financiera, orgánica y de reforma académica para los próximos años”.

Mencionó que la situación de algunas universidades es dramática, por ejemplo la Autónoma del Estado de Hidalgo, donde el gobierno de esa entidad envió un contralor no solamente para intervenir en las finanzas de la institución, sino también para revisar planes y programas de estudio, formas de gobierno, proyectos de investigación, entre otras cosas violatorias de su autonomía. Afortunadamente un juez otorgó un amparo para evitarlo.

Por último, Didriksson Takayanagui puntualizó que las universidades y los universitarios deben ser transparentes y responsables respecto al ejercicio de los recursos, porque es inaudito que dependencias federales hayan contratado proyectos simulados a las universidades y “nadie sabe a dónde se fueron los recursos”.

“Todas las universidades tienen la responsabilidad de entregar cuentas. La transparencia, la evaluación, la acreditación de lo que hacemos debe ser absolutamente nítida, cristalina, porque somos beneficiarios de la sociedad”, concluyó.

Fuente de la Entrevista:

http://ljz.mx/2017/11/25/mexico-pais-con-mayor-tendencia-a-privatizar-educacion-superior-en-todo-el-mundo-didriksson/

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Um ajuste justo : análise da eficiência e equidade do gasto público no Brasil : Volume I

Resumen:Informe del Banco Mundial: «Un ajuste justo: análisis de la eficiencia y equidad del gasto público en Brasil: Volumen I: síntesis »

Este informe tiene el objetivo de realizar un análisis en profundidad de los gastos del gobierno, identificar alternativas para reducir el déficit fiscal a un nivel sostenible y, al mismo tiempo, consolidar las ganancias sociales alcanzadas en las décadas anteriores. El principal hallazgo de nuestro análisis es que algunos programas gubernamentales benefician a los ricos más que a los pobres, además de no alcanzar de forma eficaz sus objetivos. En consecuencia, sería posible ahorrar parte del presupuesto sin perjudicar el acceso y la calidad de los servicios públicos, beneficiando a los estratos más pobres de la población. El análisis se basa en las mejores prácticas internacionales y en la revisión de la eficiencia de los gastos entre las diferentes entidades y programas gubernamentales.


ABSTRACTEste relatório tem o objetivo de realizar uma análise aprofundada dos gastos do governo, identificar alternativas para reduzir o déficit fiscal a um nível sustentável e, ao mesmo tempo, consolidar os ganhos sociais alcançados nas décadas anteriores. O principal achado de nossa análise é que alguns programas governamentais beneficiam os ricos mais do que os pobres, além de não atingir de forma eficaz seus objetivos. Consequentemente, seria possível economizar parte do orçamento sem prejudicar o acesso e a qualidade dos serviços públicos, beneficiando os estratos mais pobres da população. A análise é baseada nas melhores práticas internacionais e na revisão da eficiência dos gastos entre as diferentes entidades e programas governamentais. 

DETAILS

  • 2017/11/01 08:56:02
  • Working Paper
  • 121480
  • 1
  • 1
  • Brazil;
  • Latin America & Caribbean;
  • 2017/11/21 06:00:00
  • Disclosed
  • Volume I : síntese

COMPLETE REPORT IN PORTUGUESE

CITATION World Bank. 2017. Volume I : síntese. Washington, D.C. : World Bank Group. http://documents.worldbank.org/curated/en/884871511196609355/Volume-I-síntese

Fuente: http://documents.worldbank.org/curated/en/884871511196609355/Volume-I-s%C3%ADntese

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