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Entrevista a Diana Hincapié del BID: “A pesar de los avances, los niños y jóvenes no están desarrollando las habilidades necesarias”

Colombia/24 agosto 2017/Fuente: Semana

El país debe mejorar su calidad educativa y las habilidades de los jóvenes para que puedan competir a la par con los países más desarrollados. Semana Educación entrevistó a Diana Hincapié, asociada senior de Educación del BID para conocer más de ese tema.

Muchas personas en América Latina y el Caribe no cuentan con las habilidades necesarias para progresar en un mundo rápidamente cambiante. Semana Educación habló con Diana Hincapié, asociada senior de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), sobre lo que funciona y lo que no en las políticas públicas de educación en el continente y en el país.

De acuerdo con la experta, existen soluciones costo-efectivas que permiten perfeccionar las habilidades en todas las etapas de la vida, desde la infancia hasta la adultez. Aprendiendo de los éxitos y de los fracasos de la región y del mundo, los gobiernos pueden elaborar e implementar políticas basadas en la evidencia que sirvan para preparar de manera más adecuada a sus ciudadanos, empresas y países, de modo que puedan competir en el contexto económico actual que continuará cambiando con el avance tecnológico.

Además, Hincapié será uno de los líderes presentes en la Cumbre Líderes por la Educación 2017 que se llevará a cabo este 20 y 21 de septiembre en el Cubo de Colsubsidio.

Semana Educación (S.E.): ¿Cuáles son las habilidades necesarias para progresar hoy en América Latina y sobre todo en Colombia?
Diana Hincapié (D.H.): Las habilidades necesarias para que los países de América Latina progresen son las que permiten el desarrollo de los individuos en el mercado laboral y se pueden llevar a cabo a lo largo de la vida. En nuestra investigación “Aprender mejor: Políticas Públicas para el Desarrollo de Habilidades”, las definimos como las capacidades innatas o adquiridas que aumentan la productividad de un individuo. Estas habilidades se dividen en dos tipos: las generales y las específicas. Las generales mejoran la productividad de las personas en una amplia gama de ocupaciones y se pueden clasificar en tres grandes categorías: habilidades socioemocionales, cognitivas y académicas. Por otro lado, las habilidades específicas son aquellas que aumentan la productividad en una gama reducida de ocupaciones, sectores o empresas. En un mundo rápidamente cambiante, algunos trabajadores pueden sentirse amenazados. Pero el cambio tecnológico y la robotización también ofrecen oportunidades laborales para quienes hayan desarrollados habilidades que les permitan aprender mejor, como por ejemplo, tener capacidades de resolución de problemas, o el pensamiento abstracto y creativo. Los empleadores buscan trabajadores responsables, capaces de trabajar en equipo. Esto es válido para todos los países, incluyendo Colombia.

S.E.: ¿Cómo influyen las políticas públicas y los gobiernos para que las personas aprendan mejor y logren desarrollar su potencial a lo largo de la vida?
D.H.: Estamos en un contexto donde poco a poco la tecnología va tomando más espacios. Afrontar este desafío es fundamental. Si bien los gobiernos de la región ya están haciendo grandes esfuerzos para el desarrollo de habilidades, es necesario que las inversiones se hagan de una manera más eficiente. Deben tomar decisiones basadas en evidencia rigurosa que pueda señalar el camino y exponer tanto los éxitos y las lecciones aprendidas, y proporcionar una base sólida para la toma de decisiones. Con este conocimiento, los responsables de las políticas públicas pueden expandir a escala programas que han demostrado ser costo-efectivos. Por ejemplo, vimos que en promedio, el uso de tecnología guiada con tiempo adicional es más costo-efectivo que extender la jornada escolar. Para contribuir con este esfuerzo, creamos un sitio web (el cual saldrá próximamente) que ayuda a los gobiernos a identificar programas que han sido evaluados de manera rigurosa. Es una herramienta que categoriza, estandariza y presenta evidencia sobre dichas políticas de una forma accesible.

S.E.: ¿Qué se está haciendo bien en el país y qué debería cambiar?
D.H.: La región y el país han hecho grandes esfuerzos para desarrollar las habilidades de sus ciudadanos. Las tasas de matriculación escolar están convergiendo hacia las de los países desarrollados. Por ejemplo, la inscripción en los niveles de primaria, se sitúa a la par con las tasas de las regiones desarrolladas. En Colombia, la tasa de asistencia neta en primaria era de 96 % en el 2015. La brecha de matriculación también se está cerrando en la escuela secundaria. Y el país ha mejorado su desempeño en las pruebas Pisa desde que empezó a participar. Sin embargo, este progreso no es suficiente para cerrar las brechas de habilidades que tenemos con los países desarrollados, ni las brechas que existen al interior de país, entre el sector rural y urbano, o entre estudiantes de diferentes contextos socioeconómicos.

S.E.: ¿Cómo estamos en Educación y en materia de políticas públicas con respecto a los demás países de la región?
D.H.: El país y la región han hecho esfuerzos por aumentar el gasto en educación. Actualmente, América Latina y el Caribe destina en promedio 3 puntos porcentuales más de su producto interno bruto a la educación que hace 25 años. Hoy en día, la región destina a educación cerca del 5% del PIB, un nivel cercano al que invierten los países desarrollados. Colombia está invirtiendo la misma proporción, un punto porcentual más que hace 20 años.  En cobertura, el país se encuentra en el promedio de los países de la región en primaria y terciaria, y por encima de la región en secundaria. Sin embargo, el país se encuentra un poco alejado de las tasas de asistencia neta de los países desarrollados principalmente en los niveles de secundaria y terciaria. A pesar de este gran esfuerzo en aumentar la inversión, los niños y jóvenes de la región no están desarrollando las habilidades necesarias. Por ejemplo, en Ciencias, Colombia ocupó el puesto 57 entre 70 países y economías participantes, por detrás de Chile, Uruguay, Trinidad y Tobago y Costa Rica. A pesar de esto, junto con la ciudad autónoma de Buenos Aires, Bogotá es la ciudad de mejor desempeño dentro de las ciudades que participaron de forma independiente en la región. Pero es importante resaltar que Colombia mejoró significativamente su desempeño en las 3 materias evaluadas por Pisa y está dentro de los 10 países con mejor ritmo de mejora.

S.E.: ¿Cómo ve el BID la inversión en formación de maestros en Colombia?
D.H.: Desafortunadamente, como en la mayoría de los países de la región, en Colombia la profesión docente no es muy atractiva para los jóvenes. Según datos de Pisa 2015, solo el 6% de los estudiantes de secundaria de 15 años reportan estar interesados en ser docentes, frente al 22% que reporta interés en ser ingeniero. Además, los estudiantes universitarios que entran a estudiar Educación son aquellos que obtuvieron los menores puntajes en la prueba Saber 11. Un estudio de Balcázar y Ñopo del 2015 encuentra que durante su formación universitaria las habilidades de los estudiantes de educación empeoran frente a lo que sucede con las habilidades de otros estudiantes. Además, a pesar de los esfuerzos por mejorar los salarios de los docentes, los maestros siguen percibiendo menores salarios que otros profesionales y técnicos de similares características, cerca de 11% menos.

S.E.: ¿Qué hay que hacer para mejorar la inserción laboral en el país? ¿Cómo fortalecer ese paso de la academia al mundo laboral?
D.H.: Lo más importante para mejorar la inserción laboral es el desarrollo de habilidades cognitivas, académicas y socioemocionales, que permitan a los niños y jóvenes estar preparados para enfrentar un mundo laboral cambiante. Igualmente es necesario garantizar su desarrollo a lo largo de las diferentes etapas de la vida, ya que la actualización de ellas es la clave para asegurar la continua empleabilidad de los trabajadores. Particularmente, los empresarios han manifestado que no encuentran a jóvenes con las habilidades necesarias para el mundo laboral. En un estudio del BID que encuestó a 1.200 empresas en América Latina, el 88 % de los empleadores manifestó tener dificultades para encontrar empleados con las habilidades adecuadas al egresar de la secundaria. Ese estudio muestra que las habilidades más demandadas por los empresarios son las habilidades socioemocionales, como la responsabilidad, el trabajo en equipo, el autoestima y el autocontrol. Por lo tanto, es clave que se implementen políticas públicas que permitan el desarrollo de estas desde la primera infancia, y a través de la niñez y la adolescencia. Estas políticas deben estar orientadas a mantener a los jóvenes motivados para que no abandonen la escuela, y deben promover una mejora en la calidad de la educación. Además, es importante que el sector educativo trabaje de la mano del sector productivo para que las habilidades que desarrollen los estudiantes sean relevantes para el mercado laboral. La innovación y la experimentación en políticas públicas en América Latina y el Caribe será clave para encontrar y ofrecer las soluciones adecuadas para los numerosos trabajadores que están en el mercado laboral, deseosos de mejorar sus vidas con un buen empleo.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/cumbre-lideres-por-la-educacion-2017-entrevista-diana-hincapie/537330

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Oaxaca: el logro y el riesgo.

De que se mueve, se mueve, me dijo mi amigo El Maestro, con quien hacía meses que no conversaba. Se refería a la acción política del secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño. Comentamos el acto de la semana pasada de la asignación de plazas a los docentes que resultaron idóneos y que escogieron su lugar de trabajo.

Por: Carlos Ornelas.

Mi amigo pensaba que eso no podría hacerse en Oaxaca ni en Michoacán, tenía dudas sobre Guerrero y Chiapas. Pero la noticia de la asignación de 366 plazas en Oaxaca lo convenció de lo equivocado de su pensamiento. Ve a Nuño con una espada flamígera contra la CNTE. El Maestro —al igual que otros dos amigos y yo no concebía que la Reforma Educativa fuera a llegar a este punto. Especulamos sobre si estos hechos ayudan a Aurelio Nuño en su carrera a la candidatura del PRI a la Presidencia. No hubo acuerdo.

Para el análisis de los hechos de Oaxaca de este lunes, pienso, es irrelevante si Nuño lo hace por su anhelo de llegar a ser el candidato o por su interés en la reforma. Lo importante es que lo efectúa, que camina y en cada paso le resta espacios al neocorporativismo. Los concursos abiertos para el ingreso a y la promoción en la carrera docente lastima las tradiciones de todas las corrientes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Aunque la costumbre persiste en algunos territorios, ahora no pueden seguir manipulando la incorporación y las trayectorias profesionales de los maestros con la impunidad y descaro que lo hacían. La S-22 de Oaxaca era la más reacia y no cede todavía.

El acto de Oaxaca no sólo replicó el del lunes anterior en el edificio sede de la Secretaría de Educación Pública, es de mayor simbolismo. Se da en el corazón de la disidencia más aguerrida y habla de la valentía de los concursantes, que no sólo se presentaron a examen (que tuvo que realizarse en Puebla, si no me equivoco), sino que se atrevieron a ir y seleccionar su centro de trabajo, donde se supone que hay disponibilidad.

El director del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, Germán Cervantes Ayala, apostó y obtuvo un pequeño triunfo. No estoy seguro de que el gobernador Alejandro Murat lo quiera compartir. El concurso por las plazas y su distribución presenta el lado cardinal de la Reforma Educativa y los afanes del gobierno de Enrique Peña Nieto, que obliga (o convence, si se quiere) a los gobernadores a alinearse y seguir la línea del centro.

Sin embargo, la CNTE continúa con un poder que no puede menospreciarse. El mismo lunes, una pequeña turba de maestros disidentes entró al hotel donde se realizaba el acto público y desalojó a los concursantes. Es fiel a su estrategia y muestra las armas del neocorporativismo: el chantaje y la amenaza.

En una de sus notas de ayer, El Universal citó al secretario general de la S-22, Eloy López Hernández, quien calificó como una farsa la entrega de plazas a profesores que aprobaron la evaluación docente. Amenazó con no permitir su ingreso a las escuelas que están bajo control de la sección. Y, si no le hacen caso, advirtió que sus cófrades van a boicotear el inicio de clases y a movilizar a sus bases. Aprovechó la ocasión para arremeter contra el Consejo de Participación Social.

A fe mía que no son baladronadas, la semana que viene, o incluso esta misma, observaremos acciones de protesta de la S-22. Si bien sus bases han mermado y su dirigencia ya no convence a muchos, su capacidad de causar daño a la educación de Oaxaca es considerable.

Si la Reforma Educativa estará en el ojo de las campañas por la Presidencia, en Oaxaca los riesgos serán mayores. El Maestro, mi amigo, pronostica que la S-22 buscará la revancha. ¡Veremos hasta dónde aguanta la reforma!

RETAZOS

En una charla informal, el presidente consejero de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, Eduardo Backhoff Escudero, en un tono comedido me reprendió por una equivocación que cometí en mi entrega del 30 de abril, cuando reseñé el comienzo de su presidencia.

Escribí: “Desde otra perspectiva, según la teoría de Guy Neave, el INEE es la punta de lanza del Estado evaluador. Es el que diseña y realiza mediciones de componentes, procesos y resultados del sistema escolar…”. Reconozco, fue un gazapo utilizar una voz del verbo realizar. Debí utilizar el vocablo correcto, regular. Pero sostengo que el INEE es el ingenio visible del Estado evaluador.

Pido disculpas a los lectores, al INEE y al periódico por el desacierto.

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/opinion/carlos-ornelas/2017/08/16/1181929

Imagen: https://oaxacacapital.com/data/uploads/2017/08/16/cnte.jpg

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Educación, demagogía y fracaso

Por: Enrique Calderón Alzati

A cinco años del inicio de su gobierno, Enrique Peña Nieto no deja de alabar la importancia de lo que el bautizó como reforma educativa, supuestamente orientada a mejorar sustantivamente la calidad de la educación, una quimera que no ha sido capaz de comprender, dejándola en manos de individuos irresponsables que poco saben del tema, a la vista de las acciones que de tiempo en tiempo pretenden realizar. ¿Por qué si la educación es tan importante para el Presidente y para su gobierno, cada vez que un nuevo recorte presupuestal es requerido, este se ensaña en primer lugar sobre la educación? El gobierno gasta supuestamente 2 mil 500 millones de pesos anuales, para producir en ese tiempo 200 millones de pesos para repartirlos entre los estudiantes y maestros; es decir 12.50 pesos por libro ¿Es este un gasto razonable, a la luz de las desastrosas condiciones de la educación? Un poco menos de lo que cuesta un ejemplar de cualquier periódico publicado en la Ciudad de México.

Hubo un tiempo en que los gobiernos emanados de la Revolución Mexicana, hicieron esfuerzos notables por llevar la educación a todos los niños de México, creándose las instituciones necesarias para convertir en realidad el mandato de la Constitución de otorgar educación gratuita a todos los niños y jóvenes del país. A la convocatoria gubernamental respondieron hombres y mujeres preparados, para dar clases en las escuelas públicas, mientras nuevas generaciones de jóvenes eran instruidos en las escuelas normales para llevar la educación a las ciudades emergentes, pueblos y comunidades rurales.

Los mensajes difundidos por aquellos gobiernos respondían a la problemática real de esos años: El que no sabe leer debe aprender, el que sabe leer, tiene el deber de enseñarPrefiere el libro que educa y no el alcohol que envilececonvocatorias que contrastan con los mensajes demagógicos del actual gobierno. Tiempos hubo en que los niños de todas las clases sociales acudían a una misma escuela, enriqueciendo las enseñanzas recibidas, con el conocimiento que niños y jóvenes adquirían por el sólo hecho de convivir con otros, cuyos padres se dedicaban a actividades tan diferentes como el transporte, la medicina, la agricultura, los altos puestos directivos, el comercio, la plomería o la costura; las escuelas eran así elementos fundamentales de la permeabilidad social, verdaderos crisoles de los cuales habría de surgir una nación que pronto llegó a convertirse en referencia ejemplar para otros países alrededor del mundo. Uno de los problemas más graves de la educación actual, que es ignorado por los gobernantes provenientes de escuelas elitistas, como los Peña Nietos y los Aurelios Nuño, es su incomprensión de las problemáticas reales de las familias de menores ingresos, a cuyos miembros consideran como seres inferiores y flojos, útiles sólo para las fotografías que puedan tomarse con ellos, para fines de promoción personal.

Es por ello que su reforma educativa, lejos de contribuir de algún modo a mejorar la educación nacional habrá de ser juzgada como una serie de ocurrencias y acciones improvisadas sin ton ni son, cuyos objetivos no fueron otros que la realización de lucrativos negocios (como la adquisición y distribución de millones de tabletas electrónicas de cuyos resultados, no se ha presentado el mas mínimo informe, o como los costosos sistemas informáticos utilizados, supuestamente para la evaluación punitiva de los maestros en todo el país), así como el acatamiento de instrucciones recibidas de organismos internacionales, interesados en buscar que la educación sea privatizada para convertirse en un atractivo negocio para las instituciones de crédito y los grandes capitales mundiales.

No es posible construir una casa comenzando por los techos, cuando aún no se cuenta con los planos y el proyecto arquitectónico, no se pueden construir los muros sin haber cimientos, ni se puede pensar en los recubrimientos sin tener aún las tuberías y las instalaciones eléctricas. Sin embargo esto es lo que ha hecho el actual gobierno al pretender modificar la educación. A la penúltima ocurrencia de querer llevar a los niños de las escuelas rurales a escuelas en poblados mayores, ignorando las perturbaciones sociales que ese proyecto causaría, el secretario Nuño, dio a conocer recientemente su proyecto para la renovación de los programas de estudio de las escuelas normales, ampliamente criticado por maestros e investigadores de esas escuelas, tal como lo informó La Jornada en días recientes, incluyendo una entrevista al Doctor Luis Bello de la Benemérita Normal de Veracruz. ¿Por qué se pretende modificar ahora, lo que supuestamente deben conocer y enseñar los futuros maestros normalistas? ¿No habría sido sensato comenzar por la revisión de los programas de estudio de esas escuelas?

Tarde descubrió Aurelio Nuño que las escuelas normales, lejos de constituir un monopolio para la preparación de los maestros como el en algún momento afirmó, fueron los elementos de una institución creada por el gobierno para dar cumplimiento a la Constitución. Por eso ahora en un supuesto afán de enmendar su error, el secretario pretende utilizarlos como instrumentadores de su proyecto, imponiéndoles un programa estudio con orígenes y objetivos dudosos.

Hace poco más de un año, algunos periódicos de Monterrey, publicaron la noticia de que este personaje había firmado un contrato millonario con el Tecnológico de Monterrey, para que éste le apoyara en la preparación de los nuevos planes de estudio que la Secretaría de Educación utilizaría para fortalecer la reforma educativa, ¿por qué había establecido ese contrato ignorando a las mismas escuelas normales, a la Universidad Pedagógica, y a las universidades públicas con escuelas de pedagogía? Seguramente porque su propia preparación le impedía siquiera, pensar en tal posibilidad. Al conocer el proyecto impuesto ahora a las escuelas normales, tiene sentido preguntarnos donde se concibió este programa; el mismo secretario de Educación debiera responder a esa pregunta, aunque sabemos que eso no lo va a hacer, en virtud de que ahora parece estar ocupado en un nuevo objetivo, lograr la presidencia de la República en 2018, a ello dedica hoy sus esfuerzos, seguramente con la idea de que sólo así, podría continuar su proyecto de reforma educativa, negándose a aceptar el fracaso de ésta, cuyos errores y caprichos tendrá que pagar el pueblo al que desprecia.

La vergonzosa conducta de Peña Nieto, actuando como agente de un gobierno extranjero para entrometerse en asuntos internos de Venezuela, constituye un nuevo agravio para nosotros los mexicanos.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/educacion-demagogia-y-fracaso/

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¿El nuevo modelo educativo mexicano se ocupará de la sanidad mental y emocional de los alumnos y maestros?

Por: Daniel Suárez. 

Psicoterapia Gestalt para la Educación Mexicana: Una alternativa de cambio.

El propósito de la Psicoterapia Gestalt es brindar ayuda a la gente para que pueda redescubrir creativamente su capacidad de darse cuenta, percatarse de lo que realmente está vivenciando cualquiera que sea su experiencia; favoreciendo así el aprendizaje necesario para que la persona pueda conocerse mejor estando cerca de sí y viviendo en el aquí y en el ahora con la total intención de que abandone pensamientos o conductas que le generan sufrimiento, promoviendo la expresión de sentimientos y emociones sinceros para evitar la emisión de juicios y la manipulación de otros seres vivos y/o humanos; además de auxiliar, se encarga de proporcionar a las personas alternativas diversas basadas en la filosofía ZEN con las que podrá conectar de mejor manera con la realidad y el Planeta, a dejar de vivir en el pasado o pensar aceleradamente en un futuro incierto. Es ayudar a compartir y relacionarse con lo que tienen y no con lo que no poseen, generando así consciencia sobre la importancia de escuchar, responder clara y asertivamente, para que cuando se presenten situaciones en donde el dolor sea evidente, lo puedan recibir como un conjunto de experiencias y sepan quedarse ahí lo suficiente para crecer y no para estancarse, sino para poder identificar aquellas acciones que ya es importante dejar atrás porque generan inhumanidad; de manera concreta es orientar y sugerir con amor a las personas a que sean responsables de sus actos, a que se acepten tal cual son, pero sobre todo, que busquen a cada momento de su existencia la felicidad, el último grado de evolución humana.

Quienes somos Psicólogos y Psicoterapeutas Gestalt, tenemos una gran responsabilidad: la vida humana de quienes se acercan a solicitar ayuda, por tal, debemos atender de una manera afectiva y efectiva a la gente, considerando que las técnicas a utilizarse deben aplicarse hábilmente con la metodología científica y clínica, ya que si no es así, se afectará a todos los aspectos vitales en los que se desenvuelven las personas; por tal, esto debe respetarse siempre, ya que el no respetar la experiencia de una persona durante su trabajo terapéutico se convierte en una acción de agredir su humanidad. Por tal, hay que dejar muy claro que la Psicoterapia Gestalt dirige hacia una total estabilidad, ya que esta es un ideal que promueve la idea de que la vida no es lineal, es decir, que no sucede lo que nosotros creemos que debería, llegando así a transmitir al paciente, la responsabilidad que él tiene en su vida, la capacidad de elegir y por supuesto que ninguna elección es gratuita, todo tiene un precio (consecuencia), si elegimos algo dejamos otra cosa, pero es más que nada hacer consciente a la persona de que es ella y no los demás quien debe elegir lo mejor para su vida. No se olvide que lo más importante en la psicoterapia es la relación terapéutica, y dentro de ella, como base fundamental, se encuentra el vínculo que permite a nuestro paciente sentirse seguro, confiar, cambiar y crecer. El vínculo terapéutico es aquello que permite al paciente atreverse a enfrentar sus más temidos sucesos y a vivir durante el proceso, con la finalidad de conseguir que lleve ese vínculo presente, aunque no se encuentre el Psicoterapeuta físicamente con él, que se sienta seguro porque cuenta con esa presencia vincular que le protege.

Ustedes se preguntarán ¿Por qué el análisis anterior?, yo les puedo escribir que en mi rol como docente (porque no solo soy agente del sector salud: Psicólogo y Psicoterapeuta Gestalt) al leer, revisar, analizar y reflexionar sobre el “Nuevo Modelo Educativo Mexicano” percibo que sus “creadores” no invirtieron nada por la sanidad mental y emocional de los alumnos y maestros, en ningún momento proponen brindar condiciones óptimas y humanas para que estos actores escolares se puedan desarrollar y lograr mejores aptitudes para generar habilidades de contacto que les ayuden a conocer y comprender su comportamiento, a lograr ampliar todos sus recursos creativos y a que conozcan nuevas maneras de funcionar en la vida, ¿Por qué no existe un apartado, algo, que promueva ayuda para mejorar la calidad de vida de los escolares y docentes?, ¿Para qué seguir estresando al magisterio con plataformas burocráticas “digitales”? ¿Aún no se dan cuenta que el maestro se desvive y desatiende a los grupos por estar registrando documentación innecesaria? ¿Realmente nuestros niños y jóvenes son números a los cuales hay que estresar para que obtengan más números y de ese modo se pueda determinar si saben o no?. Yo creo que el sistema lo único que quiere es favorecer el desarrollo de Trastornos mentales y emocionales, así como enfermedades crónico degenerativas; nuestros maestros, niños, jóvenes y padres mexicanos inmersos en la educación, se están enfermando de neurosis, trastornos del sueño, ansiedad, cáncer, estrés, diabetes, síndrome de burnout, violencia, discriminación, odio, etc.,etc; y si me sigo con la lista, podría hacer un libro con la infinidad de padecimientos que se están generando por la falta de un buen sistema educativo y por la exclusión de programas de salud en donde especialistas del área clínica no tienen intervención alguna; o ustedes saben ¿Qué escuelas de educación básica y pública poseen su médico, psicólogo, nutriólogo, dentista? Yo me pregunto: ¿Quién se ocupará entonces de la sanidad mental y emocional de los alumnos y maestros?

Por tal situación, al no identificar ni encontrar respuesta en el supuesto “nuevo modelo educativo”, propongo que la Psicoterapia Gestalt sea considerada como una alternativa de cambio, creo que puede ayudar a rescatar la educación mexicana; ya que esta, no solo son dinámicas, técnicas, y/o ejercicios, es una practica que promociona el autodescubrimiento a través de experiencias entre grupos de personas y de manera individual, para que faciliten el intercambio con el mundo, con todas las situaciones que los rodean y que se centran en el contexto biopsicosociocultural, como mencionaba líneas atrás, a partir de la Psicoterapia Gestalt se puede promocionar una forma o filosofía de vida centrada en el aquí y en el ahora, consciente de las oportunidades para darse cuenta del momento de cambio, de estar en un proceso constante de humanización. Por eso escribo de manera urgente, y manifiesto que se necesita la Psicología y Psicoterapia Gestalt inmediatamente dentro de todas las escuelas mexicanas de educación pública, desde la modalidad básica hasta la superior, la gente necesita despertar, curarse, darse cuenta y ser creativa, para que obtenga una visión holista de la vida, que sirva directamente para el propio crecimiento personal y el de los demás, con eso me refiero a un progreso colectivo, primero como nación, posteriormente como humanidad. De ahí que Castañeda (1998) cita a Hering y menciona que: la terapia Gestalt se centra en el aquí y ahora y propone que el hombre es creador de sí mismo, lo que se relaciona con el punto de vista de Adler, el cual menciona que el hombre es creador consciente de su propia vida, lo que significa que el individuo es responsable de sus actos por lo que en esta terapia se fomenta el auto-apoyo y la auto-responsabilidad. (p. 69)

Este darse cuenta comprende aquellos acontecimientos, sentimientos, sensaciones, todo lo que sucede en el mundo interior de la persona en definitiva, lo que a cada una experimenta en su cuerpo. El darse cuenta es una función de la manera de sentir, de la experiencia y la existencia, la terapia es un ejercicio, Gestalt es un estilo de vida, por tal ejercitamos la vida para llegar a ser personas íntegras en todos los aspectos existenciales. Con esto la transformación personal, se produce por la propia toma de conciencia de todo nuestro ser, permite ver la dimensión del daño que nos hacemos, hace que paremos, que busquemos realmente otra forma de relacionarnos con nosotros mismos basada en la confianza, la paciencia, el respeto y el amor; con la finalidad de conocer la verdad transparente y sin maquillaje de nosotros mismos. Dentro de la experiencia Gestáltica se pueden distinguir tres tipos de darse cuenta:

  1. a) Darse cuenta de sí mismo o del mundo interior.
  2. b) Darse cuenta del mundo exterior.
  3. c) Darse cuenta de la zona intermedia o la zona de fantasía. (Martín, 2012, p. 51)

Por tal, todo el tiempo vivimos en creatividad, porque desde la Gestalt no decimos que todo es fácil, iremos comprobando que es posible vivir la vida con mayor coherencia, transparencia y bienestar, y por qué no decirlo, también con un sentimiento de felicidad profundo más allá de las circunstancias que nos toca vivir, para que así cada respuesta que nos demos a nosotros mismos, resuene voces internas que tengan que ver con nuestro carácter y nuestra historia. Por otra parte, prestar atención a nuestro propio sentir, reconocer las sensaciones y emociones, nos ayudará a poder distinguir entre aquello que es sano y nos aporta vitalidad de aquello que es pura neurosis, obediencia autómata o ansiedad que nos agota y nos insensibiliza. La Psicoterapia Gestalt sin duda favorece el desarrollo de la personalidad creativa, todos las personas tenemos la capacidad pero mediante ella se genera un proceso psicológico que permite la autonomía, la comprensión del funcionamiento de nuestro self, la herramienta clave para que surja un mecanismo de lucha interna que ayude a resolver y a enfrentar grandes verdades sobre lo que realmente somos, queremos y anhelamos en la vida más allá de las autoimposiciones.

¿Pueden comprender ahora por qué le apuesto a que las escuelas estén equipadas con especialistas clínicos que vean por la salud mental y emocional? Si leen, son grandes los aportes que tiene la Gestalt, mi especialidad, y con base en la teoría y mi experiencia, considero que estas cuatro maneras para identificar momentos creativos en la vida deben ser consideradas para crear modelos educativos:

1)        No dejar pasar las ideas, pues ellas son muy veloces y desaparecen con la misma facilidad en que se presentaron.

2)        Afrontar desafíos: colocarse en una posición difícil con pocas posibilidades de salir airoso. El fracaso suele incentivar la creatividad.

3)        Ensanchar horizontes: cuantos más conocimientos se tengan, tanto mayor será la capacidad creativa. Busque no tanto la cantidad como la variedad de información.

4)        Dar variedad al ambiente: rodearse de estímulos diversos y cambiantes, aún en el propio hogar, estimula la creatividad.    

(Epstein citado por Cazau, 2000, p. 36).

 Para concluir, pienso que logrando implementar esas cuatro maneras gestálticas para identificar los momentos creativos en cada alumno y maestro de cada escuela de educación publica y tomando en cuenta que la Psicología abarca todos los campos existenciales, se puede lograr una re-evolución educativa; yo me enfoco de manera general a la fuerza de la Gestalt o de la “forma” que desde la perspectiva de la Psicoterapia y creatividad gestáltica, puedo asegurar que cada día tiene más alcance en el presente siglo, considerando que su origen es de principios del siglo XX y los principales teóricos a los que debemos esto son: Koffka, Köhler, Wertheimer, Brown, Voth y Fritz Perls; pues ellos fueron quienes lograron unificar aquellas teorías individuales y grupales que hicieron percibir y entender las emociones, sentimientos que procedían del interior de un individuo, llegando así a determinar las características fundamentales de la personalidad de cada ser humano. Como Gestaltista quisiera que mi rama esté más cerca de la educación pública, de ese día en que exista un gobierno que se ocupe por su pueblo, sus alumnos y sus maestros; sin embargo sea cual sea la rama psicológica, desde mi sentir y pensar, mientras esté a favor de un verdadero nuevo modelo educativo para el cambio en el país, bienvenido sea, ya que es indispensable y urgente tener más humanos sensibles con ideales de paz, respeto y evolución; y menos Salinas, Peñas, Duartes, Yarringtons, Azcárragas, Herreras, Montieles, Ceballos, Calderones, Moreiras, Marines, Morenos Valles, Ruizes, etc, etc; con ideales de corrupción, violencia e involución.

“Aprender no es más que descubrir que algo es posible. Enseñar es mostrarle a alguien que algo es posible”

FRITZ PERLS

“Un pequeño arancel, dos copias del papel donde consta que tú eres humano…”

REFERENCIAS:

 ANTOLOGÍA DE LA MATERIA CREATIVIDAD CEIG: BIBLIOGRAFÍA 2: CAZAU, PABLO. Lic. en Psicología y Prof. de enseñanza media y superior en psicología Buenos Aires, julio 2000.

CASTAÑEDA; Patricia (1998). “Bases Psicológicas de la Guestalt”. En Revista Internacional de Guestalt. Vol. I. No.1.1998. 1er. Semestre,IMPG. México. pp. 18-22.

MARTÍN; Ángeles (2012). “Manual práctico de Psicoterapia Gestalt. 8ª. Edición. España. Editorial Desclée De Brouwer DDC. pp.207.

*Fuente: insurgenciamagisterial.com/el-nuevo-modelo-educativo-mexicano-se-ocupara-de-la-sanidad-mental-y-emocional-de-los-alumnos-y-maestros/

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Reforma Educativa, mérito y simbolismo

16 de agosto de 2017 / Fuente: http://www.excelsior.com.mx

Por: Carlos Ornelas

James March y Johan Olsen sustentan que para el ejercicio del poder político, el control de los símbolos es tan importante como la potestad sobre otros recursos. Esa concepción es congruente con el pensamiento de Antonio Gramsci. Un grupo dominante no establece su hegemonía política e ideológica sobre los segmentos sociales subordinados sólo por medio de la dominación, ni aun en los regímenes autoritarios. Incorpora aspiraciones de los grupos subalternos en el discurso cotidiano y la política práctica

El secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, presidió la ceremonia de asignación de 902 plazas de enseñanza primaria a quienes resultaron idóneos en el Concurso Nacional de Ingreso al Servicio Profesional Docente en la Ciudad de México. Los puestos se asignaron en el orden de prelación, según el puntaje que obtuvieron en el examen. Otros 76 concursantes que obtuvieron la calidad de idóneo, no alcanzaron lugar por falta de puestos vacantes.

El protocolo fue en el patio central del edifico sede de la Secretaría de Educación Pública. Frente a un auditorio donde predominaban los docentes ganadores, se otorgó la plaza y el nombramiento en el lugar que seleccionaron las maestras que obtuvieron los diez primeros lugares, egresadas de normales y otras instituciones de educación superior. El lunes mismo continuó el proceso en varios salones del edificio.

El secretario presumió la transparencia en el concurso y la asignación, fustigó la arbitrariedad reinante hasta antes de la Reforma, criticó los métodos tortuosos y desgastantes a que eran sometidos quienes aspiraban a las plazas. También censuró al influyentísimo y las prácticas clientelares. Y, aunque no condenó en forma explícita la herencia y venta de plazas, no hubo necesidad: se trata de desterrar esas prácticas que señoreaban en la tradición corporativa. Hoy, dijo, el mérito y el esfuerzo son los únicos requisitos. Anunció que la fórmula se replicará en cada estado de la República.

Escoltaron al secretario el consejero presidente del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y el comisionado presidente del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales. Se trataba de simbolizar el mérito y la transparencia para el ingreso a la profesión mediante concurso.

Es probable que muchos de los concursantes que obtuvieron su empleo por esta vía, no la hubieran hecho en el pasado. La mayoría no egresó de escuelas normales y es presumible que no tenían pariente de quién heredar el puesto ni contacto con los jefes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación que los incorporara al circuito de compra y venta de plazas docentes. Presumo que quienes ingresan por mérito propio serán agentes de legitimación de la Reforma Educativa. Además, cada uno optó por la escuela de su preferencia, si había lugar disponible. Conjeturo que la elección fue por cercanía al domicilio o por otras ventajas, no fue producto de una averiguación con respecto a las cualidades del centro de trabajo. ¡El tráfico de la Ciudad de México!

El mérito —ese valor que, aunque no está explícito en el texto constitucional, permea su espíritu— se abre camino. ¡Qué bueno que quienes se esforzaron, trabajaron más duro y se prepararon mejor, obtengan los mejores puestos! No sólo escogieron lugar, sino turno y modalidad (tiempo completo o jornada ampliada), ergo, mayores ingresos.

Y es legítimo, es un premio al denuedo y la dedicación. Pero entra en conflicto con otro valor, el de la justicia social. Hay un supuesto de quienes abogan por la equidad en la educación —como Martha Nussbaum y Amartya Sen— de que los docentes más capaces realicen su práctica entre los desfavorecidos. En las zonas pobres y marginadas del campo y las ciudades es donde son más necesarios los mejores profesores; no en las áreas de clase media urbana, que tienen mejores condiciones sociales y culturales para hacerla en la escuela y la vida.

El ritual del lunes en la SEP estuvo cargado de símbolos: el lugar en sí mismo, los murales de Rivera, las estatuas de Vasconcelos y Torres Bodet (y el secretario se colocó entre ellas) y la imagen de un derrotero seguro para quienes ponen el mérito por delante.

La asignación de plazas bien pudo haberse hecho en privado. Pero el símbolo era importante. No lo es todo, pero sí contribuye a la credibilidad del discurso del grupo hegemónico. Y, para la plaza pública, mostrar que la Reforma Educativa avanza.

Fuente artículo: http://www.excelsior.com.mx/opinion/carlos-ornelas/2017/08/09/1180490

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La Evaluación de desempeño no es punitiva, es peor

Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro y Marcelino Guerra Mendoza. Universidad Pedagógica Nacional, Sede Ajusco.

Entre el 1 de septiembre y el 31 de octubre, se llevará a cabo la tercera evaluación de desempeño docente, como para desmentir a quienes hace apenas unas semanas habían declarado fallida, muerta y enterrada a la reforma educativa. Pues no: no estaba muerta, estaba en reparaciones.

Y viene con más fuerza. En una sola ocasión se pretende evaluar a 150 mil profesores. Más o menos los mismos que en las dos ocasiones anteriores. Y además, para 938 profesores será la segunda oportunidad, mientras que para otros 1780 será la tercera y última. De no pasar el examen, serán reubicados en tareas no docentes.

¿Qué significa esto? Sencillo: para algunos cientos de maestros, la evaluación de desempeño seguirá su curso inexorable. Ellos son los primeros en advertir, en vivir en carne propia, que la evaluación no es un examen, ni una prueba fallida, sino un proceso del que no se sale nunca.  Ya se encuentran en la gran máquina evaluadora, de ahí no hay salida. Aún si superan la segunda o la tercera oportunidad, tendrán que evaluarse de nuevo. Una y otra vez, hasta el fin de su trayectoria laboral, o de su propia existencia.

Esos dos mil profesores que ya se encuentran en la segunda o tercera oportunidad, se encuentran en una situación que apenas vislumbran unos pocos. Los cientos de miles que faltan, todavía no sufren en carne propia la experiencia de la evaluación infinita. Los idóneos creen haberse salvado, están obnubilados por la ilusión del tiempo ganado. Ya tendrán que volver, más temprano que tarde. Y así, per saecula saeculorum. Esto es lo que no parecen advertir quienes denuncian a la evaluación como punitiva, un lugar común muy desafortunado, un error, un garlito al que llevaron y en el que cayeron los maestros.

No es cierto. Punitivo, dicen los diccionarios, es todo lo relativo al castigo. Y castigo es “la pena que se impone al que ha cometido delito o falta”. Por tanto, una evaluación punitiva es la evaluación que castiga a quien cometa una falta. Esto significa que se infringió una norma y se hace acreedor a la pena correspondiente. Un delito, un castigo; es decir, una sola vez. No se castiga dos veces el mismo delito.

En la evaluación de desempeño no es así.  La única vez que la evaluación es punitiva es la última, ahí si se castiga al docente retirándolo de sus actividades académicas. Las anteriores no, no se castiga a nadie; sin embargo, la situación es peor:  se somete a los profesores a un estado permanente de incertidumbre

Sean idóneos o no idóneos, una vez que los maestros entran a la máquina evaluadora, se vuelven trabajadores inseguros. Su contratación es temporal, siempre será por tiempo determinado. Y peor: dependerá de ellos mismos superar las evaluaciones durante toda su vida, de nadie más. Sólo de ellos depende pasar o no, según los indicadores, criterios y parámetros, impuestos desde lugares tan oscuros como cambiantes e impenetrables.

Repetimos: la evaluación de desempeño no castiga sino hasta el último momento, cuando se falla en la tercera ocasión. Este es el momento límite, al que por cierto llegan muy pocos, basta estudiar las estadísticas para verlo; así que esto no es lo sustantivo de la evaluación de desempeño, sino la producción inmanente de riesgos de desafiliación, la generación de un clima eterno de inseguridad docente. En una palabra: la producción de incertidumbre. ¡Y no se trata de una cuestión laboral, sino de una condición pedagógica de aprender a lidiar con la incertidumbre, trabajar en la incertidumbre y transmitir la incertidumbre en las tareas educativas! Como lo requiere el mercado, como se requiere en la producción de la subjetividad en el capitalismo cognitivo.

Por eso decíamos antes, la evaluación de desempeño no es punitiva: es peor. No castiga, en todos los momentos, sino que genera un estado permanente de inseguridad e inestabilidad, y eso no queda ahí. A partir de la incertidumbre que esto provoca, se generan efectos múltiples: en la subjetivación docente, en la práctica educativa, en las relaciones magisteriales, en la identidad profesional, en la formación de los maestros, entre muchas otras cosas que debemos empezar a reconocer, registrar y estudiar.

En esta perspectiva, la cuestión fundamental no es discutir si la reforma es laboral o no, si es integral o parcial, si los reactivos están bien o mal hechos, si las fases son excesivas y la evaluación  obesa, si las notificaciones fueron o no bien hechas,  si la selección de profesores a evaluar tiene intención política o no,  si los lugares de los exámenes son cómodos o terribles, si falla o no el equipo de cómputo, si es difícil entrar a la red o no, si las maestras han  sido coaccionadas o no, ese es el ropaje de la implementación de las políticas públicas, el favorito de críticos y autoridades, que en este caso se parecen tanto que ya no sabe uno nada.

La SEP y el INEE han sido muy claros: están siempre dispuestos a aceptar las críticas que mejoren los procedimientos evaluativos. Y algunos, muy diligentes, se dieron a la tarea de proponer algunas cosas. ¡Muchas gracias!, dicen Backhoff y demás funcionarios del INEE. ¡Gracias!, diría Nuño. ¡Eso es lo que queremos, mejorar la evaluación!, afirma Schmelkes.

¡Y eso fue precisamente lo que hicieron, mientras los críticos nos distraían con que la reforma estaba muerta! Y resulta que no, estaba en reparaciones, en perfeccionamiento.

Desde Nochixtlán, los técnicos del INEE y los políticos de la SEP, o al revés, se tomaron mucho tiempo para confundirnos diciendo que las evaluaciones serían voluntarias, cuando todos sabemos que la Constitución dice claramente que son obligatorias. Sobre todo, utilizaron el tiempo post-protestas y post-negociaciones, para modificar mecanismos, procesos, instrumentos, agentes, lugares y hasta fases de la evaluación, ¡pero no el régimen de la evaluación que caracteriza a la reforma! Ése se mantiene, y así seguirá hasta que no se echen abajo las leyes.

Por eso, ante esta reforma pensamos que la crítica debe ser radical, no limitarse a cuestionar lo adyacente, sino lo sustantivo. Criticar sin distraerse o desviarse en lo que algunos críticos quisieran que la reforma fuera, sino develando lo que la reforma es, lo que se propone; no sólo en su retórica, sino más aún, en la operación inmediata de sus estrategias, de sus mecanismos, es decir, en las técnicas y tácticas de sujeción que diseña y se propone, en sus objetivos soterrados.

Ya lo hemos dicho en nuestro libro Anatomía Política de la reforma educativael régimen de evaluación que se propuso no tiene nada que ver con la cuestión de la calidad; ese es un artilugio retórico muy fácilmente desmontable. La cuestión central es analizar lo que se propone efectivamente, lo que produce y no lo que abandona.

Por eso decimos que el objetivo soterrado de la reforma, el que está envuelto en los problemas de implementación y la retórica de la calidad, es la producción de incertidumbre y los efectos que ésta trae consigo, tanto para la identidad, como la formación, la práctica, el perfil, las relaciones de los maestros, en la escuela, consigo mismos, con sus alumnos y la comunidad.

No ayuda gran cosa hacer parrafadas abstractas sobre evaluación y calidad, más útil es visibilizar el régimen de evaluación que la reforma ha diseñado. Y con esto no pretendemos negar la necesidad cuasimetafísica de la evaluación educativa, menos aún justificar corruptelas, malos maestros o prácticas dañinas, sino advertir y denunciar lo que este modelo propone: la inseguridad como pivote de reconfiguración docente. Por eso hay que negarse a ESTE régimen evaluatorio; este, el que está en la Constitución.  Significa desde nuestra perspectiva, que hay que seguir luchando CONTRA la reforma educativa. Tal como están, ni la evaluación ni la reforma son mejorables, porque en su ADN se encuentra la producción de incertidumbre y la conformación de docentes inseguros, precarios y sometidos.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/la-evaluacion-de-desempeno-no-es-punitiva-es-peor/

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Transformación de las normales: desafíos contra su extinción

Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz

Con la implementación de la Reforma Educativa, las autoridades insistieron, una y otra vez, que las Normales no desaparecerían, sino que sólo se transformarían y modernizarían. Al pasar el tiempo, este discurso se ha desvanecido a la luz de hechos tales como el desplome de la población estudiantil normalista en los últimos años. Recientemente, el Secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer, ha anunciado una estrategia para fortalecer las Escuelas Normales en busca de prepararlas para la implementación del Modelo Educativo presentado a finales de 2016. Lo mencionado en este plan, además de lo establecido en el mismo Modelo Educativo, deja entrever diversos desafíos para las Escuelas Normales que, de no ser superados, algunos de ellos pudieran significar la posible extinción de estas notables instituciones.

A raíz de lo establecido en los próximos documentos rectores de la Educación Básica y de las estrategias anunciadas por Nuño para fortalecer a las Normales, se visulmbran dos retos importantes para estas instituciones: el primero se refiere a revertir la pérdida de estudiantes en las Normales producto de la apertura del servicio magisterial a los universitarios; el segundo, se refiere a los riesgos que implica la implementación de mecanismos de evaluación para el ingreso y la promoción, cuando gran parte de la planta docente normalista no forma de contrato por basificación.

Sin lugar a dudas, uno de los retos de las Escuelas Normales es revertir la tendencia a la baja en su matrícula. Tan solo en cuatro años del gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2016), la matrícula normalista ha decrecido más de una cuarta parte (28.5%), al pasar de 131,025 alumnos al inicio del sexenio, a 93,766 estudiantes en 2016. La situación anterior es motivada por diversos factores entre los que destacan el cierre premeditado de espacios por parte de las autoridades educativas (véanse los casos recientes de lucha de diversas Normales Rurales), hasta el linchamiento mediático de la figura del profesor, la precarización de la docencia a partir de la Reforma Educativa (condiciones de ingreso, permanencia y promoción más exigentes a cambio de la misma retribución económica, despidos “sin responsabilidad alguna para la autoridad educativa”, etc.) o el constante deterioro del poder adquisitivo de los profesores (basta recordar el raquítico aumento salarial conseguido por el SNTE ante el gobierno, el cual ni siquiera alcanza para hacer frente a la inflación del año en curso). Los elementos señalados anteriormente han mermado el interés de los egresados de bachillerato por formarse como profesores.

Aunado a lo ya mencionado, se encuentra un hecho clave enunciado en el Modelo Educativo para la Educación Obligatoria. Educar para la libertad y la creatividad: “por primera vez el sector [educativo] se abre a profesionistas con vocación docente, pero con una formación universitaria diversa” (SEP, 2017, p. 140). Esto, evidentemente, pone en una situación de desventaja considerable a las Escuelas Normales ante el resto de las Instituciones de Educación Superior. Así pues, las Universidades no sólo ofrecerán a sus estudiantes la posibilidad de ejercer en el campo laboral para el que fueron formados, sino, además, en el magisterio. En contraste, las Escuelas Normales sólo podrán ofertar a sus estudiantes la posibilidad de ejercer en el campo educativo. Mientras, para desempeñar la misma labor, a los universitarios les bastará con tener un perfil afín, los normalistas contarán con un perfil especializado. Así pues, aquellos que tengan en mente cursar una carrera normalista quizá sean disuadidos al considerar que estudiarán durante cuatro años para dedicarse a algo que para los universitarios representará, quizá, un plato de segunda mesa. El hecho mencionado al inicio del párrafo supone, además, por parte de las autoridades, un evidente desprecio de las habilidades pedagógicas en aras de favorecer los conocimientos disciplinares.

Para los docentes de las Escuelas Normales, existe otro riesgo importante además de la pérdida de alumnos: la implementación de mecanismos de evaluación para el ingreso al servicio de este tipo de instituciones. En el ciclo escolar 2016-2017, según cifras del SIBEN (Sistema de Información Básica de la Educación Normal), sólo 58.9% de los docentes normalistas del país estaban basificados. El problema anterior se acentúa en entidades como Guanajuato (20.7%), Colima (25.2%) y Yucatán (29.9%), en las cuales ni siquiera puede decirse que uno de cada tres docentes está basificado. De este modo, al igual que como ya sucedió en Educación Básica desde hace tres años, se generará una incertidumbre laboral motivada por el hecho de ver ofertado un puesto de trabajo que ha sido cubierto por años. Además, la carencia de personal docente basificado sin duda pudiera representar una condición propicia para que las Normales sean desmanteladas en un futuro no tan lejano y continuar con la inercia a la baja en cuanto al volumen de estas instituciones.

En suma, el panorama a corto plazo para las Normales es bastante complicado. No basta, como supone el nuevo Modelo Educativo, que las Escuelas Normales sean vistas “como escuelas sólidas, con infraestructura adecuada, maestros preparados, ambientes propicios para el aprendizaje, y programas de estudio pertinentes” (SEP, 2017, p. 141) para su revitalización y consolidación a futuro. Por más esfuerzos que se hagan al interior de estas instituciones centenarias, mientras la docencia siga deteriorándose social y económicamente, difícilmente las carreras normalistas serán una opción atractiva para la juventud mexicana. Mientras las autoridades educativas sigan haciendo creer que el mérito de un docente se reduce a su desempeño en un examen, cualquier institución se jactará de formar profesores, desvalorizando entonces la función de las Escuelas Normales. Así pues, los retos de estas instituciones no se limitan a sus propios muros, sino que abarcan un horizonte mucho más amplio: implican no sólo resolver sus problemas internos (laborales, profesionales, administrativos, académicos, etc.), sino sumarse a la lucha por la dignificación de la figura del docente. Si el normalismo sigue viendo pasivamente cómo el gobierno maltrata al docente, terminará cavando su propia tumba al lado de la de esta trascendental profesión.

*Docente colimense de Educación Primaria (Esc. Prim. Distribuidores Nissan No. 61 T.V.) y de Educación Superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía. 

Twitter: @proferoger85

REFERENCIAS:

SEP. Modelo Educativo para la Educación Obligatoria. México: SEP, 2017.

SEP. Sistema de Información Básica de la Educación Normal. (Disponible en:www.siben.sep.gob.mx).

SEP. Sistema Educativo de los Estados Unidos Mexicanos, principales cifras 2015-2016. México: SEP, 2017.
Fuente: http://www.educacionfutura.org/transformacion-de-las-normales-desafios-contra-su-extincion/
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