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La UNESCO trata de satisfacer las enormes necesidades educativas de los estudiantes desplazados en Irak

07 de diciembre de 2016 / Fuente: http://www.unesco.org/

Después de Siria, Irak cuenta con la tercera población de desplazados internos (IDP) más numerosa del mundo: 4.4 millones de personas (según la publicación Tendencias mundiales de 2015, del ACNUR) y la mayoría de los IDP en edad escolar carecen de acceso a la enseñanza. Se espera que, a consecuencia de las operaciones militares que se realizan actualmente en Mosul, hasta un millón más de personas podrían ser desplazadas por la violencia y el conflicto.

La UNESCO, con la financiación del gobierno del Japón, ha venido apoyando el acceso de los IDP a la educación y mejorando la calidad de la instrucción que reciben, con especial atención a que los adolescentes de ambos sexos reanuden los estudios. Como parte de esta labor, la UNESCO inició dos proyectos para dar apoyo educativo de urgencia a jóvenes de las comunidades de IDP y a refugiados sirios que viven actualmente en la región del Kurdistán iraquí, con el fin de asegurarse de que no pierden los conocimientos adquiridos. Además, en época de conflicto, la enseñanza secundaria también previene los abusos y la violencia contra los jóvenes de ambos sexos.

El primer proyecto, titulado Bridging urgently the gaps in secondary schooling for girls of IDP communities in Iraq [Colmar urgentemente las lagunas de escolaridad secundaria entre las muchachas de las comunidades IDP en Irak] se ha propuesto garantizar el acceso de más de 5.000 estudiantes de comunidades IDP a la educación secundaria y mejorar la calidad de ésta, mediante actividades entre las que figura la preparación para los exámenes y las técnicas didácticas de participación. El proyecto también les facilitó espacios de aprendizaje seguros, alicientes, transporte y material didáctico para docentes y alumnos, así como equipamiento y suministros para las escuelas.

Ampliar la educación secundaria para los refugiados sirios en Irak

El segundo proyecto, titulado Expanding secondary education for Syrian refugees in Iraq [Ampliar la educación secundaria para los refugiados sirios en Irak], alcanzó a más de 1.000 adolescentes sirios de ambos sexos que vivían en campamentos en la región del Kurdistán iraquí. Este proyecto aprovechó la educación para contribuir a la estabilidad y la seguridad y promover la prevención de conflictos, la cultura de paz y la cohesión social entre los refugiados y las comunidades anfitrionas.

La región del Kurdistán iraquí acoge actualmente a casi un cuarto de millón de sirios, de los cuales 75.000 son niños y jóvenes menores de 18 años, y gran parte de ellos carecen de acceso a la educación.

Mejorar el futuro de los niños desplazados

Como parte de un proyecto previo titulado Providing access to quality education to adolescents and young adults in conflict-affected areas in Iraq [Facilitar el acceso a una educación de calidad a los adolescentes y adultos jóvenes en las zonas de Irak afectadas por conflictos] y mediante el uso de fondos donados por el Reino de Arabia Saudita, se inauguraron cinco nuevas escuelas para alumnos de las comunidades de IDP.

Con el fin de aumentar y mejorar el espacio de calidad para los estudiantes, se utilizaron aulas de prefabricado y la comunidad participó en la renovación de las escuelas existentes, incluso mediante la fabricación de pupitres (video). Los docentes y los miembros de las asociaciones de padres y alumnos recibieron cursillos de capacitación sobre las normas mínimas para la educación en situaciones de emergencia (INEE) y se facilitaron manuales escolares, material didáctico, equipos y papelería, así como fondos para cubrir los costos operativos.

Ahmad Yousef fue uno de los 18 IDP contratados por la UNESCO para fabricar 450 pupitres, una actividad que contribuirá a garantizar la educación de su hijo y que forma parte del trayecto educativo de la comunidad en su conjunto.

“Me alegra poder contribuir a la educación de mi hijo mediante la fabricación de los pupitres que la escuela necesita para acoger a más alumnos”, dijo Yousef.

La fabricación de los pupitres no sólo ayudó a que los 1.000 estudiantes recibieran una educación mejor, sino que también representó un ingreso considerable para numerosas familias.

“Queremos que nuestros hijos reciban educación, a pesar de las circunstancias en las que se encuentran. Los pupitres permitirán que un número mayor de niños puedan ir a la escuela”, afirmó Zainab, una madre que trabaja en la fabricación de los muebles.

El hacinamiento sigue siendo un problema y se espera que antes de diciembre se hayan terminado de montar los módulos de prefabricado adicionales.

La UNESCO va a ampliar en 2017 la asistencia que presta a la educación de los IDB, con el fin de satisfacer las necesidades de cientos de miles de niños y adolescentes desplazados en Irak, aprovechando la labor ya realizada. “A medida que Irak entra en una nueva situación de emergencia humanitaria, la tarea de colmar las lagunas en materia de aprendizaje es decisiva para aportar estabilidad, sentido de normalidad y esperanza en el futuro a miles de niños y jóvenes desplazados. Por eso la UNESCO da prioridad máxima a la educación de los IDP en el marco de su trabajo en Irak”, declaró Louise Haxthausen, Directora interina de la Oficina de la UNESCO en Bagdad.

Fuente noticia: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/unesco_works_to_meet_huge_education_needs_of_displaced_stude/

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Alemania: ola de refugiados, gran desafío para alumnos y maestros

Europa/Alemania/ 1 de diciembre de 2016/Fuente: lajornada maya/Hochheim am Main

Para Mustafa, lo más difícil del alemán es saber cuándo usar el artículo masculino, el femenino y el neutro. Para Majd es la diéresis. Pero tras haber huido de la guerra, estos dos adolescentes sirios están, por encima de todo, felices de volver a la escuela.

Mustafa, Majd y sus familias forman parte de los cerca de 890 mil refugiados llegados el año pasado a Alemania, de los cuales un tercio son menores de edad. Sobrevivieron a los conflictos en sus países y al difícil periplo por Europa. Ahora este país europeo se enfrenta al inmenso desafío de integrar en su sistema educativo a estos niños, un proceso que tendrá un costo estimado en 2 mil 300 millones de euros por año.

Los obstáculos son considerables, ya que la mayor parte de los nuevos alumnos no hablaban una sola palabra de alemán cuando llegaron y muchos habían perdido meses o incluso años de escolarización debido al conflicto. Además muchos niños siguen sufriendo los traumas de haber vivido en guerra.

«Es un desafío enorme», aseguró Ilka Hoffmann, miembro del consejo de administración del GEW, el mayor gremio de profesores en el país. Para ella, el país debería emplear a cerca de 24 mil nuevos profesores para recibir a los nuevos alumnos, esto sin mencionar que se necesitan psicólogos y consejeros en las escuelas. «Los traumas se expresan de diferentes formas», explicó. «Y estamos mal preparados», indicó.

Mustafa y Majd están inscritos en la escuela Heinrich von Brentano, en Hochheim, una pintoresca localidad cerca de Fráncfort. Este establecimiento puso en marcha clases «intensivas» de alemán para los 22 refugiados escolarizados, cuya gran mayoría viene de Siria, Irak y Afganistán. En esta escuela, como en otros establecimientos del país, la frase de la canciller federal alemana, Angela Merkel ,»Wir schaffen das» (Vamos a lograrlo) no es una simple consigna electoral, es una misión de todos los días.

En la escuela de Mustafa, la atmósfera es jovial pero para el profesor Michael Smiraglia los desafíos son numerosos. Uno de ellos es la diferencia de niveles, ya que mientras algunos alumnos tienen un nivel avanzado, otros todavía no conocen el alfabeto latino. A todo esto se suma la dificultad de trabajar con adolescentes traumatizados, que a veces tienen un comportamiento difícil.

«Me di cuenta enseguida de que el curso ‘intensivo’ iba ser igualmente intenso para mí como enseñante», contó Smiraglia, mientras sus alumnos leen un texto en un alemán entrecortado y dubitativo. Antes era consejero familiar y ya había trabajado con jóvenes que sufrían traumas, una experiencia que sin duda lo ayudó.

«Tengo alumnos de entre 12 y 15 años que temen por su vida», explicó el profesor. «Para mí es un regalo cuando se abren a mí, me permite comprenderlos mejor y gestionar los comportamientos inadecuados», agregó.

Romper el hielo

Para los alumnos, el verdadero desafío está todavía por venir, cuando dejen este ambiente protegido de las clases intensivas para integrar las aulas con el resto de los estudiantes, donde los profesores tienen un temario que completar y no tienen ni el tiempo ni las herramientas para ayudarlos de manera individual.

Para facilitar esta transición, los refugiados de la escuela de Brentano pasan varias horas por semana con los estudiantes alemanes en los cursos de inglés, de matemáticas y de deportes. Pero la lengua sigue siendo una barrera. «Los profesores hablan tan rápido, que entiendo muy poco», se lamentó Mustafa.

Sin embargo, esto ayuda a romper el hielo y en este sentido los partidos de fútbol en los recreos son una forma de integración. «Jugamos juntos y así mejoramos nuestro alemán», dijo Mustafa.

Los adolescentes extranjeros reconocen que de todas formas tienden a juntarse entre ellos. «No tengo mucho contacto con los niños alemanes», dijo Marjan, una joven de 14 años originaria de Afganistán. Pero todo el mundo es muy simpático», aseguró.

Una de las principales diferencias con su antigua escuela es que se trata de un establecimiento mixto. «Esto está muy bien», opinó la chica. «Nos entendemos mejor cuando aprendemos todos juntos», dijo.

Mustafa, en cambio, no parece tan convencido. Cuando los chicos y las chicas están juntos, «ellos sólo piensan en decir ‘te quiero’ y no estudian. ¿No tengo razón?», se interrogó con una sonrisa tímida, mientras sus compañeros se morían de risa.

Volver a la escuela permite a estos estudiantes volver a tener planes de futuro. Mustafa quiere ser piloto, ya que cree que es imposible seguir la carrera que de verdad le apasiona: el karate. Marjan duda entre ser abogada o maquilladora y Majd quiere ser policía.

Fuente: https://www.lajornadamaya.mx/2016-11-23/Sindicato-de-educacion–mal-preparado

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Alemania encara el desafío de integrar niños refugiados al sistema educativo

Por: AFP

El primer escollo es comprender el idioma del país que los acoge.

Para Mustafa, lo más difícil del alemán es saber cuándo usar el artículo masculino, el femenino y el neutro. Para Majd es la diéresis. Pero tras haber huido de la guerra, estos dos adolescentes sirios están, por encima de todo, felices de volver a la escuela.

Mustafa, Majd y sus familias forman parte de los cerca de 890.000 refugiados llegados el año pasado a Alemania, de los cuales un tercio son menores de edad. Sobrevivieron a los conflictos en sus países y al difícil periplo por Europa.

Ahora, el país se enfrenta al inmenso desafío de integrar en su sistema educativo a estos niños, un proceso que tendrá un costo estimado en 2.300 millones de euros por año.

Los obstáculos son considerables, ya que la mayor parte de los nuevos alumnos no hablaban una sola palabra de alemán cuando llegaron y muchos habían perdido meses o incluso años de escolarización debido al conflicto. Además, muchos niños siguen sufriendo los traumas de haber vivido en guerra.

«Es un desafío enorme», aseguró Ilka Hoffmann, miembro del consejo de administración del GEW, el mayor gremio de profesores de Alemania.

Para ella, el país debería emplear a cerca de 24.000 nuevos profesores para recibir a los nuevos alumnos, esto sin mencionar que se necesitan psicólogos y consejeros en las escuelas.

«Los traumas se expresan de diferentes formas», explicó. «Y estamos mal preparados», indicó.

Un estudiante refugiado aprende los fundamentos del idioma alemán en una escuela de Hochheim am Main. (AFP)

Mustafa y Majd están inscritos en la escuela Heinrich von Brentano, en Hochheim, una pintoresca localidad cerca de Fráncfort. Este establecimiento puso en marcha clases «intensivas» de alemán para los 22 refugiados escolarizados, cuya gran mayoría viene de Siria, Irak y Afganistán.

Manos a la obra. En esta escuela, como en otros establecimientos del país, la frase de la canciller Angela Merkel Wir schaffen das (Vamos a lograrlo) no es una simple consigna electoral, es una misión de todos los días.

En la escuela de Mustafa, la atmósfera es jovial pero para el profesor Michael Smiraglia los desafíos son numerosos.

Uno de ellos es la diferencia de niveles, ya que mientras algunos alumnos tienen un grdo avanzado, otros todavía no conocen el alfabeto latino. A todo esto se suma la dificultad de trabajar con adolescentes traumatizados, que a veces tienen un comportamiento difícil.

«Me di cuenta enseguida de que el curso ‘intensivo’ iba ser igualmente intenso para mí como enseñante», contó Smiraglia, mientras sus alumnos leen un texto en un alemán entrecortado y dubitativo.

Antes era consejero familiar y ya había trabajado con jóvenes que sufrían traumas, una experiencia que sin duda lo ayudó.

El director de la escuela Heinrich-von-Brentano, Dieter Dembczyk, trabaja con estudiantes refugiados en Hochheim am Main. (AFP)

«Tengo alumnos de entre 12 y 15 años que temen por su vida», explicó el profesor. «Para mí es un regalo cuando se abren a mí, me permite comprenderlos mejor y gestionar los comportamientos inadecuados», agregó.

Para los alumnos, el verdadero desafío está todavía por venir, cuando dejen este ambiente protegido de las clases intensivas para integrar las aulas con el resto de los estudiantes, donde los profesores tienen un temario que completar y no tienen ni el tiempo ni las herramientas para ayudarlos de manera individual.

Para facilitar esta transición, los refugiados de la escuela de Brentano pasan varias horas por semana con los estudiantes alemanes en los cursos de inglés, de matemáticas y de deportes.

Pero la lengua sigue siendo una barrera. «Los profesores hablan tan rápido, que entiendo muy poco», se lamentó Mustafa.

Sin embargo, esto ayuda a romper el hielo y en este sentido los partidos de fútbol en los recreos son una forma de integración.

«Jugamos juntos y así mejoramos nuestro alemán», dijo Mustafa.

Los adolescentes extranjeros reconocen que de todas formas tienden a juntarse entre ellos.

«No tengo mucho contacto con los niños alemanes», expresó  Marjan, una joven de 14 años originaria de Afganistán. «Pero todo el mundo es muy simpático», aseguró.

Una de las principales diferencias con su antigua escuela es que se trata de un establecimiento mixto. «Esto está muy bien», opinó la chica. «Nos entendemos mejor cuando aprendemos todos juntos», comentó.

Mustafa, en cambio, no parece tan convencido. Cuando los chicos y las chicas están juntos, «ellos solo piensan en decir ‘te quiero’ y no estudian. ¿No tengo razón?», se interrogó con una sonrisa tímida, mientras sus compañeros se morían de risa.

Retornar a la escuela permite a estos estudiantes volver a tener planes de futuro. Mustafa quiere ser piloto, ya que cree que es imposible seguir la carrera que de verdad le apasiona: el karate. Marjan duda entre ser abogada o maquilladora y Majd quiere ser policía

Fuente: http://www.nacion.com/mundo/europa/Alemania-integrar-refugiados-sistema-educativo_0_1599240119.html

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Palestina: El EI toma las aulas en Al Yarmuk

Palestina/21 de Noviembre de 2016/La Vanguardia

Las escuelas independientes han desaparecido del campo de refugiados palestinos de Al Yarmuk, en el sur de Damasco, donde el grupo terrorista Estado Islámico (EI) ha impuesto su propio sistema de adoctrinamiento, basado en una visión extremista del islam.

Uno de los colegios que se ha visto obligado a cerrar sus puertas dentro de Al Yarmuk es la Escuela Damascena Alternativa, que para seguir con su labor educativa se ha trasladado al vecino distrito de Yalda, como han hecho el resto de centros.

El director de ese colegio, Jalil Abu Salma, cuenta a Efe, en una conversación por internet desde su exilio en Francia, que «cuando el ‘Dáesh’ (acrónimo en árabe de Estado Islámico) entró en Al Yarmuk (abril 2015) al principio no hubo problema, porque era el fin del año escolar y no intervino».

En una primera etapa, los radicales permitieron a las escuelas trabajar de forma independiente, pero todo se modificó cuando hubo un «cambio de emir» del EI, que quiso imponer su propio programa educativo y los colegios del campamento se negaron, lo que llevó a su clausura.

«Es la primera vez en la historia de Al Yarmuk que no hay colegios, el ‘Dáesh’ tiene su propio sistema educativo relacionado con la religión y la yihad, pero enseñanza de verdad no existe», se lamenta Abu Salma, que reside en Francia desde hace año y medio y donde dirige el colegio en su nueva ubicación en Yalda.

Este profesor de lengua árabe explica que la asignatura principal en el sistema de adoctrinamiento de los extremistas es el «Tauhid» (monoteísmo), que en la práctica supone el estudio de la religión, que el EI «lo enfoca en asuntos como la yihad» o guerra santa.

También imparten el idioma árabe «basado en la lengua del Corán» y otras asignaturas como gimnasia, «pero de forma muy ligera», detalla Abu Salam.

Además, «hay materias que consideran heréticas, como la filosofía, las ciencias sociales o la historia, que no las enseñan», dice el maestro.

Efe ha tenido acceso a una decena de libros de texto del grupo terrorista, en los que las referencias religiosas son omnipresentes.

En la introducción de la mayoría de los manuales, el EI asegura que una nueva era ha comenzado con «la colocación de la primera piedra en el muro de la enseñanza islámica fundamentada en el Corán y los ‘hadices’ (dichos del profeta), como los entienden los primeros musulmanes».

Los radicales han acuñado nuevas asignaturas como Política Religiosa, en la que adoctrinan a los niños con los supuestos fundamentos de su credo, pasados por el tamiz del EI, que, por ejemplo, afirma que los musulmanes están obligados a crear un califato islámico.

En otras materias más tradicionales, como la educación física, la organización da también el toque «yihadista» a los libros de texto, con ilustraciones de ejercicios de calentamiento que muestran a un hombre con un atuendo negro de tipo afgano, como visten algunos combatientes del EI.

El manual incluye una lección sobre el fusil «kalashnikov», que tras hacer un repaso por su historia y uso, detalla cómo montarlo y desmontarlo, limpiarlo y arreglarlo en caso de fallo, además de las medidas de seguridad para evitar disparos no intencionados.

Pese a que el EI es la organización más conocida en Siria por imponer su propio sistema educativo, otras grupos implicados en el conflicto también quieren aleccionar a los menores, indica Abu Salma, que sufrió las presiones del Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda y grupo que controló el campo de Al Yarmuk antes del EI.

«Para mí, el Frente al Nusra no es distinto del ‘Dáesh’, lo que ocurrió es que por aquella época teníamos un programa de apoyo psicológico a los niños, porque el campo sufría un cerco muy estrecho, de hecho unas 180 personas murieron de hambre», rememora.

«Al Frente al Nusra le pareció que ese programa era indecente, porque incluía baile y teatro -agrega.- Siempre me presionaron (para eliminarlo), pero rechacé sus órdenes».

Al final, Abu Salma decidió huir tras la muerte de su hermano, que era activista, y tras recibir él mismo amenazas.

Pese a todas las dificultades, la Escuela Damascena Alternativa continúa abierta en Yalda, adonde acuden cada día niños de Al Yarmuk para recibir clases, pero en esta zona, dominada por el Ejército Libre Sirio (ELS) y otras facciones, también han tenido problemas.

Desafortunadamente, es el precio de querer aplicar «una enseñanza independiente lejos de lo político y militar», se queja Abu Salma

Fuente: http://www.lavanguardia.com/internacional/20161118/411959298674/el-ei-toma-las-aulas-en-al-yarmuk.html

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Kuwait entrega una oportuna contribución para ayudar a los refugiados sirios durante los meses de invierno

Africa/ 17 de noviembre de 2016/Fuente: ACNUR

Kuwait continúa siendo el principal donante en la región de Oriente Medio y Norte de África.

La Agencia de la ONU para los Refugiados, está complacido con la nueva y significativa contribución que hizo el Estado de Kuwait para apoyar los esfuerzos para proteger y asistir a los refugiados afectados por la crisis en Siria.

La reciente contribución de $7.960.000 dólares será usada para ayudar a los refugiados sirios en Líbano, con lo que se brindará asistencia urgente de invierno a cerca de 25.000 familias. Esto se llevará a cabo a través de transferencias mensuales por medio de tarjetas ATM. El invierno es una época particularmente difícil para los refugiados vulnerables en Líbano, quienes tienen que incurrir en gastos adicionales para mantenerse calientes, secos, y con ropa y alimentación adecuadas.

“Por cuarto año consecutivo, Kuwait ha vuelto a demostrar su inquebrantable compromiso con el abordaje de las consecuencias humanitarias de la situación siria”, dijo Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados. “Con la pronta llegada del invierno, esta oportuna contribución significará apoyo para miles de familias sirias refugiadas a medida que se preparan para los fríos meses que vendrán”.

Desde 2013, Kuwait ha contribuido con cerca de $350 millones de dólares al ACNUR para apoyar el trabajo de la Agencia en las críticas necesidades de las personas desplazadas en todo el mundo, y particularmente aquellos afectados por las crisis en Siria e Irak. Kuwait continúa siendo el principal donante en la región de Oriente Medio y Norte de África.

“Estoy personalmente agradecido con Su Alteza el Jeque Sheikh Sabah Al-Ahmad Al-Jaber Al-Sabah, y el generoso pueblo de Kuwait por su importante gesto humanitario”, añadió el señor Grandi.

Además de haber albergado tres conferencias internacionales de donantes de forma consecutiva, Kuwait copresidió la conferencia “Apoyando a Siria y la Región”, la cual se llevó a cabo a inicios de este año en Londres y durante la cual Kuwait comprometió $300 millones de dólares durante los próximos tres años para la respuesta humanitaria en Siria.

Hay cerca de 4,8 millones de refugiados sirios registrados con el ACNUR en países vecinos de Siria, con Líbano acogiendo a cerca de 1.017.430 personas.

Los sirios continúan siendo la mayor población de refugiados bajo el mandato del ACNUR.

Fuente:http://www.acnur.org/noticias/noticia/kuwait-entrega-una-oportuna-contribucion-para-ayudar-a-los-refugiados-sirios-durante-los-meses-de-invierno/

Imagen: www.acnur.org/fileadmin/news_imported_files/06.2015.25_ACNUR_Siria.jpg

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El Embajador de buena voluntad de UNICEF Liam Neeson se reúne con niños sirios en Jordania

Nueva York / 16 de noviembre de 2016 / Fuente: https://www.unicef.org

Esta semana el Embajador de buena voluntad de UNICEF Liam Neeson ha culminado una visita de dos días a Jordania, en la que ha estado acompañado de su hijo mayor, Micheal. Durante la visita pudieron conocer a niños y adolescentes refugiados sirios y sus familias, cuyas vidas han resultado seriamente afectadas por el conflicto en su país, que empezó hace ya cerca de seis años.

“Cada una de estas personas tiene una historia personal de pérdida y ha sido testigo de una violencia horrible que nadie, mucho menos un niño, debería de ver jamás”, dijo Neeson tras visitar el campo de refugiados de Za’atari, cerca de la frontera siria, este lunes. “Realmente admiro la fuerza y la energía que tienen estos niños, especialmente las niñas. Quieren ser médicos, abogados, policías o ingenieros, así cuando puedan volver a Siria, poder reconstruir su país. Es increíblemente inspirador ver cómo la educación les fortalece. Nunca los olvidaré”.

El galardonado actor visitó el campo de refugiados de Za’atari, donde conoció a niños y niñas en una escuela apoyada por UNICEF, y el centro Makani (que significa, Mi espacio, en árabe), donde niños y adolescentes reciben servicios como educación informal y apoyo psicosocial. Estos lugares ofrecen un sentido de normalidad en unas circunstancias que están lejos de ser normales. El actor también visitó a una familia siria en su vivienda, de dos estancias, que es el hogar de una familia de cinco. Al igual que otras familias que han tenido que buscar refugio en Jordania o en otros países vecinos, los pocos ahorros que tenían se les han acabado, y la vida se vuelve cada vez más difícil.

“Ha sido muy bueno que Liam Neeson pudiera reunirse con algunos de los niños sirios más vulnerables, afectados por la crisis de refugiados en Jordania”, explicó Robert Jenkins, representante de UNICEF. “Estamos muy agradecidos por su compromiso para ayudarnos a ser un altavoz de las voces de millones de niños y adolescentes sirios que, a pesar del prolongado conflicto, se mantienen increíblemente fuertes y con esperanzas”.

Con una población de 80.000 personas, el campo de Za’atari es el campo de refugiados sirios más grande del mundo, y está muy cerca de la frontera siria. UNICEF y sus aliados están proporcionando apoyo vital a través de vacunas, medicinas, agua potable, saneamiento, y ofreciendo a los niños y adolescentes oportunidades para que sigan recibiendo una educación y conocimientos que puedan servirles en el futuro.

En el segundo día de la visita, Neeson conoció a estudiantes y profesores en una escuela pública en Amman que funciona en dos turnos, en donde pudo recibir información sobre una campaña nacional que tiene el objetivo de reducir la violencia contra los niños. Muchas escuelas en Jordania tienen dos turnos para acoger en el sistema público a los niños sirios. Más tarde, el actor jugó un partido de fútbol con niños sirios y jordanos que participan en un programa de deporte para la paz, gestionado por la organización aliada de UNICEF, Generaciones para la Paz (Generations for Peace).

Desde que comenzó el conflicto en Siria hace más de cinco años, 8,5 millones de niños han resultado gravemente afectados. El futuro de estos niños dentro de Siria y de los que están viviendo como refugiados en los países vecinos pende de un hilo, al tiempo que la violencia, el colapso en los servicios de salud y educación, el tremendo estrés por el que están pasando y el impacto del deterioro de la situación económica de las familias pueden tener un efecto devastador en toda una generación.

En las comunidades de acogida por toda la región, hay 2,4 millones de niños sirios viviendo como refugiados. Las comunidades de acogida, muchas veces están desbordadas y con un acceso limitado a agua potable, nutrición y oportunidades educativas.

UNICEF ha estado pidiendo el fin del ciclo de violencia en Siria, acompañado de medidas para proteger a los niños afectados por el conflicto y para ayudarles a recuperarse desde dentro a través de atención psicológica y un mejor acceso a la educación.

Neeson, que tiene una larga trayectoria de apoyo a UNICEF y fue nombrado Embajador de buena voluntad en 2011, ha participado en más de 70 películas, incluyendo la trilogía Taken; Los Miserables, dirigida por Bille August; La guerra de las Galaxias: Episodio 1 La amenaza fantasma, escrita y dirigida por George Lucas; Batman Inicia, dirigida por Christopher Nolan; Love Actually dirigida por Richard Curtis; y Gangs of New York, dirigida por Martin Scorsese. Liam Neeson ha sido nominado a numerosos premios, como el premio Óscar a mejor actor, el BAFTA a mejor actor protagonista o el Globo de Oro a mejor actor de drama por su interpretación como Oskar Schindler, en la película de Steven Spielberg, La lista de Schindler, ganadora del Óscar a la mejor película, en 1993.

Fuente noticia: https://www.unicef.org/spanish/media/media_93146.html

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Familias que huyen de la ofensiva en Mosul celebran sus nuevas libertades

Asia/Irak/15 de noviembre de 2016/Fuente: ACNUR

Hombres y mujeres que escaparon del control de las milicias en la segunda ciudad más grande de Irak, comparten su alivio de haber encontrado la seguridad.

 – Mahmoud Ahmad, de 35 años y padre de seis, tenía una enorme sonrisa en su rostro mientras salía del bullicioso camión lleno de otras familias, con su hija de dos meses, Farah, en sus manos.

Después de más de dos años de vida bajo control de las milicias, él y su familia finalmente habían escapado de su casa en el distrito oriental de Intisar, en Mosul, y llegaron al campamento Khazer M1 para iraquíes desplazados, cerca del pueblo de Hasansham, a unos 30 kilómetros.

“Es muy bueno; estamos seguros ahora, estoy muy feliz”, dijo. “Ahora, una de las primeras cosas que voy a hacer es afeitarme”, agregó riendo, refiriéndose a algunas de las estrictas restricciones que las milicias habían impuesto a los civiles en las zonas bajo su control.

A los hombres se les dijo que dejaran crecer sus barbas, dejaran de fumar y usaran pantalones más cortos y a las mujeres se les ordenó que se cubrieran completamente, y temían salir en público.

Las familias habían vivido con miedo y terror durante más de dos años. Ahora, estaban felices de ser libres para decidir cómo querían vivir sus vidas e incluso cómo querían vestirse.

Mahmoud, hablando todavía con una sonrisa que iluminaba toda su cara, solía ganarse la vida como electricista y vendía antenas parabólicas en el mercado local. Pero cuando las antenas parabólicas fueron prohibidas por las milicias hace siete meses, se encontró sin trabajo, dependiendo de sus ahorros y vendiendo las joyas de su esposa para mantener a su familia.

“Mi sonrisa me ayudó a superar muchas dificultades en Mosul”, confesó cuando le preguntaron si siempre estaba tan feliz. “Me ayudó a olvidar que la vida era dura”.

Él estaba entre las 2.040 personas que llegaron al campamento de Khazer ese día, todos hablando sobre su alivio de estar libres del mando de las milicias. En la semana pasada, el número de personas desplazadas desde dentro y alrededor de la ciudad de Mosul se había multiplicado por más de dos veces, con lo que el número total de iraquíes desplazados llegó a 47.000, desde el comienzo de las operaciones militares el 17 de octubre.

Es probable que los números continúen aumentando drásticamente a medida que la lucha se desplaza hacia las zonas urbanas más densamente pobladas de Mosul. En respuesta, el ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está intensificando su asistencia.

El ACNUR está construyendo 11 campamentos para recibir a iraquíes desplazados, cinco de los cuales actualmente están acogiendo recién llegados. El recién construido campamento Hasansham U de la agencia completo su capacidad en sólo cuatro días.

El campamento ahora alberga 1.855 familias – más de 10.000 personas. Una última sección del campamento, con 240 tiendas de campaña, se terminará esta semana. 135 familias que llegaron el lunes pasaron su primera noche en el centro de recepción del campamento mientras esperaban tiendas, donde se les proporcionaron colchones y mantas.

Algunas de las nuevas familias se mudaron temporalmente con otros, uniéndose a vecinos, amigos o familiares. Sadika Abdullah Aziz, una madre de dos del barrio de Samah en Mosul, aloja a seis familias en su tienda, que ahora está repleta con unas 20 personas, en su mayoría niños pequeños.

“Llegamos ayer por la mañana. Nos sentimos seguros y cómodos aquí y dormimos bien anoche”, dijo. Ya no tenemos explosiones y bombardeos a nuestro alrededor. Nuestra casa estaba totalmente destruida y nos quedamos con los vecinos hasta que pudimos salir.

“Cuando estuvimos aquí, vi que muchas otras familias no tenían tiendas, así que les dimos la bienvenida a quedarse. Está lleno de gente, pero pronto tendrán tiendas de campaña y más ayuda”, agregó.

“Nos sentimos seguros. Somos libres. Nos sentimos liberados y esperamos un futuro mejor”.

Khairo Murat Mirza, un padre de nueve, durmió fuera en esta primera noche, mientras que las mujeres de su familia dormían en un edificio de contenedores en el centro de recepción. Aun así, no se quejaba.

“Antes, las cosas eran confusas y aterradoras. No nos sentíamos en absoluto seguro. Ahora, aunque necesitamos ayuda, estamos muy cansados y hambrientos y no tenemos tienda, nos sentimos seguros. Somos libres. Nos sentimos liberados y esperamos un futuro mejor”.

Los camiones y los autobuses llenos de recién llegados del este de Mosul están siendo dirigidos a un sitio de extensión donde miles de familias más pueden ser alojadas en el campamento Khazer M1, administrado por el Gobierno, a unos minutos, donde el ACNUR proporciona artículos de atención primaria como colchones y mantas .

En el campamento, Mahmoud Ahmad y su familia se instalaban en su nueva tienda. Mahmoud seguía sonriendo ampliamente. “No había dormido durante cinco días. Anoche fue la primera noche en que conseguí un buen sueño”, dijo. “Los niños están riendo y jugando de nuevo afuera. Son tan felices. No podían jugar afuera en Intisar … estábamos demasiado asustados por ellos”.

“Estar aquí ahora es como una liberación de una prisión oscura, y pasar a la luz”, dijo con una sonrisa radiante.

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