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Cómo desarmar y armar una Reforma Educativa

México / 10 de febrero de 2019 / Autor: Miguel Ángel Pérez / Fuente: Educación Futura

Resulta que cuando teníamos todas las respuestas,

entonces nos dimos cuenta

que habían cambiado todas las preguntas.

Mario Benedetti.

 

La iniciativa de Reforma Educativa (RE) por parte del gobierno de Enrique Peña Nieto para el periodo sexenal 2012 – 2018, fue una incisiva devastadora. Si bien de manera reiterada se han reconocido por distintos especialistas, los costos sociales, junto al deterioro de distintos elementos del sistema que fueron afectados por dicha iniciativa. Dicha propuesta de reforma fue capaz de lesionar el tejido institucional que integra a la SEP, al magisterio nacional, a la imagen social de los y las educadores y al papel social de la escuela.

La reforma educativa de Enrique Peña fue directo a uno de los elementos de la columna vertebral del sistema educativo: el magisterio nacional, con la intención de dividir, suprimir derechos históricos y transformar la imagen de los  y las educadores ante la sociedad.

Dicha reforma tuvo más rechazo que apoyo, e incluso hoy en día no ha sido posible salir de esa sensación de amenaza y persecución que se generó a partir de la reforma educativa del 2013.

Las secuelas son grandes y variadas, se ha modificado la identidad y el compromiso social de los y las educadores, la regulación laboral y la relación con el Estado y también se ha transformado la vida cotidiana de las escuelas. Hoy a la distancia podemos afirmar que con dicha reforma ni mejoró la calidad del servicio educativo, ni tampoco los maestros evaluados son mejores maestros.

Días después y a partir del inminente cambio de gobierno, se abre la oportunidad para diseñar una nueva propuesta de reforma educativa, que como parte de la misma, logre desmembrar la propuesta anterior. Nos encontramos dentro de dicho tránsito en el punto cero de la reforma, ni se ha renunciado a las secuelas de la reforma peñista, ni tampoco se han logrado sentar las bases de lo que será la nueva propuesta de reforma educativa.

Ya el gobierno de la cuarta transformación hizo un intento a través de abrir una amplia consulta, más de 50 mil ponencias, las cuales no han sido suficientes para ordenar y clarificar por donde será el rumbo que se transitará, ahí la mueva autoridad educativa se ha dado cuenta que en dichas ponencias hay mucha basura (sobre todo la elaborada por el SNTE), para confundir o distraer a la sociedad en su conjunto.

No conformes con eso hoy de nueva cuenta abren un nuevo intento de consulta pero ahora acotada a ciertos actores sociales: magisterio, especialistas, sociedad en su conjunto etc.

Si bien la consulta es un espacio de diálogo abierto en donde se garantiza la posibilidad de escuchar para decidir, se tiene la dificultad de ordenar el contenido de las propuestas y sistematizar los elementos más significativos de las mismas.

El reto es muy grande se trata ahora de conformar el modelo, los ajustes al sistema y la conformación de un tipo de oferta educativa dentro de la cual se condense la formación de los niños y niñas para el futuro de nuestro país.

El actual gobierno  ya sabe todos los cambios que debe hacer pero (desde mi perspectiva) no sabe cómo hacerlos, esto ha dado lugar a infinidad de oportunismos ya que todos saben hoy en día como avanzar en educación, todos son expertos, todos proponen a gritos a los cuatro vientos.

Este punto cero entre la reforma que se va y la que está por venir ha generado una especie de vacío, una especie de tierra de nadie en donde se desconoce el rumbo y el sentido de lo que habrá de venir en educación.

En última instancia deberán ser los niños, niñas y jóvenes los más preocupados por este clima de vacío institucional, ellos y ellas son los usuarios los destinatarios finales de la tarea y de los beneficios educativos de la misma. Ellos y ellas deberán de formarse con un enfoque humanista, conociendo nuestra historia y nuestras tradiciones si pero con la mirada puesta en el futuro en este espacio incierto de mundo que está por venir.

Me parece que el gobierno de López Obrador debe decidir desde los docentes y con los investigadores en el campo educativo el tipo de rumbo que deberá tener la reforma por venir y lo mas importante es necesario trazar metas parciales para el corto plazo que se vayan cumpliendo para dar paso a los grandes y ambicioso objetivos de la reforma educativa que México necesita.

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Cómo desarmar y armar una Reforma Educativa

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Reforma Educativa: ¿en qué consiste?

ove/mahv

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Universidades de Irlanda: más estudiantes y menos financiación

Irlanda / 10 de febrero de 2019  /Autor: Redacción / Fuente: El Economista

  • La IUA lanzó una campaña de «Salvemos nuestra chispa» en octubre
Irlanda es uno de los países europeos cuyo sistema educativo alcanzaba los primeros puestos en las clasificaciones mundiales. No obstante, ha sido recientemente clasificado como «peligroso» por la caída de fondos combinada con el aumento en el número de estudiantes a largo plazo, según datos del Observatorio de Financiamiento Público de la Asociación Europea de Universidades.La investigación la llevó a cabo Thomas Estermann, director de Gobierno y Financiamiento de la «European Univerity Association» y una autoridad líder en la comparación de los países europeos para obtener fondos de tercer nivel, en un seminario organizado por la Irish Universities Association el 29 de enero. El informe muestra que la financiación de tercer nivel en Irlanda como porcentaje del Producto Interno Bruto fue la mitad de lo que era en 2017, en comparación con 2012. Esto ocurrió a pesar del crecimiento del número de estudiantes que vio aumentar la matrícula en el tercer nivel en un trimestre entre 2008/2009 y 2017/2018. Estermann comunicó a «University World News» que «La tendencia ha estado ahí desde 2008, pero la brecha se ha acrecentado. En 2017 Irlanda invirtió un poco más que en años anteriores, pero todavía se necesita mucho tiempo para ponerse en los niveles de 2008». Se llegó a la conclusión de que Serbia era el otro país donde el sistema de tercer nivel estaba en riesgo.

El investigador también presentó cifras que mostraban que Irlanda era el segundo país peor posicionado en la Unión Europea en cuanto a la autonomía del personal, que se relaciona con la independencia de las universidades para tomar decisiones sobre la contratación de personal. Además, explicó que la financiación por alumno disminuyó y la infraestructura de capital de tercer nivel no cuenta con fondos suficientes: «Siguen existiendo restricciones en la contratación de personal, lo que deja a Irlanda cerca del fondo para la autonomía de sus universidades para reclutar personal».

Durante todo el período 2008-2017, la financiación se redujo de alrededor de 1.500 millones de euros a 1.000 millones de euros (1.700 millones de dólares estadounidenses a 1.150 millones de dólares estadounidenses), mientras que la inscripción de estudiantes aumentó de 160.000 a 200.000. En palabras de Thomas: «Hay alrededor de 40.000 o 26% más de estudiantes en el sistema». En este contexto, el director general de la Asociación de Universidades de Irlanda (IUA), Jim Miley, confesó que las cifras ilustran lo lejos que está situada Irlanda en comparación con el resto de países europeos, en lo que a financiar la educación de tercer nivel y apoyar la autonomía de las instituciones se refiere.

No obstante, en una situación tan crítica como esta para las universidades irlandesas, la solución no pasa solo por ampliar la financiación. Según Estermann, lo que se necesita ahora es tener un debate abierto sobre lo que se quiere: «Se tendrá que decidir entre tener menos estudiantes que ingresan en la educación superior o aumentar la financiación».

Una de las iniciativas que se propuso busca alentar el surgimiento para 2024 de aproximadamente 20 universidades europeas. El objetivo es que estas redes de universidades permitan a los estudiantes obtener un título al combinar estudios en varios países de la Unión Europea y contribuir a la competitividad internacional de las universidades. En el mes pasado, el Trinity College de Dublín se convirtió en la primera universidad irlandesa en unirse a un nuevo proyecto, junto con la Universidad de Barcelona, la Universidad de Utrecht, la Universidad de Montpellier y la Universidad Eötvös Loránd en Hungría.

Al seminario también asistieron Tibor Navracsics, comisario europeo de educación, cultura, juventud y deporte; Mary Mitchell O’Connor, ministra irlandesa de educación superior; Catherine Day, ex secretaria general de la Comisión Europea y presidenta de la autoridad de gobierno del University College Cork; Gemma Irvine de la Autoridad de Educación Superior en Irlanda; y la profesora Jane Ohlmeyer, profesora de historia moderna en el Trinity College de Dublín y presidenta del Irish Research Council.

La IUA lanzó una campaña de «Salvemos nuestra chispa» en octubre, instando al público a apoyar el aumento de la financiación para proteger el sistema educativo de tercer nivel de Irlanda, donde, según dice, la financiación de 5.000 euros por estudiante es «apenas la mitad de lo que era hace una década y una fracción de lo que es en otros países europeos de tamaño similar». Esto es a pesar de que los estudiantes irlandeses pagan 3.000 € por año en tarifas, el segundo más alto de Europa, aunque menos de un tercio de las tarifas en Inglaterra.

Posible impacto de Brexit

En el seminario se discutió mucho sobre el posible impacto de Brexit, que se espera que tenga lugar el 29 de marzo. El comisionado europeo, Tibor Navracsics, dijo que el Brexit puede presentar «una ventana de oportunidad» para las universidades irlandesas, ya que Europa buscaría universidades de habla inglesa de buena calidad y las instituciones irlandesas «podrían hacer un gran avance».

Estermann explicó que las universidades irlandesas también pueden sentir que el Brexit les abre oportunidades para convertirse en un jugador más importante en los programas de investigación de la UE. Pero advirtió que hay surgirán varios problemas: «Hay oportunidades para Irlanda, pero sin una gran inversión en el sistema, dudo que puedan tomarlas», expresó.

Fuente de la Noticia:

https://www.eleconomista.es/ecoaula/noticias/9682715/02/19/Universidades-de-Irlanda-mas-estudiantes-y-menos-financiacion.html

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 10 de febrero de 2019: hora tras hora (24×24)

10 de febrero de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 10 de febrero de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

 

00:00:00 – Los 8 latinos finalistas al premio al Mejor Maestro del Mundo (y quién es el representante de Chile)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300608

 

01:00:00 – Colombia: 41° Emisión de ‘El Abecedario, La Educación de la A a la Z’ – Radio Educativa (Evaluación Educativa III)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300737

 

02:00:00 – España: Todo a punto para el arranque de la VI edición de Educacine, Festival Internacional de Cine y Educación de Madrid

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300612

 

03:00:00 – Maestros o cuando los libros van a la hoguera (Artículo de Yuri F. Tórrez)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300618

 

04:00:00 – «La religión debe salir de las escuelas en los países árabes»: Hassan Aourid

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300615

 

05:00:00 – Libro: Cómo dar clase a los que no quieren (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300721

 

06:00:00 – Universidades de Irlanda: más estudiantes y menos financiación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300621

 

07:00:00 – Educación y cultura, la corrupción y la violencia (Artículo de Manuel Pérez Rocha)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300637

 

08:00:00 – Rosa Leal Puche: “Canadá invierte mucho en Educación y allí los jóvenes son bastante independientes”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300624

 

09:00:00 – Libro: Estrategias de enseñanza : otra mirada al quehacer en el aula / Rebeca Anijovich y Silvia Mora (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300709

 

10:00:00 – México: ¿Quién estuvo en contra de la educación laica? Así votaron el artículo 3 de la Constitución hace 102 años

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300627

 

11:00:00 – «Mexicanos Primero» o cuando el sector empresarial quiere sustituir a un sindicato (Artículo del Observatorio Latinoamericano de Políticas Educativas)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300749

 

12:00:00 – Quien hizo de Cuba un pueblo de educadores

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300631

 

13:00:00 – Libro: Desempoderamiento, Educación y Complejidad. Viviendo la construcción de procesos educativos centrífugos (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300724

 

14:00:00 – ONU: Sólo una tercera parte de los niños del mundo tiene protección social

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300634

 

15:00:00 – México: El 77% de deserción escolar está en bachillerato

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300718

 

16:00:00 – Conflictos en África dejan a 262 millones de niños sin educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300697

 

17:00:00 – 16 apps: las mejores herramientas para organizarse en clases

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300746

 

18:00:00 – Feminismo, homosexualidad y marxismo, lo que excluye Bolsonaro de la educación brasileña

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300700

 

19:00:00 – Cómo desarmar y armar una Reforma Educativa (Artículo de Miguel Ángel Pérez)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300713

 

20:00:00 – Frei Betto aboga por una educación crítica

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300706

 

21:00:00 – Reseña de Libro: Prospectiva de la educación superior en el mundo

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300752

 

22:00:00 – Concluye en Cuba XVI Congreso Internacional Pedagogía 2019

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300703

 

23:00:00 – Papel que toma la educación en la industria 4.0 (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300741

 

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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Estudio en España: La cuarta revolución industrial necesita una reforma educativa

Por: Epeconomía

Un 57% de los directivos encuestados por Deloitte afirma que el sistema educativo necesita ser rediseñado para preparar a las personas para la Industria 4.0.

Los directivos son mucho más conscientes que hace un año del desajuste entre el talento actual y el requerido para la era de la Industria 4.0. y menos del 50% de los directivos creen que «se está haciendo todo lo posible» para crear fuerza laboral acorde, según una encuesta mundial realizada por la firma de servicios profesionales Deloitte.

El estudio ‘Success personified in the Fourth Industrial Revolution’, presentado en el marco del ‘World Economic Forum’ de Davos, resalta que un 57% de los directivos considera que el sistema educativo necesita ser rediseñado para preparar a las personas para la cuarta revolución industrial.

Los directivos confían más en acceder al talento necesario a través de la formación de sus actuales plantillas (el 43%) que a través de nuevas contrataciones (25%), según arrojan los resultados de la encuesta realizada a más de 2.000 cargos directivos de 19 países, entre ellos más de un centenar españoles.

«El desarrollo del talento y el impacto social destacan como prioridades de los encuestados, lo que indica que los líderes empresariales son más realistas sobre lo que se necesita para tener éxito en la era de la cuarta revolución industrial», destacó el socio de Deloitte, Vicente Segura.

OBSTÁCULOS ORGANIZATIVOS

El informe concluye que los obstáculos organizativos parecen limitar el desarrollo efectivo de estrategias de Industria 4.0 y las empresas continúan evitando inversiones clave en tecnología que impulsarían la innovación y la disrupción.

El 69% de los encuestados españoles indicaron que, en el último año, sus empresas cambiaron o desarrollaron productos o servicios para impactar positivamente en la sociedad y el 58% afirmó, además, que generaron nuevos ingresos como resultado de ello. La cuarta revolución industrial necesita una reforma educativa. «Uno de los principales retos a los que se enfrenta el tejido industrial español actualmente es cómo llevar a cabo la digitalización, transformando los modelos operacionales y de negocio», concluyó Segura.

IMPACTO SOCIAL

El impacto social es el factor más importante para las organizaciones para medir su desempeño anual, por encima de la satisfacción de clientes y de empleados. De hecho, el 73% de los encuestados (el 68% de los españoles) realizó cambios en sus productos o servicios en el último año para «generar un impacto social positivo». Y más de la mitad indica, además, que han generado nuevos ingresos como resultado de ello.

Entre las principales razones para emprender iniciativas de impacto social, los directivos destacan la oportunidad de generar nuevos ingresos, la sostenibilidad y el crecimiento del negocio. A estas motivaciones, les siguen, en menor medida, la cultura de la organización, las expectativas de los clientes y diferenciarse de la competencia.

ESTRATEGIA TECNOLÓGICA

Los directivos encuestados afirman que disponen de muchas opciones tecnológicas y, en algunos casos, no tienen una visión estratégica que les ayude a guiar sus esfuerzos. Muchos de ellos consideran que la presión por obtener resultados a corto plazo limita su capacidad para compartir conocimiento para implementar estrategias. Únicamente el 29% cree que sus empresas tienen claramente definidos los procesos de toma de decisiones.

A pesar del incuestionable potencial económico y social de la Industria 4.0, muchas organizaciones invierten en tecnología más para proteger su posicionamiento (67%) que para emprender un proyecto real de transformación y disrupción (23%). Como principales barreras, los directivos señalan el enfoque en los resultados a corto plazo y una falta de conocimiento sobre cómo implementar esta tecnología.

Fuente: https://www.europapress.es/economia/noticia-cuarta-revolucion-industrial-necesita-reforma-educativa-20190122130537.html

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Los expertos educativos y la contrapropuesta de la oposición

Por: Mauro Jaquín Ramírez

n el más reciente libro deFernando Reimers, Letters to a New Minister of Education, encontramos un breve capítulo desarrollado por Sergio Cárdenas, académico del CIDE y exdirector del Crefal, intitulado Mexico: Should you talk to the experts? advice for a new secretary. En su intervención, Cárdenas le comparte al nuevo titular de la SEP –Esteban Moctezuma– lo apremiante que es mostrar interés por escuchar a una comunidad que siempre asumirá saber más sobre la educación que los líderes políticos en turno de ese sector, la comunidad de los expertos.

En nuestro país, los expertos educativos son un estrato privilegiado del mundo académico. Generalmente posgraduados en universidades de renombre internacional, mantienen una trayectoria que detenta amplio reconocimiento en los claustros, los pasillos de importantes corporativos, oficinas gubernamentales y organizaciones liberales. Son una especie de aristocracia intelectual bien consciente de sus capacidades. Tanto así, que ellos mismos se consideran las mejores mentes de este país, a decir de Blanca Heredia, una reconocida académica del CIDE, ex funcionaria de Segob y ex funcionaria de la OCDE.

En su texto, Cárdenas –vinculado al mencionado grupo– sugiere empezar con el pie derecho la relación entre la SEP y los expertos, con el fin de encontrar puentes de diálogo que permitan construir armónicamente una nueva propuesta educativa. El investigador es bastante claro al exponer la preponderancia que tal estrato ha adquirido con el paso de los años en los espacios de discusión, diseño y deliberación de las políticas educativas.

Lo anterior ha sido favorecido por ciertos cambios a nivel institucional que, a la luz de la reforma educativa 2013, profundizaron la inclusión de distintos actores (organizaciones de la sociedad civil, grupos de expertos, cámaras empresariales, etcétera) en los procesos de gobierno educativo. Dichos cambios conformaron una nueva gobernanza del sistema, cuya justificación podemos encontrarla en el Nuevo Modelo Educativo 2016. Teóricamente, lo que se busca en dicho contexto es desarrollar una lógica deliberativa plural en el cual actores privados y sociales puedan colaborar con el gobierno para generar políticas públicas eficientes y favorables al conjunto de la sociedad. Lamentablemente, aunque tal propuesta conlleva un supuesto pluralista implícito, en su práctica no favorece necesariamente aspiraciones democráticas, ya que a menudo los actores privados y sociales incluidos en dichos procesos han estado estrechamente asociados al gobierno en turno o vinculados a poderosos grupos de interés, lo cual limita su representatividad y apuntala las desigualdades políticas en nuestra sociedad.

Los procesos de gobierno en este sentido encuentran en las redes de políticas su núcleo operativo. Ahí se desarrollan las ideas, se gestionan los procesos, se aboga por determinadas propuestas y se accede a la deliberación gubernamental. En estas redes, cuyas prácticas de clase son muy acentuadas, los expertos son nodos sumamente relevantes dada su capacidad de trabajar en calidad de asesores, investigadores o directivos con distintas organizaciones al mismo tiempo: partidos políticos; ONG como Mexicanos Primero; think tanksnacionales como México Evalúa o internacionales como RAND Corporation o Brookings Institution; organizaciones multilaterales como el Banco Mundial, la OCDE o el Inter-American Dialogue; instituciones académicas como CIDE o Flacso, etcétera. A pesar de su naturaleza descentralizada, los integrantes de dichas redes convergen en la realización de proyectos comunes mediante alianzas estratégicas. Tales alianzas les permiten estar presentes en los altos espacios del poder y les habilitan para influir en las políticas educativas, sin importar que generalmente estén ausentes del contexto real de la escuela pública y los problemas cotidianos del profesorado.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2019/02/09/opinion/015a1pol#

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Educación y socialismo (I): Ensayos sobre las similitudes y diferencias entre el pensamiento pedagógico liberal y el socialista

Por: Luis Bonilla-Molina

En este ensayo y las sucesivas entregas de esta serie, utilizaré la interrogante respecto a si se deben o no colocar tareas escolares para que los estudiantes las realicen en casa, como un “pretexto” para revisar la relación de las teorías pedagógicas con el pensamiento capitalista y/o las resistencias anticapitalistas.

Continúa abierto el debate respecto a la pertinencia o no, de colocar tareas a los y las estudiantes para que estos las realicen en casa. Esta no es una discusión solo sobre corrientes pedagógicas, sino que contiene en sí elementos de tres asuntos convergentes. El primero, el rol de los padres y/o la familia en el trabajo educativo; segundo, la eficacia pedagógica de la extensión del trabajo del niño, niña o el adolescente fuera del contexto escolar; y tercero, sobre el uso del tiempo libre de los y las estudiantes. Todo ello en el marco de la tercera revolución industrial y los anuncios del cuarto giro global de innovación tecnológica. Por supuesto que estos elementos no son neutros, están mediados por posiciones ideológicas. En este artículo, trataremos de hacer una apretada síntesis de los entretelones que giran alrededor de este asunto.

Aclaro que este trabajo no tiene pretensiones de neutralidad epistémica, por el contrario, es un esfuerzo desde las pedagogías críticas por reconstruir parte de nuestra historia, utilizando para ello la resolución de una interrogante que surge en la cotidianidad de la acción educativa. La intención no es otra que tratar de avanzar en la comprensión de la complejidad que tiene en el presente responder cualquier asunto pedagógico, en medio de la actual crisis civilizatoria derivada del impacto de la revolución científico-tecnológica en el sistema capitalista dominante y su modo de producción. Crisis que nos afecta a quienes reivindicamos un cambio estructural de la sociedad, en la medida que no desarrollemos una teoría revolucionaria para los nuevos tiempos. Estamos hablando de la necesidad de reactualizar el pensamiento de izquierdas y con ello a las propias pedagogías críticas.

A partir del texto de Friedrich Engels (1820-1895) “El origen de la propiedad privada, la familia y el Estado” (1884) y otros aportes del marxismo clásico ubicados en esa misma perspectiva, se desarrollaron líneas de trabajo que planteaban que la educación era una tarea exclusiva del Estado mediante la escuela única[ii] y que la familia cumplía un rol accesorio en los procesos educativos. Progresivamente, el pensamiento socialista se distanció de estas posiciones, ubicando la disolución de la familia burguesa en el horizonte comunista, no en la transición socialista y mucho menos en el capitalismo. Las “Cartas a sus hijos desde la cárcel” (1928-1934) de Gramsci (1891-1937), muestran el compromiso del revolucionario italiano y su esposa rusa, Julia Schucht (1894-1980), en la educación de ellos, mostrando que la formación de los niños es una labor que la escuela socialista comparte con la familia.

También encontramos vertientes de la educación popular que niegan toda forma de escuela y mucho más de sistema escolar, pero no por ello dejan fuera de la estrategia pedagógica a las familias. Sin embargo, el eje central de este ensayo es sobre sistemas escolares y escuelas, razón por la cual en este momento solo les mencionaremos. Estas vertientes están asociadas a epistemologías que van desde los arquetipos protomarxistas, anarquistas hasta algunas expresiones de la teología de la liberación. En este último caso, las manifestaciones de pensamiento conservador o anti escuela, están muy asociados a la caracterización que históricamente hace la iglesia católica respecto al papel jugado por la escuela moderna, con su actitud científica y anti dogmática, en la pérdida de influencia y liderazgo social de la institución religiosa. Para esta última variante, los pedagogos pueden ser sustituidos por “gente de buenos principios morales”, con vocación de servicio y capacidad “innata” para enseñar, que trabajen las necesidades educativas del lugar y la gente, para quienes la docencia sea un apostolado y no un trabajo; la escuela es útil si es controlada por las jerarquías religiosas, directamente o a través de laicos comprometidos con la fe. Su ataque a la escuela, al estatus científico de la pedagogía y a los profesionales de la docencia, es formulada desde un lugar epistémico restaurador, en contraposición a las expresiones revolucionarias del grueso de educadores pertenecientes a la teología de la liberación. En realidad, las propuestas de los conservadores religiosos pretenden ocultar que su propósito real es restituir la influencia de la teología en la reproducción del conocimiento y la generación de conciencia.

Las pedagogías críticas deben trabajar para la alianza entre escuela, familia y movimiento social en la educación de los niños, niñas y adolescentes. Buena parte de las resistencias anticapitalistas en el siglo XXI tienen como lugar de enunciación lo comunitario, cuyas bases están conformadas por familias que hacen de la lucha, la solidaridad y la ayuda mutua, herramientas para la construcción de otro mundo posible. Desde esa mirada, nos aproximamos a la respuesta de la interrogante que motiva este artículo, desde una perspectiva histórica con las herramientas epistémicas de la dialéctica fenomenológica.

  1. Eficacia pedagógica de las tareas

La educación clerical, impulsada en occidente por siglos, fundamentalmente por la iglesia católica, entendía la enseñanza de la lectura, escritura, literatura, ciencia de la vida y cálculos básicos como un medio para reproducir la cultura dominante durante un periodo que abarcó siglos. Esta enseñanza fortalecía el dogma y contribuía a construir y consolidar la moral necesaria para mantener el estatus quo. En ese sentido las tareas educativas para la casa estaban asociadas a la repetición para garantizar la consolidación de los aprendizajes, la búsqueda controlada de nuevos referentes del paradigma teológico y el monopolio del tiempo del infante, visto éste como el ser que no piensa por sí mismo y a quien hay que “tener ocupado” para limitar sus posibilidades de “mal comportamiento”. Muchacho no es gente y hay que tenerlo ocupado para evitar que invente cosas inaceptables y se comporte mal, reza el dicho popular que resume este paradigma.

Como las letanías, la repetición una y otras veces de normas, procedimientos y contenidos, hasta que se lograra memorizar el conocimiento, constituía el indicador claro de aprendizaje. No importaba que se comprendiera como se llegaba a la cosa, si éramos capaces de describir y hablar de ella. El conocimiento era visto como un objeto del cual había que apropiarse. Los bordes, el contorno, el contenido y el envase eran más importantes que comprender la esencia y las causas de la cambiante forma. Las planas para aprender por reiteración, los problemas matemáticos para fijar las reglas, los dictados para verificar el correcto uso de la ortografía, la lectura mecánica para memorización, la descripción de los personajes y sus historias eran desprovistas de las reales contradicciones de su tiempo histórico. La indagación sobre términos y expresiones de la ciencia “buena” servían para aprender del mundo sin disgustar a Dios y, los cuestionarios que se debían responder eran para evidenciar los aprendizajes alcanzados en los distintos temas; todo ello constituía la expresión y corpus de las tareas que se debían realizar en el hogar, como complemento de la labor del o la maestra(o), bajo este paradigma. El pasado y el presente se presentaban como categorías estáticas y amigables en una misma construcción narrativa; el futuro ya estaba escrito. Por supuesto, había resistencias y fugas permanentes a este modo educativo, pero no eran lo hegemónico.

Se pedía el involucramiento de los padres en el acompañamiento a los deberes extra escolares para que la familia se apropiara de las líneas gruesas del conocimiento impartido en clase, construyendo hegemonía cultural y como generalización del protectorado permanente de una niñez que era vista como quienes no pensaban por cabeza propia, los infantes. El Estado y la familia se complementaban en el orden social y la gobernabilidad del sistema. Cuando por diversas razones los padres no podían cumplir esta labor, ya les había quedado claro que la educación clerical enseñaba el vivir el conocimiento en “correcta moral”. En ese periodo, el empleo de especialista en tareas dirigidas emergió como un oficio que resolvía las limitaciones de acompañamiento por parte de la familia.

Si hacemos antropología pedagógica encontraríamos que en este periodo la pedagogía científica en construcción se centraba en las formas didácticas y la autoridad del conocimiento que residía en el educador. Fue un periodo de abundantes tareas para la casa, básicamente de carácter mecánico para afirmar y consolidar lo aprendido que era una verdad inamovible.

  • La escuela moderna

Con el surgimiento del sistema capitalista emergen dos metarelatos, el liberal burgués y el socialista; ambos coinciden en el potencial de la escuela y la educación para el desarrollo de su horizonte estratégico. Ambos también comparten la preocupación respecto al rol regresivo de la iglesia católica en cualquier empresa reformadora.

Por ello, la hibridación y el eclecticismo que encontramos en muchas propuestas pedagógicas que se abordan carentes de historicidad y epistemología de origen, donde se pretenden fusionar el agua con el aceite educativo; incluso algunos erróneamente llegan a decir que hay una u otra propuesta educativa sin trasfondo político, que por su carácter “humanista” se pueden aplicar en el capitalismo o en el socialismo más allá de la ideología.

En la mundialización desde Cristóbal Colón y Vasco da Gama hasta nuestros días (2018) de Eric Toussaint (1954-   ) se muestra como la conquista de América fue parte del proceso que posibilitó la eclosión del sistema capitalista a escala planetaria. En nuestra américa antes de la llegada de los colonizadores, existían modelos educativos propios, en los cuales las familias jugaban un rol central, incluso, en lo que hoy denominados desde la lógica de sistemas escolares, como tareas para el hogar. El carácter de reproducción cultural y de sostenimiento de la hegemonía de las formas de poder existentes antes de la conquista eran el núcleo del mundo educativo en todo el territorio que fue conquistado.

Los proyectos de independencia nacional y de construcción de Repúblicas en América Latina y el Caribe fueron parte de la dinámica de restructuración y expansión del capitalismo a escala planetaria. A partir de las explicaciones de Ernest Mandel (1923-1995) podemos entender de manera clara los rasgos del capitalismo tardío en América Latina, el cual tuvo un ciclo largo de hegemonía monárquico-girondina que hizo parecer exageradamente progresista el desembarco de las ideas liberales en el continente.

Ya en el siglo XIX e inicios del XX encontramos que en la región las ideas liberales y socialistas no siempre tuvieron claras sus fronteras. En la obra del uruguayo José Enrique Rodó (1871-1917), especialmente en su libro Liberalismo y Jacobinismo (1906) encontramos pistas al respecto. Rodó fue considerado como uno de los maestros paradigmáticos de la juventud que llevó adelante la “reforma de Córdoba”, hecho que marcó un punto de inflexión en el debate respecto a la universidad que necesitaba el capitalismo liberal y la revolución socialista en la América Latina y el Caribe del siglo XX, en el marco de la primera y segunda revolución industrial[2].

El surgimiento de los Ministerios de Educación, las leyes de Educación y el nacimiento de los centros de formación docente en el continente, fueron vistos con buenos ojos tanto por liberales como por socialistas. El trabajo de Anibal Ponce (1898-1938), especialmente en “Educación y Lucha de clases” (1934) marca una necesaria inflexión al respecto en la región, en lo que se refiere a la definición de los campos ideológicos en materia educativa, pero lamentablemente su obra fue ampliamente difundida en nuestros países solo décadas después.

La escuela republicana sería una mixtura de lo viejo con lo nuevo, que no terminó de liquidar la herencia pero que tampoco se negó al encuentro con lo nuevo que hegemonizaba lo educativo. Por ello, la escuela capitalista en América Latina no fue nunca una copia precisa ni un calco perfecto de las visiones española, francesa, anglosajona o portuguesa, sino que fue adquiriendo una identidad propia que era el reflejo de su adaptación contingente al capitalismo y la lógica del mercado.

La escuela moderna es una estructura organizativa que evidencia la hegemonía del paradigma positivista. Su lógica evolutiva, escalar, segmentada, replicable, verificable, estandarizada, homogénea en cada uno de los grados escolares y estos a su vez en niveles y modalidades, es un espejo en el plano educativo del mundo de la ciencia, la fábrica, la producción. Es esta lógica lo que hace posible que contemos con un modelo de sistemas escolares más o menos homogéneos en el mundo, que hoy posibilite la normalización capitalista de las políticas educativas[iii].

Con la escuela moderna la pedagogía adquiere el nivel de actividad científica[iv], al ser definidos y estructurados los principios, rituales, componentes, protocolos y procedimientos que le eran propias, profesionalizándose la docencia y adquiriendo el plantel escolar un papel central en la gobernabilidad del mundo político, económico y social que le había resultado esquivo en el pasado. Ahora la escuela estaba en el centro de la reconfiguración económica, política y social del mundo. Surgía la sociedad capitalista y con ella la escuela adquiría nuevos encargos que demandaban su adscripción al paradigma científico. Dinámicas éstas que en buena medida vinculaban a la escuela a las premisas del emergente modo de producción capitalista: insumos, procesos y productos, pero también a la construcción de mentalidad civilizada, indispensable para la gobernabilidad.

Esta nueva lógica educativa tenía tres grandes expresiones. La primera, conocimiento ilustrado, asociado al método científico. Segunda, lo que genéricamente se denominó desarrollo integral de la personalidad de los y las estudiantes, que en realidad está asociado al concepto de civilizado, ilustrado, en la cultura occidental. Desde la perspectiva capitalista, la mentalidad de consumo, la cultura del consumo, aparece vinculada a la noción del ser civilizado. La tercera, se generaría en un último momento, derivada de la construcción de un modelo ideal de gobernabilidad, la democracia liberal o representativa burguesa, que requeriría la confluencia de múltiples institucionalidades, en este caso la escuela, para la construcción de ciudadanía.

Las izquierdas pedagógicas siempre problematizaron estas tres dimensiones del quehacer de la escuela moderna. En la primera, vinculando el conocimiento a su utilidad en la justicia social y la distribución equitativa de la riqueza. La valoración de los otros conocimientos, las integraciones de los múltiples referentes del saber con las nociones derivadas del mundo de las ciencias surgen como otros caminos posibles del método científico. Luego se abriría un debate, aún en curso, sobre las formas descoloniales del saber, que desde las pedagogías críticas expresan una hibridación entre verdades científicas y saberes, en una nueva forma de conocimiento territorializado, enunciado y construido desde el lugar. En la segunda dimensión, la construcción de pensamiento y perspectiva crítica como único antídoto real al consumismo. Se trataba de crear las condiciones cognitivas para que los estudiantes no solo se apropiaran del mundo en su real expresión como un lugar que es posible cambiar, sino que a partir de ello fuera posible iniciar la transformación de su realidad como punto de partida en la construcción de otro mundo posible. Sin embargo, en algunos casos el pensamiento crítico llegó a ser visto como un producto y no como un proceso, sufriendo este una especie de metamorfosis en mercancía cultural que inducía a una especie de consumo del pensamiento crítico para ser civilizado. En la tercera expresión, se plantea la importancia de una personalidad colectivista y un desborde creativo de la ciudadanía, en la construcción compartida de conciencia crítica. Efectivamente la escuela contribuía a modelar el comportamiento social, pero no solo para el orden, sino que desde las izquierdas se asume la rebeldía como anti normatividad y camino disolutivo de las reglas del poder dominante. La idea civilizada del proceso guiado del buen salvaje al buen revolucionario orientaba a una parte importante de la acción educativa de izquierdas.

La expansión y construcción de hegemonía de la pedagogía moderna en los procesos educativos, está profundamente asociado a los requerimientos que derivaban de la primera y segunda revolución industrial, tanto para la dominación como para la liberación. La pedagogía se convierte en una síntesis epistémica respecto al cómo educar ya sea para la lógica del mercado o de la sociedad de hombres libres, en la futurica social que emana del liberalismo y/o del socialismo.

Por ello, la pedagogía se ha visto tensionada de manera permanente entre los campos del poder establecido y de las revoluciones. La burguesía y el proletariado industrial son hijos de las dos primeras revoluciones industriales y sus narrativas, imaginarios e ideología terminan aflorando de una u otra manera en los enfoques pedagógicos de la escuela moderna, hecho que si lo descuidamos puede terminar confundiendo a los educadores desprevenidos, que se aproximen a la teoría educativa con una lectura despolitizada. Las ideas liberales y socialistas, asumidas por clases sociales diferenciadas respecto a su relación con los medios de producción capitalista, se disputan el control del Estado y es precisamente ese Leviatan moderno quien ahora regenta la educación mediante la figura de sistemas escolares, razón por la cual es imposible la existencia de una neutralidad pedagógica en medio de campos opuestos y en disputa por el control del Estado Moderno.

En lo que sí coinciden liberales y socialistas es en la potencialidad de la ciencia, la innovación y el campo tecnológico para el desarrollo de la sociedad. Sin embargo, el impacto negativo sobre la naturaleza, la vida humana y la sociabilidad de una ciencia orientada fundamentalmente por el lucro, la ganancia y el consumo generó desde muy temprano serios cuestionamientos sobre los referentes éticos, ontológicos, epistemológicos y paradigmáticos de esta ciencia. La fe en la ciencia comienza a ser superada por una visión más relacional del conocimiento, que reconoce las tensiones entre poder y ecología en detrimento de la segunda, entre felicidad y opresión, igualdad y libertad, que fueron nociones menos trabajadas en los originales desarrollos del materialismo histórico.

Las carencias en esta problematización de la ciencia, fundamentalmente en lo referido a su impacto en la reintegración de los hombre y mujeres a la naturaleza, impactaron al propio campo marxista que en un primer momento tenía una mirada positivista, cientificista del mundo y la educación. Evidencias de estas perspectivas abundan en los prolegómenos teóricos y prácticos de la revolución de octubre y en su devenir. El humanocentrismo socialista constituyó un desarrollo opresor que impedía la relación armónica e integrada de los seres humanos con el resto de la naturaleza, solo posible por la hegemonía de la fe en la ciencia, vista ésta como una entidad éticamente auto referenciada en su utilidad y para el bienestar de los hombres y mujeres. Una vertiente de la modernidad construyó un imaginario de la naturaleza según la cual ella era un recurso, inagotable o sustituible, cuyo destino estaba supeditado al bienestar de la “externalidad” humana. Ello conspiraba incluso contra otras aproximaciones racionales al tema, derivadas de la propia episteme moderna, liberando de frenos sociales al uso de la ciencia y las tecnologías de gran escala, lo cual desde la experiencia del socialismo real acarreó perversos impactos en el conjunto de la vida en el planeta, de lo cual Chernóbil (1986) o la presa de las tres gargantas (1995-2010) fueron solo expresiones. La fragmentación de los hombres y mujeres como entidades abstraídas de la naturaleza tendría serias repercusiones en el campo de las ideas socialistas, con ecos aún en el siglo XXI.

Los cuestionamientos al uso incontrolado de la ciencia y las innovaciones tecnológicas, también estuvieron mediados por algunos paradigmas e ideologías de carácter pre moderno, que no siempre estaban liberados de su carga opresora. Una vez que se asoman los primeros cuestionamientos al impacto del positivismo científico en la naturaleza, la mirada religiosa se apresuró a construir una narrativa “actualizada” que cuestionaba el método científico y buscaba legitimar toda “verdad” subjetivacomo otra ciencia posible, pero que sin embargo no rompía con su tradición de legitimar las rentables lógicas del mercado, incluida la explotación indiscriminada de la naturaleza, siempre y cuando sus promotores contribuyeran al esquema de financiamiento del poder clerical. Además, en el plano educativo el debate sobre el positivismo y el método científico, que no fue planteado como una agenda para su eliminación sino para su revisión crítica, le sirvieron de punto de partida a miradas neo metafísicas para generar argumentos sobre una “ciencia” de las especifidades, de cada uno, que colocaba la transformación social nuevamente en el plano del “cambio personal”, admitiendo todo como “conocimiento válido” y planteando la relatividad de replicar conocimientos[v]. Para este enfoque, eran igualmente válidos y tenían el mismo estatus epistemológico, si alguien se sanaba después de una operación efectuada mediante un protocolo replicable, de otra persona que lo hacía mediante la intervención espiritual “milagrosa” de un santo o mediante la “imposición de manos” y, ambos casos, eran considerados desde esta posición, como hechos irrefutables, colocando al campo de la ciencia en un nuevo terreno teológico.

Otros, cuestionaron el método científico, abriéndose a otros protocolos para llegar a generar conocimiento verificable y repetible, admitiendo la singularidad y expresión contextual de los resultados. Esto último posibilitó el desarrollo de otras metódicas para avanzar por caminos distintos en los campos de la química, la física o la biología. La evolución de la física cuántica, por ejemplo, es un resultado de esta otra lógica científica. En el campo de las ciencias sociales se tuvieron que romper los paradigmas del evolucionismo histórico, el historicismo lineal, el determinismo funcionalista, los condicionantes predeterminados del comportamiento social, los restos de las consideraciones referidas a la supremacía de la teoría sobre la práxis social y la separación del hombre respecto al resto de las formas de vida, para poder avanzar en su redimensionamiento. De este giro provendrían los métodos de investigación acción participativa, los estudios comparados de carácter dialéctico, entre otros muchos.

Como veremos más adelante, el propio campo del materialismo histórico debió reconfigurarse para empalmar con los nuevos desarrollos de las otras miradas emancipatorias en las ciencias. En el caso de la educación, los avances para su tiempo histórico realizados por Jean Piaget[vi](1896-1980), Lev Vytgoski (1896-1936), la neurociencia especialmente los procesos de construcción de consciencia, la plasticidad del cerebro y la cognición con sus procesos de toma de decisiones, así como los trabajos de Howard Gardner (1943-  ) con los estilos de aprendizaje, plantearían desafíos interesantes para el marxismo. El desarrollo de la física cuántica incita a nuevos retos para la fenomenología dialéctica, tarea aún pendiente para las ideas socialistas-

La rápida burocratización de la experiencia bolchevique posibilitó el emerger de lecturas problematizadoras en el campo socialista que están en los orígenes de la pedagogías críticas, especialmente los trabajos de Marcuse (1928-1929), respecto precisamente a la importancia de lo fenomenológico, la superación del mecanicismo histórico, el problema de los imperativos morales kantianos en la visión marxista del hombre nuevo, la filosofía concreta y la necesidad de considerar al pensamiento socialista como un campo abierto, en permanente construcción y actualización; así como los desarrollos de la Escuela de Frankfurt en distintos campos pero en especial sobre las subjetividades, la importancia de las singularidades en los recorridos colectivos y la noción de justicia social.

De especial importancia para la educación y los orígenes de las pedagogías críticas resultó el desarrollo marcusiano de la fenomenología dialéctica, que dicho sea de paso nada tiene que ver con mucho de lo que hoy conocemos como fenomenología educativa, que esconde su despolitización, en una lectura de Edmund Husserl (1859-1938) sin vínculo con su tiempo histórico y descontextualizada con el presente, así como en un seudo debate de lo cualitativo como superación de lo cuantitativo, cuando en realidad estas dos dimensiones están dialécticamente integradas. Sobre ello volveremos más adelante.

Con el capitalismo avanzado, la mujer se incorpora de manera más decisiva al mundo del trabajo asalariado, eso sí en condiciones laborales discriminatorias, sin que ello implique el abandono de sus oficios y responsabilidades en el hogar, expresándose redobladas formas de explotación. El patriarcado es inmanente a la lógica del capital y aunque en la sociedad capitalista ambos padres trabajen, las mayores cargas de tareas en el hogar continúan recayendo sobre las mujeres trabajadoras. En la medida que se profundiza la sobre explotación laboral, los padres de familia deben extender las horas extras o redoblar los turnos en las fábricas y lugares de empleo para alcanzar salarios de sobrevivencia; hecho que cada vez más les aleja del hogar. En ese contexto el debate sobre las tareas de los estudiantes en casa, las cuales implicaban un acompañamiento por parte de los padres, ha resultado a través del tiempo un tema sustantivo, de interés generalizado. Desde las pedagogías críticas hemos subrayado que la familia trabajadora es parte del proyecto emancipatorio, razón por la cual cualquier estrategia educativa tiene que contar con la vinculación y participación de los padres, para lo cual es fundamental incorporar esta aspiración a las luchas reivindicativas que se presentan en la disputa entre capital y trabajo.

La escuela moderna, desde distintos lugares de enunciación ideológica y paradigmática es homologada con el performance de la fábrica. Ello llevaba implícita una concepción del docente como “obrero” intelectual, quien debería cumplir labores específicas (insumos) y estructuradas (procesos) en la “fábrica escuela” para obtener el producto esperado, que para la ideología liberal burguesa estaba asociado a habilidades para la vinculación con el mundo de las mercancías, el consumo y la ciudadanía mientras que, para las ideas socialista se asocia a teoría crítica, transformación de la realidad y desborde de la ciudadanía. El perfil del egresado se convierte en el lente ajustable de la actividad educativa, que tanto a liberales como a izquierdistas les permite afinar la mirada cuando se trata de dibujar la agenda educativa en cada coyuntura histórica.

A pesar de los determinismos en cada uno de los campos socialmente enfrentados, rápidamente en la escuela moderna y las corrientes pedagógicas de este periodo, tanto liberales como socialistas, se comienza a dudar de la eficacia de la enseñanza exclusivamente repetitiva y memorística inherente a la epistemología dogmática. Esto se debe a la evidencia empírica respecto a las limitaciones o precaria utilidad para el modo de producción capitalista pero también para la revolución, de una escuela sin capacidad de pensar y actuar en lo nuevo.

El debate sobre las ciencias llega de manera tardía al campo educativo, impactado en el momento de estructuración de los sistemas escolares en América Latina y el Caribe, por las ideas de Henri de Saint-Simon (1760-1825), Auguste Comte (1798-1857) y John Stuart Mill (1806-1873) como lo podríamos observar en las apuestas educativas de Lancaster. Para el positivismo educativo la experimentación era el camino para alcanzar un conocimiento replicable, objetivo, que pudiera en un momento dado colocarse en los circuitos de producción y circulación de mercancías en cualquier espacio y tiempo, pero también para trabajar la transformación a partir de un programa mínimo que contuviera en su interior las claves replicables de la ideología socialista.

El positivismo educativo se centró en hechos y leyes que permitieran la reproducción de todos los resultados y conocimientos considerados de rango y valor científico. De allí, que necesariamente surgiera un punto de bifurcación epistémica con esta premisa desde las pedagogías socialistas, las cuales se centran en conocer las causasque originan el hecho y los principios replicables para generar la contradicción que posibilite romper con esas causas y abrirle paso al nuevo incluido revolucionario. Esta ampliación del horizonte epistémico no significa necesariamente una ruptura con el positivismo sino una derivación.

Bajo el paradigma positivista en educación, el tema de la enseñanza-aprendizaje en los sistemas escolares tiende a adquirir una lógica pedagógica que lo estructura en los distintos campos disciplinares de enseñanza de la siguiente manera: conceptos, subconceptos, procedimientos, comparaciones y pensamiento relacional, aplicabilidad del conocimiento, experimentabilidad y verificación de la repetitividad del aprendizaje. Desde el liberalismo educativo la secuencia y el producto son parte de la reingeniería social que promueve el capitalismo para asegurar la optimización del funcionamiento del sistema. Desde el pensamiento socialista esta epistemología se amplía llevándola a las formas y expresiones que garanticen utilidad para la transformación social y construcción compartida del conocimiento, construyendo mentalidad colectiva.

Inicialmente las pedagogías enmarcadas en la mirada del mercado se concentran en la competitividad y el individualismo dentro de las dinámicas de aprendizaje, mientras que, en las pedagogías socialistas en la cooperación, la solidaridad y el trabajo en equipo. Individualismo versus colectivismo son los dos grandes campos paradigmáticos que enfrentan a las pedagogías liberales y socialistas, en el marco del desarrollo de la primera y segunda revolución industrial en el siglo XIX. Ambas comparten el paraguas del paradigma positivista.

Para garantizar el logro de esta secuencia, sincronización y complementariedad de procesos educativos se estructura una mecánica de lo pedagógico, que se fundamenta en desarrollos que habían sido logrados en distintos momentos históricos, asociados ahora a los procesos de enseñanza-aprendizaje. La visión de engranaje de piezas y de funcionamiento sistémico resultan fundamentales en las expresiones de lo educativo de ese momento, cuya teleología pasa a ser determinada por el Estado como garante de la orientación estratégica de la escuela y del oficio del educador.

(Continuará……)

Fuente: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2019/02/06/educacion-y-socialismoi-i/

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El abandono escolar en Portugal bajó al 11,8 %, la mejor cifra de la historia

Europa/Portugal/07 Febrero 2019/Fuente: La Vanguardia

La tasa de abandono escolar en Portugal se situó en el 11,8 % en 2018, ocho décimas por debajo del indicador de un año antes y el valor más bajo de la historia, según los datos divulgados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) luso.

El dato supone una mejora significativa respecto al inicio de la década, ya que en 2011 la tasa de abandono escolar estaba en el 23 %, y se sitúa más cerca de la meta establecida para Portugal en la Estrategia Europa 2020, que es del 10 %.

La tasa mide la proporción de la población de entre 18 y 24 años que completó sus estudios, como máximo, hasta el tercer ciclo de la enseñanza básica (equivalente a 14 años) y que no recibió ningún tipo de educación en el último mes.

En un comunicado, el Ministerio de Educación celebró el dato y recordó que el abandono escolar constituye «una de las grandes vulnerabilidades» del sistema educativo portugués, con impactos «profundos» en el crecimiento económico y la igualdad de oportunidades.

«Por esto, su reducción fue definida por el Gobierno como uno de los principales objetivos para la actual legislatura», señaló.

En 2017, Portugal era el sexto país de la Unión Europea (UE) con la tasa de abandono escolar más alta (12,6 %), por detrás de Malta (18,6 %), España (18,3 %), Rumanía (18,1 %), Italia (14 %) y Bulgaria (12,7 %), según datos del Eurostat.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/vida/20190206/46265323021/el-abandono-escolar-en-portugal-bajo-al-118–la-mejor-cifra-de-la-historia.html

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