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La educación en el discurso posfactual y la alucinación de la reforma educativa

Por: Darío Balvidares

El primero de marzo, el presidente Macri inauguró las sesiones del parlamento nacional con un discurso posfactual, que desconectaba los acontecimientos reales de las palabras que funcionaban construyendo un texto contra toda referencia a la realidad; cuasi psicótico, enfrentado con el presente distópico que estamos viviendo.

En ese marco del alucinatorio discursivo, inherente a la pedagogía del sometimiento, surge el  apartado de educación en el que el presidente dice: “el año pasado les pedí (a los legisladores), e insistiré este año enviando un proyecto de ley, que modifiquemos un artículo de la ley nacional de educación, aquel que no nos permite informar globalmente, totalmente, sobre las evaluaciones de calidad de las pruebas que hacen nuestros hijos. Los padres merecen saber la verdad de la calidad de educación que reciben los chicos para poder actuar e involucrarse, y asegurarse de que sus hijos, el día de mañana, accedan a un buen trabajo“.  En una primera lectura, el presidente, o quien le escribió el discurso, muestra  tener instalada como categoría las “evaluaciones de calidad”, justamente primer dato del alucinatorio es afirmar que las evaluaciones externas son las que “marcan” la “calidad” de la educación. Sólo en el reduccionismo instrumental de los reformistas, la educación se contrae a los resultados de una prueba estandarizada.  Al mismo tiempo que, en una segunda lectura, “los resultados” revelarían la “culpabilidad de la escuela” si son malos o los logros del gobierno, si son buenos.  Claro que la escuela son los docentes y el gobierno, los funcionarios.

Deshacer, desnaturalizar, desubjetivizar es la tarea putrefacta de los personeros de  lo que llaman “reforma educativa”, en la que nadie es quién es, sino que se debe ser lo que la colonialidad del poder alucina.

Además, en ese mismo espacio cuasi psicótico del discurso presidencial se desliza una cuestión de la “moral” (de pacotilla): “… Los padres merecen saber la verdad de la calidad de la educación…”. Las pruebas externas estandarizadas son portadoras de la “verdad”. A eso se reduce el pensamiento presidencial y el de los reformadores en general, guionada desde siempre por el Banco Mundial y sus repetidoras virales (fundaciones y ong corporativas). Es interesante pensar que la verdad está en la estandarización de una prueba externa, descontextualizada y distante, puesto que no fue ni pensada y mucho menos diseñada por lxs docentes.

Nada dice el presidente sobre el “merecimiento de los padres”, para saber sobre la infraestructura de las escuelas que habitan sus hijos, que sólo en lo que va de la semana fueron noticia: una nueva fumigación con agrotóxicos y con los alumnos y docentes en las instalaciones[1] en dos escuelas rurales (kilómetro 78 de la ruta nacional 8); ni sobre la caída de la loza del primer piso en la construcción de un jardín[2] en Villa Lugano; ni del desprendimiento de la mampostería de un primer grado de una escuela[3] en el partido de Pilar.

Tampoco le dice a los padres el millonario costo del negocio de las pruebas estandarizadas, colonialistas (quiero decir, internacionales) y las coloniales (quiero decir, nacionales). Ni de los 150000 dólares mensuales que el ministerio paga por capacitación en 4 provincias hasta el 2020 a la Fudación Varkey[4]; o que los salarios de los docentes argentinos están entre los más bajos del mundo[5].

¡Sigamos desalambrando!

Un documento del Banco Mundial[6] da las “recomendaciones” en las  que  sostiene que: “…En el aula, los docentes no están lo suficientemente capacitados para evaluar el aprendizaje de manera eficaz, sobre todo cuando las evaluaciones se enfocan en destrezas más complejas (…) No hay una manera eficaz de integrar los resultados de la evaluación formativa que los docentes realizan en el aula con este tipo de información confiable sobre todo el sistema…” (pág. 30)

¡Celebración bancaria! … los docentes no están suficientemente capacitados para evaluar de manera eficaz, porque las evaluaciones formativas que ellos piensan y diseñan, en función del grupo de alumnxs, no son confiables. El alucinatorio colonial se refleja en el alucinatorio discurso presidencial.

Pero eso no es todo, también el documento bancario dixit: “Las evaluaciones internacionales también suministran información que ayuda a mejorar los sistemas. Las evaluaciones internacionales (como las del PISA, el TIMSS y el PIRLS) y las regionales (como las del PASEC en África occidental y central, y la del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación [LLECE]) brindan una perspectiva adicional sobre el nivel de aprendizaje de los estudiantes. (…) Además, pueden ser herramientas poderosas desde el punto de vista político: dado que a los dirigentes de los distintos países les preocupan la productividad y la competitividad a nivel nacional, las comparaciones internacionales pueden generar conciencia sobre el nivel de retraso que experimenta un país con respecto a otros en la promoción del capital humano.”(pág. 30).

Este otro párrafo inscribe perfectamente el pensamiento reformista en el paradigma al que se quiere llegar. La escuela es una especie de preparatoria de “capital humano”, formado para la competitividad y productividad ¿de quiénes?.  De los concentradores de la riqueza, de los empobrecedores globales… en definitiva de la pedagogía del sometimiento, enquistada en la colonialidad del poder.

Incluso, algunos opinadores alineados a la desposesión educativa, consideran que la educación debe ser un servicio y no un derecho humano: “Una ley que transforme a la educación en un servicio público protegería el derecho a la educación de nuestros niños, quienes no pueden tomar medidas de fuerza para defenderlo.[7]” escrito por el rector de UCEMA, con posgrado en la Universidad de Chicago, quien además alienta lo dicho por el presidente sobre “educación” en la apertura de sesiones de la que hablamos en este artículo: “resulta indispensable modificar el artículo 97 de la ley 26206 de educación nacional a los fines de generar las condiciones para que una verdadera revolución educativa sea exigida por los mismos padres de los niños y jóvenes afectados por la tragedia educativa que hoy vive nuestro paísSu indignación le daría al Gobierno el apoyo sin el cual es imposible enfrentar a los sindicatos docentes, los más acérrimos defensores del statu quo.[8]

Curioso que hablen de “revolución educativa” quienes siguen los recetarios y repiten lo que los obsoletos organismos internacionales dicen desde hace 30 años, desde que pusieron en “crisis” los sistemas de educación pública para abrir un nuevo mercado que permita generar mayor acumulación.

El tema de “servicios educativos” está instalado desde comienzos de los ’90 del siglo pasado y justamente el Banco Mundial nunca abandonó esa categoría.

Dice el texto de Edgardo Zablotsky: “… Su indignación le daría al Gobierno el apoyo sin el cual es imposible enfrentar a los sindicatos docentes…” Hablando de la indignación que los padres sentirían si se publicaran los resultados de las pruebas estandarizadas, y cómo el gobierno utilizaría esa “información” para empoderarse y enfrentar a los sindicatos.

Esa idea se desprende del documento bancario: “ (las pruebas estandarizadas) pueden ser herramientas poderosas desde el punto de vista político…”

Ese discurso de la confrontación, para generar presión en lxs docentes, para presionar a los padres en contra de los docentes, para que el gobierno tenga un resultado de destrucción masiva de la sindicalización, surge de la pedagogía del sometimiento que estamos enfrentado a diario, los formatos de represión discursiva están presentes en todos los documentos de los reformadores, en sus escritos, en sus charlas… Desde el inicio de la reforma, lxs docentes y la sindicalización son los “enemigos” a vencer, por eso la precarización salarial es el arma que utilizan quienes de hecho son los enemigos de la educación pública a la que han herido y siguen golpeando estos hacedores de la privatización, de la tercerización, los enemigos de lo público.

La batalla cultural está declarada, la revolución educativa será en función de la descolonización cultural; en función de que los educadores tomen el sistema en sus manos, para que ese proceso de descolonización cultural se lleve a cabo en poco tiempo; en función de que todo el andamiaje alucinatorio de la institucionalidad reformista siga perdiendo frente a la realidad de la putrefacta política educativa, que nada resuelve, con escuelas que se caen o están electrificadas o fumigadas, lo que indica y revela la verdadera intencionalidad de la reforma sobre la educación pública, su desaparición.

[1] http://www.pais24.com/index.php?go=n&id=344021&x=Una-avioneta-fumigo-sobre-dos-escuelas-rurales-en-plena-clase

[2] https://laizquierdadiario.com/El-jardin-que-no-sera-cuando-se-derrumba-mas-que-una-obra-en-construccion

[3] https://www.infobae.com/sociedad/2019/03/15/se-desprendio-mamposteria-del-techo-en-una-escuela-de-pilar-dos-alumnos-sufrieron-heridas/

[4] http://contrahegemoniaweb.com.ar/no-es-la-educacion-del-futuro-es-el-robo-del-siglo/

[5] https://www.tiempoar.com.ar/nota/los-salarios-de-las-maestras-argentinas-entre-los-mas-bajos-del-mundo

[6] Banco Mundial 2018, Informe sobre el desarrollo mundial 2018: Aprender para hacer realidad la promesa de la educación, cuadernillo del “Panorama” General”, Banco Mundial, Washington DC: Licencia: Creative Commons de Reconocimiento CCBY 3.0 IGO.

[7] http://www.libertadyprogresonline.org/2019/03/07/tres-propuestas-para-enfrentar-la-crisis-educativa/

[8] https://www.infobae.com/noticias/2019/03/11/la-revolucion-educativa-comienza-en-el-congreso-no-en-las-aulas/

Fuente: http://contrahegemoniaweb.com.ar/la-educacion-en-el-discurso-posfactual-y-la-alucinacion-de-la-reforma-educativa/?fbclid=IwAR09sFdnOPleY-t4mzr5tEagjJn55b7wOTvOmfc2hq6U1g-hTTF9k0Vx19U

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Un plan educativo dentro y fuera de la escuela

Por: Jaume Carbonell

En Salt (Girona) se plantea el reto de que la renovación pedagógica y la igualdad de oportunidades llegue también al comedor y a las actividades extraescolares.

A las 9,30 de la mañana me espera en la estación de Renfe de Girona Albert Quintana, quien me acompañará durante una larga e intensa jornada. Se trata de un profesor de secundaria, vinculado a los Movimientos de Renovación Pedagógica y a otras iniciativas socioeducativas, que hoy combina su docencia en el instituto con la coordinación provincial del proyecto Educación 360 (E360), cuyo reto es conectar tiempos, espacios, aprendizajes y agentes educativos en cada municipio.

Mientras damos vueltas por Salt, una localidad de 32.000 habitantes pegada a Girona con una de las densidades más altas de Europa, Albert me muestra el contraste urbanístico entre la zona ocupada por la población autóctona y la habitada por la población de origen inmigrante, procedente de unas 200 nacionalidades que hablan 130 lenguas. Son familias que viven una situación de extrema vulnerabilidad y pobreza: el 17% de las personas empadronadas eran beneficiarias del Centro de Distribución de Alimentos en 2016. Otros dos datos harto relevantes: más del 20% de la población es menor de 15 años y todos los centros públicos son catalogados como de alta complejidad, debido a la cantidad de alumnado con necesidades educativas especiales que hay que atender. “El alumnado inmigrante se concentra en estos centros -en alguno alcanza el 100% de la matrícula- mientras que el autóctono se escolariza mayoritariamente en la enseñanza privada y un 20% de este lo hace en la ciudad de Girona. Este panorama explica la extrema dificultad para evitar procesos de segregación escolar y social. Por otro lado, la oferta de ciclos formativos es insuficiente y poco adecuada a las necesidades de este alumnado”.

En el Ayuntamiento conversamos con el alcalde, Jordi Viñas, y con el concejal de Educación, Fermí Conill. “Al entrar en el gobierno una de nuestras políticas prioritarias fue hacer frente a la situación de excepcionalidad de Salt: crecimiento demográfico (el 33% entre los años 2000-2016), pobreza, centros de alta complejidad y la fuerte movilidad del alumnado, con discontinuidades en los estudios, incorporaciones tardías, matrícula viva… Una gran dificultad para consolidar proyectos y aprendizajes”. La elaboración del plan educativo local, demandado por la Plataforma Salt Educa y consensuado entre todos los grupos municipales, les permite trazar una estrategia educativa hasta el año 2025. Por otro lado, el ser elegido el municipio como una experiencia piloto del proyecto E360 les ha venido como agua de mayo para complementar el plan educativo local. “En Salt hay un gran capital social y se hacen muchas cosas, pero era necesario ordenarlas e incrementar el presupuesto de educación hasta 80.000 euros para llevarlo a cabo. Ello nos permitirá, por ejemplo, contratar otra técnica de educación, terminar con los módulos provisionales de algunos centros, construir otros equipamientos para cubrir la demanda y mejorar la calidad de la enseñanza”.

Tanto Jordi como Fermí señalan algunas de sus fortalezas para tirar adelante: el compromiso del profesorado y los proyectos educativos de cada centro, y uno de sus grandes obstáculos o debilidades: “Esto no lo podemos hacer solos, porque dependemos de otras administraciones. Por eso necesitamos una complicidad firme del Departamento de Educación de la Generalitat de Catalunya, que tiene que asumir nuestra singularidad excepcional”. El objetivo final es el logro de la plena igualdad de oportunidades: “Normalizar una educación de calidad para que todo el alumnado logre un éxito académico y profesional. Para que Salt se convierta en un lugar de oportunidades. Para ello hay que romper la imagen estigmatizada de Salt”.

A continuación nos reunimos con el equipo del pilotaje de E360 de Salt: Clara Serdà, jefa técnica del área de Educación; Andreu Bover, jefe técnico del área de Ciudadanía; Alba Figueras, coordinadora técnica del Programa “Juguem?”, y el propio Albert Quintana. Hay acuerdo en destacar el proyecto como una ventana de oportunidades: para enriquecer el plan educativo local; para favorecer el traspaso entre lo que ocurre dentro y fuera de la escuela, donde la figura del TIS (Técnico/a de Integración Social) en cada centro se estima fundamental; poner el conocimiento experto al servicio del conocimiento colectivo; generar nuevas dinámicas positivas, expectativas y a generar sinergias y consensos; incidir en todos los elementos que conforman la educación y su proceso de transformación; convertir lo excepcional en algo ordinario, o aprender a situarte más allá de lo inmediato, con una perspectiva a largo plazo.

“E360 es un planteamiento educativo del siglo XXI, aunque llegue con diez años de retraso. Su gran virtud es el trabajo en red entre lo local y lo supralocal a partir del intercambio de un conocimiento experto que te permite conocer experiencias de otros municipios, aprendiendo tanto de las que son parecidas como de las diferentes. Ves dónde estás y por dónde vas. Se propone una metodología de trabajo comunitario que interrelaciona la escuela, la sociedad y la administración. Además, es una garantía poder contar con la implicación de la Fundació Bofill (la entidad que más aporta a la modernidad educativa de Catalunya), la labor histórica de los Movimientos de Renovación Pedagógica y la experiencia y financiación de la Diputación de Barcelona (las tres entidades que forman la alianza de E360)”. Pero son conscientes, muy conscientes, de que los recursos humanos y económicos del municipio son justos, que hay que medir bien los tiempos de las diversas acciones y que tiene que estar siempre bien engrasado el conector del equipo motor con los diversos agentes educativos del territorio.

El comedor es también un espacio educativo

He aquí uno de los grandes retos de E360 a la hora de tratar de dar continuidad educativa ente los espacios lectivos y no lectivos. Por eso Albert Quintana me lleva a la reunión mensual con las coordinadoras de comedor de las escuelas públicas de infantil y primaria de Salt, a la que también asisten la técnica educativa municipal, una representante del consejo comarcal, que se encarga de contratar las empresas externas y de la concesión de las becas, y el responsable de la empresa que gestiona el comedor. El objetivo es mejorar el tiempo de mediodía -el comedor y las diversas actividades-, garantizando una mayor coordinación entre estas personas y con las direcciones de cada centro. Para ello se está elaborando un protocolo conjunto de funcionamiento de este espacio para el próximo curso. El primer paso es la creación de grupos de trabajo en función de las diversas temáticas: actividades educativas; normas de convivencia; hábitos saludables y hábitos de higiene, y constitución de comisiones de comedor y adaptación del protocolo marco.

Se abre un debate sobre la necesidad de este marco común de intervención que se adapte a las necesidades específicas de cada centro “para establecer vasos comunicantes y crear sinergias de aprendizaje mutuo: lo que hace una escuela puede ayudar a otra”. Se insiste en la idea de que el tiempo de mediodía no sea meramente asistencial y compartimentado “porque es una continuidad de lo que se hace en el tiempo lectivo; y ello requiere que se sigan las mismas normas y se integre dentro del proyecto educativo”. Se plantea otra rutina que superar: no reducir la preocupación a cuando se producen conflictos. “Conviene establecer dinámicas positivas y hablar también de los progresos; no solo del alumnado que tiene problemas sino que hay que visibilizarlo todo en clave positiva”. Salen a relucir lo que se consideran ratios excesivas monitor-grupo -se estudia reducirlas de 18 a 16- y de las dificultades para que niños y niñas coman solos de forma adecuada, con tenedor y cuchillo, pues muchos están acostumbrados a comer con las manos “En estas escuelas de alta complejidad donde existe mucha pobreza te das cuenta de que para el alumnado inmigrante comer es muy dificultoso y lento y que, en muchos casos, no tienen una comida como en la escuela”. Por último, se plantea el problema del monitoraje: qué coordinación y dinámicas se organizan con ellos, un tema con frecuencia no resuelto por la falta de tiempo.

Los pasillos de la escuela Arrels están repletos de murales, muchos de ellos centrados en el tema que se trabaja este año: el mundo. “¿Cómo podemos mejorarlo?”; “Cambiemos el mundo con nuestras manos”. Aquí se cuidan los espacios con especial esmero -de lengua, matemáticas, experimentación y plástica-. Por ellos van pasando los distintos grupos, en los que siempre se mezcla el alumnado de dos grados o niveles. Entramos en un comedor muy ruidoso -acentuado por los materiales de los módulos provisionales- donde compartimos almuerzo con el alumnado que se distribuye en dos turnos. Esther, la directora, nos cuenta que en este centro el porcentaje de alumnado de origen inmigrante oscila entre el 45% y el 55% -sobre todo marroquíes y sudamericanos- y que la mayoría está becado y se queda a comer, la mitad del centro. “Aquellos tres niños, señala hacia una mesa, son refugiados sirios.

Trabajamos a fondo la educación emocional porque hay niños muy tocados”. Están satisfechos con la calidad del catering de la empresa pero no tanto con la labor de monitores y monitoras. “Fijaos, ahora mismo están haciendo de camareros, cuando esta tarea de sacar las mesas la podrían realizar los propios alumnos y alumnas, y ellos tendrían que estar en el patio ocupados en tareas de acompañamiento educativo”. Reconocen que queda mucha faena por hacer.

La siguiente parada es en la escuela La Farga, que acoge al 100% de alumnado inmigrante. Su directora, Montserrat Palau, sostiene que E360 no les aporta ninguna novedad porque ya trabajan en esta dirección. “Participamos en todo lo que se hace en el pueblo, con un proyecto artístico ambicioso: coral escolar, grupos de percusión, pequeñas actuaciones musicales, gigantes y cabezudos, teatro,… Tenemos una relación muy estrecha con “Temporada Alta” (uno de los festivales teatrales más reconocidos de España). También aprovechamos el tejido social de la comunidad con aportaciones como la de los abuelos y abuelas para reconstruir nuestra memoria o lo que nos puede aportar la Escuela Universitaria de Audiovisuales”. Una aportación en clave E360 son las tutorías que permiten que en las asambleas del grupo-clase se incorporen las actividades extraescolares y el comedor como temas de debate. “La incorporación de la vida cotidiana permite al alumnado darse cuenta que la maestra se interesa por sus vidas. El E360 permite que la división entre la escuela y el afuera se vaya difuminando”.

Esta directora piensa, no obstante, que el papel de los TIS necesita empoderarse y que el Ayuntamiento debería mostrar un mayor compromiso. Pero donde se muestra más crítica es en la función del comedor que estima que debería cambiar radicalmente para pasar de una función asistencial a otra de tipo educativa, con las mismas ideas y normas que funcionan en la escuela. “En la escuela, por ejemplo, no hablamos de expulsiones, en cambio en el comedor sí. A veces he pensado que dimitiría debido al tema del comedor, porque es un espacio educativo que no controlo. Yo traería a mi hijo a esta escuela, pero no al comedor”. Así se muestra de contundente. Propone hacer con el Ayuntamiento un frente común para lograr este cambio, impedido hoy por la contratación de empresas por parte del consejo comarcal con criterios económicos. Esta cuestión está polarizando un fuerte debate entre las AMPA y se está a la espera de consensuar un nuevo decreto de comedor. Palau señala otro obstáculo: las ratios. “Deberían ser como las de la escuela infantil a la que nunca han acudido. Hay niños que no comen nada y hay que enseñarles a comer. Además, no entienden la lengua. Por esto se requiere una atención personalizada”.

Campaña Salt Educa – Casal dels Infants

“Jugamos?” Un programa de actividades extraescolares municipales conjuntas y coordinadas

Con Alba Figueras, coordinadora de este programa, andamos un tramo de uno de los itinerarios seguros, una red de caminos recomendables para que la infancia y adolescencia puedan ir a la escuela con seguridad, con la complicidad de entidades y comercios. Esta es una de las patas del programa. La segunda es: “¿Jugamos? En los patios y las plazas”, que tiene lugar de lunes a viernes simultáneamente en cinco espacios, con juegos cooperativos, deportivos, emocionales y tradicionales de todo el mundo; los sábados, con la realización de diversos talleres; y durante el verano. La tercera consiste en dar reconocimiento y apoyo a las entidades de tiempo libre de Salt, vinculándolas entre ellas. Y la cuarta pata es el “¿Jugamos después de la escuela?: un conjunto de actividades extraescolares organizadas por el Ayuntamiento, gestionadas por entidades culturales y deportivas y, en algunos casos, por las AMPA, y abiertas a todo el alumnado del municipio. Esta iniciativa, que sigue la estela del plan educativo local y del E360, se propone hacer frente a la segregación que se produce por omisión de una parte de la población, la más desfavorecida socioeconómicamente (como es la inmigrante), a las actividades fuera de la escuela; o bien porque la población autóctona elige su propia oferta extraescolar diferenciada, evitando mezclarse con el alumnado de origen inmigrante. “De ahí las dificultades para articular una única oferta de actividades fuera de la escuela de carácter inclusivo, intercultural y cohesionador”.

En el patio de la escuela El Veïnat un grupo de unos veinte niños y niñas inmigrantes se inician en la práctica del baloncesto, un deporte que se practica en cuatro centros de primaria y uno de secundaria y que dirigen dos monitores del Club de baloncesto de Salt. En este, como en otros casos, la entidad recibe una ayuda económica del Ayuntamiento que puede revertir en el pago por horas de los monitores o en material y formación. En todos los casos los chicos y chicas pagan un precio simbólico al trimestre a razón de cinco euros por actividad.

Muchas de las actividades tienen lugar en la Factoría Cultural Coma Cros, una antigua fábrica textil adquirida por el Ayuntamiento. En una de sus salas contemplamos cómo los cuerpos de cinco chicos y chicas se contorsionan en el suelo. Es una actividad de teatro conducida por un joven que ya participó anteriormente en “¿Jugamos?” como alumno y ahora lo hace como monitor, ya que actualmente estudia teatro en la universidad de esta localidad. Y, por último, entramos en un gran espacio donde tiene lugar una sesión de capoeira, un arte marcial desarrollado en Brasil por descendientes africanos, con un fuerte componente de resistencia, que combina danza, música, acrobacia y expresión corporal. En este momento están sentados en grupo y la monitora dirige una animada conversación sobre el valor de las diversas culturas y manifestaciones artísticas.

¿Qué aporta más en concreto “¿Jugamos?” a E360? Alba lo tiene muy claro: “Que a partir de las cinco de la tarde crezcan las oportunidades educativas, sin que haya diferencias. Queremos mejorar una cosa que ya funciona pero reforzando su carácter equitativo e inclusivo, que en las actividades se mezclen en la misma proporción la infancia y adolescencia de origen autóctono e inmigrante. Porque aquí se reproduce la segregación escolar: en algunas extraescolares solo asiste alumnado migrante de la escuela pública -aunque en algunos casos, y de manera progresiva, logramos revertir esta tendencia- mientras que el autóctono escolarizado busca actividades de mejor calidad y, con frecuencia, se desplaza a Girona”.

Tanto Alba como Albert reconocen que tampoco es fácil convencer a las familias inmigrantes de la necesidad de disfrutar de esta oferta, pues su demanda prioritaria se focaliza, sobre todo, en el apoyo escolar para que sus hijos e hijas puedan proseguir con éxito sus estudios. He aquí otros retos de futuro que se plantean: ampliar la oferta de actividades, normalizándolas y diversificándolas, logrando, por ejemplo, que a partir del deporte se despierte el gusto por las prácticas artísticas; mejorar el trabajo en red con los centros y las AMPA para lograr una mayor participación y conexión con el aprendizaje, y ampliar la corresponsabilidad con las entidades y el tejido social, más allá de Salt, para ampliar su cobertura. En síntesis: más oferta de plazas, más calidad y más colectivos implicados.

Una plataforma que pone el foco en la segregación para impulsar la transformación educativa

“¡Salt dice basta!” Este es el título del manifiesto (mayo 2018) que lanza la “Plataforma Salt Educa” para denunciar la situación socioeducativa de Salt y para que se reconozca su singularidad -como el dato antes mencionado de que todos los centros públicos son catalogados de alta complejidad- con medidas particulares y una legislación especial… “Salt necesita una mirada especial y diferenciada si queremos hacer efectiva la equidad e igualdad de oportunidades para todos los niños y niñas de nuestro país. Estamos cansadas de una situación que hace muchos años que se perpetúa y en la que la insuficiente inversión, previsión y planificación del Departament d’Ensenyament (del gobierno catalán) tienen mucho que ver. Por esto es nuestra responsabilidad denunciarlo, mostrando la unidad de maestras, profesores, familias, niños y niñas, jóvenes y entidades del tercer sector para hacerle frente. Sabemos que todos los estamentos políticos son más que conocedores de la SINGULARIDAD de la situación, pero a pesar de ello no se percibe una voluntad firme de revertirla. Una explicación de esta falta de voluntad sería el hecho de que la mayor parte de las familias de estos centros no tienen posibilidad real de quejarse, ni derecho a voto. Este racismo institucional afecta de manera global a nuestro pueblo, favoreciendo la segregación y evitando la cohesión social del municipio”. Como demandas concretas piden una planificación educativa compartida, la bajada de las ratios de todos los centros y el aumento significativo de plazas en la secundaria.

Esta plataforma, que inicia su andadura en diciembre de 2016, está integrada por la Coordinadora de AMPA de Salt, por la Comisión de Educación del Espacio Antirracista Salt-Girona y por personas a título individual. Además, cuenta con la adhesión de numerosos centros educativos y colectivos socioeducativos del territorio. Nos reunimos con cinco representantes: Glòria, Èlia, Fàtima, Dolors y Cris, todas ellas también vinculadas a las AMPA de diversos centros públicos. “Nuestra apuesta, desde el principio, ha sido hacer visible la segregación y la fractura social que provoca, creándose dos mundos paralelos. Hablamos de segregación escolar cuando, en un mismo barrio o ciudad, sus centros educativos escolarizan mayoritariamente un determinado perfil de alumnado que no se corresponde estadísticamente con la composición socioeconómica y cultural de la población de la zona en que se encuentran ubicados. Pese a ello ni el Ayuntamiento ni el Departamento de Educación reconocían la existencia de esta segregación. Pedimos que se hiciera un diagnóstico en profundidad de la situación educativa y un plan educativo local”. Este se entrega en marzo de 2018. Se trata de un informe a cargo de Laia Monterde -de la Xarxa Consultors- muy bien documentado -donde se pone de relieve el alto índice de segregación- y con propuestas concretas muy interesantes para tratar de reducirla y favorecer la cohesión social.

Esta plataforma, que sigue reuniéndose mensualmente, ha organizado jornadas participativas y ha impulsado, coincidiendo con el período de preinscripción y matriculación, la campaña: “¿A la hora de escolarizar a nuestros hijos, qué escuela elegimos? ¿Qué nos mueve, la razón, la emoción?”. Se hace una apuesta inequívoca por la escuela pública al considerar que es el modelo que garantiza una educación plural y de calidad para todos y todas, sea cual sea su nivel social, económico y cultural. Y para superar las dinámicas de segregación proponen que se establezcan zonas heterogéneas desde el punto de vista socioeconómico, recogiendo las propuestas de política pública para las elecciones de mayo de 2019, recogidas en el informe de Xavier Bonal Combatre la segregació escolar: de l’amenaça a l’oportunitat. Cuentan estas madres que en el consejo municipal se abren debates muy duros cuando la plataforma plantea sus puntos de vista y que no es fácil llegar a ciertos acuerdos. “Al final se impone el sálvense quien pueda. Y entre los centros, a la hora de la matriculación, se impone más la competición que la cooperación. Pero es que la inspección educativa lo promueve y el Departamento de Educación también fomenta el clientelismo. Mientras, en Salt aumenta la segregación”.

La Plataforma valora el E360 en la medida que ha abierto nuevas ventanas y diálogos educativos, poniendo en el centro la infancia y el municipio: “Tenemos el mismo sujeto que se mira y atiende desde su globalidad, y esto nos interpela a todos, superando los compartimentos estancos, a partir de la idea de que en Salt somos iguales y podemos optar a lo mismo. ¿Por qué -como decía una madre de una escuela pública- nuestros hijos no pueden aprender y jugar con los niños de aquí?”. Para ello es preciso cambiar la sensibilidad de algunos sectores. “Hay personas que no aceptan la realidad de Salt y quieren diferenciarse social y culturalmente”. Por esta razón la Plataforma hace una apuesta sin concesiones por el carácter educativo e inclusivo del comedor escolar, tal como señalan otras voces del reportaje, y por el estrecho trabajo de equipo entre escuela, familia, empresa y ayuntamiento. En el mismo sentido entienden que también el programa “¿Jugamos?” ha de repensarse continuamente para que se convierta en una marca de calidad para todo el alumnado sin distinción y en una herramienta para combatir la segregación. “Porque, en definitiva, hay que evitar la doble red dentro y fuera de la escuela”.

Albert Quintana, que me ha acompañado durante esta intensa jornada, de un soleado y primaveral día de marzo, me lleva de nuevo a estación para tomar el tren de regreso. Me confiesa que también para él han sido horas de aprendizaje muy valiosas. Y es que Salt, hoy por hoy, es un excelente laboratorio para estudiar los avances, las carencias y las contradicciones del sistema educativo.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2019/03/20/un-plan-educativo-dentro-y-fuera-de-la-escuela/

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No, el método Montessori no es “aprender jugando”

Por: Catherine L’ecuyer

En educación, está muy difundida la creencia de que el método Montessori consiste en “aprender jugando”. Tanto se ha popularizado esa idea, que se puede leer, en la cuarta línea de la entrada sobre la autora en Wikipedia, que Maria Montessori “defendía que el juego es la principal actividad a través de la cual el niño lleva su vida durante los primeros años de edad.”

En 1911, un año antes de publicar su primer libro sobre su método, Montessori observó que los alumnos de la Casa dei Bambini que habían aprendido a reconocer las letras perdían interés por completo en los juguetes; se dio cuenta de que los juguetes eran un refugio en ausencia de un mayor reto para ellos. Fue cuando sacó definitivamente los juguetes de sus aulas. Sobre la cuestión de la finalidad del juguete, Montessori dijo que los niños aprenden de los juguetes cuando los rompen, y que no lo hacen por rabia, sino por curiosidad, para ver “lo que hay dentro”.

La pedagogía montessoriana es compleja, y todo esfuerzo para simplificar su propuesta sobremanera está condenado al fracaso. Su autora escribió 21 libros en diversos idiomas; los libros no fueron todos publicados en el idioma en el que fueron inicialmente escritos y las traducciones posteriores a menudo se hicieron partiendo de una segunda traducción. El estilo escrito de Montessori es metafórico, recargado, con alusiones a teorías a veces obsoletas y su propuesta es transmitida con un lenguaje a veces tortuoso. La autora salta de una idea a otra, trae anécdotas metafóricas complejas para convencer de sus ideas. No suele cerrar el bucle de sus argumentaciones de forma estructurada; el texto no fluye. Parece que intenta darnos de golpe todo lo que piensa sobre todas las cuestiones, sin orden o desarrollo argumental estructurado. Algunos comentaristas de sus obras caen en la hagiografía y se niegan a ver los defectos de la autora o de su obra, lo que da a esa pedagogía aires místicos casi como si de un culto se tratara; otros critican desde la ignorancia, sin molestarse en intentar entender a la autora.

Montessori tiene un tono autoritario, a veces incluso parece dogmático; pide ortodoxia y no admite diálogo. Un análisis superficial lleva uno a preguntarse: ¿Por qué no da a sus maestros el mismo margen de espontaneidad que a sus alumnos? Su estilo a menudo recibe críticas que llegan incluso a su persona, lo que distrae del análisis honesto y riguroso del mérito intrínseco de su propuesta. Hay que entender que el papel de la ortodoxia y de la disciplina, en Montessori, no es inmovilismo o fe ciega en un bloque teórico monolítico, sino prerrequisito para el movimiento con propósito, la creatividad y la espontaneidad ordenada a un fin. En un contexto educativo que plantea la creatividad, la imaginación y el aprendizaje, desarraigados de los contenidos y del esfuerzo para adquirirlos, Montessori está hoy más vigente que nunca.

A menudo, sus más fieles apóstoles pueden, sin ser conscientes de ello, convertirse en los peores enemigos de su método. Eso ocurre cuando la leen parcialmente y no la entienden globalmente. Por ejemplo, en el prólogo de la primera edición americana del primer libro de Montessori, Henry Holmes describe lo que considera una bondad del método: “El alumno Montessori hace todo lo que quiere, mientras no hace daño a otros”. Sabemos que esa descripción del método está equivocada, porque el material Montessori es uno de los más rigurosos y estructurados que existe en la etapa infantil. Solo hay una forma de utilizarlo y el sistema de control del error diseñado para cada material no permite al niño hacer todo lo que le plazca. Los defensores de su método pueden también desvirtualizarlo cuando proponen con buena fe fusionarlo con otros. En vida, Montessori lamentó esas prácticas entre los pedagogos de la Educación Nueva. El intento de combinar dos métodos cuyas premisas son fundamentalmente incompatibles pone en evidencia la incapacidad de entender los motivos y las asunciones que caracterizan el espíritu que mueve a esos métodos. La preocupación del eclecticismo educativo no puede ser más vigente hoy, dada la frívola tendencia a acumular las innovaciones educativas sin hacer el esfuerzo previo de entender el trasfondo de cada propuesta educativa y la incoherencia que puede haber entre ellas.

Quizás esas explicaciones arrojen luz al hecho de que muchas de las personas que se proclaman expertos de la educación montessoriana en el ámbito educativo no conocen a fondo sus obras. Quizás esa sea la razón por la cual encontramos en muchos colegios autodenominados Montessori metodologías o planteamientos (por ejemplo, estimulación temprana, uso de la tecnología en la primera infancia, libertinaje escolar, exclusión de la dimensión espiritual, etcétera) que no están en armonía con lo que ella defendía (la disciplina interior, el proceso de normalización, la dimensión espiritual, el término medio en la cantidad de estímulos que responde a las características de cada período sensitivo, la mente absorbente, etcétera).

Más allá del lenguaje técnico, Montessori es una mujer con un sentido del humor fino; a menudo escribe con un tono de ironía que solo captan aquellos que conocen ese rasgo de su personalidad y que entienden bien el trasfondo de su método. Por ejemplo, algunos entienden como apoyo lo que en realidad era una crítica que la autora formulaba a la idea de eliminar asignaturas para así aliviar a los alumnos de la fatiga. Montessori argumenta en contra de la reducción de la fatiga mediante la rebaja de las exigencias académicas y a favor de un contenido curricular exigente. Para ella, la fatiga disminuye cuando el niño alcanza la concentración y realiza actividades sensoriales y mentales que tienen un propósito, no cuando se vacía el aprendizaje de sus contenidos. Deplora el giro que tomó el movimiento de la Educación Nueva del siglo XX del que se consideró precursora ignorada, y lo asocia con nada menos que “una revolución que aspira al desorden y a la ignorancia”. No es casualidad que Montessori está ahora apareciendo en primera línea de la actualidad pedagógica.

Para comprender la educación Montessori es preciso entender el trasfondo de sus principios, así como la relación que esos principios guardan con el material. Por ejemplo, es importante entender el motivo por el que defiende que la disciplina es una condición previa a la libertad y da tanta importancia al trabajo individual y la responsabilidad personal. Es clave entender el trasfondo de las críticas del sector de la escuela progresista y de la Educación Nueva que calificaron su método de mecánico, formal, restrictivo, carente de oportunidades de juego creativo y de cooperación, así como las respuestas que da a las críticas que recibe del sector antimodernista que existía en el clero de principios del siglo XX. Es necesario entender el motivo por el que rechaza la imaginación productiva tan característica del Romanticismo. Es importante entender el motivo por el que piensa que los juegos simbólicos llevan la confusión mental del niño a su culminación; para ella, la necesidad de tener experiencias imaginativas en vez de reales es consecuencia de la pobreza sensorial. En sus escuelas, los niños no simulan servir la mesa con copas de plástico, la sirven con copas de cristal; no simulan lavarse las manos, se las lavan de verdad y disfrutan haciéndolo. Todos los “ejercicios de vida práctica” que hacen sus alumnos están basados en la realidad, no en el juego simbólico.

Pero entender la teoría tampoco sería suficiente. Montessori insiste en que parte de la formación en su método consiste en la observación, durante horas, de la actividad espontánea de los niños en un entorno que se adecue a sus necesidades. El método se basa en la asunción de que los niños pequeños quieren trabajar y disfrutan haciéndolo, sin necesidad de castigos o de recompensas externas. Esas ideas chocan contra el prejuicio de aquellos que piensan que el niño es esencialmente vago, perezoso e incapaz de buscar retos que se ajusten a sus capacidades. Debido a una visión pesimista de la naturaleza del niño, algunas personas creen que eso no es posible.

Por otro lado, debido a la dependencia que tienen los niños hacía los dispositivos tecnológicos y a la dificultad que tendrán para desarrollar un locus de control interno, es posible que no tengamos hoy un entorno que nos permita fácilmente observarlo. Cuando los sentidos están alborotados, estimulados por encima del umbral de la sensibilidad, el niño deja de sentir y difícilmente prestará atención sostenida a los estímulos externos. Entonces su método se arriesga a convertirse en una utopía impracticable, pero no porque el método sea inoportuno, sino porque el entorno en el que se encuentra el niño de hoy hace imposible su “normalización”. La “normalización” es un término aparentemente anacrónico de la pedagogía montessoriana, pero sin explicarlo bien, es imposible pretender entender nada. Montessori explica que los niños pobres en sus aulas se interesaban antes que los niños de clase alta por el material, porque estos últimos estaban saturados de objetos y juguetes que alborotan pasivamente sus sentidos. Hoy en día, ni los niños desfavorecidos tienen ese privilegio, se lo hemos arrebatado cuando la retórica educativa dominante defendió que la mejora educativa pasaba necesariamente por el cierre de la brecha digital.

Es cierto que Montessori repite a menudo que el niño aprende “con menos esfuerzo”, pero en realidad no es que no haya esfuerzo; dejarse medir por la realidad siempre requiere esfuerzo. Cuando el niño está absorbido o completamente concentrado trabajando, no es consciente del esfuerzo que está poniendo en la tarea y ese esfuerzo se ve compensado por la satisfacción del gozo de aprender. El esfuerzo es, de alguna forma, placentero. Para Montessori, la actividad espontánea y la concentración son los secretos para la resistencia a la fatiga y la disciplina interna es una condición previa al ejercicio de la libertad que permite al niño experimentar esa irresistible inclinación para aprender.

En definitiva, sería bueno que los autoproclamados expertos en la pedagogía montessoriana vuelvan a los textos originales de la autora. Todos podemos estar o no de acuerdo total o parcialmente con su propuesta, pero si pretendemos hablar en su nombre o en el de su método, más nos vale hacerlo de forma responsable. Porque no se puede “aprender” sobre Montessori “jugando” a ser experto sobre ella.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/03/18/mamas_papas/1552896695_886326.html

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Aprender de Greta Thunberg

Por: Josep M. Puig

El movimiento ‘Fridays for Future’ invita a recordar un libro de la antropóloga Margaret Mead publicado los años setenta ( ‘Cultura y compromiso’); allí la autora afirmaba que hay momentos en que la sociedad debe aprender de los jóvenes, momentos que ellos crean y transmiten a los adultos la novedad.

El movimiento #FridaysforFuture invita a recordar un libro de la antropóloga Margaret Mead publicado en los años setenta, Cultura y compromiso. Allí la autora afirmaba que hay momentos en que la sociedad debe aprender de los jóvenes, momentos en que ellos crean y transmiten a los adultos lo nuevo.

El libro, en realidad, habla de tres tipos de cultura. Las culturas postfigurativas, propias de sociedades tradicionales de cambio lento; son aquellas en que los adultos saben qué conocimientos transmitir a los jóvenes y qué valores inculcarles. El pasado y la experiencia de los adultos se impone sobre las generaciones jóvenes y reproduce las formas de vida de siempre. Ya no estamos en este modelo.

Las culturas configurativas, propias de las sociedades modernas, centran su atención en el presente. La finalidad no es repetir el pasado, sino adaptarse a la actualidad, siempre cambiante y en movimiento. Es una preparación para asimilar las novedades, una formación que quiere jóvenes flexibles y plásticos. Un paso adelante que, sin embargo, hoy resulta insuficiente para enfrentarse al final de etapa en que nos encontramos. No basta con vivir el presente, ni ver llegar el mañana, hace falta imaginar proactivamente un futuro diferente.

Esto es lo que ocurre en los momentos culturales prefigurativos, momentos en que lo establecido –el pasado y el presente– es tan inútil que se precisa un cambio de rumbo. En estas situaciones, los adultos tienen dificultades para orientarse y enseñar lo que todavía no existe. Suelen ser los jóvenes quienes adoptan nuevas formas, establecen nuevas costumbres, imaginan nuevas soluciones y, en definitiva, abren el futuro. Margaret Mead escribía esto después del mayo del 68, habiendo observado la eclosión de otra manera de vivir protagonizada por los jóvenes.

Hoy los jóvenes en todo Europa están diciendo que así no es posible, que no se puede seguir y que hay que hacer alguna cosa ya. Están abriendo las puertas del futuro. ¿Qué podemos hacer los que no somos jóvenes y, en especial, el profesorado? La tesis de Mead prevé que no vamos a ser los inventores del futuro, lo podemos aceptar, pero no debemos quedarnos quietos y sin hacer nada. Podemos reconocer que el principal reto de la educación es liberar las fuerzas imaginativas de los jóvenes y confiarles la tarea de participar en la construcción de formas de vida que sustituyan a las obsoletas que nos han llevado hasta la crisis actual. Quizás no idearemos el futuro, pero podemos hacer mucho para que la educación sea un proceso de invención de lo que está por venir.

Si la educación quiere dar protagonismo a los jóvenes e invitarles a pensar el futuro debe proponer prácticas que concreten estas ideas. Cada centro y cada equipo docente sabrá lo que es mejor para su alumnado, pero la familia de prácticas que vinculan la investigación y el estudio con el servicio a la comunidad son una modalidad excelente para activar la creatividad y el compromiso. En primaria los proyectos que culminan con una intervención en el entorno, las actividades de aprendizaje servicio tan apropiadas para la secundaria, las propuestas universales de la ciencia ciudadana, los trabajos del final del bachillerato y las investigaciones universitarias de final de grado y de máster son magníficas oportunidades para pensar y para hacer el futuro. Por qué no imaginar una campaña que promueva que este tipo de trabajos traten temas urgentes, temas como el cambio climático. Nuestros centros de primaria, secundaria y universidad permitirían a los jóvenes activar su creatividad y su compromiso en busca de un futuro que nos salve.

Pongamos un ejemplo, tan solo uno, para acabar. El proyecto plástico cero invita a recoger datos sobre partículas de plástico presentes en la arena de las playas y enviarlos a grupos de investigación que trabajan en el diagnóstico de la situación. Nuestros alumnos además de contribuir con sus datos al éxito de tales investigaciones, pueden difundir los conocimientos que hayan adquirido entre sus compañeros de los centros educativos vecinos, incluso pueden hacerlo en las radios y televisiones locales o donde se les ocurra. Finalmente, también pueden poner en marcha acciones concretas para reducir el uso de plásticos en su entorno próximo. Las posibilidades son infinitas. No sé si a los mayores nos quedan neuronas para imaginar el futuro, alguna quedará, pero nos quedan de sobra para conseguir una educación que impulse la creatividad y el compromiso de los jóvenes.

Fuente e imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/convivenciayeducacionenvalores/2019/03/19/aprender-de-greta-thunberg/

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Tanzania y el tirón de la educación sexual ‘online’

África/Tanzania/20 Marzo 2019/Fuente: El país

Asha y Fatma Abbas tienen 18 años y son las creadoras de Aurateen, una página web que permite a los adolescentes pedir consejos de forma anónima sobre sexo, drogas y alcohol, rompiendo algunos de los tabúes más arraigados en Tanzania

Fatma, Gloria y Grace llevan mirándose a los ojos más de una hora, esperando a encender el ordenador. Las caídas de corriente y los cortes de energía son bastante comunes en Ukonga Majumbasita, un barrio surgido de manera espontánea a los lados de la carretera que lleva desde el aeropuerto al centro de Dar es Salaam, la capital administrativa de Tanzania. Aquí los niños corren por calles sin pavimentar, en medio a casas en ruinas.

“¿Cómo puedo saber si estoy embarazada? Esta es la pregunta que hacen más a menudo”, cuenta Fatma Abbas, de 18 años y viste un hiyab maculado que destaca sus grandes ojos negros. Ella es la responsable de Aurateen, una comunidad digital donde los usuarios pueden hacer preguntas de forma anónima sobre relaciones sentimentales, sexo o el uso y abuso de alcohol y drogas. Hoy, Fatma ha quedado con otras dos voluntarias que moderarán las solicitudes que llegan a la página web. Si la electricidad no regresa rápidamente, el internauta Crespo no descubrirá qué síntomas pueden revelar un embarazo de riesgo y Empathy no sabrá qué hacer si le diagnostican el VIH.

Aurateen funciona de manera similar a los conocidos Yahoo answers o ASKfm. Cualquier usuario puede registrarse en la web y, luego, enviar una pregunta. Si uno de los trabajadores sociales que colaboran con la página está en línea, el solicitante recibirá inmediatamente su respuesta.

La idea nació de las mentes de Asha y Fatma Abbas, dos gemelas de 16 años iguales a muchas otras chicas que habitan en esta multicultural ciudad tanzana: familia musulmana, cuatro hermanos menores, amistades de todo tipo y centradas en estudiar. Su tranquila normalidad se quebró el día que una amiga confió a Asha que estaba embarazada y tenía que abandonar la escuela.

De sida y sexualidad no se habla

«¿Por qué mis compañeros tomaban ciertos riesgos?», se preguntaba Asha. “Ver qué pasa algo así a gente como yo me hizo darme cuenta de que no sabíamos cómo protegernos”. Los embarazos adolescentes no son un fenómeno aislado en el país, ya que una de cada cuatro chicas de entre 15 y 19 años ha dado a luz o está esperando un bebé. Además, las Naciones Unidas estiman que alrededor de 170,000 tanzanos de entre 15 y 24 años viven con el VIH, y la encuesta AIDS Indicator Survey revela que en 2012 más de la mitad de los adolescentes no sabía cómo prevenir el contagio.

Cuando descubrió los datos, Asha se asombró: nunca había hablado de estos temas con nadie. “Los padres deberían ser las personas más cercanas que tenemos en el mundo, pero para ellos no es apropiado abordar ciertos asuntos», dice. En una sociedad aún muy tradicional, la sexualidad, las relaciones y las drogas son tabúes absolutos. “Ni siquiera hablamos entre nosotros”.

Al mismo tiempo, Fatma convenció su hermana para que asistiera a un curso de informática dirigido específicamente a mujeres adolescentes. “Hoy en día todo es digital, y por lo tanto una mujer con estas capacidades puede ser independiente y hacer que su voz sea oída”, dice Carolyne Ekyarisiima, investigadora de tecnologías de la información y fundadora de Apps and girls, la asociación que organizó el laboratorio. La iniciativa comenzó en 2013, cuando Ekyarisiima instaló en el salón de su casa unos viejos ordenadores para sus alumnos. “Empecé a enseñar rudimentos de programación a las chicas porque me di cuenta de que a menudo me encontraba con que en clase solo había hombres.”

Hoy en día, su organización está presente en 24 escuelas de la capital para ofrecer a las estudiantes interesadas la posibilidad de desarrollar su propio proyecto de empresa emergente. Exactamente como pasó a las gemelas Abbas con Aurateen.

“Ya que los adolescentes pasamos tanto tiempo en las redes sociales, pensé en crear mi propio foro en el que pudiéramos hablar. Internet puede tener un impacto positivo para las personas», cuenta Asha.

El proyecto cambió la vida de las dos gemelas y las convenció de que la tecnología puede representar una solución efectiva a los problemas de su comunidad. Hoy Aurateen tiene 16.590 usuarios y un equipo de 15 voluntarios. Gracias a su idea, Asha ha sido incluida por la organización Internet Society (ICON) entre los 25 jóvenes menores de 25 años que están innovando en la web, y ha sido reclutada en la Academia de Liderazgo Africano en Sudáfrica. Desde entonces, Fatma se encarga de la gestión diaria de Aura Teen y de otra empresa emergente, Matokeo Live, una aplicación para el móvil que permite a los padres monitorear los resultados de sus hijos en la escuela.

La tecnología sola no es suficiente

La flecha del ratón corre rápidamente entre las preguntas que aún están pendientes de ser respondidas. Fatma ha esperado dos horas para que volviera la electricidad y ahora tiene que acabar con el trabajo pendiente. Los adolescentes tienen poca paciencia, y la página está asediada por correo basura y publicidad.

Como en cualquier red social, los usuarios pueden añadir su opinión y contestar a las consultas. “Pero yo tengo la responsabilidad de aprobar todas las respuestas,” clarifica Fatma, consciente de los peligros que el anonimato puede reservar, especialmente cuando se trata de temas de salud.

Aunque las hermanas sigan creyendo en las posibilidades de cambio ofrecidas por la tecnología, hoy se dan cuenta de que, en un país donde solo un 16% de la población accede regularmente al web, esta no puede ser la panacea para todos los males. “Tenemos que llevar Aurateen fuera de Internet”, dice Asha con firmeza. Así que volvieron en las escuelas y organizaron los primeros seminarios de formación.

El siguiente paso será recaudar fondos para hacer el proyecto económicamente sostenible y alcanzar a quienes viven fuera de las grandes ciudades. “Queremos producir y vender compresas reutilizables”, explica Asha. “Las adolescentes de áreas rurales a menudo no asisten a la escuela porque, durante la menstruación, no tienen acceso a tampones o estos son demasiado caros”. En un país donde solo poco más de la mitad de las niñas prosigue con sus estudios después de terminar la escuela primaria, la educación puede ser una tecnología aún más poderosa que Internet.

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Educación, Sindic, municipios y comunidad educativa firman el Pacto contra la Segregación Escolar

Por: Víctor Saura

No derivar matrícula viva en los centros de alta complejidad; dotar a estos centros de los mejores profesores, programas e instalaciones; asegurar la gratuidad de la escuela, también en la concertada; nuevos métodos para la admisión del alumnado; compartir buenas prácticas … estas son algunas de las 189 medidas que contempla el Pacto contra la Segregación Escolar, que hoy se firma el Parlamento.

Esta mañana el Parlamento de Cataluña vive la firma del Pacto contra la Segregación Escolar, con el que hace dos años que trabaja el Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo catalán), institución que desde 2008 ha elaborado tres informes sobre una cuestión que sitúa como el principal problema del sistema educativo catalán. Entre las medidas más destacadas que incorpora el Pacto existe el compromiso por parte de la administración educativa de no derivar la matrícula viva hacia los centros de alta o máxima complejidad, la lucha contra el fraude (familias que cambian el empadronamiento de los niños para poder optar a escuelas que no les tocan por zona), la gratuidad real de las plazas escolares en todo el sistema (con especial atención a las cuotas voluntarias que cobra la concertada y algunas públicas), nuevas formas para programar la oferta de plazas y la gestión del proceso de admisión del alumnado, e intentar que los centros más desfavorecidos tengan el mejor profesorado, unas instalaciones en condiciones y una oferta educativa especialmente atractiva.

Después de meses y meses de reuniones, conversaciones y negociaciones, el Pacto incorpora treinta actuaciones y 189 medidas concretas que han sido acordadas por las entidades firmantes, que son el Departamento de Educación, el Síndic de Greuges, casi todos los ayuntamientos de más de 10.000 habitantes (empezando por el de Barcelona), la Asociación Catalana de Municipios, la Federación de Municipios de Cataluña, y las patronales de la escuela concertada (Agrupación Escolar Catalana, Asociación de Profesionales de Servicios Educativos de Cataluña, Confederación de Centros Autónomos de Enseñanza de Cataluña, Federación Catalana de Centros de Enseñanza y Fundación Escuela Cristiana de Cataluña). El pacto se debe implementar a lo largo de cuatro años. Una parte de las medidas requieren un incremento sustancial del presupuesto en educación (se parte de la necesidad de incrementarlo al 6% del PIB, como dice la Ley de Educación de Cataluña), por lo que serán las que tardarán más en ponerse en marcha. Las primeras son aquellas que no necesitan recursos adicionales.

Además de los firmantes del pacto, hay una serie de entidades de la comunidad educativa que han sido invitadas a adherirse, y que pasan a formar parte de su comisión de seguimiento, coordinada por el Síndic y que está previsto que se reúna cada seis meses. Entre estas, la Asociación de Directivos de la Educación Pública en Cataluña (AXIA), la Asociación de Inspectores de Educación, el Colegio Oficial de Doctores y Licenciados, el Colegio de Pedagogos, Rosa Sensat, la FMRPC, los sindicatos CCOO, UGT y USOC, las entidades de familias CCAPAC, FAPAES, FAPEL y el Colectivo de Escuelas contra la Segregación (un grupo de AMPA de FAPAC de centros de alta complejidad), la Plataforma de infancia de Cataluña (PINCAT), la Mesa por la infancia y la Adolescencia, entre otros, así como los grupos parlamentarios de Junts per Catalunya, ERC, Socialistas y Catalunya en Comú.

Los que no firman: USTEC, FAPAC, CUP, CS y PP

Entre las entidades de la comunidad educativa que se han desmarcado del pacto, las más destacadas son el sindicato con más representatividad entre los docentes (USTEC) y la federación de familias más numerosa (FAPAC). En ambos casos se niegan a avalar un pacto que no proponga la supresión de los conciertos y que, por el contrario, algunas medidas vayan en la dirección de fortalecerlos (el Pacto prevé más dotación económica para aquellas concertadas que acojan más alumnado socialmente desfavorecido). Desde el Síndic afirman que el pacto sólo puede partir del ordenamiento jurídico vigente, y que las medidas que suscitan la crítica de estas entidades lo que intentan es que los centros con menor corresponsabilidad en la lucha contra la segregación den un paso hacia una mayor corresponsabilidad.

Aparte, tampoco los grupos parlamentarios de la CUP, Ciutadans y el PP han querido sumar al Pacto y, por tanto, como USTEC y FAPAC, no formarán parte de su comisión de seguimiento. En el caso de la CUP, ha justificado su rechazo porque entiende que el Pacto legitima la doble red educativa público-privada e, incluso, supone un “rescate encubierto” de la escuela concertada. Y los 121 municipios que hay en Cataluña con más de 10.000 habitantes sólo ha habido dos que también han rechazado firmar el Pacto: Esplugues de Llobregat y Mont-Roig del Camp.


Las 30 actuaciones

Estas son las 30 actuaciones que contiene el Pacto y que las entidades firmantes desarrollarán en los próximos cuatro años, con una síntesis de las medidas incluidas en cada uno de los apartados.

Actuación 1 – Nuevo decreto de admisión de alumnado.

Aparte de las dos medidas que se han tomado en el decreto de este año (anulación de los puntos por los alumnos con enfermedad digestiva crónica y por hermanos exalumnos) se prevé que en el decreto del curso próximo se tomarán muchas más que vayan encaminadas, sobre todo, a hacer cumplir la reserva de dos plazas para alumnos con necesidades educativas por cada grupo clase (algunos centros no las llenan, otros tienen muchos más); introducir exigencias de transparencia (como obligar a publicar las cuotas que aplican centros públicos y concertados); introducir medidas para combatir el fraude (como obligar a los niños con un empadronamiento reciente a aportar más pruebas para acreditar el criterio de proximidad al centro); así como activar las oficinas electrónicas de preinscripción, o reactivar y dar más poder a las comisiones de garantías de admisión, oficinas municipales de escolarización (OME) y mesas mixtas de planificación, todo ello con el fin de garantizar una “escolarización equilibrada del alumnado”.

Actuación 2 – Comisiones de estudio de buenas prácticas para combatir la segregación en diferentes ámbitos

En este punto el Pacto prevé la creación de comisiones de estudio que analicen diversos aspectos relacionados con la segregación. De estas comisiones, las dos más inmediatas serían la que se crearía para estudiar buenas prácticas en regímenes de admisión de alumnado (municipios o territorios que han logrado una distribución equitativa del alumnado socialmente desfavorecido), y otra para analizar medidas efectivas de lucha contra la segregación escolar en municipios o barrios con una fuerte segregación residencial. También se proponen comisiones de estudio sobre la segregación en el ocio, segregación de alumnado con necesidades educativas de apoyo especial, o segregación relacionada con los proyectos educativos de centro. En la primera de las comisiones una de las cosas que se analizarán es si sería viable o efectivo que en los criterios de admisión se introduzcan cuotas o reserva de plazas según la renta o el nivel de formación de los progenitores de los alumnos.

Actuación 3 – Orientaciones en la programación escolar: oferta, adscripciones, zonificación, y ampliaciones y reducciones de ratio, de grupos y de centros.

En este punto el Pacto pretende la implicación, alineamiento y coordinación de todos los actores que actúan en el territorio (centros, inspección, servicios municipales, etc.) con respecto a la planificación de la oferta. Se trata de revisar el modelo de zonificación escolar para los centros públicos que aplica cada territorio, asegurar que la zonificación sirve para combatir la segregación (y no para dejar contentas las familias de clase media) y, si se considera, ensayar modelos que han dado buenos resultados en otros territorios. El Pacto se compromete a evitar las situaciones de sobreoferta o el favorecimiento de movimientos en la demanda, y propone también evitar las ampliaciones de ratio o, al revés, aplicar reducciones de ratio en la oferta inicial para no caer en sobreoferta de plazas. También se propone valorar la integración de centros públicos con segregación con otras con una composición social más favorecida, o incluso cerrar o refundar centros públicos guetizados.

Actuación 4 – Criterios en la gestión de las solicitudes

En este caso son orientaciones de buenas prácticas dirigidos a las OME y las comisiones de garantías de admisión, como por ejemplo: sólo usar ampliaciones de ratio para fomentar la escolarización equilibrada del alumnado; no hacer derivaciones de centros en el caso de alumnos con dificultades de escolarización en un centro con elevada concentración de problemáticas sociales aunque haya vacantes, y en general evitar la movilidad de alumnado entre centros ordinarios para déficits de rendimiento escolar; no derivar matrícula viva a centros de alta / máxima complejidad; promover que las familias con niños a guarderías conozcan (sin los prejuicios que corren por radio macuto) los centros de infantil y primaria con déficit de demanda; o intentar evitar la tendencia a escolarizar en centros de educación especial, en una proporción más elevada que la habitual, al alumnado con necesidades educativas especiales y socialmente desfavorecido (es decir, los alumnos con discapacidad de origen extranjero).

Actuación 5 – Protocolo de actuación ante indicios de irregularidad en el proceso de admisión de alumnado

El pacto incluye la necesidad de que ayuntamientos y Departamento implementen medidas para prevenir y detectar el fraude con los puntos por proximidad del proceso de preinscripciones escolares. Por ejemplo, ser mucho más diligente ante cualquier denuncia o activar alertas sobre los alumnos que cambian de empadronamiento cuando se ha terminado el proceso.

Actuación 6 – Diseño del modelo de intervención de los dispositivos para el fomento de la escolarización equilibrada de alumnado en el territorio

Este punto se refiere a la creación jurídica y definición de las funciones de los dispositivos que deben promover la escolarización equilibrada, como los omitidos, mesas mixtas de planificación o comisiones de garantías de admisión, así como garantizar su financiación suficiente.

Actuación 7 – Orientaciones y planes de zona para la escolarización equilibrada del alumnado gitano

Entre las medidas previstas está la creación de una comisión de estudio de esta problemática específica y la creación de planes de zona para fomentar la escolarización equilibrada del alumnado gitano, así como incrementar el apoyo a aquellos centros con una elevada concentración de este alumnado para dar una respuesta especializada a sus necesidades educativas.

Actuación 8 – Protocolo para el uso de la reserva de plazas con necesidades educativas específicas

Entre las medidas previstas está la ampliación de supuestos para que un alumno tenga la consideración de NEE, la definición de procedimientos para la detección activa de estas necesidades de apoyo educativo antes y después del proceso de preinscripciones, y garantizar la dotación suficiente de profesionales de EAP y servicios sociales, así como su coordinación con las OME o las otras instancias implicadas en los procesos de admisión (muy a menudo lo que ocurre es que quien acaba detectando el alumno con NEE es el maestro, cuando este alumno ya está en el centro sin ocupar plaza de NEE).

Actuación 9 – Implementación del protocolo a escala local para el uso de la reserva de plazas con necesidades educativas específicas

Este protocolo lo han de promover el Departamento y las entidades municipalistas a partir de enero de 2020.

Actuación 10 – Acuerdos o pactos locales entre centros dentro de una misma zona o municipio para la escolarización equilibrada del alumnado

Acuerdos de este estilo ya funcionan en algunos municipios catalanes. El Pacto prevé que el Departamento y los ayuntamientos vayan saliendo adelante más acuerdos entre centros de un mismo municipio.

Actuación 11 – Campañas de sensibilización

Se prevé la realización de estas campañas dirigidas a las familias para reforzar la percepción de calidad de los centros que tienen una demanda más débil.

Actuación 12 – Incorporación de buenas prácticas en las instrucciones de inicio de curso del Departamento de Educación a los centros públicos y concertados

Entre las buenas prácticas que prevé el Pacto se habla de velar porque en la información que los centros transmiten (puertas abiertas, redes sociales, dípticos informativos) se dé una imagen positiva de todos los centros que forman parte del Servicio de Educación de Cataluña y no estén orientadas a atraer a un determinado perfil social de familias. Otra buena práctica que deben incluir las instrucciones de inicio del curso es que los centros públicos y concertados informen sobre el régimen legal de cuotas, especialmente de su carácter voluntario, los posibles conceptos afectados por el cobro de cuotas, y de la imposibilidad de cobrar cuotas para recibir actividades lectivas (como la sexta hora en la concertada).

Actuación 13 – Regulación de la difusión de los resultados del centro

El pacto prevé la aprobación de un decreto que desarrolle el artículo 184.1.c de la LEC sobre el uso reservado de la información sobre la evaluación general del sistema. Este decreto debe prohibir explícitamente la difusión de los resultados del centro en las pruebas de evaluación externas así como determinar quién puede y quién no puede tener acceso a esta información.

Actuación 14 – Elaboración y difusión de un sistema de indicadores sobre equidad

El pacto prevé la elaboración y publicación de un sistema de indicadores sobre equidad en el sistema educativo que se actualice periódicamente. Este sistema de indicadores debe estar totalmente definido en junio de 2020. Al final del pacto hay una propuesta de los indicadores, cuantitativos y cualitativos, que serán fundamentales para la tarea que tiene que hacer la comisión de seguimiento.

Actuación 15 – Comisión de estudio del coste de la plaza escolar

Actuación 16 – Adecuación de la financiación pública de los centros públicos y garantías de gratuidad de la enseñanza y de corresponsabilidad en la escolarización equilibrada del alumnado.

Actuación 17 – Adecuación de la financiación pública de los centros concertados con garantías de gratuidad de la enseñanza y de corresponsabilidad en la escolarización equilibrada de alumnado: conciertos, contratos programas y ayudas

El Pacto quiere “avanzar hacia la gratuidad real” y evitar que las familias sigan compensando la infrafinanciación del sistema. Estas actuaciones, pues, incluyen medidas que van dirigidas a asegurar esta gratuidad de la plaza escolar y que los centros (sobre todo por los concertados, pero también por algunos públicos) no introduzcan pagos por actividades o servicios complementarios (como sería el transporte escolar o las colonias) que fuerzan a un determinado tipo de familia a renunciar de entrada a escolarizar a su hijo en ese centro. O que ningún alumno con dificultad de sufragar el coste de una actividad complementaria quede excluido. Por ello insta a la convocatoria de ayudas, que ya están previstos por la LEC.

Actuación 18 – Supervisión del cumplimiento de las obligaciones derivadas del Servicio de Educación de Cataluña

En este caso se trata de garantizar que se cumple este principio de gratuidad y de adoptar las medidas disciplinarias oportunas en caso de incumplimiento. En definitiva, el compromiso de aplicar un régimen sancionador que ya existe y que no siempre se aplica.

Actuación 19 – Incorporación de directrices sobre el pago de cuotas en las instrucciones de inicio de curso del Departamento de Educación a los centros públicos

Actuación 20 – Incorporación de directrices sobre el pago de cuotas en las instrucciones de inicio de curso del Departamento de Educación a los centros concertados

Las instrucciones de inicio de curso deben dejar claro que las familias deben estar informadas de que sus aportaciones son voluntarias, o que no se autoriza la financiación de ninguna actividad lectiva por parte de familias ni asociaciones de familias, que el centro está obligado a informar a la inspección de aquellos alumnos que no participan en las actividades complementarias y el porqué, etc. En el caso de los concertados se añaden otros aspectos como no autorizar cuotas para actividades complementarias cuando sean superiores a su coste real, o establecer criterios para autorizar las cuantías máximas que los centros pueden percibir de las familias.

Actuación 21 – Convocatoria de ayudas para libros de texto, material escolar y salidas (centros públicos y concertados)

Actuación 22 – Convocatoria de ayudas para las salidas y colonias escolares y las actividades extraescolares

Ambos puntos inciden en la creación de líneas de subvenciones y ayudas para asegurar la no exclusión por razones económicas con respecto a la compra de libros de texto y material escolar, y en las salidas y colonias escolares, e incluso que se creen becas para las actividades extraescolares. Una realidad que todo el mundo conoce es que los niños de los centros situados en entornos desfavorecidos hacen muchas menos salidas y colonias que el resto del alumnado, por lo que el Pacto trata de buscar mecanismos para evitar esta desigualdad. A la vez, tanto estos futuros ayudas, como los de la actuación 17, quieren reconocer también aquellos centros concertados que están haciendo un mayor esfuerzo de corresponsabilidad, que mediante estas convocatorias verían incrementadas las aportaciones públicas a su financiación.

Actuación 23 – Garantías de igualdad en el acceso al servicio de comedor escolar (centros públicos y concertados)

Entre otras, se contemplan medidas como garantizar que los centros no incumplan el precio máximo del servicio de comedor, que el alumnado en centros concertados con el 100% de beca no paguen efectivamente nada, o promover que los institutos de secundaria que no hacen clase por la tarde ofrezcan de todos modos el servicio de comedor escolar.

Actuación 24 – Definición de proyectos educativos comprometidos con la equidad del sistema educativo

El Pacto propone promover que los proyectos educativos de centro y los proyectos de dirección de centros públicos incorporen la equidad y la lucha contra la segregación escolar como aspecto sustancial, y que por tanto se comprometan con la inclusión de la realidad social de su entorno . Esto va para todos, pero muy especialmente para aquellos centros públicos socialmente favorecidos que se encuentran en zonas con segregación escolar.

Actuación 25 – Consolidación de los itinerarios de primaria a secundaria en el sector público

El Pacto considera positivo el sistema de adscripciones de escuelas de primaria a institutos de secundaria, como mecanismo para conseguir que allí donde no hay segregación en la primaria tampoco aparezca en la secundaria. Por ello propone consolidar estos itinerarios, fomentando el trabajo compartido entre escuelas e institutos, estudiando el impacto de las secciones de instituto dentro escuelas de primaria y de los institutos-escuela, y también analizar un fenómeno que ya hace tiempo que se conoce: el hecho de que en el paso de la primaria a la secundaria hay una parte del alumnado que pasa de la pública a la concertada.

Actuación 26 – Desarrollo de los proyectos educativos de los centros con una composición social desfavorecida

En este punto se hablan de medidas para ayudar a los centros segregados a fortalecer sus proyectos educativos en los ámbitos del aprendizaje de lenguas extranjeras, tecnología, ciencias, artes o educación en valores, así como implementar programas de desegregación (como serían los proyectos Magnet) o promover con los ayuntamientos actuaciones relacionadas con las actividades extraescolares o de acogida de mañana y tarde de los centros públicos.

Actuación 27 – Dirección y dotación de plantillas en los centros con una composición social desfavorecida

El Pacto también intenta promover que los mejores profesores estén en los centros con más complejidad, a través de mecanismos de incentivos. Estos centros deben tener un incremento en la dotación de plantillas y se debe velar especialmente para que los equipos directivos estén bien formados y hayan claustros cohesionados, y formados por profesores que han elegido voluntariamente este destino. Lo que suele ocurrir en estos centros es que las plantillas son poco estables.

Actuación 28 – Construcción y reforma de los centros públicos con una composición social desfavorecida

El Pacto aboga por identificar los centros públicos segregados con carencias de infraestructuras y dar prioridad a estas inversiones.

Actuación 29 – Adecuación de los planes educativos de entorno como instrumento contra la segregación escolar

El Pacto prevé que todos los centros de alta complejidad entren en algún plan educativo de entorno, a fin de fortalecer su vinculación con el entorno, así como la dinamización de las asociaciones de familias de estos centros, que normalmente cuentan con muy poca participación.

Actuación 30 – Programa de educación intercultural

El Pacto también prevé el desarrollo de un programa de educación intercultural, a fin de promover entre el alumnado los valores de la solidaridad, diversidad, respeto e igualdad. Otra medida de este punto sería estudiar la inclusión de la competencia intercultural en el currículo escolar.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/03/18/educacion-sindic-municipios-y-comunidad-educativa-firman-el-pacto-contra-la-segregacion-escolar/

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Los niños se hacen cargo del mundo

Por: Eliane Brum

La lucha contra el calentamiento global la lideran hoy niñas de varios países del mundo. La mayoría son estudiantes de secundaria. Mujeres muy jóvenes que traen un nuevo espíritu del tiempo a un mundo sin tiempo, en el que solo se tienen 12 años para intentar impedir que el planeta se caliente más de 1,5 grados centígrados y el futuro próximo sea una vida muy mala para todos, imposible para los más pobres y los más frágiles. Jóvenes mujeres con mucho pánico porque los padres y los abuelos se han cargado el planeta en el que van a vivir y se comportan como mimados y egoístas que solo hacen lo que quieren sin preocuparse de las consecuencias, ni siquiera para sus propios hijos y nietos. Una parte de la especie humana ha llegado a tal nivel de individualismo que ni siquiera protege a la prole en lo que es fundamental, y el presente se convierte en absoluto. De repente, los jóvenes se han dado cuenta de que la supervivencia está comprobadamente amenazada y los gobernantes están jugando en Twitter.

Lo que empuja este movimiento de niños y adolescentes es que han entendido que los adultos no son adultos. Es lo que han dicho: “Ya que nuestros líderes se comportan como niños, tendremos que asumir la responsabilidad que ellos deberían haber asumido hace mucho tiempo”, afirmó la sueca Greta Thunberg en diciembre, durante la Cumbre del Clima, realizada en Polonia.

Solo tenía 15 años cuando, en agosto de 2018, decidió saltarse las clases de los viernes para plantarse ante el parlamento de Estocolmo con el objetivo de transmitir el siguiente recado: “Estoy haciendo esto porque a vosotros, adultos, os importa una mierda mi futuro”. Desde entonces, Greta, una niña de cara redonda con trenzas que le flanquean los mofletes, se ha convertido en una referencia internacional en la lucha contra el calentamiento global y ha inspirado movimientos de estudiantes en varios países. El 15 de marzo planean hacer una huelga global por el clima.

La novísima generación de humanos ha tenido la extrema mala suerte de nacer en un momento histórico en el que sus padres no consiguen lidiar con la cuestión del tiempo. Los adultos actuales han crecido bombardeados por el imperativo del consumo que prometía el placer inmediato reiniciado en cada acto de compra, en un looping infinito. El tiempo ha pasado a ser un presente extendido. Todo lo que existe es el ahora, que hay que exprimir al máximo. Es este el mundo en que los ciudadanos se han convertido en consumidores. Es este el funcionamiento de los adultos actuales en un momento histórico en que el calentamiento global, comprobadamente provocado por la acción humana, si no se detiene, cambiará la cara del planeta.

Cuando los científicos del clima más respetados alertan que queda poco más de una década para evitar que la Tierra se convierta en un planeta hostil para nuestra especie, que hay que cambiar los patrones de consumo ya y, principalmente, presionar a los líderes para que tomen medidas más que urgentes, la reacción parece ser la de seguir manteniendo el presente activo, incapaces de enfrentar una idea de futuro que no esté determinada por renovaciones del acto de consumo en el pacto capitalista del presente continuo.

Los muy jóvenes se han dado cuenta de que la época en que los niños hacen solo lo que quieren debido a unos padres que tienen problemas para educar y poner límites empieza a dar lugar a la época en que los niños se dan cuenta de que los padres hacen solo lo que ellos quieren porque son incapaces de aceptar que sea necesario tener límites. Incluso límites muy pequeños, como, por ejemplo, reducir el consumo de carne a solo una vez por semana, ya que la ganadería es una de las principales causas del calentamiento global. O dejar el coche en casa y utilizar el transporte público o la bicicleta. O reciclar la ropa. Hay a quien le da pereza incluso responsabilizarse por la basura que produce.

“Todos creen que podemos resolver la crisis (climática) sin esfuerzo ni sacrificio”, escribió Greta Thunberg en uno de sus artículos. Con solo 16 años, demuestra la lucidez que les falta a la mayoría de los líderes mundiales. Este es un punto importante del movimiento de los estudiantes por el clima. A pesar de señalar la dificultad que tienen los adultos para cambiar su vida cotidiana, al igual que sus elecciones y la relación fundamental con el tiempo, los niños y adolescentes saben que esta transformación no puede reducirse solo a la decisión de cada individuo. Los estudiantes han concentrado su presión sobre las autoridades de cada país. Esos líderes son los que tienen poder para frenar las grandes corporaciones, multar a los contaminadores, determinar políticas capaces de interrumpir la escalada de destrucción.

No faltan estudios que muestran lo que hay que hacer para evitar que el calentamiento global sobrepase los 1,5 grados centígrados, condenando a millones de personas al hambre y la miseria y barriendo del planeta maravillas vivas como los corales. Falta hacer lo que tiene que hacerse, y también cumplir los acuerdos ya existentes. Si los avances a escala global ya eran difíciles antes, la reciente ascensión de líderes de extrema derecha en países estratégicos, como Donald Trump y Jair Bolsonaro, hacen que la situación sea desesperante.

También esta es una característica de la novísima generación que sale a la calle por el clima. Son niños y adolescentes, pero no son ingenuos. En enero, en el Foro de Davos, en Suiza, Greta tampoco midió sus palabras al dirigirse al público, compuesto por la élite económica global: “Algunas personas, algunas empresas, algunos tomadores de decisiones en particular, saben exactamente qué valores inestimables se han sacrificado para seguir ganando cuantías inimaginables de dinero. Y creo que muchos de ustedes que están hoy aquí pertenecen a este grupo de personas”.

Lo que los niños y adolescentes de este movimiento creciente dicen es que, si quieren tener dónde vivir, tendrán que hacerse cargo del mundo. Para contar. Ya que los adultos que destruyen el planeta no los toman en cuenta.

Nunca ha habido nada parecido en la historia. En ninguna historia. Las crías intentan salvar el mundo que los especímenes adultos destruyen sistemáticamente. Más allá de los efectos concretos sobre el futuro de la humanidad, se necesitarán muchos años de estudio para entender los efectos de esta inversión sobre la forma de comprender el mundo y el lugar que ocupan los que serán adultos mañana. Pero, para ello, antes hay que tener un mañana.

Brasil es el país más biodiverso del planeta. Tiene en su territorio la mayor parte de la mayor selva tropical del mundo. Debería estar en la vanguardia del combate al calentamiento global y a la pérdida avasalladora de biodiversidad. Debería ocupar su lugar estratégico y ponerse en la vanguardia de todos los movimientos por el clima. Debería. Pero no lo está.

Y no lo está porque, después de gobiernos inconsecuentes y estúpidos ante la crisis climática, a la izquierda y a la derecha, el país tiene hoy un gobierno de extrema derecha que, además de ser inconsecuente y estúpido, también tiene a algunos alucinados. El gobierno militarizado de Jair Bolsonaro puede conducir a Brasil al abismo. Y, dada la importancia de la selva amazónica, arrastrar también al planeta.

Hay que ser muy claro en este momento y afirmar con todas las vocales y consonantes disponibles que una parte del gobierno de Bolsonaro está compuesta de gente que utiliza el poder de forma peligrosa. Gente que juega a la guerra. Gente que juega con armas. Gente con delirios de grandeza y deseo de destrucción. Gente que tiene tanto miedo de sus propios demonios que ve el diablo en todas partes, preferentemente en los demás. Gente que enaltece a torturadores, llama estadistas a dictadores y da medallas a milicianos.

Esta realidad ha hecho que el gobierno cada vez más militarizado de Bolsonaro —ya son ocho los militares en el primer escalón, sin contar el vicepresidente y el portavoz, y decenas contando los demás niveles, y suma y sigue…— genere una nueva anomalía en Brasil. Tras pasar por una dictadura de 21 años, en que los generales permitieron y/u ordenaron la tortura, el secuestro y el asesinato de civiles, muchos todavía desaparecidos, cada vez que se anuncia un nuevo general en el gobierno más gente siente alivio. La situación en Brasil ha llegado a un punto —y con tan solo dos meses de gobierno Bolsonaro— que cualquier persona con apariencia de adulto y áurea de autoridad genera alivio, aunque solo algunos meses atrás generase pánico en quienes siempre han defendido la democracia.

Hace unos días una amiga de izquierdas, con una historia familiar de represión en la dictadura, me contaba, asustada consigo misma, que se calmaba siempre que el general Hamilton Mourão, el vicepresidente del gobierno Bolsonaro, abría la boca. No se trata del tal síndrome de Estocolmo, sino de que el hecho de tener la seguridad de estar en manos de perversos, de adultos infantilizados, de un padre que deja que sus hijos jueguen a gobernar el país porque él también juega a gobernar el país ha vuelto la realidad muy aterradora. Como los generales, en general, dicen frases con sentido, además de sujeto, verbo y predicado, aunque sea un sentido del que se discrepa, incluso las personas críticas se han agarrado a estas briznas de cordura para poder dormir por las noches.

No hay que olvidar, sin embargo, una posibilidad y un hecho. Es posible que los generales tampoco estén durmiendo por las noches, pensando en cómo mantener la imagen de las Fuerzas Armadas a salvo en un gobierno en que Bolsonaro parece ser menos controlable de lo que creían, ya que ahora es demasiado tarde para disociar la imagen de las Fuerzas Armadas de la aventura arriesgadísima que es un gobierno Bolsonaro.

Es un hecho que la política desastrosa para la Amazonia adquirió un cuerpo y una cara justamente en el proyecto y la propaganda de la dictadura militar, en los años 70, cuando se destruyeron grandes extensiones y se diezmaron pueblos indígenas para abrir carreteras, construir hidroeléctricas e implantar grandes plantas de extracción. Ese mismo imaginario del “desierto verde” o de la “tierra sin hombres para hombres sin tierra”, dos grandes eslóganes de la dictadura que permanecen todavía hoy, en los que los pueblos de la selva no se consideran humanos, sigue guiando los discursos del gobierno Bolsonaro, íntimamente conectado con la agroindustria predatoria que pretende avanzar todavía más sobre la Amazonia.

El modo de operar poco familiarizado con la democracia de los militares se ha revelado, otra vez, en la preocupación por el encuentro que el papa Francisco realizará en el Vaticano, en octubre, para debatir sobre la Amazonia con 250 obispos. Como reveló la periodista Tânia Monteiro, en el periódico O Estado de S. Paulo, los militares del gobierno militarizado de Bolsonaro temen que el “clero progresista” de la Iglesia Católica pueda convertirse en una referencia de oposición y ocupe el vacío dejado por la incapacidad de articularse de la izquierda pos Partido de los Trabajadores.

Los militares han decidido actuar para impedir que las críticas al gobierno Bolsonaro lleguen a un foro internacional en el sínodo que debatirá durante 23 días la crisis climática provocada por la deforestación y las amenazas a los pueblos de la selva. Una de las acciones será intentar convencer al Gobierno italiano de que interceda con la Santa Sede para evitar ataques directos a la política ambiental y social del Gobierno brasileño durante el sínodo sobre la Amazonia.

Entre los temas del encuentro global, un asunto causa particular preocupación en un gobierno que pretende volver comerciables las tierras públicas de usufructo exclusivo de los indígenas: “El grito de los indígenas se parece al grito del pueblo de Dios en Egipto”. Según el periódico Estadão, el general Augusto Heleno, ministro jefe del Gabinete de Seguridad Institucional y supuestamente el adulto con más influencia sobre el chaval Bolsonaro, se ha descolgado con esta afirmación: “Estamos preocupados y queremos neutralizarlo”. Y con esta: “Creemos que es una interferencia en un asunto interno de Brasil”.

Como puede percibirse fácilmente, aunque los generales del gobierno militarizado de Bolsonaro demuestren capacidad cognitiva, lo cual es un alivio ante el panorama de indigencia intelectual del ministerio, sin duda están desconectados de los desafíos de la crisis climática. También demuestran creer que viven en un mundo que ya no existe. Parecen tan preocupados por borrar su intervención criminal en el pasado reciente que se han vuelto incapaces de ver el futuro que está justo delante.

La Amazonia es un asunto del planeta porque, siempre que Brasil destruye la selva, reduce las posibilidades de controlar el calentamiento global. Es tanto un asunto del mundo que Brasil recibe miles de millones de reales de Noruega y Alemania para mantener la selva en pie. Si no fuera por ese dinero, el año pasado ni siquiera se habrían podido llevar a cabo las actividades básicas de control del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables.

En un comunicado de prensa, el Gabinete de Seguridad Institucional, dirigido por el general Augusto Heleno, hizo una afirmación digna del famoso eslogan de la dictadura para la Amazonia, “Integrar para no entregar”: “Una parte de los temas del referido evento (Sínodo para la Amazonia) tratan de aspectos que afectan, en cierto modo, a la soberanía nacional. Por eso, reiteramos el entendimiento del GSI de que le corresponde a Brasil cuidar la Amazonia brasileña”. El planeta realmente espera que Brasil cuide la Amazonia, lo espera hace bastante tiempo. Los pueblos de la selva, que son quienes mejor la cuidan, en general en contra de los intereses de los diferentes gobiernos en el poder y a pesar de las sucesivas masacres, también esperan que Brasil decida cuidar la Amazonia.

Si el gobierno Bolsonaro quiere accionar la manipuladora “amenaza a la soberanía nacional”, esos “gringos que están invadiendo la Amazonia”, que pidan antes al presidente que prohíba la presencia de las corporaciones transnacionales en la Amazonia, al igual que los proyectos destructores. Puede empezar con la gigantesca explotación de oro de la empresa minera canadiense Belo Sun en la Vuelta Grande del Xingú, una catástrofe anunciada que tuvo como consultor al general Franklimberg Ribeiro de Freitas, hoy una vez más al frente de la Fundación Nacional del Indígena, en un evidente conflicto de intereses que, como de costumbre, ha sido ignorado. Los pueblos de la selva lo agradecerán. Los brasileños urbanos conscientes también.

Mientras en Brasil hay que debatir los destinos de la Amazonia a este nivel primario, como si todavía estuviéramos en el siglo XX, los estudiantes se organizan para luchar por el planeta, dando lecciones de civismo a gobernantes mucho mayores. En noviembre, 15.000 estudiantes australianos faltaron a clase para decir a las autoridades que era obligatorio combatir el calentamiento global. El primer ministro australiano, Scott Morrison, reaccionó mal: “Lo que queremos en las escuelas es más aprendizaje y menos activismo”. Algo que podemos imaginar que diga Bolsonaro con todavía peores palabras, quizás amenazando enviar a los estudiantes a la “punta de la playa”, como suele mencionar, refiriéndose al lugar clandestino donde se torturaba y se asesinaba a los opositores del régimen de excepción que él tanto exalta.

Los jóvenes australianos respondieron a su primer ministro con un cartel en las calles: “Dejaremos de ser activistas si vosotros dejáis de ser unos mierdas”. Las manifestaciones de estudiantes que exigen acciones de los adultos ante la crisis climática se han multiplicado, especialmente en Europa, llegando a tener decenas de miles de manifestantes en países como Bélgica, Holanda, Alemania, Suiza y Francia.

En el centro de las numerosas protestas de Bélgica está una adolescente de 17 años llamada Anuna De Wever. Inspirada en un vídeo grabado por Greta, en el que la sueca estimulaba a los estudiantes a hacer una huelga climática ante la inercia de los adultos, ella y su mejor amiga grabaron su propio vídeo. Como contó a BuzzFeed News, esperaban que se presentaran solo unas 20 personas a una protesta organizada a principios de enero. Fueron 3.000. Y las protestas han crecido semana tras semana, hasta movilizar a decenas de miles.

La ministra de Medio Ambiente de Bélgica mintió a los estudiantes y al país, afirmando que los servicios de inteligencia habían informado de que las protestas eran un complot para derribarla. Tuvo que reconocer la mentira y dimitir. A las autoridades desconcertadas, que intentaron justificar su incompetencia ante el mayor desafío global exigiendo a los manifestantes estudio y disciplina, los estudiantes respondieron con un cartel bien objetivo: “Haré mis deberes cuando tú hagas los tuyos”.

Cuando se afirma que el gobierno Bolsonaro es una vanguardia del atraso, es importante tener la dimensión de que la calidad de las luchas también determina —y mucho— la calidad del país. Desde hace varios años, en Brasil el debate no solo se bloquea, sino que se descalifica, que es otra forma de bloquearlo. La semana pasada, algunos profesores de escuelas de varios países se manifestaron por la falta de contenidos relacionados con la crisis climática, el tema que debería atravesar todos los demás también en las aulas. “Enseña la verdad”, decían los carteles. O: “Nuestros niños pueden afrontar la verdad. ¿Y tú?”. Un profesor comentó, durante la manifestación de Londres: “A veces me pregunto qué sentido tiene enseñar cuando nadie está enseñando la verdad sobre el futuro”.

En Brasil, los estudiantes de las escuelas públicas tienen que rebelarse para tener una enseñanza con una calidad mínima y que se respeten sus derechos más básicos, como sucedió en 2015 y 2016. Los alumnos brasileños tienen uno de los peores resultados del mundo en asignaturas como portugués y matemáticas. Y la mayoría de los profesores no cobran lo suficiente siquiera para vivir con dignidad, no digamos para actualizarse y estudiar.

En los días actuales, sin embargo, no se puede ni trabar esta lucha básica, obvia, porque hay que preocuparse de los falsos problemas. Un grupo de delirantes y/u oportunistas decidió inventarse que los problemas de las escuelas son la ideología de género y otras tonterías creadas por ideólogos de extrema derecha. Crearon, entre otras aberraciones, la Escuela Sin Partido, un proyecto autoritario que toma partido por lo peor en un momento en que todos deberían concentrarse en los problemas reales que les arrebatan las posibilidades a millones de niños y adolescentes brasileños. Para conseguir lo que quieren mienten, crean noticias falsas, como los biberones con tetilla en forma de pene o los profesores que enseñan a sus alumnos a hacer orgías. La falta de honestidad de estas personas no tiene límites. Y el Gobierno no es el límite, porque hoy son el Gobierno.

Así, en lugar de luchar por la educación para enfrentar la crisis climática, como están haciendo los estudiantes de países de otras partes del mundo, exigiendo ciencia y pensamiento de calidad en las escuelas, en Brasil hay que luchar para que la teoría científica de la evolución de Charles Darwin, base para la comprensión de las especies y de mucho de lo que fue posible comprender sobre la vida desde entonces, se siga enseñando como lo que es, una teoría científica, y no una teoría alternativa al mito religioso del creacionismo. Los cada vez más numerosos fundamentalistas evangélicos deberían dejar las medicinas que salvan su vida y los móviles con los que esparcen su odio antes de equiparar la ciencia con la religión, siendo irrespetuosos con ambas.

En lugar de concentrar todos los esfuerzos del país en mejorar la calidad de la educación, a Bolsonaro le preocupa censurar las cuestiones del examen de acceso a la universidad. El ministro de Educación envió esta semana un correo electrónico a las escuelas diciendo que los alumnos tienen que cantar el himno nacional al inicio del año lectivo, los profesores tienen que leer una carta que termina con el eslogan de la campaña de Bolsonaro y la dirección tiene que grabar el momento y enviar un fragmento del vídeo a Brasilia. La ministra de la Mujer dice que las niñas visten de rosa y los niños, de azul. El ministro de Asuntos Exteriores afirma que el calentamiento global es un complot de la izquierda. El ministro de Medio Ambiente dice que la discusión sobre “si hay o no calentamiento global es secundaria”. El adjetivo “secundaria” ya sería terrible, pero todavía pone en duda lo que es un consenso científico mundial y que cada uno ya puede percibir en su día a día.

Los debates importantes, los que realmente pueden representar un avance para el país, se aplazan porque hay que defenderse de esta gente que lanza frases sin ningún contacto con la realidad, pero que hoy tiene poder para afirmar mentiras como verdades. Las mejores mentes del país están obligadas a concentrar sus esfuerzos en descubrir una manera de impedir que los delirios se transformen en ley. Mientras tanto, Brasil pierde y pierde y pierde. Ya no se lucha ni siquiera por lo básico, sino para impedir que la realidad se convierta en un delirio. Se lucha también para que las palabras recuperen su significado.

Los estudiantes brasileños, por la importancia de Brasil en la reducción de las emisiones de gases que provocan el calentamiento global, deberían ser protagonistas en la huelga climática del 15 de marzo. Pero de momento no lo son. Porque viven en un país en el que los adultos que están en el poder son tan precarios, pero tan precarios, que hay que explicarle al ministro de Medio Ambiente que, al contrario de lo que afirma, no hay nada más importante en este momento histórico que saber quién fue el activista ambiental Chico Mendes. Hay que repetir y repetir lo obvio para que la estupidez no se transforme en inteligencia.

Los estudiantes suizos, por ejemplo, exigen que ninguna escuela utilice aviones para sus excursiones, ya que volar tiene un gran impacto sobre el medio ambiente. La propia Greta, que dejó hace años de comer carne y de comprar cualquier cosa que no sea absolutamente esencial, dejó de volar en 2015. Desde que su hija empezó a preocuparse por la crisis climática, la madre, una famosa cantante de ópera, dejó su carrera internacional debido a la huella de carbono de la aviación. La pregunta es obvia: ¿cómo se pueden debatir cuestiones como esta en un país como Brasil, donde los estudiantes tienen dificultades para llegar a la escuela por falta de transporte?

Quizás empezando por entender que es obligatorio que se debatan. Creer que la crisis climática es un tema para estudiantes ricos de países ricos es un error. Y un error peligroso. Enfrentar la crisis climática no es un lujo, es una necesidad urgente de todos. Nada aumentará más la desigualdad y afectará a los más pobres que la crisis climática. El calentamiento global atraviesa todos los temas y todas las áreas, incluso la racial y la de género. En Brasil, posiblemente las más afectadas serán las mujeres negras, el contingente más frágil y oprimido de la población. Es esto lo que los niños y adolescentes están diciendo. Pero, también por la deficiencia de la educación, y no solo en las escuelas públicas, la mayoría de los estudiantes brasileños tienen dificultades para establecer las conexiones y comprender que, al luchar por la selva amazónica, estarán luchando por la reducción de la desigualdad y por más acceso a los recursos y a las políticas públicas.

En Estados Unidos, la huelga por el clima del 15 de marzo la están organizando en su mayoría niñas, muchas de ellas negras. La Organización Mundial de la Salud ya ha mostrado que las mujeres serán las más afectadas por los desastres naturales provocados por el calentamiento global y también serán las más afectadas porque en muchas sociedades todavía son ellas las que tienen la responsabilidad de conseguir agua, energía y alimento. Son también las mujeres las primeras que pierden oportunidades cuando los recursos naturales se vuelven escasos. “Si eres víctima de un sistema de opresión, te afecta más la crisis climática. Y eso vale para las mujeres”, dijo Jamie Margolin, una activista climática de 17 años a BuzzFeed News. “Tenemos que levantarnos y levantar nuestra voz”.

Hay una particularidad que hace que la crisis climática sea todavía más difícil en Brasil. El crecimiento acelerado de los evangélicos neopentecostales en las últimas décadas ha fortalecido la creencia en el apocalipsis bíblico. Para algunos de ellos, que apoyaron masivamente la elección de Bolsonaro, las catástrofes provocadas por el calentamiento global no las ha causado la acción humana, sino que están previstas en la Biblia como los acontecimientos que anuncian el Armagedón. O, aunque las haya causado la acción humana, ya estaban escritas. Es bastante posible que sus líderes no lo crean, que solo utilicen una interpretación literal de la Biblia para controlar mejor los cuerpos y canjearla por poder. Pero hay una masa de fieles que lo creen. Y que crece.

Todo lo que se puede ver como una catástrofe climática provocada por la utilización de combustibles fósiles, para esa línea del evangelismo es solo el cumplimiento de la profecía bíblica. Son ellos los que presionan para que la embajada de Brasil en Israel se traslade a Jerusalén, porque esta ciudad sería el escenario del Armagedón. Otra vez hay que subrayar que quienes articulan esta idea tienen intereses más bien inmediatos y mundanos, que revisten con una retórica bíblica para santificar lo que es totalmente terreno.

No hay que olvidar que Bolsonaro fue bautizado en el río Jordán, en Israel, en 2016, y que pastores como Silas Malafaia promueven excursiones a Israel. Para este grupo de evangélicos que solo crece en Brasil, la catástrofe es bienvenida, ya que están seguros de que se salvarán porque son los únicos puros. Salvarse, por lo tanto, sería solo una cuestión de tener la fe correcta. La suya, claro. ¿Cómo se puede pedir razón en este país? Quizás habría que avisarlos que el río Jordán se está haciendo cada vez más y más estrecho debido a la sequía provocada por la crisis climática. Si sigue así, pronto habrá que encontrar otro río para los bautismos espectaculares.

Si se escuchara a las nuevas generaciones (y también a las viejas) de los pueblos de la selva, podrían darles clase a los estudiantes que se rebelan por el clima en Europa. También en la Amazonia el protagonismo de las mujeres en las luchas de indígenas, quilombolas (descendientes de esclavos rebeldes) y ribereños es cada vez mayor, y las líderes son cada vez más jóvenes. Sin embargo, el profundo conocimiento de los pueblos de la selva, imprescindible para enfrentar la crisis climática, y la rebelión que su lucha representa son acallados sistemáticamente. El proyecto de Bolsonaro, como ya ha afirmado varias veces, es que los indígenas y los quilombolas se vuelvan “seres humanos como nosotros”. Si el “nosotros” es él, ya se puede imaginar el gran conocimiento que las generaciones de la selva obtendrán.

Sin la mayor selva tropical del mundo, la vida humana en el planeta no tiene ninguna posibilidad. En Brasil, como en los otros países amazónicos de América Latina, los pueblos de la selva luchan casi solos para mantenerla en pie. Y mueren. Los hijos de estos luchadores tienen que asumir la lucha de los padres asesinados. Las jóvenes chicas que lideran la rebelión de los estudiantes por el clima en Europa tienen el desafío de establecer puentes con las jóvenes chicas de la selva amazónica, el centro geográfico donde se disputa el futuro próximo. Y viceversa.

Greta Thunberg y Anuna De Wever, dos de las principales líderes estudiantiles en Europa, traen muchas novedades al activismo climático. Greta, la chica que ha inspirado a decenas de miles de estudiantes a unirse por el clima, tiene un trastorno del espectro autista. Aunque no haya sido ese el objetivo, su activismo por el clima muestra la potencia política de una diferencia. En una entrevista a la revista NewYorker, dijo: “Veo el mundo de manera un poco diferente, desde otra perspectiva. Tengo un interés especial. Es muy común que personas con trastorno del espectro autista tengan un interés especial. Puedo hacer algo durante horas”. O durante años, como ya ha demostrado.

Anuna es una niña en su partida de nacimiento, se volvió niño durante la primaria y hoy se define como “género fluido” y prefiere los pronombres femeninos. Relaciona la lucha del clima directamente con la identidad de género. Lo que para muchos es inmutable, ella considera que se puede cambiar, una percepción que parte de su propia experiencia de ser. “Tener género fluido siendo joven me permite ver el mundo de manera un poco diferente”, dijo. “No miro al mainstreamy lo que piensan. Empiezo a tener mis propios valores, principios propios, y pienso en lo que no funciona en este mundo y en lo que puedo hacer para mejorarlo, en lugar de solo cerrar los ojos”.

Los viejos activistas del clima están perplejos. Y animados. “El movimiento que Greta ha lanzado es una de las cosas más esperanzadoras que he visto durante los 30 años que hace que trabajo en la cuestión climática. Muestra de manera clara el desafío generacional que supone el calentamiento global y reta a los adultos a que prueben que son, de hecho, adultos”, dijo Bill McKibben, fundador de la 350.org, al periódico The Guardian.

En un mundo en que las decisiones todavía las toman mayoritariamente los hombres, las niñas han levantado la voz. Los miles de niños de su generación que salen a la calle con ellas no parecen tener ningún problema con el protagonismo femenino de las protestas. Niñas como Greta, Anuna y otras tantas —porque son muchas— no quieren ocupar el lugar de los adultos. No se trata de eso. Lo que quieren quizá sea todavía más difícil. Al denunciar la infantilización de los gobernantes, reivindican que los adultos “se adulten”.

El agudo cronista brasileño Nelson Rodrigues, que era sublime en hacer frases de efecto, al preguntarle qué consejo les daría a los jóvenes, dijo: “¡Creced!”. Los niños que se ven obligados a cuidar del mundo dicen hoy a los adultos: “¡Creced!”.

Hemos llegado a este punto: los niños tienen que pedir a los adultos que sean adultos. Que tengan límites y se responsabilicen. O, en otras palabras: “Dejad de enmerdar el planeta en el vamos a vivir”.

Imagen: https://ep01.epimg.net/internacional/imagenes/2019/03/01/america/1551470611_066535_1551470903_noticia_normal.jpg

Fuente: https://elpais.com/internacional/2019/03/01/america/1551470611_066535.html

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