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Costa Rica: Tras movilizaciones, MEP anuncia que pruebas estandarizadas se excluirán de nota de presentación y serán más fáciles de aprobar

El MEP estipuló que la cantidad de preguntas de las pruebas estandarizadas aumentó a 35 por componente, lo que implica que cada pregunta tendrá menor valor y por ende, habrá mayor posibilidad de acertar y aprobar.

El Ministerio de Educación Pública prometió a las y los estudiantes de colegio que la nota de la prueba estandarizada no va a influir en la nota de presentación que se remite a las universidades públicas, al tiempo que los exámenes tendrán más preguntas, por lo que serán más fáciles de aprobar.

Así lo anunció el mismo ministerio y lo confirmaron estudiantes.

Tras una serie de movilizaciones por parte de los estudiantes y enfrentamientos la tarde de este lunes frente a Casa Presidencial, tres estudiantes y tres viceministros, junto a algunos funcionarios, negociaron una serie de acuerdos que incluyen cambios en las evaluaciones, temas de comunicación y la promesa de no ejercer represalias contra quienes se manifestaron.

En el documento, firmado por Jorge Rodríguez, viceministro de la Presidencia; Leonardo Sánchez y Melvin Chaves, viceministros del MEP, la entidad reconoce “oportunidades de mejora” es decir errores, en el área de comunicación “y se compromete a trabajar en campañas de divulgación a nivel nacional y de forma continua referente a temas educativos”.

El ministerio prometió además que la prueba estandarizada no va a influir en la nota de presentación que se remite a las universidades públicas sino que dicha nota incluirá todas las asignaturas de la malla curricular y de todo el ciclo lectivo.

Así, para colegios académicos se tomarán en cuenta los dos semestres de décimo y el primero de undécimo; y para colegios técnicos se incluirán los dos semestres de décimo y undécimo, sumados al primer semestre de duodécimo.

Por otra parte, la entidad estipuló que la cantidad de preguntas de las pruebas estandarizadas aumentó a 35 por componente, lo que implica que cada pregunta tenga menor valor y por ende, mayor posibilidad de acertar y aprobar la prueba.

Además, se comprometió a subir a su página web una práctica de ejercicios referentes a la prueba estandarizada en línea y en formato para descargar.

La institución comunicó también que recibió una serie de propuestas por parte de la Federación Nacional de Estudiantes de Secundaria que serán llevadas al Consejo Superior de Educación para su análisis y garantizó que ese organó definirá la propuesta relacionada a los nuevos porcentajes asignados a las pruebas estandarizadas hoy mismo.

Finalmente, el ministerio se comprometió “a que no se tomarán medidas en contra de los estudiantes que participaron en el movimiento del día 7 de agosto del 2023”.

Ángel Membreño, del Movimiento Estudiantil de Secundaria dijo que con esto dan por cerrado el tema de las pruebas estandarizadas pero anunció que aún quedan temas pendientes por atender, como el aumento del presupuesto y la declaratoria de emergencia nacional.

Tras movilizaciones, MEP anuncia que pruebas estandarizadas se excluirán de nota de presentación y serán más fáciles de aprobar

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Colombia: Universidades envían carta de observaciones a la política de ciencia de Medellín

En el documento dirigido al Concejo de la ciudad dan a conocer sus puntos en desacuerdo por la falta de claridad de la política pública.

Ocho universidades de Medellín enviaron al Concejo una carta de observaciones a raíz de la política pública que convierte a la ciudad en un Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación, sancionada hace poco más de un mes.

Dentro de las instituciones agrupadas en la Alianza G8+ se encuentran la Universidad de Antioquia, la Universidad EAFIT, la Universidad CES, la Universidad EIA, la Universidad Pontificia Bolivariana, la Universidad Nacional de Colombia (sede Medellín), la Universidad de Medellín, la Corporación Universitaria Lasallista, y el Instituto Tecnológico Metropolitano ITM.

En enero del presente año, el presidente Gustavo Petro sancionó la ley que reconoce a Medellín la posibilidad de destinar recursos de la ciudad, incluso aquellos de las regalías, para promover el sector de ciencia, tecnología e innovación de la ciudad.

Con esto, se definió una política pública que define la ruta para establecerse como Distrito en la promoción de ese sector, y que será discutida en el Concejo de la ciudad. Frente a esto, la Alianza G8+ hizo diferentes observaciones, en las que critican la falta de claridad del proyecto, la ausencia de un enfoque 100 % en la ciencia, tecnología e innovación, y la falta de claridad sobre la forma en la que se administrarán los recursos.

Además del comunicado, las universidades enviaron una lista detallada de observaciones a los artículos propuestos en la política pública, y hacen un llamado al Concejo para “estudiar, discutir y resolver adecuadamente” las peticiones que allí se hacen.

En general, buscan que el proyecto esté enfocado en la ciencia, tecnología e innovación, y que no se incluya dentro de sus objetivos principales temáticas relacionadas con otros sectores, como la sostenibilidad. También, que la administración de los recursos y la estructuración de la política tenga en cuenta lo que se ha hecho en otros Distritos de este tipo.

Fuente: https://www.elespectador.com/educacion/universidades-envian-carta-de-observaciones-a-la-politica-de-ciencia-de-medellin/

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Comprensión Lectora y Escritura Académica en las Dinámicas Universitarias

Por: Luz Palomino/CII-OVE

“La lectura no es caminar en las palabras; es tomar el alma de ellas”

Paulo Freire

La comprensión lectora y la escritura académica en el mundo educativo son herramientas esénciales para el desarrollo integral de nuestro ser. Leer y escribir son experiencias que van más allá del ámbito escolar para generar conocimiento, imaginarios, narrativas, ideologías, entre otros; en pocas palabras, es tan importante que se considera una “[1]práctica social”. Estas dos habilidades comunicativas son actividades de suma importancia para el aprendizaje humano, profesional, comunitario y creativo; por ello, se hace necesario replantearlas desde la praxis cotidiana del que hacer educativo para enfocarlas con una visión más integradora, liberadora y emancipadora.

Desde esta perspectiva, la lectura y escritura reestructuran la conciencia, como un proceso propio del pensamiento. Es una actividad compleja que no se puede semejar sólo con la redacción, sino ante todo entenderla como un proceso cognitivo. Vásquez Rodríguez (2000) afirma que escribir “es poner a fuera nuestro pensamiento”, es “exponer nuestro yo”, en otras palabras, es hacer evidente nuestra subjetividad, pues la escritura refleja las estructuras de pensamiento que poseemos y a través de ella es posible reconocernos. En consecuencia, escribir es también una forma de diálogo, de encuentro donde emergen las diversidades y cada un@ de nosotr@s como parte de ellas.

La compresión lectora y escritura académica posibilitan la manera de problematizar críticamente la realidad y en consecuencia permite generar conciencia crítica. Es decir, cuanto del mundo que conozco es justo y cuanto injusto, pero sobre todo la lectura y escritura, desde una perspectiva crítica, abre puertas cognitivas respecto a las posibilidades de poder contribuir desde la propia praxis a transformar la realidad.

En Venezuela al igual que en otros países de América Latina, la lectura y la escritura se han convertido en objeto de interés debido a que estos procesos inciden directamente en el desempeño académico de los estudiantes y en temas tan sensibles en la vida de las instituciones como la calidad de los aprendizajes, la producción de conocimiento, las dificultades de comunicación, la repitencia y el abandono escolar, entre otros.

Para Carlino (2005): Las universidades enfrentan una seria problemática con respecto al desarrollo de competencias básicas de sus estudiantes, en especial las referidas a la lectura y la escritura. Sin el desarrollo de las habilidades para leer y escribir, el estudiante enfrenta barreras que le impiden acceder al conocimiento” (p.17).

No caben dudas que uno de los componentes transversales que debe trabajarse, es el que corresponde a los procesos de formación de las competencias en la lectura y escritura, el saber leer, escribir, comprender y reflexionar. Si bien abordar esta realidad demanda una visión sistémica de la formación escolar, alcanzar este propósito, incluso con carácter remedial, resulta primordial para la formación universitaria exitosa.

La  UNESCO en su informe presentado el 08 de septiembre del 2019 sobre la alfabetización en América Latina y el Caribe, menciono que “dos de cada  diez personas en América Latina no tienen los niveles mínimos de compresión de la lectura»

Destacando que estas practicas sociales forman parte de la trayectoria cultural, la cual evidencia cómo el individuo que se ha relacionado con las “artes”, con ese mundo letrado; pues como prácticas se mueve en la producción y el consumo.  Por una parte, la escritura es “una actividad concreta que consiste en construir, sobre un espacio propio, la página, un texto que tiene poder sobre la exterioridad” (De Certeau, 2007: 148); en otras palabras, escribir es producir, por ello esta práctica se mueve en el hacer; por otra parte, la lectura es una actividad donde se recibe lo que otro produce, se consume para luego producir, en palabras de Michel De Certeau 2007: “leer es peregrinar en un sistema impuesto” (p.181), donde el lector asume una postura de viajero, de cazador furtivo que va descubriendo poco a poco para poseer.

Al referirnos a la temática de la lectura y la escritura en la universidad, abordaremos un problema de vieja data, recurrentemente planteado, pero que hoy, a la luz de los vertiginosos avances de la ciencia y la tecnología, cobra una significación especial y una profunda relevancia dadas las implicaciones políticas, educativas y socioculturales que comporta.

Estudios realizados en las últimas décadas han demostrado que tanto la lectura como la escritura son un excelente medio para que los estudiantes adquieran habilidades de pensamiento que van mucho más allá del manejo correcto de la lengua y de las convenciones lingüísticas. La habilidad para hacer conexiones lógicas, para comparar y contrastar, para resolver problemas y para argumentar son sólo algunas de ellas.

Cassany (2010) plantea: “Que las investigaciones en este campo revelan que no existe certeza que se lea y comprenda a cabalidad, la información que circula en la actualidad, mediante diversos formatos” (p.34). Se evidencia de este planteamiento que la problemática de la comprensión lectora no es de un sector particular, sino por el contrario de todo el colectivo. Así, en Venezuela, Matos 2009, reflexiona en torno a la problemática de la lectura y la escritura en la universidad expresando: En nuestro contexto, se valora peyorativamente, pues se considera que esa es una actividad propia de los primeros niveles de la educación inicial y de la educación básica, así que nuestra meta es impartir el conocimiento específico de la ciencia a la que estamos adscritos. (p.10). De ahí que la autora recomienda que tanto la lectura como la escritura sean tratadas de manera interdisciplinar, con responsabilidad y compromiso de todos en la comprensión y producción textual.

Actualmente las universidades en general confrontan el problema de la formación de los estudiantes en las habilidades comunicativas de lectura y escritura que, si bien son básicas e innegablemente fundamentales para construir el conocimiento, cada vez son menos cultivadas, espacios donde muchas evidencias empíricas expresadas en quejas en relación con las deficiencias que presentan los estudiantes al momento de usar el código escrito.

Sin embargo, Bertoni (2001) considera que no es un problema que se observe solamente al principio de la carrera, sino durante ésta, lo que muestra una actitud de desenfado del mundo universitario, ante lo cual la autora señala que la universidad debería enseñar la producción de diversos textos académicos (cf. García, 2004; Martins, 2004; Morales, 2003; Serrón, 2002, entre otros). Ello implica una actitud remedial respecto al punto de partida qué en materia de lectura y escritura presentan muchos de los estudiantes universitarios al inicio de sus carreras.

Por otra parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su estudio (2018), en el cual se enfatiza en el lenguaje, encontró que los resultados dados a conocer muestran que el 47% de los alumnos que están culminando el bachillerato no tienen capacidades para cumplir con los programa y prácticas que se exigen en la educación superior. Estos resultados demuestran que la apropiación adecuada de las competencias y habilidades en lectura y escritura se constituyen en un problema educativo bastante recurrente en escuelas, colegios y universidades, en distintas partes del mundo, no solo en la región latinoamericana y caribeña.

Esto preocupa especialmente, porque el uso del lenguaje, en sus expresiones de lectura y escritura, implica no solo la capacidad para aprender cosas, sino el empoderamiento ciudadano y la posibilidad cierta de que millones personas puedan contar con la garantía de la democratización del acceso a los distintos bienes y servicios, rompiendo con la tragedia de exclusiones asociadas a la apropiación cultural. Si hombres y mujeres logran mediante la lectura reflexiva y la escritura contextual, tener la posibilidad para exponer sus pensamientos por escrito estarán iniciando la ruptura paradigmática con la marginación.

Aprender a leer y escribir de manera comprensiva requiere el uso del lenguaje de manera más consciente, formal, deliberada y contextualizada, sin que ello implique quedarse anclado en las expresiones localistas o las malformaciones en el uso del lenguaje que se presentan en un territorio. Dada su complejidad, el aprendizaje de estas actividades llega a convertirse en un serio problema para educadores y educandos que son parte de una realidad y que no siempre cuentan con las herramientas conceptuales, metodológicas y experenciales para abordar el problema.

Esto nos alerta respecto al hecho que las estrategias pedagógicas a utilizar no pueden ser meramente métodos, sino que deben contener las características de los estudiantes, para lograr que las deficiencias en la comprensión lectora y en la construcción puedan ser superadas de manera contextual y asertiva. Las estrategias pedagógicas aprobadas de manera participativa procuran construir una ruta para superar las limitaciones en la lectura y escritura comprensiva para estudiantes que están iniciando el tránsito del bachillerato a la vida académica; también procuran contribuir a resolver uno de los problemas que caracteriza a lo que se denomina genéricamente como baja calidad de egreso de los profesionales universitarios.

Mi experiencia como docente me ha mostrado, de modo contundente, que las estrategias encaminadas al mejoramiento de los procesos de lectura y de escritura no pueden limitarse a la pura competencia lingüística ni al manejo adecuado de los códigos gramaticales. Es necesario recurrir también al manejo de las competencias semióticas, discursivas, cognitivas y comportacionales, para que el proceso de lectura y escritura se desarrolle a cabalidad.

Los estudiantes de educación universitaria necesitan desarrollar y consolidar los procesos de lectura y escritura, como alternativa para alcanzar un mayor acceso a las diferentes áreas del conocimiento y para perfeccionar su formación profesional. Adquirir adecuadas competencias de lectura y escritura académica les proporcionará herramientas indispensables para su cabal inserción en una sociedad pluralista y diversa. En consecuencia, desde la Universidad como tejido organizativo complejo y comunicacional, generador de conocimiento, es importante que se planifiquen y ejecuten acciones dirigidas a propiciar la lectura y la escritura en los estudiantes de una manera más vivencial.

Cabe destacar que la pandemia del COVID-19 implicó un impacto severo en los aprendizajes, la comprensión lectora y las habilidades de escritura. El sistema educativo presencial no había construido las condiciones para la transición al mundo virtual-digital, incluidas las dinámicas de lectura y escritura. Como lo señala Bonilla (2021.pag. 11) la pandemia significó una pérdida de la capacidad igualadora de la escuela-universidad, un nuevo modelo de privatización educativa y generó modelos de estratificación escolar hasta ahora desconocidos.

La escuela pública cumplía un papel igualador, intentando disminuir en los aprendizajes el impacto de las diferencias de origen social. Por ello, los libros de textos, pupitres, salones, canchas, laboratorios e instrumental pedagógico eran similares para todos y todas, independientemente si eran hijos e hijas de obreros, industriales o profesionales. Esto se quebró durante la pandemia, porque cada quien resolvió de manera diferenciada las condiciones materiales de aprendizaje.

El abandono de los Estados nacionales de su obligación de garantizar las condiciones mínimas de aprendizaje, en este caso signadas por la conexión a internet, dotación de equipos de conexión remota y acceso a plataformas, generó un nuevo modelo de privatización porque fueron las familias, estudiantes y docentes quienes tuvieron que adquirir y cubrir los costos de las condiciones mínimas para garantizar la continuidad del vínculo pedagógico, desentendiéndose los gobiernos de su obligación de garantizar igualdad de condiciones para los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Esta situación devino en una odiosa forma de estratificación escolar. Un primer nivel, el de aquellos estudiantes que tuvieron acceso permanente a equipos de conexión remota, internet, plataformas y familiares que les apoyaran en la transición de lo presencial a lo virtual. Un segundo nivel, quienes, teniendo computadores, planes de datos y plataformas privativas no contaron con apoyo para la transición a la virtualidad. Un tercer nivel, aquellos que no tuvieron acceso al mundo digital-virtual durante la pandemia y ocasionalmente recibieron materiales impresos, acceso a programas de televisión o radio, quienes comenzaron a forjarse la percepción de auto exclusión porque no tenían sus familias y ellos la capacidad de acompañar el impacto de la aceleración de la innovación en lo educativo. Un cuarto nivel, aquellos que no tuvieron ningún vínculo pedagógico durante la cuarentena.  Esto impacto de manera profunda en los aprendizajes pues hoy, al retorno a la presencialidad o modelos híbridos, cuando una docente le pide, por ejemplo, que traigan una tarea sobre los movimientos del corazón, los de la primera estratificación seguramente podrán hacerlo con una presentación dinámica en multimedia, mientras que los de la segunda acudirán a lugares como Wikipedia o el rincón del vago para copiar, los de la tercera lo harán en papel bond sintiéndose que están en desventaja y, los de la última estratificación agudizarán su auto percepción de exclusión. Estos son problemas aún tratados de manera precaria en el debate pedagógico actual.

Estos problemas impactan en los procesos de escritura, lectura y comprensión lectora. Las dinámicas cognitivas de la lectura reflexiva y comprensiva varían en el mundo presencial y el virtual. La imagen, sonido, color, gamas de luz, crean un entorno diferenciado al del libro impreso que ha sido poco trabajado en la esfera didáctica y que desafían la producción de conocimiento al respecto. No decimos que uno es mejor que el otro, sino que cada uno tiene unas características propias que demandan enfoques pedagógicos complementarios, aunque diferenciados.

La producción de texto a través del grafismo manual no es igual al que se genera mediante teclado, porque refieren a procesos de cognición distintos, aunque suelen ser tratados como similares. La posesión diferenciada de herramientas tecnológicas está convirtiendo al aula en un lugar de nuevas diversidades que demandan teoría, metódicas, técnicas y miradas múltiples de atención, para abordar el estudio de la comprensión lectora, por eso en esta investigación nos hemos centrado en los procesos de presencialidad centrados en el texto impreso.  Aunque este último problema detectado escapa a los límites de la investigación actual, es un elemento a ser indagado científicamente en el futuro, en el marco de la línea de investigación en la cual trabajo. Trabajos como el de Marielos Murillo Rojas (2022) comienzan a expresar esta preocupación, como un tema de agenda investigativa y pedagógica.

Referencias bibliográficas

https://www.unesco.org/es/articles/alfabetizacion-para-el-desarrollo consultado el 22-14-2022
Carlino, P. (2005). Escribir, leer y aprender en la universidad. Una introducción a la alfabetización académica. Buenos Aires: Fondo de Cultura Académica

Cassany, D. (1999) Construir la escritura. Barcelona: Paidó

Bonilla, L (2021)

Pandemia, derecho a la educación, aprendizajes y estallido de la burbuja educativa

Matos, M (2009) tesis en la web http://biblo.una.edu.ve/docu.7/bases/marc/texto/t35345.pdf

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Libro: Descolonizar la universidad. Boaventura de Sousa. (PDF)

Prólogo

Sin duda la universidad es una de las instituciones que más ha resistido la erosión del tiempo, ya que a lo largo de los años su estructura institucional ha sufrido profundos cambios. Hoy en día las universi- dades más antiguas tienen poco en común, entre ellas, la Universidad de Tombuctú (una ciudad en la actual Malí, África Occidental) fundada en 982 e. c. y a la que asistieron, a lo largo del siglo XII, unos 25.000 estudiantes, o la Universidad AlAzhar, que fue fundada en El Cairo en 970 e. c. y hoy supervisa una red de instituciones con dos millones de estudiantes, o las principales universidades europeas medievales, como Bolonia fundada en 1088, Oxford, ca. 1096, Sorbona, 1150, Salamanca, 1218, Coimbra, 1290, la Universidad Napoleónica de París, 1808, y la Universidad Humboldt, Berlín 1811. Estas dos últimas son modelos de universidades que se extendieron por Europa, América y el mundo entero en los últimos dos siglos. Lo que todas ellas tuvieron en común desde el principio fue el impulso de desarrollar estudios avanzados y formar élites, ya fueran religiosas, políticas, culturales o científicas.

Descarga el libro completo aquí: Descolonizar-universidad

https://www.clacso.org/descolonizar-la-universidad-el-desafio-de-la-justicia-cognitiva-global/

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Universidad: Retos, Desafíos, Tendencias y Propuestas. Perspectivas para la construcción de Alternativas

Autora: Rose Mary Hernández Román

E-mail: rosemhernandezr@gmail.com

Resumen

El artículo sintetiza un estudio interpretativo de los retos, tendencias y desafíos de los sistemas educativos en el contexto de la cuarta revolución industrial. El propósito es analizar las amarras que han dificultado el desarrollo de un papel emancipador de la universidad latinoamericana para la construcción de la utopía posible de nuestros pueblos; así como develar los retos, desafíos, tendencias y propuestas visionarias de una nueva universidad en nuestra región. Para ello, se debió contrastar los diferentes enfoques y posicionamientos de las y los entrevistados, donde se apunta a generar respuestas a una sociedad plural, diversa y globalizada por los constantes cambios y tensiones sociales, entre otras. La metodología utilizada fue el análisis del discurso, un proceso altamente interpretativo a partir de la decodificación de entrevistas-sistemáticas logradas de 10 de los 60 participantes que estuvieron en la consulta donde el criterio de selección fue la proximidad de contextos geográficos. Los hallazgos encontrados arrojaron que en diferentes contextos internacionales y nacionales es necesaria la transformación y el desarrollo tecnológico y de competitividad académica y laboral, potenciando los mecanismos participativos universidad-sociedad, cumpliendo con los objetivos de desarrollo sostenible. Como reflexiones finales se deja urgente, que  existe el reto de construir una sociedad justa basada en el conocimiento; nueva visión de proyecto universidad con resistencia a currículo colonizador; el valor de la presencialidad, la lucha contra la lucración institucional, la arremetida contra la educación pública, el mercantilismo de la academia, universidades al servicio de la sociedad, presupuesto e inversión universitaria.

Categorías: Universidad, Retos, Desafíos, Tendencias, Mercantilización

University: Challenges, Trends and Proposals. Perspectives for the Construction of Alternatives

Abstrac 

The article synthesizes an interpretive study of the challenges, trends and challenges of educational systems in the context of the fourth industrial revolution. The purpose is to analyze the ties that have hindered the development of an emancipatory role of the Latin American university for the construction of the possible utopia of our people; as well as reveal the challenges, trends and visionary proposals of a new university in our region. To do this, the different approaches and positions of the interviewees had to be contrasted, where the aim is to generate responses to a plural, diverse and globalized society due to constant changes and social tensions, among others. The methodology used was discourse analysis, a highly interpretive process based on the decoding of systematic interviews obtained from 10 of the 60 participants who were in the consultation where the selection criterion was the proximity of geographical contexts. The findings showed that in different international and national contexts, technological transformation and development and academic and labor competitiveness are necessary, enhancing university-society participatory mechanisms, meeting the objectives of sustainable development. As final reflections, it is urgent that there is the challenge of building a just society based on knowledge; new vision of the university project with resistance to the colonizing curriculum; the value of presence, the fight against institutional profit, the attack against public education, the commercialism of academia, universities at the service of society, budget and university investment.

Categories: University, Challenges, Challenges, Trends, Commodification

A manera de introducción

Desde las universidades el Sur global persisten grandes desafíos y obstáculos para contribuir hacia la conquista de un desarrollo humano sostenible y sustentable. Si bien se reportan avances en la disminución de los niveles de pobreza en las últimas dos décadas, también se confirma la elevada incidencia de la pobreza absoluta en América Latina (CEPAL, 2018). Estos contextos se caracterizan por una importante diversidad de desigualdades: de ingreso, de tenencia de la propiedad, de género y étnico-raciales, entre otras; así como una gran insuficiencia en la gestión y distribución de recursos públicos destinados al financiamiento de las políticas sociales que ayuden a superar la pobreza y esas desigualdades sociales existentes.

Ante este escenario, las universidades públicas deben establecer sus objetivos, contenidos pedagógicos y agendas de producción de conocimiento centradas en las prioridades sociales. Al acercarnos al panorama universitario, encontramos una serie de preocupaciones y disputas con prioridades diferentes a las que aquejan nuestras sociedades. Por un lado, a partir de los años 80 del pasado siglo, surgen con mayor intensidad un paradigma neoliberal centrado en la economía y el capital humano, instrumentalizando discursos, políticas y prácticas pedagógicas universitarias.

Esta educación superior neoliberal reduce el modelo de universidad a las demandas del tejido productivo (Manzano-Arrondo y Boni, 2019), orientando sus objetivos formativos y la asignación de recursos a la transferencia de conocimiento para la mejora de los niveles de especialización y de los ingresos económicos (Walker, 2012). Este enfoque de la educación se caracteriza, a su vez, por poner el énfasis en el gerencialismo basado en criterios de eficiencia económica y competitividad, con el fin de asegurar una mejora en la productividad laboral y el desarrollo económico (García y Mirón, 2013), la empleabilidad (Suleman, 2016) y los indicadores bibliométricos globales (Wilson-Strydom y Walker, 2015). Para Serna (2007) este modelo de universidad interfiere y restringe su función como agente promotor de la superación de los desafíos socioeconómicos y ambientales, indispensable para el desarrollo de las presentes y futuras generaciones.

El hecho de que actualmente, las universidades en América Latina y el Caribe enfrenten problemas estructurales como: falta de recursos, burocracia, desactualización de programas de formación y académicos, entre otros; las coloca frente a demandas que implican novedosas formas de aprender, dialogar, comunicar, valorar y conectarse con una realidad que busca vías para una sociedad más equitativa, verdaderamente democrática y solidaria. Sin embargo, las respuestas que ha podido dar la universidad frente a esas demandas se han visto mediatizadas por crisis a las cuales ha tenido que enfrentar: crisis de hegemonía, de legitimidad y crisis institucional.

En consecuencia, se hace necesario discutir ¿de dónde viene esa universidad para poder plantear hacia dónde queremos avanzar?, ¿Cuáles son los retos, desafíos, tendencias y propuestas visionarias de una nueva universidad  para nuestra región?

Siendo así el cuestionamiento, se establecen como propósitos medulares, analizar las amarras que han dificultado el desarrollo de un papel emancipador de la universidad latinoamericana para la construcción de la utopía posible de nuestros pueblos; develar los retos, desafíos, tendencias y propuestas visionarias de una nueva universidad en nuestra región.

Como importancia de esta entrega, se tiene que, se hace necesario una universidad que desarrolle una conciencia crítica y una fuerza institucional que le permita consustanciarse con su carácter de ser un bien público, que esté comprometida con la construcción de un proyecto de país que busca acelerar el proceso de restitución del poder al pueblo. Los obstáculos son múltiples y diversos pero hay que avanzar hacia la universidad necesaria, hacia la utopía posible.

Metodología

En base a un estudio cualitativo, centrado en el análisis del discurso,  entendido por Soague (2006), «la que procura entender el lenguaje en uso, estudian sistemáticamente el discurso escrito, oral y audiovisual» (p.6). Por consiguiente, quienes participaron en esta investigación confluyen en ambientes con características comunes, siendo el escenario  las Universidades en distintas partes de América Latina y el Caribe y, en atención a entrevistas realizadas, correspondientes a: Consulta Social Internacional: «Universidad, retos, desafíos, tendencias y propuestas” realizadas desde el Centro Internacional  de Investigaciones Otras Voces en Educación entre los meses de febrero a mayo del año 2022, donde participaron más de sesenta (60) académic@s, investigadores y referenciales en la región, se la autora de este estudio consideró de manera significativa, incorporar las voces de diez entrevistad@s cuya evidencia se encuentra descargable en https://www.youtube.com/watch?v=Gn82Lm2OiqA, quienes se centraron en apuntalar los constructos principales que tejen la temática de este estudio científico. Por tanto, una vez decodificados los diálogos en formatos de textos legibles, se procedió a resaltar las ideas fuerzas de sus discursos, para posteriormente estructurarlas, cruzándolas de forma organizada para posteriormente, obtener en un todo coherente la síntesis  de las aportaciones.

Participan:  

Ángel Rodríguez (APPU, Puerto Rico): Entrelazar proyectos económicos-políticos-educativos.

“La falta de educación incide de manera directa en  la imposibilidad de desarrollo de político y económico y aumento y mantenimiento de la pobreza”, “Nueva visión de proyecto de universidad: resistencia al proyecto educativo norteamericano”, Recorte presupuestario universitario: “Ausencia de fondos a la universidad, detrimento sobre todos los procesos que se dan en la universidad”.

Reto en Universidades en América Latina: Presencialidad: “Como nivel organizativo permite el proceso desde el contacto personal para las acciones políticas necesarias que modifiquen lo hegemónico”.

Ideas Fuerza: Nuevo proyecto de Universidad, Resistencia educativa, Hegemonía

Nora González Chacón (OMEP, Costa Rica): Modelo universitario latinoamericano y el Derecho Humano a la Educación

Educación Superior: “Reflejo del sistema político dominante”,  “La universidad latinoamericana debe verse en su propio proceso histórico”,  Contexto universitario latinoamericano actual: “Reúne características políticas propias de hace 100 años atrás, Inestabilidad del profesorado, falta de presupuesto, intromisión del poder político de la Asamblea Legislativa para imponer una agenda educativa en las universidades, control del presupuesto universitario”. “Las crisis de las universidades públicas responden a una desarticulación entre la ideología y la práctica en nuestras regiones”, Principales amenazas al Derecho a la Educación: “Reducción de presupuesto, privatización, aumentos de aranceles, universidades que lucran”.

Retos en Universidades en América Latina: “Democratizar las universidades, actuar sobre las desigualdades que se reproducen en todos los niveles del sector educativo. Gratuidad educativa, igualdad de oportunidades y no discriminación social. Establecer como mandato para los Estados nacionales a la Educación universitaria como Derecho humano”.

Ideas Fuerza: Sistema político dominante, Democratización universitaria, Desigualdades

Juan Borjas (FEPUPE, Ecuador): Las políticas neoliberales han provocado cambios radicales y negativos en la política y economía del mundo.

“Disminución de ingresos, deterioros de las condiciones de vida de la mayoría del planeta y el atentado contra los derechos económicos, sociales y políticos alcanzados por la humanidad mediante las luchas sociales”, “Muchos avances de la ciencia y la tecnología alientan la acumulación desmedida y acelerada”, “Los organismos multinacionales han impuesto una disciplina vertical, buscado funcionalizar las universidades públicas, limitando la autonomía universitaria”, Entramado Burocrático: “Reduce la capacidad de investigar y  frena el desarrollo del pensamiento crítico, sumisión y empobrecimiento docente”, Reducción de presupuesto universitario: “Reducción sustantiva de la universidad”. Participación de la comunidad universitaria: “Participación en la toma de decisiones en los organismos colegiados, consejos directivos y universitarios, elección de autoridades”

Reto en Universidades en América Latina: “Desarrollo de una ciencia y consciencia crítica que ayuden a la construcción de sociedades radicalmente democráticas”, “Lograr una organización social económicamente sostenible”, “Integración en condiciones de igualdad de las universidades de América Latina y el mundo”. 

Ideas Fuerza: Deterioro de las condiciones de vida, Autonomía universitaria, Desarrollo científico

Maruja Romero Yépez  (FOVEDE, Venezuela): Educación a distancia

“Las universidades han estado empeñadas en un proceso de transformación”, “Las universidades venezolanas presentan serios problemas de funcionamiento: gremiales, organizacionales, de participación, de estructura administrativa y académica”, “La transformación se refiere dentro de los criterios que impone la realidad existente”, “Para entrar en la transformación universitaria deben tomarse aspectos esenciales: cambios en las formas de pensar, cambios de valores y prácticas establecidas que se han hecho rutinarias en las universidades”, “La transformación no es técnica como muchas universidades lo piensan”, “Es necesario superar las carencias tecnológicas”, Transformación: “significa cambio epistémico en la educación”, “El concepto de comunidad universitaria debe ser revisado y formular una teoría que nos ayude a entender el contexto social, histórico y político en el cual la universidad se ha desarrollado y los problemas que confronta”. “La educación a distancia tiene necesidades de planteamientos actualizados sobre su modelo educativo que responda a la realidad actual”.

Reto en Universidades en América Latina: “Armonía con los desafíos”, “Globalización de la economía y la cultura vs. el Desarrollo endógeno y la  participación multidireccional del pueblo, el conocimiento tecnológico en rápida evolución”, “ la información y la comunicación que modifican los conceptos en el tiempo y espacio”, “Necesidad de una educación permanente a lo largo de la vida”, “Respuestas educativas para las personas excluidas del sistema de educación superior”.

Ideas Fuerza: Desarrollo endógeno, Globalización, Carencia tecnológicas, Transformación

Roberto Aguilar (Bolivia): La universidad en su contexto social

“La Conferencia Mundial de Educación Superior impulsada por la UNESCO tiene un gran vacío de participación de los actores  sociales y directos de las universidades”, “La esencia de la universidad lleva al recuento de un conjunto de categoría de palabras que sintetizan profundidad en su concepto e historia de construcción”, Campo de la universidad: “Campo de la educación como proceso social.  Es el campo del conocimiento, de la ciencia, de la academia, de la investigación, en el contexto de recuperar todo lo que construyó la humanidad y que lo proyecta hacia el futuro en términos de transformación de la propia sociedad”, Esencia de la universidad: “Sentido histórico social”, “Las luchas universitarias buscan conquistar espacios de emancipación y para el desarrollo científico, tecnológico, social”, “El movimiento universitario debe  reafirmar la  concepción que, la universidad juega un democrático,  rol revolucionario, rol popular”, “Las propuestas orgánicas de transformación deben estar compaginadas con los movimientos sociales”, “En Bolivia se juega un rol de exigente al estado para que responda a las necesidades de la universidad para que, la universidad responda a las necesidades de la sociedad”.

Reto en Universidades en América Latina: “La validación del sector privado como eje central de la educación superior en el mundo es riesgoso”, “La universidad y la educación no pueden ser bethas económicas que reproduzcan lo que el neoliberalismo, en década de los ochenta, resultó como desastroso para los movimientos universitarios”.

Ideas Fuerza: Transformación, Movimientos universitarios, Luchas universitarias

Francisco López Segrera (Cubano-Español y ex director del IESALC-UNESCO): Transformación de la sociedad.

Las habilidades del siglo XXI yo las divido en tres categorías: las que están vinculadas al aprendizaje y a la innovación como la creatividad y el pensamiento crítico, las vinculadas a la información a los medios y a la tecnología como es la alfabetización informacional y las habilidades para la vida y la carrera que implica la inteligencia emocional. Hoy en día el graduado universitario tenemos que ser capaces de dotarlo con una serie de herramientas y no confundir educación que enseña valores, con simple entrenamiento que lo que enseña son aptitudes. Que tienen que enseñaros los profesores en esta era del impacto de la automatización, de la inteligencia artificial en el empleo: pensamiento crítico, colaboración, creatividad, comunicación, resiliencia, a no darse por vencido y saber lidiar con el cambio, desarrollar la inteligencia emocional. Hay que además hacer estrategias de recaudación de fondos, hay que hacer un marketing con los alumnos con posibles financiadores, crear asociaciones de exalumnos, tener un profesorado del más alto nivel e impartir cursos de posgrado en idioma inglés yo siempre le digo a mis alumnos no hubiera tenido ningún ninguno de los cargos internacionales que he tenido.

Reto en Universidades en América Latina Si nosotros no somos capaces de hacer una transformación profunda de la educación superior en nuestros países el tema de desempleo va a ser algo dramático.

Ideas Fuerza: Inteligencia Emocional, Empleo, Pensamiento crítico

Fernando Buen Abad (semiólogo argentino-mexicano): Decodificación de la comunicación

Estoy convencido de que en América Latina, para ser más preciso en México y por supuesto en Argentina y en varios otros lugares debemos reflexionar sobre el problema del burocratismo dentro de las universidades y fuera de las universidades, el burocratismo académico que en algunas de sus corrientes ha producido una especie de esclerosis teórica metodológica que el que vemos en un paisaje general.

La burocracia interna que está impidiendo el desarrollo de experiencias o experimentos teóricos metodológicos que permiten revolucionar la dinámica comunicacional entre los estudiantes, los profesores y en todo caso todas las formas de producción del conocimiento.

Reto en Universidades en América Latina: Es urgente considerar que hoy por hoy las herramientas para la comunicación de las problemáticas dentro de las aulas, las herramientas para la comunicación del conocimiento y las herramientas para la absorción del conocimiento y toda esta dinámica conjunta están quedándose retrasadas por el peso brutal de formas de tramitar la educación impregnadas por el burocratismo. Los presupuestos no están a la altura de la necesidad del conocimiento colectivo, los financiamientos están retrasados y están orientados y algunos de ellos están determinados por tendencias y favoritismos de tipo incluso puramente mercantil, no hay transparencia suficiente sobre el financiamiento en la educación, hay  incluso episodios de alta corrupción en los universos educativos.

La pregunta es si estamos produciendo una masa de conocimiento, si estamos produciendo la multiplicación del saber, la producción social del saber para el beneficio de todos o solamente para el estrellato de algunos cuantos. Es urgente una buena una buena reflexión crítica y profunda.

Ideas Fuerza: Conocimiento colectivo, Financiamiento, Producción social

Stela García (docente e investigadora paraguaya): Universidad y Sociedad

 Hay muchos procesos tardíos que hoy le dejan a la universidad en un lugar donde tiene muchos más desafíos a pesar de sus de sus logros.  Recién las últimas décadas podemos hablar de que la agenda universitaria introduce de forma importante distintos temas que lo vinculan más con la sociedad, que hacen que la universidad salga de sus muros, que investigue, que tenga proceso y proyectos de extensión.

Entre los retos y desafíos Paraguay necesita la apertura de muchas carreras, en todas las ciencias, en todos los grupos de ciencias, en las ciencias naturales, en las ciencias sociales, etc todas y necesita correrse un poco de este auge ingenieril que hay en este momento, en todos los campos orientados al hacer que se conecta mucho más con las demandas del mercado. Necesitamos que la universidad también se conecte con el pensar, el producir, el problematizar y sobre todo develar distintos aspectos de la realidad que no están develadas críticamente, que no están mostradas académicamente y por tanto tampoco se puede dar este proceso de que el saber popular dialoga y se alimente de lo que la academia produce. También hay retos respecto a la investigación, hacen falta seguir incentivando y conquistando más políticas de investigación.

También creemos que es un reto y un desafío instaurar más miradas críticas y de veladoras de la desigualdad que hay en Paraguay, existen desigualdades que son feroces que necesitan ser problematizada desde todas las aristas, desde todas las profesiones, desde todos los campos del conocimiento.

Hace falta que la universidad intensifiquen miradas críticas respecto a la relación entre la universidad y el mercado, es indiscutible que en la universidad formamos profesionales que deben ser competitivos en ámbitos laborales, sin embargo que el mercado dirija los destinos políticos académicos de la universidad o que el mercado se constituya en el eje perdiendo todo sentido humanista propio del neoliberalismo que lleva cuatro décadas o más en la región y por los procesos tardíos lleva aproximadamente tres décadas en Paraguay ,esto es inadmisible. Todo lo que implica el debate universidad mercado estado también necesita tener como más insumos críticos desde la universidad, desde todas las esferas de la vida social pero fundamentalmente desde la universidad.

Reto en Universidades en América Latina: Finalmente nos parece que la universidad tiene como un imperativo ético, de demostrar, de develar, contar, problematizar y ofrecer insumos para nuevas propuestas que haya lejos pueden ser propuestas anti-patriarcales, anticapitalistas, anticoloniales, propuestas mucho más humanizadoras y humanizantes como las requeridas hoy día.

Ideas Fuerza: Anti-patriarcado, Anti-colonización, Anti-capitalismo

Ivania Padilla (Hondureña): Actores subalternos

Como comunidad universitaria a todos y todas nos toca hacernos preguntas fundamentales, que son preguntas que se han venido haciendo muchas y muchos pensadores a nivel latinoamericano, sobre todo en estos últimos dos años en donde la pandemia ha irrumpido en los procesos educativos y son preguntas relacionadas con la importancia que tiene el conocimiento que estamos creando en nuestras universidades y hacia dónde está dirigiéndose ese conocimiento, hacia quiénes y a quiénes estamos dejando por fuera en la creación de ese conocimiento. Si estás siendo parte es de conocimiento de soluciones de alternativas ante esta situación actual o por el contrario, si el conocimiento que se está creando desde nuestras universidades está más bien ahondando más estas brechas y la desigualdad que se vienen dando. Es uno de los principales desafíos que tenemos como universidades, como vincularnos con estos actores sobre todo actores subalternizados y como eso provoca una transformación hacia adentro de nuestras universidades, apoyándonos en ese cambio necesario: de una universidad iluminista que solo transfiere conocimiento a una universidad que aprende a la vez que enseña.

Los principales pasos que hemos dado fueron:

  1. la problematización del vínculo universidad sociedad, en el caso nuestro por ejemplo en Honduras pasamos por un proceso de reforma hace muchos años para incorporar estas características dialógicas y críticas de las relaciones universidad sociedad, reconociendo que la relación universidad-sociedad forma parte de las funciones académicas sustantivas junto a la docencia y la investigación en nuestra universidad
  2. la integralidad de las funciones sustantivas, es decir cómo lograr esa real integralidad en la práctica cotidiana académica en donde nuestros estudiantes, nuestras estudiantes, puedan pasar por estas experiencias en contacto directo con la realidad y sus problemáticas en vínculo con actores sociales y puedan aprender de estos escenarios en esas aulas vivas, en esa salida del territorio y en ese vínculo concreto con actores sociales que están hoy por hoy creando conocimientos.
  3. reconocer la necesidad de establecer alianzas estratégicas tanto con el estado con la sociedad civil y a lo interno de nuestras universidades reconocernos en clave interdisciplinaria, cómo podemos vincular los de manera interdisciplinaria en la resolución de estas problemáticas.
  4. priorizar acciones de intervención en territorios con clave ética y de solidaridad, además de poder contribuir en estos espacios estas intervenciones deben de ser desde la perspectiva además del conocimiento desde la perspectiva de la solidaridad.
  5. Mantener espacio de participación en donde las universidades podemos aprender unas de otras de cómo venimos trabajando, tanto en territorio y los desafíos que se nos van planteando. La comunicación es clave, los dispositivos de comunicación son fundamentales para poder trabajar un enfoque de este tipo.
  6. La asignación del presupuesto de parte de las universidades para este tipo de acciones, porque fuera del aula se requiere muchísima logística para trabajar en territorios, para la participación en estas aulas vivas de las cuales nosotros apostamos para poder integrar las funciones sustantivas.

Reto en Universidades en América Latina: La tarea que se asigna a nuestras universidades públicas en estos tiempos no es menor y por ello se requiere de la contraparte de la sociedad y que la sociedad reconozca en nuestras universidades estas instituciones comprometidas y que nos aporten también a garantizar como sociedad que para cumplir con estas funciones esenciales como universidades necesitamos que nuestras universidades conserven su autonomía y que además reciban todo el apoyo de los porque de esa manera cómo vamos a poder contribuir a la transformación social.

Ideas Fuerza: Autonomía, Conocimiento, Sociedad y Universidades, Instituciones comprometidas, Presupuesto

Raúl Gil (Docente e investigador Uruguayo). Autonomía Universitaria

 No hay que olvidarse queridos compañeros que la autonomía está bajo un proceso de resignificación que el neoliberalismo de segunda generación ha jugado con mucha habilidad, es decir el estado es un espacio público conserva ese nombre pero administrado y dirigido con una concepción completamente empresarial y con un diseño de gestión. De hecho eso es tan importante que están redefiniendo las condiciones del trabajo docente estableciendo que una de ellas que no teníamos es la responsabilidad de la gestión. Cambios de gobierno, nuevos pactos legales sobre cuáles son las condiciones que estructuran el trabajo y luego viene la transformación institucional, la transformación curricular y los cambios laborales.

Una de las tensiones curriculares es la hipótesis de que usted formará gente o para una economía que tiene una amplia diversidad interna o de lo contrario está formando para exportarlos al mundo no parece tener muchas otras posibilidades al respecto.

Las transformaciones institucionales señalan cosas muy interesantes en Uruguay que es la proliferación rizomaticas de instituciones haciendo cosas distintas creo que aquí hay que pensar seriamente y observar con cuidado si algunas de estos cambios están ajustados a que estructuralmente las modificaciones de los cambios de gobierno cambien las disposiciones estructuradas de las instituciones gubernamentales.

Reto en Universidades en América Latina: Los nuevos planes de estudios en las nuevas formaciones y carreras que se presentan asegurarán una rápida inserción en el mercado laboral. Pero lo que nunca aparece es la formación académica y el cometido, es decir las consecuencias en la cultura de una población donde todo se organiza a partir de una rápida y generalizada racionalidad instrumental organizada sobre logros no está ya más organizadas sobre una comunidad de ciudadanos como era el viejo criterio del liberalismo de fines del siglo 19 principios del siglo XX que estuvo orientado a formar ciudadanos miembros de una comunidad política, lo que estamos formando son otras cuestiones.

Los planes de estudio para la formación de profesores y maestros no señalan y enfatizan una formación de carácter académico por asignaturas sino esencialmente una cuestión interdisciplinaria sin siquiera discutir el campo epistemológico de que se dice sobre eso y sí que sí y asumiendo que una postura es una cuestión que ya está laudado no lo está.

Todos estos cambios además devienen en una reducción presupuestal sustantiva de los recursos tanto para la universidad como para la formación docente, en esas condiciones hay que observar qué es lo que legitima estos procesos, unas legitimaciones centrales es enseñemos aquello que el mercado de referencia requiere, por lo tanto estamos frente al agotamiento del aparato institucional vinculado a otras formas académicas y la divulgación de la cultura general para toda la población sustituida por otras cuestiones.

Ideas Fuerza: Divulgación de la cultura, Epistemología, Reducción presupuestal, Mercado laboral, Cambio laboral

 

Diagramación de las ideas fuerza

Fuente: Autora del estudio (2022)

 

Resultados y discusión de los hallazgos: Interpretación global de las ideas fuerza

El asunto de la educación superior en América Latina es uno de los más complejos y difíciles que se plantea hoy día, teniendo en cuenta sus realidades  y problemas que, por implicaciones en primer orden es un tema político. Un rango que tipifica a todas las universidades de la región. En esta perspectiva, la crisis estructural del capital marca un nuevo momento en la Educación Superior, concretamente en lo que refiere a la universidad y al visionar un proyecto universitario, su análisis es fundamental para comprender la regresión educativa actual y sus posibles relaciones con los proyectos societarios en curso: represivos y asistenciales, con el desempleo estructural masivo como base de la organización social de las últimas cinco décadas.

Como génesis de esta problemática, conviene hacer hincapié en que la universidad ha sido siempre una entidad productora de la cultura hegemónica, y por tanto, un ente de reproducción social del sistema imperante (Aibar, 2018). Un aspecto importante a resaltar es que, en la actualidad el potencial de creación de saber, conocimiento y cultura de las universidades está siendo atrapado por los intereses empresariales, lo que degenera en que la institución favorezca una mayor desigualdad de oportunidades y una más que evidente falta de democracia.

Este sistema actual de dominación y, en el ámbito universitario, se ve reflejado no solo en la precariedad laboral, la cual puede formularse en función de cuatro grandes dimensiones: la inestabilidad en el empleo, la vulnerabilidad, los menores ingresos, y la menor accesibilidad de la población afectada a prestaciones y beneficios sociales. Esta categoría en cuestión permite incorporar de manera parafraseada la opinión de Mezzadra&Neilson (2016) quienes consideran al neoliberalismo como una actualización de las estrategias de las clases dominantes, con el objetivo de implantar un régimen de expoliación de carácter global en una nueva forma y expresión.  En este régimen, se integran las dinámicas y marcas históricas de precarización, racismo, vulnerabilidad y violencia normalizadas en los regímenes de poder capitalista, cuyo objetivo central es la expansión de los “límites del capital” y la generación de sociedades, relaciones sociales, subjetividades, acordes a la reproducción de la monetarización y mercantilización de la vida.

Es por esto que, nos encontramos con la realidad de trabajadores más horas que cumplir, profesores/as contratados/as a tiempo parcial que ejecutan el mismo número de horas que quienes tienen cargo fijo recibiendo un sueldo netamente inferior, imposición de un perfil docente-investigador con clara intención de una, execrable, práctica de la venta del conocimiento y, a la vez, la privatización de los sistemas de educación superior, fenómeno no aislado, sino producto de las políticas de los gobiernos que siguen políticas educativas dictada por los organismos internacionales, FMI (Fondo Monetario internacional), BM (Banco Mundial) y, la realidad es que, hasta ahora, los resultados para los países de América Latina en lugar de generar crecimiento, aumentaron la desigualdad.

Sin embargo, este esquema basado en el neoliberalismo, centrado en el sistema económico globalizado, constituye un reto para la educación superior y, para nuestras universidades. Hoy en día, la nueva relación entre las universidades y los poderes del Estado deberá aprender de las dolorosas lecciones desprendidas de las luchas y avatares contra el capitalismo, el neoliberalismo y a favor de la autonomía. La región en su conjunto enfrenta el reto de desarrollarse, con tasas de crecimiento altas y sostenidas, así como el de impulsar políticas públicas democráticas y solidarias que favorezcan la redistribución de la riqueza para combatir la terrible desigualdad social. América Latina necesita cambiar sus paradigmas para el desarrollo y la inclusión; por lo que habrá de corregir las distorsiones del mercado ocasionadas por el modelo de desarrollo imperante. Se trata, entre otras cosas, de que se restablezcan los nexos entre la educación superior y el trabajo, deteriorados por el curso que ha seguido el mercado laboral.

Desde ese matiz, las Universidades de la región, hoy día tienen entre sus retos y desafíos:

Defensa y promoción de la autonomía. Un asunto crucial para los nuevos tiempos y, que debe ser garantía de la independencia política y administrativa frente a factores externos. La autonomía debe integrar y trascender la realidad sistémica para crear conocimiento y trasformar su contexto multidimensional.

Carácter laico. Su compromiso con la verdad científica la obliga a una responsabilidad ética por la libertad de conciencia, en la defensa del derecho que tiene cada individuo de formarse su propia visión del mundo, sin imposiciones doctrinarias, alejada de fanatismos y fundamentalismos.

Responsabilidad social. Urge superar la priorización de la educación superior como forma de desarrollo sostenible desde la educación y las ciencias, ligados a los ODS, así como a los Planes de Desarrollo Estratégico de cada país, a los rediseño de los procesos de aprendizaje con base en la innovación colectiva, utilizando todos los recursos que brindan las comunidades del conocimiento para la multiplicación de escenarios de aprendizaje e investigación-acción no tradicionales, multi-actores, abiertos a los desafíos y oportunidades territoriales, por lo cual se requiere un nuevo modelo de gestión  que les empodere  y concientice sobre sí mismo y el  entorno, enfrentado así un doble reto: atender los problemas y necesidades para el desarrollo nacional, al mismo tiempo que los problemas de orden global que lo afectan.

Investigación. Otro gran desafío para las universidades latinoamericanas consiste en mantenerse como el sitio donde avanzan la ciencia y la tecnología, además de, en el corto plazo, formar investigadores y realizar investigación de alto nivel. Eso requiere que las universidades cuenten con las condiciones apropiadas para producir conocimiento y académicos que lo produzcan, lo que está asociado al financiamiento, público y privado, y al uso del conocimiento por parte de quien tenga interés en él.

La transmisión del conocimiento es una realidad que rebasa las fronteras nacionales e institucionales, y que estimula la investigación; de ahí que para la universidad implique estar conectada con su producción a escala mundial. En este sentido, la universidad está cambiando hacia un espacio donde circulan flujos de conocimiento provenientes de diversos orígenes, que son aprovechados para elaborar conocimiento propio. La universidad es la única institución social que puede desempeñar este papel de recibir, procesar y producir conocimiento pertinente, al mismo tiempo, para el campo científico y para la sociedad en su conjunto.

Generación de conocimiento, capital humano y capacidad tecnológica. Estos son los tres elementos indispensables para que países como los nuestros consigan más altos niveles de bienestar y compitan con otras naciones en el campo internacional. La combinación de estos elementos supone que los resultados de la investigación se orienten a resolver los problemas del entorno social y a impulsar el desarrollo tecnológico local y la innovación.

Generar innovación para el desarrollo. La universidad debe irradiar, hacia su interior y hacia el conjunto de la sociedad, una cultura de la innovación y aprecio por el quehacer científico. Esto estimulará la creatividad para la transformación cualitativa de los procesos, productos y servicios necesarios para el desarrollo económico. Especialmente, debe establecer una colaboración estrecha con las pequeñas y medianas empresas, que reúnen el mayor volumen de empleo, con el fin mejorar la calidad de su personal y crear proyectos de innovación sustentados en el conocimiento. Es necesario estimular la solicitud de patentes, la transferencia de conocimientos y los servicios tecnológicos.

Afrontar las tensiones con el mercado. Otro de los retos que tienen las universidades es sortear las tensiones entre el Estado y el mercado. Las relaciones entre ambos deberían organizarse bajo el principio de cooperación, aceptando que la rectoría de la política educativa nacional le corresponde al primero. Para salvar las posibles tensiones, los gobiernos deberían tomar la iniciativa de hacer una convocatoria amplia para acordar un programa de colaboración con las instituciones académicas y las empresas. La debilidad de este vínculo es un obstáculo de primer orden para estimular una economía basada en el conocimiento.

Desarrollo de una comunidad universitaria mundial. Para ello es indispensable hacer alianzas estratégicas, conformar redes académicas, desarrollar programas conjuntos de investigación, impulsar la formación de currículos integrados con contenidos globales, de manera que ello nos conduzca a conformar en el futuro una comunidad universitaria mundial. La cooperación internacional entre las universidades debe contribuir a un mayor entendimiento entre las culturas y respeto a la diversidad y a la solidaridad humanas. Esto representa una oportunidad de encontrar soluciones colectivas a los serios problemas que nos aquejan.

Reforzamiento de la movilidad estudiantil y académica. Es importante enfrentar con creatividad el desafío de la movilidad estudiantil y académica, con el diseño de instancias eficientes de gestión, así como mediante adecuaciones normativas que atiendan todas las dimensiones implicadas en estos intercambios, especialmente el reconocimiento de los periodos de estudio. Desde sus inicios, las universidades han vivido procesos de movilidad de estudiantes y académicos. Con la internacionalización esto se ha profundizado, por ello habrá que reforzar el reconocimiento curricular.

Se considera posible, deseable e imperativo establecer un espacio Latinoamericano del Conocimiento. Tenemos antecedentes comprobados y una serie de organizaciones capaces de contribuir a la colaboración horizontal entre las universidades.

Síntesis conclusiva y algunos aportes a la educación universitaria 

¿Cuál queremos que sea la universidad latinoamericana del siglo XXI?, ha sido la pregunta central que rigió el análisis del discurso.  Por tanto,  es posible dar algunas ideas sobre las orientaciones finales en pro de mejorar la realidad crítica dentro de las instituciones universitarias en América Latina y el Caribe, más aún, luego de las condiciones estructurales en que se ha presentado durante periodos históricos que abarca los últimos lustros del siglo pasado y los últimos tres de este siglo. Durante este tiempo, las universidades de nuestros países, por cierto, han experimentado cambios en las políticas públicas de los gobiernos y en los efectos de la globalización sobre la academia.

Si bien es cierto que las grandes instituciones públicas han mantenido diferencias y tradiciones universitarias propias en cada uno de los países que componen esta región del continente, también han mantenido semejanzas en cuanto a historia y al reconocimiento de que la universidad latinoamericana cumple propósitos académicos y, al mismo tiempo, compromisos con la sociedad y el Estado, que la hacen ser una institución visible e indispensable, y en este sentido específica, en distintas esferas de la sociedad.

En América Latina estamos, todavía, en un momento de cambios y reformas institucionales para darle viabilidad a nuestras sociedades, dentro de las corrientes globalizadoras, que impulsan transformaciones en casi todos los órdenes del espacio social. Sin duda, en este proceso, la universidad juega un papel de primordial relevancia y requiere sortear enormes desafíos, como los que enunciamos en el apartado anterior, para cumplir mejor sus propósitos, responsabilidades, y compromiso social.

La universidad de estos tiempos, en la región, ya no está dedicada a otorgar títulos, acceso a profesiones liberales para abrir oportunidades de movilidad social y fortalecer a las clases medias, además de satisfacer las expectativas de las élites. Hoy, la docencia se ha multiplicado a cientos de carreras y se han tenido que construir y desarrollar programas de posgrado para responder a las demandas de sociedades más complejas; entre ellas, la de formar personas que posean, apliquen y puedan producir conocimiento.

Los nuevos desafíos de la universidad parten de las políticas de desarrollo que  necesariamente deben establecer los gobiernos junto a sus ciudadanías. Por lo que hace necesario una universidad  en conjunto, que desarrolle una conciencia crítica y una fuerza institucional que  permita consustanciarse con su carácter de ser un bien público, que esté comprometida con la construcción de un proyecto de país que busca acelerar el proceso de restitución del poder al pueblo. Los obstáculos son múltiples y diversos pero hay que avanzar hacia la universidad necesaria, hacia la utopía posible.

De ahí que, el desarrollo y la participación de los países latinoamericanos en el concierto internacional exigen no sólo el crecimiento y fortalecimiento del sector productivo, sino también la creación de sistemas nacionales de innovación que le den vitalidad. Tales sistemas incluyen a la educación superior, como un factor de primera importancia, y particularmente a aquellas universidades públicas que han creado, a lo largo de muchos lustros, áreas de investigación en ciencias y humanidades que son claves para producir y distribuir conocimiento acorde con los fines nacionales, que no son sólo económicos, sino también políticos; esto último dada la necesidad de gestar ciudadanía, mejorar la calidad de la democracia, manejar las nuevas formas de gestión de lo público y enriquecer el patrimonio cultural.

En la discusión actual de la universidad latinoamericana hay un eje de cambio que está orientado por los escenarios tecnológicos a escala mundial. Tales escenarios se circunscriben a la necesidad imperiosa de que las universidades cuenten con un amplio desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación para entrenar a los estudiantes en su uso y para educarlos en los avances de las ingenierías que las nutren. Pero también porque la difusión del conocimiento y la educación superior tienen, hoy en día, en dichas tecnologías la posibilidad de crear plataformas docentes con las que se puede llegar a amplios públicos de estudiantes y de profesionistas que requieren renovar sus conocimientos. La universidad virtual, desde las instituciones universitarias, es una realidad poderosa para educar y satisfacer demandas específicas de la población en materia educativa, con lo cual la sociedad gana competitividad. A través de las tecnologías de la comunicación, las universidades de los países latinoamericanos pueden iniciar la construcción de un espacio común que sirva para transmitir conocimiento a las comunidades docentes, pero también a la comunidad científica. Sin duda, por esta vía, puede agilizarse e incrementarse el diálogo académico.

La educación superior latinoamericana de hoy se está construyendo en un entorno de competencia entre sistemas educativos, cuya capacidad y diversidad responden a situaciones nacionales que ordenan su organización y funcionamiento de acuerdo con políticas de Estado que pueden variar según el régimen de gobierno. Por tal motivo, pensar en el futuro de las universidades latinoamericanas supone entenderlas como parte de sistemas nacionales de educación superior y como parte de redes internacionales.

La educación superior, en países como los nuestros, debe focalizarse como uno de los ejes principales en las estrategias de desarrollo económico. Entre otros motivos, porque el crecimiento requiere una fuerza laboral mejor formada y calificada, mayor producción de conocimiento adecuado a las circunstancias de cada sociedad en particular, investigación aplicada y transferencia de tecnología. Se reconoce, además, que la educación universitaria tendrá cada vez mayor demanda porque es un factor para que las personas tengan una mejor ubicación en el mercado laboral, que en el corto plazo continuará segmentado y con un alto nivel de competencia por los puestos de mejor rendimiento económico en la estructura ocupacional.

Será menester, para tales fines, que en las universidades públicas de la región se defina como prioridad tener una comunidad académica y científica sólida, que soporte el desarrollo institucional universitario, con las mejores condiciones laborales posibles, y cuya libertad de pensar y hacer esté cobijada por la autonomía. Esta última servirá para que la multiplicidad de demandas emergentes a la universidad, y sus intercambios con todos los sectores de la sociedad, resulten benéficos a las partes.

Vivimos, entonces, en una situación donde al Estado le toca formular políticas públicas de educación superior teniendo en cuenta no sólo las necesidades nacionales, sino también la internacionalización de este nivel educativo. Algunas de estas políticas hay que reinventarlas para que las universidades y los sistemas de educación superior vayan adaptándose a los cambios educativos y científicos en el contexto global, que impactan lo nacional y lo local. Además, al Estado le toca ubicar tales políticas en la presencia de actores y proveedores, tradicionales y nuevos, de servicios educativos. Las fuerzas del mercado en la educación superior, y sus tensiones con el Estado, son de gran importancia para analizar la dinámica de la educación superior—en cada país y en su conjunto— de aquí en adelante.

 

Referencias

García y Mirón (2013).  La empleabilidad. España: Excelencia

Manzano-Arrondo, V. y Boni, A.(2019). Despertando la universidad: propuestas desde el desarrollo humano. En A. Casado da Rocha (Ed.) Cultura Dual: Nuevas identidades en interacción universidad-sociedad. Madrid: Plaza y Valdés

Serna (2007) este modelo de universidad interfiere y restringe su función como agente promotor de la superación de los desafíos socioeconómicos y ambientales, indispensable para el desarrollo de las presentes y futuras generaciones.

Soage, A. B. (2006) «La teoría del discurso de la Escuela de Essex en su contexto teórico», Círculo de Lingüística Aplicada a la Comunicación

Suleman (2016) y los indicadores bibliométricos globales.  España: Universidad de Barcelona

Walker, D.  (2012). El aprendizaje a partir de la experiencia. Interpretar lo vital y cotidiano como fuente del conocimiento. Madrid: Narcea

 

 

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El bienestar de los estudiantes debe ser componente de su educación

Por: Paulette Delgado

Según un metaanálisis, el aprendizaje activo contribuye a disminuir la sensación de malestar causado por el aislamiento ya que se transforma en un proceso de aprendizaje contextualizado y autorresponsable.

El bienestar de los estudiantes debe ser componente de su educación, esto según el metaanálisis publicado en Frontiers titulado “Trends of Active Learning in Higher Education and Students’ Well-Being: A Literature Review”. De acuerdo con el metaanálisis, este tema debe ser incluido en las reformas curriculares de todos los países.

El 1 de enero de 2016 entró en vigor la resolución de las Naciones Unidas titulada “Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, cuyo propósito es construir un mundo equitativo y universal. Los autores destacan los objetivos tres y cuatro, los cuales buscan “garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades y garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos, respectivamente”. Debido a la pandemia, estos objetivos se ven lejos de alcanzar ya que se acentuó la brecha digital, educativa y social, agravando las disparidades socioeconómicas e incluso obligando a los más afectados a abandonar la escuela. Es por ello que, para los autores, el bienestar de los estudiantes se ha convertido en prioridad.

El metaanálisis encontró limitadas referencias académicas sobre cómo el bienestar puede convertirse en un elemento exitoso de la educación, aún así, descubrieron que en Australia, Inglaterra, Nueva Zelanda y Escocia, se han venido realizando ajustes curriculares para integrar cuestiones vinculadas al bienestar. Más allá de poner a los estudiantes a llevar un aprendizaje activo que los hace leer, escribir, discutir, resolver problemas, analizar, sintetizar y evaluar, deben además pensar en lo que están haciendo, observar sus emociones, actitudes y valores al involucrarse en proyectos más allá de las aulas para trabajar con la comunidad. Esto con el propósito de que los estudiantes vean “el proceso de aprendizaje como un proceso constructivo que reúne a personas de todo el mundo”.

La colaboración entre todos es, según el análisis, la forma de responder a los desafíos que enfrenta el mundo actualmente como “la preservación del medio ambiente, la pobreza, el desarrollo socialmente incluyente y justo, las ciudades inteligentes y sostenibles, el respeto mutuo y la generación de nuevos conocimientos para brindar soluciones sostenibles a problemas sociales”. Aunado a eso, ayuda a las nuevas generaciones a adaptarse a distintas circunstancias y personas, contribuyendo a la integración de la sociedad. Pero, ¿qué tiene que ver el aprendizaje activo con el bienestar?

Aprendizaje activo y bienestar socioemocional
Los autores del metaanálisis revisaron literatura que se enfocó en el uso de metodologías de aprendizaje activo en la educación superior para saber si apoyan la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030. Buscaron en Web of Science, Scopus y en revistas que publicaron exclusivamente revisiones o son importantes en el campo de la educación superior, lo que resultó en seis estudios: Akinla et al., 2018; van der Zanden et al. 2018; Kötter et al., 2019; Theelen et al., 2019; Thorburn, 2020; Agasisti y Soncin, 2021.

Entre las seis publicaciones argumentan que muchos estudiantes se estresan con la transferencia a la educación superior, las expectativas que tienen de la universidad, cómo evaluarán su desempeño y, en general, lo que significa tener éxito universitario. Este último punto se divide en tres: el rendimiento académico de los estudiantes, las habilidades de pensamiento crítico y el bienestar socioemocional.

Para reducir el estrés que implica entrar a la universidad, Akinla et al. investigaron cómo en estudiantes de medicina tener tutores de pares cercanos les podría ayudar con la transición, además de hacerlos crecer profesional y personalmente y preservar el bienestar. Además, es un recurso de aprendizaje activo ya que promueve la asistencia social y académica a la comunidad universitaria de nuevo ingreso. Esto es apoyado por van der Zanden et al. quienes describen que la participación ayudó a la integración social y el ajuste de los estudiantes en lugar de sus sentimientos generales de ajuste.

Los efectos de la pandemia en el bienestar de la comunidad estudiantil
El reporte más reciente del metaanálisis, el de Agasisti y Soncin (2021), toca el tema de la pandemia y cómo hace del bienestar una preocupación crucial para la educación superior. Los autores dicen que las instituciones realizaron importantes inversiones en tecnología para preparar las aulas para el aprendizaje remoto. Esto representó un sinfín de desafíos complejos pero demostraron que “los objetivos fundamentales de las facultades tenían que ser los estudiantes, no el método en sí”. Para Agasisti y Soncin, una de las lecciones más esenciales de esta época fue el énfasis en las relaciones ya que estas le dan “sentido a las experiencias educativas de los estudiantes, así como al proceso a través del cual se desarrollan la investigación y la innovación”.

Entre los retos, un estudio de Defeyter et al. (2021) discutió cómo varios estudiantes mostraron bajos niveles de bienestar mental durante la pandemia porque no confiaban que sus universidades o gobierno tuvieran un buen desempeño ante la situación, lo que impactó su bienestar mental, ya que transmite una sensación de inseguridad y malestar. Para realmente alcanzar los objetivos de bienestar en la educación debe haber un énfasis en los educadores, los estudiantes, instituciones, gobierno y un concepto de logros académicos más amplio. Todo esto para proporcionar a los docentes una mayor autonomía profesional y que pueda proveer experiencias de aprendizaje más integrales para sus estudiantes.

Promover el bienestar mental y emocional del estudiante mejora su autoestima y su vida ya que proporciona equilibrio emocional y hace frente a los sentimientos de depresión o aislamiento. Las instituciones de educación superior deben ofrecer el aprendizaje activo donde los estudiantes tengan autonomía y la capacidad de decidir mientras cooperan con su comunidad. Los autores explican que “el aprendizaje con estos enfoques disminuiría la sensación de malestar causado por el aislamiento (o incluso la soledad) y la ambigüedad de la situación, ya que se transforman en un proceso de aprendizaje contextualizado y autorresponsable que tiene en cuenta las habilidades y restricciones de cada individuo”.

La Agenda 2030 de las Naciones Unidas aspira a una alfabetización universal y un acceso equitativo a una educación de calidad en todos los niveles, a la salud y la protección social, y donde se asegure el bienestar físico, mental y social. Sin embargo, el metaanálisis demuestra que existe falta de interés por parte de la comunidad científica y las propias instituciones. Se necesita invertir en investigación sobre el aprendizaje activo y el bienestar de los estudiantes, especialmente en países socialmente desfavorecidos o que sufren de una brecha digital mayor para interpretar más ampliamente el bienestar y cómo cumplir con los objetivos de la Agenda 2030.

En los últimos años se ha visto la importancia de enfocarse en el bienestar del alumno, y, como dicen los autores, “todos consideran que el bienestar debe ser enfatizado como un componente de la educación”.

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

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¿Qué es la verdad que decimos enseñar?

Por Miguel Andrés Brenner

o de la muerte de la conciencia de verdad [1]

QUE TIRE LA PRIMERA PIEDRA EL QUE ESTÉ LIBRE DE NO DECIR LA VERDAD.

Políticos, empresarios, sindicalistas, justicia institucional, deberían partir de ahí.

Ver la cosa parcialmente, y en el otro, es un recurso metonímico,[2] no es verdad.

Partamos de lo siguiente, y veremos en dónde concluimos: Ya no importa la verdad, y no por las noticias falsas o fake news, la cosa es más grave aún.

En la filosofía de occidente se ha discurrido sobremanera acerca de la “verdad” y la verdad como patrimonio de la inteligencia, no de la práctica[3]. Y, particularmente, en el mundo contemporáneo al que haremos referencia, bajo el apotegma de que la inteligencia es reemplazada por la emoción, suponiendo su universalidad, fuera del tiempo, fuera de la historia. La filosofía de la liberación, en cambio, ha hecho hincapié en la justicia. La verdad es subordinada a la justicia, y ésta antes que nada a su práctica ética[4]. Sin embargo, la misma es aplastada, como tendencia, por su olvido de las instituciones eurocéntrico-universitarias.

Desde la perspectiva del Norte político, nos preguntarnos “¿qué es la verdad?” Podemos afirmar, entre otros, la corrección respecto la respuesta en relación con la adecuación a lo que se desea preguntar. Si me pregunto acerca de ello, pretendo la respuesta cuyo imaginario anticipo. O sea, la subjetividad impregna de su modo de ser a la respuesta, sin el reconocimiento de la misma. Por ejemplo, el arbitrio de no encontrarse fuera de las normas APA[5]. Por ende, se pensaría según los cánones de los Estados Unidos de América o “no sirve la cosa”. Así, casi importaría más la forma que el contenido. Entonces, el contenido práxico de la vida de nuestros pueblos no vale si no se adecúa al modo de ver norteamericano. Además, el acceso al conocimiento se convierte en algo nada más que procedimental, mientras los contenidos y sus valoraciones pasan a un segundo plano. Los procedimientos pueden reducirse a variables cuantitativas, y medirse dentro de la mercantilización de los formatos académicos.

Hay otra visión interesante, el momento del “deseo”, patentizado en la “dialéctica del amo y del esclavo”, según Guillermo Federico Hegel (+ 1831). Es la del ser humano oprimido (digamos, el esclavo) que se “siente-creador” y apetece (appetit) reconocerse como tal en tanto sea reconocido por el otro. Ese otro, en tanto sea el amo, jamás va a apetecer reconocerlo, porque si no, dejaría de ser amo, y de ahí, la lucha por el reconocimiento.

Desde Nuestra América entrevemos, por lo tanto, que el motor de la verdad es la “lucha” en tanto apuntemos a un proceso de liberación, dándose éste solamente en la “praxis”. Si se diera solamente en la adecuación del enunciado del sujeto con el objeto conocido, habría ahí, bajo el pretendido “atenerse a los hechos”, un modo implícito de idealismo. ¿Y por qué? Es que mientras se someten los hechos solo a sus interpretaciones, se restringe la realidad humana a éstas, manipuladas según la voluntad de poder, que contrae lo humano a lo observable como cuantificable, como medible, como manipulable, con altas cuotas de predicción, bajo el determinismo de las leyes o de lo legal, desapareciendo, así, la ética como aventura de la libertad. Y, en el presente milenio, subsumiendo al ser humano a la “decisión” de los algoritmos, a la dictadura de los algoritmos. Consideremos que “las” interpretaciones son aceptables, mientras no afecten al núcleo fundamental que es el de la producción y reproducción de la vida en comunidad.

Más aún, si la posibilidad de un enunciado depende del posicionamiento social dentro del Mercado[6], nos encontraríamos insertos en una trama donde quien define “qué es la verdad” es el sujeto del neoliberalismo capitalista, o sea, el Mercado, quien pensaría, desearía, actuaría. Entonces, el sujeto social se fragmenta según sus posibilidades de la inserción mencionada, muere la conciencia[7] de verdad, y esta última se somete a las fuerzas que deciden, desde relaciones de poder, qué es lo que se permite ser cierto o no. Y lo que se permite o no se asocia, principalmente, a la emotividad, una emotividad fragmentada de la racionalidad, mas bien como su fundamento[8], pues tal adhesión sería la fuente del saber, la fuente de la verdad. Interesante planteo, donde la verdad, supuestamente, radicaría en los intereses del poder establecido, y no en la dignidad como condición de la vida humana.

Es aquí donde nos preguntamos si la verdad tiene que ver con la adecuación de los enunciados del intelecto al objeto conocido, o si la verdad tiene que ver con la “buena vida” de los pueblos. En el primer caso, nos hallamos ante el “pensamiento que se congratula pensarse a sí mismo”, en el segundo, con la praxis efectiva de la justicia y, en consecuencia, de la verdad, ya no como argucia del intelecto, sino como libertad efectiva. En el primero, un craso idealismo al servicio del mercado; en el segundo, una praxis que parte de la dignidad de la condición de la vida humana. Apuntamos a la identidad verdad, vida, bueno.

¿De qué manera comprender hoy a un Sócrates, quien identifica el mal con el error? Obviamente, no lo aceptamos en parte, y sí, en la otra, depende de la perspectiva. No, si identificamos la verdad al modo solo individual en el entramado de un saber teórico-elitista, y sí, mientras tenga que ver con la vida, puesto que, para nuestro filósofo, en este último caso, la “catarsis” o purificación se asocia al bien. Conste que en la actualidad dejamos morir la conciencia del mal en donde haya una identificación del mal con un error, a la manera como un niño se equivoca en una tarea o deber para la escuela[9].

La actual mirada niega radicalmente la concepción de la verdad, pues todo se reduciría a un “me gusta” o “no me gusta”, al modo meta-facebook. La adhesión afectiva sería prioritaria y, tan fuertemente, que ingresa en el plano de un sentido común difícil de cuestionar. El “gusto” no se cuestiona si carece de una base racional. El gusto tal sería motor de la “creencia”.

La “creencia” en un mundo laicizado es el fundamento del posicionamiento humano. Y la cosa es tan “grave” que hasta toda la economía financiera se basa en dicho paradigma. Es que la presente economía, sustentada en un “dólar-a-futuro”, o sea, el dólar como “deuda”, supone que a futuro será reintegrado a su acreedor, aunque existe la convicción de que es un imposible y, a pesar de ello, se “mantiene” la creencia. Es decir, todo un edificio económico financiero se fundamenta en una creencia que carece de solidez, esfumándose por doquier. Y, sin embargo, dicha “creencia” sostiene un “castillo de naipes”, la economía de base financiero-especulativo-parasitaria, tan frágil como frágil es la condición humana bajo una “fe” no religiosa que la carcome, actuando como un Leviatán absoluto[10].

Es fácil escuchar “¿creés que fulano de tal es corrupto?” Y si tú crees, es suficiente garantía de verdad, partiendo de las caracterizaciones dadas oportunamente por el nazi Joseph Goebbels, el padre de la propaganda política contemporánea, aunque sin su tecnologíaxi. Para Platón, la creencia es casi el grado más bajo del saber, en la actualidad es el fundamento del saber. Otra forma de lo mismo aparece en la expresión “¿tú qué opinas?”[12]

Desde aquí hasta se llega a banalizar el crimen, la verdad, la misma vida. Y acontece cuando “no se cree ni en uno ni en otro”, o bien cuando la “insensibilización conlleva a no sentir la vulnerabilidad del otro” (salvo que le toque a uno).

Por ende, cuando educativamente nos planteamos “enseñar la verdad”, ¿qué es lo que pretendemos decir hoy día?

Si hablamos de lo que se denomina STEM, es lo que más importa a los sistemas escolares del poder establecido. Science, Technology, Engineering and Mathematics (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).  Y la lengua se aborda principalmente en su función instrumental, sin la pretensión freireana comunicativo/dialogal/crítico-problematizadora desde la praxis real de la vida de los educandos, y también de los educadores no tratados como educandos en las normativas. En cuanto a esta reciente referencia, siempre se menciona al aprendizaje como núcleo del proceso educativo, y no a la relación docente-alumno, educador/educando—educando/educador.

Si los educadores carecen de voluntad ético-política no se tendrá en cuenta el núcleo de la verdad que radica en el buen vivir del pueblo, en la buena vida de los pueblos. Resulta necesaria, al respecto, una fuerte intervención de quienes dicen defender los derechos de los docentes, así evitar un curricular acotado al STEM.

Dice Karl Marx que el ser humano es vida productiva, creadora: “La vida productiva es… la vida genérica. Es la vida que crea vida.”[13] Ésta es la explicación más hermosa que conocí acerca del significado de lo humano. El vocablo “Rúaj” señala en hebreo el soplo creador (Dios) en el relato de la creación, primer libro del Antiguo Testamento, Génesis, mientras que el ser humano participa como co-creador, a imagen y semejanza de Dios. Tiene que ver con la vida y su disfrute. “Dis” es indicativo de la muerte del fruto, aunque para “más y mejor” fruto, que solo puede darse en comunidad.

Entre tanto, el Banco Mundial, desde una concepción utilitarista al servicio del mercado, sustenta la recuperación de los aprendizajes perdidos en el contexto de la pandemia en el “uso” de estrategias de recuperación, en el autoaprendizaje “individualizado” y en programas de aprendizaje acelerado, mediando las tecnologías vigentes que ofrece la economía de mercado… “brindando apoyo financiero. Entre estas organizaciones se encuentran el Grupo Banco Mundial; la Unesco; Unicef; el Ministerio de Relaciones Exteriores, del Commonwealth y de Desarrollo del Gobierno del Reino Unido (FCDO); USAID, y la Fundación Bill y Melinda Gates”[14], éstos ligados al lucro y al espionaje.

Valga concluir el presente texto con la pasión y el ánimo que muchísimos educadores ofrecen a sus alumnos como hálito vital desde el que intentan luchar contra viento y marea a fin de potenciar la vida, y vida en comunidad.

Siempre es actual la pregunta acerca de la verdad que enseñamos, y no para lavarnos las manos.

Notas:

[1] a) Agradezco a mis alumnos de los Institutos de Formación Docente nº 35 y nº 41 de la Provincia de Buenos Aires, Argentina, desde los cuales mi imaginación vuela en el deseo carnal de la enseñanza y me permite esbozar el presente texto. b) Parafraseo libremente una expresión del Papa Francisco, cuando enuncia el “debilitamiento de la conciencia del pecado”, aunque soy más radical en tal sentido, puesto que menciono la “muerte”. https://www.religiondigital.org/el_papa_de_la_primavera/Francisco-Perder-conciencia-pecado-tiempo_0_2200279995.html (consulta: 24/09/2022)

[2] Metonimia. Confundir la parte con el todo.

[3] Marx, Carlos. “Once tesis sobre Feuerbach.” Tesis segunda. “El problema de si al pensamiento humano se le puede atribuir una verdad objetiva, no es un problema teórico, sino un problema práctico. Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento. El litigio sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento que se aísla de la práctica, es un problema puramente escolástico.” https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/45-feuer.htm (consulta: 23/09/2022)

[4] El occidente universitario ha obviado la verdad desde otros pueblos

[5] ¿Qué son las Normas APA? Las Normas APA es el estilo de organización y presentación de información más usado en el área de las ciencias sociales. Estas se encuentran publicadas bajo un Manual que permite tener al alcance las formas en que se debe presentar un artículo científico. APA, estilo metodológico elaborado por la American Psycological Association, extendido a todo el mundo como un formato estándar de referencias y citas textuales.

[6] Brenner, Miguel Andrés (2018). “El pos maestro. Una crítica a la pedagogía neoliberal.” Donde presento al “mercado”, como sujeto ficticio o ficcional, cuyos deseos serían al modo humano. https://contrahegemoniaweb.com.ar/2018/03/04/el-pos-maestro-una-critica-a-la-pedagogia-neoliberal/

[7] Adrede utilizo la cualidad “conciencia”.

[8] Ver, de Brenner Miguel Andrés (2019), el texto “Educación Emocional”. https://rebelion.org/el-neuroneoliberalismo-capitalista-fascista/

[9] Es más fácil oír “me equivoqué en la vida”, o bien “cometí un error”, en vez de “hice mal” o “cometí un daño”.

[10] La deuda de los EE.UU., en el instante de realizar la presente escritura, es de treinta y un billones de dólares. https://www.usdebtclock.org/ (consulta: 23/09/2022)

[11] https://confilegal.com/20180826-los-11-principios-de-la-propaganda-nazi-hoy-vigentes-en-las-fake-news/ (consulta: 22/09/2022)

[12] En un juicio institucional, si el veredicto tiene que ver con la propia posición, se lo acepta como válido, caso contrario, se lo cuestiona.

[13] Marx, Karl. “Manuscritos económico-filosóficos de 1844.” Capítulo 1. XXIV, Tercera determinación del trabajo enajenado. https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/manuscritos/

[14] Banco Mundial (2022). “El aprendizaje está en crisis: Dar prioridad a la educación y las políticas eficaces para recuperar el aprendizaje perdido.” https://www.bancomundial.org/es/news/immersive-story/2022/09/16/learning-in-crisis-prioritizing-education-effective-policies-to-recover-lost-learning

Miguel Andrés Brenner. Facultad de Filosofía y Letras Universidad de Buenos Aires

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