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La docencia es la ocupación que se viene: Una agenda posible

Por Eduardo Levy Yeyati

Cuando hace dos años mi hija me dijo que pensaba cursar las materias didácticas de la carrera de Letras como alternativa laboral, pensé (y le dije) cuánto mejor era apurar el título universitario para usarlo como trampolín a una especialización con futuro, en vez de resignarse a la salida convencional de las carreras sin demanda específica, la modesta docencia, la trinchera del pasado. Consultando con amigos, no fui el único en reaccionar de este modo. Y no podía estar más equivocado.

En relación con el tema del impacto de las tecnologías sobre el empleo, hay esencialmente dos campos: los que dicen que se destruirán unos y se creerán otros, y los que dicen que se destruirán muchos y se crearán pocos. En todo caso, como decía Heráclito, nadie se baña en el mismo río dos veces. La historia no se repite a sí misma. Y ya sea que salgamos empatados o que, más probablemente, haya una pérdida neta de trabajo, la cómoda parcelización educativa en niveles y carreras ya se volvió obsoleta.

En un ya célebre trabajo, dos economistas de Oxford, Frey y Osbourne, estimaron que el 47% de las ocupaciones en EE.UU. eran vulnerables al reemplazo por robots o programas digitales. Replicando el método (un tanto arbitrario y probablemente desactualizado, pero útil como guía cualitativa), un informe del Banco Mundial mostró que el porcentaje es aún mayor en países en desarrollo. En la Argentina, por ejemplo, el número supera el 60%, algo esperable si pensamos que los trabajos más robotizables son aquellos de calificación media y baja y formación rígida y tradicional, precisamente donde se concentra nuestra oferta educativa y laboral. Así, todo indica que por este camino nos espera un lento pero inexorable derrumbe del empleo.

Las nuevas tecnologías jaquean nuestra zona de confort laboral de dos modos: nos obligan a actualizarnos continuamente, y nos obligan a entrenarnos para ser capaces de actualizarnos. Si algo aprendimos de la apertura liberal de los 90 es que es difícil reconvertirse para saltar de un trabajo en un sector en retroceso a otro en un sector en alza. Hoy estamos frente a una situación parecida, por causas distintas. Si nos abrimos a la tecnología, la rotación de empleo no obligará a ser flexibles y abiertos a nuevos entrenamientos. Para esto necesitamos repensar la educación para el trabajo (menos en términos de carreras, más en términos de habilidades) y reeducarnos.

La educación no es solo central a la carrera entre la tecnología y el empleo, sino que es en sí misma una ocupación menos proclive a la digitalización de lo que se esperaba. Estudios recientes muestran que el boom de la educación online, que muchos vieron como el fin del trabajo docente, está lejos de reemplazar al maestro o al profesor: la tasa de abandono es alta y los rendimientos modestos, lo que sugiere que la presencia del docente tiene algo de irreemplazable; mucho más, pensaría, en el primario y secundario o para estudiantes de bajos recursos, donde la enseñanza sale del manual y se vuelve humanidad y arte. Y, con los recursos necesarios, una experiencia extraordinaria.

El tsunami tecnológico no sólo hace más urgente la jerarquización de la educación mediante la jerarquización del docente, también la hace más posible. Después de todo, la combinación de mayor demanda, naturaleza artesanal e inmunidad tecnológica debería asegurarle al docente un mejor salario, y a la docencia una oferta de calidad a medida que los mejores estudiantes se refugien en ella. Que un hijo nos diga que quiere dedicarse a enseñar debería ser motivo de festejo.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1901558-la-docencia-es-la-ocupacion-que-se-viene

Imagen tomada de: http://www.metro.pr/_internal/gxml!0/r0dc21o2f3vste5s7ezej9x3a10rp3w$3yvsylhlliysy1lwytmn68azscoabw4/179026806.jpeg

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Sugata Mitra: “Los exámenes ya no sirven, son una amenaza”

Este profesor de la Universidad de Newcastle ganó el TED Prize en 2013 y su método educativo se sigue en 50 países

Con una idea tan simple como poner a un grupo de estudiantes a trabajar con un solo ordenador y sin un profesor como supervisor, Sugata Mitra (1952, Calcuta) ganó en 2013 el TED Prize. Consiguió así la atención mediática de todo el mundo y un millón de dólares para poner en marcha su proyecto SOLE (siglas en inglés de Self Organised Learning Environments), en español, entornos de aprendizaje autoorganizados, que hoy emplean colegios de 50 países. La charla Construyendo una escuela en la nube, que suma más de 2,6 millones de visitas, fue considerada por TED -organización nacida en 1984 en Estados Unidos para promover la tecnología, educación y diseño- como la más inspiradora del año y con mayor potencial de cambio.

En su conferencia de 20 minutos, este ingeniero, que trabaja como profesor en laUniversidad de Newcastle, critica el actual sistema educativo. Cree que se basa en un modelo que se diseñó hace 300 años, en la era de los imperios, cuando los gobiernos formaban ciudadanos idénticos para que funcionasen en cualquier punta del planeta.

Para él, la revolución educativa pasa por acabar con los programas académicos para situar Internet en el centro del aprendizaje. También aboga por el fin de los exámenes como instrumento de evaluación. Simplemente porque “la época de las trincheras ha terminado y los estudiantes ya no necesitan aprender con la amenaza y el miedo como una constante”.

Pregunta. Usted afirma que los exámenes ya no son útiles porque no permiten a los estudiantes pensar con claridad. ¿Ha realizado alguna investigación al respecto?

Respuesta. Tengo la evidencia científica que ha aportado la neurociencia. En el centro de nuestro cerebro se encuentra lo que llamamos el cerebro reptiliano y su función es decidir en cada momento si luchar o volar -escapar ante una situación-. Aunque no somos conscientes, está continuamente evaluando y cuando siente una amenaza apaga otras partes del cerebro como la corteza prefrontal, que juega un papel primordial en la coordinación de pensamientos. Los exámenes son percibidos como una amenaza y, por tanto, la creatividad se bloquea. Si le preguntas a un estudiante qué le pide el cuerpo durante un examen, su respuesta será salir corriendo. El estrés le lleva a pensar que no es el momento para las grandes ideas.

En la era de los imperios se necesitaban personas entrenadas en sobrevivir bajo amenaza, principalmente por las guerras, argumenta Mitra en una entrevista concedida a EL PAÍS con motivo de su visita a España por la puesta en marcha de su método SOLE en tres colegios madrileños, uno público y dos concertados. “Hoy el mundo funciona de otra manera y tenemos que sustituir el miedo por el placer de aprender”, continúa el ideador de un modelo educativo que cuenta con el respaldo económico de gigantes como Microsoft.

El estrés de los exámenes lleva a los estudiantes a pensar que ese no es el momento para las grandes ideas

P- En la década de los 90, trabajaba para una empresa india de informática. ¿Cuándo comenzó a interesarle la educación?

R- No fue algo premeditado. Me encargaba de diseñar programas formativos, pero al final acabé haciendo lo contrario: demostrar que la tecnología se puede aprender de forma autodidacta. En los noventa éramos pocos los que teníamos ordenador en casa y un día comenté con un grupo de amigos la facilidad con la que nuestros hijos los manejaban sin apenas directrices. A modo de experimento, se me ocurrió incrustar un ordenador en un muro de un barrio pobre de Nueva Delhi para analizar la reacción de los niños. Ocho horas más tarde, estaban navegando por la Red y enseñando a otros a hacerlo. Esos niños nunca habían ido a la escuela y no sabían inglés. Repliqué la misma prueba en zonas remotas de la India y gracias al apoyo económico del Banco Mundial llevé a cabo la primera ivestigación en 2002. El gran descubrimiento: un grupo de niños sin ningún supervisor y con acceso a Internet pueden aprender en nueve meses a manejar un ordenador como cualquier secretario de occidente.

P- ¿Cómo aplicó ese descubrimiento a las aulas?

R- Años más tarde, la Universidad de Newcastle me llamó para llevar el experimento a los colegios de la India. Ahí descubrimos que sucedía lo mismo con las matemáticas, la física o el arte; los niños aprendían sin las lecciones del profesor, solo trabajando en grupos con un ordenador conectado a Internet. La única guía que recibían era una gran pregunta que debían contestar. ¿Por qué llueve? Una profesora de un colegio británico contactó conmigo para llevar el sistema en su centro. Cuando lo probaron, los docentes decían que lo imposible estaba pasando; los chicos aprendían sin una enseñanza dirigida. No hablaban de ventajas o desventajas, solo de que se podía hacer. En los países desarrollados,SOLE acaba con la rigidez del sistema, ayuda a abrir la mente.

Sugata Mitra.
Sugata Mitra. CARLOS ROSILLO
P- ¿Qué novedad representa su metodología con respecto a otros modelos de aprendizaje colaborativo, como, por ejemplo, el planteado por los hermanos estadounidense Roger y David Johnson en los sesenta?

R- Ya se hablaba de aprendizaje autodirigido en los años 20. Un caso conocido es el del cura jesuita que puso en marcha un sistema en la India en el que estudiantes de cursos superiores enseñaban a los más pequeños. ¿Cuál es la diferencia? Internet. Mi investigación habla de otra forma en la que los niños pueden aprender, un método más rápido e igual de eficiente.

P- Han surgido muchas voces críticas con su proyecto SOLE. Le han acusado de falta de evidencias científicas que prueben que realmente funciona.

R- Es muy difícil definir qué es funcionar bien cuando ya se está planteando cambiar el modo en que evaluamos. La realidad es que hay más de 1.000 SOLEpor el mundo, grupos de niños conectados a Internet y aprendiendo en grupos. La mejor evidencia del éxito del modelo son los datos que hemos recopilado deTwitter: más de 10.000 profesores están hablando de SOLE. Cuando les pregunto a los críticos si han leído mis investigaciones, la respuesta suele ser negativa. Son 15 publicaciones en los últimos 17 años en revistas científicas comoBritish Journal of Educational Technology o American Educational Research Association. Los papers muestran que el aprendizaje de los niños es exponencial, siempre suben de nivel, o que mejora su nivel de inglés, entre otros muchos aspectos. Este año quiero poner en marcha un equipo de investigación en la Universidad de Newcastle para medir el impacto de este aprendizaje.

Los profesores dicen que lo imposible está pasando; los chicos aprenden sin una enseñanza dirigida

P- ¿Qué rol juegan los profesores en SOLE?

R- Su trabajo no tiene que ser enseñar, sino dejar que los niños aprendan. Tienen que quitar el foco de ellos mismos, perder el protagonismo. Su función es plantear las preguntas adecuadas, incluso si no conocen la respuesta. Ahí es donde se produce el aprendizaje. No tienen que decir a sus alumnos “yo tengo la respuesta”, sino “esto es lo que habéis encontrado”.

P- ¿Cómo están reaccionando los gobiernos de los diferentes continentes ante su modelo de aprendizaje?

R- Con la excepción de los países escandinavos, que tienen la habilidad de cambiar, la mayoría de gobiernos, especialmente aquellos que tuvieron grandes imperios como Reino Unido o India, no saben cómo avanzar y son incapaces de cambiar. Los burócratas entienden lo que propongo, pero me han llegado a decir que mientras ellos vivan, el cambio de paradigma no se producirá. Los libros de texto son una industria que mueve billones de euros, es imposible retirarlos. Su máxima es mantener las cosas como están para conservar su trabajo.

P- ¿Cómo cree que se debe medir el conocimiento?

R- Hay que cambiar la norma de lo que hay que evaluar. Creo que la clave está en analizar la creatividad de cada uno, y con las herramientas que tenemos ahora no se puede. No estoy seguro de si necesitamos la evaluación individual o basta con la del grupo. Ahora el mundo funciona con sinergias. La virtud que se valorará en pocos años será la de ser capaz de hacerse preguntas continuamente y tener la habilidad de contestarlas.

P- ¿Cómo lleva lo de ser un gurú mundial de la educación?

R- Si lo soy, es por accidente. No tengo ninguna habilidad especial para conseguir cambios sociales, y tampoco es mi objetivo. Solo quiero ayudar a los niños a encajar en un escenario en el que todas las reglas serán distintas a las de ahora. En 20 o 30 años, los robots controlarán el mercado laboral y solo sobrevivirán los que sepan construir o inventar. Los llamados makers.

Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2016/09/18/actualidad/1474226496_636542.html

Imagen tomada de: http://img.rtve.es/v/2071549?w=1180&preview=1382008094195.jpg

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La educación presencial y el irrumpimiento de la educación a distancia

 Mayra Castañeda

Ya hemos oído bastante acerca de las famosas TIC’s que son las tecnologías de la información y la comunicación; tardamos bastante en darnos cuenta que estas tecnologías también podían ser utilizadas para la educación. Claro que en contextos como el nuestro pensar en acceso a internet para todos los niños, niñas y jóvenes del país resulta bastante utópico. Una buena parte de las autoridades educativas se han subido al discurso de la importancia de la tecnología para avanzar en materia educativa, siempre con la pretensión de formar parte del “primer mundo”, pertenecer y hablar de tú a tú con esas grandes potencias que tienen solucionadas gran parte de las necesidades básicas de su población.

Cuando casi  54 millones de  habitantes viven en pobreza y una horripilante cantidad forman parte de la llamada “pobreza extrema” (9.8%  del total de la población según datos del CONEVAL) es difícil pasar del discurso. Ciertamente regalar tablets y laptops no es el camino más adecuado, sobre todo cuando el fin último de esos equipos es la casa de empeño para poder seguir subsistiendo, cuando tampoco van arropados por un programa congruente y un servicio de redes y, en algunos casos, ni siquiera de electrificación, menos una capacitación en la materia para docentes y estudiantes. Así podemos pensar que una buena parte de los 753 millones de pesos invertidos solamente en el programa “Mi Compu.mx” será dinero tirado a la basura.

Claro que hay contextos en lo que este tipo de integración tecnológica en instituciones educativas ha surtido un efecto positivo, sobre todo en entornos urbanos o en instituciones privadas. Ahí el término de TIC’s,  la irrupción de la tecnología en espacios donde los supervisores, docentes, directivos y sobre todo padres de familia son inmigrantes digitales, donde muchos de ellos incluso son analfabetas digitales, causó gran inquietud.

En ese estado de cosas, donde los chicos y chicas comenzaron a demostrar una alta capacidad para el manejo de dispositivos y los adultos se sintieron inseguros, muchas instituciones comenzaron a utilizar el término TAC’s, tecnologías para aprendizaje y la comunicación, como una forma de diferenciar el uso que se le daría a los dispositivos tecnológicos. Este término pareció calmar las inseguridades y ansiedades que se produjeron en el primer momento. Pensar en que los niños y jóvenes usarían tabletas en lugar de cuadernos y libros no parecía disgustar ya tanto a los padres, aunque para los maestros ha sido otra la historia. Ponerse al corriente y sobre todo al parejo de las capacidades desarrolladas por sus estudiantes parece tarea titánica. Entender las nuevas formas de construir el conocimiento de manera colaborativa, utilizar todos los recursos y sobre todo poder entender el cambio que implica a nivel sociológico que están produciendo estos fenómenos parece de otro mundo.
Una de las principales preocupaciones que se producen en esta realidad es la del uso de las redes sociales y sobre todo el surgimiento de fenómenos como el ciberbullying y la exposición pública de informaciones falsas que se han dado en estas redes como el Facebook provocando chantajes, extorsiones y graves consecuencias a nivel psicosocial en estudiantes pero también en docentes. Los casos de profesores que han perdido su empleo por verse envueltos en chismes de escolares, los directivos que se han visto acosados por padres de familia y la exageración y desproporción de este tipo de informaciones generadas con la intención de lastimar y entorpecer la labor de los profesionales parece ir en aumento.

Cada vez más los jóvenes van por delante, muchos de ellos se encuentran muy confiados en esos espacios virtuales, donde han establecido las reglas y en el que  pueden reunirse, compartir, pero también etiquetar, discriminar, manipular y desatar rumores que han terminado con carreras muy prestigiosas. Esos son los verdaderos riesgos de las redes sociales, no cuando estos niños y jóvenes las utilizan como herramientas para investigar, compartir y desarrollar ideas y construir conocimientos, pero esto no tiene que ver con los instrumentos tecnológicos en sí mismos, esto tiene que ver con los valores que cimientan a los individuos que se involucran en los espacios virtuales.
Los niños y jóvenes desarrollan un sentido de la pertenencia al grupo y consiguen reconocimiento social en las redes, por eso se han vuelto tan populares, pero cada vez más vemos fenómenos como el de la baja de suscripciones en facebook, una red social que se hizo muy popular en los últimos años pero que se volvió demasiado ambiciosa, pretendía tener a diferentes generaciones conviviendo en el mismo espacio cibernético.

Imposible, los jóvenes naturalmente no se sienten cómodos donde sus padres los pueden supervisar, así la migración de niños y jóvenes se ha convertido en un fenómeno previsible y cada vez más alarmante para Zuckerberg. Ahora ellos prefieren compartir en redes como whatsapp, que es una red privada donde pueden compartir en conversaciones grupales o de uno a uno, en espacios como tumbrl, instagram, donde el reconocimiento social es una meta anhelada, mientras más corazones obtienen más crece su sentido de pertenencia y reconocimiento social, o esos espacios nuevos que deberíamos empezar a observar con detenimiento como “snap chat”, una red social donde se cuelga una imagen y dura sólo 3 segundos, con la aparente promesa de que esa información no “quedará para siempre” como sucede en la mayoría de los sitios de la red, creando una falsa sensación de seguridad pues lo cierto es que cualquier imagen puede ser capturada en pantalla y ubicada en otro espacio.

También hay otros sitios aún más alarmantes como gossip, una aplicación que permite “intercambiar” información acerca del entorno cercano, así los miembros de una comunidad, puede ser, por ejemplo, un edificio en un barrio residencial urbano, comparten que, por mencionar algo, el vecino del 5b es gay, o que la señora del 4ª es traficante de drogas; aunque esta, por supuesto, no es una información fidedigna, pronto se convierte en viral y todos los miembros de la comunidad la dan por cierta con una facilidad asombrosa.

Observando este fenómeno es que Dolors Reig, una psicóloga española nos propone una alternativa: reenfocar el concepto de la tecnología en nuestra vida. Empezar a concebir la realidad virtual como un espacio de empoderamiento, ella acuña un término que ya empieza a fluir en diferentes espacios y que se está construyendo colectivamente: TEP, tecnologías del empoderamiento y la participación. Y lo cierto es que esto ya está sucediendo, de ahí que fenómenos como PODEMOS en España hayan cobrado una fuerza inusitada (con la consecución de 5 escaños en el parlamento europeo en tan sólo 4 meses de campaña), o que las llamadas “mareas” tomen las calles de forma tan espectacular en ese mismo país.

La tecnología entonces, no sólo está cambiando nuestros entornos, nos está cambiando a nosotros como individuos, nos está convirtiendo en manipulables o manipuladores, pero también nos pueden empoderar, nos pueden ubicar en un ámbito social de colaboración y construcción colectiva, siempre y cuando podamos desarrollar las competencias necesarias que nos exige el futuro y no sólo él, sino también el presente.

Como dato curioso, sólo por dejarlo caer por ahí como si nada: en Europa la integración de las TAC’s en los contextos escolares ha cobrado tal fuerza, sobre todo en las instituciones privadas, que algunas de ellas, para competir por alumnado, han optado por una oferta muy singular: ofrecer la “desconexión” como una competencia del nuevo milenio. Así pues estas instituciones ofrecen a los padres de familia “desconectar” a sus hijos de los ámbitos virtuales utilizando diferentes estrategias y disciplinas como el yoga y la meditación. Y si, quizá esto no esté tan lejos de las necesidades de nuestra América Latina, ya muchos de nosotros nos preguntamos ¿cómo desconectar a nuestros hijos de un dispositivo electrónico? Y un poco más allá de ese “desenchufarlos”, enseñarles a procesar, de manera crítica, la inmensa cantidad de contenidos a los que se encuentran expuestos de manera constante en las redes sociales y en los medios de comunicación masiva.

Recordemos: nuestro mundo ha cambiado radicalmente, las reglas del juego que se aplicaban para nosotros, con las que crecimos y aprendimos a decodificar este mundo, ya no aplican, las competencias que nosotros necesitábamos desarrollar para ser exitosos, pero sobre todo, para ser felices, no son las mismas para nuestros estudiantes y para nuestros hijos, entonces nosotros somos los primeros que deberíamos reaprender en este nuevo entorno que nos reta constantemente.

Fuente del articulo: http://mayracastaneda.org/blog_61050_-La-educacion-presencial-y-el-irrumpimiento-de-la-educacion-a-distancia.html

Fuente de la imagen:http://mayracastaneda.org/images/14445/ImgArticulo_T1_57095_20081011_141617.jpg

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Educación humanista

Basta con fijarse en la evolución de los planes de estudio de la enseñanza media a lo largo de los últimos cincuenta años para darse cuenta de que tanto las lenguas clásicas como la poesía, la gramática y, en general, las que se llaman asignaturas de letras o de humanidades, han ido perdiendo importancia en el Bachillerato. En gran parte porque ese Bachillerato se ha ido reduciendo hasta quedar convertido en dos escuetos cursos en los que se pretende preparar a los alumnos para estudios superiores.

Pero una educación humanista no tiene que ver solo con las asignaturas de los planes de estudio, sino también con los valores que se pretende transmitir a los niños y jóvenes durante los años de formación. Una educación que persiga la más completa formación humana debería, al menos, ocuparse del desarrollo de las tres potencias del espíritu que Santo Tomás tomó de Aristóteles: la memoria, el entendimiento o inteligencia, y la voluntad.

Pues bien, la memoria, no sólo como método pedagógico, sino también como la facultad de aprender de nuestros antepasados, conocer sus hechos, sus pensamientos, su ciencia y su arte, está hoy totalmente desprestigiada.

Se comenzó por decir que no se debía dejar que el niño se aprendiera las cosas de memoria porque entonces no razonaba. Como si la razón humana estuviera reñida con la capacidad de recordar. George Steiner, uno de los pocos maîtres à penser que quedan entre nosotros, en su libro Elogio de la transmisión, publicado por Siruela en 2005, hacía un canto a la memoria como la facultad que hace más libre el entendimiento y la conciencia del hombre. Steiner, para quien “nuestra escolaridad es hoy amnesia planificada”, reivindica el uso de la memoria como herramienta de aprendizaje, pues, en su opinión, si la memoria no se ejercita, como ocurre con los músculos, acaba por atrofiarse.

El desarrollo del entendimiento como la facultad del intelecto humano para comprender, pensar y razonar, estuvo presente siempre en la enseñanza. Un buen profesor consideraba que su tarea era conseguir que sus discípulos aprendieran cuanto más mejor. Por sentido común sabía que no a todos los niños se les podía exigir lo mismo porque no todos tenían la misma facilidad para aprender, pero era muy consciente de que su responsabilidad era lograr que todos sus alumnos desarrollaran al máximo sus capacidades intelectuales.

Un día empezó a decirse que el desarrollo del intelecto individual podía ser fuente de desigualdades. Que las diferencias intelectuales no eran producto de la naturaleza sino consecuencia de las diferencias sociales. Que no bastaba con lograr que toda la población fuera escolarizada sino que era necesario que todos recibieran la misma formación. Esa idea de que una auténtica igualdad de oportunidades solo se logra si todos estudian lo mismo ha llevado a censurar cualquier método de enseñanza que pueda distinguir a los que aprenden más de los que aprenden menos. Así fue como los exámenes quedaron desterrados de nuestro sistema escolar hace casi medio siglo y así es como incluso la propia transmisión de saberes y conocimientos es hoy cuestionada.

Se nos presenta como indiscutible que todo sistema democrático de enseñanza deba basarse en el principio de la “equidad”. Una equidad que, al buscar una igualdad real de los talentos, va mucho más allá de la igualdad de oportunidades. Una idea de equidad que convierte en elitista y segregadora la aspiración humanista de lograr el máximo desarrollo de talento individual.

Eliminados de la escuela el fomento de la memoria y del entendimiento nos quedaría la educación de la voluntad. Por voluntad entendemos la capacidad que tiene cada persona de hacer aquello que quiere o cree que debe hacer. La formación de la voluntad exige, sin duda, sacrificio y disciplina. Dos palabras malditas en el lenguaje educativo de nuestro tiempo.1

El niño ha de ser feliz, ha de serlo desde su nacimiento y a su felicidad no se debe poner límites. Esto es lo que psicólogos y pedagogos han estado mucho tiempo enseñando a padres y profesores. Continuamente surgen nuevos métodos pedagógicos que aseguran que se puede aprender mediante el juego, sin esfuerzo alguno. Métodos que, una y otra vez, padres y maestros aceptan de buen grado pensando que alguien ha conseguido descubrir el jarabe milagroso que les librará de tener que cumplir con la responsabilidad de exigir a los niños. Y eso que saben, por su propia experiencia, que ese jarabe no existe, que todo aprendizaje necesita esfuerzo y que todo esfuerzo supone sacrificio.

La voluntad, como la memoria y como el entendimiento, cuando no se ejercita, muere. Una inmensa mayoría de nuestros jóvenes salen hoy de las escuelas con la voluntad virgen. Y es que esa pedagogía moderna que ha condenado el valor del esfuerzo, de la disciplina y del sacrificio, no sólo puede dejar al joven indefenso ante los problemas y dificultades, sino que puede dejarle incapacitado para tomar las riendas de su propia vida.

Igual que el descubrimiento de la imprenta, no solo no supuso el fin del Humanismo renacentista, sino que permitió la divulgación de las obras de los escritores humanistas y la entrada de Europa en la modernidad, el uso de internet y de las redes sociales deberían servir para mejorar el aprendizaje y hacer que la transmisión del conocimiento y de los saberes llegara a mucha más gente.

Y es que, en contra de lo que algunos dicen, la introducción en el aula de las  tecnologías de la información y de la comunicación no debería ser un obstáculo para el resurgimiento de una educación humanista. Es cierto que existe una nueva corriente pedagógica que pretende aniquilar la institución escolar con la excusa de que el maestro Google puede enseñar más y mejor que cualquier profesor, pero confiemos en que no sea más que una moda pasajera.

Fuente del articulo: http://www.fundacionvillacisneros.es/educacion-humanista/

Fuente de la imagen://1.bp.blogspot.com/_vgqYQ_2gsf0/SvG70p8LvVI/AAAAAAAAAZc/ZDlvkHgXwjI/S1600-R/marquecina+educ-larga.jpg

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Costa Rica: MEP abre inscripción para curso gratuito de Geometría para Bachillerato

Centroamerica/CostaRica/MEP_Dirección de Prensa y Relaciones Públicas

Desde el 5 y hasta el 31 de agosto estará abierto el periodo de inscripción en línea para el curso gratuito de Geometría para Bachillerato. Se puede completar la inscripción en el vínculo:http://cursos.reformamatematica.net/

El proyecto Reforma de la Educación Matemática, con el apoyo de la Asociación de Empresarios para el Desarrollo (AED), la Fundación Costa Rica Estados Unidos para la Cooperación (CRUSA) y el Ministerio de Educación Pública (MEP), han elaborado un novedoso curso en línea bajo los criterios de los Massive Open Online Curses (MOOC) denominado Preparación Geometría Bachillerato, con el objetivo de apoyar a la población que enfrentará la Prueba Nacional de Bachillerato en Matemáticas en noviembre próximo.

Este curso en línea será gratuito y abordará mediante videos algunos de los contenidos del área de Geometría mediante la resolución de problemas, para propiciar las habilidades que serán evaluadas en la prueba nacional de bachillerato.

Con el objetivo de fortalecer las habilidades adquiridas por la población estudiantil, la plataforma ofrecerá prácticas por cada temática, mediante preguntas con el formato de bachillerato, que indicará al usuario si su respuesta es correcta o no. Como recurso adicional, se podrá acceder a la respuesta correcta mediante una amplia explicación si el usuario así lo requiere.

Se ofrecerán recursos adicionales como materiales descargables tanto para estudiantes como para docentes.  A través de cuatro módulos con sus respectivos videos, prácticas y material adicional, los usuarios podrán experimentar un proceso de aprendizaje dinámico y de vanguardia.

Finalmente, el curso ofrecerá la posibilidad de realizar un examen sobre los contenidos trabajados durante el mismo, con la intención de ofrecer una autoevaluación de las habilidades adquiridas.

Este curso es un repaso de temas de Geometría del Ciclo Diversificado de la Educación Secundaria. Es un curso atractivo, amigable, que ofrece prácticas con ítems semejantes a los que incluirá esta prueba en los temas: Circunferencia y rectas, Área y perímetro de Polígonos, Transformaciones en el plano y Visualización espacial.

Fuente: http://www.mep.go.cr/noticias/mep-abre-inscripcion-para-curso-gratuito-geometria-para-bachillerato

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Identidad digital, PLE y competencias

 Por Carlos Magro.

En los últimos meses he “impartido” formación tanto presencial como online sobre el tema de la identidad digital. Lo he hecho para públicos tan variados como profesores de educación infantil y primaria, secundaria, bachillerato, ciclos formativos (#REDucación, Educación conectada); profesores de español como lengua extranjera (#enRedELE), gestores de la red de centros del Instituto Cervantes, futuros community managers, empleados de una multinacional del sector del automóvil y alumnos de máster del Instituto Europeo de Diseño (IED).

Sus edades iban desde los 20 a los 60 años. Sus procedencias, tanto geográficas como de background profesional) también eran variadas.

Sus edades iban desde los 20 a los 60 años. Sus procedencias, tanto geográficas como de background profesional) también eran variadas.

 El tema de la Identidad digital es complejo y presenta multitud de aristas y matices. La identidad digital es fluida y dinámica, compleja y multidimensional (Castañeda y Camacho). Podemos abordarla desde una perspectiva puramente administrativa y jurídica o desde una mirada más sociológica y antropológica. Podemos hablar de identidad digital como un elemento clave en la construcción de nuestro yo y como un elemento determinante para nuestra vida en la actual sociedad-red.

Hablar de identidad digital es hacerlo de datos personales, de privacidad, del derecho a la intimidad y de seguridad. La identidad tiene que ver con la memoria y la digital además está fuertemente influida por la capacidad infinita de Internet para no olvidar y recordarlo todo y, por tanto, con el pretendido y difícil derecho al olvido. Tiene que ver también con el derecho a la información y desde luego está fuertemente vinculada con los conceptos de democracia y ciudadanía (Ver artículo Identidad digital en Medium)

El tema de la Identidad digital es complejo y presenta multitud de aristas y matices. La identidad digital es fluida y dinámica, compleja y multidimensional (Castañeda y Camacho). Podemos abordarla desde una perspectiva puramente administrativa y jurídica o desde una mirada más sociológica y antropológica. Podemos hablar de identidad digital como un elemento clave en la construcción de nuestro yo y como un elemento determinante para nuestra vida en la actual sociedad-red. Hablar de identidad digital es hacerlo de datos personales, de privacidad, del derecho a la intimidad y de seguridad. La identidad tiene que ver con la memoria y la digital además está fuertemente influida por la capacidad infinita de Internet para no olvidar y recordarlo todo y, por tanto, con el pretendido y difícil derecho al olvido. Tiene que ver también con el derecho a la información y desde luego está fuertemente vinculada con los conceptos de democracia y ciudadanía (Ver artículo Identidad digital en Medium)

Aún a riesgo de simplificar excesivamente, he decidido orientar la formación desde dos perspectivas que de alguna manera convergen y que me han permitido acercarme a estos públicos en principio tan diferentes con un discurso común. La primera es una mirada desde la óptica personal (que no exclusivamente privada); la segunda es desde el punto de vista del desempeño y el desarrollo profesional. Desde lo personal movilizamos nuestros intereses y decidimos qué imagen de nosotros mostramos, decidimos qué y con quién compartimos nuestros datos, elegimos qué cedemos y a cambio de qué, qué riesgos tomamos, qué oportunidades exploramos y en todo este proceso (que nunca termina) vamos tomando plena conciencia de nuestros derechos. Desde lo personal también se convoca a nuestra responsabilidad con nuestro futuro, con el futuro de nuestros hijos y con el de nuestro entorno. Lo profesional, como veremos, está vinculado a competencias y capacidades pero también, como no, invoca a nuestra responsabilidad profesional. (Sobre la convergencia entre identidad personal y profesional Ver artículo Identidad digital en Medium)

El concepto de identidad digital se encuentra en el centro de cualquier reflexión que hagamos sobre el uso de Internet, la Red y las redes. Parece claro que tenemos que aprender a convivir y gestionar una identidad muy fragmentada, integrada por muchas facetas, compleja y dinámica. Ya sea para nuestra vida personal y privada o para para la profesional y pública, la toma de conciencia y la gestión de nuestra identidad digital, el aprender a vivir en la Red y con las redes, el acompañar a otros en ese mismo proceso parece el primer y necesario paso a dar.

Horace Mann Training School. 1904
Horace Mann Training School. 1904

Por otro lado, la digitalización progresiva de nuestras vidas (personales y profesionales; voluntaria e involuntariamente, manual y de manera automatizada) se ha traducido en un aumento sin precedentes de datos sobre nosotros en formato digital. Incremento que se ha visto potenciado hasta niveles impensables hace tan solo una década con la generalización de los dispositivos móviles y las posibilidades actuales de conectividad en cualquier momento y lugar. (Ver artículo Identidad digital en Medium)

En el último año, el tema de la privacidad y de la protección de datos en la Red ha cobrado desgraciadamente especial relevancia con las noticias sobre las prácticas de vigilancia masiva de ciudadanos ejercidas por algunos gobiernos de acuerdo con grandes proveedores de servicios en Internet. Las noticias sobre el uso de nuestros datos o el “espionaje” de ciudadanos por parte de los gobiernos no ha hecho más que poner en evidencia una realidad que los expertos llevan años anunciando. En general, y sin ánimo de ser alarmistas, es válida la afirmación de que cuando los servicios son gratuitos (como ocurre en numerosos servicios de comunicación o de redes en Internet) el producto no es el servicio sino que somos nosotros y son, sobre todo, nuestros datos. Estar conectado, afirma Daniel Innerarity, equivale a dar información sobre uno mismo, sobre su localización y sus acciones. Tomar “control” sobre la privacidad de nuestros datos personales en Internet y del uso que se puede hacer de ellos se ha convertido en una pieza clave para la gestión de nuestra identidad digital. Este nuevo escenario, que compromete nuestras nociones de privacidad e intimidad, ha hecho que el concepto de identidad digital y sobre todo su gestión hayan adquirido toda su importancia.

Por otro lado, sabemos que vivimos en un mundo digital, global e hiperconectado, caracterizado por el cambio social y tecnológico continuo y acelerado, la irrupción constante de nuevos actores, la movilidad y la conectividad ubicuas. Un mundo donde surgen como claves tres competencias clásicas que se han visto profundamente modificadas en los últimos años con la llegada de Internet y la transformación digital que estamos experimentando: gestión de la información, comunicación y aprendizaje continuo. Tres competencias que son necesarias tanto para nuestro desarrollo personal, como individuos de esta sociedad en Red, como para nuestro desarrollo profesional en entornos y organizaciones cada día más “digitales”.

La “tecnología” que nos permite desarrollar plenamente estas tres competencias es nuestra propia identidad digital, entendida en este caso, no solo como el conjunto de características, datos e información que sobre nosotros hay en Internet, sino como nuestro yo digital, como nuestra presencia en la Red que nos permite acceder a información, crear conocimiento, aprender de otros, colaborar y comunicarnos.

Es desde el desarrollo de nuestra identidad digital, definiendo nuestros límites y nuestras líneas rojas pero también definiendo nuestras fortalezas y eligiendo a nuestros aliados (nuestras redes) desde donde podemos diseñar, construir y desarrollar nuestro Entorno Personal (Personalizado/Profesional) de Aprendizaje (PLE) y, desde ahí, poner a nuestro servicio todas las posibilidades de la Red desde un uso eficiente de las competencias de gestión de la información, comunicación y aprendizaje a lo largo de la vida.

Tomar conciencia de nuestra identidad digital significa al final algo tan sencillo (o tan complejo) como entender qué es, cómo se construye, de qué está hecha y cómo se gestiona. Y significa sobre todo ser capaces de reflexionar sobre sus límites, desarrollar el necesario espíritu crítico respecto a la Red y las redes y tomar el control sobre nuestras acciones y datos, desde una conciencia clara y personal de la privacidad, para desarrollarnos plenamente y aprovechar en su totalidad las oportunidades de esta sociedad digital que nos ha tocado vivir.

Fuente: http://www.fourpixels.es/xxxxxxxxxx/

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“IBERCIENCIA: Un intento democratizar la educación en Iberoamérica”

Por Germán Narváez Vásquez.

México. IBERCIENCIA. Comunidad de Educadores para la Cultura Científica

Reciban un cordial saludo. A continuación una breve información personal: Soy originario de la hermosa Provincia de Imbabura en Ecuador. Mis estudios de Posgrado los realice en Michoacán/México/, lugar donde actualmente radico. Entre las principales actividades que realizó son: Profesor Investigador en ITESM, soy Consultor en actividades Jurídicas y Empresariales, realizó apoyo a la comunidad (Labor social) en un Centro Comunitario de Aprendizaje de la localidad.

Cómo conoció la Comunidad de Educadores para la Cultura Científica y ¿qué le ha reportado?

 La Comunidad de Educadores para la Cultura Científica, la descubrí en el año del 2009 cuando realizaba investigación comparada sobre el Sistema Educativo en México y el mundo, en aquel entonces ya me interesó principalmente por sus materiales como también por la idea de interactuar con académicos de otras regiones a través de sus foros.

Desde su inicio la Comunidad viene proponiendo materiales para su uso en el aula. Para Ud. ¿Cuál es la mejor virtud de esos materiales y en qué contextos los ha usado?

El solo hecho de la existencia de estos materiales ya es una gran ayuda, si bien es cierto la tecnología abre una gran puerta al acceso y difusión del conocimiento, no toda esta información es confiable, es por ello que los que buscamos información golpeamos las puertas de las Instituciones confiables.

 La enorme virtud de estos materiales es la “confiabilidad”, ya que tiene el respaldo y vigilancia de una Institución, otra virtud, es la “practicidad”, el contenido es bastante entendible y práctico ad hoc a las actividades académicas de los estudiantes, los cuales son los principales beneficiados.

 Los materiales que ponen a nuestra disposición la Comunidad de Educadores han servido para que fortalezcan y complementen la enseñanza en los Centros Educativos que he tenido la oportunidad de impartir clases.

De todos los materiales que ha podido ver díganos el que más le ha gustado y las razones. 

 Sin lugar a dudas todos los materiales son muy interesantes, particularmente los que se encuentran en el Contenedor titulado “La Sociedad Digital”, de donde he extraído materia prima para diseñar mis clases.

 A pesar de mi gusto por el Contenedor antes citado, el tema titulado “Comer mal es peor que fumar” me fue muy útil y provechoso ya que todos aquellos que intervenimos en las diferentes actividades propuestas en el material relacionado con este tema, consideramos que fue muy enriquecedor, ya que motivo el debate y la participación grupal, a la vez que sirvió como una herramienta para la adquisición de nuevo conocimiento.

 Además de ello, me permitió identificar dos variables la “ignorancia” y “factores culturales” que juegan un rol importante en una buena o mala alimentación de los pueblos y que sirvieron de base para los siguientes supuestos:
Un pueblo “ignorante” sobre la información relacionada con una buena o mala alimentación, es un pueblo con grades posibilidades de obesidad. Ejemplo. El desconocimiento de lo perjudicial de comer ciertos alimentos con mucha grasa, o el desconocimiento de los beneficios del ejercicio, o de comer en la noche antes de dormir, etc.

Un pueblo con “factores culturales” que predispongan a una mala alimentación, es un pueblo con grades posibilidades de obesidad. Por ejemplo comer grandes cantidades en la tarde por que es la hora que se reúne la familia, o comer en la calle todas las noches, reuniones de amigos, etc.

Pero, un pueblo donde se unan las dos variables: “ignorancia” y “factores culturales”, es un pueblo obeso, sin grades posibilidades de recuperación a menos que se adopten verdaderas políticas públicas que ayuden a tener una mejor cultura alimenticia o mayor información.

Y de los que ha usado en el aula cuál es el que más le ha gustado a sus alumnos y nos podría decir cuántos alumnos han podido usar estos materiales en estos años a través suyo.

 De todos los materiales utilizados en el aula de clase, me parece que no ha existido un solo material de preferencia para el alumnado, ya que todos han servido como herramientas complementarias a otros materiales (videos, bibliografía, etc.). Los alumnos ponen especial atención a temas de actualidad y que rompen paradigmas.

 El número de alumnos que han podido usar los materiales de la Comunidad de Educadores corresponde a: un promedio de 12 alumnos por aula; 5 años por 2 semestres = 10 semestres x 12 alumnos = un mínimo de 120 alumnos, sin contar los alumnos que asisten al Centro Comunitario de Aprendizaje, que corresponde a un número irregular de alumnos, mas o menos 100.

Otra característica de la Comunidad es difundir algunos de los trabajos a través de su portal de divulgación. Dígame de esas producciones la que más le ha gustado y lo que opina de esta proyección exterior.

 No soy asiduo lector de los materiales que se exponen en el portal de divulgación (por limitaciones de tiempo), me dejo llevar a lo que ustedes recomiendan cuando entregamos nuestras aportaciones (…), “Poner un título atractivo”. Cuando detecto un material con un título a fin a mis intereses lo abro y continuo leyendo. Me interesan temas que tienen soportes estadísticos o informes de investigaciones.

Queremos que nos diga lo que pediría a IBERCIENCIA como propuesta de nuevas acciones que a su juicio sería de mucho impacto.

 A pesar de los beneficios que tenemos quienes pertenecemos a la Comunidad de Educadores (materiales y propuestas de cursos, etc.) a veces pienso que nos están utilizando, ¿Cómo? (…) Es lógico suponer que este –Proyecto- necesita de recursos económicos para su funcionamiento y también es lógico suponer que tiene que reportar resultados, nosotros los educadores llegamos a ser solo números dentro de las estadísticas ya que no tenemos mayores beneficios que lo antes mencionado (materiales, etc.) pero no se nos considera o convoca para involucrarnos en proyectos internacionales (de acuerdo a nuestro perfil) o certificaciones académicas avaladas por instituciones educativas, por ejemplo a los que tenemos ya cinco años en la Comunidad.

 Propuestas hay muchas, quien las tome y nos involucre….????

Una de las cuestiones por las que la OEI lanzó esta comunidad es la de fomentar las vocaciones de los jóvenes hacia la ciencia ¿Conoce algún caso que haya sido así?

 Dado mis actividades académicas en instituciones privadas y públicas, me he podido percatar lo siguiente:

 En las instituciones educativas privadas existe mayor vocación de los jóvenes hacia la ciencia, esto, motivado por sus familiares y su entorno. Los estudiantes con la finalidad de trabajar en lo que trabajan sus padres (Ingenieros, Arquitectos, Doctores, etc.) siguen carreras o se motivan mas hacia las ciencias.

 Por otro lado, en las instituciones educativas públicas, existe menor inclinación por parte de los jóvenes hacia la ciencia, ya que su única motivación es terminar con la etapa educativa para inmediatamente ponerse a trabajar.

Fuente. http://www.oei.es/divulgacioncientifica/?German-Narvaez-Vasquez-IBERCIENCIA

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