Educar para la felicidad

Por Tracy Burton Bravo

“La felicidad es íntima, no exterior; y por lo tanto no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos”, afirmó una vez el escritor estadounidense Henry van Dyke. La ONU incluso reconoció en 2011 que la búsqueda de la felicidad es un objetivo y una aspiración universal. Sin embargo, no son pocos los que se pierden por el camino. Por eso, expertos y profesores han decidido dedicarse a impartir clases que ayuden a las personas a alcanzar la felicidad.

Muchos especialistas sostienen que la verdadera felicidad es síntoma de una mente sana y equilibrada, al igual que el bienestar físico es signo de un cuerpo sano. El objetivo detrás de las clases que se imparten en el internado es dotar a los alumnos de las herramientas necesarias para conocerse a sí mismos, además de enseñarles a autogestionarse. Seldon presume de que, en los últimos años, el rendimiento académico de su centro ha mejorado de manera notable.

Tal Ben-Shahar también se ha convertido en un referente en lo que se refiere a clases sobre felicidad. El psicólogo y filósofo estadounidense e israelí ha conseguido atraer a más de 1.400 alumnos cada semestre en la Universidad de Harvard. “La felicidad es una sensación general de placer y significado: una persona feliz disfruta las emocionespositivas al mismo tiempo que considera que su vida está llena de significado”, afirma Ben-Shahar. “Puede que una persona experimente dolor en ocasiones, pero que sea feliz en lo global”.

Jeffrey Sachs, profesor de la Universidad de Columbia y uno de los autores del Informe Mundial de Felicidad, defiende que garantizar felicidad y bienestar debería estar en la agenda de todos los países. “La educación, incluida la educación moral y el mindfulness, pueden jugar un papel fundamental para conseguir una mayor satisfacción vital”, apuntó Sachs tras presentar los resultados de 2015.

Ecoportal.net

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