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¿Qué colegio quiero para mi hijo?

Por: Marta Gil

Marta Gil, pedagoga y subdirectora del colegio Caxton College, defiende la investigación en las aulas desde edades tempranas.

Recientemente el Massachussetts Institute of Technology –MIT-, entre las cinco mejores universidades del mundo, publicó unas cifras muy reveladoras. El 60% de sus alumnos se convierten en investigadores desde el primer año de carrera. Si tenemos en cuenta que la investigación académica en España se fomenta a partir de los cursos de posgrado, la diferencia entre ambos sistemas es llamativa. ¿Y qué es lo que tiene este factor educativo para condicionar la evolución de la enseñanza de un alumno? En principio, la ventaja distintiva es que la investigación lleva consigo innovación y creatividad, dos activos imprescindibles en la sociedad actual.

“El MIT tiene ese alto número de investigadores porque cuando los alumnos llegan a la universidad han pasado por un modelo educativo que pone el acento en el fomento de la investigación”, confirma Marta Gil, pedagoga y subdirectora del colegio Caxton College, quien asegura que “conducir al alumno por el ese terreno le va a reportar un futuro académico y profesional reflexivo, crítico, perseverante y dinámico, ya que estos son valores integrados en el hábito de la investigación”.

Ciertamente el sistema anglosajón ayuda al alumno, desde la etapa infantil, a desarrollar una mente curiosa que de por sí ya tienen los pequeños. Los profesores les empujan a que exploren su entorno para que busquen recursos e ideas más allá de lo esperado. Este método de estudios se va incrementando y complicando conforme avanzan las etapas educativas en las que se sigue incentivando el interés por el conocimiento.

 
“La neurodidáctica nos dice que un niño necesita emocionarse para aprender. Si al alumno, desde pequeño, se le incita a que se divierta investigando, explorando, buscando… se sentirá protagonista de su propia experiencia educativa. Además, mediante este proceso de aprendizaje motivador, se capta su atención y memoriza los contenidos docentes de un modo mucho más significativo que con una metodología tradicional basada en clases magistrales”, explica Marta Gil, quien desde su centro educativo aplica este sistema con resultados relevantes.

“Es muy importante facilitar el interés por descubrir cosas en los más pequeños. Pueden empezar jugando, con dinámicas pedagógicas de “outdoor learning” -de aprendizaje al aire libre-, y enfocar la enseñanza como si se tratara de una aventura, de un juego que le permite interactuar e inspirarse con su propio hábitat”, confirma Gil.

Todos los padres desean el mejor centro educativo para sus hijos. Sin embargo, la amplia y diversa oferta educativa hace cada vez más difícil la elección. Por ello, un sistema que haga hincapié en la investigación como recurso educativo para que el alumno adquiera unas cualidades que le van a ser beneficiosas en el futuro puede ser un factor decisivo.

“Por mi experiencia, los padres buscan un colegio donde el niño sea feliz y esté seguro pero cada vez más se interesan por cómo va a ser el camino educativo que le ayude a obtener éxito académico y profesional. Por eso creo que es importante conocer las metodologías del colegio y, como no, los resultados que ofrece cuando se gradúan”, concluye la especialista de Caxton College.

Fuente: http://www.abc.es/espana/comunidad-valenciana/abci-colegio-quiero-para-hijo-201711022109_noticia.html

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Libro: Los Retos de la Educación en la Modernidad Líquida

Polonia / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Zygmunt Bauman / Fuente: A Book’s Club

ZygmuntBauman es, definitivamente, una de las mentes más lúcidas con respecto a la realidad del siglo XXI. Pocos como él lograron comprender el mundo de hoy como él lo hizo. Y por eso pasará a la historia. Y pasará a la historia inmortalizándose en sus múltiples escritos, en los que se puede ver un hilo conductor muy claro en aquel concepto que lo lanzó a la fama académica internacional: el concepto de“modernidad líquida”.

En muchas otras reseñas podremos hablar de ese concepto. No obstante, en este texto analizaremos la modernidad líquida, pero en concreto lo abordaremos a través de un comentario a uno de sus últimos libros: “los retos de la educación en la modernidad líquida”. Y es que si algo sabía el gran Zygmunt Bauman, por el hecho de haber sido profesor en diversas universidades del globo, es de educación.

¿De qué trata este libro?

El corto texto del que hoy hablamos, es una reflexión que aborda los retos de la educación contemporánea frente a esa sociedad líquida, consumista, capitalista y –desde luego– globalizada. Porque si algo sabía Bauman, era precisamente de globalización, pero eso será un tema para analizar otro de sus libros. En fin, su análisis comienza abordando la crisis de aquella a la que muchos conocimos como “educación sólida”. Y lo hace partiendo de dar una ojeada hacia esta época que estamos viviendo, la era contemporánea, así como echando un ojo a sus medidas de valor, así como a la tremenda demanda educativa. Bauman no deja la línea crítica que siempre tuvo hacia el capitalismo y la globalización (con la elegancia de no caer, claro está, en discursos buenistas y sentimentales) y propone la necesidad –por demás urgente– de situarnos lejos de esa trampa economicista que para ser superada es necesario que las tareas y los conocimientos puedan construir una nueva ciudadanía.

Ahora bien, muy a su estilo, nos dejó bien precisados en su obra cuáles son esos retos. Y son cuatro: el síndrome de impaciencia, el conocimiento, el cambio contemporáneo y la memoria. Vamos a reseñar y comentar qué dice este autor polaco.

El síndrome de la impaciencia. Pareciera estar recalcando algo que es más que evidente para todos nosotros y, sin embargo, pareciera también que al ser tan cotidiano dejamos de percibir que es un punto fundamental para entender el tiempo que vivimos. Así es: el tiempo acelerado de la sociedad contemporánea (la era de la modernidad líquida) se manifiesta en todo. Inicia por presentarse en la producción y en el consumo, para después impregnarse en la vida familiar, en las relaciones sociales, hasta en las vacaciones y, por supuesto, en la educación. Por este motivo, la aceleración que hoy por hoy vivimos, genera la impaciencia. Por ello, sabiamente, en su página 22 de la Editorial Gedisa 2007, Bauman dirá que en la actualidad “toda demora, dilación o espera se ha transformado en un estigma de inferioridad”. ¡Es tremendo que tratemos de obtener lo que queramos sin pérdida de tiempo! Y no lograrlo, es motivo de frustración y fracaso. Pero a nuestra modernidad líquida se le olvida que Roma no se hizo en un día…

Aquí cabe preguntarse –haciendo eco de las palabras del libro– ¿qué tipo de educación es posible con una sociedad bañada en la impaciencia y siempre de prisa? Bauman deja claro que la educación es un proceso que se extiende en el tiempo y que, por tanto, requiere de paciencia, de mucha paciencia. No todo es un producto mecánicamente hecho. El proceso de aprendizaje tiene momentos en los que surge el miedo, surge la angustia y esto se debe a que aprender produce rupturas: rompe la visión que tengo del mundo, la gente, la historia…y, hay que ser realistas, de esta ruptura no se puede esperar que todo sea miel sobre hojuelas. Y de nuevo otra pregunta incómoda: ¿cuál es, entonces, el papel de la educación frente a esta acelerada sociedad? ¿Se puede educar a personas para que sean capaces de supervivir, pero flotando en la superficie ya que sus mentes son “modernamente líquidas”? ¿O más bien, la educación debería ser el contrapeso a la imperante “mentalidad líquida”?

El conocimiento: es el segundo reto que aborda el filósofo polaco. Y el primer planteamiento que hace al respecto, es causa del síndrome de impaciencia porque si la educación valía porque se basaba en el conocimiento duradero, pues resulta que en la modernidad liquida lo duradero no tiene encanto, pues ya vimos que todo es efímero y todo, absolutamente todo, incluida la educación, pasan y pasan rápido. Por ello, parafraseando al autor, el consumismo no se define por acumular cosas sino por el breve goce de ellas. Aquí se trata de librarse de las posesiones y de cualquier vínculo que implique la larga duración. Y de ahí viene que lo duradero hoy en día no nos guste porque implica compromiso, también obligación y, ya no digamos, responsabilidad. Por eso hay que deshacerse de las cosas: del conocimiento y de las personas (¡ah!, porque, ¡claro!, hoy la modernidad líquida nos dice que las personas son cosas…) tirarlas al basurero, descartarlas, cambiarlas por nuevas.

Con esta óptica, el conocimiento ha terminado por ser algo así como café instantáneo, algo acotado, algo ameno, superficial. Y se le ha circunscrito a un contexto concreto e inmediato sin que tenga la mayor relevancia ni duración en el tiempo. Si hablamos de una sociedad mercantil, en la que todo se reduce a producción y consumo, se entiende que el conocimiento se vea de manera mercantil: como una mercancía que debe aportar novedad y poco más…

El cambio contemporáneo. De naturaleza errática e imprevisible el cambio contemporáneo ataca directamente a la cuestión de la educación y del aprendizaje. …”el mundo, tal como se vive hoy, parece más un artefacto proyectado para olvidar que un lugar para el aprendizaje.” (…) “el aprendizaje está condenado a ser una búsqueda interminable de objetos, siempre esquivos que, para colmo, tienen la desagradable y enloquecedora costumbre de evaporarse o perder su brillo en el momento en que se alcanzan.” (p.33) Todo es volátil, fluido, flexible, ambiguo, enmarañado, plástico, incierto, paradójico, de vida corta e incluso caótico. Bajo este panorama las organizaciones son estructuras fáciles de montar y de desmontar, igualmente deben ser los que trabajan en ellas. Igual lógica sirve para el conocimiento y la formación de los sujetos que se incorporan al mundo laboral: es importante no parar de moverse y ser rápido.

La memoria. Queremos suponer que Unamuno tenía toda la razón cuando decía que “la tradición es a un pueblo lo que la memoria es a una persona”. La memoria era grandemente fomentada en la ya citada educación sólida, y se hacía para almacenar conocimientos duraderos. Esta manera de ver las cosas, líquidamente se torna inútil, incluso se ve engañosa y como un obstáculo que es necesario quitar. Si todo es tan volátil ya no es necesario fomentar la memoria lo que hace falta es mantenerse al tanto de los nuevos conocimientos y para ello un buen celular nos lo puede dar. La formación permanente tiene como premisa actualizarse, estar al tanto de las novedades, para “estar en lo último” de las presentes modas pedagógicas. No más…

Las personas tenemos el deber de empoderarnos, autocontrolarnos, autorregularnos y presentarnos como gente comunicativa, jovial, abierta y curiosa…una especie de “showman”. La modernidad líquida bajo estas perspectivas nos dice que lo único que debe importarnos es aportar ideas insólitas, proyectos excepcionales, muy diferentes, novedosos….siempre… Y la forma en que se debe hacer es: siendo uno mismo, desarrollándonos desde dentro y liberando sus fuerzas interiores.  Lo único que es necesario saber es “cómo” indagar en la profundidad de nuestro ser, luego sacar desde esa profundidad el autoconocimiento y como por arte de magia ya estar listos para afrontar los retos del mundo actual.

Como conclusión, vale la pena tomar literalmente las palabras de Bauman: “(…) el cambio actual no es como los cambios del pasado. (…) Aún debemos aprender el arte de vivir en un mundo sobresaturado de información. Y también debemos aprender el aún más difícil arte de preparar a las próximas generaciones para vivir en semejante mundo.” (p. 46)

Fuente de la Reseña:

http://abooksclub.blogspot.mx/2017/10/los-retos-de-la-educacion-en-la.html

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Editores vs ResearchGate

Roberto Rodríguez

Las formas de producción y difusión del conocimiento académico están cambiando. En poco tiempo hemos transitado del publish or perish (publica o perece), al publish and perish(publica y perece), expresivo de la cada vez más incisiva exigencia de difundir la obra académica en ciertos medios y solo en ellos (artículos en revistas indexadas y libros en editoriales prestigiadas), y a una nueva fase, la que Jessica Leigh Brown ingeniosamente llama clicks or canned, algo así como asequible o encerrado (véase).

La visibilidad de la investigación se ha convertido en una condición central para cosechar las ansiadas citas académicas que sustentan los datos de productividad científica en boga, por ejemplo, el índice-h. Este indicador, ideado por el físico argentino Jorge E. Hirsh en 2005, pone en relación el volumen de producción académica de un autor con el número de citas a tal producción en un periodo determinado (véase).

Así las cosas, no es de extrañar el reciente desarrollo de sitios web expresamente dedicados a la concentración y disponibilidad de textos académicos bajo la fórmula de libre acceso. En teoría es una opción gana-gana: los autores comunican masivamente sus resultados, lo que eleva la probabilidad de obtener citas para la contabilidad de su producción; los usuarios consiguen acceso a una amplia bibliografía sin tener que solventar la suscripción, generalmente de alto costo, a las publicaciones científicas; y los portales digitales también ganan, por el número y frecuencia de las visitas a sus dominios y la venta de publicidad.

Pero alguien pierde: los editores comerciales de publicaciones académicas, en cuyas manos está el copyright. Y se están quejando. Más que eso, han comenzado a litigar para evitar tales prácticas y retornar al estado de cosas que les conviene, en que el lector debe pagar por los textos de la publicación que consume sin importar su formato, sea impreso o digital. Y en que el autor, una vez que ha cedido a la editorial los derechos de reproducción, que es por cierto un requisito sine qua non para que la publicación proceda, se obliga, por contrato, a evitar la difusión pública de sus textos bajo cualquier formato.

El pasado 5 de octubre en el portal del Times Higher Education se publicó un texto de David Matthews titulado “Editores buscan remover millones de textos académicos (papers) de ResearchGate”. Según la nota, un grupo de cinco editoriales académicas, que incluye a Elsevier, Brill Publishers, y Willey and Sons, han iniciado un proceso legal para que el portal RG reconozca la transgresión al copyright de las editoriales, y lo remedie, ya sea pagando por ellos o quitándolos de su sitio web. En la nota se cita al vocero del grupo, James Milne, quien declara que el pleito no es con los autores, sino directamente con RG, bajo la acusación de lucrar indebidamente con obra intelectual protegida (véase).

De manera casi simultánea, la Asociación Americana de Psicología, la APA, que concentra casi un centenar de revistas científicas especializadas, circuló entre algunos de sus autores la indicación de eliminar de sus páginas web personales, así como de repositorios institucionales o del tipo RG, las versiones finales de sus artículos, recordándoles la opción de dar a conocer, en esos medios, “las versiones pre-formateadas de sus artículos”, pero no los archivos en su formato definitivo. APA aclaró que aún se trata de un programa piloto pero que, en efecto, se tiene previsto impulsar esa política en el futuro próximo (véase).

¿Cuál es la razón por la que se puso en la mira del reclamo a RG? Ante todo, su volumen. El conocido repositorio, según su más reciente reporte de cifras, incluye más de trece millones de autores o usuarios registrados, supera la cantidad de cien millones de textos en base de datos, y recibe más de sesenta millones de visitas al mes. Según el contador de tráfico web Alexa, el portal RG ocupa la posición 307 a nivel mundial.

Pero hay otra razón y es importante: RG es una empresa con fines de lucro. Legalmente es una sociedad de responsabilidad limitada, con sede en Berlín, comandada por los empresarios, de origen académico Ijad Madisch, Horst Fickenscher y Sören Hofmayer. Lo que, en 2008, año de fundación de la red, inició como un proyecto más bien modesto para facilitar la comunicación e interacción de comunidades científicas, ha crecido como la espuma. No puede verse sino con simpatía su primer promocional, de noviembre de 2008, en que celebraban: “15,000 miembros no pueden estar equivocados.”

La compañía adoptó el modelo Silicon-Valley para apuntalar su potencial de crecimiento: poder de cómputo, desarrollo de software, tecnología de punta, creatividad de diseño, y atracción de capital de riesgo para apuntalar la inversión. De 2008 a la fecha han colocado cuatro llamadas a inversionistas de riesgo, a través de las cuales, según datos de Bloomberg, han recabado un total de 86.7 millones de dólares de una veintena de inversionistas. La llamada más importante, como se puede adivinar, ha sido la más reciente, a la que acudieron Wellcome Trust, Goldman Sachs Investment Partners y Four Rivers Group, así como inversionistas a título individual, entre quienes se incluye Ashton Kutcher, el ex de Demi Moore. En esta ronda (noviembre de 2015) se recogieron 52.6 millones de dólares (véase).

Según el principal ejecutivo de RG, el modelo de negocio de la compañía se sustenta en tres pilares: un mercado de ofertas de trabajo en el sector académico, el anuncio de eventos de instituciones interesadas en su promoción, y a futuro el uso de la plataforma para facilitar la posible mercantilización de productos de investigación y derivados (véase).

Digamos que el negocio va bien y sigue creciendo. Pero de prosperar la demanda de los editores todo puede cambiar. Ya veremos.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/editores-vs-researchgate/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2014/05/la-pluma-es-mas-poderosa.p

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Un niño chino se especializa en la crianza de caracoles

13 octubre 2017/Fuente: spanish.peopledailyAutor: Pueblo en Línea

Para criar bien los caracoles, lo primero es rociarle agua, mañana y tarde. También, cada dos semanas, hay que renovar el sustrato del envase que los contiene y alimentarlos con acelga y frutas dulces. Esto es lo que aprendió Sun Youxiang, estudiante de cuarto grado y residente en Hangzhou, criando caracoles durante un año.

Sun comenzó con tres caracoles de jade blanco y ahora tiene más de 60 ejemplares, que se han reproducido a través de 4 generaciones.

Este experimento ha sido su trabajo de ciencias naturales.

Para los niños, presenciar la reproducción de animales es una experiencia preciosa. A medida que aprenden a cuidar de los animales, se estimula la creatividad, paciencia y respeto por la vida.

El maestro de Sun afirmó que la asignatura les sirve como un buen ejemplo de educación para la vida. La práctica es un paso esencial en el aprendizaje, factor que beneficiará su trayectoria desde la niñez misma.

La educación para la vida también permite a los pequeños saber cómo vivir en armonía con la naturaleza y tratar a las demás criaturas de una manera amistosa. A partir de este año, en las escuelas primaras, las ciencias naturales se convertirán en una asignatura tan importante como el idioma chino y las matemáticas.

Incentivados por la curiosidad, más y más niños estarán dispuestos a observar y reflexionar por sí mismos, a través de los experimentos de ciencias naturales.

Fuente de la noticia: http://spanish.peopledaily.com.cn/n3/2017/1012/c31614-9279041.html

Fuente de la imagen: http://spanish.peopledaily.com.cn/NMediaFile/2017/1012/FOREIGN201710121328000419999779482.jp

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Guatemala: Emprendedores concluyen el proyecto educativo Na’At

Guatemala/09 de Octubre de 2017/

El equipo de emprendedores de la Fundación Sergio Paiz(Funsepa) presentó la culminación de su proyecto Na’At, el despertar del conocimiento. La herramienta resultó ganadora del Premio Nacional de Innovación Educativa.

La plataforma que busca actualizar a los docentes de conocimientos y herramientas para la enseñanza recibió un millón de quetzales como capital semilla, lo que permitió que la aplicación se desarrollara, mejorara y esté por ser lanzada para su uso.

“En Funsepasabemos que la profesión del maestro es la más importante del mundo. El docente trasforma vidas y ayuda a los jóvenes a descubrir sus talentos, por eso es necesario dotarlos de recursos para su labor”, comentó Salvador Paiz, presidente de dicha fundación.

David Salazar, uno de los creadores de Na’At explicó que la plataforma busca que el maestro cuente con recursos para promover una mejor educación sin necesidad de estar todo el tiempo conectado a una red de internet.

“Las personas que quieran obtener la plataforma podrán recibirla en una USB, pero deberán completar los programas. Al conectarla nuevamente a un dispositivo con internet, automáticamente se actualizará con nueva información y nosotros recibiremos sus avances”, explica Salazar.

El desarrollo de Na’At duró cerca de un año, tras conocerse que el equipo de Funsepa había ganado el Premio Nacional de Innovación Educativa, desde entonces se dedicaron completamente para presentar el resultado final a los auspiciadores, entre ellos la Universidad del Valle de Guatemala.

El equipo de emprendedores y desarrolladores de Na'At esperan que la herramienta mejore la calidad educativa en Guatemala. (Foto: Fredy Hernández/Soy502)

El equipo de emprendedores y desarrolladores de Na’At esperan que la herramienta mejore la calidad educativa en Guatemala. (Foto: Fredy Hernández/Soy502)

La plataforma aún se encuentra en una versión beta, pero se espera que a principios del próximo año se haga la presentación oficial, donde se informe la manera en la que será distribuida para la autocapacitación de los maestros guatemaltecos.

Fuente: http://www.soy502.com/articulo/emprendedores-concluyen-proyecto-educativo-naat-24039?utm_campaign=section&utm_source=soy502

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Ciencia y luz|Leyes naturales

Por: Manuel Martínez Morales

Para muchas personas la palabra filosofía se asocia con una actividad más bien ociosa (“El ocio es la madre de toda filosofía”: F. Nietzsche). Se identifica el filosofar con un ejercicio mental puramente especulativo, muy alejado del contexto del pensamiento científico moderno. Repetidas veces se ha anunciado el fin de la filosofía y su sustitución por las ciencias positivas; sin embargo, hoy en día, el reflexionar filosófico es necesario más que nunca para nuestra práctica como seres humanos.

Según se desprende de sus raíces etimológicas, la filosofía es amor a la sabiduría, pero el filosofar debe entenderse como una segunda reflexión sobre el mundo, nuestras acciones y nuestro pensamiento. El objetivo de las ciencias es proporcionar conocimiento de cosas y fenómenos, mientras que la filosofía brinda una guía para el conocimiento y la acción, que si bien por una parte se sustenta en el conocimiento positivo suministrado por las ciencias, recurre también a postulados y conceptos metacientíficos. Para algunos pensadores la filosofía es una actividad intelectual que permite, en un momento dado, establecer una línea de demarcación entre el conocimiento científico y el no científico (ideológico).

Marco subjetivo

Para acercarnos al modo de actuar de la filosofía consideremos brevemente algunas reflexiones sobre el significado de “ley natural”. En un sentido familiar la palabra ley la entendemos como regla obligatoria y necesaria, o bien como condiciones necesarias que derivan de la naturaleza de las cosas, por ejemplo, la ley de la gravedad. En un sentido más preciso el célebre físico Erwin Schrödinger refiere en su libro ¿Qué es una ley de la naturaleza? lo siguiente:

¿Qué es una ley de la naturaleza? La respuesta, en realidad, no parece muy difícil. Al despertar la conciencia superior del hombre, éste se encuentra en un medio cuyos cambios son de la mayor importancia para su bien o para su mal. La experiencia –primero la experiencia no sistemática de su diaria lucha por la vida y después la experiencia obtenida del experimento científico sistemáticamente planeado– le muestra que los procesos que se efectúan en su medio no se suceden de manera arbitraria y caleidoscópica, sino que presentan una notable regularidad. El hombre trata entonces, arduamente, de penetrar en la naturaleza de esta regularidad, pues su conocimiento sería enormemente ventajoso para él en su lucha por la vida.

Cuando el hombre sintetiza y describe las regularidades que ha percibido en la naturaleza, se dice que ha encontrado una ley. Simplificadamente podemos afirmar que el reflexionar filosófico revela que las leyes naturales y la actividad mediante la cual se las alcanza están basadas en ciertos principios y postulados –generalmente no explícitos– que no son demostrables por medio de procedimientos científicos, sino que éstos presuponen aquéllos. Esto significa que las leyes naturales, más que ser condiciones necesarias que derivan de la naturaleza de las cosas, son síntesis descriptivas muy generales que no dependen sólo de las cosas en sí mismas, sino también, de manera importante, del marco subjetivo en que dichas cosas se ordenan o clasifican.

Carácter estadístico

Respecto a lo dicho en la cita precedente, veamos un ejemplo discutido por Schrödinger en la obra ya mencionada. Mediante el estudio de las propiedades de los gases se ha llegado a establecer una ley que relaciona –con bastante precisión– temperatura, presión y volumen de un gas contenido en un recipiente. El gas está formado por millones de moléculas en movimiento que chocan unas con otras y con las paredes del recipiente. La interpretación clásica de la teoría de los gases dice que la relación exacta observada entre temperatura, presión y volumen se deriva del comportamiento de esos millones de moléculas cuyas posiciones y velocidades, en un momento dado, no podemos observar. Sin embargo, aunque inobservables, se suponía que esos millones de movimientos siguen un comportamiento bien determinado por las leyes de la mecánica, la cual da origen a la regularidad observada microscópicamente.

Schrödinger –y antes que él Franz Exner– demostró que las leyes de los gases eran sólo una regularidad estadística resultante de un movimiento desordenado de las moléculas del recipiente:

Aunque hemos descubierto que las leyes de la física son de carácter estadístico, lo que no implica necesariamente la determinación estrictamente causal de los procesos moleculares individuales, […] la opinión general es que, en realidad, descubriríamos que el proceso individual –por ejemplo, la colisión de dos moléculas de gas– está determinado por una rígida causalidad.

El ingrediente infaltable

Lo expresado en la cita previa significa que no es necesario postular un orden primario para explicar las regularidades observadas en la naturaleza. Una regularidad puede explicarse también como la resultante estadística de procesos primarios esencialmente aleatorios, es decir, caóticos, no ordenados. La suposición de que el mundo sea esencialmente ordenado es una proposición metacientífica, es decir, filosófica. Dice Schrödinger:

Es perfectamente posible que las leyes de la naturaleza sean en conjunto de carácter estadístico. La ley absoluta residente detrás de la ley estadística, y tenida por evidente en la actualidad por casi todo el mundo, va más allá del ámbito de la experiencia. Tal doble fundamento del curso ordenado de los acontecimientos de la naturaleza es improbable en sí mismo.

En todo conocimiento que damos por seguro siempre ponemos más de lo que realmente conocemos: el condimento filosófico. Este ingrediente siempre está presente aunque no lo admitamos, es el que determina la interpretación que damos al conocimiento y, por tanto, la vía para su validación o su invalidación.

Fuente: https://www.diariodexalapa.com.mx/cultura/ciencia-y-luzleyes-naturales

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El conocimiento, fundamento de la educación

España / 1 de octubre de 2017 / Autor: Pablo García de Vicuña / Fuente: El Diario

Esta era de la globalización y de acceso inmediato a la información está llevando, sin tapujos, a un descrédito de todo aquello anterior a la época exclusivamente digital.

Recientemente, a través de un buen amigo que me procura lecturas interesantes, he tenido conocimiento de un artículo que mezclaba de forma inteligente política y educación. Concretamente, a lo largo de varias páginas, y desde el portal electrónico Sin Permiso, pretendía contestarse a la pregunta que enmarcaba su trabajo: ¿Ayuda a la extrema derecha la displicente actitud de la izquierda hacia la enseñanza de conocimientos? ( Russell, Richard).

No es la primera vez que hemos escrito sobre ambos conceptos, política y educación;  en junio, sin ir más lejos, hablamos de ello por cuestiones relacionadas con unas declaraciones de la Consejera Uriarte [Despolitizar la educación. eldiarionorte.es 6 junio 2017), adjetivando la educación vasca de politizada ante las reivindicaciones sociolaborales que hacíamos los sindicatos. Ahora, sin embargo, es otro el matiz del artículo del maestro británico: potenciar el valor del conocimiento como herramienta educativa fundamental en la tarea formativa y reivindicarlo  desde posiciones políticas de izquierda. Para ello –y siempre desde su punto de vista- se vale de la crítica a actuaciones presentes que relegan el aprendizaje a cuestiones de habilidades hechas a espaldas de la creatividad y de la crítica. “Sin conocimiento, el pensamiento crítico resulta inútil”, afirma con rotundidad.  Y no se puede dejar esa defensa solo a la ideología conservadora.

Cuenta Paulo Freire, en ‘A la sombra del árbol’, que en cierta ocasión le narraron cómo militantes de izquierda rechazaban sus enseñanzas bajo el argumento de que carecían de sentido; que la educación que se necesitaba nada tenía que ver con sueños, utopías y concienciación, sino con formación técnica y profesional del educando. A lo cual el admirado pedagogo contestó: “Por formación en­tendían entrenamiento. Eso es exactamente lo que siempre interesó a las clases dominantes: la despoliti­zación de la educación. La educación, en verdad, necesita tanto de formación técnica, científica y profesio­nal como de sueños y de utopía.”

Y tal afirmación me trasladó a los estimulantes debates sobre el pensamiento único, tan en boga en la década final del siglo pasado. Aquellos encendidos alegatos de  divulgadores -José Luis Sampedro, Noham Chomsky, Ignacio Ramonet, Joaquín Estefanía, o Josep Fontana, entre  tantos otros- formando un frente intelectual ante la dictadura neoliberal que disfrazada de investigación pseudohistórica avanzó Francis  Fukuyama y su célebre tesis sobre el fin de la historia. La caída del bloque socialista y, por ende, de la Guerra Fría que había condicionado totalmente la política internacional durante la segunda mitad del siglo XX, demostraba para la corriente conservadora el triunfo de la democracia liberal, la genuina, la representada en esencia por los EE.UU y el Reino Unido de Reagan y Thatcher. La diferencia estriba en que aquella izquierda era combativa y oteó un verdadero peligro en la posición ultraliberal de los neoconservadores, reaccionando adecuadamente. La actual, en opinión del articulista, no.

Enseñar a conocer también es aprender a admirar, cuestión difícil hoy en día para una parte de la juventud anestesiada si no recibe imágenes flaseadas a ritmos vertiginosos

Volviendo a Russell y a su impulso motivador, se muestra desesperado cuando relata la incomprensión de ciertas familias hacia ese profesorado que continúa formando en el conocimiento en vez de hacerlo  a través de Google. Y no le falta razón en su enfado si pensamos que esta era de la globalización y de acceso inmediato a la información está llevando, sin tapujos, a un descrédito de todo aquello anterior a la época exclusivamente digital.

Lo que algunos/as no perciben, sin embargo, es que también está arrastrando a situaciones peligrosas de desinformación y bulos y  a formar personas cada vez más iletradas. Así, demagogos y manipuladores de todo tipo brillan con luz propia en esta época de la posverdad. Son cada vez más quienes explican los éxitos inesperados de la campaña del Brexit o del propio D. Trump en  clave de dominio de esta posverdad o mentira emotiva que crea o modela la opinión pública hasta el extremo de desechar las fuentes de información contrastadas. (Por cierto, hasta la propia RAE ha considerado necesario incluir este mismo año tal neologismo en su nuevo diccionario. Que no se tache luego a la institución de no estar al día en la actualización del castellano).

Obtener conocimiento significa desterrar teorías acientíficas, como el creacionismo, por ejemplo, que, asombrosamente es defendido por el 42% de los y las estadounidenses en la actualidad. Desde que comenzó el año 2017 y al calor del impulso que tal teoría está viviendo en la nueva era Trump, cuatro estados estudian leyes dirigidas a autorizar su enseñanza en las clases de ciencias de los institutos, a igual nivel que la teoría de la evolución.

Una persona formada en el conocimiento será capaz de aumentar su libertad de elección, porque discernirá, de modo más correcto y entre variadas opciones,  lo mejor para ella misma.  Enseñar a conocer también es aprender a admirar, cuestión difícil hoy en día para una parte de la juventud anestesiada si no recibe imágenes flaseadas a ritmos vertiginosos. Luis García Montero afina con delicadeza sobre el valor de la admiración, cuando defiende que el derecho a admirar merece ser cultivado en estos tiempos “Forma parte de la ética de la resistencia dentro de una sociedad dominada por el descrédito (…)Reclamar el derecho a la admiración supone afirmar que (…) hay cosas que merecen un aplauso, esfuerzos que dieron resultado, acciones que llegaron a buen puerto, bellezas que forman parte del mundo con el mismo derecho que la basura y los desperdicios.” (“Un velero bergantín. Defensa de la Literatura”. Visor libros, 2014).

En el artículo aludido, Russell finaliza ofreciendo reividicar desde posiciones progresistas el valor del conocimiento; eso hará retroceder la marea del extremismo conservador, apunta.  Añadiría  -volviendo a  Paulo Freire (citado por Chomsky en “La (des) educación”) – que aunque  la educación no puede lograrlo todo, los educadores ( y las educadoras) deben descubrir qué resulta factible para contribuir a la transformacion del mundo para hacerlo más redondeado, menos anguloso, más humano. Y en ello, la formación basada en el conocimiento tiene mucho que aportar. El propio lema de la Universidad Pública Vasca,“Eman ta zabal zazu”, cierra cualquier duda al respecto: Dalo y difúndelo; conoce y extiende tu conocimiento. De tal estímulo, todas, todos saldremos beneficiadas/os.

Fuente del Artículo:

http://www.eldiario.es/norte/vientodelnorte/conocimiento-fundamento-educacion_6_690540960.html

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