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Pueblos indígenas contribuyen a la conservación de la naturaleza

Por:

En el norte del Monte Kenia, hay una comunidad indígena llamada Il Lakipiak Maasai (pueblo de la vida silvestre), que es dueño y administra el único santuario de rinocerontes que es propiedad de una comunidad aborigen en ese país africano.

La comunidad logró disminuir los conflictos entre las poblaciones humanas y la fauna silvestre que aparecían en la zona por la intrusión de animales salvajes que buscaban agua, presas y pasturas en tiempos de sequía.

La forma que encontraron de resolver el problema fue dejar de cortar tantos arbustos para que quedara forraje para los animales en sus tierras. Mediante esa estrategia de conservación, ese pueblo indígena demostró que es posible coexistir en armonía con la fauna silvestre, a la vez que mantener su cultura y su estilo de vida pastoril.

No es sorprendente que durante miles y miles de años, los primeros habitantes de la Tierra debieron de hacer frente a enormes desafíos, y se las ingeniaron para sobrevivir y conservar su entorno natural.

Siguen haciéndolo a pesar de que los indígenas actuales sufren en forma sistemática abusos de derechos humanos, además de que los han despojado de sus tierras, confinado a reservas y despreciado sus culturas y conocimientos tradicionales.

En la actualidad, la comunidad científica y los especialistas en desarrollo reconocen el papel invalorable que desempeñan los pueblos indígenas en lo que respecta a uno de los desafíos más peligrosos de la historia reciente: la extinción de la diversidad biológica.

Por ejemplo, la Organización de las Naciones Unidas sostiene que es clave la inclusión activa de los pueblos indígenas y de las comunidades locales en la conservación de la vida silvestre para mantener la biodiversidad y garantizar la sostenibilidad de sus medios de vida rurales.

Para hacer frente al desafío actual de mantener la biodiversidad es necesario empoderar a los pueblos indígenas para que actúen a escala nacional con ayuda de la comunidad internacional, remarcó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con motivo del Día Mundial de la Vida Silvestre, el 3 de este mes.

“Las culturas de los indígenas y de las comunidades locales incluyen el cuidado de la vida silvestre”, observó Eva Müller, directora de la División de Recursos y Política Forestal de la FAO.

“Simplemente no pueden imaginar una vida divorciada de la naturaleza y tienen un fuerte interés en el uso sostenible de los recursos”, apuntó.

El empoderamiento de esos grupos, junto con sus conocimientos y sus capacidades de planificación a largo plazo, es esencial para garantizar la supervivencia de las futuras generaciones, tanto de humanos como de la vida silvestre, añadió Müller.

La relación entre humanos y fauna silvestre se realza en la nueva edición de la publicación trimestral de la FAO, Unasylva, elaborada por la Asociación de Colaboración sobre Manejo Sostenible de la Fauna Silvestre, que incluye a 14 organizaciones internacionales.

El informe menciona varios casos de estudio de diversos países que ilustran cómo los pueblos indígenas pueden optimizar los beneficios de sus medios de generación de ingresos, al tiempo que preservar la fauna silvestre, siempre y cuando puedan tomar sus propias decisiones dentro de los límites del territorio que habitan.

Conflictos entre humanos y fauna silvestre

Los conflictos entre humanos y fauna silvestre se han vuelto cada vez más frecuentes y graves, particularmente en África, por la creciente competencia por la tierra en zonas deshabitadas y agrestes, señala Unasylva.

“Ese suele ser el resultado del crecimiento de las poblaciones humanas, de la mayor demanda de recursos naturales y de la creciente presión por el acceso a la tierra, como la ampliación de rutas para el transporte, la agricultura y la industria”, precisa.

Más específicamente, la publicación subraya que en el centro y sur de África, la fauna silvestre y las poblaciones humanas siguen compartiendo paisajes y recursos con conflictos que probablemente empeoren a menos que se tomen medidas.

La FAO, junto con el francés Centro de Investigación Agrícola para el Desarrollo (Cirad) y otros socios, creó la primera herramienta para atender conflictos entre humanos y fauna silvestre, que ayudó a una comunidad del Parque Nacional de los Montes de Cristal, en Gabón.

Los agricultores locales estaban bastante molestos porque, por un lado, animales como ratas de las cañas, antílopes ruanos, cerdos salvajes y elefantes les destruían los cultivos poniendo en riesgo su sustento, y por otro, la legislación les prohíbe cazar a la fauna protegida, ya sea para comer o para proteger sus cultivos.

Grandes organizaciones dedicadas a preservar la biodiversidad, como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), coinciden en que “los pueblos indígenas y tradicionales han sido un blanco injusto de las prácticas y de las políticas de conservación, que no han llegado a comprender totalmente los derechos y el papel que estos desempeñan en la gestión, el uso y la conservación de la biodiversidad”.

De acuerdo con numerosos instrumentos internacionales, varias resoluciones de la UICN subrayan los derechos de los indígenas a terrenos, territorios y recursos naturales gracias a los cuales subsisten desde hace generaciones.

Esas resoluciones subrayan la necesidad de mejorar la participación de los indígenas en todas las iniciativas de conservación y en el desarrollo de políticas que los afectan. Además, reconocen que las comunidades originales poseen un único cuerpo de conocimientos relevante para la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales.

Asimismo, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente reconoce la importancia de la participación de los pueblos indígenas, así como el valioso aporte que estos portadores de conocimientos tradicionales, obtenidos a lo largo de generaciones de experiencias, observaciones y transmisión oral, pueden contribuir al desarrollo y a la gestión sostenible de los ecosistemas.

“Su estrecha relación y dependencia de ecosistemas que funcionen bien dejó a los pueblos indígenas en situación de extrema vulnerabilidad frente a los cambios y daños al ambiente. La tala de madera, las actividades mineras, la contaminación y el cambio climático suponen una creciente amenaza a sus medios de vida y a su supervivencia”, añade.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2017/03/pueblos-indigenas-contribuyen-a-la-conservacion-de-la-naturaleza/

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Argentina: UNTREF publicó el video «Propuestas Educación Superior, Pueblos Indígenas y Afrodescendientes (2016)»

Argentina/02 marzo 2017/Fuente: iesalc.unesco.org

ste video (de 20 minutos de duración) presenta un resumen de las principales propuestas sobre el tema emanadas del «3er Coloquio y Taller Internacional Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina. Logros, problemas y desafíos de las políticas y prácticas de democratización, interculturalización e inclusión”, realizado en Buenos Aires, los días 3 y 4 de agosto de 2016.

Este doble evento fue organizado por el Programa Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina (Programa ESIAL) del Centro Interdisciplinario de Estudios Avanzados (CIEA) de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), en colaboración con el Programa de Estudios Posdoctorales (PEP) y la Secretaría de Investigación y Desarrollo (SID), de esta misma universidad, y contó con el apoyo del Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (UNESCO-IESALC), y de dos organismos estatales de Argentina, el  Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FonCyT) de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT) y del programa Fortalecimiento de Redes Interuniversitarias de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) del Ministerio de Educación de la Nación.

Las propuestas presentadas durante el Coloquio recogen las recomendaciones en la materia contenidas tanto en los  acápites C3 y D4 de la Declaración Final de la Conferencia Regional de Educación Superior (CRES), realizada en Cartagena de Indias en junio de 2008, como en la Iniciativa Latinoamericana por la Diversidad Cultural y la Interculturalidad con Equidad en Educación Superior, respaldada por la “Declaración de Panamá sobre la Educación en la Sociedad del Conocimiento”, suscrita por los Presidentes de las Comisiones de Educación o equivalentes de los Parlamentos miembros del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), sus Parlamentarios miembros de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Comunicación, y demás Legisladores reunidos en la Ciudad de Panamá durante los días 21 y 22 de junio de 2012. A su vez, estas propuestas procuran estimular los debates sobre el tema en vista a la realización de la próxima Conferencia Regional de Educación Superior a realizarse en la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) en junio de 2018.

Este Coloquio contó con la participación de 35 expositores de 28 Universidades de siete países latinoamericanos. Diez de estas presentaciones estuvieron a  cargo de las autoras y autores de ponencias que fueron seleccionadas mediante un concurso internacional, las restantes fueron realizadas por representantes de algunas de las cuarenta universidades y otras instituciones de Educación Superior que conforman la Red de Educación Superior la Red Interuniversitaria Educación Superior y Pueblos Indígenas de América Latina (RED ESIAL). El Taller estuvo dedicado a avanzar en la preparación del que será el tercer libro de la serie sobre el tema publicado desde el Programa ESIAL. Este libro, que se publicará este mismo año, contendrá versiones desarrolladas de las ponencias presentadas; entre tanto, durante el mes de febrero UNTREF también publicará un video con fragmentos de las ponencias presentadas.

Tanto el Coloquio como el Taller se desarrollaron en la Sede Rectorado Centro de la Universidad Nacional de Tres de Febrero; fueron de carácter abierto al público y gratuitos. La apertura del Coloquio estuvo a cargo del Lic. Aníbal Jozami, Rector de la Universidad Nacional de Tres de Febrero quien realizó una breve exposición en donde resaltó la importancia del encuentro como una muestra de la unión y el trabajo en conjunto de las instituciones de Educación Superior de América Latina en pos de la diversidad cultural.

Para más información:

http://untref.edu.ar/sitios/ciea/red-esial/

http://www.iesalc.unesco.org.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=22&Itemid=405&lang=es

http://untref.edu.ar/sitios/ciea/wp-content/uploads/sites/6/2015/05/Resena-3er-Coloquio-DanielLoncon-Revista-UNC.pdf

Fuente:http://www.iesalc.unesco.org.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=3794:untref-publico-el-video-propuestas-educacion-superior-y-pueblos-indigenas-y-afrodescendientes-2016&catid=100:en-portada&Itemid=449&lang=es

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Unicef: Pueblos indígenas luchan por la igualdad en la educación

28 de febrero 2017/Fuente: RPP

Este 21 de febrero se celebra el Día de la Lengua Materna en el Perú, un país tan diverso en la geografía como en el idioma. Existen 47 lenguas nativas, la mayoría habladas en la selva; sin embargo esto genera que más de un millón de niños y adolescentes tengan complicaciones en su aprendizaje por no dominar la lengua castellana.

Al no ser educados en su idioma natal, muchos no completan su ciclo de aprendizaje, como el caso de la Amazonía donde la mayoría de mujeres no terminan sus estudios secundarios.

Pero la lengua no es el único problema en estos grupos, muchos de estos jóvenes tampoco cuentan con un seguro de salud, ni conocen sus derechos, lo que impide que ellos puedan desarrollarse o tener oportunidades en el campo laboral.

En ese sentido, UNICEF difundió un video que da cuenta de algunos testimonios y disparidades que enfrentan niñas y adolescentes en pueblos originarios andinos y amazónicos. El objetivo es que en esta fecha no solo se promueva la valoración de las lenguas originarias sino además se sume esfuerzos para brindar igualdad de oportunidades para cada niña, niño y adolescente indígena.

Todos nuestros niños deben conocer sus derechos en su idioma natal.
Todos nuestros niños deben conocer sus derechos en su idioma natal. | Fuente: UNICEF
Al no dominar la lengua castellana muchos jóvenes no cuentan con muchas oportunidades.
Al no dominar la lengua castellana muchos jóvenes no cuentan con muchas oportunidades. | Fuente: UNICEF

Fuente:http://rpp.pe/cultura/mas-cultura/pueblos-indigenas-luchan-por-la-igualdad-en-la-educacion-noticia-1032158

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La Economía Indígena Autodeterminada en la Amazonía Peruana

15 de febrero de 2017 / Fuente: http://www.ecoportal.net

Por: Rodrigo Arce Rojas

Mientras el modelo empresarial subyacente en los promotores externos del manejo forestal comunitario ven en la acumulación un valor legítimo por el cual vale la pena desplegar esfuerzos, recursos y capacidades, para los pueblos indígenas existen valores del buen vivir que van más allá de los enfoques crematísticos, por ejemplo, valoran la salud, la disponibilidad de alimentos, la posibilidad de poder compartirlos, la unidad familiar, entre otros valores.

Existen muchos estudios que dan cuenta de experiencias de convivencia entre pueblos indígenas y bosques no sólo para la Amazonía peruana sino en general para la cuenca amazónica. Estas experiencias se basaban fundamentalmente en imitar la estructura y funcionamiento de los bosques para poder contar con múltiples productos de los bosques, esquema funcional para economías centradas en la autosubsistencia y bajo condiciones de baja densidad poblacional y sin mayores presiones de actores externos.

Con el tiempo, aparecieron nuevos factores que presionaron para un uso más intensivo de la tierra y de los recursos del bosque, la población indígena se incrementó y aparecieron nuevas necesidades por satisfacer. Es así como apareció la propuesta externa de manejo forestal comunitario con una lógica de articulación al mercado y de formalización en el marco de los Estados nacionales. Todas estas propuestas fueron generadas con las mejores intenciones de contribuir a mejorar la calidad de vida de las comunidades.

Después de algunas décadas de trabajo pocas son las experiencias de manejo forestal comunitario que han logrado despegar de manera autónoma, otras subsisten por la existencia de subsidios. Los subsidios no deben verse necesariamente como algo negativo pues forman parte de las políticas de inclusión social de los gobiernos como inversiones necesarias para contar con actores productivos que enriquezcan la economía formal. La pregunta que hay que hacerse es de qué manera los subsidios pueden en realidad convertirse en factores estratégicos de ciudadanía económica o en qué medida han estado o están contribuyendo a la artificialización de los sistemas productivos.

Múltiples son los problemas que explican por qué el manejo forestal comunitario no ha tenido el éxito esperado. Algunos de los problemas centrales que se señalan refieren a la debilidad organizativa y las limitaciones para la comercialización de la producción forestal. Habría que profundizar si estos son los problemas reales o hay otros que no han recibido suficiente atención.

Mientras el modelo empresarial subyacente en los promotores externos del manejo forestal comunitario ven en la acumulación un valor legítimo por el cual vale la pena desplegar esfuerzos, recursos y capacidades en el campo se verifica que no siempre prima esta única variable. Para los pueblos indígenas existen valores del buen vivir que van más allá de los enfoques crematísticos, por ejemplo, valoran la salud, la disponibilidad de alimentos, la posibilidad de poder compartirlos, la unidad familiar, entre otros valores.

Hay que estar claro, no obstante, que las comunidades indígenas se encuentran en un fuerte proceso de aculturación por lo que es posible encontrar diferentes matices respecto al grado de “pureza” de la matriz cultural original. Ello en función a que la cultura no es estática y es más bien su dinamismo y sus interacciones los que le dan vida. En las comunidades se puede encontrar diferentes intensidades de convivencia y de oposición entre los valores de solidaridad, reciprocidad y acumulación. Así mismo, se puede encontrar diferentes grados de sintonía entre el discurso y la práctica. Por ejemplo, aunque una respuesta mayoritaria indica la necesidad de realizar actividades productivas para generar ingresos no siempre las actitudes y prácticas van en la misma dirección.

Para hacer manejo forestal comunitario articulado a mercados y al Estado se necesita que las comunidades acepten un tipo de organización, una forma y ritmo de trabajo y la sujeción a normas y procedimientos oficiales. La premisa de las instituciones externas parece haber sido “para superar las condiciones de pobreza es importante que adopten las medidas que les estamos indicando pues es por su bien”. ¿Realmente las comunidades han asumido alterar su cultura para convertirse en exitosos empresarios forestales?

A las comunidades se les evalúa bajo la plantilla de empresas modernas y eficientes. Como consecuencia se encuentra: deficiente organización, falta de capacidades técnicas, falta de capacidades empresariales, falta de capacidades de comercialización y muchas otras falencias. Por añadidura los esquemas de manejo forestal y la estructura administrativa no calzan con los ritmos, tiempos y dinámicas de las comunidades.

Habría que preguntarse entonces si es que son las comunidades las que están fallando o son los promotores externos del manejo forestal que no han logrado entender la forma de apoyar a las comunidades sin que al final se genere mayor frustración de la que había inicialmente o lo que es peor la comunidad termine con deudas que no tenía en el punto de inicio del proyecto.

Ello nos está indicando que hasta ahora el tema de la interculturalidad no ha sido suficientemente abordado en las experiencias de manejo forestal comunitario. El reto es encontrar pistas para desarrollar experiencias de negocios culturalmente sensibles.

Es en este contexto que la propuesta de Economía Indígena Autodeterminada parte por reconocer que es la propia comunidad la que tiene que definir el ritmo con el que quiere correr, si es que así lo decide, y no suponer automáticamente que las comunidades están dispuestas a embarcarse en la aventura de convertirse en una empresa forestal exitosa, es decir generando ingresos económicos.

Esta perspectiva no tiene nada que ver con enfoques ya superados de autarquía comunitaria sino de reconocer en su real dimensión el derecho al autodesarrollo y el derecho a la autodeterminación económica. Esta no es una propuesta que privilegie únicamente los planteamientos comunitarios, sino que redefine los roles de los promotores externos que cumplen el rol de facilitadores del proceso, con información, con visualización de alcances, escenarios, tendencias y todo aquello que permita a la comunidad la mejor toma de decisiones.

Es la propia comunidad, informada y con un proceso profundo de reflexión y capacidad de propuesta, la que decide el grado de articulación al mercado. Decide además autónomamente qué aspectos de su cultura quiere mantener o cambiar con la finalidad de incursionar en el manejo forestal comunitario. Esto cambia las prácticas de las organizaciones promotoras que se mueven por tiempos, recursos e indicadores que tienen la única racionalidad de la eficiencia empresarial.

La propuesta de Economía Indígena Autodeterminada no se asocia ni con la economía de subsistencia ni con la economía de la acumulación pues éstas no son las categorías con las que se las evalúa. El indicador de éxito tiene que ver un balance energético y cultural positivo y no tanto por las cuentas contables, aunque no se dejen de hacerlas. Así como es más prudente subirse al potencial biótico del bosque para hacer bionegocios sostenibles también es más apropiado subirse a la energía social o cultural de las comunidades para no generar angustias ni tensiones innecesarias. Es la propia comunidad la que decide el grado de intensidad del sistema productivo y de comercialización. Bajo esta óptica no todo pasa por proyecto financiado externamente, ni todo pasa por las sagradas recomendaciones de la técnica forestal. Implica también que la administración pública forestal debe adecuarse a esta realidad múltiple y no pretender que todos los actores, sin ningún criterio de interculturalidad, se asimilen a su propuesta administrativa y procedimental, que muchas veces no son efectivas ni para el productor forestal convencional.

Fuente artículo: http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Pueblos-Indigenas/La_Economia_Indigena_Autodeterminada_en_la_Amazonia_Peruana

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Dar más voz a los pueblos indígenas es posible

Perú promueve la consulta previa para dialogar con las comunidades más vulnerables y prevenir conflictos sociales.

América Latina no es ajena a los conflictos sociales, si bien hubo gran crecimiento económico, reducción de pobreza y de inequidad en la década pasada. Es por ello que conocer de antemano las necesidades y aspiraciones de los sectores más vulnerables son clave para reducir potenciales crisis y mejorar la calidad de vida de aquellos con menores ingresos.

En este sentido, el Perú se ha colocado a la vanguardia y aprobó una ley de alcance nacional que regula el proceso de consulta previa con poblaciones indígenas. Sus primeros resultados se han recopilado en el reporte ¨La Consulta Previa en el Perú: Aprendizajes y desafíos¨.

German Freire, especialista en Desarrollo Social del Banco Mundial, explica cómo funciona el proceso de la consulta previa, por qué es importante tanto en el Perú como en la región y qué futuro le espera a las comunidades indígenas y rurales de América Latina:

Pregunta: ¿Qué es la consulta previa y cuando se realiza?

Repuesta: La consulta previa es un derecho internacionalmente reconocido, enmarcado en el convenio 169 de la OIT y ratificado por 15 países latinoamericanos, incluido el Perú, país donde ha sido convertida en una ley desde 2011. Pero más allá de ser un derecho, es una herramienta de diálogo que permite conciliar los intereses de las poblaciones mayoritarias con los de la población indígena. La consulta previa es un mecanismo de inclusión y un espacio para darle voz y voto a los pueblos indígenas en los programas, proyectos, planes y leyes que potencialmente pueden afectar sus intereses, sus culturas o sus modos de vida.

La consulta previa se lleva a cabo cuando hay una potencial afectación de los derechos colectivos de los pueblos indígenas. La ley peruana no incluye en este proceso la prestación de servicios públicos, como agua y saneamiento o electricidad, por ejemplo, a menos que afecten los derechos colectivos de los pueblos indígenas.

En cambio, cuando por ejemplo se declara en el Amazonas un parque nacional, y este parque se sobrepone al territorio tradicional de una población indígena, ahí existe una afectación del derecho colectivo, pues la regulación podría limitar su acceso a recursos que han utilizado durante siglos y de los que dependen para subsistir. Esto se convierte en materia de consulta previa. Lo mismo sucede al desarrollar un proyecto de hidrovías, una “carretera” fluvial, que atraviesa un territorio indígena.

La consulta previa se complementa con otros mecanismos de participación ciudadana, sensibles a las diferencias culturales y las cosmovisiones de los pueblos indígenas.

P: ¿Por qué es importante la consulta previa?

R: La consulta previa es erróneamente vista por algunos sectores públicos y privados como un requisito que no agrega valor a sus actividades. A su entender es un proceso largo y costoso, por lo que hace más lento el desarrollo de proyectos y, ultimadamente, desincentivan la inversión. Sin embargo, la experiencia nos ha demostrado que en territorios indígenas el desarrollo ¨convencional¨ no siempre tiene los efectos esperados, y los indígenas no se benefician tanto como el resto de la población o son adversamente impactados por proyectos que en teoría debían beneficiarlos. Esto explica en parte la persistencia de brechas, por ejemplo. Regionalmente los indígenas son casi tres veces más propensos a ser pobres.

La consulta previa es un espacio de participación que toma en cuenta a los pueblos indígenas en el diseño de proyectos, planes o leyes que podrían afectarlos.Permite a las comunidades transmitir sus propias visiones de lo que es el desarrollo, la pobreza y el bienestar. La inclusión de estas voces tiene muchos beneficios, no solo para ellos.

Si bien la consulta no es un mecanismo de resolución de conflictos, el desarrollar un proyecto que es sensible a las visiones y expectativas locales, culturalmente pertinente, donde la población indígena tiene un espacio para expresarse en sus términos, tiene muchas menos probabilidades de generar un conflicto social. Si se analizan las razones para la mayor parte de los conflictos sociales en el Perú, sea que estén relacionados con proyectos mineros o de otro tipo, la población local rara vez se opone a los proyectos en sí, sino que se opone a los términos de su inclusión, o a su exclusión de los beneficios. Lo que la mayor parte de las comunidades involucradas en un conflicto demandan es diálogo.

Encarar el dialogo tiene un costo para las empresas y para el Estado, no hay duda, pero hoy sabemos que el costo de no realizar consultas es mucho mayor, principalmente en el mediano plazo, cuando aparecen conflictos o desacuerdos que paralizan obras y planes de desarrollo.

P: ¿Por qué el Perú es un referente para América Latina en el tema de la consulta previa?

R: Actualmente, en toda América Latina existe una gran legislación pro indígena y en prácticamente todos los países se realizan consultas. Perú, sin embargo, fue el primer país en promover una ley de alcance nacional y en reglamentar el derecho a la consulta previa. Además, ha venido innovando en la definición práctica del derecho a la consulta, así como en las cuestiones operativas de cómo, qué, dónde, cuándo y a quién se debe consultar una medida determinada. Ninguna de esas preguntas tiene una sola respuesta, pero el Perú ha estado dando muestras de estrategias concretas y bien operativas.

El país plantea la consulta previa de forma estructurada. Esto se ve reflejado en los protocolos, materiales de apoyo y la literatura generada por el Ministerio de Cultura sobre los procesos de la consulta previa, así como la Base de Datos sobre Pueblos Indígenas del Ministerio de Cultura, que es una de las más completas que yo haya visto en la región. También han creado un registro nacional de traductores y facilitadores en temas de consulta, que es una herramienta clave tanto para el estado peruano como para las empresas privadas, que ya hacen uso de este registro y de los servicios del personal que ha venido formando el Ministerio. Además, acaban de lanzar un sistema de monitoreo de las consultas, clave para garantizar la transparencia y el cumplimiento de los acuerdos. Estas herramientas no existen en otros países de la región.

P: ¿Cuántos procesos se han realizado en el Perú y cuál es un ejemplo de los acuerdos tomados en las consultas previas?

R: En el momento en que realizamos el estudio junto con el Ministerio de Cultura eran 24, pero ahora son varios más. Aunque no parece un número grande, ha tomado mucho esfuerzo llegar ahí, debido principalmente a la especulación que siguió a la aprobación de la ley y su reglamento. Las voces que se oponían a la implementación de la ley argumentaban que al consultar a los pueblos indígenas se iban a generar más conflictos sociales, aletargar los proyectos consultados y paralizar la inversión. La principal lección que dejan estos primeros procesos de consulta es que todos esos temores eran infundados. Los 24 procesos realizados hasta principios del 2016 llegaron, en su totalidad, a acuerdos, y se dieron en plazos razonables.

Por ejemplo, algunos pueblos indígenas pidieron participar en el diseño de los términos de referencia de los estudios de impacto ambiental, pues argumentaban que, si ellos no eran involucrados desde ese momento, las preguntas que eran importantes para ellos no iban a ser incluidas en los estudios, por lo que luego no tienen información ni datos clave para estructurar sus argumentos. El problema es que si se hace una interpretación demasiado inflexible de la legislación, luego no tendrían participación en la discusión de los resultados. El argumento que nosotros hacemos es que la consulta previa tiene que ser vista como parte de un diálogo mas amplio y sostenido con los pueblos indígenas, no como un momento en el tiempo o como un requisito administrativo más.

Hay que recordar que en el Perú los acuerdos de la consulta previa son de cumplimiento obligatorio. Este no es un dato menor, porque otras instancias de diálogo o de resolución de conflicto, como las mesas de diálogo, no tienen este carácter. De ahí que la mayor parte de los conflictos sociales del Perú tienen otro conflicto como antecedente, pues muchas veces se olvidan los acuerdos luego de resuelta la crisis.

P: ¿Cómo beneficia la consulta previa el futuro de los indígenas?

R: La razón por la cual la consulta previa existe es porque los mecanismos de participación ciudadana convencionales le suelen fallar al sector indígena de la población. Personalmente, considero que Latinoamérica deber aspirar a integrar los mecanismos de diálogo intercultural que están en la consulta previa en las actividades de los estados, y con esto crear estados verdaderamente inclusivos y respetuosos de la identidad y la dignidad de los pueblos indígenas.

El Ministerio de Cultura del Perú ha propuesto que la consulta previa no debe sustituir otros mecanismos de participación ciudadana que ya existen, sino complementarlos. El reto es integrar los resultados de estos procesos de consulta en los planes de autodesarrollo de los pueblos consultados, para que estos procesos no se conviertan en trámites puntuales para lograr aprobar una ley o un proyecto, sino que sean una ventana real para la inclusión social. El desarrollo de todas las regiones del país debe continuar en ese camino de diálogo intercultural para que los pueblos indígenas puedan participar y puedan ser escuchados siempre.

Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2016/12/21/america/1482351018_889457.html

Imagen: ep01.epimg.net/internacional/imagenes/2016/12/21/america/1482351018_889457_1482351156_noticia_normal_recorte1.jpg

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Peru-Brasil: La «carretera de la muerte» que dividirá a pueblos indígenas aislados

Por: Ecoportal-03.12.2016

La vía conectaría Puerto Esperanza (en el sureste de Perú) con la ruta interoceánica que atraviesa Perú y Brasil. Un nueva «carretera de la muerte» promovida por un polémico sacerdote italiano «dividirá en dos la tierra de varios pueblos indígenas aislados en el corazón de la frontera amazónica de los no contactados», según denuncia este jueves Survival International.

vía conectará Puerto Esperanza (en el sureste de Perú) con la ruta interoceánica que atraviesa Perú y Brasil. Así, según la ONG, el trayecto invadirá una parte de la denominada «Frontera Amazónica de los no contactados», una región que se ubica a lo largo del borde peruano-brasileño y que cuenta con la mayor concentración de pueblos indígenas aislados del mundo.

«Si la carretera sale adelante destruirá a los pueblos indígenas aislados y su ‘desarrollo’ terminará para siempre», denunció el director de Survival Internacional, Stephen Corry, quien pidió al Gobierno de Perú «respeto por los derechos humanos fundamentales y por el cumplimiento de la ley».

A pesar de que el Congreso peruano rechazó la construcción de la carretera en el año 2012, las obras han proseguido de forma ilegal durante estos años, y ahora el proyecto ha vuelto a ser propuesto por Carlos Tubino, del partido político Fuerza Popular.

Además, la nueva vía cuenta con el respaldo de Miguel Piovesan, un polémico cura católico que ha descrito a los pueblos indígenas de la región como «prehistóricos» y que ha arremetido contra las ONG internacionales por manifestar sus inquietudes sobre este plan.

De hecho, en su boletín parroquial, el sacerdote  declaró: «No aceptamos la idea del aislamiento como un deseo natural de ellos. No lo comprobamos. Son entelequias de quienes sólo conocen a los pueblos indígenas de visita o por investigaciones basadas en hipótesis que nunca se comprueban en el campo».

Sin embargo, según datos de Survival International, alrededor del 80% de los entre 3.000 y 4.000 habitantes de la zona son indígenas, y la mayoría se oponen a este proyecto. La ONG estima que hay alrededor de 15 tribus no contactadas en Perú, muchas de las cuales se encuentran en la región donde se construiría la carretera.

Para Emilio Montes, presidente de la organización indígena FECONAPU, esta carretera no beneficia a los indígenas, «sino más bien a los madereros, mineros y petroleros ilegales y también a los narcotráficos». «Atenta contra la vida de nuestros hermanos aislados, como los mashco-piros (…) Necesitamos otros tipo de desarrollo con manejo sostenible de nuestros recursos«, concluyó.

Foto: Indígenas aislados mashco-piros en 2011. Son una de las muchas tribus que podrían sufrir los impactos de la carretera© Jean-Paul Van Belle

Ecoportal.net

Actualidad RT

https://actualidad.rt.com/

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La violencia y el riesgo de defender en América Latina

Por: Andrea Costafreda

En una callejuela sin asfaltar de La Esperanza, en la habitación principal de una casa bajita y humilde, Eva y el resto de Las Hormigas nos explican cómo ofrecen apoyo a las mujeres que se atreven a pedir ayuda. Trabajan brindando protección y asesoramiento legal, psicológico y médico a mujeres sometidas a violencias cuyos orígenes se entrecruzan y refuerzan: la violencia del crimen organizado, la de la trata, la violencia de género, la del conflicto por los recursos, o la violencia política. Cada vez que escuchamos un ruido en la puerta, sus miradas atentas expresan preocupación y parecen preguntar: “¿esperamos a alguien?”. Son valientes, pero el miedo se ha instalado en las reuniones, en las alcobas, entre las ollas, en la realidad de cada pequeño acto cotidiano. Nuestra conversación ocurre en el epicentro lenca, en Honduras, allí mismo donde hace algunas semanas fue asesinada la activista ambiental Berta Cáceres. “Si se atrevieron con ella, con un Goldman, lo que nos puede pasar a nosotras”.

Lamentablemente, este miedo tiene fundamento. A pesar de los avances registrados en los últimos años, América Latina sigue siendo la región más desigual del planeta. La violencia y la desigualdad tienen una estrecha relación. Nueve de las diez ciudades más peligrosas del mundo son latinoamericanas. La región registra las tasas de muerte violenta más altas a nivel mundial (sin incluir los conflictos armados). La desigualdad extrema, en una región donde 32 personas acumulan la misma riqueza que la mitad de su población más pobre, debilita la cohesión social por distintas vías: mermando la confianza interpersonal y el capital social, erosionando la confianza en el sistema político y la democracia, y alimentando el conflicto violento.

Con el período de bonanza económica que ha vivido la región – la «década dorada» según The Economist – se ha producido lo que Albert Hirschman describe como el «efecto túnel«, al referirse a la irritación que generan las diferentes velocidades que operan en el reparto de la prosperidad. En la metáfora utilizada por el destacado intelectual alemán, la sensación de crispación se compara con la frustración que se siente al estar parado con el coche en un túnel, en medio de un gran embotellamiento. Una sensación a la que se le suma el enojo cuando vemos que la circulación empieza a mejorar porque la fila de coches a nuestro lado se mueve cada vez más rápido, pero la nuestra continúa parada. Podemos soportar con resignación un atasco generalizado, pero no toleramos una situación injusta que nos deje rezagados cuando los otros se benefician cada vez más de un contexto favorable. ¡O todos, o nadie!

Pero además, hay una modalidad de desarrollo que reside en la base de esta prosperidad asimétrica y tiene impacto directo en el recrudecimiento de la violencia. El modelo económico extractivista y neoextractivista, atiborrado por el boom de las commodities, ha encendido la conflictividad por el acceso y uso de los recursos naturales a niveles inéditos en la región, y lo ha hecho en abierta colisión con el ejercicio de los derechos económicos, ambientales y colectivos de las poblaciones más vulnerables. Según Front Line Defenders, el 41% de los asesinatos de personas defensoras de los derechos humanos, en América Latina, está vinculado con luchas ambientales, por el derecho a la tierra, el territorio o la defensa de pueblos indígenas.

Para denunciar esta situación, Oxfam acaba de publicar El Riesgo de Defender. En este informe, se alerta sobre una doble realidad. Por un lado, el incremento preocupante de la violencia contra las y los defensores de los derechos humanos en la región, y su relación con la creciente conflictividad ligada al modelo extractivista. Por el otro, el alarmante contexto de impunidad y criminalización del activismo, el riesgo creciente del ejercicio de defender, en el marco de un frágil estado de derecho, ineficaz y omiso ante las injusticias y capturado por los intereses de los grupos de poder.

El año pasado, de los 220 asesinatos de personas defensoras de los derechos humanos a nivel global, 185 se produjeron en América Latina. Una violencia que ha recrudecido en Brasil, Guatemala, Honduras, Perú e, incluso, en el contexto de las negociaciones por la paz en Colombia. La situación se torna todavía más brutal en el caso de las mujeres defensoras, sumándose así a las violencias que ellas sufren cotidianamente, víctimas de un sistema de creencias patriarcal.

Pero además, tal como advierte la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, uno de los grandes problemas que afectan a las defensoras y defensores es la falta de investigación sobre los ataques de los que son víctimas, lo que ha acentuado la situación de vulnerabilidad en que se encuentran. El Informe de Oxfam indica que, de las 63 personas defensoras asesinadas en Colombia durante el año 2015, 21 habían denunciado previamente amenazas y 4 estaban bajo el cuidado de la Unidad Nacional de Protección. En Honduras, de las 14 personas con medidas cautelares de la CIDH, 4 han sido asesinadas en los últimos años. La ineficacia del Estado para proveer seguridad, protección y un acceso universal e independiente a la justicia, explican estos gravísimos hechos para la institucionalidad democrática de la región.

Aquel día, en La Esperanza, esas valientes defensoras hondureñas me contaban que ellas, como las hormigas, eran pequeñas y vulnerables, fáciles de aplastar por criaturas mucho más grandes, agresivas y brutales. Sin embargo, que cuando se juntaban, se organizaban y actuaban colectivamente, podían llegar a mover montañas, que podían picar y picar fuerte, impidiendo que los de siempre, continúen dándoles pisotones.

Tomado de: http://blogs.elpais.com/contrapuntos/2016/11/violencia-riesgo-de-defender-america-latina.html#more

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