Estados Unidos/27 de Febrero de 2017/Mundo Hispánico
La asignatura favorita de Hajera Hashimi, alumna de la escuela secundaria Anderson es Ciencias. Ella es nueva en esta escuela pero empieza a pensar en la Universidad de Texas en Austin (UT), a donde quiere ir para seguir sus estudios. Quiere convertirse en doctora.
Hace dos años, la pasó muy mal imaginando un futuro prometedor.
Hajera es de Afganistán y es una de los 1,079 niños refugiados que asisten a una escuela del distrito escolar de Austin, el cual ha visto la llegada de más estudiantes refugiados este año que en cualquier otro año anterior, desde que el distrito empezó a asimilar refugiados en 2010. Durante los primeros cuatro meses del año escolar, el distrito reclutó a 377 nuevos niños refugiados, un 20 por ciento de incremento desde lo que se registró entre 2013 y 2014.
Cerca de 800 refugiados fueron reasentados en Austin en 2016, la cantidad más alta en los últimos siete años, según la información proporcionada por el Departamento de Estado.
En medio de las advertencias acerca de la posible amenaza que representan los refugiados y los esfuerzos de Washington entre los líderes estatales por bloquear su ingreso al país, el distrito escolar de Austin ha probado ser un lugar seguro para los niños refugiados, aún cuando los maestros se esfuerzan por mantener el ritmo con el crecimiento de estudiantes refugiados.
Los refugiados son apenas el uno por ciento del total de la población estudiantil, y están dispersos por los 91 campus, pero con concentraciones en algunas escuelas donde apenas la mitad de los estudiantes en la clase son refugiados.
La educación de los refugiados es un terreno nuevo para el distrito de Austin. Los maestros tienen más experiencia en atender a los estudiantes que han emigrado desde países de habla hispana.
Los refugiados reclutados en el distrito llegan desde 39 países distintos y hablan lenguajes que van desde el francés hasta el árabe, desde swahili hasta el pashto, la lengua materna de Hajera. Muchos de los refugiados recién llegados son de países con mayoría musulmana, dijeron los oficiales.
Aunque las diferencias son vastas y el trauma de crecer en países golpeados por la guerra, hace que los refugiados sean únicos y desafía a los demás estudiantes a prestar su ayuda.
Las autoridades escolares de Austin trabajan con más de media docena de agencias no lucrativas y para el reasentamiento de refugiados para ayudar a las familias refugiadas en la transición escolar y de vida en el país.