A las escuelas de China les resulta difícil contratar profesores extranjeros calificados

China/07 julio 2016/Fuente: Spanish People

 Zhao Chenlong, reclutador de la Escuela Real de Beijing (BRS, por sus siglas en inglés), institución docente internacional ubicada en el distrito de Changping, acaba de regresar de una feria de EE. UU especializada en recursos humanos y oportunidades de trabajo. Esta es la temporada de mayor actividad para las escuelas internacionales que buscan incorporar nuevos profesores extranjeros a su plantel.

Anteriormente, Zhao utilizaba agentes y proveedores de profesores extranjeros. Sin embargo, este año decidió ir directamente a la fuente, después de evidenciar que la demanda de buenos profesores cualificados superó con creces la oferta existente dentro de China.

«A medida que el nivel de nuestra escuela se desarrolla más y más, surge la necesidad de contratar una mayor cantidad de profesores extranjeros. Sin embargo, cada vez se hace más difícil encontrar profesionales calificados», precisó Zhao.

Según las estadísticas de la Consultoría de Escuelas Internacionales (ISC, por sus siglas en inglés), con sede en Reino Unido, el crecimiento del número de escuelas internacionales en China ha sido vertiginoso. En el 2011, apenas funcionaban unas 274 escuelas internacionales que enseñaban a 108.700 estudiantes chinos y mantenían una nómina de 11.200 maestros. En el 2016 -apenas cinco años- el número de escuelas internacionales llegó a las 545, con 212.900 matriculados y 20.600 profesores.

A medida que en China crece el número de escuelas internacionales, también crece la necesidad de contratar profesores extranjeros. Sin embargo, la oferta actual plantea un reto significativo.

«Cada semana recibo cientos de correos electrónicos de agentes que me proponen candidatos, pero después de hacer una revisión de su hoja de trabajo, analizar las cartas de referencia y verificar sus antecedentes, sólo unos pocos clasifican», subraya Zhao.

Francis Felicelli (tercero a la izquierda), director del departamento de profesores extranjeros en la Escuela Real de Beijing, preside una reunión. (Foto: Li Hao)

No hay suficientes incentivos

Para Francisco Felicelli, maestro con más de 20 años de experiencia en la enseñanza pública de EE.UU., venir a China fue básicamente un evento fortuito.

Después de pasar décadas enseñando en su país de origen, Felicelli quizo trabajar en un país extranjero para tener la posibilidad de aprender algo nuevo antes de retirarse. Entonces, encontró un anuncio de reclutamiento de la Escuela Real de Beijing y solicitó una plaza.

La primera vez que les informó a sus colegas que se trasladaría a China, pensaron que se había vuelto loco.

«Ellos saben muy poco acerca de China y sobre el nivel de las escuelas internacionales de China», precisó Felicelli, de 56 años, quien llegó a Beijing el año pasado para trabajar como director del departamento de profesores extranjeros en BRS.

«Tenemos más de 2.000 estudiantes con más de 50 profesores extranjeros, principalmente de los EE.UU. y Canadá. A medida que se expande la escuela, queremos duplicar la presencia de profesores extranjeros», añadió Felicelli.

Para este veterano, el mercado de la educación en China es muy prometedor porque hay un buen ritmo de apertura de nuevas escuelas, sin embargo no hay suficientes incentivos para atraer al talento extranjero.

Sus antiguos colegas estadounidenses declinaron posibles ofertas de trabajo en China, debido a la contaminación del aire y los bajos salarios, comparados a los que reciben en su país de origen.

Andrew Wigford, director de Consultoría Internacional para Reclutamiento de Profesores (TIC, por sus siglas en inglés), una organización internacional de Reino Unido, coincide en que la disparidad entre las expectativas de las escuelas, la formación de los profesores disponibles y las propias exigencias de los docentes, genera un alto volumen de inestabilidad en este sector.

«Muchos docentes llegan a China bajo un acuerdo determinado y luego descubren que están viviendo en alojamientos de calidad inferior a los acordados, comienzan a preocuparse porque la contaminación es peor a la que esperaban encontrar o sostienen diferencias sobre las formas de enseñanza y otros patrones… como resultado de estos diferendos, la retención laboral es muy baja. Incluso muchos de ellos ni siquiera llegan a terminar su primer curso escolar», admite Wigford.

Wigford también comenta que su empresa recibe una gran cantidad de candidatos disponibles para trabajar en cualquier parte del mundo, menos en China.

«Muchos de los candidatos no se sienten seguros trabajando en China. Vienen si tienen alguna relación dentro de la institución de acogida que garantiza que la oferta es seria y profesional», puntualiza Wigford.

Un profesor del jardín de la infancia “La Casa del Saber”. (Foto: proporcionada)

Las cambiantes políticas con respecto a los requisitos para la admisión de los profesores extranjeros también son un reto para todos.

De acuerdo con una directriz del 2004 publicada por la Administración Estatal de Asuntos de Expertos Extranjeros, los profesores extranjeros deben tener un título de licenciatura -o superior- y tener un mínimo de experiencia de 5 años dentro de la enseñanza. Por su parte, los profesores de idiomas deben tener un título de licenciatura -o superior-, con un mínimo de experiencia de 2 años vinculados a la enseñanza.

Farshad Danicek, director de “La Casa del Saber”, considera que los estrictos requisitos hacen decaer la oferta de profesores extranjeros.

Los candidatos que pueden satisfacer todos los requisitos actuales son profesores con más de 30 años. Con esa edad, ya muchos de ellos tienen o comienzan o planean tener familia. La idea de trabajar en China no les resulta viable.

«Es muy difícil atraer a buenos docentes, que ya tienen relaciones y compromisos en sus países de origen, especialmente debido a índices como la mala calidad del aire, alquileres por las nubes y las altas tasas de la matrícula para sus hijos, en el caso de que la escuela donde trabajen no les contraten con la matrícula de sus hijos incluída», considera Danicek.

“Para las escuelas que pueden permitirse un buen presupuesto para garantizar profesores extranjeros de alto nivel, no es un problema reclutar nuevos docentes. Sin embargo, para muchas otras escuelas, esto es una lucha constante”, reconoció Danicek.

De acuerdo a un informe de edu.sina.com.cn, un portal de noticias educativas, el 50 por ciento de los gastos de una escuela internacional se localiza en el salario de los profesores extranjeros. El pago anual de un profesor extranjero oscila entre 300.000 yuanes (45.150 dólares) a 500.000 yuanes.

«Una de las razones de lo costosa que es la matrícula en China es precisamente por los altos salarios que exigen los buenos profesores extranjeros», señala Danicek.

Zhao percibe que el gobierno ha ido flexibilizando las regulaciones, un buen augurio de una futura ampliación del crecimiento de la oferta de profesores extranjeros.

En septiembre del 2015, la AEAEE publicó una nueva guía donde indica que el requisito para la experiencia laboral de los profesores extranjeros ahora es sólo de 2 años. Además, este requisito podría no aplicarse si los profesionales extranjeros tienen un título de licenciatura -o superior- en ciencias pedagógicas. En el caso de los profesores que tienen un título de licenciatura -o superior- en otras especialidades, si tienen un certificado de enseñanza emitido en su país de origen, un certificado internacional de enseñanza de idiomas o un certificado de enseñanza del idioma inglés como lengua extranjera (TEFL), son eximidos de tener que probar su experiencia laboral previa.

«La nueva política flexibiliza los requisitos y permite más opciones a la hora de contratar. Aunque ahora es más rigurosa la verificación de antecedentes y hay más papeleo, hay una mejor intención en facilitar las cosas para bien y, a su vez, cerrarle el paso a lo mal hecho», manifestó Zhao.

Después de que la nueva política entró en vigor, su escuela reclutó varios recién graduados que buscaban trabajo en ferias universitarias.

«Las regulaciones están cambiando de manera significativa y en este momento puede ser muy difícil para las escuelas chinas encontrar maestros extranjeros», admitió Wigford, y añadió que el gobierno debería encontrar canales eficientes para informar a las escuelas y los reclutadores sobre los últimos cambios al respecto.

Fuente: http://spanish.people.com.cn/n3/2016/0704/c31614-9081242.html

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