Educación y cultura

Por: Juan E. Daroqui

Creo que la mayoría podríamos estar de acuerdo en que la educación y la cultura es la base de la libertad de las personas. Al menos intelectualmente hablando.

Asimismo, es la base del progreso y del avance de las sociedades. Un buen sistema educativo, que inculque cultura y valores a las personas, hace que los países avancen y que sus ciudadanos sean más libres.

Muchos de los problemas actuales estarían resueltos con una buena base educativa. Si desde niños se inculcaran los valores de respeto e igualdad entre hombres y mujeres, el problema de la violencia de género, por ejemplo, sería muchísimo menor. Seguro.

La educación y la cultura no solo propician los avances tecnológicos, también suponen avances sociales. Consecución de mayores derechos y por lo tanto progreso.

Los países que no se preocupan por la educación de sus niños, no solo están condenando a estos a una vida peor, sino que el mismo país está arruinando su propio futuro.

¿A qué viene todo esto?.

A que recientemente se publicó un informe del Instituto de Estadística de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, en el que se dice que al menos unos 263 millones de niños se encuentran sin escolarizar en todo el mundo, 61 millones de niños de entre seis y once años no tienen acceso a la educación primaria, una cifra a la que se suman 60 millones de menores de entre doce y catorce años y al menos 142 millones de entre quince y diecisiete años.

“Unos 124 millones de niños y niñas en todo el mundo no van a la escuela a causa de la pobreza, la discriminación, los conflictos o la falta de infraestructuras y maestros” según UNICEF.

Lógicamente esto ocurre, sobre todo, en países subdesarrollados (África subsahariana) o en zonas en conflicto, con los niños desplazados y refugiados. Además en todos los casos las niñas están más afectadas que los niños.

La educación, además de un derecho humano, es la base del buen desarrollo de las personas y las sociedades. Como dice UNICEF en su Web:

“La educación contribuye a mejorar la vida y es una pieza clave para acabar con el círculo de pobreza que amenaza a muchos niños de países en desarrollo.

Permite a los niños y niñas adquirir el conocimiento y las aptitudes necesarios para adoptar formas de vida saludables y asumir un papel activo en la toma de las decisiones que les van a afectar en el futuro.

Una niña que va a la escuela, se casará más tarde, tendrá menos hijos. Además, sus hijos tendrán más posibilidades de sobrevivir, porque estarán mejor alimentados y recibirán una educación.

Una educación basada en los derechos es la vía para acabar con algunas de las desigualdades más arraigadas en la sociedad.”

Pero mucho han de cambiar las cosas para reducir considerablemente la cifra de niños sin escolarizar.

Los países en esta situación necesitan ayuda ya que solos no pueden hacerlo, y puede que, en algunos casos, no quieran hacerlo. Las autoridades de muchos países se han propuesto ofrecer ayuda para que todos los niños reciban una educación primaria y secundaria en 2030. Está muy bien ponerse objetivos y metas, pero lo que hay que poner es recursos para conseguirlo. Solo con ilusión no vale.

Parafraseando a mi amigo José, en filosofía impura, donde la haya, lo mejor para un sátrapa es un pueblo inculto.

Fuente: http://www.informavalencia.com/2016/09/28/educacion-y-cultura/

Comparte este contenido:

Juan E. Daroqui

Economista