España – EEUU/25 de abril de 2017/Fuente: http://www.ibercampus.es
Tras las protestas organizadas en ciudades de todo el globo el 22 de abril contra las políticas acientíficas de Trump, coincidiendo con el Día Mundial de la Tierra lanzado por ONU, desde este lunes 24 al sábado 29 se desarrolla la Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME), campaña que cuenta con el apoyo de la UNESCO para presentar el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (GEM) y llamar a responder una encuesta también mundial sobre la importancia de la rendición de cuentas
Bajo el lema «Pido la palabra por la educación», como reflejo de la importancia de la participación de la ciudadanía, la Campaña Mundial por la Educación (CME), con el apoyo de la UNESCO, llama a la movilización para pedir a los representantes políticos que tomen las medidas necesarias para el cumplimiento de la Agenda de Educación 2030.
La conmemoración tiene lugar entre el 24 y 29 de abril y se realiza en más de 120 países. Esta iniciativa existe para mantener viva la concienciación sobre la importancia de la educación para la sostenibilidad y los compromisos asumidos por todas y todos para alcanzar la meta global de la Educación 2030.
El tema de 2017 es «Rendición de Cuentas para el Objetivo de Desarrollo Sostenible nº4 y Participación Ciudadana» y destaca la importancia de una gobernanza transparente, responsable y participativa para cumplir con la agenda completa del ODS 4: «garantizar una educación de calidad, inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos y todas». En este contexto, el equipo del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (GEM), informe anual independiente, acreditado y de base empírica que publica la UNESCO llama a responder la encuesta ¿Quién rinde cuentas? ¡Queremos saber su opinión!
Desde el 23 al 29 de abril, la Semana de Acción por la Educación Mundial promueve el papel vital de la participación ciudadana en la formulación de políticas educativas y el seguimiento de los progresos que los países realizan para alcanzar esta meta al 2030. La Campaña Mundial por la Educación no sólo se moviliza para exigir a los gobiernos que adopten las medidas, políticas y financiación necesarias para garantizar una educación de calidad, inclusiva y equitativa, sino para que lo hagan de forma transparente, rindiendo cuentas de sus compromisos ante la ciudadanía y asegurando espacios de participación de la sociedad civil.
LA FECYT española, como la Casa Blanca
Esta campaña se inicia tres días después de que, el pasado sábado, y por primera vez, miles de personas personas de todo el mundo se han unido para defender «una ciencia sólida, basada en evidencias, que ayuden a todos, desde los políticos y ejecutivos hasta los padres, educadores y estudiantes a tomar decisiones razonadas que mejoren nuestras vidas». La cita ha sido este sábado 22 de abril en la Marcha por la Ciencia, con un acto central en Washington DC, pero con marchas satélites en medio millar de ciudades de todo el mundo, incluidas varias españolas. La agencia de prensa oficial SINC, de la Fundación Española para la Ciencia y Tecnología (FECYT),ha informado así de las manifestaciones sin decir que se trata de movilizaciones contra las políticas acientíficas del presidente Donald Trump, al igual que la Casa Blanca declaró sin recordar el Día Mundial de Cambio Climático en un comunicado publicado el mismo sábado, que “Una ciencia rigurosa es esencial para los esfuerzos de una administración por cumplir el doble objetivo del crecimiento económico y de la protección medioambiental.
El objetivo de la March of Science y su legado es «defender una ciencia, comunicada públicamente y financiada de forma robusta, como pilar de la libertad y la prosperidad humanas», explican los organizadores en su web, donde señalan: «Nos juntamos como un grupo diverso, no partidista, para demandar una ciencia que defienda el bien común y para que los líderes políticos y legisladores promulguen políticas basadas en la evidencia y de interés público».
Un investigador español del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), que prefiere no dar su nombre, coincide en señalar: «Los científicos somos conscientes de que las decisiones políticas en cuestión de ciencia van más allá de lo meramente científico y tienen un impacto, a través de la ciencia, en la sociedad en que vivimos y en el futuro de las próximas generaciones».
«Evidentemente esta iniciativa se está focalizando en la nueva administración en EEUU –añade–, y en el impacto que su política en ciencia pueda tener para el futuro, por ejemplo de cara al cambio climático, la escasez de alimentos, la búsqueda de nuevos recursos energéticos, etc. Sin embargo, aunque eso es cierto, creo que hay que tener en cuenta que la idea de la marcha va mucho más allá de una protesta por la nueva política en EEUU: tiene un carácter general».
Por encima de las críticas a la administración Trump por sus propuestas y los recortes en investigación, la March of Science ha sido una celebración por la ciencia. Los miles de personas que acudieron a la manifestación en la capital de EE UU la defendieron con todo tipo de mensajes, desde los que se lo tomaron con humor hasta los que, en el Día de la Tierra, también recordaron que de momento solo tenemos un planeta donde vivir.
«Sin ciencia, Han [Solo] no podría haber hecho el corredor Kessel en menos de 12 parsecs» y «No hay un planeta B». / Fotos vía Laurence Hart @piewords
Los carteles que se mostraron durante las marchas también han dejado claro que la ciencia no entiende de género. Para acabar con el famoso techo de cristal, que limita el ascenso de las mujeres en las carreras investigadoras y docentes, hay que promover un mensaje de igualdad desde la infancia, como demostró una niña desde la March of Science en Houston.
«A veces ser científica es mejor que ser princesa». / Foto vía Rena @tippy3880
En algunas manifestaciones se incluyeron mensajes velados en contra de la política de inmigración de la administración estadounidense, una crítica que también llegó desde Europa. Por ejemplo, en la convocatoria de Ginebra (Suiza), se recordaba que el mismísimo Albert Einstein fue un refugiado.
«Einstein fue un refugiado». / EFE
Este movimiento para defender «el papel vital que desempeña la ciencia en nuestra salud, seguridad, economías y gobiernos», como defienden los organizadores de la Marcha por la Ciencia, ha llegado a todos los continentes. «Sin ciencia, solo es ficción», mostraba la pancarta de un manifestante en Sidney (Australia).
«Sin ciencia, es solo ficción». / EFE
Incluso en la remota Antártida, los científicos, como los de la base alemana Neumayer, han participado en la March of Science para destacar la importancia de la ciencia en nuestra sociedad. Desde las gélidas regiones polares han recordado las palabras de Marie Curie: «En la vida no hay nada que temer, solo hay que comprender. Es hora de comprender más, para que podamos temer menos”.
Mensaje de Marie Curie recordado durante la March of Science desde la Antártida. / Foto vía Awi Mediem @AWI_de
Fuente de la Noticia:
http://www.ibercampus.es/semana-de-accion-mundial-por-la-educacion-tras-la-marcha-mundial-34826.htm