Por: Ester Oliveras
El reconocimiento a la ingeniera y emprendedora Dorcas Muthoni ayuda a incrementar el vergonzoso 8% de Honoris Causa femeninos en Catalunya.
Para la mayoría de mujeres, el espejismo de la igualdad vivido durante la etapa educativa va desvaneciéndose a medida que nos adentramos en el mundo laboral. A una cierta edad, todas tenemos anécdotas laborales y personales que ejemplifican las pequeñas, medianas y grandes desventajas que vamos encarando durante el día a día. Los datos agregados corroboran el impacto: menor participación de las mujeres en el mercado de trabajo, un 20% de mujeres en los consejos de administración de empresas del IBEX-35 o solamente un 19% de alcaldesas en Catalunya.
Aunque se está haciendo evidente que la existente desigualdad de género es un impedimento para aliviar la pobreza o para conseguir un desarrollo sostenible, la sociedad en la que vivimos está organizada de una manera patriarcal que tiende, tozudamente, a invisibilizar y desvalorizar las mujeres. Para contrarrestar esta tendencia se adoptan medidas económicas y políticas que estimulen, o fuercen en algunos casos, la presencia de mujeres en puestos de poder y reconocimiento. Pero el problema es muy complejo, inconsciente por la mayoría de nosotros y que comienza mucho antes de la entrada de las mujeres en el mercado laboral.
Una encuesta realizada a madres sobre la capacidad de su bebé de gatear por una rampa, demostró la existencia de expectativas por encima de las posibilidades reales de los hijos y expectativas por debajo de las capacidades reales de las hijas. De manera congruente, otro estudio realizado en bufetes norteamericanos, demuestra que las mujeres abogadas muestran menos ambiciones y expectativas de promoción en comparación a los hombres. Esta diferencia de expectativas aún se amplía más en caso de maternidad.
Sistema educativo
El sistema educativo también ha sido poco activo en la inclusión de la perspectiva de género tanto en sus contenidos como en las metodologías docentes. Los currículos y los libros de texto que se utilizan rebosan de estereotipos. Las chicas que llegan a la universidad se ven expuestas a un gran número de figuras y referentes masculinos y, así, se sigue reproduciendo en el imaginario de las mujeres que el conocimiento, la iniciativa y el poder están, principalmente, en manos de los hombres.
Una vez en el lugar de trabajo, en algunas organizaciones se crean redes informales, los llamados ‘old boys’ club’, en las que los hombres se favorecen entre ellos laboralmente, dejando al margen, de manera consciente o inconsciente, a las mujeres. Este clima laboral también se ha definido como ‘chilly climate’. Un entorno laboral poco amable que, sutilmente, va minando las oportunidades de promoción para las mujeres, así como su seguridad.
Por todo ello, hay que felicitar a Dorcas Muthoni, la reciente receptora de un doctorado Honoris Causa por parte de una universidad pública catalana, que ayuda a incrementar el vergonzoso 8% de mujeres Honoris Causa en Catalunya. Dorcas Muthoni, ingeniera y emprendedora, ha desarrollado un papel importante en la implantación de las tecnologías de la información en África, así como en incentivar al colectivo femenino de este continente a estudiar ingeniería. Esperamos que su empresa sea un caso utilizado en las escuelas de negocio y universidades, construyendo y ampliando el colectivo de mujeres brillantes en el que nos podamos reflejar.
Fuente: http://www.elperiodico.com/es/opinion/20180102/donde-estan-las-mujeres-6527913