México / 11 de marzo de 2018 / Autor: Óscar Muñoz / Fuente: La Jornada Maya
Si bien el enfoque educativo generalizado en la actualidad incluye la pretensión de impulsar el desarrollo integral del individuo, de tal modo que repercuta en el desarrollo de la sociedad a la que pertenece, las escuelas del país adolecen de la posibilidad de lograrlo. Esta imposibilidad radica principalmente en la debilidad formativa que reciben los docentes en su preparación. Las escuelas normales que preparan permanentemente a los futuros maestros de educación básica en este país presentan ciertas dificultades en la formación docente. Primeramente, el enfoque del desarrollo integral del individuo está sólo en el papel, es decir, en los planes de estudio y los programas, pero parece no estar en la práctica, en el planteamiento ejecutorio, en las estrategias y las técnicas.
Para comenzar, el enfoque del desarrollo integral exige un sistema de transversalidad de las asignaturas de las escuelas normales, en el que prevalezca siempre la tendencia ejecutoria, la aplicación y la práctica. No es posible que un programa de educación normal carezca de la mayor dimensión práctica posible. Tampoco es adecuado que se vean favorecidas las capacidades intelectuales sin promover la adquisición de sentimientos y valores en los futuros docentes, quienes serán los principales agentes que busquen desarrollar e incrementar sentimientos y valores en la población escolar.
Por ello es imprescindible que el aprendizaje se le vea como un proceso de construcción del conocimiento en individuos que elabora saberes y desarrolla habilidades y destrezas bajo la orientación del docente, para adquirir ese desarrollo integral que se pretende, siempre bajo un esquema de interacción humana. Si se toma en cuenta que este tipo de formación educativa debe producirse en el contexto de la interacción social, el aprendizaje no se da sólo con los conocimientos y las habilidades, sino también con los sentimientos y los valores, los cuales son expresados en la conducta humana.
En cuanto a la enseñanza, ésta debe ser considerada como un proceso de orientación del aprendizaje, en el que docente debe promover las mejores condiciones para aprender y crear situaciones de aprendizaje, para que el escolar pueda adquirir los conocimientos y desarrolle las habilidades para crear los motivos que le permitan participar en una forma responsable y creativa. Este enfoque de la enseñanza permitirá ver al docente como un guía del aprendizaje de los alumnos que los conduzca hacia el conocimiento sin imponerlo, aunque con la experiencia necesaria y la confianza suficiente ante los escolares, esta última a través de las relaciones afectivas fundadas en la comprensión y el respeto.
Por lo anterior, se necesita de docentes que no sólo sepan las materias incluidas en los programas de educación básica, sino que también conozcan los contenidos y las metodologías de la psicología de la educación, la pedagogía y las didácticas, la investigación educativa, la planeación y la programación que los capacite para enfrentar el necesario diseño del proceso enseñanza-aprendizaje que favorezca el desarrollo integral de sus alumnos.
Sin embargo, en la actualidad el sistema educativo enfrenta la problemática que representa la relación entre el nuevo modelo educativo y la formación de los docentes. Habrá que considerar que el nuevo modelo incluye diversos componentes fundamentales. Uno de ellos, el filosófico, implica la formación integral del individuo con la capacidad de promover el desarrollo de la sociedad; además, considera al ser humano como un ente que muestra interés por aprender (aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser).
El componente psicopedagógico destaca una práctica educativa centrada en el aprendizaje y ya no más en la enseñanza. En este plano, el escolar construye su aprendizaje a través de la interactividad con la información y la interacción con su maestro. De esta forma, el alumno tendrá la oportunidad de mantener una actitud reflexiva, crítica y creativa; pero tal vez estas consecuencias no estén consideradas entre quienes son responsables de la gestión educativa.
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Fuente del Artículo:
https://www.lajornadamaya.mx/2018-02-27/La-educacion-y-la-docencia