Redacción: El Tiempo
Un informe de la Unesco advirtió que hay 18 millones de niños migrantes en edad escolar.
Cerca de 50.000 niños latinoamericanos fueron detenidos cada año en promedio en la frontera de los Estados Unidos entre 2013 y 2018.
Según la edición 2019 del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (GEM), publicado por la Unesco, el número de niños migrantes y refugiados en edad escolar alrededor del mundo actualmente podría llenar medio millón de aulas, que equivale a un aumento del 26% desde el 2000.
En lo que corresponde a América Latina y el Caribe, el informe revela que cada vez hay más menores no acompañados de países como El Salvador, Guatemala, Honduras y México en los centros de detención, donde por lo general no cuentan con acceso a educación. Cerca de 50.000 niños provenientes de estos países fueron detenidos cada año en promedio en la frontera de los Estados Unidos entre 2013 y 2017.
Los profesionales de la salud mental y la pediatría que visitan centros de detención familiares en Estados Unidos indicaron que los servicios de educación no eran adecuados. En México, 35.000 menores, más de la mitad no acompañados, han permanecido en centros de detención sin educación organizada, excepto por actividades con un componente educativo limitado, tales como talleres de artesanía o debates de carácter religioso.
En República Dominicana los inmigrantes haitianos sin Estado no pueden acceder plenamente al derecho a la educación. Los índices de asistencia a la educación primaria fueron de un 52% para los niños nacidos en Haití, un 79% para aquellos nacidos en República Dominicana de padres inmigrantes y un 82% para aquellos nacidos en otros países. Además, aun cuando logran matricularse, les es difícil avanzar a través del sistema.
En Chile una directiva presidencial de 2008 anunció una educación pública para todos los niños, sin importar su estado de migración. Sin embargo, en la práctica la decisión la toman los funcionarios de los gobiernos locales.
Sin embargo, el informe destaca la labor de varios países de la región que han realizado esfuerzos para fortalecer la inclusión en la educación de migrantes y personas desplazadas a la fuerza. El informe resalta el marco legal de Colombia que protege la educación de la población desplazada internamente, tras la decisión de la Corte Constitucional en 2002 de ordenar a las autoridades educacionales municipales a dar un trato preferencial a los niños desplazados en términos de acceso a la educación.
Argentina, por su parte, prohibió que a un inmigrante con estatus irregular se le impidiera ingresar a una institución educativa, a través de una ley de migración del 2004 que ayudó a muchos migrantes no documentados a convertirse en ciudadanos regulares.
Emigración de los profesionales
En cuanto a los profesionales que emigran, el informe señala que 1 de cada 12 de los mejor calificados de América Latina y más de 1 de cada 2 en el Caribe están emigrando a otros países. Las cifras más alarmantes se las llevan Guyana y Granada, donde perdieron el 78 y el 71 por ciento, respectivamente, de sus trabajadores calificados debido a la emigración.
En los países del Caribe también se ha experimentado una alta emigración de docentes en las últimas décadas, en parte debido a los esfuerzos por contratarlos en países como Inglaterra y Estados Unidos. En algunos pequeños Estados insulares, la migración, incluso de un número pequeño de profesores, puede generar carencias importantes. Así, los profesores de matemáticas, física, ciencia e informática son difíciles de reemplazar y los que más tienden a irse al extranjero.
Las remesas
El Informe revela que las remesas enviadas por los migrantes a sus países es un efecto positivo de la migración en la educación de la región. En promedio, las remesas aumentaron el gasto en educación en América Latina en un 53%, llegando a un 66% en Guatemala y Lima en comparación con un 35% en países de ingresos bajos y medios.
Fuente: https://www.eltiempo.com/vida/educacion/unesco-pide-mayor-inclusion-de-ninos-migrantes-en-la-educacion-295692