GABRIEL CÁMARA: “El sistema mexicano de educación no ha dejado otra salida que la rebelión política”

Fuente: Insurgencia Magisterial / 13 de junio de 2016

Por: Héctor Cancino Salas. América Economía. 10/06/2016

Doctor en Educación de la U. de Harvard y destacado por su investigación y promoción de modelos alternativos de educación, Cámara se erige como uno de los posibles salvadores de la educación en México, un sistema que en calidad ocupa el puesto 102 de una lista de 122 países.

“Una persona que sea autónoma, que sepa informarse y sea solidaria del conocimiento con sus compañeros y del cambio social con el país”, es la aspiración de Gabriel Cámara respecto a un niño que salga de la educación básica mexicana en un futuro cercano.

Y para eso está trabajando. A través de su proyecto Redes de Tutoría, un concepto que apuesta por el aprendizaje real, la transmisión y enriquecimiento de contenidos, habilidades y competencias, a partir de la constante interacción personal entre los actores de la educación, creando comunidades de aprendizaje. Cámara es Doctor en Educación por la Universidad de Harvard, y en su trayectoria profesional se ha destacado por su investigación y promoción de modelos alternativos de educación en nivel básico y en ámbitos comunitarios. Tambien ha asesorado a la Dirección de Desarrollo de la Gestión e Innovación Educativa de la Subsecretaría de Educación Básica (SEP) de México.

Sin embargo, Redes de Tutoría -que en siete años llegó a más de 9.000 escuelas en México– tiene al frente a un escollo nada menor, la crisis generalizada que vive la educación en el país, la que en cuanto a calidad del sistema educativo, según el World Economic Forum, ocupa el puesto 102 de una lista de 122 países. Un pésimo guarismo al que se suma la desviación y mal utilización de los recursos financieros.

Cámara, en conversación con AméricaEconomía.com, dice compartir el diagnóstico de que la transformación de la educación mexicana no es tarea fácil, sin embargo, él tiene una fórmula a probar, un “cambio social, un cambio que proviene del contagio que promueven los mismos estudiantes con sus padres de familia”, conformando así una comunidad y cultura educativa.

Del grave problema se acusa a los maestros (la gran prueba para muchos es la detención de la histórica presidenta del sindicato de profesores, Elba Esther Gordillo, por fraude fiscal). Se les indica con el dedo para resaltar que están fuertemente politizados, que incumplen sus labores por ausentismo y que muestran un bajo rendimiento a la hora de medir sus capacidades, entre otros males de un sistema en el que se invierten más de US$45.000 millones del presupuesto nacional, uno de los más altos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Pero Cámara advierte que los vicios no se acotan al magisterio, porque a su juicio gran parte del problema radica en el grupo de poder que gobierna, quien “ve el poder como una oportunidad de enriquecerse. Vivimos una cultura de dominio más que de servicio. Y lo que nosotros necesitamos es que los que están en posiciones de poder realmente sirvan y sean ellos los que recorren. Si la situación educativa es mala, pues es porque la cabeza está mal. Las cosas no se empeoran simplemente porque hay escuelas malas, sino porque la cabeza está mala”.

Y esta testa que a ratos pisotea la ética desde el poder, a juicio de Cámara también demuestra su descriterio al basar el sistema educativo en la desconfianza hacia el maestro, a quien se le impone con total anticipación los contenidos y la forma de hacer su trabajo. “Tú no prescribirías exactamente lo que tuviera que hacer todo el día un médico; éso se hace cuando desconfías de la capacidad de la persona. Es precisamente esa desconfianza la que ha hecho al maestro muy sumiso”, reflexiona el experto.

Pero esa sumisión a nivel académico se desvanece en lo gremial, donde la representación del sector, a través de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), es muy activa y beligerante en el país azteca. No es extraño ver a maestros mexicanos enfrentándose en las calles a la policía. Y Cámara los entiende: “el problema es que el sistema mexicano no ha dejado otra salida que la rebelión política, sindical, gremial”. Es que preocupaciones como la salud, vivienda, jubilaciones y la seguridad social en general, son materias que no están resueltas para el gremio y son una constante inquietud para el profesorado.

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-¿Cómo podría implementarse en México su modelo de aprendizaje, basado en el contacto cara a cara y personal, en un entorno social donde resalta un gremio tan combativo e inmerso en múltiples conflictos?

-Lo que yo te digo es que en todo nuestro trabajo nunca hemos tenido problemas, porque lo que no tienen los maestros sindicalizados es apoyo real; se orientan a luchar por beneficios, aumentos, primas vacacionales, mejores posiblidades en vivienda y salud, pero en la parte académica están en gran parte descuidados. Ellos dicen: es la primera vez que alguien se acerca y nos dice “maestro, ¿en qué quiere que lo apoye respecto a lo que tiene que enseñar?”. Esto es nuevo en México y un maestro sindicalista o no, lo acepta.

-¿Y qué hay con los problemas de corrupción y malversación de fondos, que generalmente son atribuidos a este gremio?

-Reconozco que el sindicato es un problema en México, pero el sindicato lo ha utilizado el Estado para ganar elecciones; el Estado lo ha usado para manejar poblaciones rurales; menos en la ciudad, mucho más en el campo, muy importante por el interés electoral que representa. Es algo que nos duele mucho, con lo que tenemos que vivir, pero nosotros combatimos con lo que tenemos a mano. Por eso es que una de las armas más poderosas es cambiar a las personas.

Fuente: http://www.americaeconomia.com/politica-sociedad/politica/gabriel-camara-el-sistema-mexicano-de-educacion-no-ha-dejado-otra-salida-

Fotografía: beceneslp

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