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Colombia: Cuáles son los idiomas que están en peligro de extinción por culpa de la tecnología

América del Sur/Colombia/6 Mayo 2017/Fuente: Semana 

En el mundo se hablan más de 7.000 lenguas, pero no todas sobrevivirán a la era digital. Unas 2.500 de ellas están en peligro. Y gran parte de la culpa la tienen los smartphones.

BBC

El universo online, con sus más de mil páginas web, está creando toda una revolución idiomática potenciada por el uso de nuevas tecnologías en nuestra vida diaria, como el GPS o el uso de comandos de voz en el celular. Ha llegado incluso a imponer un nuevo lenguaje plagado de tecnicismos informáticos y anglicismos. Y el desarrollo de nuevos dispositivos y tecnologías que no reconocen todos los idiomas agudiza el problema.

El lingüista y matemático húngaro András Kornai lleva años investigando este fenómeno, que define como la «muerte digital de los idiomas». Internet tiene sus claras favoritas. Son las lenguas que dominan el escenario virtual y que Kornai llama «hiperconectadas». Hay una docena de ellas, como el inglés, el español, el japonés, el árabe y el portugués. Y, sobre todo, el chino mandarín -con sus mil millones de hablantes-, cuyo uso en el mundo digital superará al del inglés.

«Muchos de los idiomas que se hablan en el mundo no sobrevivirán a la sociedad de la información digital globalizada», explica la Alianza Tecnológica Multilingüe de Europa (META, por sus siglas en inglés) en su informe «Europe‘s Languages in the Digital Age» (lenguajes europeos en la era digital), de su serie de investigaciones «Libros Blancos», en la que trabajaron 200 expertos.

«Se calcula que al menos 2.000 idiomas se enfrentan a la extinción en las próximas décadas», dicen los analistas. «La brecha entre las lenguas ‘grandes‘ y las ‘pequeñas‘ es cada vez mayor».

Solamente en Europa encontraron «más de 20 lenguas en riesgo de extinción digital». Entre ellas, el croata, el gaélico irlandés, el letón, el maltés o el lituano. También el euskera, el catalán, el rumano, el búlgaro y el islandés, entre otras.

El caso del islandés 
Si eres una de las apenas 350.000 personas en el mundo que hablan islandés sabrás que se trata de una lengua compleja (tiene tres formas verbales diferentes y adjetivos para géneros y números). Por eso muchos smartphones ni siquiera la hablan. Además, el aumento del turismo ha fomentado el uso del inglés en el país, en detrimento del idioma oficial.

El uso del islandés en tecnología del lenguaje se volvió prácticamente inexistente en 1999. Todo lo que había era un corrector ortográfico y un sintetizador del lenguaje. Pero la situación apenas ha mejorado con los años.

Los navegadores GPS de los automóviles no detectan los nombres de calles y las autopistas islandesas, y asistentes digitales como Siri (de Apple) o Alexa (de Amazon) no comprenden el idioma, según explicó META en su informe.

Ásgeir Jónsson, profesor de economía en la Universidad de Islandia dice que la nación nórdica está experimentando una fuga de cerebros y que muchos sistemas informáticos están diseñados para reconocer el inglés, pero no el islandés. El lingüista islandés Eiríkur Rögnvaldsson dice que muchos niños en el país ya no lo aprenden.

«A mucha gente le preocupa el futuro de esta lengua debido a cambios radicales sociológicos y tecnológicos», le cuenta Rögnvaldsson a BBC Mundo. El especialista dice que la influencia del inglés es «enorme» debido a la explosión turismo, el aumento de trabajadores extranjeros y la influencia de smartphones, canales de YouTube y juegos online interactivos.

«El islandés está amenazado por la tecnología de la información», afirma el lingüista. «Todos los equipos y aplicaciones en el futuro serán comandados por tecnologías de voz. No poder usar islandés en este tipo de dispositivos significará que perdemos una parte importante del día a día a favor del inglés».

«Eso será probablemente el principio del fin para el islandés», afirma el experto. «Y, si eso ocurre, perderemos una conexión importante con nuestro pasado».

Quechua y otras lenguas latinoamericanas
Pero el problema es global. La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) creó un «Atlas de lenguas del mundo en peligro» en el que señala la «necesidad de salvaguardar la diversidad lingüística del mundo». Su lista incluye 2.465 lenguas de todos los continentes.

Uno de ellos es el quechua, a pesar de que lo hablan unos ocho millones de personas en Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia, Argentina y Chile. Solamente en Brasil hay 190 lenguas en peligro (¿te suenan el kamá, dení o el javaé?), otras 143 en México (por ejemplo, el zacatepeco o el mazateco), 68 en Colombia (como el guayabero y el guajiro), 62 en Perú (el aymara es una de las más conocidas), 39 en Bolivia (bauré, chimané, acahuara…) y 7 en Chile (como el rapa nui, que solamente se habla en la Isla de Pascua).

Las posibles soluciones
Sin embargo, la tecnología también puede servir para «rescatar» los idiomas.

Georg Rehm, investigador de las lenguas en el mundo tecnológico, le dijo a BBC Mundo que es importante «hacer inversiones estratégicas en nuestras lenguas, sobre todo en tecnologías multimedia como máquinas de traducción». Wikipedia tiene un programa para el rescate de dialectos y Google lanzó en 2012 su proyecto «Idiomas en peligro de extinción», que ha ido ampliando con los años.

«Necesitamos concientizar sobre la amenazas de las lenguas y hacer que la gente se dé cuenta de que es importante usar el idioma en todas las esferas de nuestra vida diaria», dice Rögnvaldsson. «También tenemos que invertir en el desarrollo de tecnologías de voz o traducción automática», añade el experto.

«Los idiomas con pocos hablantes (como el islandés) que se hablan en sociedades modernas y dependen mucho de la tecnología de la información y de internet son muy vulnerables», dice el islandés. Pero Kornai tiene una visión algo más esperanzadora: «Si un idioma no está en web, no existe. Pero una lengua no muere del todo hasta que muere su último hablante».

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/idiomas-en-peligro-de-extincion-por-culpa-de-la-tecnologia/523881

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«Este es un tiempo en el que las sociedades son políticamente democráticas, pero socialmente fascistas». Entrevista a Boaventura de Sousa

A continuación transcribimos una entrevista a Boaventura de Sousa Santos, difundida a través del portal de información CRONICON y disponible desde este enlace

Boaventura de Sousa Santos es uno de los sociólogos más importantes del mundo por sus análisis sobre las crisis de las democracias contemporáneas. Ha publicado trabajos acerca de la globalización, la sociología del derecho, epistemología y derechos humanos. Este año estará presente en la Feria del Libro de Bogotá para exponer su último libro Democracia y transformación Social, un texto en el que expone, entre otras cosas, las posibilidades que tienen las izquierdas, a pesar de su fracaso; los retos de la transformación social por las vías pacíficas; y dedica un apartado especial al proceso de paz en Colombia.

SEMANA: Ante los recientes resultados electorales en el mundo existe la sensación de que la democracia está en riesgo. ¿Comparte esta apreciación?

BOAVENTURA DE SOUSA SANTOS:

Aunque los procesos electorales recientes son muy distintos, todos apuntan a la misma crisis de la democracia. En el caso de Trump y del brexit tenemos un fenómeno que es la posverdad. Es decir, procesos en donde hay manipulación de emociones, a través de mentiras, en donde los hechos y la realidad no cuentan porque no se usan los argumentos para convencer, sino las emociones de los ciudadanos. De alguna manera, ocurrió lo mismo en Colombia durante el plebiscito porque fueron difundidas muchas ideas falsas: como que las jurisdicciones especiales de paz serían una manera de impunidad en relación con todos los crímenes cometidos por las Farc.

Pero el único problema de la democracia no es la posverdad…

B.S.S.: No, hay otro riesgo, el uso de chivos expiatorios: tratar de encontrar grupos de personas para culparlos de una situación particular y crear unidad nacional a través del miedo por una amenaza común. Por ejemplo, en Europa, se creó la idea de que los refugiados y los migrantes son la fuente y la causa de todos los problemas del continente. Así mismo, Estados Unidos utilizó a los migrantes latinos, y después a los musulmanes, como chivos expiatorios para culparlos del desempleo, la pobreza y la inseguridad. En Colombia ocurrió con las Farc, el supuesto culpable de los males del país.

Usted ha dicho que Europa necesita de los migrantes…

B.S.S.: Sí. La media de edad de los europeos es mucho más alta que en otros países. Por eso, las políticas públicas apuntan a un equilibrio de las generaciones. Tiene que haber gente más joven que trabaje y que pague impuestos para poder financiar la seguridad social, la educación, las pensiones y la salud. Los cálculos dicen que necesitamos entre 1.000 y 30 millones de jóvenes. Por esa razón, deberíamos tener otra posición frente a los migrantes y refugiados: muchos de ellos son mano de obra calificada. Sin embargo, los partidos políticos quieren utilizar el miedo a la inseguridad en los ciudadanos para gobernar.

¿Cómo juzgará la historia este momento, en especial el actuar con los migrantes y los refugiados?

B.S.S.: La historia será bastante crítica porque es un tiempo en el que las sociedades son políticamente democráticas, pero socialmente fascistas, debido a la desigualdad y a que el Estado cada vez está más dominado por los grupos económicos poderosos y empresas criminales. Es un tiempo donde por primera vez el capitalismo y la economía amenazan con destruir la naturaleza. Y cada vez más se habla de una manera irresponsable de guerra nuclear.

¿Los problemas ambientales pueden causar nuevos desafíos para la democracia?

B.S.S.: Buena parte de los refugiados de la próxima década van a ser refugiados ambientales. En África ocurre y en India también. No estamos encontrando soluciones para resolver un problema ecológico porque el modelo de desarrollo pasa por una explotación de la naturaleza sin precedentes, y a esto se le suma la agricultura industrial, que será el peligro de Colombia próximamente:muchos países que apoyan el proceso de paz porque tienen intereses en el territorio para explotar la agricultura industrial.

¿Cómo define el populismo y por qué se extiende por el mundo?

B.S.S.: El populismo para mí es siempre de derecha. No considero que pueda haber populismo de izquierda, aunque se habla y se dice que Chávez era un populista de izquierda. El populismo es una forma de política que se basa en la manipulación de la emoción de los ciudadanos porque impide la mediación política de los partidos, porque no hay mediaciones o programas políticos entre los ciudadanos y los gobernantes. En el populismo no se puede discutir, no se razona, no se argumenta, siempre hay manipulación.

¿Considera que la reaparición de la derecha en América Latina es un fracaso de la izquierda?

B.S.S.: Sí, claro. Pero hay dos causas fundamentales por las que la izquierda fracasó. Fue un error asumir el poder político sin hacer una reforma política y económica, lo que condujo, por ejemplo, a que en Brasil la derecha lograra destituir a la presidenta Dilma Rousseff. No hubo reforma política porque tampoco hubo un modelo de desarrollo nuevo. Se ha mantenido el modelo extractivista, que representa una gran continuidad con el periodo colonial, cuando la agricultura industrial no elaboraba productos manufacturados, solo materia prima como petróleo y oro. Como el costo de estos minerales era alto, la izquierda podía gobernar cómodamente. Sin embargo, ante la crisis fueron insostenibles.

Por otro lado, estos gobiernos emergieron en un periodo en que EE.UU estaba concentrado en el Medio Oriente, Irak en la primera década sobre todo, y por eso descuidaron mucho su «patio trasero» que siempre fue América Latina. Cuando EE.UU vuelve su mirada a América Latina lo hace de una forma contundente apoyando el golpe de Estado en Honduras en 2009 y después torna su mirada a América Latina.

¿Por qué la proliferación de fascismos y nacionalismos en el mundo de hoy?

B.S.S.: La crisis económica en Europa de 2008 generó recortes en salarios y en los servicios públicos. Esto no fue producido por las migraciones, sino por los capitales financieros que están totalmente desregulados. Luego vino la crisis de Grecia en 2011 y esto generó un descontento y una frustración de los ciudadanos que estábamos acostumbrados a tener más protección. Pero la extrema derecha no va a decir que necesitamos combatir el Fondo Monetario Internacional y los capitales financieros. Necesita crear los chivos expiatorios. Marie Le Pen dijo «nuestras fronteras son trincheras», es decir, vamos a cerrar el país como Trump, que quiere cerrar la frontera con México. Se culpa a otros de la crisis y no se atiende el problema real.

El filósofo Slavoj Zizek, ante la realidad mundial migratoria y de desigualdad, hace un llamado en su libro por una nueva lucha de clases, por un mundo más solidario. ¿Esta idea se puede relacionar con la suya de reestructurar la izquierda?

B.S.S.: Sí, pienso que las izquierdas tienen que refundarse para minimizar sus diferencias y pensar que el régimen económico dominante en este momento, que dio una libertad sin límites a los capitales financieros, no es compatible con la izquierda. La izquierda tiene que pensar en alternativas conscientes y fuertes al neoliberalismo, y no que puede gobernar un país con recetas nuevas de este modelo económico, que además está en crisis.

El mismo Trump critica el neoliberalismo aunque le conviene este modelo. El presidente norteamericano está mostrando que Estados Unidos está más interesado en dominar a través de la guerra que hacerlo económicamente porque, a largo plazo, la dominación no va a ser posible mediante el neoliberalismo.

¿Las redes sociales son útiles o inútiles para la democracia?

B.S.S.: Esta es una de las contradicciones de nuestro tiempo. Nosotros saludamos a las redes sociales y a internet como plataformas, como una forma de democratización del conocimiento y de la información. Pero en tiempos recientes, en el régimen de la posverdad, las redes sociales y el internet son utilizados para manipular la opinión pública con base en una cosa que es difícil de entender para una persona no técnica: Los algoritmos son los mecanismos con los que se puede medir el éxito de un mensaje, no con base en la verdad de los hechos. Por eso, si la mentira funciona y se difunde, es útil para las redes.

Uno de los casos más interesantes para estudiar es un grupo que poco antes de las elecciones en EE.UU. dijo que el papa Francisco apoyaba a Trump. El mensaje se volvió viral porque el algoritmo dice que la gente de derecha cree en ideas de este tipo. La verdad es que el papa no apoyó a ningún candidato, pero la mentira tuvo una influencia en los potenciales votantes de Trump. Y esto es una muestra del gran daño que las redes sociales pueden hacer en la opinión pública.

¿Considera que parte de la crisis de la democracia se debe a que los medios de comunicación han perdido credibilidad?

B.S.S.: En el régimen de la posverdad refutar no funciona porque el daño ya está hecho. En los últimos tiempos, muchos medios de comunicación no apostaron por un periodismo riguroso porque están dominados por grandes convenios económicos. Por ejemplo, en Europa el grupo de Rupert Murdoch, el magnate que acapara varios medios de comunicación en Inglaterra, está intentando desacreditar al líder del partido de los laboristas, que es Jeremy Corbyn, cuando se anuncia que va a haber elecciones. Es decir, ya hay una estrategia desde los mismos medios enfocada en destruir al candidato de izquierda con mentiras para poder garantizar el apoyo al partido conservador. Por eso es muy difícil combatir las noticias falsas. Afortunadamente, también hay muchos buenos periodistas, el problema es que los sacan de los medios o que son amenazados y asesinados.

En su última columna dijo que era tiempo de democratizar la revolución y de revolucionar la democracia. ¿Nos puede explicar esta idea?

B.S.S.: Al inicio del siglo XX se creó una oposición entre una revolución muy violenta, pero con cambios muy rápidos; y las transformaciones legales democráticas, conocido como el Reformismo. La primera iba contra las instituciones democráticas y la otra utilizaba las instituciones. Las dos se quedaron divididas, pero se organizaron en dos bloques; el soviético (revolución) y el bloque europeo, norteamericano y de otros países de América Latina, que eran democráticos. Con la caída del muro de Berlín los dos bloques colapsan. No solo el soviético, la idea de una democracia que promovía más igualdad social, justicia social, más derechos sociales y redistribución de riqueza también fracasa. En este momento en la agenda política no hay revolución y en los países capitalistas los ocho hombres más ricos del mundo tienen una concentración de riqueza brutal. Esto es la negación de la democracia. Estamos en un proceso de retroceso y no de progreso de la democracia.

¿Y qué propone?

B.S.S.: que pensemos, sobre todo para las izquierdas, la posibilidad de articular una nueva revolución con democracia y la democracia con revolución. Lo principal es que los fines nunca justifican los medios. La revolución siempre justificó las atrocidades por alcanzar sus objetivos. Por eso tuvimos los crímenes de Stalin. Es necesario crear nuevas asambleas constituyentes que busquen articular la democracia participativa con la democracia representativa. Nosotros no podemos democratizar el Estado si no democratizamos la sociedad y eso es lo que llamo revolucionar la democracia. La democracia y el socialismo fracasaron. Propongo reinventar la democracia: el régimen político debe estar dado por la participación de la gente y no por el capital financiero.

Hoy se tejen diferentes conjeturas sobre el papel de los jóvenes de la sociedad, algunos afirman que les preocupa más el mundo virtual (muy ensimismados) que el real. ¿Hay futuro para el planeta?

B.S.S.: Yo trabajo bastante con jóvenes y debo decir que nunca son cínicos o pasivos. Lo que pasa es que la política que tenemos no es buena para politizar a los jóvenes. Entonces los jóvenes buscan formas alternativas. Por ejemplo, trabajo mucho con raperos de Brasil, Portugal, Angola y México. Son jóvenes que transforman sus lúdicas y sus letras en formas de protesta, en formas de organización, de lucha contra la droga. Ellos se están inventando otras formas y han encontrado otras herramientas como la música, por eso no soy pesimista con ellos.

Soy pesimista con los políticos y los profesionales que no son capaces de identificar las angustias de las jóvenes y encontrar formas de canalizar su fuerza y su entusiasmo. Algunos buscan transformarlos en consumistas que no tienen metas o ideales. Por eso, muchos se hacen sicarios, como pasa en Colombia o en México. Eso es lo que me molesta del sistema político y económico, que quiere crear jóvenes «ricos» y consumistas.

¿Cómo puede actuar la sociedad civil para que la paz sea democrática y no solo beneficie a los poderosos como lo expone en su último libro ‘Democracia y transformación social’?

B.S.S.: En Colombia se está mirando el proceso por una vía legalista y no por una vía jurídica y económica. La paz no puede perder de vista las razones que llevaron a la formación de las FARC: la concentración de la tierra ha sido un problema estructural de ese país por lo tanto debe haber una reforma agraria. También es necesaria una reforma política para que los guerrilleros puedan entrar en la vida política y que no los maten como pasó con la Unión Patriótica. Para eso es necesario la participación popular de todos los sectores de la sociedad y la compañía de los colombianos al proceso.

Mi temor con Colombia, que es un país que está muy cerca de mi corazón porque lo estudio desde hace más de 15 años, es que si no se logra la paz democrática esto solo va a ser un suceso que desencadenará otros periodos de violencia, y puede ser nefasto para una sociedad civil que me ha impresionado por su capacidad de resistencia. Estamos viendo este año que asesinan a los líderes defensores de derechos humanos en Cauca o Antioquia, quizá los paramilitares saben de eso. Este año la violencia contra los líderes es más grande que el año pasado y así pienso que la paz va a ser muy difícil.

Pero usted ha dicho también que Colombia podría ser un ejemplo para el mundo…

B.S.S.: Yo creo que Colombia es el país que puede dar una buena noticia por la democracia. La única buena noticia que puede venir de América Latina es el éxito del proceso de paz y eso es una gran responsabilidad.

Bogotá, mayo de 2017.

Imagen tomada de: http://www.cronicon.net/paginas/edicanter/Ediciones121/img/Nota8.jpg

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Colombia: «No es posible pensar en educación sin tecnología de aquí en adelante» Entrevista a Eugenio Severín

América del Sur/Colombia/6 Mayo 2017/Autor y fuente: Semana Educación

Semana Educación habló con el investigador chileno Eugenio Severín. El experto considera que la tecnología es una herramienta fundamental para la enseñanza y que puede revolucionar el rol del docente.

Eugenio Severín es el director del programa ejecutivo “Tu clase, Tu país”, un programa que desde hace cinco años se implementa en Latinoamérica para mejorar el nivel de formación de los docentes. El investigador chileno estuvo recientemente en Bogotá como invitado a dictar una conferencia en la Cátedra de Pedagogía, un evento en el que participaron más de 700 docentes y en donde se socializó el Sistema Distrital de Formación Docente, el cual pretende ofrecer a los maestros la posibilidad de capacitarse.

Semana Educación (S.E.): ¿Qué significa ser un buen profesor?
Eugenio Severín (E.S.): Un buen profesor es una persona capaz de lograr que sus estudiantes aprendan lo que necesitan para la vida. Sin embargo, resulta ser una respuesta tan obvia y tan amplia que termina no diciendo mucho. Yo creo un profesor tiene que ser una persona que es capaz de diseñar experiencias de aprendizaje significativas para sus estudiantes. Tal vez uno de los grandes retos de hoy es el cambio del paradigma del docente, pues antes era quien transmitía el saber; ahora lo que hace es producir experiencias de aprendizaje para sus estudiantes.

S.E.: ¿En qué consiste el proyecto “Tu clase, Tu país” y en qué ha contribuido en la enseñanza en Latinoamérica?
E.S.: “Tu Clase, Tu País” es un proyecto que tiene ya casi cinco años y busca mejorar la calidad de la formación y el desarrollo profesional de los docentes. Lo esencial de esta estrategia tiene que ver con hacer un acto de confianza en los profesores y poner al docente como actor de su propio desarrollo profesional. Durante muchos años en América Latina se impuso la lógica de que los sistemas públicos eran los que decidían lo que los profesores tenían que saber hacer y trabajar en el aula, y yo creo que lo que hoy tenemos que hacer es devolverle al profesor su carácter profesional. El maestro es el que está en el aula, él es el que conoce a su estudiante y su contexto y él es el que tiene que tener contenido, criterio, herramientas y conocimientos que le permitan tomar buenas decisiones.

S.E.: ¿Qué tan valorada es la labor del profesor en Latinoamérica?
E.S.: Ciertamente, en muchos países, la figura del maestro no está valorada y por eso su labor se ha desprofesionalizado. A los profesores los fuimos convirtiendo en ejecutores de guiones, de recetas, de currículo, de guías. Como eran unos ejecutores de prácticas no es necesario pagarles tanto, y como no es necesario pagarles tanto, lo que fuimos perdiendo fue que las mejores personas, las mejores mentes, la gente más preparada y más inquieta, decidió dejar la profesión docente. Yo creo que hemos hecho un largo camino de deterioro de la labor y del valor del profesor, y tengo la impresión de que en los últimos cinco o seis  años en América Latina hemos empezado a revertir eso. Creo que las políticas de formación docente, de desarrollo profesional, incluso de salario, van en la dirección contraria: revaloran el rol del docente y lo vuelven a poner en el centro de la experiencia. La calidad de la educación no depende de ningún otro factor que de la calidad de la experiencia que el docente le proponga a los estudiantes.

S.E.: ¿Qué experiencias exitosas conoce en formación docente que hayan tenido un gran impacto en los estudiantes?
E.S.: A mí me tocó conversar con una profesora que permitía que los estudiantes tuvieran dispositivos como teléfonos, tabletas y computadores en el aula. Su clase consistía en lo siguiente: ella planteaba una serie de conceptos en la clase y decía: “hoy vamos a ver estos cuatro conceptos”. Uno de los conceptos ella lo iba a explicar mal intencionalmente, y los últimos diez minutos de la clase consistía en que los estudiantes, usando sus dispositivos, tenían que descubrir cuál era el concepto que ella había enseñado mal. Al final, los estudiantes que gastaron 10 o 15 minutos en descubrir el error aprendieron mucho mejor los cuatro conceptos que si solo se hubieran quedado con la clase expositiva de la profesora y sin ningún error. La tecnología ahí está utilizada como un instrumento; lo esencial es el diseño de una experiencia lúdica, que les permita a los estudiantes cuestionarse al respecto del aprendizaje y del contenido del aprendizaje. Entre otros casos, conozco también el de una profesora de Historia que descubrió que sus alumnos eran muy buenos editando y haciendo películas en el teléfono, entonces lo que hacía es que en cada clase designaba un grupo de dos o tres estudiantes que tenían la tarea de grabar la clase y de convertirla en un clip de tres minutos. La clase siguiente miraban el clip que el grupo había hecho y discutía si el clip resumía bien la clase o no. Es una experiencia pedagógica riquísima y didáctica en torno a la Historia. Y otra vez la tecnología estaba ahí como un instrumento para que esa experiencia pudiera operar.

S.E.: ¿Cuándo la tecnología puede llegar a ser perjudicial en la educación?
E.S.: No es posible pensar en educación sin tecnología de aquí en adelante. Una educación que prescinda de tecnología sería una práctica que no está formando para la sociedad de hoy, y de esta manera no cumpliría su misión fundamental. Cuando ponemos a la tecnología en el centro de la preocupación terminamos desperdiciando los recursos tecnológicos y perjudicando las experiencias educativas. Lo que hemos aprendido es que la tecnología es un instrumento que sirve para proponer a los estudiantes experiencias de aprendizaje significativas. Y otra vez, no es posible ninguna experiencia significativa para los estudiantes del siglo XXI si no se incorpora la tecnología. Para los estudiantes, la tecnología es un componente fundamental de sus vidas, es parte de su cultura y es parte de su identidad.

SE.: ¿Cuándo para la sociedad puede llegar a ser perjudicial la tecnología?
E.S.: Yo creo que es como con todo en la vida. Cuando la tecnología nos aleja de los otros, en vez de acercarnos, cuando la tecnología nos oculta la verdad, en vez de mostrarnos la realidad, es cuando se convierte en un obstáculo, y eso no tiene que ver con la tecnología, tiene que ver con el uso que nosotros como seres humanos le damos. La misma tecnología que nos permite conocer la realidad casi instantáneamente y saber lo que pasó hoy en Alemania o en Turquía, se usa para crear noticias falsas y generar emociones en la gente a partir de hechos falsos. ¿Qué es lo que hace la diferencia? ¿Es la tecnología? No, es lo que hacemos nosotros como seres humanos, y otra vez, eso nos vuelve a poner en el centro de la educación: cómo aprendemos a distinguir el buen uso y el mal uso de la tecnología, eso es educación.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/tecnologia-uso-de-herramientas-tecnologicas-en-la-educacion/523919

Fuente de la imagen: https://www.tuclase.net/img/noticias/eugenio_severin_educa.png

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Experiencias de evaluación a partir de los criterios de Género de la Global Land Tool Network en cuatro países de América Latina

Autores/as: CINEP/PPP, Centro de Investigación y Educación Popular/ Programa por la Paz, Fundaciòn Tierra y NITLAPAN/UCA

Responsables: Asociación para el Desarrollo de la Mujer Negra Costarricense

Año: 2016

Ciudad/País: Bogotá, Colombia

Editorial: CLACSO

ISBN: 978-958-644-210-7

Sinopsis: l Programa Mujer y Tierra de la Coalición Internacional por el Acceso a la Tierra —ILC— América Latina y El Caribe fue desarrollado durante 15 meses en los años 2013 y 2014. En él participaron la Asociación Comité de Desarrollo Campesino —CODECA—, de Guatemala; la Asociación para el Desarrollo de la Mujer Negra Costarricense (Centro de Mujeres Afrocostarricenses); el Instituto de Investigación Aplicada y Promoción del Desarrollo Local —NITLAPAN/UCA—, de Nicaragua; la Fundación TIERRA, de Bolivia; y la Corporación de Desarrollo Solidario —CDS— y el Centro de Investigación y Educación Popular/Programa por la Paz —CINEP/ PPP—, en Colombia. Contó con el apoyo logístico y financiero de la Secretaría Global y de la Coordinación Regional para América Latina y el Caribe de la ILC y se desarrolló a partir del trabajo colectivo realizado en dos reuniones presenciales (Bogotá, febrero de 2014, y Cartagena, diciembre de 2014) y varias virtuales, así como a partir de actividades autónomas de las instituciones involucradas. El Programa tenía como objetivo promover el empoderamiento social y económico de las mujeres rurales y sus organizaciones en Bolivia, Colombia, Costa Rica, Nicaragua y Guatemala. De esta manera, se planteó la realización de tres acciones para cada uno de los países: (i) construcción de diagnósticos locales sobre la gobernanza responsable de la tierra frente a las mujeres rurales, usando herramientas Presentación El Programa tenía como objetivo promover el empoderamiento social y económico de las mujeres rurales y sus organizaciones en Bolivia, Colombia, Costa Rica, Nicaragua y Guatemala. 6 como las Directrices voluntarias sobre la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra, la pesca y los bosques en el contexto de la seguridad alimentaria nacional —DDVV—. Además, se desarrollaron (ii) ejercicios de formación y acompañamiento a organizaciones de mujeres rurales, en los que se incluyeron temas relativos a la gobernanza responsable de la tierra y otros recursos naturales y a la evaluación de género de políticas agrarias, así como a derechos específicos de este grupo.

Descargar aquí: http://biblioteca.clacso.edu.ar/Colombia/cinep/20160929013416/20160601.experiencias_genero_ILC.pdf

Imagen tomada de: http://biblioteca.clacso.edu.ar/Colombia/cinep/20160929013416/20160601.experiencias_genero_ILC.jpg

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¿Es los Andes una universidad pública?

Por: Julián de Zubiria

Los expertos de diferentes universidades convencieron a Gina Parody de que Ser Pilo Paga era la solución al problema de la calidad y la cobertura de la educación superior en Colombia.

Cuando Andrés Oppenheimer le preguntó a la presidenta de Finlandia cómo habían hecho para pasar de ser un país agrícola, que sólo exportaba madera, a exportadores de alta tecnología, ella le respondió de manera directa y clara: “El secreto es muy sencillo y se puede resumir en tres palabras: educación, educación y educación”. Cuando viajó a Corea, encontró una respuesta semejante que explica por qué ese país, que tenía un PIB per cápita cinco veces inferior al colombiano en 1960, hoy tiene uno cuatro veces superior al nuestro. Corea del Sur es uno de los países que más invierte en educación, ciencia e investigación.

En Colombia ha pasado exactamente lo contrario. A pesar de que hemos contado con profundos balances y recomendaciones y con dos Planes Decenales, la educación sigue careciendo de políticas de Estado, de presupuesto y de apoyo político y social. La guerra y la corrupción le quitaron los recursos. No hemos contado con grandes movilizaciones ciudadanas que exijan invertir primero en educación, segundo en educación y tercero, en educación, como han hecho los países de mayor crecimiento y desarrollo en los últimos 50 años. Hemos desaprovechado las grandes oportunidades que hemos tenido para construir la política pública de largo aliento que garantice el derecho y la calidad de la educación.

Es este el contexto en el que la exministra Gina Parody lanzó el programa Ser Pilo Paga (SPP), sin discutirlo previamente con la comunidad académica, sin un debate con investigadores, rectores, pedagogos y la sociedad como un todo; ni siquiera hacía parte de la plataforma programática del gobierno que la eligió. Sencillamente, los expertos de la Universidad de los Andes la convencieron de que esa era la solución al problema de la calidad y la cobertura de la educación superior en Colombia. Y lo hizo público con bombos y platillos, en una de las campañas publicitarias más costosas que hemos tenido en educación. Para colmo, el presidente Juan Manuel Santos, sin hacer la más mínima evaluación de su impacto, ha salido a todos los medios a decir que quiere convertir al programa en política de Estado.

¡Qué irresponsabilidad! ¿Qué pasaría, por ejemplo, si algunos miles de “pilos” abandonan las carreras que eligieron? ¿Pagarán las cifras impagables que les fueron dadas en calidad de “créditos condonables”? ¿Qué ocurriría si se encontrara que, como irresponsablemente suele pasar en Colombia, este programa no tiene reservas a futuro porque salió mucho más caro de lo previsto? ¿Es necesario recordar que, como era previsible para todos menos para sus diseñadores, los “pilos” eligieron las carreras y universidades más costosas?

Así mismo, las universidades de élite han salido a defender el programa a capa y espada. Ellas, que son las principales beneficiadas al recibir el 85% de los recursos del Estado y de los “pilos”, han aplaudido la decisión de convertir SPP en política pública, pues estamos ante un mercado potencial de 10.000 jóvenes y un billón de pesos que anualmente ingresarían a la educación superior. Las universidades aplauden sin que se conozca ni un solo estudio serio de análisis hecho por expertos independientes. ¡Qué irresponsabilidad!

Por eso estamos como estamos en educación. Los intereses particulares han impedido construir una política pública de largo aliento y de seguimiento e investigación que ayude a hacer los ajustes cuando sean indispensables. Esto pasa porque en Colombia la política pública educativa no se construye de manera transparente, ni consensuada, ni pública. No hay interlocución, como sí la hay para definir las relaciones internacionales o la política económica.

Desde hace un tiempo las principales decisiones de política educativa se están tomando en consenso con la universidad más costosa del país. Ellos, que no han tenido un solo egresado de su recién creada facultad. Ellos que no han participado en la historia de la reflexión pedagógica colombiana, ni cuentan con publicaciones en el campo, ni han impulsado innovaciones, ni construido equipos de investigación pedagógica. Ellos están incidiendo en las principales decisiones de política pública educativa. Por ello no es raro que hayan diseñado Ser Pilo Paga y los Derechos Básicos de Aprendizaje, dos de los mayores errores en política pública educativa en las últimas décadas.

En estas circunstancias el rector de los Andes, Pablo Navas, salió a decir que, a pesar de ser la universidad más costosa y en la que se ha educado parte de la élite de este país, en realidad era la más “pública” de todas. (Tal vez le entendimos mal y lo que quiso decir fue que era la universidad que más incide en la política pública. Y en eso sí tendría toda la razón). Basó su argumento en que el 35% de los nuevos estudiantes reciben créditos condonables por el Programa SPP y que es la tercera universidad por número de estudiantes “pilos” recibidos (1.869), pero la que más dinero recibe por ellos. La pregunta es si eso la convierte en una universidad pública.

Los Andes es una excelente universidad. En las pruebas Saber Pro suele obtener uno de los mejores resultados y lo mismo puede decirse de la calidad de la formación brindada. También alcanza el cuarto lugar entre las universidades que más grupos de investigación tienen registrados ante Colciencias. Aun así, decir que es la mejor es claramente equivocado, ya que no existe manera para validar dicha información, salvo las pruebas Saber Pro que tienen en cuenta tan solo algunas pocas de las competencias esenciales en la vida. Para evaluar una universidad habría que considerar muchas y más diversas variables: valor agregado, aporte a la sociedad, innovación, liderazgo, formación ética, convivencia, cultura ciudadana; pero muy especialmente, sus egresados.

No debería haber duda de que es equivocado que los “pilos” se desplacen desde municipios lejanos hasta las grandes capitales; es inequitativo que mientras las universidades públicas se caen a pedazos, los Andes, la Javeriana y la Salle concentren a la mayoría de ellos. Pero lo inaudito es que debido a que están tomando el dinero público y algunos de los mejores alumnos de condiciones socioeconómicas muy bajas, ahora se declaren “públicas”.

En Colombia hay una guerra contra la educación pública: una guerra de recursos y una guerra mediática. En múltiples medios de comunicación se dice una y otra vez que la educación pública es “costosa y mala”, que los egresados se vuelven guerrilleros, que los jóvenes viven echando piedra y haciendo paros. También hay una guerra económica que se expresa en que el Estado tiene una deuda pendiente de 11,5 billones de pesos con la educación pública.

Es cierto que en las públicas de verdad es débil la evaluación de docentes y procesos; también lo es que los politiqueros tienen injerencia indebida en algunas regiones. Pero, contrario a lo que se dice, las públicas agregan más valor que las privadas según recientes estudios del Banco de la República. Eso quiere decir que impactan en mayor medida el desarrollo del pensamiento, la convivencia y la lectura, de lo que hacen las privadas. Contrario a lo que se dice, las tres universidades con más grupos de investigación reconocidos por Colciencias son la Nacional, la de Antioquia y la del Valle. Contrario a lo que se dice, en las últimas pruebas Saber Pro de 2017, la Nacional ocupó el primer lugar en seis de los diez programas evaluados. Contrario a lo que se dice, los grupos de matoneo virtual han tomado más fuerza en algunas universidades de élite que en las universidades públicas.

La mejor educación en el mundo la tienen los colegios y universidades públicas. Pública es la educación en Finlandia, como también lo es en China o en Corea del Sur. Todos los países del norte de Europa saben que una educación pública de calidad es la mejor inversión posible para consolidar el desarrollo integral y sostenible de una sociedad. Ellos aprendieron que la única opción para consolidar la democracia es fortalecer la educación pública de calidad. Por ello, invierten en ella; y al hacerlo, construyen un futuro integral y sostenido para todos.

Las universidades privadas certificadas han cumplido un excelente papel en la formación de profesionales en el país, pero no deben quitarles los recursos ni los alumnos a las públicas. Lo que tenemos que hacer es consolidar nuevas universidades regionales, como recientemente hizo Ecuador. Universidades que deben estar alejadas de los políticos regionales como garantía de calidad y deben atender a la población, sin tener que trasladarla hasta las grandes ciudades, cambiando con ello de manera radical y equivocada su contexto y sus formas de vida. Sólo así la inversión en educación se articulará a mediano plazo a los procesos de desarrollo regional. Para consolidar la paz, hay que fortalecer las regiones y la educación pública. Si reestructuramos programas como Ser Pilo Paga, podemos a ayudar a consolidarla.

Recientemente el presidente prometió equiparar los “pilos” en las públicas y las privadas. ¿Desde cuándo la política pública consiste en “equiparar” el apoyo a los dos tipos de universidades? La sociedad debe exigir que, sin excepción vayan a las públicas los próximos 10.000 “pilos”. Al hacerlo, aprovecharemos este programa para fortalecer y no para debilitar las universidades públicas. Las privadas recibieron la mayor parte de los primeros 30.000 “pilos”. Ahora la sociedad debe exigirles que asuman una parte de la matrícula, como pasa en todos los países del mundo en el que funcionan programas similares. Se llama cofinanciación. Colombia es el único país del mundo en el que el Estado paga el 100% de las matrículas y las privadas de élite nada. Por eso se declaran públicas. ¡Qué descaro!

En Chile los estudiantes han copado las calles para exigir el sagrado cumplimiento de su derecho a la educación. La presidenta Bachellet se ha comprometido a garantizarlo para el 50% de los estudiantes. Si no lo cumple, no culminará su gobierno. En Colombia hemos armado una enorme campaña publicitaria para promover un pequeño y costoso programa que sólo atiende al 2% de los estudiantes graduados de la educación media (de allí que tendrá un impacto marginal en cobertura), pero que gasta en ellos lo mismo que en los otros 650.000 estudiantes que asisten a todas las universidades públicas del país.

Invito a los estudiantes colombianos a que se tomen las calles para defender su derecho a estudiar, el cual se encuentra hoy amenazado por una política que disimuladamente está privatizando la educación superior. Incluso, les propongo a los estudiantes de los Andes que encabecen estas marchas. Quien quita que la Mane los deje hablar como voceros principales de las universidades “públicas” del país. Al fin y al cabo, el rector está convencido de que volvió “pública” la universidad de los Andes. Me temo que muy pocos compartirán sus ideas; el problema es que esa engañosa tesis la comparten quienes quieren debilitar la educación pública en el país.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/universidad-de-los-andes-es-publica-julian-de-zubiria/524019

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En Bogotá: La increíble historia del hombre que recicla libros de la basura


José Alberto Gutiérrez, conocido como el Señor de los libros vive en Bogotá, Colombia, y desde hace casi 20 años, se dedica a rescatar libros de la basura para luego prestar o regalárselos a niños sin recursos. José armó en su casa una biblioteca comunitaria que ya cuenta con 20 mil ejemplares.

El primer ladrillo de este sueño que prendió, fue Ana Karenina de León Tolstoi, luego he recogido por años miles de libros que botan, pero también muchos, que han donado los bogotanos” señala el Señor de los libros en su página de Facebook.
José es recolector de residuos y esta iniciativa comenzó cuando recorría los barrios ricos de Bogotá. Poco a poco se fue encontrando con más libros que se fueron agolpando, hasta que su vivienda se convirtió en una biblioteca comunitaria que sirve a los habitantes del empobrecido barrio La Nueva Gloria y que Gutiérrez bautizó «La Fuerza de las Palabras«.

“Mi sueño siempre ha sido ver un día en cada barrio, una biblioteca comunitaria, donde los niños y jóvenes tienen un buen espacio para consultar sus tareas. Mi sueño es ver en cada barrio a los docentes y pedagogos, hoy desempleados, acompañando y enseñando a miles de niños y jóvenes, aprendiendo siempre algo más que lo que pide la tarea”, sostuvo José.

Para José los libros no son para acapararlos sino para rotarlos. Por eso cantidad de los libros que han pasado por sus manos han terminado en lugares remotos del país donde un libro es casi un artículo de lujo. Sus ejemplares han viajado al puerto de Buenaventura, en el Pacífico colombiano como también a otras localidades de Bogotá como Ciudad de Bolívar y Sumapaz.

“Si yo, siendo un ignorante, un simple conductor de un camión recolector de basura toda mi vida, aspiro a sueños grandes, qué será quienes han tenido tantos privilegios en la vida”, reflexiona el Señor de los libros de Bogotá.

Fuente: https://www.elnueve.com/la-increible-historia-del-hombre-que-recicla-libros-de-la-basura

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Machismo femenino

Por: Gloria Hurtado

¿Por qué una mujer no abandona a un hombre torturador? ¿Por qué insiste en continuar a su lado después de las muendas que le propina? ¿Por qué le perdona (y le cree) para continuar con él? El tema tiene que ver con el machismo, pero hay que aclarar que no es lo mismo el machismo “ejercido” por un hombre que por una mujer. Aun cuando se habla del mismo comportamiento, desprecio y desvalorización de lo femenino, los hombres y las mujeres no lo vivencian con las mismas actitudes. Mientras que un hombre machista somete a la mujer, la obliga a obedecerle, la amenaza, la maltrata, le controla todo su mundo, el machismo femenino se manifiesta principalmente en la “necesidad” de la mujer de tener un hombre al lado, de no poder sobrevivir sin él, de no encontrarle sentido a su vida si un hombre no la “nutre”. No existe sin un hombre. Su valor radica en tener al varón con ella: sólo así, se sentirá viva, será valiosa, estará segura y podrá creer que “hay futuro”.

Ni siquiera importa si ese hombre la atropella. No, no importa, lo tiene al lado y eso basta. Su autoestima es tan pero tan poquita, que lo importante es que ese macho esté allí. Como si fuera un dios, como si fuera un generador de energía, lo necesita para sobrevivir. Por eso no quiere que la abandone, así la lastime. Le perdona una y otra vez. La vida de la mujer machista no significa nada si un hombre no la avala. Desde afuera de su historia se observan el maltrato, la humillación y la discriminación. Pero cual drogadicta, la mujer machista no lo ve, porque debe escoger entre vivir al lado de su torturador pero “con valor” o volverse invisible, ser como una cucaracha, si ese hombre no le hace el favor de “mirarla”.  Lo doloroso del machismo femenino, es que ella mujer le da todo el valor al hombre, educa hijos hombres poderosos y cuando tiene una hija mujer casi la compadece por la “desgracia” de haber nacido mujer.

La mujer machista no desprecia ni cuestiona al hombre, no. ¡Lo necesita! Es de las que critica despiadadamente a las otras mujeres siempre favoreciendo o disculpando al hombre. En un triángulo la mala es la “otra”, no el hombre, él puede ser una “pobre” víctima de las artimañas de la otra. En un embarazo no deseado, la sinvergüenza es la mujer no el que le hizo el mandado. Y así en el actuar entre hombres y mujeres, las responsables siempre son las mujeres. Porque la mujer machista tiene tal desvalorización de lo femenino, empezando por ella, que no puede tener una mirada equilibrada para sus congéneres porque todo lo que sea mujer y femenino o es malo, o no vale, o no sirve. Y claro, esta mujer, tan desvalorizada, no puede vivir sin un hombre. Si uno la deja o la abandona, necesita encontrar sustituto, cualquiera, para volver a darle sentido a su vida. Uno detrás de otro para repetir el mismo libreto de maltrato y desvalorización.

El círculo se rompe cuando ella se empodera. Cuando se mira a si misma y se da cuenta de que no necesita un hombre para valorarse. Despierta y su futuro es diferente. Debe mirarse a si misma para liberarse de la dependencia masculina. De lo contrario, es una machista camuflada, solo que ella tiene empaque femenino y juega  los dos roles victima y victimaria de si misma porque su aparente salvador es a su vez su verdugo. ¿Lo entiende?

Fuente: http://www.revolturas.com/en/articulos

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