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Simón Rodríguez, visionario en política y educación

Por: Clodovaldo Hernández

Simón Rodríguez tenía claro que las nuevas repúblicas nacidas de las antiguas colonias españolas debían resistirse a la tentación de trasplantar las instituciones de la democracia liberal que ya Estados Unidos se empeñaba en preconizar como un modelo universal.

“La América española es original. Originales han de ser sus Instituciones y su gobierno, y originales los medios de fundar uno y otro”, escribió este maestro adelantado a su época. “Nos parece que podemos adoptar sus instituciones sólo porque son liberales, sin tomar en cuenta aspectos geográficos, históricos, étnicos, religiosos ni tampoco las diferencias en cuanto a ideas, creencias y costumbres”.

El rasgo visionario del gran docente caraqueño se pone de manifiesto en que, dos siglos después, sus advertencias siguen siendo pertinentes. Hemos pasado doscientos años dirigidos –salvo escasas excepciones– por clases políticas que han tratado de establecer en nuestras naciones mestizas e irredentas los sistemas políticos del Norte, como si se tratara de una franquicia o de la sucursal de una corporación. Quienes han tratado de buscar vías propias, como las planteadas por el hombre que se hizo llamar Samuel Robinson, han pagado caro su osadía. La Venezuela de este siglo puede confirmarlo.

Para Rodríguez, no solo debíamos evitar la imitación del modelo político estadounidense porque éramos distintos, sino también porque era un mal ejemplo. Lo ilustró, como corresponde a su condición, magistralmente. Dijo que “Estados Unidos presenta la rareza de un hombre mostrando con una mano a los reyes el gorro de la Libertad, y con la otra levantando un garrote sobre un negro, que tiene arrodillado a sus pies”. Contundente en su irreverencia, se preguntaba qué tipo se libertad y democracia podía ser esa en la que solo los blancos tenían derechos.

Rodríguez no era de los que critican solo hacia afuera. Fue un cuestionador profundo de la educación que se impartía en la Caracas de finales del siglo XVIII, justamente por ser excluyente por motivos raciales y sociales. Para él, los niños y adolescentes con acceso a la educación (una absoluta minoría), tenían como maestros a gente sin formación pedagógica, mientras los programas de estudio eran conservadores y controlados por la Iglesia. Mientras tanto, la gran mayoría no contaba siquiera con esa precaria posibilidad de aprender.

Propuso crear más escuelas en las que se recibieran a niños pardos, negros e indios. Todos los institutos educativos debían tener maestros profesionales que cobraran un salario justo, en jornadas de seis horas y con materiales didácticos idóneos. Infortunadamente, si se diera una vuelta por el presente, comprobaría que aún hoy sus propuestas siguen estando vigentes.

Más allá de las reivindicaciones que pedía, Rodríguez era también un adelantado a su tiempo en el campo mismo de la teoría pedagógica.

Los estudiosos de sus planteamientos no dudan en calificarlos como revolucionarios, comparables con las ideas que muchos años después postularían los grandes filósofos de la educación, entre quienes se puede mencionar a Paulo Freire, Jean Piaget y Lev Vigotsky, con la diferencia de que ellos tuvieron la ventaja de los estudios universitarios y la investigación académica, en tanto nuestro Robinson, por decirlo de alguna forma, tocaba de oído.

Y es que Simón Rodríguez aprendió en carne propia acerca de la segregación educativa. Por ser un niño expósito (aunque las “redes sociales” de la época aseguraban que era hijo del sacerdote Alejandro Carreño) no tuvo la oportunidad de realizar estudios universitarios, que entonces eran privilegio de los jóvenes de familias de linaje.

A pesar de no haber tenido esa formación, tanto él como su hermano, Cayetano Carreño, fueron destacadas figuras de sus respectivas especialidades. Cayetano fue uno de los mejores músicos venezolanos de su tiempo, mientras Simón (que nunca quiso usar el apellido del cura Carreño), es reconocido hoy como un referente de la filosofía educativa.

Los méritos de este gigante de la teoría docente han quedado en segundo plano, al menos en el relato histórico que muchas generaciones conocimos, opacados por el hecho de que Rodríguez fue maestro del niño Simón Bolívar, una tarea que, según parece, no era nada sencilla porque el muchacho era un rebelde de nacimiento.

También es notable su rol en el episodio casi mítico del juramento de Bolívar en el Monte Sacro, en agosto de 1805, luego de que maestro y estudiante volvieron a reunirse en Europa y pudieron presenciar diversos acontecimientos noticiosos de la época, incluyendo la coronación de Napoleón. Eran los años de génesis del proceso independentista y Bolívar tenía tan solo 22 años y se encontraba abatido por la temprana muerte de su esposa, María Teresa del Toro Alayza.

Algunos historiadores, que a veces gustan de actuar como aguafiestas, han puesto en duda que ese momento haya ocurrido de la manera que lo conocemos, pero se ha hecho muy difícil el desmentido, especialmente después de que Tito Salas, el gran pintor de toda la iconografía de Bolívar, pusiera la escena en uno de sus lienzos.

De lo que sí no hay dudas es del valor fundamental que el Libertador le otorgó a su profesor y amigo, que queda extraordinariamente resumido en la frase: “Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que usted me señaló (…) Puede usted figurarse cuán hondamente se han grabado en mi corazón las lecciones que usted me ha dado, no he podido jamás borrar siquiera una coma de las grandes sentencias que usted me ha regalado”.
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No pudo ejecutar su obra

Como tantos precursores de grandes ideas y proyectos, Simón Rodríguez murió sin ver cristalizada su visión de la educación universal, pública, libre, obligatoria y financiada por el Estado.

Durante la etapa colonial no pudo avanzar porque debió huir del país, tras verse relacionado con la conspiración de Gual y España. Una vez que triunfó la República, Bolívar quiso encargarlo nada menos que de la estructura educativa que había de fundarse en la Gran Colombia, convencido como estaba de que “moral y luces son nuestras primeras necesidades”. Pero, como en tantos otros temas, los ideales del Libertador no eran recibidos con entusiasmo por otras figuras emergidas de la Independencia.

Ni siquiera el fiel y bondadoso Antonio José de Sucre aceptó a Rodríguez para guiar la política educativa de la recién nacida Bolivia.
Las experiencias de aplicación práctica de sus principios tropezaron con la incomprensión y terminaron en fracasos.

El hombre que quería enseñar oficios útiles a los estudiantes, basándose en la práctica y en la disposición a innovar, hubo de dedicarse él mismo a otras actividades a lo largo de un periplo por el continente que nunca incluyó un retorno a Venezuela y concluyó en Perú. Con el mismo fervor fundó escuelas y fábricas de velas. Y con fina ironía, haciendo un juego de palabras, llamó a una de esas pequeñas factorías “Luces de América”.

Fuente: http://ciudadccs.info/2020/10/29/perfil-simon-rodriguez-visionario-en-politica-y-educacion/

Fuente de réplica: https://rebelion.org/simon-rodriguez-visionario-en-politica-y-educacion/

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Colombia: La propuesta sobre Fecode contenida en el referendo uribista

América del sur/Colombia/Noviembre 2020/semana.com

El Centro Democrático dijo que su iniciativa busca que haya educación de calidad. Los docentes manifestaron su posición.

El Centro Democrático presentó los argumentos en su propuesta de referendo, específicamente en el capítulo de la Federación Colombiana de Educadores (Fecode). “El Estado deberá garantizar la gratuidad en la educación para todos los colombianos, quienes según el nivel de ingresos podrán elegir si desean estudiar en una institución pública, privada, mixta o solidaria. Para ello, el Estado deberá ser el mayor financiador de la educación, subsidiando hasta en un 100% la enseñanza, incluso en instituciones privadas para aquellos estudiantes provenientes de los sectores más vulnerables del país”.

De acuerdo con la colectividad, “uno de los grandes problemas que tiene el país es que un amplio sector de la población no tiene acceso a la educación, debido a la falta de recursos. Por eso, la gratuidad debe tener una focalización socioeconómica que identifique a aquellos estudiantes de los estratos más bajos, para que accedan a la financiación necesaria que les permita entrar a instituciones educativas de la mejor calidad”.

El partido del uribismo fue especialmente crítico al señalar que Fecode no debe adoctrinar sino enseñar. “En este primer borrador de referendo no se está discutiendo si la formación debe ser pública o privada, lo que se busca es garantizar que haya educación, no adoctrinamiento. El monopolio oficial a través de Fecode ha sustituido la ciencia y la libertad de enseñanza, por el adoctrinamiento político a nueve millones de estudiantes en el país”.

En Vicky en SEMANA, el presidente de Fecode, Nelson Alarcón, dijo que ellos no adoctrinan a los alumnos y sí terminan estigmatizados. El presidente de Fecode consideró que el debate no es movilizar a los estudiantes a colegios privados o la virtualidad de clases en el marco del coronavirus. El asunto radica, insistió, en mejorar políticas de conectividad y mejorar las condiciones para que los estudiantes de colegios públicos puedan recibir información adecuada en sus centros educativos. “Aquí el tema de los bonos viene en una política de privatización de la educación pública, un derecho constitucional que tiene la clase más vulnerable”, dijo Alarcón al indicar que no comparte la tesis de que se contemple un modelo de educación político privada.

Los bonos a los que refirió Alarcón fueron mencionados en su momento por la congresista Paloma Valencia, del Centro Democrático. La senadora Paloma Valencia habló con Vicky en SEMANA de la propuesta que lanzó de darles un bono a estudiantes de colegios públicos en caso tal de que la Federación Colombiana de Educadores (Fecode) decida no regresar a las aulas. “Si Fecode no quiere volver a clases, el Gobierno debe ofrecer de manera inmediata un bono escolar para que los padres puedan llevar a sus hijos a colegios privados”, fue el mensaje que la congresista publicó en Twitter con su iniciativa.

Hasta ahora, integrantes de esa colectividad e integrantes de Fecode han chocado porque, por un lado, los educadores se resisten al regreso a clases presenciales. Y, por el otro, por el supuesto adoctrinamiento a los estudiantes con las filiaciones políticas de los docentes del sector público. A juicio de Fecode, hay colegios públicos que no cuentan con los elementos de bioseguridad y por tanto la salud y la vida de la comunidad educativa está en riesgo.

A su modo de ver, lo que requiere es inversión por parte del Gobierno y por eso le han hecho saber al Ministerio de Educación. Sin embargo, dijo Paloma Valencia, si bien es cierto algunos requerimientos son razonables, también es cierto que atender todas las demás de Fecode implicaría mucho tiempo y por ello es necesario buscarles una solución a los estudiantes de instituciones públicas.

Alarcón señaló que hay intenciones de privatizar la educación, mientras la congresista del Centro Democrático lo negó. “Los docentes son evaluados al ingreso, en periodo de prueba, en ejercicio mientras demuestra lo que hace y al final de año. Todos los días se evalúan a lo maestros. Tenemos más de 100.000 maestros, doctores y ganan 1′400.000 pesos. Aquí hay mucha tela por cortar”.

“No queremos privatizar la educación, no. La educación pública hay que fortalecerla y que el ciudadano escoja si quiere educación pública o privada. Uno no tiene que quedar obligado por su nivel económico”, aseguró. Fecode, por su parte, aseguró que los bonos buscan favorecer personas. “Haría una pregunta suelta y es a cúanto equivalen esos bonos. Hay que fortalecer la educación pública”. El debate sigue abierto.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/la-propuesta-sobre-fecode-contenida-en-el-referendo-uribista/202007/

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Argentina: A contracorriente de la mayoria de lxs docentes de las UUNN CONADU firma nuevamente a la baja.

Sobre el acuerdo paritario

El pasado 28 de octubre la conducción de CONADU, luego de la realización de un Congreso Extraordinario, firmó con el gobierno un acta según la cual se nos otorga un 7% de aumento a partir de octubre (con una revisión para la segunda quincena de diciembre y un 7% de aumento para la garantía salarial a cuenta de futuros acuerdos).
Demás está decir que este aumento es a todas luces insuficiente.

En 2019 se firmó un acta acuerdo que establecía que en marzo 2020 se aplicaría una cláusula gatillo contemplando la inflación desde octubre hasta febrero. En marzo el gobierno no reconoció esa cláusula y en su lugar planteó una serie de aumentos escalonados hasta junio. La inflación acumulada desde octubre 2019 a septiembre 2020 fue de 36.4% mientras que los aumentos de sueldo alcanzaron el 18.32%. Lejos del 7% recibido, hoy hubiéramos necesitado más del 15% de aumento para volver a tener el poder adquisitivo de octubre 2019 (que ya venía retrasado en más de un 30% por los cuatro años de macrismo).
¿En qué contexto ocurre esto? A nadie escapa la crítica situación por la que estamos atravesando, producto de una crisis sanitaria, económica y social sin precedentes. Hemos considerado muy adecuado en este sentido, medidas que en un primer momento el gobierno tomó para paliar la situación: la creación de programas como el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) o el ATP (Asistencia para el Trabajo y la Producción), así como la prohibición de despidos en este período, el congelamiento de tarifas o la suspensión de la posibilidad de cortes en los servicios esenciales. Sin embargo, la crisis se profundiza y las medidas que se podrían tomar para que la misma no recaiga sobre lxs trabajadorxs y los sectores más vulnerables se desvanecen, como ocurrió con la anunciada contribución de los dueños de las mayores fortunas.
Mientras lxs docentes universitarixs hemos encarado la tarea de defender la universidad pública invirtiendo en herramientas y condiciones de trabajo y poniendo en riesgo nuestra salud integral, el gobierno dilató y suspendió instancias de negociación, al extremo de castigarnos por llevar adelante medidas de fuerza en reclamo por nuestros derechos, eludiendo discusiones previstas sobre condiciones de trabajo. Creemos que estas actitudes son inadmisibles.

¿Qué pasó en CONADU?

El Congreso Extraordinario convocado para discutir la oferta salarial funcionó de manera irregular, a tal punto que, a casi tres horas de inicio debió reiniciarse por las arbitrariedades cometidas por la conducción en relación con la acreditación de los congresales, la distribución en el uso de la palabra, la elección de autoridades y la incertidumbre respecto de la modalidad de votación.
La conducción de la Federación procedió con una falta total de escrúpulos, manipulando tanto el desarrollo como el resultado del congreso, impidiendo votaciones o imponiendo lo que debería votarse.

Desde COAD -enmarcados en la práctica democrática que nos caracteriza- consultamos a lxs docentes de la UNR su postura respecto de la oferta del 7% de aumento que realizó el gobierno. La votación democrática, pública y abierta, resolvió de manera contundente el rechazo a esa oferta salarial. Con la participación de 1404 compañerxs, 8 de cada 10 (el 80,9%) manifestaron su rechazo. También nuestra asamblea rechazó unánimemente la propuesta. Desde COAD asistimos al Congreso con estos resultados. Lxs 4 congresalxs de la lista «Democracia Sindical y Dignidad Docente» votamos según dichos mandatos. Mientras, en este marco autoritario y antidemocrático, lxs 3 congresales de la lista «Todxs x COAD» lo hicieron por la moción de la conducción de CONADU de aceptar la propuesta del gobierno,
Finalmente la votación resultó con 60 votos a favor de aceptar la oferta salarial y 45 votos por rechazarla. Cabe destacar que los 45 votos de rechazo corresponden a 13 gremios de base que representan al 50% de lxs afiliadxs de CONADU.
No debemos olvidar que esta conducción de CONADU ha firmado con los sucesivos gobiernos, más allá del partido político gobernante, acuerdos vergonzosos que año tras año conformaban el peor acuerdo paritario firmado por sindicato alguno. Sólo COAD y algunas regionales en minoría expresábamos el rechazo a tales prácticas. Por primera vez en muchos años en este congreso se pudo articular y expresar a nivel de CONADU una respuesta clara y masiva de defensa de los intereses docentes, a pesar del resultado de la votación.
No se debe olvidar tampoco que el otro nucleamiento representativo de la docencia universitaria, la CONADU Histórica, rechazó claramente el acuerdo paritario.
La potencialidad de la lucha por obtener nuestros justos reclamos se expresa no sólo a través de las votaciones realizadas, sino también por medio de la participación masiva, la perspectiva de una unidad democrática y combativa de la CONADU y de la confluencia con nuestros colegas de la CONADU Histórica que sostienen posturas similares. Nuestra lucha también está en continuar derrotando a quienes dentro del gremio solo atienden los intereses de su facción, olvidando los anhelos de todxs. Allí continuaremos.

La20 – Frente 20 de Diciembre
Somos docentes e investigadores de la UNR que nos organizamos para defender y luchar por los derechos de lxs trabajadores.

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Necropolitica Uribista para maestros Uribistas

Por: Carlos Alberto Munévar

Si quiere usted ser blanco de todo tipo de ataques e insultos  en redes sociales, solo haga el ejercicio de publicar algo en contra del investigado expresidente, exsenador y hoy expresidiario Álvaro Uribe Vélez, de seguro en poco tiempo recibirá toda una andanada de improperios, amenazas, mensajes personales a su Messenger, cuestionamientos a su moral, lo tacharán de guerrillero, vándalo, apátrida e incluso de “delincuiente hijueputa”, así decía el último de tantos mensajes privados  que me llegan;  cuando miré el perfil del agresor, era un extrabajador de la Fiscalía general de la nación, ahora “vigilante”.

Esto lo escribo, para enfatizar en lo que describiré como “necropolítica uribista”, utilizando para ello el concepto del filósofo camerunés Achille Mbembe, quien acuñó el término necropolítica (Mbembe, 2006), para explicar el fenómeno por el cual los gobiernos aprovechando el estado de excepción ocasionado por el debilitamiento del aparato estatal desarrollan una política de administración de la muerte, adelantando una política del terror, eliminación física, desplazamientos masivos de población, destrucción sistemática de ecosistemas milenarios, todo con el objetivo de que unas cuantas corporaciones, multinacionales, terratenientes y grupos al margen de la ley puedan acceder a recursos mineros y tierras expropiando extensas zonas por medios violentos y fuera de la ley.

Así, amparándose en preceptos neoliberales de progreso, explotación de los recursos naturales, confianza inversionista y  practicando un anticomunismo  arraigado como política de Estado en Colombia, se ha estigmatizado a miles de campesinos, líderes sociales, estudiantes, maestros, sindicalistas, tachándolos de  “castrochavistas” o “enemigos de la democracia”, trazando una especie de contrainsurgencia social,  convirtiendo al país en una enorme fosa común en donde ejércitos privados, guerrillas, bandas criminales y hasta el mismo ejército nacional compiten en nivel de sevicia y crueldad contra la población civil.

Ni hablar del incesante ataque del uribismo y sus áulicos contra los maestros colombianos, el ataque se viene dando desde lo constitucional, la reforma al SGP hecha por Pastrana y fortalecida por Uribe desfinanció hasta tal punto el sistema educativo que hoy apenas alcanza para pagar nómina, incluso algunas veces se deben extraer dineros del FONPET (Fondo de pensiones de las entidades territoriales) para poder completar salarios, esta es la razón de la pésima infraestructura en la mayoría de instituciones educativas, la brecha digital manifestada durante la pandemia de Covid19, la brecha rural, la ausencia de dineros para proyectos escolares y por esa misma vía la falta de “calidad” educativa para utilizar conceptos de la lógica neoliberal.

Pero la arremetida también es contra la vida, honra y el buen nombre de los maestros, al no existir históricamente en Colombia una valoración social de la profesión docente, el uribismo diestro en manejar el “estado de opinión” ha utilizado habilidosamente las redes sociales y otros medios de comunicación para difamar de todas las formas posibles a los maestros y a su sindicato FECODE imponiendo en la agenda una guerra mediática en contra de los ya subvalorados maestros y maestras, atribuyéndoles la culpa de los malos resultados académicos de los estudiantes y la baja “calidad”, olvidando referenciar de adrede el problema de desfinanciación estructural de la educación del que el mismo uribismo junto con otros partidos tradicionales es responsable, además de no vincular al debate  las profundas desigualdades sociales, las violencias de todo género que agobian a las comunidades, la desnutrición de miles de niños y niñas producto de un sistema económico semifeudal que tiene postrados a sus padres y madres. Seguramente niños mejor alimentados, con apoyo desde su casa, con ambientes familiares no violentos tendrían mejores resultados académicos… “es que llegar a estudiar sin siquiera un aguapanela con tostada en el estómago es muy difícil profe”, me decía un estudiante hace unos pocos años.

De esta manera se ha formado un imaginario en amplios sectores sociales de que los maestros son vagos, perezosos, acomodados etc. y que FECODE es un sindicato lleno de guerrilleros infiltrados,  comunistas, mamertos, buenos para nada, estigmatizando ya de por si, opiniones contrarias al ideario uribista de país, coartando la libertad de pensamiento, atentando contra el derecho de todo trabajador a asociarse en sindicatos, en palabras del mismo Uribe en su nueva propuesta de referendo, FECODE “monopoliza la educación pública” por lo cual hay que entregarla a los empresarios para volverla “competitiva”, es decir, por un lado descaradamente miente, pues de manera astuta presenta al sindicato como el administrador de la educación pública y por otro le atribuye la acción de adoctrinamiento, es decir la imposición de una forma de ver el mundo y el control de las opiniones y decisiones de los estudiantes, argumentos anteriores sin fundamento, pues ignora los aportes de la organización sindical al movimiento pedagógico que incluso tienen calado internacional, enmarcados en la libertad de cátedra, el pensamiento crítico, la necesidad de desarrollo de la ciencia y la tecnología, temas desarrollados en el polo opuesto del “adoctrinamiento” del que Uribe acusa al magisterio; Además evidenciando un desconocimiento de la pluralidad política e ideológica de los maestros colombianos, pero lo clave es que el exsenador necesita acabar con el sindicato, su visión política y económica nunca ha reivindicado la democracia, el desarrollo cultural y científico de la nación, su perspectiva siempre ha sido contraria a los valores democráticos e incluso liberales,    utiliza los mismos argumentos con los cuales desde 1990 vienen destrozando las empresas del Estado como el ISS (seguro social) entre muchas otras para entregarlas a las leyes del mercado favoreciendo a socios cercanos, empresarios y multinacionales que luego devuelven el favor financiándoles las campañas electorales, ahora quiere completar el póker acabando con quizá el último gran sindicato de trabajadores,  volviendo un derecho fundamental como la educación pública defendida por FECODE como un patrimonio del pueblo colombiano, un escenario de negocios, para que los mercaderes de la educación se lucren e impongan un currículo que  entierre el pensamiento crítico, el pensamiento social y borren la memoria pedagógica de los colombianos.

Lo mas peligroso de este asunto  y aquí vuelvo al comienzo de mi relato, es que esos señalamientos en redes sociales contra los maestros  por sus posiciones políticas, que la gran mayoría de veces apenas evidencian la exigencia del respeto por la vida, la democracia, su buen nombre y recursos económicos para las instituciones escolares, es decir ni siquiera se habla de la toma del poder o de la organización de un partido político, se convierten muchas veces en amenazas, de muerte, sufragios, boleteos, seguimientos y asesinatos. Es decir, el sindicato apenas exige lo que la constitución le encarga al gobierno y por eso es señalado con adjetivos de alto calibre desde un Twitter, que luego desemboca en asesinatos de maestros a lo largo del territorio nacional.

La necropolítica uribista ataca directamente a la escuela pública, condena a los estudiantes a la pobreza, a la falta de oportunidades, a una vida que en muchos casos es indigna y miserable, condena a sus padres a la pobreza, a la informalidad laboral, al rebusque diario, a la explotación por parte de los empresarios, condena a la muerte moral y física a los maestros que osan denunciar las injusticias de un régimen que cada vez desarrolla más características fascistas.

Pero léase bien, lo más preocupante es que un sector no despreciable de maestros es uribista, es decir asume que el uribismo como forma política tiene la razón, extrañamente y a pesar de las evidencias  irrefutables, plasmadas en una larga lista de escándalos judiciales, mediáticos, testimonios de víctimas, material fotográfico, audios, videos que nos llevan a la conclusión de que Uribe y su legado ha sido nefasto para la construcción de una sociedad en democracia, para la educación como derecho fundamental, para el respeto a la vida, para lograr la paz, estos compañeros se han tragado el cuento de la “seguridad democrática”, despotrican del sindicato, miran por encima del hombro a sus colegas, pero si disfrutan de los logros producto de la lucha sindical en las calles.

Se le acusa al magisterio de “adoctrinador”, ojalá se pudiera si quiera hacerles entender a algunos  de estos compañeros docentes y  a otros sectores de la sociedad, que gracias a FECODE y a sus luchas adelantadas  durante décadas, los maestros tienen estabilidad laboral, primas, vacaciones pagas, un salario medianamente decente, en comparación con el resto de colombianos, lo cual no es un privilegio sino un derecho al que todo trabajador colombiano debería poder acceder,  ojalá entendieran que los errores de unos cuantos no pueden servir para descalificar a una organización sindical que se la ha jugado por la educación pública del pueblo colombiano, me atrevo incluso a decir que sin la existencia del sindicato no existiría educación pública en Colombia y/o sus condiciones serían peores; Algunos incluso por redes sociales se deslindan un poco y apenas expresan “no polaricemos”, tenemos que responder que ya estamos polarizados, tomamos posición  o el uribismo con todo lo que esa palabra siniestra representa, arrasará con los derechos que aún nos quedan como trabajadores y como pueblo colombiano, ya en el referendo propuesto por Uribe, plantea el congelamiento de la nómina oficial por seis años ¿por qué sus socios financieros no congelan los intereses de los créditos bancarios? ¿Dónde están los miles de millones  de pesos que funcionarios de los gobiernos uribistas han obtenido de manera fraudulenta y corrupta del Estado?- el uribismo impondrá definitivamente la necropolítica, ya no existirá la “escuela como territorio de paz” sino la “escuela como territorio de negocios” y veremos filas inmensas de maestros mendigando su pensión y otros, los más jóvenes vendiendo su conciencia y su cátedra al mejor postor, el uribato solo dirá: “solo fue cuestión de negocios, no lo tome personal”.

Carlos Alberto Munévar

Referencias

Mbembe, A. (2006). Necropolitica. Melusina.

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Las lecciones para la educación frente a la pandemia y post pandemia

Noticia/Noviembre 2020/semana.com

El cierre de escuelas ha dejado una conclusión clara para padres y maestros, no hay como el cara a cara en una clase presencial. El cierre de colegios está generando una crisis en el aprendizaje sin precedentes. ¿Qué debemos hacer?

Seis meses después del cierre de colegios queda claro que nada reemplaza al profesor y a las clases en las aulas. Así lo evidenció una encuesta realizada por Save the Children a cerca de 17 mil familias de 37 países, la cual evidenció que 7 de cada 10 niños y niñas están aprendiendo poco o nada ahora que no van a la escuela. Si para un profesor no era tarea fácil lograr captar la atención de al menos 25 estudiantes en un salón de clases, adelantar las materias mediante vías tecnológicas o incluso sin supervisión directa del docente se ha convertido en todo un desafío tanto para los colegios como para las familias durante esta pandemia.

En el marco de la séptima Cumbre de Líderes por la Educación, Lecciones para la educación frente a la pandemia y post pandemia, el ministro de Educación Nacional de Francia, Jean-Michel Blanquer, y el director global de Educación del Banco Mundial, Jaime Saavedra hablaron sobre lo que ha aprendido el sistema educativo de esta pandemia y lo que se debe hacer de cara al futuro.

Durante el conversatorio ‘Lecciones para la educación frente a la pandemia y post pandemia’. los dos expertos coincidieron en que el cierre de escuelas evidenció aún más las brechas históricas que existían fuera de las aulas en cada país, con lo que las niños de las familias más vulnerables están están teniendo aún mayores dificultades para estudiar, “no podemos permitir que esa brecha en aprendizaje y que las afectaciones en salud mental se den”, dijo el ministro francés, al reiterar la importancia de regresar a las aulas a pesar del temor de muchas familias.

Por su parte, Saavedra consideró que aún no conocemos la magnitud del impacto en el aprendizaje, “lo que sí sabemos es que el aprendizaje, de hecho, se perderá, y que es probable que esas pérdidas no se distribuyan de manera equitativa”, dijo.

Al salir perdiendo en temas de educación, los niños también salen perdiendo en relación a oportunidades futuras, donde se incluyen beneficios económicos, tales como ganancias adicionales, lo cual tiene graves consecuencias. El modelo sugiere que la pérdida en los aprendizajes durante la crisis sistémica extraordinaria ocasionada por la Segunda Guerra Mundial sigue teniendo impactos negativos, 40 años más tarde, sobre la vida de quienes fueron estudiantes en esa época. Además, el impacto del aprendizaje perdido no se limita a nivel individual: aquellas sociedades que han cerrado su educación hoy, cosecharán consecuencias significativas para toda la sociedad el día de mañana.

Teniendo esto en mente, Saavedra explicó las proyecciones que tiene el Banco Mundial respecto a la pérdida de ingresos que tendrán los estudiantes a futuro por el cierre de escuelas. El experto explicó que cada año adicional de escolaridad equivale a un 10% adicional en ganancias a futuro.

Por ejemplo, si un país X cierra sus escuelas y universidades por cuatro meses, la pérdida en ganancias futuras marginales será de 2.5% por año en la vida laboral del estudiante. Este rápido estimado sugiere una pérdida de ganancias de US$ 1,337 por año por estudiante: una pérdida de valor actual en el aprendizaje de US$ 33,464 (63% del salario anual a tasas salariales promedio actuales). Si bien esto pareciera no representar un precio muy alto a pagar por parte de los jóvenes a cambio de la lucha contra el COVID-19, si se toma en cuenta el impacto sobre todo el país, el tema es mucho más serio.

Saavedra aseguró que en los países de ingreso medio un 40% de los jóvenes no cubría el mínimo del aprendizaje diario antes de la pandemia, “lo cual es muy grave porque con esta emergencia sanitaria pudo haber aumentado a un 50%. Es decir, cada vez son más lo jóvenes en el mundo que no logran las competencias fundamentales”.

“Sí vemos que los impactos pueden ser extremadamente grandes en términos de aprendizaje, en deserción escolar y también en ingresos a futuro. Un indicador que estuvimos trabajando desde el año pasado en el Banco Mundial es el que llamamos en inglés learning poverty, pobreza de aprendizaje, que es el porcentaje de chicos que, por ejemplo, a los diez años no pueden leer y entender un texto. Esa cifra debería ser cero. A los diez años lo que se quiere es que no lean solamente un texto corto o simple, sino una pequeña novela. Ese porcentaje de chicos que no podían leer y entender un texto, en países en ingreso medio o bajo es de 53%. En América Latina es el 51%. Es decir, la mitad de los chicos en la región no pueden leer y entender un texto”, explicó.

Reabrir los colegios cuanto antes

Las noticias sobre cierres de colegios en Europa atemorizan a las familias en Colombia, que ponen como ejemplo esos casos para pedir a las autoridades que aún los niños no retornen a las aulas. Sin embargo, para el ministro de Educación francés, Jean-Michel Blanquer, el balance de la reapertura total de escuelas “es el mejor posible” y recordó que al inicio cuando reabrieron los colegios por primera vez en marzo y abril, se hizo bajo el modelo de alternancia, buscando que el sistema se armonizara con la pandemia y aprender a funcionar en ese contexto, “esto nos permitio reorganizarnos para volver plenamente en septiembre para el nuevo año escolar”.

El alto funcionario de Francia recordó a los padres que la escuela es fundamental para los niños, no solo en el aprendizaje sino en los aspectos de salud mental y psicológica, además al no estar los niños en la escuela se debe mirar qué están haciendo en ese tiempo, “la primera conclusión es que es mucho más seguro estar en la escuela. La segunda consideración para afrontar ese temor es la evidencia, muchos estudios científicos muestran que aparentemente hay poco contagio entre los niños, especialmente los más pequeños, entonces en el caso de los alumnos de escuelas primarias hemos visto que casi no hay niños enfermos”.

Sobre los problemas en el aprendizaje, el ministro aseguró que es un problema que se toman muy en serio y que deberían hacerlo así todos los países, “se puede decir que esto es una catástrofe educativa a nivel mundial porque es un gran peligro tener millones de niños que han tenido grandes vacíos en el aprendizaje y eso es algo que no se puede aceptar. Por esta razón, el mensaje que damos tanto a nivel nacional como internacional es que el regreso a la escuela debe ser prioridad, con toda la prudencia posible, pero no podemos seguir sacrificando el aprendizaje de nuestros niños.”.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/las-lecciones-para-la-educacion-frente-a-la-pandemia-y-post-pandemia/202017/

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Basta de desalojos

Por: Claudio Katz, Eduardo Lucita, Julio Gambina

Repudiamos desalojo y represión en Guernica

En la madrugada de hoy unas 1450 familias que ocupaban desde hacía meses un predio en la localidad de Guernica, buscando poder alcanzar alguna vez una vivienda digna de ser habitada, fueron violentamente desalojadas por miles de policías de la bonaerense –los mismos que hace pocas semanas rodearon armados la casa del gobernador Kicillof primero y luego la quinta residencial donde se aloja el Presidente de la Nación, sin que se los penalizara. Balas de gomas y gases lacrimógenos a granel utilizaron para avanzar, pertrechados como robocops, contra familias humildes, quemando sus modestas casillas, impidiendo que retiraran sus pocas pertenencias, con un saldo de 37 personas detenidas y otras golpeadas y lesionadas.

El censo puso fin a las dudas sobre la cantidad de familias involucradas, también mostró el origen de las mismas. Familias en situación de calle por no poder pagar los alquileres por pérdida de ingresos, familias hacinadas o que convivían en edificios inhabitables, mujeres con niños/as que huyeron de la violencia de género incrementada por el confinamiento.

Se trata de personas en situación de vulnerabilidad, pobres de toda pobreza que forman parte del 10.5% de indigentes y de los más de tres  millones y medio de familias carentes de vivienda según los registros oficiales. Sin embargo el ministro Berni no dejó de declarar haciendo gala de su eficiencia “Ya está todo desalojado”, como si hubiera vencido en una batalla entre iguales.

El desalojo cortó las negociaciones entre responsables del gobierno provincial y la comisión de delegados de los cuatro barrios organizados en el predio, que ya habían elevado, al juez y al ministro Larroque, por medio de  la Gremial de Abogados, una propuesta realista y posible de ejecutar que no fue considerada. Los funcionarios prometieron una solución alternativa que contemplara las necesidades de las familias, la misma terminó consistiendo en sumas de dinero mensuales a cambio de desalojar los terrenos. En el medio maniobras para desgastar y dividir a los ocupantes hasta que se cumplieran los tiempos fijados por el juez para ejecutar el desalojo por la fuerza.

Es inevitable no destacar que el gobierno nacional y los provinciales no tienen la misma actitud con por ejemplo con la apropiación de Lago Escondido por parte de Joe Lewis (el amigo del ex presidente Macri); con la usurpación de tierras de la escuela Agrotécnica por la familia Etchevehere o con la estafa y fuga de capitales en el caso Vicentín; tampoco con la evasión de sectores acomodados, 100 mil lotes y 50 mil viviendas terminadas en 590 barrios cerrados, clubes de campo y countries que figuran como baldíos o pagan impuestos como tierra rural. Nada hacen con quienes retienen exportaciones buscando forzar una devaluación que agravará la actual crisis humanitaria, nada contra los desmontadores de bosques nativos o  los desarrolladores inmobiliarios que no respetan los humedales o los especuladores que compran tierras a precio vil para revenderlas. En estos casos no hay desalojos, los desalojos solo son para los pobres.

El desalojo violento de la toma de Guernica sienta un delicado precedente ante futuras ocupaciones, también una advertencia para que el intento del Proyecto Artigas no se multiplique. Es una concesión frente a la oposición derechista, la clase dominante y la presión de los grandes medios de comunicación.

Tenemos que ser claros: toda familia que ingresa en un terreno vacío y ocioso lo hace por necesidad. No hay ninguna otra explicación. Son víctimas, no culpables. Llamarlos usurpadores y delincuentes es una bajeza moral y una claudicación ideológica.

Afirmamos que donde hay una necesidad nace un derecho, no un delito. Rechazamos toda criminalización de las demandas sociales. La acción de estas familias no es delito sino denuncia. Es el grito de los excluidos por la avaricia de los poderosos.

Desde el 2001 las necesidades de acceder a una vivienda digna crecen sin parar, esto se ha agudizado bajo la administración Macri y más aun en medio de la pandemia. Es una obligación moral  de todo gobierno dar tierra y techo a quién lo necesite. No otra cosa que amparar a los desamparados.

Basta de represión y desalojos.

Solidaridad con todas las familias desalojadas.

Tierra para vivir.

Bs.As. 29.10.2020 Claudio Katz / Julio Gambina / Eduardo Lucita

Adhesiones a: declarac…@yahoo.com.ar

Fuente e imagen: https://contrahegemoniaweb.com.ar/2020/10/30/basta-de-desalojos/

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Después de la bofetada al poder y al neoliberalismo chilenos, ¿ahora qué?

Por: Aram Aharonian

No cabe duda que los jóvenes fueron quienes encabezaron el arrasador triunfo del Apruebo y Convención Constitucional en Chile. Algunos de ellos votaban por primera vez y lo hicieron junto a aquellos ya mayorcitos que desafiaron las amenazas y la pandemia que deja más de 14 mil muertos en el país, para consolidar la ruta de salida del neoliberalismo.

Fue el repudio popular a cuatro décadas de un ordenamiento nacido de la más dura represión y, quizá, el inicio de un pasaje ordenado y moderado a la siguiente etapa, sin rupturas radicales con estas tres últimas décadas de gobiernos constitucionales pero no democráticos ni populares.

Tras el plebiscito, desde Chile y desde fuera, llegan los balanceQuiénes son los jóvenes manifestantes que mantienen las protestas en Chile? | Internacional | Noticias | El Universos (como éste). Muchos quieren imponer el imaginario de que Chile cambió nuevamente gracias a un lápiz y un papel –por la vía institucional y republicana-, en recuerdo nostalgioso y romántico del gran logro del plebiscito de 1988 que derrotó a la dictadura. Desde el gobierno, señalan que “la gran mayoría del país decidió un camino por la vía institucional”.

La falacia omite la realidad, ya que el famoso lápiz y papel fue el final –entonces y ahora- de un largo proceso que se inició en 1983 con paros y protestas y cientos de muertos, muchos de ellos de la resistencia del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. (FPMR).

Hoy intentan olvidar o minimizar el largo proceso de un año de movilizaciones continuas, muertos y mutilados, y quieren imponer el imaginario que esta historia terminó con el voto y es hora de abandonar la calle, regresar a casa y dejar todo en manos de los “expertos” de las elites. Expertos en traiciones, como lo demuestra la historia chilena de dos siglos.

El domingo 25 se abrió la ventana para la necesaria renovación de la elite dirigente, una imprescindible oxigenación generacional, de liderazgos y de ideas, pero son los mismos de siempre, los traidores con historia, que comenzaron a candidatearse para ser constituyentes el año próximo. Y lo que se necesita son nuevas voces que transmitan las necesidades del Chile real, ese que no aparece en la televisión ni en los medios.

Si bien el proceso constituyente surge de un acuerdo entre los partidos de la burguesía frente al escenario impuesto por la movilización popular, existen enormes vacilaciones y vacío programático en la clase dominante para resolver sus pugnas, ante el deplorable estado de los aparatos ideológicos (Iglesia, cúpulas sindicales, sistema de educación).

Trabajadores de Chile demandan mejores salarios y estabilidad laboral - Tarapacá NoticiasLa clase obrera venía aumentando sus niveles de actividad desde el año pasado, especialmente a raíz del estallido social del 18 de octubre: las huelgas aumentaron en un 68% en 2019 con respecto a las registradas en 2018. Debería la izquierda encauzar la acción política de la clase obrera frente a la encrucijada puesta por la burguesía, como actor autónomo e independiente con programa propio.

Lo relevante es que pese a las vacilaciones de la burguesía, el aparato de Estado propiamente tal no se ha quebrado: las fuerzas represivas siguen aglutinadas en torno al gobierno y clases populares no han sido capaces de levantar un contrapoder capaz de llevar a cabo dicho quiebre.

La nueva-vieja izquierda

Hoy se habla de una nueva izquierda, con el surgimiento del Frente Amplio en 2017 (conquistó el 20 por ciento de los votos), y del renacimiento del Partido Comunista, de la mano de  Daniel Jadue, alcalde de Recoleta. Pero las formas son las mismas: en lugar de hablar de encauzar la Constituyente, de la renovación radical de la vida política con la elección de una nueva generación de representantes, comenzaron a negociar las candidaturas presidenciales.

Mientras, el presidente Sebastián Piñera hizo un llamado a la unidad de Chile Vamos, coalición a la que solicitó preparar una lista única de candidatos a la Convención Constitucional y a todas las contiendas del nutrido calendario electoral de 2021.Daniel Jadue y Beatriz Sánchez dan gesto de unidad tras holgado triunfo del Apruebo - La Tercera

El referendo cambia el escenario político chileno, profundizando la crisis de los partidos tradicionales, tanto los de derecha, como los de izquierda, inclusive de la Convergencia Social (escindidos del Frente Amplio), abriendo espacio para una renovación. No sería raro que algunos progresistas y centristas, ausentes o expulsados de las movilizaciones populares, trataran de reflotar la vieja Convergencia Democrática, de socialistas y demcristianos, como alternativa para la derecha light y el centrismo.

Han recorrido un largo camino, muchachos

El estallido social de octubre de 2019 fue el corolario de los levantamientos de rebeldía que se han sucedido desde 2006, cuando los estudiantes secundarios (los pingüinos) mantuvieron una prolongada huelga para exigir el fin de la Ley Orgánica Constitucional de Educación.

A esto le siguieron movimientos ambientales contra megaproyectos energéticos y de reivindicaciones de regiones apartadas afectadas por el centralismo, movilizaciones populares que tuvieron sus puntos altos en 2011 con la lucha por “una educación pública libre y gratuita”, en 2017 con el propio Movimiento No Más AFP (fondos privados de pensión) y en mayo de 2018 con la Rebelión Feminista contra el patriarcado.

La Ley de Pesca, fraudulentamente tramitada en el primer gobierno de Piñera (2010-2014) y los posteriores escándalos de financiamiento ilegal de campañas, conocidos como Caso Penta y Caso SQM (Sociedad Química y Minera), revelaron una corrupción empresarial transversal a los partidos y a varios de sus parlamentarios.

La Iglesia católica, otra institución valorada por su defensa de los derechos humanos bajo la dictadura, perdió influencia y credibilidad en la población con el destape de episodios de pedofilia encubiertos por algunos de sus jerarcas, y durante el estallido social no tuvo protagonismo alguno.

El ciclo creciente de protestas,2016: un recuento de los casos de corrupción interrumpido por la pandemia del covid-19, obligó al Parlamento a aprobar una ley para que la Asamblea Constitucional -que se elegirá el 11 de abril próximo- sea absolutamente paritaria en su composición entre hombres y mujeres, que no solo reconoce a las mujeres el derecho a participar en igualdad de condiciones, sino también a escribir una nueva Carta Magna con enfoque de género.

¿Qué tipo de órgano debiera redactar la Nueva Constitución? era la pregunta de la segunda papeleta de votación del Plebiscito. Chile tendrá una Convención Constituyente para elaborar la Constitución, formada por 155 ciudadanas y ciudadanos elegidos por voto popular el 11 de abril próximo.

Marco Enríquez-Ominami, excandidato presidencial y líder del progresismo , señaló que  “no es eficiente tener dos Congresos, más aún cuando el árbitro está en contra”. Detalló que “cuando uno elige una Constituyente y tiene un Congreso al mismo tiempo, va a haber una disputa de hecho y de derecho y, por tanto, lo mejor es que tengamos un solo Congreso Constituyente”

La calle ganó el plebiscito

No se trata de una concesión de la clase política, sino de una lucha sin cuartel, donde las víctimas pertenecen a las clases populares, que durante 47 años fueron ninguneados por quienes aceptaron el pacto de transición con las fuerzas armadas. Son los mismos que desmovilizaron a la sociedad civil, traicionaron el espíritu del No en el referendo de 1988 y en 1990 se hicieron con el poder, recuerda el analista chileno Gustavo González.Los estudiantes: los protagonistas de la revolución en Chile

Por eso es imprescindible impedir que las fuerzas de la derecha logren una influencia determinante en la Convención Constitucional, y para ello los movimientos sociales y las fuerzas políticas de la renovación, gestoras del fin de la institucionalidad pinochetista, deben alcanzar una hegemonía que se traduzca en una constitución realmente democrática que signifique la superación del neoliberalismo.

Chile vive un proceso político caracterizado e impulsado por la calle, por la movilización popular, donde los púberes y jóvenes han tomado la batuta y expuesto sus vidas. Pero la amenaza latente de que el gobierno y la derecha podrán revertir su derrota si logran controlar la Constituyente.

Resulta imposible que Chile se consolide como un Estado democrático de derechos sociales, plurinacional y pluricultural, con reconocimiento de sus pueblos originarios, de igualdad de géneros, con plena vigencia de los derechos humanos en sus más amplias acepciones, sin romper con las preceptivas neoliberales del Estado subsidiario y de las instituciones que lo sustentan.

Hace más de cuatro décadas, Salvador Allende había señalado que “no es desde arriba, sino desde las raíces mismas de su propia convicción de donde debe nacer la Carta Fundamental que le dará su existencia como pueblo digno, independiente y soberano”. De eso se trata, de hacer una Constitución democrática desde abajo.

El domingo 25 se registró la mayor participación ciudadana en una elección: casi el 51 por ciento del padrón de electores, de 15 millones. La abstención se puede explicar por el  temor a la pandemia, insuflado desde la aprensa hegemónica y del gobierno, pero también por la desconfianza y rechazo a los desprestigiados partidos políticos.

Por eso se hace imprescindible el debate de los contenidos de la nueva Constitución y promover los candidatos independientes, desde las bases, que en abril del 2021 conformarán la Convención Constitucional. Aquellos comprometidos, sin ambigüedades, con la voluntad de cambio..Muere Aylwin, el presidente que devolvió la democracia a Chile

No hay que dejar de considerar la fuerza que aún tiene el polo conservador, que desde el fin de la dictadura retiene cerca del 40% electoral. El 20 por ciento logrado por el rechazo proviene de una derecha poderosa en lo financiero, político y militar, dispuesta a todo y que nunca ha dudado en derramar la sangre del pueblo cuando vieron comprometidos o amenazados sus intereses. Un nueva Constitución es la peor amenaza para la ultraderecha recalcitrante, el militarismo, los oligarcas.

Lo maravilloso de las elecciones es que el pueblo puede dar una bofetada y nadie puede responder. Mientras Piñera obtuvo el 26% del país para ser Presidente, el Apruebo obtuvo el 40%. Como votó la mitad del país (7.562.000 de 15 millones), ese 40% se transformó en 78%. El Rechazo obtuvo apenas el 11% del país, destacó Marta Lagos, directora de Latinbarómetro.

A nosotros, los que escribimos sobre “la bofetada”, también nos ha llegado un pedazo, por no haber sido lo suficientemente claros en decir las cosas por su nombre, añadió.

El domingo 25 el pueblo chileno comenzó a cavar la sepultura de la Constitución pinochetista y es la oportunidad para que los jóvenes de hoy se preparen para gobernar e ir definiendo su propio futuro. Su caudalosa participación en el plebiscito -en especial los de las comunas populares- parece clara señal de aceptación de esa responsabilidad. ¿Se los permitirán?

Obviamente hay que comenzar a construir el necesario movimiento político-social que destierre sectarismos, pero las primeras manifestaciones de los grupos políticos de la izquierda y de la centroizquierda no se ven muy proclives a intentar la unidad de acción, y mucho menos  a actualizar doctrinas y cambiar métodos de organización y lucha.

“En Chile las instituciones funcionan” señalaba permanentemente el expresidente socialdemócrata Ricardo Lagos al inicio del milenio, el siglo y la década y era un elogio a la moderada transición dirigida por los partidos de la Concertación por la Democracia, y un implícito reconocimiento a la fortaleza de la institucionalidad heredada de la dictadura cívico-militar que encabezó Augusto Pinochet entre 1973 y 1990.

Los mismos que hace un año salieron a las calles para poner fin al oprobio neoliberal son los que hoy alertan: “Desconfía de quienes nos llamen a detenernos, a desmovilizarnos, de los que llaman a la moderación, nos quieren amarrar de manos para que seamos obedientes en su cocina constitucional. El pueblo exigió, logró y votó Nueva Constitución y el Pueblo Manda”.

Fuente e imagen: http://estrategia.la/2020/10/29/despues-de-la-bofetada-al-poder-y-al-neoliberalismo-chilenos-ahora-que/

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