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Inclusión Educativa: El gran pendiente en la Nueva Escuela Mexicana

Por: Alejandro Moreno Lozano

 

El Plan y Programas 2022 incorpora el eje articulador de la Inclusión para mantener una visión que todas y todos accedan al aprendizaje en las mejores condiciones dentro de las instituciones educativas, en las cuales, cada maestra y maestro deben llevar a cabo una práctica docente diaria con las Niñas, Niños y Adolescentes, ya sea con o sin discapacidad, trastornos o síndromes.

Es fundamental comprender que dentro de la diversidad humana es natural que nazcan Niñas y Niños con características diferentes en términos intelectuales, emocionales y por supuesto  físicas. Esta comprensión se convierte en un punto de partida para que los que se dedican a la educación puedan brindar una educación de calidad con el objetivo de suprimir o reducir las Barreras para el Aprendizaje y la Participación, las cuales obstaculizan o impiden a algunos estudiantes acceder, progresar y completar su educación de la mejor manera posible.

Contenido

La inclusión educativa se materializa en los planes y programas de 2022 como un movimiento educativo avanzado que busca superar la exclusión que ha afectado tanto a las personas con diferencias físicas e intelectuales, con el objetivo de aprovechar la educación como un bien social del cual todos, sin distinción, debemos disfrutar.

La exclusión social y educativa, es un constructo con bases históricas que se fundamenta en características fácilmente perceptibles por los seres humanos, quienes califican, denigran y excluyen sin más motivo que la diferencia que creen de mayor valía que la dignidad de la persona. La Proclamación de los Derechos Humanos de 1948 establece que el simple hecho de que un individuo nazca dentro de la comunidad humana es totalmente suficiente para que sea considerado en dignidad por sus progenitores, familiares, comunidad y todos los demás que, al igual que él, han nacido humanos.

La materialización de los derechos humanos fundamentales requiere del esfuerzo de los profesionales implicados, especialmente en el ámbito educativo. Entre ellos se encuentran los trabajadores de la educación especial, a quienes se les confiere la responsabilidad de brindar atención y diseñar estrategias pedagógicas y de sensibilización para lograr la inclusión educativa, mitigando los efectos perjudiciales de las Barreras para el Aprendizaje y la Participación (BAP) que tanto afectan al Niño, Niña, Adolescente o Joven (NNAJ) en su ingreso, permanencia y exitosa finalización de la educación básica, media superior y superior en México.

La incorporación de estos aspectos en los planes de estudio de 2022 tiene como objetivo primordial cumplir con la Agenda 2030 de la ONU, especialmente en lo que respecta a los objetivos: 4 (“Educación de calidad”), 10 (“Reducción de las desigualdades”) y 16 (“Paz, justicia e instituciones sólidas”). Superar la exclusión implica un proceso continuo, no es un punto de llegada. Este proceso se lleva a cabo a diario en acciones que parecieran invisibles y, a veces, mediante denuncias directas de los actos que invisibilizan, destruyen o obstaculizan los derechos de los niñas,  niños y jóvenes del disfrute pleno de su derecho a la educación.

El nuevo plan de estudios tiene la intención de orientar la inclusión como un eje que guíe las acciones de todos los maestros de México, con el fin de mejorar las condiciones de la población en riesgo, que incluye a los Niños, Niñas, Adolescentes y Jóvenes con alguna discapacidad, síndrome o trastorno, ya sea del Espectro Autista o de Déficit de Atención. También se incluyen otras categorías en riesgo, como aquellos que tienen orientaciones sexuales diferentes o pertenecen a culturas o religiones minoritarias.

El papel del docente es hacer que la palabra plasmada en el papel adquiera dinamismo y se convierta en realidad a través de sus acciones. El maestro es quien, mediante el ejemplo, sensibiliza a otros estudiantes, padres y a la sociedad en general. Hagamos de la acción docente el norte de la inclusión

Conclusiones

Incluir el Eje articulador de la inclusión en en plan de estudios 2022, es una oportunidad que nos permite seguir avanzando en el amplio horizonte de posibilidades. Cada acción que realicemos en armonía con el contexto se convierte en una oportunidad que nos acerca, como sociedad, a la reducción de las Barreras para el Aprendizaje y la Participación (BAP), las cuales obstaculizan el pleno disfrute de la experiencia de aprendizaje por parte de las Niñas, Niños y Adolescentes en la Educación Básica, Media Superior y Superior en México y el mundo.

Tenemos la oportunidad de transformarnos  como sociedad en agentes inclusivos, capaces de generar cambios significativos en la vida de todas y todos. Esto implica estar dispuestos a adaptar nuevas visiones y prácticas, fomentar entornos inclusivos y brindar apoyo personalizado para garantizar que todos los estudiantes, sin importar sus diferencias, tengan igualdad de oportunidades y apoyos específicos para aprender y desarrollarse.

Los profesores de los niveles de educación básica, tienen el poder de promover la igualdad, el respeto y la valoración de la diversidad en el aula,  generando espacios seguros y acogedores donde cada estudiante se sienta aceptado y valorado por lo que es. Al hacerlo, estaremos construyendo una sociedad más inclusiva y equitativa, donde todos tengan la oportunidad de desarrollar su máximo potencial.

La inclusión educativa es un proceso continuo y desafiante, pero también es una oportunidad para marcar la diferencia en la vida de todas y todos en la construcción de un futuro más justo y equitativo. Aprovechemos esta oportunidad para transformar nuestra sociedad y convertirnos en agentes de cambio en el ámbito educativo.

Fuente de la información e imagen:  https://revistaaula.com

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La criminalización del feminismo (I parte)

Por: Sandra Moreno

Hace unos días, Tribuna Feminista publicó varios artículos donde puso de presente que el sexo, entendido como realidad material incontestable, sigue siendo utilizando por el patriarcado como coartada para anular los derechos de las mujeres. Como nos demostró Gerda Lerner, desde el principio de la Historia, el patriarcado tradicional ha apelado a nuestra biología para negarnos los derechos y mantenernos en situación de subordinación. Y ahora, el patriarcado posmoderno niega nuestra biología con el inaudito fin de redefinir el concepto de mujer y desmantelar nuestros derechos. En ambos casos, estamos frente a manifestaciones de misoginia, es decir, de desprecio, hostilidad, violencia, intimidación, aversión y castigo hacia las mujeres, por el hecho de ser mujeres.

Y ambos casos suponen una violación de nuestros DDHH, que evidencian los graves retrocesos que estamos sufriendo las mujeres y niñas a lo largo y ancho del planeta, en prácticamente todos los indicadores que miden la desigualdad entre mujeres y hombres. Por si fuera poco, ahora las mujeres debemos lidiar con una nueva amenaza a nuestra dignidad, derechos y libertades que no vimos venir, porque resultaba insólita: el tener que afrontar la acusación de delito de odio por hablar de la realidad biológica del sexo, defender nuestros derechos y hasta por formular la pregunta «qué es ser mujer o madre». Como en el mito de Casandra, Janice Raymond y Sheila Jeffreys alertaron infructuosamente desde hace mucho tiempo del caballo de troya que suponía el transgenerismo para los derechos de las mujeres y niñas.

Precisamente, hace unos días, la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres (ACBM) nos mostró una nueva grave manifestación del sacrificio injusto que se está imponiendo sobre los derechos más básicos de las mujeres y cómo avanza la alarmante criminalización del feminismo, publicando la respuesta que la organización británica Sex Matters dio al Informe emitido por el experto independiente de la ONU en materia de orientación sexual e identidad de género, Víctor Madrigal-Borloz, a la postre, uno de los firmantes de Yogyakarta10+. En su informe, éste cuestiona los trabajos de la Comisión de Igualdad y DDHH del Reino Unido sobre la Ley de Igualdad, al considerar que hablar sobre la realidad material de los dos sexos equivale a «odio» y perjudica a las personas trans.

En su informe, Madrigal-Borloz sugiere que preguntar «¿Qué es una mujer?» podría no superar los límites de la libertad de expresión y suponer la incitación al odio, señalados en el Plan de Acción de Rabat para combatir el discurso de odio. Y a lo largo de su reporte insiste en hacer graves afirmaciones sobre supuestas violaciones a los derechos de las personas trans en el Reino Unido, sin fundamentarlas fáctica ni jurídicamente. Como pone de manifiesto la ACBM, no sólo no aportó pruebas en las que apoye sus conclusiones, sino que hizo declaraciones en el Parlamento escocés desmentidas por los datos oficiales.

En su informe, Madrigal-Borloz sugiere que preguntar «¿Qué es una mujer?» podría no superar los límites de la libertad de expresión y suponer la incitación al odio

La postura irracional de Madrigal-Borloz, que reduce a transfobia prácticamente todo lo relacionado con la realidad biológica de las mujeres y la defensa de nuestros derechos, está siendo adoptada también por los Gobiernos de la izquierda posmoderna que reproducen en sus países estos desatinos en sus leyes y sus políticas públicas y acusan de delito de odio a las feministas.

Esta criminalización del feminismo per se ya ha llegado a España, como hemos podido comprobar en algunos actos de la reciente campaña electoral, donde algunas dirigentes políticas españolas, seguidas por sus adeptos, acusaban de transfobia a las feministas cuando preguntaban en sus mítines «qué es ser mujer o madre», o acerca de las víctimas de la violencia machista o nuestros derechos. Según se puede comprobar en los vídeos publicados en prensa y redes, la acusación de delito de odio por transfobia era la respuesta recurrente que daban las dirigentes políticas de la confluencia Podemos y Sumar y sus prosélitos, cuando las feministas preguntaban sobre cuestiones referentes a las mujeres. Lo cierto es que, según consta, en ningún momento se dijo nada sobre las personas trans. Esta acusación de transfobia hecha a las feministas es gravísima y jurídicamente resulta inaceptable, porque criminaliza al feminismo, como explicaré más en detalle en la segunda parte de este escrito.

El caso es que se están cumpliendo las predicciones fundadas que en 2020 hicieron al respecto las ocho Casandras españolas: Amelia Valcárcel, Ángeles Álvarez, Laura Freixas, Alicia Miyares, Angustias Bertomeu, Marina Gilabert, Rosa María Rodríguez Magda y Victoria Sendón, cuando  advirtieron de lo lesivo que resultaría la autodeterminación del sexo para los derechos de las mujeres y menores de edad. Por ello, resultan muy significativas las declaraciones de la relatora especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres y las niñas realizadas hace unos días.

Consciente de las crecientes amenazas e intimidaciones que sufren las mujeres que defienden los derechos de las mujeres, sean heterosexuales o lesbianas, la relatora de la ONU ha expresado su profunda preocupación por el deterioro de la calidad democrática que sufren los países occidentales, donde se está extendiendo la práctica de acusar de odio a las mujeres por defender sus derechos, restringiendo o impidiéndoles ejercer sus libertades de expresión, opinión, reunión y manifestación, entre otras. En palabras de Reem Alsalem traducidas por Tribuna Feminista:

Me preocupa la frecuente táctica de las campañas de desprestigio contra las mujeres, las niñas y sus aliados por sus creencias sobre la no discriminación por razón de sexo y las relaciones homosexuales. Tacharlas de «nazis», «genocidas» o «extremistas» es un medio de ataque e intimidación con el propósito de disuadir a las mujeres de hablar y expresar sus opiniones. Tales acciones son profundamente preocupantes, ya que pretenden infundirles miedo, hacerlas callar e incitar a la violencia y al odio contra ellas. Tales actos afectan gravemente a la participación digna de las mujeres y las niñas en la sociedad”.

Como veremos en la segunda parte, todas estas cuestiones puestas de manifiesto por Reem Alsalem son algunas de las expresiones más graves de lo que aquí denunciamos como la criminalización del feminismo y el creciente vaciamiento de los derechos humanos de las mujeres, que no son otra cosa que la misma misoginia de siempre, ahora exteriorizada también por algunas mujeres que ejercen posiciones de poder adoptando roles patriarcales.

Aunque se refería a los hombres, las reflexiones de Gerda Lerner sobre el poder patriarcal usado para eliminar a las mujeres rebeldes también se pueden predicar de algunas mujeres poderosas como estamos viendo en España: se da “preferencia a las mujeres dóciles y a aquellas que se adecúan perfectamente a la descripción del trabajo. Los hombres castigan con el ridículo, la exclusión o el ostracismo a cualquier mujer que se arroga el derecho a interpretar su propio papel o, el peor de todos los males, el derecho a reescribir el argumento”. Éstas son las tácticas de derribo que se están implementando contra las feministas radicales, las que combaten de raíz las causas de la opresión de las mujeres.

Mi reconocimiento a las valientes mujeres que llevaron el feminismo a los mítines de los partidos autoidentificados de izquierda, que hoy han podido comprobar que, sin el voto feminista, no pueden ganar las elecciones. Sin mujeres, no hay democracia. Y sin el feminismo, no es posible construir una sociedad justa y libre.

Fuente de la información: https://tribunafeminista.org

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¿Por qué le dedicamos tanto tiempo al trabajo y no a la escuela?

Por: Abelardo Carro Nava

Pensemos por un momento cuál es la función de la maestra o maestro en la escuela; pensemos si en verdad vale la pena destinar tanto tiempo al …

Con la llegada del cierre del ciclo escolar, las actividades de una naturaleza poco pedagógica y didáctica aparecen a raudales en los centros escolares; pienso que alguien, en algún momento de su aburrida función pública, sentado en la comodidad de un escritorio se le ocurrió que, a mayor cantidad de “papeleo” administrativo en las escuelas se obtendrían mejores resultados; claro, lo importante era conseguir, de la forma que fuera, la mal llamada calidad educativa aunque ello significara delegar a un segundo plano el aprendizaje de las niñas, niños y adolescentes.

1. Evaluaciones finales (con todo lo que ello implica: baterías por materia y/o grado, aplicación de exámenes, calificación de exámenes, concentrado de calificaciones, revisión de otros instrumentos de evaluación empleados en otras actividades para obtener calificaciones finales, registro de evaluaciones en listas específicas, etcétera), 2. Calificaciones finales, 3. “Subida” de evaluaciones/calificaciones a plataforma, 4. Fichas descriptivas y/u observaciones por alumno, 5. Expedientes de los alumnos en condición de rezago o sin rezago, 6. Planeación de actividades de reforzamiento para alumnos, y para alumnos en condición de rezago, 7. Elaboración de material didáctico para este plan de reforzamiento, 8. Planeación de actividades para reuniones con padres de familia, 9. Reunión para entrega de calificaciones/boletas a padres de familia, 10. Actividades del Programa denominado Escuela para Padres, 11. Cooperativa escolar, 12. Revisión de cuentas y entrega de cooperativa escolar, 13. Revisión de cuentas con Comités de Padres de Familia; 14. Revisión de cuentas con Contraloría, 15. Levantamiento o revisión de inventarios, 16. Elaboración de estadística y entrega de la misma, 17. Entrega de resguardos (TIC, libros, material o recursos didácticos diversos, etc.), 18. Actas de acuerdos de reuniones de vinculación realizadas durante el ciclo escolar, 19. Informes de avances de las actividades permanentes del Programa Escolar de Mejora Continua (PEMC) con evidencias del trabajo desarrollado en el aula, 20. Informes de comisiones (acción social, puntualidad e higiene, etcétera), 21. Revisión y entrega de bitácoras por grupo, 22. Entrega de portafolios con evidencias de aprendizaje del ciclo escolar, 23. Captura de evaluación diagnóstica de MEJOREDU, 24. Análisis y comparación de la primera aplicación de la evaluación diagnóstica de MEJOREDU con la captura de resultados de la segunda aplicación, 25. Gráficas de aprovechamiento por asignatura y grado, 26. Aplicación de exámenes de admisión en diferentes niveles educativos, 27. Informe(s) del Consejo de Participación Social, 28. Portafolio FONE, 29. Entrega del Programa La Escuela es Nuestra (LEEN), 30. Estrategia Estatal de Alfabetización con características propias del estado en que se aplique, 31. Implementación de la Estrategia Curricular en Igualdad de Género (ECIG), 32. Resultados de la aplicación de la Estrategia de Igualdad de Género, 33. Actualización y capacitación sobre la Nueva Escuela Mexicana, Plan de estudios 2022, Programa Sintético, Programa Analítico y Metodologías Activas, 34. Talleres de formación para directivos sobre la NEM con la finalidad de que sean reproducidos con sus colectivos docentes, 35. Cursos sobre Protección Civil y/o Seguridad Escolar, 36. Cursos sobre Convivencia Escolar y Pacífica, 37. Talleres sobre Educación Socioemocional y/o Emociones, 38. Preparación de materiales para los Consejos Técnicos Escolares (CTE), 39. Construcción del Programa Analítico, 40. Organización del siguiente ciclo escolar (grados, grupos y comisiones), 41. Reunión con autoridades (jefes de sector, supervisores o directores), 42. Ensayos para clausuras y/o graduaciones, 43. Ensayos para concursos de Himno Nacional y/o de Escoltas, 44. Demostraciones de aprendizajes o de diversas actividades que promuevan compartir experiencias, 45. Acantonamientos o campamentos pedagógicos, 46. Talleres para padres de familia e hijos, 47. Atención a la parcela escolar (de manera continua y permanente), 48. Faenas con alumnos, padres de familia y personas de la comunidad, 49. Ceremonias de clausura y/o graduación, 51 Preparación para el taller y formación continua programado para mediados de julio, 52. Entrega y/o cumplimiento de todo lo anterior para recibir hoja de liberación y, con ello, “disfrutar” de un receso escolar que es eso, un receso y no vacaciones.

Lo anterior, solo es un breve listado de esas actividades que llegan a raudales a las escuelas, prácticamente, a principios del mes de junio. ¿Cuál es su sentido pedagógico, didáctico o formativo? Como se ha visto, muchas de ellas obedecen al plano de la gestión escolar, otras están vinculadas a la formación continua, una tantas más refieren a un proceso de demostración del trabajo realizado, etcétera, sin embargo, unas cuantas más no tienen un sentido formativo más que aquel que la misma autoridad educativa suele determinar en sus territorios.

¿Y si dejáramos de pensar que la escuela son infinidad de documentos, informes, reportes, fichas, etcétera, etcétera, etcétera que los docentes tienen que entregar para que puedan ser “liberados” y nos enfocáramos en lo que realmente es importante como el proceso de enseñanza y aprendizaje? No niego que, en ese proceso, por ejemplo, la planeación didáctica sea importante, pero dicha planeación, ¿tiene que hacerse en el formato que la autoridad educativa determine para que pueda ser entregado o subido a una plataforma que, mayoritariamente, nadie revisa y, mucho menos, brinda sugerencias? En verdad ¿es necesario la entrega de tantos informes que, prácticamente, nadie revisa y mucho menos retroalimenta?

Y bueno, ojalá que toda la información solicitada se empleara para que los colectivos docentes, tanto al final del ciclo escolar o al inicio de éste recibieran esa retroalimentación tan requerida, por ejemplo, de las actividades que de la noche a la mañana son impuestas desde las Secretaría de Educación Pública federal o estatales, pero no, desafortunadamente no sucede así, porque los informes, los reportes, los documentos, entre otros, generalmente terminan en un archivero que, años más tarde, se convierten en archivo muerto.

Pensemos por un momento cuál es la función de la maestra o maestro en la escuela; pensemos si en verdad vale la pena destinar tanto tiempo al “papeleo” administrativo en lugar del pedagógico y didáctico; pensemos si en verdad vale la pena destinar tanto tiempo a un trabajo infructuoso en lugar de aquel que puede destinársele a la escuela donde la prioridad didáctico-pedagógica, siempre y en todo momento, tendría que ser el motor que encendiera el aprendizaje de las niñas y los niños.

Pensemos por un instante, en qué momento dejamos de dedicarle más tiempo a la escuela para destinárselo al trabajo. Sí, pensémoslo por un instante…

Fuente de la información:  https://profelandia.com

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La Lectura y Escritura en las y los Jóvenes como Motores del Cambio en la Digitalización Educativa

Por: Luz D Palomino M/CII-OVE

En la era de la digitalización, donde la tecnología está en constante evolución, la lectura y escritura continúan desempeñando un papel fundamental en la formación y desarrollo de las y los jóvenes. La combinación de estas habilidades cognitivas e instrumentales no tiene por que conflictuar con el acceso a recursos digitales y herramientas tecnológicas, ya que estas últimas han abierto nuevas oportunidades para que las y los jóvenes se conviertan en agentes de cambio en la sociedad actual. En este artículo, exploraremos las posibilidades de la hibridación de lectura, escritura y digitalización educativa, analizando su impacto, los desafíos que enfrentan y las posibles alternativas para maximizar su potencial transformador.

Comenzamos reafirmando que lo digital-virtual se ha convertido en un hecho omnipresente en la sociedad actual, claro está, mediado por las diferencias de origen social y sus posibilidades de acceder a las innovaciones. Ello no se limita al uso operario de dispositivos, sino que implica reconocer que para una parte importante de la juventud, leer y escribir no están hoy solo vinculados al papel impreso, sino que cada día interpretar, comprender y escribir están asociados a una pantalla y teclado, es decir implica contar con capacidad de utilizar las tecnologías de la información y comunicación (TIC) de manera efectiva y crítica para la esfera de la comunicación. En consecuencia, la alfabetización digital implica el desarrollo de habilidades y capacidades para  buscar, evaluar y utilizar la información de manera responsable, así como de comunicarse, escribiendo y leyendo en entornos digitales.

Así, la lectura y escritura se configuran como elementos centrales y esenciales en cualquier dinámica de alfabetización digital. La lectura digital implica habilidades para comprender y analizar textos en formatos electrónicos, como páginas web, documentos en línea y medios digitales. La escritura digital, por su parte, involucra la capacidad de expresarse de forma clara y efectiva a través de diferentes medios digitales, como blogs, redes sociales y correos electrónicos. Incluso, el uso de la Inteligencia Artificial (IA) demanda un manejo adecuado de la lectura y escritura en entornos digitales.

Aunque la aproximación que hacen los más jóvenes a la lectura expresa diferencias entre la lectura tradicional y la lectura digital, ambas son complementarias y esencialmente necesarias en la educación. La lectura tradicional en papel se suele usar aún, para  el acceso a textos largos y complejos, aunque comienza a incrementarse la franja de lectores digitales de textos largos en herramientas como el Kindle, Se suele decir que la lectura tradicional, en papel impreso favorece la concentración y la comprensión profunda, pero el creciente número de descargas de e-books parecieran indicar que lo digital cada vez tiene un uso más complejo. Por otro lado, la lectura digital se suele vincular al acceso instantáneo a una amplia variedad de contenidos, recursos y perspectivas, es innegable que herramientas como los periódicos impresos que manejan contenidos más densos migran aceleradamente del formato impreso al digital, siendo las y los jóvenes un sector importante de los y las lectoras, así como de suscriptores. Una ventaja competitiva de la lectura digital es que permite interactuar con contenidos a través de hipervínculos, multimedia y herramientas de búsqueda, que en la lógica cognitiva de los más chicos hace mas corto el camino de las relaciones entre información y su uso.

La lectura digital también fomenta habilidades como la lectura crítica y la evaluación de fuentes. Los más jóvenes están aprendiendo a diferenciar lo veraz de las falsas o fake news, ya que en línea encontramos una gran cantidad de información basura, de dudosa calidad, pero el ejercicio de discriminar es una forma de fomentar el pensamiento crítico, racional y científico a través de la lectura. Las y los jóvenes cada vez han aprendido más a discernir y diferenciar entre fuentes confiables y no confiables, y analizar la información de manera contrastable.

En la era digital, la escritura adquiere un nuevo nivel de importancia y relevancia. A través de la escritura digital, las y los jóvenes pueden expresar sus ideas, opiniones y creatividad en una amplia gama de formatos, desde publicaciones en blogs hasta comentarios en redes sociales. La escritura digital brinda una plataforma para que ell@s se hagan escuchar y se conecten con audiencias más amplias.

Además, la escritura digital empodera a las y los jóvenes al permitirles participar activamente en la creación y difusión de contenidos que tienen un uso social más nítido  e inmediato, en oposición a los rituales de publicación del formato impreso.  Esto tiene implicaciones muy claras en las formas sociales de aprendizaje ético que se está dando, aunque ante la falta de referentes claros esto ocurre muchas veces por ensayo y error. Las y los jóvenes hoy pueden convertirse en creadores de contenido digital, compartir sus perspectivas y contribuir a la conversación en línea. Esto fomenta su sentido de pertenencia, autonomía y capacidad para influir en su entorno.

Si bien es cierto que la digitalización educativa ha abierto nuevas oportunidades para la lectura y escritura, también presenta desafíos y barreras que deben ser abordados. Estos desafíos pueden afectar la forma en que las y los jóvenes se relacionan con la lectura y escritura, y pueden obstaculizar su desarrollo y aprovechamiento de estas habilidades en el entorno digital.

Uno de los principales desafíos en la digitalización educativa es la brecha digital y el acceso desigual a recursos digitales. No todos las y los jóvenes tienen acceso a dispositivos electrónicos confiables o a una conexión a Internet estable. Esto limita su capacidad para acceder a materiales de lectura digitales, bibliotecas en línea y herramientas de escritura. La falta de acceso equitativo dificulta que los jóvenes aprovechen al máximo las oportunidades que ofrece la digitalización educativa y puede acentuar las desigualdades educativas existentes. Si la digitalización no está accesible para todos y todas por igual, ello genera nuevas formas de exclusión y odiosas diferencias que afectan el derecho a la educación.

También, en esta era digital ha llevado a una sobreabundancia de información, lo que puede dificultar que los jóvenes encuentren fuentes confiables y relevantes para la lectura y escritura académica. La capacidad para evaluar críticamente la calidad y la veracidad de la información se vuelve fundamental. Las y los jóvenes están contribuyendo en la creación de protocolos y procesos que permitan marcos institucionales y sociales para discernir entre información confiable y no confiable, evaluar la credibilidad de las fuentes y filtrar la información relevante para sus necesidades de lectura y escritura. La falta de estos protocolos y de habilidades para interactuar en estas dinámicas selectivas puede facilitar la propagación de información errónea y la falta de rigor en la escritura académica, algo que debemos evitar con urgencia

La digitalización educativa también trae consigo el desafío en materia de aprendizaje, fundamentalmente debido a los cambios  en las dinámicas de concentración-distracción y las metódicas de focalización en entornos digitales. Los dispositivos electrónicos y las plataformas en línea pueden ser una fuente constante de interrupciones, producto de las notificaciones de redes sociales, mensajes instantáneos y contenido no relacionado con el objetivo de lectura o escritura, pero ello puede ser evitado con programación simple de los aparatos, como las de desactivar las notificaciones mientras se desarrollan dinámicas de enseñanza-aprendizaje, así el dispositivo deja de ser un elemento de perturbación y puede convertirse en material de apoyo. A veces lo que ocurre, es que el personal docente no ha sido formado para trabajar en entornos digitales y desconoce muchos temas que se vinculan a su uso, diferenciado la dinámica escolar de la social, quizá por ello se suele decir que los dispositivos virtuales solo sirven para distraer a las y los jóvenes y evitan que se mantengan la concentración y el compromiso necesario para una lectura profunda y una escritura efectiva. Las y los jóvenes, así como los y las docentes, deben aprender a no solo gestionar estas distracciones y desarrollar estrategias para mantenerse enfocados en su trabajo académico, sino que resulta perentorio construir consensos de trabajo en el aula, alejados del adultocentrismo.

La promoción de la lectura y escritura en los jóvenes en la era digital requiere la implementación de estrategias y soluciones efectivas. A continuación, se presentan algunas propuestas para potenciar estas habilidades en los jóvenes:

  • Integración de la lectura y escritura digital en el currículo educativo

Es fundamental que la lectura y escritura digital sean integradas de manera transversal en el currículo educativo. Esto implica incluir actividades y proyectos que fomenten la lectura de textos digitales, como blogs, artículos en línea, libros electrónicos, y la escritura en diferentes formatos digitales, como ensayos, presentaciones multimedia y debates en línea. Asimismo, se deben proporcionar oportunidades para que las y los jóvenes utilicen herramientas tecnológicas y recursos digitales en sus tareas de lectura y escritura.  Esto no se debe ver como algo en oposición al libro impreso, sino complementos el uno del otro.

  • Promoción de prácticas de lectura crítica y análisis de fuentes digitales

En la era de la información digital, es esencial promover prácticas de lectura crítica y análisis de fuentes digitales. Las y los jóvenes deben aprender a evaluar la credibilidad y la calidad de la información en línea, identificar sesgos y reconocer fuentes confiables. Esto implica enseñarles estrategias de búsqueda y selección de información, así como el desarrollo de habilidades de lectura crítica para interpretar y evaluar textos digitales de manera rigurosa. Contrastar con distintas fuentes y donde sea posible con la propia realidad ayuda a despertar conciencias.

  • Uso de herramientas tecnológicas para fomentar la escritura creativa y colaborativa

Las herramientas tecnológicas ofrecen una amplia gama de posibilidades para fomentar la escritura creativa y colaborativa en los jóvenes. Se pueden utilizar aplicaciones y plataformas en línea que permitan la creación de textos en diferentes formatos, como blogs, wikis, foros y redes sociales. Estas herramientas facilitan la colaboración entre los jóvenes, la retroalimentación de pares y la publicación de sus escritos en un entorno digital, en tiempo real, algo que se corresponde a la forma de entender la temporalidad por parte de las nuevas generaciones.

  • Desarrollo de programas de alfabetización digital inclusivos y equitativos

Es importante desarrollar programas de alfabetización digital inclusivos y equitativos que garanticen que todas y todos las y los jóvenes tengan acceso y oportunidades para desarrollar sus habilidades de lectura y escritura en el entorno digital. Esto implica brindar acceso a dispositivos y conectividad confiable, así como promover la capacitación de docentes en el uso de herramientas digitales y en la enseñanza de la lectura y escritura en entornos digitales. Además, se deben considerar las necesidades de los estudiantes con discapacidades y asegurar que los recursos digitales sean accesibles para todas y todos.

En conclusión, la lectura y escritura desempeñan un papel fundamental en la digitalización educativa. La alfabetización digital se ha vuelto esencial en la sociedad actual, y tanto la lectura como la escritura son componentes claves de la construcción compartida de habilidades. La lectura tradicional y la lectura digital, enfocadas adecuadamente y superando el maniqueismo entre una y otra, se complementan entre sí, brindando a las y los jóvenes acceso a una amplia gama de información y desarrollando habilidades críticas. Por su parte, la escritura digital ofrece plataformas para expresarse, conectar con otras y otros y participar activamente en la sociedad digital. La integración de la lectura y escritura en la educación digital es crucial para prepararl@s para un mundo en constante evolución y aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la era digital.

Esta digitalización educativa critica presenta desafíos y barreras para la lectura y escritura. La brecha digital y el acceso desigual a recursos digitales, la saturación de información y la dificultad para evaluar su calidad, y las distracciones y falta de enfoque en entornos digitales son algunos de los desafíos que deben ser abordados. Es importante implementar estrategias y políticas que promuevan un acceso equitativo, desarrollen habilidades de evaluación de información y fomenten el enfoque y la concentración en los entornos digitales, para que las y los jóvenes puedan aprovechar al máximo las oportunidades de la digitalización educativa. No miremos el futuro de la lectura como neo inquisidores que se niegan a encontrar el vínculo indisolubre entre tradición e innovación.

Bibliografías Consultadas:

Marquès, P. (2017). Aprender y enseñar en entornos digitales: La alfabetización digital en la sociedad del conocimiento. Octaedro.

Valverde, J. (2014). Alfabetización digital y competencias informacionales en América Latina: Desafíos y propuestas. Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación.

Aguaded, I., & Cabero, J. (Eds.) (2018). Competencias mediáticas y digitales: Dimensiones e indicadores. Comunicación Social.

Bárcena, F., & Cabello, F. (2013). Enredados: Aprendizaje y conocimiento en la sociedad digital. Fondo de Cultura Económica.

Gros, B., & Sánchez-Valverde, B. (2015). Tecnologías para la transformación educativa: La digitalización en el aula. Octaedro.

Luis Bonilla Molina. (2023) Nueva cruzada conservadora en las escuelas y universidades: el lápiz contra la inteligencia artificial

Prendes, M. P., & Gutiérrez, I. (2016). Educación expandida: Nuevas formas de aprendizaje y enseñanza en entornos digitales. UOC Press.

Torres, J. (2017). Alfabetización mediática y competencia digital. Hacia un modelo integrado para la educación mediática. Gedisa.

Anexo:

Aquí se adjunta un listado de recursos digitales y herramientas tecnológicas recomendadas para la lectura y escritura en la era digital, junto con enlaces y descripciones breves de su funcionalidad. Estos recursos pueden ser utilizados por los jóvenes como apoyo adicional en su proceso de lectura y escritura.

Goodreads (www.goodreads.com): Plataforma en línea donde los jóvenes pueden descubrir, seguir y recomendar libros. También permite llevar un registro de lecturas, escribir reseñas y unirse a grupos de discusión sobre libros.

Grammarly (www.grammarly.com): Herramienta de corrección gramatical y ortográfica que ayuda a mejorar la calidad de la escritura en inglés. Proporciona sugerencias de corrección en tiempo real y también ofrece explicaciones detalladas sobre errores comunes.

Google Docs (docs.google.com): Una herramienta de procesamiento de textos en línea que permite a los jóvenes escribir y colaborar en documentos de forma simultánea. También cuenta con funciones de revisión de texto y comentarios para facilitar la retroalimentación entre los usuarios.

Scribd (www.scribd.com): Una biblioteca digital que ofrece acceso a una amplia variedad de libros electrónicos, audiolibros, documentos y revistas. Los jóvenes pueden explorar diferentes temas y leer contenido relevante para sus intereses y necesidades académicas.

Zotero (www.zotero.org): Una herramienta de gestión de referencias bibliográficas que facilita la organización y citación de fuentes para trabajos académicos. Permite recopilar, guardar y formatear las referencias de manera automática en diferentes estilos de citación.

Flipboard (flipboard.com): Una aplicación que permite a los jóvenes crear su propia revista digital personalizada. Pueden seleccionar temas de interés y recibir noticias, artículos y contenido relevante de fuentes confiables en un formato visual y atractivo.

Padlet (padlet.com): Una plataforma en línea que permite crear murales virtuales donde se pueden organizar y compartir ideas, notas, imágenes y enlaces. Es útil para la planificación y la recopilación de información durante el proceso de escritura.

TED-Ed (ed.ted.com): Una plataforma que ofrece una amplia gama de charlas y lecciones en video sobre diversos temas. Las y los jóvenes pueden encontrar inspiración, ampliar sus conocimientos y obtener ideas para la escritura a partir de las conferencias y presentaciones disponibles.

Evernote (evernote.com): Una aplicación que permite tomar notas, capturar ideas y organizar la información de manera digital. Las y los jóvenes pueden utilizarla para tomar apuntes durante la lectura, crear listas de tareas y mantener un registro de ideas para sus proyectos de escritura.

Readability (www.readability.com): Una herramienta que simplifica la presentación de contenido en línea para una lectura más fácil y agradable. Permite eliminar distracciones, ajustar el tamaño de la fuente y guardar artículos para leer más tarde.

Estas son solo algunas de las muchas herramientas y recursos digitales disponibles. Cada una de ellas puede ser una valiosa adición al proceso de lectura y escritura de los jóvenes, brindando apoyo adicional y facilitando la experiencia en la era digital.

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Por: Luis Bonilla-Molina

(escrito para Viento Sur)

Leyendo a Bifo (2015), podemos asociar la llegada del neoliberalismo con la desaparición de los héroes, individuales y colectivos.  El autonomista italiano se atreve a datar en 1977 el momento en el cual “el mundo se desplazó desde la era de la civilización humana hacia una era desevolutiva o de descivilización” (Berardi, 2015: 11), proceso que se mostraría claramente en la UNESCO a partir de 1991.

El magisterio a escala mundial construyó un imaginario de héroe colectivo en la UNESCO. Incluso una parte importante del pensamiento crítico, y alguno que otro izquierdista extraviado, coloca como parámetro de referencia, como última palabra sobre el tema educativo aquello que dice o plantea el organismo ubicado en la 7, Place de Fontenoy de París. Ese héroe se ha venido convirtiendo en un paladín del capitalismo neoliberal, en un monstruo grande que pisa fuerte (Gieco, 1978) el derecho a la educación, especialmente para los hijos e hijas de la clase trabajadora.

Quizá por ello, desde distintos territorios y variados lugares de enunciación se comienzan a escribir páginas de historia crítica de la UNESCO. Este pequeño texto solo tiene la pretensión de invitar a mirar lo que hace el organismo multilateral con la perspectiva de quienes vivimos del trabajo, cuidando de no deslumbrarnos por las candilejas de un sentido común que carece de perspectiva política. Esta invitación sobre una breve historia crítica de la UNESCO es necesaria para comprender cómo este organismo es parte del diseño en la educación del futuro del sistema capitalista en la era digital.

El orden capitalista post segunda guerra mundial

El orden mundial que surgió de la Segunda Guerra Mundial generó un capítulo educativo para imponer la estandarización de políticas públicas: la UNESCO. A pesar de ser este organismo parte íntegra del multilateralismo de Naciones Unidas, existe una percepción extendida en la población y parte del magisterio respecto a la supuesta autonomía, neutralidad y capacidad de consenso del mismo, pero nada más errado.

Lo cierto es que la UNESCO es un organismo dependiente del sistema de Naciones Unidas cuyas decisiones estratégicas (planes, programas, autoridades, políticas, presupuesto) son tomadas hoy en día por la Conferencia General, compuesta por los representantes oficiales de los gobiernos de los 193 Estados miembros de la organización, en su inmensa mayoría con una perspectiva capitalista neoliberal. La Conferencia General que elige al Consejo Ejecutivo (CE), en la última Conferencia (2022) designó a los 58 integrantes de esta instancia.

La percepción errónea extendida sobre la UNESCO es atribuible a dos factores objetivos y uno subjetivo. Por una parte, la UNESCO, desde su creación y en el periodo de la llamada guerra fría (1917-1991), cumplió para el sistema-mundo capitalista, el rol de espacio de encuentro entre las culturas de los dos polos antagónicos (soviético-capitalista), lo cual implicaba construir una narrativa y performance funcional lo suficientemente amplio para garantizar diálogo, sobre todo en uno de los aspectos centrales de la reproducción de la ideología capitalista: los sistemas escolares y las universidades. La experiencia soviética no fue capaz de romper con la matriz institucional de la máquina escolar que impulsó el capitalismo en las dos primeras revoluciones industriales.  Este trabajo de puente entre dos mundos, en medio de una terrible guerra ideológica, facilitó la construcción del imaginario de una UNESCO progresista e incluso hasta de izquierdas, mientras que lo que estaba era intentando que el polo comunista se fuera alineando a la lógica sistémica del mercado. China hoy es la mejor expresión de los resultados a largo plazo de esta operación, un sistema escolar basado en la lógica del mercado, la neurociencia y el uso instrumental de la tecnología, que ha desterrado el pensamiento crítico y se presenta como modelo para vincular la formación escolar con la empleabilidad y el desarrollo del modo de producción capitalista.

Por otra parte, el sistema mundo le construyó a la UNESCO la identidad de punto de referencia y orientación para lo educativo. Para ello, elaboraba narrativas confusas, presentadas como resultados de consensos entre derecha e izquierda política, que defendían la inversión pública en educación a la par de propiciar un nicho para la gestión privada que fuera modelando diversas formas de privatización, mercantilización y estandarización conforme a las pautas del mercado.

Cada quien, según su perspectiva política de la educación, interpretaba y subrayaba lo que le parecía más próximo a su pensar; este nadar entre dos aguas de la UNESCO se vendía como pluralidad, cuando en realidad era la punta de lanza de sofisticadas formas de entender lo educativo como mercancía. A ello contribuyó el hecho que en buena parte de la historia de la UNESCO (1945-1993) los integrantes del órgano de dirección del Consejo Ejecutivo (CE) de la UNESCO fueran presentados como integrantes a título personal, lo cual abiertamente dejó de ser a partir de 1993, cuando pasaron a ser representantes oficiales de los Estados miembros.

En términos subjetivos, como explica Said (1978), la creciente hegemonía de la idea del conocimiento científico como un saber despolitizado fue convirtiendo el debate educativo bajo la tutela de la UNESCO en un asunto meramente técnico-pedagógico y cualquier intento de situar sus argumentos en el plano de la contradicción capital-trabajo era atacado como una desviación ideológica. En consecuencia, si la UNESCO era progresista, hasta de izquierdas, con enorme capacidad de formulación técnico pedagógica y se situaba en el olimpo del apoliticismo, esta supuesta neutralidad era presentada como objetividad y referencia respecto a lo que había que hacer más allá de los asuntos políticos e ideológicos. El apoliticismo es en realidad una forma ideológica del capitalismo que se esconde en argumentos técnicos neutrales para darle viabilidad a cambios estructurales que tendrían múltiples resistencias si se develara su real raíz ideológica.

En las últimas décadas esta objetividad educativa o sentido común educativo es presentada como un consenso entre los que piensan, los Bancos de Desarrollo (Banco Mundial, OCDE, BID, CAF), las instancias supranacionales del mercado (Fondo Monetario Internacional, Organización Mundial de Comercio), organismos de diálogo (tipo Foro Económico Mundial) y las instancias educativas del multilateralismo (UNESCO, UNICEF, entre otros), cuando en realidad todas estas instancias interpretan distintos instrumentos de la melodía que emana de las grandes financieras globales que incluso modelan las narrativas de las naciones imperialistas.

            La mejor evidencia de lo que afirmamos es el proceso de modificación, a través del tiempo, de la estructura, los mecanismos de selección y el funcionamiento del CE de la Unesco. Como demuestra el documento “El Consejo Ejecutivo de la UNESCO”, desde la década de los cincuenta del siglo XX, se fueron generando reformas en sus Estatutos hasta llegar en 1991, en pleno proceso de desmantelamiento de la URSS, a definir que a partir de 1993 (27ª reunión de la Conferencia General) el Consejo Ejecutivo estaría “compuesto de Estados miembros y no de miembros elegidos a título personal” (UNESCO, 2022: 11).

Las cinco reformas del CE muestran las tensiones entre la necesidad de mostrar al público a la UNESCO como un organismo no gubernamental y ocultar su real funcionamiento como órgano dependiente de la ONU, y por ende encuadrado en la lógica del multilateralismo del sistema mundo capitalista.

Desde la creación de la UNESCO hasta la primera reforma, los integrantes del CE ostentaban la condición de integrantes electos a título personal con el aval de ser electos por los representantes gubernamentales en la Asamblea General.  Eso permitía que el organismo tuviera un aire de independencia, fundamental para la tarea asignada de espacio de encuentro, que a la vez legitimaba liderazgos que luego jugaban un rol de gobernabilidad educativa nacional y posibilitaban el proceso creciente de estandarización educativa global.

La queja creciente de los gobiernos era que no tenían un control férreo del organismo, porque a pesar de que los electores al CEdebían contar con sus avales, estos disponían con demasiados “grados de libertad”, algo que iba contra las lógicas del poder político de los Estados miembros.

            Las sucesivas reformas fueron garantizando que el capital político acumulado por décadas se pusiera al servicio de los objetivos del neoliberalismo. A continuación, se sintetizan las principales reformas de las normas de conformación y facultades del CE de la UNESCO:

  • La reforma de 1954 dotó a los integrantes del Consejo Ejecutivo de la doble cualidad de directivo a título personal y, “representante del Estado del que era nacional”, sin que ello modificara la cualidad de composición del Consejo, “cuyos miembros no eran Estados sino personas expresamente designadas” (UNESCO, 2022, p.10). A pesar de que era presentado como una forma de funcionamiento despolitizado, esto tenía una razón político-ideológica concreta: filtrar a los representantes del Este-comunista para evitar que fueran figuras con tradición intelectual de izquierdas quienes llegaran a la conducción del organismo multilateral.
  • La reforma de 1968 trabajó la proporcionalidad de los territorios y regiones que conformaban el Consejo Ejecutivo, estableciendo mecanismos de rotación para garantizar que integrantes de todos los países pasaran a formar parte en algún momento el Consejo Ejecutivo. Conscientes las instituciones multilaterales del sistema mundo, respecto al desarrollo desigual y combinado del sistema capitalista (Mandel, 1975), esta orientación procuraba crear las condiciones para definir políticas diferenciadas en un marco general para territorios con desarrollos disímiles. En consecuencia, de lo que se trataba era que ningún sistema escolar, independientemente del desarrollo de las fuerzas productivas en cada país, quedara desalineado de la lógica del capital en educación.
  • La reforma de 1972 se concentró en establecer el periodo de permanencia de los integrantes del Consejo, a cuatro años, con el propósito declarado de dar la mayor oportunidad a los distintos países. Era evidente que el pase de nacionales por el Consejo Ejecutivo garantizaba contar con interlocutores locales para la implementación de las políticas de normalización y estandarización educativa, por lo cual había que garantizar que todos los países pasaran por esta instancia de dirección dela UNESCO.
  • La reforma de 1976 se orientó a establecer los mecanismos y procedimientos para poder sustituir a los representantes del Consejo Ejecutivo con ausencias temporales o permanentes. Esta iniciativa blindaba al organismo multilateral de crisis políticas internas resultantes de la necesidad de sustituir a un miembro (por muerte, renuncia u otra circunstancia) lo cual generaba tensiones y presiones de los campos ideológicos en disputa en ese momento histórico.
  • La reforma de 1991: modificó el “el artículo V de la Constitución de la UNESCO, relativo a la condición de los miembros del  Consejo Ejecutivo que a partir de la 27ª reunión de la Conferencia General (1993), está compuesto de Estados Miembros y no de miembros elegidos a título personal” (2022:11). Evidentemente, el proceso de desmantelamiento de la URSS, el giro lento y progresivo de China hacia la lógica del capital que venía dándose desde la reunión Nixon-Mao (1972), el curso regresivo de revoluciones como la vietnamita o la sandinista, el emerger de la inusitada aceleración de la innovación tecnológica, la crisis de estancamiento de los sistemas escolares por la incomprensión de los requerimientos del capital sobre la educación a partir de la tercera revolución industrial, la llegada de internet y el horizonte de la inteligencia artificial y su impacto en lo educativo demandaban un absoluto realineamiento de las operaciones de cambio educativo a escala global.  El paradigma del fin de la historia (Fukuyama, 1992) hacía obsoleta cualquier necesidad de consenso y encuentro entre ideologías otrora antagónicas (capitalismo/comunismo).

El desorden educativo del nuevo orden mundial

Desde su fundación y hasta la llegada de la tercera revolución industrial, la UNESCO tenía claro su rol de instancia para la masificación educativa, impulsando la estructuración y consolidación de los sistemas escolares con el propósito de garantizar la reproducción biopolítica del sistema capitalista mediante la educación para la democracia, la ciudadanía para el sistema político de representaciones, la educación para el consumismo y los enfoques disciplinares de aprendizaje. A la par que servía de plataforma para la distensión del conflicto geopolítico EE UU-URSS, procurando que el mundo soviético mantuviera intacta la estructura y funcionamiento de la machine educativa que apostaba por un cambio estructural fundamentado en contenidos alternativos y una elevación del estatus del trabajo en las escuelas y universidades, sin atreverse a superar la estructura escolar de Comenio (1657).

Pero el capitalismo de la tercera revolución industrial ahora requería una redefinición de la máquina escolar (Bonilla-Molina, 2023), que le permitiera evolucionar de los enfoques disciplinares a la transdisciplinariedad, que superara el ritmo de reproducción cultural abriéndose a la incorporación de lo nuevo mediante el acompañamiento de la aceleración de la innovación tecnológica, que pudiera prever el futuro inmediato y reorganizar el conocimiento que ese mañana demandaba.

Esto implicaba un giro de 180 grados para el organismo multilateral, cuya transición generó un conjunto de iniciativas de cambio paradigmático, siendo el Informe Faure (1973) la más reconocida. El Informe “Aprender a Ser: la educación del Futuro” (1973) operó como un catalizador para las iniciativas del cambio. Primero, al postular que existía una percepción negativa de la ciudadanía en el mundo respecto a la educación y el papel de los sistemas escolares, abriendo paso con ello a la ola de reformas educativas que se iniciaron a finales de esa década y continúan en el presente. Segundo, subraya que lo que se enseña en las escuela y universidades está desactualizado y las instituciones escolares tienen dificultad para incorporar lo nuevo en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Tercero, enfatiza en la precariedad de los sistemas escolares para formar el talento humano que requiere el mundo del trabajo en un modo de producción que tiende a la automatización, la informática, robótica y que demanda niveles inusitados de creatividad.

El Informe Delors (1996), “¿Hacia un bien común mundial?” (Unesco, 2015) y “Futuros de la Educación” (Unesco, 2021) lo que hacen es renovar el discurso sobre la necesidad de un cambio estructural de los sistemas escolares. Paralelamente, entre 1970 y 2015, la UNESCO crea un cuerpo de intelectuales que tienen la tarea de propagar la necesidad del capitalismo de la tercera revolución industrial como una “buena nueva”, bajo figuras narrativas como “la complejidad”, “reimaginar nuestro futuro juntos” y, más recientemente, “que hablen de educación los que saben de ello” (Unesco, 2021) que pretende limitar a un número pequeño y finito las voces a consultar sobre el destino de la educación.

En la tercera revolución industrial (1961-2015) la UNESCO se mostró ineficaz en el cumplimiento de las tarea delineadas por la propia Comisión Faure que ellos impulsaron, porque a pesar que en todo el mundo se hablaba de transdisciplinariedad, las escuelas y universidades transdisciplinarias no terminaron de nacer, se impulsaron procesos para institucionalizar el pensamiento complejo que resultaron en un desastre colosal, y la convergencia disciplinar (Bonilla-Molina, 2023) que comenzaba a dibujarse en el horizonte de los requerimientos del capital no tenía forma escolar de concretarse. Todo ello mostraba un serio estancamiento conceptual, epistemológico y paradigmático del organismo multilateral.

Sin embargo, todo el redireccionamiento de la política educativa supranacional, con tejido nacional, sirvió para imponer la cultura evaluativa (Bonilla-Molina, 2020) sobre docentes, instituciones, aprendizajes, así como la política de competencias por mercados educativos (rankings, bibliometría), mostrando eficacia política en la mercantilización, desterritorialización y estratificación escolar (Bonilla-Molina,2023).

El papel de la UNESCO en la actual reestructuración neoliberal

A partir de 1993, aprovechando el desconcierto por la caída del muro de Berlín y la popularidad del discurso sobre el fin de la historia, comienza a concretarse el alineamiento y sincronización de la UNESCO con el carro del neoliberalismo educativo. Podemos decir que Federico Mayor Zaragoza fue el último director general de la UNESCO (1987-1999) que contó con el perfil de ser un académico de consensos, humanista, plural y con una mirada interesante sobre el derecho a la educación. Sin embargo, le correspondió comenzar a conducir un CE, integrado fundamentalmente por representantes oficiales de los gobiernos.

En 1994, prácticamente sin resistencia alguna del pensamiento crítico en educación, la UNESCO crea el LLECE (Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación), que implica una asimilación de los paradigmas de gestión de la calidad total, estandarización regional de parámetros de medición y unificación de indicadores de seguimiento en materia de aprendizajes. Se trataba de acelerar la unificación de nuevos fines, metas, procesos y resultados impulsados en forma de políticas educativas nacionales por los Estados miembros. Esto complementaba, iniciativas de estandarización mundial, como lo fueron los acuerdos de Jomtein (1990), Dakar (2000), Foro Mundial de Educación de Corea del Sur (2015) y los Objetivos del Milenio (2000) que abrieron paso al paradigma del ODS4 de Calidad de la Educación (2015-2020) y las políticas de transformación digital de la educación (2015-2030).

La percepción que crece es que la UNESCO no ha podido construir una narrativa práctica que ilumine el horizonte del cambio educativo que demanda el capitalismo de la cuarta revolución industrial (Schwab, 2016), en un contexto de inusitada aceleración de la innovación con impacto en el mundo del trabajo y la empleabilidad, superación de la transdisciplinariedad por la convergencia disciplinar, así como de impacto de la Inteligencia Artificial (IA), reconocimiento biométrico facial, análisis de metadatos, internet de las cosas y bloques de datos en la educación.

La traducción simplista que hacen muchos decisores sobre las medidas a tomar se limita a crear nuevas materias, aulas invertidas de tecnología y otras prótesis tecnológicas (Sadin, 2020) para los sistemas escolares, cuando lo que pareciera demandar el centro tecnológico-económico capitalista es una reestructuración total de lo escolar, incluidas las nociones trabajadas hasta ahora de currículo, didácticas, evaluación, planeación y gestión escolar. UNESCO, al ser dirigida por representantes de gobiernos, tiene la lógica y los tiempos políticos de las burocracias gubernamentales y comienza a mostrar signos de incapacidad para resolver los desafíos del capitalismo actual. Tal vez por ello, otros organismos (BM, BID, CAF, OCDE, WEF, G-20 educativo) comienzan a disputarle su liderazgo en la conducción de la agenda educativa global. Esto se ha podido ver en la configuración de las políticas educativas globales a través del “filantrocapitalismo digital” (Saura, 2020).

Todo ello ocurre en medio de una parálisis cognitiva en una parte importante del pensamiento crítico en educación, como se evidenció en los preparativos y realización de la Conferencia Mundial de Educación Superior (CMES 2022) y el llamado Plan de acción en Educación Superior que sin consenso alguno pretende imponer UNESCO como ruta de cambios en el sector de la educación universitaria. Lo ocurrido en Barcelona (CMES 2022) es realmente vergonzoso y muestra la subordinación del organismo multilateral al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), (BM), FEM  (WEF), la Organización Mundial de Comercio y la “infocracia digital” (Han, 2022)  en temas como micro acreditación, formación profesional en manos del sector empresarial, formación universitaria de corta duración (dos años), revalidación periódica de las titulaciones profesionales, desmantelamiento de la formación en ciencias sociales y humanas teniendo como eje el nuevo paradigma de educación a lo largo de la vida para la empleabilidad.

La UNESCO es un organismo subordinado hoy a la lógica neoliberal pero, paradójicamente, con serias limitaciones para interpretar el horizonte de cambios que demanda el capitalismo bajo el formato de transformación digital. Navega a tientas en esta materia y esto le puede significar una derrota estratégica pues pareciera no estar en capacidad de llevar el barco de la educación ni al puerto del capitalismo digital, mucho menos al de la emancipación pedagógica.

Conclusión

La UNESCO está viviendo una crisis estructural de identidad, eficacia y legitimidad. Esta crisis se debe a la legitimación del modelo neoliberal y a los avances del capitalismo en la era digital en educación sin que ello haya significado que realmente pueda operar como institución de vanguardia para el neoliberalismo, en un marco de impacto profundo de la aceleración de la innovación en el modo de producción capitalista, que le demanda otro tipo de educación y funcionamiento escolar, mientras cada día está más de espalda a una educación al servicio de los pueblos. La única consigna de trabajo que mantiene que le dota de algún cable a tierra es la de la inclusión, pero cada vez más esta idea aparece mediada por el protagonismo del sector privado.

A pesar de ello, la UNESCO es aún un campo de disputa que no se puede abandonar. Pero trabajar para otra UNESCO posible pasa por romper el cristal de la inocencia pedagógica y política.

Luis Bonilla-Molina es profesor de la Universidad de Panamá y militante venezolano en defensa de la educación pública en diversos países de América Latina y El Caribe.

Imagen: Imágen creada con Inteligencia Artificial

Referencias

Berardi, Franco B (2015) Héroes: asesinato masivo y suicidio. Madrid: Akal.

Bonilla-Molina, Luis (2020) La cultura evaluativa y la virtualización educativa: dos tenazas del capitalismo cognitivo de la tercera revolución industrialhttps://luisbonillamolina.com/2020/03/26/la-cultura-evaluativa-y-la-virtualizacion-educativa-dos-tenazas-del-capitalismo-cognitivo-de-la-tercera-revolucion-industrial/

(2023) “El puente roto y los problemas para atravesar aguas turbulentas: las pedagogías críticas en la Era Digital”, Profesorado, Revista De Currículum Y Formación Del Profesorado, 27(1), 129–150. https://doi.org/10.30827/profesorado.v27i1.27018

Brophy, Susam D (2018) El valor explicativo de la teoría del desarrollo desigual y combinadohttps://vientosur.info/el-valor-explicativo-de-la-teoria-del-desarrollo-desigual-y-combinado/

Byung-Chul, Han (2022) Infocracia. Barcelona: Taurus.

Comenio, J. A. (1638). Didáctica Magna. [Octava Edición (1998)]. Buenos Aires: Porrúa.

Delors, Jacques (1994) “Los cuatro pilares de la educación”, https://uom.uib.cat/digitalAssets/221/221918_9.pdf

(1996) La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI. Ediciones UNESCO.

Faure, Edgar et al. (1973) Aprender a ser: la educación del futuro. UNESCO.

Fukuyama, Francis (1992) El fin de la historia y el último hombre. Barcelona: Planeta.

Gieco, León (1978) Solo le pido a Dios. Canción

Novack, George (1974) Understanding History: Marxist Essays. Nueva York: Pathfinder.

Mandel, Ernest (1975) El capitalismo tardío. México: Era.

Powaski, Ronald E (2005) La guerra fría: Estados Unidos y la Unión Soviética 1917-1991. Barcelona: Planeta.

Sadin, Eric (2020) La inteligencia artificial o el desafío del siglo: anatomía de un antihumanismo radical. Buenos Aires: Caja Negra.

Said, Edward (2007 [1978]) Orientalismo. Barcelona: DeBolsillo.

Saura, Geo (2020) “Filantrocapitalismo digital en educación:  Covid-19, UNESCO, Google, Facebook y Microsoft”, Teknokultura 17(2), 159–168. https://doi.org/10.5209/tekn.69547

Schwab, Klaus (2016) Cuarta revolución industrial. Madrid: Debate.

UNESCO (1990) Declaración Mundial sobre Educación para Todos y Marco de Acción para Satisfacer las Necesidades Básicas de Aprendizaje. UNESCO. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000127583_spa

UNESCO (2000) Marco de Acción de Dakar: Educación para Todos: cumplir nuestros compromisos comunes (con los seis marcos de acción regionales). UNESCO. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000121147_spa

UNESCO (2015) Replantear la educación: ¿Hacia un bien común mundial?. Unesco. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000232697

UNESCO (2015)Educación 2030: Declaración de Incheon y Marco de Acción para la realización del Objetivo de DesarrolloSostenible 4. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000245656_spa

UNESCO (2015) Objetivos de desarrollo sostenible. Ediciones PNUD-UNESCO. https://es.unesco.org/sdgs

UNESCO (2020) Aprendizaje digital y transformación de la educación. https://www.unesco.org/es/digital-education

UNESCO (2021) Reimaginar Juntos Nuestros Futuros: un nuevo contrato social para la educación. Unesco. https://losfuturosdelaeducacion.org/

UNESCO (2022) EL Consejo Ejecutivo de la UNESCO. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000380813_spa

¿Qué hay detrás de la máscara altruista? La UNESCO en el callejón neoliberal

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Cecosesola: ética y valores para superar el capitalismo

Por: Raúl Zibechi

 

“En ocasiones vendemos a pérdida para no perjudicar a la comunidad”, comenta Gustavo Salas, uno de los fundadores del movimiento y referente sin poder orgánico, sólo ético. Durante semanas se reúnen productores rurales que integran las cooperativas con trabajadores urbanos de la red, hasta que llegan a consenso sobre los precios.

Ponen a debate los costos y las dificultades, y cuando llegan a acuerdos ambas partes los respetan, aunque el mercado haya subido o bajado los precios. Así, el tomate que acordaron venderlo a 20 bolívares ahora se vende en la calle a menos de la mitad, porque las ferias de Cecosesola decidieron vender a pérdida, para respetar lo acordado y no perjudicar ni a los productores ni a los consumidores.

“La escasez nos dio empatía con la comunidad”, agrega otra voz, mientras Salas se muestra preocupado por “la falta de exigencia en la calidad del producto, ya que a veces nos llega en condiciones en las que no podemos venderlo”. Esto lleva a debates extensos en los que surge que el escaso cuidado que se tiene con la tierra termina afectado lo económico, tanto la cantidad como la calidad de los cultivos.

Entre todos, todo

Los martes es día de asambleas múltiples y multitudinarias. En el enorme espacio de la feria del Centro, durante la mañana se reúnen cuatro grupos abordando diferentes problemas y hacia el mediodía se juntan en el espacio techado, para poner en común y debatir entre unas 200 personas todas las cifras de la semana, desde las ventas hasta las deudas.

Micrófono en mano, Wilson Alvarado va explicando los datos proyectados en la pared: inventarios, liquidez en bancos, cuentas a pagar y un largo etcétera. Los trabajadores asociados siguen con atención sus explicaciones y hacen preguntas para aclarar dudas. “Todos conocemos todos los números, incluso el que entró al movimiento en la última semana”, explica alguien a mi lado.

De ese modo, se pueden hacer responsables por lo colectivo, mientras en las organizaciones burocráticas sólo la dirección maneja los datos. En la exposición de Wilson surge que están vendiendo casi al costo, con apenas un 0,35% de ganancia y que en la primera semana de junio entre todas las ferias vendieron 1,4 millones de dólares. Celebran cuando aumentan los compradores en las ferias y cuando disminuyen buscan las razones y aparecen soluciones.

Cientos de trabajadores siguen las explicaciones sobre contabilidad

También se debaten los problemas: que faltaron cestas en las que se depositan los alimentos y debe buscarse dónde están; que en la semana fue insuficiente la cantidad de papa y de melón, al parecer por las lluvias, así como otros productos. Luego cada grupo expone en papelógrafos los principales números de cada feria. Me sorprende que todas y todos son muy jóvenes, ya que a la hora de los ingresos de nuevos trabajadores el movimiento prioriza a los menos de 40.

Wilson, quien ha explicado los números globales, tiene ahora 35 pero empezó con 10 años en las cajas, embolsando víveres. “Mis padres y mis hermanos me llevaban a las ferias y luego fui aprendiendo oficios, rotando entre varias tareas y ahora estoy en las oficinas en compras”. Recorrió un proceso muy similar al de muchos trabajadores que ingresaron en tareas muy simples y fueron creciendo.

Hay casos de embolsadores que hoy son médicos o técnicos, apegados a un movimiento que los hizo crecer, como José Raúl que después de embolsador fue camillero, técnico de laboratorio y hoy está en contabilidad. Milagros de la rotación y el compromiso: todos ellos participan en las ferias, ya sea en las cajas, barriendo, cargando víveres o acomodando los productos.

Wilson explicando la contabilidad del movimiento

La salud integral y comunitaria

El Centro Integral Cooperativo de Salud (CICS), un edificio de tres plantas, fue construido con recursos propios, sin recurrir al Estado ni a la banca. El diseño fue largamente debatido entre los miembros del movimiento y los ingenieros que aceptaron el desafío de socializar el proyecto. Las maquetas iban y venían a las asambleas y reuniones, donde cada socio podía hacer observaciones y propuestas, proceso que demandó tres años.

El resultado es notable: la obra fue apropiada por la comunidad que se vuelca en el centro de salud. Además de espacios para que las familias confraternicen haciendo yoga o tai chi, o bailando, en la recorrida se descubre que las habitaciones de los internos tienen terrazas amplias que se comunican entre sí. De ese modo, los internados pueden relacionarse entre ellos sin pasar por el tradicional control jerárquico.

El centro atiende 200 mil consultas anuales en las numerosas especialidades que ofrecen, desde cardiología, gastroenterología, medicina interna, nutrición, otorrinolaringología, psiquiatría, traumatología y urología, además de las “alternativas” como acupuntura, hidroterapia, tai chi, yoga, masajes y parto natural respetado.

Cuentan con  20 camas de hospitalización, dos quirófanos, laboratorio, radiología y ecografía. Pero lo más notable es que un centro de salud con semejante masividad y complejidad es gestionado de modo asambleario, las tareas son rotatorias (aunque no los médicos) y todos pueden participar en las decisiones colectivas. Pero la gestión no es sencilla. La participación de los médicos sigue siendo incipiente aunque aseguran que han hecho avances durante la pandemia y la crisis.

Asamblea semanal de gestión del centro de salud

El CICS realiza 25 cirugías semanales y 1.500 análisis de laboratorio, de muy diversas especialidades. La doctora Carmen, que acompaña partos y atiende cajas en la feria del Centro, se muestra orgullosa del avance que han conseguido en base a un minucioso trabajo con las embarazadas y sus familias: al comienzo, en 2009, hubo 69 cesáreas y sólo dos partos, “pero ya el año pasado hubo más partos que cesáreas”.

En la ronda del parto natural se menciona la dificultad que encuentran para que los médicos cedan su poder y aseguran que la integración de las familias facilita que sean más flexibles. En algunos casos sustituyen la sacrosanta “junta médica” para abordar situaciones de pacientes delicados o terminales por reuniones de médicos, pacientes y familiares para tomar decisiones. Según Lizeth, “los médicos que trabajan sólo en Cecosesola tienen una actitud diferente”.

Porque lo habitual sigue siendo que los médicos trabajen en varios hospitales para obtener mayores ingresos. En el CICS tienden a reproducir la misma cultura, sin apreciar las diferencias y siempre desconfiados a que personas que consideran de inferior categoría o formación, pueden opinar y tomar decisiones sobre su trabajo. En el CICS hay 105 trabajadores de los cuales unos 40 son médicos.

Muchos trabajadores rotan tareas, luego de trabajar en ferias se formaron como enfermeras percibiendo todos y todas los mismos ingresos, a excepción de los médicos. He escuchado a biotecnólogos del laboratorio explicar que acuden a trabajar a las ferias como algo ya habitual, o participan en jornadas de cocina, porque el centro de salud cuenta con un comedor comunitario. Como sucede en todos los espacios de Cecosesola, el comedor es un espacio importante para crear comunidad.

La crisis contribuyó a acercar a algunos médicos a la vida colectiva. Cuando no había gasolina, decidieron recoger a todos los trabajadores en los autobuses de Cecosesola. El resultado fue que unos cuantos médicos compartieron transporte y tiempo con enfermeras, auxiliares, limpiadoras y cocineras, lo que generó cercanías imposibles en tiempos normales.

Al final de la ronda por el centro de salud intercambiamos impresiones de modo informal, que es cuando aparecen algunos de los detalles más reveladores de la vida colectiva. Todas y todos llevan muchos años en el movimiento. Quizá por eso Gabriela, de 73 años, critica duramente “los vicios y el consumismo”, porque éste provoca envidias; Lizeth agrega que la red de cooperativas “somos una escuela”; Wilmary hace hincapié en “la austeridad”, no como un sacrificio sino como forma de vida sencilla; y alguien más agrega que “Cecosesola no es para todos”.

Un aserto difícil de aceptar pero realista y sensato, porque todos los movimientos verdaderos (en el sentido de procesos de transformación de larga duración) son muy rigurosos con el comportamiento sus miembros para garantizar la continuidad de sus espacios. Sin embargo, la rigurosidad y la elevada exigencia se compensan cuando aseguran que “aquí nos sentimos protegidos”, lo que otorga un sentido de pertenencia y de autoestima muy potentes.

Una de las fundadoras, Teresa Correa, le da una vuelta más a la cuestión de la identidad, tejiéndola con los valores colectivos: “La confianza en nosotros mismos nos permite saltarnos o violar las leyes, cuando es necesario hacerlo. Porque no queremos que la formalidad del sistema se nos meta por dentro”. Dibujan un adentro y un afuera que no es caprichoso, sino uno de los síntomas de la autonomía colectiva.

Fuente de la información: https://desinformemonos.org

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Educación: camino hacia los objetivos del desarrollo sostenido y compartido

Por: David Auris Villegas

 

Un desarrollo sostenible y compartido se ha convertido en una necesidad vital de sobrevivencia, lo que puede depender en gran medida de la calidad de la educación
La importancia de un desarrollo sostenible y compartido se ha convertido en una necesidad vital de sobrevivencia, lo que puede depender en gran medida de la calidad de la educación como pilar fundamental para equipar a las personas con conocimientos, habilidades y valores capaces de transformar sus vidas y la de su entorno.

Mirando este contexto global, la educación basada en el mérito en Latinoamérica ha perdido su relevancia en términos de desarrollo global, ya que aún no ha logrado superar el paradigma centrado en diplomas y títulos de bajo impacto, que realmente no son útiles para competir. Como reflejo de esta realidad desoladora, observamos que ninguna universidad latinoamericana aparece entre las cien mejores en los rankings universitarios del 2023, lo cual denuncia que aún estamos lejos de lograr los objetivos de desarrollo sostenido.

En cuanto a esta realidad, siendo esperanzador, estamos a tiempo de promover una educación sostenible que rompa las barreras de la pobreza y la inequidad que perpetúan la desigualdad, para desarrollar al máximo el potencial humano con el afán de lograr el desarrollo sostenible y compartido que es impulsada desde las Naciones Unidas.

Este camino hacia la sostenibilidad, requiere, entre otros, la participación activa y comprometida de todos los ciudadanos. La educación debe cultivar habilidades como el pensamiento crítico, la empatía, la colaboración y la comunicación, lo que implica un cambio en la forma en que nos relacionamos y nos preocupamos por los demás. Cultivar estas cualidades desde temprana edad significa educar ciudadanos responsables y comprometidos en la construcción de un mundo más justo y equitativo.

Por otro lado, para lograr los objetivos del desarrollo sostenible, los expertos afirman que los países deben invertir en una educación de calidad, inclusiva, equitativa y científica en todos los niveles, destinando al menos el 6% del producto bruto interno como política educativa. Esto permitirá fomentar la participación activa a través de una educación comprometida y dedicada a sembrar las semillas del cambio y cosechar un futuro sostenible y compartido para las generaciones venideras.

Como consecuencia, es esencial cambiar de un aprendizaje pasivo a un aprendizaje creativo, tal como lo sugiere el experto chino en tecnología, Kai Fu Lee. En este sentido, es fundamental enfocarnos en la formación en ciencia y tecnología en las escuelas a través de la práctica experimental que permita adquirir las habilidades necesarias y enfrentar con éxito los desafíos globales, pues de no hacerlo, pondremos en jaque a nuestro porvenir.

En resumen, podemos afirmar que una educación científica e inclusiva es crucial para un desarrollo sostenible y compartido, donde cada persona tenga la oportunidad de alcanzar su máximo potencial y contribuir al bienestar colectivo de nuestra generación.

Fuente de la información:  https://revistaaula.com

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