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Después de dos años bajo el sistema educativo de Daesh, los niños iraquíes vuelven a la escuela

Asia/Irak/19 de noviembre de 2016/Fuente: antena 3 tv

El grupo terrorista Daesh obligó a los niños a recibir una educación yihadista en la que los ejemplos matemáticos se expresaban en munición y armas: «¿Una bala más dos balas cuántas balas son?», reflejan los libros de texto redactados por los terroristas. Tras expulsar a los milicianos de Daesh de Qayara, una ciudad cercana a Mosul, los niños han podido volver a las aulas.
Después de más de dos años bajo el control de Daesh, miles de niños de la región norte de Irak han comenzado a retomar su educación, tras pasar meses siendo forzados a recibir una educación yihadista, razón por la que muchas familias decidieron dejar de llevar a sus hijos a la escuela y ahora han perdido dos años escolares.

A pesar de que el curso escolar comenzó de forma oficial en septiembre, los niños iraquíes que viven en la ciudad de Qayara acaban de recibir sus libros de texto oficiales, los que estipula el Ministerio de Educación.

Sus libros antiguos fueron reemplazados por libros de texto elegidos -y en ocasiones hasta redactados- por los yihadistas, que esperaban poder adoctrinar a los menores a través de las escuelas.

Las tropas iraquíes expulsaron a los milicianos de Daesh de Qayara hace poco más de tres meses. Recuperaron la ciudad como parte de la ofensiva que ha lanzado el Ejército iraquí, con el apoyo aéreo de Estados Unidos, para expulsar a los yihadistas de la ciudad de Mosul. Qayara se encuentra a unos 60 kilómetros al norte de Mosul, que antes del conflicto era la segunda ciudad más importante de Irak.

«Estamos muy contentos de poder volver a clase», ha explicado Iman, una niña de ocho años, que como muchas de sus compañeras, dejó de ir a la escuela cuando los milicianos tomaron el control de la ciudad. «Querían que viniéramos a clase pero no queríamos porque no sabemos cómo estudiar en su idioma, en el idioma de la violencia», apunta la pequeña.

Educación yihadista

Cuando los islamistas radicales llegaron a la ciudad en el verano de 2014, permitieron que las escuelas siguieran funcionando como de costumbre. No obstante, a medida que fueron pasando los meses, Daesh comenzó a prohibir muchas asignaturas consideradas como «no-islámicas», como Historia, Geografía y Educación Cívica.

Para el curso siguiente, en septiembre de 2015, la organización terrorista introdujo un nuevo plan de estudios específicamente creado para inculcar la ideología del grupo. Los ejercicios de Matemáticas, por ejemplo, se expresaban en munición y armas: «¿una bala más dos balas cuántas balas son?».

Llegados a este punto, gran parte de los padres de estos niños decidieron dejar de mandar a sus hijos a la escuela. Muchos de los alumnos más mayores dejaron de ir por voluntad propia.

Como resultado, la mayor parte de los niños de Qayara y de muchas otras localidades bajo el control de los yihadistas están dos cursos por detrás que el resto de niños de su edad. Por otra parte, como muchos de los profesores han huido de la ciudad, las escuelas cuentan con un maestro para 80 alumnos.

«Se han olvidado de sus lecciones. Ahora se las intentamos recordar», ha explicado una de las pocas profesoras que quedan en la ciudad, Maha Nadhem Kadhem, mientras se pasea por el aula, donde las niñas estudian apiñadas de cuatro en cuatro en pupitres originalmente destinados para dos personas. «No queremos que sean ignorantes ni analfabetas», ha añadido.

La directora del centro ha contado que la facción de Daesh conocida como Hisba hacía visitas al centro regularmente para controlar que se estaban cumpliendo los requisitos educacionales y de vestimenta impuestos por el grupo terrorista.

Faruq Mahjoub, vicedirector de una escuela de secundaria para chicos, ha contado que recibió amenazas de muerte por parte de los milicianos por no ir a trabajar, a pesar de que para finales de 2015 apenas había alumnos que acudieran a clase. «El impacto más grande lo sufren los niños», ha afirmado Mahjoub. La escuela donde trabajaba fue destruida en un bombardeo hace unos meses. «Los niños son maleables, puedes cambiar su opinión y sus creencias muy rápido», ha asegurado.

Según él, desde la llegada de Daesh, los niños muestran un comportamiento cada vez más violento, en especial a la hora de jugar en la calle. Mahjoub estima que se necesitarán cinco años o más para revertir el daño, incluso si se ponen en marcha programas de rehabilitación para los menores.

En Qayara todavía faltan muchos niños en las aulas. La mayoría de ellos son familiares de civiles que han decidido afiliarse a Daesh y no pueden volver a la ciudad. Mahjoub cree que alrededor de un 10% de sus antiguos alumnos se han unido a las filas de la organización terrorista.

En una de las calles cercanas a la escuela jugaba un grupo de niños cantando canciones típicas iraquíes. Al ser preguntados por su experiencia, han contado con todo lujo de detalles la violencia que vieron bajo el control de los yihadistas.

Thamer, un niño de 11 años, explicaba entusiasmado cómo uno de los milicianos locales de Daesh Abu Suleiman, había sido linchado por las fuerzas iraquíes al recapturar la ciudad. «¡Se le salieron el cerebro y el corazón del cuerpo! Se vengaron de él. Era lo que había que hacer, estábamos tan contentos….», ha explicado el chico.

Fuente:http://www.antena3.com/noticias/mundo/despues-dos-sistema-educativo-daesh-ninos-iraquies-vuelven-escuela_20161118582f04640cf244336f097f74.html
Imagen: fotografias.antena3.com//clipping/cmsimages01//2016/11/18/66D95E67-3746-4796-99C2-1F8525EDB297/58.jpg

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España: El Ministerio de Educación cede y retira la Filosofía de la reválida de Bachillerato

Europa/España/19 Noviembre 2016/Fuente: Levante/Autor : Rafel Montaner

La evaluación final de cuarto de ESO sólo se hará en una muestra de centros

El Ministerio de Educación ha cedido ante la presión de las autonomías y la mayoría de la comunidad educativa retirando de las reválidas de Bachillerato y ESO las cuestiones que más rechazo han levantado. Así, en el examen final de Bachillerato que sustituye a la selectividad sólo entrarán las asignaturas troncales generales de segundo curso, lo que supone que finalmente no entrará la Filosofía de primero. El otro punto más polémico era el carácter generalizado de la prueba final de cuarto de ESO, que pasa a tener carácter muestral. Es decir, que esta reválida únicamente se hará en los centros educativos que designen las autonomías.

Estas son las dos grandes bazas del nuevo proyecto de Real Decreto sobre las evaluaciones finales de la Ley de Mejora de la Calidad de la Educación (Lomce) que el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, llevará a la conferencia intersectorial con los consejeros autonómicos del próximo lunes 28 de noviembre, según avanzó ayer Onda Cero.

Este borrador, que sustituirá al Real Decreto del 30 de julio, confirma que la reválida de 2º de Bachillerato será muy similar a las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) finiquitadas por la Lomce, tal como reclama el conseller de Educación, Vicent Marzà, y sus homólogos de las otras siete autonomías en las que gobierna el PSOE en solitario o en coalición (Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha y Extremadura). Una demanda en la que también han hecho suya la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) e incluso en autonomías presididas por el PP como Castilla y León.

En cuanto a la reválida de ESO, que al igual que la de Bachillerato no se exigirá aprobarla para lograr el título hasta que no se alcance un pacto de Estado por la Educación, ya no tendrá carácter censal sino muestral. Así pues, no la deberán realizar todos los alumnos. Las CC AA socialistas se negaban a ello por el excesivo coste que supone, alrededor de un millón de euros sólo en la Comunitat Valenciana. La rectificación de la ley Wert por parte de Méndez de Vigo en aras de buscar el consenso se traduce en que dicha prueba sólo se hará en una muestra representativa de centros educativos que diseñarán las autonomías.

Fuente de la noticia: http://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2016/11/18/educacion-cede-retira-filosofia-revalida/1493777.html

Fuente de la imagen: http://imagenes-cdn.farodevigo.es/multimedia/videos/2016/04/27/100915/nueva-selectividad-mantendra-caracter-revalida-bachillerato-unica-novedad-1_g.jpg

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De mediocres a mediocres: ¿el SNTE?

Abelardo Carro Nava

Las palabras que el Secretario del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Juan Díaz de la Torre, pronunció durante la presentación de las “Estrategias didácticas, guía para docentes de educación indígena” (Educación Futura 11/11/2016), en cuanto a que “en el magisterio nacional no hay lugar para la mediocridad, la incompetencia, ni la desazón”; retumbaron en su gremio, conformado por miles de trabajadores adheridos a esa organización sindical.

Como era de esperarse, las expresiones que éstos últimos escribieron (ver la página de Facebook: Educación Futura), fueron de rechazo y antipatía hacia esas declaraciones. Obviamente, el descontento que prevalece en buena parte del gremio es más que evidente. No obstante lo anterior, es que cabe preguntarse, ¿cuáles son las razones que motiva a los trabajadores a manifestarse de esta forma?, ¿por qué el líder sindical no goza del respaldo unánime sobre los asuntos que en su materia le corresponde realizar?, ¿cuáles son los argumentos que son utilizados para denostar el trabajo que realiza el Secretario General de tal sindicato? Pues bien, le invito a que vayamos por partes porque de este asunto, hay mucha tela de donde cortar.

Como sabemos, la llegada de Juan Díaz de la Torre al frente del SNTE, se dio después de que fuera detenida la maestra Elba Esther Gordillo, líder vitalicia – hasta ese momento – de la misma organización sindical. En la designación como tal, desde mi punto de vista, no está el problema, sino en lo que se destapó con la aprehensión de la profesora Gordillo y que redunda en un solo aspecto: malversación de recursos económicos de los trabajadores adheridos al sindicato más grande de América.

El fenómeno de la corrupción al interior de la estructura sindical le pegó, y le sigue pegando al profesor Díaz de la Torre. Obviamente, éste trae sobre su espalda este penoso y lamentable incidente que, difícilmente, podrá eliminar dado que hasta la fecha, sigue sin existir una transparencia en el manejo de las cuotas que se les descuentan a los trabajadores cada quincena. Punto nada sencillo de tratar, dado que el esquema de transparencia que ha “propuesto” no es transparente ni clarifica el destino de los dineros de los mentores, administrativos y del personal de asistencia la educación.

En segundo lugar, considero que en lo que va de su gestión, este profesor, se ha dedicado a “capotear” las aguas turbulentas que el mismo Sistema Educativo Mexicano (SME) genera como parte de un proceso de formación de los mexicanos. Es cierto, ha impulsado – como no se había visto – su programa de capacitación del magisterio a través de lo que se conoce como el Sistema Nacional de Desarrollo Profesional (SINADEP), lo cual es aplaudible; sin embargo, la naturaleza de su organización no estriba en este asunto, dado que le corresponde a su patrón realizarlo, quien, hasta la fecha, no ha logrado capitalizar esta plataforma capacitadora de los maestros en cuanto al modelo pedagógico que emana de la mal llamada Reforma Educativa. De hecho, si analizamos el carácter defensor de los derechos de los trabajadores del organismo sindical, nos daremos cuenta que de las negociaciones que ha mantenido con la Secretaría de Educación Pública (SEP), solo ha obtenido magros resultados, consecuencia lógica de las circunstancias económicas del país, mismas que no permiten generar las condiciones para una educación de calidad.

En tercer lugar, ha sido claro el apoyo que este líder le ha dado a la Reforma Educativa. Los discursos, las expresiones y las declaraciones ahí están y, si usted gusta, puede analizarlas. A todas luces, con las acciones que hasta la fecha ha emprendido, se hace manifiesto este asunto. Nada menor por cierto, pero que me permite argumentar sobre la existencia de un pacto “en las alturas” para que la “transformación” educativa a la que reiteradamente alude Aurelio Nuño y el Presidente Peña Nieto, pase planchadita, con la finalidad de atender los requerimientos internacionales que emanan de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) – solo por citar un ejemplo –. Se imagina lo que pasaría su posición fuera contraria a ésta y se exigiera las condiciones para que los maestros realizaran mejor su trabajo. Ojo, no me refiero únicamente al pago de salarios, sino a todos aquellos elementos que son indispensables para la realización de un trabajo eminentemente pedagógico y didáctico.

Hablar de mediocridad en un contexto en el que el descontento y polarización magisterial y social es más que evidente, corre sus riesgos y, seguro estoy, que el maestro Juan Díaz de la Torre los conoce. ¿Será que estemos ante el declive de una organización que por más que se siga lo contrario ha perdido fuerza, legitimidad y credibilidad? Es posible.

Cosas por hacer puede haber y muchas, por ejemplo, el que se realice un ejercicio de transparencia y acceso a la información sobre los recursos que maneja dicha organización sindical. Conocer el destino de tales recursos, es un imperativo básico y primordial si es que desea obtener esa parte de credibilidad a la que hago referencia pero, ¿lo hará?

Ahora bien, es cierto que este Sindicato ha sido mayormente conocido por sus prietitos en el arroz, ¿será posible relanzar una imagen en la que la honestidad, transparencia y cumplimiento de sus fines sean la punta de lanza para posicionarse de nuevo ante su gremio y la opinión pública? También es posible pero la pregunta sigue siendo la misma, ¿lo hará?

Sobre este asunto, recuerdo un texto de Rosa María Zuñiga, “La institución escolar, lugar de deseos y lucha de poderes” (1990), en el que se plantea que no puede existir en una institución, un objetivo superior que el que la misma organización establece, ¿cuál sería el objetivo de este Sindicato?, ¿lo pondrán en marcha para beneficio y respaldo de toda la base trabajadora? Tiempo al tiempo.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/de-mediocres-a-mediocres-el-snte/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/08/CqejwUfUIAAFqSa-1.jpg

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Venezuela: Movimientos sociales debatieron sobre Educación y cultura en derechos humanos

América del Sur/Venezuela/19 Noviembre 2016/Fuente: Correo del Orinoco/Autores: Oriana Gámez
F/ Miguel Romero

Esta consulta tiene por objetivo discutir y sistematizar contribuciones y propuestas de las organizaciones y movimientos sociales para la elaboración de las Directrices para una Política de Educación y Cultura en Derechos Humanos en el Mercosur

El coordinador nacional de Venezuela ante Mercosur, Héctor Constant, explicó que la presidencia Pro Tempore de esta instancia de integración regional junto al Instituto en Políticas Públicas en Derechos Humanos (Ippdh) realizaron la primera consulta local del Foro de Participación Social en materia de Derechos Humanos que contó con la participación de 37 movimientos populares.

“Es importante resaltar que Venezuela es el primer país que realiza una consulta local simultánea a la que desde hace 4 años se realiza en el Instituto en Políticas Públicas en Derechos Humanos en Buenos Aires”, señaló Constant.

Esta acción reafirma que Venezuela se encuentra a la vanguardia del proceso de integración, aseguró. “Además, valorando, difundiendo y consolidando toda la dimensión de derechos humanos del Mercosur, pues estamos participando de la discusión y del debate de directrices que van a orientar el tema de Educación y Cultura en Derechos Humanos en la región, potenciando nuestra participación, validando el protagonismo que deben tener los venezolanos en la apropiación de sus esquemas de integración y garantizando que se respete la institucionalidad, la legalidad y todo el trabajo técnico-político del Mercosur durante esta presidencia Pro Tempore de Venezuela”, sostuvo el diplomático.

Indicó que la idea de estas consultas es que el instituto se convierta en orientador para las distintas organizaciones defensoras de los derechos humanos, “para promover, justamente, esa inclusión cada vez mayor y para garantizar que la voz de ciudadanos y ciudadanas del Mercosur, y en este caso de los compatriotas venezolanos, que también son ciudadanos del Mercosur, puedan continuar fortaleciendo y manteniendo vivo ese protagonismo que hemos tenido en los últimos años en materia de derechos y de vocación integracionista”.

DESEMPEÑO DE VENEZUELA

Por otra parte, el coordinador nacional de Mercosur agregó que actualmente se desarrolla una campaña que busca deslegitimar la presidencia Pro Tempore de este organismo, que detenta Venezuela. Criticó que quienes impulsan esa campaña no evalúan que afectan realmente a toda la institución y por ende amenazan la integración regional. “Venezuela es respetuosa de la legalidad y de la institucionalidad, ha continuado sus trabajos, ha convocado a reuniones, ha realizado un conjunto importante de espacios y de actividades”, subrayó.

En este sentido, hizo referencia a la Primera Cumbre de Pueblos Indígenas del Mercosur, que se celebró hace dos semanas, y los preparativos que se efectúan de cara a la Cumbre Social, que se realizará en Caracas el próximo 1 de diciembre.

Enfatizó que Venezuela es un país absolutamente comprometido con el proceso de integración y que durante su desempeño frente a esta organización se encuentra “atendiendo los intereses de los pueblos”.

GENERAR PROPUESTAS REGIONALES

Por su parte, Corina Leguisamón, directora de Comunicación y Cultura del Ippdh, reseñó que esta consulta pública fue inaugurada en 2015 “como espacio de diáĺogo con las organizaciones de la sociedad civil, la hacíamos en el instituto donde siempre participan organizaciones de los Estados del Mercosur”.

Informó que ayer se realizó en Buenos Aires, Argentina, la consulta pública regional, mientras que en Venezuela se inauguró la consulta pública local.

Los aportes serán presentados ante instancias del Mercosur, donde los Estados miembros analizarán las propuestas para “orientar políticas públicas siempre con carácter regional, porque la idea es que desde lo local se pueda tener esa mirada regional como institución que trabaja en el Mercosur”, precisó Corina Leguisamón.

MOVIMIENTOS SOCIALES

Ingrid Sánchez, quien acudió al encuentro en calidad de vocera del Consejo para la Defensa de Derechos Humanos que se desarrolla en el Área Metropolitana, específicamente en el barrio José Félix Ribas I, declaró que los movimientos asistentes se plantearon como propósito para la jornada “generar aportes significativos a las directrices propuestas, que den cuenta del alto nivel de movilización social en nuestro país y de los importantes avances en materia de derechos humanos”.

“Para nosotros participar en el Ippdh es importantísimo porque nunca se había visto que gente del pueblo, la gente de a pie esté participando en un evento tan destacado como este, con el Mercosur”, puntualizó.

Comentó que actualmente en Venezuela, a través de la educación popular con visión crítica, se integra el tema de los derechos humanos ampliamente y recalcó que en la medida en que se eduque a la población en estos temas, se seguirá avanzando en la transformación humanista.

Movimientos de afrodescendientes, de sexo género diversidad, del Poder Popular, justicia y reparación de víctimas, de adultos y adultas mayores, pueblos indígenas y ambientales, entre otros, fueron algunos de los sectores que asistieron a la actividad.

OBJETIVOS DE LA CONSULTA Y ANTECEDENTES

Según reseña el portal web del Ippdh la IV Consulta Pública tiene por objetivo “posibilitar un espacio de intercambio entre actores sociales sobre la actual coyuntura y las iniciativas, prácticas y políticas locales, nacionales y regionales en materia de educación y cultura en derechos humanos”.

El Foro de Participación Social del Ippdh fue inaugurado a principios de 2015 y constituye un espacio permanente de diálogo, consulta y reflexión del instituto con la sociedad. Por esta razón, se organiza semestralmente Consultas Públicas con la participación (presenciales y virtuales) de movimientos sociales de la región para compartir análisis de coyunturas, profundizar temáticas relevantes y oportunas y construir propuestas regionales de incidencias.

La Consulta Pública anterior abordó el tema de la trata de personas, “problemática que ha sido ampliamente abordada desde distintas instancias del Mercosur a partir del tratamiento y la aprobación de diversos instrumentos regionales para enfrentarla. Al ser un delito complejo y transnacional, obliga a la instauración de mecanismos de cooperación regionales y al diseño de estrategias conjuntas de acción”.

Fuente de la noticia: http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/movimientos-sociales-debatieron-sobre-educacion-y-cultura-derechos-humanos/

Fuente de la imagen: http://www.correodelorinoco.gob.ve/wp-content/uploads/2016/11/IV-CONSULTA-PUBLICA-DERCHOS-HUMANOS-FOTO-MR-3.jpg

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A disputa antiglobalizacion entre la extrema Derecha y la Izquierda

Por: Emir Sader

La globalización neoliberal buscó imponer un nuevo sentido común en el mundo: sería imposible oponerse a la globalización económica, cada país tendría que abrirse inevitablemente hacia el mercado mundial, cada economía tenía que hacer sus adecuaciones correspondientes, con el debilitamiento de los Estados nacionales. Los grandes capitales, a su vez, buscarían desterritorializar sus inversiones, buscando las mejores condiciones de exploración de la fuerza de trabajo, de los recursos naturales, así como de acceso a los nuevos mercados mundiales.

Se pretendía que todos ganarían, salvo los que tardaran en rendirse a esa ola supuestamente inexorable y avasalladora. Los Tratados de Libre Comercio serían los pasaportes hacia ese inmenso mercado mundial, con cada región preparándose para competir con las otras en las mejores condiciones.

La unificación europea, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte serían apenas los primeros pasos hacia esa nueva configuración mundial que, sin darse cuenta, iba dejando atrás contingentes cada vez más grandes de desamparados, de excluidos, de olvidados, de marginalizados, de huérfanos de la globalización. Países enteros, sectores de la economía, contingentes enormes de trabajadores, se fueron sintiendo como victimas impotentes de la globalización, que era la fiesta del capital internacionalizado.

La actitud frente a los inmigrantes en Europa fue definitoria de la nueva configuración política e ideológica del continente. La extrema derecha se ha fortalecido en la crítica a la llegada de los inmigrantes, redespertando con fuerza los sentimientos chovinistas y racistas que alimentan a esa corriente. A la vez critican la renuncia a la soberanía nacional representada por la Unión Europea y por el euro.

Al mismo tiempo que las políticas de austeridad han pasado a desgastar aceleradamente a los partidos tradicionales, dado que tanto los conservadores como los socialdemócratas se unieron en la política suicida asumida como una especie de destino inexorable impuesto por la globalización neoliberal. La extrema derecha pasó a disputar con las nuevas corrientes de la izquierda los espacios que habían quedado vacíos por la asimilación de los partidos tradicionales a la unificación europea y a su moneda común.

El Brexit fue tan solamente la proyección internacional del malestar y del rechazo a la globalización como respuesta de sus víctimas. No por acaso sectores de la clase obrera blanca, víctimas de la desterritorialización de las inversiones hacia países periféricos y, según la propaganda, de la llegada de los inmigrantes, fueron protagonistas del Brexit, al igual que componentes esenciales de la votación de Donald Trump.

Junto a esa crítica, se difundió la crítica a la política tradicional, a la forma de hacer política, cada vez más parecía entre sí, de parte de los partidos tradicionales. La rotación entre la derecha tradicional y la social democracia dejo’ de funcionar como alternancia real, para tan solamente hacer suceder en el gobierno a modalidades cada vez más similares de aplicación de formas de neoliberalismo.

Al Brexit se suma ahora la victoria de Trump en EEUU, que se asemeja a ella no solamente por la sorpresa respecto a las encuestas, sino principalmente por ser un tipo de protesta en contra de la globalización y la política tradicional, de la que Washington y su más legítima representante, Hillary Clinton, son los símbolos.

La izquierda que no se ha rendido al neoliberalismo, sino que lucha por su superación, tiene que participar de esa disputa en los dos frentes: por una parte, no rendirse a la globalización neoliberal y sus Tratados de Libre Comercio, ahora en retracción. Tiene que proponer y promover un nuevo orden mundial, del que los Brics son el eje emergente.

Y debe, a la vez, proponer nuevas formas de hacer política, distanciándose radicalmente de las formas tradicionales, con liderazgos transparentes, con estrechos vínculos populares, con critica a toda forma de desvío de recursos públicos, con formas de rendición de cuentas regulares, con mandatos parlamentarios limitados en el tiempo, con refundación del Estado por medio de la Asamblea Constituyente, que genere un Estado realmente democrático, en su forma y en su contenido, representante de la ciudadanía, al que deben tener acceso en igualdad de condiciones todos los individuos.

Se trata ahora de una fase de la globalización neoliberal que se cierra con nuevos fenómenos, del que el Brexit y la elección de Trump son sus expresiones más claras. Se abre un nuevo campo de disputas sobre la geopolítica mundial y nuevas formas de hacer política. Le toca a la izquierda formular nuevas perspectivas para estar a la altura de esos nuevos desafíos.

Fuente: http://www.albatv.org/La-disputa-antiglobalizacion-entre.html

Fotografía: nodal

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El Salvador: Pronunciamiento publico del Consejo Académico de la ANSP y de IES-ANSP

Por: ANSP, IES-ANSP. 19/11/2016

La eficacia y determinación del Gobierno de la República en la persecución y combate de la criminalidad organizada y no organizada han dado la pauta para que las estructuras criminales ejecuten acciones orientadas al asesinato de agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y de miembros de la Fuerza Armada.

Estas acciones atentan contra la vida de quienes tienen como misión proteger a la sociedad de criminales que se han organizado para causar daño a sus semejantes, lucrándose del dolor de los demás.

Causan estupor e indignación las noticias que informan, cada vez más regularmente, de los cobardes asesinatos de hombres y mujeres de bien – pues eso son los agentes de la PNC y los soldados de la Fuerza Armada que cuidan día a día a las familias de El Salvador- por obra de criminales sin escrúpulos y de bajos instintos que no conocen límites para sus acciones de terror criminal.

El Consejo Académico de la ANSP y del IES-ANSP condena de la forma más enérgica y absoluta esas acciones de terror criminal que, además de golpear a la población, ahora se dirigen en contra de la corporación policial y la Fuerza Armada.

Este Consejo Académico se siente consternado por cada una de esas muertes violentas. Son algo intolerable que, bajo ningún concepto, deben quedar sin la investigación y el castigo correspondientes. De igual manera se solidariza con las familias que han sufrido la pérdida irreparable de sus hijas e hijos y les agradece por haber dado a El Salvador a unos verdaderos patriotas y héroes.

Debemos honrar su memoria y mantener vivo su recuerdo. Y que su muerte en cumplimiento del deber sirva de aliento a sus compañeros policías que han sido debidamente formados y capacitados para enfrentar cualquier amenaza criminal, y para no ceder en la lucha contra estructuras criminales que asumen que con sus acciones de terror van a doblegar a la sociedad y al Estado. salvador3logos

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El giro de Trump hacia lo desconocido

Por: Claudio Katz

El triunfo de Trump ilustra cómo la derecha capitaliza actualmente el descontento popular generado por la mundialización neoliberal. Esa victoria profundiza las tendencias emergieron con el Brexit y el crecimiento de partidos reaccionarios de Europa.

La localización protagónica de este proceso en la primera potencia es un acontecimiento mayúsculo. Estados Unidos es el epicentro de la globalización capitalista y sus procesos internos impactan sobre todo el planeta.

Las causas del ascenso de un personaje tan nefasto están a la vista. Trump encarna el fastidio con la degradación social que padece la principal economía del mundo. Pero más complejo es dilucidar el significado de la convergencia entre los votantes conservadores habituales y la masa de trabajadores blancos empobrecidos.

Las clasificaciones de Trump como outsider, populista o fascista abren mayores interrogantes. ¿Intentará concretar su proclamado giro hacia el proteccionismo? ¿Modificará las alianzas internacionales para consumar un repliegue hacia el aislacionismo? ¿Precipitará un viraje general hacia la desglobalización?

DECEPCIÓN Y HARTAZGO

En un país con bajísimo nivel de concurrencia a los comicios, Trump logró convocar a todos sus sufragantes. Por el contrario potenció la deserción de los votantes del partido demócrata y afianzó el abandono que ya sufrió Obama en todas las elecciones de medio término. Se impuso el voto castigo contra una gestión que defraudó a sus adherentes.

Los primeros decepcionados fueron los afroamericanos, que bajo el gobierno del primer presidente negro afrontaron mayores padecimientos. La desigualdad socio-racial aumentó y los asesinatos policiales destruyeron familias a un ritmo vertiginoso.

Las cárceles retratan este hostigamiento racial. Casi el 40% de los apresados son afroamericanos. Uno de cada seis integrantes de esa comunidad ha estado en prisión desde el 2001. Un sistema medieval racista de encarcelamiento que rige en el país continuó penalizando a los pobres y a las minorías.

Obama defraudó, en segundo lugar, a la comunidad latina. No implementó la ansiada reforma migratoria y deportó a 2 millones de indocumentados. Además, mantuvo en pie el alambrado que se construye en la frontera con México desde 2006. Trump exige completar y perfeccionar ese muro.

También fueron decepcionados los que esperaban una recuperación de las libertades democráticas. Se mantuvieron las leyes de persecución y espionaje interno instauradas por Bush. Con el pretexto de “luchar contra el terrorismo” fueron reforzados todos los mecanismos del Estado policial.

Los presos políticos emblemáticos de la lucha afroamericana (Mumia), portorriqueña (Oscar López Rivera) e indígena (Pleiter) siguieron en la sombra. Guantánamo no fue cerrada y se redobló la persecución del FBI contra el periodismo crítico.

Pero el sector más desengañado con Obama fueron los asalariados, que continuaron soportando un deterioro mayúsculo de su nivel de vida. La contraparte de esa degradación fue la convalidación del socorro otorgado a los bancos.

También la deslocalización de empresas continuó destruyendo el viejo tejido industrial. Desde 1994 emigraron quince fábricas por día sepultando 6 millones de puestos de trabajo. Las compañías que pagaban en Michigan 20 dólares por hora, desembolsan actualmente en México tres dólares por la misma labor.

Las consecuencias sociales de esta reconversión han sido escalofriantes. Se masificó el consumo de drogas, los niveles de educación y salud cayeron brutalmente y declinó el promedio de vida de los asalariados blancos.

Hillary no sólo defendió esta gestión demoledora del sueño americano. Careció del encanto y la novedad que ofreció Obama y no pudo disimular la red de corrupción que forjó en torno a la Fundación Clinton. El rechazo a una candidata con poco carisma y nula decencia gatilló la victoria de Trump.

UNA SORPRESA CON MUCHAS EXPLICACIONES

El perfil reaccionario de un presidente estadounidense no es una novedad. Trump encarna una vieja tradición rural y protestante, que con el TEA Party afianzó el perfil ultra-conservador de los líderes republicanos.

El millonario extremó todos los tópicos de esa tendencia, con retóricas machistas, insultos a las minorías y denigraciones de la mujer. Tildó de violadores y traficantes de drogas a los dirigentes de incontables comunidades.

No se privó, además, de exhibir su afinidad con la Asociación Nacional del Rifle, en un país sacudido por balaceras cotidianas. Repitió todos los delirios de la derecha cristiana sobre el creacionismo anti-darwiniano y ponderó la enseñanza religiosa para atacar el aborto y el matrimonio igualitario.

Pero Trump logró desbordar este cerrado entorno derechista al conquistar la adhesión de los trabajadores blancos empobrecidos. Capturó el voto de los distritos industriales con un doble mensaje de crítica a los empresarios (que deslocalizan plantas) y a los inmigrantes (que “usurpan” puestos de trabajo).

Su discurso xenófobo fue brutal. Culpabilizó a los extranjeros por el desempleo, exigió el cierre de las fronteras y reclamó deportaciones masivas. Obtuvo su nominación cuando potenció esa retórica chauvinista.

El apoyo que logró en la clase obrera no atenúa en lo más mínimo su carácter reaccionario. Algunas miradas edulcoradas olvidan este dato, al resaltar exclusivamente su captura del descontento popular. Ciertamente canalizó ese malestar, pero en una dirección muy regresiva y contrapuesta a los intereses de los oprimidos.

Trump reavivó los prejuicios de los trabajadores frente al nuevo patrón inmigratorio de los hispanos, que mantienen su identidad sin repetir la asimilación a la sociedad estadounidense.

En ese cuadro de gran mutación demográfica y cultural, el millonario ensanchó también la grieta con las minorías que obtuvieron logros legislativos bajo la administración demócrata. Impugnó todas las políticas asistenciales y focalizadas de esa gestión.

Trump se embanderó con los slogans de la anti-política. Descargó sus municiones contra la “casta de Washington”, aprovechando el generalizado hastío con los privilegios a la partidocracia.

El locuaz demagogo se calzó el disfraz de individuo ajeno a esos contubernios y usufructuó del desprestigio que comparten los demócratas con los republicanos. Las diferencias que separaban ambas formaciones se han diluido y desde hace muchos años los asalariados no se alinean con los primeros y las élites acomodadas no sostienen a los segundos. ¿Pero Trump ofrece algo distinto?

OUTSIDER, PERO NO ANTISISTEMA

El nuevo presidente exhibe con orgullo su condición de potentado y reforzó la idealización del capitalista que impera en Estados Unidos. Reavivó también la fábula que asimila el éxito en los negocios con la capacidad para dirigir un país. Olvidó recordar cómo refutaron esa creencia los últimos millonarios que habitaron la Casa Blanca.

Pero Trump combina un cuantioso manejo de recursos propios con la marginalidad política previa. Es un outsider que llega a la presidencia sin pasar por el filtro del Congreso o las gobernaciones. Desde la periferia del partido republicano logró doblegar al establishment de esa organización.

Primero se instaló como figura pública a través de un reality show que escenificaba su propia vida como descarnado capitalista. Luego construyó su carrera desafiando a los popes de la comunicación que objetaban ese estilo. Por esa vía capturó el creciente malestar de la población con los medios, que manipulan encuestas y políticos según las conveniencias del momento.

Con esa beligerancia contra los formadores de opinión Trump afianzó su imagen de personaje divorciado de las oscuridades del poder. Emergió como un outsider, pero no es ajeno, ni contrapuesto al sistema. Es un exponente de la clase dominante que oprime al pueblo estadounidense. Con una nueva carga de brutalidad y demagogia pretende contrapesar la desprestigiada hipocresía de los Obama-Clinton.

Trump es un servidor de la clase capitalista. La imagen de extraviado que difunde la elite neoliberal oscurece esa función. Ciertamente dice cosas horripilantes e inverosímiles pero su estrategia no es alocada. Pretende recomponer un sistema político carcomido por la crisis económica que desató el colapso financiero del 2008.

Muchos piensan que intentará esa reorganización con los métodos del populismo. Pero cuestionan la demagogia y el nacionalismo sin aclarar su singularidad política. Trump tenderá a ejercer el gobierno en forma más directa sorteando una estructura institucional en crisis.

Seguramente adoptará una actitud más cesarista frente a los contrapesos que filtran la práctica presidencial. Pero las facultades que tendrá para designar titulares de la Corte Suprema, no le ahorrarán duras negociaciones con el establishment republicano.

Quizás la trayectoria de Berlusconi sirva como antecedente para anticipar la conducta de Trump. Al igual que el norteamericano emergió del universo mediático frente al colapso del sistema político. Finalmente puso en práctica una gestión muy derechista sin alterar el status quo.

Trump es visto también como un líder fascista que podría repetir las tragedias del siglo XX. Su discurso racista tiene muchos ingredientes de este tipo. La gritería contra los inmigrantes rememora la violencia del Ku Klux Klan, que tiene un potencial heredero en las milicias de los suprematistas blancos. Un conocido exponente de esos cavernícolas (Banon) ha sido designado en un alto cargo.

Pero estos elementos distan de configurar un escenario próximo al fascismo. Esta modalidad no está en la agenda próxima de la clase dominante. Se avecina una crisis con otro tipo de disyuntivas.

CONTRADICCIONES ECONÓMICAS

Dado el récord de mentiras que acumula Trump sus próximos pasos son imprevisibles. Ha sido ridiculizado como un acabado exponente de la “pos verdad”. No esperaba llegar a la presidencia y carece de equipos. Por eso recién en las próximas semanas se sabrá qué porcentaje ensayará de sus pomposos anuncios. Deberá clarificar en qué consiste su intento de “hacer nuevamente grande a América”.

Trump prometió efectivizar un acelerado proceso de reindustrialización, premiando a las empresas que reinviertan en el país. Pero el monto de los subsidios -para compensar las diferencias de beneficio que genera la deslocalización- es monumental.

Las compañías que emigran no son marginales. Agrupan a un importante segmento de corporaciones que ha internacionalizado sus procesos de fabricación. ¿Cómo hará Trump para que vuelvan a Detroit las firmas automotrices afincadas en las maquilas de la frontera mexicana?

Los dilemas no se concentran en un sólo sector. En las últimas décadas se reforzó significativamente todo el segmento mundializado de las empresas, en desmedro de las viejas fracciones que únicamente producen y venden para el mercado interno.

Esta misma contradicción se extiende al plano financiero dada la elevadísima internacionalización de los bancos estadounidenses. Esas entidades constituyen el principal pilar de la globalización y encabezaron la resistencia a todos los intentos de regulación nacional. Bloquearon especialmente la segmentación de operaciones y la reducción de las comisiones que intentó Obama.

Trump despotricó contra Wall Street y prometió penalizar a los banqueros. Pero pertenece al partido que ha obstruido una tibia reforma para supervisar las operaciones riesgosas.

Las relaciones con los bancos son claves para un proyecto de reindustrialización basado en gigantescos planes de obra pública. Ese programa requerirá montos descomunales de financiación que el nuevo presidente no aclaró cómo serán recolectados.

Trump sólo anticipó beneficios fiscales. Prometió suprimir los impuestos federales a los hogares modestos y ratificó su disposición a retomar las políticas “ofertistas” (de menores gravámenes al patrimonio) que implementaron Reagan y Bush. Si concreta ese jolgorio recibirá cálidos aplausos de sus colegas, pero no tendrá un solo dólar para la reconstrucción industrial.

La insoslayable captación externa de fondos es otra incógnita. Estados Unidos arrastra una monumental deuda pública, que en gran parte es solventada con el crédito chino. Por eso el proveedor asiático cuenta en la actualidad con un inmenso acervo de bonos del tesoro. Si Trump confronta comercialmente con China para apuntalar su modelo industrial: ¿cómo mantendrá la indispensable financiación del acreedor oriental?

El gran enigma subyacente es la capacidad de la economía estadounidense para preservar el ciclo de tasas de interés negativas, que permitió la recuperación en los últimos años. Si el costo nulo del dinero se revierte no sólo podría reaparecer la recesión. Reavivaría la traumática reorganización pendiente del sistema bancario.

Todas las iniciativas de Trump potencian a una peligrosa tendencia alcista de las tasas de interés. Su estrategia tiene cierto parentesco con el “Reganomics” de los años 80, que bajo el impulso del gasto militar, las políticas fiscales expansivas y la restricción monetaria generó un superdólar muy adverso a la economía estadounidense.

El país ya afronta el mismo dilema que corroe a Inglaterra luego del Brexit. Cumplir allí con el mandato de salida de la Unión Europea plantea dos riesgos explosivos: abandono de los bancos que sostienen la City londinense y eventual secesión de Escocia. Disyuntivas de la misma magnitud se avizoran en Estados Unidos.

¿UN GIRO AISLACIONISTA?

Trump agitó en la campaña drásticas propuestas de giro proteccionista. Prometió elevar los aranceles de importación, gravar los productos fabricados en China y revisar todas las normas monetarias impositivas que afectan al sector manufacturero. Rechazó el control del medio ambiente y propuso reabrir las minas de carbón ¿Podrá implementar semejante viraje?

Algunos analistas estiman que se sumará a una tendencia que ya está en curso en la economía mundial. Recuerdan que actualmente el comercio crece por debajo de la producción. Mientras que en 1985-2007 los intercambios mundiales aumentaban a un ritmo dos veces superior que al PBI, en los últimos cuatro años sólo acompañaron el nivel de actividad.

Pero la economía estadounidense no sintoniza necesariamente con ese rumbo. Se recuperó más rápidamente que Japón y Europa por el comportamiento dinámico de sus sectores internacionalizados. Esa ventaja le permitió exportar gran parte de la crisis a sus rivales. Cualquier giro proteccionista afectaría de inmediato la altísima rentabilidad de esos sectores. La alta tecnología, por ejemplo, quedaría afectada de inmediato.

El principal test será la actitud de Trump frente a los tratados de libre comercio, que Obama negociaba aceleradamente con varios gobiernos de Asia y Europa. La oposición a esos convenios fue una bandera central del millonario. Pero esa actitud choca con la estrategia propiciada por el establishment, para afrontar la crisis económica con mayor liberalización comercial. Por eso la suscripción de tratados no se detuvo, a pesar del estancamiento del comercio.

No sólo Obama y Bill Clinton fueron abanderados de esos convenios. Todas las administraciones republicanas apuntalaron acuerdos que aseguran incontables beneficios a las empresas globalizadas.

En este terreno ha prevalecido hasta ahora un doble discurso. En todas las campañas florecen críticas a los tratados, que luego el ganador archiva cuando asume el gobierno. Por eso la revisión de los convenios fue un caballito de batalla no sólo de Trump, sino también de Hillary. ¿Qué hará el nuevo presidente con el TTP, el TTIP, e NAFTA y la multitud de TLCs bilaterales que Estados Unidos suscribió con sus socios?

La irritación de las élites neoliberales con cualquier cambio en este campo es mayúscula. Proclaman que “la noche cayó sobre Washington” por haber urgido a un aislacionista.

En el bando opuesto del progresismo algunos críticos del Trump reaccionario ven con simpatía al Trump proteccionista. Estiman que introduce un giro positivo en la globalización, que acelerará el colapso de la nefasta apertura comercial. Pero olvidan a quién elogian. No cabe esperar virajes alentadores de semejante troglodita.

Hasta ahora ningún país del Primer Mundo ensayó un giro antiliberal o anti globalizador. Los pequeños cambios de algunos gobiernos socialdemócratas de Europa se deshicieron en pocos días. Los intentos más perdurables en América Latina también fallaron.

En realidad la presidencia de Trump no define el fin de la globalización, por la misma razón que el descalabro del 2008 no implicó el fin del neoliberalismo. Sólo inaugura una crisis mayor de ambos procesos.

¿REPLIEGUE DEL IMPERIALISMO?

Trump abusó de la pirotecnia electoral en la política exterior enunciando todo tipo de disparates. Pero planteó un novedoso realineamiento con Rusia para confrontar con China y fue acusado por Hillary de connivencia directa con Putin.

Ese chisporroteo puso de relieve una divergencia de estrategias en el Pentágono, que se tradujo en la guerra de mails filtrados por el PBI, para desprestigiar a ambos candidatos.

Todo el establishment político-militar coincide actualmente en apuntalar las guerras regionales que refuerzan el control imperial. Por eso implementaron la destrucción de cuatro estados en Medio Oriente (Afganistán, Irak, Libia, Siria) y ejecutan bombardeos permanentes, que naturalizan la matanza de la población civil. Lo mismo sucede en varias zonas de África.

Obama ha busca un mayor compromiso de sus socios europeos y árabes con esas agresiones. Por eso intentó mantener el control estadounidense de las operaciones con menos tropas en el terreno.

Pero preservó también una problemática indefinición sobre la prioridad del adversario ruso o chino, conservando una presión indistinta sobre ambos. Por eso incentivó las provocaciones en Ucrania y los despliegues de misiles en Europa del Este contra el primer contendiente y el rearme naval contra el segundo adversario.

Cómo esta ambigüedad suscita el temor de una eventual alianza de ambas potencias contra Estados Unidos, viejos consejeros (como Brezinski) sugieren optar por un curso más selectivo. La disyuntiva de Trump-Hilary entre mayor enemistad con China o Rusia refleja una reorientación en curso, que a su vez traduce la tensión tradicional entre sectores belicistas (asociados al complejo militar industrial) y vertientes negociadoras (vinculadas a las empresas transnacionales).

La conducta a seguir en la guerra en Siria será la primera prueba de esa definición. La victoria de Trump fue muy festejada por Israel, que espera la prometida reversión de los acuerdos con Irán y una actitud más beligerante contra todos los descalificados “musulmanes”.

Pero si el nuevo presidente quiere implementar una aproximación con Rusia deberá defraudar a los halcones, que a través de Hillary proponían subir la apuesta de intervención contra el régimen de Assad.

En cualquier caso Trump sólo evalúa cursos imperiales para ajustar las acciones del sheriff del mundo. Estados Unidos actúa como protector militar del capitalismo global y no considera ningún abandono de ese rol.

Trump pretende descargar sobre sus aliados una mayor porción de los costos de la dominación imperial. Por eso propone reformular la OTAN, otorgar mayor protagonismo a Europa e introducir a Corea del Sur en el club atómico. Intentará reforzar el curso ya iniciado con la mayor intervención de Francia en Medio Oriente.

Algunos analistas olvidan la vigencia de la estructura imperial a escala global, cuando suponen que el declive de Estados Unidos desembocará en un repliegue de la primera potencia. Estiman que Trump concretará esa reclusión, al reconocer de hecho la pérdida de hegemonía de su país.

De ese diagnóstico surgen curiosos pronósticos de un próximo período signado por actitudes negociadoras de Estados Unidos. Se imagina la gestación de un contexto que abrirá grandes márgenes para la autonomía europea y las políticas nacionales de la periferia. El acuerdo con Rusia es visto como el principal eslabón de esa retirada yanqui.

Pero ese escenario pacifista no parece muy congruente con los objetivos y el temperamento de Trump. Con su victoria no desembarca una paloma a la Casa Blanca.

EL IMPACTO SOBRE AMERICA LATINA

El nuevo presidente ha sido muy explícito en sus planes para México. Construir el muro y expulsar a los inmigrantes. Cualquiera sea el grado de cumplimiento de esas amenazas su intención agresora es nítida.

La variante más tenue de su proyecto supondría mayores atribuciones a la policía fronteriza o un ultimátum a México para que contenga a los migrantes dentro su territorio. En lo inmediato prepara una gran redada contra los indocumentados para acelerar su expatriación.

La esperada revisión de todos los acuerdos con México ya desató una gran devaluación de la moneda azteca y obviamente Peña Nieto no prepara ninguna resistencia. Recibió a Trump en el pico de sus insultos contra los inmigrantes.

Lo que suceda con México clarifica la política latinoamericana. El millonario no ha dicho que hará frente a Cuba y Venezuela. Tuvo frases conciliatorias hacia Chávez, pero al mismo tiempo ensalzó al golpismo anti bolivariano. Aceptó la distensión con Cuba, pero se fotografió con los gusanos más retrógrados de Miami. Su afinidad con Uribe abre interrogantes sobre el proceso de paz en Colombia.

Conviene recordar que Hillary promovía un endurecimiento hacia la región. Propició la militarización de Colombia, apuntaló a los golpistas en Venezuela e intervino directamente en Honduras en el derrocamiento de Zelaya. Es difícil suponer que Trump adoptará una actitud más benevolente. Pero su triunfo ha modificado el tablero regional.

Clinton aseguraba la continuidad del sostén aportado por Obama a la restauración conservadora en Sudamérica. Promovía la reconstitución del protagonismo de la OEA sobre el nuevo tejido derechista. Aunque Trump mantenga la misma agenda, su presidencia modifica la sintonía actual de Estados Unidos con los gobiernos conservadores. Su agresión contra México obstruye la combinación de zanahoria con garrotes que auspiciaba Hillary.

Con Trump tambalea también la Alianza del Pacífico que sintetizaba todos los proyectos de la restauración económica neoliberal. La ratificación de los tratados bilaterales y la apertura comercial han quedado en el limbo. Además, si trepan las tasas de interés se revertirá la afluencia de fondos que tuvo la región en la última década.

Muchos analistas debaten cuál será el grado de intervención del imperio sobre la región. Algunos advierten la inminencia de mayores atropellos y otros avizoran un respiro. Quienes identifican a Trump con el repliegue aislacionista suponen que podría aflojar la presión tradicional sobre América Latina. Pero la experiencia indica que Estados Unidos nunca “olvida” a su “patio trasero”.

UNA CALDERA EN GESTACIÓN

Trump defraudará a sus electores. No limpiará la casta de políticos de Washington, ni devolverá los empleos de calidad en la industria. Pero mucho antes de lidiar con esa decepción deberá afrontar una intensa resistencia en las calles. En 25 ciudades del país ya irrumpieron manifestaciones de rechazo y se prepara una gran marcha de repudio para el día de su asunción.

En todo el país se registra un significativo resurgimiento de la acción popular directa. Varios movimientos retoman esta tradición. Los militantes de Black lives matter (la vida de los negros importa) encabezan las protestas contra la violencia policial racista. Los movimientos de indígenas defienden con bloqueos los recursos naturales y los indocumentados mantienen sus demandas de legalización. En las cárceles se ha concretado la primera huelga de prisioneros sometidos a la explotación laboral. Estas iniciativas retoman la práctica callejera que reapareció en el 2011 con los ocupantes de Wall Street.

Pero también emerge la oposición en el plano político. En la reciente elección fue nuevamente visible el escandaloso sistema antidemocrático de colegios electorales. Trump es presentado como el indiscutible ganador de los comicios, cuando prácticamente empató con Clinton en el número de votos. En cualquier otra nación esa paridad habría suscitado una crisis de legitimidad. Muchos manifestantes cuestionan esa anomalía.

La mayor mutación política subyacente antecedió a Trump con la llegada de Sanders. El líder independiente desembarcó con una propuesta progresista en el Partido Demócrata y casi gana la interna. Suscitó un gran entusiasmo con su propuesta de dividir a los bancos y universalizar el sistema de salud y educación. Se negó a recibir aportes de las grandes empresas y promovió la sindicalización de los trabajadores.

Sanders reivindicó una tradición socialista que ha sido asumida sin prejuicios por sectores de la juventud. Pero finalmente aceptó sostener a Hillary a pesar del enorme rechazo que generaba esa figura, obstruyendo la construcción de otra opción. Su impacto ilustra las grandes posibilidades de expansión que tiene la izquierda estadounidense, si logra superar la subordinación al partido demócrata.

Con el resultado de la elección norteamericana comienza un nuevo período de la crisis global. El colapso del 2008 ilustró la dimensión económica de esa convulsión y el ascenso de Trump retrata el alcance político de ese torbellino. Un tercer capítulo de ese proceso se está gestando con protagonismo desde abajo y búsqueda que una alternativa popular.

Fuente: http://katz.lahaine.org/?p=279

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