La sección 7 de Chiapas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, integrante de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), criticó que la Secretaría de Educación Pública (SEP) imparta clases virtuales en el contexto del Covid-19.
Frente a la incertidumbre de los padres de familia respecto del destino del ciclo escolar, el titular de esa secretaría, Esteban Moctezuma, responde con una instrucción a la que denomina educación a distancia, con la que pretende trasladar el aula a la casa a partir del 20 de abril, sustituir a los maestros por los padres o abuelos, suplir los libros de texto con la computadora o el teléfono celular y suplantar la relación directa maestro-alumnos por la interacción virtual entre el alumno y los contenidos a través de Internet o la televisión.
Añadió que una cantidad muy significativa de docentes y alumnos, sobre todo en los niveles de primaria y secundaria, carecen de las herramientas tecnológicas para tomar estas clases; además, lamentó, miles de comunidades y escuelas no cuentan con energía eléctrica.
Fuente de la reseña: https://www.jornada.com.mx/2020/04/19/politica/009n4pol
La emergencia sanitaria por covid-19 evidenció las desigualdades que hay en la educación a distancia. El profesor Pedro Hernández y Joshua, uno de los alumnos de la primaria Centauro del Norte en Iztapalapa, son parte de una forma alterna de llevar las clases en la que cuidan el estado emocional de los estudiantes
Mientras la Secretaría de Educación Pública anuncia su plan educativo por televisión, el profesor Pedro Hernández platica sobre las emociones de los estudiantes con las mamás de la Mesa Directiva, a través del mensajero de celular. Después de responder el mensaje, la señora Araceli le da el material de manualidades a Joshua, de 9 años, para que pinte. No le importa que gaste el de su venta. Ella sabe que él es talentoso. En plena pandemia, muchas cosas se detienen pero no la curiosidad de las infancias.
Pedro Hernández es el director de la escuela Escuela Primaria Centauro del Norte en Iztapalapa, en el barrio El Molino, en las orilladas de la ciudad. Cn 35 años de carrera, el docente explica que ya extraña a sus alumnos. En su experiencia, es la primera vez que vive una emergencia de esta magnitud.
Se congratula de lograr un Consejo Técnico o escolar emergente, la semana que la SEP decretó la suspensión adelantada de clases, desde el 20 de marzo al 20 de abril. Describe la preocupación que tiene ante las estrategias que está anunciando la SEP, pues asegura, que sólo el 25% de los alumnos tienen acceso a computadora o internet.
La SEP puso una prohibición para que los maestros tuvieran una relación personal con los padres de familia. Sin embargo, después de este consejo técnico todo comenzó a cambiar, dice el profesor. Ante la incertidumbre, maestros y padres de familia acordaron tener comunicación directa y poder acomodar el plan de estudios y las actividades de la mejor manera posible. Conforme avanza la cuarentena, han aplicado el cuidado emocional y de salud a los estudiantes. Se organizan para facilitar copias a quienes no tienen acceso a lo virtual; implementan el proyecto de Librobús -ahora de manera virtual- y con posibilidad de entrar cuando pueden.
La comunicación con el comité de padres es ahora más constante. Siguen los puntos más importantes del plan educativo en clases a distancia, y no exigen de más en el cumplimiento de evaluaciones. Comprenden la situación d expresión que hay en las familias. Así se han organizado para no soltar la educación de más de 800 alumnos de los turnos matutino y verspertino.
“Logramos tomar acuerdos, diseñamos actividades para la última semana de marzo y para las tres primeras de abril, considerando las vacaciones. Logramos consensuar el acompañamiento para estar pendientes en la parte emocional, de salud, de los alumnos. No tanto sustituir las clases presenciales. Habíamos enfrentado suspensión cuando el sismo, cuando la influenza, por el frío; ahora sí es una situación inédita que implica el cierre total de las escuelas; 184 países con el sistema educativo detenido”, argumenta el profesor.
Ante esto, el maestro asegura que día a día se las ingenian y se organizan para intentar que los alumnos puedan ejercitar y reforzar conocimientos aunque no sea solo a través de la estrategia virtual dictada por la SEP, que ha resultado insuficiente, de acuerdo con su perspectiva.
“Ya no puede ser la misma educación”
Pedro Hernández es el recién nombrado secretario general de la sección 9 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. Es consciente de lo que la pandemia evidencia: desigualdad tanto para maestros como para alumnos en el acceso y conocimiento de las tecnologías de la información y de la educación a distancia. El reflejo de la realidad que viven:
“Aún en la Ciudad de México, el 25% de nuestros alumnos tienen accesos a computadora o internet, esto profundiza la desigualdad y la inequidad en términos de acceso al conocimiento. Si aquí tenemos esos problemas, imagínate lo que me han dicho los profesores de los estados. Más del 40% de las escuelas solo tienen un docente, a lo mucho dos. Comunidades que no tienen agua, electricidad, menos computadoras”, expresa con malestar, “en debates hemos hablado que una educación virtual en este país no es posible”.
Al principio de la cuarentena, la SEP quería que hubiera un control muy estricto, de acuerdo con lo que describe el profesor Pedro. Les solicitaron medir si los niños cumplían con las tareas. Asegura que como representación sindical protestaron. No son tiempos de ser estrictos, dice, sino comprensivos. Solicitamos encontrar formas emocionales de acompañar a las familias, exclama.
Pero desde la comunidad escolar, han encontrado soluciones para esta brecha. No son estrictos con las actividades, piden a los familiares fomentar el juego y la puesta en marcha de los ejercicios del buen comer y de educación física.
Usan el proyecto de Librobús que aplican junto con el Fondo de Cultura Económica para recordar el conocimiento a través de cuentos narrados, a los cuales pueden acceder a la hora que tengan la posibilidad.
“Consideramos que no vamos a regresar a lo mismo. Esta pandemia también nos sirve para cuestionarnos los profesores sobre la función de la escuela. Los términos en que enseñamos aprendemos. ¿Qué es la educación?, ¿nos esta transformando, nos esta poniendo en cuestionamiento?, muchos maestros usamos las tecnologías como podemos porque nunca hemos tenido ninguna capacitación. Las ponemos en práctica todas. Pero el acceso es desequilibrado”.
Educación dispar a distancia
Joshua y su hermana de dos años están bajo el resguardo de su abuela, la señora Araceli Villalobos González de 57 años, mientras la madre y el padre trabajan. Además de tutora, Araceli es la presidenta de la Asociación de Padres de Familia de la Primaria Centauro del Norte.
Cuando no atiende esta brega, se dedica a crear manualidades para venderlas y ganarse su dinero. Pero en la pandemia, no le ha importado ceder su material de trabajo a la imaginación de Joshua, quien además muestra a diario su talento con la pintura. Ella narra:
“Joshua se siente extraño. Los primeros días, lo máximo, por no ir a la escuela. En últimos días me hace hincapié que extraña a sus compañeros”, después de hacer una pausa y respirar, continúa con la historia: “ayer me dejó desconcertada porque hay una ventana, le pedí que la abra, y me dice que no, que va a entrar el coronavirus por la ventana. ‘No tengas miedo’, le dije nosotros te protegemos. Hay inquietud en su corazón”.
El ritmo de vida de Joshua es el que más cambió en esta familia. Ahora toma clases una hora al día, de 10 a 11 con su maestra Manuelita por internet. No se conectan todos sus compañeros. A la semana tiene que hacer ejercicios en papel. Aunque la mayor parte del tiempo la ocupe en pintar.
“Era lo que le comentaba a mi nuera, que la maestra sabe que no todos tienen un teléfono, tablet o computadora y, la facilidad de lo que es el internet, porque eso cuesta dinero. Le digo que hasta ahorita hay respuesta favorable, pero en otras zonas y clases es más problemático por la cuestión de la economía”, describe Araceli la situación en la escuela Centauro del Norte.
Los maestros se organizaron para dejar copias y ejercicios para estudiantes que no pudieran conectarse a internet. No lo hacen a modo de evaluación sino para no perder el contacto. Araceli ha hablado con las mamás de varios grados. En el cuarto año, donde va Joshua, hay por lo menos tres alumnos que no se han presentado a ninguna clase virtual. Muchos otros se conectan esporádicamente o cuando pueden. Ella está consciente y ha evaluado la situación para ir a visitarles y saber qué sucede, pues varios tampoco se han comunicado.
“Es lo que le decía a mi nuera, no sabemos cómo la están pasando mis niños de la escuela. Cómo las estén viviendo. Porque hay maltrato, violencia intrafamiliar, luego con papis que no tienen trabajo, se la ven mal económicamente”, dice con preocupación. Planea hacerles unas libretas y unos lápices para regalarles manualidades al regreso a clases.
Educación por TV
Esteban Moctezuma Barragán, secretario de Educación Pública, anunció en sus redes sociales el Programa Aprende en casa, el cual es la estrategia de la SEP para resanar el ciclo escolar, el cual echó a andar de manera espontánea a partir del 20 de abril y este lunes lo anunció en la conferencia del presidente.
“Continuaremos con las clases virtuales, todos los estudiantes podrán realizar la clase apoyándose en los libros d texto gratuitos, apoyando el aprendizaje a distancia por televisión”, dijo Moctezuma en un video donde sale con cubrebocas (https://youtu.be/naFNJEg_Xzc).
Las clases se pasan desde ayer en el Canal 11 (11.2) y en Ingenio TV (14.2) de televisión abierta, canales públicos, y en sus derivados en televisión de paga,en los tiempos oficiales de los que dispone el gobierno federal.
A las siete de la mañana inician las clases de preescolar (a pesar de que los niños entran hasta las nueve en tiempo escolar), a las ocho de la mañana siguen las de primero y segundo, a las nueve las de tercer y cuarto y así sucesivamente.
“Vi la tele desde nivel preescolar hasta la de cuarto, que es la de Josue, y porque me tuve que ir a una cita médica. Para los niños agradable, al final son caricaturas, pero el contenido no sé, no tengo muy bien el conocimiento, puede tener una enseñanza. No sé si ese contenido se está basando en el programa de los libros de texto que hay en México. Porque me sonó un lenguaje extranjero, tipo de España o de otro país. No sé, pero así no se habla aquí en nuestro país”, describe la señora Araceli. Asegura que no todas las personas pueden atender los horarios estipulados “nos tenemos que disciplinar otra vez”.
De acuerdo con Mauro Jarquín, politólogo especialista educación, no es lo mismo si hay un espacio dedicado a las y los alumnos en la casa, con una familia que les apoya, que cuando no lo hay. Afirma tajante: “ése no es el contexto de México”.
“Cuando hay acceso a la tecnología, el hogar no necesariamente es el mejor ambiente de aprendizaje. Primero porque hay un ordenamiento vertical con el familiar que podría garantizar la obediencia, pero no la libertad y creatividad que requiere la educación”, asegura Jarquín, quien además da clases en la UNAM y asegura que incluso a ese nivel, hay muchos alumnos que no tienen acceso a las clases virtuales.
Para él, lo que hace la SEP es poner un parche a un sistema que de por sí nunca contempló las desigualdades frente a la emergencia.
“En educación, la tecnología puede ser un límite al acceso al conocimiento y con esto no puedes suplir el contacto humano. Es en el contacto humano donde se genera el conocimiento colectivo, sin ello, se bifurca en los niños la comprensión colectiva del mundo. La tecnología ayuda sí, siempre y cuando sea un razonamiento colectivo, y no una imposición”, enuncia Jarquín.
Riesgos de lo virtual
De acuerdo con Mauro Jarquín, hay riesgos claros en la educación a distancia y por televisión que implementa la SEP.
La primera, la construcción de nichos de mercado en los proceso de virtualizacion educativa, desde los servicios que ahora ofrecen gratuitos y después se ofertan como negocios con la información de la gente.
Jarquín, también investigador especialista en organismos empresariales y educación, ve riesgo con el modo en que las empresas ven la tecnología como “la panacea” para resolver los problemas.
“No es lo mismo que tenga una tableta una persona con capital cultural que tiene acceso a la educación desde pequeño, a alguien que se le ha dado una instrucción instrumental para usar la tecnología pero no puede ampliar sus márgenes de interacción”, explica.
Describe que actualmente el mercado digital de la educación de alió con los instituciones educativas desde Google educación, Pearson y Discovery en cuanto a contenidos y modelos de educación a distancia.
El politólogo ve un riesgo en qué tan tangibles son los aprendizajes educativos logrados a través de la tecnología. Se pregunta hasta qué punto los aprendizajes virtuales son significativos para las personas.
Asegura que hay un reto para el profesorado, pues no hay formación docente en tecnologías de la educación.De acuerdo con el profesor Pedro, este no será un año escolar perdido. Aunque para la señora Araceli esa es la gran incertidumbre.
Fuente de la reseña: https://piedepagina.mx/buscan-en-primaria-de-iztapalapa-reinventar-la-educacion-a-distancia/
El pasado 7 de abril en este espacio un grupo de trabajadores, sociólogos, economistas, educadores, organizaciones de mujeres, sacerdotes jesuitas, médicos de salud pública, politólogos, ciudadanos y ciudadanas, emitieron una Carta Abierta titulada “Una salida a la crisis del COVID-19, enfocada en el bienestar colectivo”.
El pasado 7 de abril en este espacio un grupo de trabajadores, sociólogos, economistas, educadores, organizaciones de mujeres, sacerdotes jesuitas, médicos de salud pública, politólogos, ciudadanos y ciudadanas, emitieron una Carta Abierta titulada “Una salida a la crisis del COVID-19, enfocada en el bienestar colectivo”. La carta plantea que “hay que enfrentar la situación de la pandemia por medio de políticas públicas basadas en el bien común, el cual, sobre todo en las actuales circunstancias, solo se puede lograr con la práctica de la solidaridad efectiva”.
Panamá es el tercer país más desigual de América Latina, y la pandemia así lo corrobora, cantidades de familias que viven sin agua potable, en cuartos muy pequeños, donde se alojan más de cinco personas, en condiciones de hacinamiento, en muchas familias incluso se vive violencia doméstica, más de 679 mil personas trabajan en la informalidad, (carentes de prestaciones sociales), hay compañeras y compañeros a los que les fueron suspendidos sus contratos de trabajo, en algunos casos desde hace un mes, en otros tienen ya más de una quincena que no se cobra, trabajadoras del hogar que no les pagaron ni la quincena que ya habían trabajado, compañeros recicladores que cerraron sin tener en cuenta a quienes día a día han venido reciclando y contribuyendo con la salud de este pueblo. El Ministerio de Trabajo señala que más de 3204 empresas han suspendido labores, y con ello más de 63 144 trabajadores tuvieron que ser enviados a sus casas. Las escuelas cerradas, con aproximadamente 46 mil educadores en sus hogares. Pero de igual se encuentran artistas, conductores de taxis, vendedores de billetes de lotería, el que trabaja la tierra para la subsistencia, y profesionales independientes, en sí, toda la sociedad.
Si bien nadie estaba preparado para una situación social y económica, como la que nos ha tocado vivir, el Gobierno nacional tiene el deber de escuchar a todos los sectores y no hacer recaer la crisis y la deuda solo en las y los trabajadores y en los más pobres del país, quienes hoy sufrimos los embates del COVID-19. En la carta arriba indicada planteamos que se negociara con los organismos de Crédito Internacional la moratoria del servicio de la deuda externa incluida en el presupuesto de 2020, la cual significa el 30 % del mismo. El Gobierno optó por las directrices del ministro de Economía y Finanzas, de quien el presidente hizo referencia de tener mucha experiencia, le diría “señor presidente, tiene mucha experiencia en servirle a las Instituciones Financieras Internacionales, endeudando a nuestro país, y hoy encima de otras salidas favorables al país, han optado de manera desmedida contraer una deuda que ni nuestros tataranietos terminarán de pagar. El papa Francisco, en su mensaje al mundo el domingo 12 de abril, dijo: “las grandes necesidades del momento, reduciendo o incluso condonando la deuda que pesa en los presupuestos de aquellos más pobres”.
La crisis de salud no puede llevarnos a eliminar conquistas logradas por el sector trabajador de Panamá, como lo es el derecho humano al trabajo. Asimismo, no es posible, que bajo la excusa del COVID-19, se busque despedir trabajadoras y trabajadores; eliminar sindicatos, y flexibilizar de forma permanente las condiciones de trabajo y modificar el Código de Trabajo.
En cuanto a la Educación, hemos leído en las redes y escuchado en la radio y televisión una vez más expresiones muy denigrantes a los profesionales de la Educación. Los educadores tenemos más de 10 años de demandar el 6 % del producto interno bruto para Educación, pero para ninguno de los Gobiernos la Educación ha transcendido del discurso.
Así tenemos que, según el informe “Panamá, el estado de las políticas públicas docentes 2018 del BID”, el 70 % de las escuelas primarias del país son multigrados; el 40.8 % de las escuelas primarias no tiene agua potable, y solo el 20.2 % tiene acceso a internet” Aunado a ello, según la Encuesta de Educación del Cieps, se señala que el 77.3 % de los encuestados propugna por garantizar que todas las personas reciban la misma calidad en educación, en el contexto del COVID19, esta opinión debe prevalecer.
Ante la crisis se requiere apoyo en las comunidades más vulnerables que hoy carecen de lo básico para poder subsistir, así como a los 63 144 trabajadores a los que se les ha suspendido su contrato de trabajo, sin tanta dilatación. Es necesario que se le brinde, por lo menos, el importe de un salario mínimo a cada uno de los trabajadores que fueron suspendidos y que a la fecha no han recibido nada, así como que exista un sustento legal que respalde la moratoria de los servicios que la población tiene que pagar. Esto es urgente.
Fuente del artículo: https://www.laestrella.com.pa/opinion/columnistas/200421/coronavirus-profundiza-desigualdades
La pandemia del coronavirus ha puesto en crisis sanitaria, humanitaria, social y económica al mundo y a nuestro país. Las consecuencias inmediatas por la infección masiva son muy graves, con decenas de miles de muertos, en particular en aquellos países cuyos gobiernos han privilegiado la economía – asociados a los intereses de los grupos económicos concentrados- por encima de la salud de la población.
Esta es la tensión y disputa que recorre el mundo y también nuestro país.
La inevitable cuarentena es un gran esfuerzo del conjunto del pueblo para frenar los efectos del contagio de la pandemia. En este escenario, es necesario privilegiar la emergencia sanitaria por el COVID-19, también enfermedades preexistentes como el dengue y sarampión que recrudecen en varias provincias argentinas. Todos los recursos del Estado deben ser puestos en función de cuidar vida y la salud del pueblo. Pero las desigualdades sociales, el hambre, una desocupación de casi el 9% en el cuarto trimestre de 2019, la pobreza de casi el 40% de la población que nos dejaron, exige en particular atender la emergencia sanitaria y social de gran parte de la población cuyas condiciones de aislamiento o de cuarentena son extremadamente difíciles.
A su vez, las consecuencias de deterioro en la estructura económica y productiva van a ser profundas y el aumento de la desocupación es una realidad que golpea con crudeza a la clase trabajadora y que amenaza con profundizarse. Se estima que se perderán más de 25 millones de puestos de trabajo a nivel mundial, pero a su vez las patronales empresarias imponen rebajas salariales, suspensiones y retiros anticipados, y no dudan en pedir la represión contra quienes reclaman por sus derechos, como ocurrió en el frigorífico Penta.
Los recursos económicos para atender la emergencia sanitaria y social pueden y deben salir de los sectores y grupos económicos concentrados de la economía que se han enriquecido en los últimos años, a través de medidas como impuestos de emergencia a las grandes fortunas u otras, y resulta ineludible la suspensión de los pagos de la deuda externa y su investigación.
▶️La Universidad al servicio del pueblo
A partir de la declaración de la emergencia sanitaria, desde la CONADU HISTÓRICA hemos convocado a la Docencia Universitaria y Preuniversitaria a poner nuestros conocimientos, profesiones y experticias, al servicio del pueblo.
Son muchísimas las experiencias de grupos de docentes y estudiantes que realizan acciones de extensión, que van desde la fabricación de insumos sanitarios -cómo alcohol en gel- hasta respiradores de bajo costo, o la disposición de miles de estudiantes voluntaries en las facultades de medicina, farmacia y carreras afines para contribuir al sostenimiento del sistema de salud que va a ser puesto bajo una tensión inédita. Asimismo, también se registran Universidades que han ofrecido sus residencias estudiantiles, tanto para posible adecuación hospitalaria, como así también lugares de refugio para mujeres en situación de violencia doméstica (agravada en tiempos de cuarentena).
Las Universidades deben privilegiar el poner a disposición toda su estructura al servicio de las necesidades urgentes del pueblo. Esta es la prioridad y es mucho lo que se puede aportar. Comenzando por la atención de los estudiantes que al cerrarse comedores universitarios no están recibiendo viandas ni bolsones de comida y aquellos que ante la crisis necesitan que se amplíe la cobertura de becas y su incremento.
▶️Las actividades de enseñanza
En el contexto de la necesaria suspensión de las clases y aislamiento del conjunto de la población, continuar con la vinculación pedagógica con las y los estudiantes a través de las herramientas virtuales es una importante contribución para transitar esta emergencia. Bajo ningún punto de vista deben agravar o complicar aún más esa situación.
Las consecuencias económico-sociales de la pandemia son y serán muy graves y profundas en el conjunto del pueblo argentino, y por lo tanto en lo inmediato son inevitables los retrasos, alteraciones y modificaciones del proceso de enseñanza, y deberán mitigarse fundamentalmente con las adecuaciones del calendario académico. Entendemos esta situación como transitoria y excepcional en tránsito al retorno a las clases, que debe darse cuando se reúnan las condiciones de protección de la vida y sanitarias para hacerlo.
Tanto la modalidad virtual en la enseñanza, como la readecuación de los calendarios académicos – en tanto implican modificar las condiciones de trabajo de la docencia – deben discutirse en paritarias con los gremios representativos a nivel nacional y en cada Universidad. Esto no ha sido así en gran parte de las instituciones universitarias. No sólo no se ha consultado y discutido con la docencia y el estudiantado, sino ni siquiera con los órganos colegiados de gobierno, generalizándose resoluciones unipersonales de rectorados “ad referéndum”.
Existe además una imposibilidad fáctica para que ciertas disciplinas y carreras se puedan desarrollar plenamente bajo la modalidad virtual, en particular aquéllas donde las actividades presenciales en grupos, en laboratorios, trabajos de campo, plantas pilotos, etc., son imprescindibles.
Asimismo, la implementación de esta modalidad virtual puede implicar la vulneración de derechos de la docencia, tanto por las condiciones socio-económicas del aislamiento al cual estamos sometidos, o porque el tránsito abrupto de la modalidad presencial a la virtual exige medios y nuevos saberes que en muchos casos no se cuentan, entre otras causales. En particular planteamos la eximición de las tareas laborales para docentes que en la situación de aislamiento, realizan mayores tareas de cuidado por tener menores y/o adultos mayores a cargo, y de todos los casos contemplados en decretos y resoluciones vigentes.
Tampoco se debe perder de vista que miles de estudiantes pueden quedar fuera de la enseñanza por no tener las condiciones de mínimas de conectividad o de estudio en sus hogares sometidos con toda la familia a las condiciones de aislamiento.
Manifestamos que la Universidad Pública Argentina más que nunca debe estar al servicio del Pueblo ante esta situación de emergencia que afecta a nuestro país y a la humanidad toda, que debemos garantizar como prioridad la vida de las y los argentinos, contemplar las distintas realidades familiares que se producen en docentes y estudiantes.
Asimismo – y en función de las asimetrías y desigualdades que existen tanto en la docencia , en el estudiantado como entre las distintas universidades de las regiones del país, más otras tantas que podrían agregarse – entendemos que forzar a docentes y estudiantes a una continuidad de calendario académico trasladando mecánicamente el cursado del cuatrimestre a la modalidad virtual sin contemplar las condiciones sociales y psicológicas de los distintos actores involucrados y sus entornos, justamente podría constituirse en un negacionismo de la situación de emergencia y grave crisis del país, incrementando así la brecha de desigualdad, incertidumbre y complejidad, en la que ya estamos inmersos.
La pandemia es una emergencia de la cual salimos colectivamente. Esto implica que las decisiones que se tomen en las distintas Universidades deben estar consensuadas entre los distintos componentes de la comunidad universitaria, docentes, estudiantes y no docentes.
CONADU HISTORICA-FEDERACION NACIONAL DE DOCENTES, INVESTIGADORES Y CREADORES UNIVERSITARIOS
Fuente de la reseña: https://www.facebook.com/conadu.historica/photos/a.1581609842090993/2599239876994646/?type=3&theater
Desde hace días, varios especialistas insisten en el riesgo de incendios y estallidos de violencia en los tres grandes departamentos que rodean a la famosa ciudad. En esos barrios la cuarentena es difícil de cumplir por el hacinamiento,la pobreza y la mala relación entre policías y vecinos.
Todos saben que se trata de zonas difíciles: en los alrededores de Paría, hay barriadas pobres, con familias hacinadas, que tienen mucha dificultad para cumplir con la cuarentena. Además, la relación con la policía francesa es históricamente pésima.
ya van dos noches de «incidentes» en Villeneuve-la-Garenne (24.000 habitantes, al noroeste de París, en un suburbio problemático), que vuelven a comenzar con fuegos de artificios para terminar horas más tarde con cargas policiales y utilización de gases lacrimógenos para «pacificar» a bandas de jóvenes incontrolados.
Tras un largo de rosario de incidentes en toda la «banlieue» parisina, los suburbios de la capital, la noche del sábado al domingo culminó con un accidente grave: un joven que corría, en moto, a cierta velocidad, se estrelló contra la puerta de un coche de la policía que intentaba detenerlo.
«¡Lo vas a pagar muy caro..!», gritaba el joven, herido de cierta gravedad, mientras forcejeaba, intentando liberarse, esperando una ambulancia. El primer joven herido, en Villeneuve-la-Garenne, pudo ser operado con urgencia, satisfactoriamente. Sus padres han decidido presentar una querella contra la policía, acusada de «violencias incontroladas».
La noche / madrugada del domingo al lunes, volvieron a estallar incidentes violentos en Villeneuve-la-Garenne y otra ciudad problemática, Aulnay-sous-Bois, en la «banlieue» / suburbios parisinos. Y anoche volvieron a repetirse.
A los primeros fuegos de artificios, de carácter «festivo», siguieron incendios de coches y cubos de basura. Las fuerzas del orden intervinieron con relativa rapidez y expeditivamente, usando gases lacrimógenos en varias ocasiones.
En pleno confinamiento, los jóvenes salieron a la calle, quemaron el mobiliario urbano de las cercanías de sus edificios. Así comenzó el incendio de vehículos de los vecinos, que estaban estacionados en el parking de los edificios, en un fenómeno similar al del estallido social del 2005 en los suburbios de París y las grandes ciudades francesas.
Desde hace días, varios especialistas insisten en el riesgo de incendios y estallidos de violencia en los tres grandes departamentos de la «banlieue» parisina: Seinte-Saint-Denis (93), Val de Marne (94) y Hauts-de-Seine (92).
Fuente de la noticia: https://www.mdzol.com/mundo/2020/4/21/francia-segunda-noche-de-protestas-en-los-suburbios-de-paris-74142.html
El sistema de evaluación siempre ha sido motivo de debate en las instituciones de educación. Sin embargo, en la coyuntura actual, esta discusión se hace más álgida ante el reto de realizar el proceso de enseñanza y aprendizaje por modalidad de acceso remoto, sin ningún tipo de contacto presencial debido a la cuarentena nacional en la que nos encontramos.
En esta coyuntura, se han presentado los interrogantes de: si la eliminación de cualquier tipo de evaluación, o la aplicación inmediata de una evaluación cualitativa y no cuantitativa, podrían contribuir al desafío actual de la educación. A estas preguntas, por supuesto, la respuesta es que de ninguna manera estas “soluciones” resuelven el reto pedagógico. Lo anterior, con base en las siguientes reflexiones:
Por encima de cualquier consideración, la evaluación es una oportunidad extraordinaria para que el estudiante aprenda mientras la desarrolla. Por ello, debe ser vista como un espacio para el aprendizaje, y no como un proceso para “medir”, “juzgar” e incluso “sancionar” a una persona por su aprendizaje.
En la educación, la evaluación permite obtener la información necesaria para determinar la brecha existente entre los objetivos de aprendizaje y la realidad de cada estudiante. Por tanto, debe ser diseñada y desarrollada con los estudiantes, ya que, de lo contrario, podríamos caer en el error de pensar que la única persona con las competencias necesarias para evaluar es el profesor, dejando al estudiante como un actor pasivo del acto pedagógico. La evaluación debe surgir, precisamente, del diálogo entre el profesor y el alumno, para que así, de común acuerdo, se establezcan los criterios y la metodología adecuada.
¿Profesores y estudiantes tienen la humildad para reconocer y analizar los resultados de la evaluación? Pareciera que cualquier resultado se puede interpretar por ambas partes como un error en la exigencia del curso, falta de compromiso de los estudiantes, entre muchos otros factores que intervienen. Sin embargo, la evaluación es un arte que debe empezar con una concientización de su impacto, tanto a los profesores como alumnos, y que se debe realizar con unos criterios técnicos que han sido definidos en la pedagogía hace muchos años, pero que en muchos escenarios falta llevarlos a la práctica, para poder asegurar su validez y credibilidad.
La evaluación debe ser continua y, de alguna manera, debe pasar inadvertida para los estudiantes, en la medida en que hace parte de su proceso cotidiano de aprendizaje. Mantener una evaluación tradicional, muy especialmente al final del proceso educativo, confunde a los estudiantes y no le aporta a su proceso de aprendizaje.
¿El acceso remoto es un obstáculo para la evaluación? Definitivamente no. En estas situaciones, la educación debe ser diferente, y esto requiere de una innovación pedagógica. Debemos evitar la estandarización y poder evaluar el aprendizaje de los estudiantes de acuerdo con las particularidades de cada uno.
En este orden de ideas, la coyuntura del Covid-19 no puede privar a los estudiantes de la oportunidad extraordinaria de aprender mientras son evaluados. Por el contrario, es el momento de prestar más atención a la evaluación, como un medio formativo para los jóvenes, muy necesario en este escenario marcado por la incertidumbre.
Es importante que toda institución de educación pueda, en unos meses, realizar una metaevaluación, como un proceso para calificar la evaluación y determinar si realmente nuestros sistemas tradicionales le están agregando valor al aprendizaje de los jóvenes. Debemos recordar siempre que ellos (los jóvenes) son los protagonistas en el proceso de enseñanza y aprendizaje, que consiste en un acto de amor y generosidad por parte de quienes, durante tantos años, han desarrollado su vocación de servicio a través de la docencia.
Fuente del artículo: https://www.semana.com/opinion/articulo/columna-rector-del-rosario-la-evaluacion-en-tiempos-de-covid-19/660595
Ambos entrevistados resaltan que EE.UU. nunca ha tenido un sistema nacional de salud que funcione. Señalan que en este momento la crisis se centra en la salud, pero luego habrá una nueva crisis económica.
En uno de los dramáticos testimonios recogidos por estos días en New York, el enfermero Derrick Smith describió en su página de Facebook lo que calificó como el peor día en sus 12 años de trabajo en un hospital. Esta semana un paciente que agonizaba por las complicaciones tras contagiarse con corona virus, en sus últimas palabras, consultó con angustia “¿Quién pagará por esto?”. “Esto es un estado fallido”, resumió el funcionario.
Para el intelectual Noam Chomsky y el director de la ONG Front Line Defenders, Adam Shapiro, si bien el sistema de salud estadounidense debiera formar parte central del debate en la próxima contienda presidencial, no está claro si Trump pagará el costo.
Pregunta: El manejo de la epidemia en un país rico como Estados Unidos se ha estrellado con un sistema de salud pública deficiente ¿percibe el estadounidense promedio esta contradicción?
Noam Chomsky: Los estadounidenses en su abrumadora mayoría han tendido a favorecer las iniciativas para el establecimiento de una atención médica universal garantizada, esto durante mucho tiempo. No he visto encuestas recientes, pero espero que la crisis actual signifique que este apoyo ha aumentado.
Adam Shapiro: La mayoría de los estadounidenses están conmocionados por lo frágil que es el sistema de salud en general. Aunque la gran mayoría no se ha visto afectada por el virus hasta ahora, muchos conocen a las personas afectadas. En este punto, sin embargo, la crisis se centra en la salud. No se han enviado facturas todavía. Cuando los hospitales y las compañías de seguros vengan a cobrar, habrá una nueva crisis económica. En cuanto a la gestión: a nivel estatal, donde los gobernadores están a cargo, las cosas se han manejado bastante bien. El problema es el nivel federal, y eso es entera responsabilidad de Trump, que ha demostrado ser incompetente en todo, no solo en esto.
¿Usted diría que el sistema de salud pública ha sido desmantelado?
NC: Eso suena engañoso. Estados Unidos nunca ha tenido un sistema nacional de salud en funcionamiento. Es, hasta cierto punto, una sociedad dirigida por el mundo de los negocios. A pesar de su riqueza extraordinaria y sus ventajas naturales únicas, en políticas de justicia social se ubica próximo a los países OCDE con los peores indicadores, incluida la atención médica. Pero también es cierto que sufrió aún más bajo las doctrinas neoliberales de «eficiencia», que resultaron una receta para el desastre, una verdadera peste.
Trump, Bolsonaro y Johnson parecieron liderar una negación inicial con la pandemia, ¿cree que sufrirán las consecuencias en términos de opinión pública?
NC: No sé qué porcentaje de la población en Brasil apoya las vigorosas protestas contra Bolsonaro. En los Estados Unidos se divide en líneas partidarias bastante estrictas. La base de votación republicana continúa apoyando a Trump, sin importar cómo este socava el país, votantes fuertemente influenciados por su verdadera cámara de eco que es el canal de televisión Fox News. El apoyo en el exterior ha sido bajo y sigue disminuyendo. No estoy seguro sobre el Reino Unido.
AS: Si bien Johnson hizo declaraciones ridículas, la política en el Reino Unido en realidad se basó intencionalmente en la idea de crear inmunidad colectiva para un virus que no tenía una vacuna. No es un enfoque no científico, pero sí significa que una gran cantidad de personas se enfermarán y un porcentaje de ellas morirá. Esa no es realmente una estrategia políticamente viable. En cuanto a Turmp y Bolssonaro, es consistente con todas sus carreras y enfoques políticos. No debería haber ninguna sorpresa en esto. y las consecuencias son las que serán: un gran número de personas infectadas, enfermas y moribundas. La pregunta es, ¿las personas que los votaron los harán pagar por esto? difícil de decir, ya que los populistas a menudo desafían la lógica
Bernie Sanders finalmente ha renunciado a la carrera de nominaciones, ¿Lo percibe como una derrota?
NC: La campaña de Sanders ha sido un gran éxito, rompiendo con más de un siglo de elecciones compradas en su mayoría. No condujo a la victoria, pero ha cambiado sustancialmente la arena del debate y la formación de políticas. Los problemas sociales que eran casi inexistentes hace algunos años ahora son el centro de atención, y hay opciones disponibles para abordarlos. El New Deal verde es uno de los muchos ejemplos.
AS: Bernie estuvo en una posición muy difícil. No creo que deba haber respaldado a Biden, pero suspender su campaña fue probablemente lo más responsable: evitar obligar a los estados a celebrar elecciones cuando hacerlo pone en riesgo a las personas. La realidad de esta crisis demuestra que Bernie tenía razón, pero era insostenible continuar haciendo campaña.
¿Es una mejor alternativa de Biden aún mejor que Trump?
NC: Incomparablemente mejor. Biden probablemente se parecería mucho a Obama. Es probable que cuatro años más de Trump sean un desastre sin posibilidad de mitigación futura.
AS: Cualquier alternativa del Partido Demócrata es mejor que Trump, es sólo que Biden es probablemente el candidato menos interesante que estuvo en la carrera y no está a la altura del desafío de llevar el país a donde necesita ir para mejorar a su gente y mejorar el mundo.
Fuente de la entrevista: https://rebelion.org/escepticismo-entre-un-sistema-de-salud-colapsado-y-las-proximas-elecciones-en-ee-uu/
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