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El Salvador: Profesores piden atrasar el inicio de las clases semipresenciales ante fuerte aumento de casos Covid-19

América Central/28-01-2022/Autor: Enrique Carranza/Fuente: www.elsalvador.com

Andes 21 de junio sugirió al Ministerio de Educación que el inicio en esa modalidad sea el 15 de febrero, y no el 31 de enero como está programado.

La Asociación Nacional de Educadores de El Salvador, Andes 21 de junio, pidió el lunes al Ministerio de Educación, Mined, postergar hasta el 15 de febrero el inicio de las clases semipresenciales en los centros escolares públicos.

El Mined contempla el inicio del año escolar escolar 2022 para el 31 de enero, y como el año anterior, será de forma semipresencial, opcional y multimodal para todos los niveles educativos.

Para los maestros reunidos en dicha asociación el inicio temprano de las clases semipresenciales supone el riesgo de elevar elevar la cifra de contagios de Covid-19 entre los estudiantes.

“No es que no queremos trabajar, se puede iniciar con las clases virtuales, estamos velando por la salud de los estudiantes”, comentó Israel Montano Osorio, secretario general de Andes.

La gremial de docentes expresó su preocupación por la cifra récord de casos reportados entre el 18 y el 20 de enero, cuando fueron confirmaron más de 600 al día, el nivel más alto de toda la pandemia, según las estadísticas del Ministerio de Salud (MINSAL).

El plazo de 14 días toma en cuenta el periodo de incubación del coronavirus SARS- CoV-2, causante del Covid-19 en relación al repunte vivido en este momento, explicó la gremial.

“En este momento, los estudiantes no asisten a los centros escolares y muchos docentes están contagiados, y varios han fallecido en lo que va del año 2022, y creemos que por los periodos de incubación todavía no es conveniente que nuestros estudiantes inicien clases presenciales el 31 de enero”, expuso Montano Osorio.

“No hay campañas de limpieza o sanitización como se le dice, los maestros y padres de familia hacen lo que pueden”, puntualizó Montano Osorio.

Ese segmento de los docentes estuvo amparado al decreto legislativo 774, emitido el 19 de noviembre del 2020, mismo que facilitaba el teletrabajo a los docentes.

Esa normativa tuvo una prorroga de 180 días desde el 13 de mayo del 2021, pero la misma disposición llegó a su fin en noviembre pasado.

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/covid-19-coronavirus-clases-semipresenciales/920533/2022/

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Los nuevos estudiantes

Por: Miguel Ángel Casillas

Con el inicio del año arranca un nuevo semestre en la educación superior; todos quisiéramos creer que lo haremos sin la pandemia de la COVID, sin embargo, esto es imposible pero también ineludible cuando pensamos en el diseño de los cursos o en las planeaciones didácticas que habremos de desarrollar.

Los cursos de este semestre habrán de programarse de modo híbrido, con grupos diezmados por el abandono, combinando hipotéticas sesiones presenciales con sesiones de trabajo a la distancia; volveremos a poner disponibles las lecturas y actividades en alguna plataforma de enseñanza; actualizaremos los grupos de Facebook y de WhatsApp. Habremos de continuar en clases a través de las pantallas, reactivaremos los foros de discusión, volveremos a recomendar y a descargar archivos desde el chat de la videoconferencia en que estemos conectados. Nuestros estudiantes seguirán leyendo en las pantallas de sus celulares y computadoras, descargando archivos de texto, de audio o de video para acceder al contenido de sus cursos.

Los actuales estudiantes de la educación superior, la enorme mayoría, los que llevan transcurridos cuatro semestres en pandemia y siguen bajo esa condición, no conocen físicamente las instalaciones universitarias, no las frecuentan ni les son familiares; ignoran dónde están las canchas y los espacios deportivos, las bancas y los rinconcitos. Nunca han visitado la biblioteca de su escuela: no saben a qué huelen miles de libros alineados en los anaqueles, nunca han localizado ahí un libro de papel, ni saben cómo buscarlos, nadie los ha regañado por alzar la voz o reír de un chiste para inculcarles el culto al silencio. Como la mayoría de los trámites se hacen en línea, desconocen los espacios administrativos y secretariales, no entregan oficios en papel, ni se les solicitan sellos de tinta en papel membretado.

Recluidos en sus casas, separados de sus amigos, sin interacciones físicas y corporales con sus compañeros de estudio, sin cachondear con sus novios o novias, miles de jóvenes universitarios han estado casi dos años sometidos a las medidas de control y distanciamiento social. Miles de nuestros actuales estudiantes no han socializado con sus compañeros dentro del claustro; no se conocen físicamente, desconocen su verdadero tono de voz, el color de sus ojos, su olor o su vestimenta para salir a la calle. Nunca han jugado ni sudado juntos. No hacen mítines ni protestas, tampoco bailan ni hacen fiestas sometidos por la sana distancia. Sólo se han conocido a través de las pantallas e interactuado de modo remoto a través de videoconferencias o grupos de colaboración.

Los nuevos estudiantes de la educación superior conocen a sus profesores por las pantallas, escuchan sus clases en línea o revisan los videos pregrabados. Casi nunca han discutido con ellos de viva voz, no han compartido dudas o comentarios en los pasillos o en las explanadas; mucho menos han departido con ellos en bares, fiestas y otros espacios informales. Nunca los han visto actuar en clase, gesticulando de pie incentivando la imaginación de sus alumnos.

De por si distantes del alumnado, en la actualidad los estudiantes desconocen completamente quiénes son las autoridades escolares e institucionales. Nunca el funcionariado había estado tan lejos del alumnado, nunca el gobierno institucional había sido tan opaco y la gobernanza tan autoritaria.

Aunque saben que existe físicamente, para los nuevos estudiantes, la universidad es un espacio fundamentalmente virtual, ahí han hecho su vida cotidiana de estudiantes, han tomado sus clases e interactuado con sus compañeros y profesores; en ese entorno virtual han accedido a las lecturas y realizado sus trámites administrativos. Tanto el servicio social, como las tesis y sus asesorías se están realizando en espacios virtuales, se investiga a la distancia a través de formularios electrónicos y de la etnografía digital.

Un hipotético retorno a las actividades presenciales no puede suponer un simple retorno al pasado, después de la experiencia vivida y de reconocer quiénes son los actuales estudiantes de la educación superior estamos obligados a reformar las prácticas y el contenido de la enseñanza superior. Es necesario dar prioridad al aprendizaje y diseñar estrategias relativas a las nuevas formas de estudiar, de leer y buscar información; debemos imaginar un nuevo cuaderno propio de las nuevas formas de tomar notas (con fotos, hipervínculos, imágenes, textos, etc.), así como aprovechar al máximo el potencial de los foros, chats y otros espacios de interacción y colaboración entre estudiantes.

El propio de desarrollo de la pandemia nos obliga a dejar de considerar la situación actual como transitoria y nos exige asumir plenamente que es impostergable la reforma de la enseñanza para asumir quiénes son los estudiantes actuales y cómo hemos cambiado los profesores de la educación superior.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/los-nuevos-estudiantes/

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Mundo: Pese a ómicron, la mayoría de países ha mantenido las escuelas abiertas

Mundo/28-01-2022/Autor(a) y Fuente: www.elespectador.com

La Unesco celebra que las escuelas están actualmente abiertas en la mayoría de los países del mundo (135). Solo una docena de naciones han decidido el cierre de sus escuelas ante el avance de la nueva variante.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, conocida como Unesco, señaló este lunes 24 de enero que la mayoría de países del mundo han logrado mantener las escuelas abiertas, pese al avance de ómicron. En el Día Internacional de la Educación la organización señala que solo una docena de países han optado por cerrar las escuelas y pasar a una enseñanza totalmente a distancia en lugar de presencial desde el estallido de la variante ómicron.

“La educación sigue viéndose profundamente perturbada por la pandemia, pero todos los países son ahora muy conscientes de los dramáticos costes que supone mantener las escuelas cerradas, tal y como dijo la UNESCO durante los dos últimos años. La expansión de la vacunación y las lecciones de los dos últimos años se han traducido en un nuevo modelo basado en protocolos de salud y seguridad escolar”, dijo Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO.

El cambio de la estrategia de los gobiernos respecto a olas anteriores es evidente. Mientras ahora sola una docena de países ha optado por el cierre, durante este mismo período del año pasado se cerraron las escuelas y el aprendizaje fue totalmente a distancia en 40 países, resalta la organización.

“El apoyo socioemocional, la asistencia a los profesores y los recursos financieros son esenciales para aplicar eficazmente estos protocolos. La UNESCO pide una vez más que se redoblen los esfuerzos para vacunar a los profesores, ya que éstos no fueron asignados a ningún grupo prioritario en aproximadamente 1 de cada 3 países”, dice la Unesco.

“Si las escuelas están en vías de reapertura, también hay que actuar para devolver a la escuela a todos los niños que se han alejado de ella y recuperar las pérdidas de aprendizaje. Si no se toman medidas correctivas, prestando atención a los alumnos más vulnerables, la pandemia de la COVID-19 tendrá consecuencias dramáticas a largo plazo”, destacó Azoulay.

Un estudio publicado por la organización y la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Escolar realizado en 11 países reveló las dificultades del regreso a clase y el impacto del cierre de escuelas.

Según dicho estudio, más del 50% de los profesores declararon que los alumnos no habían progresado a los niveles esperados, mientras que la mayoría de los profesores coincidieron en que era difícil proporcionar el apoyo necesario a los alumnos vulnerables. Más del 50% de los estudiantes dijeron sentir ansiedad por los cambios en sus escuelas.

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/educacion/pese-a-omicron-la-mayoria-de-paises-ha-mantenido-las-escuelas-abiertas/

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«Un niño expuesto a violencia constante es un cerebro que aprende menos y peor»

Por: ABC

Por Ana Santiago Martínez y Virginia Izquierdo Moreno, equipo de Evaluación del Centro de Evaluación e Intervención Educativa Corat.

La actual crisis sanitaria, económica y social ha agrietado los cimientos de nuestro bienestar y los gritos desesperados de auxilio parecen ser poco escuchados. Estamos en un momento en el que lo prioritario es sobrevivir, tirar para delante, y donde los cuidados se están viendo sobrepasados en nuestra sociedad. La presencia de la violencia dentro y fuera de las aulas se ha convertido en una preocupación constante. No podemos ser ajenos a ella.

La violencia tiene consecuencias, tanto para el que la recibe como para el que la emplea. El que la ejerce, puede hacerlo a veces como mecanismo de escape y otras como espejo de las circunstancias vitales que le envuelven. Somos conscientes de sus fuertes implicaciones psicológicas, emocionales y sociales, pero la huella de sus efectos es mucho más profunda, llegando a afectar tanto a la estructura como a la funcionalidad del cerebro de las personas más jóvenes.

Situaciones estresantes como la que estamos viviendo por la Covid u otras que nuestros alumnos pueden experimentar a diario en aula como acoso escolar o la presión académica a la que están sometidos para aprobar llevan a su cerebro a producir niveles elevados de cortisol. Inicialmente, esta hormona ayuda a proteger las estructuras cerebrales (el hipocampo, la amígdala, la corteza prefrontal o el cuerpo calloso, entre otras) en situaciones potencialmente peligrosas, pero cuando el nivel de cortisol se mantiene aumentado en el tiempo, se desregula y acaba por alterar esas estructuras necesarias para poder recibir, seleccionar, almacenar, transformar y/o recuperar la información del entorno y actuar en consecuencia.

En este sentido, se van a ver afectadas funciones cognitivas tan importantes como la memoria a corto plazo (incluida la memoria de trabajo que usan, por ejemplo, al hacer los deberes), la memoria a largo plazo (tanto explícita como implícita), la atención (especialmente la auditiva y visual, así como la atención alternante para cambiar de una tarea a otra), la percepción visoespacial y la velocidad de procesamiento. Todo ello va a repercutir inevitablemente en su rendimiento académico, su motivación, su estado emocional y en sus relaciones sociales y familiares.

Como profesionales, la experiencia y conocerles en profundidad nos aproxima al mundo interno de niños y adolescentes. Es necesario dedicarles tiempo, escucharlos, observarlos, realizar actividades juntos, reflexionar con ellos, comprenderlos, cuestionarles, observar cómo piensan, cómo se expresan, cómo interpretan el mundo, qué significan los otros para ellos, qué posición adquieren en el grupo, en su familia, qué lugar se dan a sí mismos, qué recursos o estrategias tienen para hacer frente a los retos que este mundo les presenta.

Respecto del que emplea la violencia, una vez más, la ciencia y el conocimiento cada vez más profundo del funcionamiento cerebral están de nuestro lado y nos ayudan a comprender qué ocurre en el cerebro de aquellos niños o adolescentes que tienen un carácter violento. Desde el punto de vista neuropsicológico, como sucede en el caso de los niños, niñas y adolescentes expuestos a violencia (o estrés) de forma continuada, existe evidencia de dificultades en la atención, la memoria o las funciones ejecutivas en quienes recurren a ella, lo que pude explicar, en cierta medida, sus dificultades para controlar su conducta.

Saber que existe una base neurobiológica en la aparición y desarrollo de la violencia y entender qué estructuras cerebrales están alteradas nos ayuda a comprender y poder generar estrategias para la prevención e intervención temprana, para el diseño de intervenciones adecuadas y para reducir su manifestación y minimizar el daño (neurológico, psicológico, emocional, social y familiar), sin olvidar la importancia crucia que tiene el contexto en su expresión final.

El contacto con aquellos que nos cuidan, nos protegen, nos acompañan a lo largo de nuestra vida, y que podrían ser nuestra familia, profes, vecinos, amigos o incluso, nuestro sistema sanitario, educativo o social, es clave para proporcionarnos -o no- una base sólida en la que sostenernos cuando las cosas van mal.

Desde el Centro de evaluación e Intervención Educativa Corat observamos que muchas familias consultan desde la angustia de no entender a sus hijos o hijas. No comprenden qué les está pasando, por qué están tan enfadados, por qué se meten en líos, por qué no quieren estudiar, por qué se frustran por todo, por qué no logran aprender o por qué se aíslan del mundo.

Sabemos que una valoración que recoja todas las dimensiones de la persona: cuerpo (neurodesarrollo), cerebro (procesos cognitivos), corazón (emociones y afectos) y contexto (social: escuela-familia) es primordial para conocer, comprender y ofrecer una respuesta a las necesidades individuales y sistémicas de cada familia que nos llega.

Si en otras crisis a lo largo de la historia como hambrunas, abusos de poder o guerras, los profesionales de la psicología, el comportamiento y el desarrollo humano con sus intervenciones han marcado la diferencia para revertir los efectos de estas situaciones en la integridad física, emocional y cognitiva de las personas que las sufrieron, merece la pena que pongamos las mismas ganas y esfuerzo en ayudar a aquellos que están ahora luchando la suya propia, para protegerles, pero también para protegernos en este mundo compartido en el que todos y todas tenemos el potencial de construir y destruir.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-nino-expuesto-violencia-constante-202201160033_noticia.html

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Saquemos la Filosofía a la calle para pensar la pandemia

Por: Héctor Rodríguez Cruz

Promover una  amplia reflexión filosófica sobre la COVID-19 constituye un elemento esencial para fortalecer las estrategias de prevención, contención y mitigación de la pandemia.

El monstruo de la COVID-19 no se ha ido. No ha muerto. Ante esto, no sólo es necesario aprender a vivir en medio de él, sino aprovecharlo como una oportunidad de humanizarnos. La invitación nos incluye a todos. No hay categorías de excluidos ni exonerados.

La pandemia nos igualó y nos amenazó a todos por igual. No respetó clases sociales, burbujas ni escondites. Nos convirtió a todos en candidatos a una muerte con epitafios improvisados y en herederos de una vida con esperanzas, sueños e ilusiones arrebatados.

Como “sobrevivientes” estamos  obligados  a aprender y enseñar las lecciones que deja la pandemia. Hay que realizar una obligada reflexión filosófica acerca qué somos, dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos en este nuevo escenario de la vida.

En los momentos difíciles surgen esas preguntas que se constituyen en el punto de partida de la filosofía para explicar el sentido de la vida del hombre. De esa manera, la “reflexión filosófica” puede aportar mucho en las actuales circunstancias pandémicas.

En primera instancia el ejercicio reflexivo pudiera motivarse con el texto siguiente:“Ojalá que con esta pandemia hayamos aprendido que somos seres que sentimos el dolor propio y el de los otros. Que sufrimos, lloramos, reímos, nos indignamos, temblamos de placer y de miedo. Quizás en este (re)descubrimiento hallemos el primer paso para una nueva humanidad, porque ese proceso de vernos igualados, nos permitirá, a su vez, entablar relaciones sin jerarquías y basadas en la común dignidad que compartimos”. (Octavio Salazar. 2021. “La Vida en Común: Los hombres que deberíamos ser después del Coronavirus”).

Afrontar debidamente la pandemia impone rescatar la idea de “conversión”, resumida en dos palabras griegas: metánoia (cambiar de opinión, arrepentirse, cambiar de modo de ser) y epistrophé (volver la mirada atrás para darnos cuenta de lo que hemos venido haciendo), para que se pueda vivir mejor y construir un mundo más humano y solidario.

De acuerdo con Paulette Dieterlen Struck, investigadora del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, “los humanos sí hemos hecho muchas cosas mal que han contribuido de manera definitiva para que ahora nos encontremos amenazados como especie por la COVID-19”. ¡Cargamos con la deuda moral de enmendarlas!

Por tanto, no se trata de cátedras, conferencias, lluvias de ideas de filósofos e intelectuales.  Ni de sermones,  peñas y cafés filosóficos sobre la pandemia. Se trata de un “filosofar-pensar-decir-actuar”  ligado a la vida, sentimientos y necesidades de cada persona y de cada comunidad amenazada o abatida directamente o indirectamente por la COVID-19.

La importancia de la reflexión filosófica se expresa en la disposición para hacer frente a los múltiples desafíos que se plantean al mundo en cada momento. Invitando, en particular, a reflexionar sobre el significado, efectos e impactos de la pandemia de la COVID-19.

Viene al caso lo expresado por Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO: “Si la crisis sanitaria pone en tela de juicio varios fundamentos de nuestras sociedades, la filosofía nos ayuda a avanzar mejor, estimulando la reflexión crítica sobre los problemas que ya están presentes pero que la pandemia está llevando a su punto culminante. En un momento en que el extremismo y la rapidez de las grandes turbulencias del mundo a veces nos confunden, la filosofía nos permite al tiempo cambiar de perspectiva y ver más allá, mirar el horizonte sin perder de vista el presente”.

Durante y después de la pandemia asumamos el deber y el derecho de filosofar con lucidez sobre la pandemia procurando ir más allá del simple hábito  de describir, comentar y repetir el pensamiento pensado. Es necesario “pensar-filosofar” desde nuestra realidad.

Promover una  amplia reflexión filosófica sobre la COVID-19 constituye un elemento esencial para fortalecer las estrategias de prevención, contención y mitigación de la pandemia. ¡Saquemos la filosofía a la calle para pensar la pandemia!

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Francia: CGT FERC Sup – Carta Abierta a la Sra. Frédérique Vidal Ministra de Educación Superior e Investigación contra selección en la Universidad

Europa/Francia/21-01-2022/Autor(a) y Fuente: www.ferc-cgt.org

Señora ministra,

Los programas o métodos que ha puesto en marcha para modernizar los procedimientos de registro de jóvenes en la ESR han demostrado algo que ahora está claro para todos: desde ParcourSup hasta la nueva plataforma FindMonMaster (TMM), en realidad, todo contribuye a la insidiosa despliegue de la selección en la universidad, ya sea para ingresar a ella o para continuar los estudios. Para nosotros se trata de desentrañar lo conquistado en una dura lucha: la democratización de la Educación Superior para permitir a todos, en particular a los niños de los medios más humildes, acceder a los diplomas ya las titulaciones de Superior.

Hasta ahora, la nación ha dependido en gran medida del servicio público para llevar a cabo estas misiones y los derechos concomitantes para el personal y para sus usuarios. Entre ellos, la condición de funcionario con sólidas garantías académicas y el derecho, para los jóvenes, de ingresar en el sector de su elección y progresar en él, sin segregación…

La CGT FERC Sup ha defendido a lo largo de su existencia esta lógica y trabajado para hacer cumplir sus principios. Los golpes fueron a veces muy duros y la cuestión presupuestaria estuvo siempre en el centro de los enfrentamientos. Siguiendo el ejemplo de lo que hacen por el conjunto de la sociedad, los sucesivos gobiernos siempre han tratado de reducir la inversión social que constituyen los servicios públicos, juzgada como un “coste” siempre demasiado elevado, y no han escatimado en el sistema educativo , desde el jardín de infancia hasta la universidad.

Después de haber intentado, sin resultado por el momento, quitar el carácter de «1º título universitario» al Bachillerato y así practicar la selección sobre criterios cada vez más arbitrarios para el ingreso a la Universidad, usted y sus antecesores han impuesto a las universidades una farsa autonomía a través de las Responsabilidades y Competencias Ampliadas, dejándolos en una situación financiera incruenta como ha señalado el Tribunal de Cuentas.

Su Ministerio rechaza hoy en cada establecimiento la gestión de los problemas que deben ser suyos… El inicio del curso 2021-22 es la imagen desgarradora de esta política incapaz de responder a la legítima solicitud de matrícula en la universidad de un jóvenes ya probados por la pandemia y que aún aspiran a entrenar al más alto nivel.

Los «sin universidad», con en particular un conflicto en Nanterre que el Ministerio de Enseñanza Superior e Investigación ha dejado empantanar de forma escandalosa en detrimento de todos, son la parte visible del daño de esta selección que no dice su nombre. ¿Cuántos jóvenes no pudieron registrarse? ¿Cuántos se han dado por vencidos? ¿Cuántos los seguirán? Esta pregunta va mucho más allá de los muros de tal o cual universidad. Este es un problema social que nos concierne a todos porque afecta la naturaleza misma de nuestra ambición por los jóvenes, por nuestro futuro y, en última instancia, por el progreso de todos.

Es así como la CGT FERC Sup hace un llamado a la solidaridad de todos los miembros de la comunidad universitaria para derrotar esta política de educación superior. Ya sea que elijas esta o aquella forma de lucha, es esencial no dejarte engañar por las apariencias, que hábilmente mantienes.

Es a usted, en el marco de su responsabilidad ministerial, a quien exigimos rendición de cuentas y exigimos medidas inmediatas para el registro de los estudiantes que hasta el momento no han podido hacerlo, con miras a lograr el respeto de todos los derechos existentes y la conquista de nuevos derechos. . Por supuesto, esto requiere una política presupuestaria con visión de futuro, a diferencia de la que ha practicado hasta hoy.

Le ruego que crea, señora Ministra, en nuestro apego inquebrantable al servicio público de la Enseñanza Superior y la Investigación y su corolario, la condición de funcionario de todo su personal.

Jean-Marc Nicolas
Secretario General de la CGT FERC Sup

Fuente e Imagen: https://www.ferc-cgt.org/cgt-ferc-sup-lettre-ouverte-a-mme-frederique-vidal-ministre-de-l-enseignement

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¿Regresar a las escuelas o regresar al encierro y al confinamiento?

Por: Miguel Ángel Pérez

El contexto de la pandemia apenas nos dejó respirar un poco y sus amenazas regresan justo al final de las vacaciones invernales. Los anuncios políticos no son claros ni tampoco generosos. De nuevo se anuncia un regreso a la escuela sin escuelas, los aparatos volverán a encenderse y al otro lado de las pantallas estará la voz y las imágenes de los sin rostro junto con las y los de docentes.

Esta historia que ya la vivimos recientemente, en pleno corazón de la pandemia y sirvió para muy poco, solo nos demostró que nos hace falta mucha imaginación e inventiva para encontrar mejores alternativas para atendernos escolarmente.

En este país los bares, los antros permanecen abiertos mientras se decide cerrar las escuelas, esa es la peor paradoja que nos deja el actual contexto pandémico. En cambio, con la decisión de mantener las escuelas abiertas, las cosas han demostrado que se vive mejor, los alumnos y las alumnas encuentran a sus pares, se ven y platican cara a cara. En estos momentos la socialización y la convivencia es mucho más educativa que los contenidos curriculares formales.

El asistir a la escuela tiene un alto valor simbólico, por la legitimidad de los aprendizajes, por el encuentro cara a cara entre docente y estudiantes y por la ratificación que los espacios de riesgo pueden ser cualquiera, menos las escuelas.

A las escuelas se les concibe o se les debiera concebir como espacios seguros, cuyo cuidado está en los propios actores que asisten a ella: docentes, alumnos y alumnas, directivos y padres de familia (cuando así sucede).

Poco se ha difundido en cuanto a los ámbitos más riesgosos para el contagio, y en ello valorar a las escuelas como espacios seguros que garantizan la protección de sus usuarios, debería ser al concebir a dichas instituciones como espacios blindados que garantizan la interacción social y la sana convivencia.

Cerrar las escuelas nuevamente en este momento, es cancelar la posibilidad de diseñar y construir alternativas educativas para el uso de los espacios escolares abiertos y también en la contraparte se desmitifica el uso de la virtualidad como alternativa única y los supuestos grandes beneficios que ofrece.

En todo caso, es importante recuperar la experiencia anterior, darle la palabra a maestras, maestros y padres de familia y también a los escolares para conocer cómo nos fue, qué representa tomar las clases desde el hogar, qué representa asistir a la escuela y valorar cuál es el ámbito que garantice mayores y mejores beneficios en términos educativos.

Regresar a las escuelas sin escuelas es demostrar que la lección de la fase anterior no la aprendimos satisfactoriamente.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/regresar-a-las-escuelas-o-regresar-al-encierro-y-al-confinamiento/

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