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El maestro que estudió en Harvard y eligió un pueblo de Teruel con cinco alumnos

Por: ayudaparamaestros.

 

El día en que el maestro Alberto Toro se dispuso a elegir destino y pronunció el nombre de Pitarque, el resto de los compañeros que estaban en la reunión se giró discretamente. Como si aquel joven hubiese solicitado plaza para una expedición sin agua ni víveres a las Indias y no para dar clases en una escuela rural.

Lo normal es elegir la ciudad de Teruel, Alcañiz, Calamocha o Monreal del Campo. Donde hay cines, supermercados, tiendas y, en algunos casos, hasta peluquería canina a domicilio.

Pero no decantarse por Pitarque.

Elegir Pitarque es elegir un remoto pueblo del Maestrazgo que está a una hora y cuarto de la capital. Un espacio de 35 habitantes donde la densidad de población es un poco menos desoladora (sólo un poco menos desoladora) que en Laponia. Un lugar al que se accede por una tortuosa pista forestal reformada de 18 kilómetros que conecta con el pueblo más cercano. Y que no sale en el GPS.

Pero también es elegir una escuela con vistas al huerto de la señora María, la montaña de Peñarrubia y la Fuente del Manzano; una que tiene el patio más grande del mundo: los 54 kilómetros cuadrados del término municipal; una en la que el tiempo cunde más y uno más uno casi siempre suman tres o cuatro.

El forastero sabe que ha llegado a la escuela del pueblo porque afuera hay una pizarra con operaciones matemáticas apoyada en un muro, como cuando en la de John Ford veías un par de caballos apersogados y sabías que allí estaba la cantina.

Entramos antes de que acabe el curso. Toda la clientela cabría en una mesa de póker. Sólo que Eloy, en vez de un revólver, te desenfunda un rotulador azul.

La escuela que agoniza tiene cinco alumnos. Aquí no se ponen sobresalientes ni notables ni suficientes, sino que pasa un poco como en un juego de la Play: se califica como nivel Novato, nivel Principiante, nivel Practicante o nivel Experto. Los cinco chicos se hacen sus propios libros, ven documentales de la BBC, aprenden a multiplicar con fichas de Lego, indagan en el monte, cazan bichos y luego también estudian lo que toca, claro, pero «de otro modo».

-¿A qué te refieres?

-Estudian, pero no mediante una memorización bulímica: ésa que consiste en un atracón para vomitar al poco tiempo. A mí me interesa una enseñanza para la comprensión.

-¿Para ti en qué consiste educar?

[Eloy está tirado en el suelo haciendo la cabra, como si los de la mesa de póker le hubieran disparado].

-Yo digo lo que el educador David Perkins. Se trata de domesticar lo asalvajado [mira resignado a Eloy], pero también de asalvajar lo domesticado… Hay que formar ciudadanos, no empleados.

El maestro Alberto Toro -formado en Harvard y en Boston- eligió Pitarque. Y todos giraron la cabeza. Así comienza esta historia: con una mirada en dirección contraria. Se lo dice a los niños. Esa fue la primera lección.

El maestro, en un momento de la clase.

Si no viene nadie, a esta escuela le quedan cinco años de vida

ALBERTO TORO, MAESTRO DE PITARQUE

El Centro Rural Agrupado del Alto Mayorazgo cuenta con 170 alumnosrepartidos en cinco aulas que estan ubicadas en otros tantos pueblos: Cantavieja, La Iglesuela del Cid, Villarluengo, Fortanete y Pitarque.

Los cinco de aquí son pastoreados, en el más digno sentido de la palabra, por Alberto Toro. Un maestro de 39 años que -cuando entró de interino- tuvo más de 10 destinos en un solo curso; que en ocasiones dormía en el vehículo o a la intemperie; que para formarse ha viajado a Zaragoza, Bilbao, Madrid, Reggio Emilia (Italia) o Harvard; y que terminó pidiendo un crédito de 12.000 euros para ir a Boston y poder seguir aprendiendo de la mano del filósofo Robert Swartz, una de las personalidades educativas más influyentes de todo el mundo.

Swartz. El mismísimo Robert Swartz.

Nadie reconoció a aquel gordito con barbas cuando llegó sonriente al pueblo para pasar un día con el maestro.

Porque todo lo que Alberto ha aprendido por esos mundos de dios lo ha aplicado en Pitarque.

Pasamos lista. (La voz en off es la del maestro).

1. Begoña tiene 13 años, es hija de un ganadero, es muy «altruista y generosa» y bien podría terminar de «gestora de empresa».

2. Eloy tiene nueve años, es hijo de un pastor y de la mujer que regenta la posada del pueblo. «Es como Mowgli, ese talento natural. Podrá ser desde cantante a arquitecto».

3. Ismael también tiene nueve, nació en Alcañiz, sus padres son marroquíes y dirigen un hostal situado a cinco kilómetros de Pitarque. «Va a ser un contador de historias».

4. Achraf tiene seis años y es hermano del anterior. «Apunta a chef de tres estrellas Michelin».

5. Youssef tiene cinco y es hijo de esta tierra. Su padre trabaja en el vivero. «Será bailarín».

Y ya.

Al curso que viene serán cuatro: Begoña se marcha a estudiar a un instituto que queda más allá de la constelación de Orión.

Achraf coge unos pollitos en presencia de sus compañeros de colegio.

En Aragón, hay más de 200 escuelas con menos de 20 alumnos. El 40% de los municipios carece de colegio

La dimensión de la enseñanza en la España despoblada se mide por cifras como las que desglosamos a continuación.

En esta comunidad autónoma, hay más de 200 escuelas con menos de 20 alumnos. El 18% del alumnado aragonés estudia en localidades de menos de 5.000 habitantes. Las 600 rutas de transporte escolar cubren más de 54.000 kilómetros. La inversión en un estudiante del medio rural casi triplica la necesaria en las ciudades. El 40% de los municipios carece de colegio. Uno de cada cuatro docentes da clase en un pueblo.

Y luego existe otro dato llamativo: dos horas y media.

Es el tiempo que tarda Paula (17 años y hermana de Mowgli Eloy) en viajar desde Pitarque hasta Movera (Zaragoza) para estudiar el grado medio de FP de capacitación agraria que quería hacer.

El lunes sale a la seis de la mañana desde el pueblo. Conduce su hermana mayor. Llega al centro a las ocho y media. Allí se queda hasta el viernes, que es cuando la van a recoger y la traen de vuelta.

«Que esté fuera toda la semana a esa edad tiene un coste emocional para todos, pero es lo que hay aquí si quieres formarte: su pasión son los animales y en ese sitio podrá hacer prácticas con caballos».

La que habla es Paqui Iranzo, madre de Paula y de Eloy: «El día en que me pilla alegre, pienso que este pueblo tiene vida. El día en que me pongo realista, pienso que, si sólo ponen parches, moriremos del todo. Si no nos consideran un bien necesario (y lo somos), estaremos muertos».

Los alumnos de Pitarque, en un momento de descanso de la clase.

Tenemos una piedra preciosa a la que o no le vemos el brillo o no sabemos sacárselo

ALBERTO TORO, MAESTRO EN PITARQUE

El aula es un espacio a medio camino entre un loft de dos alturas, un transbordador espacial, un bazar de juegos donde hay desde fósiles hasta circuitos imantados, una zona de chill out y un callejón del Bronx grafiteado.

La frase la firma Ismael y está escrita con pintura en una pared decorada con nubes: «Leer me hace sentir tranquilo. Cuando estoy nervioso, leo».

No es exactamente Bansky, pero vaya.

Tampoco Pitarque es Nueva York y aquí estamos.

«Tenías que verlos. Cuando vienen los ambientólogos de la Facultad de Biología de Valencia haciendo trabajo de campo, nos vamos con ellos. Cuando se quemaron 14.000 hectáreas, también fuimos con ellos a replantar. El mejor aula está ahí fuera», asegura Alberto. «Aquí las ventajas de la educación son muchas: la atención individualizada, los entornos más seguros y naturales, toda la tribu educa, el docente puede tratar mejor los conflictos porque conoce las historias de los chicos… Creo sinceramente que tenemos una piedra preciosa a la que o no le vemos el brillo o no sabemos sacárselo».

Hace un sol estupendo, Begoña estudia el origen de Roma en un sofá, los chicos acaban de venir de recorrer el pueblo recopilando tradiciones orales, Eloy vuelve a hacer la cabra -que para algo es hijo de pastor-, Alberto lo dirige todo como un director de orquesta, la señora María amusga la tierra del huerto con el pie a la entrada de la escuela y a uno perfectamente le entran ganas de ser lechuga o de tener nueve años.

Pero la pregunta tenía que llegar.

Y es como preguntarle a un enfermo grave que cuándo la va a palmar.

-¿Crees que acabaréis cerrando, Alberto?

Si no viene nadie, a esta escuela le quedan cinco años de vida. Y cuando una escuela se cierra, el pueblo entra en la UCI.Se dice que escuela cerrada, pueblo muerto. Estos colegios son la esperanza y la alegría. Cuando no se oyen voces de niños, mal asunto.

Lo ha visto un par de veces siendo maestro. En las localidades de Cutanda y Cabra de Mora. El cierre definitivo. Y dice que se siente un escalofrío de impotencia. Que no se acostumbra uno.

En efecto.

Ese último día en que cierras la escuela, echas la llave, te das la vuelta, vas al coche, te metes dentro, arrancas el motor y te quedas ahí dentro, parado y mirando la escuela. Como el que espera una detonación con niños dentro.

Fuente de la reseña: https://www.elmundo.es/papel/historias/2019/07/22/5d305294fdddff15988b47a9.html

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La escuela rural, un laboratorio de innovación educativa

Por Carlos Magro

No sé cómo hemos llegado a concebir la disparatada idea de que una clase aprenderá mejor si todo el mundo aprende lo mismo al mismo tiempo. Como si una clase fuera una fábrica. —John Holt. El fracaso de la escuela. 1977

Antes de seguir leyendo este artículo, cierre un momento los ojos y trate de imaginar un aula y una escuela tipo. Es muy probable que esa aula tenga entre 20 y 30 mesas, de color verde escolar, alineadas en filas, dispuestas de una en una, quizá emparejadas, todas orientadas hacia delante, hacia un punto fijo, probablemente una pizarra, a cuyo lado se encuentra otra mesa, algo más grande que las anteriores.

Si le pido ahora que me describa qué está pasando en esa aula, es más que probable que me diga que hay un grupo de alumnas y alumnos, todos más o menos de la misma edadsentados, quietos, trabajando en silencio, de manera individual, respondiendo de vez en cuando a las preguntas de su maestra o maestro, que será el único adulto en el aula y donde, a pesar de la diversidad que hoy caracteriza nuestras aulas, se percibe un cierto orden y homogeneidad.

Centro de Estudios de Castilla la Mancha https://flic.kr/p/kKPJWH

Piense ahora en la escuela donde se encuentra esa aula imaginada. Es más que probable que esa escuela sea una sucesión de aulas, más o menos grandes, más o menos luminosas, más o menos decoradas, todas alineadas a lo largo de un pasillo, quizá en dos o tres plantas. Y que la escuela sea un lugar silencioso salvo en momentos muy concretos (la entrada y salida, el recreo de media mañana o el patio de comedor).

Esta escuela que está imaginando dispondrá seguramente de patio, comedor, biblioteca, un par de salas y despachos y alguna que otra zona común. Y si usted ha visitado escuelas recientemente es fácil que incorpore en su descripción un pequeño huerto escolar en uno de los rincones del patio.

Siento decirle que esa aula y esa escuela, a pesar de ser el más habitual en el imaginario colectivo está, afortunadamente, dejando de existir. De hecho, aunque este modelo pueda ser todavía el más común, la escuela no siempre fue así, ya no es el único modelo existente hoy, y todo apunta a que en un futuro más o menos próximo se convierta en la excepción.

 

Hubo un tiempo, no tan lejano, en el que las escuelas no tenían aulas. De hecho, hasta bien entrado el siglo XIX, la escuela y el aula que predominó fue la unitaria, el aula multigrado, en la que un solo maestro enseñaba a un grupo de alumnos de edades y conocimientos muy variados en un mismo local escolar. O en algunos casos, en la que alumnos mayores enseñaban a sus compañeros de menor edad o menos avanzados (el conocido como sistema monitorial o de enseñanza mutua de Bell y Lancaster).

Poco a poco, esa aula unitaria fue sustituida por estructuras cada vez más compartimentadas y homogeneizadas. En aras de una supuesta mayor eficiencia en los resultados de aprendizaje, la mezcla en un mismo espacio de alumnos de distintas edades y niveles haciendo tareas diferentes fue vista como un obstáculo y substituida por la opción de un aula para cada edad y nivel.

Había nacido la escuela que acabamos de describir, la escuela graduada, caracterizada por tener varias aulas y maestros y en donde los alumnos se clasifican lo más homogéneamente posible en función de su edad y conocimientos, por grados o por cursos. Para muchos y durante mucho tiempo, todo un avance pedagógico.

Un modelo, el de la escuela graduada, que está en la base de la mayoría de los sistemas educativos actuales y que determina los planes de estudios nacionales, los libros de texto, los sistemas de evaluación, la selección de profesorado o la formación docente.

Durante años hemos pensado que la manera más eficaz y eficiente de abordar la escolarización masiva era creando entornos de enseñanza los más homogéneos y estandarizados posible. Durante años hemos pensado (y vistas algunas políticas educativas y propuestas recientes parecería que hay quien aún lo piensa) que la mejora del aprendizaje pasaba por disposiciones detalladas de los modos de enseñar, estableciendo currículos fuertemente prescriptivos, utilizando libros de texto y materiales curriculares a prueba de profesores y con una generalización de la supervisión y de las pruebas externas.

Escuela rural almandoz

Detrás de esta pretensión encontramos, entre otras cosas, la fantasía de que todo lo que se enseña se aprende y de que los alumnos que comparten características psicológicas similares aprenden de la misma forma y deberían hacerlo al mismo tiempo. Encontramos una manera de entender la educación que, con cierta facilidad, puede derivar en formas de segregación y exclusión, ya sea por sexo, por supuesta capacidad, por rendimiento o por origen socioeconómico.

El problema de este enfoque es que, aunque las políticas sean uniformes, los estudiantes no son sujetos que puedan estandarizarse, ni en sus ritmos, ni en sus procesos de aprendizaje. Nunca lo han sido. Menos hoy.

Es más, lejos de sus supuestos beneficiosla ficción por el control, la obsesión por los objetivos, la homogeneización y la estandarización han dado como resultado una escuela muy regulada, burocrática, altamente presionada, sobrecargada, sobre responsabilizada y desmotivada. Un modelo de enseñanza de talla única que ha generado y sigue generando altas tasas de fracaso escolar.

Un fracaso que aunque sabemos que está relacionado con aspectos que tienen que ver con la financiación, los recursos disponibles, las características del currículum, las condiciones socioeconómicas de los estudiantes, depende también “de las prácticas mediante las que los docentes proveen de educación a los estudiantes, miden y valoran los aprendizajes, responden a aquellos estudiantes que encuentran dificultades en sus trayectorias escolares y educativas.

Es decir, que depende también de las maneras que tengamos de organizar la enseñanza y, por tanto, de la cultura escolar y del modelo de aula y de escuela que tengamos.

Tampoco, como decíamos, la escuela que hemos imaginado al inicio es el único modelo existente hoy. Se estima que el 30% de los centros escolares del mundo poseen aulas multigrado. Uno de cada tres. Muchos. En España, según el último informe del Consejo Escolar del Estado, hay 727 centros rurales agrupados que escolarizan a unos 75.000 estudiantes (aproximadamente un 2,4% del total).

Escuela Serón de Nágima 1952

Ni parece que vaya a ser tampoco el modelo del futuro. Vemos como cada vez más los centros educativosmás innovadores, tratando de dar respuesta a la creciente complejidad de la enseñanza y a la diversidad existente en las aulas, están transitando hacia una organización escolar en la que lo normal ya no es el aula con un único profesor sino la combinación de varias aulas con varios profesores, lo que algunos han llamado aulas cooperativas multitareasuperaulas o aula inteligente.

Si la escuela nació principalmente instructiva y selectiva, ahora necesitamos que ésta sea educativa e inclusiva. Se trata de formar a todos, con toda su diversidad. Si algo caracteriza nuestras aulas y escuelas hoy es precisamente la diversidad.

No podemos seguir pensando que la solución a este reto pasa por más homogeneización. Al contrario, la solución pasa por poner en valor la diferencia. Por entender la diferencia como un recurso educativo. La única manera de atender el reto de la diversidad es con diversidad.

Es en este contexto en el que en los últimos años hemos comenzado a mirar la escuela rural, ignorada, descuidada y maltratada durante mucho tiempo, en tanto que claro ejemplo de diversidad dentro de la diversidad, como un lugar de innovación pedagógica y organizacional donde aprender a enfrentar gran parte de los retos educativos actuales (atención a la diversidad, personalización, aprendizaje competencial, multidisciplinariedad, colaboración docente, vinculación con el contexto…).

Muchas de las especificidades del entorno y de la escuela rural que durante mucho tiempo vimos como barreras se han convertido hoy en elementos clave para abordar la transformación educativa. La heterogeneidad y la diversidad como posibilitadoras de inclusión; el medio como un facilitador de aprendizaje experiencial; el aprendizaje cooperativo como apoyo de la individualidad, entre otras características, pueden convertir a la escuela rural en un “laboratorio” de innovación y mejora escolar.

El aula multigrado, al entender la diferencia no como un problema sino como un recurso de enseñanza y al exigir la diversificación de actividades de enseñanza para grupos diversos, rompe de facto con las prácticas educativas uniformes apoyadas, como decíamos, en la fantasía de unos aprendizajes correspondientes a una edad determinada.

Escuela rural Mexico

El aula multigrado conlleva una organización del aula específica; unas relaciones entre los alumnosuna forma determinada de distribuir a los alumnos que posibilita, a su vez, distintas dinámicas grupales (grupo plenario, subgrupos fijos, subgrupos rotativos, comisiones de trabajo); un uso concreto de los espacios y los tiempos; un diseño de actividades didácticas específicas; una movilización de otro tipo de recursos educativos; y una vinculación natural con el entorno y la comunidad que pueden ayudarnos a afrontar los retos educativos actuales.

Son múltiples los desafíos que enfrenta la escuela rural y que, sin duda, debemos atender (falta de infraestructuras, flexibilidad legislativa, mayores cuotas de autonomía, una formación del profesorado más adecuada…) pero son múltiples también los aprendizajes que los sistemas educativos pueden obtener de la escuela rural.

Cuando la graduación múltiple no es solo una consecuencia casual derivada de un contexto rural sino una opción elegida, se abren múltiples oportunidades pedagógicas.

Nadie duda de que la escuela necesita un cambio profundo a través de un proceso de re-escolarización, caracterizado por una nueva cultura del aprendizaje basada en la participación activa, las actividades significativas, la autorregulación y la atención a las diferencias de desarrollo e individuales; y por una cultura organizacional caracterizada por la colaboración, la innovación, la autonomía, la atención a la diversidad y la apertura al entorno.

Escuela rural Nº 209, en la localidad de Cañada Grande, Canelones. Foto de Pablo Nogueira

La tarea de enseñar es ahora más compleja que nunca, pero también más estimulante. En un mundo lleno de miradas catastrofistas sobre la educación, necesitamos más que nunca esperanzas practicables e inspiraciones alcanzables. En este contexto, no es disparatado imaginar a la escuela rural guiando y sirviendo de orientación a una “escuela urbana” que debe ser cada día más dinámica, flexible y personal.

No es disparatado imaginar la escuela rural como fuente de esperanzas practicables e inspiraciones alcanzables para los retos educativos actuales y del futuro. 

*Este artículo ha sido publicado originalmente en Cuadernos de Pedagogía 

Fuente: https://carlosmagro.wordpress.com/2019/06/02/la-escuela-rural-un-laboratorio-de-innovacion-educativa/

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China reclutará maestros jubilados para escuelas rurales

China / 12 de mayo de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: spanish.china.org.cn

China reclutará a 4.000 maestros jubilados para que trabajen en escuelas rurales en el año escolar 2019-2020, en un esfuerzo por mejorar la educación en tales áreas.

El proyecto «edad plateada» está abierto a rectores y maestros veteranos menores de 65 años, indicó el Ministerio de Educación en un comunicado.

Los maestros voluntarios prestarán servicio al menos durante un año académico y quienes hayan pasado las evaluaciones laborales serán invitados a extender este periodo, añadió el departamento ministerial.

Además de dar clases, también harán trabajos como evaluar las labores de otros maestros, celebrar cursos o talleres abiertos, asesorar y ayudar a las escuelas a mejorar su gestión.

Según las estadísticas oficiales, China tenía más de 2,9 millones de maestros rurales al cierre de 2018. El gobierno ha reforzado las medidas para impulsar el desarrollo de la educación rural y mejorar las condiciones de vida y trabajo para los educadores rurales.

En 2018, un total de 1.800 maestros jubilados que tenían buena salud se registraron para enseñar en estos centros rurales. Mientras tanto, se enviaron a 4.000 maestros provenientes de 19 regiones a nivel provincial para apoyar la educación en el Tíbet y Xinjiang, agregó el ministerio.

Además, se ha ofrecido ayuda financiera a las escuelas rurales. El presupuesto central destinó 4.500 millones de yuanes (670 millones de dólares) el año pasado como pago a 1,27 millones de maestros procedentes de más de 80.000 escuelas rurales en las regiones central y occidental del país.

Fuente de la Noticia:

http://spanish.china.org.cn/china/txt/2019-05/03/content_74747638.htm

Fuente de la Imagen:

http://www.viajarporchina.com/informacion/Modo-de-Vida-343-1361

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 12 de mayo de 2019: hora tras hora (24×24)

12 de mayo de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 12 de mayo de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – España: La mitad de los catedráticos y el 15 por ciento de los profesores universitarios se jubilarán en los próximos siete años

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308621

01:00:00 – Argentina: El ajuste de Macri a la educación en 4 datos (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308631

02:00:00 – Brasil: Jair Bolsonaro promueve que los alumnos filmen a los docentes que expresen ideas de izquierda. Delatando al maestro

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308628

03:00:00 – Observatorio Pedagógico Latinoamericano Radio. Primer Programa. México (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308720

04:00:00 – 3 millones de mayores de 60 años en EE.UU. todavía están pagando sus préstamos estudiantiles

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308775

05:00:00 – Por qué sí y ahora con los maestros de la CNTE. Reforma educativa y laboral (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309135

06:00:00 – Lineamientos curriculares para la aplicación del eje transversal educación y perspectiva de género en séptimo, octavo y noveno grado de educación básica general (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309141

07:00:00 – YouTube y las Universidades

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308724

08:00:00 – Libro: ¿Hasta dónde saben los docentes? (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309144

09:00:00 – Matemática literaria: qué pasa cuando se juntan dos materias que parecen opuestas

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309129

10:00:00 – Libro: Actores, identidades y políticas educativas. Una revisión desde la Alianza por la Calidad de la Educación (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309147

11:00:00 – Innovar en Pedagogía 2019

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308727

12:00:00 – Brasil: Contra los recortes de Bolsonaro en Educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308778

13:00:00 – El Rap de la Educación 2.0

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309138

14:00:00 – China reclutará maestros jubilados para escuelas rurales

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309123

15:00:00 – Las 10 palabras que tienen que cambiar la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308625

16:00:00 – Cuba: Seminario de Internacionalización de la Educación Superior en la Universidad de Oriente

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309120

17:00:00 – Robert Swartz: «Las piedras angulares de las nuevas aulas del siglo XXI son pensamiento, comunicación y colaboración»

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309126

18:00:00 – Perú: Ministra de Educación defiende ante el Congreso el enfoque de géneros en la escuela

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309117

19:00:00 – ¿Otra vez otro Modelo Educativo?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308879

20:00:00 – Argentina: Cambio de régimen para docentes que investigan

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309114

21:00:00 – Enseña Chile presentó en Concepción su documental sobre estado de la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309132

22:00:00 – Estados Unidos: Adolescentes transgénero en escuelas con restricciones en los baños tienen mayor riesgo de sufrir una agresión sexual

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308874

23:00:00 – Colombia: “Quien ingrese a la universidad debe terminar”: ministra habla del reto en la educación superior

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308731

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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Inscriben en Francia a 15 ovejas en una escuela rural para evitar el cierre de una clase

Europa/Francia/09 Mayo 2019/Fuente: La vanguardia

Tras una leve caída en la matriculación de niños, de 266 a 261 alumnos, avisaron a la escuela de Crets en Belledone que debería cerrar una de sus aulas más grandes

Para evitar el cierre de una clase como consecuencia de la falta de niños en la edad pertinente, los residentes de un pequeño poblado francés al pie de los Alpes han inscrito simbólicamente a 15 ovejas este martes al registro de escolares.

Los alumnos «Saute-Mouton» (Salta carnero), «Baaaaah-Beast» (onomatopeya de balidos) y «Panurge» (aborregarse), entre otros, han sido integrados a las listas de la escuela de Crets en Belledone, en Francia.

El colegio había sido informado en marzo de que una de sus once clases probablemente cerraría en septiembre, con el comienzo del nuevo curso, tras una leve caída en la matriculación, de 266 a 261 alumnos.

Este martes por la mañana, un granjero local ha entrado a la escuela con unas 50 ovejas y su perro. Quince de ellas (con sus partidas de nacimiento en regla) han sido inscritas en presencia de alumnos, padres y maestros.

Gaëlle Laval, miembro de una asociación de padres y una de las organizadoras de la iniciativa ha dicho: «Aquí hay niños en dificultades, pero a la Educación nacional no le preocupan los argumentos sobre el terreno, sino solamente las cifras».

«Con esto, no debería tener lugar el cierre» de la clase, sonríe Gaëlle Laval, quien ha reconocido «haber jugado con el humor para movilizar a la gente», y así evitar un verdadero «desastre» en esta escuela, en la que la alcaldía local ha invertido mucho en estos últimos años.

Los padres de los alumnos también han subrayado que con una clase cerrada, las otras más pequeñas tendrían una gran sobrecarga de niños en el inicio de las clases del curso 2019-2020, en otoño.

Imagen tomada de: https://e00-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2019/05/07/15572499727621.jpg

Fuente: https://www.elmundo.es/internacional/2019/05/07/5cd1c011fdddff24918b492c.html

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Experimentar con el arte en la escuela rural

Por: Saray Marqués

Diversas iniciativas por todo el territorio se sustentan en estas tres patas (el rural, el arte y la educación), con el contexto rural imprimiendo su impronta, impregnando todo el proceso.

“La idea era llevar la actividad al colegio La Fresneda, de Siero, pero descubrimos que allí hay una iniciativa similar y surge la oportunidad de llevarlo a la escuela rural. Este reenfoque cambia la filosofía: Vemos que el espíritu del proyecto encaja a la perfección con las necesidades de esos niños y niñas que, por la dispersión geográfica, no tienen tanta oferta. De pronto, nos topamos con una demanda masiva, lo que hace que en este segundo curso sigamos buscando centros con un perfil rural”. Habla Manuel Paz, director de la Orquesta de Cámara de Siero (OCAS) y coordinador de la Escuela de Música Itinerante (EMIS) que llegaba el año pasado a los alumnos y alumnas del CRA de Viella y a tres colegios de Lugones y que se ha extendido este curso a las escuelas de Lieres y Carbayín alto. También al colegio Los Campones, en El Berrón, todos en Asturias.

De 150 niños y niñas participantes en el primer curso, este año se rebasarán los 200, gracias a una iniciativa que cuenta con el respaldo de Fundación Daniel y Nina Carasso (como los qu siguen) y el Ayuntamiento de Siero, y que supone un quebradero de cabeza para encajar los horarios y para que las profesoras puedan cubrir las distancias entre los distintos pueblos.

Los alumnos y alumnas les esperan con los brazos abiertos para practicar en las clases de coro y cuerda (violín, violonchelo, y este año también viola). “La idea es crear una orquesta de cuerda que puede ser la semilla de una futura orquesta sinfónica. Y los coros son un potentísimo motor, pues funcionan desde el minuto uno”, explica Paz, que reconoce que existen nexos con El Sistema de Venezuela, que conocieron gracias a otro proyecto de OCAS, Vínculos, hace más de una década, pero que también cuentan con otros referentes.

Uno de ellos son los Campamentos Multimusicales que pusieron en marcha hace ya siete años, en verano, con talleres para niños y adolescentes de disciplinas como construcción de instrumentos, percusión, danza o iniciación a la dirección de orquesta. “Ha supuesto una enseñanza fabulosa de cómo abordar la educación musical con los más pequeños, con materias lúdicas y divertidas”, reconoce Paz, muy crítico con el actual sistema educativo musical en España: “La reforma de 1992 marcó una línea muy profesionalizada de la enseñanza musical. Cuando un crío entra en el conservatorio con ocho años recibe materias pensadas para que se dedique a la música, con muy poca creatividad y sentido práctico. A desarrollar la música se aprende tocando y cantando, pero en este país tenemos ese gusto por llevar cualquier materia inmediatamente a la parte teórica y técnica, no a la experimental y creativa, lo que provoca muchas insatisfacciones. En los conservatorios estamos formando para leer partituras. La capacidad creativa de un estudiante de música, incluso de un profesor, se acerca peligrosamente a cero. Si preguntamos a 100 titulados superiores de conservatorio quiénes son capaces de improvisar como mucho levantarían la mano 5 o 10. Es gente brillantísima técnicamente, capaz de tocar pasajes de dificultad técnica extrema, pero incapaz de inventar, de crear, y esto es una lacra. Estudiamos y admiramos a quienes eran capaces de improvisar, pero no cultivamos esa capacidad”.

Frente a esta “cierta decadencia”, iniciativas en los márgenes como la EMIS introducen algo de luz. Los alumnos van aprendiendo a solfear a medida que practican con el instrumento o cantan: “Todo se experimenta, y en cuanto cuenten con cierta destreza abordaremos también la parte creativa”, subraya.

Escucha activa

No lejos de allí, la Fundación Cerezales Antonio y Cinia lleva años colaborando con el CRA Ribera del Porma (León). Desde el curso pasado en el marco de Los sonidos de la escuela rural. El maestro y musicólogo Luis Martínez y la pianista y compositora Hara Alonso trabajan con el medio centenar de niños de primaria del CRA a partir de tres preguntas -¿Cómo sonamos? ¿Cómo suena nuestro entorno? ¿Cómo suena el mundo?- en un proyecto que se prolongará tres años. En él importa tanto la experimentación musical y sonora como las vivencias cotidianas de los niños y la perspectiva local.

Se desarrolla en dos horas semanales, correspondientes a lengua y matemáticas. En parte, por no quitar carga horaria a la música, con solo una sesión a la semana. También, porque el abordaje es global: “En nuestra idea de desfragmentar el conocimiento, de alfabetización expandida, cuando respondemos a esas preguntas estamos trabajando tanto la oralidad –contar historias-, como el conocimiento del medio –paseo sonoro- o incluso, las ciencias aplicadas a un nivel de primaria –funcionamiento de la grabadora-”, reflexiona Martínez.

El resultado del proceso del curso pasado fue un concierto en la sede de la Fundación Cerezales, que se acaba de repetirse el 10 de noviembre en León, con cuentos y partitura de Hara Alonso y sonorización a cargo de los alumnos del CRA, y con la colaboración de las Juventudes Musicales de León. Este curso y el siguiente continuará en esta línea, más performativa, pero no sólo: “No estamos ante un proyecto de música al uso sino de escucha activa, desde lo concreto, lo cotidiano, emparentado indirectamente con John Cage, con los movimientos de vanguardia. Se trata de recuperar lo que la vida tiene de arte, reencontrar en el día a día vías que nos emparentan con lo sonoro, con la música, con el arte”, matiza Martínez.

A esto se añade un entorno, la ribera del río Porma, que condiciona el proyecto: Un radio amplio con multitud de vecindarios, una comunidad educativa dispersa. A Martínez le gustaría lograr una especie de “mapeado” sonoro común de todos los niños y niñas del CRA, de los lugares por los que pasan, por los que suelen ir, cómo varía el sonido… “Creo que podría dotarles de herramientas interesantes, que esta investigación de campo podría redefinir sus relaciones con el entorno, darles una noción colectiva de su contexto –aula-colegio-comarca- conformado por varios pueblos con problemáticas bastante comunes”.

Domar la tecnología

Los artistas Coco Moya e Iván Cebrián, de Colectivo Menhir, trabajan desde el curso pasado con el IES La Dehesilla de Cercedilla, dentro del proyecto Sierra. Con los alumnos y alumnas de 2º de ESO emplean iPads para realizar composiciones basadas en el entorno. “Tratamos de enseñarles música experimental a través de la metodología de composición de ciertos artistas que nos han influido, de que vean en la tecnología una herramienta para ser creativos, no solo para consumir contenidos o comunicarse, les transmitimos la idea de que han de domar esa tecnología, no recurrir solamente a aplicaciones que canalizan sus relaciones de forma muy mediada e intentamos que adquieran otra perspectiva del arte, incluyendo, por ejemplo, el vídeo como artes plásticas”, relata Moya.

2º de ESO es el último curso en que arte y música son obligatorias, por lo que Moya y Cebrián juntan ambas en sus colaboraciones con el instituto, dos o tres días al mes. En la experiencia, el campo y la tecnología se dan la mano de manera muy práctica, son los ejes, pero también hay tiempo para asistir a conciertos de música experimental o para recibir a artistas que acuden al centro a dar talleres o conciertos. Con estas experiencias se completan los ejercicios de escucha, los juegos de ritmo para relacionarse con el espacio, la grabación, la composición…

Huida y mapa

Coco Moya es, además, promotora, junto con Lola Mansilla, de El cubo verde, donde distintas iniciativas de arte en contextos rurales tienen cabida (con encuentros desde 2015). En su caso, la llegada a Cercedilla fue una huida de Madrid: “Me sentía sobresaturada de cultura, en muchos casos muy interesante, pero en parte se estaba convirtiendo en un consumismo cultural que dejaba de tener sentido para mí. Creo que en sitios no tan saturados puedes aportar algo que seguramente tenga más impacto, con más posibilidades de arriesgar y de implicar a la gente, sin tanta burocracia. El Cubo Verde intenta visibilizar todo el trabajo que está haciéndose. Hay proyectos más recientes y con un gran recorrido de sostenibilidad. Contar con un mapa nos ha servido para ver que hay muchos proyectos lejos de las ciudades, de la conexión, con mucho en común aunque sus contextos sean muy diferentes: la relación con el entorno, la necesidad de implicar a la población, el respeto por la cultura rural, el abordaje de la ecología… ”.

Proyectos como el programa de Educación Expandida de la Plataforma AADK Spain. Selu Herraiz, director del programa, menciona cómo la plataforma AADK se asienta en Blanca (Murcia) en 2012, creando en Centro Negra un espacio para investigación y práctica de arte contemporáneo que funciona de forma autogestionada como una estructura modular en que nuevas personas pueden unirse al proyecto. Así fue cómo llegó Herraiz, de hecho, a AADK, tras una residencia en Centro Negra en 2014. “Yo siempre he combinado mi práctica artística con la educativa como si fueran una sola cosa, y mi interés y deseo para colaborar con AADK era implementar un programa educativo lo más estable y duradero posible”, explica Herrraiz, cuyo proyecto educativo adaptado a la comunidad de Blanca, elaborado junto con Elena Azzedín y Abraham Hurtado, fue premiado con una beca de Fundación Carasso de tres años –hasta 2020- para crear una escuela de sonido experimental. El objetivo de trabajar a escala local, comarcal y regional se conjuga, además, con proyectos internacionales puntuales. Más allá de 2020, Herraiz cree que “el proyecto se hará sostenible y podrá permanecer en el tiempo, al menos las líneas de trabajo más importantes”. Entre ellas, el Aula de Escucha Activa para niños y adolescentes en la Escuela Municipal de Música de Blanca, “siguiendo metodologías mixtas inspiradas en la escuela de Pauline Oliveros y en manuales de Murray Schafer, así como conocimientos básicos para la libre improvisación de música con instrumentos no europeos”, y a cargo de Pati Valcárcel, maestra especializada en enseñanza en escuelas libres. O el seminario de formación del profesorado en colaboración con el Centro de Profesores y Recursos de Murcia, coordinado por el profesor y artista Juan Jesús Yelo y dirigido a profesores de música, plástica y tecnología, con la música experimental y el arte sonoro como ejes.

O como Naturalizarte, con su Escuela de Hacedores, un proyecto en colaboración con el Ayuntamiento de Guadalaviar (Teruel) y que aspiraba a “pensar la despoblación en el medio rural a través del arte, generando espacios híbridos de aprendizaje”, recuerda Fran Quiroga, su coordinador. A 1.500 metros de altura, con nieve de noviembre a mayo, con 150 habitantes, un 30% de ellos trashumantes, Guadalaviar se convirtió en un punto de encuentro entre conocimientos de dentro y de fuera, con la Escuela de Hacedores (en realidad, hacedoras) aprovechando la oportunidad para prestigiar los conocimientos de los entornos rurales. En ella hubo talleres de construcción de mobiliario urbano y de gastronomía o de fotografía y trashumancia. De ellos salieron superbancos para la contemplación, o una exposición fotográfica con que se empapeló el pueblo en las fiestas. También se colaboró con la escuela del pueblo (ocho alumnos, tres de ellos trashumantes) con un taller sobre paisaje sonoro con el artista Edu Comelles, que grabó parte de Aquí llega el invierno con voces de alumnos y alumnas, y con la intervención del artista Joseba Muguruza en las paredes de la escuela, reivindicando a los niños como futuro del medio rural.

O como el Foro de Arte Relacional FAR365, que surge de una evolución del proyecto Scarpia con el que, durante 14 años, la localidad de El Carpio, a 35 kilómetros de Córdoba, se convirtió en un laboratorio de arte público. El equipo del proyecto, por diferencias con el Ayuntamiento, decide hace tres años salir en bloque y dar un giro a su iniciativa, añadirle el sentido de foro. “De la parte más decorativa del espacio se pasa a la más inmaterial, al diálogo como fruto del arte, trabajando su carácter relacional, político, crítico”, describe Miguel A. Moreno Carretero, director del proyecto anterior y miembro del equipo de FAR365. En su seno se celebra un foro anual con artistas invitados y una media de cinco o seis encuentros monográficos al año, en que entre 20 y 30 alumnos de escuelas de arte, de facultades de historia del arte o de bellas artes con las que se tienen convenios conviven con un artista durante un fin de semana en el Albergue Fuente Agria, cercano a El Carpio. “A veces el artista trabaja con el pueblo, o en el espacio natural, o quizá prefiere hacerlo de forma más interiorizada, pero siempre, siempre, es distinto a una conferencia en que llega, expone y se va. Compartimos todo el fin de semana, acabamos de madrugada presentando proyectos que el artista propone, se crean ambientes muy mágicos”, expone Moreno. El último encuentro se desarrolló este fin de semana, con el artista Eugenio Ampudia como invitado”.

Reflexiones sobre las potencialidades del rural

Según Belén Sola, responsable de Educación y Acción Cultural del MUSAC, “el medio rural nos aporta un contexto diferente para la creación, unos saberes que se inspiran en principios comunitarios y de cuidados y unos tiempos que nos permiten la reflexión y el pensamiento crítico. Lo interesante sería saber poner en marcha proyectos que incluyeran estas potencialidades, no importar al rural modos de hacer prefabricados que en muchos casos no escuchan el contexto particular de los territorios, con sus valores, sus ritmos, su conciencia del entorno”.
Sola percibe “un paulatino acercamiento al medio rural en los proyectos de arte y educación”, como demuestran iniciativas como Campo Adentro, y lo atribuye a “la necesidad de encontrar espacios que calmen nuestro consumo hipermediático, que en gran medida puede ser origen de falta de imaginación política en los proyectos y pérdida de horizontes sociales en el arte”.

Como ejemplos, cita el proyecto Territorio Archivo, de la Fundación Cerezales, o el trabajo de recuperación de saberes y dinamización cultural de la Universidad Popular Paulo Freire del Cerrato palentino. También, los proyectos de investigación y creación que desde el Laboratorio de Antropología Audiovisual Experimental del MUSAC, Laav_, han puesto en marcha, Teleclub y Puta Mina. “Como museo de la comunidad de Castilla y León, el MUSAC siempre ha tenido presente el contexto fuertemente rural al que se dirige su acción, con proyectos de mediación con las escuelas rurales o programas de apoyo a la programación cultural de los pueblos pequeños. Para nosotros, lo rural no es una etiqueta, es una manera integral de trabajar”, añade Sola, que explica que, si en educación ya hace tiempo que las escuelas libres, por ejemplo, buscan espacios más alejados de los núcleos urbanos, o pedagogas como Heike Freire postulan la necesidad de educar en verde, de repente se establecen cruces interesantes con el arte y la cultura, en una triada que pretende además huir de modos de hacer individualistas y competitivos, recuperar el carácter más social de la práctica artística.

En palabras de Herraiz, de ADK Sonora, “Estar en el medio rural o semi-rural supone habitar zonas donde la cultura global llega con una influencia menor que en las ciudades. Aunque la información es la misma, la gestión es diferente y no se interioriza de la misma manera. El ritmo vital también cambia respecto a los grandes núcleos urbanos, la vida no va tan rápido y el tiempo se aprovecha mejor al reducir los tiempos de desplazamiento y al estar menos sobreestimulados visual y auditivamente. Hay más tiempo para la contemplación, que, como decía Valle Inclán, es la clave de la sabiduría intuitiva y, por tanto, para la creatividad. Otro aspecto importante es el silencio, tan difícil de encontrar en las ciudades. Estos factores se convierten en cualidades de mucho valor a la hora de buscar entornos para que el acto creativo y pedagógico suceda de la manera más saludable posible”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/arteyeducacion/2018/11/27/experimentar-con-el-arte-en-la-escuela-rural/

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Oxfam denuncia casos de desnutrición crónica en escuelas rurales de Guatemala

Guatemala / 7 de abril de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: RTR

La ONG Oxfam publicó el informe ‘Entre el suelo y el cielo’, en el que denunció la existencia de casos de desigualdad crónica en escuelas rurales de Guatemala. El documento fue divulgado en el marco de la IV Reunión de Ministros y Altas Autoridades de Desarrollo (Remdes) que se desarrolla este jueves y viernes en Ciudad de Guatemala.

“La desnutrición crónica es 60 veces mayor en algunas escuelas primarias indígenas rurales que en las capitalinas mestizas”, detalló la ONG.

Oxfam mencionó que Guatemala es uno de los países más desiguales del mundo y que fue seleccionado tanto por ellos como por la universidad británica London School of Economics para el análisis de la desigualdad.

“La desigualdad en Guatemala es producto de una construcción social y humana, por lo que es transformable. El informe presenta recomendaciones políticas que buscan marcar el camino para este necesario cambio”, mencionó Oxfam.

Para la ONG la desigualdad no se circunscribe solo a diferencias extremas e injustificadas en el ingreso que perciben distintos segmentos de la sociedad, sino que comprende ámbitos como la salud, la educación, la seguridad, el empleo y la participación política.

“En cada uno de esos ámbitos las mujeres rurales y las personas indígenas y de bajos ingresos son las que encaran mayores desventajas”, indicó la organización.

La ONG resaltó, además, que en Guatemala el analfabetismo es tres veces más frecuente «en mujeres indígenas que en hombres no indígenas».

“Las mujeres realizan cinco veces más tareas domésticas y de cuidado que los hombres. Tanto mujeres como poblaciones indígenas tienen aproximadamente tres veces menos representación en diputaciones con respecto al tamaño de su población”, describió la organización.

Durante la apertura del encuentro, el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, aseguró que en la reunión se definirán los principales acuerdos políticos entre países latinoamericanos para los próximos tres años.

Fuente de la Noticia:

https://www.trt.net.tr/espanol/vida-y-salud/2019/03/31/oxfam-denuncia-casos-de-desnutricion-cronica-en-escuelas-rurales-de-guatemala-1173192

ove/mahv

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