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Así es como los maestros ven a sus directivos

Por: Paulette Delgado

¿Qué piensan realmente los maestros sobre sus directores? ¿Confían en ellos? ¿Están en el mismo canal en el tema de disciplina escolar?

El Education Week Research Center dio a conocer los resultados de una encuesta realizada a directores de instituciones educativas. La encuesta tenía el objetivo de descubrir cómo se ven los directores a sí mismos y si su opinión coincidía con la opinión de los maestros. A forma de autoevaluación, las preguntas se enfocaron en el director y su imagen, mientras que, por otro lado, el equipo repitió las mismas preguntas a los maestros para conocer si había diferencias de opiniones.

Los resultados entre ambas fueron sorprendentemente diferentes. Por ejemplo, aunque ambas partes coincidieron en que es importante mantener una buena relación entre director-profesorado (el 87 % de los directores creen que es muy importante tener una buena relación con los maestros y el 81 % de los profesores estuvo de acuerdo), el 69 % de los directores confían que sus maestros se sienten en confianza para pedirles apoyo cuando enfrenten un problema, pero sólo el 25 % de los maestros siente la suficiente confianza para acercarse a su director (a).

Por su parte, más de la mitad de los directores (77 %) confían que su trabajo impacta de manera “completamente positiva” al ambiente laboral y de aprendizaje, mientras que sólo el 37 % de los docentes apoya esa idea. En este rubro, ningún director admitió afectar negativamente el ambiente laboral, mientras que el 22 % de los docentes encuestados dijeron que el director o directora, tiene una influencia “algo negativa” en el ambiente de la escuela y el 8 % de los maestros admitieron que su superior tiene un impacto totalmente negativo en el ambiente laboral y escolar.

Cuando se trata del apoyo para innovaciones e iniciativas, el 86 % de los directores contestaron que ellos apoyan a los maestros para iniciar nuevos proyectos. Sin embargo, los maestros no sienten el mismo apoyo, sólo el 45 % se sienten apoyados por sus superiores para llevar a cabo innovaciones en su labor docente.

La encuesta también encontró diferencias significativas entre el nivel de fricción que perciben los maestros y los directores. En el caso de la disciplina escolar, por ejemplo, el 52 % de los docentes señalan que es el tema que más ocasiona fricciones entre ambas partes, mientras que sólo el 24 % de los directores opinó lo mismo. En cuanto a la filosofía de la institución, el 21 % de los maestros dicen que puede provocar problemas en su relación con sus superiores mientras sólo el 9 % de ellos lo ve así.

La retroalimentación (formal o informal) y su frecuencia es uno de los temas donde la encuesta encontró más diferencias de opiniones entre docentes y directivos. Según la encuesta, la mayoría de los maestros encuestados (56 %) quisieran recibir retroalimentación tan solo unas pocas veces al año, mientras que la gran mayoría de los directivos opina que la retroalimentación debería ser mensual (39 %) o incluso semanal (38 %). En este mismo tema, el 17 % de los maestros se sienten incómodos con la retroalimentación recibida de parte de sus directivos, en contraste, sólo el 5 % de los directores ve la retroalimentación como un factor que pueda dañar su relación.

Además de mostrar las tensiones comunes que hay entre jefes y empleados en todos los sectores, la encuesta también demuestra que en el sector educativo, particularmente, es importante que los directores tengan una buena comunicación y relación con sus maestros, ya que las fricciones y diferencias pueden afectar significativamente el ambiente escolar de la institución.

Pero la responsabilidad de lograr esta armonía no debe recaer en una sola parte, indica el reporte, ambas partes deben trabajar en esta relación, aunque los resultados de esta encuesta demuestran que la mayor discrepancia se encuentra en la parte directiva, por lo que son ellos quienes tendrán que trabajar más en mejorar la comunicación con su cuerpo docente. El reporte señala además la importancia de que los directivos analicen y reflexionen sobre cómo expresan su liderazgo y cómo lo viven los docentes, de manera que se mejore la comunicación y se disminuya la brecha de opiniones reflejada en la encuesta.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/encuesta-asi-es-como-los-maestros-ven-a-sus-directivos

Imagen: rawpixel en Pixabay

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Entrevista a Clara Martínez. Profesora de Derecho Adminisitrativo:

Por: Daniel Sánchez Caballero

“En el ámbito familiar parece que los niños no tienen derechos y cada uno puede hacer lo que quiera”

Los derechos de la infancia, como el derecho de participación, muchas veces no terminan de cumplirse, a pesar de las leyes. Clara Martínez asegura que «no nos creemos que (las y los niños) puedan tener opinión».

Clara Martínez García es profesora de Derecho Administrativo en la Universidad Pontifica de Comillas y hace las funciones de directora de la Cátedra Santander de Derechos del Niño. Desde su posición, Martínez ha investigado en derechos de la infancia y derecho administrativo, lo que la convertía -junto a su equipo- en la candidata ideal para ayudar a elaborar la nueva ley contra la violencia contra infancia, que el Congreso debería aprobar la próxima legislatura (a priori tiene el apoyo de todos los grupos). Martínez, que se declara “muy fan” de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cree que la Agenda 2030 que los enmarca supone “una gran oportunidad de repensar el sistema. La infancia es transversal a todos los objetivos y nos va a dar una dimensión nueva de lo que tienen que ser las obligaciones de los poderes públicos con los niños para que se puedan cumplir sus derechos”. Hablamos con esta profesora sobre la conferencia que ha impartido este jueves sobre derechos de la infancia en el marco de las jornadas La Ciudad de los Niños, que han tenido lugar en La Casa Encendida de Madrid.

¿Se cumple en España la Convención sobre los derechos del niño?

Hay cosas en las que no, está claro. O, si se quiere, se cumple parcialmente. La violencia contra la infancia sin duda que es una en la que se puede mejorar, pero hay muchos apartados. Pobreza, colectivos vulnerables de niños, participación -una cosa muy seria-, déficits institucionales del sistema… Hay muchos aspectos en los que podemos seguir mejorando.

Varias de las cuestiones parecen bastante obvias, pero me llama la atención que señales, con énfasis además, la participación de los pequeños en la sociedad. Parece un campo muy ignorado.

Es como un límite casi psicológico. Ponemos excusas con el tema de la participación. Pero la Convención, el tema de la participación -que lo consagra en un artículo– lo contempla en unos términos amplísimos. Pretende que el niño sea escuchado en aquellos aspectos de su vida que le afectan. No solo en términos procesales (que le pregunten en un divorcio u otro caso en un juzgado), sino que aparece como catalizador de otros muchos: libertad de expresión, de pensamiento, de creencia. Todos los derechos que aparecen en la Convención están aquí. Pero lo incumplimos mucho. Incluso aunque se recoge en el artículo 9 de la Ley Orgánica de Protección jurídica del Menor, se concreta en que se incumple exactamente igual. Hemos avanzado en tener el derecho, pero nos falta trasladarlo a la práctica. No nos creemos que sean capaces de tener opinión, y no las tenemos en cuenta con el peso que deberíamos, sobre todo, en las cuestiones que les afectan. Pasa en muchos países. Esto no significa que no hayamos hecho nada, hay mucha gente intentado concretar formas de hacerlo. Pero ni siquiera está en nuestras cabezas. Seguimos pensando que tenemos que hacer muchas cosas por ellos, pero sin ellos, una especie de despotismo ilustrado para ellos.

¿De qué manera se podría canalizar esta participación?

No hay una única manera. La base estaría -según el Comité y yo estoy de acuerdo- en el ámbito educativo. Los niños pasan cantidad de horas ahí, de forma natural se relacionan con profesores, etc. Están tomando permanentemente decisiones que les afectan, pero no se acaban de canalizar bien esas participaciones. Podemos seguir en el ámbito familiar, un lugar donde parece que el derecho no entra y cada uno puede hacer lo que quiera. Pero, probablemente, si establecemos otra manera de relacionarse padres e hijos, tomando en cuenta a todos, tendrán algo que decir en lo que pueden parecer pequeñas cosas. Hay una cuestión orgánica y de establecer cauces de participación y otra que tiene que ver con una concienciación y un cambio de mentalidad. Creer que los niños son sujetos de derechos y tenerlos en cuenta. Hay gente que critica los parlamentos de niños porque dicen que a quién representan. No sé si representan a todos, pero son los que participan. Pero no los terminamos de crear; tendríamos que hacerlo. Antes de concretar el cómo, hay que estar seguro de que nos lo creemos.

Cumplimos 30 años de la adhesión a la Convención de los Derechos del Niño. ¿Cómo se ha avanzado en sus derechos?

Hemos ido avanzando en todos los ítems en los que el Comité nos examina. Eso ya simplemente en sí mismo es bueno. Cada cinco años -al final son más- el comité va a venir al Estado firmante para que rinda cuentas, dé datos, normas, enseñe planes estratégicos. Creo que estamos en la línea correcta de que esto supone un compromiso para todos los que estamos en el sistema. Retrocesos creo que en según qué sitios no ha habido, pero en algunas cosas estamos muy verdes. Bueno, de hecho creo que sí. En Educación el comité cree que ha habido retroceso con la LOMCE. En pobreza también, y en ayuda oficial al desarrollo. Durante los años de la crisis más fuerte hemos retrocedido. De alguna medida se está intentado paliar y si las cosas van mejor, salir adelante. Pero la educación de calidad estamos lejos de conseguirla. Cada vez más estudios hablan de la segregación escolar por causas económicas, eso es muy duro. Y, además, en los colegios públicos. Algo no estamos haciendo. En educación inclusiva nos ha caído una condena del Comité que señala que España incumple el derecho a la educación inclusiva. En violencia no tenemos una estrategia, nos lo dice el Consejo de Europa y el Comité. Solo hemos quitado del Código Civil el poder a golpear a los hijos (“una facultad de corrección”), pero la gente lo sigue haciendo.

Habla de un retroceso en la pobreza infantil, pero el Gobierno ha creado una figura específica para ello, el Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil. ¿No le ha dado tiempo a conseguir resultados o no está acabando de funcionar?

Es un gran logro que se haya creado la figura. Ha tenido el recorrido que ha tenido, pero sí que intentado compensar en materia educativa y de salud, sobre todo, para paliar con recursos todo el retroceso que se había producido. No había, sobre todo para los extranjeros, un acceso universal a la sanidad. Ha hecho propuestas que se han aprobado en los presupuestos fallidos, se han creado dos comisiones permanentes en el Congreso sobre infancia.

Ha mencionado que España fue sancionada por incumplir el Convenio sobre derechos de las personas con discapacidad de la ONU. ¿Ha habido alguna sanción por incumplimiento del Convenio sobre derechos de los niños?

Que yo sepa no, pero no descarto que pueda caer alguna por la situación de los niños en los centros de protección en Melilla. Lo que sí hay son informes que expresan preocupación por determinados temas en España.

Hemos hablado de posibles áreas de mejora. ¿Coinciden con los próximos retos o hay más?

Entendiendo los retos como temas pendientes, tenemos un desafío claro: el tema de las nuevas tecnologías. Es un espacio donde los niños están muchas horas y se relacionan. La respuesta jurídica actual en el sistema de protección puede ser inadecuada para determinados problemas. No se trata de declarar en riesgo o desamparo, esto viene del código civil, pero está desfasado. Tenemos que repensar el sistema. No para destruirlo, creo que lo más importante sería poner el énfasis de la protección en la prevención. El sistema actual sigue dando protagonismo a la reacción. Es verdad que una vez que se han vulnerado los derechos del niño el sistema responde y al niño se le atiende. Pero lo realmente importante sería basar las leyes en los instrumentos que necesitamos para que puedan ejercitar sus derechos. Si fortalecemos esto, seguramente la respuesta reactiva a una vulneración de derechos sería cuantitativamente menor, tendría que haber menos, estaríamos trabajando en la protección ayudándoles a evitar la vulneración de derechos.

Si no me equivoco, estuvisteis en la cátedra trabajando en una nueva ley sobre la violencia contra la infancia que se aprobará la próxima legislatura. ¿Cuáles son los puntos principales?

Esta ley fue una recomendación del Comité de los Derechos del Niño a España en 2010. Estaba el Gobierno anterior, del PP, y pensó que no era el momento oportuno para esto y prefirieron sacar otras dos leyes más generales, en 2015, que modificaron otras 20 leyes a su vez. Son dos leyes importantes porque tocan muchos temas, pero no abordaron de manera global el problema de la violencia. El siguiente gobierno del PP empezó a trabajar en ello despacito. Hay que destacar que hay una Proposición No de Ley en el Congreso aprobada por unanimidad instando al Gobierno para que presentase una ley en esta cuestión. Luego llegó la moción de censura, cambió el Gobierno y aún así el PSOE, partiendo del texto que ya existía, la llevó al Consejo de Ministros. Esta ley está montada de manera paralela a la de Violencia de Género. Es fundamentalmente preventiva, prohíbe de manera explícita la violencia contra los niños. Obliga a los poderes públicos a coordinarse mejor para protegerlos. Esto implica unos pequeños cambios en el Código Penal y cambios procesales para no victimizar, etc. También la creación de unos juzgados especiales para atender la violencia contra la infancia. Es tutela administrativa, tutela penal y tutela procesal, son los tres grandes ejes. Lo importante es que supone un abordaje integral sobre la violencia: en las escuelas, en los medios, cómo se aborda en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, en los servicios sociales, en la familia.

Se recoge un principio de buen trato a los niños (no solo conformarse con no tratar mal, si no dar el paso a tratar bien, que no es lo mismo). Lo que ya tenemos hasta ahora son las leyes de protección, declaración de desamparo: si el niño sufre malos tratos graves se le separa de la familia y entra en un centro. Para el agresor, Código Penal. Esto no va al fondo del problema ni analiza las causas del problema. Y no lo hace con enfoque de derechos. La Convención dice que el niño tiene derecho a vivir con sus padres salvo que no sea bueno para él. No estamos garantizando ese derecho si inmediatamente los separamos. Tendremos que ayudar a los padres a hacer las cosas bien. Y si no lo hacen bien, entonces responder. Son cambios aparentemente pequeños, pero legislativamente de mucho calado.

¿La fuente principal de violencia contra los niños es la familia?

Me temo que sí. Pero para los niños lo peor de la violencia es el acoso o bullying en la escuela, según los informes que hay. Pero la familia, que debería ser un factor de protección, muchas veces no lo es. En abusos sexuales la mayor parte se producen en el seno familiar. La violencia se produce en los ámbitos en los que viven los niños: familia, escuela e, incluso, centros de protección, donde también hay violencia institucional.

¿Qué papel debe jugar la escuela en todo esto?

Está en la ley, hay un deber de denuncia cualificado de denunciar para los profesionales que trabajan con niños. Aunque no se haya producido en la escuela, los profesionales deben, por lo menos, poner en conocimiento de los servicios sociales la posibilidad o sospecha incluso de maltrato a un niño. La escuela no tiene que solucionar el problema. Muchas veces los profesores no se quieren meter porque es un marrón. Solo tienen que notificarlo. Los pediatras en esto están más avanzados y también alertan inmediatamente. Ellos detectan muchas situaciones de violencia y no miran para otro lado. La función del pediatra no es solo curar. Si la sintomatología le lleva a sospechar que hay un posible maltrato, su obligación es denunciar. Lo tenemos todos, pero los profesionales que trabajan con niños tienen un deber cualificado. La detección es fundamental. Para eso, una de las cosas que contempla la ley es la formación a los profesionales en la detección.

Pero esto de la formación para detectar la violencia en el ámbito educativo pasa entre poco y nada, ¿no?

En algunos casos sí, me consta, pero no de una manera tan sistemática como en el ámbito sanitario. Por ejemplo, para ellos la recogida de datos está sistematizada. En otros ámbitos esto cuesta mucho más. En servicios sociales y en el ámbito educativo no está tan interiorizado por cada uno de los profesionales que realmente su papel no es solo ser profesor, sino que forman parte de un sistema y son como las terminaciones nerviosas, están ahí detectando. Se hace menos y peor, en el sentido de que no está sistematizado. Hay protocolos distintos, o no los hay, se aplican o no. Como no es obligatorio… A veces parece que se quitan la responsabilidad por no aplicar un protocolo que no deja de ser una recomendación. ¿Entonces para qué tienen un protocolo?

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/10/25/en-el-ambito-familiar-parece-que-los-ninos-no-tienen-derechos-y-cada-uno-puede-hacer-lo-que-quiera/

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El proceso de adaptación en la educación infantil

Por: Junta de Portavoces

Llega un día, en que cada uno sale al mundo y, aunque da un poco de miedo, se abren nuevas y maravillosas posibilidades. Crecer cuesta, pero merece la pena.

La “primera vez” que hacemos algo, que tenemos una nueva experiencia de cualquier tipo, se nos produce una cierta inquietud: cuando vamos de viaje a algún lugar desconocido; cuando quedamos por primera vez con personas desconocidas; un nuevo trabajo…

Esta inquietud es el resultado de las emociones que se nos producen internamente, al enfrentarnos a estas nuevas situaciones, que al ser desconocidas nos generan inseguridad, aprensión e incluso miedo.

Estamos en el momento de preparación del próximo curso, el momento de tomar decisiones sobre el futuro de nuestros niños, el cual puede conllevar la incorporación al ámbito escolar de numeroso pequeños, que se enfrentarán, igualmente, a esta nueva experiencia con los sentimientos asociados que conlleva. Cada vez salimos del regazo más temprano, en pequeños viajes de ida y vuelta.

Algunas familias optan por llevar a sus hijos a distintos centros de educación infantil, de primer o segundo ciclo. Existen distintas posibilidades, pero todas ellas tienen un denominador común: los niños y niñas han de superar una de estas experiencias vitales: “el periodo de adaptación”.

¿Qué entendemos por periodo de adaptación?

Entendemos por periodo de adaptación, el tiempo que los centros educativos organizan para la incorporación de los niños y niñas, por primera vez, al entorno escolar. Puede tener distintas características, en función de la tipología de centros, algunas de las cuales pueden ser: incorporación paulatina, horarios y grupos reducidos, aumento progresivo de la estancia en el centro, acompañamiento en el aula,… todas ellas valiosas herramientas que facilitarán la consecución del objetivo que nos interesa: la adecuada y correcta adaptación.

Sin embargo, todos estos aspectos mencionados, dependen de los adultos, es decir, son los adultos los que tomarán las decisiones pertinentes con respecto a la escolarización, horarios, calendarios, etc. Los niños serán sujetos pasivos de estas decisiones. Es por ello, que nosotras en la Asociación Junta de Portavoces de Educación Infantil 0-6, queremos establecer la diferencia entre periodo y proceso de adaptación.

¿Qué entendemos por proceso de adaptación?

Es el conjunto de situaciones, emociones y procesos psicoafectivos que se producen, en los niños y niñas, como conjunto de respuestas ante una nueva situación desconocida para ellos.

Al ser un proceso, ellos serán los protagonistas, puesto que tendrán que elaborar sus propias y peculiares estrategias de afrontamiento: elaborar el proceso de separación de sus figuras de apego, establecer nuevos vínculos afectivos con adultos y otros niños, emprender relaciones con el nuevo entorno y sus dinámicas, iniciarse en la expresión de sus emociones y necesidades,…

Este proceso comprende desde que los niños y niñas se incorporan al centro educativo, hasta que se consigue el equilibrio, la tranquilidad, la confianza y la formación de vínculos emocionales. No tiene una temporalización concreta, sino que depende de cada niño, por ser un proceso único y personal.

La incorporación a la escuela, un lugar desconocido, produce sentimientos de abandono y pérdida. Pérdida de su mundo de referencia, de sus personas de apego, en definitiva, su casa y su familia, donde se sienten seguros y queridos. De abandono, porque carecen de noción temporal desarrollada, por lo que no tienen capacidad para predecir cuando van a volver a buscarlos sus familiares. Expresar estos sentimientos es una reacción totalmente sana, no debemos intentar evitarla. Solo los protagonistas podrán superarla, convirtiéndose en su conquista personal.

Cada pequeño reacciona de una manera: pueden darse comportamientos de timidez, algunos se quedan pegados al adulto, otros se aíslan o inhiben, no quieren relacionarse con otros niños; pueden expresar tristeza, llantos, rabietas, rechazo al adulto, en los momentos de separación de la familia, en la entrada, durante el día o en la salida; incluso fuera del centro, pueden darse comportamientos atípicos como no querer separarse ni un instante de los familiares más directos, no comer o dormir bien, despertar bruscamente, tener pesadillas, regresión en el control de esfínteres; expresar sus conflictos a través del cuerpo (tener fiebre, vómitos,…).

Frente a este conflicto interno que están viviendo, les ayudará la serenidad de los adultos que les cuidan, proporcionándoles la seguridad y el apoyo que contribuirá a ir calmando sus temores. La familia y los centros de educación infantil compartimos la grata tarea de cuidar y educar a los niños y niñas.

Todos estos comportamientos irán desapareciendo paulatinamente, a medida que el pequeño vaya evolucionando en su proceso y vaya, por lo tanto, resolviendo su adaptación. En poco tiempo se sentirán seguros, confiados, tendrán nuevos amigos, volverán a comer con ganas, dormirán a pierna suelta, jugarán alegremente y comenzarán a mantener relaciones de afecto con sus educadores e iguales, formando parte su primer grupo social, aceptando el medio educativo voluntariamente, percibiendo que es un contexto en el que disfrutar.

Necesitan tiempo, contextos enriquecedores y apropiados en la escuela, el mantenimiento de las rutinas, que les ayuden a anticipar lo que va a ir ocurriendo a lo largo del día y en qué momento se dará el reencuentro con sus familias.

Este proceso, tan complejo para niños y niñas, también lo es para madres y padres. La decisión de escolarizar a los hijos puede provocar sentimientos ambivalentes: siendo conocedores de lo idóneo de llevar a los niños a un centro de educación infantil, puede producir tristeza, angustia, pérdida e incluso celos, provocados por un sentimiento de culpabilidad, derivado de no atenderles ellos en exclusiva, ya sea por decisión propia o por exigencias de la situación familiar.

Observar las dificultades de los hijos y las propias puede hacernos dudar de si merece la pena.

Es conveniente aceptar y tolerar estos sentimientos como naturales y humanos, no negarlos ni tratar de evitarlos, sino tratar de aliviarlos depositando nuestra confianza plena en el centro educativo y sus profesionales. Siempre queremos lo mejor para nuestros hijos: confiemos en nuestras propias decisiones, sobre todo si están basadas en el conocimiento de los criterios pedagógicos, la organización, la metodología, las posibilidades de comunicación, las instalaciones, … del centro elegido.

Por otra parte, los centros de educación infantil deben tratar de adaptarse a la individualidad de cada niño y niña, respetando su propio ritmo y tratando de acogerles con comprensión y cariño; estableciendo un clima de buena comunicación, en el que se sientan entendidos en la expresión de sus sentimientos y estando cerca de ellos para transmitirles seguridad.

No todos los centros son iguales. Desde la Asociación Junta de Portavoces de Educación Infantil 0-6 abogamos por la Escuela Pública, siendo profundamente conocedoras del excelente trabajo que se realiza en las Escuelas Infantiles y Casas de Niños de la Red Pública. En estos centros se tiene en consideración todos los aspectos mencionados anteriormente, para dar respuesta a las necesidades de todos los implicados en el proceso.

A modo de conclusión…

¿Qué supone este proceso para las familias, los niños y los centros educativos infantiles?

Es el tiempo que necesitan los niños y niñas para lograr sus propias conquistas, conocer y dominar otros espacios y descubrir nuevos amigos.

Es el tiempo que necesitan las familias para dejarlos confiados en manos de los profesionales.

Es el tiempo que necesitan los profesionales para conocer a los niños y adecuarse a sus características y necesidades, y también conocer a sus familias.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/10/25/el-proceso-de-adaptacion-en-la-educacion-infantil/

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España: “Los gitanos pueden y deben tener el mismo éxito que los payos”

Europa/España/27-10-2019/Autor: Rafael Espinosa/Fuente: www.diariodealmeria.es

Por: Rafael Espinosa

El pueblo demuestra sus avances y la necesidad de ser vistos como los demás en los centros de enseñanza.

El programa Promociona, que desempeñan entre la Fundación  del Secretariado  Gitano  y la delegación territorial de Educación de la Junta de Andalucía, tiene como objetivo que los jóvenes gitanos finalicen los estudios obligatorios y continúen estudiando para lograr así rebajar las cifras de abandono prematuro de los estudios y mejorar las condiciones de acceso al mercado laboral de la comunidad gitana promoviendo la igualdad de oportunidades.

En Almería hay alumnos 45 adheridos este curso. Muchos de ellos se desplazaron ayer hasta el Museo de Almería desde  los distintos centros que están adheridos al programa  situados en barrios como El Puche o Los Almendros. También lo hicieron algunos de los orientadores, maestros, familiares y voluntarios, para quien todos los presentes tuvieron palabras de agradecimiento.

Mesa redonda del acto celebrado ayer en el Museo de Almería.

Mesa redonda del acto celebrado ayer en el Museo de Almería. RAFAEL GONZÁLEZ

En el encuentro estuvieron presentes jóvenes que han progresado en sus estudios como Juan: “Todos tenemos el mismo derecho a avanzar en nuestros estudios. Los niños y niñas gitanos deben ser apoyados por sus familias y por la sociedad para conseguir sus metas”, explicaba, al mismo tiempo que exponía que en la actualidad cursa un ciclo de auxiliar de enfermería y sus intención es terminarlo y empezar el superior.

Juana Santiago es otro claro ejemplo de mujer gitana capaz de sacar adelante lo que se propone. “Quiero ser enfermera, ese es mi deseo. Cuento con el apoyo de mi familia y me gusta tener el apoyo de los profesores porque creo que puedo conseguirlo”. Eso sí, para Juana, hay algo que falta en su formación académica: “Me gustaría que la historia del pueblo gitano pudiera ser estudiada algún día en los libros de texto. Todavía no se reflejada nada”.

Pero en realidad, sí que existe la necesidad de potenciar las capacidades y cualidades de los alumnos gitanos. La gran brecha educativa de los alumnos se muestra con crudeza tanto en las posibilidades de los jóvenes gitanos de acceder a Secundaria y en las posibilidades de completar los estudios obligatorios. La brecha comienza a dibujarse en Primaria, pero se abre antes incluso de la finalización de la Enseñanza Secundaria Obligatoria -con un 64% del alumnado gitano de entre 16 y 24 años no concluye los estudios obligatorios frente al 13% del conjunto del alumnado.

La Fundación Secretariado Gitano aprovechó ayer para presentar el primer pupitre que lucha contra el abandono escolar. El pupitre ha sido creado específicamente para mostrar las dificultades a las que se enfrentan a diario niñas y niños gitanos en el sistema educativo y que les conduce a un abandono temprano; dificultades que muchas veces resultan invisibles para el resto de la sociedad.

Algunos de los asistentes al acto.

Algunos de los asistentes al acto. RAFAEL GONZÁLEZ

El objetivo es la sensibilización de la sociedad y las administraciones públicas sobre la necesidad de garantizar el derecho a la educación y la igualdad de oportunidades reales para el alumnado gitano.El pupitre, que a primera vista parece normal, está diseñado con diversas imperfecciones (patas de cojean, inclinación, etc.) que representan las distintas causas y barreras que tiene que superar el alumnado gitano en su día a día, como pueden ser la segregación escolar, la falta de referentes, las escasas expectativas de éxito, o los estereotipos, entre otras reivindicaciones originales.

La Fundación del Secretariado Gitano desarrolla todo tipo de acciones que contribuyan a alcanzar la plena ciudadanía de las personas gitanas, a mejorar sus condiciones de vida, a promover la igualdad de trato y a evitar toda forma de discriminación, así como a promover el reconocimiento de la identidad cultural de la comunidad gitana. Desde esta página puedes acceder a nuestras áreas de trabajo y a los servicios que ofrecemos.

Fuente e Imagen: https://www.diariodealmeria.es/almeria/gitanos-educacion-almeria_0_1403860164.html

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Puerto Rico: Personal de Educación federal visitará escuelas

Centroamérica/Puerto Rico/24 Octubre 2019/El vocero

Buscarán constatar esta semana el uso de fondos federales tras el paso del huracán María

Funcionarios federales de la oficina que supervisa el uso de $589 millones en fondos federales Restart, que le fueron asignados al Departamento de Educación (DE) para la recuperación tras el paso del huracán María, llegarán hoy a la Isla para constatar el uso que se le ha dado a los mismos.

El secretario de Educación, Eligio Hernández Pérez, anunció ayer que los empleados federales estarán visitando 10 escuelas públicas. Hernández agregó que la llegada de los funcionarios responde a un invitación que le hizo su agencia para que la reunión mensual no fuese vía telefónica, sino de forma presencial.

 Se trata de la directora de la Unidad de Recuperación por Desastre de la Oficina de Educación Elemental y Secundaria de Educación federal, Meredith Miller; la especialista en el Programa de Educación de la Unidad de Recuperación por Desastre, Molly Budman; y los analistas senior de riesgos en Educación federal, Mark Robinson y Lorena Dickerson.

“Todavía tenemos alguna infraestructura (escolar) que no se ha recuperado en su totalidad, mientras que tenemos otras que han hecho un esfuerzo y están operando con suma normalidad. Para nosotros es importante que visiten nuestras escuelas, vean qué nosotros hemos hecho con los fondos para garantizar la continuidad del plan académico y para que entiendan el concepto de nuestras decisiones después de María”, dijo.

 Expondrán necesidades actuales

Asimismo, el secretario de Educación destacó que después de visitar las escuelas, sostendrán una conversación sobre las necesidades que tienen actualmente. En 2018, el DE recibió una asignación de $589 millones en fondos Restart, pero Hernández explicó que no fue hasta enero de este año que la agencia federal aprobó un primer plan para el uso del dinero.

 Hernández añadió que el segundo plan fue aprobado el 18 de septiembre y que ya han identificado usos para la totalidad de los fondos. Un informe de la Oficina del Inspector General (OIG) de Educación federal había revelado que hasta el 1 de marzo, el DE solo había desembolsado $24.1 millones.

“Estos fondos no están atados al ‘third party fiduciary’ porque son fondos que son asignados antes del año fiscal 2019. Eso es correcto (no están congelados)”, comentó.

Hernández explicó, además, que el plan para el uso del dinero propone que se utilicen para la adquisición de materiales educativos, libros para el área vocacional y técnica, realizar mejoras al sistema de Tiempo, Asistencia y Licencia (TAL), la creación de laboratorios en escuelas de nivel superior y el establecimiento de minibibliotecas en salones de kínder a tercer grado.

“Algunas de ellas ya están iniciando. Hay otras que en las próximas semanas se hace la entrega de los materiales y equipos. Muchas de ellas se pone un trámite expedito de subastas o de procesos de compras. Esperamos que al final de este semestre todas estén siendo implementadas”, añadió.

 Por ello, el secretario indicó que hablará con los funcionarios federales sobre la necesidad de extender la fecha límite para el uso de los fondos Restart, que tiene una vigencia de dos años. En ese aspecto, anunció que solicitó una extensión de licencia de estos fondos.

 “La extensión de licencia se hizo dentro del contexto de otras jurisdicciones. Por ejemplo, cuando pasó (el huracán) Katrina a ellos se le hizo una extensión de los fondos por cuatro años, así que nosotros con el equipo asignado para Restart, se ha establecido una comunicación”, dijo.

 “El DE busca que (los funcionarios federales) conozcan el sistema educativo de Puerto Rico, que conozcan nuestro contexto socio cultural y nuestra topografía. Que conozcan del desastre ocasionado por María en el contexto de las diferentes áreas geográficas. Algunas han tenido un adelanto impresionante y en otras lamentablemente tenemos un atraso en el mejoramiento de la infraestructura y basado en esa diversidad entonces nosotros tenemos que adecuar el plan sometido de Restart para que atienda esa diversidad”, puntualizó.

Fuente: https://www.elvocero.com/educacion/personal-de-educaci-n-federal-visitar-escuelas/article_caa56284-f3b0-11e9-9a1f-6fd284ac7265.html

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Universidades de China y ASEAN cooperan para promover asistencia médica y sanitaria

Asia/China/20-10-2019/Autor(a) y Fuente: spanish.xinhuanet.com

 Con el apoyo del Centro ASEAN-China, se estableció el lunes en Beijing el Consorcio Universitario China-ASEAN sobre Medicina y Salud, cuyo objetivo es profundizar la cooperación en asistencia médica y sanitaria entre el país y el bloque.

El consorcio, liderado por el Centro de Ciencia Sanitaria de la Universidad de Pekín, cuenta con miembros de 42 universidades y escuelas de medicina de China y los países de la ASEAN (Asociación de las Naciones del Sudeste Asiático), entre las que se cuentan el Colegio Médico Unión de Pekín, la Universidad Mahidol de Tailandia y la Escuela de Medicina Yong Loo Lin de la Universidad Nacional de Singapur.

El consorcio busca promover la ciencia médica y la salud pública regional y global mediante intercambios y colaboración en profundidad, según un informe conjunto publicado el lunes.

Banchong Mahaisavariya, presidente de la Universidad Mahidol, dijo que el consorcio servirá como una plataforma en la que las facultades de China y los miembros de la ASEAN puedan aprender unos de otros y promover la educación y la práctica médica.

«Creemos que será una plataforma valiosa para una cooperación de ganancia compartida», sostuvo Zhan Qimin, director del Centro de Ciencia Sanitaria de la Universidad de Pekín.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2019-10/15/c_138473482.htm

Imagen: Yerson Retamal en Pixabay

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¿Enseñanza invertida?

Por: Pluma Invitada

Tradicionalmente, las tareas escolares han tenido el objetivo de reforzar los conocimientos adquiridos o poner en práctica lo aprendido, eso, en el mejor de los casos, ya que la mayoría de las veces, la tarea sirve como una justificación del docente del trabajo que no siempre realizó, o, simplemente, la tarea sirve para eso, para dejar tarea.

En el contexto de la didáctica contemporánea, se proponen estrategias diversas, sobre todo con el desarrollo de las tecnologías y dentro de la tendencia constructivista, siendo que el alumno, cada vez mas, juega un papel protagónico dentro del proceso de E-A, como es el caso del concepto de Aula Invertida (Flipped Classroom, Jonathan Bergmann y Aaron Sams), como un método de aprendizaje, más que de enseñanza.

En síntesis, el aula invertida propone una serie de estrategias con las que se busca que la producción del conocimiento provenga, principalmente, del alumno a través de invertir el proceso de la secuencia de la clase, es decir, que, en lugar de que sea el maestro el que exponga los contenidos temáticos, los explique, diseñe los ejercicios y distribuya las tareas durante la hora-clase, sería el alumno el que lleve a cabo la investigación, previamente a la sesión dentro del aula y que sea en esta en donde se realicen las tareas de reforzamiento, debate y aspectos propositivos, generando, así, un aprendizaje colectivo en el que cada elemento tenga un papel protagónico, de acuerdo a sus propios intereses y contextos particulares, para la solución, en conjunto, de los problemas.

De esta manera, se pretende que el aprendizaje se dé al ritmo del estudiante desde su propio espacio (físico y virtual), y, en el aula, como un foro participativo.

En cuanto a los objetivos que se pretenden con el aula invertida, se pueden mencionar la generación de una meta final, la producción de un plan de trabajo, la evaluación de contextos, la resolución de problemas en conjunto y la búsqueda de mejores resultados, palpables y evaluables de forma integral.

Dentro del campo de la investigación, el proceso de la generación de contenidos siempre se ha hecho, si no, sería imposible hablar de investigación; así, en todo trabajo escolar, se pretende, precisamente eso: que sea el estudiante el que aporte los contenidos y que estos sean llevados al aula para su exposición, debate, etc., lo cual no siempre sucede, ya que la gran mayoría de estudiantes, sobre todo en los niveles básico y medio superior, no lleva a cabo investigaciones serias, cayendo, muchas veces en el plagio, sobre todo con las facilidades de acceso a la información que da la tecnología de internet.

La implementación del aula invertida ha generado alguna polémica y, hasta cierto punto, algunas contradicciones a considerar.

La estrategia del aula invertida requiere del acceso a las redes y del uso de la tecnología de los diversos dispositivos, tanto por parte del estudiante, como por parte de las instituciones que pretenden aplicarla y, por supuesto, del docente, lo que significa la disposición de recursos que en la mayoría de las escuelas no existen (pantallas, cañón, conexión a internet, plataformas, etc.), y la habilidad requerida para su manejo y cuidado.

Por un lado, leemos que esta pedagogía deja mas tiempo al maestro que, sabemos, siempre se ve mas que saturado de actividades, sobre todo en cuanto a la carga de trabajo extraclase, pero por otro, encontramos que la misma propuesta del aula invertida implica aún mas aumento de la carga laboral  del profesor, aunque se dice que lo convierte en un innovador y coprotagonista del aprendizaje, siendo que no se menciona nada sobre el otro aspecto del proceso, el de la enseñanza, lo que nos lleva a pensar que el docente será, entonces un operador, un animador, un promotor; todo menos un educador.

Supone, el aula invertida, que el alumno será lo suficientemente responsable para cumplir, cabalmente, con los objetivos, sobre todo a la hora de realizar el trabajo en casa y dentro de un tiempo predeterminado, con la finalidad de generar el conocimiento para sí y para sus compañeros, lo cual, definitivamente, es de dudarse, sobre todo cuando tenemos ante nosotros la tarea de revisar los trabajos escolares, cuya calidad, casi siempre deja mucho que desear en cuanto a veracidad del origen de los textos, su presentación, su sustento y su ortografía, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿realmente los trabajos escolares de investigación aportan o solo sirven para completar las listas de calificaciones?, es decir, se habla de fallas al momento del aterrizaje, o sea, de calibrar los resultados como una operación en números negros…, ¿hay resultados positivos?

Otra pregunta que, inevitablemente, salta se refiere al aspecto formativo del alumno: ¿en qué momento se presenta la oportunidad de que el tiempo invertido sea redituable en cuanto a la puesta en práctica de los valores?

Todo esto adquiere mayores dimensiones cuando se trata de un escenario educativo deficiente, por decir lo menos, como es el caso de los países latinoamericanos en los que los presupuestos para la educación son reducidos de forma alarmante o, simplemente, van permeando en el camino.

Sin duda, la propuesta es positiva, ya que busca la mejora del proceso del aprendizaje y busca mayor compromiso por parte del alumno, pero requiere de altos recursos tecnológicos, lo que se logra en la mayoría de los países altamente desarrollados.

Se trata de una mas de las estrategias del constructivismo, pero con el plus de la tecnología, y eso es bueno, ya que el estudiante debe “despertar” para convertirse, sí, en el sujeto receptor, pero también en generador de su propio conocimiento.

Es probable que en el nivel superior o en escuelas con recursos abundantes, el Aula Invertida sea funcional, pero en el resto del panorama educativo, aún estamos lejos de lograr una conciencia educativa que pueda proyectarse hacia la segunda mitad del Siglo XXI.

Referencias

https://blogs.unitec.mx clase-invertida-profesores-evolucionados

https://www.nubemia.com

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