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Tendencias de las políticas educativas en Centroamérica

Centroamérica / 17 de diciembre de 2017 / Autor: Luis Armando González / Fuente: Radio La Primerisima

Imitando a las universidades privadas y a las escuelas de administración de las empresas estadounidenses en particular, los burócratas y los políticos de Gran Bretaña y de la Europa continental han adoptado una jerga empresarial que recuerda a la neolengua orwelliana para la gestión universitaria modelaba según el patrón de una corporación empresarial; y los más triste de todo, con ello respaldan la lógica de los resultados y logros rápidos”

Zygmunt Baumann y Leonidas Donskis, Ceguera moral. La pérdida de sensibilidad en la modernidad líquida.

No cabe duda que los conceptos científicos, particularmente los muy extensos, sí ayudan a cambiar las ideas extracientíficas”.

Thomas Kunh, La tensión esencial.

Introducción

Se ofrecen aquí algunas hipótesis y orientaciones metodológicas generales en torno a las tendencias de las políticas educativas en Centroamérica. La indagación acerca de las tendencias de las políticas educativas en la región exige el examen, como punto de partida, del contexto económico en el cual se gestaron las políticas educativas vigentes en la actualidad, lo mismo que el estudio del paradigma economicista del cual se nutrieron los gestores de aquéllas.

La hipotesis general que se propone en estas páginas es que lo específico de las reformas y políticas educativas de los años ochenta y noventa es su carácter fuertememente economicista, no sólo por su finalidad –hacer de la educación un soporte del modelo económico terciarizado que despuntaba en el marco de la globalización neoliberal—, sino por su filosofía educativa –una filosofía educativa inspirada en conceptos, hábitos y valores de cuño economicista neoliberal— y por sus consecuencias –dar pie a una privatización y mercantilización de la educación que debilitó extraordinariamente la educación pública.

Se trata, obviamente, de un planteamiento polémico. Pero en ningún ámbito como en el educativo es necesaria la polémica y el debate, especialmente cuando las fallas saltan a la vista. Hemos dado demasiadas cosas por supuestas en educación; por ejemplo, que hay conceptos, creencias y valores que deben aceptarse sin hacerse cuestión de ellos. Nada más contrario a la educación que la aceptación acrítica de lo dado. El acomodamiento a las modas educativas se ha convertido en cómplice de burocracias que, trabajando en función de un capitalismo rentista1, han convertido en dogmas educativos “respetables” lo que no son si no nociones tomadas de un economicismo, muy cuestionable desde criterios científicos y éticos, que se han integrado en un “constructivismo” igualmente débil en sus fundamentos filosóficos2.

Comenzamos, pues, con un planteamiento acerca de la necesidad de reflexionar sobre las tendencias de las políticas educativas en Centroamérica, para luego hacer una valoración sobre la relación entre reformas económicas neoliberales, economicismo neoclásico y educación. Cerramos en el documento con discusión acerca de las tendencias que se pueden identificar, en estos momentos, en las políticas educativas en la región.

  1. La necesidad de reflexionar sobre tendencias de las políticas educativas en Centroamérica

 

En el momento actual, el examen de las tendencias de las políticas educativas en Centroamérica se impone como una necesidad imperiosa. Los modelos educativos implementados después de la salida de las crisis y conflictos de los años ochenta han revelado, a estas alturas, severas deficiencias no tanto en cobertura, sino en la calidad de la educación3en todos sus niveles. Es evidente, en algunos países, la debilidad de la educación en los ámbitos científicos y técnicos, pero también en sus fundamentos filosóficos, éticos y humanistas. Lo mismo que es evidente el deterioro de la profesión docente, comenzando con una formación inicial docente poco sólida, hasta llegar a procesos de formación continua sumamente laxos y fuertememente orientados hacia un didactismo al que le es ajena la reflexión crítica sobre los dinámicas sustantivas de la realidad natural y social.

En algunos países, esas deficiencias han sido analizadas (o lo están siendo) de forma sistemática, y se han impulsado (o se están impulsando) cambios en orden a corregir sus fallas más significativas, por ejemplo en la formación docente4, en los contenidos y metodologías curriculares, y en el acceso a las tecnologías de la información y comunicación.

En otras naciones, reconociendo algunas falencias en los modelos educativos vigentes, los diagnósticos no son todo lo sistemáticos y realistas que debieran, y en consecuencia se introducen mejoras, según criterios de ensayo y error, que no tocan lo medular de aquéllos. En estas últimas naciones, hace falta una reflexión crítica sobre el conjunto de los procesos educativos y la lógica que los gobierna; hace falta una valoración –y no sólo un análisis— de los cambios educativos5, y las políticas a que los mismos dieron lugar, fraguados en los años ochenta y noventa, a la luz de su impacto no sólo en la calidad de la educación, sino también en la dinámica cultural y social.

Como quiera que sea, lo que no se puede negar es que las reformas educativas (y las políticas educativas) realizadas y ejecutadas en la era del postconflicto regional están siendo puestas en cuestión desde diferentes flancos y con distinta profundidad en cada una de las naciones centroamericanas.

Hay un importante debate educativo, ahogado muchas veces por otros debates –por ejemplo, el suscitado por la violencia y la inseguridad—, del cual se están generando diagnósticos, planteamientos críticos y propuestas de acción que, cabe esperar –no sin una gran dosis de optimismo—, den lugar a una reforma educativa (y las políticas educativas pertinentes) de nuevo calado, que permita superar lo que es para muchos una crisis educativa de enormes proporciones en países como El Salvador, Guatemala y Honduras.

2. Transformación económica y reforma educativa

Así las cosas, preguntarse por las tendencias de las políticas educativas en la región centroamericana supone, ante todo, reflexionar sobre las características de los modelos educativos que se diseñaron e implementaron al calor de la gran transformación económica inciada, con variantes nacionales, a finales de los años ochenta y principios de los noventa6, y que, consolidada como un modelo de acumulación centrado en la apertura comercial, la liberalización de los mercados financieros y el turismo –con una extraordinaria dependencia de las remesas y las maquilas en el caso salvadoreño7—, subordinó a sus necesidades el quehacer educativo, impregnándolo de una lógica privatizadora y mercantil.

La tesis de la mercantilización de la educación –que no sólo se escucha en Centroamérica8—es incomprensible sin hacerse cargo, por un lado, de la redefinición de los modelos económicos tradicionales –centrados en la agricultura y la industria— a partir de las exigencias de la terciarización de los aparatos económicos impulsada en el marco, y según los criterios y reglas, del neoliberalismo9. Y, por otro, de la ofensiva economicista de los años ochenta y noventa que permeó no sólo el quehacer económico y político, sino el conjunto de las prácticas, hábitos y creencias populares.

2.1. El economicismo de las reformas y las políticas educativas

El paradigma neoliberal10, con sus nociones del éxito fácil, consumismo, privatización, individualismo, acumulación, rendimiento, emprendedurismo, competencia…, y toda la gama de conceptos, palabras, creencias y estilos de comportamiento que son propias de ese paradigma se introdujeron con fuerza inusitada en la vida social y cultural (no sólo económica y política), impactando con particular eficacia el quehacer educativo en prácticamente todos sus componentes y niveles.

La tesis de la ofensiva de la economía neoclásica de los años ochenta sobre las ciencias sociales, planteada por Adam Przeworski11, se debe extender al pensamiento y a las prácticas educativas: la educación cayó en las redes de un economicismo de cuño neoliberal –del que por cierto aún no sale— no sólo por la lógica de rentabilidad que la terminó por caracterizar, sino por la “contaminación” de la filosofía de la educación (fines de la educación, contenidos curriculares, metodologías y didácticas de enseñanza, conceptos y valores educativos) de nociones, objetivos, propósitos y aspiraciones provenientes de la concepción económica que se erigió en dominante a lo largo de las décadas de los años ochenta y noventa.

Quizá el concepto de mayor influencia educativa desde los años noventa sea el de “competencia”, cuya carga economicista es indiscutible, como también es indiscutible el modo cómo intelectuales de las más diversa procedencia, incluidos figuras de izquierda, le han rendido un culto que ha resultado, en algunos contextos, verdaderamente vergonzoso. Una de las deudas pendientes del pensamiento crítico latinoamericano es el examen riguroso de la visión educativa sustentada en el “enfoque por competencias”, sus supuestos filosóficos y sus repercusiones en la educación.

Es un enfoque que no sólo se ha naturalizado, sino que se ha convertido en criterio de validación del ejercicio docente en todos los niveles del sistema educativo. Asimismo, el “enfoque por compencias” se ha convertido en un mecanismo para excluir del sistema a quienes o no lo conocen o se resisten al mismo por considerarlo insuficiente para apuntalar un proceso educativo sólido en lo congnoscitivo y éticamemente comprometido con la solución de los problemas sociales, económicos y culturales más graves.

En virtud de las exigencias planteadas por la transformación de los aparatos económicos y por el predominio creciente del paradigma neoliberal en el pensamiento social, político y cultural, en los años ochenta y noventa, se impulsaron reformas educativas encaminadas a articular de mejor manera el quehacer educativo con el modelo económico emergente.

El estudio a fondo de cada experiencia nacional seguramente arrojará modulaciones a la afirmación anotada; pero cabe sospechar que, en términos generales, se la pueda seguir sosteniendo como criterio de interpretación de la lógica de fondo de las políticas educativas emanadas de las reformas realizadas –a veces de forma abierta, como en el caso de El Salvador en los años 1996-1997, y a veces sin anunciarlas como tales— en el contexto, por un lado, de la transformación económica de los años ochenta y noventa, y, por otro, de la hegemonía del paradigma económico neoliberal.

2.2. La lógica neoliberal en la educación: la experiencia salvadoreña

En general, en los años noventa, la lógica neoliberal se impuso no sólo en el ámbito de la economía, sino también en el conjunto de la vida social y cultural. ¿En qué consiste esa lógica?

a) En la sujeción de las prácticas sociales a las reglas del mercado, con la subsiguiente mercantilización de la vida social. O sea, en virtud de esa sujeción, todo queda convertido en una mercancía que puede ser comprada o vendida.

b) En la privatización de todo, es decir, la conversión de bienes y prácticas sociales en propiedades individual o corporativa. La consecuencia de ello es que, por un lado, todo debe tener dueño y, por otro, los bienes públicos tienden a desparecer, siendo sometidos a una proceso de privatización.

El caso de El Salvador es extremo en el predominio de este espíritu privatizador en la vida social: desde el fin de la guerra civil (1992) ha sido indetenible la práctica de convertir en espacios privados espacios públicos (como calles, avenidas, pasajes, parques y zonas verdes) que, de la noche a la mañana, aparecen con verjas y portones por decisión de grupos de vecinos que habitan en las inmediaciones de los mismos12.

c) El debilitamiento del Estado, al cual se le van restando no sólo capacidades económicas, sino responsabilidades sociales, que precisamente se descargan en cada individuo del cual depende su propio bienestar y su propia seguridad13. En virtud de la lógica neoliberal, cada individuo es dueño de su destino, mismo que depende de lo que le haya tocado en suerte en esa rueda de la fortuna que es el mercado. Es problema de cada cual resolver las dificultades y trampas que la vida le depare, aunque estas sean generadas por un ordenamiento económico excluyente y empobrecedor.

d) La desaparición del ciudadano y el surgimiento del consumidor. El primero tiene derechos y deberes; el segundo capacidad o incapacidad de comprar o de vender algo. Si no tiene capacidad de compra, queda fuera del mercado y de los bienes que el mercado ofrece. Si tiene capacidad de compra, tiene “derechos de consumidor”: puede consumir las mercancías que se le ofrezcan y puede reclamar si las mismas no tienen la calidad debida o fallan en algún aspecto.

e) Consumismo extremo: el neoliberalismo alienta una cultura de consumir para llevar una vida fácil, ligera, cómoda, light,  sin más límite que la capacidad de compra al crédito o al contado. Si se paga un precio por un bien o un servicio, la idea es que el “cliente” gane en disfrute y en comodidad. Es un consumismo que, alentado por una cultura de marcas, atenta contra la ciudadanía, tal como lo hizo notar Naomi Klein en su libro No logo. El poder de las marcas14.

¿Cómo operó esta lógica en El Salvador, en el plano educativo?

En el caso de El Salvador, en los años noventa se realizó una proceso de reforma educativa inserto en el esquema neoliberal. Los gestores de esta reforma buscaron poner al sistema educativo en función de un modelo económico terciarizado y maquilero, y lo hicieron imbuidos, consciente o inconscientemente, del paradigma económico neoclásico. Para realizarla, había que formular una filosofía educativa que marcara el horizonte de la reforma que se estaba impulsando.

Esta nueva filosofía educativa –que se empapó del economicisimo predominante—, se caracterizó  por lo siguiente:

  1. El cambio del docente formador (del profesor) al docente facilitador, lo cual se hizo a partir de una “crítica” aparentemente sólida a las debilidades del docente tradicional. Junto con un rechazo a la educación bancaria y memorística (no se dudó en recurrir a Paulo Freire para sostener esta crítica), se desvirtuó el rigor, esfuerzo y disciplina intrínsecos a cualquier proceso de conocimiento (científico, literario o filosófico), cayendo en un facilismo poco propicio para el cultivo de las destrezas intelectuales superiores. La arremetida contra la “memorización” lo fue en contra de uno de los fundamentos de la identidad individual y colectiva: la capacidad de recordar. También se puso en jaque esa conquista humana sin la cual no hay educación: la palabra dicha y la palabra escuchada, la palabra escrita y la palabra leída (en una pizarra o en un libro). El diálogo socrático, pilar esencial de cualquier proceso educativo, fue ahogado por el practicismo didáctico y el uso de recursos tecnológicos en los cuales al profesor sólo le correspondía ocupar el lugar de “facilitador”15.
  2. La potenciación de la didáctica en detrimento de los contenidos cognoscitivos y críticos, bajo el supuesto de que había que orientar la educación hacia la práctica, o como se dice en la jerga didactista prevaleciente hacia el “saber hacer”, el “saber aprender” y el “aprender a aprender”. Se cayó en un “didactismo” de graves consecuencias para la educación, pues en virtud del mismo se dejaron de lado contenidos científicos, literarios y filosóficos sustantivos, lo mismo que se ahogó la reflexión crítica sobre la realidad y el compromiso con un conocimiento orientado a su transformación.

 

  1. El énfasis en hacer de la educación un proceso “suave”, “amigable”, light, en el que todos pueden construir el conocimiento en igualdad, pues nadie sabe más –y el facilitador menos que nadie—. Esta visión de la educación se nutrió de (y a su vez reforzó) la cultura de la globalización16 que se impuso con contudencia a lo largo de los años noventa y primeros años del 2000. Este trasiego de conceptos, valores, creencias, aspiraciones y hábitos desde la cultura globalizada hacia la educación, y viceversa, es algo a lo que no se le ha dado la debida atención, pero que reclama un examen detallado.

 

 

  1. Los estudiantes y sus padres, madres o tutores vistos como clientes, como consumidores individuales de bienes educativos, que les servirían para su éxito individual. Obviamente, ello dependiendo de su capacidad de pago, pues cada cual recibe la educación que pueda comprar.

 

  1. La implantación, como creencia compartida socialmente, de la que la educación que se paga (privada) es mejor que la gratuita (pública), y que entre más costosa es la mensualidad de mayor calidad y prestigio es la educación recibida. No sólo se introdujo una tajante separación entre la educación pública y privada, sin igualdad posible entre ambas en prestigio y reconocimiento social, sino una jerarquía entre las instituciones privadas, de la más cara a la más barata, y una competencia entre ellas por asegurarse las clientelas estudiantiles que hicieran rentable el negocio educativo.

 

 

  1. El deterioro de la educación pública que, de ser el principal foco de la educación en el pasado, se convirtió en el espacio para quienes no podían tener un lugar en el mercado educativo, es decir, para quienes no podían comprar los servicios ofrecidos por las empresas educativas privadas. Se dio por descontado que quienes no pudieran acceder a estas últimas no podrían presumir jamás de la educación recibida en las instituciones públicas, pues haber estudiado en ellas no sólo revelaba su situación de precariedad socio-económica (o sea, su condición de “perdedores”), sino la imposibilidad de salir de ella por no haber accedido a los conocimientos y habilidades –y también las relaciones y prestigio que dan las instituciones caras— que se requieren para triunfar en el mercado.

 

El deterioro de la infraestructura escolar pública, el descuido de la formación profesional docente, el ahogo presupuestario y la presión gremial en torno a demandas económicas, reforzaron en el imaginario social la idea de la inferioridad de la educación pública respecto de la privada, reforzando las ansias de las familias por buscar a toda costa alejarse de la posibilidad de enviar a sus hijos e hijas a escuelas públicas. Son los sectores medios los que más eco han hecho de esta visión, creyendo con los ojos cerrados que el éxito en la vida de sus hijos e hijas está en función de la inversión realizada en las colegiaturas escolares.

 

Se cayó en un círculo vicioso, del cual no sólo ha salido perdiendo la educación pública, sino la educación en general: el mito de que la educación privada es de calidad, y la pública no, ha impedido caer en la cuenta de que la primera, pese a las cuotas altas y a los lujos y comodidades en sus edificios, no ha escapado al empobrecimiento científico, filosófico y ético de la educación.

 

Antes bien, la educación privada ha sido una de sus generadoras, pues el facilismo, la falta de rigor académico y la implantación de valores consumistas, competitivos y poco críticos, han emanado de quienes la han auspiciado. Y lo que es peor, la visión educativa privada y privatizadora contagió el quehacer de la escuela pública, que no sólo fue vista y entendida como un instrumento que debe estar al servicio del mercado, sino que asumió, además de sus conceptos, palabras, creencias y hábitos, sus propósitos: en primer lugar, forjar consumidores y clientes de las empresas establecidas; y, en segundo lugar, crear una mano de obra lista para integrarse a las empresas que así lo demandaran en el marco de la transformación económica de los años noventa (maquilas, call center, comercio, servicios financieros).

2.3. Educación y economía: la particularidad del cambio educativo de los años ochenta y noventa

La subordinación de los sistemas educativos a las exigencias de los aparatos económicos no es un invento de los promotores de las reformas económicas neoliberales17. El modelo agroexportador dio pie a un quehacer educativo que le era funcional, y lo mismo sucedió con el modelo agroindustrial18. Desde las materias y las carrerras técnicas profesionales, pasando por los contenidos curriculares, hasta el calendario escolar y académico, no se entienden sin hacer referencia a los modelos económicos vigentes o emergentes en cada época histórica particular.

Sin embargo, lo singular de las reformas educativas y las políticas educativas de los años ochenta y noventa es su filosofía y orientación marcadamente economicista, lo cual las distingue de otros procesos de cambio educativo en los que los propósitos económicos coexistían e incluso se subordinaban a propósitos políticos e incluso culturales y religiosos.

Se trata, en las reformas y políticas educativas de los años ochenta y noventa, de un proceso de cambio educactivo no sólo orientado casi exclusivamente por objetivos económicos, sino embuido de un paradigma economicista que, como se dijo arriba, ha contaminado el quehacer educativo de una manera extraordinaria. Hablamos, pues, de reformas y políticas educativas de carácter economicista en sus objetivos, en su conceptualización y en su ejecución. Esa es la gran novedad del cambio educativo de los años noventa, respecto de otras reformas y transformaciones edicativas del pasado.

Es decir, en el pasado de la educación en Centroamérica, si bien es cierto que ella tenía un eje que la subordinaba a los aparatos económicos prevalecientes o emergentes, también tenía anclajes en exigencias políticas y culturales emanadas de los grupos de poder, especialmente en la línea asegurar la sumisión a la autoridad y el mantenimiento del orden establecido, que muy probablemente tenían la primacía respecto de las exigencias económicas.

Parte del éxito del economicismo y el mercantilismo predominantes es hacernos creer que han existido en todos los tiempos y lugares, con lo cual logran imponerse como algo “natural”.

El análisis histórico nos enseña que, si bien nuestro tiempo es fuertemente economicista y mercantilista, en otras épocas fueron otros los paradigmas (creencias, nociones, valores y aspiraciones) que prevalecieron. Se trató de paradigmas políticos y culturales en los que la nación, la patria, el orden, la autoridad y las jerarquías sociales eran lo esencial, y la educación bebió de ellos y se puso en función de sus objetivos.

Hasta las transformaciones economicas de los años ochenta y noventa, y la hegemonía creciente del economicismo y el mercantilismo en la cultura colectiva –incompresibles sin la globalización neoliberal y su cultura—, fueron otras las matrices conceptuales (no economicistas, no mercantilistas y no privatizadoras) y otros los objetivos (no principalmente o exclusivamente económicos) que sustentaron las reformas y las políticas educativas19.

De tal suerte que sin entender los fines (casi) exclusivamente económicos y el predominio del paradigma neoliberal en las reformas y políticas económicas de los años ochenta y noventa no se las pueda explicar a cabalidad en su singularidad y novedad. Tampoco se podrán entender los efectos negativos que ello ha tenido no sólo en la calidad de la educación, sino en la integración social y cultural. Al convertir a la educación en instrumento expreso de un modelo económico emergente, el economicismo y el mercantilismo vulneraron su anclaje social, cultural y político, erosionando sus capacidades como mecanismo de integración.

3. Reflexión final: el estudio de las tendencias de las políticas educativas

En síntesis, es ineludible el examen a fondo de la dinámica económica prevaleciente o emergente en una época determinada para entender las políticas educativas, lo mismo que los procesos de reforma educativa.

Y ello porque, en general, los sistemas educativos se han configurado históricamente a partir de un anclaje con los modelos económicos prevalecientes, lo cual es particularmente evidente en el contexto de la emergencia y consolidación de los modelos económicos de carácter neoliberal y globalizado.

Así, en el caso de las tendencias de las políticas educativas en Centroamérica es de rigor analizar, como punto de partida, el contexto económico de las reformas educativas de las que emanaron las políticas educativas vigentes en la actualidad. Y, a partir de este análisis, se debe hacer el esfuerzo por vislumbrar las dinámicas futuras de la educación en la región centroamericana.

También es ineludible el examen de los paradigmas predominantes (económicos, políticos, culturales) pues las matrices conceptuales –la filosofía educativa— de las reformas y las políticas educativas se nutren de ellos, lo mismo que sus fines y objetivos fundamentales. Así, es imposible entender a cabalidad las políticas educativas operantes en el presente sin hacerse cargo del predominio del paradigma neoliberal y del modo cómo este contaminó la filosofía de la educación que sostiene las políticas educativas vigentes.

¿Cuáles són, pues, las dinámicas de las políticas educativas de cara al futuro en Centroamérica? O sea, ¿cuáles son las tendencias de las políticas educativas en la región?

Para responder a esa pregunta se debe reconocer, ante todo, la existencia de un incipiente replanteamiento de los modelos económicos establecidos, los cuales han comenzado a revelar algunas de sus fisuras más profundas. Tanto del lado de determinados grupos empresariales como del lado de determinados actores políticos (de distinta filiación ideológica) se hace patente la preocupación por los límites de unos modelos económicos estancados productivamente, dado su anclaje en los servicios financieros, el comercio, el turismo, las maquilas y las remesas.

La crisis financiera de 2007-200820 sacó a relucir, de manera dramática, la inviabilidad de unas economías que descansan en la intensificación del consumo de servicios financieros, sin atender a la inversión productiva y a la innovación científica y tecnológica.

Hay grupos empresariales que han comenzado a presionar a los gobiernos para apuntalar un giro educativo que posicione, como algo central del quehacer educativo, a la ciencia y a la tecnología. Aquí, de nueva cuenta, lo que predomina es la visión economicista de la educación, tanto por los objetivos que se buscan con ella como por las matrices conceptuales que deben orientarla. En el caso de El Salvador, el modelo económico terciarizado está en crisis y las formas emergentes de actividad económica que vislumbran algunos de los grupos de poder exigen un replanteamiento de la educación, en función de una nueva agenda económica21.

Desde la derecha política vinculada a los grupos empresariales emergentes se suele respaldar esta demanda de una reforma educativa que se traduzca en una potenciación, desde la educación, del giro económico que aquéllos están promoviendo. En algunas instituciones educativas privadas, creadas expresamente para articularse con el aparato económico predominante, ya se realizan las adecuaciones pertinentes para dar respuesta a estas nuevas demandas empresariales.

Por su parte, la educación pública no sólo está sometida a la tensión que le provocan esa demandas, a las que de alguna manera intenta dar respuesta, sino que también está sometida a otras tensiones surgidas de objetivos que, desde una visión política de izquierda o de centro izquierda, se le imponen ahí donde las derechas políticas no gobiernan (o temporalmente dejaron de hacerlo).

Es decir, los gobiernos progresistas de la región, sin romper totalmente con el marco de políticas educativas fraguadas en los años ochenta y noventa –y sin renunciar a responder, desde los sistemas educativos, a las demandas de los grupos empresariales emergentes— han intentado generar enfoques, marcos conceptuales, objetivos y políticas educativas de un carácter distinto al de los vigentes, pero sin romper totalmente con ellos.

Entre los aspectos novedosos de estos enfoques, marcos conceptuales, objetivos y políticas destacan la apuesta por la inclusividad educativa; la visión de que la educación debe estar en función de la humanización y dignificación de niños, niñas, jóvenes, hombres y mujeres, y no en función de un modelo económico o de la reproducción de relaciones sociales y políticas de desigualdad; la idea de que el conocimiento científico (y sus implicaciones tecnológica) es esencial en el proceso educativo, pero que este es incompleto sin los saberes humanísticos y sin una ética de compromiso por parte de alumnos, profesores y padres de familia; la exigencia de apuntalar, desde la educación, los derechos humanos, la democracia y la participación ciudadana; la preocupación por articular al sistema educativo con las dinámicas de integración social y cultural22; y por último, el cultivo de un saber comprometido con la solución de los graves problemas de la realidad nacional. Como se ve, se trata de una visión de la educación no sólo distinta, sino contraria a la fraguada al calor de las reformas económicas neoliberales y del predominio del paradigma economicista.

Lo que sucede es que se trata de una visión de la educación que no ha sido traducida en un conjunto de reformas que las conviertan en un cuerpo de políticas educativas que le cambien el rostro a los sistemas educativos establecidos. Éstos, en lo fundamental, siguen operando según el marco de políticas fraguadas en las reformas educativas de los años ochenta y noventa.

De lo anterior, se pueden identificar tres grandes tendencias en las políticas educativas en Centroamérica: a) la primera es la de la continuidad de las políticas diseñadas en los años ochenta y noventa; b) la segunda, la del diseño e implementación de nuevas políticas educativas, coherentes con la filosofía y objetivos de las vigentes, pero orientadas a potenciar las áreas científico-técnicas, a tono con la emergencia de dinámicas empresariales vinculadas a la producción y no a los servicios; y c) una tercera, que apunta a un conjunto de acciones animadas por una nueva visión de la educación –no economicista, sino humanista, crítica y con sólidos fundamentos científicos, filosóficos y éticos— que pueden dar lugar una reforma educativa de envergadura, con el subsiguiente cuerpo de políticas educativas que le de viabilidad. Esta última tendencia está fuertemente condicionada por la contituidad de las gestiones de gobiernos progresistas que son las que han promovido cambios educativos desde una nueva visión de la educación.

Estas tres tendencias, al estar presentes en los sistemas educativos en estos momentos, tesionan a los ministerios de educación de la región. Por supuesto que el carácter de cada una de ellas es distinto en cada nación, lo cual depende de, al menos, estos factores: a) la manera como se concretó la reforma económica neoliberal y se instauró el modelo económico nacido de ella en cada país; b) la irradiación del paradigma economicista en el quehacer educativo; c) la forma cómo desde las reformas y las políticas educativas se encararon las dos dinámicas anteriores; d) las tradiciones institucionales y educativas propias de cada nación; e) la naturaleza de los gobiernos que administraron las reformas económicas y las reformas educativas de los años ochenta y noventa (y las políticas educativas surgidas de estas últimas); f) los movimientos docentes y su resistencia –o su no resistencia— a las reformas educativas de carácter neoliberal; y g) la naturaleza de los gobiernos que en el presente tienen que hacer frente, por un lado, al deterioro de los aparatos económicos terciarizados, por otro, a las deficiencias educativas (calidad de la educación, debilidades en la formación docente inicial y en servicio, deterioro de la infraestructura) y, por últlimo, a la erosión de la convivencia social no sólo por razones de inseguridad y violencia, sino por desigualdades socio-económicas de larga data.

Sin duda alguna, el estudio de cada uno de los casos nacionales enriquecerá, con evidencia firme, lo que aquí se ha esbozado de forma sumamente genérica. Como resultado de ello, seguramente contaremos con elementos de juicio más fundamentados para defender y proponer una reforma educativa de envergura (de la cual emanen las políticas educativas correspondientes), en la cual los sistemas educativos de la región –anclados en el cultivo de un conocimiento científico y filosófico, crítico y emancipador—, se pongan en función de la dignidad, bienestar y felicidad de sus ciudadanos.

San Salvador, 13 de octubre de 2017

Texto de la ponencia para el “Primer Congreso latinoamericano y del Caribe sobre metodologías para el análisis de reformas y políticas educativas”, realizado en Xalapa, Veracruz (México), del miércoles 29 de noviembre al sábado 2 de Diciembre del 2017.

1 L. A. González, “Capitalismo rentista”. En https://www.alainet.org/es/articulo/186841

2 L. A. González, “Educador: ¿facilitador o problemarizador?” En Educación, conocimiento y emancipación. San Salvador, EDIPRO, 2014.

3 L. A. González, “Una reflexión sobre la calidad de la educación”. http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/columnistas/una-reflexion-sobre-la-calidad-de-la-educacion

4 Por ejemplo, en El Salvador desde 2009, con el gobierno de Mauricio Funes, se inició un trabajo de largo aliento en la potenciación de la formación docente, efuerzo que ha continuado a partir de 2014, con el triunfo electoral de Salvador Sánchez Cerén. No se ha resuelto en este país el gran desafío de contar con una institución formadora de docentes de carácter público, pese que el tema ha estado presente desde 2011, cuando se ensayó la creación de la Escuela Superior de Maestros, proyecto que por diversas razones no prosperó. Una nueva iniciativa, en la misma dirección, es la creación del Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD) que, cabe esperar, prospere en la dirección deseada.

5 Fueran calificados esos cambios o no como “reformas educativas”.

6 Cfr., E. Ganuza, R. Paes de Barrios, L. Taylor, R. Vos (Eds.), Liberalización, desigualdad y pobreza: América Latina y el Caribe en los 90. Buenos Aires, Eudeba, PNUD, CEPAL, 2001; L. A. González, “Exclusión versus inclusión: democratizaciòn y reforma económica cen Centroamérica”. En Sociedad y política. Reflexiones desde El Salvador.San Salvador, UDB, 2015, pp. 210-227.

7 Cfr., L. A. González, “El círculo vicioso de las remesas”. ECA, No. 684, 2005, pp. 997-999.

8 Cfr., Cfr., L. A. González, “El problema del mercantilismo de la educaciób superior”. http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/opinion/tribuna/el-problema-del-mercantilismo-en-la-educacion-superior

9 Cfr., N. Klein, La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre. Buenos Aires, Paidós, 2007.

10 Cfr., L.A. González, “Globalización y neoliberalismo”. ECA, 1999,pp. 53-67.

11 Cfr., Adam Przeworski, “Marxismo y elección racional”. https://es.scribd.com/document/206479827/Marxismo-y-eleccio-n-racional-Przeworski-docx

12 Cfr., L. A. González, “Defensa de los espacios públicos”. https://www.alainet.org/es/articulo/185223

13 Cfr., L. A. González “Responsabilidades del Estado ante la sociedad”. http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/opinion/columnistas/responsabilidades-del-estado-ante-la-sociedad

14 Barcelona, Paidós, 2001.

15 Cfr., L. A. González, “Educador ¿faciltador o problematizador?”.http://abacoenred.mayfirst.org/wp-content/uploads/2015/10/educador_-_facilitador_o_problematizador.pdf

16 Cfr., L. A. González, “Implicaciones culturales de la globalización”. ECA, No. 703-704, 2007, pp. 377-396.

17 L. A. González, “Educación y modelo económico”. http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/columnistas/educacion-y-modelo-economico

19 Incluso en als reformas impulsadas al calor de los proceso de industrialización por sustitución de importaciones, de los años 50 y 60, del siglo XX, los objetivos económicos, con todo y ser esenciales, no fueron los únicos, pues estuvieron acompañados de propósitos políticos y culturales (por ejemplo, a los objetivos de la modernización autoriraria de los gobiernos militares salvadoreños de la época).

20 L. A. González, “Crisis financiera muncial: su impacto social y político en Centroamérica”. En Sociedad y política…, pp. 228-257.

21 L. A. González, “Educación y modelo económico”. http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/columnistas/educacion-y-modelo-economico

22 L.A. González, “Cultura, educación e integración social en El Salvador”. San Salvador, CENICSH, Cuaderno de Trabajo, No. 1, junio de 2009.

Fuente del Artículo:

http://www.radiolaprimerisima.com/articulos/7406

Fuente de la Imagen:

https://es.slideshare.net/icefi/segunda-sesin-gasto-pblico

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Libro: Serie: Calidad Educativa. Contradicciones en la Formación por la Calidad Educativa

Serie: Calidad Educativa. Contradicciones en la Formación por la Calidad Educativa
Producción Editorial Red Global/Glocal por la Calidad Educativa

Edificio Residencias Hotel Anauco Suites. PH Parque Central, final Av. Bolívar, 1010 Distrito Capital – Caracas República Bolivariana de Venezuela Teléfonos: 0212-576.82.74 redglocalporlacalidadeducativa@gmail.com Red Global/Glocal por la Calidad Educativa.

Arbitraje Internacional: Centro Internacional Miranda. Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). World Conference on Educational Sciences. Sociedad Venezolana de Educación Comparada. Centro Nacional de Investigaciones Educativas. Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Depósito Legal: DC2016000662 ISBN: 978-980-7050-52-4

Elaborado en Caracas, Enero, 2016

Autores:

Luis Bonilla – Molina

María Magdalena Sarraute

Iliana Lo Priore

Liliana Medina

Marianicer Figueroa

Jorge Díaz Piña

Carlos Avendaño

Elisabel Rubiano

Contenido

INTRODUCCIÓN ……………………………………………………………………………………………….. 4

El estudio detrás de este libro …………………………………………………………………………….. 9

CONTRADICCIONES EN LA FORMACIÓN PARA LA CALIDAD EDUCATIVA. …………………….. 10

1.Desvalorización de la formación docente ……………………………………………………….. 13

2.Implicaciones sociopolíticas y pedagógicas de la formación docente …………………. 13

3.Momentos y tipos de la formación docente ……………………………………………………. 17 }

4. Formación docente y universidad…………………………………………………………………. 22

5. Formación docente para la construcción de ciudadanía …………………………………… 26

6.Calidad educativa en la educación universitaria………………………………………………. 29

7.Universidades y políticas públicas …………………………………………………………………. 32

8.Ciencia universidad y calidad educativa …………………………………………………………. 33

9. La formación docente en la lógica del neoliberalismo ……………………………………… 35

10.La pertinencia de la formación en las universidades ………………………………………. 36

BIBLIOGRAFÍA ……………………………………………………………………………………………….. 40

ANEXOS ………………………………………………………………………………………………………….. 46

Lista de entrevistados(as) en este estudio …………………………………………………………… 46

Para descargar el libro, haga clic aquí:

Libro Digital. Serie Calidad Educativa. Contradicciones en la Formación para CE

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Uruguay: Congreso Nacional de Educación reclamó por presupuesto

Uruguay / 17 de diciembre de 2017 / Autor: Patricia Arnone / Fuente: Segundo Enfoque

El cierre del Congreso Nacional de la Educación concluyó en un documento final del presupuesto que el sistema educativo continúa requiriendo más recursos que lo que previó el Poder Ejecutivo durante la última Rendición de Cuentas de este año.

Además una mayor capitalización en infraestructura que posea como gran cometido el mantenimiento a construcciones que “por décadas” no fueron atendidos.

Se  llevó a cabo en  la localidad de Maldonado durante este fin de semana.

En este sentido, en la comunicación que dio a conocer recientemente el diario El País del Uruguay, se denuncia que “existen centros educativos con incalculables carencias, edificios que no fueron edificados con el propósito de enseñar, pisos peligrosos, inconvenientes eléctricos y sanitarios de difícil solución”.

Así, diversas mesas de trabajo abordaron diferentes representaciones en torno a la producción de un plan nacional de educación y su universalización, la variedad y diversificación del sistema educativo, y sobre los “principales desafíos que enfrenta el sistema”, según manifestó a El Observador Robert Silva, secretario del El Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (Codicen) quien fue partícipe de la instancia como representante de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) de Uruguay.

educación

Conclusiones finales

Entre las conclusiones finales estuvo“la relevancia de profesionalización de la formación de los docentes”,que se resumirá a través de la instauración de la Universidad de la Educación, proyecto todavía a estudio en el Parlamento. Se insta a que ese organismo concluya de formarse antes de que comience el próximo período de gobierno.

“Hubo un esbozo significativo en relación a la necesidad de que la carrera docente no solo se base en la antigüedad, sino también en la formación que reciben los profesores”,afirmó Silva.

La jornada inició el sábado y se desarrolló hasta la tarde del  pasado día domingo. Tuvo lugar en el campus comunal de la Intendencia de la localidad de Maldonado, en donde participaron actores del Ministerio de Educación y Cultura, la Dirección Nacional de Educación Pública, las asociaciones de la enseñanza, las asambleas técnico-docentes y los pertenecientes al partidos Frente Amplio y Colorado.

En este orden y según explicó el consejero Silva, sobre el final del congreso ciertas mesas territoriales (como de Paysanú y Artigas), conformadas por padres y docentes de escuelas y liceos, enunciaron su malestar porque diversos de sus reclamos no fueron contenidos en las disputas generales ni en el documento conclusivo.

Fuente de la Noticia:

http://segundoenfoque.com/uruguay-congreso-nacional-educacion-reclamo-presupuesto-2017-12-12

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Elogio de la investigación educativa

Por: Alberto Sebastián Barragán.

A finales de noviembre se reunió el máximo circuito de investigación educativa de nuestro país, con motivo de llevar a cabo el XIV Congreso Nacional de Investigación Educativa, en San Luis Potosí. Este evento congrega a una gran cantidad de científicos que han tenido una larga trayectoria en el campo de la investigación educativa, quienes a través de sus producciones académicas han aportado, en mayor o menor medida, beneficios a la educación como sector de transformación, que se dirige en búsqueda de la justicia social.

Cabe señalar que el Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE) se fundó en 1993, con la finalidad de reunir a las personalidades de la más alta calidad en la investigación educativa, promover la creación, acumulación y difusión de conocimientos, generar grupos y redes de investigación, establecer nodos entre investigadores e instituciones, impulsar y profesionalizar a la comunidad de investigadores. El COMIE ha delimitado y fortalecido el campo de la investigación educativa; ha consensado las áreas temáticas que componen los estados del conocimiento que se actualizan cada diez años. Sin duda, es una de las instancias más sólidas que tenemos en materia científica y académica.

En la larga trayectoria de la investigación educativa se han presentado varias versiones bianuales del Congreso, y publicaciones con reconocimiento en otras instancias científicas y educativas, nacionales e internacionales. A pesar de no contar con una sede específica, se construyen sitios efímeros de apropiación. Cada congreso es un viaje al conocimiento vivo, de escuchar y dialogar con los autores de las obras que se dan sustento a la tarea educativa en todas sus acepciones. Justo como lo ha descrito cabalmente Larissa Lomnitz, los congresos científicos son rituales sociales.

El primer día, es un rito de iniciación. Antes del Congreso de Investigación Educativa, se dan cita los estudiantes de posgrado y tesistas, que muestran sus avances en investigación educativa. Luego que inicia el Congreso, aparecen las conferencias magistrales, simposios, presentaciones de libros, carteles y ponencias. Todo el congreso, en todo momento tiene juegos de lenguaje, tótems de cosmovisión, reiteración de mitologías, manejo de herramientas, apropiación de identidad… En los paneles y mesas, se remarca el papel de sacerdotes, rituales y jerarquías.

Todos los congregados pertenecen a instancias académicas de diferente linaje, públicas y particulares, provienen de distintos de puntos, han recorrido diferentes rutas académicas que les han llevado a recibir diferentes grados de reconocimiento en distintos claustros; los que han sido vigilados por la policía epistemológica, los beneficiarios del mecenazgo del CONACYT, los intelectuales de pie, los freelance, todos los que tienen el pretexto y la posibilidad de acudir al magno evento.

Los días del Congreso se convierten en un lugar privilegiado, porque el evento académico se convierte, en una especie de piso parejo en el que se relacionan los individuos, los grupos y las redes, en nombre de la investigación educativa. Reunidas tantas personalidades en el mismo lugar, se aprovechan los tiempos libres para concertar otras reuniones de grupos e intereses, académicos y de otro tipo. La Investigación Educativa es una microsociedad. Lo que hay ahí dentro ya lo conocemos con otros nonmbres y ejemplos… hay de todo. El sociólogo francés Pierre Bourdieu se confesó un poco asustado, por lo que encontró en el análisis de la ciencia, y de las prácticas de sus usuarios. Y no es para menos. Justo como en toda sociedad, hay grupos de poder y élites. Hay una ley del más fuerte, y nuevas formas de exclusión.

La realización de los Congresos de Investigación Educativa es necesaria y motivadora. Esta era del conocimiento, demanda que las  sociedades atiendan el riesgo y la volatilidad de la ciencia, que sustenten sus actividades en el conocimiento que se ha generado y consolidado por tanto tiempo. El sector educativo paradójicamente presenta síntomas de desvinculación entre la investigación y las acciones que se realizan en los niveles educativos, desde básica, media superior y superior. La última reforma educativa presentó guiños de investigación, extranjera en gran medida, y poca presencia de los trabajos que han desarrollado las instituciones mexicanas.

En la política sobre educación que han impulsado los últimos gobiernos, han sospechado la necesidad de incluir instituciones de investigación educativa, más como entidades legitimadoras que como soporte de las acciones de cada gobierno. El lema del último congreso del COMIE, era: “Aportes y desafíos de la investigación educativa para la transformación y la justicia social”. Si volteamos a ver nuestra realidad, podríamos pensar en que no está trascendiendo la investigación educativa. La investigación educativa habla por sí misma. A pesar de la solidez mencionada, hace falta difusión y aplicabilidad. Pero no todo depende de la investigación. En este binomio de Política y Ciencia, Max Weber nos había legado una postura sobre las implicaciones de la tarea científica y su relación con la política. Una forma de ilustrar esta desvinculación, es esta pobreza de reforma educativa, que además de moribunda, poco a poco queda más abandonada.

Fuente del artículo: http://www.educacionfutura.org/elogio-de-la-investigacion-educativa

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Educación diseñará un plan para formar al profesorado en nuevas metodologías en Navarra-España

Europa/España/ 16.12.2017/ Fuente: noticiasdenavarra.com

El objetivo es arrancar con un proyecto piloto el próximo curso, 2018-19, y extenderlo de forma progresiva en la red pública El Museo de Navarra acogerá el día 19 una charla para docentes.

El departamento foral de Educación quiere diseñar un plan de formación para el profesorado en metodologías activas. Es decir, en métodos como, por ejemplo, el aprendizaje por proyectos, el cooperativo o el vinculado a las inteligencias múltiples. Ahora, el objetivo es contar con un proyecto piloto para arrancar el próximo curso y, después, aumentarlo de forma progresiva.

Para analizar este tema, el Museo de Navarra acogerá el próximo 19 de diciembre, a partir de las 18.00 horas, una conferencia sobre la transformación de la escuela en el siglo XXI, dirigida a docentes. En ella intervendrá el catedrático de Sociología de la Universidad de Barcelona Ramón Flecha (Bilbao, 1952), quien, por ejemplo, en 2009 ya participó en unas conferencias en Pamplona y explicó en qué consisten las comunidades de aprendizaje (sistema que se impulsó en Barcelona, que promueve la participación de las familias en las escuelas y apuesta por el trabajo en grupo para lograr una mejora general de los resultados) y reclamó más formación para el profesorado.

La consejera de Educación, María Solana;el director general de Educación, Roberto Pérez;y el director del Servicio de Evaluación, Calidad, Formación, Igualdad y Convivencia, Aitor Lakasta;presentaron ayer en conferencia de prensa las claves de esta jornada, que vendrá precedida, a las 17.00 horas, de una reunión de trabajo del departamento con alrededor de 40 docentes, expertos en este tipo de metodologías, para diseñar un itinerario formativo para que docentes se formen y formen con estos sistemas. Solana cifró en 1.238.200 euros el presupuesto destinado a formación del profesorado para 2018, que es uno de los temas en los que los sindicatos han exigido más financiación (y tiempo) durante las negociaciones de un pacto educativo (en la red pública).

Lakasta detalló que “lo novedoso” de esta medida no será ofrecer formación al profesorado, sino realizarlo de forma “sistematizada”. Recordó que, el pasado 28 de junio, comenzaron a darse pasos en este sentido con una sesión de trabajo en un workcafé, para reunir a expertos y diseñar un borrador con el que llegar a ese anunciado programa de mejora.

EL PAPEL DEL ALUMNADOSolana apuntó que la meta es dejar atrás modelos basados en lo memorístico y en el aprendizaje sin contexto para avanzar en sistemas donde el alumnado sea protagonista, gane autonomía y logre “aprendizajes socialmente relevantes, que supongan experiencias enriquecedoras para la vida de los y las estudiantes de Navarra”. Así, presentó esta propuesta como una forma de adaptar la escuela “al siglo XXI”, en respuesta a cuestiones como “el multiculturalismo” y la apuesta por las tecnologías de la información y la comunicación.

Así, desde el departamento se refirieron a esta como una medida “estratégica”, en la línea de los programas ya anunciados para este curso, como el de diversidad, Formación Profesional o el de coeducación, así como el programa Laguntza contra el acoso escolar, que en este caso afronta su segundo curso en activo. “Todos ellos apuestan por un cambio desde el punto pedagógico que nos lleve a una actualización metodológica de todas las etapas del sistema educativo”, apuntó Pérez. El programa se empezará a implantar en una fase piloto el próximo curso, 2018-19, para intentar generalizarlo de forma progresiva a toda la red pública.

Fuente de la noticia: http://m.noticiasdenavarra.com/2017/12/15/sociedad/navarra/educacion-disenara-un-plan-para-formar-al-profesorado-en-nuevas-metodologias

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EEUU: Grandes cambios en los requisitos para convertirse en un maestro de educación especial en California

América del Norte/EEUU/edsource.org

La Comisión de Credenciales de Maestros de California está haciendo grandes cambios en la forma en que los maestros de educación especial serán capacitados, agregando cursos básicos y una evaluación ya obligatoria para los maestros de aula en general.

Los comisionados ven la revisión de los requisitos de preparación como críticos para mejorar la educación de los aproximadamente 740,000 estudiantes con discapacidades del estado y predicen que los cambios podrían ser transformadores: se identificará y se servirá a más estudiantes con discapacidades antes, se les enseñará más eficazmente y se integrarán más a menudo en aulas que sirven a todos los estudiantes.

Aunque cuatro años, varios informes e iteraciones en proceso, la decisión más reciente de la comisión se produjo un día después de que el estado publicara datos que mostraran que los estudiantes con discapacidades tuvieron peores resultados que otros grupos de estudiantes en California en indicadores múltiples de logros. Dos tercios de los 228 distritos que recibirán asistencia de las oficinas de educación del condado fueron designados debido al bajo rendimiento de los estudiantes que reciben servicios de educación especial.

«Nuestros niños en educación especial lo están haciendo muy mal. El sistema de entrenamiento y credencialización se ha roto durante años «, dijo Linda Darling-Hammond, presidenta de la comisión de enseñanza y organizadora de una tarea estatal de educación especial que recomendaba ideas clave que la comisión está implementando.

El cambio más significativo requerirá que todos los aspirantes a maestros de educación especial y educación general inicialmente tomen cursos fundamentales sobre técnicas y habilidades de instrucción, que incluyen el manejo del aula y la planificación de las lecciones. Luego se separarían para especializarse en un área académica o, para maestros de educación especial, experiencia en discapacidades. El objetivo sería preparar a todos los maestros para todos los estudiantes con antecedentes diversos, incluidos los estudiantes de inglés y los estudiantes con discapacidades.

Los cursos comunes, más otros requisitos, calificaría a los maestros de educación especial para enseñar en un aula de educación general, algo que no han sido certificados para hacer durante 20 años. Podrán coenseñar como iguales o formar parte de un equipo que se concentrará en los estudiantes con discapacidades y proporcionar una intervención temprana a los alumnos con dificultades de aprendizaje que no estén codificadas como discapacidad.

En 1996, respondiendo a la escasez de maestros de educación especial, California creó un atajo para obtener una credencial de educación especial sin requerir instrucción en educación general y requisitos para la enseñanza de los estudiantes, dijo Darling-Hammond. Los maestros de educación especial ya no podían enseñar a los estudiantes que no habían sido identificados que tenían un aprendizaje u otra discapacidad.

Aunque la ley federal requiere que los estudiantes con discapacidades tengan la oportunidad de ser educados con compañeros sin discapacidades, en la mayor medida posible, el sistema de credenciales de California retrasa el movimiento hacia la integración de estudiantes de educación especial. En cambio, muchos fueron enseñados en clases de educación especial autónoma, a menudo en detrimento de los estudiantes de educación especial, dicen Darling-Hammond y otros. California está ahora en el nivel inferior de los estados en la cantidad de tiempo que los estudiantes con discapacidades aprenden con otros estudiantes, dijo Kristin Wright, directora de división de educación especial del Departamento de Educación de California.

«Los modelos que apoyamos, y la investigación y la evidencia muestran que tener más acceso a las clases de educación general se correlaciona con un mejor rendimiento», dijo.

Formación adicional para candidatos a educación general, también

La decisión de la semana pasada es paralela a una acción que la comisión tomó en 2016 para preparar mejor a los maestros de educación general para enseñar a los estudiantes con discapacidades. Revisó las Expectativas de rendimiento delmaestro , un documento que establece los principios de la enseñanza eficaz que las escuelas de educación están utilizando para modificar sus planes de estudio de preparación del maestro. Este es el primer año que los candidatos a docentes toman cursos afectados por las nuevas expectativas. El documento de 36 páginas se refiere en todo momento a la necesidad de acomodar a los estudiantes con discapacidades para involucrar a los estudiantes, organizar materias y diseñar experiencias de aprendizaje .

El enfoque de mainstreaming no debería ser «basura y esperanza»: ubicar a los estudiantes en aulas de educación general y «esperar lo mejor», dijo Donald Cardinal, decano de la Facultad de Estudios Educativos de la Universidad Chapman y director del Centro de Habilidad y Discapacidad en el Condado de Orange. «Tenemos dos décadas de literatura sobre cómo hacer la inclusión», dijo al elogiar la propuesta de la comisión como «brillante».

Patricia Pernin, una administradora que supervisa a los maestros internos en el Distrito Unificado de Los Ángeles, que tiene 80,000 estudiantes de educación especial, elogió la meta de crear «una cultura colaborativa» entre los maestros con diferentes especialidades comenzando con sus programas de credencialización.

Autumn Sannwald, una estudiante de enlace para la comisión que está buscando una credencial de educación especial para discapacidades leves y moderadas, dijo que solo está tomando un curso en común con los candidatos para credenciales de educación general. «Es importante estar en clases con compañeros de educación general; los estudiantes de educación general se benefician también «, dijo.

Los respaldos no fueron unánimes, sin embargo. Sally Spencer, profesora asistente en el Departamento de Educación Especial de CSU Northridge, temía que la capacitación de los maestros de educación especial se atenuara con el nuevo sistema.

«Enseñar a estudiantes con discapacidades de aprendizaje es difícil; necesitan intervenciones especiales enfocadas, con práctica, para que las intervenciones se mantengan con el tiempo «, dijo. «Los maestros me dicen que los mantiene despiertos por la noche porque no pueden abrirse paso. Las necesidades de estos niños no deberían empeñarse en los maestros de educación general «con grandes clases», dijo.

La comisión no propone cambios para los programas de certificación para trabajar con niños ciegos y sordos, niños en edad preescolar y niños con impedimentos físicos severos.La gran mayoría de las credenciales de educación especial, a las cuales se aplicarán los nuevos requisitos, son para discapacidades leves a moderadas y discapacidades de moderadas a severas. Los maestros en esas dos especialidades actualmente pueden trabajar con estudiantes en todos los grados a partir de jardín de infantes. Una cuestión que aún debe resolverse es si diferenciar las credenciales por rango de grados – K-8 y la escuela secundaria – bajo el nuevo sistema.

Pernin advirtió a la comisión que sea «realista» en la creación de nuevos requisitos de grado, señalando que podrían sumarse a la escasez ya severa de maestros de educación especial.

La comisión aprobó, en concepto, cambios adicionales para los candidatos que buscan una credencial de educación especial. Se les requeriría que:

  • Aprobar los Exámenes de Materia de California para Maestros, conocido como CSET, el examen de conocimiento de contenido académico que los maestros de educación general toman para una credencial de materias múltiples para K-8 o para una credencial de materia única, generalmente para la escuela secundaria.
  • Enseñar a los estudiantes, actualmente no se requiere en muchos programas de educación especial.
  • Aprobar la evaluación de desempeño del maestro, una evaluación del conocimiento, las habilidades y la capacidad de un maestro para instruir adecuadamente a todos los estudiantes de K-12 en los estándares de contenido académico, no requerido ahora para obtener una credencial de educación especial. La evaluación requiere que un candidato diseñe y realice una lección y evaluación en el aula, observada y calificada por expertos.

El personal de la Comisión debe desarrollar las pautas de los comisionados. La comisión aún tiene que tomar decisiones importantes, posiblemente en su reunión de febrero, que incluyen: ¿Cuántos cursos básicos tomarán en común todos los candidatos a docentes? ¿La evaluación del desempeño se adaptará a las credenciales de educación especial?

Darling-Hammond dijo que los nuevos requisitos probablemente extenderán los nueve meses mínimos requeridos para obtener una credencial de enseñanza, aunque es demasiado pronto para decir cuánto. Los oradores en la reunión expresaron su preocupación de que alargar el proceso podría desalentar a los candidatos de entrar a la educación especial.

Pero Kristin Stout, coordinadora del programa de educación especial en la Universidad Estatal de Long Beach, dijo que aunque el programa de credenciales dobles de su escuela que lleva a credenciales de educación general y especial requiere más créditos de cursos, hay una lista de espera para la admisión. Darling-Hammond dijo que la política del estado, que combina grados de licenciatura en educación y una credencial de enseñanza en cuatro años, también crea nuevas oportunidades para ampliar el grupo de maestros de educación especial.

Los defensores de los nuevos requisitos esperan que una base más sólida en la enseñanza y su aceptación de los maestros de educación especial como iguales con los maestros de educación general reduzcan la alta tasa de rotación, lo que está agravando la escasez de maestros de educación especial calificados. El año pasado, la comisión emitió la misma cantidad de credenciales de emergencia y nuevas credenciales para maestros de educación especial totalmente calificados.

«A medida que los maestros de educación especial se sienten más apoyados, y los maestros creen que sus contrapartes son capaces, entonces usted tiene asociaciones y no silos», dijo Wright. Los maestros de educación especial tienen más probabilidades de quedarse más tiempo «si sienten que ya no están solos».

Fuente: https://edsource.org/2017/big-changes-in-requirements-to-become-a-special-education-teacher-in-california/591554

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El Ministro Msaka dice que Malawi introducirá la Educación Ciudadana Mundial en las escuelas públicas

Africa/Malawi/maravipost.com/

El ministro de Educación, Ciencia y Tecnología, Bright Msaka, ha dicho que el gobierno de Malawi tiene la intención de introducir la educación cívica global en las escuelas del país para garantizar que los alumnos sean responsables de la paz local y global, el medio ambiente y el respeto a la diversidad cultural. Msaka reveló esto en el Colegio de Capacitación de Maestros Domasi en Zomba el lunes durante el inicio de un taller de formador de formadores sobre educación ciudadana global.

«La educación para la ciudadanía global es un programa que ahora presentamos además de lo que tradicionalmente hemos enseñado», dijo el ministro y agregó que el ministerio estaba tratando de capacitar a los seres humanos como ciudadanos responsables de las comunidades, el país y el mundo. .

El taller apoyado por la UNESCO se titula «Fortalecimiento de la capacidad para capacitadores de instructores en pedagogía transformadora sobre educación para la ciudadanía global, educación para el desarrollo sostenible y la agenda de educación 2030».

Quince colegios de formación docente públicos y privados en el país están participando en el taller para garantizar que los participantes adquieran conocimientos y habilidades para desarrollar y publicar materiales de capacitación sobre el aprendizaje participativo transformador.

En este sentido, el ministro dijo que la educación debe ser responsable de las habilidades, valores y actitudes que deben responder a los desafíos globales.

El Director Ejecutivo interino de la Comisión Nacional de Malawi para la UNESCO, David Mlera, expresó la esperanza de que Malawi se beneficie del Taller de Educación Global de Ciudadanía y de que los conocimientos adquiridos en la sesión se transfieran a los estudiantes.

«La Educación para la Ciudadanía Global se trata de la paz, el diálogo intercultural, la tolerancia y el respeto mutuo, de manera que queremos desarrollar una nación que pueda establecerse sobre la base de la paz», agregó Mlera.

La pedagogía transformadora ayudará a transferir el conocimiento a los estudiantes de una manera efectiva, según Mlera, quien agregó que la Ciudadanía Global en Educación se implementaría en el plan de estudios primario y secundario.

La directora de Domasi College Education, Florida Banda Kumwembe, dijo que la institución es capaz de capacitar a profesores sobre Educación para la Ciudadanía Global, ya que la universidad ya realizó sesiones similares que ahora se están implementando en el país, citando Educación Amigable con los Niños.

Fuente: http://www.maravipost.com/minister-msaka-says-malawi-to-introduce-global-citizen-education-in-public-schools/

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