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Estrenan «Antropoceno en México. Historias de evolución, biodiversidad y cambio climático»

Por: TV UNAM

 

Antropoceno en México. Historias de evolución, biodiversidad y cambio climático es una serie de TV UNAM y Claro Video que sigue la evolución del Homo sapiens para documentar cómo ha transformado el planeta de manera dramática en muy poco tiempo, al grado de poner en riesgo la vida en la Tierra. Explora la enorme biodiversidad del planeta y muestra cómo ha cambiado a través de millones de años para adaptarse a las condiciones del medio. Pero también examina las soluciones que se plantean desde la ciencia y el desarrollo tecnológico para enfrentar los enormes retos ambientales de la humanidad.

Desde el Pabellón Nacional de la Biodiversidad, con la conducción de la escritora Yael Weiss y el director del Instituto de Geografía, Manuel Suárez Lastra, Antropoceno en México tendrá transmisiones los miércoles, a partir del 5 de julio, a las 21:30 horas, con retransmisión los domingos, a las 17:00 horas.

Cada uno de los programas centrará su atención en dos factores antagónicos que han dado lugar a las adaptaciones indispensables para la supervivencia de ciertos organismos:

  • Agua y tierra. La crisis de agua y empobrecimiento de suelos
  • Luz y oscuridad. Consumo energético y contaminación por acción humana
  • Frío y calor. Calentamiento global y cambio climático
  • Reproducción y sexualidad. Equidad y violencia de género
  • Viento y fuego. Manejo y prevención de desastres naturales
  • Aire y vida subterránea. Causas y efectos de la contaminación atmosférica y de residuos químicos en el subsuelo
  • Depredadores y presas. ¿Es la violencia la pandemia del siglo XXI?
  • Local y global. Cómo los grandes desplazamientos humanos afectan la faz de la tierra
  • Enanos y gigantes. Sobrepoblación y escasez de recursos naturales
  • Larga vida para la vida en la tierra. De la salud del planeta depende la salud de la especie humana

La serie Antropoceno en México, conformada por veinte programas de media hora, se integra a partir de piezas uniconceptuales que dan cuenta de sorprendentes adaptaciones de los seres vivos. Se explica cómo la investigación básica ha permitido comprender esos mecanismos y se resalta la importancia de que México sea un país megadiverso. La serie explora el origen y evolución del Homo sapiens que, como ninguna otra especie, es capaz de modificar su entorno. Se consignan logros relevantes de la humanidad en el aprovechamiento de los recursos naturales, así como las distintas actividades humanas que han dado lugar a daños, catástrofes y crisis ambientales, sobre todo a partir de la Revolución Industrial.

La serie cuenta con opiniones de expertos en cada tema, que documentan la gravedad de la crisis ambiental actual producida por acciones humanas. A manera de epílogo, y con base en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, se dan a conocer las propuestas que la ciencia y la tecnología ofrecen para mitigar los efectos del cambio climático.

Antropoceno en México, un proyecto de TV UNAM y el Programa de Arte, Ciencia y Tecnologías, en coproducción con Fundación Telmex Telcel y Claro Video, cuenta con la colaboración del Pabellón Nacional de la Biodiversidad del Instituto de Biología, el Instituto de Astronomía, el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, el Instituto de Ecología, el Instituto de Fisiología Celular, el Instituto de Geografía y el Instituto de Geofísica, así como con el auspicio de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación del gobierno de la CDMX, la Universidad de Arizona, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), Fundación UNAM y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).

No te pierdas por la señal de TV UNAM el estreno de la serie Antropoceno en México.Historias de evolución, biodiversidad y cambio climático, los miércoles, a partir del 5 de julio, a las 21:30 horas, con retransmisión los domingos, a las 17:00 horas. Cada miércoles se estrenará un nuevo capítulo por la señal de TV UNAM y su respectiva retransmisión y salida en la plataforma de Claro Video será el domingo siguiente.

El Pabellón de la Biodiversidad también contará con una copia del programa cada domingo, después de la retransmisión por TV UNAM, para proyectarlo de manera presencial en las actividades que considere pertinentes. También contará con las cápsulas por separado para conformar una base de datos bajo el nombre de Historias de evolución, biodiversidad y cambio climático.

Fuente de la información e imagen:  https://desinformemonos.org

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[Reseña] La brigada mariposa

Por: Dolores Álvarez

Una historia emocionante que te hace vibrar, que te atrapa en la lectura y que te hace sentir un nudo en la garganta aunque también tiene momentos divertidos en su relato.

Bruno es un chaval de 12 años tan listo y creativo como cruel con algunos compañeros, es el típico niño disruptivo que hace rabiar a los compañeros y a los docentes. Cuando una noticia brutal llega a sus vidas (a Bruno le detectan leucemia), la vida de su familia, y de sus compañeros de clase, cambia para siempre. Sus padres dejan a un lado lo profesional, que era lo que antes les ocupaba todo el tiempo, para estar con su hijo y sus compañeros, liderados por la maravillosa María, inician una campaña para conseguir encontrar un donante para Bruno. La organización y la forma de trabajar de sus compañeros, liderados por unas niñas, hace todo un tratado de pedagogía y de didáctica. Pieza clave también la tutora, Magda, que les facilita y les acompaña en el trabajo.

Mónica Álvarez Ganado es maestra de primaria, especialista en Inglés. Trabajó 15 años en marketing y comunicación. Reconoce que “su elemento” (como dice Ken Robinson) es el aula. En su perfil de Twitter nos dice: “Ayudo a aprender y por el camino sigo aprendiendo. Comparto mis días con la materia prima de la que está hecho el futuro”.

Reseña

Hace tiempo que un libro no me hacía un nudo en la garganta como lo ha hecho este. La historia emociona, pero lo que de verdad lo ha hecho es la forma de aprender de esos chavales, su forma de relacionarse, su creatividad, cómo el profesorado les ayuda a sacar para adelante su objetivo.

En este libro Álvarez nos demuestra que el aprendizaje puede partir del interés del alumnado y de esa forma se convierte en un aprendizaje significativo que les va a durar a lo largo de su vida, que no son conocimientos que aprenden, vomitan y olvidan, como decía María Acaso en su libro rEduvolution.

Nos presenta un colegio “normal” en el que hay peleas en el patio, en el que hay chavales que pasan de todo, en el que hay familias que desatienden a sus hijos e hijas porque están muy ocupados con sus trabajos, en el que el profesorado no respira todo por la misma forma de educar, en el que hay personas encantadoras que verdaderamente piensan que hay otras formas de llevar el aprendizaje para motivar al alumnado, en el que hay alumnos y alumnas muy trabajadores y preocupados por sus compañeros de clase…

Álvarez nos pone de manifiesto cómo trabajar el pensamiento y las emociones en clase, algo que es muy evidente que hay que hacerlo pero que, desgraciadamente, se lleva poco a la práctica en el día a día del aula; siguen imperando las materias, los conocimientos, el examen… y se olvida el desarrollo de los estudiantes para formar una ciudadanía democrática en la que impere la justicia social y el buen clima de aula y de centro para potenciar todos estos valores.

Trabajando de esta forma proporcionamos al alumnado un mejor desarrollo de su mente y esto le va a servir para comprender mejor, para expresarse más correctamente y con propiedad, en definitiva le va a ayudar a desarrollarse de forma más eficaz, tanto para su entorno escolar, social y familiar.

La autora también nos deja claro la colaboración necesaria entre escuela y familias y nos alienta a luchar por ese objetivo común que es la educación de sus hijos e hijas. Como decía Trujillo: “Partamos de un principio de actuación: es el profesional quien debe dar el primer paso. No podemos permanecer pasivos en relación con las familias ni doblegarnos ante los fracasos que podamos haber sufrido en convocatorias de reuniones o encuentros con las madres y los padres. Necesitamos una actitud proactiva: ¿qué quieres ser, como el publicista o como el médico de familia? Mientras que el segundo espera en su consulta a que acudamos cuando tenemos un problema de salud o una consulta, el primero analiza cómo puede entrar en nuestras casas para convencernos y animarnos a consumir. Los docentes no queremos curar (aunque a veces lo hacemos) ni tampoco vender, pero sí necesitamos la actitud proactiva y la capacidad argumentativa del publicista para poder atraer a la familia y hacerla nuestra aliada.” (Fernando Trujillo en el blog de educacontic).

“Volviendo a Bruno (el niño al que le detectaron leucemia)… A Esteban, igual que al resto de profesores, le costaba mantenerlo concentrado y atento en clase. Parecía no interesarle nada aparte de incordiar a los compañeros y llamar la atención. Le encantaba cortar las explicaciones, levantando bien la voz. El caso es que eran siempre comentarios inteligentes, pero con la clara intención de dejar en evidencia al profesor en lugar de aportar a la clase. Realmente era un problema nada fácil de manejar”.

Estaba claro que a Bruno le rodeaban circunstancias varias que hacían justificar su comportamiento: su familia no lo atendía porque estaba demasiado ocupada con el trabajo; él sí había encontrado “su elemento”, era listo, creativo y dibujaba bien, pero en el colegio a eso no se le daba importancia, él debía seguir los cánones establecidos por las normas oficiales y eso no encajaba; se hacía notar y llamaba la atención, quizás reclamando algo que no tenía en su círculo familiar; un niño típico de comportamiento disruptivo que interrumpe las clases, desespera al profesorado y rompe la armonía del aprendizaje.

En definitiva, un libro catalogado como literatura juvenil pero que nos da una gran lección de pedagogía y didáctica. Recomiendo al profesorado que lo lea y que lo reflexione con su alumnado, quizás de esos debates pueda salir una innovación y una forma distinta de trabajar el conocimiento.


[Reseña] La brigada mariposa

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Colombia: Universidades envían carta de observaciones a la política de ciencia de Medellín

En el documento dirigido al Concejo de la ciudad dan a conocer sus puntos en desacuerdo por la falta de claridad de la política pública.

Ocho universidades de Medellín enviaron al Concejo una carta de observaciones a raíz de la política pública que convierte a la ciudad en un Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación, sancionada hace poco más de un mes.

Dentro de las instituciones agrupadas en la Alianza G8+ se encuentran la Universidad de Antioquia, la Universidad EAFIT, la Universidad CES, la Universidad EIA, la Universidad Pontificia Bolivariana, la Universidad Nacional de Colombia (sede Medellín), la Universidad de Medellín, la Corporación Universitaria Lasallista, y el Instituto Tecnológico Metropolitano ITM.

En enero del presente año, el presidente Gustavo Petro sancionó la ley que reconoce a Medellín la posibilidad de destinar recursos de la ciudad, incluso aquellos de las regalías, para promover el sector de ciencia, tecnología e innovación de la ciudad.

Con esto, se definió una política pública que define la ruta para establecerse como Distrito en la promoción de ese sector, y que será discutida en el Concejo de la ciudad. Frente a esto, la Alianza G8+ hizo diferentes observaciones, en las que critican la falta de claridad del proyecto, la ausencia de un enfoque 100 % en la ciencia, tecnología e innovación, y la falta de claridad sobre la forma en la que se administrarán los recursos.

Además del comunicado, las universidades enviaron una lista detallada de observaciones a los artículos propuestos en la política pública, y hacen un llamado al Concejo para “estudiar, discutir y resolver adecuadamente” las peticiones que allí se hacen.

En general, buscan que el proyecto esté enfocado en la ciencia, tecnología e innovación, y que no se incluya dentro de sus objetivos principales temáticas relacionadas con otros sectores, como la sostenibilidad. También, que la administración de los recursos y la estructuración de la política tenga en cuenta lo que se ha hecho en otros Distritos de este tipo.

Fuente: https://www.elespectador.com/educacion/universidades-envian-carta-de-observaciones-a-la-politica-de-ciencia-de-medellin/

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El poder de las redes sociales para analizar las inquietudes del profesorado

Por: Marian Morales Quinto Y Claudia Camacho Zuñiga

Las redes sociales generan múltiples oportunidades de investigación y de aprendizaje para los científicos sociales.

Antes de la aparición del COVID-19, las redes sociales eran consideradas como un simple medio de entretenimiento diseñado para ser adictivo y lucrar con nuestros datos personales. Incluso, eran consideradas como tóxicas para nuestra salud mental y un distractor enemigo de la educación. Sin embargo, hoy en día forman parte de nuestra vida cotidiana y son utilizadas como herramienta de comunicación, publicidad, comercio y educación. Su inmersión en los diferentes aspectos de nuestra vida las ha convertido en una fuente valiosa de información que, utilizando herramientas adecuadas, nos pueden ayudar en la búsqueda de soluciones a los problemas que nos aquejan como sociedad.

Durante el confinamiento para controlar la pandemia, todas las instituciones educativas sin excepción cerraron sus instalaciones. Los docentes se vieron obligados a realizar una transformación súbita y drástica de sus cursos, pasando de una modalidad completamente presencial a un modelo remoto. Además, tuvieron que recurrir al uso de nuevos medios para hacer academia y compartir preocupaciones, consejos y experiencias respecto a la nueva modalidad de enseñanza. Un ejemplo de ello fue el foro “Transformando un curso a la modalidad en línea: Tips y mejores prácticas”, el cual permitió la creación de una comunidad de apoyo con un ambiente de compañerismo que, a su vez, les ayudó a lograr una transición exitosa entre ambos modelos.

Las redes sociales generan oportunidades de investigación y aprendizaje

Entender las necesidades de un sector de nuestra sociedad o de un gremio es indispensable para la búsqueda de soluciones y toma de decisiones. Sin embargo, es un gran reto, cuando se habla de miles de personas cada una con diferentes opiniones, experiencias, circunstancias y ubicaciones. En este sentido, las redes sociales constituyen una base de datos masiva que evidencian y registran las interacciones entre los miembros y nos permiten observar sus opiniones, preocupaciones y comentarios. Es decir, las redes sociales generan múltiples oportunidades de investigación y de aprendizaje para los científicos sociales. Hace unas décadas, este tipo de esfuerzo representaba un reto para los científicos en computación y estadística; afortunadamente, el avance en la minería de datos y el Big Data han materializado el potencial de las redes sociales como fuente de información.

El avance de la minería de datos y el Big Data han materializado el potencial de las redes sociales como fuente de información.

Un grupo de profesores del Tec de Monterrey realizaron una investigación sobre las publicaciones de 5,729 profesores universitarios en un foro denominado “Transformando un curso a la modalidad en línea: tips y mejores prácticas” con el objetivo de identificar las necesidades de los profesores y sus preocupaciones respecto a esta nueva modalidad. Los resultados se compartieron en el artículo Professors’ Concerns after the Shift from Face-to-Face to Online Teaching amid COVID-19 Contingency: An Educational Data Mining analysis (De Oca, Villada-Balbuena & Camacho-Zuñiga, 2021). El foro analizado estuvo en funcionamiento entre marzo de 2020 y junio de 2021 con el objetivo de compartir prácticas para impartir clases bajo el nuevo modelo a distancia. En él participaron facultades de arte, diseño, arquitectura, ciencias, ingeniería, medicina, entre otras, constituyendo una muestra representativa de los profesores en términos de edad, género y grado de estudios. La información recolectada se concentró en una base de datos limpia o corpus, de manera que cualquier incoherencia que pudiera existir en cada post fuera eliminada y solo se mantuviera el objetivo o intención del mensaje. Posteriormente, el corpus se sometió a un análisis de texto y un análisis de sentimiento (Abbas et al. 2018).

Los resultados demostraron que durante los primeros 15 meses de la pandemia las redes sociales nos ayudaron a mantener el contacto e incluso a fomentar comunidades de trabajo colaborativo. Los profesores utilizaban el foro no solo para compartir experiencias de la enseñanza remota, como la mejoría que tenía para los estudiantes tener las clases grabadas o el continuo debate de si las cámaras debían mantenerse encendidas o apagadas. Además, las redes sociales fueron una herramienta para que los profesores participantes externaran sus sentimientos durante el confinamiento y buscaran apoyo en sus compañeros. El sentido de comunidad se refleja en los sentimientos positivos de la mayoría de las publicaciones, ya sea por los buenos resultados obtenidos en el nuevo modelo o por la motivación de ayudar a otros con sus consejos.

El uso de las redes sociales y el análisis de datos ayudan a mejorar la educación

El continuo intercambio de videos, consejos, links y apps para mejorar sus clases ayudó a los profesores a disminuir los impactos negativos en la formación de sus estudiantes por las situaciones que vivieron a su alrededor originadas por la pandemia.

Uno de los mayores aprendizajes que podemos obtener de este estudio es la necesidad de creación de estos foros de discusión, espacios seguros para todos los integrantes de las instituciones educativas, estudiantes y profesores. Estos espacios virtuales permitieron a los docentes compartir sus sentimientos y recomendaciones, no únicamente bajo las condiciones extremas que se vivieron durante el confinamiento, pero en el día a día para asegurar mejores ambientes dentro de estas universidades.

Otro aprendizaje importante se dio al observar que los resultados remarcan la importancia del alcance que tienen las redes sociales en nuestras vidas, nuestras relaciones, y especialmente en nuestra nueva normalidad. Este tipo de estudios, y el enfoque específico que se dio, muestra a las redes sociales como una fuente valiosa de información que presenta la posibilidad de acceder a muestras aleatorias de una manera sencilla y sin sesgo aparente. Es justo por esta razón, que el artículo antes mencionado, refleja resultados certeros sobre cuáles podrían ser las acciones para seguir mejorando la experiencia de enseñanza bajo la modalidad remota tanto para estudiantes como para profesores.

Reflexión

Las redes sociales constituyen una fuente de información sobre las comunidades a diferentes niveles, desde distintos gremios hasta naciones completas. Los investigadores sociales pueden generar a partir de ellas conocimiento muy valioso para la identificación de problemáticas y la búsqueda de soluciones. Hoy en día, esto se ha hecho realidad gracias a los avances en minería de datos y Big Data; sin embargo, el análisis de lenguaje natural y de otros datos no estructurados sigue siendo un reto.

El artículo de De Oca, Villada-Balbuena & Camacho-Zuñiga (2021) describe las prácticas docentes que permitieron la transición de la modalidad presencial a la modalidad en línea y merece nuestra atención para identificar aquellas estrategias y políticas que mejoraron la labor docente y que debemos mantener tras el regreso del confinamiento. Te invitamos a consultar el documento completo en https://ieeexplore.ieee.org/document/9733778 y compartirnos tu opinión en la sección de comentarios de este artículo en el Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación del Tec de Monterrey.


Acerca de las autoras

Marian Morales Quinto (A01366433@tec.mx) es una estudiante de octavo semestre de Ingeniería en Biotecnología en el Tecnológico de Monterrey Campus Toluca y actualmente practicante de tecnología de la información (IT) en el Corporativo Procter & Gamble México. Ganadora de la beca de talento académico otorgada por el Tecnológico de Monterrey en 2018, presidenta del grupo estudiantil HeForShe Tec Toluca de julio 2020 a diciembre 2021, y líder de eventos del mismo grupo estudiantil de enero 2020 a junio 2020 y retomando el puesto en enero del presente año.

Claudia Camacho Zuñiga (claudia.camacho@tec.mx) es profesora de ciencias orientada a la investigación, innovación y transformación de la educación superior. Es Dra. en C. de los Materiales por la UAEMex y M. en C. en Ing. Química e Ing. Física por la IBERO. Sus publicaciones en revistas internacionales indexadas han sido citadas más de 250 veces, incluyendo una mención a su trabajo sobre educación durante el confinamiento por COVID-19 por la Organización Mundial de la Salud. Actualmente, es investigadora en el Instituto para el Futuro de la Educación y profesora de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey Campus Toluca, México. Desde 2014, desarrolla innovación e investigación educativa para fomentar en los universitarios la pasión por la ciencia, el compromiso ético y ciudadano y el aprecio por la diversidad de saberes y personas.

Referencias

De Oca, S. M., Villada-Balbuena, M., & Camacho-Zuñiga, C. (2021). Professors’ Concerns after the Shift from Face-to-face to Online Teaching amid COVID-19 Contingency: An Educational Data Mining analysis. In 2021 Machine Learning-Driven Digital Technologies for Educational Innovation Workshop (pp. 1-5). IEEE.

Disponible en: https://ieeexplore.ieee.org/document/9733778

Román, J. A. M. (2020). La educación superior en tiempos de pandemia: una visión desde dentro del proceso formativo. Revista Latinoamericana de Estudios Educativos (México)50, 13-40.

Abbas, A., Zhou, Y., Deng, S., & Zhang, P. (2018). Text analytics to support sense-making in social media: A language-action perspective. MIS Quarterly42(2).


Edición por Rubí Román (rubi.roman@tec.mx) – Editora de los artículos Edu bits y Webinars del Observatorio- «Aprendizajes que inspiran» – Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación del Tec de Monterrey.

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

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Así se logra fomentar el talento en los alumnos

Por: ABC

Enrique Escandón, director de de Alameda International School —recientemente ganador de los Premios IE de Innovación Educativa— explica a ABC en el siguiente artículo de que manera potenciar el talento de los estudiantes.

Hoy en día escuchamos frecuentemente frases en las que el talento es ese ingrediente de moda que adereza nuestras salsas. Retener talento, atraer talento, descubrir talento, pero realmente sabemos qué es el talento y, sobre todo, ¿cómo se puede trabajar desde las etapas más tiernas de la educación?

Si me preguntan qué es, diría que saber hacerse las preguntas adecuadas, porque ya nos pasó en el siglo pasado, como nos dijo Benedetti, que cuando sabíamos todas las respuestas nos cambiaron las preguntas.

Es por ello que desde las etapas iniciales del aprendizaje debemos poder hacer que el alumno vaya conociendo su potencialidad, de forma que trabajemos sus puntos fuertes y fomentemos el desarrollo en torno a ellos de sus áreas de mejora.

Pero no al revés.

Recuerdo que no era capaz de comprender las matemáticas y, por ello, tuve un profesor particular toda mi vida escolar; esos veranos interminables donde toda la mañana en casa no olía a cocido, yo olía a matemáticas…, y un sinfín interminable de horas que le dediqué para algo que no me motivaba lo más mínimo, creando en mí una sensación de inseguridad tremenda en los exámenes de BUP que frecuentemente me llevaba a final en junio por no haber superado algún objetivo.

Ahí ya tenemos cuadros que desde luego resaltan la falta de confianza en uno mismo, inseguridades, y ya, por qué no decirlo, ansiedad y estrés producido por algo que era consciente que tenía que superar pero no sabía cómo.

Ahora de adulto me pregunto, ¿y si esas horas las hubiera usado en parte para potenciar en lo que yo podía ser bueno en un futuro?, ¿y si le hubiéramos dedicado tiempo a conocer a ese alumno para ver en qué áreas iba a poder destacar y dedicarle tiempo en ampliar sus miras para que aprendiera más que lo que el currículo cerrado de entonces y ahora decía?

Para eso necesitamos un toque de autonomía en los claustros, una pizca de iniciativa docente, 100 gramos de pasión y formación y una cucharada de café para dejar al alumno elegir ofreciéndole una carta de platos motivadores que pueda probar.

Quiero decir que si todos nuestros alumnos tienen que seguir el mismo itinerario, elegir las mismas asignaturas y seguimos haciéndoles resolver problemas de matemáticas donde sólo hay una forma de resolver, tenemos por delante un escenario muy poco talentoso. Pero si, además, el proceso no importa, porque sólo supervisamos si el resultado es correcto, el proyecto creativo muere pronto, desde luego.

Descubrir alternativas

Talento es descubrir alternativas en los alumnos, es ver cómo se desenvuelven en áreas creativas, disruptivas, que hagan que salga de ellos esa parte que no habría salido en un pupitre sentados. En definitiva, creo que para potenciarlo hace falta trabajar la creatividad como un medio en el sistema educativo para llegar a nuestros objetivos, y no como un fin educativo en sí mismo.

Esto que planteo no es sencillo, pero ya es una realidad en el Proyecto CAOS de Alameda International School, recientemente ganador de los Premios IE de Innovación Educativa, con Amaia Pérez al frente y con un equipazo de talento docente extraordinario.

El alumno se enfrenta al desarrollo STEAM en su proceso de aprendizaje, tan necesario para la vida profesional actualmente, pero no olvidemos en este proceso la A de ARTS, que frecuentemente es denostada, porque no sabemos cómo encajar en el sistema educativo salvo por las áreas tradicionales de música y educación artística, que en algunos casos son optativas.

Nuestro modelo educativo CAOS es un proyecto en el que se integran el 100% de los alumnos a lo largo de, al menos, 10 cursos. ¿Dónde está la magia? En la elección por parte del alumno de qué rama quiere trabajar: proyecto orquesta eligiendo entre los instrumentos que proporciona el colegio (trombón, saxofón, clarinete, trompeta, violín, viola y violonchelo), potenciando la dramatización, el canto o la escenografía, de forma que todos los alumnos de quinto de Primaria van a trabajar una performance operística, donde en 50 minutos de escena a final de curso, saquemos todo ese talento que tenemos dentro.

Escandón tras recibir el premio IE Innovación Educativa
Escandón tras recibir el premio IE Innovación Educativa

A lo largo del curso trabajaremos una ópera conocida, para que el texto sea una base de contenidos elegidos por los alumnos, siempre trabajados en inglés, de forma que adaptamos letra y música para integrarlo todo en el mismo formato que una ópera pero de 50 minutos.

Otro equipo trabajará el contenido del libreto, el texto de la ópera performance de forma que el contenido elegido sea trabajado a fondo. Este curso nuestros alumnos de quinto han investigado las emociones, de forma que hemos realizado un trabajo de indagación muy profundo sobre ese tema.

Además, en escena había actores y cantantes, dos ramas muy singulares, ya que además de la parte puramente artística, aquí hay que trabajar muchos de los miedos e inseguridades que se sufren al subir a un escenario con más de quinientas personas delante, al igual que nos ocurre en la vida profesional en una reunión de trabajo o una conferencia.

Lo bonito del proceso es que nuestro proyecto de Alameda Acompaña integra a nuestras psicólogas en el proceso para realizar ese acompañamiento en el proyecto. Y por último, pero no menos importante, se trabaja la escenografía, el vestuario, el maquillaje, el libreto digital, las luces, sonido… En fin, ese trabajo invisible del que depende el exito del momento.

Aquí vemos, en un entorno ciertamente disruptivo donde el yo de cada alumno brilla, donde surgen sus miedos a trabajar, pero donde de verdad ponen encima de la mesa sus pasiones que nos ayudan a despertar el talento interno y potenciar el desarrollo de cada uno para que puedan realmente llegar a lo que quieran ser.

Este modelo de aprendizaje transdisciplinar, que desde que hemos integrado al colegio en la filosofía del Bachillerato internacional, nos ha ayudado muchísimo más hace que el alumno desarrolle todas las áreas, no sólo las artísticas, de forma mucho más creativa, porque realmente potencia su aprendizaje de una forma más crítica, y autónoma.

Hoy en día hablamos mucho de talento, pero no se me ocurrió mejor forma de hacerlo realidad que con un ejemplo con el que convivo a diario en Alameda International School.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-logra-fomentar-talento-alumnos-202206020238_noticia.html

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Débil consenso global en «los futuros de a educación»: el mundo urge nuevo contrato social sin proponer planes de acción. UNESCO

Dos años de preparación y consultas mundiales de la UNESCO que involucraron a más de un millón de personas han terminado en un débil consenso global sobre los futuros de la educación. Este informe urge un nuevo contrato social para la educación como paso fundamental para reimaginar juntos nuestros futuros «pacíficos, justos y sostenibles», a partir de transformar la educación misma para lograr algo similar con esos futuros, pero reconoce que las propuestas son simplemente un punto de partida, una invitación a pensar e imaginar más que un plan de acción. Su texto íntegro se acaba de publicar en inglés y francés, y no saldrá en español y otros idiomas hasta el 2022.
No obstante, UNESCO ha puesto ambición tanto en el título de su nuevo informe mundial sobre el futuro de la educación, titulado Reimaginar nuestro futuro juntos: un nuevo contrato social para la educación, como en su premisas de que la humanidad y el planeta Tierra se encuentran en peligro y la gobernanza democrática ha retrocedido. También en el método de buscar y adoptar medidas consensuadas de forma urgente para cambiar de rumbo y replantearnos nuestros futuros.

La tradición de informes como este (sus 4 precedentes históricos fueron Aprender a ser: la educación del futuro,  en 1971-1972; La educación encierra un tesoro,  1993-1996; Los Siete saberes necesarios para la educación del futuro, 1999, y Replantear la educación. ¿Hacia un bien común mundial?) es de presentarlos como históricos y únicos en cada generación para repensar cómo el conocimiento y el aprendizaje darán forma al futuro de la humanidad y del planeta. Pero ante la generación que ha de afrontar grandes desafíos de creciente desigualdad ante las previsibles disrupciones de la inteligencia artificial y las pretensiones de dotar de ética y derechos a las máquinas, UNESCO se limita a recordar principios reconocidos como derechos humanos formalmente por la ONU en 1948 como una educación de calidad a lo largo de toda la vida o la educación como bien público y común, según expertos del Consejo Editorial de Ibercampus.

Preparado por una Comisión Internacional sobre el Futuro de la Educación que preside la presidenta del país más pobre del mundo las últimas décadas, la República Democrática Federal de Etiopía, Sahle-Work Zewde, el Informe busca desde antes de la Covid 19 proyectar la educación hasta el año 2050 y más allá, así como según la literatura oficial navegar por las interrupciones clave relacionadas con el clima, la participación democrática, la digitalización y el trabajo. Pero casi su única receta para garantizar esos dos principios institucionalizados a partir de 1948 es urgir un nuevo contrato social para la educación que tiene como objetivo reequilibrar nuestras relaciones entre nosotros, el planeta y la tecnología.

En un momento en que el clima, la salud y los desafíos tecnológicos se cruzan, repensar la educación es más necesario que nunca para orientar el futuro, dijo la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay. Y debemos hacer esto juntos porque la educación del mañana debe dejar más espacio para la participación y la contribución de toda la comunidad educativa y de la sociedad en general. Este informe propone acciones para forjar este nuevo contrato social para nuestras sociedades.

El Informe pide también pedagogías para enfatizar cambios en la cooperación, la colaboración y la solidaridad. Insta a que los planes de estudio se orienten hacia el aprendizaje ecológico, intercultural e interdisciplinario. Afirma que la enseñanza debe profesionalizarse aún más como un esfuerzo colaborativo y reconocer a los docentes como figuras clave en la transformación educativa y social. Pide también que las escuelas sean protegidas como sitios indispensables para promover la inclusión, la equidad y el bienestar colectivo, pero que se rediseñen para fomentar una mayor colaboración y convertirse en ejemplos de sostenibilidad y neutralidad de carbono.

El Informe hace un llamamiento a un programa de investigación colaborativa sobre el derecho a la educación a lo largo de la vida e insta a renovar la solidaridad global y la cooperación internacional para expandir las oportunidades educativas en los espacios sociales, culturales y profesionales.

Afirma que el derecho a la educación debe ampliarse para que sea de por vida y abarque el derecho a la conectividad. Uno de los mensajes clave que nuestra Comisión escuchó de todas las consultas es que la educación no solo es esencial para que las personas vivan una vida digna y significativa; también es crucial para dar forma a nuestros futuros compartidos , dijo el presidente Sahle-Work Zewde. Pensar en la educación como una forma de bienestar compartido es una idea clave que se encuentra presente en el informe. Nuestros sistemas educativos deben enfatizar mejor nuestra interconexión, fomentar el pensamiento crítico, el compromiso cívico y la conciencia de nuestra humanidad y nuestro planeta compartidos. Forjar un nuevo contrato social para la educación es un paso fundamental hacia la reinvención de nuestro futuro juntos.

El Informe pide que millones de personas, instituciones y organizaciones de todo el mundo impulsen y realicen el nuevo contrato social,  llamando a los educadores, jóvenes, investigadores y tomadores de decisiones a renovar la educación tras discutir lo que debemos mantener, lo que debemos abandonar, lo que necesita ser reinventado y cómo lograrlo en sus instituciones educativas y comunidades.

Nombrada en 2019, la Comisión Internacional está compuesta por líderes de la política, el mundo académico, las artes, la ciencia, los negocios y la educación. De las 17 personas que la integran, tres son latinoamericanas: Cristovan Buarque, político y profesor emérito de la Universidad de Brasíl; Elisa Guerra, profesora, fundadora del Colegio Valle de Filadelfia, en México, además de autora de la serie Filadelfia para la Editorial Pearson y Premio ALAS-BID a la mejor educadora de Latinoamérica 2015, y Tarcila Rivera Cea, una de las más reconocidas activistas indígenas en Perú y el mundo, presidenta de CHIRAPAQ, Centro para Culturas Indígenas de Perú.

Hacia un nuevo contrato social para la educación: resumen de 186 páginas

Nuestro mundo atraviesa un momento crítico. Ya sabemos que el conocimiento y el aprendizaje son fundamentales para la renovación y la transformación. Sin embargo, las disparidades mundiales, así como la necesidad apremiante de replantearnos por qué, cómo, qué, dónde y cuándo aprendemos, suponen que la educación aún no está cumpliendo su promesa de ayudarnos a forjar un futuro pacífico, justo y sostenible.

En nuestra búsqueda de crecimiento y desarrollo, los seres humanos hemos ejercido demasiada presión sobre nuestro medio natural, poniendo en peligro nuestra propia existencia. Hoy en día, los altos niveles de vida coexisten con profundas desigualdades. Aunque cada vez más personas participan en la vida pública, el tejido de la sociedad civil y la democracia está perdiendo firmeza en muchos lugares del mundo. Los rápidos cambios tecnológicos están transformando muchos aspectos de nuestra vida, pero estas innovaciones no están orientadas como deberían a la equidad, la inclusión y la participación democrática.

Todas las personas que viven hoy en día tienen la importante obligación, tanto para con las generaciones actuales como para con las futuras, de garantizar que nuestro mundo sea un mundo de abundancia y no de escasez, y que todos disfruten plenamente de los mismos derechos humanos. A pesar de la urgencia de actuar, y en un contexto de gran incertidumbre, tenemos motivos para estar llenos de esperanza. Como especie, nos encontramos en un momento de nuestra historia colectiva en el que tenemos más acceso que nunca al conocimiento y a herramientas que nos permiten colaborar. Para la humanidad, la posibilidad de participar en la creación conjunta de mejores futuros nunca ha sido mayor.

Este informe mundial de la Comisión Internacional sobre Los futuros de la educación plantea la cuestión de la función que puede cumplir la educación para dar forma a nuestro mundo común y nuestro futuro compartido de cara a 2050 y más allá. Las propuestas que presenta son el resultado de un proceso mundial de participación y creación conjunta de dos años, que mostró que un gran número de personas, ya fueran niños, jóvenes o adultos, son muy conscientes de que estamos conectados en este planeta compartido y de que mejorar esa experiencia para todos exige que trabajemos juntos.

A menudo ya están dedicados a generar esos cambios ellos mismos. Este informe incorpora sus contribuciones a todos los factores, desde la forma de replantearse el espacio de aprendizaje hasta la descolonización de los planes de estudios y la importancia del aprendizaje social y emocional, y explora sus miedos reales y crecientes en relación con el cambio climático, las crisis como la COVID-19, las noticias falsas y la brecha digital.

La educación, es decir, la forma de estructurar la enseñanza y el aprendizaje a lo largo de la vida, ha desempeñado durante mucho tiempo un papel fundamental en la transformación de las sociedades humanas. Nos conecta con el mundo y entre nosotros, nos abre a nuevas posibilidades y refuerza nuestras capacidades de diálogo y acción. Pero para forjar futuros pacíficos, justos y sostenibles, es necesario transformar la educación misma.

La educación puede considerarse un contrato social, esto es, un acuerdo implícito entre los miembros de una sociedad de cooperar para obtener un beneficio común. Un contrato social es más que un convenio, ya que refleja normas, compromisos y principios que tienen un carácter legislativo formal y que están culturalmente arraigados. El punto de partida es una visión común de los fines públicos de la educación. Este contrato consiste en los principios fundacionales y organizativos que estructuran los sistemas educativos, así como en el trabajo distribuido que se realiza para crearlos, mantenerlos y perfeccionarlos.

Durante el siglo XX, la educación pública buscaba esencialmente apoyar a la ciudadanía nacional y los esfuerzos de desarrollo mediante la escolaridad obligatoria de niños y jóvenes. Pero en el momento actual, en el que nos enfrentamos a graves riesgos para el futuro de la humanidad y la propia vida del planeta, debemos reinventar urgentemente la educación para que nos ayude a afrontar los retos comunes. Este acto de reimaginar significa trabajar juntos para crear futuros que sean compartidos e interdependientes. El nuevo contrato social para la educación debe unirnos en torno a los esfuerzos colectivos y aportar el conocimiento y la innovación necesarios para forjar futuros sostenibles y pacíficos para todos, basados en la justicia social, económica y ambiental. Y debe también, al igual que hace el presente informe, defender la función que desempeñan los docentes.

Son tres las preguntas esenciales que deben plantearse en materia de educación de cara a 2050, a saber, ¿qué deberíamos seguir haciendo?,¿qué deberíamos dejar de hacer? y ¿qué debería reinventarse de forma creativa?

Principios fundacionales

Todo nuevo contrato social debe basarse en los amplios principios que sustentan los derechos humanos (inclusión y equidad, cooperación y solidaridad, así como responsabilidad colectiva e interconexión) y deberá regirse por los dos principios fundacionales siguientes:

  • Garantizar el derecho a una educación de calidad a lo largo de toda la vida. El derecho a la educación, establecido en el artículo 26 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, debe seguir siendo el fundamento del nuevo contrato social para la educación y debe ampliarse para incluir el derecho a una educación de calidad durante toda la vida. También debe abarcar el derecho a la información, a la cultura y a la ciencia, así como el derecho a acceder y contribuir al patrimonio común de conocimientos, es decir, los recursos de conocimiento colectivos de la humanidad que se han acumulado durante generaciones y que se transforman continuamente.
  • Reforzar la educación como bien público y común. En su calidad de esfuerzo social compartido, la educación crea propósitos comunes y permite que los individuos y las comunidades florezcan de forma conjunta. Un nuevo contrato social para la educación no solo debe garantizar que esta reciba financiación pública, sino que comprende también un compromiso de la sociedad en general de incluir a todos en los debates públicos sobre la educación. Es este énfasis en la participación lo que refuerza la calidad de patrimonio común de la educación, esto es, una forma de bienestar compartido que se elige y se logra conjuntamente.

Estos principios fundacionales reposan en lo que la educación ha permitido a la humanidad conseguir hasta ahora y contribuyen a garantizar que, a medida que avanzamos hacia 2050 y más allá, la educación empodere a las generaciones futuras para que reimaginen sus futuros y renueven sus mundos.

Entre las promesas del pasado y las incertidumbres del futuro

La agravación de las desigualdades sociales y económicas, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, un uso de los recursos que sobrepasa los límites planetarios, el retroceso democrático y las tecnologías de automatización disruptivas son las características de nuestra coyuntura histórica actual. Estas múltiples crisis y desafíos que se superponen socavan nuestros derechos humanos individuales y colectivos, y han provocado daños para una gran parte de la vida en la Tierra. Aunque la expansión de los sistemas educativos ha creado oportunidades para muchos, un gran número de personas debe conformarse con un aprendizaje de baja calidad.

Mirar hacia el futuro nos pone frente a un cuadro aún más sombrío. Ciertamente, es posible imaginar un planeta agotado, con menos espacios para la habitación humana. Los escenarios futuros extremos también incluyen un mundo en el que la educación de calidad es un privilegio de las élites, y en el que amplios grupos de personas viven en la miseria porque no tienen acceso a los bienes y servicios esenciales. ¿No harán las desigualdades educativas actuales más que agravarse con el tiempo hasta que los planes de estudios lleguen a ser irrelevantes? ¿Cómo afectarán estos posibles cambios a nuestra humanidad esencial?

Ninguna tendencia es inexorable. Son posibles múltiples futuros alternativos, con transformaciones disruptivas en diversas esferas clave, como se indica a continuación:

  • El planeta está en peligro, pero la descarbonización y la ecologización de las economías están en marcha. En este caso, los niños y los jóvenes ya cumplen una función de liderazgo, exigiendo una acción real y haciendo severos reproches a quienes se niegan a afrontar la urgencia de la situación.
  • En el último decenio, el mundo ha sido testigo de un retroceso de la gobernanza democrática y un aumento del sentimiento populista impulsado por la identidad. Al mismo tiempo, han prosperado la participación ciudadana y el activismo cada vez más activos que combaten la discriminación y la injusticia en todo el mundo.
  • Las tecnologías digitales encierran un enorme potencial de transformación, pero aún no hemos descubierto cómo hacer realidad sus numerosas promesas.
  • El reto de crear un trabajo decente centrado en el ser humano está a punto de tornarse mucho más complejo a medida que la inteligencia artificial (IA), la automatización y las transformaciones estructurales cambian la configuración de los panoramas laborales en todo el mundo. Al mismo tiempo, cada vez más personas y comunidades reconocen el valor del trabajo de asistencia y cuidado y las múltiples formas en que debe brindarse seguridad económica.

Cada una de estas nuevas perturbaciones ejerce repercusiones considerables para la educación. A su vez, lo que hagamos juntos en materia educativa determinará la forma en que responderá.

Actualmente, la forma en que organizamos la educación alrededor del mundo no basta para garantizar sociedades justas y pacíficas, un planeta sano y un progreso compartido que beneficie a todos. De hecho, algunas de nuestras dificultades provienen de nuestra manera de impartir educación. Un nuevo contrato social para la educación debe permitirnos pensar diferente sobre el aprendizaje y las relaciones entre los alumnos, los docentes, el conocimiento y el mundo.

Propuestas para renovar la educación

La pedagogía debería organizarse en torno a los principios de cooperación, colaboración y solidaridad. Debería fomentar las capacidades intelectuales, sociales y morales de los alumnos, para que puedan trabajar juntos y transformar el mundo con empatía y compasión. Al mismo tiempo, hay que “desaprender” la tendenciosidad, los prejuicios y las divisiones. La evaluación debería reflejar estos objetivos pedagógicos, de tal modo que se promuevan un crecimiento y un aprendizaje significativos para todos los alumnos.

Los planes de estudios deberían hacer hincapié en un aprendizaje ecológico, intercultural e interdisciplinario que ayude a los alumnos a acceder a conocimientos, y producirlos, y que desarrolle al mismo tiempo su capacidad para criticarlos y aplicarlos. Los planes de estudios deben adoptar una comprensión ecológica de la humanidad que reequilibre la forma en que nos relacionamos con la Tierra, teniendo en cuenta que es un planeta vivo y nuestro único hogar. Es importante frenar la difusión de información errónea mediante una alfabetización científica, digital y humanística que refuerce la capacidad de distinguir la mentira de la verdad. En los contenidos, métodos y políticas de educación deberíamos promover la ciudadanía activa y la participación democrática.

La enseñanza debería seguir profesionalizándose como una labor colaborativa en la que se reconozca la función de los docentes de productores de conocimientos y figuras clave de la transformación educativa y social. La labor de los docentes debería caracterizarse por la colaboración y el trabajo en equipo. La reflexión, la investigación y la creación de conocimientos y nuevas prácticas pedagógicas deberían ser parte integrante de la enseñanza. Esto significa que hay que respaldar la autonomía y la libertad de los docentes, y que estos deben participar plenamente en el debate público y el diálogo sobre los futuros de la educación.

Las escuelas deberían ser lugares educativos protegidos, ya que promueven la inclusión, la equidad y el bienestar individual y colectivo, y también deberían reimaginarse con miras a facilitar aún más la transformación del mundo hacia futuros más justos, equitativos y sostenibles. Las escuelas deben ser sitios que reúnan a grupos diversos de personas, ofreciéndoles desafíos y oportunidades que no existen en ninguna otra parte. Hay que aportar las modificaciones necesarias a las arquitecturas, los espacios, los horarios y las agrupaciones de alumnos de las escuelas, a fin de alentar y permitir a los individuos para que trabajen de consuno. Las tecnologías digitales deberían tener como objetivo apoyar a las escuelas, y no sustituirlas. Las escuelas deberían forjar los futuros a los que aspiramos garantizando los derechos humanos y convirtiéndose en ejemplos de sostenibilidad y neutralidad en carbono.

Deberíamos disfrutar y acrecentar las oportunidades educativas que surgen a lo largo de la vida y en diferentes entornos culturales y sociales. En todo momento de la vida, las personas deberían tener oportunidades educativas significativas y de calidad. Deberíamos conectar los lugares naturales, físicos y virtuales de aprendizaje, aprovechando al máximo las mejores características de cada uno. Los principales responsables son los gobiernos, cuya capacidad de financiación y regulación pública de la educación debería fortalecerse. Es necesario ampliar el derecho a la educación, a fin de que sea permanente y abarque el derecho a la información, la cultura, la ciencia y la conectividad.

Promoción de un nuevo contrato social para la educación

El cambio y la innovación a gran escala son posibles. Estableceremos un nuevo contrato social para la educación mediante millones de actos individuales y colectivos: actos de valor, liderazgo, resistencia, creatividad y cuidado. Un nuevo contrato social debe superar la discriminación, la marginación y la exclusión. Debemos esforzarnos por garantizar la igualdad de género y los derechos de todos, independientemente de la raza, el origen étnico, la religión, la discapacidad, la orientación sexual, la edad o la ciudadanía. Se necesita un enorme compromiso en favor del diálogo social y del pensamiento y la actuación conjuntos.

Un llamamiento a la investigación y la innovación. Un nuevo contrato social requiere un programa de investigación colaborativo de alcance mundial que se centre en el derecho a la educación a lo largo de toda la vida. Este programa debe basarse en el derecho a la educación e incluir diferentes tipos de datos y formas de conocimiento, incluido el aprendizaje horizontal y el intercambio de conocimientos más allá de las fronteras. Deberían aceptarse las contribuciones de todos, de los docentes a los alumnos, y de los académicos y centros de investigación a los gobiernos y organizaciones de la sociedad civil.

Un llamamiento a la solidaridad mundial y la cooperación internacional. Un nuevo contrato social para la educación requiere un compromiso renovado de colaboración mundial que fomente la educación como un patrimonio común, sobre la base de una cooperación más justa y equitativa entre los agentes estatales y no estatales. La comunidad internacional desempeña un papel esencial para ayudar a los agentes estatales y no estatales a ajustarse a los propósitos, normas y reglas compartidos necesarios para hacer realidad un nuevo contrato social para la educación. En este sentido, debería respetarse el principio de subsidiariedad y promoverse los esfuerzos locales, nacionales y regionales. Deben tenerse en cuenta en particular las necesidades educativas de los solicitantes de asilo, los refugiados, los apátridas y los migrantes, mediante la cooperación internacional y el trabajo de las instituciones mundiales.

Las universidades y otras instituciones de educación superior deben participar activamente en todos los aspectos de la creación de un nuevo contrato social para la educación. Ya sea que apoyen la investigación y el avance de la ciencia, o que sean colaboradoras contribuyentes de otras instituciones y programas de educación de sus comunidades y el resto del mundo, las universidades creativas, innovadoras y comprometidas con el afianzamiento de la educación como patrimonio común cumplen una función clave en los futuros de la educación.

Es esencial que todos puedan contribuir a forjar los futuros de la educación: niños, jóvenes, padres, docentes, investigadores, activistas, empleadores, líderes culturales y religiosos, etc. Tenemos tradiciones culturales profundas, ricas y diversas que pueden servir de cimiento, y los seres humanos cuentan con una gran capacidad de acción colectiva, inteligencia y creatividad. Ahora nos enfrentamos a una importante disyuntiva, a saber, seguir por un camino insostenible o cambiar radicalmente de rumbo.

El presente informe sugiere respuestas a las tres preguntas básicas siguientes: ¿qué deberíamos seguir haciendo?, ¿qué deberíamos dejar de hacer? y ¿qué debería reimaginarse de forma creativa? No obstante, las propuestas son simplemente un punto de partida. Este informe es más una invitación a pensar e imaginar que un plan de acción. Estas cuestiones deben abordarse y responderse en las comunidades, los países, las escuelas y los programas y sistemas educativos de todo tipo, en todo el mundo.

Establecer un nuevo contrato social para la educación es un paso fundamental para reimaginar juntos nuestros futuros.

Fuente: https://www.ibercampus.es/debil-consenso-global-en-los-futuros-de-a-educacion-urge-nuevo-contrato-social-sin-proponer-planes-de-accion.htm

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Lecturas para la Educación | El futuro de la educación: Edgar Morin

Por:

En esta nueva entrega de “Lecturas para la Educación”, Andrés García Barrios reflexiona sobre tres grandes conceptos: futuro, complejidad e incertidumbre, a través de las ideas de Edgar Morin. 

“Para el espíritu es tan mortal tener un sistema como no tener ninguno.
Debe, pues, decidirse a tener los dos”.

Friedrich Schlegel
(citado por Edgar Morin como epígrafe en La vida de la vida)

“Lo complejo no es otra cosa que «lo que está tejido en conjunto»”.

Edgar Morin

Hace unos meses, el que era el Observatorio de Innovación Educativa se convirtió en el Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación. Lo anterior fue no sólo un reacomodo administrativo sino un cambio de fondo. Recordemos que el concepto de futuro abarca más que el de innovación (pese a la gran amplitud de éste). Explicar ambos términos es importante en un mundo que tiende a confundirlos. La innovación tiene el valor de lo fresco, de lo original; implica un esfuerzo transformador y puede ser siempre el inicio de algo diferente, por lo que admite la esperanza. Sin embargo, sin una estrategia a futuro, lo innovador corre el riesgo de convertirse en obsesión por el cambio y volverse rutina, de tal forma que las cosas, a fuerza de renovarse, acaban por permanecer siempre igual. Vertiginosa inmovilidad, le llamaba el filósofo Horst Kurnitzki. El futuro implica empeñarnos por conseguir que los cambios construyan una realidad diferente.

A finales del siglo pasado, la palabra futuro había perdido gran parte de su fuerza comunicativa. Habíamos caído en el error de hacer del futuro un tiempo ideal, en el cual alcanzaríamos el mejor de los mundos y por el cual valía la pena abandonarlo todo, hasta el presente. “Igual que a un Dios ―decía la filósofa María Zambrano―, no hay sacrificio que el hombre de hoy deje de ofrecer al futuro”.  Pero a la realidad no se le puede posponer indefinidamente a riesgo de que se nos vaya de las manos sin darnos cuenta. Un chiste político se burlaba de esto con amargo humor: “Lo malo es que el futuro de nuestro país ya pasó”. Por fortuna, no hemos logrado que el verdadero futuro desaparezca aún: ideas y acciones siempre frescas llegan una y otra vez para renovarlo. Gracias a ellas, hoy el futuro resulta mucho más modesto, y su utopía ya no es la de alcanzar un mundo perfecto sino la mucho más humilde de crear simplemente un mundo mejor.

*

Creador de la idea de pensamiento complejo, el francés Edgar Morin recibió, en 1999, el encargo de la UNESCO de escribir un libro sobre educación que diera la bienvenida al nuevo milenio. Morin respondió con un pequeño texto que sintetiza de alguna forma su filosofía entera: Los siete saberes necesarios para el futuro de la educación. Es difícil describir la proeza de este pensador francés que en apenas un centenar de páginas se aventura a explicarnos lo que hay que hacer, deveras, si queremos un mundo mejor. En este libro (especie de Indice Comentado de su pensamiento), Morin presenta un inmenso andamio de ideas en el que reúne desde observaciones concretas (casi prácticas) sobre, por ejemplo, el riesgo de cometer errores intelectuales, hasta otras tan complejas y paradójicas como la forma de hacer frente a eso que, por definición, no se puede enfrentar: la incertidumbre. Nuestras certezas ―nos explica― son islas en las que hacemos tierra para volver a emprender el viaje por el océano de lo incierto.

La complejidad de Morin es un intento por dar coherencia a la experiencia humana con la condición de admitir que, en el centro de todo conocimiento (como en el de toda galaxia), hay un hoyo negro donde es mejor no aventurarse a riesgo de caer. El conocimiento tiene límites y la proeza humana está en acercarse a ellos sin despeñarse. Morin intenta, pues, identificar y ofrecernos la mayor cantidad de recursos ante la proximidad de la incertidumbre, sabiendo que lo mejor es que los imprevistos nos agarren bien equipados. En Los siete saberes nos entrega un libro complejo, sintético y bien ordenado, que es a la vez pedagógico y didáctico: didáctico en el sentido de presentar sus ideas de forma simple y accesible a un vasto público, y pedagógico en el de ser un confiable interlocutor en nuestra comprensión y aceptación de la realidad.

*

Una advertencia: así como en un tiempo se banalizó la palabra futuro, en nuestra época se corre el riesgo de creer que la palabra incertidumbre señala algo demasiado cierto. Al familiarizarnos con el término, podrá parecer que empezamos a entender a qué se refiere. Pero no es así. Mucho mejor será respetar siempre el hueco de lo que no podemos ver, sabiendo que éste es quizás (como nos dice María Zambrano) el poro por el que respira la piel de lo visible.

*

Sólo una acrobacia cómica intentaría resumir lo ya sintetizado por Morin en esa destilación de saberes que es el libro que aquí comento. Por eso, sólo me atreveré con algunos extractos para dar al lector una probada y motivarlo a la lectura. Antes de pasar a ellos, quiero invitarlo también a encontrar en las ideas de Morin muchos de los principios que animan al Instituto para el Futuro de la Educación y en general a la escuela global contemporánea: educación para toda la vida, multidisciplinariedad, límites a la especialización, conocimiento adecuado al contexto y al mundo, comprensión de lo humano, y por supuesto, conciencia de que el saber se ha vuelto planetario y concerniente a la humanidad entera.

Por último, aprovecho la oportunidad para celebrar al maestro Edgar Morin que, nacido en 1921, cumplió cien años el pasado 8 de julio.

EXTRACTOS

Del capítulo 1: Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión

Necesitamos intercambios y comunicaciones entre las diferentes regiones de nuestra mente, y estar alertas permanentemente para tratar de detectar cuando nos mentimos a nosotros mismos.

*

Un racionalismo que ignora la vida es irracional. La racionalidad debe reconocer el lado del afecto, del amor, del arrepentimiento. La verdadera racionalidad conoce los límites de la lógica; sabe que la realidad comporta misterio. La verdadera racionalidad es capaz de reconocer sus insuficiencias.

Del capítulo 2: Los principios de un conocimiento pertinente

Como nuestra educación nos ha enseñado a separar, compartimentar, aislar y no a ligar los conocimientos, el conjunto de estos constituye un rompecabezas ininteligible.

*

No se trata de abandonar el conocimiento de las partes por el de las totalidades, sino de comprender que el pensamiento que separa y el pensamiento que religa están juntos.

Del capítulo 3: Enseñar la condición humana

Estamos en la era planetaria; donde quiera que se hallen, los seres humanos viven una aventura común.

*

El ser humano de la racionalidad es también el de la afectividad, el mito y el delirio. El ser humano del trabajo es también el del juego. El ser humano empírico es también el de la imaginación.

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El hecho mismo de considerar racional y científicamente el universo, nos separa también de él.

Del capítulo 4: Enseñar la identidad terrenal

Debemos abandonar el sueño prometeico del dominio del universo para alimentar la aspiración de la convivencia en la Tierra.

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El planeta no es un sistema global sino un torbellino en movimiento, desprovisto de centro organizador. Este planeta necesita un pensamiento policéntrico.

Del capítulo 5: Enfrentar las incertidumbres

Conviene ser realista en el sentido complejo de comprender la incertidumbre de lo real, saber que aún hay algo invisible en lo real.

*

El conocimiento es navegar en un océano de incertidumbres a través de archipiélagos de certezas.

*

La “estrategia” debe prevalecer sobre el “programa”. El programa establece una secuencia de acciones que deben ser ejecutadas sin variación en un entorno estable; pero cuando se enfrenta a un entorno inestable e incierto, el programa se bloquea. En cambio, la estrategia elabora su escenario de acción tomando en cuenta las certidumbres y las incertidumbres, las probabilidades y las improbabilidades. La estrategia debe privilegiar tanto la prudencia como la audacia y si es posible las dos a la vez.

Del capítulo 6: Enseñar la comprensión

La comunicación triunfa; el planeta está atravesado por redes, celulares, modems, Internet. Y sin embargo, la incomprensión sigue siendo general.

 *

Ninguna técnica de comunicación, del teléfono al internet, aporta por sí misma la comprensión. La comprensión no puede digitalizarse.

*

La comprensión humana sobrepasa la explicación. La explicación es suficiente para la comprensión intelectual u objetiva de las cosas. Es insuficiente para la comprensión humana.

*

Comprender incluye necesariamente un proceso de empatía, de identificación y de proyección. Siempre intersubjetiva, la comprensión necesita apertura, simpatía, generosidad.

*

Si sabemos comprender antes de condenar estaremos en la vía de la humanización de nuestras relaciones.

*

Es sólo en el siglo XX cuando el arte africano, las filosofías y místicas del Islam, los textos sagrados de la India, el pensamiento de Tao, el del Budismo se vuelven fuentes vivas para el alma occidental encadenada en el mundo del activismo, del productivismo, de la eficacia, del divertimiento… (Un alma) que aspira a la paz interior y a la relación armoniosa con el cuerpo.

Del capítulo 7: La ética del género humano

Ya decía Kant que la finitud geográfica de nuestra tierra impone a sus habitantes un principio de hospitalidad universal, reconociendo al otro el derecho de no ser tratado como enemigo.

*

La regeneración democrática supone la regeneración del civismo, la regeneración del civismo supone la regeneración de la solidaridad y de la responsabilidad, es decir el desarrollo de la antropo-ética.

*

Podríamos preguntarnos si la escuela no podría ser prácticamente, concretamente, un laboratorio de vida democrática.

*

(El aula) debe ser el lugar de aprendizaje del debate argumentado, de las reglas necesarias para la discusión, de la toma de conciencia de las necesidades y de los procesos de comprensión del pensamiento de los demás, de la escucha y del respeto de las voces minoritarias y marginadas.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/lecturas-para-la-educacion-edgar-morin

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