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Cumbre Internacional sobre la Profesión Docente 2020: Los docentes reconocidos como los héroes de la crisis de COVID-19 en la educación

Noticia Global/Noticia IE

La 10ª edición de la Cumbre Internacional sobre la Profesión Docente (ISTP) se celebró el pasado 2 de junio de 2020 de manera virtual. La ISTP, que cuenta como anfitrionas con la Internacional de la Educación y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), reunió a los ministros de educación y los sindicatos de la educación en torno a un debate sobre el impacto de la pandemia de COVID-19 en la educación y sobre cómo garantizar que los sistemas educativos salgan fortalecidos de esta crisis.

La 10ª edición de la Cumbre Internacional sobre la Profesión Docente (ISTP) se celebró el pasado 2 de junio de 2020 de manera virtual. La ISTP, que cuenta como anfitrionas con la Internacional de la Educación y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), reunió a los ministros de educación y los sindicatos de la educación en torno a un debate sobre el impacto de la pandemia de COVID-19 en la educación y sobre cómo garantizar que los sistemas educativos salgan fortalecidos de esta crisis.

Todos los ponentes reconocieron el papel fundamental del personal educativo para atravesar esta crisis, superar los desafíos y garantizar la continuidad de la educación por el bien de los estudiantes. Por su parte, todos los ministros que intervinieron en la Cumbre elogiaron el liderazgo, la resiliencia, la adaptabilidad, la creatividad y la dedicación del personal educativo para con sus estudiantes.
En la inauguración de la ISTP, la Internacional de la Educación y la OCDE compartieron las percepciones mundiales sobre los efectos de la pandemia en la educación y el camino a seguir.
Andreas Schleicher presentó las conclusiones del nuevo informe de la OCDE Schooling Disrupted, Schooling Rethought, que analiza cómo la pandemia de COVID-19 está cambiando la educación. El informe se basa en una encuesta realizada entre el 25 de abril y el 7 de mayo de 2020 en la que participaron funcionarios del gobierno, responsables de la educación, maestros y directores de establecimientos educativos de 59 países.
La Presidenta de la Internacional de la Educación, Susan Hopgood, destacó el documento informativo de política de la Internacional de la Educación para la Cumbre (en inglés), que incluye una Guía para la reapertura de escuelas e instituciones educativas. Hopgood subrayó el papel crucial de una asociación eficaz entre los gobiernos y los docentes antes, durante y después de la crisis para reforzar la resiliencia del sistema y apoyar a los estudiantes. Asimismo, explicó que la crisis ha puesto de relieve, y no socavado, la importancia de las comunidades escolares para el aprendizaje de los estudiantes y ha dejado al descubierto los límites de la tecnología en la educación. Hopgood hizo hincapié en el impacto desproporcionado que la crisis ha tenido en los estudiantes en situación de vulnerabilidad y propuso que los gobiernos y la profesión docente trabajen juntos para evaluar el grado de equidad en las escuelas con el fin de identificar a los estudiantes más afectados, evaluar sus necesidades y proporcionarles el apoyo adecuado. La presidenta de la Internacional de la Educación concluyó su intervención con un llamamiento a los gobiernos para que protejan e incrementen la financiación de la educación tras la pandemia tomando como base la equidad y la satisfacción de las necesidades de los estudiantes.
Los debates de la cumbre se articularon en torno a cuatro temas, de modo que tanto los gobiernos como los sindicatos tuvieran tiempo para expresar sus posiciones mediante un diálogo constructivo.
Tema 1: Diálogo social y político entre los gobiernos y los sindicatos de la educación
Contar con una asociación sólida entre los gobiernos y los sindicatos de la educación es fundamental, tanto durante el cierre de establecimientos educativos en todo el mundo como durante el periodo de transición a la educación presencial.
En muchos países, la crisis ha intensificado las consultas y la colaboración entre los gobiernos y los sindicatos de la educación en beneficio de los estudiantes. El modelo de asociación ha demostrado ser muy satisfactorio y ha sido de gran ayuda para fomentar la confianza de la ciudadanía en las soluciones propuestas para la transición hacia la educación presencial.
Además, los sindicatos de la educación se han convertido en una fuente vital de información y apoyo para los docentes y el personal de apoyo educativo en momentos de crisis, pues ayudan a garantizar la continuidad educativa de los estudiantes.
Tema 2: Innovaciones durante la crisis y su relevancia para el futuro
Si bien los gobiernos y los sindicatos coinciden en que la crisis ha hecho progresar el uso de las tecnologías de la educación, la brecha digital es un importante motivo de preocupación. Además, pocos docentes tenían experiencia con la educación de emergencia en línea antes de la crisis, lo cual pone de relieve la urgente necesidad de formar al personal docente en el uso de las tecnologías para la educación.
Los sindicatos expresaron su preocupación por el hecho de que en la crisis económica provocada por la pandemia los gobiernos puedan recurrir a la tecnología y la comercialización para reducir los gastos en educación. Tanto los sindicatos como los gobiernos reconocieron que la enseñanza y el aprendizaje son procesos sociales y acordaron que, si bien la tecnología puede proporcionar apoyo, nunca podrá sustituir el trabajo de los docentes. Como dijo uno de los ministros, «la tecnología y la infraestructura son importantes, pero lo más importante para una educación de calidad es la calidad del personal docente».
Si bien en el futuro se aplicarán modelos mixtos, el papel de los docentes seguirá siendo fundamental para la educación, pero los sindicatos hicieron hincapié en que es necesario abordar los problemas de la carga de trabajo asociados al aprendizaje mixto.
Los participantes también destacaron que, para aprender las lecciones de esta crisis, tenemos que llevar a cabo investigaciones exhaustivas para determinar lo que ha funcionado y desarrollar soluciones basadas en datos contrastados para el futuro.
Tema 3: El profesionalismo docente, el desarrollo profesional y la colaboración
Los ministros elogiaron el liderazgo de los docentes durante la crisis, la forma en que se unieron como comunidad para compartir ideas, conocimientos y experiencias con el fin de apoyar a sus estudiantes. Un ministro hizo referencia a la movilización de los docentes como el «precioso resquicio de esperanza de la crisis».
Si bien los docentes se han embarcado en una notable mejora de sus competencias para poder mantenerse en contacto con sus estudiantes durante el cierre de los establecimientos educativos, en el futuro necesitarán más apoyo mediante actividades de formación estructuradas y desarrollo profesional.
Tema 4: Desigualdades generalizadas y construcción de un futuro educativo más inclusivo
Los numerosos problemas de equidad que la crisis ha dejado al descubierto se plantearon como la principal preocupación tanto de los sindicatos como de los ministros. Los efectos de la crisis han sido desiguales y han afectado especialmente a los estudiantes en situación de vulnerabilidad. Tal como indicó uno de los ministros, «las escuelas son vitales para los niños de hogares desfavorecidos». Les ofrecen un ambiente seguro, una comida, socialización y aprendizaje.
Muchos estudiantes en situación vulnerable no han tenido acceso a la educación a distancia. Además, algunos habrán sufrido traumas durante la cuarentena. Por tanto, tal como señaló un sindicato, la prioridad al volver a la escuela no debería ser ponerse al día académicamente, sino apoyar a los estudiantes para que puedan recuperarse y volver a relacionarse. Entre las cuestiones más urgentes se planteó el bienestar del alumnado y del personal docente, así como las desventajas para los estudiantes.
Los sindicatos pidieron a los gobiernos que proporcionen la tan necesaria inversión para garantizar que los sistemas educativos sean inclusivos y equitativos.
Según un dirigente sindical, «los estudiantes cuentan con que los gobiernos y los sindicatos trabajen juntos por su bien».
En su discurso de clausura, el Secretario General de la Internacional de la Educación, David Edwards, destacó que solo podremos garantizar la calidad y la equidad que deseamos para los sistemas educativos si se proporciona a los docentes las herramientas adecuadas, el tiempo necesario para formarse y colaborar, y la confianza mutua entre los sistemas y las personas.
Fuente: https://www.ei-ie.org/spa/detail/16814/cumbre-internacional-sobre-la-profesi%c3%b3n-docente-2020-los-docentes-reconocidos-como-los-h%c3%a9roes-de-la-crisis-de-covid-19-en-la-educaci%c3%b3n
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Bajar la ratio y aumentar la plantilla docente: plan de reconstrucción educativa

Por: Enrique Díez

Ambas medidas son las necesarias; aquellas en las que el Estado debería invertir ingentes cantidades de dinero para, de esa manera, hacer frente a la situación causada por la Covid-19 y, además, alcanzar el objetivo último de tener un sistema educativo inclusivo.

El inicio de curso escolar 2020-2021 se debe iniciar con una bajada de ratio en la educación pública en todos los niveles educativos, desde infantil hasta la universidad. Sin excusas, sin dilaciones. Con motivo de la necesaria distancia social impuesta para evitar la posibilidad de propagación del coronavirus, pero no por esa razón únicamente. Sino esencialmente para transformar la educación pública en lo que siempre ha debido ser: una educación inclusiva al servicio del bien común, para “que nadie, efectivamente, quede atrás”. Pasando de las declaraciones a los hechos. De las buenas intenciones a las dotaciones presupuestarias para poder llevar a cabo aquello que se pregona.

La auténtica revolución pendiente en la educación es la inclusión. Adaptar la educación a las necesidades de cada niño y cada niña a medida que va creciendo y desarrollándose. Una educación que ayude y acompañe a todos y cada uno a desarrollarse personalmente de la forma más plena posible, para que nadie quede atrás; y a desarrollarse socialmente, para que todos y cada uno de ellos y ellas sean capaces de contribuir a construir una sociedad más justa y mejor al servicio del bien común.

La revolución educativa pendiente no es tecnológica, sino inclusiva

Para ello el primer paso crucial es la reducción del número de alumnado en cada aula. Con clases abarrotadas no se puede atender a la diversidad, no se puede personalizar el aprendizaje. No se puede evaluar y orientar a cada alumno y alumna para detectar qué dificultades tiene e implementar medidas concretas que eviten el fracaso.

Con aulas atestadas lo único que se puede hacer habitualmente, sobre todo a medida que se va avanzando en edad, es poco más que repetir apresuradamente los contenidos de temarios sobrecargados, llamarles la atención continuamente porque se distraen y examinarles para controlar si han sido capaces de memorizarlos o no.

Cómo desarrollar una educación lenta y atenta al cuidado emocional de los menores, a las dificultades que tienen, a las señales de desmotivación o de desaliento que presentan; cómo ayudarles y plantearles alternativas para mejorar o corregir sus fallos, con clases saturadas con 25 o 30 chicos y chicas en cada aula, teniendo cada profesor o profesora que atender a numerosos grupos, cada vez más diversos, durante el curso.

Las razones pedagógicas para bajar la ratio

Se sabe que reducir las ratios redunda positivamente en la mejora de la enseñanza. Permite una atención más personalizada, dar respuesta a la diversidad, centrar el tiempo en el aprendizaje en vez de perderlo en imponer orden en aulas masificadas. La OCDE, organismo económico y poco pedagógico, reconoce que “un mayor tamaño de las clases parece estar asociado a un porcentaje más elevado de estudiantes con problemas de comportamientos y con la necesidad de dedicar más tiempo a mantener el orden, en vez de a la enseñanza y al aprendizaje”.

Gran parte de los estudios, pese a no ser concluyentes, apuntan a que la reducción de la ratio de alumnado por aula ayuda a disminuir la tasa de repetición y el abandono escolar, permite personalizar el proceso de aprendizaje, aumentando la eficacia docente y concuerdan en que los estudiantes que más se benefician de los grupos pequeños son aquellos que presentan dificultades de aprendizaje o requieren un mayor grado de seguimiento, intervención educativa y atención individualizada.

Pero, sobre todo, que debemos escuchar y atender a quienes conocen la realidad directamente y están trabajando en ella. El 85% de los profesores y directores de centros de primaria y secundaria españoles encuestados por la OCDE en los últimos cinco años (de un total de 7.407) consideran que reducir el número de alumnado por aula es la prioridad en educación. ¿Por qué no escuchamos de una vez a los profesionales que son los que realmente saben y conocen de primera mano la realidad?

Aumentar y estabilizar las plantillas de profesorado, pero no solo…

Por eso, para que sea posible y efectivo este cambio, esta auténtica revolución educativa inclusiva, es necesario duplicar el número de profesorado en la educación pública. Desde infantil a la universidad. Es cierto que también será necesario acondicionar y ampliar espacios. Pero lo fundamental, el elemento central, en todo proceso educativo es el factor humano. El profesorado. Si no hay más maestras, maestros, profesoras y profesores suficientes en todos los niveles educativos, no servirá de nada todos los esfuerzos que hagamos.

Ya ha dado indicaciones al respecto la Red Europea, pero no podemos olvidar lo que se prometió también con el Plan Bolonia en la Universidad, aunque nunca se cumpliera: reducir a 30 estudiantes como máximo por aula y que a partir de 38 supongan la formación de un segundo grupo.

Este aumento de plantilla, la reducción de ratio y el acondicionamiento de espacios, lógicamente, tiene que venir acompañado por una serie de cambios simultáneos: reducir la actual fragmentación del currículo en múltiples asignaturas, organizándolo de una forma transversal y más global; establecer tiempos para la coordinación y trabajo en equipo del profesorado reduciendo sus horas lectivas; impulsar una organización y una metodología más individualizada, cooperativa y realmente inclusiva; reducir sustancialmente el currículum enciclopédico seleccionando lo esencial y relevante; reducir la intensidad de la jornada escolar; ampliar la participación y colaboración con las familias; aumentar los profesionales y equipos de orientación; incrementar las horas de tutorías; una dirección más democrática y participativa; intensificar el papel de la inspección educativa como apoyo y asesoramiento; reducir la interinidad para dar continuidad a los proyectos educativos y estabilidad a los docentes; una formación inicial y permanente del profesorado en la inclusión; la incorporación de otros profesionales que colaboren con la comunidad educativa (de la educación social, de la mediación intercultural, etc.) y de personal de apoyo al profesorado; y unas políticas sociales de apoyo a la infancia y la juventud que apoyen y se sumen a la labor educativa.

Invertir en esta revolución educativa, si no es ahora ¿cuándo?

Se pueden aducir las razones que se quieran si no se ponen en práctica estas medidas pero, al final, la razón que prevalece sabremos que será, como siempre, una determinada razón ideológica: la neoliberal de ahorrar costes en el bien común, para poder así seguir manteniendo este sistema económico capitalista basado en que unos pocos acaparen mientras la mayoría pierde cada vez más derechos sociales y vitales. Recursos y medios sí que hay, pero se decide que se destinen a otras prioridades.

Se está destinando a gasto militar la escandalosa cifra de 1.917 billones de dólares en todo el mundo y 20.050 millones en España. Se aprobó en España la escandalosa cifra de 174.300 millones de euros en ayudas para la resolución de los problemas bancarios. Pero nunca hay cifras escandalosas para rescatar la sanidad pública, la educación pública, los servicios públicos. Es decir, para destinar al bien común, lo que es de todos y todas.

No es imprescindible rescatar bancos, ni mantener gastos militares o consentir paraísos fiscales. Son decisiones políticas. Aquellas que establecen que esa es la prioridad. España está entre los países que menos dinero destina a Educación. La decisión ha sido destinar en torno a un 4% del PIB. En cambio, Dinamarca dedica un 7%, Suecia, Bélgica o Finlandia más del 6% y Letonia y Portugal un 6%. No es casual que los países con mejor puntuación, según la OCDE sean los que tienen ratios de estudiantes por grupo más bajas y también presupuestos educativos más altos. ¿Por qué no invertimos de una vez en lo que importa? En 2017 Francia aprobó tener clases de 12 alumnos y alumnas en centros de difícil desempeño. Si se quiere, se puede.

Por eso, el inicio del próximo curso comprobaremos si, efectivamente, hay voluntad política de establecer como prioridad el bien común por parte de las administraciones educativas y se baja efectivamente la ratio de alumnado por aula y se aumenta “escandalosamente” el número de profesorado necesario para ello.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/06/02/bajar-la-ratio-y-aumentar-la-plantilla-docente-plan-de-reconstruccion-educativa/

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Educación interrumpida, educación reconstruida

Por: Andreas Schleicher

Entramos con el director de educación de la OCDE a las aulas del futuro. Más foco en ayudar a los alumnos a pensar por sí mismos y a comprender los límites de la acción individual y colectiva serán algunas claves.

A medida que el mundo está cada vez más interconectado, los riesgos a los que nos enfrentamos también lo están. La pandemia de covid-19 no se ha detenido en las fronteras nacionales y ha afectado a las personas independientemente de su nacionalidad, su nivel educativo, sus ingresos o su sexo. Sin embargo, no sucede lo mismo con las consecuencias, que han sido más graves para los más vulnerables. Esto vale también para la educación. Los estudiantes privilegiados consiguieron sortear rápidamente las puertas cerradas de los centros y encontrar vías hacia oportunidades de aprendizaje alternativas apoyados por sus padres y deseosos de aprender; los de familias desfavorecidas se quedaron fuera cuando las escuelas cerraron.

En cierto sentido, esta crisis ha puesto al descubierto las numerosas deficiencias y desigualdades de nuestros sistemas educativos, desde la banda ancha y los ordenadores necesarios para la educación por Internet hasta la incapacidad de atraer a los profesores más competentes a los grupos de alumnos más problemáticos, pasando por los entornos favorables, imprescindibles para centrar la atención en el aprendizaje. Pero, puesto que en esta época de crisis las desigualdades se amplifican, el momento ofrece también la posibilidad de no instalarse otra vez en el antiguo estado de cosas cuando todo vuelva a la “normalidad”. La naturaleza de nuestras respuestas colectivas y sistémicas a las perturbaciones será lo que determine cómo nos afectarán. Allí donde sea necesario cerrar los centros educativos durante un tiempo, podemos mitigar los efectos del cierre para los estudiantes, las familias y los educadores, en particular para los de los grupos más marginados. Tenemos la posibilidad de colaborar a escala internacional a fin de compartir de manera recíproca los recursos docentes disponibles en Internet y las plataformas digitales de aprendizaje, y animar a las empresas tecnológicas a que se unan a la iniciativa. Asimismo, podemos mejorar rápidamente las oportunidades digitales de aprendizaje de los profesores y fomentar la colaboración de estos más allá de las fronteras. Y lo que quizá sea más importante: está en nuestras manos emplear la energía del momento para adaptar los planes y los entornos docentes a las necesidades del siglo XXI.

Educar a los estudiantes para su futuro, no para nuestro pasado. Vivimos en un mundo en el que lo que es fácil de enseñar y evaluar también se ha convertido en fácil de digitalizar y automatizar. El reto del futuro consiste en armonizar la inteligencia artificial de los ordenadores con las capacidades cognitivas, sociales y emocionales y los valores de los humanos. Nuestra imaginación, nuestra conciencia y nuestro sentido de la responsabilidad serán los que nos ayuden a sacar partido de la tecnología para crear un mundo mejor. Actualmente, el éxito en la educación tiene que ver con la identidad, la capacidad de intervención y las metas. También con el fomento de la curiosidad abriendo las mentes y de la compasión abriendo los corazones, así como con el valor y con la movilización de nuestros recursos cognitivos, sociales y emocionales para actuar. Estas serán, al mismo tiempo, nuestras mejores armas contra las principales amenazas de nuestra época: la ignorancia, la mentalidad cerrada, el odio, la dureza de corazón y el miedo, enemigo de la acción.

Para ir por delante de los avances tecnológicos hay que perfeccionar nuestras cualidades

En nuestra época, los algoritmos que hay detrás de las redes sociales nos clasifican en grupos de individuos afines, creando burbujas virtuales que a menudo amplifican nuestra manera de pensar, pero nos aíslan de las perspectivas que difieren de las nuestras, homogeneizando opiniones y polarizando nuestras sociedades. En consecuencia, las escuelas del futuro tendrán que ayudar a los estudiantes a pensar por sí mismos y a sumarse a los demás con empatía en el trabajo y en la sociedad, así como a desarrollar una conciencia fuerte de lo que está bien y lo que está mal, una sensibilidad a las demandas que nos hacen los demás y la comprensión de los límites de la acción individual y colectiva. En el trabajo, en casa y en la comunidad, vamos a tener que conocer en profundidad cómo viven los demás en diferentes culturas y tradiciones, y también cómo piensan, ya sean científicos o artistas. Independientemente de cuáles sean las tareas en las que las máquinas puedan sustituir al trabajo humano, las demandas para que contribuyamos de manera significativa a la vida social y ciudadana con nuestros conocimientos y capacidades seguirán aumentando.

La complejidad cada vez mayor de la vida actual para los individuos, las comunidades y las sociedades implica que las soluciones a nuestros problemas también serán complejas. En un mundo desequilibrado desde el punto de vista estructural, la necesidad imperativa de reconciliar en escenarios locales diferentes perspectivas e intereses que a menudo tienen repercusiones mundiales significa que tenemos que mejorar nuestra manera de abordar las tensiones y las disyuntivas. A la hora de lograr el equilibrio entre demandas contrapuestas —equidad y libertad, autonomía y comunidad, innovación y continuidad, eficacia y proceso democrático—, rara vez nos encontraremos solamente ante dos opciones, o incluso ante una única solución. Tenemos que pensar de una manera más integrada que reconozca las interconexiones. Nuestra capacidad de sortear la ambigüedad se ha vuelto fundamental.

Un profesor de música con sus alumnos.
Un profesor de música con sus alumnos. JEAN-LUC LUYSSEN GETTY IMAGES

La cuestión de fondo es que, si queremos ir por delante de los avances tecnológicos, tenemos que descubrir y perfeccionar las cualidades únicas de nuestra condición de seres humanos, las cuales, antes que competir con las capacidades que hemos creado en nuestros ordenadores, las completan. Las escuelas tienen que crear seres humanos de primera clase, no robots de segunda.

El problema reside en que desarrollar estas capacidades cognitivas, sociales y emocionales exige un enfoque muy diferente del aprendizaje y la enseñanza, y una nueva categoría de enseñantes. En los contextos en los que el propósito de la enseñanza es impartir conocimiento prefabricado, los sistemas educativos se pueden permitir una baja calidad del profesorado. Y cuando esta es baja, los Gobiernos suelen decir a sus enseñantes exactamente qué hacer y cómo quieren que se haga, utilizando una organización industrial del trabajo para obtener los resultados deseados. El reto es convertir la docencia en una profesión de trabajadores del conocimiento avanzados que desempeñen su función con una gran autonomía profesional y dentro de una cultura de la colaboración.

Pero esta clase de personas se negarán a trabajar como piezas intercambiables de sistemas educativos organizados como talleres tayloristas basados principalmente en formas administrativas de responsabilidad y sistemas burocráticos de mando y control para dirigir su actividad. Para atraer a las personas precisas, los modernos sistemas de enseñanza tienen que transformar la forma de organización del trabajo en otra en la que las normas profesionales de control sustituyan a los procedimientos de control burocráticos y administrativos. En el pasado, el saber se recibía; en el futuro tiene que generarlo quien vaya a utilizarlo.

Antes, la educación era básicamente temática; en el futuro deberá basarse más en proyectos, en construir experiencias que ayuden a los estudiantes a pensar más allá de los límites de las disciplinas temáticas. El pasado era jerárquico; el futuro será colaborativo y reconocerá que tanto los enseñantes como los estudiantes son recursos y cocreadores.

Las escuelas tienen que crear seres humanos de primera clase, no robots de segunda

En el pasado se enseñaba de la misma manera a estudiantes diferentes. En el presente, los sistemas de aprendizaje tienen que abrirse a la diversidad con enfoques docentes diferenciados. Los objetivos del pasado eran la normalización y la docilidad. Los estudiantes se organizaban por grupos de edad, seguían el mismo programa estándar y se evaluaba a todos al mismo tiempo. En el futuro habrá que desarrollar la formación a partir de las pasiones y las capacidades de los alumnos, ayudarlos a personalizar su aprendizaje y su evaluación de manera que se fomente su interés y su talento. Se tratará de animar a los estudiantes a ser ingeniosos.

El pasado también estaba dividido. Los profesores y los contenidos se repartían por temas, y los alumnos se separaban en función de las expectativas relacionadas con sus futuras perspectivas profesionales; los centros de enseñanza estaban diseñados para que los que estudiasen se quedasen dentro y el resto del mundo fuera; no había relación con las familias y sí renuencia a asociarse con otros centros. El futuro tendrá que ser integrado y conceder importancia a la interrelación de los temas y la integración de los estudiantes. También tendrá que estar conectado, de manera que el aprendizaje guarde una relación estrecha con los contextos del mundo real y los temas contemporáneos y abierto a la riqueza de recursos que hay en la comunidad.

Utilizar ventajosamente la tecnología. La tecnología será parte inseparable del futuro de la enseñanza. Con ella no solo es posible cambiar los métodos de enseñanza y aprendizaje, sino también elevar la función de los docentes de transmitir conocimiento recibido a trabajar como cocreadores de conocimiento, como formadores, mentores y evaluadores. La tecnología puede permitir que los profesores y los estudiantes accedan a material especializado mucho más allá de los libros de texto, en múltiples formatos y de maneras capaces de salvar el tiempo y el espacio. La tecnología ofrece la posibilidad de formar comunidades de estudiantes que hagan el aprendizaje más social y divertido, así como comunidades de enseñantes para compartir y enriquecer los recursos y las prácticas docentes, y colaborar en el crecimiento profesional y la institucionalización del ejercicio de la profesión. España acertó cuando, en la primera fase de la crisis, dio impulso al aprendizaje por Internet. Pero imaginemos una plataforma gigante de colaboración abierta distribuida en la que los profesores, los pedagogos y los expertos en política españoles colaborasen para supervisar los contenidos y las prácticas pedagógicas más relevantes a la hora de cumplir los objetivos educativos, y en la que los alumnos de cualquier lugar del país tuviesen acceso a las experiencias educativas mejores y más innovadoras.

Una profesora da clases por ordenador desde un aula vacía en Alemania.
Una profesora da clases por ordenador desde un aula vacía en Alemania. KAY NIETFELD GETTY IMAGES

No obstante, mientras que muchos centros de enseñanza están equipados al menos con el mínimo de tecnología necesaria para el aprendizaje por Internet, uno de cada cinco directores de colegios españoles denunciaba que la escasez o la deficiencia de la tecnología digital obstaculizaba el aprendizaje bastante o mucho. A esto hay que añadir que las ventajas de la tecnología dependen de que esta se utilice bien. Según la Encuesta Internacional de Enseñanza y Aprendizaje (TALIS, por sus siglas en inglés), el 51% de los profesores españoles permiten frecuentemente o siempre que sus alumnos utilicen las tecnologías de la información para los proyectos o el trabajo en clase. En Dinamarca o Nueva Zelanda el porcentaje es del 80% o más, y en Finlandia, Israel o Rumania las cifras se han duplicado con creces en los últimos cinco años.

Dar autoridad a los enseñantes y posibilitar la innovación. Pero la esencia del aprendizaje no es la tecnología, sino la pedagogía y la titularidad. Ni siquiera el mejor ministro de Educación puede hacer justicia a las necesidades de millones de estudiantes, cientos de miles de enseñantes y decenas de miles de centros educativos. El desafío consiste en apoyarse en la experiencia de los profesores y los directores de las escuelas, y captarlos para que hagan frente a los retos. Podemos fijarnos en Estonia y Finlandia, los países con mejores resultados en el informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), cuyos sistemas educativos están construidos totalmente desde la base. En parte, los candidatos a profesores se seleccionan en función de su capacidad para transmitir su fe en la misión decisiva de la educación pública y se forman básicamente en los centros de enseñanza. La preparación que reciben está diseñada para desarrollar una mentalidad de responsabilidad individual en la enseñanza y el bienestar de los alumnos a su cargo. El nivel de confianza que la comunidad en general extiende a sus escuelas genera un fuerte sentimiento de responsabilidad colectiva en el éxito de cada estudiante. A su vez, el alto nivel de coherencia de las políticas, gracias a la cual las decisiones se mantienen a través de los ciclos electorales y las Administraciones políticas, hace que los enseñantes finlandeses y estonios confíen en sus líderes en materia de educación, que por su parte cuentan con la capacidad de los enseñantes para poner en práctica lo que les dicen. No menos importante es que estos sistemas logran ajustar los recursos a las necesidades y reconciliar equidad con calidad (lo cual, en la crisis actual, constituye un reto aún más formidable), consiguiendo así que la escuela más cercana sea siempre la mejor.

El mayor riesgo de la crisis es que se fracture el tejido social creado en y por las escuelas

Mucha gente me dice que no podemos dar más autonomía a los enseñantes y a los líderes educativos porque no tienen la capacidad ni la experiencia para estar a la altura, pero limitarse a perpetuar nuestra visión prescriptiva de la enseñanza no funcionará en este momento de crisis, que exige de los profesores no solo que reproduzcan sus clases en otro medio, sino que descubran respuestas totalmente nuevas a qué, cómo, dónde y cuándo se aprende.

Mantener el tejido social de las escuelas y las comunidades. Tal vez el mayor riesgo de la crisis es que se fracture el tejido social creado en y por las escuelas. El aprendizaje no es un proceso transaccional en el que los estudiantes son consumidores pasivos de contenidos; las escuelas, proveedores de servicios, y los padres, clientes. El aprendizaje siempre tiene lugar a través de la interacción y en un entorno de bienestar y percepción de la propia eficacia tanto para los alumnos como para los profesores. Un factor determinante de los resultados que obtengan los estudiantes en las próximas semanas y meses, en particular los de grupos desfavorecidos, es el mantenimiento de una relación estrecha con sus profesores. En esta crisis, los centros de enseñanza tienen que facilitar maneras de que los docentes sigan estando socialmente próximos en la distancia física. TALIS muestra que esto es algo que los profesores hacen de manera natural: 9 de cada 10 declararon que ejercían la docencia para ayudar a cambiar la vida de los niños, y tres cuartas partes se refirieron expresamente a la posibilidad de favorecer a los socialmente desfavorecidos. La función de los sistemas educativos es apoyar a los enseñantes en esta misión.

Por importante que sea que los enseñantes sigan conectados con sus alumnos, la crisis actual pondrá aún más de relieve la necesidad de que los profesores sigan conectados entre ellos. Sabemos que esto es difícil incluso en épocas de normalidad. La media de profesores españoles que observan con regularidad las clases de sus compañeros y comparten con ellos sus observaciones es tan solo del 5%, mientras que los que participan en sesiones de aprendizaje profesional colaborativo al menos una vez al mes o dan clases en equipo como mínimo mensualmente se limita al 21%. Sin embargo, son precisamente estas actividades las que guardan relación con unos niveles más altos de percepción de la propia eficacia entre los docentes. Las grandes diferencias en el tiempo y entre países demuestran que la situación puede ser diferente. En Vietnam, el 78% de los profesores se preocupan de observar otras clases con regularidad; en Shanghái, el 70% participan en el aprendizaje profesional colaborativo, y en Austria, Italia y Japón la enseñanza en equipo es habitual.

El aprendizaje no es un proceso donde el estudiante es un consumidor pasivo

Redefinir el liderazgo. Tal vez lo que esta crisis haya puesto más de relieve es la necesidad de un liderazgo eficaz a todos los niveles del sistema educativo. En las épocas de gran incertidumbre, las personas buscan algo a lo que asirse que sirva para restaurar el orden. En la educación, los líderes de los centros de enseñanza serán los que den respuesta a las necesidades inmediatas de los alumnos, las familias, el personal y las comunidades mientras se preparan para los cambios que tendrán lugar en el mundo del aprendizaje y la enseñanza. Esta tarea no parece fácil ni siquiera en épocas de paz. En TALIS, tan solo una media del 37% de los directores de centros educativos declararon que el año anterior a la encuesta habían colaborado con los directores de otros centros a la hora de abordar tareas complejas. Nos enfrentamos a un desafío extraordinario, y no es momento de oponer lo público a lo privado, sino de que ambos colaboren.

Otro aspecto no menos importante es que el momento requiere líderes de sistemas capaces de enfrentarse a las estructuras institucionales construidas demasiadas veces en torno a los intereses y hábitos de adultos más que de los estudiantes; líderes comprometidos con el cambio social, imaginativos a la hora de diseñar políticas y capaces de emplear la confianza que se ganan para ser artífices de un verdadero cambio. En este momento de crisis, no se pregunten cuántos profesores siguen sus instrucciones, sino cuántos son capaces de participar activamente en una colaboración eficaz.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/05/26/eps/1590510443_831577.html

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OVE entrevista a Prudenciano Moreno Moreno: “La educación es principalmente socialización”

Entrevista realizada por Luis Miguel Alvarado Dorry en exclusiva para Otras Voces en Educación.

Conocimos a Prudenciano Moreno Moreno a partir de sus diversos textos en donde devela la mercantilización de la educación por parte de las corporaciones internacionales como el FMI, BM, BID, OCDE, entre otros, asimismo sobre el modelo por competencias impuestos por estos organismos, el cual, va deshumanizando a las sociedades.

En un grupo de WhatsApp en la que coincidimos con él, tuvimos fuertes debates con respecto al movimiento Fridays for future que encabeza Greta Thumberg; lo sorprendente de nuestro estimado amigo y mentor Prudenciano es que, cerca de imponer sus argumentos, permitió el diálogo de tal manera que fuimos construyendo nuestras propias conclusiones al respecto.

Es Profesor de Educación Primaria egresado de la Escuela Normal Rural “Plutarco E. Calles” de El Quinto, Sonora; es licenciado en Sociología por la Universidad Autónoma Metropolitana, México; es magister en Estudios Latinoamericanos por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y Doctor en Economía de la Educación por la Facultad de Economía-UNAM.

Docente-Investigador invitado temporal en diversas universidades de México, las que resaltamos a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Universidad Autónoma Metropolitana- Unidad Iztapalapa (UAM-I) DCSH, Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), Universidad Autónoma de Sinaloa, Universidad Autónoma de Querétaro, Universidad Autónoma de Puebla, Escuela Normal del Estado de Sinaloa, Escuela Normal Superior del Estado de México y la Universidad Autónoma de Baja California.

Sus reconocimientos son diversos, los que destacamos son: el Premio Nacional de Tesis en Economía (1980) por el Colegio Nacional de Economistas, México D.F.; Premio de Investigación en Administración Pública (1992) por el Instituto Nacional de Administración Pública. México, D.F.; Miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT desde 1989 al 2016 y Miembro Promep. 2013-2015.

La persistente utopía de nuestro querido amigo es que, las pedagogías de la modernidad basadas en los modelos técnicos instrumentales, del rendimiento productivo y competitivo, deben evolucionar hacia modelos holonómicos humanistas y transpersonales.

 

Prudenciano, cuéntenos un poco su historia de vida, ¿Cómo llegó a la educación crítica y contestataria y, a la lucha gremial?

A la educación crítica llegué porque estudié en una Escuela Normal Rural llamada Plutarco Elías Calles, localizada en el distrito del quinto municipio de Etchojoa, Sonora, México, en ese mismo lugar estudié la secundaria tres años y cuatro años en la escuela normal.

En la época en la que estudié, que fue a finales de los años 60’s y mediados de los 70’s, había un ambiente muy revolucionario en el sentido de la herencia que había dejado el Gral. Lázaro Cárdenas, con la fundación de las escuelas normales, las cuales, les había impreso su carácter socialista.

Entonces, de allí tomé la inquietud de la izquierda para formarme como un maestro de escuela primaria rural, dentro de un ambiente socialista revolucionario forjado en los años 60’s y 70’s, pero con la herencia de los años 30’ hasta 1940 que dejó la educación socialista en el país.

 

¿Cuáles considera que son los elementos más significativos de la crisis educativa en la CDMX, en el país y en toda América Latina?

Considero que los elementos más significativos de la crisis educativa, tanto a nivel regional como nacional y mundial, es principalmente la deshumanización; el sistema educativo se encuentra en un proceso paulatino de deshumanización, puesto que los grandes ideales que en otra época le dieron vida, ya no existen.

Esos grandes ideales eran los movimientos de izquierdas, tanto el socialismo como el comunismo, pero, a partir de la caída del bloque socialista y su reemplazo por la globalización económica, esos ideales dejaron de tener sentido, sin embargo, no fueron reemplazados por otros, sino que llegó la oleada tecnológica económica mundial, la alienación de la globalización y, simple y sencillamente, se perdió todo tipo de ideales dado que, los organismos financieros de la globalización, se hicieron cargo del manejo de los sistemas educativos generándose un modelo educativo técnico-funcional llamado modelo de educación por competencias, con evaluaciones estandarizadas y con uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), pero sin absolutamente ningún ideal social, ni humano, ni ético y ni estético.

En este sentido, se fue construyendo un mundo muy frío y muy calculador, que se refleja en una educación sin ideales de ningún tipo como es la que tenemos hasta hoy.

 

Prudenciano ¿La relación entre los gobiernos y los gremios en la CDMX y en el país es fluida? ¿Por qué?

La relación entre el gobierno y sindicatos, se pensaba que con el gobierno de la 4ª Transformación iba a ser muy fluida, sin embargo, ha habido muchos problemas, primordialmente, el financiamiento no se ha conseguido como se pensaba; la interacción entre sindicatos y gobiernos tampoco se ha conseguido como se pensaba, entonces, se puede decir que, hasta ahorita, hay un impasse en esta relación que esperemos se resuelva pasando la pandemia del virus y pueda volver a ser efectiva ese anhelo de un gobierno diferente que tenga otra lógica distinta, porque los cambios que se han visto hasta ahorita en educación son muy mínimos.

Como pedagogo crítico y profesor de la UPN ¿considera que la formación de les futuros docentes se corresponde a las necesidades del país y los desafíos pedagógicos del siglo XXI?

Estamos ahí en una formación muy atrasada, como les decía, desafortunadamente el gobierno no ha hecho los cambios que la educación se merece salvo algunas cuestiones legales y de plazas, no ha incidido en el modelo pedagógico, por lo que tenemos un modelo pedagógico por competencias todavía cuando ya no debería estar, únicamente se quitó la evaluación estandarizada, pero aún hace falta definir elementos de corte humanístico y elementos de corte teórico que están ocurriendo en el mundo cambios importantes que, aún, todavía no han llegado a la formación docente en el país.

Por lo tanto, se puede decir que, el modelo educativo, es una tarea pendiente del gobierno y que aún no ha cumplido con las expectativas que levantó.

 

Prudenciano ¿Qué ha significado el Coronavirus en lo educativo? ¿Considera que las medidas educativas tomadas en el contexto de la pandemia afectan al derecho a la educación?

Desafortunadamente es cierto que la pandemia modificó las relaciones y todo lo que ha significado es que, lo que era presencial, se ha convertido en virtual, una educación bastante negativa puesto que tan solo es un consuelo, en buena parte es una simulación porque educación no es únicamente transmisión de contenidos, la educación es principalmente socialización.

En este sentido, educación es también debates colectivos, análisis, reflexiones y sentir grupal, todo esto hoy se ha perdido, entonces, considero que se está perdiendo o se perdió ya todo el semestre, posiblemente todo el año y que, la educación por vía tecnológica, es un rotundo fracaso.

 En su libro “La política educativa de la globalización” hace una lectura y analogía de la metáfora de la película “Matrix” con nuestras realidades, en este sentido ¿cuál es la radiografía de las sociedades en el confinamiento obligatorio y la ponderación de las competencias en las virtualidades?

Matrix es una excelente metáfora del dominio global de instituciones anónimas que, en este caso, se puede hacer la semejanza con el Banco Mundial (BM), la Organización para la cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Fondo Monetario Internacional (FMI), los organismos del Tratado de Libre Comercio (TLC) y todos los demás organismos tendientes a la dominación económica global, es decir, la educación sigue siendo dominada por instituciones anónimas, son lo que algunos autores les llaman los péndulos.

Éstos péndulos, son las estructuras económicas, políticas y sociales anónimas que gobiernan el mundo y, esos organismos, son los que dictan las políticas educativas internacionales y son impuestas a países, gobiernos y sociedades por igual en todo el mundo. Entonces, esa relación es un reto romperla y tendría que ser el objetivo de una educación liberadora de este siglo XXI.

 

Amigo Prudenciano, por último, desde las pedagogías críticas y, a partir de sus experiencias docentes y sociales ¿cuáles serían algunas de las propuestas que considere importantes para iniciar un proceso de transformación radical del sistema educativo?

Debe de haber ya, en México, una línea formativa de corte internacional que vaya sustituyendo al modelo de educación por competencias y vaya poniendo ejes formativos más profundos, con ejes formativos más profundos me estoy refiriendo a dos grandes campos:

Primero, todo modelo formativo se da en un paradigma cognitivo, los modelos pedagógicos de la primera, segunda y tercera modernidad, fueron modelos que se dieron dentro del paradigma cognitivo del materialismo científico.

Segundo, este paradigma ha venido cambiando desde 1989 hasta la actualidad, lo que se llama la cuarta modernidad que se calcula de 1989 hasta el año 2100 y, este paradigma cognitivo ya no es el materialismo científico, es el paradigma de la conciencia, de la conciencia universal o de la conciencia global y todas las implicaciones que este paradigma tiene al priorizar la conciencia sobre el materialismo científico. Entonces, hay una gran cantidad de autores y corrientes que se han venido diseñando en esta cuarta modernidad y que, aún, la educación no se ha percatado de la importancia de esta corriente.

Por lo tanto, en el campo concreto de las corrientes pedagógicas, propondría que, el modelo educativo y la formación de docentes, estuviera basado entonces, en esta línea del nuevo paradigma cognitivo de la conciencia y, en el ámbito pedagógico que estuviese basado en la teoría de la complejidad de Edgar Morin, en la epistemología del Sur de Boaventura de Sousa Santos, en la corriente crítica de la modernidad encabezada por el sociólogo francés Alain Touraine y también en la metodología pedagógica de la enseñanza situada históricamente que maneja la pedagoga Frida Díaz Barriga, esto no sería exclusivamente sino que sería unas de las corrientes pedagógicas más importantes que hay para darle contenido pedagógico al siglo XXI, sin embargo, existen también otras corrientes que tendrían que estar tomadas en cuenta y ser discutidas con el conjunto del profesorado, pero quiero señalar esas cuatro como un ejemplo de lo que tendríamos que hacer en cuanto a formación docente y modelos educativos basados en otras corrientes teóricas y epistemológicas para el siglo XXI.

Muchas gracias y saludos a las y los lectores y, a los y las que conforman el equipo de Otras Voces en Educación.

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Más Internet, más igualdad de oportunidades

Por: Andrés Cargill.

Si algo de oportuno tiene la terrible crisis sanitaria que vivimos hoy es que al menos nos terminará de mostrar que indudablemente hay espacios en nuestro país que nos separan demasiado. El sector de la educación, en donde miles de niños han tenido que cumplir con sus clases a distancia, está dejando en evidencia que no solo debe ser la calidad de los contenidos, la formación de los profesores o la infraestructura de las aulas, lo que debe mejorarse para eliminar brechas, sino que también las condiciones para acceder a todo aquello. Y dadas las circunstancias, la principal condición parece ser la conectividad, tanto en términos de acceso como en asequibilidad.

Hoy existen 380.000 estudiantes de zonas rurales con bajo acceso a Internet, y aproximadamente 1.500 localidades en nuestro país que están completamente a oscuras. Según cifras de la OCDE, tenemos un 12,5% de población que no tiene conexión.

El problema se amplía si explicamos que los estudiantes con planes básicos, que son la mayoría, no tienen capacidad suficiente para asistir a una clase online, sostener videoconferencias con sus profesores, llenar fichas en línea o, simplemente, subir una tarea realizada. Y tampoco tienen los recursos económicos para pasar a un mejor plan.

En resumidas cuentas, en Chile estamos intentando formar a nuestros niños con soluciones de educación a distancia, cuyo principal requisito de acceso a ella es demasiado caro, o bien, definitivamente no existe. Si eso no es enrostrar la desigualdad, entonces estamos todos ciegos.

Según cifras de la OCDE (2019), Chile es el segundo país con mayor brecha digital después de Turquía, situación que, si se aplica directamente a la educación, constituye una perpetuación de las condiciones de inequidad para las próximas generaciones. Sobre todo, si consideramos que, por esencia, las localidades más pobres y desconectadas, ya cuentan con una peor calidad educativa.

Chile necesita con urgencia una mejora en su infraestructura de telecomunicaciones. Ciertamente se avanza y se conocen planes, pero estos no pueden retrasarse, ni menos estancarse. La base, no solo de la educación, sino que de los trabajos del futuro, de la salud y del emprendimiento, se sustentan en una columna vertebral sólida en conectividad y alcanzable para todos.

No cabe duda, tal como lo ha mencionado la OCDE, que más Internet es sinónimo de más oportunidades.

Fuente del artículo: https://www.latercera.com/opinion/noticia/mas-internet-mas-igualdad-de-oportunidades/ST2EVKD3TZBSVHDW4LPFX7RODE/

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Democratización de la educación

Por: Pedro Hernández Morales*

La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) cumplió 40 años en diciembre de 2019, su capacidad de enfrentar a un Estado que ha cambiado de máscaras del poder en los pasados ocho sexenios es resultado de su resistencia, persistencia y temple ante políticas educativas neoliberales. Un elemento fundamental de la resistencia pedagógica es la puesta en marcha en miles de escuelas de todo el país de una educación alternativa que hemos construido desde sólidos principios pedagógicos, el compromiso de los maestros democráticos y una visión de una educación integral y emancipadora.

Después de un año de un gobierno que abrió amplias perspectivas de cambio, aún no termina de abrogarse la mal llamada Reforma Educativa peñista. Si bien se avanzó en cancelar el aspecto punitivo de la evaluación a los docentes gracias al combate frontal de miles de maestros de la CNTE, mediante cambios a la legislación en materia educativa, pervive un modelo educativo heredado del antiguo régimen. Pocos cambios en las aulas se suceden a cuentagotas, los compromisos con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico siguen primando sobre el anhelo de una verdadera transformación de la educación. La profesionalización docente mediante una vigorosa actualización y capacitación profesional sigue siendo una aspiración. Los consejos técnicos siguen guiones diseñados centralmente, la autonomía escolar y los proyectos educativos son acotados por autoridades que no cambiaron más que de color de camiseta, pero que siguen teniendo un ADN evaluador y persecutor hacia el cambio.

La Secretaría de Educación Pública (SEP) administra la educación en el país mediante disposiciones que intentan paliar las coyunturas y dificultades que se van presentando. Falta una política de largo aliento, un plan educativo que trascienda los marcos estrechos de una visión efectista. En lugar de desatar la disposición que tienen millones de maestros, padres de familia y estudiantes, el compromiso de comunidades a hacer escuela, la SEP y su titular refrendan compromisos con quienes han hecho de la educación un gran negocio.

En la Ciudad de México, que cuenta con miles de maestros comprometidos, tampoco las autoridades locales los han convocado a desarrollar un amplio debate sobre el presente y futuro de la educación básica. Los avances en la basificación a docentes empiezan a generar expectativas de mayor certidumbre laboral; sin embargo, aún hay miles de interinos y carencia de maestros en todas las funciones en varias escuelas. Las actividades de capacitación y actualización son limitadas y muchas sólo por el esfuerzo, tiempo y recursos de los maestros.

Las carencias de mobiliario, equipamiento e infraestructura se mantienen; algunos programas cambian de nombre, pero mantienen su esencia neoliberal. Una política social de apoyo a estudiantes con graves carencias debe ponerse en marcha.

Educación especial requiere ser protegida, apoyada y extendida a todos los estudiantes que la requieran, sin más requisito que la necesidad de atender la diversidad en las escuelas de educación básica.

Es tiempo de que los maestros de la novena democrática ejerzamos la autonomía pedagógica y exijamos los cambios que correspondan a una verdadera transformación y democratización de la educación, junto a la democratización del SNTE y del país, ejes estratégicos de la CNTE.

* Director de la Escuela Primaria Centauro del Norte

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/03/14/opinion/012a2pol

Imagen: https://www.blogger.com/profile/10561188282917124746

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Una educación que libera

Por: Luis Miguel Alvarado Dorry

Resumen: La educación bancaria utiliza y aliena a las masas, volviéndolos seres ahistóricos y deshumanizantes, con el propósito de vivir una vida y una realidad ya dada, ya establecida por los grupos de opresores fatalizando las condiciones en las que viven para asesinar toda esperanza que en él y/o en ellos emanan. Mientras que la educación liberadora toma en cuenta las particularidades de cada ser y de cada comunidad, ya que cada uno ellos son seres históricos, con contexto y lenguaje que comparten el poder sin llegar a controlar o utilizar al otro, empleando el reconocimiento del otro, sentir al otro y a la naturaleza, conociendo y reconociendo al mundo y en el mundo mediante la dialogicidad, provocando contante y permanentemente la germinación de la esperanza, para transformar nuestras vidas, en una vida militante.

Palabras claves: 1. Educación bancaria, 2. Educación liberadora, 3. Desvelar, 4. Capitalismo, 5. Esperanza.

An education that liberates

Abstract: The banking education uses and alienates the masses, making them ahistorical and dehumanizing, with the purpose of living a life and a given reality, already established by the groups of oppressors fatalizing the conditions in which they live to kill all hope in he and / or in them emanate. While liberating education takes into account the particularities of each being and each community, since all children are historical beings, with the context and language that have the power to access or use the other, using the recognition of the other, to feel the other and nature, to know and recognize the world and the world through dialogicity, constantly and permanently causing the germination of hope, to transform our lives, into a militant life.

Keywords: 1. Bank education, 2. Liberating educatión, 3. Deveiling, 4. Capitalism, 5. hope.

Una educación que libera

“Así se encuentra la raíz de la educación misma, como manifestación exclusivamente humana. Vale decir, en la inconclusión de los hombres y en la conciencia que de ella tienen. De ahí que sea la educación un quehacer permanente. Permanente en razón de la inconclusión de los hombres y del devenir de la realidad”. (Freire, 2005, pág. 97)

Las hipócritas fachadas del neoliberalismo escondidas tras las organizaciones internacionales (G8, FMI, BM, OCDE, BID, ONU, UNESCO, UNICEF) moviendo sus hilos como un titiritero, por ello, es necesaria su develación para conocer y reconocer sus distintas formas de poder y de opresión, asimismo la importancia de analizar los discursos impregnados de idealismo para el control de las masas, usando como herramienta a la educación como medio primordial de transmisión de la cultura imperante y modos de producción y reproducción.

Freire conoce, reconoce y devela no una, sino dos tipos de educaciones, una servil a la clase dominante que es alienadora y tiene devoción a la muerte, por lo que es deshumanizante; y la otra, que es esperanzadora, liberadora y ama tanto la vida que humaniza al ser conociendo y reconociéndose así mismo, al otro y al mundo por medio de la dialogicidad.

En primera instancia se define el término de educación para analizar los discursos de las organizaciones internacionales que imponen políticas públicas en materia educativa a los gobiernos de los países de todo el mundo, a fin de diferenciarla de la educación propuesta por Freire surgida desde los propios contextos.

Se realiza una analogía de las educaciones de Freire a fin de conocerla y reconocerla para desaprender y reconfigurar nuestros lenguajes, con el hito transformar nuestra cultura y así poder, desde nuestras particularidades, combatir toda forma de poder y control que ejercen los dominantes hacía los dominados.

 Algunas concepciones

En la génesis del hombre cazador-recolector, según su evolución, eran capaces de establecer vínculos sociales, por lo tanto, necesitaban de una crianza para los más pequeños, es decir, los adultos educaban con base a la imitación y experiencias a los más pequeños, dentro de ésta educación podemos mencionar la convivencia con los demás integrantes del grupo, recolectar los frutos para alimentarse, elaborar y utilizar utensilios para la caza y recolección, entre otras. (Noah, 2014, págs. 22-23).

Es necesario definir a la educación para mayor comprensión, la Real Academia Española la define como “instrucción por medio de la acción docente” (2018); mientras que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas en inglés) (2005) tiene a la educación como “el medio principal para que toda persona, niño/a y adulto/a pueda desarrollar sus capacidades, habilidades y participar activamente en la sociedad” (pág. 4), para Simón Rodríguez en (Mejía, 2014) acuñando el término de educación popular, no la definió como tal, pero la caracterizó como “nos hace americanos y no europeos, inventores y no repetidores; educa para que quien lo haga, no sea más siervo de mercaderes y clérigos; hace capaz de un arte u oficio para ganarse la vida por sus propios medios” (págs. 20-21); entretanto, José Martí en (UNESCO, 1999) “Educar es dar al hombre las llaves del mundo, que son la independencia y el amor, y prepararle las fuerzas para que lo recorra por sí, con el paso alegre de los hombres naturales y libres” (pág. 810). Finalmente para Freire (2005), por ser seres inacabados y por tener historia, se empieza a partir de lo que somos hacía lo que pretendemos ser, “ahora, ya nadie educa a nadie, así como tampoco ya nadie se educa a sí mismo, los hombres se educan en comunión y el mundo es el mediador” (Freire, 2005, pág. 92), por lo tanto, la educación es un acto dialógico y dialectico “gnoseológico” (pág. 91), “ontológico” (pág. 97), “de praxis” (pág. 90), “un acto político y no solo pedagógico” (Nuñez, 1998, pág. 10), las tres últimas definiciones, denotan características transformadoras y liberadoras de la relación antagónica dominados-dominantes.

Las dos primeras definiciones tienen fuerte relación, pues, para desarrollar las capacidades y habilidades de todo ser humano, es necesaria la instrucción por parte del maestro o maestra, mientras que las tres últimas ponen énfasis en el contexto, en la historia, en el lenguaje, el manejo del poder, asimismo la estrecha relación dialógica entre los y las estudiantes y, los y las maestras, con el fin de liberarse del yugo de la opresión de la clase hegemónica.

Para Freire no existe solo una educación, sino que él describe, denuncia y anuncia a dos educaciones, la “educación bancaria” y la “educación liberadora”; la primera deshumaniza, por lo que aliena y domina a los y las estudiantes desvalorizándolas(os) depositando el conocimiento como meros recipientes, enalteciendo  así a los y las maestras, mientras que, la segunda, las y los vuelven más humanos; maestros, maestras y estudiantes se transforman entre sí con base a la dialogicidad, con más consciencia y con el compromiso de construir mutuamente el conocimiento en el proceso dialéctico de enseñanza-aprendizaje.

Las dos educaciones, una que esclaviza y otra que libera

En la educación bancaria que denuncia Freire (2005), los y las estudiantes, son pasivos, no se les valora el conocimiento que traen de su cotidianidad, es decir, no existe su experiencia, no participan ni hablan de las injusticias en la que viven; las y los  maestros son el amo y señor(a) del acto educativo, él o ella es el o la  sabia, son los y las que instruyen unidireccionalmente a los y las estudiantes en una especie de monólogo y/o conferencia magistral imponiendo conocimientos y realidades.

La educación es memorística mediante la repetición, en esta, se puede ejemplificar los métodos de lectoescritura en donde se les obliga a los y las estudiantes a repetir las letras del abecedario sin ningún significado, asimismo los números y las tablas de multiplicar que no representan para él o la estudiante absolutamente nada; es reduccionista, porque reducen los conocimientos y las realidades inducido por el propio maestro o maestra, estos y estas solo se basan en su programación de contenidos impuestos desde el sistema sin siquiera analizarlos; es mecanicista, pues conlleva un método riguroso preestablecido omitiendo las particularidades de los y las estudiantes.

La educación bancaria estandariza y homogeniza la rica diversidad que presentan los y las estudiantes, siendo el maestro o la maestra la ejecutora de tan vil acto desde su “conciencia intransitiva” (Freire, 2005, págs. 84-85), es decir, el maestro o la maestra no presenta un compromiso con su propia existencia, mucho menos con la existencia de los y las estudiantes; un banco entrega un comprobante cuando se le va a depositar cierta cantidad de dineros, asimismo la educación bancaria deposita ciertos contenidos programáticos preestablecidos por el grupo dominante, ésta entrega su comprobante llamado “certificado” del grado superado según los estándares educativos.

Los maestros y las maestras son las sabias, mientras que, las y los estudiante, son los ignorantes; los primeros ejercen control autoritario sobre los segundos, establecen orden en los grupos matando así toda autonomía, humanidad y libertades; ordenan ejerciendo el poder que le da su supuesta sabiduría, los y las estudiantes obedecen silenciosamente a causa de su ignorancia estigmatizada.

La educación bancaria abre cada vez más la brecha entre el ser humano y su naturaleza, su conciencia y su libertad; viven en constante competencia entre sí mismos y contra los demás, enalteciendo el tener (material) y desvalorizando el ser (esencia), entre más se adapten los dominados más serenos se mantienen los dominadores. Ésta educación fabrica deshumanos en serie, es necrófila, es decir, es devota a la muerte (Freire, 2005, pág. 89), no crece nada, al contrario tiende a morirse. Pero ¿a quiénes les conviene que esta educación siga perpetuándose?

Lo anterior fue legitimado a partir de la reconfiguración del capitalismo que entró en crisis, que ha adoptado nueva fachada con base a la globalización y neoliberalismo, en los 80’ los Estados Unidos observó un desarrollo importante en las nuevas tecnologías en Japón, por lo que de inmediato reconfiguraron su sistema educativo con un cambio rotundo al tecnocrático (Mejía, 2018, pág. 20), por consecuencia se reconfiguraron las Organizaciones Internacionales, las cuales, impusieron a los países en desarrollo una educación instrumentalizada, en donde la transmisión de conocimientos técnicos es su punto nodal,  Freire los denuncia como “educadores pragmáticos” (Freire, 1997, pág. 107), estos transmiten los conocimientos de algún tema, contenido o fenómeno en particular a los y las estudiantes como mero “adiestramiento y cultivo” (Freire, 1997, pág. 102), evitan así que los y las estudiantes piensen por sí mismos y construyan, entre todos y todas, sus propias realidades.

Toda esta estructuración mundial en materia educativa que persigue el amor a la muerte es iniciado desde el G8, donde participan las ocho grandes potencias del mundo (Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania, Reino Unido, Japón y Rusia) (Bonilla-Molina, 2017), estas potencias dueños del mundo establecen las agendas del Fondo Monetario Internacional (FMI) encargadas de legitimar las reformas pertinentes de la educación superior, en especie de cascada ésta plasma los lineamientos para el Banco Mundial (BM) que otorga financiamientos a los países desarrollados y en desarrollo, estableciendo reglamentos a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que decidió trabajar con la educación básica (preescolar, primaria y secundaria) y medio superior; a la ONU, que a su vez mantiene a la UNICEF y a la UNESCO (fachadas hipócritas que en su supuesto atienden los derechos de los niños y niñas); y al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que acuñó el término “calidad educativa” teniendo a investigadores financiados trabajando en materia educativa (Bonilla-Molina, 2017).

En este sentido, las reformas hechas en materia educativa de los países de todo el mundo, son elaboradas desde estos organismos internacionales imponiendo los estándares homogeneizantes y su enfoque educativo por competencias, enfatizando la educación técnica y priorizando a las lecturas de la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y las Matemáticas (STEM por sus siglas en inglés) (Mejía, 2018, pág. 21), marginando a las disciplinas humanas que hacen pensar como la Filosofía, Sociología, Psicología, Artes, Historia, entre otras, tendientes a desaparecer.

El capitalismo ha empleado todos los recursos que ha tenido a su alcance para que, a través de la publicidad desmedida, impacte en las subjetividades de los seres humanos de todas las edades y estratos socioeconómicos. La economía, la política y la educación han sido objeto de reformas estructurales sucesivas, en virtud de que la velocidad de los cambios experimentados por la ciencia y la tecnología ha hecho necesario ajustarlas a las nuevas necesidades de las sociedades y, sobre todo, a los intereses del régimen capitalista que se ha tornado insatisfecho en su insaciable deseo de cautivar las subjetividades de las personas y hacerlos sujetos consumidores, alienados y enajenados a tal grado que han perdido su identidad.

Para Freire, “el gran poder del discurso neoliberal reside más en su dimensión ideológico-política que en su dimensión económica” (Freire, 2006, pág. 71), en este contexto, se puede aseverar que el capitalismo utiliza a la educación como herramienta ideológica para poder alienar, oprimir y controlar a las masas.

Pero ¿se podrá luchar contra la monstruosidad del capitalismo salvaje? Para esto dice Freire “la realidad no es así, la realidad está así. Y está así no porque ella quiera, ninguna realidad es dueña de sí misma, esta realidad está así porque de este modo sirve a determinados intereses del poder” (Freire, 2006, pág. 71), en este sentido, se afirma que, cada persona desde sus particularidades y especificidades, podemos concientizarnos a nosotros mismos para poder ir en el camino de la transición de la “curiosidad ingenua” a la “curiosidad epistemológica” (Freire, 1997, pág. 106) con el objetivo primordial que, una vez desvelándonos las realidades, poder transformarnos a nosotros mismos desaprendiendo la programación impuesta que tenemos desde nuestra educación formal, no formal e informal (Mejía, 2014, pág. 73) y, poder entonces, de-construirnos, ya que somos seres inconclusos e inacabados en constante construcción, desde lo particular a lo colectivo y viceversa.

Para esta apocalíptica realidad que impone el neoliberalismo a través de su ideología, Freire propone una educación liberadora y humanizante que proviene de la esperanza de la naturaleza humana (ontológica); del significado profundo del lenguaje, de la palabra, de los conceptos, teorías, disciplinas, de las ciencias que implica acción y reflexión (gnoseológica); de la relación práctica-teórica valorando más la práctica que la teoría, por lo que, de la primera, funda a la segunda (praxis); y de la manera de concebir al mundo y concebirse en el mundo (política).

Es inherente dialogar los saberes propios de cada persona y cada comunidad para construir los imaginarios colectivos y confrontar esos saberes, para posteriormente realizar una negociación cultural respetando las especificidades de cada cultura (respeto y reconocimiento de sí mismo y del otro) y construir así los conocimientos emanados de la dialogicidad, por lo tanto, la escuela, la educación y la pedagogía tienen historia, lenguaje, contexto y poder, (Mejía, 2014, pág. 64).

Freire anunciaba “de ahí que sea la educación un quehacer permanente. Permanente en razón de la inconclusión de los hombres y del devenir de la realidad” (Freire, 2005, pág. 97), en este sentido, la educación en las escuelas, es un espacio no de conclusión, sino de constante dialéctica del proceso de enseñanza-aprendizaje para la construcción de sus propias realidades, tomando en cuenta su historicidad.

La educación liberadora pone como requisito primordial de la naturaleza humana a la “dialogicidad” (Freire, 1997, pág. 100), no como mero instrumento sino como una forma de vivir y de construir conocimientos y realidades a partir de la cotidianidad, con el hito de transformar la curiosidad ingenua en epistemológica y, por lo tanto, tener la capacidad de desvelar las diferentes formas de poder hegemónico en la relación opresor-oprimido.

Esta curiosidad epistemológica convierte a niños, niñas, hombres y mujeres en seres de la pregunta (¿por qué?), esta nos permite reflexionar acerca de los diferentes fenómenos, hechos y/o sucesos detectados para posteriormente participar activamente en las confrontaciones y soluciones, una “educación crítica de la curiosidad” (Freire, 1997, pág. 103). En este sentido, los y las maestras deben respetar las opiniones y argumentos de los y las estudiantes y, estos y estas, a las de sus maestros o maestras sin imponer las ideas unos a los otros, sino que, a partir de la confrontación de saberes y a través del diálogo en los círculos de cultura, construir nuevos conocimientos, (Freire, 1997, pág. 109).

Una vez que alcanzada la curiosidad epistemológica, los y las maestras, los seres humanos en sí, se vuelven investigadores críticos activos y participativos, problematizando a los y las estudiantes para que, entre sí, vayan transformando su curiosidad ingenua y comiencen a preguntar el porqué de las cosas, asimismo investigar sobre los fenómenos y situaciones que ocurren en sus realidades cotidianas con el fin de poder tomar las decisiones pertinentes.

En este sentido, el acto educativo liberador va comprometiendo tanto a los y las maestras como a los y las estudiantes en “hacerse sujetos de su proceso, superando el intelectualismo alienante” (Freire, 2005, pág. 100) y, como “seres inconclusos” e inacabados en constante construcción, por lo tanto, la educación se perpetua hasta el último suspiro de vida de cada individuo, de cada colectivo, de cada comunidad.

A modo de conclusión.

  • La educación formal, no formal e informal son permanentes para los seres humanos, es decir, hasta de la muerte misma se aprende, y éste, es el último aprendizaje;
  • Es necesario comprender la concepción de educación que tiene cada organismo internacional y cada autor, asimismo reflexionar acerca de los discursos ideológicos que impone el neoliberalismo en sus distintos disfraces (G8, FMI, BM, OCDE, BID, ONU, UNESCO, UNICEF) para desvelar las distintas formas de poder y control que ejercen los opresores a los oprimidos;
  • Es de gran importancia conocer y reconocer las características de la educación bancaria y, así poder desaprender y de-construir nuestra programación con el objetivo primordial de transformar nuestra conciencia intransitiva a una conciencia crítica;
  • Es importante comprometerse con una rigurosidad metódica para transformar la curiosidad ingenua a epistemológica, para posteriormente en colectivo docente, permitir a los y las estudiantes ser libres y, vuelvan a preguntar y preguntarse ¿Por qué?;
  • Es necesario el diálogo con argumentaciones precisas acerca de los fenómenos sociales detectados por los y las maestros y/o estudiantes para construir conocimientos desde sus particularidades.
  • Para la educación liberadora, el círculo de cultura y la dialogicidad, son un modo de vida.
  • La educación popular tiene historia, lenguaje, poder y contexto en América Latina, esto, ha permitido el despertar de luchadores y luchadoras que combaten las distintas formas de opresión por parte de las y los opresores, con el objetivo de liberarse en comunidad de las ataduras dominantes.
  • Es inherente, para la educación liberadora, un modo de vida “militante” que desvele las injusticias sociales y proponga alternativas para la construcción de un mundo más justo, más humano y humanizante.

Referencias

Bonilla-Molina, L. (05 de Julio de 2017). otrasvoceseneducacion.org. Recuperado el 01 de Marzo de 2020, de Apagón Pedagógico Global (APG): http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/230205

Freire, P. (1997). A la sombra de este árbol. Barcelona: EL ROURE.

Freire, P. (2005). Pedagogía del oprimido. México: Siglo XXI Editores.

Freire, P. (2006). El grito manso. Buenos Aires, Argentina: Siglo XXI.

Mejía, M. R. (2014). Educaciones y pedagogpias críticas desde el sur. Cartografías de la educación popular. México: CEAAL.

Mejía, M. R. (2018). Educación y escuelas en las globalizaciones del siglo XXI. Bogotá: En trámite. Borrador.

Noah, Y. (2014). De animales a dioses. Una breve historia de la humanidad. Bogotá, Colombia: Debate.

Nuñez, C. (1998). El Pablo que yo conocí. Educación y Transformación social, Revistas de estudios sociales y sociología aplicada #10. Documentación social, 3-14.

Real Academia Española. (2018). Diccionario. Educar. Madrid: http://www.rae.es/.

UNESCO. (1999). José Martí (1853-1895). Perspectivas, 808-821.

UNESCO. (2005). La educación como derecho humano. Vasco: UNESCO.

Imagen: Лечение наркомании en Pixabay

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