Asia/ China/ 05.05.2020/ Source: www.vanitatis.elconfidencial.com.
Countries where students are returning to classrooms include Germany and Denmark in Europe, and China, South Korea and Vietnam in Asia.
The pictures tell the story:
Asia/ China/ 05.05.2020/ Source: www.vanitatis.elconfidencial.com.
Countries where students are returning to classrooms include Germany and Denmark in Europe, and China, South Korea and Vietnam in Asia.
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América del Sur/ Argentina/ 05.05.2020/ Fuente: www.infobae.com.
Ya pasó un mes y medio desde que se suspendieron las clases en todo el país a partir del avance del Covid-19. En su lugar, se propició una serie de mecanismos de educación a distancia, más allá de que se sabía que iba a ser muy difícil sostener la enseñanza en un contexto de tanta de desigualdad y pobreza. Un nuevo informe confirma esas dificultades: señala falta de recursos y de estrategias claras.
El informe pertenece a la Fundación Cimientos, que se encarga de acompañar a adolescentes vulnerables para que terminen la secundaria. Los datos, que surgen de encuestas a 1.220 becados y 45 tutores, muestra que la gran mayoría de las escuelas (96%) está implementando una estrategia de continuidad pedagógica, pero la falta de computadoras, tanto en los hogares de los alumnos como de los maestros, dificulta la tarea.
Más de la mitad de los jóvenes, incluso, estudia a través del celular, con la complejidad que ello supone: una pantalla pequeña, que solo permite lecturas breves. El 70% de los alumnos becados no cuenta con una PC con conexión a internet y solo el 17% de las escuelas relevadas está entregando material impreso.
“Antes de esta crisis sanitaria, en Argentina 1 de cada 2 jóvenes no obtenía el título secundario. Este número, cuando los estudiantes vuelvan a las aulas, seguramente se incremente ya que muchos de ellos deberán insertarse en el mercado informal de trabajo para hacerle frente a la crisis económica de sus familias. Es necesario generar campañas y políticas educativas especificas para que, cuando esto pase, estar preparados para la vuelta a clases”, señaló Marcelo Miniati, director ejecutivo de Cimientos.
A su vez, Miniati consideró: “El rol del docente es irreemplazable en los sectores vulnerables. Es esencial el contacto con los profesores para el seguimiento de las tareas que las escuelas proponen, poder tener algún ida y vuelta, plantear dudas, etc. Más allá de la buena predisposición de las familias, en los sectores con mayores necesidades, el responsable adulto del hogar no cuenta con el capital educativo ni con el tiempo necesario para poder ser soporte de la educación de los chicos”.
La mayoría de los chicos encuestados (80%), procedentes de 15 provincias del país, dispone de un celular propio con Internet. El 92% tiene algún tipo de conectividad en su casa, pero el 62% se conecta únicamente a través de un dispositivo móvil, sea propio o familiar. Casi todos utilizan Internet habitualmente, principalmente en redes sociales (82%) y para la búsqueda de información (77%).
“Nadie estaba preparado para esta situación. Ni los chicos, ni los docentes ni las familias. Todos utilizan un celular para recibir las consignas de sus docentes. El inconveniente es que son viejos, tienen las pantallas rotas y hasta algunos no tiene wifi. Tienen que estar comprando datos para recibir la información. Les piden trabajos en Word por lo que deben bajar la aplicación y escribir hasta 5 carillas en un celular de esas características”, comentó la tutora Virginia Cleti, de San Lorenzo, Rosario, que acompaña a adolescentes por debajo de la línea de la pobreza.
Los docentes, según las encuestas, optan por enviar tareas a través de plataformas online y mensajes de WhatsApp como estrategias prioritarias. Sucede que, en muchas ocasiones, el vínculo no va más allá del envío de la actividad y solo el 5% de los chicos señala que no necesita ayuda para realizar las tareas que se les proponen. El 95% requiere apoyo.
“Existen muchas familias con varios hijos en edad escolar que solo cuentan con un celular con capacidad de conexión dentro del hogar. Se vuelve muy dificultosa la tarea de organizar la educación dentro del hogar. No hay una política unificada en las escuelas. Se va alternando entre Facebook, Google ClassRoom y WhatsApp para comunicar las consignas”, planteó Juan Palma, que acompaña a 45 alumnos en Berazategui y Guernica.
Para algunas familias, el inconveniente radica más bien en el exceso de deberes que están enviando los maestros. Según advierten los chicos, sus docentes los contactan para mandarles tarea (62%) y, en menor medida, con devoluciones o correcciones de los trabajos realizados (36%).
“Hay un exceso de tareas por la falta de organización y medios que no son acordes para recibirlas. El docente está transitando un cambio de paradigma donde el alumno se ve perjudicado ya que, por lo urgente e inesperado de la situación, se va aprendiendo sobre la marcha”, sostuvo Julieta Lagoa, tutora de jóvenes en Barracas y Tres de Febrero
Fuente de la noticia: https://www.infobae.com/educacion/2020/04/28/coronavirus-en-argentina-un-informe-advierte-sobre-las-dificultades-de-la-educacion-a-distancia/
América del Sur/ Colombia/ 05.05.2020/ Fuente: www.laopinion.com.co.
La profesora Alba, quien trabaja en zona rural del departamento del Cauca, da clases por teléfono en medio de la cuarentena en la que está el país desde las 11:59 de la noche del 24 de marzo pasado.
Es un reto, dice, porque no todos sus estudiantes ni los padres tienen conexión a internet ni celulares inteligentes, entonces “tengo que llamar a los papás a los celulares normalitos para poder hablar con los niños y orientarlos”, comenta Alba. Ella se ha dedicado a darles instrucción básica para no saturarlos, y los pone a dibujar o escribir mensajes “para que le muestren cómo pasan la pandemia”.
Una dura realidad
Este panorama es apenas un acercamiento a lo que se vive en la ruralidad y es uno de los retos de la nueva ministra TIC, Karen Abudinen, según Daniel Medina, exministro TIC, quien plantea que es urgente un vuelco en la política de conectividad rural del país. “Los estudiantes no están yendo al colegio, pero tampoco tienen el internet necesario. De seguir creciendo la brecha, va a ser terrible”. Es uno de los temores que plantea la profesora Alba.
Rosita Caro, directora del colegio privado Hacienda Los Alcaparros, en Bogotá, señala que, en el caso de ellos, el proceso ha sido menos complejo, aunque reconoce las debilidades que se tienen en el país en esta materia, especialmente en el área pública.
“Toda la educación, de alguna manera, estaba en procesos de integración de la tecnología con los colegios, pero algunos iban más adelantados, otros no tanto”, comenta Caro, al señalar que la pandemia dejó ver otras flaquezas, desde lo político, económico y tecnológico, por ejemplo.
“Debemos hacer énfasis en que la integración tecnológica es clave, pero fortaleciendo aspectos de la educación en casa”, en la que es clave la disponibilidad y deseo de los padres de familia y acudientes, agrega.
Otras tareas
Sobre esto, Andrea Guerrero, vocera de la iniciativa “La educación que nos une”, que agrupa a a 30 organizaciones privadas y oenegés, destaca que “no es un secreto la desigualdad en materia educativa, por lo que debemos poner sobre la meza la inequidad y pensar qué hay que hacer como país”.
Wilson Bolívar, decano de la facultad de Educación de la U. de Antioquia, agrega que se deben “promover las condiciones de acceso a internet como un derecho básico, así como las facilidades de acceso a equipos con el fin de evitar las desigualdades y disminuir la brecha social”.
Tanto Caro como Guerrero coinciden en que se debe impulsar la formación docente, para que tengan herramientas que les permitan priorizar los aprendizajes de los estudiantes , tal cual lo hace la profesora Alba, quien menciona que entre los 19 estudiantes que tiene a su cargo, entre transición y quinto de primaria, hay algunos que son de la misma familia, entonces los llama y “les pongo tareas para hacer juntos y los invito a cuidarse”.
Entretanto, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en un documento publicado la semana pasada, recomendó garantizar la continuidad de la enseñanza, “en particular a los más vulnerables”, desarrollar plataformas nacionales de aprendizajes, poner a disposición recursos técnicos como “aplicaciones gratuitas multilingües en línea para ayudarles a padres, maestros y escuelas a facilitar el aprendizaje, brindar atención social e interacción” durante el tiempo en que estén cerradas las escuelas por la pandemia.
Fuente de la noticia: https://www.laopinion.com.co/colombia/las-grietas-en-educacion-que-muestra-la-pandemia-195634#OP
Por: CLACSO.
“Las desigualdades de géneros y cuidados ante la pandemia”
Segundo Conversatorio: jueves 7 de mayo de 16 a 18hs. (Argentina/Uruguay)
Cuidados en la pandemia. Políticas comunitarias de cuidados y mesa interministerial en Argentina.
Organizan:
Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Argentina
Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO
Exponen:
– Lucía Cirmi Obón, Directora Nacional de Políticas de Cuidado, Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad
– Gabriela Bauer, Directora de Salud perinatal y niñez, Ministerio de Salud
– Gabriel Lerner, Secretario Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, Ministerio de Desarrollo Social
– Verónica Gonzalez, Agencia Nacional de Discapacidad
– Laura Sirotzky, Subsecretaria de Educación Social y Cultural, Ministerio de Educación
– Jacky Flores, Referenta Nacional de Utep, trabajadora de la economía popular, feminista, Secretaria de la Faccyr y Coordinadora Nacional del Programa Promotoras Ambientales Cartoneras, Primer programa con perspectiva de género para el sector cartonero
– Laura Pautassi, Grupo de Trabajo CLACSO Cuidados y género, Argentina
Modera:
– Natalia Genta, Grupo de Trabajo CLACSO Cuidados y género, Uruguay
Para participar completa este formulario:
Fuente de la reseña: https://www.clacso.org/las-desigualdades-de-generos-y-cuidados-ante-la-pandemia-segundo-conversatorio/
Por: CLACSO.
En un nuevo capítulo de sus Diálogos, Karina Batthyány, Secretaria Ejecutiva de CLACSO, dialogó a la distancia con Saskia Sassen, socióloga, escritora y profesora radicada en Londres, especializada en fenómenos como la inmigración y los cambios en el Estado liberal a consecuencia de las actuales condiciones transnacionales. Autora, entre muchas otras obras, del ensayo “La ciudad global”, una referencia para entender la transformación que el neoliberalismo ha llevado a cabo en las grandes metrópolis mundiales.
En su introducción, Karina Batthyány planteó que esta pandemia del COVID-19 “ha afectado todos los aspectos de la vida en sociedad, particularmente los aspectos de nuestra vida cotidiana, nuestro día a día en las formas en que interactuamos, y allí han aparecido algunos conceptos que empujan a la reflexión”. Ilustró diciendo que en el Uruguay se empezó a hablar de una nueva normalidad” basada en la distancia y el aislamiento social, un concepto que utilizan otros mandatarios tanto de América Latina como de otras regiones y que cuenta con antecedentes históricos.
Al respecto, Saskia Sassen consideró que “llamarlo nueva normalidad es como no reconocer que algo no funcionó. Para mí la pregunta es: ¿dónde fallamos nosotros? ¿Por qué nos tomó tanto por sorpresa la llegada de este virus?” Enumeró otras pandemias que sacudieron a la humanidad en los tiempos modernos, interrogándose: “¿Abusamos nosotros a la madre naturaleza?” recordando “que coexistimos en este mundo, no estamos solos, ya hemos matado a tantos animales, matado árboles, matado aguas, etc., etc., y ahora tenemos esto… Todo lo que matamos explica en parte que tenemos estas presencias que nos llegan por una semana, dos semanas, tres semanas y después desaparecen”.
Fuente de la entrevista: https://www.clacso.org/hablar-de-nueva-normalidad-es-reconocer-que-algo-no-funciono/
Redacción: El Mundo
El presidente brasileño echa mano de ‘fake news’ para atacar a la organización. Desde el principio de la pandemia, Bolsonaro se ha enfrentado a la OMS por su defensa de las medidas de aislamiento social.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, echó mano de ‘fake news’ en su particular guerra contra la Organización Mundial de la Salud (OMS). La madrugada de este viernes publicó en Twitter críticas a la organización por supuestamente incentivar la masturbación y el sexo entre niños, sin citar ninguna fuente ni documento oficial. Poco después, dio marcha atrás y borró el tuit.
«Esta es la OMS que muchos dicen que tengo que seguir en el caso del coronavirus. ¿Entonces deberíamos seguirla también en sus directrices para las políticas educativas?», se preguntaba Bolsonaro, que añadía que, para los niños de 0 a 4 años la entidad recomienda «satisfacción y placer al tocar el propio cuerpo (masturbación)» y que «jueguen a los médicos» para expresar sus deseos y necesidades.
Según el presidente brasileño, entre los 4 y los 6 años la OMS recomienda «masturbación en la primera infancia» y «relaciones entre personas del mismo sexo», y un poco más adelante, para los niños de 9 a 12 años, la primera experiencia sexual.
Las noticias falsas de contenido sexual no son algo nuevo en el presidente Bolsonaro. Durante la campaña electoral de 2018 su entorno difundió ampliamente en WhatsApp y en las redes sociales el bulo de que su rival, Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT) quería distribuir a los niños biberones en forma de pene.
Tampoco son nuevas las críticas a la OMS en plena pandemia del nuevo coronavirus por su defensa de la necesidad del aislamiento social para frenar la expansión del virus. Además, Bolsonaro manipuló el discurso del director de la entidad, Tedros Ghebreyesus en varias ocasiones para sostener su discurso de que hay que reactivar la economía y volver a trabajar lo antes posible.
El 31 de marzo, en un discurso a la nación, insinuó que Ghebreyesus le daba la razón al decir que los países pobres tienen circunstancias diferentes porque muchos trabajadores informales tienen que salir a la calle para poder comer, pero omitió la parte en que la decía que «es vital» que los gobiernos den a esos trabajadores las condiciones de poder realizar el confinamiento en sus casas.
La semana pasada, Bolsonaro insistió en los ataques directamente al director de la OMS, diciendo que no tenía credibilidad: «Me estoy enfrentando a procesos dentro y fuera de Brasil, siendo acusado de genocidio, por haber defendido una tesis diferente a la OMS. Hablan mucho de seguir a la OMS… ¿el director-presidente de la OMS es médico? ¡no es médico! ¿lo sabíais?«, decía a sus seguidores en un vídeo en directo en Facebook.
Ghebreyesus es biólogo, tiene un doctorado en salud pública y fue ministro de Salud y Relaciones Exteriores de Etiopía, además de acumular una vasta experiencia en el área de salud. Hace unos días, cuando fue preguntado por las críticas de Bolsonaro se limitó a decir que los países que han seguido las recomendaciones de la organización están en una situación menos dramática.
Para algunos miembros del Gobierno, la OMS es vista con aún más escepticismo. El ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, escribió que detrás de la pandemia hay un plan para implantar el comunismo a nivel mundial. El anterior ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, fue destituido tras semanas intentando convencer a Bolsonaro de la necesidad de implantar medidas de confinamiento, y su sucesor, Nelson Teich, todavía no ha presentado un plan claro contra la pandemia. Bolsonaro dijo ayer que está dando directrices al ministro para que permita abrir «rápidamente» la economía.
Mientras tanto, Brasil sigue en la curva creciente de casos y ya cuenta más de 5.400 muertos y 78.000 contagiados de covid-19. Algunas ciudades, como Manaos, Fortaleza, São Paulo y Río de Janeiro ya están con sus hospitales y cementerios al borde del colapso.
Fuente: https://www.elmundo.es/internacional/2020/04/30/5eaad04f21efa0a0538b4575.html
Lo primero que llama la atención es que, al contrario del lema barato «estamos todos en el mismo barco», las divisiones de clase han estallado. En el fondo de nuestra jerarquía, están aquellos, refugiados, personas atrapadas en zonas de guerra, cuya vida es tan pobre que, para ellos, la pandemia no es el principal problema. Si bien nuestros medios de comunicación siguen ignorando a estas personas, somos bombardeados por celebraciones sentimentales de enfermeras en la primera línea de nuestra lucha contra el virus. Pero las enfermeras son solo la parte más visible de toda una clase de ‘cuidadores’ que se explota, aunque no en la forma en que se explotaba la vieja clase trabajadora retratada en las imágenes marxistas. En cambio, como dice David Harvey, forman una «nueva clase trabajadora».
El dice :“La fuerza laboral que se espera que se encargue de los números crecientes de los enfermos, o que brinde los servicios mínimos que permiten la reproducción de la vida diaria, es, por regla general, altamente de género, racializada y étnica. Esta es la «nueva clase trabajadora» que está a la vanguardia del capitalismo contemporáneo. Sus miembros tienen que soportar dos cargas: al mismo tiempo, son los trabajadores con mayor riesgo de contraer el virus a través de sus trabajos, y de ser despedidos sin recursos financieros debido a la reducción económica impuesta por el virus. La clase trabajadora contemporánea en los Estados Unidos, compuesta principalmente por afroamericanos, latinos y mujeres asalariadas, se enfrenta a una elección fea: entre sufrir contaminación en el curso del cuidado de las personas y mantener abiertas las formas clave de suministro (como los supermercados),
Por eso, en Francia, estallaron revueltas en los suburbios pobres del norte de París, donde viven los que sirven a los ricos. Y es por eso que, en las últimas semanas, Singapur ha tenido un aumento dramático en las infecciones por coronavirus en los dormitorios de los trabajadores extranjeros. Como informó CNN , “Singapur es el hogar de aproximadamente 1,4 millones de trabajadores migrantes, que provienen en gran parte del sur y sudeste de Asia. Como amas de casa, empleadas domésticas, trabajadores de la construcción y trabajadores manuales, estos migrantes son esenciales para mantener el funcionamiento de Singapur, pero también son algunas de las personas más vulnerables y peor pagadas de la ciudad «. Esta nueva clase trabajadora estuvo aquí todo el tiempo: la pandemia lo impulsó a la visibilidad.
Para definir este sector adecuadamente, Bruno Latour y Nikolaj Schultz acuñaron el término «clase geo-social». Muchos de ellos no son explotados en el sentido marxista clásico de trabajar para quienes poseen los medios de producción; en cambio, son explotados a través de las condiciones materiales de su vida: su acceso a agua y aire limpios, su salud, su seguridad. La población local se explota cuando sus tierras se utilizan para la agricultura a gran escala destinada al mercado de exportación, o para la minería extensiva. Incluso si no trabajan para una empresa extranjera, son explotados en el simple sentido de ser privados del uso completo de la tierra que les permite mantener su estilo de vida. Tomemos a los piratas somalíes, por ejemplo: recurrieron a la piratería porque las compañías extranjeras que practican la pesca a escala industrial agotaron su costa en el mar. Parte de su territorio fue apropiado por los países desarrollados y utilizado para mantener nuestro estilo de vida, mientras que la de ellos disminuyó. En este sentido, Latour sugiere que deberíamos reemplazar el término“Apropiación de plusvalía” con “apropiación de existencia excedente”, donde “existencia” se refiere a las condiciones materiales necesarias de la vida.
Como hemos descubierto, en una pandemia, cuando incluso las fábricas están paralizadas, la clase geo-social de cuidadores tiene que seguir trabajando. Entonces, parece apropiado dedicarles este 1 de mayo, en lugar de la clásica clase obrera industrial. Son ellos los verdaderamente sobreexplotados: explotados cuando trabajan porque su trabajo es en gran medida invisible y explotado incluso cuando no trabajan debido a sus condiciones materiales. No solo se explotan en lo que están haciendo: se explotan en su propia existencia.
El sueño eterno de los ricos es el de un territorio totalmente separado de las viviendas contaminadas de los pobres: solo piensen en todos esos éxitos de taquilla posapocalípticos, como la película de Eillium de Neill Blomkamp, ambientada en 2154, en la que vive la élite. una gigantesca estación espacial hecha por el hombre, mientras que el resto de la población reside en una Tierra en ruinas que se parece a una favela latinoamericana expandida. Mientras tanto, en el mundo real de hoy, esperando algún tipo de catástrofe global, los ricos están comprando villas en Nueva Zelanda o renovando bunkers nucleares de la Guerra Fría en las Montañas Rocosas. Pero el problema con una pandemia es que uno nunca puede aislarse por completo. Al igual que un cordón umbilical que no se puede cortar, una conexión con la realidad contaminada es inevitable, sea cual sea su estado social. Como hemos descubierto, en una pandemia, cuando incluso las fábricas están paralizadas, la clase geo-social de cuidadores tiene que seguir trabajando. Entonces, parece apropiado dedicarles este 1 de mayo, en lugar de la clásica clase obrera industrial. Son ellos los verdaderamente sobreexplotados: explotados cuando trabajan porque su trabajo es en gran medida invisible y explotado incluso cuando no trabajan debido a sus condiciones materiales. No solo se explotan en lo que están haciendo: se explotan en su propia existencia.
Fuente e Imagen: https://www.rt.com/op-ed/487517-slavoj-zizek-new-working-class/