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Retos de la educación frente al virus y al internet

Por: Miguel Erasmo Zaldívar Carrillo

La pandemia está abriendo aristas de análisis que se mantenían, por la costumbre y la pereza mental, algo ocultas al pensador común y el crítico. Muchos ya se alarman por el enorme poder que van adquiriendo estos canales para entrar en el proceso de subjetivación del hombre pos-neoliberal, si es que se me acepta el término.

Coincido en que es preocupante que empresas privadas se afilen los dientes para hacerse de un mercado especial para el momento: cultiva tu cultura sin exponerte al virus; títulos a domicilio. Es claro que esto será fundamental para épocas de pandemias, de guerras, de toques de queda; pues pase lo que pase las calificaciones y entrega de títulos no se detendrán y la ganancia en hegemonía y en dinero estará garantizada.

En lo personal creo que estamos asistiendo a reacciones atrasadas de un proceso de dominación que se expande ya por varias décadas; esto es solo la punta del iceberg. El control de la mente humana por el sistema imperialista de dominación y por la cultura que se encarga de socializar, ha sido denunciado desde la primera mitad del pasado siglo. Los textos nacidos de la escuela de Frankfurt son un buen ejemplo de ello. Sin embargo, este no es el problema más serio, hay una pregunta que por mucho que se haga se queda sin propuesta concreta ¿Qué hicieron los sistemas escolares frente a estas contundentes críticas que se hacían a la televisión? ¿Es que acaso se prepararon las escuelas para desarticular la mediación que, cada vez con más fuerza, ejercían las televisoras sobre la manera de ver y comprender la realidad histórica por el gran público? La respuesta puede parecer dura, pero es un no rotundo, no se prepararon y hoy estamos recogiendo los frutos.

En el plano más concreto la escuela no propuso a través de sus sistemas curriculares criterios estéticos para que los alumnos descubriesen las manipulaciones y mediocridades de los productos audiovisuales que consumían. La escuela estaba en su mundo y la televisión ganándose los espacios de preferencia para el tiempo libre de los alumnos. Hoy, luego de muchos años de entretenimiento ya no se trata de que a la población les guste leer o pensar; es que, como norma,  lo que les gusta, disfrutan y llena su tiempo no es otra cosa que la farándula. La familia que hoy en día tenga un hijo que busque la lectura espontáneamente puede darse con una piedra en el pecho porque se reconoce que esto ya no es más lo común.

Y regreso a mi tema. Lo peligroso no es tanto que consuman el producto audiovisual, sino que carecen de los mínimos criterios para hacerse una idea objetiva de lo que consumen. A tal punto que pueden salir de una película como Batman exclamando: ¡viste que buena estuvo la película!

Este no es tema de discusión común entre los educadores ni siquiera en estos momentos: en algunos casos disputamos el derecho a que en la escuela exista conectividad, buenas computadoras y salas de cómputo. Exigen que los alumnos tengan acceso a estas novedosas tecnologías. Pero lo que no se discute es qué haremos pedagógicamente para que estas herramientas no continúen siendo armas de la alienación masiva. En su tiempo no lo discutimos con la televisión y, ahora, no lo estamos haciendo con el internet.

Tanto la televisión como las novedosas tecnologías se convirtieron inmediatamente en conductos para la venta de una vida ilusionada, alimentada en la lógica de un sistema profundamente alienador. Podemos decir que en este momento histórico en que vivimos acosados por una pandemia, fundamentalmente virtual, no somos capaces de ver la enorme posibilidad que se nos abre porque vemos las cosas como ellos desean que lo hagamos. No puede negarse que ya se capitalizó la información por el sistema y nos la sirven a goteros y con el sabor, color y olor que ellos deciden.

El capitalismo aprende rápido y ya está sacándole ganancia a la situación en la que vivimos. Las ventas de Walmart se dispararon con la pandemia. Ya no discutiremos más la mediocre reforma educativa de Peña que no termina de morir, ahora debemos estar alineados en los temas que nos dictan. El capital marcha delante de la izquierda, subsumiendo la crisis y regurgitando sus propias soluciones.

¿Por qué los sistemas educativos nunca discutieron los fundamentos éticos de la televisión y su impacto en la transformación curricular? ¿Por qué, si reconocimos que la televisión es nefasta, no nos dimos a la tarea de incluir en los currículos materias que se ocuparan de contrarrestar su efecto? La respuesta es clara: porque el capitalismo no lo permitía. Mejor nos entretenía con teorías del aprendizaje significativo y por descubrimiento que, como se sabe, ningún daño le proporcionaba a su hegemonía cultural.

Solo los que estudiaban filosofía o historia del arte, entre otras carreras, llegaban a tener criterios objetivos de crítica hacia los productos audiovisuales, que la mayoría alejada de la crítica consumía. ¿Por qué no tuvimos en la secundaria y el bachillerato una materia que se denominase: “Análisis crítico del producto audiovisual”?

Hago estas interrogantes porque hoy, que estamos viendo el enorme poder de manipulación de las redes, tampoco estamos haciéndonos estas preguntas.  En las escuelas se trabajan ciertos programas, como el PowerPoint, como si ello fuese una gran herramienta de las tecnologías; cuando en realidad, entre otros efectos negativos, este programa produce masas de tontos que leen y comentan trozos de textos bajados de internet y combinados con figuritas que se mueven, sin comprender ni teorías, ni autores, ni el tema que exponen. Excel, por ejemplo, ya no autoriza comprender lo que es la desviación estándar porque la mente dejó de seguir la ruta analítica del número y se conformó con introducir datos y dar un clic.

Por todo esto, digo que el problema serio de la relación entre coronavirus, internet y educación, ya lo teníamos solo que, tal vez, no lo vimos. El reto pedagógico no es adaptarse a una nueva manera de desarrollar el proceso educativo, ni siquiera aceptar el reto de humanizar las redes, sino que necesitamos con urgencia procesos de análisis y educación, encaminados a darles los criterios de crítica y análisis a los jóvenes para que puedan estar solos con las redes debatiendo su sentido humano y culturalizador.

La televisión y las redes no tienen el poder de hacer con los humanos nada que no sea autorizado por ellos.  No se trata tanto de lo que las redes pueden hacer, sino de lo que nosotros, como educadores, podemos. Pero resulta que el currículo tradicional que tenemos no nos permite actuar más allá de la instrumentalidad informática; ni contra la vieja televisión, ni contra la nueva tecnología podemos revelarnos, porque se asume que esto es cosa de especialistas y está fuera de los contenidos.

Y este es el tema esencial: la escuela nunca se especializo en la tarea de descolonizar a los jóvenes. Sin entender las herramientas de la dominación semiótica no podremos emanciparnos culturalmente. Es por ello que pedagógicamente la emancipación se quedó en el sueño incumplido de los filósofos y no llegó a aterrizar ni en el contenido, ni en las formas de organización, ni en los métodos y mucho menos en los objetivos de los sistemas de educación. Todo ello generó que el carácter del hombre moderno fuera el consumismo, la competitividad y la meritocracia.

La televisión y las redes alienan, pero entendamos que usted, persona adulta, ya puede decidir. Sé que es discutible, pero en algo coincido son esta frase de Sartre “estamos condenados a la libertad” porque a cierta edad decidimos. Al menos entendamos que si usted, persona adulta, no habla con sus hijos, está alejado de su familia e incomunicado con sus propias emociones se debe al tipo de persona y de padre en que usted se ha convertido. Y aunque usted ha sido educado en una época y por una familia entenderá que: según Sartre: “El hombre es lo que hace con lo que hicieron de él”. El educador debe ser educado nos decía el viejo topo. Lo que los medios de comunicación nos están haciendo es evitable si nosotros nos organizamos como educadores para contrarrestar.

En este punto todos los educadores debemos hacer algo con lo que han hecho con nosotros. Debemos hacer algo con nuestros hábitos, gustos, deseos y preferencias. Y, claro, también con nuestro tiempo libre.

Reconozcamos que no contamos con las materias escolares que nos permitan preparar a una inmensa masa de estudiantes para criticar la basura chatarra que les venden por las redes. Debemos trabajar urgentemente para incluir en los diseños curriculares contenidos que permitan a las nuevas generaciones luchar contra el capitalismo cultural también en el espacio de la red de redes. Este es un muy buen momento para ello. Estamos en casa, usemos el tiempo en producir para liberar.

Ya sabemos que ni la televisión ni las redes están incluidas como contenidos de análisis en los currículos. No se las analiza y critica en su impacto gnoseológico, axiológico ni práctico. Hasta donde conozco, y sé que solo soy un humano; ni Hollywood ni Disney fueron confrontados por el currículo escolar. Son los peores enemigos del proceso de aprendizaje y formación de valores y los hemos dejado solos en al campo de batalla cultural para que se adueñen del tiempo de vida, las ilusiones, los gustos y los hábitos de nuestros niños y jóvenes.

No creo que esta pandemia haga que la escuela mejore si no nos metemos, sin temor, a debatir, los serios retos que enfrentamos como educadores de una generación que está llamada a salvar al planeta de la extinción definitiva. Pero la pandemia sí nos ha creado un momento especial: ya nos expulsó de las aulas; hagamos que nos expulse de nuestros hábitus.

Fuente: El autor escribe para OVE

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Día X de cuarentena…

Por: Abelardo Carro Nava

De repente, cual fotografías de esas instantáneas, vienen a mi mente varios recuerdos de mi infancia. Mis padres, fieles a las enseñanzas de sus padres, seguían a pie juntillas su ejemplo. No había otra forma de ser “alguien” en la vida. Finalmente, quienes nacimos en condiciones económicas limitadas, teníamos claro que el trabajo dignifica al hombre, y vaya que hay razón en ello.

Levantarse, desde pequeño, muy temprano para acompañar a mi padre y hermanos al campo, a la “pizca” o “trasiego”, era de lo más divertido. ¿Cómo podría ser pesado o aburrido si desde niño era el mundo que habíamos conocido?, ¿cómo negarse, si de tal actividad, obteníamos algún dinero para que mis padres solventaran otros gastos?, ¿cómo no ser parte de algo que, a decir de tus padres, era para el bienestar de la familia?

Pasadas algunas horas de labriego llegaba el desayuno. Ese menú exquisito que se conformaba por abundantes “gorditas” cocidas en comal de barro, con masa de maíz antes cosechado, harta salsa y solo unas cuantas pizcas de queso; y un atole, sí, un atole también de masa cuyo color y consistencia guardo en mis adentros.

El trabajo no menguaba. Las horas pasaban y el calor atosigaba. Sí, esa era la hora en que debíamos volver a casa. ¿Un baño? Ni pensarlo, primero debíamos realizar las tareas asignadas: barrer el patio, escombrar los cuartos, acomodar la leña, limpiar el pequeño establo, en fin, siempre había algo que hacer y rehacer para ayudar en los deberes domésticos. ¿Y luego? Las pequeñas tareas escolares que mis padres nos encomendaban: leer un cuento, resolver problemas matemáticos, repasar lo que en el ciclo escolar habíamos trabajado. ¿Y los juegos? ¡Claro que había espacio para los juegos! Sí, esos momentos que, después de la comida, se propiciaban con los demás niños de la cuadra, una “cascarita” le llamaban. Yo, desde luego, era el portero y, por ser el más pequeño, siempre era el que me “brincaba” a las casas de los vecinos cuando la pelota se nos volaba.

El tiempo pasaba y la cena llegaba, pero antes un baño, sí, un baño que verdaderamente disfrutaba. El correr del agua calientita sobre mi cuerpo, ha sido de las experiencias más extraordinarias que aún conservo.

Sentados en la mesa, mi padre tocaba su guitarra y “La Malagueña” cantaba. No sé si esa canción era la única que se sabía, pero recuerdo claramente cómo siempre se entonaba. La noche llegaba. Unas cuantas horas de descanso y de nuevo la jornada.

No, no eran vacaciones como las que hoy conocemos. La televisión era un lujo que no podíamos darnos en esos momentos. El dinero no alcanzaba para comprar un producto de esa naturaleza. Sin embargo, leer una novela, nos llevaba a mundos insospechados.

Aún recuerdo a María, sí, aquel texto de Jorge Isaacs que me tuvo al borde de las lágrimas. Su muerte, fue uno de esos hechos incompresibles que, desde luego, mi padre con sus sabias palabras, me explicaba. O bien, ese mundo de aventuras y misterios que, con Julio Verne y su Viaje al Centro de la Tierra, viví intensamente. No, no eran las vacaciones como las que ahora conocemos y, mucho menos, los juegos que ahora vemos. Hacer un paracaídas con una bolsa de plástico a la que se le ataban unos estambres en un extremo y del otro, las manos de un luchador, también de plástico, era todo un suceso. Esas competencias con los vecinos para ver cuál “volaba” más alto eran interminables; las apuestas siempre giraban en torno a nuestro gran tesoro: un dulce o un chicle que, como parece obvio, gané una y otra vez, para envidia de todos.

De vuelta a la realidad, de un tiempo a la fecha me he preguntado ¿qué tanto, como sociedad, hemos cambiado para pensar que un televisor es un gran aliado en contra del aburrimiento y el desasosiego?, ¿por qué las tabletas y los videojuegos han sustituido esas “cascaritas” tan amenas que sosteníamos con nuestros amigos?, ¿qué hemos hecho, como sociedad y gobierno, para que todo sea tan diferente pero, lastimosamente, igual que antes? Sí, tal vez se deba a un problema de clases sociales, y a lo que alguna vez algún profesor de la universidad definió como capitalismo. Sí, esa forma de vida que, por más que se diga lo contrario, genera grandes desigualdades sociales por el libre mercado.

Tengo claro que los tiempos ya no son los mismos de aquella, mi infancia, y que las condiciones económicas han acelerado nuestro ritmo de vida; desde luego, hay quienes vamos al día, viviendo y sobreviviendo con lo que hacemos y con lo que tenemos. Por ello comprendo, que las responsabilidades que tenemos en casa, las hemos sustituido con ciertos artefactos tecnológicos que derivan en la poca atención que, de alguna u otra manera, brindamos a nuestros seres queridos.

Tal vez sea momento, mientras vivimos esta pandemia generada por algo que los científicos han llamado coronavirus, de reflexionar sobre lo que hemos hecho y cómo lo hemos hecho o estamos haciendo. Bien se dice que la educación comienza en casa y, desde luego, coincido en ello.

Asignar pequeñas tareas a nuestros hijos logrando que comprendan el porqué de éstas, no es algo de otro mundo. Sé muy bien, porque me pasa lo mismo, que a veces cinco minutos significa destinar un tiempo que no teníamos contemplado porque nuestras actividades, sobre todo, laborales o domésticas, nos meten en un trajín de eventos sin sentido porque, inevitablemente, el sustento es lo primero; sin embargo, desde mi perspectiva, esos cinco minutos pueden ser tan valiosos en las personas como su vida misma. Muchas veces me han preguntado cómo podemos fomentar los valores universales en los nuestros. Mi respuesta ha sido inequívoca: comunicarnos, escucharnos, respetarnos, amarnos, etcétera; son, desde luego, pequeñas acciones que pueden generar ambientes favorables que propicien un sentido de corresponsabilidad y conciencia en los que hacemos y cómo lo hacemos.

No lo olvidemos pues, que los mexicanos, sin distingo de género, somos “luchones”, y es precisamente esa fuerza y ese carácter, lo que puede llevarnos a trabajar para ser mejores seres humanos. Hombres y mujeres empáticos…

Si la educación comienza en casa, y ustedes coinciden en ello, es un buen momento para seguir trabajando en ello. Así, con pequeñas acciones que, seguro estoy, más adelante tendrán grandes resultados colectivos, mimos que nacerán en la individualidad de los individuos.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/dia-x-de-cuarentena/

Imagen: https://pixabay.com/illustrations/tv-man-sofa-tv-room-apartment-1529259/

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Perú: Hoy inició educación a distancia a nivel nacional para escolares de todos los niveles por cuarentena

América del Sur/ Perú/ 07.04.2020/ Fuente: peru21.pe.

Solo por Radio Nacional se emitirá Educación Básica Especial y Educación Básica Alternativa para personas con alguna discapacidad.

  • Martín Benavides, ministro de Educación, informó que este lunes 6 de abril iniciarían las clases desde casa para el nivel inicial, primaria y secundaria. Y así fue, las clases se vienen brindando a través de medios digitales, televisión y radio para que todo aquel que no tenga acceso a internet, pueda acceder a la educación.

Desde el Ejecutivo seguimos trabajando para brindar los servicios básicos a los peruanos en medio de la emergencia por el -19. Por ello, hoy empieza el año escolar a distancia a través de @tvperupe, @RadioNacionalFM y http://www.aprendoencasa.pe .

Aprendo en casa: plataforma educativa | Minedu

Aprendo en casa ofrece experiencias de aprendizaje, herramientas y recursos educativos orientados a favorecer los aprendizajes

‘Aprendo en casa’ del Ministerio de Educación se presenta en horarios específicos. Y será transmitido de lunes a viernes.

Con esta medida, Minedu busca evitar el contagio y propagación del coronaviurs (COVID–19) mediante clases virtuales en cuarentena. El nivel de educación inicial va dirigido para niños y niñas de 3 a 5 años, empezará a las 10 a.m. a través de TV Perú y Radio Nacional.

El nivel primaria empieza a las 10:30 a. m. en TVPerú y a las 3:00 p. m. en Radio Nacional para primer y segundo grado. Secundaria inicia a las 9:00 a. m. por radio y a las 2:00 p. m. en televisión. Se presentará diversos textos enfocados en lenguaje, literatura y razonamiento verbal.

Solo por Radio Nacional se emitirá Educación Básica Especial Educación Básica Alternativa para personas con alguna discapacidad.

PARA ACCEDER AL MATERIAL ESCOLAR DE MANERA VIRTUAL DEBES INGRESAR AQUÍ

Aprendo en casa. Accede de manera virtual.Aprendo en casa. Accede de manera virtual.

ESTOS SON LOS HORARIOS PARA TELEVISIÓN A TRAVÉS DEL CANAL TVPERÚ Y LA PROGRAMACIÓN PARA HOY

Aprendo en casa. Programación de TV Perú. Aprendo en casa. Programación de TV Perú.

TV PERÚ TAMBIÉN TRANSMITIRÁ SU PROGRAMACIÓN VÍA REDES SOCIALES

ESTOS SON LOS HORARIOS Y LA PROGRAMACIÓN PARA HOY A TRAVÉS DE RADIO NACIONAL

Programación de Aprende en Casa por Radio Nacional. Programación de Aprende en Casa por Radio Nacional.

Fuente de la noticia: https://peru21.pe/peru/coronavirus-coronavirus-peru-aprendo-en-casa-hoy-inicia-educacion-a-distancia-a-nivel-nacional-para-escolares-de-inicial-primaria-y-secundaria-por-cuarentena-pandemia-coronavirus-covid-19-emergencia-sanitaria-estado-de-emergencia-nacional-noticia/
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Chile: Organismo llama a aprovechar cuarentena para hablar de educación sexual

América del Sur/ Chile/ 07.04.2020/ Fuente: noticiasporelmundo.com.

La Asociación Chilena de Protección de la Familia (Aprofa) hizo un llamado a los padres para que aprovechen los días de aislamiento a causa de la cuarentena por el Covid-19 para hablar de sexualidad con niños, niñas y adolescente.

«Estas instancias de cuarentena son ideales para tratar temas de gran importancia como la Educación Sexual, que debe considerarse como un derecho transversal», manifestó el organismo.

Junto con ello, Aprofa busca «hacer un aporte lúdico a la Educación Integral de la Sexualidad (EIS) de nuestro país a través de la difusión de un material llamado ‘Hablemos de sexualidad’, que tiene por objetivo desarrollar procesos de educación sexual, reflexionando en torno a los roles de género, habilidades sociales, conducta sexual, salud sexual y reproductiva con personas desde los 13 años de edad».

«El Estado de Chile tiene una gran deuda con las y los jóvenes del país en materia de educación sexual integral. Según el sondeo sobre Percepciones de Conductas de Riesgo de VIH realizado por el Injuv, se reconoce que un 83 por ciento de jóvenes acceden a información en sexualidad a través de redes sociales y un 71 por ciento por medio de páginas de Internet», comentó Débora Solís, directora de la asociación.

«Hablemos de sexualidad» busca ser una herramienta para apoyar el trabajo en educación sexual que hacen familias, docentes y jóvenes en sus comunidades a través de procesos educativos orientados a esta materia. Este material aborda las temáticas de roles de género y conducta sexual, entre otros, y tiene un valor de 8.000 pesos en la tienda online de Aprofa.

Fuente de la noticia: https://noticiasporelmundo.com/organismo-llama-a-aprovechar-cuarentena-para-hablar-de-educacion-sexual-noticias-chile

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Vídeo: Coronavirus ¿qué lecciones debemos aprender?

Por:  Michel Collon.

En la reciente edición de su transmisión semanal «Michel Midi», el periodista y fundador de Investig’Action Michel Collon discute el principal tema de la actualidad: el coronavirus.

En una larga y recomendada reflexión aborda una serie de temas fundamentales para entender esta coyuntura: la globalización, los virus en el pasado, el estado actual de la economía en el mundo, el papel de los medios en definir la agenda (y el pánico). Michel discute también el contexto geopolítico, las relaciones EEUU-China-Europa, y los sistemas sanitarios en el Occidente.

Fuente de la reseña: https://rebelion.org/coronavirus-que-lecciones-debemos-aprender/

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Coronavirus en Brasil: la embajada china repudió un tuit racista del ministro de Educación

América del Sur/ Brasil/ 07.04.2020/ Fuente: www.clarin.com.

La embajada de China en Brasil repudió este domingo un mensaje difundido por Abraham Weintraub, el ministro de Educación brasileño, en su cuenta de Twitter, en el que vinculaba a aquel país con el origen del coronavirus. «Instamos a que corrijan los errores que cometieron y dejen de acusar sin fundamentos a China», escribió la representación diplomática de Beijing.

La polémica es con el ministro Weintraub, que el sábado publicó un tuit en el que vinculaba a China con el origen del coronavirus.

«Geopolíticamente, quién podLá saliL foLtalecido, en téLminos Lelativos, de esta cLisis mundial? Podrá ser Cebolinha? Quiénes son los aliados en BLasil del plan infalible de Cebolinha para dominaL el mundo? SeLán Cascarón o hay más amiguitos?», fue el tuit publicado en la cuenta de Weintraub.

En ese mensaje, cambió las R por la L, como forma de estigmatizar a los ciudadanos chinos. El escrito fue acompañado por una imagen de Cebolinha -personaje de historieta muy famoso en Brasil- portando una bandera de China.

Horas más tarde, el funcionario borró el mensaje. Pero la embajada china en Brasil hizo su descargo un día después.

«El 5 de abril, el ministro de Educación, ignorando la posición china en diversas gestiones, hizo declaraciones difamatorias contra China en las redes sociales, estigmatizándola al vincularla con el origen de la COVID-19″, comienza el comunicado diplomático.

El tuit estigmatizante de Weintraub, ministro de Educación de Brasil, contra China por el coronavirus.

El tuit estigmatizante de Weintraub, ministro de Educación de Brasil, contra China por el coronavirus.

«Deliberadamente realizadas, estas declaraciones son completamente absurdas y despreciables, con un cuño fuertemente racista y objetivos indescriptibles, con consecuencias negativas en el desarrollo saludable de las relaciones bilaterales entre los países. La parte china manifiesta una fuerte indignación y su repudio a este tipo de actitudes», sigue la misiva.

Después de destacar que la pandemia solo será vencida con la cooperación global, recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la comunidad internacional se «oponen explícitamente a asociar al virus con cierto país o cierta región, combatiendo a la estigmatización por sobre todas las cosas».

Y culmina con un llamado a la retractación: «Instamos a que algunos individuos brasileños corrijan los errores que cometieron y detengan sus acusaciones infundadas contra China».

El comunicado de la Embajada de China en Brasil, después de las declaraciones estigmatizantes del ministro de Educación.

El comunicado de la Embajada de China en Brasil, después de las declaraciones estigmatizantes del ministro de Educación.

No es la primera vez que una autoridad brasileña tuvo problemas por un mensaje sobre el coronavirus publicado en Twitter.

A Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, la red social le eliminó tres mensajes por desautorizar el aislamiento social y, de esta manera, ir contra las recomendaciones del Ministerio de Salud.

Coronavirus en Brasil: se acerca a los 500 muertos y ya supera los 11.000 casos

Y tampoco es la primera desventura de Weintraub en la red social. Algunos errores ortográficos lo expusieron ante la siempre atenta, y solo a veces impiadosa, audiencia de Twitter.

Fuente de la noticia: https://www.clarin.com/mundo/coronavirus-brasil-embajada-china-repudio-tuit-racista-ministro-educacion_0_aGEUJ2Fju.html

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