Argentina / 8 de abril de 2018 / Autor: Alba Jiménez / Fuente: Maestros y Maestras Eficientes
Pedagogía
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México / 1 de abril de 2018 / Autor: TotalPedagogíaMX Pedagogía / Fuente: Youtube
https://www.youtube.com/watch?v=8lV3TELV7bU
Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=8lV3TELV7bU
Pedagogía para construir a la mujer y al hombre cooperativo
Por: José Yorg
El presente artículo cumple la función de segunda entrega como continuador de la temática: “Enfoques cooperativos, Hoy: Las cooperativas… ¿han dejado de construir el hombre cooperativo?
Es, francamente llamativo, el matiz que se le imprime a los programas o proyectos de educación y capacitación cooperativa, empezando por la mayor contradicción que se verifica inmediatamente, la de encarar estas educaciones con métodos y concepciones pedagógicas liberales, derivadas de las formaciones en institutos pedagógicos oficiales. Lo hemos dicho y asentado, la cooperación posee su pedagogía propia, sui generis.
Lo sabemos hasta el cansancio,la cooperación en su faz empresarial arrancó en una experiencia exitosa, para constrarrestar los devastadores efectos del capitalismo en su etapa industrial, de hecho, ese proceso se denomina “revolución industrial” , proceso que a los ojos de los Pioneros de Rochdale era negativo y puesto que así lo juzgaron, sus objetivos y acción resultaron, en lo cotidiano, contestatario y transformador.
Lo hemos afirmado y lo ratificamos aquí y ahora mismo: “La fundación de la cooperativa de los Pioneros de Rochdale (Inglaterra) implicó, entre muchos, un hito histórico, un acto profundamente contestatario al régimen capitalista porque evidenció que otro sistema económico-social más humano, es posible”.
Con estas pocas líneas expuestas tenemos en nuestras manos una tarea educativa de fundamental importancia, impostergable, cual es la de imprimir a los planes y proyectos educativos con esa concepción auténtica del cooperativismo y despojar aquellos aspectos ingenuos y triviales que impiden un proceso formativo sólido.
Contar con un adecuado y realista programa de educación y capacitación cooperativa no es sólo un derecho que los asociados necesitan y merecen, sino que también es condición esencial para que la cooperativa cumpla su misión histórica de construir una nueva sociedad, la República cooperativa.
Las funciones educativas de las cooperativas, tanto a los asociados y al pueblo en general, son de inexcusable cumplimiento, es expandir y profundizar esos saberes que deben ser elaborados críticamente para desentrañar y evidenciar los ocultos mecanismos del que se valen los sectores de poder para sostener la sociedad desigualadora en la que estamos inmersos. Debatir sobre los datos de la realidad contemporánea para extraer conclusiones que aclaren del porqué de esos hechos. Difundir y compartir las enseñanzas que deja la acción educativa cooperativa, tareas en las que se perfeccionan el accionar cooperativo.
Es, o debería ser, en el seno de la cooperativa, en su cotidiano relacionamiento con el asociado, en el “acto cooperativo” en que se opera ese proceso educativo recíproco, de interrelación e influencia mutua en la formación transformadora, en la adquisición de una conciencia cooperativa y el modo en que se produce una metamorfosis empresarial desde el mero economicismo hacia una empresa acorde a los valores y principios cooperativos, es allí donde se expresa concretamente la Pedagogía para construir a la mujer y al hombre cooperativo.
Pero, debemos anotarlo, bien que ese proceso implica también ir a contracorriente de los hábitos, costumbres, puntos de vistas egoístas e individualistas, muy arraigados en la sociedad bajo el influjo del capitalismo que promueve esos vicios del comportamiento social por todos los medios, incluyendo las instituciones educativas en todos sus escalas, por ello es que esa Pedagogía debe proveer de suficientes conocimientos para impugnar esas contrariedades e ir influenciado con su accionar cooperativo benéfico en la sociedad.
Los conocimientos teóricos necesitan sus pares, de la acción, la práctica y ese encuentro armónico se dan en el accionar cotidiano, allí confluyen lo teórico y lo práctico y de tal modo se consolida la personalidad cooperativa, incluso en la confrontación con esos vicios de la personalidad como lo son el individualismo, allí se ponen a prueba, sólo allí se sabe de qué estamos hechos los cooperativistas.
Concluyamos que la obra de construcción de la mujer y el hombre cooperativo es una obra reflexiva, profundamente reflexiva, libre, participativa, abierta al debate que incluye a la vez la obra constructiva de una genuina empresa cooperativa y que respete a las diferencias de enfoques pero no a las desvirtuaciones doctrinales que lo acercan al neoliberalismo.
Planteadas así estos fundamentales aspectos pedagógicos, comprobamos que el cooperativismo necesita con urgencia, como punto de renovación y adecuación a los tiempos neoliberales, replantear sus líneas políticas educativas.
Necesitamos, dentro del actual marco histórico de globalización neoliberal en que vivimos y que es un sistema que orgánicamente establece la permanencia de las injusticias sociales, perpetúan la pobreza y la baja conciencia y moral social de las grandes mayorías, ello exige, examinar puntillosamente el significado actual del cooperativismo y que es interpelado, para entender-entre otros- las tendencias y necesidades sociales que emergen y buscan refugio en las formas cooperativas, e identificar qué políticas los condenarán a la frustración como los planes sociales y sus cooperativas truchas.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=239307
Libro: El nacimiento del racismo en el discurso pedagógico
Reseña: El Instituto Agrícola de Indígenas fue la primera experiencia dirigida hacia la juventud indígena como parte del proyecto de la modernidad guatemalteca. El eje central de la política de Estado en 1893 define la cuestión indígena como una de las prioridades de la educación. Tal como lo muestra Bienvenido Argueta la pedagogía no fue un proyecto estrictamente discursivo, sino el despliegue mismo de un conjunto de prácticas que institucionalizan los marcos de formación de la nueva ciudadanía, en un orden que bajo la fundamentación de la ciencia y la técnica establece los nuevos regímenes de dominio y hegemonía entre grupos sociales y étnicos.
Link de descarga: https://josecal.files.wordpress.com/2011/07/prc3b3logo-el-nacimiento-del-racismo-en-el-discurso-pedagc3b3gico-bienvenido-argueta-dr-josc3a9-cal.pdf
La memorización es imprescindible para lograr que los alumnos aprendan. Todo aprendizaje implica memoria
España / Autor: Gema Lendoiro / Fuente: La Razón
Entrevista a Marta Ferrero, maestra e investigadora
Marta Ferrero es maestra e investigadora, es autora del imprescindible blog “Si tu supieras” donde aboga también por una pedagogía basada en pruebas. En su perfil de twitter pide que se paren las pseudociencias referentes a la eduación. Charlamos con ella sobre la importancia de la memorización en la época en la que se desprecia.
-¿Por qué es importante la memoria?, ¿podemos aprender sin memoria?, ¿qué tipo de contenidos cree usted que son innegociables a la hora de memorizar?, ¿qué importancia tiene en primaria?, ¿qué puede decir ante esto?
-La memorización es imprescindible para lograr que los alumnos aprendan. Todo aprendizaje implica memoria. De hecho, si como maestros aspiramos a que nuestros alumnos puedan realizar tareas complejas, de orden superior, como la resolución de problemas o el pensamiento crítico, antes tenemos que lograr que memoricen, que automaticen, una serie de conceptos, de procesos. Por ejemplo, durante la etapa de primaria, para que un alumno pueda alcanzar una comprensión lectora óptima, que es el fin último de la adquisición de la lectura, antes tiene que leer palabras de forma automática y, para ello, previamente necesita memorizar la asociación de todas las letras del alfabeto con sus sonido. De la misma forma, para que un estudiante pueda razonar y resolver problemas matemáticos, es preciso que antes haya memorizado (automatizado) operaciones aritméticas básicas, como por ejemplo, las tablas de multiplicar. Y lo mismo ocurre con el resto de materias. La evidencia demuestra que cuánto más conocimientos tiene una persona, más fácil le resulta aprender nuevos contenidos y habilidades.
– ¿La memoria es un tipo de inteligencia?
-Las baterías de evaluación de la inteligencia sí incluyen tareas destinadas a medir la memoria de trabajo. Desde esta perspectiva, sí podemos decir que la memoria es una parte integrante del intelecto. Ahora bien, lo interesante aquí es el uso que se hace de la facultad de memorizar y no la memoria en sí. Podríamos decir lo mismo del lenguaje. Todos los seres humanos tenemos esta capacidad pero, claramente, las diferencias entre cómo nos expresamos unos y otros son enormes.
-Usted no cree en las pseudociencias. Como profesora y en su opinión, ¿cómo se consigue que un alumno tenga un buen nivel si de ello depende el profesor?
-No se trata de lo que yo crea sino de qué prácticas están respaldadas por la evidencia y cuáles no. La pseudociencia, como su propio nombre indica, es una «falsa ciencia». Esto es, no sigue un método científico válido y, por tanto, las afirmaciones que de ella se desprenden no deben ser tomadas como fiables. En educación hay muchas teorías, y métodos que de ellas se desprenden, que no cuentan con respaldo científico y que, sin embargo, gozan de gran aceptación en el ámbito escolar. Por ejemplo, la teoría de los estilos de aprendizaje y su aplicación en el aula. De acuerdo con esta teoría, si se adapta la forma de enseñar del maestro a los estilos de aprendizaje de los alumnos (por ejemplo, auditivo, visual o cinestésico), el rendimiento de éstos mejora. De forma similar, la teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner sostiene que las personas no tenemos una sino ocho inteligencias diferentes (lógico-matemática, lingüística, interpersonal, visual-espacial, musical, corporal-cinestésica, intrapersonal y naturalista). Al igual que en el caso anterior, su aplicación en el aula pasa por adaptar las enseñanzas del maestro a las inteligencias de sus alumnos. Sin embargo, ninguno de los dos métodos ha demostrado tener efectos positivos en el aprendizaje.
El aprendizaje de un estudiante depende de múltiples factores y muchos de ellos no están en manos del maestro. Sin embargo, los profesionales de la educación sí pueden y deben tratar de usar metodologías que cuenten con pruebas sólidas sobre su eficacia siempre que sea posible. Me refiero, por poner algunos ejemplos, al método alfabético de enseñanza de la lectura o la instrucción directa en aprendices nóveles en una materia. Sin duda, esta medida no va a resolver todos los problemas que presenta nuestro sistema educativo actual pero es un paso crucial para caminar hacia una educación de calidad. Las metodologías infundadas suponen un coste de tiempo y de recursos personales y materiales muy alto. Y, en ocasiones, pueden incluso ser perjudiciales para los alumnos, especialmente para aquellos más desaventajados. Ante esta realidad, el profesorado debe aspirar a una educación basada en la evidencia, alejada de modas, corazonada, ideologías o experiencias aisladas, y que dote al oficio de autoridad y autonomía.
– Y ahora hablemos de los padres. Si los padres son….los hijos serán….y la contra.
-La investigación demuestra que el nivel socio-económico de las familias (la educación de los padres y madres, sus ingresos, su ocupación) tiene un impacto notable en el rendimiento académico de los hijos. Ante esta realidad, el papel fundamental de la escuela es democratizar la educación, hacerla accesible a todos los niños, brindarles las mismas oportunidades de desarrollar su potencial, con independencia del hogar del que procedan. Y de ahí la imperativa necesidad de emplear metodologías eficaces que maximicen los efectos de la escolarización.
Ahora bien, también hay abundantes estudios que muestran cómo la implicación de las familias en la educación de los hijos tiene un fuerte efecto en su rendimiento académico, incluso controlando su puesto laboral o su nivel de estudios. En concreto, las familias pueden crear una cultura de conocimiento dentro del hogar que favorezca la educación ¿Cómo? estimulando intelectualmente a los hijos (acudiendo a exposiciones, museos, compartiendo el placer por la lectura con ellos, etc.), participando en las actividades escolares y manteniendo un contacto fluido con los profesores o mostrando un interés y unas expectativas altas por sus logros académicos.
-¿Qué le parecen los sistemas pedagógicos nuevos que buscan que el niño sea feliz en el colegio?
-No creo que nadie cuestione la importancia que los niños crezcan felices, tanto dentro como fuera del aula. De hecho, ¿quién no desea eso para cualquier ser humano? Ahora bien, aquí me uno a las palabras del profesor Alberto Royo: la principal tarea de una maestro es enseñar a sus alumnos, dotarlos de conocimientos que, por cierto, además de autonomía y libertad, los van a dotar de felicidad. El interés, la pasión por lo que sucede en el mundo crece a medida que se sabe más sobre él, y no al revés. El profesor tiene que apostar por despertar el interés del niño, por lograr que éste acuda al aula motivado pero, no nos engañemos, en muchas ocasiones habrá aprendizajes que al niño no le interesen, que incluso le disgusten, y no por ello el maestro ha de evitarlos. Es más, lejos de evitarlos, está ampliamente demostrada la conveniencia de que el profesor introduzca ciertas «dificultades deseables» durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, como por ejemplo, la evaluación frecuente de los conocimientos o la sustitución de la práctica masiva por una práctica distribuida a lo largo del tiempo. De esta forma, se promueve un aprendizaje más duradero en los alumnos que es, al fin y al cabo, la misión de cualquier maestro.
– ¿Qué le falla al sistema educativo español para que haya tanto fracaso escolar?
-Me temo que no tengo una respuesta firme para esta pregunta. Como decía antes, son muchas las variables que entran en juego durante la etapa escolar de una persona y, por tanto, son muchos los motivos que pueden conducir a su fracaso. A lo largo de los años, se ha apuntado a diferentes razones como el recorte en personal docente, la cada vez mayor diversidad de alumnado en las aulas, la insuficiente formación del profesorado, el uso de métodos obsoletos para las nuevas generaciones de estudiantes, la falta de una cultura de conocimiento en nuestra sociedad, la pérdida de respeto hacia la figura del maestro… Desde luego, la educación en España puede y tiene que mejorar. Sin duda, la sucesión de una ley educativa tras otra, a menudo bajo el único deseo por parte de los partidos políticos de turno de dejar su impronta, sin evaluar los efectos que sus medidas han tenido en las aulas, no ha contribuido nada a avanzar en materia educativa. En mi humilde opinión, hace falta un diagnóstico riguroso de nuestro sistema educativo, alejado de intereses políticos, que permita determinar cuáles son los puntos fuertes y débiles, qué cambios se deben introducir y cómo y cuándo se va a evaluar su efecto. Y para todo ello hace falta tiempo y mucho conocimiento.
El MIR docente y la pedagogía
España / 11 de marzo de 2018 / Autor: Alberto Royo / Fuente: El Blog de Enseñanza UGT CEUTA
Hay batallas que uno debe librar. Eludir la confrontación cuando está en riesgo algo tan sustancial como el futuro de nuestra sociedad, inevitablemente relacionado con la deriva de nuestra educación, supone una claudicación inaceptable. ¿Y cuál es enemigo? El enemigo es el pedagogismo, que se manifiesta por medio de la imposición de una Metodología Única, como el anillo de Sauron, y que culminará el largo proceso de devaluación de la figura del profesor y, por extensión, de la enseñanza, tal y como algunos todavía la entendemos, esa devaluación que se refleja en el sometimiento a las modas educativas y a la Santa Innovación (la innovación: un clásico de todos los tiempos), pese a que la educación debería estar al margen de tendencias, ser impermeable (¿insobornable?) a los planes de gurús, iluminados y aprovechados, y estar sólidamente anclada en la evidencia y en la experiencia.
Últimamente, está en el candelabro el llamado MIR docente. El PP, posado o robado, se muestra orgulloso de la criatura. Ciudadanos reclama la paternidad e insiste en que músicos, matemáticos o filólogos «se formen en Pedagogía». El PSOE pone algún pero a las siglas, aunque fue Rubalcaba el que habló de MIR por primera vez. Y Podemos… Bueno, Podemos habla de los recortes, como si un mal sistema pudiera convertirse en bueno solo con dinero.
Dice el principio de Hanlon que no hay que atribuir a la maldad lo que pueda ser explicado por la estupidez. Pero no olvidemos los intereses económicos que se esconden tras determinados planteamientos (It’s strictly business, decía Al Pacino en El Padrino), ni descartemos el propósito de idiotizar a la sociedad (nadie hay más manipulable que un ignorante). Sea como fuere, y se deba a torpeza, avaricia o perversidad, la imagen deformada y falaz que se difunde de la educación actual y de los profesores sirve de subterfugio para intentar transformarla en una especie de institución terapéutico-emprendedora cuyo fin ya no sería salvaguardar y transmitir los distintos saberes sino tener recogidos a los muchachos, en un estado de comodidad tontorrona, en una suerte de hibernación new-age, porque, como dirían Faemino y Cansado «mejor se está aquí que delinquiendo».
Asegurar que la enseñanza es «excesivamente memorística» lleva a sugerir que se elimine la memorización (¿Puede decirse que algo se ha aprendido si no ha sido fijado en la memoria?). Juzgar que los exámenes son «discriminatorios» (lo son, desde luego; lo importante es que discriminen con justicia) o que las tareas escolares «roban la infancia a los niños» (las horas viendo la tele o jugando con dispositivos electrónicos, se conoce que sí son provechosas), propicia que se demande la supresión de unos y de otras. Hasta se nos pide a los profesores que dispensemos felicidad a nuestros alumnos, como pastillas de soma (lo cual es una estupidez, primero porque si yo enseño felicidad no puedo enseñar música; segundo, porque aprender es enriquecedor a medio o largo plazo, pero no siempre nos procura placer inmediato; tercero, porque les aseguro que a mí la música me ha dado muchos momentos de felicidad), y que condicionemos los contenidos a sus motivaciones, cuando nuestra responsabilidad no es adaptarnos a ellos sino educarles según nuestro criterio y visión experimentada, abrirles puertas en lugar de cerrárselas.
Volvamos al MIR docente, estandarte del próximo pacto educativo. ¿Se pueden resolver los problemas que el pedagogismo ha creado (el énfasis en los procedimientos en detrimento de los contenidos; el igualitarismo a la baja; un modelo fraudulento de atención a la diversidad que no se ofrece a quien lo merece sino a quien prefiere optar por el atajo…) con más pedagogismo? En ese MIR, no esperen formación en la especialidad (como en el MIR médico) sino más adoctrinamiento en pedagogías ortodoxas.
Se pretende, al mismo tiempo que se critica la supuesta homenegeneización de la escuela, imponer un modelo único de educación, una Pedagogía para gobernarlos a todos, atentando contra la libertad docente del profesor. Porque enseñar no es algo tan simple ni tan pobre como los adalides de la modernidad quieren hacer creer. La actividad que un buen docente realiza no se limita a una sola estrategia sino que requiere de una metodología variada, flexible (y muy personal) que le permita adaptarse a cada situación. ¿Y saben qué es lo esencial? Que domine profundamente su materia. Esto que acabo de decir, que a muchos escandalizará, está respaldado por la evidencia, pero sobre todo lo confirma la experiencia del día a día en el aula. Cuanto más enseñas, más te das cuenta de la importancia de estar muy por encima del nivel que impartes porque, cuanto más sabes sobre aquello que has de transmitir, más opciones, enfoques y perspectivas distintas se te aparecen, mayor es tu capacidad didáctica y más persuasiva y convincente tu manera de explicar la asignatura.
Pero no es esto lo que se lleva, no. Hoy, hay que entretener. Asombrar. Epatar. Estamos en la era del espectáculo, de O.T., de los profesores mediáticos que se suben a las mesas para que sus alumnos les aplaudan al grito de «Oh, Capitán, mi Capitán», de los premios y los congresos y los concursos y las aclamaciones y los retuits, cuando no hay labor menos mediática que la docente. Ante quienes nos acusan de no estar bien formados y nos reclaman que seamos divertidos y «grandes comunicadores», yo reivindico normalidad, naturalidad, discreción, rigor y seriedad, y les digo que solo formando personas cultas podremos aspirar a una sociedad de auténticos ciudadanos.
Fuente del Artículo:
http://www.elblogdeenseñanzaugtceuta.com/2018/03/el-mir-docente-y-la-pedagogia.html
La educación y la docencia El aprendizaje se da en todos los sentidos
México / 11 de marzo de 2018 / Autor: Óscar Muñoz / Fuente: La Jornada Maya
Si bien el enfoque educativo generalizado en la actualidad incluye la pretensión de impulsar el desarrollo integral del individuo, de tal modo que repercuta en el desarrollo de la sociedad a la que pertenece, las escuelas del país adolecen de la posibilidad de lograrlo. Esta imposibilidad radica principalmente en la debilidad formativa que reciben los docentes en su preparación. Las escuelas normales que preparan permanentemente a los futuros maestros de educación básica en este país presentan ciertas dificultades en la formación docente. Primeramente, el enfoque del desarrollo integral del individuo está sólo en el papel, es decir, en los planes de estudio y los programas, pero parece no estar en la práctica, en el planteamiento ejecutorio, en las estrategias y las técnicas.
Para comenzar, el enfoque del desarrollo integral exige un sistema de transversalidad de las asignaturas de las escuelas normales, en el que prevalezca siempre la tendencia ejecutoria, la aplicación y la práctica. No es posible que un programa de educación normal carezca de la mayor dimensión práctica posible. Tampoco es adecuado que se vean favorecidas las capacidades intelectuales sin promover la adquisición de sentimientos y valores en los futuros docentes, quienes serán los principales agentes que busquen desarrollar e incrementar sentimientos y valores en la población escolar.
Por ello es imprescindible que el aprendizaje se le vea como un proceso de construcción del conocimiento en individuos que elabora saberes y desarrolla habilidades y destrezas bajo la orientación del docente, para adquirir ese desarrollo integral que se pretende, siempre bajo un esquema de interacción humana. Si se toma en cuenta que este tipo de formación educativa debe producirse en el contexto de la interacción social, el aprendizaje no se da sólo con los conocimientos y las habilidades, sino también con los sentimientos y los valores, los cuales son expresados en la conducta humana.
En cuanto a la enseñanza, ésta debe ser considerada como un proceso de orientación del aprendizaje, en el que docente debe promover las mejores condiciones para aprender y crear situaciones de aprendizaje, para que el escolar pueda adquirir los conocimientos y desarrolle las habilidades para crear los motivos que le permitan participar en una forma responsable y creativa. Este enfoque de la enseñanza permitirá ver al docente como un guía del aprendizaje de los alumnos que los conduzca hacia el conocimiento sin imponerlo, aunque con la experiencia necesaria y la confianza suficiente ante los escolares, esta última a través de las relaciones afectivas fundadas en la comprensión y el respeto.
Por lo anterior, se necesita de docentes que no sólo sepan las materias incluidas en los programas de educación básica, sino que también conozcan los contenidos y las metodologías de la psicología de la educación, la pedagogía y las didácticas, la investigación educativa, la planeación y la programación que los capacite para enfrentar el necesario diseño del proceso enseñanza-aprendizaje que favorezca el desarrollo integral de sus alumnos.
Sin embargo, en la actualidad el sistema educativo enfrenta la problemática que representa la relación entre el nuevo modelo educativo y la formación de los docentes. Habrá que considerar que el nuevo modelo incluye diversos componentes fundamentales. Uno de ellos, el filosófico, implica la formación integral del individuo con la capacidad de promover el desarrollo de la sociedad; además, considera al ser humano como un ente que muestra interés por aprender (aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser).
El componente psicopedagógico destaca una práctica educativa centrada en el aprendizaje y ya no más en la enseñanza. En este plano, el escolar construye su aprendizaje a través de la interactividad con la información y la interacción con su maestro. De esta forma, el alumno tendrá la oportunidad de mantener una actitud reflexiva, crítica y creativa; pero tal vez estas consecuencias no estén consideradas entre quienes son responsables de la gestión educativa.
oscarmunozglez@gmail.com
Fuente del Artículo:
https://www.lajornadamaya.mx/2018-02-27/La-educacion-y-la-docencia