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Mujeres, con pobreza de tiempo libre: Cepal y OIT

Dedican casi el triple de tiempo que los hombres al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado.

La cultura latinoamericana que deja a las mujeres la responsabilidad mayor de cuidar a los hijos, a los adultos mayores y a realizar labores del hogar, hace que tengan una «pobreza de tiempo” que las aleja de la capacitación, formación profesional, autocuidado y de su vida personal.

Lo anterior de acuerdo con el documento “Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe, Desafíos y oportunidades para la inclusión laboral de las personas jóvenes y la redistribución del trabajo de cuidados” de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Los organismos internacionales aseguran que debido al trabajo no remunerado que tienen que hacer las mujeres hay una menor tasa de participación laboral de las mujeres, porque ellas ocupan una parte importante del tiempo individual.

“En América Latina, las mujeres de entre 15 y 29 años que no están estudiando ni en el mercado laboral son las que más tiempo dedican al trabajo no remunerado: entre 40 y 75 horas semanales según el país (mientras los hombres jóvenes en esta misma condición dedican entre 9 y 26 horas semanales)”, explicaron la Cepal y OIT

En otras palabras, “las mujeres dedican casi el triple de tiempo que los hombres al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, por lo que la igualdad y la justicia pasan por redefinir estas cargas y avanzar decididamente hacia la sociedad del cuidado”.

Mujeres, pobreza y falta de tiempo libre

Ello implica que las mujeres destinan al trabajo no remunerado casi el mismo tiempo de una jornada laboral. Además de que entre más pobreza económica tengan menor acceso a escuelas o ayuda doméstica tienen, por lo que a su situación de pobreza se les añade la escasez de tiempo libre.

Para las mujeres con hijos menores de 5 años aumenta la carga de cuidados, por lo que hay menor presencia de ellas en los trabajos remunerados, mientras que cuando no hay presencia de niños y niñas en el hogar hay un mayor porcentaje de mujeres en el mercado de trabajo.

La desigualdad de genero se mide tanto en la participación laboral como en la alta incidencia del trabajo doméstico y de cuidados no remunerados, lo que profundiza las desigualdades no solamente de la distribución de tareas, también del uso del tiempo que deja a muchas mujeres “en una situación de pobreza de tiempo”.

En “Chile, Guatemala y México, las mujeres jóvenes dedican más del 20% del tiempo al trabajo no remunerado, lo que limita mucho su capacidad para participar del mercado laboral”.

Trabajo no remunerado de las mujeres

De acuerdo con el estudio, en México, los hombre de entre 15 y 29 años dedican 9.3 horas al trabajo doméstico y de cuidados no remunerados, mientras que las mujeres de esa edad destinan 21.9 horas, es decir más del doble.

El país donde las mujeres destinan más tiempo al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado es Guatemala donde ellas dedican hasta 25 horas, en contraste con 9.3 horas de los hombres. El Salvador es el país en donde destinan los hombres más tiempo a esas labores con 11 horas y media.

Si se considera el trabajo total, es decir, el remunerado y no remunerado, México es el país donde las mujeres destinan más tiempo a ambos con 76 horas, seguido de El Salvador con 74 horas y Ecuador y Chile con 72 horas cada uno. Mientras que los hombres en total destinan 67 horas en México, 68 horas en El Salvador y 66 horas en Costa Rica, lo que muestra que los hombres tienen más tiempo libre a la semana que las mujeres.

Fuente: https://www.eluniversal.com.mx/cartera/mujeres-con-pobreza-de-tiempo-libre-cepal-y-oit/

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Educación, asignatura pendiente: mil millones de niños en el mundo viven en “pobreza de aprendizaje”. ¿Qué hacer?

Por: Redacción Semana

Un estudio de la consultora McKinsey hace una preocupante radiografía de la situación de la educación en el mundo. “Si las tendencias históricas continúan, tomará hasta 2040 volver a donde estábamos en 2019 en términos de los resultados de aprendizaje de los estudiantes”, dice el análisis.

Aunque hoy por hoy, más niños que nunca están en la escuela, muchos no dominan conceptos básicos ni habilidades claves. El Banco Mundial estima que siete de cada diez estudiantes de países de ingresos bajos y medios viven en “pobreza de aprendizaje”, incapaces de leer una frase simple cuando terminan la escuela primaria.

La mayoría de los sistemas escolares en el mundo se ha estancado o disminuido en la última década, incluso a niveles registrados antes de la pandemia de covid-19.

La pandemia de la covid-19 dejó profundas cicatrices en el sector educativo. | Foto: Getty Images

A estos sistemas no solo se les pide ajustar y mejorar la formación de sus estudiantes, también que participen en la resolución de problemas de un mayor espectro, como tensiones sociales, afrontar los crecientes desafíos de salud mental entre los jóvenes, tener una posición frente a la inestabilidad política y la polarización, y hasta la lucha contra el cambio climático.

“La pandemia exacerbó estos desafíos. Se amplió el tiempo de aprendizaje perdido, así como las brechas de equidad dentro y entre países, mientras que los cambios en la fuerza laboral se han acelerado. Esto está creando un efecto a medida que las pérdidas de aprendizaje chocan con una creciente necesidad de habilidades de orden superior. Si las tendencias históricas continúan, tomará hasta 2040 volver a donde estábamos en 2019 en términos de los resultados de aprendizaje de los estudiantes”, señala un estudio de la consultora McKinsey, que calcula que mil millones de niños en el mundo están en lo que denomina “pobreza de aprendizaje”.

Además, se espera que la automatización incremente la demanda de trabajadores capacitados, creando una mayor necesidad de habilidades tecnológicas, socioemocionales y cognitivas. En ese sentido, es probable que el reciente aumento de la inteligencia artificial generativa acelere esta fuerza laboral para estas transiciones.

Se espera que la automatización incremente la demanda de trabajadores capacitados, creando una mayor necesidad de habilidades tecnológicas, socioemocionales y cognitivas. | Foto: Getty Images/iStockphoto

En este contexto, McKinsey realizó un estudio para comprender cómo los sistemas escolares a nivel mundial pueden reactivar el crecimiento y recuperarse de las pérdidas de aprendizaje de la pandemia. Examinó a los conductores de mejoras del sistema escolar en la década previa a la pandemia por el covid-19 y cubrió tanto los sistemas escolares que estaban mejorando como aquellos en decadencia. Analizó datos globales y habló con más de 200 líderes del sistema, donantes y filántropos, líderes de organizaciones sin fines de lucro, académicos y consultores, todos los cuales señalaron la complejidad del desafío.

Los resultados

Según el estudio, en la década que precedió la pandemia del covid-19, el desempeño escolar en la mayoría de los sistemas se estancó o disminuyó. “De los 73 países con datos longitudinales a lo largo de la última década, apenas 23 lograron alcanzar mejoras significativas, consistentes y sostenidas en los resultados”, señala.

Contexto: Inclusión financiera: el informe destaca la importancia de la educación para enfrentar la desinformación y el alto índice de informalidad laboral en Colombia

La pandemia hizo que se exacerbaran los desafíos. Colombia, por ejemplo, tiene un desempeño inferior en educación y ningún país latinoamericano supera el desempeño regular, según estimaciones del Banco Mundial. En simultáneo, el giro hacia el trabajo remoto y el comercio electrónico aceleró los cambios en la fuerza laboral, lo que provocó un efecto: que las pérdidas en el aprendizaje colisionan con una demanda creciente de habilidades de orden superior.

De acuerdo con el análisis de McKinsey, solo el 20 % de los sistemas educativos analizados alcanzó sus objetivos de aprendizaje y de resultados del sistema. La encuesta a los 400 líderes reveló las principales razones del fracaso en las reformas educativas.

Para el 65 % hay prioridades opuestas, es decir, la educación no es considerada una prioridad, lo que resulta en la imposibilidad de reunir los fondos públicos o las donaciones necesarias para ejecutar las iniciativas.

Además, el 61 % señala que el financiamiento es inadecuado o no equitativo, mientras que para el 48 % se evidencia una falta de talentos educativos. Por su parte, el 46 % considera que la capacidad de implementación es limitada, al tiempo que el 33 % destaca la discontinuidad en el liderazgo y para el 31 % uno de los factores más importantes es la resistencia de los involucrados.

El 61% de los consultados señala que el financiamiento es inadecuado o no equitativo, mientras que para el 48% se evidencia una falta de talentos educativos.

De acuerdo con el estudio de McKinsey, ninguno de los países de la región está en un nivel bueno o avanzado en términos de educación. Los de mejor posición son Chile y Costa Rica, que se encuentran en un nivel medio, y Colombia, en un nivel inferior. Sin embargo, existen casos como el de Perú y el estado de Ceará en Brasil que implementaron acciones para mejorar su educación.

“En el caso de Perú, Jaime Saavedra se convirtió en ministro de Educación, reconstruyó el equipo directivo del Ministerio e incorporó talentos de otros sectores, como el financiero, que aportaron competencias nuevas y necesarias. En el estado de Ceará en Brasil, las 150 escuelas con mejores resultados del estado adoptaron a las 150 escuelas con peores resultados; si la escuela con peores resultados mejoraba, ambas escuelas de la pareja recibían una recompensa económica”, describe el análisis de la consultora.

Según la investigación, los sistemas que avanzan en forma sostenida aplican un conjunto de siete estrategias de refuerzo para alcanzar mejoras significativas y a largo plazo. Ellas son: fijar un conjunto reducido de prioridades para enfocarse en los avances, con objetivos coherentes, sostenidos y basados en evidencia; crear una estructura no concentrada en un único líder e involucrar a otras instituciones más allá del ministerio; establecer una comunicación auténtica de dos vías con educadores y familias; crear coordinación y una cadencia para el cambio, transformando las estrategias en planes, presupuestos y cronogramas; construir estructuras de implementación y habilidades en los niveles medios; medir los resultados de los estudiantes y volverlos transparentes; usarlos para crear momentum y ajustar las políticas y la metodología, y expandir lo que funciona bien, dejando espacio para la innovación y midiendo los resultados positivos.

Si las tendencias históricas continúan, más de 700 millones de niños estarán en situación de “pobreza educativa” para 2050. Sin embargo, para McKinsey, aunque la pandemia acabó con décadas de mejoras educativas, si todos los sistemas lograran mejorar los resultados de sus estudiantes al mismo ritmo que los sistemas más eficaces, 350 millones de alumnos podrían salir de la “pobreza educativa” en los próximos 30 años.

Según McKinsey, si todos los sistemas logran mejorar los resultados de sus estudiantes al mismo ritmo que los sistemas más eficaces, 350 millones de alumnos podrían salir de la “pobreza educativa” en los próximos 30 años.

Qué hacer

McKinsey plantea que los sistemas en las bandas de desempeño más bajas como Colombia necesitan enfocar sus esfuerzos en desarrollar habilidades de alfabetización y matemática básicas, al igual que garantizar la disponibilidad de materiales para todos los alumnos. También plantea el apoyo a los docentes con planes estructurados e implementar mecanismos de evaluación de la instrucción efectivos para reflejar los diferentes niveles de resultados de los alumnos. Este paquete de intervenciones es conocido como “pedagogía estructurada”.

“Además, se podría priorizar el reclutamiento, desarrollo y retención de docentes y líderes escolares de alta calidad; mejorar el bienestar de los estudiantes para aumentar la asistencia a clase y el aprendizaje; y garantizar la justicia y la equidad en la distribución de recursos, el modelo de gobierno y las operaciones”, concluye la investigación.

https://www.semana.com/economia/macroeconomia/articulo/educacion-asignatura-pendiente-mil-millones-de-ninos-en-el-mundo-viven-en-pobreza-de-aprendizaje-que-hacer/202432/

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Venezuela: Observatorio de Universidades: 32% de los profesores y 21% de los estudiantes universitarios comen menos de 3 veces al día

Este jueves fue presentado la encuesta sobre las condiciones de vida de la población universitaria venezolana por parte del Observatorio de Universidades. La misma mide la información detallada de 2023 de algunas facetas de la actividad académica.

Carlos Meléndez fue el encargado de comenzar a explicar los detalles arrojados en una muestra de  3.751 personas, entre estudiantes y profesores universitarios en universidades de cinco regiones del país. La presentación se realizó en el Auditorio de la Asociación de Profesores de la UCV.

Recordó que se cumplen 696 días que no se aumentan el sueldo de los profesores universitarios y son los peores pagados de todo el continente. Además, criticó el instructivo Onapre.

Entre los datos destacan que 69% de los profesores tienen que hacer otra actividad extracurricular para poder solventar la compra de la canasta básica. 10% reciben ayuda económica de algún familiar o amigo y 19% de remesas.

Detalló que 32 % de los docentes y 21 % de los estudiantes come al menos tres veces al día. Además, el 94 % de los docentes y el 81 % de los alumnos come igual o peor que en 2022.

Un 45% de ellos ha tenido que vender o intercambiar bienes para alimentarse.

En este sentido, el sociólogo indicó que la región Guayana es la que más se ve afectada. Esto debido a que 40% de los profesores y 30% de los estudiantes come menos de tres veces al día.

61 por ciento de los profesores universitarios tienen síntomas de depresión, como pérdida de interés y ansiedad. 69 por ciento de los estudiantes tiene síntomas de depresión como la ansiedad persistente.

Detalló que la encuesta se aplicó a 3751 personas, entre estudiantes y profesores universitarios en universidades de cinco regiones del país. La misma incluyó, además, características de salud, movilidad, seguridad alimentaria, seguridad ciudadana, condiciones de estudio o trabajo, entre otros.

Fuente: https://contrapunto.com/nacional/derechos-humanos/observatorio-de-universidades-32-de-los-profesores-y-21-de-los-estudiantes-universitarios-comen-menos-de-tres-veces-al-dia/

 

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Unicef: 700.000 niños y niñas en riesgo de desnutrición severa en Sudán

Hambruna, una consecuencia fatal producto de la escalada en las confrontaciones entre el Ejército de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR). Según Unicef, son los niños y niñas la población con mayor riesgo de fallecer ante la falta de alimentos. La organización hace un llamado para que se permita la entrega urgente de ayuda humanitaria.

Fuente: https://www.france24.com/es/video/20240209-unicef-700-000-ni%C3%B1os-y-ni%C3%B1as-en-riesgo-de-desnutrici%C3%B3n-severa-en-sud%C3%A1n

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Educadores sin relevo en Venezuela, una realidad que preocupa al gremio docente

Ante los bajos salarios y las precarias condiciones en las que se encuentra el sector educativo, la carrera docente se hace cada vez menos atractiva para los jóvenes en Venezuela. Quienes llevan décadas en el gremio aquejan que ni su larga experiencia les asegura un salario digno y algunos de quienes se han organizado para protestar ante la situación denuncian una persecución del Estado.

Educación de la UCV para el 2005 tenía aproximadamente 5.000 estudiantes, hoy no llega a 800. Desde el año 2015, las escuelas de educación de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y de la Universidad Metropolitana, han tenido una reducción de sus matrículas de casi un 70%», indica Ramírez.

Según estimaciones de las organizaciones sindicales, al menos 200.000 docentes han abandonado las aulas, bien sea para irse del país o dedicarse a otros oficios. Según estimaciones de la UCAB, actualmente Venezuela necesita 255.374 nuevos educadores.

Imagen de archivo. Una maestra participa en una protesta frente al edificio del Ministerio de Educación para exigir mejores salarios en Caracas, Venezuela, el 22 de octubre de 2019.

«No sólo no hay docentes preparados en las aulas, sino que no hay generación de relevo. Hacer que los docentes retornen a las aulas es difícil con estos niveles de salario, pero también es muy difícil que un bachiller se entusiasme en estudiar educación si eso no le va a garantizar un nivel de vida propio de un profesional”, dijo a France 24 el docente universitario.

El profesor explica que muchos de estos docentes son sustituidos de manera improvisada por personas con conocimientos básicos pero sin títulos o por voluntarios que no tienen formación pedagógica, lo que afecta directamente la calidad de la educación en Venezuela.

“Recientemente una investigación realizada por docentes de la UCAB reveló que el rendimiento estudiantil en colegios privados y públicos ya es igual de malo, no hay diferencias significativas en calificaciones en áreas como matemáticas, castellano, habilidad numérica, comprensión lectora. Anteriormente había una brecha importante, pero ahora la situación es tan grave que la calidad también ha bajado en el sector privado y una de las razones es la diáspora de los docentes”, agregó.

Los salarios más bajos de la región

Según el director de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello, Carlos Calatrava, un docente en Venezuela debería tener un salario base equivalente a los USD 949,9, una estimación correspondiente al salario promedio en Suramérica. “El salario base promedio en la región va desde 2.500 dólares mensuales que puede ganar un docente en Chile hasta los menos de diez dólares mensuales que gana un docente en Venezuela”.

Carlos Calatrava, director de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Foto tomada el 17 de enero de 2024 durante la presentación ante la prensa de la propuesta de la UCAB para mejorar el sistema educativo en Venezuela. Una de las propuestas es que el 30% del IVA recaudado por el Estado sea destinado a la educación. © UCAB

Una de las propuestas de esta casa de estudios para mejorar el sistema educativo es que el 30% de la recaudación del IVA (Impuesto al Valor Agregado) sea destinado única y exclusivamente para la educación. “Que de ahí salga para pagar a los maestros, acomodar las escuelas y para sostener el sistema educativo. Que no sea un porcentaje del presupuesto nacional”, dijo Calatrava.

Sin embargo, la falta de voluntad política hace que este tipo de iniciativas realmente no sean tomadas en cuenta por el Ejecutivo. “Se habla de un deliberado interés de que en Venezuela la educación no sea de calidad. Digo deliberado porque tú no llegas a tener tres millones de excluidos del sistema educativo de gratis, tú no llegas un salario base de doscientos bolívares al mes (equivalentes a 5 dólares) así de improvisado”, aseveró Calatrava a France 24.

“Yo soy profesor titular de la Universidad Central de Venezuela, tengo el máximo escalafón y trabajo a dedicación exclusiva. Teniendo Maestría y Doctorado con 30 años de servicio, gano 520 bolívares mensuales, (equivalente a 14 dólares al cambio en Venezuela), dijo por su parte el profesor universitario Tulio Ramírez.

En Colombia, un profesor de educación superior con el grado máximo de preparación gana entre 2.300 y 3.100 dólares mensuales, mientras que en Ecuador el ingreso oscila los 2.000 dólares y en Chile la cifra puede variar entre los 3.000 e incluso 4.500 dólares dependiendo de la carrera.

“Voluntad política para mejorar los salarios docentes pareciera que no la hay porque el país ha invertido en otras cosas. El presupuesto que otorga el Ministerio de Educación a las universidades en Venezuela corresponde solo al 1 o 2 % de lo que pide y necesita la Universidad. A nivel público no se construyen nuevas escuelas, pero tampoco mantienen las ya existentes”, aseveró Ramírez a France 24.

Recientemente, el presidente Nicolás Maduro anunció el aumento del denominado “bono de guerra económica” y del ticket de alimentación al equivalente a USD 100 mensuales a partir del 1 de febrero. Sin embargo, el salario base permaneció en 130 bolívares mensuales, equivalente a 3,6 dólares a tasa oficial, en un país en el que la canasta básica familiar supera los USD 500 mensuales.

Educadores deben contar con múltiples empleos para subsistir

Andreína Díaz es maestra desde hace 15 años. La mayor parte de su carrera docente trabajó al servicio del sector público, pero en el año 2020 se vio forzada a renunciar al no poder mantener a sus tres hijos con la suma de los dos salarios que devengaba. Su esposo emigró a Chile en busca de mayores ingresos para poder enviarles remesas, pero al cabo de un tiempo se desentendió y no regresó.

Andreína, al igual que la mayoría de sus compañeros educadores, debe tener más de dos empleos para sobrevivir. En medio de la pandemia, inició un negocio de venta de arreglos con globos, golosinas y chocolates en la parte baja de su residencia. Paralelamente improvisó una escuela para ofrecer tareas dirigidas y ayudar a los niños que habían quedado sin educación por el cierre de la mayoría de los liceos. Posteriormente, instaló un área de maternal y una sala para preescolar, con la ayuda de sus familiares. Hoy en día tiene 80 niños bajo su cuidado y ha podido dar empleo a otras seis maestras que, con mucho pesar, también se vieron forzadas a abandonar el sector público educativo ante unos salarios con los que no podían costear ni transporte ni alimentación.

Andreína Díaz es maestra desde hace 15 años pero debe sostener varios empleos para mantenerse. © Archivo personal

“Después que yo renuncié, renunciaron cuatro más. La mayoría de maestros me decían: ‘yo tuve que ponerme a hacer cursos de repostería, a dar tareas dirigidas en sus casas, a hacer de taxista’. Cada quien está haciendo algo, pero ningún maestro está solo con el quince y último, porque eso no alcanza para nada”, relató Andreína a France 24.

Además de ser maestra, dar clases particulares, dirigir su propia escuela y vender arreglos con golosinas, Andreína participa activamente en las protestas convocadas por educadores. Ejerce como sindicalista e invierte parte de su tiempo en explicar a otros docentes las exigencias que se elevan al Ministerio. “Eso también es un trabajo, visitar las escuelas y ver sus necesidades para apoyar”.

Fuente: https://www.france24.com/es/am%C3%A9rica-latina/20240122-educadores-sin-relevo-en-venezuela-una-realidad-que-preocupa-al-gremio-docente

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Venezuela: Maestros, trabajadores y pensionados retoman protestas contra el Gobierno este 9-Ene para exigir aumento salarial

La historia se repite y por segundo año consecutivo, los venezolanos rechazarán a viva voz la devaluación de sus remuneraciones limitadas a solo tres dólares mensuales. «Vamos a seguir en la calle», aseguró Carlos Petit, representante de Fetrazulia. En Maracaibo, más de 800 mil jubilados y pensionados están llamados a la manifestación.

primero de enero de 2023 el dólar oficial estaba en 17,48 bolívares, lo que colocaba el salario mínimo en $7 aproximadamente, desde principio de año ha continuado su depreciación, siendo en la actualidad $3,5 a la tasa oficial que es aproximadamente el doble de la que había a principio de año, 35,85bs por dólar”, explicó el economista y profesor universitario Pablo Polo a Versión Final.

 

Mientras la divisa norteamericana continúa apuntalándose, la preocupación por una arrolladora crisis económica y una remuneración que no corresponde a lo necesario para subsistir es el dolor de cabeza de trabajadores y pensionados.

 

“La canasta básica está en 500 dólares y el pensionado apenas gana tres dólares (…) No es suficiente para que un adulto mayor pueda sobrevivir”, lamentó el representante de Fetrazulia, Carlos Petit.

 

Según cálculos del economista José Guerra, Venezuela fue uno de los países con más inflación en todo el mundo en el pasado 2023, seguido de Líbano y Argentina, con cifras preocupantes que superan el 260 %.

 

Esto se traduce en que, dos años atrás, un trabajador compraba proteína, carbohidrato y productos de aseo personal con su pago. Al día de hoy, se enfrenta a solo $3,5 de sueldo, una reducción de casi el 97 % de su poder adquisitivo a consecuencia de la devaluación del bolívar. “Nos ha tocado hacer de tripas, corazón”, agregó Petit.

Fuente: https://versionfinal.com.ve/ciudad/maestros-trabajadores-y-pensionados-retoman-protestas-contra-el-gobierno-este-9-ene-para-exigir-aumento-salarial/

 

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La escalada de violencia en Ecuador obliga a algunas universidades a realizar simulacros de tiroteos

Los niveles de criminalidad desatan la preocupación de los ciudadanos, cada vez más expuestos a situaciones de violencia.

En la Universidad Espíritu Santo (UEES), en Guayaquil, reciben formación para saber cómo actuar ante un ataque.

La violencia es uno de los mayores problemas que sufre Ecuador, y de los que más inquietan a la población. Por ello, algunas universidades del país están incrementando las medidas de seguridad para proteger a sus alumnos, e incluso han empezado a impartir cursos para que estén preparados ante situaciones críticas.

 

Es el caso de la Universidad Espíritu Santo (UEES), en Guayaquil, cuyos alumnos reciben formación para saber cómo reaccionar ante un posible tiroteo. Cualquier movimiento, en medio de un atraco, puede ser letal para ellos.

 

«Tienen que lanzarse al suelo, buscar cobertura, tienen que protegerse, pero no salir corriendo», explica el Jefe de Seguridad del centro, el Coronel Rodrigo Braganza.

 

La población, cada vez más expuesta a la violencia

Los niveles de criminalidad en el país han desatado cierta psicosis entre los ecuatorianos, que están cada vez más expuestos a situaciones de violencia.

 

«Llegaron armados y lo que pudimos hacer fue escondernos debajo de la mesa y dejar que pasaran las cosas», relata a TVE, Carla Arriaga, estudiante de la UEES.

 

«Ha habido enfrentamientos entre pandillas donde se escuchan tiroteos», cuenta, por su parte Adrián Reyes, otro alumno de este centro educativo.

 

Entre 2018 y 2022, Ecuador pasó de 5,8 a 25,62 homicidios por cada 100.000 habitantes, y, en este escenario, los jóvenes deben renunciar en muchas ocasiones a su propia libertad.

 

«Generalmente, yo cuando salgo, lo hago de día», asegura Alexandro Arcadio, estudiante.

 

Camili Dacuri, por su parte, explica que cuando sale de casa intenta no llevar consigo objetos de valor. «Trato de dejar aretes, joyas, todo eso, en mi casa cuando sé que voy a un lugar en el que voy a estar expuesta», asegura.

 

Reforzar la seguridad se ha convertido en un valor adicional en la oferta de instituciones educativas, hasta el punto de que algunas universidades privadas han edificado pasos levadizos para proteger a los estudiantes y evitar así que tengan que pisar las calles.

 

En el campus de la UEES hay cerca de 1.000 cámaras de videovigilancia, sistemas de reconocimiento facial e incluso agentes secretos para garantizar la tranquilidad de unos veinte mil alumnos.

Fuente: https://www.rtve.es/noticias/20231227/escalada-violencia-ecuador-simulacros-tiroteos/2469956.shtml

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