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Bancos de alimentos: ¿excedentes alimentarios para combatir la malnutrición?

Una reciente declaración de la Aliança per la Sobirania Alimentària de Catalunya (ASAC) concluía: faltan políticas globales para erradicar la pobreza; no  se plantea el acceso a una alimentación sana y adecuada como un derecho de ciudadanía. Todo ello se substituye  por una política exclusiva   de reparto de alimentos. [1]Centrando la actividad en el reparto de alimentos se substrae la alimentación digna y  adecuada del ámbito de los derechos ciudadanos sustituyéndola por  dádivas arbitrarias. El derecho se trasforma en caridad que depende de la voluntad del donante. Se crea así una cultura de dependencia a voluntades arbitrarias desposeyendo a la ciudadanía de la capacidad de incidir y /o reclamar.

 

Generar dependencia, cronificar la pobreza

 

El perfil de los sectores en riesgo de exclusión incluye, un fuerte sentimiento de culpabilización que genera desmotivación y una profunda desconfianza en sus propias posibilidades de salir del pozo al que se han visto impelidos. Hay consenso entre los trabajadores de los servicios sociales en que esta situación emocional es la principal dificultad para que la gente empobrecida pueda salir a medio plazo de la situación en la que está. Generar autonomía a las personas, empoderarlas, requieren análisis pormenorizados, desde la proximidad y, sobre todo,  requiere participación de las propias personas empobrecidas.

La cultura  de la dependencia propia del reparto de alimentos complementa y profundiza el sentimiento de fracaso que genera  atribuir  la pobreza  a causas individuales. El complemento ideal para desarrollar este asistencialismo   son organizaciones privadas  verticales , donde el voluntario está separado del “usuario” en   roles diferenciados y jerarquizados que a menudo consolidan y  refuerzan estereotipos. La organización   vertical de dichas organizaciones constituye la cara interna de las relaciones que generan con el exterior. Muchas de ellas, como el Banco de Alimentos[2] , teorizan este funcionamiento comparándose con la empresa privada. La cantidad  de usuarios atendidos o de quilogramos distribuidos,  al mínimo coste,  son los indicadores  de la calidad de un trabajo que se entiende como un distribuidor eficiente de calorías. La visión empresarial de eficiencia y productividad  encaja bien con la visión de crear usuarios de servicios  entendidos como donaciones evaluables  como mercancías. Sin embargo estamos hablando de derechos de las  personas y su eficiencia   debería evaluarse según el  fortalecimiento de  sus capacidades para enfrentarse a las situaciones en las que se han encontrado.

El Banco de Alimentos(R) no aborda las causas profundas que están generando la pobreza en general y la alimentaria en particular y aún menos las alternativas que harían falta. Está claro que no es una solución a medio y largo plazo a los problemas de malnutrición que existen en nuestra sociedad. De hecho ni lo pretende. Pero al menos se le tendría que pedir que no fuese un obstáculo. Así, hemos visto que, generando dependencia, cronifica las situaciones de empobrecimiento que dice combatir.

Todo lo contrario de otras experiencias para combatir la pobreza, en este caso, de vivienda:

“El principal problema al que nos enfrentamos las víctimas de la crisis, cuando tocamos fondo y nos damos cuenta de que es imposible hacernos cargo de las deudas contraídas, es superar la vergüenza, el estigma, y el miedo asociado al proceso (…)
Por eso uno de los éxitos más importantes de la Plataforma (PAH) ha sido hacer visible el problema que se vive de manera individual, un problema que pocas veces conseguía traspasar la esfera de lo privado, y convertirlo en un problema social.
La PAH nos ha conferido autoestima, seguridad y una identidad colectiva que nos permite hacer frente a los bancos y medirnos con ellos de igual a igual.(…)  La PAH me dio los instrumentos y la fuerza para seguir adelante”[3].

 

Bancos de Alimentos(R):  ¿solución a la  emergencia?

 

En diferentes publicaciones hemos analizado que  el Banco de Alimentos®  se dedica  principalmente  a  transformar subvenciones públicas en alimentos comprados a la agro-industria para ser distribuidos entre los pobres. Podemos concluir que por lo bajo un 70% de lo que mueven está subvencionado con dineros públicos. Del resto, la parte más  importante son compras promovidas a las grandes superficies para luego ser donadas. Poco que ver con los excedentes[4].  El criterio de selección de los alimentos no está en las necesidades de la población sino en los intereses de la agroindustria en vender, gracias al dinero publico, partidas que no pueden colocar en los canales de distribución habituales. El resultado es que en un país en que el empobrecimiento hace que tengamos un problema de malnutrición con dietas con exceso de hidratos de carbono y sin productos frescos, la principal partida del banco de alimentos proporcione el tipo de alimentos que la dieta tiene en exceso y no suministra los alimentos que harían falta para equilibrarla y combatir la malnutrición.

Es por ello que l’ASAC en la citada declaración  concluía:

“Todo esto los convierte en un mecanismo totalmente ineficaz para combatir el problema de malnutrición existente, que requiere alimentos adecuados en el lugar y el momento adecuados en lugar de suministros decididos de forma  hiper-centralizada y en función de criterios ajenos a las necesidades alimentarias concretas de las personas en situación de malnutrición”.[5]

Podríamos añadir que subvencionar excedentes con la excusa de una utilidad social que no es tal, no es la mejor forma de combatir el desperdicio alimentario. No en vano el residuo mas sostenible es el que no se produce.

 

Cuando la ayuda a los pobres se convierte en un negocio

 

¿A dónde van todos  estos recursos públicos  invertidos en “ayuda a los pobres”? Pues a las grandes empresas que optan a la subasta del FEGA, a los grandes exportadores de frutas que cobran  sus frutas a la UE cuando caen los precios de los mercados europeos, los grandes supermercados a los que se  les organiza una venta masiva y una campaña de imagen y publicidad gratuita…  Dinero público invertido en engrandecer  los márgenes de estas empresas que expatrian sus ganancias. No es, pues, dinero que refuerce el tejido productivo local sino a sus depredadores. Se pierde así una ocasión de utilizar importantes partidas de compra pública en fortalecer las economías locales que son las generadoras de riqueza  y de trabajo distribuidos entre la población, dos elementos básicos para combatir, mas allá de la emergencia, la pobreza y con ella las carencias alimentarias.

 

Que las grandes empresas contribuyan a acabar con las situaciones de pobreza incluyendo la alimentaria, es muy fácil. Sólo hace falta que paguen los impuestos que les corresponden lo que permitiría un estado del bienestar capaz de dar un apoyo suficiente a la gente empobrecida. Pero esta solución tan elemental, y que sólo implica cumplir las leyes, no está en el programa del Banco de Alimentos(R)  porque no interesa a las grandes empresas ya que quieren que su responsabilidad social no vaya más allá de repartir las migajas con el mínimo coste posible y aquí es donde el Banco de Alimentos(R)  cumple su función.

 

La estrecha imbricación entre las estrategias del Banco de Alimentos(R) y las estrategias de las grandes empresas va mas allá de incrementar su facturación con  compras financiadas con fondos públicos.
La teoría se confirma cuando vemos quién dirige el Banco de Alimentos(R). Empezando por su presidente Antoni Sansalvadó y Tribó, antiguo directivo de logística y actual accionista en Áreas y Serunion. Esta empresa, filial de la multinacional Elior, líder en el sector de la restauración colectiva, suministra comidas a 2800 centros (comedores escolares, hospitales, etc. y mayoritariamente  en instalaciones públicas) y factura diariamente 450.000 comidas. Serunion está también representada por su presidente y director general Antoni Llorens i Tubau con el cargo de vocal. Nestlé está representada a través  de Eduard Arruga i Valeri, directivo de Cereal Partners España, una filial del grupo Nestlé. El  vocal Alfons Carnero i Suñol: representa, entre otros, a Ebro Agrícolas. Los vocales Javier Riera- Marsá  y Lluis Carulla i Font garantizan  respectivamente la presencia de las sagas familiares Riera-Marsá y Gallina Blanca, determinantes en el cluster agroalimentario catalán. No podía faltar la organización propia de la gran patronal que está directamente representada por el director general de AECOC (Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores): José María Bonmatí Pérez.[6]

 

Hay alternativas desde la soberanía alimentaria

 

Sin embargo  una política general de derechos podría solucionar el problema de la pobreza incluyendo la alimentaria que no es mas que una de las múltiples caras de un problema único. Una  Renta  Básica Universal  garantizaría  una vida digna a toda la población incluyendo  el derecho a la alimentación. Derecho que debería ser parte de la enseñanza, la sanidad, los trabajos de cuidados…

 

En el camino de conseguir estos derechos  aquellas situaciones que requieren de medidas paliativas podrían  ser abordadas  desde otros paradigmas como ya se estaá haciendo en múltiples lugares. A continuación se puede leer una parte de las medidas paliativas que en julio pasado proponía la Aliança por la Soberania Alimentària de Catalunya, recogiendo lo que ya se está impulsando en el territorio.

 

 

ANEXO:

Alternativas en clave de Soberanía Alimentaria a la gestión neoliberal de la pobreza alimentaria (extracto: medidas paliativas)
Documento de junio de 2015 de la Aliança por la Soberania Alimentària de Catalunya

B. Transformar el modelo dominante de ayuda alimentaria
Dada la situación de emergencia social que vive el país y los efectos contraproducentes que tienen la mayoría de medidas orientadas a paliar la pobreza alimentaria, es necesario y urgente transformar el modelo dominante de ayuda alimentaria. A continuación, se proponen medidas en esta dirección relacionadas con dos ámbitos de actuación diferentes.
B.1. Becas comedor y compra pública
De entre los problemas de malnutrición que sufre la población catalana, es especialmente doloroso  el  que afecta a los y las menores de 16 años. En este sentido, una de las principales prioridades debe ser acabar con la malnutrición y la subnutrición en la infancia y la adolescencia. Dentro del derecho a  una educación universal hasta los 16 años se debería incluir, como parte inseparable, garantizar el derecho a disfrutar de una alimentación suficiente y adecuada.
La falta de becas comedor está convirtiendo en crónica dado el aumento de la pobreza infantil de los últimos años y el reducido presupuesto que el Departamento de Enseñanza dedica. Aumentar en 185.636 más las actuales 69.000 becas, garantizar el 100% de la comida, recuperar las becas comedor en secundaria y definir mecanismos para poder otorgar becas a lo largo de todo el curso son las medidas planteadas por la Fapac (Federacion de Padres y Madres de Alumnos de Catalunya)  y que apoyamos.
La enseñanza pública puede ser también el ámbito desde el que abordar de forma no estigmatizadora la subalimentación infantil en otras comidas no estrictamente escolares, por ejemplo mediante mecanismos como la fiambrera solidaria, becas para cubrir desayunos, meriendas, comidas en las actividades extraescolares , los centros diarios, los centros de vacaciones, etc.
Los gastos que implicaría implementar estas medidas son perfectamente asumibles. Es sólo un problema de prioridades. Significarían una importante inversión en bienestar y derechos de la infancia y la adolescencia. Aumentar las actuales becas según la propuesta de la Fapac hasta llegar a la cifra de 254.636 significaría un desembolso de 141,5M de euros por parte de la administración (3,5 veces el desembolso actual). Es cierto que estamos hablando de un gasto importante de dinero público destinado a la compra de alimentos pero insistimos en que son perfectamente asumibles.
El gasto público para la compra de alimentos para responder a las situaciones de emergencia alimentaria representa un volumen de dinero público elevado y, por tanto, tiene un importante impacto económico. Desde la perspectiva de la Soberanía Alimentaria la compra pública de alimentos debería ser realizada mediante Sistemas de Pago Condicionados al cumplimiento de determinados criterios nutricionales, socioeconómicos y ambientales, orientados a:
acabar con la malnutrición y la subnutrición fomentando una alimentación adecuada y de calidad basada en productos frescos, de temporada, de proximidad, ecológicos y culturalmente adecuados;
fortalecer los comercios tradicionales y en general las pequeñas y medianas empresas agroalimentarias vinculadas a la Economía Social y Solidaria; apoyar los métodos justos y sostenibles de producción, distribución y comercialización de productos agroalimentarios propios de la Agroecología.
En el ámbito educativo, los Sistemas de Pago Condicionados deberían ir acompañados de un trabajo y unos medios orientados a promover la transición de la alimentación escolar hacia la creación de Comedores Escolares Ecológicos, y de una propuesta pedagógica coherente con esta opción.
En el ámbito de la protección social, aplicar los Sistemas de Pago Condicionados que se proponen supondría promover la distribución de lotes de alimentos agroecológicos, comedores sociales agroecológicos y prestaciones económicas para la compra de productos agroecológicos. En última instancia, significaría fomentar que las personas empobrecidas tengan acceso a una alimentación adecuada desde el punto de vista nutricional, socioeconómico y ambiental.
B.2. Medidas paliativas
Con el fin de tender a acabar con las situaciones de empobrecimiento en lugar de tender a cronificarlas , las acciones de ayuda alimentaria no pueden limitarse a satisfacer las necesidades alimenticias de estas personas. Deben promover que dichas personas  ganen control y poder sobre sus vidas para que sean las protagonistas en  la construcción de las soluciones a sus propios problemas. Dicho de otro modo, deben fomentar la autonomía y el empoderamiento de las personas.
La prestación de medidas paliativas debe enmarcarse en proyectos que fomentan el empoderamiento haciendo que su buena marcha dependa de la implicación y la corresponsabilidad de las personas participantes; basándose en el funcionamiento horizontal; y concretándose en propuestas de intervención a medio plazo orientadas a fomentar la promoción de las personas, el desarrollo de sus habilidades sociales y el fortalecimiento de sus vínculos sociales.

 

Dentro de este ámbito, desde la perspectiva de la Soberanía Alimentaria la medida estrella debería ser la promoción de huertos sociales y comunitarios. En este tipo de iniciativas, el empoderamiento de las personas participantes se promueve, por un lado, posibilitando que cultiven parcelas de huerta para autoabastecerse parcialmente de verduras; y, por otra parte, promoviendo que trabajen en grupo, participen activamente en la gestión y el desarrollo de los proyectos y se vinculen a la comunidad local donde se emplaza la iniciativa. Por medio de esta doble estrategia, en el marco de los proyectos de Agricultura Social se incentiva que las personas empobrecidas mejoren su dieta, su condición física y anímica, sus habilidades sociales y su autoestima; aumenten su autonomía; y aprendan a autoorganizarse, a autoabastecerse de parte de los alimentos que necesitan  resolviendo sus problemas por sí mismas.
El ámbito periurbano y el medio rural cuentan, a día de hoy , con miles de hectáreas de tierra agraria abandonada o infrautilizada. En este contexto, la proliferación que actualmente están experimentando las iniciativas de Agricultura Social constituye una muy buena oportunidad para revertir la degradación de los agroecosistemas que tiene lugar cuando la tierra agraria se abandona, y para recuperar la doble vocación productiva y social que tiene la tierra agraria. Pero para que las personas empobrecidas y la ciudadanía en general pueda autoabastecerse parcialmente de alimentos, idealmente a través de huertos sociales o comunitarios, se necesitan políticas y programas que faciliten tanto el acceso a la tierra como su gestión colectiva o comunitaria; y necesitan también programas de formación y acompañamiento.
(…)
Por otra parte, hay que destinar más recursos públicos a las prestaciones económicas directas encaminadas a paliar las situaciones de emergencia alimentaria. Se ha constatado que estas prestaciones permiten que las personas que ven vulnerado su derecho a la alimentación puedan gestionarse sus necesidades alimenticias de forma autónoma y, de este modo, se contribuye a dignificar sus situaciones vitales y prevenir  su estigmatización. Esta modalidad de ayuda alimentaria permite, además, implementar el tipo de Sistemas de Pago Condicionados que se han descrito más arriba.
También hay que tener presente que las necesidades alimenticias son concretas para cada persona y momento. Es por ello que la forma de responder adecuándose a esta realidad debe ser descentralizada y el más a pie de calle posible. En este sentido, los servicios sociales municipales, si se les dota con medios suficientes, son las herramientas ideales para hacer este trabajo adecuándose a cada circunstancia concreta. Llevar a cabo este tipo de acciones de forma descentralizada y cercana a las necesidades de la población local es la forma más adecuada de ganar el máximo de eficacia y eficiencia.
Del mismo modo, este seguimiento cuidadoso a cada circunstancia mediante servicios cercanos a las personas ha de insertar las ayudas concretas en planes integrales de apoyo y empoderamiento. Esta es la forma de conseguir que estas medidas sean limitadas en el tiempo, sin que ello signifique dejar a las personas desatendidas, sino que se han creado otros mecanismos que den respuesta a las situaciones de empobrecimiento promoviendo la autonomía para que las personas sean capaces de salir por sí mismas de la situación de vulnerabilidad en que se encuentran y puedan prescindir, al menos parcialmente, de las ayudas directas.

 


[1]   “Alternatives des de la Sobirania Alimentària a la gestió neoliberal de la pobresa alimentària” ASAC,  Barcelona, Juliol 2015. La parte dedicada a alternativas  de esta misma declaración està como anexo a continuación de este artículo.

[2]          El Banco de Alimentos es una palabra que tiene una doble acepción. Por una parte es un genérico que se utiliza para toda entidad que recoge alimentos para redistribuirlos, pero, también, es una organización centralizada y federada. Esta última organización   tiene registrada una marca que en casos utiliza contra las experiencias autorganizadas de barrios (como ha sido el caso del barrio Tetuan de Madrid). A ella nos referiremos llamándola: Bancos de Alimentos(R)

[3] Jose Coy en el prólogo del libro  Vides Hipotecades, de Ada Colau y Adrià Alemany.

[4]   Un analisis mas detallado se puede encontar en Alimentos desperdiciados. Un análisis del derroche alimentario desde la soberanía alimentaria (Barcelona & Quito: Icaria & Instituto de Altos Estudios Nacionales . Se puede descargar enhttps://www.academia.edu/8769890/Alimentos_desperdiciados_Un_an%C3%A1lisis_del_derroche_alimentario_desde_la_soberan%C3%ADa_alimentaria_Montagut_X._Gasc%C3%B3n_J._._Barcelona_Quito_Icaria_IAEN._2014

[5]   “Alternatives des de la Sobirania Alimentària a la gestió neoliberal de la pobresa alimentària” ASAC,  Barcelona junio 2015

 

es economista. Ha trabajado últimamente temas como la agricultura, la alimentación y el consumo responsable. Es autor de varios libros sobre estas materias.
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Estancamiento e inflación

Los datos de la economía argentina son preocupantes y combinan el estancamiento con la elevación de los precios, un combo destructivo para la mayoría de la población con ingresos fijos y bajos.

Con el estancamiento derivado del enfriamiento deliberado de la actividad económica, producido por el Gobierno Macri, la consecuencia directa es pérdida de empleos, y por ende suspensiones y despidos, o chantaje empresario para bajar sueldos a cambios de empleo.

La respuesta empresaria, de los que pueden establecer precios, apunta a cambiar volumen de ventas por precios, asegurando rentabilidad. No importa que el gobierno les solicite mesura, y mientras pueden, aumentan precios en resguardo de su tasa de ganancia.

Queda claro que los perjudicados son la mayoría de la población argentina, con bajos ingresos y evolucionando por debajo de la inflación. En una estimación reciente realizada con informes del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma, la inflación del último año transcurrido, a abril del 2016, supera el 40%. Las proyecciones para todo el 2016 apuntan en ese sentido.

La política económica de Macri empuja el enfriamiento económico para bajar la tendencia inflacionaria. Es lo que sugiere en Ministro de Energía cuando dice que si el combustible es caro, los consumidores deben abstenerse de comprar. Pura lógica ortodoxa del monetarismo tradicional, que acompaña el Presidente del Banco Central con su aspiradora de fondos y tasas del 37,5% para captar inversiones de compañías de seguro, Fondos de Inversiones, Bancos y especuladores de todo tipo.

Aranguren y Sturzenegger son las caras visibles de la ortodoxia monetarista que impera en el gobierno Macri. No les importa las consecuencias sociales si al final logran bajar a cualquier costo la inflación. Sin éxito por ahora, aunque auguran una merma inflacionario desde Julio, a costa, claro está, del nivel de consumo.

Unidad de acción contra la lógica de la ganancia

Las respuestas no se hacen esperar y con la movilización masiva del 29/4, de la unidad de acción, se hacen visibles y estimulan muchas otras protestas, ocultadas por la prensa en general. No solo contra los despidos y la carestía, sino contra la impunidad de los re-marcadores de precios, tal como se sustenta en la campaña “super vacíos”, en la segunda versión del 10/5.

Es interesante la multiplicación de protestas en unidad de acción, algo que no muchos entienden, pero que la realidad impone. Resulta interesante como se buscan lógicas para la protesta, cuando estas se imponen por la fuerza de la movilización y la organización popular.

Algunos sostienen que la ley anti despidos es ineficaz para asegurar el fin de los despidos. Quizá tengan razón, pero en la agenda de discusión política se impuso un consenso contrario a los despidos y eso es lo que importa.

Vale recordar que las centrales sindicales fueron convocadas al Parlamento a discutir por el impuesto a las ganancias y desde la CTA Autónoma se orientó el debate y la demanda hacia la “emergencia ocupacional”.

La primera batalla es por las ideas, más allá del éxito de una legislación, que igual no quieren los empresarios y el gobierno. Por algo será, aunque la impunidad les permita desoír el mandato legal, la sola existencia del instrumento y el consenso social y político a no despedir los desarma en la disputa de consenso para el poder.

También es cierto que algunos critican las visitas a un Parlamento poco amigable con las organizaciones populares, y otros agregan el carácter de impresentables de los dirigentes de algunas de las centrales sindicales. Todo eso es verdad, sin embargo, el accionar conjunto de las centrales y la presencia en el Parlamento expandió la voz de los afectados por los despidos, sean los que sean según las distintas fuentes de información.

El enunciado de razones de principios que sustentan algunos, en el marco de la crisis política vigente afecta la capacidad de movilización y organización popular, por lo que el desafío pasa por más iniciativa política popular para disputar el consenso masivo para construir una subjetividad consciente para un orden que afecte la lógica capitalista de ordenamiento social.

La lógica capitalista es por la maximización de la ganancia. La lógica de política económica es por bajar la inflación a costa de la mayoría de la sociedad. La realidad es que el capitalismo para funcionar necesita de la inversión, esquiva en estos momentos de crisis mundial del capitalismo.

El anticapitalismo como respuesta

En todo caso, el gobierno, mientras espera el ilusorio arribo de inversores o prestamistas externos, apurará la inversión pública a costa de contradecirse y emitir moneda, toda una sinrazón que agrava las respuestas contractivas del Banco Central con tasas de estímulo a la especulación financiera y negadora de cualquier reactivación del crédito productivo.

Seamos claros, el inversor capitalista busca la valorización de su inversión, es decir, no se invierte si no es atractivo para asegurar la ganancia. Por ello, el problema no es la falta de inversión, sino el capitalismo. No es sencillo confrontar al capitalismo y menos transformarlo, pero es ilusorio imaginar respuestas favorables a los pueblos diagnosticando la falta de inversión. Incluso, pensando en el inversor público, vale mencionar que se trata del Estado capitalista y por ende, actúa en beneficio de recuperar la lógica capitalista.

Lo dicho no quiere decir que nada puede hacerse hasta no terminar con el orden capitalista, claro, pero al mismo tiempo resulta imprescindible la crítica y la denuncia al capitalismo real para no abrigar expectativas en apuestas al capitalismo nacional, serio o normal, o a una burguesía nacional, incluida la sustitución con el papel del Estado.

Con estas lógicas neo-desarrollistas o neo-keynesianas se alimentan ilusiones de soluciones en el marco del capitalismo, con reformas paliativas que auguran posibilidades de cambios profundos más adelante. La realidad en América Latina en estas horas es que la demora en mutaciones económicas profundas, que desarmen la lógica capitalista, aborta experiencias de cambios políticos y abren las puertas a respuestas más acordes con las corrientes principales, hegemónicas del orden capitalista mundial.

La realidad exige aumentar la iniciativa política en unidad de acción para confrontar con políticas antipopulares sustentadas por el gobierno Macri y construir amplia subjetividad consciente por una sociedad no capitalista, que construya en simultáneo a la protesta un programa alternativo de otro modelo productivo sustentado en la soberanía alimentaria, energética, financiera, popular, en articulación con procesos similares en la región y en el mundo.

Buenos Aires, 9 de mayo de 2016

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¡Pasa la capucha, hermana!

¡Pasa la capucha hermana! Trasciende la rabia y únete a esta marea negra, para juntas hacer tambalear el heteropatriarcado.

Siguiendo el camino recorrido por muchos otros colectivos feministas, compartiendo y llevando a cabo formas de lucha nada nuevas, y desde la necesidad de dar una respuesta contundente a la violencia machista, nace el colectivo FARRUKAS en el año 2014.

Independientemente de quiénes seamos, lo importante y por lo que nosotras apostamos es por tejer redes de solidaridad entre compañeras y colectivos feministas, alianzas como forma y estrategia de lucha. El contagio de capuchas puede estallar en cualquier punto, en cualquier momento; se está expandiendo, contagiado, colectivizando, sin directrices ni lideresas. Y en este sentido, volvemos a recordar, que aunque nuestra apuesta sea el negro, la peluca de colores, el tanga o el pasamontañas, todo suma y nada resta, para tejer esas alianzas tan necesarias en la lucha contra las violencias machistas.

Nuestra apuesta, desde el primer momento, es salir juntas a la calle a denunciar y responder la violencia machista, siendo y haciendo aquello que nos es negado: ir encapuchadas, vestidas de negro, con antorchas, haciendo ruido, expresando rabia, con fuerza…Transgredimos la imagen de mujer víctima, sumisa, pasiva y nos mostramos activas y combativas, siendo conscientes de nuestro poder y de nuestra fuerza. Nos ponemos la capucha porque crea una identidad colectiva como estrategia de lucha contra la individualización y el control heteropatriarcal. Cualquiera puede ser agredida, podemos ser todas. ¡Si tocan a una respondemos todas!

El objetivo de ir tapadas no es ocultarnos; no lo hacemos ni por miedo, ni por vergüenza. Muy al contrario, hemos tenido que encapucharnos para que se nos vea. La trascendencia y el impacto que ha tenido lo demuestran.

El miedo va a cambiar de bando es el lema que concienzudamente hemos elegido como estrategia política, sabiendo que es provocador y no conciliador, porque, precisamente, queremos generar debate. Si alguien se siente aludido, que se plantee y se responsabilice de lo que tiene que cambiar. Ahí van algunas ideas: silencio ante las múltiples violencias machistas, colaboración, legitimación, apoyo, pasividad y, directamente, el ejercicio de la violencia. No queremos generar temor al género masculino, pero sí al agresor: queremos que tenga suficiente miedo para que no nos agreda. Es lícito provocar el miedo suficiente para que no se repita. El terror que el sistema genera a las socializadas como mujeres es violencia, y nosotras lo que hacemos es responderla. Y, sí, amigos, la pérdida de poder y privilegios da miedo, y he aquí, el aporte pedagógico de la frase. Por cierto: ante la feminización del miedo nadie se inmuta.

¿Cuándo se van a responsabilizar los hombres? ¿Cuándo los agresores? ¿Cuándo la sociedad en su conjunto? ¿Cuándo van a empezar los socializados hombres a cuestionar su masculinidad y a deponer sus privilegios?

A nosotras se nos inculca el miedo y, encima, se nos niega la agresividad.Nos reapropiamos de ella, porque es una herramienta muy útil para responder, para poner límites, para decir que no, para hacernos respetar. Queremos y apostamos por transformar ese miedo en respuesta activa, afirmativa y combativa.

¿Violentas? Nosotras lo que hacemos es responder a la violencia que el sistema ejerce contra las mujeres y otras corporalidades no hegemónicas. ¿Violentas? La violencia machista está asesinando a mujeres y no pasa nada. ¿Y se nos cuestiona por salir a denunciarlo y decir que vamos a responder? ¿Qué estamos debatiendo: si nos ponemos las capuchas o sobre los asesinatos machistas?

¿Qué nos pasa cuando se juntan las palabras mujer y violencia? Por un lado, los roles de feminidad impuestos nos niegan la posibilidad de utilizar la agresividad y la autodefensa. Y, por otro, por cualquier cosa que hagamos se nos tacha de violentas, se nos castiga y criminaliza porque, precisamente, estamos rompiendo con esa posición de sumisión obligatoria asignada a las mujeres. ¡Si respondemos mal y si no también!

Es falaz e hipócrita el discurso que equipara la violencia que ejerce el sistema heteropatriarcal con la autodefensa feminista, porque la primera se ejecuta desde una posición de poder hegemónica y la segunda es una respuesta desde un lugar de opresión.

No nos callamos, ni nos callaremos, cuando vemos cómo la violencia golpea, invisibiliza, oprime, niega, excluye y acalla nuestras vidas. Y mientras esto siga sucediendo, seguiremos entonando el grito de guerra. Continuaremos subvirtiendo los roles de feminidad impuestos y respondiendo unidas, enmarañadas, todas a una, porque como el pasado 9 de abril quedó bien claro en Gasteiz, todas las respuestas son válidas, legítimas y necesarias.

Una marea negra que se expresa con rabia y contundencia, sí, una rabia estridente que revienta los tímpanos de aquellos que nos quieren calladas, pasivas y sumisas. Pero nosotras vamos a seguir bailando y celebrando, a la par que luchando y peleando. Porque la fuerza explosiva revolucionaria del movimiento feminista está más viva que nunca. Porque somos más que cuando empezamos, y lo seguiremos siendo.

11/05/2016

GORA BORROKA FEMINISTA!!

FARRUKAS (Feministas Autónomas Revolucionarias y Ruidosas Unidas Kontra las Agresiones Sexistas)

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Dilma, inquebrantable 

Ilka Coronado

14 de mayo de 2016

Debimos haberla matado, se habrán repetido cientos de veces sus torturadores cuando la vieron convertirse en la primera mujer presidenta de Brasil.  O hubieran querido que también como a Evita, el cáncer la desapareciera (momentáneamente, porque es inmortal) del escenario político. Hay un antes y un después de Dilma en Brasil y en América Latina.  Una mujer presidente venciendo al patriarcado. A la inequidad de género. Una mujer que desde el gobierno ha creado políticas de inclusión de género. Políticas sociales que han beneficiado a millones de parias que la oligarquía solo puede ver como peones y a los que ha explotado durante siglos y quiere seguir explotando.

La vida de las mujeres  siempre ha sido cuesta arriba, seguimos luchando contra el peor de los enemigos: el patriarcado, de donde se deriva la misoginia y el machismo que tanto daño nos hace como sociedad y género.  Mucho más difícil aún es para las mujeres que se atreven a desafiar los límites y las normas impuestas y participan activamente en política. Ser mujer, tener arrestos y la dignidad y  la capacidad de dirigir una nación se paga caro en América Latina, si lo sabrán Cristina y Dilma.

Ambas mancilladas. Muchos de los análisis post golpe a Dilma, escritos por intelectuales y analistas políticos internacionales  la condenan y la culpan por ser mujer.

Análisis hechos desde el patriarcado, subjetivos, con un alto nivel de misoginia y estereotipos. Con todo tipo de insultos, menosprecio y falacias.

A Dilma este golpe fraudulento se le ha dado desde la traición, el odio, el celo, desde el sentimiento de inferioridad por esa razón ha sido con saña. Un ataque contra el progresismo y la democracia que se gestó desde que Lula llegó a la presidencia y que aumentó la dosis de odio cuando fue Dilma la que tomó la batuta: demasiadas mujeres en el gobierno, demasiados afro descendientes, algo que no soportó el clasismo y la oligarquía y mucho menos el patriarcado.

Demasiados beneficios para los más golpeados del sistema, olvidados y  explotados.  Demasiada plusvalía para los parias, demasiada vida para las favelas.  Demasiada visibilidad para las mujeres y demasiados derechos para la comunidad LGBTI.  Desde ningún punto de las ideologías, del clasismo, de la opresión, de la visión neoliberal o de la democracia se puede negar el avance que ha tenido Brasil con Dilma como presidenta.

Su gestión  ha sido respaldada por 54 millones de brasileños y, golpeada por 50 votos a traición de peones del capitalismo. Una de las nuevas modalidades del Plan Cóndor: golpes a dedazo con el apoyo de medios de comunicación que manipulan y juegan el papel de entes políticos.

No existe una sola prueba que la implique y, que busquen hasta por debajo de las piedras si quieren. Su pecado capital ha sido gobernar para los mancillados y crear políticas de inclusión, desarrollo e  igualdad social.  Buscar hacer valer la justicia en materia de Derechos Humanos.  Dar voz a los invisibles y sueños a los nadies;  eso no hay oligarquía, neoliberalismo y clasismo que lo perdone y lo permita.

Cortando la cabeza de Dilma llegan al corazón de los parias, por esa razón el ataque feroz desde la traición. Porque de frente perdieron en las urnas.

No pudieron con quien ha dado techo y ha puesto un plato de comida en las mesas de millones de marginados. Quien ha creado fuentes de trabajo, invertido en educación, salud e infraestructura.  Con quién ha llenado de utopías las periferias antes oprimidas.  Quien le apostó a los BRICS antes que al capital estadounidense y oligárquico de la región.

Quien no ha vendido el petróleo a manos azadonas. Con quien tiene una visión futurista de integración regional. Quien quiere  para la infancia brasileña un desarrollo integral en su propio país para que no se vea obligada a migrar como en  países de corte neoliberal, hacia la explotación estadounidense.

Quien quiere y pelea por los  derechos para las mujeres  para que dejen de ser vistas como seres humanos de tercera categoría.

Los 54 millones de brasileños tienen la obligación política y humana de tomar las calles y manifestarse pacíficamente defendiendo sus derechos, Dilma no lo puede hacer sola, Dilma los ha defendido durante su mandato,  con su vida desde su adolescencia: ¡que no se  olvide nunca que fue torturada por los mismos que ahora la quieren destituir!

Ahora les toca hacer valer ese voto y hacer escuchar sus voces. Nadie  puede defender los derechos de los parias, más que los parias mismos. Por Dilma, por Brasil, por las favelas. Por el derecho a vivir en un país que se merece florecer. Por le memoria histórica, la dignidad,  la identidad, por los Derechos Humanos y laborales. Por la plusvalía. Por la justicia, por la integridad y por el amor.  Por los que estuvieron, por los que están y por los que estarán.

Dilma es inquebrantable, con ella no podrán. Pero no van por ella, van por los logros del gobierno progresista, van por los sueños de los parias. Van por la belleza inaudita de un Brasil floreciente. Ningún capital, ningún  opresor, ningún poderío traidor ha podido nunca con la fuerza descomunal de un pueblo herido y honrado. Brasil, tiene que demostrar de qué está hecho. Es ahora. La lucha es hoy.

Hoy y siempre, mi amor  y mi respaldo a mi presidenta Dilma y  a mi patria Brasil.

Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado  contacto@cronicasdeunainquilina.com

Blog de  la autora: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/05/14/dilma-inquebrantable/

Fuente de la imagen: https://i.ytimg.com/vi/0XESOb_bjfg/maxresdefault.jpg

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“Nuit debout puede ser portadora de una transformación social de gran amplitud”

TRIBUNA COLECTIVA

Las crisis abren el campo a nuevas posibilidades y ésta que comenzó en 2007 con el hundimiento del mercado de las subprimes no es una excepción. Las fuerzas políticas que sostenían el viejo mundo están en vías de descomposición empezando por la socialdemocracia que ha franqueado desde 2012 una etapa suplementaria en su largo proceso de acomodación al orden existente. Frente a ellas, el Frente Nacional desvía en provecho propio una parte de la cólera social jugando un papel pretendidamente antisistema, aunque no pone nada en cuestión y desde luego, no las leyes del mercado.

En este contexto nace Nuit debout que celebra estos días su primer mes de existencia. Desde la caída del Muro de Berlín, la contestación al neoliberalismo ha tomado diversas formas: gobiernos bolivarianos en América Latina en los años 2000, primaveras árabes, Occupy Wall Street, indignados españoles, Syriza en Grecia, campañas de Jeremy Corbyn y Bernie Sanders en Gran Bretaña y Reino Unido… Los historiadores futuros que se interesen por nuestra época sin duda dirán que fue especialmente rica en movimientos políticos y sociales.

Francia no se queda a la zaga. Desde las grandes huelgas en noviembre y diciembre de 1995 hasta las movilizaciones actuales contra la ley El Khomri, pasando por los movimientos antiglobalización – especialmente la creación de Attac en 1998- la oposición al CPE (Contrato del Primer Empleo. (ndt) en 2006 y a la contrarreforma de las pensiones en 2010, las ocasiones de contestar a esta “nueva razón del mundo” han sido numerosas. No han sido definitivas porque la crisis no ha sido el golpe de gracia a las políticas neoliberales, implantadas hoy a escala planetaria con más agresividad que nunca.

Desafíos estratégicos

A pesar de las dificultades, incluso a veces de los fracasos, la creación de organizaciones que aspiran a encarnar esta izquierda antiliberal y anticapitalista, cada vez ha ofrecido ocasiones para coaligarse, acumular experiencias e inteligencia colectivas.

Nuit debout es un movimiento sui generis dotado de características propias. Pero también es heredero de esta secuencia de los balances -positivos y negativos- extraídos por las redes militantes de esas experiencias anteriores. La historia avanza por conjeturas y refutaciones.

Un movimiento tan joven como Nuit debout es entusiasta, aunque, necesariamente, a veces sea confuso. De cualquier forma, lo que impresiona en su caso, es la seriedad con la que se discuten los desafíos estratégicos a los se enfrenta. Con uno de sus ejes “contra la ley El Khomri y su mundo” logra articular una exigencia esencial, la retirada de una ley portadora de una grave regresión social y la crítica radical a todo el sistema. Una de las perspectivas que lo atraviesa y en la que trabaja, la huelga general, parece decisiva para operar la unión entre la ocupación de las plazas y la movilización en los lugares de trabajo y lograr un victoria fundamental.

Los críticos del movimiento no han evitado reprocharle su composición social, la sobrerrepresentación en su seno -real o supuesta, nadie sabe nada en esta fase- de personas de mucho “capital cultural”. Estos mismos críticos han destacado la ausencia de habitantes de los barrios populares y especialmente de migrantes poscoloniales.

Cualquiera que haya pasado, aunque sólo haya sido una hora, en la Plaza de la República o en las otras plazas ocupadas sabe que una parte importante de los debates actuales trata precisamente sobre los límites del movimiento y sobre la manera de superarlos. ¿Cómo unirse mejor a los sindicatos y a la clase obrera? ¿Por qué medios impulsar la movilización de las víctimas de la segregación socioespacial y del racismo? ¿De qué perspectiva política debe dotarse el movimiento si es que debe dotarse de alguna? Tanto en la asamblea general como en las comisiones temáticas estas cuestiones están omnipresentes.

Transformación social

Sin duda, las respuestas son vacilantes, a veces burdas y alrededor de ellas cristalizan los desacuerdos. Pero los desacuerdos son sobre los desafíos reales. Nuit debout es un movimiento exigente consigo mismo, que no subestima la amplitud de los futuros desafíos. Si el potencial emancipador de una movilización depende de la conciencia que ella tiene de sus propios límites y de su voluntad de trascenderlos constantemente, entonces nos está permitido esperar que Nuit debout dé lugar en los próximos meses o años a una transformación social de gran amplitud.

Si se lleva a cabo la articulación con los sectores del movimiento obrero y de las redes asociativas salidas de los barrios, nada podrá parar este movimiento.

Como decía Gramsci, todos somos intelectuales pero no todos ejercemos la “función” de intelectual. El capitalismo creó para su provecho una clase de individuos que hacen la función de leer y escribir. Como universitarios, pertenecemos a esa clase, incluso si somos militantes. Con la superación del capitalismo, esta clase desaparecerá y la elaboración intelectual dejará entonces de ser un privilegio social.

Nuit debout no tiene ninguna necesidad de intelectuales para reflexionar. La producción de ideas es inmanente al movimiento, cada uno de cuyos miembros es un intelectual y el conjunto un intelectual “colectivo”.

Quienes ejercemos profesionalmente la “función” de intelectuales, queremos expresarle nuestra admiración a este movimiento. Nuestra admiración ante su valentía: hay que resistir a las constantes intimidaciones de los detentadores del orden existente. Nuestra admiración ante su capacidad en identificar los retos estratégicos del momento e intentar aportar repuestas innovadoras.

Las crisis abren el campo de las posibilidades pero es grande el riesgo de que se vuelva a cerrar, inmediatamente, bajo la presión de las fuerzas reaccionarias. Nuit debout contribuye a ampliar el campo permitiendo así converger a las fuerzas revolucionarias. Llamamos a todas las personas y organizaciones que no están conformes en cómo anda el mundo, a que venga a reunirse en las plazas y a tomar parte desde ahora en la construcción de otro mundo.

Firmantes: Tariq Ali, escritor; Ludivine Bantigny, historiador; Cédric Durand, economista; Elsa Dorlin, filósofa; Annie Ernaux, escritora; Bernard Friot, sociólogo; Razmig Keucheyan, sociólogo; Stathis Kouvelakis, filósofo; Frédéric Lordon, filósofo; Leo Panitch, sociólogo; Wolfgang Streeck, sociólogo

 

Tribuna publicada en lemonde.fr

http://www.lemonde.fr/societe/artic…

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ODS Objetivo 4 / Meta 8: Construir y adecuar instalaciones educativas que consideren a las personas en situación de discapacidad y las diferencias de género

Fuente OREALC UNESCO/ 14 de Mayo de 2016

Estrategias para lograrlo:

  • Proteger a las y los educandos, maestros y al personal en escuelas libres de violencia, y en zonas de conflicto armado.
  • Instituir políticas integrales, multifacéticas y cohesivas que consideren las cuestiones de género y de discapacidad
  • Distribuir equitativamente los recursos entre escuelas aventajadas y desaventajadas
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A propósito de la última propuesta de libro blanco educativo

La fecundidad del señor José Antonio Marina para realizar libros blancos sobre la educación en una determinada orientación política, primero uno sobre el profesorado y ahora otro sobre el pacto educativo, no deja lugar a dudas de que contamos con todo un gurú para guiarnos en la solución de los problemas de la educación.

¿Cómo es posible arrogarse la representación de la sociedad civilpara elaborar un libro blanco sobre el pacto educativo, cuando su legitimidad para hacerlo procede sólo de la consideración que él mismo hace y sin representar a un colectivo, movimientos ciudadano, grupo de profesionales o sector de las comunidades educativas o de la sociedad…? Nadie le ha otorgado legitimidad para tan valiosa tarea; a no ser la privada Universidad Nebrija y él mismo.

El miedo o la desazón generada por la crisis y los discursos sobre el deterioro del sistema educativo de nuestro país, que no produce trabajadores cualificados (sic), lleva a vincular el desarrollo de los sistemas educativos al crecimiento económico. Es en esta estrategia de crisis y desastre en la que se colocó el Gobierno del Partido Popular y ahora el mediático Marina, cuya finalidad poco tiene que ver con la educación, sino cada vez más con la economía capitalista, orientada por las líneas establecidas por la OCDE.

Esta es la orientación de las últimas leyes que ha emprendido el PP buscando, como ellos mismos declaran, mejorar los rendimientos para mejorar la economía nacional y la adecuación de las escuelas a entornos competitivos para producir trabajadores adaptados a las sociedades capitalistas.

Como planteaba Milton Friedman, líder intelectual del capitalismo de libre mercado, en The Wall Street Journal la crisis es una tragedia, pero «también es una oportunidad para emprender una reforma radical del sistema educativo«. Friedman afirmaba que la Administración tiene que actuar con rapidez para imponer los cambios de forma irreversible antes de que la sociedad afectada por la crisis vuelva a instalarse en lo que él denominaba la «tiranía del status quo». Lo importante era generar un estado de shock en la población que facilitara el «tratamiento de choque» de los programas de ajuste. Aprovechar momentos de trauma colectivo para dar el pistoletazo de salida a reformas económicas y sociales de corte radical. Se tiende a aceptar esos «tratamientos de choque» –decía– creyendo en la promesa de que salvarán de mayores desastres.
Por eso el PP está aprovechando la actual situación de crisis para introducir reformas que vinculen el desarrollo de los sistemas educativos al crecimiento económico y donde la educación deje de ser un valor en sí mismo. Desde cualquier enfoque educativo, con un mínimo de rigor, la educación no debe estar al servicio prioritario de las demandas del mercado, como se pretende. No es nuestro punto de vista. La educación no tiene como finalidad única conseguir personas «técnicamente competentes» (los mejores técnicos diseñaron las cámaras de gas de Auschwitz), sino formar a las futuras generaciones para que sean capaces de desarrollar y expandir sus mentes y su compromiso ciudadano por construir un mundo más justo y mejor. Esto es lo que posteriormente repercutirá en el desarrollo científico y tecnológico y en el desarrollo socioeconómico respetuoso con nuestro mundo, pero no puede ser su único objetivo. La educación debe considerarse un valor en sí misma.

Solo hay dos modelos de educación: o considerarla un bien público promovida por los Estados para el ascenso de la población en equidad (educación pública gratuita); o un servicio, una mercancía más, como la consideran las políticas de globalización y algunos organismos internacionales y que por, lo tanto, debe ser liberalizada para competir en el mercado educacional mundial.

Para estas políticas las instituciones públicas son por definición ineficientes y por ello introducen mecanismos de mercado. Entre ellos se encuentran la desregulación, la competencia, la privatización y la libre elección de servicios. Para sus promotores la provisión pública no responde a las demandas de los consumidores y no cuenta con los incentivos necesarios para la mejora educativa, como justifica Marina en su libro blanco del profesorado.

Hace treinta años Chile fue uno de los primeros laboratorios donde se experimentaron estas políticas competitivas. Le siguieron EE UU e Inglaterra. Para conseguirlas es necesaria, además de la desregulación y liberalización del sistema educativo, una financiación competitiva pública según demanda de las escuelas, evaluaciones externas con informaciones públicas para la creación de ránquines y la elección de centro. El libro de ruta que se incluyó en la Lomce.

Mejora educativa

Sin embargo, los resultados ya evaluados desdicen la prometida mejora educativa. Algunas de las consecuencias de este tipo de políticas son el aumento de centros privados financiados con dinero público (en Chile se triplicaron); la distribución de las personas por su nivel socioeconómico; la mejora de los centros sólo en aspectos formales para atraer a estudiantes buenos; la estimulación del pensamiento único y estandarizado y la sustitución del liderazgo educativo por la gestión financiera y las relaciones públicas.

Marina –que afirma en los comentarios de su blog a la propuesta del Foro de Sevilla que no es importante la financiación, ni la formación del profesorado y sus condiciones laborales, y que entrar en «eso» sería ideología y empañaría el «carácter científico» y el pacto– nos da la solución mágica. Y lo hace en poco tiempo, apenas los dos meses que le dan para hacer el encargo. Por otro lado, algo lógico ya que en realidad no inventa nada, sino que recoge las propuestas de las políticas educativas neoliberales de las dos últimas décadas que vinculan las reformas de los sistemas educativos al crecimiento económico y a la competitividad.

Consideramos arroganteafirmar que sobre la base de una serie de informes aportados por determinados organizaciones se puede definir el territorio en el que se moverá un pacto educativo que terminarán por concretar los políticos. Por cierto, para ello faltarían muchos más documentos… como la Carta por la Educación Pública, el Modelo de Educación Infantil para niños y niñas de 0 a 6 años, o la Carta por la Educación que queremos. Todos estos textos han surgido de la sociedad civil y han generado un fuerte debate entre los movimientos sociales.

Es también irresponsable afirmar que a través de «su web» como cuaderno de campo, la bitácora, el diario de la investigación· va a conseguir conectar con la sensibilidad de la ciudadanía y poder afirmar que sus sugerencias –interpretadas por el mismo y su equipo– recogerán perfecta y participativamente las demandas reales y necesarias de la sociedad civil. Por ello el profesor Marina no entiende la propuesta del Foro de Sevilla, asociaciones, movimientos y partidos políticos que han participado en la elaboración del Documento de bases para una nueva ley de educación. Acuerdo social y político educativo.

Si el señor Marina se considera un experto, que escriba como tal, pero que no se arrogue la representación de la ciudadanía. Desde esta posición es evidente que no necesita la colaboración de propuestas ciudadanas. Él se define interesadamente como experto en educación y por ello considera su gestión científica y no ideológica. Sólo necesita tiempo para redactarlo y eso lo hace bien. Felicidades por ser el adalid de las políticas de derecha en nuestro país.

 
Firman: Carmen Rodríguez, Enrique Díez, Rodrigo J. García, Francisco Imbernón y José Luis Pazos. Pertenecen al Foro de Sevilla, conformado por profesionales de la educación.

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