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El racismo y el clasismo en Perú, ante el espejo

Redacción: El País

Más de la mitad de los peruanos cree que la sociedad es racista, pero menos de uno de cada diez se considera a sí mismo como tal

El Ministerio de Educación de Perú ha recibido desde 2013 más de 23.700 denuncias de violencia escolar o bullying. De estas, el 2% tienen como motivo el color de piel y el 1%, el acento. “Tener menos dinero que el resto” o “ser de provincia” suman porcentajes similares, según datos de la plataforma Sí se ve. “No deberíamos vivir en una sociedad donde ocurran estas cosas”, dijo el jueves por la noche el campeón del mundo de fútbol y activista contra el racismo Lilian Thuram en una concurrida conferencia en Lima.

Los resultados de la última encuesta sobre la cuestión difundida por el Ministerio de Cultura peruano son igualmente preocupantes: “El 53% [de los ciudadanos] cree que somos muy racistas pero solo el 8% se asume racista”, recordó la activista afroperuana e investigadora Rocío Muñoz. En el sondeo de percepciones y actitudes sobre diversidad cultural y discriminación étnica racial en el país sudamericano, el 28% atribuye la discriminación a su color de piel, el 20% cree que fue por su nivel de ingresos, y un 17% expresó que la causa fueron sus rasgos faciales o físicos. Los lugares donde vivieron la discriminación fueron los establecimientos de salud (22%), las comisarias (19%) y las municipalidades (14%). Todo un problema que está lejos de tocar a su fin.

Pocas semanas atrás, la conocida tienda departamental Saga Falabella tuvo que retirar de sus cuentas de redes sociales un anuncio en el que una modelo blanca decía que su compañera de habitación –afroperuana–, era desordenada y tenía un mal olor, pero compró un colchón con una tecnología que no absorbía olores. Las críticas de los internautas obligaron a la empresa a dar marcha atrás cuando ya lo había publicado. El pasado fin de semana se hizo viral un vídeo en el que se veía a un conductor que apuntaba con su revólver a otro que le reclamaba por sus malas artes al volante. Manuel Liendo, el agresor, pidió disculpas en una entrevista por televisión un par de días después, porque podía dar una mala imagen: “A nivel internacional, pueden pensar que en Perú todavía somos un nido de indios”, acotó.

En el último mes, casos de racismo y discriminación registrados en los espacios públicos y en campañas publicitarias han pasado a primera línea, pero los esfuerzos por combatirlo siguen siendo aislados. “Hay que denunciarlo. Si cada uno de nosotros lo denunciara, avanzaríamos más rápido”, sugirió el exjugador francés. Entre 2013 y 2018, el registro de denuncias del Ministerio de Educación indica que 394 casos de acoso son “por el color de piel”, pero la cifra de casos relacionados con características físicas (ojos chinos, color o textura del cabello o tipo de nariz, entre otras) es mayor: 1.695 en los últimos cinco años.

“El racismo afecta algo fundamental: la confianza en uno mismo, porque enseña a no amarse. Las personas que no lo sufren no entienden que es extremadamente violento, es una de las expresiones más dolorosas y más crueles”, aseguró Thuram este jueves en Lima. Para el excentral de la Juventus y del FC Barcelona es vital comprender que el racismo es un discurso que sirve para mantener una jerarquía: “Hay que debatir estas cuestiones de manera serena: la discriminación se sitúa en los sectores más altos de la sociedad y los dominantes tendrán que aceptar que lo son. Este sistema económico es atroz porque opone a las personas, las unas a las otras, de manera que no cuestionen el sistema”, explicó.

El director de la Fundación de Educación contra el Racismo que lleva su nombre contó este jueves que en una visita a una escuela privada de Lima, un niño de nueve años le dijo “hay demasiados venezolanos en Perú, no deberían venir”. Thuram le preguntó dónde había escuchado eso y la respuesta fue “en la tele, en mi familia”. En sus charlas en escuelas, el futbolista francés convertido en activista contra el racismo se ha convertido en un especialista en hacer que las personas puedan ponerse en los pies del otro. “Si hubiera algún problema en Perú y tuvieras que irte con tu familia a otro país, ¿cómo te sentirías si te dijeran algo así?”, preguntó Thuram al alumno. “Me daría mucha pena porque me estarían rechazando”, respondió el niño.

Fuente: https://elpais.com/internacional/2018/09/28/actualidad/1538160083_035528.html

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Carta abierta a los intelectuales del mundo

Por: Manuel Castells

Brasil está en peligro, puede elegir presidente a un fascista, defensor de la dictadura militar, misógino, sexista, racista y xenófobo

Amigos intelectuales comprometidos con la democracia:

Brasil está en peligro. Y con Brasil el mundo. Porque después de la elección de Trump, de la toma del poder por un Gobierno neofascista en Italia y del ascenso del neonazismo en Europa, Brasil puede elegir como presidente a un fascista, defensor de la dictadura militar, misógino, sexista, racista y xenófobo, que ha obtenido un 46% en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Poco importa quién sea su oponente. Fernando Haddad, la única alternativa posible, es un académico respetable y moderado, candidato por el PT, un partido hoy desprestigiado por haber participado en la corrupción generalizada del sistema político brasileño. Pero la cuestión no es el PT, sino una presidencia de un Bolsonaro capaz de decir a una diputada, en público, que “no merece ser violada por él”. O que el problema con la dictadura no fue la tortura sino que no matara en lugar de torturar. En una situación así, ningún intelectual, ningún demócrata, ninguna persona responsable del mundo en que vivimos, podemos quedarnos indiferentes. Yo no represento a nadie más que a mí mismo. Ni apoyo a ningún partido. Simplemente, creo que es un caso de defensa de la humanidad, porque si Brasil, el país decisivo de América Latina, cae en manos de este deleznable y peligroso personaje, y de los poderes fácticos que lo apoyan, los hermanos Koch entre otros, nos habremos precipitado aún más bajo en la desintegración del orden moral y social del planeta a la que estamos asistiendo.

Por eso escribo a todos ustedes, a los que conozco y a los que me gustaría conocer. No para que suscriban esta carta como si fuera un manifiesto al dictado de políticos. Sino para pedirles que cada uno haga conocer públicamente y en términos personales su petición para una activa participación en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el 28 de octubre, y nuestro apoyo a un voto contra Bolsonaro, argumentándolo según lo que cada uno piense, y difundiendo su carta por sus canales personales, redes sociales, medios de comunicación, contactos políticos, cualquier formato que difunda nuestra protesta contra la elección del fascismo en Brasil. Muchos de nosotros tenemos contactos en Brasil, o tenemos contactos que tienen contactos. Contactémoslos. Un mensaje por WhatsApp es suficiente, o una llamada telefónica personal. No nos hace falta un hashtag. Somos personas, miles, potencialmente hablando a millones, en el mundo y en Brasil. Y porque a lo largo de nuestra vida hemos adquirido con nuestra lucha e integridad una cierta autoridad moral, utilicémosla en este momento antes de que sea demasiado tarde. Yo lo voy a hacer, lo estoy haciendo. Y simplemente ruego que cada una/uno haga lo que pueda.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/10/10/opinion/1539160088_843725.html

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Un explosivo documental sobre la policía de Nueva York demuestra su racismo estructural

Redacción: El Diario

En su impactante nuevo documental ‘Crime + Punishment’, Stephen Maing sigue a un grupo de policías rebeldes que se enfrentan al sistema ilegal de cuotas de detenciones en Nueva York que se ceba en las comunidades negras.

En cualquier ambiente de corrupción y malas prácticas sistemáticas aparecen naturalmente filtradores. Pero rara vez podemos ver el rostro humano que hay detrás de estos actos de valentía, mucho menos saber el coste psicológico que conlleva ser un engranaje más de la máquina de un sistema que saben que es injusto.

Y es exactamente eso logra el director Stephen Maing en Crime + Punishment, su más reciente documental sobre 12 policías, todos afroamericanos, que se enfrentaron al sistema ilegal y secreto de cuotas del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD). Su trabajo sirvió para una demanda colectiva contra el departamento por su práctica de presionar a los agentes a presentar un número predeterminado de arrestos y citaciones por mes, a menudo en comunidades negras consideradas de «alto nivel de criminalidad».

El documental comienza con una conversación telefónica clandestina entre Maing y Sandy Gonzalez, un agente con 12 años de experiencia y el primero de una docena de agentes rebeldes. «Me están atacando por los números que presenté», dice Gonzalez, que acabó degradado tras resistirse a las exigencias de su supervisor. Luego nos vemos en un acto de graduación de la academia de policía, se escucha la canción New York, New York y el comisario Bill Bratton se pone a hablar poéticamente sobre la ciudad que ha «recuperado sus calles».

Bratton, considerado abiertamente como el arquitecto de la teoría de los cristales rotos que llevó la vigilancia más agresiva a las comunidades minoritarias enfocándose en los llamados «delitos menores», aparece en el documental insistiendo en que el NYPD persigue las conductas, no a las comunidades afroamericanas.

Sin embargo, las imágenes y el audio que recoge Maing –a menudo filmado a propósito desde cierta distancia y siendo en gran parte conversaciones grabadas entre los 12 policías y sus supervisores– sugieren otra cosa.

«No pedimos permiso al Departamento para filmar esta historia», aclara Maing, que antes de Crime + Punishment dirigió varios documentales en cortometrajes y mediometrajes sobre la policía de Nueva York. «Había situaciones y experiencias que sabíamos que el público no creería si no las veía de primera mano. Así que si me ubicaba inteligentemente en un par de sitios diferentes en la película, podía generar la sensación de que tanto yo como el público éramos como recién llegados a algunas de estas situaciones».

El resultado es una visión extraordinariamente panorámica y aun así detallada del sistema de justicia penal en la ciudad de Nueva York, destacado por la yuxtaposición de tomas generales y de paisajes urbanos con el trabajo de tambaleantes cámaras ocultas. Por momentos, Crime + Punishment funciona como cine de testimonio, pero en otros parece una construcción planificada cuidadosamente.

Lo más impresionante es el nivel de acceso que ha conseguido Maing. Gran parte de la película consiste en el seguimiento de los policías informantes, como Gonzalez, Edwin Raymond y Felicia Whiteley, pero también se documenta a los abogados e investigadores privados que trabajaban con los jóvenes directamente afectados por el sistema de cuotas.

«En un momento de la filmación, comprendí claramente que si no podíamos mostrar el daño colateral, es decir la experiencia humana de la gente víctima de estos excesos policiales en comunidades donde viven minorías, entonces no podríamos transmitir el sentido urgente de esto», explica Maing, que tras cuatro años de rodaje tenía más de mil horas de material. «Lo que no debe perderse de vista es que estos son policías reales, familias reales, jóvenes reales que pasan meses o años en la cárcel, condenados por delitos que no han sido probados o sin pruebas suficientes».

Uno de estos jóvenes es Pedro Hernandez, un adolescente del Bronx encarcelado en la prisión de Rikers por acusaciones de posesión de arma de fuego y agresión que luego fueron retiradas. En una gran escena que hace hervir la sangre, su madre muestra hojas y hojas de cargos desestimados. El caso de Hernandez fue asumido por el investigador privado Manny Gomez, un policía que abandonó el Cuerpo y cuyas investigaciones han llevado al sobreseimiento de casi 100 acusaciones. Intrépido y corpulento, es una de las figuras que Maing siguió entre 2014 y 2017, ganándose su confianza mientras el grupo de los policías informantes crecía en número y en fuerza.

El abanderado extraoficial de la demanda colectiva contra el NYPD es Raymond, quien tiene una conversación en una escena con su supervisor, que le sugiere de forma nada tímida que Raymond no fue ascendido por ser un «llamativo» hombre negro con «rastas».

En un momento del documental, Raymond resume poderosamente la injusticia del sistema de cuotas: «La realidad es que las fuerzas de seguridad utilizan a la comunidad negra para generar ingresos». Las implicaciones de este tipo de mala praxis institucional tienen un amplio alcance, dado que las políticas del NYPD, la fuerza policial más grande y más conocida de Estados Unidos, se replican en todo el país.

«Hay muchos departamentos de policía que usan la guía de patrulla del NYPD como referencia y, en algunos casos, copian sus políticas palabra por palabra», afirma Maing, refiriéndose a la forma en que la política de cristales rotos ha sido adaptada en sitios como Ferguson, donde la muerte de Michael Brown puso en marcha al movimiento Black Lives Matter.

«Tenemos que tener un debate en serio sobre si estas prácticas y herramientas de verdad ayudan a construir confianza dentro de la comunidad. ¿Ayudan a mantener o incrementar el respeto al uniforme (policial) en las comunidades de color? Es alarmante la idea de que la policía ha perdido el respeto y la legitimidad como consecuencia de prácticas que socavan el contrato social entre los agentes y las comunidades minoritarias».

Edwin Raymond, en el documental Crime + Punishment
Edwin Raymond, en el documental Crime + Punishment WEB DEL DOCUMENTAL

Mientras el documental se proyecta en varios festivales cinematográficos, a Maing se le acercan agentes de policía que se quejan de prácticas similares en sus propios departamentos. Esto le ha demostrado que las cuestiones raciales y policiales no encajan exactamente en las estructuras binarias que han dominado gran parte de nuestro discurso político.

«Lo que realmente me entusiasma de este proyecto es que esta es una voz que no hemos escuchado aún», dice. «No encaja en esa división entre progresistas radicalmente antipolicía y conservadores radicalmente propolicía a cualquier precio».

Al poner en primer plano el impacto psicológico y físico de ser forzado, como dice Raymond, «a participar en algo que quita aún más derechos a la población negra», Maing ha realizado un documental que se preocupa más por la ética que por la política. No sólo las políticas del NYPD han trascendido nuestra forma convencional de análisis «progresista versus conservador» –los acontecimientos del documental suceden durante la gestión del alcalde demócrata Bill de Blasio– sino que los policías rebeldes que se enfrentan al sistema lo hacen por un sincero deseo de reforma, no para desmantelar el Departamento.

«El delito es una realidad y necesitamos a la policía», asegura Maing. «Esto no se trata solamente de policías contrariados que quieren ajustar cuentas o que quieren hacerse ricos y famosos. Estos son policías que de verdad creen en su misión».

Crime + Punishment, con su mensaje explosivo y su hábil realización, llega en un momento en que los debates con matices sobre este tema no son bien recibidos. Es más difícil que nunca, dice el director, romper con la hegemonía de los titulares de Washington, desde los tuiteos del presidente a la más reciente grabación secreta de Omarosa. Pero en un país que ya sufría por cuestiones raciales y policiales, la gravedad moral, social y legislativa de la película se revela mucho más explícitamente.

«Después de hacer este documental, oí a mucha gente decir ‘si me sucediera algo a mí, no sé si querría llamar a la policía porque me da miedo de que le hagan algo malo a una persona negra’», recuerda Maing. «Es cada vez más difícil tener un debate racional y tranquilo sobre lo que funciona y lo que no funciona en cuestiones policiales. Quizás por esta misma razón este sea el momento oportuno para profundizar en esta historia».

Fuente: https://www.eldiario.es/theguardian/documental-Nueva-York-policia_0_807019523.html

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La indiferencia y su efecto bumerán

Por: Ilka Oliva Corado

Más que miedo y desconocimiento es pereza. Más que miedo es individualismo. Más que miedo es complicidad por conveniencia. Más que miedo es indiferencia en las sociedades devastadas por la mediocridad. Sociedades infestadas de racismo, clasismo, homofobia, estereotipos, haraganería, fascismo, cachurequería y doble moral.

Millones de burbujas flotantes donde habitan seres plagados de insensibilidad y desprecio, que piensan que están a salvo del horror de la miseria, la exclusión y la violencia porque ellos no son los otros; esos otros que ellos con su mediocridad y dogmas sentencian, excluyen y vulneran en nombre de las clases sociales, la mezquindad y el avasallamiento. Sociedades pasivas sin memoria que con su inacción solapan turbas de corruptos, ruines y genocidas; que violentan a los otros, siempre a los otros. Una inacción a conveniencia, siempre.

Los violentados son los otros: los que denuncian, los que luchan por la justicia, los que sueñan, los que abren caminos, los que tienen memoria, los que buscan la unidad de los pueblos, los que siembran esperanza: ellos son el enemigo por instinto. Por puro instinto saben que estar del lado de los vasallos les permitirá permanecer en la comodidad de sus burbujas flotantes. Hediondos todos al germen rancio de la infamia. Se lamen entre ellos, para impregnarse unos a otros de la peste de la insensibilidad y la desmemoria, para que la miseria de los otros nunca los alcance, pero saben perfectamente que los miserables son ellos, solamente ellos.

Estas sociedades cómplices, escogen a quienes los representarán en el gobierno, para que el sistema no se mueva ni un ápice de su lugar, para que los cimientos del patriarcado, la misoginia, el machismo, el racismo, el clasismo y la homofobia sigan intactos. Creen que sus burbujas son intocables y que sus dogmas los mantendrán a salvo, creen que nunca los alcanzarán: la miseria, el abuso y la exclusión. Creen que nunca necesitarán de los otros más que para que carguen en sus hombros las burbujas flotantes donde estos destilan la pestilencia del sopor del solapador. Creen que nunca pisarán el suelo de los mancillados, ellos los mancilladores.

Creen que jamás serán violentados, excluidos y empobrecidos. Creen que sus dogmas jamás se les voltearán. Que jamás enfrentarán la justicia de la vida. Que la mancilla no tocará a sus puertas. Que jamás se verán en la necesidad de un aborto clandestino. Que el amor que es el amor no respetará sus géneros ni sus clases sociales. Que el dolor no alcanzará sus burbujas. Que la violencia jamás las atravesará.

Creen que esas clicas criminales son leales y que jamás las traicionarán, se equivocan rotundamente. Esas sociedades mediocres también son utilizadas por la enorme maquinaria del status quo precisamente por sus dogmas. Son más utilizables que las masas que desconocen. Las burbujas flotantes aunque no lo soporten también son parte de ese todo que conforma el hilar de la humanidad.

Pero ya las está alcanzando el efecto bumerán que estas mismas han creado, pensando ilusoriamente que la destrucción masiva la vivirán los otros, simples burbujas flotantes. Y cuando la violencia, la injustica, el dolor, la exclusión y el escarnio partan en dos las débiles burbujas flotantes donde se resguardan, conocerán en carne propia lo que han obligado a vivir a los demás. Y no habrá grito que sea escuchado, y el dolor de la pérdida de un ser querido por la violencia que estas mismas han creado y solapado las hará corcovear de dolor. Y buscarán a sus desaparecidos desesperadamente. Tocarán mil puertas sin que se abra ninguna.

Y clamarán por justicia y gritarán hasta el cansancio y más. Y llorarán hasta quedarse sin lágrimas y se arrastrarán, vencidas, pudriéndose en sus dogmas; dogmas por las que fueron utilizadas por los enormes tentáculos del capital. Y verán por primera vez en sus vidas su vulnerabilidad de simples partículas de nada. Y aún así no aprenderán, por instinto, por ego, por dogmas seguirán arrastrándose imaginándose dentro de aquella burbuja flotante llena de mierda.

El efecto bumerán ya está en marcha.

Fuente: https://www.aporrea.org/ddhh/a269089.html

 

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Racismo, xenofobia, violencia y solidaridad en Costa Rica

Por Beatriz Villareal 

Las terribles luchas políticas que está librando el pueblo de Nicaragua y sus consecuencias se expanden por todo Centro América y llegan de nuevo a  Costa Rica como perseguidos, huyendo de la violencia y de la pobreza pues ese país no ha resuelto sus problemas sociales. Vienen en busca de apoyo político, trabajo, salud, comida y alojamiento. Los refugiados son personas,  estudiantes y profesionales perseguidos por participar o dirigir las protestas o por asistir a los heridos. Costa Rica ha recibido población nica desde hace muchos años. Ha respondido solidariamente en algunas ocasiones, pero fundamentalmente recibe cantidades significativas de mano de obra barata. Son personas en busca de empleo de baja calificación y bajos salarios. Se ubican en todas las regiones del país como peones agrícola, obreros de la construcción, las mujeres sirven en las casas, en las fábricas o realizan ventas de productos en las calles. Los ingresos que perciben son pocos para subsistir aquí (estadía y alimento), y enviar pequeñas cantidades de dinero para la subsistencia de sus familias en Nicaragua. Este contingente de mano de obra barata ha beneficiado  económicamente por años a este país.

Los problemas que se han generado con esta nueva oleada son diversos. Uno de los más evidentes  es que se ha llenado aún más de casas pobres o viejas reutilizadas a cambio de escasos alquileres a lo largo y ancho del país. Pero en especial en la ciudad capital que se ha convertido en un lugar con grandes extensiones de cuarterías habitadas por nicaragüenses y costarricenses. Ha alterado y afeado aún más esta ciudad capital, sobre todo en las áreas más cercanas a la catedral con ventas de todo tipo de objetos. San José es hoy una ciudad fea llena de casuchas y de vendedores ambulantes. Esto provoca la reacción de sectores medios acostumbrados a pasear y caminar por la ciudad para visitar lugares o hacer compras en las tiendas. Hoy eso no es posible. Pues también ha sido convertido en espacio de distracción de pobladores de las zonas más populares de los distritos sur de este cantón. Además provoca reacciones  negativas de los sectores trabajadores nacionales con escasa formación que a su vez son migrantes urbanos o rurales del interior  que se han convertido en obreros y trabajadores de servicios. Son mal pagados y viven muy modestamente. Son parte de ese 20% de pobreza que tiene este país.

La población nicaragüense migrante trata de vivir y satisfacer sus necesidades aquí. En muchos casos se casan o traen a sus hijos. Hacen uso de los servicios de salud y educación sin pagarlos, pues la educación en términos generales es pública. La salud también, pero se tiene que contribuir con una cuota mensual, si se es trabajador formal, o si está legalizado. El patrono lo asegura o ellos mismos lo hacen. El problema es con los que no se aseguran, pues según la ley la salud es un derecho universal. Los nicaragüenses en su mayoría no pueden hacerlo pues es un servicio caro. Cuando tiene un problema de salud acuden a los hospitales y clínicas públicas a recibir medicinas y tratamientos de buena  o de regular calidad por un pago bajo. Esto genera reacciones negativas y violentas de los que sí pagan este seguro. Situación semejante ocurre en las escuelas públicas. Lo que ha generado rechazo irracional y críticas contra los “nicas”.

El problema: El estilo de vida o mito del tico de clase media consumista se contagia tanto a los nacionales como a los extranjeros, al igual que en muchas partes del mundo. La tranquilidad y seguridad que da un Estado fuerte y centralizado como este a su población también es atrayente, solo que tiene su costo, que en muchos casos no es posible pagar. La solidaridad interna a veces se acepta o se acata simplemente por los diferentes sectores trabajadores. El problema es cuando se trata de extender a todos las personas que viven aquí. Este estilo de vida efectivamente es el plus que tiene Costa Rica con relación al resto de Centro América, cubre al 80% aproximadamente de los habitantes. La lucha y garantía para que los niños coman bien y vayan a una escuela es algo que  los Estados deben hacer. Pero que no es así en el la región Centro Americana, donde élites y ejércitos corruptos tradicionales  utilizan los ingresos del Estado para su enriquecimiento propio. Pareciera que este es el origen, la razón y la causa del racismo, la xenofobia y la violencia contra estos migrantes en Costa Rica pues la población de este país se siente bien de vivir en un país con un sistema social como este.

El racismo: se expresa como el rechazo hacia las personas con características físicas (color de piel y forma de hablar) achacadas a los nicas, aunque muchos ticos se parezcan a ellos. Se les considera como inferiores, poco inteligentes y no trabajadores. Son segregados por el resto de la población nacional. Un ejemplo es  que se reúnen los domingos en el Parque de La Merced para pasar el día de descanso, socializar con los suyos y comer sus propias comidas.  En su mayoría son personas buenas, inteligentes y trabajadoras que luchan por vivir y obtener algún ingreso para paliar la pobreza aquí y en su país.

Xenofobia: es el  odio y el rechazo extremo de pequeños grupos nacionalistas violentos que se creen superiores a los extranjeros. Los agreden con ofensas y violencia física, en este caso es la población tica contra los nicas. Siempre había habido racismo, pero con dimensiones xenófobas es muy reciente. Su origen está en esta última crisis generada por el gobierno nicaragüense y por la ofensa que ha dirigido hacia este país su presidente. Ha generado mucha agresividad de estos grupos  que se han organizado para enfrentar, expulsar, ofender y agredir a esta población.

Violencia: es el enfrentamiento con palos, piedras y hasta con pequeñas armas contra estos “extranjeros” con el fin de que se vayan. Se dio una primera manifestación y se está organizando otra. Participa población urbana violenta, pobre y no tan pobre que no acepta su presencia aquí,  que tiene muy acentuado el mito del  nacionalismo en el sentido de que somos los mejores de Centro América.

Solidaridad: también se han dado muestras y acciones de apoyo de parte de la población consciente del  sufrimiento  que sufren al tener que enfrentar,  además de dejar a su país, sufrir la persecución y la violencia aquí.  Fueron obligados a huir  de su patria en busca de apoyo ante la gravedad de los hechos que están enfrentando estos inmigrantes.  El Estado les ha dado matrícula a algunos estudiantes universitarios. Los medios de comunicación han cedido espacios en programas radiales y televisivos para que expresen sus dificultades. Y se han celebrado actos de apoyo público para estos nuevos migrantes. Esta es en síntesis una radiografía y una interpretación particular de esta problemática social.

Fuente del artículo: http://s21.gt/2018/09/03/racismo-xenofobia-violencia-y-solidaridad-en-costa-rica/

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Ciencias Sociales – Educación: racismo y xenofobia vs comprensión y ciudadanía.

Por: Beatriz Villareal

Las ciencias sociales estudian las relaciones y los contextos que establecen y desarrollan las personas en sus entornos cuando hacen que sus vidas ocurran. Los fenómenos y las tendencias actuales están modificando las estructuras económicas con la escasez del trabajo, los avances o retrocesos de  la producción y el intercambio. Se estudian desde la economía política pues el desempleo y los bajos salarios están generando nuevos impactos negativos  en la pobreza y la marginalidad en países que enfrentan problemáticas sociales explosivas como Nicaragua y Venezuela. Esas crisis se relacionan con las expresiones de racismo que se están dando este año 2018, en Costa Rica y algunos países suramericanos, como acciones de rechazo contra los nicaragüenses y contra los venezolanos que emigran de sus países en busca de mejores condiciones de vida. Estas situaciones son denunciadas y expuestas, ante la opinión pública, por personas comunes y por los medios de comunicación. Por  el impacto que generan y por su significado son abordadas por la política, la sociología, la historia o la psicología. Su objetivo es comprender, valorar, criticar, explicar y llegar a conclusiones de estas expresiones xenófobas de rechazo contra los extranjeros, por grupos  de nacionales radicalizados que reaccionan violentamente por diferentes razones.  Se sienten y se  creen desplazados por los extranjeros. Arremeten contra los inmigrantes y se convierten en expresión y en participantes de  acciones violentas  de protesta  y rechazo social.

La educación actual tiene como ideal la formación de personas cada vez más humanas. Estudia las teorías educativas existentes, las tradicionales y las nuevas, los procesos educativos democráticos en algunos países, la aplicación y resultados de reformas educativas nacionales, entre otros, con el objetivo de dar luces a la investigación y al análisis de conflictos sociales como éstos. Además tiene como parte de su objeto de estudio que pensar  procesos novedosos y adecuados para formar personas más tolerantes y  aptas en los proyectos de  enseñanza y  aprendizaje  que les permitan  llegar a ser sujetos democráticos  con el conocimiento y el aprendizaje de  contenidos y valores que los incorpore plenamente a  una vida social armoniosa y laboral activa. Llegar a ser un protagonista y un ciudadano dentro de su contexto democrático requiere de niveles de comprensión intelectual de la realidad que le permita  lograr su realización y la de los demás, sean estos nativos o inmigrantes. Puede decirse que en el caso de Costa Rica una de las causas de este rechazo a los emigrantes  es la escasez de esta conciencia ciudadana de  grupos que no tienen en su mayoría acceso a buenos empleos, buenos salarios y a fuentes de trabajo calificadas. Creen que son desempeñados por los que llegan y se sienten desplazados.

La relación entre las ciencias sociales y la educación expande y potencia permanentemente nuevos caminos, espacios para pensamiento y formas de estudio y conocimiento. Esto ha permitido desde la academia establecer e institucionalizar nuevas carreras  profesionales que hacen posible pensar a las personas  desde diferentes corrientes filosóficas y  desde las nuevas concepciones de la vida cotidiana propias de la antropología urbana y la sociología. Son construcciones y representaciones culturales  capaces de formar personas aptas para relacionarse con las transformaciones y problemáticas sociales actuales que suceden en diferentes partes del mundo. El objetivo de las ciencias sociales y  la educación es parte de la teoría general de la ciencia moderna  y de la modernidad. Es definido como el proceso histórico que posibilita marcos de referencias  diversos así como nuevas formas de producción de conocimiento y  nuevas disciplinas que abordan  dimensiones humanas que no habían sido tomadas en cuenta anteriormente. Hoy requerimos de nuevas vías de conocimiento para ofrecer  respuestas concretas  a los problemas que enfrentamos para poder abordar esta  cotidianeidad. Esto requiere  de  formación de personas competentes  para dirigir y resolver las dificultades que se le presentan y que son parte de su existencia.

Este relacionamiento disciplinario-conceptual permite y posibilita avances en los que las   personas tenemos que aprender a pensarnos a nosotros mismos en torno a las redes de relaciones sociales que establecemos en todas las actividades diarias. En los fines que buscamos, en los sentimientos que desarrollamos y en las habilidades que aprendemos. Es un proceso continuo, abierto e inacabado como señala el humanismo filosófico y educativo. En la medida en que  más lo desarrollamos y profundizamos es posible  mejorar nuestra visión de  vida. Esto es lo que ha permitido generar  y  tomar en cuenta nuevas formas  de  conocer con gran vigencia actual como es la comprensión entendida como la forma más integral de aprender a conocer, a saber e  interpretar. De ahí que las teorías de la educación por competencias se han convertido en un proyecto de educación permanente. Son parte de los programas académicos profesionales y académicos de muchos países que quieren avanzar por la senda educativa.  Los contextos  sociales actuales ante el cercano avance de la Cuarta Revolución Industrial demandan cada vez más saberes  generales y específicos. Se debe estar al día en las tecnologías de la información con  una formación en competencias básicas, en competencias claves y más recientemente en competencias tecnológicas que requiere el mercado laboral. Es importante  estar actualizados en los conceptos recientes  sobre qué significa conocer desde la postura educativa de la comprensión. Así como estar actualizados para hacer  lecturas e interpretaciones adecuadas y sustantivas en torno a las disciplinas propias de la especificad pedagógica. O bien, contar con el aprendizaje de otro idioma para enriquecer la cultura.

Para las ciencias sociales los conceptos de hombre y mujer son las construcciones modélicas sobre las cuales trabajan. Les permiten construir  pensamiento y conocimiento acerca de las diferentes dimensiones en educación ciudadana y  ciudadanía. Son abordadas  utilizando  conceptos, valores y tipos ideales que sobre los (as) ciudadanos (as) y sus contextos democráticos  realizan. Son conceptos que se elaboran acerca de las dimensiones internas de las personas. Son ideas, pensamientos y sentimientos que se convierten en teorías para analizar y estudiar las experiencias que genera la realidad externa.

Para la teoría educativa actual las tendencias que evidencian y fortalecen las relaciones entre los campos del saber son las formas en las que las disciplinas sociales se plantean los problemas actuales para el estudio y la investigación del conocimiento que se quiere generar o sistematizar. Es el aprendizaje y estudio para la formación en capacidades y fortalezas ya que éstas son las que permiten la interdisciplinariedad en la construcción de temas comunes.

Fuente: http://s21.gt/2018/08/27/ciencias-sociales-educacion-racismo-y-xenofobia-vs-comprension-y-ciudadania/

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Afrodescendientes y Discriminación

Redacción: Fedora Carbajal

Si bien hay evidencia de que la discriminación existe, sus mecanismos de transmisión no necesariamente se alinean con las explicaciones que provienen de la economía

La integración de la población afrodescendiente a la sociedad uruguaya se ha dado históricamente en base a desigualdades. La discriminación existe y es un problema sistémico en los países latinoamericanos. La desigualdad de oportunidades se relaciona con desigualdades no aceptables y con características que no están bajo el control de un individuo (como la etnia, el lugar de nacimiento, el sexo de una persona, etc.) y su importancia en parte se fundamenta en su alta relación con la desigualdad de ingresos cuando los individuos llegan a la vida adulta. La existencia de igualdad de oportunidades en una sociedad, solo es posible si se eliminan las desventajas existentes por la existencia de discriminación. Existe discriminación cuando ante circunstancias idénticas los miembros de un grupo minoritario son tratados de forma menos favorable respecto a aquellos de un grupo mayoritario, aún cuando comparten características similares.
Si bien hay evidencia de que la discriminación existe, los mecanismos por los cuales esta se transmite no necesariamente se alinean con las explicaciones tradicionales que provienen de la economía (la discriminación basada en preferencias y la que se fundamenta en estadística). Sin embargo, en los últimos años, trabajos desde el campo de la psicología y de la evaluación experimental han avanzado en la comprensión de cómo se construye el prejuicio.
En este sentido, uno de los estudios experimentales pioneros y que se ha difundido en diferentes países para detectar si existe discriminación en el mercado laboral consiste en repartir Currículums Vitae (CVs) ficticios para cubrir vacantes laborales en llamados que efectivamente existen en la realidad (los que son publicados en los clasificados de un periódico de referencia, por ejemplo). Para ello se envían para cada vacante de forma aleatoria un conjunto de CVs idénticos respecto al nivel educativo alcanzado y la experiencia laboral, entre otras características relevantes, y se diferencian únicamente en algún elemento distintivo de la etnia o rasgo fenotípico del individuo (por ejemplo, a través de incluir una foto diferente en cada CV o un nombre o apellido identitario de una etnia específica). Estudios en Perú y Colombia, por mencionar algunos países latinoamericanos donde se aplicó este diseño, muestran evidencia de que los afrodescendientes reciben menos llamadas para entrevistas de empleo que los no afrodescendientes. Esto muestra mecanismos de discriminación explícitos o implícitos.
En Uruguay desde que se cuenta con información sobre ascendencia racial en la principal fuente de datos para estudios relativos a condiciones socioeconómicas, la Encuesta Continua de Hogares (ECH) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), se han encontrado diferencias sistemáticas en términos de las remuneraciones que perciben trabajadores afrodescendientes respecto a los de ascendencia blanca, implicando que los primeros perciben ingresos alrededor de un 25% a 35% menores. Esto en parte se explica por diferencias en ocupaciones, ramas de actividad donde se emplean y tipo de empresas o instituciones donde están ocupados y por características propias de los trabajadores como es la educación y la experiencia laboral. Sin embargo, hasta un 32% de la brecha de ingresos laborales la explicaría lo que podría estar asociado a la discriminación. Asimismo, al desagregar empleos según sean de baja o alta remuneración, se ha encontrado que la discriminación se reduce en empleos de baja calificación lo cual implica que los afrodescendientes son segregados a este tipo de ocupaciones.
Adicionalmente, los afrodescendientes presentan mayores niveles de informalidad, subempleo y concentración en tipos de ocupación con menor calificación; mayor carga de trabajo no remunerado (principalmente las mujeres afro); mayor proporción de embarazo adolescente, resultados educativos menos favorables en términos de menos años de escolaridad promedio (los jóvenes afro alcanzan alrededor de dos años menos de educación), menor acceso a los niveles educativos más altos, mayor rezago educativo y deserción; mayores tasas de pobreza monetaria y de incidencia de pobreza multidimensional, hogares con mayor proporción relativa de niños y jóvenes y con necesidades básicas insatisfechas; mayor cobertura en la salud pública y peor percepción del estado de salud en general; se concentran (a excepción de Montevideo) como se observa en la Figura 1 en departamentos del país con menor Índice de Desarrollo Departamental de CINVE (Artigas, Cerro Largo, Rivera y Tacuarembó).
Fuente: elaboración propia en base a Censo de Población y Vivienda 2011 (INE) y CINVE (2018).
Nota: el Índice de Desarrollo Territorial (IDT) se elabora en función de las dimensiones: 1) seguridad ciudadana y sistema de derecho, 2) Sociedad incluyente, preparada y sana, 3) Mercados de factores eficientes y dinámicos, 4) Infraestructura física y tecnológica.
Sin embargo, estos antecedentes no son suficientes para determinar cuáles son los mecanismos donde mayormente opera la discriminación hacia la población afrodescendiente y en qué grado efectivamente existe discriminación en el mercado laboral uruguayo. Uruguay tiene que tomar muy seriamente la tarea de generar información y evidencia fuerte que permita dirigir las políticas públicas a eliminar la desigualdad de oportunidades que sufre la población afrodescendiente y diagnosticar la magnitud de la discriminación.
Para esto es necesario una serie de medidas. En primer lugar, se deben medir mejor las características étnicas de las personas, ya que la aproximación utilizada en la actualidad a través de la autoidentificación étnica es imperfecta. Esto es clave para la discusión y evaluación de políticas públicas ya que serán utilizadas como criterio de selección e identificación en acciones afirmativas, como por ejemplo por la Ley 19.122 que establece como obligatoria la contratación de personas afrodescendientes en un 8% de los puestos de trabajo en empleos. En segundo lugar, se debe recabar información de forma representativa, sistemática y periódica, en cada uno de los sectores de actividad y el sector público, que permita tener un mejor diagnóstico y por lo tanto, ofrecer políticas focalizadas para mejorar la condición de vida de la población afro más vulnerable. Finalmente, es necesario generar evaluaciones experimentales de la existencia de discriminación que ofrecen evidencia directa contundente sobre el fenómeno en Uruguay.
Afrodescendientes y Discriminación
Fuente: https://www.elobservador.com.uy/afrodescendientes-y-discriminacion-n1265785
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