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Guillem Ferrer: «El sistema educativo está colapsado y hay que dejar que vaya muriendo»

España / 8 de octubre de 2017 / Autor: Lola Sampedro / Fuente: El  

Guillem Ferrer lleva desde 1998 intentando cambiar el mundo poco a poco, como se llama el movimiento activista que él mismo fundó ese año, Poc a Poc. Despacio pero sin pausa, dedica sus días a trabajar para mejorar la educación, la base de todo para él. Los días 14 y 15 de octubre, su fundación Educació per la Vida, celebrará la 13ª edición del encuentro Terra, ànima y societat, en Pollença, un espacio donde aprender y compartir esa nueva forma de aprender, esa nueva educación a la que algunos llaman holística.

P. ¿Cómo ha cambiado en estos años el sector educativo?
R. Hay mucha diferencia. Podemos decir que en Mallorca se está viviendo una revolución; no sólo lo digo yo, sino gente que viene de todo el mundo. Los profesores se han implicacdo. En las escuelas hay una revolucón, en las familias aún no, ahí es más lento, pero los padres que llevan a sus hijos a las escuelas holísticas sí se implican. El Govern también, sobre todo en estos últimos años, pero muy lentamente.

P. ¿Ve una apuesta del Govern por este tipo de educación?
R. No totalmente, no como yo creo que debería ser. El sistema educativo está colapsado y sólo hay que dejar que poco a poco vaya muriendo, no hay que ponerle más energía. Ahora ya sabemos que una mejor educación es posible. Sabemos leer, escribir y aritmética, pero no sabemos quiénes somos.

P. ¿Los que fuimos a escuelas tradicionales somos un desastre?
R. Por lo general, esta educación espiritual y ecológica no es tan habitual en la escuela tradicional. No hablo de la religión, sino de la espiritualidad. Eso se ha obviado, igual que la educación ecológica. Por eso tenemos este desastre ecológico, porque la gente que está en el poder no tiene en cuenta la ecología, no la entiende. Enviar a tu hijo a una de estas escuelas ayuda mucho. Yo impulsé la escuela Sa Llavor en mi pueblo, en Mancor, y nos hemos dado cuenta de que los propios niños están cambiando a los padres.

P. ¿Es difícil ser coherente con ese estilo de vida las 24 horas del día todos los días del año?
R. Ahora mismo es difícil, porque no nos han educado así. La educación tiene que empezar desde el mismo momento en que el niño está en el vientre materno.

P. ¿Los padres que recibimos educación tradicional estamos preparados para criar a niños desde la educación holística?
R.  No. Hay que recuperar el espíritu, cada uno tiene que buscarse y la meditación es el camino. Cuando entras en el silencio empiezas a entender algo, hay una voz que te dice que no puedes escuchar estudiando matemáticas o geometría o viendo una película. Necesitas el silencio. Y la meditación ayuda en ese camino, para descubrir qué pasa en tu mundo interior.

P.  La mayoría de esas escuelas son privadas, hay que pagar mucho dinero para llevar a tus hijos a una. ¿Existe el riesgo de que se conviertan en colegios elitistas?
R. Todas estas escuelas quieren ser públicas, pero no pueden. Tienen que ser independientes porque no les dejarían hacer la educación holística. En Mallorca hay una pública en Sóller, Ses Marjades.

P. ¿Qué cambios tienen que darse en la escuela pública?
R.  Lo más importante es la formación de profesores y la creación de escuelas experimentales públicas. Dicho así, escuelas experimentales, parece que estemos usando a esos niños como conejillos de indias. En sentido positivo. Ya sabemos desde hacemos muchos años que este tipo de educación sale bien. Nosotros vamos atrasados, pero en otros países como Finlandia o Bután hace muchos años que implantaron la educación holística. También tenemos el ejemplo de Finlandia.

P. Allí los profesores cobran más y gozan de mucho prestigio.
R. Claro, pero no se trata de que tengan que cobrar más. Tenemos que valorarlos más, creer en ellos. Hay que entender que no podemos dejar que la educación recaiga por completo en los maestros. Es un error, la clave es la familia y se tiene que acompañar de los maestros y de los «grandes maestros», los animales, los ríos, los árboles… La naturaleza es el gran libro del que tenemos que aprender, no en un aula cerrada. Por eso en Sa Llavor cada día van al huerto y allí aprenden geometría, geografía, matemáticas, relaciones, astronomía… Y cada día van al bosque y en los 12 años nunca se ha caído un niño de un árbol. Las escuelas llenas de cemento, en las que quitaron los árboles para que no se cayeran los niños, son inhumanas. Eso tiene que cambiar.

P. ¿Con ese discurso no cree que demoniza a las escuelas tradicionales?
R. No. No quiero que suene a que me quejo, yo no me quejo de nada. Esa educación es la que tenemos y la respetamos, pero ya sabemos que hay una mejor, hay que caminar en ese sentido, no ir en contra de lo que hay.

P. Habla de que en Mallorca se está viviendo una revolución. ¿Por qué surge?
R. Porque los profesores se han implicado, ahora falta que se impliquen las familias y el Govern. Es un proceso lento, pero las semillas que se están sembrando son muy poderosas, están basadas en algo profundo. Hemos entendido que necesitamos el autoconocimiento, que no es suficiente con la aritmética o la escritura.

P. ¿Esa semilla se siembra igual sea cual sea el color político del Govern balear?
R. En la nueva educación no hay colores, no hay separación; unimos. Pasamos del competir al compartir. Tú no eres mi enemigo, eres mi amigo porque somos una gran familia.

P. ¿Cuál es el papel de la religión en la educación holística?
R. Creo que hay una confusión entre la religión y la espiritualidad. La espiritualidad es conocerte, saber
quién eres. Una vez te conoces, puedes necesitar o no la religión, eso es opcional, complementario. Esa es una de las grandes diferencias entre la educación actual y la nueva: la actual enseña conocimiento y la holística te conecta con la sabiduría.

P. ¿Cree que se corre el peligro de que muchos padres escépticos recelen porque ven en el discurso de esa nueva educación una pátina new age?
R. Debes tener fe, si no la tienes, no entiendes nada. La fe es lo innombrable en acción. Los que venimos de la educación tradicional asociamos estudiar con hincar los codos, con el éxito académico. Nos cuesta entender que existe otra manera de aprender. ¿Cómo se supera ese miedo, cómo podemos dejar de recelar? Tienes que tener fe.

P. ¿Esos niños entrarán con normalidad en la universidad una vez hayan terminado la escuela holística?
R. Es de sentido común. Esos niños aprenden que primero somos y luego hacemos. Cuando te conoces, tienes confianza en ti mismo y no tienes miedo a nada. En la escuela holística pasa eso. Una vez terminas, vas a buscar trabajo y tienes confianza en ti mismo, no te preocupas. Una de las claves es hacer la transición del miedo a la confianza. Estos niños sabrán relacionarse.

P. ¿Qué les diría a los que aseguran que esos niños salen raritos?
R. Eso son formaciones mentales equivocadas. Cada vez que me encuentro a una persona sabia y le pregunto por qué no somos felices, por qué el mundo no funciona, todos coinciden en que es un problema de relaciones. No sabemos relacionarnos con nosotros mismos, porque no sabemos quiénes somos. Tampoco sabemos hacerlo con los demás, por eso tenemos problemas en casa, en el trabajo y en la sociedad. Ni con el medio que nos sustenta. Contaminamos. Si tú comprendes esa relación, entiendes que la vida es sagrada y dejas de contaminar, de hacer daño.

P. ¿Dónde entra la disciplina en esta nueva educación?
R. A través de la sabiduría, de la espiritualidad. Es una disciplina con armonía.

P. ¿Cómo se aprende a hacer una ecuación de tercer grado con espiritualidad?
R. En la educación holística aprendes a leer, a escribir y también a resolver ecuaciones. Y aprendes algo más que no adquieres en la tradicional. No elimina nada sino que añade.

P. ¿Cree que estamos criando una generación blandiblú, como muchos afirman?
R. Me hablas del pasado, de una educación que no funciona. Ahora está emergiendo un campo con biodiversidad en medio de un desierto; un oasis en una sociedad acostumbrada a educar a los niños para que tengan éxito, dinero y riqueza. En esta educación ya sabemos que la verdadera riqueza es saber quién eres, los bosques, los mares y las montañas. Nada tiene que ver con acumular dinero. El dinero es un medio, nunca un fin.

P. Pero necesitamos mucho dinero para poder enviar a nuestros hijos a esos colegios privados
holísticos.
R. Te voy a poner un ejemplo. Yo era una persona con un buen sueldo, pero dejé mi trabajo, cambié de vida. Te puedo decir que hoy soy muchísimo más feliz. Ahora vivo con un mínimo de dinero. El dinero importa, pero no es lo más importante. Algunas familias montan la escuela en casa; otras llevan a sus hijos a una pública y los educan de forma holística en el hogar. Esa es la clave, hay que educar en casa, la escuela es un complemento. Justificamos lo de ganar dinero para hacer cosas que igual no son necesarias. Consumir es destruir, estamos dando un mal ejemplo a nuestros hijos. En Sa Llavor hay algunos padres que no pagan, hacen trueque, por ejemplo. Sin dinero, la imaginación es más poderosa.

P. ¿Cuál es el papel de los padres en esas escuelas?
R. En la nueva educación se va más lejos que en los otros colegios. Son comunidades educativas. Se unen a las familia, a los profesores, a los niños y al pueblo. Para mí, ese es el futuro.

P. ¿Hay que trasladar ese tipo de educación a la universidad?
R. Sin duda. En el momento en que esté infantil, primaria y secundaria, tendrá que estar en la universidad, si no, no querrán ir.

P. ¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías en la nueva educación?
R. Yo no tengo móvil y estoy vivo. Tampoco veo la televisión y estoy bien. Hay que educar en su uso, en equilibrio y armonía.

P. Antes de dedicarse al activismo desde el movimiento Poc a Poc, trabajaba como jefe de diseño en Camper. ¿Cuál fue su formación?
R. ¡Yo soy un caso muy curioso, no he tenido educación, he tenido inspiración. A los 11 años le dije a mi padre que no quería estudiar más. No he ido a la universidad ni terminé el Bachillerato. Mi educación es una educación del saber, de la calle, de conectar con personas, un camino hacia el interior. Yo nunca he tenido que desaprender. Nunca me entró nada en el tiempo que fui al colegio, por eso yo estoy limpio y he podido volar.

P. ¿Tiene hijos?
R. No, pero mi pareja tiene tres. Yo no he tenido por diversas circunstancias, pero eso no es importante. Además, con la superpoblación mundial que sufrimos, no está claro que es mejor si tenerlos o no tenerlos. Yo no tengo, pero pongo toda mi energía en la educación y además gratis, porque estoy en una época de servicio, sin expectativas, sin esperar nada a cambio. Lo hago desde el amor y la libertad. El gran cambio vendrá del corazón, no de la mente.

P. ¿Hay una parte evangelizadora en su trabajo?
R. No, yo no soy un predicador. Esa es una percepción equivocada. Mi labor es espiritual, sale de mi verdadero ser, de mi interior. Yo hablo desde la humildad, no tengo nada que vender.

Fuente de la Entrevista:

http://www.elmundo.es/baleares/2017/10/01/59d0c33ae5fdea37738b461b.html

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Estados Unidos: David Johnson, pionero del aprendizaje cooperativo: “La clave es entender que los esfuerzos individuales no serán en beneficio propio”

Estados Unidos / 8 de octubre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: The Clinic Online

“Si las escuelas promueven la cultura de ser el número uno, a la vez están animando a esos mismos alumnos a desalentar y obstruir los esfuerzos de los otros. En las competiciones solo ganan unos pocos”, dice.

En conversación con el diario El País, David Johnson, precursor en Estados Unidos de la educación basada en la cooperación, habla de este modelo que es todo lo opuesto a la competitividad que se promueve en casi todos los lugares del mundo.

“Mucha gente tiene una idea equivocada. Juntar a personas en la misma habitación, sentarlas en círculo y decirles que son un grupo no quiere decir que vayan a cooperar de forma efectiva. Es necesario que se den cinco elementos esenciales que son los que integran nuestra metodología. El más importante es la interdependencia positiva, que implica que todos los integrantes del grupo perciban que el éxito individual no se dará si no triunfan todos. Si uno falla, todos pierden. La clave es entender que los esfuerzos individuales no serán en beneficio propio, sino del grupo. Este método de trabajo consigue que las personas se preocupen por el éxito de los demás, un elemento básico para la convivencia. Si las escuelas promueven la cultura de ser el número uno, a la vez están animando a esos mismos alumnos a desalentar y obstruir los esfuerzos de los otros. En las competiciones solo ganan unos pocos”.

A propósito de que la competitividad no mejora los rendimientos de los alumnos, según sus estudios, se le consulta que por qué entonces se sigue privilegiando este método.

“A mediados de los sesenta cuando Roger y yo comenzamos a interesarnos por el tema, la competitividad y el individualismo dominaban los sistemas de enseñanza en primaria, secundaria y en la Universidad. Era el llamado darwinismo social, que consiste en aplicar la teoría de la evolución de Darwin al campo educativo: los estudiantes tienen que aprender a sobrevivir en un mundo en el que unos se comen a otros y solo los más aptos sobreviven. En ese momento, el aprendizaje cooperativo era relativamente desconocido e ignorado por los educadores. Afortunadamente, hoy es una de las metodologías escogidas en todos los niveles educativos. Es muy raro encontrar a un profesor que no conozca este tipo de aprendizaje”, responde.

La cruzada de David comenzó en los años 60 cuando, junto a su hermano Roger, Fundaron el Centro de Aprendizaje Cooperativo de la Universidad de Minnesota.

Fuente de la Noticia:

David Johnson, pionero del aprendizaje cooperativo: “La clave es entender que los esfuerzos individuales no serán en beneficio propio”

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Lo que dicen y ocultan los libros escolares en Marruecos

Marruecos / 8 de octubre de 2017 / Autor: Analía Iglesias/ Fuente: El País

La Red de Jóvenes Marroquíes elabora un informe para fomentar la tolerancia y el respeto en los manuales de texto

Educación es una palabra pilar y una palabra laberinto en un país como Marruecos que, tras buenos esfuerzos y grandes pasos dados, sigue contando con alrededor de un 30% de analfabetismo entre la población de más de 10 años, según un informe del Ministerio de Educación con el aval de UNESCO. Laberinto, además, en lo que atañe a lo lingüístico, si tenemos en cuenta que en los niveles primario y secundario de la enseñanza pública las clases se imparten en árabe y que la Universidad se cursa en francés (desde ahora, también el ciclo del bachillerato se hace en francés). Se ensayan inmersiones, arabización sí o no (dialecto sí o no), prueba y error, y así sigue la búsqueda del mejor camino.

Educación es, afortunadamente también, una palabra que moviliza a jóvenes universitarios, urbanos, entusiastas y dispuestos a empezar a cambiar las cosas en su país. Hay varias plataformas de jóvenes que trabajan por la enseñanza pública de calidad y la educación en valores. Entre ellas, está la Réseau de Jeunes Marocains Engagés(RJME o Red de jóvenes marroquíes comprometidos), que impulsa la fundación alemana Friedrich Ebert.

Entre los 30 participantes que cada año dan forma al Programa de jóvenes estudiantes y profesionales comprometidos, este año hubo seis que decidieron analizar el contenido de algunos manuales escolares de Primaria para dirimir si lo que allí se transmite está de acuerdo con los Derechos Humanos contemplados en los pactos internacionales que Marruecos ha ratificado.

El análisis se centra en los contenidos –textos e imágenes– de tres libros escolares de dos niveles de Primaria (quinto y sexto curso), que corresponden a las materias Historia y Geografía, Educación Islámica y Lengua Árabe.

“¿Qué transmiten los manuales escolares?, ¿en qué medida los discursos allí contenidos respetan los Derechos Humanos universalmente consagrados?, ¿cómo impedir que los libros de texto perpetúen discursos arcaicos que no van en línea con los cambios que está viviendo nuestra sociedad?, ¿cómo evitar la representación de la mujer reducida a un estereotipo?, ¿cómo promover el respeto y la tolerancia al otro?”, son algunas de las preguntas que se hicieron los jóvenes de la Red y que sirven tanto de llegada como de partida.

Explican, por ejemplo, que en el libro de Árabe, ya en la cubierta hay una imagen en la que se ve a tres niños, los tres varones, y que en todo el manual se percibe una falta de representación femenina. Los textos transmiten la idea de una mujer débil (y sensible) dedicada a los trabajos del hogar. Los hombres son representados como jefes de familia; también son hombres todos los profesionales. Además, advierten, es preciso revisar las imágenes en las que solo aparecen personas blancas, soslayando la diversidad de etnias que pueblan este país del norte de África, o los apuntes generalizadores sobre el pueblo amazigh (bereber).

Otros ejemplos: en el libro de Historia y Geografía de quinto curso de Primaria, se pone el foco en la selección de las imágenes, toda vez que se utilizan estampas “desvalorizadoras o peyorativas para establecer comparaciones entre los habitantes del ámbito rural y los del urbano”. Un hombre fuerte, con poder, vive en la ciudad, según la narrativa escolar. La discriminación, entonces, “no solo tiene que ver con el género, sino con el medio de pertenencia social; en este caso, el campo y la ciudad”, arguyen los portavoces del grupo de trabajo. Además, en las imágenes se representa a menores trabajando en el campo, en labores de pastoreo y ganadería, “cuando debería quedar claro que el único lugar posible para los niños es la escuela”.

Hay, asimismo, según el análisis de la Red de Jóvenes, una ausencia total de personas con capacidades especiales en los libros.

Del Manual de Educación Islámica destacan una presencia masculina excluyente. En cuanto a los contenidos, se anota que en todas las imágenes en las que aparecen mujeres estas llevan velo y que “el discurso está dirigido sobre todo a los hombres”.

El informe –que está previsto como una aportación a las autoridades educativas– fue presentado justo antes del comienzo de este ciclo lectivo por la coordinadora de la Red, Amina Boughaibi, y por Rachid Farhan, uno de los participantes del programa. A juzgar por el interés demostrado por los asistentes a la convocatoria (no solo medios sino también un buen número de docentes marroquíes), este tipo de análisis sirve de revulsivo para un tema que desde hace años está en la mesa del debate cívico.

Jóvenes trabajando en la Red.
Jóvenes trabajando en la Red. FOTO CEDIDA POR FRIEDRICH EBERT S.

“No juzgamos si estos mensajes discriminatorios se hacen voluntariamente o sin consciencia de ello”, sostienen los responsables de la RJME, al tiempo que reiteran la idea de la educación como el pilar de toda sociedad.

“Estamos en un país que ha ratificado los más importantes tratados internacionales de Derechos Humanos. Queremos contribuir a su cumplimiento, transmitiendo este informe al Consejo de Educación Nacional y a las asociaciones que trabajan en la actualización de los contenidos, para aportar a la revisión del material didáctico escolar”, concluye Boughaibi.

Fuente de la Noticia:

https://elpais.com/elpais/2017/09/26/africa_no_es_un_pais/1506435167_201446.html

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Libro: Cómo buscar y usar información. Una guía para universitarios.

España / 8 de octubre de 2017 / Autor: Luis Javier Martínez Rodríguez / Fuente: Metodologiaecs

Esta guía, dirigida a estudiantes universitarios, ofrece orientaciones sobre la información y la literatura científicas, cómo seleccionar y analizar la fiabilidad de los contenidos que se encuentran en la Web; cómo acceder mejor a información solvente y acreditada; cómo aprovechar los recursos de las bibliotecas universitarias; qué géneros de publicaciones científicas existen y de qué manera pueden usarse; cómo buscar y reunir documentación sobre un tema de estudio; qué herramientas de búsqueda pueden elegirse; cómo utilizar la información de forma eficaz y legítima; cómo gestionar referencias y documentos; cómo analizarlos y trabajar con ellos; cómo citar y redactar bibliografía; y cómo presentar trabajos académicos.

Como manual, es un material que se recomienda revisar y aprovechar sus contenidos.

Link para la descarga:

http://eprints.rclis.org/20141/1/Como_buscar_usar_informacion.pdf

Fuente:

Cómo buscar y usar información. Una guía para universitarios.

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“El discurso escolar se dirige a un pibe que ya no existe más”

Argentina / 8 de octubre de 2017 / Autor:  Juan Ignacio Provéndola / Fuente: Página 12

Felipe Pigna y Darío Sztajnszrajber en Ciudad Cultural Konex

En “Preguntas de la Historia y la Filosofía: amor, muerte, religión y poder”, ambos pensadores ponen en diálogo las dos disciplinas para dar con “la historia de los derrotados”. “Siempre buscamos la perspectiva del que queda afuera, del derrotado”, dicen.

Prácticamente a cada paso que dan desde el bar donde se hizo la entrevista hasta la facultad en la que se realizaron las fotos aparece alguien que se les arrima y los saluda. El recorrido dura apenas una cuadra y concluye en el patio de Puán, sede de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos aires, donde se produce una conmoción: personal académico se acerca a abrazarlos y algunos alumnos incluso preguntan emocionados si están ahí porque van a dar una charla en algún aula. Felipe Pigna y Darío Sztajnszrajber lograron lo que pocos consiguen, muchos admiran y algunos –para qué negarlo– envidian: sacarle la naftalina de claustro a contenidos que la pedagogía oficial dejó obsoletos y convertirlos en atractivos y populares. Moviéndose en una multiplataforma (libros, medios, charlas), ambos hicieron de la Historia y la Filosofía objetos de consumo masivo pero saludable. Así como Pigna y Sztajnszrajber leyeron a Alberdi y a Derrida, o a Jauretche y a Heidegger, en un futuro serán ellos a quienes acudirán los curiosos del mañana para entender este tiempo en el que las audiencias de repente se sienten cautivadas por aquello que el sistema educativo formal les presentó como repelente.

Por sus perfiles similares, resulta hasta obvio que hayan llegado a un proyecto común, que comenzó hace cuatro años y pasó por distintos ejes. Primero fue alrededor de la identidad argentina, luego “Cinco pensadores en su tiempo” y después “Pensar el Bicentenario”. La fórmula se fue afinando con el paso del tiempo y, para su nueva puesta, pensaron en “un espacio universal”. Así surgió “Preguntas de la Historia y la Filosofía”, en donde Pigna y Sztajnszrajber le ponen la voz pero también el cuerpo a esta diálogo cimentado sobre cuatro ideas-fuerza: el poder, la religión, la muerte y el amor. Una intertextualidad en la que la historia argentina se relee a través de sus libros pero también de sus pasiones. De sus reflexiones y de sus emociones. El espectáculo, que ellos prefieren definir como “conversatorio”, es un éxito por donde pasa, con salas agotadas en el interior y también en el Konex (Sarmiento 3131), su fortaleza porteña, adonde volverán el domingo a las 19, después de un paso por Neuquén y antes de desembarcar en Rosario (estarán en el Teatro El Círculo el 18 de octubre).

Pigna y Sztajnszrajber entraman la Historia y la Filosofía (dos saberes que lo mismo se nutren del registro y del pensamiento de cada época para poder entender desde guerras sangrientas hasta el corte de pelo de moda) con el efecto de reconstruir construcciones de sentido imperantes y ponerlas en cuestinamiento. Un ejemplo sencillo pero muy claro es el prisma del amor para explicar de qué manera la emocionalidad íntima influyó y determinó las acciones de esos próceres que el relato oficial inmaculó al punto de despojarlos de todo tipo de sentimiento más que el fastuoso “amor a la patria”. “Esos tipos del siglo XIX no eran muy diferentes a los que de carne y hueso que conocemos hoy. ¿Se piensan que no amaban, no extrañaban, no querían estar en pareja o tener relaciones sexuales? ¡Hablaría mal de esta gente si no hubiese sido así!”, sostiene Pigna. Para Sztajnszrajber, en tanto, “la idolatría en la que se coloca a los ‘héroes nacionales’ creó esta especie de personajes por encima de lo humano, en un nivel casi religioso. A San Martín se lo define como El Santo de la Espada”.

La figura de San Martín es nodal porque entraña todo un complejo sistema de disputas e imposiciones simbólicas que siguen generando tensión. “Ahora intenta vinculárselo con la idea de ‘emprendedor’ –explica Pigna–, aunque en el sentido del ‘entrepreneur’ francés. Es decir, un emprendedor empresario. Entonces la gesta libertadora se reduce a una empresa, haciendo una asociación de palabras para nada inocente. Se habla entonces de la ‘empresa del Cruce de los Andes’ para subrayar la capacidad de iniciativa individual, cuando en realidad fue una de las acciones más colectivas de la historia argentina”. En esa línea, Sztajnszrajber observa que “se buscan asociaciones y afinidades conceptuales, porque ese emprendedurismo tiene que ver con el éxito y entonces la historia, una vez más, es contada en términos de héroes y villanos, de ganadores y perdedores. Y la empatía siempre es con el ganador, porque lo que se recuerda de San Martín son sus victorias”, detalla el filósofo. “El fomento de una sociedad exitista deja debajo de la alfombra aquello que nosotros queremos desempolvar: la historia de los derrotados. Por eso, en los cuatro temas siempre buscamos la perspectiva del que queda afuera. Si hablamos del amor, salimos de las novelas rosa con final feliz, que es el discurso oficial, para entenderlo también como una zona donde se hace política, una zona de poder, de conflicto. Y que la muerte es algo irresoluble. Lo cual no es malo, salvo para una sociedad exitista donde algo que no se resuelve es visto como una falencia”.

A propósito de esto último, Pigna agrega que “en la enseñanza de la Historia en primarios y secundarios se omite el conflicto, porque se sostiene que el niño no esta en condiciones de comprenderlo, cuando en realidad el niño de 2017 vive viendo videos o leyendo comics donde conflicto está presente. Además, su capacidad de abstracción y memorización es impresionante: Pokemón tiene 590 personajes y en japonés. El discurso escolar está dirigido a un pibe que ya no existe más, que atrasa cincuenta años. Pero, por debajo, el sistema sirve para reforzar la escolarización de la Historia: parece que su único ámbito autorizado para ‘pensar’ la Historia es la escuela,a tal punto que, cuando llega el 9 de julio, la gente habla más del acto escolar que del proceso independentista en sí”.

–En el conversatorio dicen que los alumnos son “víctimas de la Historia”, en alusión a los métodos pedagógicos convencionales. ¿Cómo se podría zanjar este conflicto?

Felipe Pigna: –Los dos estamos orgullosos de nuestra experiencia docente en la secundaria, porque nos dio un aprendizaje importantísimo en la divulgación y en la necesidad de hacerte entender. La Historia y la Filosofía son dos disciplinas lo suficientemente hermosas como para convertirlas en una experiencia sufrida. La clave quizás esté en hacer coparticipar al alumno, detectar qué podría despertarle más inquietudes y, por ende, mayor curiosidad. De qué manera se pueden relacionar los contenidos del pasado con su presente, qué consecuencias generaron en su cotidianidad.

Darío Sztajnszrajber: –El aula tradicional, para decirlo en términos nitzcheanos, ha muerto. Lo cual no necesariamente signifique algo negativo: en todo caso, debemos repensar por donde pasan la transferencia y el conocimiento. Creo que enseñar hoy contenidos en un aula es una pérdida de tiempo, porque los pibes los tienen disponibles en plataformas que antes no existían. Usar ochenta minutos de Filosofía en el colegio para dictar los conceptos fundamentales de Sócrates no tiene sentido. Hay que crear acontecimientos filosóficos. Una vez, cuando era profesor de secundario, quise llevar a los alumnos caminar, emulando las caminatas que hacía Aristóteles, pero siempre tenias una autoridad que te decía: “vuelvan al aula, esto no es joda”.

–Las políticas educativas oficiales tienden a hablar, curiosamente, de la despolitización de las aulas y de los contenidos. ¿No supone esto una contradicción, en el sentido de que revisar la historia implica de por sí un hecho político?

F.P.: –Habla de educación gente que no tiene la menor idea, que no pisa un aula desde hace cuarenta años. Y ahí estamos ante un problema. Existe una gran ignorancia sobre lo que pasa en la escuela de una gran parte de los formadores pedagógicos, y también de opinión, que no saben lo que ocurre en un colegio, cómo se enseña, y con qué métodos. Todo lo que se salga del mitrismo, de ese relato oficial que se sigue reproduciendo, parece urdir intenciones políticas, pero nadie discute todo lo político que significó imponer esos discursos como cánones. La lógica actual, que por cierto el sistema avala, hace que los alumnos deban preocuparse únicamente por aprobar un examen. Se vuelven especuladores y, en ese contexto, el conocimiento queda completamente al margen.

D.S.: –Etimológicamente, la palabra “escuela” viene de “skholè”, que en griego significa “ocio”. Es decir: la gente iba a la escuela pasarla bien. Y fíjense qué deserotizada está la institución escolar actualmente que los pibes la viven como una carga y no como un lugar para realizarse. Obvio que un aula es un espacio político, porque hay relaciones de poder entre docentes, alumnos y autoridades, y esto genera conflictos de intereses. El tema es que el poder busca construir zonas apolíticas. Como el aula, o mismo la casa. ¡Los lugares donde, justamente, se ponen en evidencia las relaciones de poder! El conocimiento sale de ese choque de espadas, de lo contrario el docente fagocita al alumno hasta convertirlo en otro ladrillo en la pared, como ya lo explicó Pink Floyd.

La resistencia como pregunta

En tiempos de posverdad, en los que la verdad es dinamitada por la verosimilitud (no importa qué se dice, sino cómo),emergen desde esas ruinas quienes buscan explicaciones revolviendo los escombros. “Pensar hoy una resistencia es pensar no sólo prácticas y narrativas que rompan las del poder, sino también las de esas resistencias que el propio poder genera para su funcionalidad”, apunta Sztajnszrajber. Y ejemplifica: “La idea del Panteón de los Próceres delimita los modelos a seguir y también, por exclusión, los que no. Y produce un efecto narcotizante, en el sentido de que da placer y tranquilidad consumir y reflejarse en un discurso cerrado y, por ende, indiscutible. En ese sentido hablaba Marx de la religión como el opio de los pueblos”.

–¿Michel Foucault y su análisis de los dispositivos de control y poder se volvió una lectura indispensable para entender todo esto?

D.S.: –Es que se volvió actual, aunque hayan pasado más de cincuenta años de alguna de sus obras, porque sirven para entender la exclusión y la forma en la que hoy trabaja el capitalismo en la intervención de los cuerpos. Pero la extemporaneidad no es un rasgo de Foucalt, sino de la Filosofía entera: podés entender mejor al gobierno de Macri a través de La república que por muchos pensadores contemporáneos, porque ese libro provee categorías de análisis muy valiosas. Ya en ese entonces Platón hablaba del hombre justo como una armonía entre sus dimensiones racionales e instintivas, y por añadidura esto se extendía a la polis, donde la injusticia residía, entre otras cosas, en la intromisión del mundo de la empresa o del comercio en las decisiones políticas.

–Rescatan el tango “Desencuentro” para darle visibilidad a expresiones silenciadas durante la Década Infame. ¿La cultura popular sirve como atajo para reflejar aquello que dejaron afuera los relatos oficiales?

F.P.: –Es que la cultura popular es prácticamente el primer registro de la otra historia, aquella que el pueblo cuenta en base a lo que vive. El tango, ni hablar, pero antes la payada, un elemento que usó el anarquismo entre fines del siglo XIX y principios del XX para divulgar textos de Kropotkin o Bakunin entre obreros analfabetos. Es increíble como se han ignorado históricamente estas expresiones. Me viene a la mente una escena extraordinaria de Y la nave va donde un grupo de gitanos baila sobre la cubierta de un barco y, desde la primera clase, dos antropólogos los critican, cuestionando la autenticidad de ese baile popular. Una maestría de Fellini que por otra parte refleja un escenario real.

–Otro interés que comparten es la construcción de la identidad nacional, inquietud irresoluble que acompaña a historiadores y pensadores argentinos de todos los tiempos. ¿Es posible llegar a alguna conclusión?

F.P.: –No es esa la intención sino, por el contrario, dejar a la gente con más interrogantes que certezas. Porque la Argentina es un país aluvional, sostenido por identidades múltiples, entonces hablar de un único “ser nacional” es casi fascistoide. Muchas veces se alude al argentino espejándose en el porteño, que nada tiene que ver con el jujeño, por cierto tan argentino como aquel. En el “inventario” coexisten más de cincuenta naciones indígenas y casi sesenta colectividades extranjeras. ¡Tan solo en Oberá, una ciudad misionera de 60 mil habitantes, tenés medio centenar de colectividades! ¿De qué estamos hablando, entonces? O, mejor dicho: ¿a quién le sirve definir un “ser nacional”? Porque, en otro punto, esta idea de uniformidad identitaria disuelve también el conflicto de clases.

D.S.: –La identidad es una metáfora que busca un ordenamiento farmacológico, porque trata de encontrar aquello que es permanente en uno y, por ende, nos da más seguridad. Identidad surge de “ídem”, lo que se repite a sí mismo. Y eso se ata al concepto de Patria, como un padre compartido, y al de Nación, que viene de nacer. Todo remite a una misma sangre en el contexto de estados modernos, no sólo el argentino, que son artificiales, productos de imposiciones, de un alambrado que definió las fronteras “por que sí”. Entonces, los mitos sirven para darle sentido a esa artificialidad territorial y cunden en expresiones fundamentalistas como el reciente avance neonazi en Alemania, entre tantas otras. Pero, al mismo tiempo, del otro lado se tensa una decostrucción de identidades que no sólo afecta a lo nacional, sino también a lo sexual y a lo cultural, creo yo que como saldo positivo del posmodernismo.

–Uno de los mitos de origen de la construcción identitaria argentina es la Independencia de 1816, de la que se cumplieron 200 años. ¿Cuánto de mito y cuánto de independencia hubo en este relato fundante?

F.P.: –En principio, no fue tal independencia, porque luego hubo ocho años de guerras civiles. Pero, al mismo tiempo, el llamado Bicentenario de 1816 no generó demasiado interés ni entre los estamentos oficiales que podrían haberlo impulsado como pretexto para la reflexión histórica ni tampoco entre la gente. El año pasado, nosotros dos hicimos un ciclo referido al Bicentenario y sentimos un generalizado clima de apatía, de modo que ese debate siempre queda abierto.

D.S.: –El problema es plantearse la independencia en términos absolutos, error similar al que se comete cuando la felicidad o el amor son abordados de la misma manera. Porque absoluto implica no dejar nada suelto, ya que todo lo contiene, y esos términos no existen en la independencia. Siempre dependés de algo, en todo caso lo relevante es la gradación. Es decir, de cuántas dependencias de carácter opresivo lográs liberarte. Porque la independencia no se decide, sino que se apropia. Es producto de una lucha, no de un consenso: la ganás provocando una ruptura que inevitablemente genera perturbación.

Fuente de la Entrevista:

https://www.pagina12.com.ar/66264-el-discurso-escolar-se-dirige-a-un-pibe-que-ya-no-existe-mas

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Perú: Sunedu entregó a UPC licencia para ofrecer educación universitaria

América del Sur/Perú/08 octubre 2017/Fuente y Autor: larepublica

La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) otorgó a la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas(UPC) la licencia institucional que le permite ofrecer el servicio educativo superior universitario.

El diario oficial El Peruano publicó este viernes la Resolución del Consejo Directivo Nº 037-2017-SUNEDU/CD que determina esta licencia otorgada a las 8 sedes de la UPC ubicadas en la provincia y departamento de Lima.

La licencia tiene una vigencia de 6 años, a partir de la notificación de presente norma, la misma que reconoce que la UPC cuenta con 91 programas existentes, 8 programas que conforman su nueva oferta académica, y 6 segundas especialidades.

No obstante, la resolución aclara que el otorgamiento de la presente licencia institucional no exime a la UPC de cumplir con las condiciones básicas de calidad específicas por programas que establezca la Sunedu.

También precisa que la UPC debe presentar, antes del inicio del año académico 2018, un plan reformulado de fomento de la carrera docente, asimismo que establezcan mayor disponibilidad de horas para que estos pueda realizar actividades de investigación, administrativas, tutorías, proyección social, entre otros.

Sunedu informó que UPC tiene sus más de 50 000 estudiantes, distribuidos en sus 99 programas (77 de pregrado y 22 de posgrado) y 8 locales.

Sus carreras con mayor estudiantes son Administración de Empresas, Administración y Negocios Internacionales, Ingeniería Civil e Ingeniería Industrial.

Fuente de la noticia: http://larepublica.pe/sociedad/1107160-sunedu-entrego-a-upc-licencia-para-ofrecer-educacion-universitaria

Fuente de la imagen: https://prod.media.larepublica.pe/720×405/larepublica/imagen/2017/10/06/noticia-sm-campusabierto.p

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El valor de ingresar a una universidad: más allá de las aulas

07 de octubre de 2017 / Fuente: http://pcnpost.com/

Por: Andrés Manrique León

El interés de las personas por ingresar a la universidad radica en gran medida en la posibilidad de cursar un estudio que les permita generar conocimientos sólidos acerca de un área específica, ya sea, en ciencias exactas, leyes, ciencias naturales, ciencias sociales, áreas de la salud, uso de conocimientos científicos a la invención, como lo es el caso de las ingenierías y otras especialidades como la música o las artes.

Sin duda, desarrollar competencias, habilidades y aptitudes para desenvolverse de la mejor manera durante el desarrollo de la formación profesional, y posterior a la misma, debe ser el punto con mayor relevancia de un proceso de formación universitaria. Sin embargo existe una gran variedad de espacios extracurriculares, y de oportunidades, al interior de las universidades que permiten que los estudiantes fortalezcan y/o consoliden su identidad dando con ello un complemento a esa formación integral a la cual la mayoría de las personas aspiran.

En la mayor parte de universidades de nuestro país se ofrecen espacios de bienestar universitario o acompañamiento integral; las universidades cuentan con espacios de cultura que permiten ahondar en situaciones que comúnmente no se presentan en las aulas de clase. De esta manera, se han consolidado espacios como: conversatorios de música, proyección de documentales, obras de teatro, talleres de baile, enseñanza de dibujo, pintura o fotografía.

Sumado a esto hay otros escenarios para generar un aprendizaje más profundo, este es el caso de aquellos estudiantes que se vinculan de manera directa con grupos o semilleros de investigación a partir de sus intereses particulares. Igualmente, hay una alta posibilidad ya sea de asistir a convocatorias o concursos académicos; presentar ponencias de adelantos científicos; realizar cursos de extensión dentro del campus universitario; asistir a charlas informativas sobre métodos de estudio o poner en práctica estilos de vida saludables, a partir de una sana alimentación y nutrición.

En igual medida, la universidad alberga la posibilidad de brindar o asistir a charlas informativas sobre experiencias de intercambio académico en diferentes lugares del mundo y realizar publicaciones académicas, literarias, ensayos o reseñas. También se encuentra la posibilidad de asistir a reuniones interdisciplinares donde existe la posibilidad de conocer sobre un tema específico desde diversas perspectivas pues allí convergen estudiantes de múltiples carreras y universidades que exponen sus ideas a partir de su formación y de sus experiencias propias.

Lo anterior es tan solo una pequeña muestra de la diversidad de oportunidades extracurriculares que ofrecen las instituciones de educación superior. Precisamente, es ahí donde se vuelve a resaltar la importancia y el valor que se da cuando una persona inicia un proceso de formación universitario, su aprendizaje va más allá de las aulas de las clases de cálculo, física, historia, geografía, introducción o fundamentos de alguna asignatura de la malla curricular.

Así, al final del proceso, la persona logra darse cuenta que su paso por la universidad no sólo estuvo marcado por la vida académica sino también por esa diversidad de espacios extracurriculares de los que pudo haber participado.

Fuente artículo: http://pcnpost.com/andres-manrique-el-valor-de-ingresar-a-una-universidad-mas-alla-de-las-aulas/

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