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Libro: Cómo buscar y usar información. Una guía para universitarios.

España / 8 de octubre de 2017 / Autor: Luis Javier Martínez Rodríguez / Fuente: Metodologiaecs

Esta guía, dirigida a estudiantes universitarios, ofrece orientaciones sobre la información y la literatura científicas, cómo seleccionar y analizar la fiabilidad de los contenidos que se encuentran en la Web; cómo acceder mejor a información solvente y acreditada; cómo aprovechar los recursos de las bibliotecas universitarias; qué géneros de publicaciones científicas existen y de qué manera pueden usarse; cómo buscar y reunir documentación sobre un tema de estudio; qué herramientas de búsqueda pueden elegirse; cómo utilizar la información de forma eficaz y legítima; cómo gestionar referencias y documentos; cómo analizarlos y trabajar con ellos; cómo citar y redactar bibliografía; y cómo presentar trabajos académicos.

Como manual, es un material que se recomienda revisar y aprovechar sus contenidos.

Link para la descarga:

http://eprints.rclis.org/20141/1/Como_buscar_usar_informacion.pdf

Fuente:

Cómo buscar y usar información. Una guía para universitarios.

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“El discurso escolar se dirige a un pibe que ya no existe más”

Argentina / 8 de octubre de 2017 / Autor:  Juan Ignacio Provéndola / Fuente: Página 12

Felipe Pigna y Darío Sztajnszrajber en Ciudad Cultural Konex

En “Preguntas de la Historia y la Filosofía: amor, muerte, religión y poder”, ambos pensadores ponen en diálogo las dos disciplinas para dar con “la historia de los derrotados”. “Siempre buscamos la perspectiva del que queda afuera, del derrotado”, dicen.

Prácticamente a cada paso que dan desde el bar donde se hizo la entrevista hasta la facultad en la que se realizaron las fotos aparece alguien que se les arrima y los saluda. El recorrido dura apenas una cuadra y concluye en el patio de Puán, sede de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos aires, donde se produce una conmoción: personal académico se acerca a abrazarlos y algunos alumnos incluso preguntan emocionados si están ahí porque van a dar una charla en algún aula. Felipe Pigna y Darío Sztajnszrajber lograron lo que pocos consiguen, muchos admiran y algunos –para qué negarlo– envidian: sacarle la naftalina de claustro a contenidos que la pedagogía oficial dejó obsoletos y convertirlos en atractivos y populares. Moviéndose en una multiplataforma (libros, medios, charlas), ambos hicieron de la Historia y la Filosofía objetos de consumo masivo pero saludable. Así como Pigna y Sztajnszrajber leyeron a Alberdi y a Derrida, o a Jauretche y a Heidegger, en un futuro serán ellos a quienes acudirán los curiosos del mañana para entender este tiempo en el que las audiencias de repente se sienten cautivadas por aquello que el sistema educativo formal les presentó como repelente.

Por sus perfiles similares, resulta hasta obvio que hayan llegado a un proyecto común, que comenzó hace cuatro años y pasó por distintos ejes. Primero fue alrededor de la identidad argentina, luego “Cinco pensadores en su tiempo” y después “Pensar el Bicentenario”. La fórmula se fue afinando con el paso del tiempo y, para su nueva puesta, pensaron en “un espacio universal”. Así surgió “Preguntas de la Historia y la Filosofía”, en donde Pigna y Sztajnszrajber le ponen la voz pero también el cuerpo a esta diálogo cimentado sobre cuatro ideas-fuerza: el poder, la religión, la muerte y el amor. Una intertextualidad en la que la historia argentina se relee a través de sus libros pero también de sus pasiones. De sus reflexiones y de sus emociones. El espectáculo, que ellos prefieren definir como “conversatorio”, es un éxito por donde pasa, con salas agotadas en el interior y también en el Konex (Sarmiento 3131), su fortaleza porteña, adonde volverán el domingo a las 19, después de un paso por Neuquén y antes de desembarcar en Rosario (estarán en el Teatro El Círculo el 18 de octubre).

Pigna y Sztajnszrajber entraman la Historia y la Filosofía (dos saberes que lo mismo se nutren del registro y del pensamiento de cada época para poder entender desde guerras sangrientas hasta el corte de pelo de moda) con el efecto de reconstruir construcciones de sentido imperantes y ponerlas en cuestinamiento. Un ejemplo sencillo pero muy claro es el prisma del amor para explicar de qué manera la emocionalidad íntima influyó y determinó las acciones de esos próceres que el relato oficial inmaculó al punto de despojarlos de todo tipo de sentimiento más que el fastuoso “amor a la patria”. “Esos tipos del siglo XIX no eran muy diferentes a los que de carne y hueso que conocemos hoy. ¿Se piensan que no amaban, no extrañaban, no querían estar en pareja o tener relaciones sexuales? ¡Hablaría mal de esta gente si no hubiese sido así!”, sostiene Pigna. Para Sztajnszrajber, en tanto, “la idolatría en la que se coloca a los ‘héroes nacionales’ creó esta especie de personajes por encima de lo humano, en un nivel casi religioso. A San Martín se lo define como El Santo de la Espada”.

La figura de San Martín es nodal porque entraña todo un complejo sistema de disputas e imposiciones simbólicas que siguen generando tensión. “Ahora intenta vinculárselo con la idea de ‘emprendedor’ –explica Pigna–, aunque en el sentido del ‘entrepreneur’ francés. Es decir, un emprendedor empresario. Entonces la gesta libertadora se reduce a una empresa, haciendo una asociación de palabras para nada inocente. Se habla entonces de la ‘empresa del Cruce de los Andes’ para subrayar la capacidad de iniciativa individual, cuando en realidad fue una de las acciones más colectivas de la historia argentina”. En esa línea, Sztajnszrajber observa que “se buscan asociaciones y afinidades conceptuales, porque ese emprendedurismo tiene que ver con el éxito y entonces la historia, una vez más, es contada en términos de héroes y villanos, de ganadores y perdedores. Y la empatía siempre es con el ganador, porque lo que se recuerda de San Martín son sus victorias”, detalla el filósofo. “El fomento de una sociedad exitista deja debajo de la alfombra aquello que nosotros queremos desempolvar: la historia de los derrotados. Por eso, en los cuatro temas siempre buscamos la perspectiva del que queda afuera. Si hablamos del amor, salimos de las novelas rosa con final feliz, que es el discurso oficial, para entenderlo también como una zona donde se hace política, una zona de poder, de conflicto. Y que la muerte es algo irresoluble. Lo cual no es malo, salvo para una sociedad exitista donde algo que no se resuelve es visto como una falencia”.

A propósito de esto último, Pigna agrega que “en la enseñanza de la Historia en primarios y secundarios se omite el conflicto, porque se sostiene que el niño no esta en condiciones de comprenderlo, cuando en realidad el niño de 2017 vive viendo videos o leyendo comics donde conflicto está presente. Además, su capacidad de abstracción y memorización es impresionante: Pokemón tiene 590 personajes y en japonés. El discurso escolar está dirigido a un pibe que ya no existe más, que atrasa cincuenta años. Pero, por debajo, el sistema sirve para reforzar la escolarización de la Historia: parece que su único ámbito autorizado para ‘pensar’ la Historia es la escuela,a tal punto que, cuando llega el 9 de julio, la gente habla más del acto escolar que del proceso independentista en sí”.

–En el conversatorio dicen que los alumnos son “víctimas de la Historia”, en alusión a los métodos pedagógicos convencionales. ¿Cómo se podría zanjar este conflicto?

Felipe Pigna: –Los dos estamos orgullosos de nuestra experiencia docente en la secundaria, porque nos dio un aprendizaje importantísimo en la divulgación y en la necesidad de hacerte entender. La Historia y la Filosofía son dos disciplinas lo suficientemente hermosas como para convertirlas en una experiencia sufrida. La clave quizás esté en hacer coparticipar al alumno, detectar qué podría despertarle más inquietudes y, por ende, mayor curiosidad. De qué manera se pueden relacionar los contenidos del pasado con su presente, qué consecuencias generaron en su cotidianidad.

Darío Sztajnszrajber: –El aula tradicional, para decirlo en términos nitzcheanos, ha muerto. Lo cual no necesariamente signifique algo negativo: en todo caso, debemos repensar por donde pasan la transferencia y el conocimiento. Creo que enseñar hoy contenidos en un aula es una pérdida de tiempo, porque los pibes los tienen disponibles en plataformas que antes no existían. Usar ochenta minutos de Filosofía en el colegio para dictar los conceptos fundamentales de Sócrates no tiene sentido. Hay que crear acontecimientos filosóficos. Una vez, cuando era profesor de secundario, quise llevar a los alumnos caminar, emulando las caminatas que hacía Aristóteles, pero siempre tenias una autoridad que te decía: “vuelvan al aula, esto no es joda”.

–Las políticas educativas oficiales tienden a hablar, curiosamente, de la despolitización de las aulas y de los contenidos. ¿No supone esto una contradicción, en el sentido de que revisar la historia implica de por sí un hecho político?

F.P.: –Habla de educación gente que no tiene la menor idea, que no pisa un aula desde hace cuarenta años. Y ahí estamos ante un problema. Existe una gran ignorancia sobre lo que pasa en la escuela de una gran parte de los formadores pedagógicos, y también de opinión, que no saben lo que ocurre en un colegio, cómo se enseña, y con qué métodos. Todo lo que se salga del mitrismo, de ese relato oficial que se sigue reproduciendo, parece urdir intenciones políticas, pero nadie discute todo lo político que significó imponer esos discursos como cánones. La lógica actual, que por cierto el sistema avala, hace que los alumnos deban preocuparse únicamente por aprobar un examen. Se vuelven especuladores y, en ese contexto, el conocimiento queda completamente al margen.

D.S.: –Etimológicamente, la palabra “escuela” viene de “skholè”, que en griego significa “ocio”. Es decir: la gente iba a la escuela pasarla bien. Y fíjense qué deserotizada está la institución escolar actualmente que los pibes la viven como una carga y no como un lugar para realizarse. Obvio que un aula es un espacio político, porque hay relaciones de poder entre docentes, alumnos y autoridades, y esto genera conflictos de intereses. El tema es que el poder busca construir zonas apolíticas. Como el aula, o mismo la casa. ¡Los lugares donde, justamente, se ponen en evidencia las relaciones de poder! El conocimiento sale de ese choque de espadas, de lo contrario el docente fagocita al alumno hasta convertirlo en otro ladrillo en la pared, como ya lo explicó Pink Floyd.

La resistencia como pregunta

En tiempos de posverdad, en los que la verdad es dinamitada por la verosimilitud (no importa qué se dice, sino cómo),emergen desde esas ruinas quienes buscan explicaciones revolviendo los escombros. “Pensar hoy una resistencia es pensar no sólo prácticas y narrativas que rompan las del poder, sino también las de esas resistencias que el propio poder genera para su funcionalidad”, apunta Sztajnszrajber. Y ejemplifica: “La idea del Panteón de los Próceres delimita los modelos a seguir y también, por exclusión, los que no. Y produce un efecto narcotizante, en el sentido de que da placer y tranquilidad consumir y reflejarse en un discurso cerrado y, por ende, indiscutible. En ese sentido hablaba Marx de la religión como el opio de los pueblos”.

–¿Michel Foucault y su análisis de los dispositivos de control y poder se volvió una lectura indispensable para entender todo esto?

D.S.: –Es que se volvió actual, aunque hayan pasado más de cincuenta años de alguna de sus obras, porque sirven para entender la exclusión y la forma en la que hoy trabaja el capitalismo en la intervención de los cuerpos. Pero la extemporaneidad no es un rasgo de Foucalt, sino de la Filosofía entera: podés entender mejor al gobierno de Macri a través de La república que por muchos pensadores contemporáneos, porque ese libro provee categorías de análisis muy valiosas. Ya en ese entonces Platón hablaba del hombre justo como una armonía entre sus dimensiones racionales e instintivas, y por añadidura esto se extendía a la polis, donde la injusticia residía, entre otras cosas, en la intromisión del mundo de la empresa o del comercio en las decisiones políticas.

–Rescatan el tango “Desencuentro” para darle visibilidad a expresiones silenciadas durante la Década Infame. ¿La cultura popular sirve como atajo para reflejar aquello que dejaron afuera los relatos oficiales?

F.P.: –Es que la cultura popular es prácticamente el primer registro de la otra historia, aquella que el pueblo cuenta en base a lo que vive. El tango, ni hablar, pero antes la payada, un elemento que usó el anarquismo entre fines del siglo XIX y principios del XX para divulgar textos de Kropotkin o Bakunin entre obreros analfabetos. Es increíble como se han ignorado históricamente estas expresiones. Me viene a la mente una escena extraordinaria de Y la nave va donde un grupo de gitanos baila sobre la cubierta de un barco y, desde la primera clase, dos antropólogos los critican, cuestionando la autenticidad de ese baile popular. Una maestría de Fellini que por otra parte refleja un escenario real.

–Otro interés que comparten es la construcción de la identidad nacional, inquietud irresoluble que acompaña a historiadores y pensadores argentinos de todos los tiempos. ¿Es posible llegar a alguna conclusión?

F.P.: –No es esa la intención sino, por el contrario, dejar a la gente con más interrogantes que certezas. Porque la Argentina es un país aluvional, sostenido por identidades múltiples, entonces hablar de un único “ser nacional” es casi fascistoide. Muchas veces se alude al argentino espejándose en el porteño, que nada tiene que ver con el jujeño, por cierto tan argentino como aquel. En el “inventario” coexisten más de cincuenta naciones indígenas y casi sesenta colectividades extranjeras. ¡Tan solo en Oberá, una ciudad misionera de 60 mil habitantes, tenés medio centenar de colectividades! ¿De qué estamos hablando, entonces? O, mejor dicho: ¿a quién le sirve definir un “ser nacional”? Porque, en otro punto, esta idea de uniformidad identitaria disuelve también el conflicto de clases.

D.S.: –La identidad es una metáfora que busca un ordenamiento farmacológico, porque trata de encontrar aquello que es permanente en uno y, por ende, nos da más seguridad. Identidad surge de “ídem”, lo que se repite a sí mismo. Y eso se ata al concepto de Patria, como un padre compartido, y al de Nación, que viene de nacer. Todo remite a una misma sangre en el contexto de estados modernos, no sólo el argentino, que son artificiales, productos de imposiciones, de un alambrado que definió las fronteras “por que sí”. Entonces, los mitos sirven para darle sentido a esa artificialidad territorial y cunden en expresiones fundamentalistas como el reciente avance neonazi en Alemania, entre tantas otras. Pero, al mismo tiempo, del otro lado se tensa una decostrucción de identidades que no sólo afecta a lo nacional, sino también a lo sexual y a lo cultural, creo yo que como saldo positivo del posmodernismo.

–Uno de los mitos de origen de la construcción identitaria argentina es la Independencia de 1816, de la que se cumplieron 200 años. ¿Cuánto de mito y cuánto de independencia hubo en este relato fundante?

F.P.: –En principio, no fue tal independencia, porque luego hubo ocho años de guerras civiles. Pero, al mismo tiempo, el llamado Bicentenario de 1816 no generó demasiado interés ni entre los estamentos oficiales que podrían haberlo impulsado como pretexto para la reflexión histórica ni tampoco entre la gente. El año pasado, nosotros dos hicimos un ciclo referido al Bicentenario y sentimos un generalizado clima de apatía, de modo que ese debate siempre queda abierto.

D.S.: –El problema es plantearse la independencia en términos absolutos, error similar al que se comete cuando la felicidad o el amor son abordados de la misma manera. Porque absoluto implica no dejar nada suelto, ya que todo lo contiene, y esos términos no existen en la independencia. Siempre dependés de algo, en todo caso lo relevante es la gradación. Es decir, de cuántas dependencias de carácter opresivo lográs liberarte. Porque la independencia no se decide, sino que se apropia. Es producto de una lucha, no de un consenso: la ganás provocando una ruptura que inevitablemente genera perturbación.

Fuente de la Entrevista:

https://www.pagina12.com.ar/66264-el-discurso-escolar-se-dirige-a-un-pibe-que-ya-no-existe-mas

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Perú: Sunedu entregó a UPC licencia para ofrecer educación universitaria

América del Sur/Perú/08 octubre 2017/Fuente y Autor: larepublica

La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) otorgó a la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas(UPC) la licencia institucional que le permite ofrecer el servicio educativo superior universitario.

El diario oficial El Peruano publicó este viernes la Resolución del Consejo Directivo Nº 037-2017-SUNEDU/CD que determina esta licencia otorgada a las 8 sedes de la UPC ubicadas en la provincia y departamento de Lima.

La licencia tiene una vigencia de 6 años, a partir de la notificación de presente norma, la misma que reconoce que la UPC cuenta con 91 programas existentes, 8 programas que conforman su nueva oferta académica, y 6 segundas especialidades.

No obstante, la resolución aclara que el otorgamiento de la presente licencia institucional no exime a la UPC de cumplir con las condiciones básicas de calidad específicas por programas que establezca la Sunedu.

También precisa que la UPC debe presentar, antes del inicio del año académico 2018, un plan reformulado de fomento de la carrera docente, asimismo que establezcan mayor disponibilidad de horas para que estos pueda realizar actividades de investigación, administrativas, tutorías, proyección social, entre otros.

Sunedu informó que UPC tiene sus más de 50 000 estudiantes, distribuidos en sus 99 programas (77 de pregrado y 22 de posgrado) y 8 locales.

Sus carreras con mayor estudiantes son Administración de Empresas, Administración y Negocios Internacionales, Ingeniería Civil e Ingeniería Industrial.

Fuente de la noticia: http://larepublica.pe/sociedad/1107160-sunedu-entrego-a-upc-licencia-para-ofrecer-educacion-universitaria

Fuente de la imagen: https://prod.media.larepublica.pe/720×405/larepublica/imagen/2017/10/06/noticia-sm-campusabierto.p

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El valor de ingresar a una universidad: más allá de las aulas

07 de octubre de 2017 / Fuente: http://pcnpost.com/

Por: Andrés Manrique León

El interés de las personas por ingresar a la universidad radica en gran medida en la posibilidad de cursar un estudio que les permita generar conocimientos sólidos acerca de un área específica, ya sea, en ciencias exactas, leyes, ciencias naturales, ciencias sociales, áreas de la salud, uso de conocimientos científicos a la invención, como lo es el caso de las ingenierías y otras especialidades como la música o las artes.

Sin duda, desarrollar competencias, habilidades y aptitudes para desenvolverse de la mejor manera durante el desarrollo de la formación profesional, y posterior a la misma, debe ser el punto con mayor relevancia de un proceso de formación universitaria. Sin embargo existe una gran variedad de espacios extracurriculares, y de oportunidades, al interior de las universidades que permiten que los estudiantes fortalezcan y/o consoliden su identidad dando con ello un complemento a esa formación integral a la cual la mayoría de las personas aspiran.

En la mayor parte de universidades de nuestro país se ofrecen espacios de bienestar universitario o acompañamiento integral; las universidades cuentan con espacios de cultura que permiten ahondar en situaciones que comúnmente no se presentan en las aulas de clase. De esta manera, se han consolidado espacios como: conversatorios de música, proyección de documentales, obras de teatro, talleres de baile, enseñanza de dibujo, pintura o fotografía.

Sumado a esto hay otros escenarios para generar un aprendizaje más profundo, este es el caso de aquellos estudiantes que se vinculan de manera directa con grupos o semilleros de investigación a partir de sus intereses particulares. Igualmente, hay una alta posibilidad ya sea de asistir a convocatorias o concursos académicos; presentar ponencias de adelantos científicos; realizar cursos de extensión dentro del campus universitario; asistir a charlas informativas sobre métodos de estudio o poner en práctica estilos de vida saludables, a partir de una sana alimentación y nutrición.

En igual medida, la universidad alberga la posibilidad de brindar o asistir a charlas informativas sobre experiencias de intercambio académico en diferentes lugares del mundo y realizar publicaciones académicas, literarias, ensayos o reseñas. También se encuentra la posibilidad de asistir a reuniones interdisciplinares donde existe la posibilidad de conocer sobre un tema específico desde diversas perspectivas pues allí convergen estudiantes de múltiples carreras y universidades que exponen sus ideas a partir de su formación y de sus experiencias propias.

Lo anterior es tan solo una pequeña muestra de la diversidad de oportunidades extracurriculares que ofrecen las instituciones de educación superior. Precisamente, es ahí donde se vuelve a resaltar la importancia y el valor que se da cuando una persona inicia un proceso de formación universitario, su aprendizaje va más allá de las aulas de las clases de cálculo, física, historia, geografía, introducción o fundamentos de alguna asignatura de la malla curricular.

Así, al final del proceso, la persona logra darse cuenta que su paso por la universidad no sólo estuvo marcado por la vida académica sino también por esa diversidad de espacios extracurriculares de los que pudo haber participado.

Fuente artículo: http://pcnpost.com/andres-manrique-el-valor-de-ingresar-a-una-universidad-mas-alla-de-las-aulas/

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Una movilización en defensa de la educación pública

Por: Julián de Zubiría

¿Por qué estamos enviando a los ‘pilos’ principalmente a las universidades privadas, si las públicas son más baratas para el Estado y tienen mayor calidad? Estos son los argumentos para marchar este 4 de octubre.

Hay una triste y preocupante realidad en la educación colombiana: si tomamos como punto de partida el año 2000, fecha en la cual el Icfes elaboró las pruebas para evaluar la consolidación de las competencias en la educación básica, la brecha entre los estudiantes de los colegios privados y de los colegios oficiales viene en aumento. Esta es mayor aún si la comparación se hace entre colegios oficiales rurales y privados. Si involucramos el grado noveno, la brecha es todavía más elevada que en quinto y, si se hace al culminar la educación media, sigue creciendo. Esto significa que, hasta el momento, en Colombia la educación oficial básica y media no está cumpliendo la función para la cual se diseñó: disminuir las brechas y fortalecer la movilidad social.

Todavía es tan baja la calidad de la educación oficial ofrecida, que no logramos impulsar el ascenso social de la población menos favorecida. Los niños y jóvenes, modifican muy poco sus estructuras profundas durante su tránsito por la escuela; debido a ello, casi no aprehenden a pensar, leer, escribir o comunicarse. Esto significa, ni más ni menos, que, contrario a lo que se dice con tanta frecuencia, el sistema educativo colombiano no solo no reduce, sino que está aumentando la inequidad social. Es decir que quien ingresa a la educación oficial, tiene menos probabilidades de ascender socialmente que quien lo hace en el sector privado. Sabiendo esto, es muy común que los docentes oficiales matriculen a sus hijos en la educación privada.

Dado lo anterior, necesitaríamos un aumento significativo en la inversión y medidas pedagógicas más estructurales en selección, evaluación y formación de docentes, en educación inicial y en currículo, entre otros, para comenzar a revertir la tendencia que se evidenció en el país en las dos últimas décadas en lo que tiene que ver con el aumento de la inequidad en educación. Para poder sacar a la gente de la pobreza con la educación, tendremos que sacar previamente a la educación oficial de la pobreza pedagógica y financiera en la que la tenemos. Con la educación oficial actual, no lo lograremos.

El Ministerio de Educación Nacional (MEN) ha hecho todo lo posible por ocultar y matizar la información anterior, pero la realidad es abrumadora: la educación oficial básica, hoy por hoy, no logra favorecer el ascenso social, ya que es de muy baja calidad. La situación es especialmente grave para la educación oficial rural. Cada vez los niños campesinos están más lejos de lo alcanzado en lectura, competencias y razonamiento numérico por parte de los niños que viven en las ciudades.

Sin embargo, la situación descrita se revierte por completo cuando revisamos el proceso en la universidad. Lo anterior lo podemos comprender desde que utilizamos las pruebas Saber Once al culminar la educación media y Saber Pro, al culminar la educación superior. La diferencia entre estos dos resultados es lo que permite estimar el valor agregado por la universidad. Hoy, ambas pruebas están emparejadas y por ello podemos afirmar que de dos universidades que alcancen el mismo Saber Pro, tendrá mayor valor agregado, aquella que haya iniciado con estudiantes que estaban en un nivel más bajo al ingresar a la universidad.

Teniendo en cuenta el criterio anterior, se puede concluir que en Colombia existen excelentes universidades públicas, ya que, en promedio, agregan más valor que las universidades privadas más reconocidas. Es así que, en lectura crítica, tres de las cinco universidades que agregan más valor son oficiales. Esto quiere decir que son mejores universidades porque logran que sus estudiantes consoliden en mayor medida sus procesos lectores. Esto no es visible utilizando las pruebas Saber Pro, porque ellas ocultan que los estudiantes que ingresan a las universidades privadas tienden a iniciar con un nivel muy superior en las pruebas Saber once. Dicho de otra manera, los excelentes resultados que alcanzan algunas universidades muy prestigiosas en las pruebas Saber Pro se deben, en buena parte, a que recibieron estudiantes con muy altos niveles iniciales de razonamiento numérico, lectura crítica y argumentación.

En el caso de la lectura crítica se destacan especialmente la Universidad de Antioquia, la Nacional y la Pedagógica. Son universidades en las que se observa mayor avance frente al nivel que tenían sus estudiantes en el momento de ser admitidos. En el caso de razonamiento cuantitativo, a la par con las dos primeras anteriormente nombradas, también se destacan la Industrial de Santander y la del Valle.

Si el criterio de valoración no fueran las pruebas de valor agregado sino la investigación, también hay que resaltar que las tres universidades con más grupos de investigación reconocidos por Colciencias son oficiales: la Nacional, la de Antioquia y la del Valle.

De otro lado, el exrector de la Universidad Nacional, el profesor Moisés Wasserman, ha estimado en 11 millones el valor anual que el Estado le transfiere a la Universidad Nacional, en promedio, por estudiante regular, mientras que un estudiante ‘pilo’ le cuesta hoy en día al país, también en promedio, el doble de ese valor.

Si tenemos en cuenta los dos criterios anteriores, la muy alta calidad de algunas de las universidades oficiales y el costo por estudiante, la pregunta es evidente: ¿Por qué estamos llevando a los estudiantes de Sisbén 1 y 2 a universidades más costosas y de menor calidad que las principales universidades oficiales del país? ¿Por qué tenemos tan solo 4 estudiantes ‘pilos’ en la Universidad Pedagógica Nacional y 1.869 en la Universidad de los Andes, aunque la Pedagógica agrega más valor en lectura que la prestigiosa universidad privada?

Es incomprensible que, teniendo universidades oficiales de tan alta calidad, hayamos creado un programa para transferir significativos recursos hacia las principales universidades privadas del país. También lo es que, de los recursos CREE que se destinaban el 100 por ciento a las universidades oficiales hasta el año 2015, para el año 2017, el 66 por ciento de estos recursos se esté transfiriendo al Icetex y al programa Ser Pilo. Quien conozca esto puede concluir que, contrario a lo que afirman sus defensores, el programa bandera de la actual administración, claramente, está desfinanciando la educación pública.

El 4 de octubre, miles de estudiantes saldrán a la calle para exigir mayor financiación para las universidades oficiales del país. Una de las consignas exigirá que el billón de pesos que costará el programa Ser Pilo Paga en 2018 sea destinado, a partir de la fecha, exclusivamente a las universidades oficiales. Sin la menor duda, así debería ser. Eso lo sabe hasta el propio MEN, que ha realizado los estudios de valor agregado que evidencian la alta calidad y el menor costo de las principales universidades oficiales del país. En cualquier caso, los recursos públicos deben destinarse exclusivamente a apoyar las universidades oficiales. Eso lo sabe cualquier demócrata. Pero lo que no sabían los ciudadanos es que las universidades privadas cuestan más, aunque agregan menor valor que las principales universidades oficiales del país. Cuando lo sepan, espero que también salgan a marchar en defensa de la educación oficial. La fecha es el 4 de octubre y el motivo es aumentar la financiación de la educación oficial e impedir que los recursos públicos terminen mejorando las instalaciones de las universidades privadas. Desde el punto de vista económico, social y político, es inconcebible que los recursos de todos se estén transfiriendo a las principales universidades privadas del país, mientras las universidades oficiales se están cayendo.

El mejor regalo, en sus 150 años, es garantizarle larga vida a la Universidad Nacional. Ahora sabemos que también sería el mejor regalo para el país y para la democracia.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/ser-pilo-paga–marcha-de-universidades-publicas-contra-ser-pilo-paga/542436

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Reforzar la educación superior, una de las tareas más importantes del Gobierno de Ecuador

América del sur/Ecuador/07 Octubre 2017/Fuente: Andes

El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, ratificó este miércoles ante rectores de universidades públicas y privadas del país que una de las tareas más importantes del gobierno será reforzar la educación superior.

“Estamos atentos a escuchar sus inquietudes, propuestas, sueños, esperanzas y críticas, porque de eso se trata también con el fin de llevar adelante esta importantísima tarea que tiene el Ecuador que es la de reforzar cada vez más la educación superior”, señaló el jefe de Estado ante los catedráticos, quienes al mismo tiempo agradeció la predisposición al diálogo.

El dignatario apuntó que estos encuentros servirán también para subsanar los problemas que existan y vayan apareciendo. “Podremos tomar soluciones y aquellas que no podamos inmediatamente nos daremos el debido tiempo para pensarlas y razonarlas para resolverlas”, apuntó.

En el encuentro también participó Augusto Barrera, quien es el titular de la Secretaría de Educación Superior Ciencia y Tecnología e Innovación (Senescyt), y se congratuló por la masiva presencia de representantes de prácticamente todo el sistema de educación superior.

“Estamos concretando una política de diálogo, lo hemos hecho con casi todos. También nos encontramos pendientes de los enormes desafíos que tenemos como los cientos de miles de jóvenes a los que debemos responder sin afectar la calidad de la educación de tercer nivel”, sostuvo Barrera.

Tras las palabras del presidente de la República y del ex-alcalde de Quito, la reunión paso a desarrollarse a puerta cerrada, sin la presencia de los medios de comunicación.

Fuente. https://www.andes.info.ec/es/noticias/reforzar-educacion-superior-tareas-mas-importantes-gobierno-ecuador.html

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ACNUR: Esquema de educación en línea les da un grado de esperanza a los estudiantes refugiados

ACNUR / 1 de octubre de 2017 / Autor: Charlie Dunmore / Fuente: ACNUR

Con el apoyo de la Universidad de Ginebra, el proyecto InZone pone a disposición cursos de grado para quienes ven la universidad fuera de su alcance.

La guerra puso un abrupto fin a los esfuerzos de Qusai para convertirse en un abogado. Había estado en el primer año de un curso de Derecho en la Universidad en Dara’a cuando la violencia estalló en la ciudad meridional de Siria en el inicio del conflicto civil del país en 2011.

En 2013, él y su familia huyeron a Jordania y terminaron en el remoto campamento de refugiados de Azraq. Allí, la esperanza de Qusai de convertirse en abogado parecía evaporarse.

Desesperado por continuar estudiando, él se inscribió en cada clase informal que pudo encontrar- inglés, computación, e incluso reparación de teléfonos celulares. Sin poder cubrir los costos o asegurar una visa para estudiar en un tercer país, la idea de concluir sus estudios continuaba lejos de su alcance.

Fue entonces cuando oyó hablar de una iniciativa llamada InZone, respaldada por la Universidad de Ginebra y que ofrecía un curso de historia a nivel de grado diseñado por la Universidad de Princeton en los Estados Unidos.

“Había instituciones prestigiosas involucradas y yo quería formar parte”.

“Yo no había pensado en estudiar historia, pero había instituciones prestigiosas involucradas y yo quería formar parte”, dijo Qusai.

La matrícula en la educación terciaria ha aumentado a nivel mundial, llegando a un 36 por ciento en 2016, comparado con un 34 por ciento un año anterior; sin embargo, para el 99 por ciento de los refugiados, el acceso a la universidad o a otras formas de educación superior continúan fuera de alcance.

La demanda claramente está allí: en 2016, más de 4.300 refugiados recibieron becas DAFI, el programa de educación superior provisto por la Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, y apoyado por Alemania, para recibir educación terciaria en 37 países de acogida, un aumento del 90 por ciento en comparación con 2015. Sin embargo, para decenas de miles más, la matrícula, la distancia y la dificultad para completar la educación secundaria los mantienen fuera de la educación superior.

InZone demuestra cómo la educación superior puede estar disponible para quienes normalmente no tendrían acceso. La iniciativa, que se estableció primero en el campamento de refugiados en Kakuma en 2010, llegó a Azraq en septiembre de 2016 con el curso de historia dado por Princeton.

Ahora otra institución estadounidense, Purdue University, está dando un curso de ingeniería. Las sesiones presenciales se llevan a cabo en un laboratorio de cómputo financiado por ACNUR y gestionado por la ONG CARE International.

“Estar conectado con el mundo exterior de la academia te hace sentir parte de algo más grande”.

James Casey, un candidato doctoral en historia siria moderna en Princeton, fue uno de los tutores en línea para el curso impartido en Azraq. Él dice que, a diferencia de un curso normal en línea o por correspondencia, donde los índices de retención son bajos, el enfoque de InZone es promover la interacción regular entre los tutores y los estudiantes, ya sea en línea, cara a cara o por medio de las redes sociales. Esta es la forma de mantenerlos “comprometidos y en el camino”, dijo él.

Los tutores y profesores de los cursos intentan visitar a los estudiantes en el campamento al inicio y al final del término, en el primer caso para llevar a cabo los exámenes de selección e introducir a los seleccionados al curso, y al final para supervisar el taller y los exámenes finales del curso.

Además del laboratorio de computación, los estudiantes utilizan dispositivos móviles para estudiar y tener acceso a los materiales en un dispositivo USB cuando el internet no está disponible. Los grupos de tutores usan el servicio de mensajería instantánea de Whatsapp para permitir la comunicación entre estudiantes y profesores cuando la conectividad es limitada.

El curso mantuvo a Qusai intelectualmente estimulando y le dio esperanza. “Estudiar con una de las mejores universidades y estar conectado con el mundo exterior de la academia te hace sentir parte de algo más grande, no solo como una cifra en un campamento de refugiados”, dijo él.

El curso también le dio una nueva perspectiva. “Aprendimos cómo los países de Europa se reconstruyeron después de la Segunda Guerra Mundial, y eso me da la esperanza de hacer lo mismo en Siria”.

Fuente de la Noticia:

http://www.acnur.org/noticias/noticia/esquema-de-educacion-en-linea-les-da-un-grado-de-esperanza-a-los-estudiantes-refugiados/

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