Japón mejora escuela rural de Sonsonate

Japón/30 junio 2016/Autor:/ Fuente: El Salvador

Los alumnos del Centro Escolar Caserío San Cristóbal, cantón Miravalles, en Sonsonate, cuentan con una mejor infraestructura para recibir sus clases, debido a que la Embajada de Japón en El Salvador construyó cuatro aulas permanentes en sustitución, de igual cantidad de provisionales, un cocina-bodega y obras adicionales, que fueron inauguradas el pasado martes.

 Las provisionales, de las cuáles aún hay tres, fueron construidas en 2002, pero no tenía condiciones adecuadas para dar y recibir clases, ya que tenían poca ventilación, iluminación deficiente y cuando llovía, azotaba el agua y se filtraba por el techo.

Fue hasta finales del año pasado, que la embajada comenzó la ejecución de la obra.

El Ministro Consejero de la representación diplomática, Kazuho Kawamata, expresó durante la inauguración, que la obra es una muestra más de amistad entre su país y El Salvador; y que al trabajar unidos con la alcaldía y el Ministerio de Educación, es posible mejorar la calidad educativa de los habitantes.

“Gracias a su apoyo, el sueño de esta comunidad es una realidad”, dijo Kawamata.

Inversión

En el proyecto se invirtieron  $99,360; de los cuales Japón aportó $85,223; la alcaldía de Sonsonate, $10,471; y la comunidad $3,666 en mano de obra.

Además fue construido un muro de 40 metros de longitud y dos de altura, para evitar que tres aulas provisionales se inunden.

La directora de la institución, Emérita Sandoval, explicó que las condiciones anteriores no permitían que los alumnos estuvieran en ambientes adecuados para el aprendizaje.

“No son aulas seguras donde se pueda resguardar el mobiliario. Ahora ya tenemos aulas permanentes”, expresó.

La directora agregó que el próximo año, el Ministerio de Educación tiene previsto construir un pabellón de dos niveles en que habrá seis aulas; además tiene proyectado  sustituir el piso actual.

En el primer nivel se impartirán clases y en el segundo se instalará una biblioteca, un centro de cómputo con 25 máquinas y un laboratorio.

Desde 1998, cuando inició la escuela, los alumnos recibían clases en una galera de palmas de coco y se sentaban en piedras recipientes.

Fue en 2002 que se construyeron aulas provisionales.

La alumna de noveno grado, Katherine H., reconoció que las condiciones eran pésimas; pero que ahora, con las mejoras, se siente más motivada a continuar los estudios.

Para Marta Julia Gutiérrez, madre de un alumno, las mejoras son un atractivo para los jóvenes ya que con aulas adecuadas tienen una motivación para seguir estudiando.

Fuente: http://www.elsalvador.com/articulo/comunidades/japon-mejora-escuela-rural-sonsonate-117334

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