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Modelo híbrido, un salto en la exclusión educativa y la precarización laboral

Por: Maestro Arturo Méndez.

Aprovechando la pandemia, la SEP prepara un duro golpe contra la educación pública y el magisterio.

Contrario a lo que había asegurado en la Conferencia del Bienestar del 9 de julio el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, respecto a que no habría actividad escolar (incluyendo la capacitación y los consejos técnicos escolares) sino hasta que hubiera semáforo verde, el lunes pasado se reanudaron virtualmente las actividades docentes con un taller intensivo de capacitación durante toda la semana.

Sin embargo, ante la persistencia de altos niveles de la pandemia las autoridades educativas tuvieron que rectificar. En su reunión del pasado martes el Consejo Nacional de Autoridades Educativas (CONAEDU) determinó la posposición de la fase intensiva del consejo técnico.

Posteriormente, el secretario de Educación anunció que el lunes tres de agosto se darán a conocer, en la conferencia matutina de López Obrador, los pormenores del regreso a clases, dejando claro que las mismas iniciarán a distancia.

Mientras tanto, entre los nuevos planes de la SEP para cuando se reanuden las actividades presenciales está lo anunciado hace unos días por Moctezuma Barragán, durante la XLIX reunión ordinaria virtual del CONAEDU, en cuanto a que “el enfoque pedagógico que pervivirá hacia el futuro será un modelo híbrido, en donde esté presente tanto la educación a distancia como la educación presencial” (Boletín No. 196-SEP).

La experiencia de la educación a distancia

Si algo sacó a la luz la pandemia en el terreno educativo son las profundas carencias que viven nuestros alumnos y sus familias, como la falta de acceso a internet, a una computadora o incluso a una televisión, por mencionar algunas directamente relacionadas con la educación a distancia y sus límites.

Dicha situación, como es sabido, se profundizó con la crisis sanitaria y económica, con millones de familias enfrentando despidos, rebajas salariales, bajas ventas y en general reducción de sus ingresos.

En ese marco, complementado con el miedo frente al coronavirus, los contagios —muchas veces sin posibilidad de acceso al sistema público de salud— y muertes de seres queridos, la continuidad del ciclo escolar durante la cuarentena provocó importantes niveles de estrés en alumnos, docentes y familias, mientras que significó la exclusión y el rezago de millones de niñas, niños y adolescentes, incluyendo a quienes requieren educación especial, expresando de conjunto nada menos que insensibilidad por parte de las autoridades educativas.

Para el magisterio, además, implicó la multiplicación del trabajo que conlleva la educación a distancia, que se sumó al trabajo doméstico que recae principalmente sobre las mujeres. Sin olvidar la falta de respeto a los horarios laborales y el hostigamiento por parte de los directivos. Todo ello también impuesto, pero de manera exacerbada, a las maestras y maestros de educación privada, junto a muchas otras afectaciones como reducciones salariales y despidos.

Ahora la SEP habla de “aprendizajes que nos deja la pandemia”, pero lo cierto es que, maquillando la experiencia ¬—incluso dando datos falsos en su momento— del “Aprende en Casa” y demás actividades que se desarrollaron durante la cuarentena, e ignorando las innumerables denuncias y críticas que se le hicieron, así justifica su decisión de la educación a distancia como algo que llegó para quedarse.

De ese modo, mientras que los indicadores económicos pronostican que las cosas se van a poner peor, lo que aumentará las restricciones para el acceso de los alumnos a la tecnología, se impone una modalidad que ya se demostró estresante y excluyente, negando directamente el derecho a la educación de amplios sectores.

A río revuelto, modelo híbrido

Desde que Esteban Moctezuma formaba parte del gabinete del gobierno electo, es decir, desde antes de que López Obrador asumiera el poder, el hoy secretario de Educación ya hablaba en entrevistas, como la que le hizo Adela Micha en julio de 2018, de un modelo escalonado en el que los alumnos no fueran de lunes a viernes a la escuela: un grupo iría el lunes, el maestro les dejaría ese día a los alumnos una investigación, que desarrollarían fuera de la escuela el martes para entregar el miércoles; un nuevo grupo iría el martes, desarrollaría su investigación el miércoles y la entregaría el jueves. Con ello, decía Moctezuma, “puedes duplicar la capacidad, con la misma infraestructura y con los mismo maestros”.

El modelo se planteaba entonces como una de las vías para acabar con la falta de cobertura en educación superior, mientras que se concebía paralelamente el fortalecimiento de la educación a distancia para ese nivel.

Evidentemente, ambas perspectivas estaban en la línea de evitar la construcción de nuevas universidades públicas hasta alcanzar la cobertura total. Las grandes deficiencias en el programa de las cien Universidades del Bienestar Benito Juárez, lo confirman.

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Por lo pronto, se tiene previsto que el regreso a clase presenciales sea escalonado, es decir, que más o menos la mitad del grupo vaya lunes y miércoles, la otra mitad martes y jueves y el viernes se atienda a los alumnos con rezago. Los días que no asistan a las escuela, los alumnos desarrollarán actividades a distancia.

Al parecer, en la vorágine de la contingencia sanitaria el ex presidente de Fundación Azteca, con toda su lógica de eficiencia empresarial, vio un “área de oportunidad”, tanto para trasladar el modelo escalonado a la educación básica como para fusionarlo con la educación a distancia. El resultado sería el modelo híbrido.

No se han dado mayores detalles del modelo híbrido, pero ya se dejó claro que permanecerá aún después de que pase la pandemia.

De esa manera, cuando pase la necesidad de preservar la “sana distancia”, a medida que se avance en la liquidación de los turnos vespertinos para la imposición de escuelas de jornada ampliada y tiempo completo, y conforme aumente la población en edad escolar, las aulas volverán a llenarse nuevamente hasta el hacinamiento, a menos que opere una paulatina sustitución de la modalidad presencial por la modalidad a distancia. En cualquier caso, el objetivo de no construir nuevas escuelas quedaría cumplido.

El hecho es que van más de cuatro meses desde que se suspendieron las clases por la pandemia, tiempo valioso que pudo haber sido aprovechado para construir escuelas. Sin embargo, a pesar de las expectativas despertadas en amplios sectores de jóvenes, mujeres y trabajadores, las prioridades de la 4T están en otros lados, como lo muestra el contrato firmado por la SEP con Seguros Azteca, por 969 millones de pesos, para asegurar los planteles, mientras que el gobierno federal sigue destinando recursos millonarios al financiamiento de la Guardia Nacional y la militarización del país, a los megaproyectos (rechazados por las comunidades locales) o al pago puntual de la deuda externa, todo sin aumentarles ni un peso en impuestos a los grandes empresarios.

Como resultado, el modelo híbrido sumará, para alumnas y alumnos, las consecuencias de la educación a distancia (exclusión, rezago, estrés) a las complejidades de la modalidad presencial.

Al mismo tiempo, para maestras y maestros significa un duro golpe a nuestras condiciones laborales y una violación a nuestros derechos.

Si ya de por sí nuestra profesión se caracteriza por el trabajo fuera de horario (planeación, evaluación, atención a padres, cursos de capacitación, etc.) y por lo tanto no remunerado, lo cual constituye un elemento de precarización laboral, con el modelo híbrido se nos impondrá la extensión de la jornada, el trabajo en casa con nuestros propios recursos y la multiplicación sin precedentes de la carga laboral, violándose nuestro derecho a que se respete el horario y a trabajar en un lugar establecido, además de que se nos obligará a desempeñarnos en algo para lo que no fuimos contratados.

Ningún funcionario ha hablado hasta ahora de un aumento salarial que acompañe el modelo híbrido, pero las migajas que puedan llegar a tirarnos serán la zanahoria para buscar someternos a este modelo esclavizante.

En todo esto, la dirigencia charra del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación viene jugado un papel canalla, promoviendo la idea de que tener trabajo en tiempos de pandemia es un privilegio, cuando en realidad es un derecho negado para millones.

Junto a ello, más allá de que solicita dotar de equipos de cómputo a estudiantes y profesores y generar las nuevas condiciones de trabajo que implica la modalidad híbrida, al mismo tiempo pide “reconocer y valorar la disposición de los maestros para prolongar la jornada laboral y permitir la invasión de su espacio y tiempo familiar” (Comunicado 31-2020 del SNTE), como si a algún maestro o maestra le hubieran preguntado.

Por el contrario, en el taller intensivo de capacitación “Horizontes: colaboración y autonomía para aprender mejor”, los directivos de escuela tomaron la tarea de hacer ideología para que las maestras y maestros aceptemos con la mejor actitud y con empatía las nuevas condiciones impuestas, para después ponernos a resolver cómo hacerle en medio de las carencias, sin más recursos que un cuadernillo digital.

Tanto en lo educativo como en lo laboral, el signo del modelo híbrido es el de la precarización, con lo que se suma la comunidad educativa a pagar los costos de la crisis, junto al resto del pueblo trabajador.

Por supuesto, detrás de todo ello están los intereses de las grandes corporaciones dedicadas a la tecnología educativa, como Google y Microsoft, beneficiadas por la SEP en medio de la pandemia con la entrega de datos —y el uso comercial que puedan hacer de ellos— de los trabajadores de la educación y alumnos, mientras que ganan terreno para incidir en las políticas educativas públicas, cuestiones desarrolladas por Mauro Jarquín en su artículo “Implicaciones de un modelo híbrido en educación” (La Jornada, 26/07/20).

Ya son muchos los maestros y maestras que han hecho una experiencia en lo que va del actual gobierno, pero sabemos que muchos aun guardan esperanzas aunque ven que las cosas no van por donde quisieran. El gobierno lo sabe y por eso necesita un bombardeo ideológico, que no deja de chocarse con la realidad, además de utilizar la represión a través de sus autoridades para que nada se le vaya de las manos.

En defensa de la educación pública y contra la precarización

A pesar del discurso gubernamental sobre la revalorización del magisterio, lo que prevalece en la 4T como práctica cotidiana es que las decisiones se toman desde arriba y se imponen sin siquiera consultar la opinión de las y los trabajadores de la educación.

Frente a este nuevo ataque a la educación pública y al magisterio, es fundamental superar el miedo, confiar en nuestras fuerzas y empezar a organizarnos como trabajadoras y trabajadores de la educación, junto a las madres y padres de familia, para frenarlo y para luchar por demandas como la construcción de más escuelas, la restitución de los turnos vespertinos, infraestructura y equipamiento escolar dignos, plantillas docentes y de personal de apoyo completas, contratación de médicos, psicólogas y orientadoras educativas, ingreso automático al servicio para los egresados normalistas, basificación universal, respeto a los derechos laborales, horas no lectivas dentro del horario escolar, aumento salarial, acceso universal a internet; por que el 100% de alumnas y alumnos tengan garantizado el derecho a la educación al reanudarse las clases, y que el Estado garantice todos los servicios e insumos necesarios para un regreso seguro a clases presenciales cuando las condiciones realmente lo permitan.

Los recursos para eso y otras necesidades sociales como la salud podrían provenir, por ejemplo, de establecer impuestos a las fortunas de los grandes empresarios, del no pago de la deuda externa y de redirigir el presupuesto que hoy se destina a la Guardia Nacional, a la militarización del país y a los megaproyectos.

Hay que imponerles a nuestros representantes sindicales que convoquen a asambleas para discutir, escuela por escuela, las medidas que debemos tomar para garantizar la defensa de nuestros derechos, así como un regreso totalmente seguro a las aulas.

En la “Posición de la CNTE ante el regreso a clases”, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación se pronuncia contra la imposición del modelo híbrido. Así mismo, en su conferencia de prensa del 30 de julio, la dirigencia sostuvo que no hay condiciones para regresar a clases en ninguna modalidad. Sin embargo, su estrategia sigue estando basada centralmente en la negociación con el gobierno, y no en la organización y la movilización de todo el magisterio nacional.

Desde la agrupación Nuestra Clase llamamos a la dirigencia de la CNTE, referente histórico de lucha del magisterio democrático, a romper con la pasividad y a ponerse al frente de la lucha por demandas como las que planteamos aquí, convocando a todas las maestras y maestros del país a deliberar democráticamente sobre los problemas que nos aquejan e impulsando la unidad y la organización de nuestras filas.

Esa lucha, además, no tenemos por qué darla solos. En el documento de la Coordinadora se señala que “La unidad del magisterio aglutinado en la CNTE y nuestros hermanos de clase, en una instancia nacional de organización de los trabajadores, es una condición impostergable para conquistar nuestras demandas reivindicativas e históricas”.

Frente a las consecuencias de la crisis sanitaria y económica, decenas de organizaciones de trabajadores, sindicales y de izquierda hemos empezado a poner en pie el Movimiento Nacional contra la Precarización y los Despidos. Invitamos fraternalmente a las compañeras y compañeros de la CNTE y al conjunto de las trabajadoras y trabajadores de la educación del país a conocer e impulsar juntos este Movimiento.

Fuente de la reseña: https://www.laizquierdadiario.mx/Modelo-hibrido-un-salto-en-la-exclusion-educativa-y-la-precarizacion-laboral

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Emprendimiento y educación

Por: Alberto Espinoza López.

Debemos identificar nuestros talentos: qué hacemos bien; para qué tenemos habilidad, competencias; qué aprendemos con gusto, disfrutamos, nos entusiasma; cuál actividad nos motiva, nos permite crecer y desarrollarnos; y qué queremos hacer mejor cada día.

El momento actual  nos obliga, más que de costumbre, a asumir la responsabilidad que nos corresponde; a pasar de víctimas a protagonistas, a no echarle la culpa a nadie, ni esperar a que alguien nos resuelva los problemas, esto requiere educación, liderazgo y emprendimiento.

Cada niño y joven tiene que tener la oportunidad de recibir una educación de calidad, la educación es lo que le permite a cada persona comprender qué significa ser humano, definir una filosofía y un proyecto de vida y avanzar en su proceso de mejoramiento personal para convertirse en una persona íntegra, respetuosa, responsable y solidaria.

Todo comienza por aprender a liderarnos a nosotros mismos; si en nuestra infancia o juventud no aprendimos a hacerlo, nunca es tarde para reorientar el rumbo de nuestra vida, esta crisis nos ofrece la oportunidad, tenemos la capacidad de aprender, de formarnos y de transformarnos, y el primer paso es comprender que somos los arquitectos planeadores, diseñadores y forjadores de nuestra vida.

Como líderes de nosotros mismos podemos pensar, analizar, reflexionar y planear cómo queremos vivir, cuál es el sentido de nuestra vida, nuestras creencias y valores, nuestro propósito superior, qué legado queremos dejar, a qué personas admiramos y por qué. Qué nos inspira, nos entusiasma, nos apasiona para vivir plenamente cada día.

Debemos identificar nuestros talentos: qué hacemos bien; para qué tenemos facilidad, habilidad, competencias; qué aprendemos con gusto, disfrutamos, nos entusiasma, nos apasiona; cuál actividad nos motiva, nos permite crecer y desarrollarnos; y qué queremos hacer mejor cada día.

Cuál es nuestra actitud, cómo nos relacionamos con los demás, qué tanto comprendemos a quienes conocemos, quiénes son, qué los motiva, cómo son, por qué actúan como lo hacen. El proceso de crecer y madurar nos permite entender qué significa ser humano, definir nuestra filosofía de vida, responsabilizarnos de nuestros actos y convivir en armonía con los que nos rodean.

Como padres, maestros o líderes en cualquier actividad, debemos comprender que educamos, formamos y lideramos principalmente con el ejemplo, con la coherencia entre lo que somos, pensamos, decimos y hacemos. En épocas de dificultades debemos hacer aflorar lo mejor de nosotros, es el momento para que cada uno emprenda, aproveche sus potencialidades, sea autosuficiente y aporte todo lo que sea capaz.

En Colombia en el mes de abril disminuyó el número de personas ocupadas en alrededor de 5 millones. Por otro lado, según la OCDE, Colombia ocupa el primer lugar, con 51,3 % de trabajadores independientes, estimados en más de 5 millones, esto incluye profesiones liberales, consultores, técnicos, tecnólogos, emprendedores, micro negocios en actividades tan variadas como agricultura, ganadería, silvicultura, pesca, manufactura, tecnología, comunicaciones, mantenimiento, reparaciones, comercio, construcción, muebles, confecciones y muchas más.

Según Confecámaras en el país hay más de 1 millón 620 mil empresas, de las cuales hay 6.793 grandes, 109 mil pymes y 1.5 millones de microempresas. Las Cámaras de Comercio, el gobierno nacional, muchas iniciativas regionales, las universidades, el Sena y múltiples iniciativas privadas están apoyando el emprendimiento, hay programas desde las etapas iniciales hasta apoyo para pasar de iniciativa unipersonal a micro, mediana o gran empresa.

De las grandes crisis surgen las grandes oportunidades, oportunidades que aprovechan los que se preparan, se atreven a tomar riesgos, desarrollan sus talentos y competencias, tienen la actitud, la pasión, la determinación y la perseverancia para soñar con los pies en la tierra y convertir sus sueños en realidades.

Sabemos que nos encontramos en una situación crítica y de efectos perdurables, de lo que necesariamente se derivará un cambio del entorno. Este cambio conducirá a que cada día haya más personas, grupos, sectores y regiones con nuevas necesidades insatisfechas, de las cuales surgen oportunidades, tanto en el ámbito local, como en el nacional y en el internacional, oportunidades para los que creen, innoven y desarrollen productos y servicios mejores que los de cualquier otro.

El momento actual requiere que cada uno de nosotros, independientemente o en conjunto con otros, defina su estrategia para construir un futuro próspero para sí mismo y para los que lo rodean, para emprender un proyecto que le garantice la supervivencia y a través del desarrollo de ventajas competitivas sólidas comience con una iniciativa, una prueba piloto, un proyecto, un negocio, una microempresa o una gran empresa, haciendo lo correcto bien hecho.

Los colombianos somos ejemplo de ser buenos trabajadores, de ser esforzados, de tener dedicación, creatividad y recursividad, le corresponde a cada uno identificar las oportunidades para aprovechar todas sus potencialidades, generar riqueza, desarrollo y bienestar para construir entre todos la Colombia que soñamos.

Fuente del artículo: https://www.semana.com/opinion/articulo/emprendimiento-y-educacion-columna-de-opinion-alberto-espinosa-lopez/685384

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Construir hoy el futuro de la educación

Por: www.un.org.

 

La educación es la clave para el desarrollo personal y el futuro de las sociedades.

Abre oportunidades y reduce las desigualdades.

Constituye los cimientos de las sociedades informadas y tolerantes y es un motor fundamental del desarrollo sostenible.

La pandemia del COVID-19 ha causado la mayor disrupción que ha sufrido nunca la educación.

A mediados de julio las escuelas permanecían cerradas en más de 160 países, algo que afecta a más de 1.000 millones de estudiantes.

Al menos 40 millones de niños de todo el mundo han perdido tiempo de enseñanza en su primer año de educación preescolar, un año fundamental.

Y los progenitores, especialmente las mujeres, se han visto obligados a asumir pesadas cargas de cuidados en los hogares.

A pesar de las clases impartidas por radio, televisión y en línea, y de los mejores esfuerzos de docentes y progenitores, sigue habiendo muchos alumnos a los que no se ha llegado.

Los alumnos con discapacidades, aquellos de comunidades minoritarias o desfavorecidas, los desplazados y refugiados y aquellos en zonas remotas son los que corren mayor riesgo de que se los deje atrás.

Incluso para aquellos que tienen acceso a la educación a distancia, los buenos resultados dependen de sus condiciones de vida, incluida la distribución justa de las tareas domésticas.

Vivimos un momento decisivo para los niños y los jóvenes de todo el mundo.

Ya antes de la pandemia sufríamos una crisis de la educación.

Más de 250 millones de niños en edad escolar no estaban escolarizados.

Y, en los países en desarrollo, solo la cuarta parte de los alumnos de secundaria dejaban la escuela con competencias básicas.

Ahora nos enfrentamos a una catástrofe generacional que podría desperdiciar un potencial humano incalculable, minar décadas de progreso y exacerbar las desigualdades arraigadas.

Las repercusiones que ello tendrá, entre otras esferas, en la nutrición infantil, el matrimonio infantil y la igualdad de género son profundamente preocupantes.

Este es el telón de fondo del documento de políticas que presento hoy, junto con una nueva campaña con asociados en el ámbito de la educación y organismos de las Naciones Unidas llamada “Salvar Nuestro Futuro”.

Vivimos un momento decisivo para los niños y los jóvenes de todo el mundo.

Las decisiones que los gobiernos y los asociados tomen ahora tendrán un efecto duradero en cientos de millones de jóvenes, así como en las perspectivas de desarrollo de los países durante decenios.

En este documento de políticas se hace un llamamiento a la acción en cuatro ámbitos principales:

Primero, reabrir las escuelas.

Una vez que la transmisión local del COVID-19 esté controlada, devolver a los alumnos a la escuela y las instituciones de enseñanza de la manera más segura posible debe ser una de las prioridades fundamentales.

Hemos publicado una serie de directrices para ayudar a los gobiernos en esta compleja tarea.

Será esencial encontrar un equilibrio entre los riesgos para la salud y los riesgos para la educación y la protección de los niños, y tener en cuenta también la repercusión en la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo.

Es fundamental consultar a los progenitores, los cuidadores, el personal docente y los jóvenes.

Segundo, dar prioridad a la educación en las decisiones de financiación.

Antes de la crisis, los países de ingresos bajos y medianos ya tenían una necesidad de fondos no satisfecha para la educación de 1,5 billones de dólares al año.

Ahora ese déficit de financiación ha aumentado.

Los presupuestos para educación se deben proteger y aumentar.

Y es fundamental que la educación esté en el centro de los esfuerzos internacionales de solidaridad, desde la gestión de la deuda y las medidas de estímulo a los llamamientos humanitarios mundiales y la asistencia oficial para el desarrollo.

Tercero, dirigir la acción hacia aquellos a los que es más difícil llegar.

Las iniciativas de educación deben procurar llegar a aquellos que corren mayor riesgo de que se los deje atrás: las personas en situaciones de emergencia y de crisis, los grupos minoritarios de todo tipo, las personas desplazadas y aquellas con discapacidades.

Esas iniciativas deben ser sensibles a las dificultades específicas que enfrentan las niñas, los niños, las mujeres y los hombres, y deben buscar con urgencia cerrar la brecha digital.

Cuatro, construir hoy el futuro de la educación.

Tenemos una oportunidad generacional de reimaginar la educación y la enseñanza.

Podemos dar un salto y avanzar hacia sistemas progresistas que impartan educación de calidad para todos, como trampolín para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Para lograrlo, necesitamos invertir en la alfabetización y la infraestructura digitales, evolucionar hacia el aprendizaje de cómo aprender, revitalizar el aprendizaje continuo y reforzar los vínculos entre los sectores formal e informal de la educación.

Debemos también aprovechar los métodos de enseñanza flexibles, las tecnologías digitales y la modernización de los planes de estudios, velando al mismo tiempo por que el personal docente y las comunidades tengan un apoyo sostenido.

Ahora que el mundo enfrenta niveles insostenibles de desigualdad, necesitamos la educación —el gran igualador— más que nunca.

Debemos tomar medidas audaces ahora, a fin de crear sistemas educativos de calidad, inclusivos y resilientes, adecuados para el futuro.

 

Fuente de la reseña: https://www.un.org/es/coronavirus/articles/future-education-here

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South Africa warns of coronavirus ‘storm’ as outbreak accelerates across continent

By: Jason Burke. 

New Covid-19 cases in Africa up 24% in a week after months in which it appeared to have been spared the worst

 Mourners in personal protective equipment carry the coffin of a Cape Town taxi driver who died of Covid-19. Photograph: Rodger Bosch/AFP/Getty

South Africa’s health minister has warned of a “storm” arriving and pleaded with the country’s 58 million inhabitants to change their behaviour to slow the spread of Covid-19.

Zweli Mkhize said South Africa was still following an “optimistic” curve, with the peak of the outbreak likely to be lower than predicted, but warned that within weeks there could be a shortage of beds to treat Covid-19 patients, particularly in the country’s most populous and wealthy regions.

“It’s no longer a matter of announcing numbers of confirmed cases. We are now at a point where it’s our fathers, mothers, brothers, sisters, close friend and comrades that are infected,” Mkhize said.

South Africa has registered 225,000 cases of Covid-19, of which 107,000 have recovered and 3,600 have died.

After months when the continent appeared to have been spared the worst of the outbreak, African countries are now recording an accelerating spread of the disease.

John Nkengasong, head of the Africa Centres for Disease Control and Prevention (CDC), said new cases were up 24% in Africa in the past week. “The pandemic is gaining full momentum,” he told a virtual news conference from Addis Ababa.

As of 9 July, Africa had 512,039 confirmed Covid-19 cases, with 11,915 deaths, data from governments and the World Health Organization showed. Egypt, Nigeria, South Africa, Ghana, and Algeria accounted for 71% of infections.

There are fears that a lack of testing and a reluctance among some states to share information has hidden the true spread of the virus on the continent.

In Nigeria, authorities, fearing the economic toll of the pandemic, have in recent weeks relaxed restrictions imposed to prevent the spread of the virus. Confirmed cases in Africa’s most populous nation passed 30,000 on 8 July.

South Africa was widely praised for its early response to the pandemic, which included a strict lockdown and a major programme of community screening to find outbreaks of the virus. However the test and trace strategy has been hindered by a lack of crucial supplies and, although the lockdown is acknowledged to have bought time, the number of daily new cases has soared from about 1,000 in mid-May to 8,800 on 8 July.

Most new cases have been in Gauteng, the richest and most densely populated province, where widespread anxiety has been fuelled by poor communication about local strategies to fight the outbreak.

The provincial government was forced to clarify statements suggesting that more than a million graves were being dug for victims of Covid-19. “We understand that the subject of death is an uncomfortable matter to engage in, however, ensuring that there is adequate burial space in the province, unfortunately, forms part of the reality government must contend with in the battle against Covid-19,” the Guateng health department said on Twitter.

It is often difficult in the disadvantaged neighbourhoods found in many South African cities to follow recommendations on social distancing and handwashing. “What can I do? I wear a mask but we are so crowded here. I have to travel in [communal] taxis and then we do our best but we are all pushed in,” said Lucy Ndlovu, a resident of Alexandra, a Johannesburg township.

Communal taxis in Kenya advertise coronavirus safety.
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 Communal taxis in Kenya advertise coronavirus safety. Photograph: Thomas Mukoya/Reuters

In Kenya, cases are also surging, with more than 8,000 reported infections and 164 deaths. Officials said earlier this week that the school year was considered lost because of the pandemic, and primary and secondary pupils would return in January.

George Magoha, the education minister, said that the curve of Covid-19 infections was expected to flatten only by December.

International flights to Kenya will resume next month, although most countries in Africa are keeping air traffic bans in place.

Governments are trying to balance the need to protect weak healthcare systems from being overwhelmed and allowing hundreds of millions of people to earn their livelihoods.

The African Development Bank (AfDB) has estimated that nearly 50 million Africans could be driven into extreme poverty by the economic fallout of the coronavirus pandemic. The AfDB said that between 24.6m and 30m jobs would be lost this year because of the crisis, with Nigeria seeing the greatest rise in poverty.

Late last month the International Monetary Fund forecast that GDP in sub-Saharan Africa would shrink by 3.2%, and that incomes would drop to levels last seen in 2010.

In South Africa, government analysts have estimated potential job losses from the pandemic could reach 1.8m, with central bankers anticipating an economic contraction of almost a third in the three months since the lockdown was imposed in late March.

In Sudan, a combination of spiralling food prices, inflation, and job losses as a result of the effect of Covid-19 is having a devastating impact, aid agencies say. The lockdown measures designed to prevent the spread of coronavirus have disrupted markets and cross-border trading, crippling livelihoods and pushing up prices. Cereal prices have tripled compared with last year and are about four times higher than the last five-year average.

Arshad Malik, Save the Children’s country director, said some families could break their fast during the holy month of Ramadan only with water, as there was simply no food.

“Even before this pandemic, families were reeling from the effects of decades of conflict, underdevelopment and a weak economy. Now their lives have become even harder. Our team is meeting more and more parents every day who are struggling to put food on the table for their children,” Malik said.

Source of the article: https://www.theguardian.com/world/2020/jul/09/south-africa-warns-of-coronavirus-storm-as-outbreak-accelerates-across-continent

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Educación en Latinoamérica: Las aulas, la curva o la desigualdad

Por: dw.com.

Dicen los expertos que los efectos de la pandemia del nuevo coronavirus se sentirán todavía dentro de muchos años. Y pocas cosas tienen dejan tanta huella en el futuro de los países como la educación, o la ausencia de ella. Las consecuencias de perder la partida que juegan maestros y profesores hoy en las aulas se verán en su mayor parte cuando quizás ya sea demasiado tarde.

Este domingo (02.08.2020) Bolivia dio por terminado de forma anticipada el año escolar. El Gobierno de la presidenta interina Jeanine Áñez, que había suspendido en marzo las clases presenciales, argumenta que no es capaz de garantizar el acceso a la educación virtual, especialmente en las áreas rurales. Por eso ha decidido que todos los estudiantes de nivel inicial, primaria y secundaria pasen al curso siguiente. No habrá reprobados.

«Los expertos han advertido de que esta pandemia durará mucho tiempo”, dice a DW Leone Tharcisio, del Instituto de Estudios Regionales GIGA, con sede en Hamburgo. El investigador explica que «la escuela tiene la función primaria de buscar la igualdad de oportunidades, pero en este caso el Estado habrá asumido que no es capaz de apoyar a los niños de los sectores más desfavorecidos, lo que lleva a un aumento de las desigualdades”.

Los sectores afines al partido del exmandatario boliviano Evo Morales ven en esta decisión un intento del actual Ejecutivo de evitar los conflictos con el sector docente, que desde hace semanas exige la dimisión del ministro de Educación. Lo acusan de promover la privatización de la educación en el país. Pero la medida también ha sido criticada por el sector educativo privado, que se ha declarado en emergencia económica.

Bolivia, sin embargo, no está sola en esta encrucijada. Son muchos los gobiernos en Latinoamérica que se plantean qué hacer con sus escuelas y millones de alumnos. No es cuestión de un par de meses: la región se ha convertido en el foco global de la pandemia, que según la Organización Mundial de la Salud será «muy larga”.

¿Seguirán otros vecinos el ejemplo boliviano? «Depende del país, porque muchos países han puesto en marcha alternativas para seguir ofreciendo continuidad educativa pese al confinamiento”, explica a DW Stéphan Vincent-Lancrin, analista educativo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Una niña accede a la plataforma educativa de su escuela en Buenos Aires¿Qué ocurre con las familias que carecen de medios materiales para que todos sus hijos continúen con su educación?

El experto destaca algunas iniciativas de continuidad educativa puestas en marcha en Sao Paulo, Bogotá o en diferentes partes del territorio peruano, las cuales han demostrado que el margen de acción, al menos en teoría, es amplio. «La mayoría ha optado por soluciones multimodelo que incluyen recursos educativos digitales, educación por televisión y radio y recursos impresos para los estudiantes”, explica Vincent-Lancrin.

Uruguay es, por ahora, el único país de la región en el que los alumnos han vuelto a las aulas. Pero recuperar la presencialidad no solo fue posible gracias a una buena gestión epidemiológica: también jugó un papel clave el desarrollo digital de la educación previo al COVID-19.

En este sentido, la argentina Agustina Lenzi subraya a DW que, aunque el final anticipado del año escolar «es un escenario a considerar en términos regionales”, cada país es un mundo. «La cuestión es qué decisiones políticas acompañan a esa decisión”, añade esta experta en políticas educativas desde la cuarentena en Buenos Aires.

Una clase vacía en la capital mexicanaAlgunas escuelas, como esta de Ciudad de México, han tratado de encontrar soluciones para facilitar la vuelta a las aulas

Desde Costa Rica, la investigadora en educación Diana Hernández advierte: «No creo que atrasando un proceso se pueda más adelante enfrentar mejor ese proceso, no necesariamente”. La educadora costarricense, en contacto con compañeros de gremio en toda la región, es consciente de que en la mayoría de los países «no solo no hay conocimiento de las herramientas, sino que no hay acceso, por lo que para los docentes es como empezar de cero”. Visto así, explica, no son pocos los que piensan que para medio año no tiene sentido el esfuerzo. «Entonces podría ser que otros países de Latinoamérica siguieran los pasos de Bolivia”.

Una nueva normalidad educativa en América Latina

Pero si se para el sistema educativo, tiene que haber una finalidad. «Estamos dejando a las personas sin acceso a la educación”, recuerda la docente, «estamos obligándoles a quedarse dentro de las opciones laborales que no tienen ningún tipo de seguro ni ningún tipo de oportunidad que no sea un escenario de explotación”. Además de la desigualdad, según las grandes organizaciones internacionales la informalidad de las economías latinoamericanas es uno de los factores que alimentan los graves pronósticos económicos para la región.

Está por ver qué rumbo toman los diferentes gobiernos latinoamericanos. La argentina Lenzi cree importante, en cualquier caso, entender que «la antigua normalidad antes de la pandemia no era deseable para todos y todas, era una situación muy desigual”. Es hora de repensar la educación, sea en una escuela, frente a una pantalla, ¿o quizás en un parque? Lenzi subraya la necesidad de poner a las personas en el centro: «la política educativa tiene el desafío de tender puentes entre quienes piensan la educación, quienes la gestionan y quienes la practican”.

Fuente de la reseña: https://www.dw.com/es/educaci%C3%B3n-en-latinoam%C3%A9rica-las-aulas-la-curva-o-la-desigualdad/a-54425787

 

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Educación rural no es cortar limón en la pandemia

Por: Darili Oropeza.

Esta historia es una ventana a cómo viven las comunidades rurales la educación en medio de la pandemia por covid-19. Muestra cómo la tecnología crea mayor exclusión en la educación, que la organización de base logra acortar

Fotos: Cortesía Sección XVIII CNTE y José Antonio Sanchez

Todos los días, al regresar de cortar limón, María Elena Martínez Valencia se sienta con su hijo de segundo de primaria a estudiar. Con la pandemia de covid-19 quedó sin trabajo. Tiene a sus cuatro hijos en casa. Buscaron en la televisión las clases de la SEP, pero no dieron con el canal. Viven en la Nopalera, una comunidad de Apatzingán, Michoacán.

Llegan del campo y de inmediato se ponen a estudiar. A veces ni tiempo le da de comer. Como hoy:

«Los puse a hacer la tarea ahorita, después de explicarles cómo hacerlo» comenta María Elena, al tiempo que les pide que la dejen hablar por teléfono.

En las ocasiones en que María Elena pierde su trabajo, le queda la opción de ir al corte de limón. Es jefa de familia, soltera. Sus hijos van con ella al campo, también a cortar.

«Esta nueva rutina escolar nos ha traído un poco más de trabajo, hay que apoyar a los muchachos».

María Elena dedica más tiempo a sus hijos que van en primaria, uno en segundo y el otro en quinto. Asegura que los dos que van en secundaria y bachillerato no requieren tanto apoyo.

«Para mí no es posible la modalidad virtual, no tengo internet y no tengo computadora. La modalidad, pues, son los cuadernillos que proporcionan los maestros a mis hijos».

Gran parte del dinero del corte de limón, termina en saldo para celular.

«Tanto el más grande que va en bachiller y el de secundaria hacen trabajos en su libreta y le toman fotos y le envían a su maestro por mensajería electrónica».

María Elena, acompañada de sus familiares con una despensa.
Foto:  Cortesía Sección XVIII CNTE 

Modalidad que excluye, modalidad que contribuye

La educación virtual agudizó la exclusión de la educación, de acuerdo con el maestro Lev Velázquez:

«Las carencias que ya existían, de agua, espacios deportivos, bibliotecas, laboratorios, computadoras, personal, maestros, a todo lo que implica un buen aprendizaje, ahora se suman las carencias de infraestructura pedagógica virtual».

Lev Velázquez es profesor de la telesecundaria de Apatzingán, Michoacán.  La pandemia llegó, y desde su región ha sido muy difícil mantener cualquier clase virtual, pues si las escuelas no cuentan con computadoras, menos aún tendrán las familias de los estudiantes.

Ante la situación de emergencia por covid 19, los profesores se organizan en colectivos para darle sentido a la educación.

Lo primero es garantizar que los estudiantes puedan acceder a la educación de un modo en el que tengan la posibilidad de comprender lo que viven en su entorno con la pandemia. Lev asegura que el temario de la SEP no contribuye a la comprensión del mundo en estos momentos y no se puede seguir al pie de la letra. “Los contenidos no tienen que ver con su cotidianidad”, afirma.

Los profesores del colectivo de la región de Apatzingán visitan una vez a la semana las comunidades de sus alumnos. Ahí entregan las cartillas que ellos mismos crearon. A la semana siguiente regresan para recogerlas y darles las siguientes. Llevan tres cartillas y ya preparan la siguiente.

«Nosotros estamos haciendo todo lo posible para continuar el proceso educativo», dice el profesor Lev, también doctor en pedagogía crítica. Eligieron los temas que les parecen centrales en este momento de emergencia.

Educar por el principio: ¿Qué es una pandemia?

La primera cartilla que repartieron fue de salud integral, el cuidado de la salud, de la alimentación, lavarse las manos, higiene, explicar a qué se enfrentan, qué es un virus, cómo funciona, por qué no hay una cura.

El siguiente tema de las cartillas fue el desarrollo de la afectividad, reconocer qué pasa en casa, cómo se tensan las relaciones entre los integrantes, papá, mamá, abuelos, tutores y, cómo podemos construir una buena relación. Lev explica el siguiente tema de las cartillas:

«La otra ronda de cartillas trata sobre la familia que canta, juega, baila y crea, proponiendo actividades para que desarrollen pensamiento estratégico, con juegos tradicionales, prehispánicos incluso, como la pitarra, para el desarrollo neuronal desde casa, el desarrollo motor de los jóvenes, para la convivencia familiar. Colocamos temas como el derecho humano al trabajo, el derecho humano al agua, y estamos haciendo la siguiente cartilla que será sobre la casa sustentable».

Más allá de la «educación»

Maestros en Apatzingán se organizaron para llevar despensa a los abuelos de las comunidades y a las familias de sus estudiantes.
Fotos: Cortesía Sección XVIII CNTE

Los colectivos de profesores donde participa Lev son parte de la sección XVIII democrática de la CNTE en Michoacán. El profesor asegura que han hecho un diagnóstico conjunto de las carencias, pero sobre todo de cómo solucionarlas.

«Nos encontramos que el sistema educativo es deficiente, que las escuelas no tienen conectividad, no tienen dispositivos inteligentes. En mi escuela hay dos computadores, ninguna es para los maestros. Son parte de la administración».

En sus reuniones, los maestros concluyen que la emergencia les rebasó. Hay maestros de escuelas multigrado que tienen hasta 300 alumnos. No se imaginan con sus celulares llenos de trabajos y tareas por whatsapp. Piensan que seguir los lineamientos de la SEP ha sido imposible, pues lo virtual solo incrementó la burocratización de la educación.

Según Lev, una parte importante de las comunidades y las escuelas no han entrado en estas dinámicas virtuales “porque no existe la infraestructura tecnológica, no hay conectividad. Con las actividades que deja la Secretaría de Educación, los profesores tienen que estar pegados al teléfono o computadora, recibiendo imágenes. La cantidad que te lleguen diario. Mandar foto de cada cosa”.

«Hay—dice —un control mas rígido del tiempo, más férreo, diferente a lo que lo tienes destinado. Es educación descontextualizada. La SEP está fuera de lo que sucede en los ámbitos rurales».

El profesor asegura que hay temas más urgentes que atender en las comunidades escolares de los pueblos de Michoacán: es el tener algo qué comer. Por ello, entre los profesores, además de organizar un seguimiento pedagógico con las cartillas, armaron brigadas para recolectar víveres y repartirlos.

Repartieron la primera tanda de alimentos entre adultos mayores de distintas comunidades. La segunda fue más enfocada a las familias de los alumnos. La tercera, y que recién entregaron, consistió en donar un día de salario por cada maestro y entregarlo a las familias de sus estudiantes.

«Pusimos varios puntos de recolección de víveres, y los llevamos a la gente más vulnerable, sobre todo de tercera edad».

Profesor Lev Velázquez

María Elena y sus cuatro hijos también recibieron una despensa por parte de la brigada de profesores. Les dieron una despensa básica muy completa y otra despensa con bolsas de leche. Para ella es algo muy bueno que le ayuda a alivianar los gastos y el trabajo de cortadora de limón.

Evaluación y año escolar

El profesor Lev es consciente de que no se puede evaluar de manera normal los contenidos escolares en la emergencia.

«Cometeríamos un error en evaluar, en cumplir con temáticas, sin que nos importe generar propuestas para que las familias puedan llevar otro tipo de aprendizajes que le sirvan para su casa. Para mejoras sus vidas, sus  aprendizajes; producir alimento en sus casas; repensar relaciones internas, el contexto, qué pasa en el mundo. ¿Por qué corrieron a mi papá o mamá, primo o amigo de su trabajo? ¿Qué no hay leyes que nos protejan?»

Es consciente que en Apatzingán, donde él nació, buena parte de las personas son campesinas, la mayoría cortadoras de limón y en en este tiempo de pandemia no se detiene el corte de este fruto. Sabe que muchas de ellas son jóvenes y se se han integrado a la vida productiva con sus papas, y que la mayoría no tienen parcela propia sino trabajan “como peones”.

María Elena por su parte, espera que la SEP sea consciente del trabajo que han hecho las mamás en este confinamiento. La exigencia que tiene es que les aprueben el año escolar, que no sea perdido, ya que ella le ha echado muchas ganas al aprendizaje de sus hijos.

«Es triple trabajo—explica la madre —usted si viera. No he comido y estoy con el mas pequeño día y tarde. Necesito estar más constante con él porque se atrasa en lectura. Los mayores hacen sus tareas solos y me ayudan a las labores de la casa. Necesito ser yo la que en este caso le revise al más pequeño que van bien las cosas. Los mayores no los dejo con sus hermanos, no me siento segura porque no lo hacen con paciencia. Dios quiera que sí, que nos hagan valido en lo que hemos estado trabajando. No se vale que una deja de comer para que sus hijos pasen de grado».

Aunque para cualquiera en la ciudad podría ser bonito ver cientos de árboles de limón en la cuarentena, para María Elena no es lo mejor:

«Pero la necesidad te orilla a verlo bonito, a verlo  como ejercicio, como pasatiempo. La necesidad te orilla a trabajar en pleno sol, se anda una arriesgando a que le pique la planta».

Fuente del artículo: https://piedepagina.mx/la-educacion-rural-no-es-cortar-limon-en-la-pandemia/

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Bolivia cierra año escolar por falla en educación virtual

América del Sur/ Bolivia/ 04.08.2020/ Fuente: www.prensa.com.

El gobierno boliviano dispuso ayer la clausura anticipada del año escolar, que debía extenderse hasta diciembre, principalmente porque los estudiantes de las áreas rurales carecen de acceso adecuado a internet, lo que les impide tener acceso a la educación virtual.

“Hemos visto por conveniente clausurar el año escolar. Se clausura precisamente porque la gran mayoría del área rural no cuenta con internet”, anunció Yerko Núñez, ministro de la Presidencia en conferencia de prensa.

“El sistema de fibra óptica, lamentablemente, solo llega a las ciudades”, añadió. En Bolivia, 40% de la población vive en áreas rurales.

La medida, que entra en vigencia desde este lunes, supone la promoción automática de los estudiantes al nivel superior y garantiza el pago regular de salarios a los maestros del sector público.

La disposición alcanza a los niveles inicial, primario y secundario tanto de educación pública como privada.

Las clases escolares habían quedado suspendidas desde el inicio de la pandemia, en marzo pasado. Desde entonces, se había tratado de incorporar, con muchas dificultades, la educación virtual, costosa en el área urbana y sin suficiente cobertura de internet en el área rural.

Semanas atrás, el ministro de Educación boliviano, Víctor Hugo Cárdenas, hoy en cuarentena por la Covid-19, anunció que, por la pandemia, este año no habría estudiantes reprobados.

Fuente de la noticia: https://www.prensa.com/impresa/economia/bolivia-cierra-ano-escolar-por-falla-eneducacion-virtual/

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