En mi post anterior, introduje el proyecto PRIDI, la escala de Engle y destaqué algunos resultados realmente interesantes que han surgido a partir del proyecto como la importancia de un entorno enriquecedor para el desarrollo infantil. En este post hablaré de algunos resultados más específicos.
¿Quiénes son los niños PRIDI?
Son cerca de 8.000 niños en total, 2.000 de cada uno de los países participantes: Costa Rica, Nicaragua, Paraguay y Perú. La mitad son niños y la otra mitad son niñas con una edad promedio de 3 años. La mayoría de ellos hablan español, aunque existen poblaciones importantes que hablan lenguas indígenas en Paraguay, Nicaragua y Perú. La mayoría de sus madres han alcanzado algún nivel de estudios secundarios y viven en hogares con acceso a servicios básicos. No todas las casas tienen libros. En realidad, solo 40% de los niños de PRIDI viven en casas sin libros.
Los resultados de la Escala de Engle muestran una variación significativa en los niveles de su desarrollo. Existen variaciones entre países en los resultados de las dimensiones evaluadas: cognición, lenguaje, habilidades socio-emocionales y motoras país. Además, también existen variaciones entre subgrupos de un mismo país: niños ricos y pobres; niños que hablan idiomas indígenas y los que hablan español; y entre aquellos que están en un ambiente acogedor y los que no.
Estas variaciones envían mensajes preocupantes. No todos los niños de los cuatro países de PRIDI se están desarrollando adecuadamente ni a tiempo ni en la manera en que les asegurará el éxito en la escuela y en la vida
Para ilustrar esta situación, tomemos como ejemplo a estos dos niños: Harvey y Darwin. Ellos podrían ser de cualquiera de nuestros países PRIDI.
Harvey vive con su mama. Ella terminó la educación primaria, comenzó la secundaria y abandonó la escuela en noveno grado. Ella tiene dos trabajos, lo que significa que rara vez está en casa. Harvey se pasa el día sin hacer mayor cosa, juega solo o trata de encontrar algo interesante que hacer. Su abuela está presente, pero pasa la mayor parte de su tiempo viendo televisión y no juega mucho con Harvey.
Darwin, por otra parte, vive con su mamá y su papá, quienes se graduaron de la universidad y tienen trabajos de tiempo completo. Cuando están en casa lo miman mucho, pasan juntos sus mañanas, tardes y noches leyendo, jugando, involucrándolo en la conversación y llevándolo a ver cosas interesantes.
Ambos, Harvey y Darwin, tienen tres años y medio, y son niños, pero prácticamente ahí terminan sus similitudes. Darwin está más desarrollado que Harvey. Es más, a los dos años las diferencias entre ellos ya son evidentes.
Sigamos con cómo son estos chicos a los 5 años de edad:
Darwin estará listo para la escuela. Él conoce la diferencia entre delante de y detrás de, sabe que un triángulo no es un cuadrado, cuenta hasta 20 y conoce sus colores. Harvey, no. Él no puede hace ninguna de estas cosas. No está listo para la escuela y probablemente se enfrentará a muchos desafíos mientras esté allí.
Nuestros datos muestran que para el momento en que Harvey cumpla los 5 años, su desarrollo cognitivo y de lenguaje estará al mismo nivel de Darwin con 3 años de edad.
¿Qué explica las diferencias entre estos dos niños?
Existen tres factores claves:
Primero, lo más evidente: los padres de Darwin son ricos en comparación con la mamá de Harvey. Darwin vive en un hogar más agradable, probablemente con libros, juguetes, computadoras e internet. Darwin se alimenta con una dieta balanceada, recibe revisiones dentales y médicas regulares y posee acceso a un sinfín de actividades enriquecedoras como tomar clases de piano o jugar en un equipo de fútbol. Nuestros datos muestran que el entorno socio-económico del hogar es muy importante para algunas de las dimensiones de Desarrollo Intanfil Temprano medidas por la Escala de Engle.
Para el momento en que Darwin tenga 5 años, como proviene de un hogar rico, superará a Harvey. La brecha entre los dos chicos es equivalente a: 2 meses de desarrollo cognitivo, 9 meses de habilidades motoras, y 16 meses de desarrollo del lenguaje.
Los padres de Darwin son educados y sabemos que la educación de los padres, en particular, la educación de la madre es un factor muy importante en el desarrollo del niño. Pero, de nuevo, la asociación no es uniforme para todas las dimensiones. Es más fuerte para la cognición y el lenguaje y más débil para el desarrollo socio-emocional, tanto es así que no es una correlación estadísticamente significativa en el caso de Costa Rica.
Darwin crece y se desarrolla en un ambiente enriquecedor. Este fue el tema de mi último blog. Un ambiente enriquecedor es fundamental para el desarrollo del niño y tiene gran importancia para todas las dimensiones de desarrollo en la Escala de Engle en los cuatro países, y para todas las poblaciones de estos países.
Volvamos con Darwin y Harvey. Para el momento en que cumplen los 5 años, la brecha entre Darwin y Harvey será de 8 meses en su desarrollo cognitivo, 13 meses en las habilidades de lenguaje y 19 meses en su desarrollo motor.
Sin embargo, los resultados de PRIDI indican que si Harvey tuviera el mismo ambiente de crianza que Darwin, su nivel de desarrollo podría ser similar. Su desarrollo socio-emocional, en particular, estaría a la par con el de Darwin y esta mejora no se debe subestimar. Muchos de los investigadores reconocidos, entre ellos, el premio Nobel, James Heckman, encontró que las habilidades no cognitivas y las socio-emocionales son tan importantes para tener éxito en la escuela como las cognitivas.