Cuba: Educación «en línea» con las tecnologías

Cuba /29 junio 2017/Fuente: Granma

Según un estudio realizado por el Centro de Estudios sobre la Juventud, arrojó que los jóvenes cubanos tienen, en el siguiente orden, computadora, acceso a Internet, reproductores de música y teléfonos móviles.

Toca el timbre y en los pasillos del capitalino politécnico Osvaldo Herrera los jóvenes prenden sus celulares, conectan el Zapya, comparten archivos, escuchan música, conversan sobre el último videojuego en red… La imagen se repite con frecuencia, y no solo en las instituciones educativas, sino en cualquier calle de la ciudad donde se encuentra un grupo de amigos: las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) parecen ser el «popular nuevo integrante» alrededor del cual se desarrolla casi toda forma de comunicación.

Lo demostró una reciente pesquisa de caracterización de este grupo etario, realizada por el Centro de Estudios sobre la Juventud, que seleccionó como muestra más de 3 000 jóvenes cubanos, y en la cual la mayoría de los encuestados admitió tener, en el siguiente orden, computadora, acceso a Internet, reproductores de música y teléfonos móviles.

Los resultados de la investigación–publicados en el periódico Juventud Rebelde– arrojaron también que una cifra elevada de jóvenes accede a Internet a través de las zonas wifi, y que las nuevas tecnologías, además de para el intercambio de fotos, música, videos y juegos, les permite la búsqueda de información actualizada para el estudio.

En ese contexto, de una sociedad que avanza en la informatización; de un aumento en los niveles de acceso y las formas de conexión tecnológica, sobre todo entre los más jóvenes –como publicó recientemente este rotativo–; y de proyecciones que apuntan al incremento de las opciones de conectividad a Internet en la sociedad, la escuela tiene el imperativo de convertirse en la «punta de lanza» en materia de formar conductas responsables ante el uso de las TIC, y de generar capacidades para aplicarlas de forma coherente en el proceso de enseñanza aprendizaje.

No es fortuito el esfuerzo realizado por la Revolución Cubana por poner a la tecnología al servicio de la educación y el desarrollo del conocimiento, por solo mencionar un ejemplo, con el programa de los Joven Club de Computación; tampoco que en el Lineamiento 119 aprobado en el 7mo. Congreso del Partido, se explicite la importancia de avanzar en la informatización de la enseñanza.

Cabe preguntarse entonces por qué rutas anda hoy la educación general cuando de hacer «clics» en la «ventana» del desarrollo de las TIC aplicadas al proceso docente educativo se trata; de qué recursos dispone y cómo se utilizan; qué dificultades presenta; cómo se prepara el personal docente, qué buenas prácticas existen…

SACARLE EL MÁXIMO PROVECHO A LAS TECNOLOGÍAS

Varios fueron los centros educativos del país visitados por Granma, donde la variable Deficitaria disponibilidad
tecnológica apareció de diversas formas.  Desde el  preuniversitario Félix Edén Aguada, de Cienfuegos, donde en el Laboratorio de Computación, de 11 máquinas funcionan cuatro; o en el Gerardo Abreu Fontán, de la misma enseñanza pero en la capital, en el cual de los dos laboratorios funciona uno.

Y es que –a excepción de centros donde la situación difiere por el aprovechamiento de los recursos, como la escuela pedagógica radicada en el Complejo Educacional José Maceo Grajales, en Guantánamo–, no es un secreto para docentes, educandos y la familia en general que la infraestructura tecnológica, en las escuelas cubanas, se encuentra deprimida.

Según Fernando Ortega, director de tecnologías educativas del Ministerio de Educación (Mined), a pesar del esfuerzo que realiza el país —que destina cada año cinco millones de CUC para la inversión y el mantenimiento de los equipos—, la velocidad vertiginosa con que se transforman las propias computadoras, las partes y piezas, «hace casi imposible mantener un nivel de sostenimiento y  actualización del equipamiento».

Al cierre del mes de mayo, de alrededor de 65 000 computadoras existentes para el trabajo docente y no docente, la disponibilidad tecnológica se mostraba en un 87,6 %, apunta.

A ello se suma que, del parque en funcionamiento, «alrededor del 80 % se encuentra deteriorado. Tenemos máquinas de más de 15 años de explotación», arguye Ortega, y señala el rol de los técnicos de Copextel y los trabajadores de tecnologías educativas de las direcciones municipales de Educación, en el mantenimiento preventivo. «Las enseñanzas primaria, prescolar y politécnica son las más desfavorecidas».

No obstante, para el Mined constituye una prioridad la paulatina transformación tecnológica. Por solo mencionar algunos ejemplos, Ortega refiere, entre las proyecciones para este año, la introducción de 300 computadoras para los politécnicos con especialidades afines a la Informática, y de 15 000 televisores híbridos de 32 pulgadas de producción nacional.

Sobre el acceso a la red de redes en las instituciones educativas, subraya  que ya se han conectado a la Red Informática del Mined 1 624 centros –lo que representa solo el 15 % de las instituciones educativas–, toda vez que eso depende de la disponibilidad técnica y económica que tenga el país para instalar los equipamientos necesarios. No obstante, la política es conectar todos los centros para el 2021, reconoce.

Esa conexión permite que docentes y alumnos de duodécimo grado tengan acceso a Internet –profundiza el directivo– mientras el resto de los estudiantes tienen correo y navegación nacional. Hoy contamos con 215 536 cuentas de usuario en el sistema de educación, entre maestros y estudiantes.

Dicha política, en provincias como Cienfuegos, puede constatarse con la conexión a Internet de dos escuelas especiales, ocho primarias, 26 secundarias básicas, los 14 preuniversitarios, diez centros de la Enseñanza Técnica Profesional, y el resto en las direcciones municipales y provincial de Educación. Mientras, en Guantánamo el sector dispone de más de
17 000 usuarios, y 500 educadores acceden a Internet desde su vivienda.

Datos como los mencionados demuestran, ante una compleja situación con la infraestructura, la necesidad de optimizar los pocos recursos con que se cuentan, y utilizarlos con inteligencia y creatividad.

Con ello coincide el doctor Iván Barreto, director de la Empresa de Informática y Medios Audiovisuales del Ministerio de Educación (Cinesoft). «Aunque en la escuela haya una sola computadora, debemos sacarle el máximo provecho», indica, y apunta al empleo de estrategias coherentes de trabajo en red, para aprovechar las potencialidades cognitivas, materiales y de conectividad de los centros cercanos.

Otra de las alternativas mencionadas por el especialista, sería la de proveer de posibilidades de navegación wifi a aquellas escuelas cercanas a las zonas ya existentes, para que los educandos y docentes puedan acceder a los contenidos nacionales.

PUERTAS AL CONOCIMIENTO

Escaleras adentro del vetusto edificio de La Habana Vieja donde se erige el preuniversitario Gerardo Abreu Fontán, los profesores, alumnos, la familia o cualquier otro visitante, encuentran un sugerente cartel: «¿Te enteraste? Recoge ya tu Pa’ que te eduques en el Laboratorio de Computación».

El anuncio hace referencia a la opción del sistema educativo cubano ante la avalancha de consumo audiovisual, y es una de las expresiones más concretas de algunos de los pasos de avance de la escuela cubana en el escenario de las TIC.

Según Barreto, el compendio de la escuela, realizado por Cinesoft, contiene materiales que van desde el entretenimiento, hasta información de apoyo al proceso de formación del maestro y el estudiante.

Al decir del especialista, esta opción alternativa llega en un disco duro, de forma mensual, a todas las direcciones municipales de Educación, las cuales se encargan de distribuirlos en las escuelas.

Pero la línea de producción de Cinesoft abarca mucho más. Comprende, por ejemplo, visitas virtuales al Memorial Granma, la Casa Natal de José Martí y Celia Sánchez, la Finca El Abra, entre otros; documentales didácticos, spots publicitarios y softwares educativos para el entretenimiento y el aprendizaje.

Entre las opciones también se encuentra el Repasador en línea, a disposición en el portal educativo www.cubaeduca.cu, una herramienta de estudio que se encuentra en fase de prueba y arrancará oficialmente el próximo septiembre, para que los usuarios puedan realizar preguntas según una lista de temas disponibles.

Desde la óptica de su director, la prioridad de la empresa radica en la superación del maestro. Ello se constata en las orientaciones metodológicas que acompañan cada producto; la creación de la biblioteca del docente —que contiene artículos, tesis de maestría y doctorado, libros de pedagogía y diccionarios— así como de una colección de recursos sobre la prevención de las adicciones.

Todas las producciones de la entidad terminan en el portal CubaEduca, plataforma donde también, desde diversas opciones para el alumno, el maestro y la familia, está recogido el currículo vigente desde el primer grado hasta el duodécimo. «A la escuela que no está conectada llega el contenido en formato DVD, y también está en el Pa’ que te eduques».

(RE)SIGNIFICAR LOS USOS

Al momento de la visita de Granma, en el laboratorio de computación de la primaria Alfredo Sosa, de ocho máquinas funcionaban seis, por lo que debían sentarse hasta tres alumnos por computadora. Foto: Jose M. Correa

Para Franco Daniel Ortiz, estudiante de onceno grado del preuniversitario Gerardo Abreu Fontán, la asignatura de Historia resulta la más atractiva. Tiene que ver con que su profesor, lejos de prohibirle el uso del teléfono o la tableta, los utiliza en función del aprendizaje. Sin embargo, en el mismo centro educativo, otros docentes le prohíben el uso de los dispositivos tecnológicos personales y obvian completamente su papel en determinados momentos de la clase.

Aunque según el Reglamento Escolar del Mined, no está prohibido el uso de las tecnologías personales, la praxis demuestra que su empleo queda al margen de la espontaneidad del maestro.

«Es difícil que uno pueda cargar en una mochila con diccionarios, todos los libros. Si uno tiene un celular, una tableta, es más fácil buscar las informaciones, estudiar», concreta la alumna Sarahí Legrá, del Gerardo Abreu, al tiempo que agrega Franco Daniel que son los docentes más jóvenes, nativos digitales por excelencia, los que hacen un mayor aprovechamiento de las TIC.

En el artículo El uso de las tecnologías en la enseñanza, publicado en el portal CubaEduca, el máster Roberto Gómez Montano, reconoce que «todavía se aprecia entre el profesorado una mezcla de subestimación, desconfianza y temor a incursionar en este campo», aunque muchos han ganado conciencia de sus ventajas.

Entre las condicionantes que pudieran estar influyendo, el especialista subraya «el hecho de que durante su formación profesional el futuro docente no recibe suficiente entrenamiento para apoyarse en las tecnologías, algo que es fácil de corroborar si analizamos los programas de estudio de las carreras pedagógicas».

Añade, también, el todavía insuficiente espacio que se le designa al entrenamiento y superación en el uso de las TIC en las preparaciones metodológicas y en la autopreparación; más allá de que –como explica Ortega– cada dirección municipal de Educación cuenta con un equipo de tecnología educativa con especialistas encargados de capacitar a los profesores y metodólogos en el uso de los recursos audiovisuales e informáticos que llegan a las escuelas.

Especialistas y maestros consultados suman a estas causas, un tema que ha salido a relucir en varios espacios de debate de los docentes cubanos, entre ellos las Mesas Redondas dedicadas a la educación y los foros debates del portal CubaEduca, y es que no podrá hacer un uso eficaz de las TIC en su clase el docente si, por una u otra causa, no la tiene a su disposición. De ahí que sea un reclamo de los maestros cubanos la búsqueda de alternativas, como pudiera ser la venta por crédito bancario, de computadoras, tabletas y otros dispositivos.

El doctor Iván Barreto considera que, si el maestro sigue preparando la clase «a papel y bolígrafo», se le hace difícil incorporar a su clase la tecnología. Es como si viviera en dos mundos diferentes, señala.

BUENAS PRÁCTICAS

Disímiles fueron las experiencias positivas encontradas en el recorrido realizado por Granma, de maestros con iniciativa que explotan al máximo los dispositivos tecnológicos, tanto propios como de la institución.

Un ejemplo es Maité Albelo, de la primaria Alfredo Sosa en la capital, para quien el tiempo para dirigirse al Laboratorio de Computación es insuficiente, pero con su tableta personal, no solo prepara la lección, sino que en el tiempo libre esta le permite autosuperarse. «Con ella puedo crear infinidad de ejercicios para trabajar con los niños. Hoy los alumnos saben más que el profesor en estos temas, pero a veces utilizan los equipos en cosas que no aportan. El maestro puede revertir eso en favor del aprendizaje».

Por su parte, el profesor Yonael Pérez, de Historia Universal y de América en el preuniversitario Gerardo Abreu, agrega que el uso de las TIC pasa por el principio de interdisciplinariedad de la enseñanza. Claro, en todo caso las reglas del juego debe ponerlas el maestro. «No puede salirse del control del docente el uso de las tecnologías», asegura.

En opinión de Yaneika Salazar, de Biología, su experiencia se relaciona con el uso de aplicaciones para conocer el cuerpo humano. «Cuando hablamos de la función de un músculo, de un hueso, los estudiantes pueden auxiliarse de ellas.

También les permito grabar mi clase, hacerle fotos a los esquemas que hago en la pizarra», agrega.

Surgen las interrogantes de cómo hacer sostenible un modelo de igualdad escolar, si hasta el momento hablamos de los dispositivos personales de los estudiantes y profesores; cómo enfrentar la presión social de sus compañeros cuando el nivel de adquisición de los padres para adquirirlos varía. Responderlas todas pasa por poner a prueba la sagacidad del profesor, la inteligencia para con intencionalidad preparar los ejercicios de clase.

Y si de buenas experiencias hablamos, la provincia de Cienfuegos anda a la vanguardia a nivel nacional. Resulta muy ponderada su inserción al Proyecto Internacional Juntando aulas, cuya versión internacional ganó el territorio en el 2010 para, a partir de esa fecha, «comenzar a implementarse en Cuba. Al salir desde el portal educativo CubaEduca, implica una connotación nacional e internacional», sostiene Isabel Gutiérrez Pérez, jefa del Grupo de Tecnología de Educación Provincial.

Según Ortega, este proyecto radica en «hermanar centros escolares de Cuba y otros países para realizar tareas de
investigación. Tiene inscritas escuelas de Colombia y Argentina. Los niños, usando las redes, intercambian información y llegan a un producto final que es un blog, usando las redes sociales».

Por otra parte, Bárbara Sánchez Ulloa, responsable de Seguridad Informática de Cienfuegos, subraya la importancia del Proyecto UlaUla, una novedosa red social educativa dentro del dominio rimed.cu, en la cual, además de videos educativos y trabajos por asignatura, se incorporan productos para el entretenimiento.

Por último, expresa Isabel, en fase de maquetado se encuentra ahora un tercer proyecto. «Se trata de una página en la cual los maestros podrán subir sus publicaciones. Contendrá tareas en la red, currículos en línea, viajes virtuales…».

Otra experiencia está relacionada con el portal Trinchera Educativa, de la dirección provincial de Educación en Guantánamo, herramienta que posibilita la impartición de clases y otras actividades metodológicas, y acceder a otros medios de prensa, redes sociales nacionales y diferentes blogs institucionales, asevera Leyanis Olivares Darromán, jefa de grupo de tecnología educativa en la dirección provincial de Educación en ese territorio.

Granma indagó, de igual forma, en la implementación de tres aulas inteligentes, dos en Santiago de Cuba (en los municipios de Guamá y Songo La Maya) y uno en la capital (en el politécnico Osvaldo Herrera), que aunque todavía en proceso de experimentación, ha permitido crear un ecosistema tecnológico dotado de tabletas, pizarra digital interactiva, minilaptop…, previa capacitación de los docentes para el uso de estos recursos.

En aras de probar esta tecnología, abunda Ortega, este año se adquirirán 13 aulas más de este tipo, que serán instaladas en las escuelas pedagógicas, y 16 para habilitar centros de capacitación en las direcciones provinciales de Educación del país. De igual forma, dijo, se realiza actualmente, en un círculo infantil de la capital, un proyecto para evaluar el desempeño de los niños con el uso de tabletas.

EL CURRÍCULO DE ESTOS TIEMPOS

Cuando Cristian Valle Machado, estudiante de onceno grado del Gerardo Abreu, llegó al preuniversitario, su dominio en la materia tecnológica hizo que tuviera expectativas que, en la práctica, un plan de estudio reiterativo se encargó de deshacer. «De alguna manera, había contenidos nuevos, pero otros los venimos dando desde la primaria y la mayoría de las clases son teóricas», argumenta.

Es por ello que entre los puntos fundamentales de la Política de Informatización de la Sociedad, específicamente el apartado V, sobre ciencia y educación, se hace énfasis en la necesidad de actualizar los programas de educación.

Además, la tecnología es uno de los componentes concebidos en el perfeccionamiento del sistema nacional de educación.
Al decir de Barreto, este tercer perfeccionamiento tiene la intención de que todas las asignaturas tributen a la formación tecnológica y audiovisual, y de actualizar los contenidos de la disciplina informática, enfocándola más hacia la comunicación.

Asimismo, se incorporan a los programas de estudio la programación –según una intervención de la doctora Silvia Navarro, directora del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, en la Asamblea Nacional del Poder Popular– en los tres niveles de enseñanza: en la primaria, en 5to. y 6to. grados, en la secundaria básica en 9no., y en 11no. y 12mo. del bachiller.

Por otro lado, las transformaciones prevén un «enfoque diverso de contenidos informáticos, desde aspectos de orden cultural, hasta el dominio de herramientas de edición multimedia», reseña el informe presentado a los diputados, al tiempo que destaca el empleo de software libre.

Para ahondar más en el tema, Iván Barreto comenta que en la primaria se enseñará «toda la concepción de comunicación tecnológica en el contexto digital de hoy, mientras en el preuniversitario se profundizará en la búsqueda en bases de datos avanzadas».

LA ESCUELA NUEVA

Muchos son los desafíos por delante. El doctor Iván Barreto enumera algunos de ellos, por ejemplo, la ausencia de una «investigación que evidencie las potencialidades de cada una de las TIC en la enseñanza»; que el maestro cubano vea la tecnología como «una capacidad o habilidad indispensable en el futuro»; y que la educación asuma la formación audiovisual, mediática, informacional de los niños, como un contenido esencial para su formación.

Un tema con muchas otras aristas por tratar, el uso eficiente de las TIC en la enseñanza coadyuvará en el propósito de convertir verdaderamente a la escuela en el centro cultural más importante de la comunidad, pues hablará en el lenguaje de sus niños y jóvenes.

El mundo nuevo requiere la escuela nueva, diría José Martí. Ganar la batalla política-cultural que se libra hoy en el terreno de la comunicación, pasa por formar un alumnado más consciente y responsable sobre el papel de las TIC. La educación es la clave para lograrlo.

Fuente: http://www.granma.cu/cuba/2017-06-27/educacion-en-linea-con-las-tecnologias-22-06-2017-22-06-02

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