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Libro: Entretejediendo lo pedagógico y lo decolonial. (PDF)

Reseñas

Este libro nace a partir de la invitación, iniciativa y gestión de Abril Trigo de juntar
dos textos míos previamente publicados en una nueva edición.. El primer texto (Parte I de este libro) fue escrito originalmente en 2013 para abrir el primer tomo de Pedagogías decoloniales: Prácticas insurgentes de resistir, (re)existir y (re)vivir (Quito: Ediciones Abya-Yala); luego apareció en su versión mexicana como librito (Lo pedagógico y lo decolonial: entretejiendo caminos) con un posfacio adicional, y publicado en 2014 por el colectivo “En cortito que’s pa’largo”. El segundo texto, escrito en 2016, abre el segundo tomo de Pedagogías decoloniales publicado en 2017, también por Ediciones Abya-Yala.

En los tres años entre la escritura de ambos textos, mucho ha sucedido en las Américas, en estas tierras que los pueblos originarios nombraron antes de la invasión de 1492 —y en 1992 renombraron— como Abya Yala, “tierra en plena madurez” en la lengua kuna-tule…

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CORONAVIRUS Y LUCHA DE CLASES: EL COVID-19 LOS ENFERMA, PERO EL NEOLIBERALISMO LOS MATA

Por: Miguel Erasmo Saldívar Carrillo

RESUMEN

Asumir que el covid-19 es solo un virus y obviar su dimensión social, imperialista y neoliberal es regresar a los análisis parciales y disciplinarios que hemos criticados durante los últimos años. Ningún fenómeno social se produce aisladamente y al margen de las condiciones histórico sociales de las que emerge. Toda muerte con covid-19 debe ser estudiada en su holismo y descubrir detrás de ellas las profundas diferencias económicas de los fallecidos y sus familiares. No estamos frente a un cuerpo biológico atacado por un virus solamente sino frente a una persona humana que dentro de su condición histórica de vida intenta sobrevivir.

Ningún multimillonario hace filas por un respirador ni carece de las especiales atenciones de médicos y enfermeras personales, si fuese necesario. Ninguno de ellos padeció problemas de acceso al agua o alimentos saludables con los que nutrir su cuerpo. Todos tuvieron la posibilidad real de aislarse en sus mansiones y no salir, a fin de cuantas, son otros los que le hacen los mandados.

Los que diseminaron el covid-19 por todo el planeta tenían dinero para pagar sus boletos de visiones cosa que para la gran mayoría de los habitantes de este mundo es casi un sueño irrealizable. La mayoría de los que han de morir se vieron en la imponente necesidad de salir de sus casas procurarse el sustento para ellos y sus familiares.

Es por ello que el nuevo coronavirus debe ser estudiado no solamente como un suceso biológico sino como un fenómeno socio histórico y económico con un grave impacto en la vida de millones de seres humanos empobrecidos por el capitalismo neoliberal que nos ha gobernado los últimos treinta años.

Palabras claves: Covid-19, neoliberalismo, pobreza, marginación.

SUMMARY
To assume that the covid-19 is only a virus and to ignore its social, imperialist and neoliberal dimension is to return to the partial and disciplinary analyzes that we have criticized in recent years. No social phenomenon occurs in isolation and regardless of the historical social conditions from which it emerges. Any death with covid-19 must be studied in its holism and discover behind them the profound economic differences of the deceased and their families.

No billionaire lines up for a respirator or lacks the special care of doctors and personal nurses, if necessary. None of them suffered from problems with access to water or healthy food with which to nourish their bodies. All had the real possibility of isolating themselves in their mansions and not going out, after all, others are the ones who run errands for them.

Those who spread the covid-19 all over the planet had money to pay for their visions tickets, which for the vast majority of the inhabitants of this world is almost an unrealizable dream. Most of those  who have to die saw the overwhelming need to get out of their homes to find a living for themselves
and their families.

That is why the new coronavirus must be studied not only as a biological event but as a sociohistorical and economic phenomenon with a serious impact on the lives of millions of human beings impoverished by neoliberal capitalism that has governed us for the last thirty years.

Key words: Covid-19, neoliberalism, poverty, marginalization.

LA MUERTE BIOLÓGICA, PSICOLÓGICA Y SOCIAL

El tema del ensayo ya resultará preocupante porque la primera argumentación que nos hacían los compañeros cuando se lo presentamos es que algo como un virus no selecciona socialmente a sus víctimas. Una pandemia no tiene intensión ni ideológica ni política, nos dicen y luego se ríen. Parecería que ciertamente el virus no tiene preferencias sociales y ataca a todos por igual o que todos podemos morir de la misma manera.

Creo que sería indiscutible que el virus es un ente biológico que ataca a los cuerpos biológicos. Pero debemos reconocer que los cuerpos biológicos no presentan características biológicas con independencia de cómo se alimentan, cómo viven, que ansiedades los agobian, etcétera.

Que el ser humano es bio-socio-psicológico se ha dicho con mucha frecuencia, pero no siempre se asume, en este caso que analizamos, debe entenderse, que es atacado por el virus no solo un cuerpo físico y bioquímico sino un ser social con una específica forma de pensar según la vida que ha tenido que vivir y que, muchas veces, no puede escoger aquellas opciones que serían mejor para su sobrevivencia. En el capitalismo neoliberal escoger cómo se vive y de qué se vive es un privilegio
que solo pueden darse los que pagan para ello. Lo que viven de un salario, precariamente tienen cierto grado de libertad dependiendo de la cuantía del mismos, que se reduce a seleccionar que marca de jabón utilizan o no sus hijos o qué serial de Netflix pueden ver. Otros que viven de la economía informal y que son la mayoría de las personas del planeta, ni eso.

Es sabido que los coronavirus no son sino una familia de virus que llevan ese nombre por su forma y que pueden causar un sin números de enfermedades tanto en animales como en humanos. Entre las personas pueden causar infecciones respiratorias que pueden ir desde un resfriado común hasta enfermedades muchos más graves como, por ejemplo, el síndrome respiratorio del Oriente Medio (MERS). Desde mi experiencia cubana sé que los gobiernos de los EUA llevan años experimentando con la creación de armas biológicas con las que ha atacado a la isla de Cuba en múltiples oportunidades causando muerte y destrucción. Los cubanos al defenderse de estos ataques no solo asumen la búsqueda en laboratorios de los mejores métodos, sino que aprendieron a desarrollar acciones económicas, sociales, psicológicas, médicas, integradas a una lógica de solidaridad capaz de generar contención y protección. Porque contra algo como esto se debe luchar desde todas las dimensiones sociales integradas en torno a una nueva ética de la vida.

Si al covid-19 se le mira solamente desde su dimensión biológica se está invisibilizando el problema más grave que viene a él aparejado. Se trata de un fenómeno producto del sistema mismo, parido por el capitalismo neoliberal y cuyos efectos se harán sentir según su exacta geografía social de despojo y precarización. Ya sabemos que existen países dentro de los países y no hablo de las culturas ancestrales sino de las fronteras establecida por la pobreza y la miseria. Cada país o región sociológica, si se prefiere, hacia el interior de un mismo país vivirá la pandemia de manera diferente y los cadáveres se apiñarán según las clases sociales.

Si deseamos descubrir cómo las diferencias sociales dibujan diversas geografías sociobiológicas debemos analizar diversas dimensiones sociales de la pandemia. Un primer elemento que establece la clara diferencia entre las clases sociales (o niveles económicos) involucradas en la enfermedad es que el coronavirus recientemente descubierto causa la enfermedad denominada covid-19, es una pandemia que tiene de común con todas las anteriores que se expande por el mundo transportada
por aquellas personas que tienen el raro privilegio de poder comprar un boleto para viajar y termina matando a otras que no tienen dinero ni para alimentarse. Una y otra vez se nos presenta la vieja sentencia de que: “Según la concepción materialista de la historia, el factor que en última instancia determina la historia es la producción y la reproducción de la vida real.” (ENGELS, 1890) Y es que,
queramos o no verlo, son las condiciones reales de la vida los que determina quienes se mueren más y quienes tiene mayores probabilidades de sobrevivir. Ello, a pesar de que algunos realmente creen que todas las diabetes mellitus tipo II son iguales. Las personas diabéticas de las clases oprimidas por el capital comen lo que pueden y cuando pueden; y, muchas veces, no cuentan con las tirillas reactivas para controlar los niveles de azúcar tras cada comida o cada mañana como debería ser. Ya esto es una importantísima diferencia económica que impacta en la fortaleza biológica del cuerpo para enfrentarse a la enfermedad.

Existen personas que ante la inminencia del hecho biológicamente innegable de poder morir “al igual que todos” si se es contagiado se apresuraron a expresar que: ¡Dirigentes políticos, empresarios, celebrities, futbolistas millonarios: nadie estaría a salvo del COVID-19! El virus, como la muerte, sería el gran igualador. Podríamos atribuirlo a causas exclusivamente biológicas: a su enorme capacidad de contagio.” (MARTÍN, 2020). Frente a esta afirmación tan drástica debemos decir que el gran igualador en nuestra sociedad sería un sistema justo de repartición de las riquezas.
No existe la igualdad después de la muerte, esto es solo un absurdo, que se ha generalizado por el esfuerzo de la iglesia de proponernos justicia sin justicia. Además de ello, ningún virus igualará la miseria creada por las relaciones de producción imperialistas, debemos decirlo con claridad, los entes biológicos no tienen tanto poder. El capitalismo no enferma con los virus, en todo caso, también los subsumes, al igual que las nuevas cotidianidades que emerjan de la crisis. No se cae el capitalismo por causas de un cataclismo biológico, a este sistema putrefacto hay que tumbarlo. Estoy plenamente convencido que sin un sistema de repartición justa de las riquezas (pudiera denominarse socialismo) las diferencias ascenderán por los capilares de la historia hasta quemarnos los ojos nuevamente.

El covid-19 ha venido a recordarnos que, como siempre, el capitalismo reproduce las diferencias hasta en el acto mismo de morirse. Nada es justo en un sistema cuya esencia es la injusticia misma. Cuando en el capitalismo neoliberal algo aparenta justicia, si se indaga bien, solo es cinismo. El cinismo es la manera de socializar de la justicia en el sistema capitalista neoliberal. Los políticos panistas y priistas de México con un excelente ejemplo de ello. Y para que no quede duda de esto.
Cuando decimos que el covid-19 es de derecha y racista lo que queremos expresar es que el coronavirus enferma, pero es el sistema capitalista neoliberal el que escoge las víctimas y las aniquila. Ni la enfermedad se mueve por azar ni la muerte es estocástica: “Una investigación conjunta de la Universidad de Harvard y el periódico ‘Boston Globe’ demuestra que la mortalidad por COVID-19 es superior entre aquellas personas que viven en barrios pobres y en viviendas  hacinadas en el estado de Massachusetts. Por eso afecta más a las personas negras, latinas y racializadas.” (SIMÓM, 2020).

Desde otra perspectiva: se muere más fácil y con más frecuencia si se es pobre y angustiado que si se es rico y relajado. Porque las angustias que acarrea la falta de recursos para garantizar una vida digna a la familia suelen ser terribles y se somatizan disminuyendo las fortalezas del organizamos. (TEMPORELLI & VIEGO, 2011). Detrás de ellas emergen problemas de comunicación y agresión familiar: “Y la desigualdad también se relaciona con la violencia.” (OXFAM, 2020, pág. 4) Resulta
innegable que la satisfacción con holgura de las urgencias económicas permite cumplir otras funciones familiares con mayor calidad. “Marciano Sánchez Bayle, portavoz de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública de España en el programa digital, indica que las patologías se asocian al nivel de calidad de vida y capacidad adquisitiva. (RIVERA, 2020)”.

Pongamos un ejemplo muy concreto, la mala o deficiente alimentación de las personas con bajas posibilidades económicas es un factor fundamental a considerar en los estudios de morbilidad frente a la pandemia. El acceso al agua potable no solo para ser bebida sino para poder mantener la higiene recomendada para contener la transmisión no debe ser desatendida en los análisis y está fuertemente determinada por los niveles de pobreza. Tampoco sería recomendable separar el fenómeno de la concentración de las riquezas en pocas manos y de la privatización del agua con el
número de muertes. El consumo de refrescos es una de las causas fundamentales de la diabetes mellitus y ello está asociado a las muertes con covid-19. “Coca-Cola Company tiene más riqueza que muchos países de América latina, el Caribe o África. En México ha comprado casi todas las marcas de refrescos del país y tiene las mayores concesiones para la extracción del agua.” (CASTRO, 2005)

Es reconocido que el uso social del agua está emparentado con la diabetes y con las posibilidades de las personas para cumplir las orientaciones sanitarias que se vienen recomendando; una cosa no debe ser separada de la otra. Y si en estos momentos estamos mal debemos prepararnos porque, en realidad, nos encaminamos a una crisis total de los sistemas de salud por el desabasto de agua a nivel mundial. Si consideramos solamente México y analizamos que las: “Autoridades han otorgado
536 mil concesiones de aguas superficiales, subterráneas y zonas vedadas. Por sobreexplotación, hay 16 estados en riesgo de llegar al “Día Cero”: al agotamiento total de sus fuentes hídricas”. (FRANCO, 2020) Tendremos una idea casi exacta de hacia dónde nos encaminamos. Agregase a ello que el hacinamiento en las casas de los más desvalidos sería otro fundamenta factor a considerar en los estudios. Dormir en un cuarto personal sería una medida fundamental de la sana distancia que está muy lejos de más posibilidades de más del 90% de la población. Tales diferencias, establecidas por las posibilidades económicas, se hicieron visibles en aquellas poderosas naciones en las que se han producido la mayor cantidad de muertes; en EUA por ejemplo:

(…) cuando la pandemia explosionó en Estados Unidos y la mortalidad se disparó a principios de abril, lo hizo especialmente en los guetos socioeconómicos. Las muertes han sido un 40% mayores en las ciudades y poblaciones con más población de personas negras y racializadas, un 14% más en aquellas con más habitantes por vivienda y un 9% en aquellas más pobres en comparación con las más ricas del Estado. (SIMÓM, 2020)

No se puede dejar de reconocer que el impacto de esta pandemia será, a la larga, mucho significativamente mayor en los grupos empobrecidos por la reproducción neoliberal del capital que en aquellos que se enriquecen a costas de la mayoría. Si la vida en el capitalismo neoliberal ya era injusta esta situación ha venido a sumarse de manera irrebatible a la precarización de la existencia de la mayoría de los seres humanos del planeta. Y no estamos argumentando que el PIB per-cápita o las posibilidades económicas de las naciones garanticen el resultado porque, se está viendo que la mayor cantidad de muerte se acumulan en países del llamado primer mundo donde le PIB es inmensamente mayor al de otras naciones pequeñas: Unión Europea y en los EUA; quienes comparados con la pequeña isla de Cuba quedarían muy pal parados. El secreto de Cuba, más que económico, es la justicia social que prevalece en su sociedad en la que todos tienen acceso a una buena atención médica primaria y a los medicamentos aprecios módicos y la ética que norma la respuesta del gobierno y del pueblo a estas contingencias. Muchos autores reconoces que la
desigualdad en el acceso y disfrute de la salud no es sino una “Vergüenza Social (…) reflejo de las desigualdades sociales” estas últimas generadas por el sistema económico capitalista, que rige nuestra forma de producir, consumir y en consecuencia vivir, así como también, son causadas por una enorme desigualdad en la distribución del poder” (BENACH, 2005, pág. 15) La privatización neoliberal de los sistemas de salud públicos y la carente ética de sus gobiernos llevó a las naciones
“desarrolladas” a la situación que actualmente padecen. Cuando el presidente Trump recomendó beber desinfectantes mostro un nivel de corrupción ética sin parangón en la historia humana.

Es por todo esto que debe asumirse que la clase social a la que se pertenece es una variable fundamental al considerar un estudio serio de los impactos de la pandemia en el mundo y nos permite decir que los impactos de esta fatalidad tienen un fuerte carácter clasista, racista e imperialista neoliberal. No hacerlos sería invisibilizar uno de los condicionantes que más está incidiendo en las muertes. En palabras de Martín (2000):

¿Qué significa que la clase social es una causa fundamental? Que las causas inmediatas pueden variar al sucederse las enfermedades, sus factores de riesgo y sus tratamientos. Pero, en todas, la posibilidad de evitar los riesgos de enfermedad y de minimizar sus consecuencias es función de los recursos ligados a la posición de clase. El concepto de causa fundamental supone que la clase social, por su diferencial acceso a recursos, influencia múltiples resultados de salud a través de múltiples factores de riesgo. (MARTÍN, 2020)

Remarcamos que debe estudiarse y entender a esta pandemia sus efectos y las muertes a ella asociadas como resultado integral del capitalismo neoliberal. ¿Es que acaso se puede separar la condición de diabético desatendiendo los sistemas de alimentación establecidos por el neoliberalismo y a los que tiene acceso cada persona? ¿Podemos hacerlo obviando la privatización del agua a manos de la Coca cola y su oferta sistemática de productos nocivos para la salud humana? en México: “La empresa francesa Danone y las compañías estadounidenses Coca-Cola y PepsiCo capturan 82% de las ventas de agua embotellada en México, con un valor de poco más de 10 000 millones de dólares.” (PACHECO, 2015)¿Es que alguien realmente piensa que en medio del capitalismo neoliberal y mediático la gente puede decidir libremente vivir una vida sana, sin consumo de chatarra?: “A pesar de que México está inmerso en una alerta epidemiológica por obesidad, sobrepeso y diabetes, la publicidad de alimentos y bebidas chatarra dirigida al público infantil es laxa y, además, se ha convertido en una barrera para prevenir y atacar esas enfermedades crónicas, revela el estudio “Publicidad dirigida a niños: Una infancia enganchada a la obesidad” (LIRA, 2018)

No podemos negar que el virus (natural o creado) causa la enfermedad, pero el neoliberalismo con su pobreza acumulada de los últimos treinta años las acelera la muerte, las localiza geográfica y socialmente y, además, las invisibiliza. Visibilizar las muertes no habla de que contemos cada día cuando cadáveres se apiñan o que anotemos los nombres de los que se nos delanteron; se trata más bien de reconocer la responsabilidad que el sistema capitalista, patriarcal y neoliberal tiene en ello. Muchos han reconocido que: “No hay una sola epidemia. Para entender lo que pasa tenemos que construir una narrativa de tres ciudades: la de ricos y pobres, de blancos y negros o latinos y de viejos y jóvenes. Tanto el impacto directo como la atención médica y social han estado determinados por la clase social, la raza y la edad”, (…)” (JUSTO, 2020)

Podría decirse, nuevamente, que el covid-19 los enferma, pero el sistema capitalista neoliberal los mata. EUA ya acumula más de 110 000 muertes y es la mayor economía del mundo. ¿Cómo es posible que tanta gente muera si otras naciones, como Cuba, con menos recursos y bloqueada, logra que una gran mayoría de contagiados se cure? Repetimos, la diferencia más que económica es ética, social; se da en la respuesta integralmente humana.

En la sociedad del espectáculo debe uno aprender a orientarse entre la maraña de discursos para poder descubrir la realidad. Algunas veces, en la locura delirante de los políticos, dejan entrever crudas realidades que más parecen cosas de surrealismo: “Patrick, vicegobernador republicano del estado de Texas, durante una entrevista brindada a Fox News [2], opinó que las personas mayores deben sacrificarse por el futuro de los Estados Unidos. Este comentario, que puede resultar muy chocante, pone en evidencia que para el sistema capitalista y su modelo neoliberal hay un segmento social que es prescindible: las personas mayores, la clase trabajadora y las y los más desposeídos.”
(RIVERA, 2020)

Realmente estaba, más que ofreciendo un punto de vista, declarando un hecho fáctico dado que no había suficiente recurso para atender a todos y los de mayor edad estaban fuera de los escogidos para ocupar las plazas en los pocos respiradores libres que quedaban. Mientras el presidente se preocupaba por la economía de libre mercado miles de personas morían en el país de las“oportumnidades.”

Otro de los lados oscuros de la pandemia, que desnuda su profundo carácter ideológico, es la pérdida de puestos de trabajos formales y la total desaparición de muchos trabajos informales. Precisamente son los más vulnerables los que precarizan su existencia con la llegada del covid-19 lo que traerá un aumento considerable de la delincuencia por la imposibilidad para muchas personas
de mantenerse dignamente y la agresividad que se genera por las medidas de contención, que no cuentan con la aprobación de una mayoría. Ya se han observado casos de altercados: “Un reportaje del 25 de abril de Washington Post recogía cómo la pandemia y las medidas de confinamiento han desembocado en altercados en los suburbios de París y de otras ciudades francesas. Sus habitantes no solo soportan mayores tasas de mortalidad por el virus, sino que se enfrentan a identificaciones,
registros y multas cuando se ven obligados a salir de sus viviendas para trabajar. (SIMÓM, 2020) ¿Quiénes se involucran en eventos de asaltos masivos a tiendas y mercados? Los más necesitados, los que viven angustiados por la falta de medicamentos y despensas.

Otra de las dimensiones que desnudan la lucha del clase y el carácter ideológico que dentro del capitalismo se le imprime a toda acción que pretenda rescatar la dignidad humana es el bloqueo de los EUA a que ciertas naciones accedan a los recursos necesarios para enfrentar la pandemia. El trece de marzo último el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab denunciaba que el gobierno de los EUA estaba impidiendo que el gobierno de Venezuela adquiriera insumos para luchar contra
la pandemia. (Prensa latina, 2020) Ello mando un claro mensaje al mundo de que en medio de la desgracia más grande los intereses imperialistas prevalecerán por encima del derecho de un pueblo a la vida y a la salud. Aún con estas medidas agresivas contra un estado soberano, aún con el congelamiento de sus cuentas y el bloqueo para que no acceda a insumos necesarios; la patria de Bolívar está en condiciones de darle lecciones a los EUA sobre cómo se actúa éticamente ante
situaciones de pandemia.

Por otra parte el 12 de abril pasado el gobierno de la isla de Cuba informaba que “La empresa Medicuba no podrá adquirir los respiradores artificiales contratados a los fabricantes suizos IMT Medical AG y Acutronic debido al bloqueo porque estos fueron comprados por una compañía estadounidense, denunció hoy una fuente oficial cubana.” (5 de septiembre, 2020) Con ello se creaban serias dificultades para el sistema de salud cubano que contaba con la llegada de esos insumos. No obstante, a ellos, la organización médica de la isla ha logrado no solo contener la epidemia,sino que ha enviado ayuda solidaria a varias naciones del mundo incluyendo algunas “muy desarrolladas.” Podría asegurarse que los alcances de la medicina cubana serían hoy inimaginables si no hubiese estado por más de medio siglo bajo el constante bloqueo de los gobiernos en turno en los EUA.1

NUEVA NORMALIDAD O LAS VIEJAS ANORMALIDADES

Con mucha frecuencia escuchamos decir que ningún país estaba preparado para este fenómeno y es falso. Si somos objetivos, Cuba, no solo ha sido bloqueada por más de 60 años, sino que ha sido diana de ataques biológicos como, por ejemplo: el moho azul de tabaco, la roya de la caña, la fiebre porcina, el dengue hemorrágico, conjuntivitis hemorrágica, disentería, varroasis de las abejas, hemorrajia viral del conejo, entre muchas otras. Todas causaron grandes daños económicos y pérdidas de vidas humanas. A lo largo de décadas de agresiones el sistema sanitario y sus centros de investigación se fueron preparando para responder a estos ataques y, a la vez, enfrentar los constantes azotes de ciclones que atraviesan el país y agravan la situación económica ya de por sí difícil.

Existen suficientes pruebas de los ataques biológicos a la isla por parte del gobierno de los EUA. Todo esto siempre ha sido parte de un plan bien pensado para derrocar al gobierno revolucionario cuyo único delito era trabajar para elevar la calidad de vida de su pueblo y recuperar la dignidad humana arrebatada por siglos de dominación extranjera: “El general Edward Lansdale redactó un borrador con las misiones a ejecutar por la CIA donde enunció: “… desplegar el bajo mundo cubano
contra Castro, fracturar al régimen desde adentro, sabotear la economía, subvertir a la policía secreta, destruir las cosechas con armas biológicas o químicas, y cambiar al régimen antes de las próximas elecciones congresionales en Noviembre de 1962.” (ETCHEVERRY, 2015) Lo que hoy está ocurriendo con el mundo ya los cubanos lo vivimos a menor escala por más de una ocasión.

Por especificar uno solo de los ataques. El dengue hemorrágico no era una enfermedad de este hemisferio. No estábamos preparados para ella: (es necesario que la cita sea larga para que se entienda bien a qué tipo de ataques se han enfrentado los cubanos y cómo es que han desarrollado su excelente sistema de salud.)

“Era la primera vez que los médicos cubanos teníamos que enfrentar esa enfermedad; por lo tanto, hay que reconocer que había un desconocimiento no solo en Cuba, sino que, en este hemisferio, en toda la América, se desconocía la enfermedad.” (…) No se pudieron evitar las primeras muertes y, tristemente, de esa correlación entre la clínica, la epidemiología y la anatomía patológica, obtuvimos las primeras herramientas para ordenar cuál debía ser la forma científica de enfrentar el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad; pero más aún, cómo organizar la atención médica y la movilización social de toda la población durante una epidemia. En plena epidemia ya nuestros médicos y hombres de ciencia estaban en función de encontrar soluciones que aparecieron, y paralelamente a las actividades de asistencia, estas de investigación-acción, las de capacitación. Hubo que capacitar a todas las provincias del país.

Entre el 1º de junio y el 10 de octubre, que se da por terminada la epidemia, se notificaron 344 203 casos de dengue, pero de ellos más de 30 000 eran casos hemorrágicos y 10 000 cumplían todos los criterios de la Organización Mundial de la Salud para ser considerados casos de fiebre hemorrágica y choque por dengue (…) es conocido que un paciente en choque está a las puertas de la muerte. Con esos 10 000 casos, pudimos haber tenido miles de fallecimientos, y aunque esas 158 defunciones, incluidas 101 niños, todavía nos duelen, hay que considerar que fue un éxito haberles podido salvar la vida a otros miles de criaturas.

El sistema de salud y todo nuestro país se movilizó como una sola persona y logramos que ya, después de mediados de julio, comenzara a disminuir la epidemia y, como dije, el último caso se notificó el 10 de octubre.

Desde la llegada de la revolución en el año 1959 el gobierno se dio a la tarea de alfabetizar y preparar al pueblo para los nuevos retos a que se enfrentarían. Dentro del sistema de países latinoamericanos la isla fue, por órdenes de los EUA, con la excepción de México, casi totalmente aislada. Era vista como una anormalidad socialista dentro de una normalidad capitalista. Los resultados del desarrollo sostenido e impetuoso de tal anormalidad no se hicieron esperar pues comenzaron a cosechar triunfos en diversas áreas como el deporte, la educación, la salud y el desarrollo social.

Con la caída del campo socialista en el año 1990, la isla perdió el 87% del comercio exterior quedando casi sin materias primas y tuvieron que reconsiderar nuevamente sus proyectos de desarrollo económico. Mientras buscaban salidas a la grave crisis económica generada por la pérdida de mercados y materias primas muchos se le acercaron a proponerles que abandonaran el camino del socialismo cosa que no quisieron hacer y nuevamente se vieron como los anormales en un mundo socialista que se despedía de sus sueños de justicia social y corría a las manos del mercado. Casi desde cero levantaron nuevamente su economía buscando nuevas opciones de
desarrollo entre las que se encontraba la producción biotecnológica que ya venía desarrollándose. El modelo del médico de la familia ideado por Fidel cambio el conceto de salud pasando de la medicina curativa a la preventiva. La creación de las escuelas de medicina latinoamericana permitió dar acceso a los estudios de salud a miles de jóvenes de diversas naciones del mundo incluyendo a los propios EUA. Los azotes continuados de huracanes en el caribe fue el origen de la creación del contingente médico “Henry Reeve”. Hoy, frente al covid-19, la isla puede salvar a sus ciudadanos y enviar a más de 2000 médicos bien preparados a asistir a pueblos hermanos. Mientras que otros cerraban sus puertos a los cruceros que portaban contagiados y que, como naves fantasmas deambulaban buscando cobijo, la isla los abría y nuevamente mostraba otra forma de anormalidad opuesta a la normalidad egoísta del imperialismo. La metáfora del Necio de Silvio Rodríguez retornaba una y otra vez a la historia de los cubanos.

Hoy escuchamos a muchos intelectuales debatir sobre las nuevas normalidades que llegarán con la extinción de esta pandemia. Sin pretender quitarle la palabra ni aniquilar argumentos de hermanos de lucha deseo considerar otras visiones posibles.

En primer lugar, las normalidades del capitalismo neoliberal serán difíciles de remover si no cambiamos las relaciones de producción capitalistas porque el despojo de la tierra, de los recursos, de los saberes, de la unidad y de la voluntad seguirán estando en el objetivo primordial del capitalinos. La asedia que denunció Walter Benjamín continuará penetrando las subjetividades de los oprimidos de la mano del consumismo aberrante a que los conduce el capital.

En segundo lugar, su educación egoísta, egocéntrica, anti espiritual y meritocrática, tal vez, cambiara de forma, pero no de contenidos. Seguirá proponiendo currículos que anulen la capacidad de analizar críticamente a la sociedad cosa que quedará, como hasta hoy, reducida a unos pocos intelectuales. Los cambios, probablemente, entretengan nuevamente a los educadores en la tarea de buscar métodos más efectivos para el aprendizaje como nos ocurrió con Ausubel y Bruner; dejando de lado la impostergable misión de la emancipación cultural y la educación de la conciencia histórica de los oprimidos.

En tercer lugar, ahora que tenemos más tiempo en casa y pocos hábitos de lectura probablemente se eleve el consumo de banalidades que los generales walt Disney y hollywood se aprestan a crear para satisfacer los más exigentes deseos y los más extravagantes gustos de los oprimidos. Marx estará más lejos que nunca de los libreros y las preferencias.

Y, por último, una normalidad no se puede confundir con otras cotidianidades. Ciertamente nuestros viejos hábitos sufrirán cambios, también las ocupaciones y las instrumentalidades. Pero no dejaremos por ello de ser los oprimidos y ellos los opresores. El covid-19 no posibilitará un enroque estilo ajedrez. No se desacelerará la expoliación del planeta, más bien, como ha pasado tantas veces, el capitalismo subsumirá la crisis y sus soluciones ajustándolas a sus propias necesidades.

CONCLUSIONES

Los oprimidos debemos considerar que el plan que nos legara el viejo topo sigue en pie: organizarnos, concienciarnos, tomar el poder y transformar la sociedad en algo que merezca la pena ser vivido.

La nueva normalidad o la vieja anormalidad si se prefiera ya está siendo aplicada en algunas naciones con muy buenos resultados. No es un modelo que pueda copiarse, pero si un buen ejemplo de unidad y resistencia. El internacionalismo del Che, la solidaridad de Fidel, la espiritualidad de Martí, la tenacidad de Bolívar, la unidad de Hugo Chávez. Esas deben ser orientaciones fundamentales para pensar en un nuevo mundo. Cualquier cosa que se haga o desee debe implicar un cambio radical de ética. La comunalidad, el zapatismo, el feminismo, el socialismo tiene algo muy
especial en común; una ética de la dignidad humana que los emparenta y une. Hacia esa nueva ética debemos dirigir la nave. No será fácil; pero si Cuba y Venezuela pueden: todo podemos.

Notas 

1 A 922 mil 630 millones dólares ascienden los daños acumulados a Cuba por la aplicación del bloqueo económico, comercial y financiero. (5 de septiembre, 2020)

Referencias

5 de septiembre. (12 de abril de 2020). Bloqueo de EEUU impide a Cuba adquirir respiradores. Obtenido de 5 de septiembre. Diario Digital Cienfuegos.:
http://www.5septiembre.cu/bloqueo-de-eeuu-impide-cuba-adquirir-respiradores/

BENACH, J. y. (2005). Aprender a mirar la salud. ¿Cómo la desigualdad social, daña nuestra salud? Maracay: Instituto de Altos Estudios en Salud Pública.

CASTRO, S. G. (27 de abril de 2005). La Coca-Cola en México el Agua Tiembla. Obtenido de,Ecoportal: https://www.ecoportal.net/temas-especiales/globalizacion/la_cocacola_en_mexico_el_agua_tiembla/?cn-reloaded=1

ENGELS, F. (22 de septiembre de 1890). Carta a JOSE BLOCH. Obtenido de marxists.org: https://www.marxists.org/espanol/m-e/cartas/e21-9-90.htm

ETCHEVERRY, V. (1 de JUNIO de 2015). Agresiones biológicas imposibles de olvidar. Obtenido de Granma: http://www.granma.cu/cuba/2015-06-01/agresiones-biologicas-imposibles-deolvidar

FRANCO, L. (6 de enero de 2020). Los dueños del agua: trasnacionales acaparan reservas, mientras México avanza al temido “Día Cero”. Obtenido de Contralínea:
https://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/2020/01/06/los-duenos-del-aguatrasnacionales-acaparan-reservas-mientras-mexico-avanza-al-temido-dia-cero/

JUSTO, M. (26 de mayo de 2020). El coronavirus mata por clase social. Obtenido de Página 12: https://www.pagina12.com.ar/268161-el-coronavirus-mata-por-clase-social LIRA, I. (26 de agosto de 2018). La publicidad chatarra atrapó a los niños y ahora tenemos un México de obesos, alertan ONGs. Obtenido de sinembargo.mx:
https://www.sinembargo.mx/26-08-2018/3461092#:~:text=%E2%80%93%20A%20pesar%20de%20que%20M%C3%A9xico,el%20estudio%20%E2%80%9CPublicidad%20dirigida%20a

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ENVIADO POR EL AUTOR A OVE

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Entrevista a Alberto Soler: “Si se castiga o ignora al niño a cada instante, hay que tener algo claro: hacer daño no educa”

Entrevista/11 Junio 2020/Autora: Beatriz Portinari/elpais.com

El libro ‘Niños sin etiquetas’ es una radiografía de los errores más comunes en la crianza contemporánea y de cómo influyen los prejuicios en el desarrollo de los hijos

En la era postcoronavirus, expresiones como “yo a tu edad” o “en mis tiempos” como modelos de educación ya no se podrán aplicar a los niños de hoy, porque el mundo ha cambiado en cuestión de meses. Sin embargo, algunos estereotipos y enseñanzas transmitidas de generación en generación también están a tiempo de cambiar. Los psicólogos Alberto Soler y Concepción Roger publican Niños sin etiquetas (Paidós) como llamada de atención a las familias y al modelo de educación. Soler recomienda alejarse de etiquetas como “niños tiranos, desobedientes, celosos, princesas y guerreros”, porque si se repite mil veces una idea, el niño acabará creyéndola y actuando en consecuencia.

Pregunta. Educamos a los hijos como nos han educado y no como nos gustaría. ¿Qué deberíamos cambiar?

Respuesta. Un primer paso sería tomar conciencia sobre cómo nos comportamos con los niños. A veces, cuando se dan situaciones que requieren más de nosotros, en las que bajamos la guardia, conectamos el piloto automático y hacemos lo que han hecho con nosotros. No solo nuestros padres, sino la sociedad, la publicidad, incluso los programas de televisión con modelos de educación basados en estereotipos, premios y castigos. Las formas importan y mucho, y ser respetuoso con los niños, atender sus necesidades y distinguirlas de los caprichos, no es incompatible con establecer normas y límites. El cambio está en nuestra forma de relacionarnos con ellos y deshacernos de esas formas de educar aprendidas.

P. En el libro habláis de los “miedos que se heredan”. ¿Nuestros hijos van a heredar el miedo a la pandemia o a salir de casa?

R. Hemos visto noticias con palabras como “UCI, morgue, muertos, enfermos”. Es un campo semántico que está provocando una ansiedad brutal: “el mundo es peligroso, los demás son peligrosos”. Deberíamos hacer una “desescalada” también a nivel conductual. Cuando hablamos del miedo, los niños viven las situaciones filtradas por sus padres, que son su referente social; en función de cómo ellos lo vivan, así lo viven sus hijos. Y aunque existe cierta predisposición genética que nos puede hacer más o menos miedosos, debemos distinguir entre lo posible y lo probable. ¿Es posible que te contagies? Sí. ¿Es probable? No. Entonces, manteniendo las normas de higiene de manos y cierta distancia social debemos hacer esa desescalada proporcional: ser prudentes, pero no transmitir angustia a los hijos.

P. Entre los primeros meses y seis años se desarrolla la estructura cerebral que tiene que ver con la personalidad del niño. ¿Cómo influyen los patrones familiares en su desarrollo?

R. No tenemos recuerdos de forma explícita por debajo de los cuatro años, pero sí tenemos aprendizajes de forma implícita, por ejemplo, cuando les decimos “esto lo hago por tu bien”, «porque lo digo yo» o «quien bien te quiere, te hará llorar”. ¿Cuál es el problema? Que va a asociar amor con dolor, y lo verá de forma natural en una relación abusiva de pareja. Hay una complicidad criminal con los malos tratos a los niños, igual que teníamos con las mujeres, porque tratar mal es maltratar. No queremos culpabilizar a nadie, todos los padres lo hacen lo mejor que saben y pueden, pero es importante ser conscientes de lo que decimos y hacemos mal.

P. ¿Por ejemplo, qué errores hemos interiorizado, sin darnos cuenta?

R. Si de manera sistemática estamos desatendiendo, amenazando, chantajeando, castigando, ignorando al niño… hay que tener una cosa muy clara: hacer daño no educa, al contrario. El castigo es hacer daño a otra persona, sea físico o mental, para que escarmiente. Nos parece inaceptable en las relaciones entre adultos, pero lo hemos normalizado en las relaciones con los niños, a los que no solo maltratamos cuando les ignoramos cuando nos piden atención, pensando erróneamente que es un capricho, sino también cuando les ofrecemos todos los días una dieta obesogénica o cuando les etiquetamos como “conflictivos”, “irresponsables”, “desobedientes” o “torpes”.

P. ¿Qué riesgo implica educar a los niños con esas etiquetas?

R. El problema de las etiquetas es que es muy fácil ponerlas, pero muy difícil deshacerse de ellas. Y además, la persona que tiene una etiqueta acaba comportándose de esa forma. Por ejemplo: “¿Para qué me voy a esforzar en esto, que a lo mejor me interesa, si mis padres dicen que soy un vago?”. Deberíamos ser menos simplistas y más descriptivos, centrarnos más en la conducta que en la persona. Si les hemos etiquetado como “parásitos sociales” lo acabarán integrando como una parte definitoria de su personalidad. Todos tenemos una identidad, y si no la tenemos todavía, como los niños, nos la van a crear con esas etiquetas negativas.

P. ¿Cómo un efecto Pigmalión a la inversa?

R. Eso es, existen muchas investigaciones sobre el tema. El experimento de Rosenthal y Jacobson, el “Pigmalión en las aulas”, demostró ya en los años 60 que los chicos etiquetados como “buenos alumnos” recibían más estímulos en clase, los profesores les preguntaban más, mantenían el contacto visual y elogiaban su esfuerzo. Esos chicos acababan el curso siendo más inteligentes y con mejores calificaciones, pero solo porque se les había dado una etiqueta que a los otros no. Esto cuando hablamos de niños pequeños es aún peor: solo si damos las mismas oportunidades, todos podrán desarrollarse por igual.

P. Hablando de oportunidades, la pandemia ya ha reflejado la brecha social y digital entre las familias que tenían ordenadores o conexión a Internet y las que no. ¿Cómo garantizar esa igualdad en la educación del futuro?

R. En España, en la Educación ha pasado lo que en Sanidad: la pandemia ha sacado a la luz nuestras vergüenzas, las cosas que han funcionado mal durante años. Es verdad que no tenemos un “manual pandémico”, pero durante meses hemos puesto la instrucción por delante del acompañamiento y la compresión de los niños. Tenemos que buscar alternativas y eso pasa por dinero: se trata de bajar ratios, sí, pero aumentando el profesorado y los centros. ¿No hemos sido capaces de levantar hospitales de campaña en tiempo récord? Pues igual hay que empezar ya a construir “escuelas de campaña” y contratar más profesores. Es inaceptable que se planteen aulas de 15 alumnos, dividiendo la semana en días en el colegio y días en casa con educación a distancia, y que ese gasto lo asuman las familias. Porque además, lo más probable, es que lo asuman las madres, que muchas se planteen dejar el trabajo para quedarse en casa con sus hijos. Si ese modelo se impone, las mujeres volverán a ser las grandes olvidadas, que sacrificarán su carrera profesional por la familia.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/06/09/mamas_papas/1591682488_052344.html

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Actividades para vivir el medioambiente desde casa

Por: Carmelo Marcén

A lo largo de los próximos días y semanas os queremos ir presentando diferentes herramientas con las que poder «salir de casa» y respetar el confinamiento al mismo tiempo. Vamos a ir empezando poco a poco y cada ciertos días iremos añadiendo más y más propuestas que irán, desde pasear por Parques Nacionales a escuchar e identificar pájaros por su canto o conocer el principio de las cosas. ¡Comenzamos!

Un diario muy resumido del medioambiente doméstico

En estos días que no podemos salir hemos de aprovechar el tiempo para hacer cosas diferentes a las habituales. Algo nos ocuparán las actividades, jugaremos con modelos clásicos o a inventarnos juegos, nos responsabilizaremos de ciertas tareas de la casa, veremos un poco la tele o nos engancharemos un rato a los dispositivos electrónicos. Pero hay tiempo para todo; por eso recomendamos pararse a pensar unos minutos en todo eso que hacemos cotidianamente en casa que tiene que ver mucho con nuestra relación con el medioambiente. Aquí caben cantidad de cosas, si bien vamos a indicar algunos caminos para no perderse. Hace falta ponerse las gafas de explorar y tomar notas, pues en muchas ocasiones nuestras rutinas nos impiden sacar partido de lo que hacemos bien, o menos bien. Por eso, mejor si lo vamos escribiendo; así nos servirá a nosotros e incluso podremos enseñarlo, o enviarlo en un whatsapp a nuestras amistades.

Esta es una propuesta para hacer en equipo; estaría bien ensayarla en familia. Después podemos llevarla al grupo de WhatsApp u otras redes que tenemos con los compañeros y compañeras de clase. Seguro que cada cual tendrá su visión de las cosas que hace, aunque si se piensa con un poco de detenimiento se verá que poco a poco surgen coincidencias. Se trata de ir anotando en una tabla pequeñas o grandes acciones que tienen que ver con una parte del medioambiente; el real, no ese que estudiamos en aquella lección en el colegio o el instituto. Esta actividad se podría titular “Una gincana por el medioambiente casero”. Avisamos ya de que nos dará una visión incompleta, hay otras muchas más cosas que podríamos revisar.

Vamos a fijarnos solamente en cada actuación que tiene que ver con el consumo de agua, energía y otros materiales que tienen que ver con la producción de residuos; no tratamos aquí de los alimentos pero habría mucho que hablar. Repasar ciertos hábitos cotidianos es como abrir una ventana de casa y lanzar una mirada a la naturaleza, ahora que está más lejos. Nadie negará que el agua y la energía son parte de ella, como la tierra y el aire. Solo es necesario recordar que en la cultura occidental, desde los griegos, los cuatro elementos motores de todo fueron agua, fuego, aire y tierra; de hecho, están incorporados a las ideas de varias religiones. Quiénes tengan interés lo pueden buscar en Internet y lo comprobarán.

Una cuestión básica para entender cómo funciona una casa, que ahora se asemeja un poco a la naturaleza de la que estamos distanciados, es conocer cómo cada persona se relaciona con ella. Para facilitar esta tarea hemos preparado una tabla, para anotar. Reproducir esa hoja de la ilustración y colocarla en un lugar visible de casa. Enviadla al grupo si esto lo hacéis con la gente de clase. Se trata de que cada miembro de la familia, o del grupo, vaya anotando con una rayita las veces que hace tal o cual cosa. Aquí ponemos un número para identificar a los miembros de la familia: yo mismo, hermanos, madres o padres, otras personas que están en nuestro domicilio. Aunque es mejor que cada cual escriba su nombre. Al final del día, después de la cena, se puede comentar cómo ha ido la cosa. Lo mismo han de hacer quienes están en el grupo de clase. Si resulta complicado dedicar un tiempo diario a la reflexión se puede hacer el recuento semanal; no os olvidéis de hacer los totales de cada persona y los de la familia o grupo.

Convendría guardar los datos de días sucesivos, mientras dure el confinamiento en casa, para comentar entre todos los miembros de la familia, o del grupo, lo que supone tener o no una serie de servicios que nos procura la gente que trabaja para nosotros. Quizás, llegado el momento, se puede hacer un plan general de comportamientos familiares, o colectivos, y ajustar los consumos de algunas cosas; mejorar los hábitos personales ayuda al medioambiente que aquí se limita a agua, electricidad y producción de residuos únicamente.

Convendría resumir los hábitos, a la vista de los datos, referidos a los distintos días o semanas. Habría que jugar también con las cifras de, al menos, tres de semanas; los fines de semana también cuentan, no cabe el relajamiento. Así se podría valorar si los hábitos/usos parecen muchos o pocos, si son necesarios. Incluso distinguir con algún reconocimiento, a los más pequeños les reconforta, aquellos comportamientos que merecen un premio. Se puede hablar igualmente sobre si alguna persona en especial se ha responsabilizado de determinada tarea, y si en los días normales también sucede así, lo cual permitiría organizar la vida posterior y repartir esas ocupaciones fundamentales.
Volviendo al principio. Habíamos comentado que muchas de estas acciones tienen que ver con aquellos cuatro principios de los que hablaban los griegos: agua, fuego/energía, aire y tierra. La tabla que sigue recoge un poco de lo que estamos hablando. Esta sí que hay que completarla en grupo. Se trata de encontrar señales de esos principios de vida en cada una de las acciones y decir en qué parte del proceso es más visible, y cómo. Rellenamos un par de casos a modo de ejemplo. Es posible que los más pequeños necesiten alguna ayuda para la interpretación. Puede quedar alguna casilla en blanco.

También conviene jugar con el tiempo. Hay que estimar las horas que diariamente dedicamos a satisfacer estas necesidades, contemplarlas también en relación con los trabajos que muchas personas habrán tenido que realizar para que disfrutemos de ellas

Por fin, hay que apuntar:

  • Lo que mejor hemos hecho y cómo están de repartidos los compromisos:
  • Aquello en lo que debemos mejorar, ahora y para siempre:

No estaría de más poner nota a cada una de las tareas:

  • Puntuad entre 1 (apropiado) y 10 (imprescindible) cada una de las acciones:
  • Separad aquellas acciones en las que su riguroso cumplimiento es solamente ahora en esta crisis o siempre.

Es interesante llevar a cabo una valoración familiar de nuestra dependencia con el exterior, lo que en forma resumida podríamos llamar medioambiente. Hay que ser sinceros y decir si alguien no ha cuidado mucho a la hora de apuntar y se ha olvidado alguna vez. Aunque ya lo decíamos antes, habrá que hablar de los servicios públicos, de las personas que permiten que en estos días de confinamiento nos resulte un poco menos complicado pasar cada jornada y poder hacer las cosas necesarias. Al final, como síntesis cada cual puede resumir en una frase lo que ha supuesto esta experiencia.

El sueño de repartir el agua como respuesta al Covid-19

Para empezar a repartir afectos hacia el agua un poema. “Toda el agua del mundo es una abuela/ que nos cuenta naufragios y regatas/ que nos moja la sed y da permiso/ para seguir viviendo otro semestre”, al decir de Mario Benedetti.

El agua de la que disponemos para la vida, la dulce, escasea en muchos lugares. ¡Qué paradoja llamar a la Tierra “el Planeta Agua” y decir que escasea! El hecho es que en ocasiones es muy difícil repartirla para todos los seres vivos, ni siquiera mucha gente puede conseguirla cuando más la necesita. ¡Sueña con el agua! Normal que esto suceda. A periodos largos de sequía le siguen aguas torrenciales en algunos lugares. En otros nunca llueve. Además, ahora ya no cae con el ritmo de antes, por lo del cambio climático. Ya lo dice el refrán: si alguna vez el agua moja, no lo hace a gusto de todos.

Cuando la ONU propuso la celebración de la Década del Agua 2005-2015 elaboró un material sumamente interesante: El agua fuente de vida. En él se habla del agua y las mujeres, el agua y salud con saneamiento, el agua y la producción de alimentos y bienes, y muchas cosas de sumo interés a escala mundial. Porque hay que conocer que aunque hay agua en cantidad suficiente para toda la gente en todo el mundo, muchas personas carecen de ella. Lo saben bien esas tres mujeres cuyas vidas fueron transformadas gracias al acceso de agua para beber que relata el documental El poder del agua limpia producido por National Geographic, en el cual se expresan muchas ilusiones y deseos, necesarios para descubrir el sueño que disponer de agua representa para todos. Porque en muchos lugares, en especial en África, el agua y el saneamiento se han convertido en una especie de violencia de género.

¿Pero por qué un llueve si hay agua en las nubes que tanto se mueven? Se cuenta por algunos lugares una leyenda que dice que cuando los grillos estridulan (el cri-cri repetido) es que barruntan la humedad; o sea que va a llover. En tiempos, la gente hacía romerías para llamar a la lluvia, cantaba letanías a los santos. Los grillos parece que no recitan cosas religiosas y desconocemos si sueñan con el agua. Sabemos que el ruidoso movimiento de las alas de los machos es para llamar la atención de las hembras y convencerlas para que se apareen. Recuerdo que de ellos se hablaba en la sedienta estepa monegrina -una zona semi desértica que hay en Aragón de la cual se pueden capturar bellas imágenes asomándose a Internet- donde pasé la niñez; se confiaba en el buen hacer de los grillos (algunos los confunden con las cigarras). También se estima su poder llovedor en Sudamérica.

Hay un pueblo nativo de Bolivia, los Ayoreos –gente que vive de la caza y de la recolección- que tenía una abuela Direjna que era la dueña del agua. Así, dónde sea que ella fuere llovía. Parece ser que hubo un tiempo en el que la gente no la quería. La abuela Grillo se marchó ofendida. A partir de entonces aumentaron los días de calor y sequía. Dice la leyenda que marchó al segundo cielo y desde ahí es capaz de enviar lluvia cada vez que alguien cuenta su historia con un buen deseo. ¿Conocería la leyenda Benedetti que acaba su poema agua que encabeza este artículo diciendo que la abuela da seis meses más de vida? A partir de esta trama, inventada o no, se hizo el guión de La abuela Grillo, un corto de animación precioso. Durante su narración nos hace ver los problemas que generan la distribución y el hecho de compartir el agua. También nos ilustra sobre las guerras del agua, acerca de la codicia de unos frente a la pobreza de otros. Merece la pena verlo en familia, grandes y pequeños, y comentar lo que expresa. Sobre el mismo tema trata También la lluvia, la película de Icíar Bolláin. Seguro que la encuentran en alguna plataforma de tele. Lo más interesante sería comentar/comparar los lenguajes fílmicos que una y otra traen, si abordan o no la misma cuestión, si aparecen en la historia buenos y malos, etc.

Soñar con el agua conduce a espejismos. Para conocer lo que suponen estos en algunos lugares, invitamos a todos a realizar un viaje a la India en busca de “Los sueños del agua”, expresados en el material que la ONU preparó para la exposición internacional “Agua y Sostenibilidad” celebrada en Zaragoza en el año 2008. Soñar con el agua en Mumbay es lo que hace una niña, Nandini, cada día. En un país de tantos contrastes sobra el agua para unos pocos y falta para otros muchos. Repartir el agua no resulta fácil.

Agua que se ha convertido en un sueño debido al COVID-19. En estos momentos, disponer de agua suficiente y de calidad es todavía un ilusión mayor, pero en este caso también está mal repartida. Leímos en una Web americana que millones de personas no tienen agua para combatir el coronavirus. Dicen las cifras del Banco Mundial que por más que Latinoamérica disponga de casi un 31% de las fuentes de agua dulce del mundo, casi 37 millones de personas no tienen acceso al servicio de agua potable. ¿Qué puede suponer eso si allí llega la pandemia? Ahora, según UNICEF-OMS alrededor del 82% de la población de Latinoamérica tiene acceso a agua potable segura, mientras que solo el 37% a un saneamiento seguro; qué decir de lo que está ocurriendo ahora mismo en África, en donde si la pobreza se alía con la pandemia puede componer un aterrador escenario. Tendrán que apelar muy fuerte a Yemayá reparta agua por Nigeria o que el dios Anzar haga lo mismo en el norte. Agua suficiente para mejorar la economía pero también la salud. Por eso, el lavado de manos varias veces al día es fundamental. Si alguien tiene alguna duda, solamente debe mirar la página de Unicef, que habla de lo importante que es el lavado de manos y otras cosas que relacionan agua con higiene y salud.

El agua es un vehículo en donde viaja la salud, se ha convertido en una de nuestras mejores aliadas contra el coronavirus. En nuestros países ricos la potabilizan añadiéndole el hipoclorito –lejía- y otros desinfectantes para destruir los posibles patógenos que pudiera tener en origen. También dentro de ella viajan los desinfectantes que lanzan los equipos que limpian ahora más que nunca nuestras calles, ciudades y estancias –como hospitales, residencias de mayores y lugares de tránsito-. En ella se disuelve el jabón (con sus sales y triglicéridos) que protege nuestras manos una y otra vez de las posibles trazas del coronavirus. Con ella, convenientemente calentada y con los aditivos necesarios, se lavan buena parte de los materiales reutilizables para luchar contra la pandemia. Seguro que el personal sanitario se acuerda de ella cada vez que se prepara para su trabajo, cuando se ducha en casa tras una jornada agotadora, porque le transfiere antisépticos o desinfectantes útiles. Así se lleva los patógenos víricos no se sabe dónde; tampoco nos importa mucho ahora. Bastantes cosas aprenderemos de esta pandemia, seguro que un nuevo sueño de todos será valorar el agua cada día más, para usarla mejor y querer repartirla. Ahora mismo, merece el mismo aplauso, al menos con el pensamiento, que la ciudadanía confinada lanza en España al personal sanitario y de otros servicios esenciales. Porque el agua también será sensible a los afectos, imaginamos.

No debemos despertar del sueño de Nandini hasta que consigamos que llegue a todo el mundo, que dé salud a la gente.

Disfrutar del canto de los pájaros

Un paseo por la orilla de un río reconforta. Solamente mirando con atención se despiertan los sentidos. Nos inundan colores que nos amplían los horizontes buscados, que son distintos a la llegada y cuando nos vamos, porque depende de cómo reciben y reflejan los rayos del sol, imágenes nada estáticas que cambian casi cada metro que recorremos. Qué decir si volvemos pasados unos días. La vegetación es una y muchas a la vez; la del suelo, distinta a todas, no se molesta en competir con esos árboles cercanos de portes tan diferentes. No conocemos sus nombres, da lo mismo. Son singulares y forman conjunto, no sabemos si obedecen reglas o no, tampoco importa demasiado. Si lo pensamos bien, pasear por la orilla del río es algo así como mirar un cuadro; cada uno vemos algo distinto por mucho que te lo expliquen. Sabido es que nadie pasea con la mente vacía, por ellas fluyen recuerdos de otras experiencias. ¡Cuánto nos acordamos de Machado y sus paseos por la orilla del Duero, de aquel poema al olmo herido!

También cambian mucho los sonidos del río. Nos gusta escuchar cómo se expresa el agua. Observemos esas imágenes de la ribera e intentemos ver si nos sugieren algo con claridad o solamente susurran. Imaginemos qué querrá decirnos el agua que fluye por el río. Seguro que emitirá señales, acaso desea explicar temores o hablarnos un poco de su historia. Escuchemos una parte de las grabaciones de dos ríos distintos; no hace falta identificarlos. Serán simplemente el A y el B. Anotemos impresiones y emociones que nos provocan, si nos indican algo. En este otro ejemplo, lo identificaremos como C, ya se mezclan lenguajes diferentes. Suponemos que evocan algo más a quienes quieren escuchar.

Es difícil encontrar algo más bello que el poema Pájaro del agua de Juan Ramón Jiménez, que no resistimos a reproducir aquí: Pájaro del agua/ ¿qué cantas, qué encantas?/ A la tarde nueva/ das una nostalgia/ de eternidad fresca,/ de gloria mojada./ El sol se desnuda/ sobre tu cantata./ ¡Pájaro del agua!/ Desde los rosales/ de mi jardín llama/ a esas nubes bellas,/ cargadas de lágrima./ Quisiera en las rosas/ ver gotas de plata./ ¡Pájaro del agua!/ Mi canto también/ es canto de agua./ En mi primavera,/ la nube gris baja/ hasta los rosales
de mis esperanzas./ ¡Pájaro del agua!/ Amo el son errante/ y azul que desgranas/ en las hojas verdes,/ en la fuente blanca./ ¡No te vayas tú,/ corazón con alas!/ Pájaro del agua/ ¿qué encantas, qué cantas?

Todos sabemos que en una ribera nunca faltan los sonidos de los pájaros. Se puede oír sin más o realizar una escucha atenta. Incluso hay alguien que logrará identificarlos. Quien lo desee puede viajar sin moverse de casa hasta el Museu del Ter para conocer a los pájaros del río, para identificar alguno, para disfrutar de sus cantos e incluso competir con quienes nos acompañan en casa para identificarlos. Pero la riqueza interactiva de este museo no acaba ahí. Los ríos son como la paleta de una artista llamada naturaleza. Al Ter también le pintó una variada vegetación de ribera, en la que colocó múltiples macroinvertebrados, bastantes peces, varios anfibios y algunos mamíferos. Esta Web es muy interesante. Hay que detenerse a mirar. Habla de los pájaros invernantes, estivales, residentes todo el año. Por cierto, se puede descargar el contenido en PDF.

Hay mucha gente por ahí aficionada a la ornitología. Es la que nunca se pierde lo que nos cuentan los de SEO/Bird Life. Permiten observar las aves en directo, una maravilla lograda mediante una instalación de cámaras que no provoca ninguna molestia a las aves –en este caso cernícalo primilla, lechuza común, buitre negro o halcón peregrino- ni cuando están criando. Se empeñan en llevar la naturaleza a las ciudades. Además, tienen una Guía de aves extraordinaria, para disfrutar de su belleza y muy útil cuando toque hacer algún trabajo en clase. Incluye dibujos, características de cada especie, lugares de España en dónde se pueden avistar, etc. Todo un lujo del que hay que disfrutar muchas veces, también elaborar fichas con los pájaros preferidos, los que hay que proteger, los invernantes o veraneantes, etc. Por cierto, el 20 de marzo fue el Día Mundial del gorrión, cuya población está descendiendo de forma alarmante en todo el mundo.

Por si no se sabía, ya está digitalizado el mayor archivo científico de animales del mundo Macaulay Library; nada más ni menos que 150.000 audios. Digamos que unas 9.000 especies (muchos pájaros pero también ballenas, elefantes, ranas y primates entre otros nos mandan sus sonidos).

Más de una vez nos habremos preguntado qué querrán decir los pájaros con sus cantos. Imaginémoslo: se contarán lo que hicieron el día de antes, o los planes que tienen para ese día. Otras veces emitirán llamadas de aviso, de búsqueda, o se sentirán contentos simplemente y querrán que el resto lo sepan. En más de una ocasión advierten a otros colegas de que están en territorio privado, o eso creen, pues en la naturaleza no hay fronteras. Escucha el canto de algunos de estos pájaros; y jugar en familia a adivinar lo que quieren decir es un placer que nadie se debería perder. Con ellos se podría componer una bella sinfonía que titularíamos “La naturaleza alada habla”. Para quien no lo sepa, los pájaros son protagonistas en la música clásica como se explica Julio Andrade en este artículo; quién lo desee, seguro que enlazará fácilmente con las obras citadas. Por ahora facilitamos la entrada a la soberbia interpretación de Emmanuelle Bertrand de El canto de los pájaros de Pau Casals, símbolo de la paz y libertad en todo el mundo, de la cual también se puede disfrutar en otras versiones orquestadas. También a El lenguaje de los pájaros de Jean Sibelius por la NHK Shympony Orchestra.

Quienes amen la literatura no pueden perderse el poema El vuelo de Pablo Neruda, y el relato El príncipe feliz de Oscar Wilde. El multiforme canto de los pájaros, que sin duda expresa tanto esperanzas como temores, se expresa de muchas maneras.

Disfrutar de los pájaros sin salir de casa, por ahora. Todo un lujo que nadie debería perderse. Después, habrá que buscarlos en la naturaleza real.

Visita virtual al Parque Natural o Espacio Singular

Sin salir de casa se puede disfrutar de la naturaleza y ampliar la dimensión de nuestra reducida habitación. La imaginación nos lleva a lugares desconocidos. Si no que se lo pregunten a Julio Verne, que sin viajar fue capaz de viajar por el fondo del mar, dar la vuelta a la tierra y hasta llegar a la Luna.

Nuestra propuesta de viaje es más sencilla. No hay que buscar lo extraordinario sino disfrutar de lo sencillo. Se puede ir cerca o lejos, aquí vamos a sugerir algunas visitas, pero cabe disfrutar de muchas más. Simplemente hay que indagar si cerca tenemos algún enclave natural para que la familia al complejo viaje en estos días que no puede salir de casa. Interesa que cada miembro diga qué quiere ver, qué le parece que va a encontrar. Si hay pequeños en casa, habrá que guiarlos en el descubrimiento de cosas o irles contando historias sobre el sitio elegido. Estaría bien guardar algo sobre los lugares visitados en una carpeta del escritorio del ordenador para que quienes no nos hayan acompañado esta vez puedan verlo, o para volver nosotros mismos a disfrutar de los paisajes. Vayamos con ello.

El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido dispone de una completa visita virtual. No costará mucho localizarlo en un mapa. Sí, se enclava en los Pirineos españoles. Una vez allí, hay varios itinerarios para descubrir. Se puede mirar el cielo desde el Bosque de las hayas –qué tienen esos áboles para atraernos tanto–, viajar con el agua por las Gradas de Soaso –quién sería la persona afortunada que le pondría el nombre de gradas–, disfrutar de una vista aérea del parque desde una altura de 5.000 metros –hay pájaros que lo hacen–, maravillarse del Cañón de Añisclo –ese tajo a la roca caliza que parece hecho de artesanía- que ha excavado durante siglos el río Vellos. La posibilidad de ver fotos o acercar otros rincones permite maravillarse de la acción de las aguas a la hora de esculpir estos espacios, o de ascender a las cumbres como el Monte Perdido sin moverse de casa. Quienes quieran volar mucho más, como si fueran pájaros pueden realizar otras visitas virtuales. Hay varios enlaces en Youtube que pueden servir.

La visita sirve para reconocer el valor de los espacios naturales protegidos, para interrogarse, jóvenes y adultos, sobre las ventajas e inconvenientes de hacerlas así. Por cierto, existe una red española de espacios protegidos bajo la figura de Parques Nacionales, pero cada Comunudad Autónoma tiene su propia red de espacios protegidos. También una red internacional Natura 2000, que guarda la naturaleza y la biodiversidad europea. Se puede consultar los espacios de tu provincia poniendo simplemente el nombre detrás del identificador general.

Pero como hay también gente aventurera pueden viajar más lejos, sin necesidad de tomar un avión. Por ejemplo, hasta Yosemite. En una visita virtual se aprecia la majestuosidad de Mariposa Grove of Giant Sequoias; quedarse extasiado sin haberse cansado viendo las cimas de Half Dome, la aventura de Yosemite Falls y la espectacularidad del Glacier Point; explorar zonas tan bellas como Tuolumne Meadows , Hetch HetchyForesta Wawona. Habrá que comentar qué sensaciones produce llevar a cabo esa visita virtual, si se conocía algo del parque, si se sabía dónde está enclavado. Sobre todo, interesa ver de lo que es capaz la naturaleza cuando la dejan sola y le dan tiempo.

Como tras cualquier visita surgen curiosidades, cabe indagar mucho más. Así mayores y pequeños pueden apreciar la riqueza de los ecosistemas. Nada se ha dicho hasta ahora de los animales o plantas que pueden albergar estos santuarios, cofres o reservas de la biodiversidad. Existen webs que informan de quiénes viven allí. También se pueden guardar fichas de ellas en esa carpeta. No hay que escribir mucho de esas plantas o animales: por qué nos atraen, qué tienen de particular, etc. Alguna de ellas se puede adoptar como mascota virtual; seguro que apetece conocer más de ella y contarlo a quien quiera escuchar. Cuando regresemos a clase, que esperemos que sea pronto, hay que contar en el aula lo que hemos aprendido. Incluso ahora mismo podemos invitar a nuestras y nuestros compañeros.

No hay que olvidarse del espacio protegido que tenemos cerca. Hay que indagar en la Web y acudir a disfrutar de los enclaves una vez que ya podamos salir de casa. Puedes consultarlos en poniendo Red Natura 2000 añadiendo detrás el nombre de tu comunidad autónoma.
¡A disfrutar sin salir de casa!

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/ecoescuela-abierta/2020/05/07/actividades-para-vivir-el-medioambiente-desde-casa/

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Carta a las maestras y maestros por la pandemia

Por: Juan Carlos Yáñez

El reto más trascendente no es concluir el ciclo escolar o agotar los programas de clases. Es más profundo: aprendamos de las circunstancias, trabajemos juntos, aprovechamos los recursos y valoremos el privilegio de la vida.

Cuando preparo las notas para esta colaboración leo que los rectores de las universidades públicas y privadas de México decidieron que el actual ciclo escolar no volverá a las aulas. Acordaron también que cada institución decidirá estrategias para la conclusión y evaluar a los estudiantes, atendiendo a las condiciones diversas en sus posibilidades de acceso a tecnologías y equipos; heterogéneas en un país enorme y asimétrico, con más de la mitad de la población en pobreza y miseria. Recientemente, el gobernador del Estado de Jalisco, uno de las más importantes por demografía, economía y política, decretó el fin del año escolar presencial.

Decirle adiós a las aulas es un acto responsable. Las escuelas son espacios donde explotan las ideas, la inspiración, donde se desarrollan los lenguajes, el pensamiento y la belleza, pero también son focos inigualables de infección en situaciones como las que ahora sufre el mundo.

Decirle adiós a las aulas es un gesto aplaudible cuando todavía siguen creciendo los infectados y las muertes se acumulan dramáticamente. Pero tenemos que seguir aprendiendo. Los maestros debemos procurar las estrategias, contenidos y actividades relevantes (subrayo, relevantes) para que los estudiantes consigan aprendizajes. Pero solos no pueden; el trabajo docente es siempre en equipo, hoy está más claro que nunca.

Los retos son colosales: México perdió décadas con experimentos fallidos en distintos gobiernos federales. La inversión millonaria tendría que haberse reflejado en mejores resultados. Si así hubiera sido, la pandemia nos habría tomado un poco menos desprovistos. Pero no hay tiempo para lamentos ni reproches, no ahora; solo nos queda intentar un esfuerzo inusitado para que los niños y jóvenes individualmente, y las instituciones y sistemas educativos aprendamos de la contingencia. La oportunidad de aprendizajes es extraordinaria.

Es posible educar en cuarentena, nos contaban en un seminario web hace algunas semanas dos expertos: Mariano Narodowski desde Argentina, y Mariano Fernández Enguita, desde España.

Un peligro que nos acecha es tratar de trasladar la rutina del aula a la casa. La casa no es el aula, y la experiencia del aprendizaje en casa no puede equipararse a la rutina de la escolarización. Educar en contingencia sanitaria es un desafío pedagógico inédito.

El primero de los retos que tenemos enfrente es el del acceso al mundo digital. El baile de cifras respecto al equipamiento tecnológico revela las disparidades entre niños, familias y escuelas. Si no todos tienen acceso a computadoras e internet, ¿cómo circularán las tareas, los contenidos, los programas de la casa de las maestras y maestros a la de los niños? Pero también entre los maestros hay desiguales accesos y usos.

Entonces se vuelven importantes dos tecnologías que en México se habían olvidado de la buena educación, en general; la radio y la televisión. Televisión y radio pueden jugar un papel crucial, que no sustituirá al mundo dominante de las otras tecnologías, pero podría ser un puente para que unos niños no se queden varados en la otra orilla.

El gran reto, para mí el más importante, es pedagógico. El proyecto educativo. La Secretaría de Educación Pública lanzó una estrategia nacional de educación a distancia sin probarse previamente, montada sobre dos gigantes del mundo tecnológico: Google y YouTube. ¡Quién diría que serían los vehículos sobre los que oficialmente se acercaría la instrucción a los niños mexicanos que tengan esa posibilidad!

Seguramente la experiencia tendrá buenos resultados en algunas escuelas; en otras, menos buenos, y en algunas, inevitablemente, malos o desastrosos. Dependerá de distintos factores. A la tecnología y al proyecto debemos sumar dos ingredientes: la actitud y preparación de los maestros, así como la voluntad y posibilidades en el hogar.

La pandemia es campo para aprendizajes de otra naturaleza, esos que llamaríamos “para la vida”, que es así como tendría que ser toda la educación. Porque la educación siempre tendría que prepararnos para la vida, porque las matemáticas, la historia, la literatura, la educación física o las ciencias tienen ese sentido final.

Cambio de tema para soñar un poco.

Quisiera pensar que cuando pase la cuarentena el campo pedagógico no quedará como las playas después del tsunami; o las casas, luego del terremoto.

Quiero imaginar que la pandemia desafió lo mejor de las maestras y maestros; que no lo vieron como más trabajo, sino como oportunidad para aprender enseñando, y mientras enseñaban, dándose cuenta de su ignorancia, trataron de remediarla.

Deseo que las maestras y maestros que habían perdido la ilusión que los llevó a una escuela por primera vez, la recuperen ante la necesidad de lograr que sus estudiantes, lejos, en otro lugar, sin muchos recursos, puedan aprender de forma significativa.

Me gustaría que los maestros en la secundaria o el bachillerato descubrieran que estudiar biología, química o ciencias puede despertar más interés ahora, para entender el funcionamiento del cuerpo humano, de las enfermedades, de las vacunas, del trabajo científico.

Que es un buen momento para entender la geografía, la historia de China y universal, o las disparidades delirantes en el país más poderoso del mundo, cuyo centro financiero, Nueva York, se derrumba por un bicho invisible.

Es un buen momento, también, para estudiar con las palabras generadoras de Paulo Freire, a partir de las cuales se analice una realidad y se aprenda uniendo textos y contextos; palabras como virus, solidaridad, globalización, transmisión, tecnologías, salud, cambio climático, humanidad.

Es el momento más apremiante que nos tocó a las generaciones de hoy. Un momento que nos exhibe en nuestra vulnerabilidad y que hace tener más claro que nunca, que los pueblos de la tierra, por encima de banderas y fronteras, nos necesitamos para la sobrevivencia.

Que es el mejor momento para desarrollar las emociones y valores de la solidaridad, la generosidad, el cuidado del otro, la responsabilidad por lo colectivo, la alegría, la resiliencia, el amor.

El reto más trascendente no es concluir el ciclo escolar o agotar los programas de clases. Es más profundo: aprendamos de las circunstancias, trabajemos juntos, aprovechamos los recursos y valoremos el privilegio de la vida.

La cuarentena no debe ser pretexto para que profesores y directores llenen reportes y evidencias para informes institucionales inútiles. O para recargar de tareas y tareas y tareas a los estudiantes.

Hoy más que nunca resuenan potentes aquellas palabras del maestro Paulo Freire: la educación tienen que ser una aventura, un desafío, no una canción de cuna, ni la tortura que perjudicará a los que menos tienen y más necesitan.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/05/21/carta-a-las-maestras-y-maestros-por-la-pandemia/

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La escuela en contingencia

Por: Heriberto Rivera 

(Reflexiones en Cuarentena)

Al hacer referencia a la escuela en contingencia  se hace desde la  idea por la situación creada producto de la pandemia por la que atraviesa  gran parte del mundo, es decir es una situación transicional, pues soy de los que reconozco el papel por demás insustituible del Maestro y por ende del contacto natural con los estudiantes; la escuela en contingencia podría llamarse “hogar educador”, un espacio  primario para la educación en tiempos de emergencia sanitaria.

Al plantearse que desde el núcleo familiar se pueden realizar actividades para romper con el silencio de la escuela, se hace no para privilegiar y desarrollar los  diferentes módulos didácticos que pueda enviar los (las)  docentes a sus estudiantes.

 Por el contrario, la escuela en contingencia transicional nos ofrece la  extraordinaria oportunidad, para desde el hogar y ajustado al tiempo del que pueda disponer los padres y madres, dejar de lado las guías y   manuales- que conforman un conocimiento cosificado, codificado y prefabricado- y en su reemplazo descubrir (educere) las diferentes experiencias que permitan desarrollar  las cualidades propias de cada niño y joven desde el recinto del hogar.

Es la oportunidad entonces en la cual opera en forma concreta la aspiración donde los padres logran aprender  junto a sus hijos, el compartir en el construir significados sobre realidades que tenemos y se observan en casa.

La oralidad viene a ser esa herramienta que desde siempre ha sido el elemento primario para la comunicación, permite generar una conversación cimentada en actividades compartidas que crean un recurso central mediante el cual le damos sentido a nuestras dudas e interrogantes.

 De esta forma se puede lograr que una conversación tan trivial del por qué se “inflan“ o “soplan” las gustosas arepas  se pueden ensayar modos de comprender, de explicar y de reflexionar acerca de las cosas (fenómenos) mas sencillas que podemos estudiar.

 Una consecuencia positiva que puede traer una conversación indagatoria es la posibilidad de ir más allá  de una terminología técnica, pero si es  importante preguntarnos de que modo utilizamos un término en particular y lo relevante de la conexión que exista con otros conceptos involucrados en una situación planteada.

En ese sentido, se puede afirmar que en éste tipo  conversación la cual lleva implícita la mayéutica socrática tiene  como objetivo el lograr que los niños y jóvenes aprendan a cuestionar su propio conocimiento y a tomar conciencia de las formas de hablar entre nosotros sobre  una situación de aprendizaje cualquiera es te sea a la vez que se preparan para el manejo de situaciones más complejas.

Cuando  se plantea que desde el núcleo familiar se pueden realizar e incentivar varias actividades,  es  porque se hace necesario rescatar la tradición de la familia  en el desarrollo del aprendizaje entre todos. Cierto, en casa se puede aprender con las actividades de la casa: ejemplo al momento de cocinar. Nuestras madres son tal vez las que hacen química sin saberlo, mezclan, filtran, tamizan, combinan, controlan temperatura, miden con precisión, calibran, pesan, practican a diario unidades y medidas, succionan, filetean, ahorran energía, hasta crean sus propias unidades de medida En fin, es un mundo de actividades. ¿Por qué se «inflan» o «soplan» las arepas?

Nuestros niños son los primeros que aún sin saber nos hacen preguntas que bien pueden  catalogarse de «científicas»,  preguntas que si bien sus respuestas se consiguen con un simple «pulsar de  tecla» en el PC; pero en estos momentos de pandemia deben convocar a un diálogo pedagógico familiar, aprovechando que  muchos  de los adultos tienen un acervo experiencial sobre como lograron obtener sus conocimientos través de experimentos sencillos y simple realizados en casa.

El ejemplo que coloco sobre el por que se «inflan» o «soplan» las apetitosas arepas son un ejemplo de como en la aparente sencillez y en la pequeñeces de las cosas tenemos un instrumento, un espacio para el aprendizaje de las mismas. Preguntas como ¿por qué  el mercurio se mueve dentro de la columna de un termómetro? O ¿por qué el organismo acepta consumir arroz en la dieta diaria sin aburrirlo? En fin en las actividades que realizamos a diario y en casa hay mucho que aprender.

Por qué el cielo es azul? Ese cielo no es cielo  ni es azul. ¡Lastima que no sea verdad tanta belleza!

¿Por qué el agua caliente limpia mejor la mugre que el agua fría?

 En nuestros hogares tenemos materiales de diferente tipo, hemos sido presa fácil del mercado y el consumismo. Pero si  los niños y jóvenes nos requieren hablar de polímeros, pegamos el grito al cielo; Los polímeros los tenemos a montón en casa, la mayoría de los envases están hechos a base de las cadenas carbonadas de polímeros y lo tenemos hasta en el cuerpo; el cabello es un de ellos.

La realidad nuestra, en casa , creo no equivocare, los niños y jóvenes tienen acceso al pc y al teléfono «inteligente», eso es importante, pero puede devenir en tragedia,  pues la mayoría de los niños y jóvenes lo utilizan como «herramienta de entretenimiento «, es una adicción extrema y todo se convierte en entretener y en «pasar el tiempo «.Vivimos en la «sociedad del espectáculo «,es esa realidad virtual en la que lo importante ya no es el pensamiento,  el plantearse preguntas si ya todo ha sido pensado. Hemos olvidado deliberadamente que en la duda esta el conocimiento, estamos en la expansión de la superficializacion del hábitat cultura.

Como dijo alguna vez un filósofo «yo no tengo cultura, lo que tengo es necesidad de conocimiento”; y eso es lo que necesitan nuestros niños y jóvenes y hasta los adultos la necesidad de ampliar su propia vida,  la cual es muy breve. El confinamiento al cual estamos sometidos a consecuencia de la pandemia 2020, nos debe llevar a superar en la casa la «pedagogía del cuatro por dos», pues en casa se abre una gama diversa de oportunidades para el aprendizaje, acompañada de la pedagogía del amor.  Ver el mundo haciendo cada uno su propia experiencia y haciendo propia las experiencias positivas de los demás.

Los niños y jóvenes muchas veces preguntan para que nos sirve el aprender. Dicha interrogante no es nueva.

Hace 2300 años, un joven estudiante de geometría preguntó  a Euclides: «¿Qué  es lo que ganaré aprendiendo estas cosas?”. El Maestro llamó  a su esclavo y le dijo: “dale unas monedas pues parece que este debe ganar algo con lo que aprende». Esa es otra realidad que tenemos hoy, aprender para obtener un beneficio meramente económico. Ese ejemplo lo tienen muchas familias, cuando los hijos observan que sus padres sin mayor esfuerzo académico han acumulado riquezas.

La vida es mucho más  que estar sujeta al aquí y al ahora, a la limitada de la esfera de la producción.  Las actividades en casa deben valorar la relevancia y la importancia del conocimiento desde lo mas simple hasta lo complejo, y mas si tratamos de superar el pensamiento simple- disyuntivo y hacerlo mas interdisciplinario,  que vaya aprendiendo la interrelación de las cosas del mundo.

La escuela no puede seguir siendo concebida como un entretenimiento, aprendiendo sin esfuerzo.

Las leyes de la naturaleza son los pensamientos matemáticos de Dios.

Aprender  de las cosas más sencillas.

Artículo enviado por el autor a OVE

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7 mensajes virales sobre la educación en tiempos de confinamiento

Por: Jordy Jubany

Hemos recogido 7 memes, estos mensajes virales con cargas culturales, que hoy en día se mueven en Internet. Nos han llegado a través de sistemas de mensajería o los han compartidas en las redes sociales personas que tienen relación con el mundo educativo.

Los memes ya forman parte de nuestra cultura digital. Muestran inquietudes, malestar y reivindicaciones con un tono humorístico, irónico o crítico basados en hechos reales que dan para participar en un buen debate. Son muchas las dificultades y preguntas pendientes de resolver sobre la situación de la educación en el tiempo de confinamiento en el que nos encontramos actualmente. Y las que saldrán.

1 / El Titanic se hunde, pero sus músicos siguen tocando. La imagen compara la situación actual por la dificultad de mantener las funciones del sistema educativo cuando la sociedad está en una estado de emergencia. Los docentes, de todos modos, intentan hacer su trabajo en condiciones adversas.

2 / Los dispositivos móviles han pasado de estar prohibidos en muchos centros educativos a ser herramientas indispensables para la comunicación que deben ayudar al aprendizaje a distancia. El meme muestra gráficamente el cambio de mirada de muchas personas hacia las tecnologías actuales.

3 / Las dificultades del teletrabajo son enormes cuando hay que interactuar con muchas personas y resolver varias tareas a la vez. Seguramente tenemos que aprender a gestionarlo de otra manera para optimizar el tiempo y los recursos que todos dedicamos.

4 / Sin haberlo previsto, la evolución de la carrera docente entra en una dimensión desconocida: las clases virtuales. La composición nos muestra una metáfora en la evolución de los personajes interpretados por el actor Jack Nicholson y como cada situación los afecta a lo largo del tiempo.

5 / La metodología mostrada en ciertos programas de televisión educativos actuales es la misma que se utilizaba mucho tiempo atrás. Parece que no han incorporado las metodologías activas ni lo que se ha llamado la escuela avanzada ante la situación actual.

6 / Todo ello nos ayuda a comprender que, aunque la educación con pantallas nos puede ayudar, no puede sustituir la escuela en todas sus dimensiones. La imagen es una adaptación del cuadro «Ceci n’est pas une pipe», «Esto no es una pipa» de René Magritte, cambiando la pipa original para un ordenador portátil.

7 / Con esta imagen cinematográfica épica nos adentramos en un terreno de incertidumbre como es el tercer trimestre y la dificultad de su evaluación. Toda la comunidad ante esta aventura desafiante. Estando unos al lado de otros esperamos salir adelante.

Nos están cambiando las preguntas a medida que damos las mejores respuestas que sabemos. Pero quedan muchos interrogantes por delante: ¿cuándo será la vuelta a la escuela? ¿Cómo haremos compatible el acompañamiento emocional con el distanciamiento social? ¿Tendremos que combinar las aulas presenciales y las telemáticas? Seguro que nos llegarán nuevos memes que nos darán motivos para pensarlo. Abrazos virtuales.

(La autoría de la mayoría de estas imágenes, que se han convertido en virales en la red, es desconocida. Si algún lector conoce los autores, nos puede escribir a redaccion@eldiariodelaeducacion.com y las atribuiremos).

Fuente e imagen tomadas de: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/05/08/7-mensajes-virales-sobre-la-educacion-en-tiempos-de-confinamiento/

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