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México: Maestro con traumatismo craneoncefálico podría morir por represión policiaca en Tabasco

América del Norte/México/22-07-2022/Autor: Samuel L. Soto Giles/Fuente: bajopalabra.com.mx

Villahermosa, Tabasco.- Varios lesionados, un maestro en estado grave por traumatismo craneoencefálico, y varios encarcelados y desaparecidos, fue el saldo de la brutal represión que aplicó este miércoles el gobierno de Tabasco a maestros que exigían el pago de salario retroactivo a cobrar en junio.

El día de ayer Bajo Palabra informó que había trascendido la muerte de un profesor ante la ocultación de información por parte del gobierno de Tabasco que pretendió matizar la represión a los maestros autorizada por el gobernador Carlos Merino Campos. Hasta el momento solo se sabe que el maestro recibió un fuerte macanazo en la parte trasera de su cráneo que lo tiene entre la vida y la muerte. Los mentores solo pedían el aumento salarial ofrecido por la SEP pero que el gobierno de Merino se niega entregar y lo aplaza con el argumento del diálogo.

“Ley Garrote”, una iniciativa que heredó el actual secretario de Gobernación a los tabasqueños, se aplicó este día con el saldo de un muerto, según trascendió, varios detenidos y  desaparecidos, entre estos están: Santiago López, Roberto del IDIFTEC,  Alejandro Sánchez Jiménez,  Roberto Arturo Peralta Suárez.

A ese desalojo, el investigador de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, Héctor Valencia Reyes, en nombre del Movimiento Democrático 19 de Enero,  protestó señalando que “la violencia es la oscuridad, el diálogo es la luz. ¡No a la represión!

“No estamos haciendo nada”, gritaba una maestra al tratar de impedir que se llevaran los policías a sus compañeros.

Antes, los maestros habían comunicado en Plaza de Armas, que personal de Atención Ciudadana estatal  informó que sería hasta el 30 de agosto o 15 de septiembre cuando les pagarían, “porque el gobierno no tiene dinero”.

En ese momento, los profesores de primaria, en su mayoría, decidieron radicalizar su demanda y caminaron una cuadra, a la céntrica avenida 27 de Febrero, esquina con 5 de Mayo, para bloquear el tránsito vehicular.

Después del desalojo, los profesores nombraron comisiones para acompañar a los lesionados y a los encarcelados, que al cierre hasta las 6 de la tarde no habían sido liberados.

“Que pague el Gobierno su libertad”, expusieron.

En esa reunión, compararon esta represión de la Ley Garrote aprobada por el Congreso, a iniciativa presentada por el entonces gobernador Adán López Hernández, con la de 1988, a cargo del gobernador Roberto Madrazo.

Fuente e Imagen: https://bajopalabra.com.mx/muere-maestro-por-represion-policiaca-del-gobernador-de-tabasco-solo-pedian-aumento-salarial

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La Secretaria que no cambiaría nada

Por: Abelardo Carro Nava

«Funcionarios públicos han ido y venido en la SEP; de hecho, de 2006 a la fecha, han pisado la oficina de Vasconcelos ocho Secretarios de Educación (incluyendo a Delfina Gómez)»

“No vengo a cambiar nada”, fue una de las primeras declaraciones que expresó la titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) al asumir el cargo que le fue conferido por el presidente de la República, y lo está cumpliendo.

Los días, semanas y meses pasan, y la Dependencia que la profesora Delfina Gómez dirige, no deja de ser un archipiélago en el que, cada pequeño territorio, toma decisiones a diestra y siniestra sin que en ello medie la posibilidad de fijar un rumbo y dirección que evidencie una política educativa que vaya en sintonía con eso que se ha llamado “Cuarta Transformación de México”: la evidente falta de revalorización del magisterio, la continuidad de una política de estímulos salariales de corte neoliberal impulsada por el priismo, la desaparición de las escuelas de tiempo completo o cuya “sustitución” es inverosímil, la indefinición de una Nueva Escuela Mexicana que no es nueva sino un vintage educativo, la construcción de un plan de estudios que se pondrá en marcha a un año de que culminé este sexenio, la elaboración de libros de texto sin que el plan de estudio referido no esté concluido, el evidente rezago educativo y abandono escolar que se agravó con la pandemia por la Covid-19, la incomprensible falta de aplicación de recursos para la educación especial, el calvario que padecen los profesores para recibir sus pagos de los Programas Nacional de Inglés y de los Centros de Atención para Personas con Discapacidad, la excesiva y absurda carga administrativa impuesta al magisterio, son algunas de las tantas cuestiones que, desde luego, podrían incrementarse derivado de lo que en cada región o contexto acontece.

Indudablemente, la llegada a la SEP de una profesora que se había desempeñado en un grupo y en una escuela, generó una expectativa importante. De hecho, como se recordará, el mismo presidente así lo señaló cuando anunció su designación, pues ninguna maestra de primaria había ocupado tan honroso cargo público. Pienso, que más allá del símbolo que tal nombramiento pudiera representar, la expectativa creció porque se esperaba que, conocedora de lo que una maestra o maestro “vive” cotidianamente en una escuela y aula, pudiera tomar una serie de decisiones, traducidas en acciones, que priorizaran el quehacer docente, me refiero a la diversidad de actividades, de corte pedagógico y didáctico, que el profesorado mexicano realiza con sus alumnos todos los días, en sus centros escolares.

Sin embargo, esto no ocurrió, no ha ocurrido y, como parece obvio, no ocurrirá; los rumores sobre la salida de la profesora para participar en el proceso electoral rumbo a la gubernatura del Estado de México han crecido en las últimas semanas. Tema que ha llevado a mirar a esta Dependencia, como un trampolín para una posible “designación” o “candidatura”. Desde luego que, cualquier ciudadano que se desempeñe como funcionario público, tiene derecho a participar en los procesos electorales que así considere pertinentes; el tema pues, no pasa por un deseo o una decisión personal, sino más bien, por la aceptación de un cargo público que trae consigo una serie de responsabilidades que, indiscutiblemente, tienen que atenderse porque, en su ejercicio, subyace la responsabilidad con la ideología o régimen en turno, pero también, con lo que implica ser Secretario de Educación en un país tan complejo como el nuestro y en el que, como sabemos, se implementaron una serie de políticas en nombre de la tan llamada y mal lograda “calidad educativa”.

Muchas veces se espera que las autoridades educativas entiendan o comprendan, que el proceso de enseñanza y de aprendizaje no es un asunto sencillo; de alguna forma, tiene su base en el abordaje de contenidos, sin embargo, la labor docente no se limita única y exclusivamente a ello; ojalá así fuera.

Y es que ésta no solo tiene que ver con planificar actividades, contenidos, estrategias didácticas, materiales y recursos didácticos, contemplando una evaluación formativa y sumativa; no, no se trata solo de ingresar a un salón y salir de él como si todo hubiese quedado entendido; vaya, no solo es cumplir con una acción dentro de cuatro paredes. Este ejercicio es amplio, complejo y siempre cambiante, porque en él confluyen un número importante de situaciones o circunstancias individuales, colectivas, contextuales, nacionales y hasta internacionales, pero, además, lo que los estudiantes aprenden en casa, con los amigos, con sus conocidos.

¿Cuántas veces, en el México reciente, no hemos visto a través de los medios de comunicación, un enfrentamiento entre grupos armados cerca de una escuela?, ¿cuántas veces no hemos visto a los profesores y los alumnos acostados en el piso mientras el ruido de las armas retumba en sus oídos?, ¿cómo procesar y explicar este acontecimiento en los alumnos?, ¿de qué manera las políticas educativas que se han implementado en los últimos años abonan al quehacer educativo si tales hechos, desafortunadamente, se vienen incrementado? Desde luego que esta situación es un pequeño ejemplo de aquellas circunstancias que influyen en el proceso referido. El diálogo directo con los estudiantes permite comprender el cúmulo de cuestiones que las maestras y los maestros deben considerar para que, paulatinamente, se logre el propósito formativo. Proceso que, indiscutiblemente, no termina nunca.

Entonces, como tantas veces se ha referido, estamos ante dos realidades distintas: la que reina en las oficinas secretariales y la que las maestras y maestros frente a grupo viven cotidianamente. Funcionarios públicos han ido y venido en la SEP; de hecho, de 2006 a la fecha, han pisado la oficina de Vasconcelos ocho Secretarios de Educación (incluyendo a Delfina Gómez), y esas realidades, durante este tiempo, jamás se han aproximado. Un tema que pareciera ser obvio, pero ¿no podríamos cambiar o, al menos, propiciar un cambio en tal esquema? En fin.

¿Dejará las oficinas de la SEP la profesora Gómez? Con seguridad lo sabremos en los próximos días porque, mientras algunos funcionarios públicos ya se visualizan en plena campaña política para una gubernatura o presidencia del país, el magisterio seguirá trabajando en sus respectivas escuelas y salones de clase, aún y cuando las condiciones, muy similares a las de antaño y que hasta el hartazgo fueron criticadas por los que hoy gobiernan, no sean las mejores.

Ojalá llegara el día en que se pudiera elegir, al igual que se elige a un presidente, senador, diputado o gobernador, a quien pueda y deba dirigir una institución gubernamental tan importante para el desarrollo humano y de un país; por lo pronto, estoy seguro de que tal idea no sucederá y, por tanto, seguiremos viendo desfilar a funcionarios cuya preocupación estará en las próximas elecciones mientras su trabajo sea nulo y sombrío como el de ex candidata Delfina Gómez quien, por cierto, no la tendrá fácil si es que desea participar en la contienda electoral del Estado de México, y con ello no me refiero a un posible adversario que los partidos políticos contrarios al actual régimen puedan colocar en la mesa, en el senador Higinio Martínez tendrá el primero y más duro de ellos.

Al tiempo.

Fuente de la información: https://profelandia.com

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SEP: Transformación curricular, consensos y disensos

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

En política y en otros ámbitos de la vida pública, no se entrega nada a cambio de nada… siempre hay intercambios, destaca Juan Carlos Miranda Arroyo en su columna.

Durante el periodo en que se llevó a cabo la más reciente reforma al texto constitucional y leyes secundarias en materia educativa (modificaciones al artículo tercero, así como abrogación y creación de nuevas leyes, entre 2018 y 2019), me referí a ese fenómeno político, que impulsó el cambio moderado en esa ocasión, como los “nuevos consensos”.

Eso lo afirmo y argumento en mi libro “La crisis del Reformismo Educativo en México” (UPN, Unidad Querétaro, 2021), en el sentido de que la iniciativa enviada por el presidente López Obrador (diciembre, 2018) no podía ser aprobada –tal cual- sólo por los grupos parlamentarios del partido Morena y aliados políticos, sino que se requería de una concertación o acuerdo básico con los partidos de oposición (PRI, PAN, MC y PRD), para que ésta avanzara, luego de difíciles y complejas negociaciones.

Así, el espíritu o la esencia de algunos principios de la reforma educativa de 2013 (como el concepto de “máximo logro de aprendizajes”), quedaron cuidadosamente conservados en el texto y alto rango constitucional. Por eso hablo más de continuismo que de ruptura durante esa coyuntura (2018-2024), en términos de las líneas principales de las políticas públicas educativas aplicadas en México.

En efecto, eso sucedió no sin un costo político para el gobierno de la Cuarta Transformación, porque ello implicó y significó, tras el intenso proceso de negociaciones, que los votos no se entregarían de manera gratuita, cosa que requería la mayoría simple de Morena y aliados en las cámaras (Poder Legislativo), para convertirse en mayoría calificada (criterio establecido legalmente para modificar el contenido de la constitución política).

Como se sabe, en política (tanto en politics como en policy) y en otros ámbitos de la vida pública, no se entrega nada a cambio de nada; en esos contextos, por lo general, hay intercambios, es decir, hay una relación de ganancias y pérdidas.

Aparte de la crítica que externé, en esa coyuntura de 2018-2019, acerca de la falla cometida por el gobierno actual al modificar, primero, el marco legal y después el marco educativo-curricular (diseño y discusión del proyecto educativo nacional y colocación de iniciativas de modificaciones educativas específicas), es importante señalar que, al igual que sucedió con el sexenio anterior (2012-2018), el gobierno de López Obrador inició en forma tardía la “transformación curricular”. (Prefiero llamarle así, en vez de hablar de “reforma curricular”, por las mismas razones que expongo en mi libro: el agotamiento de los términos, y la pérdida de legitimidad y credibilidad que ha padecido el reformismo educativo).

Reflejos retardados

Aunque el sexenio de Peña Nieto inició en 2012, no fue sino hasta 2016 que se inició la discusión del “nuevo Modelo Educativo”, cuyo documento final fue publicado hasta 2017, un año antes de concluir la administración federal; y aunque el sexenio actual comenzó en 2018, no fue sino hasta este 2022 que se abrió la discusión pública sobre el nuevo “Marco Curricular y propuesta de plan de estudios para la educación básica”, en el marco de una retórica y ambigua concepción de “Nueva Escuela Mexicana”.

El problema de origen que carga sobre su espalda, desde que se concibió, esta iniciativa de “transformación curricular” (2021-2022) por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP), es el hecho de que inició como una propuesta de cambios al contenido y formato de algunos libros de texto gratuitos para la educación primaria.

Ese fue un error grave porque, para decirlo en palabras llanas, fue como concentrarse y dar toda la importancia, primero, a la silla sin considerar al caballo. Y dentro de esa misma metáfora, además, las autoridades educativas federales no fueron capaces de preguntarse, antes ¿Para dónde va ese caballo?

Hoy, más que los libros de texto (que son sólo auxiliares didácticos), lo que conviene preguntarse, sin metáforas de por medio, es: ¿Cuál es la finalidad de la transformación curricular? ¿Qué tipo de educación pública se requiere y para qué tipo de sociedad? ¿Qué concepción se tiene, en la propuesta curricular, sobre los sujetos que aprenden y de quienes enseñan? ¿Cómo enseñar y cómo aprender, y para qué o hacia dónde se orientan esos procesos, en lo institucional e individual? ¿A qué tipo de escuela pública aspiramos y cómo lograr esa transformación en medio de profundas contradicciones sociales? ¿Cómo alcanzar el enorme reto de desarrollar aprendizajes situados que garanticen el derecho a la educación?

Lo que hoy prevalece, sin embargo, luego de que la SEP dio a conocer la versión “mayo, 2022″ del nuevo Marco Curricular, son los disensos más que los consensos sociales. A ello hay que agregar, en términos de un análisis estructural y fenomenológico del problema, los factores de tiempo y atribuciones legales.

Acerca del tiempo, la prisa parece constituir un factor negativo y de presión para las autoridades educativas federales. Al respecto, recomiendo el apunte crítico (argumentado) que nos ofreció esta semana el profesor Rogelio Alonso (ver: “Sin tiempo que perder: la elaboración de libros de texto”, Profelandia, 13 de julio, 2022).

En relación con las atribuciones legales y la búsqueda de legitimidad social, el nudo no será fácil de destrabar. Tal como lo dice con razón Catalina Inclán, los proyectos curriculares (como las llamadas reformas educativas) son objetos arbitrarios, es decir, son iniciativas preparadas por los gobiernos (y objetivadas en documentos normativos), que se encuentran en el radio de las facultades legales y exclusivas del poder público federal.

Así, la búsqueda de consensos sociales (y académicos), sobre todo de las comunidades educativas, es un valor agregado que las/los estrategas de los gobiernos recomiendan, para logar que las iniciativas reformistas o transformadoras cuenten con las cuotas de aceptación requeridas o políticamente calculadas, ello independientemente de la legitimidad y legalidad con que cuente un gobierno democráticamente electo.

Pero, tanto en el ejercicio del poder como en la puesta en operación de las políticas públicas, no es lo mismo tomar decisiones por consenso que contar con una mayoría; esto al margen de que el problema identificado, en fondo y forma, pueda ser metodológicamente consistente.

“El consenso se diferencia de una mayoría porque, cuando una mayoría se pone de acuerdo, también hay una minoría que disiente; en cambio, en el consenso no hay disenso. Una decisión por consenso, no obstante, no implica un consentimiento activo de cada uno de los involucrados, sino más bien una aceptación en el sentido de no-negación”

(WP)

Pero no todos los consensos sociales son neutros, también hay otras variantes. Noam Chomsky se ha referido al consentimiento manufacturado, que es uno de los sesgos cognitivos del falso consenso y que se da, sin embargo, en sociedades democráticas, en las cuales existe de facto y encubiertamente un control sobre la opinión pública.

En la coyuntura actual, en que está sobre la mesa una eventual transformación curricular (en la educación básica y media superior) ¿Serán prioritarios, para los gobernantes de la 4T, los caminos del consenso, de la aceptación de una mayoría (con disensos) o simplemente la imposición del modelo educativo y pedagógico, mediante los instrumentos que establece la ley general de educación para tal efecto?

Fuente de la información e imagen: https://www.sdpnoticias.com

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El fin del PNPC

Por: Miguel Ángel Casillas

Como ya lo habían anticipado desde el año pasado, hace unos días, el gobierno federal anunció el fin del Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC). En el futuro, el Sistema nacional de evaluación y acreditación que dependerá de la SEP, cuando funcione y tenga claros sus lineamientos, será quien determine la calidad y la acreditación de los programas de posgrado. En palabras del subsecretario de educación superior, esa evaluación, a diferencia del periodo neoliberal, dejará de ser punitiva, mercantilizada y competitiva, será un medio para la mejora continua y no un fin en sí misma.

A mediados de los años ochenta del siglo pasado dio inicio una época de crecimiento desregulado del posgrado, en ocasiones se ofrecían programas sin cuerpos docentes especializados o sin las instalaciones y los recursos indispensables; muchos de los programas eran fuentes de recursos autofinanciables para las instituciones y una posibilidad de un ingreso extraordinario para sus profesores, en una época de graves devaluaciones y penurias económicas. También a finales del siglo XX fue evidente la importancia estratégica de este nivel, tanto para formar a los cuadros especializados de las empresas públicas y privadas, como para la ampliación del número de académicos y científicos que reclamaba la expansión de la educación superior y su revaloración como herramienta indispensable para salir del subdesarrollo e incorporar a México a la sociedad del conocimiento.

En el contexto de un crecimiento desregulado del posgrado, donde proliferaban ofertas de muy dudosa calidad y con resultados educacionales muy pobres, el PNPC fue un eficaz instrumento de política pública para orientar el desarrollo de los programas y para determinar la distribución de las becas hacia los programas de mayor calidad. Legitimó sus decisiones en las evaluaciones de pares sobre la base de normas y reglas claras. En términos generales, acreditar la evaluación del PNPC garantizaba que los programas de posgrado se sostenían en núcleos académicos que constituían líneas de generación y aplicación del conocimiento, que sus profesores se distinguían por su alta calidad y reconocimiento académico, que debían tener sus programas y procedimientos públicos en sus páginas institucionales, que debían garantizar prácticas académicas rigurosas en el estudio y la producción de las tesis, que disponían de reglamentos, espacios físicos adecuados y ofrecían diversos recursos para el aprendizaje.

Muy pronto, el PNPC se fue volviendo un instrumento burocrático, cuadrado y rígido; que registraba y medía los indicadores principalmente de modo cuantitativo, que sobre valoraba la pertenencia de los profesores al Sistema Nacional de Investigadores, y que imponía una visión del posgrado que tenía como base a las ciencias naturales y a las ciencias duras. Frente a indicadores inflexibles hubo lugar para muchos absurdos y simulaciones. La acreditación de los programas, basada en la desconfianza, exigió cada vez más una exagerada documentación basada miles de evidencias.

La evolución reciente del posgrado ha dado como resultado un sistema segmentado y desigual. Por un lado, su matrícula se encuentra distribuida mayoritariamente en maestrías y especialidades principalmente del sector privado y la minoría en el nivel de doctorado. En contraste con la lógica de mercado, los posgrados de más alta calidad se encuentran en las universidades públicas y en los centros nacionales de investigación. Los posgrados profesionalizantes son mayoría en el sector privado, mientras que la mayoría de los posgrados de investigación se ubican en el sector público.

Al anunciar el fin del PNPC (https://www.youtube.com/watch?v=jMJh2GA8L8o), la directora del Conacyt explicó que será la SEP, a través del Sistema nacional de evaluación y acreditación quien acredite a los programas e instituciones; por su parte, el Conacyt distribuirá las becas de posgrado no de acuerdo con la acreditación ni la calidad de los programas, sino en las áreas prioritarias determinadas por el gobierno (salud, producción de alimentos, empresas públicas), en los programas de investigación de las instituciones de educación superior públicas (física, química, matemáticas, biología, medicina, ciencias sociales, ciencias agropecuarias, etc.), y hacia las áreas históricamente excluidas como las humanidades, las artes y las disciplinas creativas.

En el discurso se expone que esta decisión favorece a los estudiantes que solicitan la beca, que no se quiere dejar a nadie atrás ni a nadie afuera, y que se atenderán todas las solicitudes. En realidad, al entregar las becas sin intermediarios, el gobierno federal promueve un intercambio político directo con los estudiantes de posgrado con el fin de obtener lealtad hacia la 4T, como sucede ya con las becas de licenciatura y de otros niveles.

En su crítica hacia el pasado reciente, la directora del Conacy acusó que se privatizó el ejercicio de la formación de posgrados, denunció que se favorecieron áreas enfocadas al lucro. Cuestionó que en educación hay muchos posgrados de cuestionable calidad enfocados en fortalecer la mal llamada reforma educativa, es decir la privatización de la educación y que áreas como administración, finanzas, mercadotecnia y comercio internacional fueron favorecidas de manera indiscriminada, esto a costa de otras disciplinas: este fue un ataque permanente y fuerte a favor del debilitamiento de los posgrados en ciencias. De acuerdo con la directora de Conacyt el PNPC mostró una centralidad en la productividad académica, desvinculó la investigación científica de la atención de los problemas nacionales y el avance genuino del conocimiento y se convirtió en un objetivo de cuantificación productivista. Dijo que dejó de ser un tema con pertinencia nacional, con relevancia de Estado, para convertirse en un instrumento que desvirtuó lo académico y lo público.

Como ha sucedido con otros instrumentos de la política pública hacia la educación superior, el gobierno de la 4T ha decidido desaparecer el PNPC sin tener un programa que lo sustituya. Mientras, de modo arbitrario, sin reglas claras, públicas y legítimas, el Conacyt continuará distribuyendo las becas de posgrado en las áreas y en los programas que considere prioritarios.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-fin-del-pnpc/

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México| Aumento de contagios en niños: ¡exijamos el fin inmediato del ciclo escolar!

Por: Rosa García *

El gobierno de la 4T, a través de la SEP, impuso un ciclo escolar sin garantizar condiciones sanitarias seguras en las escuelas, ni los servicios básicos y desde que se regresó a clases presenciales se expone la salud y la vida de la comunidad escolar.

La presencialidad en las escuelas ayudó al gobierno a imponer la normalidad en todos los ámbitos económicos y sociales, haciéndonos creer que el covid fue cosa del pasado. Hasta los gobiernos de distintos estados decían que no era necesario el uso de cubrebocas, e incluso la SEP mencionó que ya no eran necesarios los filtros sanitarios en las escuelas.

Relajar las medidas ha sido la estrategia de este gobierno, pero el resultado real es que hay una quinta ola en donde la última semana hubo más de 20 mil contagios a diario. Por tanto nuestro país, hasta el 3 de julio, alcanzó los 6 millones 89 mil 600 casos totales y 325 mil 788 muertes desde que inició la pandemia. Además, el surgimiento de nuevas variantes puede llegar a volver obsoletas las vacunas.

Cifras de contagios en niñ@s
Desde que comenzó la pandemia el gobierno tuvo una estrategia que atentó contra la salud del pueblo trabajador y en particular minimizó los riesgos en los menores de edad, diciendo que niñas, niños y adolescentes (NNA) no presentaban complicaciones al contagiarse e incluso distintos personajes como Hugo López Gattel, AMLO y Delfina Gómez negaron la necesidad de que fueran vacunados.

De acuerdo a datos del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), México ha rebasado los 100 mil contagios de covid en NNA desde el inicio de la pandemia, en medio de la quinta ola de contagios. Las cifras oficiales muestran que durante junio los casos de coronavirus en menores de edad se cuadruplicaron. Algunos especialistas, como el profesor Malaquías López de la UNAM, consideran que el gobierno no muestra el verdadero impacto del coronavirus en los menores de edad, por lo que esas cifras parecen no ser muy certeras.

Además estudios médicos han reportado que niños y adolescentes han presentado secuelas como el llamado Síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico.

La irresponsabilidad de las autoridades gubernamentales se muestra también en que apenas se esta brindando la vacunación como opción para menores de edad. Esto luego de las exigencias de padres y madres de familia, que tramitaron por lo menos 6 mil juicios de amparo para asegurar la vacunación de sus hijos. Ahora la vacunación para el sector será a un ritmo lento y dependerá de cada estado del país la fecha en la que comience.

¡Exijamos el fin del ciclo escolar para frenar los contagios!
El derecho a la salud durante toda la pandemia ha sido violentado para toda la población de NNA. Juan Martín Pérez, director de la organización internacional “Tejiendo Redes Infancia”, lamenta que México haya llegado a la cifra de 100 mil contagios en menores de edad y expresa que este sector quedó olvidado en la estrategia epidemiológica de las autoridades del sector salud.

Otra cifra escalofriante es que la pandemia dejó a 118 mil menores de edad en condición de orfandad, de acuerdo al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia.

Aunque según Delfina Gómez la presencialidad que se nos impuso en las escuelas y el alargamiento del ciclo escolar es para atender el rezago educativo, los y las maestras sabemos que sin un plan real para abatir el rezago y la deserción escolar, y sin un cambio profundo en las condiciones de la educación pública, pues esta situación no va a mejorar.

Considerando además que los alumnos ya fueron evaluados, que por lo mismo ha disminuido la asistencia a las escuelas y principalmente que el repunte de contagios implica un mayor riesgo, no hay ninguna justificación para continuar con el ciclo escolar.

Por tanto, los y las docentes en conjunto con las madres y padres de familia debemos de exigir el fin del ciclo escolar de manera inmediata para frenar los contagios, así como un plan de salud que atienda verdaderamente a nuestra población infantil, empezando por acelerar la aplicación masivas de vacunas.

Esto junto a otras medidad generales para toda la población, como reanudar de manera masiva las pruebas covid, la sana distancia e insumos y condiciones seguras en espacios públicos y centros de trabajo, garantizados por el Estado y las patronales.

Además de exigir un aumento al presupuesto en el sector salud para que se construyan más hospitales y haya mayor contratación de trabajadores del sector, con plenos derechos laborales para que se atienda la pandemia.

* Maestra de primaria, integrante de la agrupación magisterial y normalista Nuestra Clase.

Fuente de la información e imagen: https://www.laizquierdadiario.mx


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México: Ordena SEP periodo extraordinario de recuperación de aprendizajes para el ciclo escolar 2022-2023

América del Norte/México/01-07-2022/Autor(a) y Fuente: profelandia.com

La Secretaría de Educación pública (SEP), publicó el acuerdo11/06/22 por el que se regulan las acciones específicas y extraordinarias para la conclusión del ciclo escolar 2021-2022 y el inicio del ciclo escolar 2022-2023.

Dicho documento señala que con el objetivo de garantizar la continuidad de las y los estudiantes en el Sistema Educativo Nacional, se establece un periodo extraordinario de recuperación, el cual abarcará del inicio del ciclo escolar 2022-2023 hasta el término del primer periodo de evaluación.

Detalla que el periodo  partirá de una valoración que se base en los resultados de la evaluación diagnóstica de las y los estudiantes a cargo del docente del grupo o de asignatura.

Precisa que tras la valoración a los estudiantes, el maestro diseñará un plan de atención de aprendizajes prioritarios elaborado bajo el esquema de nivelación del grado escolar o asignatura que le permita avanzar en los aprendizajes del siguiente grado escolar.

Y es que el acuerdo 11/06/22 expresa que el plan de atención de aprendizajes prioritarios se aplicará a todas y todos los estudiantes sin excepción, pero se dará prioridad a aquellos con niveles de comunicación y participación intermitente y comunicación prácticamente inexistente en el ciclo escolar 2021-2022.

Asimismo destaca que el plan de atención de aprendizajes prioritarios de las y los estudiantes podrá ampliar sus alcances durante todo el ciclo escolar 2022-2023 a criterio del docente, con base a los resultados de la valoración y de la evaluación diagnóstica.

Dicho plan podrá incluir actividades adicionales, ampliaciones de horarios, tutorías personalizadas, metodologías innovadoras y otras estrategias y herramientas que permitan, además de la recuperación de aprendizajes del grado previo y la atención al rezago escolar, mejorar el logro educativo y avanzar en los aprendizajes del siguiente grado escolar.

En todos los grados y niveles se priorizará un enfoque que fortalezca y asegure los aprendizajes fundamentales para garantizar la permanencia y tránsito de las y los estudiantes. El plan de atención deberá considerar el plan de intervención y/o el proyecto de vida en el caso de las y los estudiantes con discapacidad, señala el Acuerdo publicado por la SEP.

Del mismo modo expresa que la dependencia educativa en conjunto con la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU), pondrán a disposición de las Autoridades Educativas Locales y todo el magisterio el calendario de aplicaciones y valoraciones formativas, los instrumentos para la evaluación diagnóstica, los sistemas informáticos para conocer los resultados, así como acompañar a las y los docentes con talleres de inducción a los materiales, estrategias y usos correctos de dicha información.

Así también solicita que en el Consejo Técnico Escolar (CTE) se incluyan temas relacionados con los procesos de valoración diagnóstica, elaboración del plan de atención, recuperación de aprendizajes, atención al rezago escolar y permanencia y tránsito de las y los estudiantes.

¿Y los estudiantes que continúen en estatus de comunicación inexistente?

El acuerdo 11/06/22 puntualiza que si un estudiante a la conclusión del periodo extraordinario de recuperación continúa en estatus de comunicación inexistente y tengan como antecedente haberse mantenido así durante el ciclo escolar 2021-2022, debe aplicarse la baja en el sistema de control escolar.

Sin embargo advierte que para la reincorporación de los estudiantes que se encuentran con estatus de baja en el sistema de control escolar, estos se deberán considerar como estudiantes sin antecedentes.

En estos casos se aplicará lo establecido en las Normas Específicas de Control Escolar Relativas a la Inscripción, Reinscripción, Acreditación, Promoción, Regularización y Certificación en la Educación Básica.

El acuerdo 11/06/ se puede consultar AQUÍ

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/ordena-sep-periodo-extraordinario-de-recuperacion-de-aprendizajes-para-el-ciclo-escolar-2022-2023/

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El incomprensible alargamiento del cierre del ciclo escolar

Por: Abelardo Carro Nava

«El desgaste, cansancio, estrés e incertidumbre entre buena parte de los docentes ha sido notorio en estos días»

Resulta bastante extraño, por no decir incomprensible, que hoy día quien se encuentra al frente de la Secretaría de Educación Pública (SEP), “desconozca” la serie de actividades escolares y administrativas que se desarrollan en los planteles en cada uno de los ciclos escolares que esta instancia programa pues, como se sabe, su tránsito por las escuelas y dirección de las mismas en educación básica, pudo haberle dado esos referentes que la llevaran a tomar una serie de decisiones de singular relevancia en nuestros días. Me refiero, particularmente, al cierre de las actividades en las instituciones educativas.

Las razones, motivos o circunstancias que han orillado a los titulares de esta Dependencia para se agreguen más días de actividades o clases efectivas en las escuelas – sea lo que eso signifique para la SEP –, reduciendo los periodos vacacionales, pueden entenderse en la medida que comprendamos que, en nombre de la tan prometida y anhelada calidad educativa, se han tomado las decisiones más inverosímiles de las que hemos sido testigos. Sirva como referente que, por ejemplo, en el calendario escolar 1985-1986, se contemplaban 9 semanas de vacaciones, iniciando en junio para finalizar en los últimos días de agosto; pero, en el calendario del año que está por terminar, el 2021-2022, se consideraron 4 semanas de vacaciones pues, como se sabe, inician después del 28 de julio para culminar el 26 de agosto.

Consecuentemente pareciera ser que la formula: más días de clases efectivas genera mejores y mayores aprendizajes, ha sido la premisa que ha movido a las autoridades educativas a reducir los tiempos de descanso de todos los actores involucrados, pero ¿esto es cierto?, ¿qué evidencia existe en nuestro país sobre este asunto y que podría sostener esta premisa? Si existe, ¿por qué la misma SEP no se han encargado de difundirla entre la sociedad mexicana para que estemos enterados de todos los beneficios que trae consigo?, ¿es una decisión que obedece a políticas internacionales impuestas por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, por ejemplo?, ¿no habría la imperiosa necesidad de realizar los ajustes que atiendan y respondan a las diversas voces, estudios y/o planteamientos que emanen de investigadores, académicos, colectivos docentes, alumnos y padres de familia? Digo, después de este ejercicio, y con las evidencias en la mano, estoy seguro que las cosas no serían como hoy las pintan desde la SEP o de los gobiernos en turno.

Ahora bien, si lo anterior pudiera considerarse relevante por la incomprensión que planteo, hay otros elementos que son aún más incomprensibles, por ejemplo, el que los docentes tengan que evaluar a sus alumnos a principios de junio para que, a mediados de este mismo mes, cuenten con la información y/o datos que les permita registrarlos cuando se habiliten las plataformas en las Secretarías de Educación de los estados; es decir, una vez que la autoridad educativa así lo indique, porque así está estipulado en el calendario escolar, la maestra o maestro tendría que registrar un valor numérico (calificación), con sus respectivas observaciones, en dichas plataformas. Hecho esto, se genera un fenómeno muy conocido y que tiene que ver con la perdida de interés del estudiantado hacia los temas a abordar y estudiar porque, de alguna forma, dado su tránsito escolar, se ha vuelto consciente de que ya ha sido evaluado y, por tanto, lo que haga o deje de hacer ya no afectaría su rendimiento o aprovechamiento académico. Fenómeno que, desde luego, se traslada a casa, sobre todo cuando algunos padres de familia también pierden el interés de apoyar a su hijo o hija, en razón de la evaluación realizada y que he referido.

Lo anterior puede entenderse si comprendemos, que la dinámica de trabajo que ha permeado en el Sistema Educativo Mexicano a través de los años es: inicio del ciclo escolar, asignatura (s), clase (s), estudio (s), examen, fin del ciclo escolar. Pensémoslo bien, esta dinámica ha penetrado hasta los huesos en el Sistema y, desde luego, la propia SEP no ha buscado ni ha emprendido nuevas acciones o acciones diferentes para revertir un proceso que, bien valdría la pena, revisar con detenimiento. En este entramado de situaciones, ¿dónde quedaría el juego en cualesquiera de sus modalidades en los espacios escolares a lo largo del ciclo escolar? Solo por citar un ejemplo.

Si, con seguridad alguien me podría decir que las escuelas y los docentes gozan de relativa autonomía para proponer actividades de reforzamiento u otras de trabajo que favorezcan los aprendizajes de los estudiantes, pero, a fuerza de ser sinceros, ¿no acaso el Sistema Educativo Nacional ha sido tan, pero tan vertical y autoritario que, por donde quiera que se mire, poco o nada favorece dicha autonomía escolar y docente?, ¿cuántas maestras y maestros no son llamados a rendir cuentas porque no está reforzando los contenidos para “generar” aprendizajes en los alumnos cuando, como se sabe, ni el libro de texto ni las guías escolares son las únicas herramientas o instrumentos para ello porque, indiscutiblemente, existen otras estrategias?, ¿cuántas de las autoridades educativas de las entidades han propuesto que los colectivos docentes de las escuelas diseñen, desarrollen y evalúen otras estrategias para este propósito? Insisto, el modelo: asignatura, curso, estudio y examen, ha calado hasta los huesos. En fin.

El desgaste, cansancio, estrés e incertidumbre entre buena parte de los docentes ha sido notorio en estos días. Ojalá fuera porque la única actividad que tuvieran que realizar es para la cual fueron formados, dar clases con todo lo que ello implica: planear, desarrollar la sesión y evaluar, pero no. Quienes hemos tenido la oportunidad de transitar en una escuela, sabemos que la carga administrativa asignada en los últimos años, ha sido uno de los tantos factores que han generado un desgaste de importantes consideraciones en la salud física y mental; sí, una carga administrativa, muchas veces absurda y sin sentido que, mayormente, queda archivada o en el bote de la basura de las oficinas de las autoridades educativas. ¿En serio alguien piensa que el trabajo docente termina después de la jornada escolar?

Reiteradamente se le pide a la maestra y maestro que les pregunte a sus alumnos cómo se sienten y por qué piensan que se sienten de esa forma; esto, con la finalidad de visualizar y, en su caso, atender su estado emocional como parte de una educación socioemocional que debe impartirse en las instituciones educativas; sin embargo, ¿cuándo la SEP o las autoridades educativas le han preguntado al docente cómo se siente y por qué se sienten de esa forma?, ¿acaso no se habrán dado cuenta que también es un ser humano?, ¿qué acciones ha emprendido esta Dependencia para ofrecer apoyo psicológico o terapéutico a los mentores?

Y bueno, para que esta serie de ideas no queden en un tema que podría ser catalogado como crítica a una autoridad, dependencia o gobierno, les propongo una sencilla premisa: menos es más. Y no con ello me refiero a ese principio de la calidad que tanto he señalado y criticado, me refiero a las posibilidades de reorganizar el sistema para que, los profesores y las escuelas, puedan proponer sus esquemas de trabajo donde el descanso, recreo y el juego, intercalado con las horas de estudio, por ejemplo, no se vean como una pérdida de tiempo, sino una alternativa a través de la cual también se puede aprender. Dejemos de imaginar que más días de clases efectivas generaría mayores y mejores aprendizajes. Atrevámonos a proponer algo diferente, fundado en la ciencia, el estudio y las investigaciones del desarrollo del ser humano, pero también, en las voces de los diversos actores o en las iniciativas de los colectivos docentes. Preguntémosle al alumno, preguntémosle al docente.

Al tiempo.

Con negritas: hasta el momento en que cierro estas líneas, al menos 14 estados de la República Mexicana han adelantado el fin del ciclo escolar 2021-2022 por razones diversas, entre las que destacan: las altas temperaturas en las regiones, el incremento de los casos de Covid-19, falta de agua y condiciones de infraestructura en las escuelas, ciclones y huracanes, lluvias e inundaciones (Milenio, 2022); desafortunadamente todas estas cuestiones, que si bien son justas y razonables en razón las consecuencias que podrían traer a la población, ninguna de ellas considera lo que he expuesto en párrafos anteriores; pienso, que la salud física y mental de todos los actores involucrados no es un tema prioritario que lleva a ciertas autoridades a tomar una decisión, también justa y razonable, para culminar el ciclo escolar antes de lo previsto.

Referencias:

Redacción Milenio. (2022). De Jalisco a SLP: estos estados adelantarán fin del ciclo escolar 2021-2022. Recuperado de: https://www.milenio.com/estados/estados-que-adelantaron-el-fin-del-ciclo-escolar-y-vacaciones-fechas

Fuente de la información: https://profelandia.com

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