Argentina/23 junio 2016/Autor: Alfredo Dillon/Fuente: Clarín
Buscan nuevas forma de vincular a las empresas con el sistema educativo
El 55,8% se ocupa de otra cosa. Uno de los principales objetivos de estos colegios es ofrecer formación para el trabajo, pero aún hay desajustes con las demandas del mercado laboral.
Aunque uno de los objetivos principales de la educación técnica es ofrecer formación para el trabajo, el 55,8% de los egresados de esta modalidad trabajan en áreas que no tienen ninguna relación con la especialidad que estudiaron. El dato surge de una encuesta que acaba de realizar el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET) entre 740 egresados, y evidencia uno de los principales desafíos a futuro: ajustar la currícula de la educación técnica para que se ajuste mejor al mercado laboral.
Desde el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET), del que dependen las 1599 secundarias técnicas que hay en todo el país, aseguran que uno de los ejes de la nueva gestión es articular mejor la enseñanza de las escuelas técnicas con las demandas del sector productivo de cada provincia. Para eso, se relanzó el Consejo Nacional de Educación, Trabajo y Producción (que reúne al sistema educativo con empresas del sector privado y los gremios), tanto a nivel nacional como en 17 provincias.
“Queremos ir hacia un sistema armado desde la demanda productiva, y conectar la oferta educativa con las demandas de cada provincia”, explica Gabriel Sánchez Zinny, director del INET. Otro desafío es mejorar la tasa de graduación, que ronda el 40% (debajo de la secundaria común), por una combinación de factores: la modalidad técnica es más larga (un año más), supone doble escolaridad (los alumnos asisten a talleres) y suele ser considerada más “difícil” por la mayor carga de materias “duras” (como matemática o física).
Según la encuesta del INET a egresados de escuelas técnicas, el 77% considera que la calidad educativa es “buena” o “muy buena”, y el 88% cree que la escuela técnica brinda una ventaja respecto de los alumnos que asisten a la secundaria común. A la vez, el 88,1% considera que “hace falta actualizar los programas y contenidos de los cursos”. Y apenas el 36,1% reconoce haber conseguido trabajo de lo que estudió luego de terminar de cursar, pese a que la principal ventaja de la escuela técnica debería ser facilitar la inserción laboral.
En la última década aumentó la matrícula de las escuelas técnicas y se invirtieron más de 6000 millones de pesos. El siguiente paso es afinar la vinculación con el mercado laboral: para eso, el INET apunta a que las prácticas profesionalizantes del último año se hagan fuera de la escuela. “Los alumnos tienen que hacer entre 100 y 200 horas de prácticas. Hoy la mayoría las cumple en la escuela. Pero queremos cerrar acuerdos para que puedan hacerse fuera, en empresas privadas, para que la práctica sea un verdadero acercamiento al mundo laboral”, sostiene Sánchez Zinny.
Un estudio reciente de la Unión Industrial Argentina encontró que la falta de formación de recursos humanos orientada a oficios es el principal obstáculo que encuentran las empresas a la hora de cubrir puestos de trabajo en el país. Además, una encuesta a empresas realizada por la UIA y la OIT encontró que las “falencias” en la educación constituyen el factor que más afecta el desarrollo normal de tareas en el ámbito laboral.
Según datos del Observatorio Pyme, la mitad de los trabajadores de las pymes son técnicos. En promedio, cada pyme industrial emplea en Argentina unos 30 trabajadores: el 50% son operarios calificados y técnicos no universitarios (con escuela secundaria completa o nivel terciario superior no universitario). Las pymes que más demandan operarios calificados y técnicos no universitarios son las que pertenecen a los sectores más modernos de la industria: maquinaria y equipos (37%), autopartes (36%), aparatos eléctricos y electrónicos (31%), y sustancias y productos químicos (30%). La demanda de operarios calificados cayó dramáticamente en los últimos diez años: en 2015 solo el 23% de las pymes buscó contratar personal; en 2006 la cifra había ascendido al 74%.
Lo más llamativo es que, pese a la caída de la demanda de recursos humanos, en la última década también aumentaron las dificultades para reclutar trabajadores: en 2015 casi la mitad de las pymes (48%) reportaron dificultades para contratar operarios calificados y técnicos no universitarios; el porcentaje es 10 puntos más alto que hace 10 años. De las orientaciones de la escuela técnica, la más solicitada es Mecánica: más de la mitad (56%) de las pymes que necesitan contratar operarios calificados buscan trabajadores formados en esa especialidad.
Los que reparan las sillas del abandono
En acción. Estudiantes de la Escuela Técnica N° 26. Arreglan, en el colegio, las sillas de ruedas abandonadas por la anterior gestión del PAMI. J. M. FOGLIA
En mayo, las imágenes de miles de sillas de ruedas abandonadas circularon como retrato de la desidia de un Estado que suele humillar a sus jubilados. La nueva gestión del PAMI, encabezada por Carlos Regazzoni, encontró 16 mil sillas fuera de uso y catalogadas como “inservibles”: ahora, por un acuerdo con el INET, los alumnos de escuelas técnicas las están reparando. “El trabajo solidario hace a la identidad de la escuela técnica”, dice José De Leo, vicerrector de la Escuela Técnica N° 26 de Balvanera. Allí 48 alumnos participan de las tareas de lijado, lubricación, cambio de bujes y rulemanes, regulación de frenos, mecanizado y roscado, entre otras. “Es una forma de poner en juego los conocimientos y destrezas que aprendieron”, señala el rector, Gustavo Canavesio. “Les preguntamos: ¿te gustaría que tu abuelo reciba una silla en este estado?”, apunta el profe Roberto Castro. “Es un trabajo en equipo”, cuenta Esteban Amondaraz (19), uno de los alumnos que participan. Emanuel Barral (19) agrega: “Está bueno poder ayudar desde tu especialidad”.
Fuente:
http://www.clarin.com/sociedad/Escuelas-tecnicas-egresados-trabajan-estudiaron_0_1595840601.html